El Ajedrez Creativo de Efim Geller 1946-1967 (Geller) PDF

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EL AJEDREZ CEATIVO DE EFIM GELLER

(1946-1967)
Efim Geller

EL AJEDREZ CEATIVO DE EFIM GELLER


(1946-1967)

La obra más completa de Geller,


con sus trabajos más relevantes
y 135 partidas comentadas
Efim Geller
©201 7

Traducción: Manuel Suárez Alba


Diseño Portada: Laura Pruneda

Todos los derechos reservados

ISBN: 978-84-94561 1 -7-7


Depósito Legal: AS 02881 -201 7
I mpresión:
Impreso en Espa ña

EDITORIAL CHESSY
©Editorial Chessy 201 7
http://www.editorialchessy.com
Urbanización Puerta Vetusta, n° 1 9
Santa Eulalia de Morcín (Asturias)
Teléfono: 985 78 34 8 1
[email protected]

Director: Alfonso Romero Holmes


Webmaster: Laura Pruneda
Maquetación: Yago Gallach Pérez
CONTENIDO

Prólogo de Genna Sosonko 9

Introducción de Maxim Notkin 21

En busca de aventuras 23

¿Siempre es necesario sacrificar la dama? 27

La transformación del alfil 30

Miniatura-monografía 32

Rompiendo el equilibrio 35

El bloqueo del flanco 39

Un paso hacia la verdad 43

Sufrimiento gratuito 54

Detectar el momento 61

La fuerza en movimiento 64

La segunda y la última... 68

¿Qué debilidad es más débil? 72

La táctica lo decide todo 75

Tres en una 79

Jaque y mate 82

¿Bloqueo o ruptura? 87

El proverbio pierde su efecto 92


Repitiendo la lección 97

Cara a cara 1 01

Actividad prematura 1 05

El talón de Aquiles del rey negro 110

Una sorpresa... ¿para quién? 113

Un tiempo extra. ¿Es dañino? 117

Rompiendo el bloqueo 121

La pasión no siempre es una aliada... 1 25

La segunda vuelta ••• 1 29

Improvisación sin comprobación 1 32

Guiado por el instinto 1 36

La pesada carga del liderato 1 39

Sin peón es más fácil jugar 1 42

Prisionero de muchos años de relación personal 1 45

Quien capture la casilla e4 ••• 1 47

Sorpresa inofensiva 151

¡Incluso en el final suceden las combinaciones! 1 55

La poderosa dama 1 58

En el cruce de dos aperturas 1 61

Viento a toda vela 1 64

Obstáculos en la tercera vía 1 68

La dama intocable 1 71

Táctica contra estrategia 1 74

Para deleite de la ••• ICCF 1 77


La caza del rey 1 81

Pierde el que comete el último error 1 88

Sacando provecho de una pérdida 191

Refutación de una refutación 1 94

La dama de regalo 1 96

Al borde del abismo 201

¿Pájaro en mano o ciento volando? 206

La torre atrapada 209

Toda una vida en una tarde 212

Bajo el microscopio del análisis 214

Resultados de Geller en torneos (1946-1967) 221

Resultados de Geller en matches y encuentros 223


Internacionales por equipos (1946-1967)

Índice de jugadores 224

índice de aperturas 225


Prólogo de Genna Sosonko

Durante décadas estuvo en la cúspide del Moscú en el lejano año 1 949, para desde
ajedrez mundial. No en su punto más alto, entonces permanecer en la élite del aje­
pero sí a un n ivel que pocos han consegu i­ drez mundial durante décadas.
do alcanzar.
Hubo un hecho que causó sensación: una
Disputó veintitrés veces el campeonato victoria en la última ronda de este jovenci­
nacional, y en dos ocasiones se proclamó to de Odesa, que entonces solo era candi­
campeón de la ahora extinta nación, de la dato a maestro, le haría ganar la medalla
que el maestro holandés Hans Ree dijo en de oro del campeonato nacional. Jugaba
una ocasión: «Cuando estoy en la Unión con blancas contra Jolmov. En una Espa­
Soviética me parece que cualquier con­ ñola se jugó la rara varia nte Bird, para la
ductor de tranvía juega al ajedrez mejor que Geller no estaba preparado, y per­
que yo». dió. Esta circunstancia, la derrota en una
partida importante de la última ronda, le
Efim Petrovich Geller habría cumplido sucedió más de una vez. Así ocurrió en el
ahora noventa años1• Mi primera partida match con Paul Keres (1 962) y en un tor­
contra él la disputé hace cuarenta y un neo lnterzonal con Gyula Sax veinte años
años en A msterdam. Todavía veo al Geller más tarde.
de aquella época: lacónico, con una expre­
sión característica, agitando a menudo la ¿Superado por las emociones? ¿El azar del
cabeza, seguido de una escéptica eleva­ juego? ¿La lucha por lo máximo?
ción de las cejas; con una chaqueta a cua­
dros, que colgaba cuidadosamente en el En su debut moscovita, Geller contaba con
respaldo de la silla, y un cenicero lleno de 24 años; a esa edad, los gra ndes maestros
colillas, siempre a su alcance. profesionales actuales ya han j ugado más
de mil partidas al más alto nivel. Para Ge­
Obstinado, con un hoyuelo en el mentón y ller, los mejores años de desarrollo como
un pausado contoneo al caminar, todo en ajedrecista transcurrieron durante la gue­
Geller recordaba más a un exboxeador o rra, cuando no había tiempo para el aje­
a un contramaestre que ha bajado a tierra drez. No obtuvo el título de Gran Maestro
que a un gran maestro de clase mundial. hasta los veintisiete años, y al año siguien­
Con ese mismo caminar subió al escenario te ya jugó su primer Torneo de Candidatos
de la Casa Central de los Ferroviarios de en Zúrich ( 1 953). Durante su carrera dis­
putó seis veces ese torneo; en uno, Geller
Nota del Editor: En 201 7, fecha de publicación
quedó a solo medio punto del vencedor,
de la edición en castellano, tendría noventa y Petrosian (Curazao, 1 962).
dos años.

9
Prólogo de Genna Sosonko

Obtuvo numerosas victorias en torneos defensa d e tus ideas, en e l ajedrez suele


internaciones, entre ellos, diez olimpiadas, ser bueno; el mismo Furman era bastante
y participó regularmente en los campeo­ terco. Pero en los grupos de entrenamien­
natos nacionales de la principal potencia to, Geller era una persona muy difícil, pues
mundial del ajedrez. La seg unda vez que intentaba desplazar a los demás, por eso
ganó el campeonato nacional tenía 54 en un momento determinado dejé de tra­
años. Pero no se trata solo de éxitos de­ bajar con él».
portivos y títulos, Efim Petrovich Geller
dejó huella en el ajedrez. Y una huella muy MarkTaimánov opinaba que Geller no solo
brillante. poseía un credo creativo muy expresivo y
una gran fantasía estratégica, sino que
Vasily Smyslov: «Fue un verdadero clási­ además siempre estaba dispuesto a dar
co del ajedrez, que se situó en las prime­ el máximo. «Jugué en Moscú el memorial
ras posiciones en una época en la que el Alekhine del año 1 956, en lo que ahora se
ajedrez estaba en plenitud en nuestro llamaría un supertorneo. Tomaban parte
imperio, y ganó a todos los jugadores más en él no solo el campeón del mundo, Bot­
destacados, sin excepción . Y si no fue cam­ vinnik, sino también Smyslov, Bronstein,
peón del mundo se debe a que ese privi­ Keres, Gligorié, Najdorf, Szabó y Unzicker.
legio se concede desde lo alto; para ello es Geller no jugó ese torneo.
necesario contar con una estrella especial
en la vida. La vida no le concedió esa es­ uBueno, un quinto puesto sería lo normal�
trella, pero fue un ajedrecista maravilloso, le contesté a la preg unta de cómo pensa­
brillante, dinámico... ». ba jugar. Fima2 solo son rió y su respuesta
fue un reflejo de su carácter: uPues yo, si no
Boris Spassky comenta «Cuando Geller pensara en el primer puesto, sencillamen­
estaba inspirado, superaba a cualquiera. te no podría jugar...�
I ncluso Fischer se quebró a menudo bajo
el peso de su integridad y consistencia. Todos los de nuestra generación -Aver­
Siempre he admirado no solo su excelente baj, Geller, yo, y en menor medida, tal vez
planteo de la apertura, esto es evidente, Bronstein y Petrosian- estábamos acos­
sino también su meditado j uego posterior, tumbrados a un trabajo analítico constan­
sus planes de juego. Fue un gran maestro te y profundo, pero en ese sentido Geller
de categoría superior y jugaba entre una nos superaba a todos».
a dos partidas al año, que marcaban la
dirección del pensamiento ajedrecista en El profundo trabajo analítico de Geller
esta o aquella apertura. Tal es el caso, por siempre perseg uía un objetivo único: en­
ejemplo, de su partida con Smyslov en contrar la mejor jugada en cada posición,
la Defensa Grünfeld en el match del año no simplemente una buena, sino la mejor,
1 965». (Véase partida n.0 48). la que definiera la esencia misma de la
posición. Estaba sumido, completamente
Anatoly Karpov recuerda que «Las ideas concentrado en el ajedrez.
de Geller eran profundas, y el mismo Bot­
vinnik me dijo en una ocasión: es necesa­ Lev Alburt, también nacido en Odesa, ad­
rio comprobar todas las ideas de Geller vierte en él una rara combinación de inge­
tres veces. En efecto, era fascinante, podía nio y perseverancia, ausente de cualquier
dejarse algo, pero repito, sus ideas eran tipo de veleidad: «Si existe la expresión
muy profundas. En el análisis, su obsti­
nación era desmesurada. Aunque esto, la 2 Nota del Editor: Corresponde al diminutivo de
Yefim

10
Prólogo de Genna Sosonko

-Oown to earth"3, entonces sobre Geller se de aperturas. Geller me aconsejó incluir la


podría decir"Down to chess"4• El ajedrez lo variante Chigorin de la Apertura Españo­
era todo para él». la. Recuerdo que le pregunté: «¿Y cuánto
tiempo necesito para dominarla?». Se lo
cCada mañana en Crimea, donde me pre­ pensó un momento: «¿A tu nivel? -yo ju­
paraba para el match con Fischer - re­ gaba entonces regularmente en Tilburgo
cuerda Spassky-, veía a Geller examinan­ y Wijk aan Zee, los torneos más fuertes de
do siempre la misma posición: la Defensa la época- ¿Para todo el proceso de reco­
Siciliana con la dama negra en b2. Anali­ pilación, comprensión y aplicación? Bue­
zaba esta posición situando la torre en b l , no, un año y medio... ».
aunque yo le decía que l a idea correcta era
.!ü b3. Pero él se mantenía firme, era muy Era, por supuesto, la época previa a los
terco, y más tarde Karpov me ta mbién dijo ordenadores, pero el enfoque de la cues­
que era muy, muy terco... Su perseverancia tión se corresponde con su carácter. Ya a
era inusual. Se puede decir que desarrolló temprana edad comprendió la vieja ver­
su talento con sus posaderas, y que sus dad que dice que la fortuna le espera a
posaderas las desarrolló con su talento...». aquel que está preparado para recibirla.
Su conocimiento de las aperturas era muy
El mismo Geller dijo: «Si me encuentro profundo, es famosa la aseveración de
nervioso o me disgusta algo, me siento a Botvinnik de que «antes de Geller no com­
jugar al ajedrez cinco o seis horas; poco a prendíamos real mente la Defensa I ndia de
poco se me i rá pasando ... ». ReY».

Dedicaba todo el tiempo al ajedrez. Según En la teoría de aperturas, siempre ha exis­


el testimonio de sus conocidos íntimos, tido el concepto de «lo que está de moda».
podía permanecer días en ese estado. No Así, ahora «está de moda» la varia nte ber­
dejaba el ajedrez ni de día ni de noche. «A linesa, la Defensa Ragozin, toda la Grün­
veces, mientras dormía, susu rraba j ugadas feld... En su época «se llevaban» otras
de ajedrez -recuerda su viuda Oksana­ aperturas, pero Geller nunca les prestó
o, despertándose súbitamente por la no­ atención. Siguiendo sus propias ideas y
che, se dirigía a la mesa para escribir las principios, él mismo fue un creador de
variantes que repentinamente le habían tendencias.
venido a la cabeza».
I ncluso los grandes maestros de primera
«¿Qué quieres decir, tablas? ¿Qué dices? categoría tenían miedo a sus conocimien­
-me regañaba tras mi derrota con Jansa tos, a sus monumentales planteamientos
en A msterdam en el año 1 974- ¡Estabas de la a pertura. David Bronstein, tras ele­
mejor! ¿Dónde? Bueno, muéstrame la gir en el torneo l nterzonal de Petrópolis
partida, muéstramela. Me siento ofendi­ ( 1 973) una difícil varia nte de la Defensa
do por la posición». Sigo oyendo este me Alekhine y perder con Geller prácticamen­
siento ofendido por la posición como si me te sin lucha, se excusó de esta manera:
lo hubiera dicho ayer. «Y qué podía jugar contra él, si se lo sabe
todo».
En la Olimpiada de Lucerna ( 1 982) hablé
con él sobre la ampliación de mi repertorio Tras haberse preparado bien para el ini­
cio de la partida, el mismo Geller indicó
3 Nota del Editor: «Con los pies en la tierra» correctamente que la apertura solo es el
4 Nota del Editor: Por analogía con la expresión comienzo de la l ucha, acentuando que era
anterior «con los pies en el ajedrez»

11
Prólogo de Genna Sosonko

necesario estar preparado para todo, tan­ bajar e n profundidad».


to para un agudo medio juego como para
un parco final, una defensa pasiva o para Este es uno de los ejemplos más famo­
seguir un ritmo de juego rápido. A mu­ sos del trabajo analítico de Gel ler: sus
chas partidas de Geller podemos llamarlas hermosas tablas en la posición aplazada,
«instructivas», de ellas podemos aprender en apariencia desesperada, de la partida
hoy en día la técnica de j uego más depu­ Botvinnik-Fischer en la Oli mpiada de Var­
rada. Y la técn ica, según la definición de na ( 1 962).
Vladímir Horowitz, no es más que «tener
una constancia clara de lo que se quiere,
y el conocimiento de todos los elementos
para lograrlo».

Todo lo que se dice sobre la maestría inter­


pretativa de un pianista se puede aplicar
completamente al ajedrez, y Efim Geller
dominaba esa técnica. Así lo recuerda
Viktor Korchnoi: «Jugué mi primera par­
tida con él en el campeonato del club
Nauka del año 1 95 1 y perdí con negras
en un gambito Schara-Henning. Era, sin
duda, un jugador brillante, e introdujo 47 gxh7!!
muchas novedades en la teoría de aper­
turas. Por ejemplo, su interpretación de la «No advertí esta j ugada» reconoció más
poco agraciada jugada ie2 en la Defensa tarde Fischer. Por su parte, Botvinnik re­
Siciliana obligó a echar otra mirada a toda cuerda que Geller encontró esta paradóji­
la gama de posiciones, incluso aunque ca idea en la oscuridad de la noche: dos
se h ubiera jugado así antes que él. En su peones aislados luchan con éxito contra
juventud, Geller tenía predi lección por la dos peones pasados y ligados, contrarian­
táctica, pero después maduró y empezó a do lo que indican todas las leyes de los fi­
crear su propio estilo, tanto en la apertura nales de torre.
como en el ajedrez en general».
Pero la profunda concepción de Geller,
Ya de adulto, echando una mirada al pasa­ buscando la mejor, la ún ica jugada, a me­
do, Geller dijo: «Ya comprendía la impor­ nudo se volvía en su contra, y sus defectos
tancia del planteamiento estratégico de eran consecuencia directa de sus méritos.
la partida incluso en aquellos años en los Se apuraba de tiempo pensando durante
que colocaba las torres por delante de los una hora o más y, en ocasiones, el proyec­
peones y lanzaba audazmente las piezas to construido con esmero y cariño se de­
al ataque. Pero además, en la frontera de rruía en unos pocos minutos.
los a ños 50-60 se produjo, a mi parecer, un
cambio interno. Sería erróneo pensar que En los apuros de tiempo, su rostro aparecía
fue una transición de la táctica a la estra­ completamente ensimismado, mientras
tegia. Si intento explicar en qué consistió, que su mano era simplemente incapaz de
puedo hablar solo de una transición con­ moverse para hacer al menos la primera
tinua y permanente hacia un juego más jugada disponible.
profundo. Nunca fui un holgazán, pero fue
entre 1 958 y 1 960 cuando empecé a tra- Tahl comentó que el número de descui-

12
dos en una sola jugada de Geller era ma­ Viacheslav Osnos: en vez de emprender
yor que el de cualquier otro gran maestro una larga maniobra posicional, sacrificar
de primera clase. La explicación es obvia: inmediatamente una pieza, que es lo que
al elevar sus pensamientos por encima del hizo Korchnoi. Tras una defensa correcta el
cielo, a veces Geller no advertía lo que ya­ sacrificio debía llevar a tablas, pero Geller
cía sobre la superficie. se sumió en una profunda reflexión, cayó
en zeitnoty perdió sin lucha. El match esta­
« ¡No puede ver lo que tiene debajo de los ba decidido. Señalando el notable talento
pies, y se imagina que ve a lgo en el cielo!», de Geller, Korchnoi comentó, no sin razón,
se mofó hace dos mil años una muchacha que algunas veces Geller se dejaba llevar
tracia de un filósofo que se cayó en un por su arrogancia.
agujero.5
Pero su punto débil no era solo el cambio
«Nada más realizar esta jugada, advertí de situación sobre el tablero. Una partida
otra que era mejor - recordó una vez Ge­ de ajedrez es una oleada de emociones, a
ller-. Tras esto, sencillamente ya no pude menudo i nvisibles para el público, y Geller
seguir jugando». Estoy seguro de que tal no siempre conseguía mantener sus emo­
sentimiento le es completamente ajeno ciones bajo control.
a Karpov (o en la actualidad, a Carlsen), él
habría continuado luchando tras el ca m­ En el torneo de Las Palmas de 1 980, ju­
bio a una situación nueva como si nada gando con negras una I ndia de Dama, en
hubiera sucedido. una posición con el fianchetto de ambos
alfiles, se enrocó en la 6.ª jugada y me ofre­
Tenía otro punto débil, en opin1on de ció tablas. Era evidente que Geller ya ha­
Spassky: «la mandíbula de cristal». Ge­ bía tomado esa decisión con antelación,
ller se desorientaba tras un contrajuego y en ese momento contemplaba tranqui­
inesperado, especialmente sobre el rey. lamente el tablero desde la altura de su
«Cuando emprendía este tipo de juego, le rating, su reputación y su tanteo positivo
resultaba d ifícil seguirme, porque no era sobre mí en aquella época.
capaz de adaptarse» dice Boris Vasilievich
Spassky. Pensé un poco, dije que quería jugar, y
respondí con un sacrificio de peón que
En el match de candidatos Geller-Korchnoi entonces estaba en boga. El rostro de Ge­
de 1 97 1 , yo era el segundo de Korchnoi. La ller cambió por completo, dirigió su mira­
séptima partida fue decisiva. Se aplazó y da hacia mí e inmediatamente al tablero
debió continuar al día siguiente. y luego a Petrosian, que estaba de pie de­
trás de mí, y luego de nuevo al tablero, sin
Aunque la posición de las blancas, condu­ realizar ni una jugada en el transcu rso de
cidas por Korchnoi, era mejor, no pudimos un cuarto de hora. Por fi n recuperó el do­
encontrar una forma de ganar. Incluso to­ minio y capturó el peón.
mamos un descanso adicional a ntes de
la reanudación, lo cual era posible en lo Esta partida terminó en tablas, pero contra
que ahora casi parece una época bíblica. Fischer en el Torneo l nterzonal de Palma
Pero ni siquiera un día completo de aná­ de Mallorca, en el año 1 970, sucedió algo
lisis nos proporcionó algo concreto, y en­ diferente. Geller decidió no internarse en
tonces adoptamos un plan propuesto por la selva de la Siciliana y jugó 1 llif3. Fischer
no entró en la India de Rey, eligiendo un
5 Nota del Traductor: Anécdota que según cuen­ planteo más académico. Dieciséis años
ta Platón le sucedió a Tales de Mileto.
13
más tarde esta situación se repetiría con las mejores posibilidades prácticas en los
frecuencia en el match entre Karpov y Kas­ min utos más difíci les de la lucha. La increí­
parov, cuando Karpov intentaba aprove­ ble impasibilidad y confia nza con la que a
char la ventaja mínima de jugar con blan­ veces hace incluso una jugada dudosa, sin
cas. Tras capturar un peón en la 7.ª jugada, duda sitúa a su adversario en una posición
Geller ofreció las tablas. difícil». Geller estaba lejos de la impasibili­
dad, las emociones lo abrumaban, no po­
La primera reacción de Fischer fue reírse. d ía mantener el control.
Geller también se rió; la situación era cla­
ra: el americano había perdido contra él El torneo Hoogovens del año 1 975 resultó
las tres últimas partidas, además estaba ser extremadamente fuerte. Yo estaba en
el color de las piezas, y el mismo carácter el grupo de ca beza y en la duodécima
simétrico de la posición (¡con un tiempo ronda jugaba con blancas contra Geller,
de ventaja para las blancas!), todo pa recía que llevaba el cincuenta por ciento de los
predeterminar el resultado. puntos. Solo hacía tres años que yo había
abandonado la Unión Soviética, y nuestra
De repente, Fischer dejó de reírse, se incli­ partida, aparte de lo deportivo, tenía para
nó y le d ijo algo a Geller, quien no domi­ Geller otra motivación. Me fulminó con
naba los idiomas extranjeros. Más de una una mirada furiosa y golpeó ruidosamen­
vez vi cómo le abordaban en inglés o en te el reloj. Después de anotar su jugada,
alemán: por lo general, aparecía una gran colocaba con estrépito un peón sobre la
sonrisa en su cara y asentía gratamente al planilla, añadiendo después la dama o la
que le había hablado. No se sabe lo que torre.
le dijo el futuro campeón mundial, aun­
que uno de los asistentes afirmó que oyó Yo no fui una excepción. «Se veía escrito
claramente: «Too early»6, pero en todo en su cara: quería aniquilar al adversario,
caso a Geller le quedó claro que Fischer pisotearlo, y a causa de esto yo también
quería continuar la partida. Se sonrojó me veía arrastrado por sentimientos si­
terriblemente, dos jugadas después, en milares, que hacían que abandonara mi
una posición sencilla, pensó dura nte una estado habitual de búsqueda de la ar­
hora entera, y después de un par de juga­ monía sobre el tablero -me contó Vasily
das perdió un peón. Es cierto que el final Vasilievich Smyslov-. Después saqué mis
de torres que surgió sobre el tablero tenía conclusiones, y por eso en algunas ocasio­
carácter de tablas. La partida se aplazó, nes consentía en acordar tablas en posi­
pero Geller ya no pudo recuperar el equi­ ciones donde todavía se podía jugar, solo
librio emocional. Al reanudarse el juego el para terminar lo más rápido posible, para
empate parecía inevitable, hasta que en la no caer en el mismo estado...».
jugada 71 cometió un error fatal.
¿Esta manera de conducirse en la partida
Geller era muy consciente de que la capa­ era debida a su temperamento o había
cidad de mantener constantemente a raya que buscar la causa en la explicación que
el a utocontrol era tan importante como dio tras lo sucedido en el campeonato na­
la pura preparación ajedrecística. Tras su cional disputado en Vilna el año 1 980? Ese
derrota en el match con Spassky en 1 965 torneo fue muy duro para Geller: los fuer­
(+O -3 =5) escribió: «Su sorprendente cal­ tes apuros de tiempo y los errores graves
ma y sangre fría le ayudaron a encontrar lo acompañaron en casi todas las partidas;
la presión arterial se aproximó a límites ex-
6 Nota del Editor: Para los que no dominen el in­
glés, como Geller, «demasiado pronto».

14
tremos7• no solo las diferencias de carácter y men­
talidad, lo que explica la actitud espinosa,
«¿No sería mejor para usted retirarse, Efi m tensa, y a menudo abiertamente hostil,
Petrovich?», le sugerí con suavidad. «¿Re­ que siempre acompañó a la cumbre del
tirarme? ¿Cómo voy a dejarlo? ¿Y la beca? ajedrez soviético. Con visitas al Comité de
¿Y los torneos internacionales? ¿Y mi lugar Deportes, llamadas telefón icas a la «Supe­
en el equipo? Usted lo dice muy a la ligera, rioridad», cartas al partido y a otras instan­
retirarse». cias, con el auspicio de los todopoderosos
jefes del partido, cuyos nombres hace
Por supuesto, en cualquier deporte, sobre tiempo que cayeron en el olvido.
todo en el profesional, la diferencia entre
perder y ganar es nota ble. Pero en ningún Agosto del año 1 974, el día libre antes de
lugar es ta n gigantesca como en la Unión la ronda final del tradicional torneo IBM.
Soviética. El ajedrez se encontraba en una Acababa de terminar la última sesión en
posición privilegiada en comparación con el cine Tushino, y allí estoy, con Vladímir
otros deportes, y un buen resultado en Tukmakov, paseando por la noche en la
Occidente suponía llanamente para algu­ animada ciudad de A msterdam. «¿Qué
nos el equivalente a varios años de salario cree usted que es mejor, ofrecer el empa­
de una persona normal en la Unión Sovié­ te ahora o durante la partida?», me pre­
tica. Por eso, a veces medio punto incidía guntó Volodia. Tukmakov se encontraba
no solo en el futuro de una carrera, sino animado, lideraba el torneo, y sus perse­
también directa mente en el bienestar fa­ guidores iban un punto por detrás, con
miliar. La mayoría sabía lo que significaba lo que prácticamente tenía asegurado el
la primera salida a un torneo en el extran­ primer puesto. La partida con Geller no
jero: no habría otra posibilidad. La enorme debería perturbarle mucho: su adversario
responsabilidad y la tensión podían traer no ha bía realizado un buen torneo -solo
las consecuencias más inesperadas. lvo sumaba el 50 % y de hecho no aspiraba a
Nei, por ejemplo, aun sin ser gran maestro, nada-; además los dos era n naturales de
compartió el primer puesto con Pa ul Ke­ Odesa, sin mencionar que ambos tenían
res en Wijk aan Zee, en el año 1 964, supe­ que rendir cuentas al Comité de Deportes
rando a Portisch, lvkov, Larsen, y muchos de la URSS.
otros grandes maestros famosos. Por el
contrario, la actuación de lgor Platonov en «Decidí no molestarle -recordó Tukma­
el mismo Wijk aan Zee seis años después kov al día siguiente en la ceremonia de
term inó en un completo fracaso: «menos clausura-. Se veía una franja de luz de­
cuatro» y uno de los últimos puestos. bajo de su puerta, del pestillo colgaba el
cartel de "no molestar� y escuché clara­
Incluso los jugadores más destacados, los mente el golpeteo de las piezas». Aunque
que se encontraban en la parte superior la partida se prolongó cuarenta jugadas,
de la gigantesca pirámide ajedrecística en realidad Tukmakov no sobrevivió a la
de la Unión Soviética, no podían garanti­ apertura y... en consecuencia, «solo» com­
zarse su futuro. Su carrera podría ser inte­ partió el 1 ."'-3."' puesto.
rrumpida durante un período indefinido,
en cualquier momento, y a veces quedar Como muchos de los representantes de
totalmente arruinada. Creo que es eso, y la vieja guardia de aquella época, Geller
prestaba atención a los jóvenes, y en sus
7 Nota del Editor: Quedó decimocuarto, con 6,5
enfrentamientos con ellos partía con una
puntos sobre 17 partidas. Fue el campeonato so­ motivación especial. Había en él algo del
viético que vio el triunfo de un joven Lev Psajis.

15
profesor que, con rigor, abre los ojos a los »Era d e buen carácter, pero n o empalago­
jóvenes estudiantes. so, un simpático hombre de Odesa, aun­
que por supuesto, oportunista, hacía todo
En cierta ocasión, a su reg reso de la India, lo que resultara favora ble para él y cuando
donde había perdido con blancas con un vio el momento oportuno se fue con Kar­
chaval de diecisiete años -quien había pov...
i nvertido en toda la partida alrededor de
media hora-, le pregunté: «Pero bue­ »No obstante, recuerdo bien que duran­
no, Efim Petrovich, ¿has perdido con un te mi reinado como campeón del mundo
chiquillo?ª». aproveché uno de sus consejos, aunque
yo nunca escuchaba a nadie y preferí se­
«¿Un chiquillo? -me miró con desapro­ guir mi propio rumbo. Me dijo: " Boris Va­
bación- Puede que haya perdido con un silievich, eres el campeón del mundo, es­
futuro campeón mundial...». tás en la cumbre, no te inmiscuyas en los
asuntos de los candidatos, en sus d isputas,
«J ugando contra Fischer, especialmente en sus problemas, no es asunto tuyo, no es
cuando este era muy joven, Geller pare­ asunto del campeón". Escuché su consejo
cía decirle a través de su apariencia y sus y guardo muy buenos recuerdos de él...».
expresiones faciales: "Tú, que eres una
mierda, ¿pretendes ser un genio?" -co­ Los últimos años de su carrera fueron di­
mentó Boris Spassky-. No hay duda de fíciles para Geller. Aunque él mismo, en
que Bobby advertía la actitud de su adver­ vísperas de su cincuenta aniversario, es­
sario». cribiese que «no hay que cerrar los ojos
ante el hecho de que tarde o temprano
»No, Geller no era una buena persona, perderemos la partida contra un oponen­
aunque probablemente trabajó para me­ te duro e invencible: el tiempo», siempre
jorarse. Pero me ayudó mucho durante el quiso creer que esto se refería a otros. A
match con Petrosian en 1 969, y también los demás. No a él.
en el match con Fischer. Geller fue prácti­
camente el único que me ayudó. Ni Nei, ni «No hay ningún secreto; con el paso de los
Krogius, ni Boleslavsky, que llegó cuando años hay que trabajar más, solo eso», dijo
ya estaba cerca el final, me ayudaron nada Geller después de su victoria en el cam­
analiza ndo aperturas que no se dieron en peonato nacional a los 54 años. Pero pron­
el match. Geller fue realmente el único to se dio cuenta de que ni ningún análisis
que trabajó, que se preocupó ... ni ningún trabajo podía n compensar la
soltura, la ambición y la fuerza de volun­
»Sin embargo, prácticamente todos aque­ tad de la juventud.
l los a los que entrenó termi naban per­
diendo. Sentía, creo yo, cierto grado de Acostumbrado a analizar todo en busca
envidia." ¿Por qué? ¿Por qué él, y no yo?". siempre de la verdad, él mismo hacía este
Bueno, era terco, a menudo hostil. Estos diagnóstico de un ajedrecista de edad
sentimientos a veces prevalecían sobre avanzada: «Lo que pierde, por encima de
sus nota bles cualidades ajedrecísticas. No, todo, es la estabilidad en el cálculo de
no creo que fuera un intrigante, pero era las numerosas pequeñas variantes, que
una persona muy rencorosa, eso seguro ... forman parte del entramado ordinario, el
juego "posicional". El riesgo de cometer
errores aumenta, errores que por lo gene­
8 Nota del Editor: El chaval de diecisiete años era ral quedan ocultos tras el escenario, pues
Vishy Anand.

16
no son tan visibles como los errores de Pero muchas cosas que hoy en el ajedrez
bulto. Solo es posible desviarse del cami­ parecen obvias se basan en los principios
no equivocado en el último momento, a elaborados por los mejores analistas de
costa de un mayor o menor deterioro de aquella época. Y uno de los principales in­
la posición. Sin embargo, visto desde fuera vestigadores del juego fue Efim Geller.
parece incomprensible».
Nació y se crió en una familia judía de
Pero él permaneció fiel a sí mismo, i nflexi­ Odesa, aunque fue bastante indiferente al
ble, sosteniendo la corrección de su aje­ judaísmo. En palabras de su viuda, Oksana,
drez. Si le parecía que se habían violado «lo consideraban judío», una frase que en­
las leyes del ajedrez, que lo que se había tiende cualquier persona que haya creci­
jugado no era acorde con ellas, Geller se do en la Unión Soviética. Sin embargo, no
sumía de nuevo en una larga meditación, creo que a él le causara especial problema.
considerando que su deber era castigarlo,
refutarlo, demostrarlo. «El que no tiene va­ No era un judío con un violín o con una
lor para llevar a cabo sus ideas, pierde la inteligencia refinada. Todo lo contrario.
capacidad de luchar y se acerca al ocaso», Un judío artesano, un tipo cor riente en
escribió Lasker. Geller tuvo el coraje de lle­ Ucrania o Rusia. Su estilo de vida y hábitos
var sus ideas hasta el final, pero le faltó la eran el de un «economista con Deribaso­
fuerza suficiente. vskaya», como lo llamaban algunos de sus
colegas, lo que encajaba completamente
Perdió dos matches cortos en el torneo de con su forma de vida, solamente dedicada
Tilburgo: con Chandler en 1 992 y con Van al ajedrez.
Wely al año siguiente, pero en ninguna
de esas partidas abandonó sus pr incipios, En su ún ico libro publicado en Occiden­
sino que redujo prematuramente la ten­ te (sin tener en cuenta, por supuesto, el
sión o neutralizó la posición. «No me que­ gran n úmero de artículos teóricos), habla
dan fuerzas» dijo con una sonrisa culpable por encima de la medida de las ventajas
tras una derrota especialmente dolorosa. del sistema socialista, y condena a Fischer
como típico representante del decadente
No creo que Geller, incl uso en sus mejores sistema capitalista.
años, hubiese estado a gusto con el aje­
drez actual. Y no solo por los torneos rápi­ En el año 1 972, en Reikiavik, hacia el final
dos y de blitz, de los que nunca fue parti­ de la decepcionante derrota en el match
dario. «Nunca fui un jugador de blitz» dijo con Fischer, exigió una inspección oficial
después de no haber obtenido ni siquiera de la sala de juego y de la silla del ame­
el cincuenta por ciento en un gran torneo r icano para detectar equipos electrónicos
de partidas relámpago en A msterdam el sensibles o rayos que pudieran interferir
año 1 975. Creo que el nuevo control de en el proceso de pensamiento de Spassky.
tiempo, que penaliza aún más el pensar
demasiado, la desaparición de las partidas Viktor Davidovich Baturinsky lo desautor­
aplazadas, los métodos de preparación izó posterior mente: «Fue una iniciativa
con el ordenador, todo esto habría neu­ personal de Geller. En este sentido, Moscú
tralizado sus cualidades naturales y sería no dio ninguna orden ... ».
contraproducente para el ajedrez con el
que había crecido y obtenido sus mayores Ahora podemos reírnos o iron izar sobre
éxitos. este asunto, pero entonces Geller no pudo
encontrar otra razón para el mal juego

17
de Spassky. Además, esto encaja con una «No era un conversador elocuente, diría
idea que le inculcaron en su infancia, la más bien que le costaba hablar -recuer­
de «la frontera sellada», la del escarabajo da Vladímir Tukma kov-, pero no era un
colorado esparcido por los americanos en estúpido, se conocía a sí mismo y prefería
los cam pos de las gra njas colectivas, de mantener la boca cerrada, sobre todo en
las intrigas imperialistas de cualquier tipo, presencia de muchas personas o en com­
todo lo cual requería una elevada vigilan­ pañías que no le fueran familiares».
cia y un rechazo severo. Estaba a la orden
de los intereses de un imperio, al que ser­ Mark Taimá nov: «Podía ser quisquilloso y
vía y del que estaba orgul loso. ofensivo incluso en reuniones de equipo.
Había en él algo de despreocupación, in­
En el año 1 970, en el Match del Siglo en cluso de hombre de negocios, y sus mo­
Belgrado, se quejó a los periodistas de que dales se correspondían con ello ... Pero una
las victorias de los jugadores del combi­ vez estuve con él de viaje una semana y
nado mundial recibían más elogios que descubrí otra cara, cálida y sincera ... ».
las victorias de los grandes maestros so­
viéticos, y en un artículo para 64, escrito Anatoly Karpov: «Era apasionado, con
después de que compartiéramos el pri­ una personalidad muy adictiva. Los que
mer puesto en el torneo de Wijk aan Zee le conocieron en sus días de estudia nte
(1 977), mi nombre simplemente no apare­ en Odesa decían que podía jugar al billar
ció. Esto es lo que escribió sobre el final: durante todo el día sin descanso. Bueno,
«solo conseguí ponerme líder al ganar en también le gustaba jugar a las cartas, es­
la última ronda». No creo que la redacción pecialmente a la belote... Era de Odesa,
de la revista interviniera en la censura: la todo en torno a él era de Odesa, y su len­
autocensura de Geller fue suficiente para guaje era de Odesa. Hablaba como se ha­
que no apareciera el nombre de un inmi­ bla en Odesa, en Brighton Beach ... ».
grante.
Los últimos treinta años de los setenta y
Pero estas eran las reglas del juego enton­ tres de su vida los pasó en Moscú, pero
ces, y él sencillamente no conocía otras. Odesa siempre fue su hogar, vivió en un
Cuando a finales de los años 80, en los últi­ patio de vecinos, donde todos se conocían
mos años ya convulsos de la Unión Sovié­ entre sí y sabían todo unos de otros.
tica, en el TsShK9 se discutía el tema de la
participación de los ajedrecistas soviéticos Lev Alburt y Vladímir Tukmakov, cuya in­
en la GMA (Asociación de Grandes Maes­ fancia ajedrecística trascurrió alrededor de
tros), Geller se mostró categóricamente finales de los años 50, recuerdan que Fima
en contra: «No es una casualidad que la Geller era el hijo predilecto de Odesa. Era
oficina principal de esta organización se un hombre sencillo, ni intelectual ni filóso­
encuentre en Bruselas, donde también se fo, le gustaba comer, sin prestar atención
encuentra la sede central de la OTAN ... ». ni a las calorías ni al colesterol, y apreciaba
sentarse en grupo y tomar una copa con
Normalmente era hombre de pocas pala­ los amigos.
bras, por eso, en las necrológicas publica­
das en Occidente, rindiendo homenaje a Como si fuera un personaje extraído de
sus destacados logros ajedrecísticos, escri­ las páginas de los cuentos de lsaak Bábel,
bieron que, como persona, Geller era un le gustaba jugar a las cartas, al dominó, al
completo desconocido. billar. También a esto se debe su increíble
popularidad en Odesa.
9 Nota del Traductor: Club Central de Ajedrez

18
Como muchos otros, con el paso de los Odesa, la ciudad que dura nte años, en
años comenzó a ser como una caricatura palabras de Bábel, abasteció de niños
de sí mismo: sus rasgos faciales se agudi­ prodigio a todas las salas de concierto del
zaron, su tendencia a la corpulencia cruzó mundo. Aqu í nacieron Busya Goldshtein y
la frontera permisible, y el considerable ta­ Ya kov Filer, y, también proceden de Odesa,
maño de su estómago junto a su pequeña David Oistraj y Emil Gilels. Y el sobresalien­
estatura se hizo más pronunciado; respira­ te gran maestro Efi m Petrovich Geller fue
ba con dificultad, sin apartarse sin embar­ su favorito absoluto, su rey del ajedrez.
go de su incombustible cigarrillo.
La fama, como se sabe, solo tiene un valor:
Durante su carrera ajedrecística, Geller vi­ ponerla a los pies de los seres queridos. En
ajó decenas de veces al extranjero. «Allí se su caso, fue su familia: su mujer Oksana y
relajaba -recuerda Spassky-. Encend ía su único hijo Sasha, al que quería mucho, a
su Chesterfield, bebía Coca-Cola y se eva­ veces con exceso, seg ún los que conocie­
día del tiempo y del espacio». ron bien a su familia. Con su hijo, un juga­
dor de ajedrez bastante fuerte, jugó Geller
Los últimos años no fueron fáciles. Y no las dos últimas partidas de su vida, conce­
solo por su delicado estado de sa lud; diéndole en ambas las piezas blancas...
como muchos otros, se vio sacudido por
los acontecimientos mundiales. Tocios esos años los vivió en una dacha
en Peredélkino, a las afueras de Moscú,
Durante algún tiempo, la familia estuvo sufriendo una larga y grave enfermedad.
pensa ndo en trasladarse a América. No Con frecuencia se le podía encontrar sen­
estoy seguro de que él, especialmente en tado, con una sonrisa infantil, inocente; se
sus últimos años de enfermedad, se hu­ produjo una disminución gradual de su
biese sentido como en casa, porque todos alma.
los árboles viejos son difíciles de trasplan­
tar. Y aun así, ¿por qué no? Ese año se adelantó el invierno, crudo y
helado. Igual que el día del funeral de Ge­
Si no hubiera tenido un talento ller, el 20 de noviembre de 1 998. Su tum­
ajedrecístico tan enorme como el que ba se encuentra muy cerca de la dacha, el
poseía, lo hu biera imaginado fácilmente cementerio está a un cuarto de hora de
jugando al dominó en un paseo soleado camino.
de Brighton Beach1º, en una mesa del res­
taurante Tatiana o del Volna, o discutiendo Las últimas pala bras que David Bronstein
con sus compañeros los últimos aconteci­ pronunció sobre Geller, al que conocía
mientos en Rusia y Ucrania. desde hacía medio siglo, menciona que
había dedicado toda su vida a la búsqueda
De niño vivió en la calle Pushkin, y des­ de la verdad.
pués en Primorski. Malaya Arna utskaya,
Grecheskaya, Evreiskaya y Deribasovska­ «¿Pero existe la verdad en ajedrez? -se
ya, calles de Odesa, rectas como flechas, preguntó el mismo Bronstein-. Aunque
testigos de su adolescencia y juventud, a la verdad es esquiva e ilusoria, a pesar de
las que regresaba con frecuencia, la última todo, noche y día la estuvo buscando».
vez al cumplir los setenta, tres años antes
de su muerte. Efim Petrovich Geller fue uno de los más
destacados representantes de una gene­
10 Nota del Editor: Ciudad de Nueva York conocida ración que ya se ha ido, y que se ha con-
como la Pequeña Odesa.

19
vertido en historia del ajedrez.

Aunque las reglas del juego no cambiaran,


no está lejos el momento en que el ajedrez
en sí, o al menos el ajedrez al que ellos ju­
garon, también será historia.

20
Introducción de Maxim Notkin
editor de la edición rusa

Efim Petrovich Geller fue una de las figuras Geller y Cómo vencer a los campeones (tí­
clave en la escena del ajedrez de la segun­ tulos adaptados de la obra original rusa),
da mitad del siglo XX. Durante varias dé­ y también sus artículos publicados en las
cadas fue uno de los principales grandes revistas de los años 70-90. Por lo tanto, se
maestros mundiales. Participó en torneos trata de las «obras completas» del eminen­
y matches de candidatos, y resultó vence­ te ajedrecista. El material está dispuesto
dor en numerosas competiciones indivi­ en orden cronológico, a excepción hecha
duales y por equipos. Además de sus lo­ de los capítulos «Partidas premiadas» y
gros deportivos y creativos, es fa moso por «Mañana, en el d ía de la reanudación ... »,
su profundo enfoque académico sobre los ambos del libro Gran Maestro Geller.
problemas del ajedrez. La autoridad de
Geller como investigador es reconocida En cursiva aparecen mis comentarios, con
por todos los campeones del mundo, em­ especificaciones a sus valoraciones y va­
peza ndo por Euwe. Muchas de sus ideas riantes, encontradas con la ayuda de los
no han perdido vigencia en nuestros días, programas i nformáticos actuales.
y los jugadores modernos las utilizan en
su práctica. No hay duda de que el estudio del trabajo
analítico de Geller ayudará al lector a com­
En la presente edición se incluyen los co­ prender mejor el juego y a seguir el cami­
mentarios de partidas del propio Efim Ge­ no de su desa rrollo en esa época, que es
ler, contenidos en los libros Gran Maestro llamada la edad de oro del ajedrez.

21
En busca de aventuras También es buena 6 ... bxc6.

N.01. 7 tild tilf6 S i.gS e6 9 0-0


GELLER - E. KOGAN
En la actualidad se juega con más frecuen­
Defensa Siciliana
cia 9 0-0-0. A mi parecer, en esta posición,
Campeonato por equipos el enroque largo es una espada de doble
de Odesa 1 946 filo. En el fla nco de dama, el rey blanco
está menos seguro y en ocasiones puede
Mi infancia ajedrecística se retrasó con­ ser objeto de un contrataque peligroso.
siderablemente debido a la guerra, y Para aquellos lectores a los que semejante
esta partida, interesante aunque lejos de valoración les parezca un poco abstracta,
ser impecable para los críticos, la jugué les remito a la partida Hecht-Geller (Bel­
cuando ya poseía la primera categoría. En grado, 1 969); en ella, las blancas no obtu­
aquella época me sentía i rresistiblemente vieron nada de la apertura.
atraído por el ajedrez romántico y todavía
no entendía la lógica de las estrictas leyes 9 i.e7 10 gadl 0-0 11 gfe1 tfc7
••.

de la estrategia del ajedrez, violándolas


constantemente en aras de un ataque a
lo húsar sobre el rey enemigo, por lo que
era castigado con frecuencia. Pero no me
quejaba, ya que la satisfacción de un bri­
llante ataque con éxito, acompañado de
una cascada de sacrificios, compensaba
plenamente los infortunios aislados.

Bajo ese punto de vista, el lector debe


considerar esta partida desde el distante
pasado romántico. En cierta medida, esta
pa rtida jugó un papel de catalizador que
me dio confia nza, lo que es imprescindible Las negras han jugado la apertura con pre­
para el desarrollo del ajedrecista. cisión. No ofrece nada bueno a las blancas
la captura de peón 1 2 ixf6 ixf6 1 3 Wfxd6
1 e4 c5 2 til f3 d6 3 d4 cxd4 4 tfxd4 Wfxd6 1 4 �xd6 ixc3 1 5 bxc3 füc8, y se al­
canza un final completamente inofensivo
Jugada de Noaj, cuya valoración ha va­ para las negras.
riado con el tiempo. Al principio provocó
interés, después quedó relegada de la 12 h3
práctica de los torneos por la continua­
ción principal 4 tll xd4 y ahora de nuevo Esta jugada de espera, a simple vista senci­
ha recuperado el derecho de ciudadanía, lla, es el inicio de un plan original, pero por
gracias a los esfuerzos en primer lugar de desgracia imaginario, de ataque directo al
Anatoli Karpov y Evgeni Vasiukov. Lleva a rey adversario.
posiciones menos investigadas pero agu­
das e interesantes. 12 gfds
•••

Las negras terminan los últimos prepa­


rativos, y su ofensiva en el centro y en el

23
flanco de dama promete ser a menazado­
ra. Sin embargo, me sentí atraído por el es­
pejismo del ataque planeado y continué
maniobrando tranquilamente, teniendo
en mi punto de mira las amenazas futuras
sobre el rey negro. Ahora, probablemen­
te, en esta posición habría jugado 1 3 a3,
para responder a 1 3 ... bS con 14 es dxeS
l S 'IW xeS.

13 �h2 bS 14 gd3

¡Típica del romanticismo! Saltando con la naipes.


torre por delante de mi frente de peones,
albergaba la esperanza de demoler la po­ 16 ... bxd
sición del rey negro solo con el ataque de
mis piezas. M ientras tanto, las negras no Al primer choque, las negras dejan esca­
tienen debilidades, y está claro que el ata­ par una fuerte continuación. Es cierto que
que de las blancas no puede tener éxito. la jugada del texto tiene un aspecto muy
atractivo, ya que la torre blanca se queda
14 ... as atascada en f6 y no puede retirarse impu­
nemente.
Un error imperceptible, tras el cual la lucha
se agudiza. Aunque atractiva, la inmediata Lo correcto era 1 6 ... gxf6, y aunque las
1 4 ... b4 no va 1 ía debido a 1 S J.xf6 J.xf6 1 6 blancas continúan el ataque durante
'1Wxb4 gab8 1 7 '1Wc4!, y si 1 7 ... füb2, enton­ algún tiempo, no tienen compensación
ces 1 8 llig4, que obtiene una posición de por el material sacrificado. Por ejemplo: 1 7
ataque y conserva la a menaza lll c3-dS. Sin llig4 es 1 8 %!l c4, y ahora no 1 8 ... fxgS, que
embargo, si jugaban ahora 14 ... gab8, las después de 19 llih6+ ©g7 ( 1 9 ... ©h8 20
negras habrían cortado de raíz el impulsi­ ill d s °!W d7 21 llixe7 '1Wxe7 22 llixf7+ ©g 7
vo ataque blanco, como se verá más ade­ 23 lll xd8) 20 lll ds '1Wd7 2 1 lll fs+ concede
lante. a las blancas un fuerte ataque, sino 1 8 ...
bxc3! 1 9 lli h6+ ©h8 20 llixf7+ ©g7 2 1
Continuando en la variante descrita con 18 ih6+ ©g6 y s i 2 2 ge3, entonces 2 2 ... dS,
... /i.g5, las negras estaban mejor. 19 lll d5 no y el ataque de las blancas entra en un ca­
es una amenaza debido a 19 ... exd5 20 exd5 llejón sin salida. Ahora el ataque adquiere
'1Wa5. un contorno real: las piezas bla ncas con­
vergen sobre el punto g7, aunque de mo­
1 s gB b4 mento parezca seguro.

Véase el diagrama siguiente 17 �g4 hS

16 gxf6 Lleva ría a la derrota 1 7 ... gxf6 1 8 llixf6+


©h8 1 9 '1Wxc3!, y no hay defensa contra la
¡El i nicio! Huelga decir que los puentes ya amenaza llif6-dS.
se han quemado, ya que a 1 6 lll d l seguiría
1 6 ... es y después 1 7 ... dS, y la posición Proporcionaba una defensa fiable contra
blanca se derrumbaría como un castillo de cualquier ataque 17... ieB.

24
19'5e3

11.ih6

B avance del peón «h» proporciona a las 19 ... hxg4


blancas la posibilidad de 78 liJh6+! gxh6 7 9
�h6 es 20 V!Ie3 con un ataque peligroso; sin Llevaba a mate inevitable 1 9 gxf6 20
embargo, no la aprovecharon. Wif3!

11-eS ¡Una fantástica jugada silenciosa! En efecto,


a pesar de la torre de ventaja, las negras no
Perdía 1 8 ... hxg4 a causa de 1 9 'i!g6! Por están en condiciones de hacer prevalecer su
ejemplo: 1 9 ... es 20 'i!xg7+ 'i!? h8 21 V!lc4! material.
� f8 22 'i!xf7 dS! 23 'i!xe7 V!lxe7 24 ixf8
dxc4 25 ixe7 cxb2 26 if6+ 'i!? h7 27 ixeS. 20 .ixg7 mxg7?
Tras la continuación de la partida, se pro­
duce una situación excepcional. Están ata­ Permite a las blancas culminar triunfal­
cados la dama, la torre, el alfil y el caba llo mente el ataque. El camino de la salvación
blancos, ¡y además el peón c3 está muy pasaba por 20 ... ixf6 21 ixf6 'i!?f8! 22 V!IgS
cercano a la casilla de promoción! cxb2, y a las blancas no les queda otra cosa
que dar jaque contin uo: 23 V!lg7+ 'i!? e8 24
En la variante propuesta con 22 ... 'f1.xf7 23 V!lg8+ 'i!? d7 25 V!lxg4+, etc. Sin embargo, al
f!!xfl 'i!gB las negras rechazaban el ataque terminar la partida, mi adversario me dijo
y se quedaban con una ventaja de material que en este momento, con dos piezas de
decisiva. Es más fuerte para las blancas 22 ventaja, solo contaba con conseg uir la vic­
�g4 (o 2 7 Wixc3 una jugada antes), y su toria y no pensaba en las tablas.
actividad es suficiente para mantener la
igualdad. Hay que advertir que 7 9 ... es no 21 Yfh6+ ct>g8 22 �Us.ie8 23 ghs f6
es la única defensa contra el mate. Merece
atención la huída del rey mediante 7 9 ... @fB Véase el diagrama siguiente
con una posición de doble filo, en la que las
posibilidades de las negras, probablemente,
no son peores.
Amenaza 25 Wih 7+ 'i!?f8 26 füg4, y el mate
Sin embargo, Geller no consideró la serena es inevitable.
18 ... ifB! que simplemente dejaba a las
blancas en la estacada. En realidad no hay mate: 24 ... cxbl 2SV!ih7+
'i!?fB 26 'i!xg4? ig6! (liberando para el rey la

25
28 ... ab2

Con ayuda de 28 ... @el 29 fuc3+ ic6 o 29


V!ixel+ Vfidl 30 fuc3+ c!ib6, las negras no
solo podían eludir la derrota, sino luchar por
la ventaja. Mientras que la inclusión de la
torre en la jugada 25 (25 'Se3!) excluía esta
posibilidad, y mediante 25 ... cxb2 se llegaba
a la posición de la partida por transposición
de jugadas.

29 ftxe7+ W c6 30 gd+ W b6 31 gxca


casilla e8) 21 Vfixg6 V!ic4! Por eso las blancas b1=Yf+ 32 W h2 gd7 33 ftxe8 gxh7
debieron conformarse con el jaque conti­
nuo, por ejemplo mediante 26 V!ih8+ La última posibilidad de tablas consistía en
33 ... V!ic 1!, amenazar con jaque continuo
24 ... ftc8 solo llevaría a la victoria a las blancas 34
'Sc6+! @b5! (34 ... c!ixc6 35 V!ixdl+ @es 36
Las negras confían en entregar la dama Vficl+ c!ib4 31 V!ixd6+, y tras algunas juga­
por la torre; pero tras esto, el alfil e7 se das la torre se une a la persecución del rey
queda sin defensa. negro con efectos decisivos) 35 a4+! c!ib4
36 'Sb6+! c!ic5 (36 ... c!ic3 31 'Sb3+ c!ixc2 38
2s Y!Yhs+ ©f7 26 gh7+ me6 21 ftg7 W d7 V!ixdl c!ixb3 39 V!ibl+ c!ixa4 40 'Sel! V!if4+
4 7 @g 7) 31 'Sb5+ c!id4 38 1'!d5+ c!ic3 (38 ...
De nuevo se amenazaba 28 V!Jxg4++ o 28 c!ixe4 39 V!Jxa8 V!if4+ 40 c!ig 1 'i!xhl 41 g3!)
V!ixe7++ Esta j ugada es única. El rey ne­ 39 'Bd3+ c!ixc2 40 V!ixdl @xd3 4 7 V!ixd6+ y
gro se propone escapar del fuego por la 42 Vfixf6.
casilla c6; tras lo cual, las negras podrían
contar con convertir su pieza de ventaja: 34'9'<6+
28 V!ff xe7+ c!ic6 29 l'!e3 V!id7.
Las negras abandonaron.

Jugada intermedia ganadora. ¡ Las negras


no se salvan ni siquiera promocionando
una nueva dama con jaque!

26
¿Siempre es necesario sacrificar en una posición similar, Bronstein empleó
la dama? el salto lli hS. Su sentido es evidente: las
negras quieren realizar el avance fS, ya
N.°l.
que tienen el caballo en una posición más
activa que en la retaguardia (después de
KOTLERMAN - GELLER
llif6-e8), y también, llegado el caso, poder
Defensa India de Rey
jugar lli h5-f4. Contra esto se dirige la ré­
Campeonato de Odesa 1 949 plica de las blancas, que de esta manera
intentan refutar la estrategia de apertura
Esta partida se jugó en una época en la de las negras.
que la valoración de la posición -desde
un punto de vista dinámico- todavía no 9 �d2
se encontraba al alca nce, como hoy, de
todos los ajedrecistas. Precisamente por La ruptura f5 será imposible durante bas­
ello, un rival tan fuerte y experimentado tante tiempo, y parece que las blancas
como Samuel Kotlerman, que ten ía en pueden organizar sin interferencias la pre­
su bagaje varias victorias sobre maestros sión sobre el flanco de dama: b2-b4 y cs.
y posteriormente también sobre grandes
maestros, se inclinó por crear un peón 9 cS! 10 dxc6
...

débil a las negras, permitiendo que con­


siguieran demasiado a cambio. Sobre mí Las blancas se inclinan por el centro abier­
puedo decir que, en principio, el manejo to y confían en aprovechar la debilidad del
de la lucha combinacional abierta fue co­ peón d6. Este plan es erróneo. Si las blan­
rrecta, pero en un momento dado dejé de cas hubieran adivinado el proyecto del
controlar mis acciones desde el pu nto de adversario, podrían haber encontrado la
vista racional. Apareció el viejo deseo de siguiente maniobra: 1 O g3 a6 1 1 ie2 lli df6
ganar, no de forma sencilla, sino con bri­ 1 2 a4 id7 1 3 �fl !!, con la que paran la
ll antez, lo que en este caso solo complicó amenaza 1 3 ... °Wc8, realizan el enroque ar­
las cosas. La búsqueda de la bel leza solo tificial y previenen el avance liberador b5.
es vá lida cuando se trata del camino más
rápido para llegar a la meta. En la actualidad, esto puede no parecer
especialmente complicado, pero en aque­
1 cl4�f6 2 c4g6 3 �c3J.g7 4 e4 0-0 S �B d6 llos tiempos, hace más de cuarenta años,
6 h3 �bd7 7 J.e3 no era frecuente concebir tales planes.

En los años 40, este sistema de desarrollo 10 bxc6 11 �b3 �df6 12 9d2
•••

gozaba de bastante popularidad, pero de­


bido a que la configuración de las bla ncas,
como demuestran las negras, es inocua,
poco a poco dejó de estar de moda, aun­
que ahora se juega de vez en cuando.

7 ·-e5 8 dS � hS

Jugada con un espíritu moderno, aunque,


por supuesto, esta idea ya se encontraba
entonces. En el año 1 95 1 , Simagin jugó así
contra Moiseev (sin la jugada lli b8-d 7) y,

27
Por una parte, inicia un ataque precipitado 17 ... ffb6
sobre el peón d6 y por otra, establece un
control puntual sobre el punto f4. La na­ Bastante mejor que 1 7 ... V!ic7, tras lo cual
tural 1 2 ie2 permitía a las negras realizar 1 8 es ganaba en fuerza. Ahora las blancas
su proyecto jugando 1 2 ... tll f4. Por eso, no no obtienen nada con 1 8 ie7 fü7 1 9 .ixd6
es posible asociar el fracaso de las blan­ tll xd6 20 V!íxd6 .if8, etc. Era más interesa n­
cas en esta posición con ninguna de las te y correcta la continuación 1 8 tll d s V!í b 7
dos jugadas. El problema es que, en aras 1 9 tll e 7+ 'i!? h8 20 tll xc8 'i!.xc8 21 cS dS 22
de la creación de una debilidad única en exdS cxdS con juego complicado.
d6, han perdido mucho tiem po, se han
retrasado en el desarrollo, han perdido el Aún más fuerte es 20 tüas en la última vari­
estable triángulo de peones c4-dS-e4 y ante.
han permitido que las negras obtuviesen
un excelente juego de piezas por todo el 18 c5? ftxb4 19 cxd6 .le6!
tablero.

12 ... as

Era más cautelosa 12 ... Vficl 13 'i!.d 1 'i!.dB.

13 gd1 a4 14 �c5

Al mismo tiempo conveniente y... obliga­


da, ya que a 14 tll c l seguiría 14 ... V!ías.
Pero ahora, el retraso en el desarrollo del
flanco de rey ¡sencillamente es manifiesto!

14 ... a3 15 b4 �e8 16 �b3 Abriendo el centro, las blancas han agrava­


do la situación al límite y han obtenido la
Si el rey blanco estuviera en un lugar se­ posibilidad de entrar en una lucha táctica.
guro, la lucha por el punto central dS con Por ejemplo, perdía 1 9 ... tll f4 a causa de
la ayuda de la jugada 1 6 bS estaría com­ 20 ie7 'i!.f7 21 d7 V!íxe7 22 d8=Vfí (después
pletamente justificada. Las negras tenían de 20 ... tll f6 la posición permanecía con­
la intención de responder a ella con la mis­ fusa). Sin embargo, la valoración principal
ma j ugada que la del texto. de la posición no ha cambiado: el rey blan­
co todavía no se ha enrocado. En algunos
16 bS era, posiblemente, la continuación casos, las negras a menazan el cambio en
principal. Para las negras no era favorable b3 seguido del avance de su peón «a».
responder a esto con 1 6 ... fS, al menos a
causa de 1 7 exfS gxf5 18 bxc6 f4 1 9 V!idS+ 20J.e2
'i!.fl 20 .ic 1 tll h f6 2 1 V!if3. Tras la continua­
ción de la partida, el cambio en fS también Mantenía el equilibrio la ingeniosa 20 exf5
merecía una seria atención. gxf5 2 1 dl tll ef6 22 Vfid6!V!ixd6 (22 ... V!ixc3+?
23 M2) 23 'i!.xd6 ixb3 24 axb3.
16 ... ts 11 J.gs
20 ... �f4 21 .iB
En caso de 1 7 ics, las negras responde-
rían 1 7 ... :!!f6 con la amenaza 1 8 ... V!ffc 7. El enroque era imposible por 21 ... V!íxc3.

28
21 _. J.,4 26 gg1 �xg2+?

Ahora las negras ya podían jugar 2 1 ... llJ xd6 La explicación de esta jugada se encuen­
22 iel llJxe4 23 ixb4 llJxd2, obteniendo tra en el falso romanticismo del autor.
en todas las variantes una ventaja signifi­ En la búsqueda de la espectacularidad,
cativa. Por ejemplo: 24 @xd2 bb3 25 axb3 las negras sacrifican de nuevo la dama y
�dB+ 26 @c2 (26 @e3 ih6J 26 ... "l'!xd 1 27 permiten a su adversario prolongar la re­
�d1 e4 o 24 fud2 e4 2S id 1 'l'!.fbB. sistencia. La prosaica 26 ... '!Wb2 daba fin
inmediato a la l ucha.
22�c1
27 gxg2 tfxd6 28 .ixd6 fxg2 29 ll) ce2
Defendido el punto d3, las blancas se pro­
ponen preparar el enroque definitivamen­
te mediante 23 g3 y 24 liJd3, pero...

29 ... gf4! 30B

Por supuesto, también perdía 30 ixe5 por


22 � xd6!
- 30 ... 'l'!.e8, pero era más tenaz 30 llJ g 1 , y si
30 ... .id5, entonces 3 1 llJce2. Sin embar-
EI inicio de una combinación que incluye go, la posición de las blancas no puede
el sacrificio de la dama. resistir más tiempo debido a la inevitable
apertura del centro después de e5-e4 (en
23.ie7 respuesta a la necesaria f2-f3).

Llevaba al mate 23 '!Wxd6 '!Wxc3+ 24 '!Wd2 30 ... .id5 31 ll) g1 g,4


�xf3! 25 gxf3 liJg2++
Las blancas abandonaron.
23 J.h6 24 tfc2 fxe4!
_

En caso de 25 .ixe4 llJ xe4, y si 25 ixd6


exf3, y la dama negra es inmune: se ame­
naza 26 ... llJxg2++

25 �bd6 exB

La dama negra de nuevo está dispuesta


a morir por la victoria: 26 'l'!.xg6+ hxg6 27
ixb4 llJxg2+ 28 @d l füd8+, etc.

29
La transformación del alfil por Leonid Stein y posteriormente por el
autor de este artículo, exactamente quince
N.°3. años después de esta partida, como reac­
ción al sistema Petrosian (en respuesta a
PETROSIAN - GELLER
7 ... ltJ bd 7 8 igS).
Defensa India de Rey

XVII Campeonato de la URSS 8 o-o lLJd7-c5 9 'f!Yc2 as 10 lLJd2


Moscú 1 949
Las blancas se proponen cambiar el caba­
Este fue nuestro segundo enfrentamiento. llo cS; pero tras la siguiente réplica de las
En el primero, en la semifinal del campeo­ negras, esta jugada quedó prácticamente
nato, realmente no hubo lucha: íba mos en desuso.
muy por delante del resto de participantes
y ambos no teníamos nada en contra de
un resultado pacífico. Aquí la situación ya
era otra. Participando por primera vez en
el campeonato nacional más fuerte, sien­
do unos ajedrecistas jóvenes (formalmen­
te yo estaba listado aún como candidato
a maestro), estábamos muy nerviosos y
nuestro arranque fue bastante malo. La
victoria podía ser un estímulo para cual­
quiera de los adversarios...

1 d4 lLJf62 lLJB g6 3 c4Ag7 4 lLJc3 0-0 S e4 d6


6 .ie2 eS 7 dS 10 ... J.116!

La estrategia preferida de Petrosian, jugar Ahora las blancas no pueden evitar el


con el centro cerrado. Las blancas deter­ cambio de su fuerte y muy importante al­
minan de inmediato el transcurso poste­ fil de casillas negras por el alfil pasivo de
rior del combate. La estructura de peones las negras.
favorece su ofensiva en el flanco de dama,
mientras que las negras deben buscar 11 lDb3 .ixc1 12 lDxcS?
contrajuego en el flanco opuesto del ta­
blero. Las blancas dejan a su oponente el cono­
cido alfil «malo de la India de Rey», ¡sin
Aparte de lo expuesto, las negras pueden advertir que al desaparecer su adversario
considerar como un logro la temprana ya se ha convertido en bueno! El mal me­
estabilización del centro (por eso, ahora nor era 1 2 :!'!axc l , aunque después de 1 2 ...
lo más jugado es 7 0-0 o 7 ie3) porque, ltJfd7 1 3 ltJd2 (ya no es posible preven i r fS;
controlando el punto es, las negras pue­ por ejemplo: 1 3 ig4 ltJxb3 1 4 axb3 fS! 1 S
den retrasar el ataque de las blancas en el exfS ltJcs 1 6 ltJa4 ltJa6, y las negras, como
flanco de dama. mínimo, tienen igua les posibilidades, [Bo­
botsov-Petrosian, Kapfenberg 1 970]) 1 3 ...
7 ... lLJbd7 fS 14 exfS gxfS 1 5 f4 exf4 16 E:xf4 ltJeS y las
negras disponen de un contrajuego activo
A mi parecer, la continuación más precisa (Hort-Stein, Susa 1 967).
es 7 ... as seguida de ltJ b8-a6, desarrollada

30
12 ... .ih6 13 �d3 �d7 14 a3 fS blancas sueñan con incorporar el caballo
a la defensa a través de c4. Pero no lo con­
siguen: los peones doblados negros juga­
rán alternativamente el papel de ariete.

17 ... axb4 18 axb4 gxa1

Debilitando la defensa del punto f2.

19 gxa1 i.fS 20 Ub3

Las negras van muy por delante de su


oponente en la realización de su plan, y la
iniciativa les pertenece completamente.
Además, las blancas no tienen nada que
oponer al alfil indio de rey de las negras.

15 b4 �f6 16 � b2

las blancas no consiguen mantener el


punto e4, un nudo central en la I ndia de 20 e3 21 B e4
•.•

Rey, con ayuda de la jugada 1 6 f3: 16 ...


.le3+ 1 7 <ii h l ( 1 7 lll f2 axb4 1 8 axb4 �xa l Ataque más peón de ventaja. El resto es
1 9 füa 1 fxe4 20 lLi xe4 lli xe4 21 \Wxe4 i.d4 sencillo.
con la amenaza decisiva 22 ... J.fS) 1 7
id4, y las blancas no pueden mantener el 22 �c4 exB 23 .txB �g4 24 g3
equilibrio material si no es a costa de con­
cesiones posicionales decisivas del tipo de De otra manera, la dama i rrumpe en h4.
1 8 exf5.
24 Uf6 25 .ig2 .id3 26 h3 'frf2+ 27 <i>hl
•.•

Lo habitual en este tipo de posiciones, 1 6 Uxg3


exfS gxfS 1 7 f4, aquí no es bueno por 1 7
e4, y el alfil de casillas negras es terrible­ El mate es inevitable. Las blancas abando­
mente fuerte. Además, aquí también es naron.
muy apetecible 16 ... J.xfs, y las blancas
están en dificu ltades bajo el fuego cruza­
do de los dos alfiles.

Es relativamente mejor 16 i.f3.

Como resulta tota lmente imposible 1 7


.txe4 llixe4 1 8 \Wxe4 a causa de 1 8 ... J.fs
1 9 �f3 �gS con un fuerte ataque, las

31
Miniatura-monografía Efectuada ya en el año 1 923 en la pa rti­
da Spielmann-Euwe (Scheweningen}, en
N.0 4. aquella ocasión no se asoció con el asalto
de peones al flanco de rey. Después Sozin
GELLER - VATNIKOV
la utilizó contra Rojlin en el VI Campeona­
Defensa Siciliana
to Nacional en el año 1 929, y el sistema
Semifinal del Campeonato que él mismo ela boró recibió el nombre
de la URSS, Kiev 1 950 de ataque Sozin. Sin emba rgo, no encon­
tró ardientes seguidores hasta que atrajo
Una partida-mi niatura sin un error grave la atención de los ajedrecistas después
de alguno de los contendientes es impo­ de la brilla nte victoria de Boleslavsky so­
sible. Pero hay errores y errores. En el pre­ bre Aronian en el XVII Campeonato de la
sente caso, para obtener un diagnóstico URSS. La moda también existe en el aje­
exacto de la maniobra llic6-a5 y b7-b6 fue drez: en los torneos de 1 950, junto con el
necesario el esfuerzo de muchos jugado­ ataque Rauzer, el ataque Sozin se jugó con
res durante muchos años. bastante frecuencia. En los años 60, contó
entre sus partidarios con Robert Fischer,
En lo que respecta al transcurso concre­ al que le sirvió como arma fiable hasta la
to de la partida, yo ya lo había advertido 4.ª partida del match con Spassky. En los
hace tiempo: el debilitamiento del control orígenes del ataque Sozin, las bla ncas se
de las negras sobre el centro (el caballo en rocaban por el lado corto, pero después
situado en la esquina del tablero), por lo se modern izaron y empezaron a jugar
general, permite a las blancas realizar con �d 1 -e2 y 0-0-0.
ventaja el avance es. Algo que sucede no
solo en esta variante, sino también en mu­ El ataque Sozin no forma parte de mi re­
chas otras formaciones sicilianas. Por eso, pertorio básico de aperturas.
el impetuoso ataque de las blancas, aun­
que gestado sobre el tablero, desca nsa so­ 6 e6 7 0-0 J.e7 8 J.e3
•••

bre la base del conocimiento acumulado a


pa rtir de otros ejemplos de lucha en este En esta posición, esta jugada es más fuerte
tipo de posiciones. que la más elástica 8 @h 1 . Esto queda es­
pecialmente claro tras la jugada 1 3 de las
1 e4 cS 2 lllB lll c6 3 d4 cxd4 4 tll xd4 tll f6 S blancas.
tll c3 d6 6 .ic4
8 0-0 9 .ib3
•••

Una medida profiláctica antes de empren­


der acciones activas. Jugó más flojo Grün­
feld contra Taimánov en el torneo de Szc­
zawno-Zdrój en 1 950: 9 f4?, y las negras
inmediatamente tomaron la iniciativa con
9 ... dS 1 O exdS exdS 1 1 ie2 �e8. No obs­
tante. es dudoso que la recomendación 9
a3 sea válida. De esta manera, las blancas
preservan el alfil c4 contra el cambio, pero
conceden a las negras un valioso tiempo,
9 llias, para organizar el contrajuego.
Es interesante la historia de esta j ugada. Por ejemplo: 10 ia2 �c7 1 1 �e2 a6 o 1 1 ...

32
b6. 1 4 ... b4. Tras la forzosa 14 eS dxeS 1 S fxeS
ll:\d7 1 6 ll:\xbS ll:\cs 1 7 .!xcS .ixcS+ 1 8 @h 1
WfgS, en la partida Fischer-Spassky (4.ª
partida del match, 1 972) las negras obtu­
vieron compensación más que suficiente
por el peón.

Así, el plan de las negras, iniciado con la


jugada 9 ... ll:\as, tras nu merosos años de
discusión creativa se encuentra bajo sos­
pecha.

10f4 b6 11 eS!

�omendada por Ígor Bondarevsky y


:>aul Keres en el estudio teórico del XVII
:ampeonato de la URSS. En la partida
antes mencionada, Aronian (contra Boles­
avsky) realizó este salto una jugada más
:arde: 9 ... a6 1 0 f4 ll:\as 1 1 Wff3 Wfc7 (de­
::iió jugar 1 1 ... bS) 1 2 g4 bS 1 3 gS ll:\d7 1 4
� xe6 fxe6 1 S i.xe6+ @h8 1 6 liJdS, y las
:llanc as consiguieron un fuerte ataque.

Es interesante saber cómo valora este Al mismo tiempo, transcurría en Gorki la


TtOmento crucial Mijaíl Botvinnik en sus otra semifinal del Ca mpeonato de la URSS,
:omentarios a las partidas Padevsky-Bot­ donde casi simultáneamente a este en­
.winik (torneo en memoria de Alekhine, cuentro se disputó la partida Estrin-Aronin.
�ú, 1 9S6) y Neikirch-Botvinnik (XIV No había intercambio de información en­
:)limpiada): «La maniobra ll:\as y b6 no tre ciudades, y tuve conocimiento de esta
Glrece de ventajas, porque: 1) las negras partida solo con el torneo ya finalizado.
�bian el alfil b3, 2) el alfil c8 accede a Tras elegir 1 1 g4 ll:\xb3 (aún es mejor 1 1 ...
b7 una jugada a ntes en comparación con i.b7) 1 2 ll:\c6 Wfc7 1 3 ll:\xe7+ Wfxe7 1 4 axb3
� as, a6 y bS, y 3) en algunos casos, el alfil i.b7 1 S es dxes 1 6 fxeS ll:\ds, las blancas
b7 puede ser defendido por el caballo as ... no obtuvieron nada de la apertura. Contra
-Y a continuación-. No obstante, cual­ Botvinnik, Padevsky eligió 1 1 Wff3 i.b7 1 2
quier desviación de un caballo al borde g4 �c8 1 3 g S y, sacrificando la calidad con
del tablero despierta grandes sospechas». 1 3 ... �xc3!, las negras se apoderaron de
la iniciativa (esto es cierto incluso en caso
8 sentido posicional no le acompañó a de la más fuerte 1 4 gxf6 füe3!). En gene­
Botvinnik en esta ocasión. En este mo­ ral, hay que decir que si las negras consi­
mento, se considera que la última palabra guen situar su alfil en b7, y después en el
para las negras en el ataque Sozin es 9 ... momento preciso cambiar en b3, ya están
a6 1 O f4 ll:\xd4 1 1 i.xd4 bS 1 2 a3 i.b7 1 3 bien. Pero aquí, las dificultades comienzan
�d3 aS! y no hay tiempo para la progra­ antes de lo que normalmente se espera.
mada f4-fS, ya que es necesario considerar

33
11 ... �ea 1 8 lll g6+ hxg6 1 9 W/g4 o incluso 1 8 Ylfh5
V!fxe6 1 9 lll x g8! V!fxd5 20 fü8 g6 21 lll f6-+
Por supuesto, a las negras no les atraía @g7 22 i.h6++. Sin embargo, en el Cam·
1 1 ... dxe5 1 2 fxe5 lll d 5 1 3 lll xd5 exd5 1 4 peonato de Europa del año 1 961 la parti­
Wi'f3, pero esto era l o menos malo. Sería da Bilek-Petrosian produjo sensación: 1 3 ...
muy mala 1 1 ... dxe5 1 2 fxe5 lll d 7, pues en­ lll x b3 14 lll c6 V!fd6 1 5 lll d 5 i.h4! 1 6 exf7 +
seguida decide 1 3 !!xf7! !!xf7 (1 3 ... @xf7) gxn 1 7 !!xf7 lll xa 1 ! 1 8 Wffl i.f6 1 9 lll xf6+
1 4 lll xe6. lll xf6, y las blancas abandonaron. Pero aun
antes, en el Campeonato de Polonia del
12f5 dxe5 año 1 957, en la partida Kostro-Doda las
blancas encontraron una sencilla y convin­
No vale 1 2 ... exf5 a causa de 1 3 e6 lll xb3 cente refutación a 1 3 ... lll x b3 14 lll c6 V!fd6
14 lll c6 Wfc7 1 5 lll d 5 o 1 3 ... f6 1 4 i.d5 i.b7 1 5 Wfxd6! i.xd6 1 6 axb3 i.xe6 1 7 lll x a7 y
1 5 i.xb7 lll x b7 16 lll c6 V!fc7 1 7 lll d 5. Las obtuvieron un final superior, incluso po­
blancas obtienen un ataque muy fuerte dría decirse que ganado. Esta valoración
en la variante 1 2 ... lll x b3 1 3 lll c6! V!fc7 1 4 no cambió en la partida Fischer-Korchnoi
lll xe7+ V!fxe7 1 5 f6. (Curazao, 1 962), aunque las blancas se las
arreglaron para perder el final.
13 fxe6!
13 ... f6

Rea lizando un movimiento tan evidente,


las negras confiaban en que lo peor para
ellas ya había pasado, ya que tras la retira­
da del caballo d4 cambian en b3 y ganan
el peón e6.

14 �f5 �xb3

El peligroso alfil es eliminado, pero dema­


siado tarde.

Esta posición es el punto de partida de 15 �d5


otras partidas posteriores. Por cierto, si
las blancas en lugar de 8 i.e3 hubieran
jugado 8 @h 1, las negras pueden respon­
der sin miedo 1 3 ... exd4 1 4 exf7+ @h8 1 5
fxe8=Vlf W/xe8, y las blancas están penali­
zadas por la debil idad de su primera fila.
Pero aquí sencillamente juegan 1 6 i.xd4
con un peón más y ataque.

El cambio 1 3 lll xb3, según los análisis


de Boris Ratner y Isaac Lipnitsky, se con­
sidera muy malo debido a 1 4 lll c6! V!fd6
(14 Wfxd l ? 1 5 lll xe7+ @h8 1 6 !!axd l
lll d4 1 7 i.xd4 exd4 1 8 !!xf7) 1 5 lll d 5 lll xa 1 Los caballos blancos se despliegan pinto­
1 6 lll cxe 7+ @h8 1 7 !!xf7! !!g8 y después rescamente.

34
15 �d4
••• Rompiendo el equil ibrio

O bien 1 5 ... ltJ xa l 1 6 liJdxe7+ ganando la N.05.


dama.
BOTVINNIK GELLER
-

Apertura de Peón de Dama


16 �dxe7+ mhB 17 � g6+!
XIX Campeonato de la URSS
Las negras abandonaron. Moscú 1 95 1

Dar o n o dar jaque perpetuo e s l a cuestión


que debían resolver las blancas en la juga­
da 25. La posición estaba igualada, pero
no era el equilibrio dinámico de un medio
j uego, donde puedes contar con inclinar
la balanza a tu favor, sino un equilibrio en
el final, donde se exige una va loración pre­
cisa. Un error en la valoración condujo a la
derrota a las blancas, ya que sus triunfos,
una masa de peones en el centro y una
pareja de fuertes alfiles, resultaron ser in­
suficientes.

Cada ajedrecista tiene una partida espe­


cial mente memorable. La primera partida
en un campeonato de la URSS, la primera
intervención en un torneo en el extranje­
ro... Entre esas partidas, yo incluyo esta:
mi primer encuentro sobre el tablero con
el líder de la escuela soviética de ajedrez,
Mijaíl Botvinnik.

1 d4 �f6 2 g3 d5 3 c4

Ahora las negras pueden ganar un peón.


Pero la imprecisión, curiosamente, la co­
metió el campeón del mundo ya en la se­
gunda jugada, permitiendo a las negras
entrar en una línea cómoda del Gambito
de Dama. Por eso no se juega 2 g3 des­
pués de 1 d4 dS.

3 ... dxc4 4 �B

Si ahora 4 '\Wa4+ (como es habitual en la


variante 1 d4 liJf6 2 c4 e6 3 g3 dS 4 .ig2
dxc4), entonces las negras pueden jugar,
o bien a conservar el peón, 4 ... ltJ c6 5 .ig2
(5 ltJf3 .ie6) 5 ... °1Wd7 6 liJf3 eS!, o bien a

35
restringir el peón aislado blanco que surge n J.e3
en d4, 4 ... id7 5 %Vxc4 ic6 6 lll f3 .ixf3 7
exf3 c6. La aparentemente más enérgica 1 1 lll c3
con la amenaza lll c 3-d5, en realidad no
4 ... ttlc6 consigue nada: 1 1 ... ie6! 1 2 lll d S 0-0-0, y
el alfil b4 es i nvul nerable debido al mate
También es posible 4 ... es, pero entonces en d l .
después de 5 %Va4+ y la posterior %Vxc4 se
transpone a una apertura catalana. Ahora 11 ... J.e6 12 ttld
sobre el tablero aparece un extraño con­
glomerado de Gambito de Dama acepta­ Hubiera sido precipitado jugar 12 ixcs
do y Apertura Catalana, y dentro de otro (1 2 a3? lll b3) 1 2 . ixcs 1 3 ixb7 'i!bB 1 4
..

movimiento, el contragambito Albin. No ic6+ <tle7, y por e l peón l a s negras obtie­


es extraño que a partir de este momento nen una fuerte presión más la pareja de
ambos adversarios empeza ran a gastar alfiles.
mucho tiempo en sus movimientos.
La variante entre paréntesis puede conti­
nuar: 12 a3? lll b3 13 ixbl 'i!dB 14 'i!b 1 if5
15 axb4 ixb 1 16 <ilg2, y la posición no es
clara.

12 ... 0-0-0 13 f4

5 ... e5 6 ttlxe5

Resulta que las blancas no tienen nada


mejor, ya que no vale 6 dS por 6 ... lll b4
7 e4 (7 lll xeS ifS) 7 ... ig4! 8 %Va4+ %Vd7! Parece que las blancas están mejor; po­
seen el centro de peones, su rey está listo
6 ... ttlxe5 7 dxe5 9xd1+ 8 ttlxd1 "tle4 9 Ag2 para saltar a f2 y las piezas menores negras
J.b4+ 10 <MI ttl c5 del flanco de dama están enredadas.

La operación forzada iniciada por las ne­ 13 ... J.xd!


gras en la jugada 5, les ha permitido supe­
rar completamente las dificultades de la Todo el plan de las negras se basa en esta
apertura. Aunque para las blancas la pér­ jugada; no se aferran a la pareja de alfiles,
dida del enroque no es tan terrible por la se apoderan del importante punto dS y
ausencia de las damas, la posición de las activan sus piezas al máximo. Además,
negras presenta mejores perspectivas a pueden poner en marcha sus peones del
pesar de todo. flanco de dama.

36
Por cierto, la jugada del texto también hu­ Las blancas han restablecido el equilibrio
biera seguido a 1 3 i3c 1 . material, pero la iniciativa pertenece com­
pletamente a las negras.
14 bxc3 �a4 15 gc1 J.d5 16J.h3+
Era mejor 26 icS+ lli a6 27 'it>e3 ic6 28
Si se privara n de la pareja de alfiles, las 'it>d2, dirigiendo el rey a c3 sin apresurarse
blancas estarían bastante mal. en recuperar el peón.

16 ... ©b8 17 gg1 ghe8 18 ©f2 J.e4 26 ... �a6 21 ga4 J.ds 28 J.d7 gda 29 i.bs
J.e6 30 J.xa6
Una imprecisión que permite a las blancas
igualar el juego. Hoy, sin pensarlo, habría Después de 30 ixc4 ixc4 3 1 i3xc4, los
jugado 1 8 ... bS seguida de 'it>b7, es y 'it>c6, peones negros se ponían enseguida en
manteniendo una posición mejor para las movimiento con 3 1 ... bS.
negras.
30 ... bxa6 31 gxa6+ ©b7

Con este sacrificio de peón, que no se pue­


de rehusar (se amenaza 20 id7), las blan­
cas esencialmente se aseg u ran el jaque
perpetuo.

19 ... gxdl 20 gxdl �xd 21 gel �xa2 22


�1 �b423 .ixa7+ ma8 24J.b6+ ©b8

En su primera fase de apuros de tiempo,


Botvinnik encuentra el plan de defensa
correcto: la torre blanca se sitúa detrás del
peón c4. La plausible 32 i3a 1 solo retrasa­
ba tempora lmente la i nvasión de la torre
negra en el campo de las blancas (32
'it>c6 seguido de i3d8-b8-b2).
El intento de evitar el jaque perpetuo,
24 ... lli a6, está unido a un riesgo innece­
sario, ya que después de 25 ixc7 las blan­
cas detendrían los peones pasados de las Atrayendo al rey a una casilla blanca, ya
negras, amenazando poner en marcha su que después de 34 h4 hS las negras blo­
centro de peones. La decisión de las blan­ quean firmemente todo el flanco de rey.
cas de jugar a ganar no está justificada.
34 ©g2 ga1 35 gbs+ ©c6 36 gc5+ ©d7 37
25 .ia7+ ©a8 26J.e3+ f5

37
Por lo visto, a las negras no les agradaba !!xeS sería posible un contrajuego del tipo
que después de la posible 37 ... c7-c6 y de 43 �h4 .ifs 44 .id4.
.idS su torre se quedara encerrada, ya que
a 38 .id2 las negras ganaban un tiempo 42 ... c5 43 gh4 c4
atacando al alfil, y la torre blanca no con­
seguiría salir por as. El intento 37 .id4 con No valía la pena apartar al alfil de su po­
idea de e4 se detenía mediante 37 ... �a2 sición ideal en e6 en aras de defender el
38 ltf3 hS, y el rey blanco no se siente peón h7, especialmente si se tiene en
cómodo. La esperanza de Botvinnik en la cuenta la jugada 46.
compacta masa de peones no se justifica,
y las blancas tienen que pasar totalmen­
te a la defensiva, cambia ndo el peligroso
peón c4. Tanto la captura de la torre, como 46
-ªxeS 47 .if4 conducen a unas tablas evi­
37 ... J.xf5 38 gxc4 ga2 39 g4 dentes, pero...

Si no se hiciera esta j ugada, seguiría 39 ... 46 . . .ld5+!


.

hS.
Ahora la torre blanca no puede acceder a
39 ... J.e6 40 gc14+ c.t>ca1 la primera fila.

El paso para el peón «C» debe permanecer


despejado.

41 c,!;>a

49 h4?

Era obligada 49 .ic l , lo que habría privado


En esta posición, las negras sellaron su ju­ a las neg ras de un valioso tiempo. Parece
gada. Las bla ncas tienen una serie de pro­ que, sumidas en su segundo zeitnot, las
blemas que resolver. blancas subestimaron la fuerza de la répli­
ca negra.
41 ... ga5 42 g5
49 ... .lc4 50 gd4 .la6 51 gf4
42 @f4 llevaba a la pérdida del peón «g»:
42 ... es y 43 ... -ªa4+ Las blancas tenían que Debieron jugar 5 1 .if4 .ibl 52 �d6, y toda­
escoger entre 42 h3 y la jugada de la par­ vía no se ve la victoria.
tida, que es más lógica: después de 42 ...

38
S1 ,., gxeS El bloqueo del flanco

Si el alfil estuviese en c 1 , las negras no ten­ N. 0 6.


drían la amenaza :Be5xe3.
BOTVINNIK GELLER-

Defensa India de Rey


Budapest 1 952

Las partidas con Botvinnik, en general,


son una lucha contra una estrategia mo­
numental. Y lo mismo que la parte visible
del iceberg es solo una sexta parte de su
tamaño real, en esta lucha una considera­
ble parte de las ideas queda oculta. En un
juego de esta naturaleza, cualquier im pre­
cisión, incluso la más pequeña, adquiere
una importancia particular. En este caso, la
única omisión obvia se produjo en la juga­
da 1 5 de las blancas, y pude obtener pro­
vecho de ella ... 32 jugadas después. Esto
sucedió porque el valor de cada jugada en
El final de torres es completamente deses­ esta partida, tanto de las blancas como de
perado para las blancas. Debieron probar las negras, fue bastante elevado y porque
54 .if4, aunque entonces después de 54 ... detrás de cada maniobra de pieza, sin ex­
!!e4! (54 ... füe2+ 55 'iÍ.>f3 .id3 56 !!d6+ cepción, había un problema estratégico
©c4 57 :Bxg6 lleva a ta blas) 55 j,c1 :Bxe2+ definido.
56 'iÍ.>f3 !'!.el 57 .id2 .id3 no es fácil para las
blancas conseg uir las tablas, a pesar de lo 1 d4 lL!f6 2 c4 g6 3 g3
reducido del material.
Cuando jugaba con Botvinnik, en cada
54 gxe3 SS gal gd S6 gel @c4 S7 @e1
... India de Rey debía estar preparado para
@b3 ss mc12 mb2 luchar en principio contra el fianchetto del
alfil de casillas blancas. Esta fidelidad a un
Las blancas están en zugzwang: 59 e4 sistema determinado de desarrollo inmu­
!!d3+ nizaba al adversario contra la posibilidad
de una posible sorpresa en las primeras ju­
S9 gxa+ gxa+ 60 @d3 @b3 61 e4 gc4 62 gadas, pero no te facilitaba la vida, ya que
eS @b4 Botvinnik manejaba esta posición como
nadie.
Las blancas abandonaron.
3 ... J.g7 4J.g2 0-0 s lL!d d6 6 lLlf3 lL!d7 7 0-0
eS 8 e4 exd4

Ahora suelo jugar 8 ... c6. En aquella época,


en primer lugar, consideraba que la con­
tin uación de la partida era la mejor, y en
seg undo lugar, solía inclinarme más di­
rectamente que ahora a emprender una

39
lucha diná mica. jugada 1 2 ... tt:\fd7 podía llevar por trans­
posición a la continuación de la partida,
9 �xd4 �cS 10 h3 gea 1 1 gel as pero dejaba a las blancas un mayor mar­
gen de elección. Es cierto que ya podía ju­
gar 1 2 ... c6, pues después de 1 3 if4 tt:\fd 7
1 4 �ad l tt:\es 1 S b 3 �b6! 1 6 ie3 a4! 1 7 f4
tt:\ed7 1 8 �bl axb3 1 9 axb3 las negras ya
han conseguido salta r con su dama a b6 y
tienen una posición satisfactoria (Borisen­
ko-Geller, XVIII Campeonato de la URSS).

13 .ie3

Por fin «ceden» las blancas. También era


posible 1 3 �b 1 .

Se inicia una i n usual batalla de nervios. 1 3 ... <6 14 gac11


Las bla ncas esperan al avance c7-c6 (sin
el cual las negras no pueden pasar) para El plan alternativo, expulsar al caballo de
desarrollar el alfil por f4 ganando un tiem­ es mediante b2-b4, está asociado con la
po. Por su parte, las neg ras posponen este jugada indicada en el comentario prece­
movimiento hasta el último momento po­ dente.
sible, emprendiendo, antes de terminar el
desarrollo, una diversión de flanco habi­ 14 ... Bas
tual en esta posición.
Lo esencial, si se puede decir así, es que la
12 Ba continuación 1 4 ... tt:\fd7 en un buen nú­
mero de casos sería una transposición de
¡El duelo continúa! De paso, las negras jugadas, pero reduciría las posibilidades
ofrecen la posibilidad de ganar un peón: de las negras, por ejemplo, en la variante
1 2 tt:\fxe4 1 3 tt:\xe4 ix:d4, ¿pero qué se con 1 S f4. Tras la jugada del texto, las ne­
puede hacer después de 14 igs �d7 1 S gras tienen buen juego y no es fácil para
tt:\f6+ ixt6 1 6 ix:f6? las bla ncas hacer uso de su ventaja de es­
pacio.
12 ... a4

¿Quién será el primero en <<fallar»? Esto es


objetivamente más fuerte que 1 2 ... tt:\g4
1 3 tt:\b3! tt:\es (otra continuación insufi­
ciente para igualar, 1 3 ... tt:\xb3 1 4 axb3
tt:\es l S ie3 tt:\c6 1 6 �ad l , se jugó un
año después en el torneo de Candidatos
en la partida Stahl berg-Reshevsky) 1 4
tt:\xcs dxcs 1 S �d l id7 1 6 tt:\bs �es 1 7
@h2 a4 1 8 f4 tt:\c6 1 9 ie3 tt:\ b4 (Lipnitsky­
Boleslavsky, XX Campeonato de la URSS),
y las blancas pueden consolidar su ventaja
mediante 20 �e2 b6 2 1 a3 tt:\c6 22 es. La 1 5 a3?

40
Una jugada de «autobloqueo», tras la cual liJ bl liJ b6 1 8 liJa3 .id7 1 9 liJe2 con mejor
el caballo es se siente corno en casa. Un juego.
intento posterior fue 1 S f4 .id7 16 .if2
�e 7 1 7 g4 l:!ae8 1 8 fS gxfS 1 9 liJxfS .ixfS 1s ... tl)fd7 16J.f1 g,7
20 exfS, y las negras obtuvieron un final
ganado: 20 ... .!:!xe l + 21 :B:xe l a3! 22 gS (es I nvita a las blancas a descubrir sus inten­
correcta 22 b3) 22 ... axb2! 23 gxf6 :gxe l + ciones, pues ya han hecho todas las juga­
24 .ixe l .ixf6 2 S Wlxb2 liJ d 3 2 6 Wle2 llJxe 1 das útiles con sus piezas y deben empezar
27 W/xel .id4+ 2 8 'i!>hl 'i!>f8 2 9 Wld2 W/xc3 «Su j uego». Aunque ya es inevita ble con­
30 W/xc3 .ixc3 (Robert Byrne-Kotov, match ceder a las negras buenas contrachances,
URSS-EE. UU., 1 9S4). El intento de un ata­ porque la posición está llena de dinamis­
que frontal sobre el peón d6: 1 S liJde2 mo, y las debilidades de las blancas (en
�fd7 1 6 :B:xd6 liJ es 1 7 l:!dd 1 llJxc4 1 8 .id4 especial el punto b3) ya son apreciables.
(por transposición de jugadas, Srnyslov­
Ciocaltea, Bucarest, 1 9S3) lleva a una po­ 17f4
sición algo peor para las blancas, mientras
que 1 7 b3 axb3 1 8 axb3 .ixh3 1 9 .ixh3 Señal para las blancas del inicio de la ofen­
� f3+ 20 'i!>fl llJxel 21 'i!>xel llJxe4 daría a siva de peones en el centro y, al mismo
las negras un ataque irresistible. tiempo, la indicación para las negras de la
necesidad de reagruparse.
Por lo tanto, las blancas deberían haber
elegido 1 S .if4.

El regreso del caballo permite a las negras


finalizar el desarrollo, ya que ganan un
tiempo atacando al peón e4.

11J.f2 J.d1

La amenaza 1 9 ... .!:!ae8 <<fuerza» a las blan­


cas a tomar medidas específicas.

19 eS dxeS 20 fxe5 tl)ea 21 tl)B

No se puede defender el peón es de otra


Tras lo cual las negras no deberían de­ manera.
fenderse pasiva mente corno en la parti­
da Reshevsky-Najdorf del match del año 21 ... J.ts 22 '9'e2 hS 23 J.d4 tl) c7 24 '9'f2
1 9S2: 1 S ... .if8 16 liJf3 .ie6 (es mejor 16 ...
�d8) 1 7 .ixd6 .ixc4 1 8 .ixf8 'i!>xf8 1 9 eS El salto 24 liJ h4 dejaba sin defensa el peón
�ds 20 .!:!d4 bS 21 W/d2, que conduce a es, por lo que el caballo se vería obligado
ventaja clara de las blancas, sino buscar un a regresar a f3.
contrajuego activo corno con 1 S ... liJe6 1 6
�xe6 .ixe6 1 7 .ixd6 (1 7 b3 axb3 1 8 axb3 Proporcionaba mejores posibilidades de
�d7) 1 7 ... .ixc4 1 8 eS liJd7. Las blancas equilibrio el golpe táctico 24 lD bS!
también pueden escoger 1 S :B:e2 liJfd7 1 6
l!ed2 (por transposición de jugadas, Aver­ 24 ... tl) ce6 25 J.el
baj-Dittrnann, Dresde, 1 9S6) 1 6 ... Wlb4 1 7

41
alfi les no compensan a las blancas por la
pérdida de peón, ya que su propio rey está
expuesto y el flanco de dama, débil. Antes
del decisivo reagrupamiento, las negras
repiten jugadas para ganar tiempo.

32 ... �a2 33 gcd1 �c3 34 gel �e4 35 gel


Y!ff5 36 g4

El cambio de damas en la casilla fS trae­


ría como consecuencia para las blancas
la pérdida del peón g3. Con la j ugada de
25 ... gaes la partida, restringen al caballo g7 negro,
pero no pueden evitar una simplificación
La mejor decisión. En la actualidad proba­ favorable a las negras.
blemente me hubiera preocupado de la
suerte del alfil fS y habría intentado salvar­ 36 ... hxg4 37 hxg4 Y!fg6!
lo con la jugada 25 ... l'%d7, asegurando la
casilla d3. Esto no significa que haya cam­
biado la valoración de la posición, sino
que la inevitable meta morfosis de todo
ajedrecista, ¡por desgracia!, muestra sus
prejuicios.

26 �h4

Botvinnik entrega in mediatamente el


peón, demoliendo al mismo tiempo la
estructura de peones del adversario en
el flanco de rey. Sin embargo, la centrali­
zación de las piezas negras es tan grande La más precisa. El cambio de damas solo le
que no hay nada terrible en ello: la blancas conviene a las blancas.
no son capaces de llegar hasta el rey.
38 gg2 �g5 39 Y!Jxg5
En la propuesta de Kasparov, 26 13.d6 liJd7 27
13.ed 7 con idea de 27 ... liJxe5? 28 liJh4!, man- Ya no hay otra.
tenía la ventaja 27 ... liJec5 28 igs 'i!.xe5!
39 ... gxe3 40 Y!Yxg6 fxg6 41 cS �e6
26 ... .be5
La codicia siempre tiene su castigo: 41
La atractiva 26 ... liJe4 27 liJxe4 .b:e4 lleva­ 13.xa3 42 ic4+, y el rey negro no tiene don­
ba a la pérdida de una pieza: 28 id2 11Nxe5 de ir (42 ... ©fa 43 fü2+ y 44 l:'!fl+).
29 ic3.

27 �xf5 gxf5 28 Y!fxf5 �g7 29 Bf2 .bd 30


bxd �e4 31 Y!ff4 �xd 32 g,1 Por un instante, las blancas restablecen la
igualdad material; pero después, el rey ne­
La posición se ha aclarado. Los dos buenos gro penetra por gS.

42
Un paso hacia la verdad

3 peón «b» se transforma en dama. Las N. O Z


:i.ancas abandonaron.
GELLER - UNZICKER
Defensa Eslava

Torneo lnterzonal
Estocolmo 1 952

En las competiciones de alto nivel es bas­


tante raro que los ajedrecistas jueguen la
parte de la apertura «al toque» (y por lo
tanto toda la partida, ya que, a mi pare­
cer, el estudio de la apertura es fructífero
solo cuando se combina con el estudio del
medio juego e incluso del final). Sea o no
evidente para el mundo del ajedrez, casi
siempre, detrás de cada victoria o derrota
se oculta una historia de búsquedas, ha­
llazgos y decepciones.

Mi encuentro con Wolfgang Unzicker es


un ejemplo de ello. El gambito propuesto
por las blancas se reintrodujo en la prác­
tica por el ajedrecista soviético Alexa nder
Tolush en una partida contra Vasili Smys­
lov (XV Campeonato de la URSS). Después,
durante muchos años, el gambito sirvió
de banco de pruebas, en el que se mejo­
ró constantemente la fuerza de los gol pes
blancos y la solidez de la defensa negra.
Yo intenté reivindicar la posición crítica
del gambito para las blancas. Creo que la
desaparición del gambito en la actualidad
no es del todo merecida, ya que conduce a
un juego interesante, rico en posibilidades
para ambos bandos.

Yo había jugado el gambito eslavo dos


veces contra Smyslov y, antes del inicio de
esta partida, estaba fresco en la memoria
de todos el «incidente» sucedido en la 1 3.ª
partida del XIX Campeonato de la URSS.
Entonces, en las partidas gemelas Geller­
Flohr y Petrosian-Smyslov, las blancas per­
dieron rápidamente la batalla de la aper­
tura. Es evidente que por eso U nzicker
aceptó con tranquilidad el desafío.

43
1 d4 d5 2 c4 c6 carácter tan forzado como en el presente
encuentro. Sin embargo, yo tenía la inten­
Ahora las negras dan a entender que es­ ción de mejorar el juego de las blancas
tán dispuestas a someterse a la prueba del en comparación con las partidas gemelas
gambito, ya que es dudoso que la trans­ mencionadas anteriormente.
posición, por ejemplo en la jugada 4, a
los cauces de la Defensa Ortodoxa o de la 8 ... �xd 9 bxc3 cxbS 10 �gS .t.b7
Cambridge-Springs pudiera satisfacerlas.

3 �B �f6 4 �d dxc4

11 'BllS

Provoca la debilitación de los peones del


S e4 b5 6 e5 fla nco de rey de las negras, ya que es de­
sagradable 1 1 Wd7 por 1 2 lll x h7 con la
A un j uego más flexible l leva 6 Wc2, como amenaza lll f6+
continuó más tarde Spassky.
La jugada 72 lll xhl no ha resistido el paso
6 �dS 7 a4 e6
••. del tiempo. Después de 12 ... lll c6 es mala
13 ltlf6+ gxf6 14 WxhB lll xd4!, y la posi­
E n la partida mencionada con Tolush, ción de las blancas se derrumba. Pero a 13
Smyslov j ugó 7 ... J.e6; sin embargo, la lll xfB, como se jugó en la partida Kasparov­
práctica ha demostrado que esta jugada Kupreichik (Campeonato de la URSS, Minsk,
es mala, de modo que los partidarios del 1 979) es posible el potente contragolpe 13 ...
gambito con las negras (en primer lugar el Wxd4! con ventaja negra.
mismo Smyslov) se pasaron a 7 ... e6.
11 ... g6 12 9g4J,e7 13 J.e2
8 axb5
También merece consideración 1 3 h5 y
También es posible tener éxito con 8 J.e2 luego no 1 4 Wg3, que menciona Flohr, en
(partida Borisenko-Flohr, semifinal del XIX sus comentarios para la revista Ajedrez en
Campeonato de la URSS, L:'vov, 1 95 1 , don­ la URSS (n.º 3, 1 952) respecto a su partida
de las negras obtuvieron de la apertura conmigo, sino 14 Wf4, provocando 1 4
ventaja, pero no el punto). En los encuen­ J.xg5 1 5 hxg5 que fija las debilidades de
tros Geller-Smyslov (XVIII Campeonato de peones de las negras en el flanco de rey.
la URSS y torneo de Budapest de 1 952),
las blancas obtuvieron un juego excelen­ 13 ... �d7 14J.B
te de la apertura, que además no tenía un

44
!!g8 1 8 lll f6+

16 ggs?
•••

Por supuesto, es un error, pero ¿cómo po­


día n continuar las negras? Si 1 6 ... ixe4,
entonces 1 7 ixe4 lll d 5 1 8 ixd5 exd5, y
es posible tanto la explosiva 1 9 e6 f5 (es
mejor 1 9 ... fxe6) 20 �f3 como la más tran­
quila 1 9 0-0. Por lo visto, debieron confor­
marse con 1 6 ... lll d5 1 7 ig5 0-0 1 8 ixe7
�xe7 1 9 lll f6+, aunque la iniciativa de las
En las partidas gemelas, tanto Petrosian blancas parece bastante amenazadora.
como yo jugamos 14 h4? las negras ob­
tuvieron buenas posibilidades de defensa: También era posible una jugada neutra del
14 ... h5 1 5 �g3 (con el peón negro en h5, tipo de 1 6 ... as, ya que la maniobra indica­
la continuación 1 5 �f4 ixg5 1 6 hxg5 ya da en el comentario precedente no es una
no tendría sentido) 1 5 ... lll b6 1 6 0-0 a5! y amenaza.
se apoderaron de la in iciativa. Yo contin ué
1 7 !!bl b4 1 8 f4 �d7 1 9 !!a l b3 y perdí. 17 J.gs .ixe4 18 .ixe4 lhd5 19 .ixdS exd5 20
Petrosian advirtió que las bla ncas estaban .ixe7 ftxe7 21 0-0
mal y buscó las complicaciones: 1 7 d5!?
Smyslov se equivocó a continuación, 1 7
lll xd5? (era imprescindible 1 7 ... ixd5, im­
pidiendo que el caballo blanco llegara a
e4) y cayó derrotado.

La jugada 14 if3 la recomendaron des­


pués de las partidas gemelas Andor Lilien­
thal y Tigran Petrosian, y se probó por pri­
mera vez en este encuentro. Es cierto que
los autores de esta jugada consideraron
que las negras podían jugar sencillamente
14 ... ixf3 1 5 �xf3 0-0, sin embargo, 1 6 h4
mantiene buenas posibilidades de ataque El cambio de todas las piezas menores no
para las blancas. ha aliviado la posición de las negras. Sus
torres no están comunicadas, y su rey per­
14 ... 'e'c7 manece en el centro. la posición continúa
siendo de medio juego.
Unzicker sigue la recomendación de Flohr.
No es necesario decir que el sacrificio de
15 lhe4 lhb6 16.ih6 peón de las blancas es un pequeño precio
a pagar por todas estas ventajas.
También es posible 1 6 ig5, pero las blan­
cas quieren situar el alfil en g5 solo des­ 21 .. mts
.

pués de que el caballo neg ro salte a d5,


cuando las negras no puedan capturar de Unzicker planea el enroque artificial para
alfil en e4. Además, ya se amenaza 1 7 ig 7 escapar del ataque d irecto.

45
22 gfbl a6 23 'ffB! Debieron cambiar damas y continuar la
lucha mediante 25 ... 'it>e8 26 E:xbS 'it>dl 27
Considerablemente más fuerte que 23 E:xds+ 'it>e6.
E:xb5 axb5 24 fua8+ 'i!i>g7, y la debilidad
del peón c3 resta posibilidades de victoria 24 9ca 2s f4 Vb7 26 gas ©ea 27 gba1 b4
...

a las blancas. En general, las negras esta­


rían dispuestas a devolver el peón para Desesperación.
entrar en un final.
28 cxb4 Vxb4 29 gxdS Vb7 30 e6
23 9e6?
...

Las negras abandonaron.


Ahora sucede una rápida hecatombe. Era
correcto 23 'i!i>g7, aunque la posición
de las negras seguiría siendo difícil. Por
ejemplo: 24 Wxd5 E:gd8 25 We4 We6 26 f4
(pero no 26 E:xb5 axb5 27 fua8 füa8 28
Wxa8 Wf5 29 Wa l Wc2; aún es más fuerte
28 ... b4n 26 ... f5 27 Wf3, y si 27 ... E:d5, en­
tonces 28 E:xb5.

Proporcionaba mejor defensa 23 ... Wbl 24


Wf6 (en caso contrario las negras se reforza­
rían mediante E:e8-e6) 24 ... as (con idea de
E:a6) 25 E:xaS! E:xaS 26 Wd8+ 'it>gl 27 Wxa5
E:a8 28 Wb4. El peón bS es débil, pero incluso
en el caso de su pérdida las negras mantie­
nen grandes posibilidades de tablas.

24Vf6!

Incluso sin damas, las blancas mantienen


la amenaza de mate sobre el rey negro:
24 Wxf6 25 exf6 g5 26 füb5 !!g6 27
:Bxa6!, etc. Hablando objetivamente, las
negras ya podían abandonar.

46
las blancas consiguieron restringir a las
N.08.
negras en el flanco de rey.
GOLOMBEK - GELLER
Defensa India de Rey 12 .ie3 liJf8
Torneo lnterzonal
Estocolmo 1 952 Ahora las negras amenazan la jugada 1 3 ...
fS, ya que no vale 1 4 exfS gxfS 1 5 lll xeS a
1 d4 liJf6 2 c4g6 3 liJB .ig7 4 liJc3 CH S e4 d6 causa de 1 5 ... 1'!xe5 1 6 \WxhS f4, y las ne­
6.ie2 liJd7 7 0--0 eS U �e1 gea 9J.n c6 10 dS gras ganan pieza. Las negras deciden im­
pedir la jugada fS, pero tras esto debilitan
En los últimos tiempos, la variante que de­ seriamente su flanco de rey.
sarrolló Golombek ha obtenido una gran
difusión en la práctica de torneos, espe­ En honor a la verdad, debo decir que la ini­
cialmente entre los maestros extranjeros. ciativa ya estaba completamente en ma­
Esta varia nte, cuyo objetivo consiste en el nos de las negras.
esfuerzo de las blancas por mantener la
tensión en el centro, hace tiempo que ya 13 g4 liJf4 14 lñe2
es conocida por los ajedrecistas soviéticos.
Hace ya 3-4 años la empleó con asiduidad
el maestro soviético, Aratovsky. Con su
última jugada, las blancas se desvían de
la idea principal de la variante y cierran el
centro. Habitual mente se juega 1 O i'!b 1 .

1 0 ... c5 11 h3

Una jugada innecesaria. Las blancas deben


emprender el juego en el flanco de dama
mediante 7 7 a3 cuanto antes.

14 hS!
•••

¡En esto consiste todo! No es difícil adver­


tir que las blancas deben resignarse a una
defensa penosa.

15 lñh2 hxg4 16 hxg4 'l'gS 17 liJg3 'l'h4 18


'l'B liJh7

El ataque de las negras se desarrolla sin es­


pecial esfuerzo.

11 ••• liJhS! 19 .ixf4 exf4 20 'l'xf4

Hasta esta jugada, la partida se desarro­ Véase el diagrama siguiente


llaba de manera idéntica al encuentro
Golombek-Matanovié de la segunda ron­ 20 ... .tes
da, que después siguió 1 1 ... fü8 1 2 g4, y

47
interés.

28 .tl4B gxe4 29 gxe4 .tlxe4 30 J.fl -tld2


31 gxe8 .tlxB+ 32 .tlxB hes 33 J.d3 fS
34 c!>fl c!>f6 3S c!>e2 gS 36 -tlel J.hs+ 37
B <!>es 38 .tia J.cl 39 b3 c!>f4 40 -tlel g4
41 fxg4 .ixg4+ 42 c!>f2 J.e3+ 43 c!>g2 J.d4
44 .tia J.f6 4S mn J.h4 46 c!>g2 as 47 c!>f1
<!>es 48 -tlel J.hl+ 49 c!>e2 f4 so .tia J,g2
Sl c!>d2 B S2 c!>c3 c!>f4 S3 c!>d2 J.gS

Las blancas abandonaron.


No tiene sentido para las neg ras la captura
en b2, ya que en ese caso, después de 2 1
Wfxd6 .ixa l 2 2 l"!xa l , surgen complicacio­
nes total mente innecesarias.

21 .t!B ixf4 22 .tlxh4 J,xg4

La ventaja de las negras es indudable:


poseen la pareja de a lfiles, dominan los
i mportantes puntos eS y gS, y tienen la
posibilidad de montar un ataque sobre la
posición debilitada de las blancas tanto
por la columna «e» como por la columna
«h».

23 J.g2 .tlgS 24 .tlfl c!>g7 2S -tlh2

Se amenazaba l'!h8, que ganaba el caballo


de h4.

2s ... J.d7 26 ge2 ges 27 gael gaes

Ahora las blancas pierden un peón (se


amenaza fS), y la lucha posterior todo su

48
dura nte el juego -dijo convencido el ar­
N.09.
gentino- influyó en el resultado normal
GELLER - PILNIK
de esta partida». Debo decir que los aje­
Defensa Eslava drecistas soviéticos no preparan en casa
Torneo lnterzonal este tipo de «excelentes» varia ntes, tras las
Estocolmo 1 952 cuales se presenta una dura lucha por las
tablas. Como «excusa» en defensa del gran
1 d4 dS 2 c4 c6 3 lLJ6 lLJf6 4 lLJd g6 maestro Pilnik solo se puede decir que
sencillamente no comprendió la posición
Las neg ras esquivan la varia nte principal y consideró que la in iciativa de las negras
de la Defensa Eslava, asociada a 4 ... dxc4, compensaba completamente la falta de
al parecer temiendo el agudo gambito es­ los dos peones.
lavo, 5 e4 b5 6 e5 lll d5 7 a4, etc.
En realidad, la ventaja de desarrollo de las
S.if4.ig7 negras las faculta solo para recuperar un
peón.
En la partida Geller-Barcza (Budapest,
1 952) se jugó 5 ... dxc4, pero después de 15 .ie2 gaca 16 .id1 ! gcS 17 f4 gd3 18 o-o
6 e3 lll d s? 7 i.es f6 8 ixb8 �xbB 9 ixc4 gxe3 19.i6
las blancas obtuvieron una gran ventaja
posicional. Mientras las negras recuperaban el peón,
las blancas han terminado el desarrollo y
6 e3 0-0 7 Yfb3 tLJ bd7!? asegurado la segu nda fila contra la i nva­
sión de las torres enemigas.
Las negras sacrifican un peón y después,
si bien es cierto que temporalmente, otro 19 ... gd3 20 ga b6
más.
Ahora la tarea in mediata de las blancas
8 cxdS lLJxdS 9 lLJxdS cxdS 10 YfxdS es 11 consiste en tomar una de las columnas
lLJxeS lLJxe5 12Yfxd8 gxd8 13.ixes.ixe5 14 abiertas. Para su consecución se mueven
dxe5 .ie6 poco a poco.

21 a3 gc14 22 g3 hS 23 gel h4 24 gfe2

El gran maestro Pilnik declaró tras la fina­


lización de la partida que había prepara­
do esta excelente variante en casa, y que 24 as
•••

«Solo el hecho de haberme sentido mal

49
Después de 24 ... g5!, a las blancas les sería También era completamente desesperado
más difícil materializar su ventaja. 34 . !!ds debido a 35 füds ix:ds 36 ixc4
..

ix:h l 37 ibS, etcétera.


25 @a gb5 26 ©e3 fü4 27 gd2
35 i.xc4 gxc4 36 ghd1 b5 37 gd4 ga+ 38
La primera parte del plan está cumplida. g1d2 fü1 39 gd6 gh1 40 gb6 i.c4 41 gb8
gh2+ 42 ©e3
27 ... hxg3
Las negras a bandonaron.
Las negras abren en vano la columna «h»,
porque solo puede ser utilizada por las
blancas.

28 hxg3 a4

¡Con un «amor» increíble, Pilnik sitúa sus


peones en casillas del color de su propio
alfil! En esta ocasión, se verá enseguida
obligado a entregar ese peón.

Pilnik no advierte la a menaza principal de


las blancas, en caso contrario habría ju­
gado 30 . .!'!c8, resignándose a perder el
..

peón después de 31 id 1 .

De forma inesperada, el rey neg ro cae en


una red de mate, y las negras se ven obli­
gadas a entregar la calidad.

31 ... ©g7 32 i.d11 gb5 33 i.B fü4 34 .ie2


gbc5

so
pos en el desarrollo del ataque al flanco de
N.0 10.
dama.
GELLER - WADE
Defensa India de Rey 10 �ea
•••

Torneo lnterzonal
Estocolmo 1 952 La única y también la mejor continuación es
1 0 ... lbcs, directamente o bien tras el cam­
1 d4 �f6 2 c4 d6 3 �f3 g6 4 g3 i.g7 S i.g2 0-0 bio en dS.
6 0-0 �bd7 7 � c3 e5 8 e4
11 gb1 fS 12 �gS � df6 1 3 dxc6
Últimamente, tras la partida Bronstein­
Kotov (XIX Campeonato de la U RSS), se Las blancas han concebido una continua­
juega con frecuencia 8 V!fc2 seguida de 9 ción que lleva a la ganancia de la calidad
�d l , pero a mi parecer 8 e4 es fuerte. En por un peón, pero esto, a fin de cuentas,
caso de 8 V!fc2 se les puede recomendar a no se justifica. Debieron jugar con más
las negras la siguiente continuación: 8 ... consistencia, precisamente así: 1 3 b4. En
�es 9 .!:!dl c6 1 0 b3 e4 1 1 lbgs e3! con un ese caso, la posición de las negras sería
juego de doble filo. muy difícil. Por ejemplo: 1 3 ... h6 1 4 lbe6
�xe6 1 5 dxe6 y, debido a la amenaza 1 6
8 c6 9 h3 9b6
••• exf5 seguida de 1 7 b5, las negras tendrían
muchas dificultades.

13 ... bxc6

Una jugada rebuscada. Habitualmente se


juega 9 ... exd4 o 9 .. as.
.

El posterior desarrollo de la teoría ha refu­ 14c5


tado esta evaluación rigurosa, la jugada 9
... V!fb6 se ha convertido en el movimiento E n esto consiste l a idea d e las blancas, en
más popular del sistema de contrajuego de caso de 14 ... dxc5 1 5 lba4 proceden a la
las negras. destrucción de la debilitada posición de
las negras en el centro y en el flanco de
10 d5 dama.

Merece atención la sencilla 1 O dxeS dxe5 Tras 7 5 ... V!fbS seguida de h6, las posibilida­
1 1 V!fc2 ( 1 1 :B:bl ), y la desafortunada posi­ des de las negras no son peores.
ción de la dama negra concede a las blan­
cas la posibilidad de ganar algunos tiem- 14 ... ftxcS! 15 9b3+ <it>h8 16 �f7+ gx17

51
17 Y!/xf7 .ia6 18 J.e3 Y!/c4 19 Y!/xc4 1xc4 20 las debilitadas casillas negras. Las negras,
gfdl fxe4 21 l[}xe4 l[}xe4 22 1xe4 dS 23 b3! eludiendo la simplificación, debieron ha­
ber preparado el avance de sus peones
centrales.

28 b4 a6 29 ixtS gxf8 30 gcS l[}d4 31 gas


l[}bs 32 a4 l[}c7 33 gel g17 34 bS axbS 3S
axbS abS 36 J.xbs l[}xbS 37 gxbS d4

El final está perdido para las negras, por


eso intentan crear contrachances, avan­
zando su peón en la medida de lo posible.

23 ... .ia6

Las blancas han ganado la calidad por un


peón, pero la presencia del fuerte centro
de peones de las negras les aseg ura un
juego equilibrado. Sin embargo, en ade­
lante las negras juegan sin un plan defi­
nido, caen paso a paso en una posición
difícil, y finalmente pierden.

24 J.g2 J.b7 2s gbcl l[}d6 26 J.cS l[}fs 27


J.fl
Aquí se aplazó la partida.

La jugada más fuerte. A contin uación, la


partida se desarrolló según el análisis ca­
sero y terminó rápidamente con la victoria
de las blancas.

41 ... i.bS 42 gcS gb7 43 g4 'ibf7 44 gS me7


4S gd4 i.a6 46 ges+ cM7 47 gas .tbs 48
mh2 me6 49 @g3 gbs so mt4 mf7 s1 ga7+
me6 S2 gxh7 gca S3 gg7 ga 54 gxg6+
27 ... J.f8 @e7 SS f3

Mal jugado. Es verdad que las negras ob­ Las negras abandonaron.
tienen la casilla d4 para el caballo, pero allí
se encontrará muy i nestable debido a la
amenaza f2-f4. Por otra parte, las blancas
obtienen la posibilidad de organizar un
ataque sobre el flanco de dama gracias a

52
jugar 1 1 i.gs.
N.º 71.
SANCHEZ GELLER
-

11 ... �c6
Defensa India de Rey

Torneo lnterzonal La posición de las blancas es difícil. Es


Estocolmo 1 952 interesante observar cómo el talentoso
Sánchez detiene ingen iosamente las ame­
1 d4 �f6 2 c4g6 3 �c3.ig7 4 e4 0-0 S �B d6 nazas de las negras y reduce su ventaja al
6.ie2 es 7 dxeS mínimo.

Por supuesto, tras esta jugada es difícil 12 ge1


que las blancas puedan obtener ventaja.
Por lo visto, Sánchez, como en la partida Amenazando seguir 1 3 i.gS !!e8 1 4 �f6+,
contra Kotov, supuso que un cambio de ya que ahora el alfil e2 está defendido.
damas tan temprano prometía unas tablas
rápidas, lo que para él era un resultado ho­ 12 ... ©g7 13 a3 .ifS 14 �g3 .ie6 1S .ifl as
norable. Pero es bien conocido que jugar a 16 gbl a4 1 7 b3 axb3 18 gxb3 �aS 19 gbl
tablas no es un asunto tan sencillo. Las ta­ .ic3 20 ge3 i.d4 21 ge4 c5 22 gbs ©ga 23
blas se deben obtener en una lucha digna. h4 ga6
En general, aquí se juega 7 0-0.
Preparando la captura en c4.
7 ... dxeS 8 Wxda gxd8 9 �xeS
24.ih6 .ixc4 2S .ixc4
En el XVII Campeonato de la URSS, en la
partida Flohr-Geller, las blancas jugaron Por supuesto, no es posible 25 l:!xaS a cau­
9 i.gs. Esta continuación es mejor que 7 sa de 25 ... i.xfl .
�xeS, pero a pesar de todo, contra Flohr,
las negras consiguieron apoderarse rápi­ 2S ... �xc4 26 gel b6 27 �e4 �xa3 28 gb3
damente de la iniciativa. f6!

9 ... �xe4 10 �xe4.ixeS

Entregando un peón, las negras liquidan


las compl icaciones y trasladan el juego a
11 0-0 un final ganado.

Esto ya es un error, que conduce a una po­ 29 gd3 �c4 30 � xf6+ .ixf6 31 gxd8+ .ixd8
sición difícil para las blancas. Era necesario 32 gea+ ©f7 33 gxd8 ga7 34 gba ©e6

53
Las negras trasladan el rey al flanco de Sufrimiento g ratu ito
dama.
N.0 11.
15 g4 gd1 16 mg2 md5 n J.t4 mc6 11 gc1+ GELLER - STAHLBERG
@b5 39 h5 gxh5 40 gxh5 �d6 41 gf8 @c6 42
Defensa Francesa
J.e5 b5 43 f4 b4 44 gbs �c4 45 J.h8 �b6
Torneo lnterzonal
Las blancas abandonaron. Estocolmo 1 952

Un procedimiento de defensa para el ban­


do defensor consiste en «abastecerse» (si
esto es posible) con un material extra y
luego intentar, mediante su devolución,
alivia rse de la creciente presión. El expe­
rimentado gran maestro sueco Gedeón
Stahl berg desdeña esta posibilidad y hace
una apuesta por el esquema «defensa­
contrataque». El resultado es una rá pida
derrota, aunque las negras no cometieron
errores claros.

La explicación se puede buscar en el he­


cho de que algunas rondas antes Sta hl­
berg, en su va riante preferida 3 c5 4
exd5 WfxdS 5 ilJf3 cxd4 6 ic4 Wfd8, obtuvo
contra Yuri Averbaj una posición perdida
y, por lo visto, temiendo una mejora del
juego por parte de las blancas, se desvió
de su continuación habitual y cayó en una
posición insuficientemente estudiada.

1 e4 e6 2 d4 d5 3 �d2 �f6

La teoría considera que esta variante es


difícil para las negras, pero por la manera
en que Stahlberg realizó su tercera jugada
me pareció que las negras llevaban algo
preparado. La pregunta surge de inmedia­
to, ¿en qué momento se podía esperar la
sorpresa?

4 e5 �fd7 5 i.d3 c5

De las tres variantes que están a disposi­


ción de las negras, hay que destacar una:
la poco estudiada, especialmente en
aquellos años, continuación preferida de
Botvinnik, 5 ... b6 con la idea de cambiar

54
los alfiles de casillas blancas mediante están dando los primeros pasos en esta
.lc8-a6 y reducir así las posibilidades de posición tan complicada. La línea que se
un ataque al flanco de rey. considera hoy más fuerte es 1 2 ltJc3 0-0
1 3 :gel o 1 3 i.e3 .id7 y entonces, no 1 4 a3
6 c3 tll c6 7 tll e2 9b6 por 1 4 ... .ie8 con posibilidades recíprocas
(como sucedió, por ejemplo, en la partida
Conduce a una lucha interesante 7 ... f6, Boleslavsky-Pietzsch, Berlín, 1 967), sino 1 4
que se jugó poco antes del torneo en la X ltJeS!, q u e entonces n o s e conocía.
Olimpiada de Helsin ki, en la partida Keres­
Czerniak. Las negras mantienen su dama El contrajuego de las negras está asocia­
en su casilla inicial, ya que es necesaria do con la columna «f», por eso, el objetivo
tanto en e7 (después de 8 ltJf4) como en prioritario de las blancas es forzar a la torre
f6 (después de 8 exf6). Una vez rechazada negra a moverse de f8 a e8. En caso de 1 2
esta varia nte, las negras estaban «obliga­ .if4 .ixf4 1 3 ltJxf4 0-0 1 4 :gel , las negras
das» a mostrar la sorpresa (¡si es que final­ disponen de la réplica 14 ... ltJe4, y si l S
mente la habían preparado!) en una de las .ixe4, entonces 1 S ... !!xf4.
dos restantes desviaciones principales.
Ahora la continuación principal es 14
1 tll B ad4 9 ad4 f6 1 O exf6 Wfxb2, ya que en caso de 14 ... ltJe4 es fuerte
15 g3.
Esta jugada está destinada a obtener el
control del punto es. En aquella época, la 12 . 0-0
..

teoría daba preferencia a la jugada 1 O ltJf4.


Sin embargo, en primer lugar, incluso en­ Sería i mprudente jugar 1 2 ... .ixf4 1 3 .ixf4
tonces me parecía que llevaba a un juego W/xb2 1 4 .id6.
altamente incierto, y en segundo lugar,
precisamente aquí era donde Stahl berg 13 ge1 .bf4?
podía encontrar una mejora. Como no se
produjo ninguna sorpresa en la partida, es Tras la inmediata 1 3 ... !!e8, las blancas po­
altamente probable que este fuera el caso. dían provocar complicaciones favorables;
por ejemplo, 14 ltJes ltJxd4 l S ltJ hS!, y no
10 ... tll xf6 1 1 0-0 J.d6 es fácil detener su ataque. Incluso des­
pués de la mejor 1 S ... !!f8 1 6 ltJ xf6+ !!xf6
1 7 ltJg4 l'!f7(f8) 1 8 .ie3 no está claro cómo
deben jugar las negras. No es posible 1 8 ...
es por 1 9 ltJ xeS! Les 20 Wf hs con una de­
bacle inevitable.

20 Wfh5 se para mediante 20 ... .ifs 2 1 .ixfs


g6, y las negras ganan (22 hg6 Wlxg6 23
W!xe5 ltJ f3+). Tras la correcta 20 .ixhl+!
'i!ixhl 2 1 Wfh5+ 'i!igB 22 Wfxe5 ltJf3+ 23 gf
Wff6, las negras tienen posibilidades de resis­
tir sin el peón.

12 -'ll f4 Es probable que el sacrificio de peón pro­


puesto tras finalizar la partida ( 1 3 ... .id7)
De momento, las bla ncas y las negras solo sea correcto.

55
La práctica ha demostrado que las negras
puedan contar con contrajuego en caso de
14 ltJxe6 'i'!.fe8 15 ifS ib4 (o 15 ... ltJaS). Las amenazas blancas se incrementan,
tanto las concretas 20 ixh7+ @xh7 2 1
Era imprescindible 1 3 ... ltJe4. 'l'!h3+ @g8 2 2 'i'!.h8+! como l a menos evi­
dente retirada del alfil a fl y la transferen­
14.bf4.id7 cia con mayor fuerza de la torre al flanco
de rey. Por ello, las negras deciden apro­
vechar la posición del alfil en c5. La directa
1 9 ... b6 no conseguía su objetivo: 20 id6
ltJxd4 2 1 ltJxd7 \Wxd6 22 lLixf6+ gxf6 23
\Wg4+, por eso, Stahlberg planea un con­
trataque.

19 lDxe5 20 dxe5 �bc5


...

Después de 21 füc5 ltJg4, se justifican las


esperanzas de las negras, pero las blancas
no tienen la intención de pasar a la defen­
siva.
El momento crítico de la partida. Las ne­
gras no advierten el peligro. En cambio,
las ventajas de las blancas son tan grandes
que las negras ya no deberían pensar en
el desarrollo, sino en cómo complicar el
juego. Esto se podía conseguir bien me­
diante 14 ... ltJe4, o bien con 14 ... \Wxb2 (si
hay que sufrir, que sea por un peón). En la
seg unda varia nte, la más crítica, quedaría
mucha lucha por dela nte. Pero ahora las
blancas obtienen una fuerte iniciativa con
el material equilibrado.

21 g3! '9'M

Las negras ya no podía n ganar el peón: La dama está obligada a abandonar el lu­
16 ... \Wxb2 1 7 'i'!.bl \Wc3 ( 1 7 ... \Wxa2 1 8 'i'!.a l gar decisivo de la batalla porque si no las
'1Wb2 1 9 'l'!e2 \Wc3 20 'l'!a3) 1 8 füb7. negras sencillamente pierden la calidad.

Es más fuerte 17 'l'!e3! ltJe4 (17 ... ltJg4 18 'Sel 22 a3 tfb6 23 exf6
\Wc3 1 9 'Sel \!Mas 10 ixh7+) 18 ixe4 de 1 9
'i'!.b3, ganando la dama. El flanco de rey de las negras está en rui­
nas. Pierden tanto 23 'l'!xc3 24 \Wg4
como 23 ... g6 24 \Wc l y también 23 ... gxf6
24 ixh7+ @fa (24 ... @xh7 o 24 ... @g7 25
No vale 1 8 ... ltJxe5 1 9 dxe5 ltJg4 por 20 g3 \Wc2) 25 \Wd4.
\Wg5 2 1 h4 \Wh5 22 ie2, y las bla ncas ga­
nan pieza. 23 ... c!>t7 24 fxg7 gxd 25 Uhs+ 'it>xg7 26

56
9xh7+ <bf6 27 bxd N.0 13
GELLER - BARCZA
Es evidente que el rey negro no puede so­
brevivir. Defensa Siciliana

Torneo lnterzonal
27 Yfd8 28 J.g6 gf8 29 J.h5 d4 30 ad4
... Estocolmo 1 952
9a5 31 Y!Yg6+
1 e4 c5 2 !ilf3 !il c6 3 d4 ad4 4 !ilxd4 !ilf6 5
Las negras abandonaron. lild d6 6 .ie2 es 7 !ilb3 .ie7 8 0-0 0-0 9 f3
J.e6

Es más fuerte 9 .. as 1 0 a4 &jj b4 (o 1 0 �e3


.

a4).

10 !ildS .ixdS 11 exd5 !ilb4 12 c4 aS 13 J.e3


lil hS 14 9 d2 !ilf4

Un sacrificio de peón, cuyo objetivo es


apoderarse de las casillas negras. Lo más
razonable para las blancas es rechazarlo,
conservando la ventaja de la pareja de al­
files.

1 5 .idl b5?

Las negras deciden provocar complicacio­


nes, aunque para ello pierdan un peón.
Posiblemente debieron prepararse para
pasar a la defensa mediante 1 5 ... b6. En
ese caso, las blancas podrían preparar
paulatinamente la ruptura en el flanco de
dama mediante &jj c 1 , b3, a3, �bl y des­
pués b4, etc.

16 a3! bxc4 1 7 axb4 ab3 18 bxa5 ftb8 19 g3


!il g6 20 ga3 .id8 21 gxb3

57
No es la mejor jugada. Era m ucho más
fuerte 21 a6. Ahora las negras, con el sacri­
ficio de la dama, casi obtienen las tablas.

21 Vc7 22 gb5
•••

22 j,b6 conservaba el peón de más y la ven­


taja posicional.

Aquí se aplazó la partida. Como se demos­


tró en el análisis, las blancas ganan sin di­
ficultades.

41 gb7 42 Vea ga7 43 Vg6+ @ga 44 h6


••.

ge745Vh5!.id446 ©g6 gxh647Vf5 gg7+


48 ©xh6 gg3 49 Ve6+ ©fa 50 Vxd6+ mea
51 Vc6+ ©n 52 Vc7+ ©f8 53 d6

22 ... gxa5! 23 i.b6 Vxb6+ 24 gxb6 J.xb6+ Las negras abandonaron.


25 ©h1 �e7 26 i.b3 gfaa 27 f4 �g67

Era correcta 27 ... j,d4!

2a .la ga1 29 gxa1 gxa1+ 30 ©g2 exf4


31 Vb4! .icS 32 Vba+ �f8 33 gxf4 fü17 34
J.xh7+ ©xh7 35 Vxta ©g6 36 b3

Debieron haberjugado 36 h4 con la amena­


za hS+, ya que entonces las negras podían
obtener las tablas atacando al peón f4 me­
diante 36 ... 'i!.g 7 + 37 'iÍ!h3 E!f7 38 'iÍ!g3 'i!.g 7 +
3 9 'iÍ!f3 'i!.f7 + 4 0 'iÍ!e4 'i!.e 7 + 4 7 'iÍ!d3 'i!.f7 .

36 gb1 37 <i>g3! gxb3+ 3a c!>g4 f6 39 h4


•••

gb1

Véase el diagrama siguiente

40 h5+

En los apuros de tiempo, las negras no ad­


vierten 40 �e8+ seguida de �e4+ para
ganar la torre.

40 ... ©h7 41 c!>f5

58
N.0 14.
GELLER SZABÓ
-

Gambito Blumenfeld

Torneo lnterzonal
Estocolmo 1 952

1 t14 'l1f6 2 c4 e6 3 'l1B

Una invitación a jugar la Defensa I ndia de


Dama.

Precisamente así: a 1 1 tlJ bd2 podría seguir


1 1 ... tlJh5 con la posterior tlJxg3, aliviando
Jugado, creo, con la plena i ntención de i n­ considerablemente la posición de las ne­
timidar al adversario. gras.

Era más preciso jugar asíya en lajugada 1 O,


ya que ante 1 0 a4 las negras podrían res­
Las blancas aceptan el reto. Como dice el ponder favorablemente con 1 O ... tlJxe4.
gran maestro Alexander Tolush: «El aje­
drez es un juego muy peligroso. Por eso, 11 ... .i.g7 12 .i.d3 0-0 13 'l1c4 'l1e8 14 'l1bd2
para los cobardes, lo mejor es jugar en 'l1d7 1 5 0-0
casa». Si se juega en las competiciones, no
se deben eludir los riesgos, especialmente También era posible 1 5 tlJxd6. Pero en ese
cuando son favorables. caso, después de 1 5 ... i.xb2 1 6 tlJf5 tlJe5,
surgía n sobre el tablero complicaciones
4- bS 5 .i,gS h6 6 .i.h4 innecesarias para las blancas. Con la juga­
da de la partida, las blancas terminan el
Se juega con mayor frecuencia 6 .ixf6. La desarrollo, tras lo cual emprenden el ata­
)Jgada de la partida es bastante más fuer­ que decisivo.
te. La jugué por primera vez unos años an­
tes en un campeonato de Kiev. 15 ... itb6 16 itxb6 Bxb6 17 itc4 Ud8 18 f4
g4
• - exdS
Después de 1 8 ... gxf4 1 9 i.xf4 las blancas
Aunque llevaba preparada la variante, ganaban rápida mente. Por ejemplo: 1 9 ...
Sza bó se encuentra inesperadamente �h4 20 �d2, y las blancas, además de te­
atrapado en una posición extraña. Con­ ner una gran ventaja posicional, ganan un
fuso, en algunas jugadas cae en una posi­ peón.
ción perdida.
19 es hS 20 .ta as 21 Bd3 fs 22 exf6 itxf6
A un juego más agudo llevaba 6 ... i.b7 7 23 ffael .ia6 24 .ih4 ga7 25 b3 ge7 26 gxe7
e4! g5 8 .ig3 tlJ xe4 9 i.e5. Uxe7 27 gel Ub7

7 adS gS 8 Ag3 d6 9 e4 a6 10 a4 b4 1 1 'l1fd2 Véase el diagrama siguiente

Véase el diagrama siguiente 28.i.xf6

59
pierden rápidamente. Llevaba a la victoria
32 �e8 füe8 (se amenazaba 33 ih7+, etc.)
33 Wfxe8+ W/f8 34 Wfe6+, y las blancas ga­
nan con facilidad.

En este momento de la partida, sufriendo


grandes apuros de tiempo, las blancas no
podían decidirse por 28 �e6 Wfxd5 29 fücf6
Wfxd3 30 füf8+ i.xf'B! 3 1 .ixd3, ganando
pieza, debido a la siguiente continuación:
31 ... dS 32 ll'le5 .ixd3 33 ll'lxd3 c4 34 ll'lc1 32 ... b3!
id6! Como se demostró en el análisis, las
blancas ganan de la siguiente manera: 35 Esta es la clave. Por supuesto, no es posi­
bxc4! i.xf4 (35 dxc4 36 lll e2) 36 ll'ld3 ble 33 �g6 a causa de 33 ... bxc2.
ie3+ (36 ... dxc3 37 ll'lxf4 b3 38 ll'le2) 3 7
if2 i.xf2+ 3 8 @xf2 d e 39 lll x b4 axb4 40 33 J.xb3 9d4+ 34 <itih1 ftxf4 35 �g6+ i.g7
@e3! ganando. 36 h4 g3

Con la jugada de la partida, las blancas se Las blancas a bandonaron.


complican la victoria.

El camino más convincente para la victoria


era 28 Wlg6 Wifl (obligada debido a la ame­
naza 29 fi.xf6 '8xf6 30 �eB+ �fB 3 7 Wihl+
@fl 32 ig6+ @f6 33 �e6++) 29 Wfxf7+ 'f1xf7
30 lll xd6 �dl 3 7 �e6 lll xd5 32 ifs con un
poderoso ataque en el final.

28 ... ixf6 29 Wg6+ 9g7 30 Wxhs J.xc4 31


bxc4 i.c37

El error decisivo, tras el cual las blancas


ganan fácilmente. Debieron haber jugado
31 ... id4+ 32@h 1 if2! y las negras redu­
cían al mínimo la ventaja blanca.

32 �e6??

Como tenía n acuciantes apuros de tiempo


(un minuto para nueve jugadas), las blan­
cas cometen un error terrible, tras el cual

60
Detectar el momento

N.0 15.
GELLER - KERES
Defensa Nimzoindia
XX Campeonato de la URSS
Moscú 1 952

Una de las características más importan­


tes de esta partida fue la búsqueda de una
continuación decisiva en la posición críti­
ca. Las blancas tenían ventaja posicional, Las blancas pretenden poner en juego to­
personificada en un mejor desarrollo. En das sus piezas, y solo después «descubrir»
este caso, es suficiente perder una opor­ sus intenciones. Esta jugada es bastante
tunidad para perderlo todo. En cualquier modesta, pero veinte años después sigue
caso, el bando activo debe encontrar la siendo considerada una de las continua­
manera de transformar un tipo de ven­ ciones principales junto con 8 Yfle2. En la
taja en otra, más estable. Con frecuencia, actualidad, las blancas luchan de una ma­
este procedimiento adquiere un carácter nera más activa por la iniciativa con la ayu­
táctico, cuya dificultad estriba en prever y da de 8 cxdS.
detectar el momento crítico.
8 dxc4
...

Aquí solo se puede mantener la venta­


ja sacrificando la calidad. Una dificu ltad La cesión del centro parece algo prema­
adicional para las blancas lo constituyó el tura. Posiblemente era más aceptable 8 ...
hecho de que en ese momento la partida i.d6 9 !!el a6 1 0 Yfic2 liJ c6 1 1 a3 dxc4 1 2
entraba en un final, que exigía una valo­ ixc4 eS (Konstantinopolsky-Steinsapir,
ración precisa. No obstante, la transición Moscú, 1 949) o 8 ... es 9 cxdS exdS 1 O !!el
de una a otra fase de la partida siempre liJ c6 1 1 dxcS ixcS 12 liJe2 llJe4 (Geller­
es complicada. Precisamente, en estas cir­ Matanovié, Estocolmo, 1 9S2).
cunstancias no es raro que el bando ata­
cante pierda la ventaja acumulada en la 9.ixc4 cS
lucha anterior.
En una partida contra Taimánov (XIX Cam­
1 d4 �f6 2 c4 e6 3 �c3.ib44e3 b6 S .id3 0--0 peonato de la URSS, 1 9S 1 ), Averbaj conti­
6�f3 d5 7 0-0J.b7 nuó 9 ... liJ bd7 1 0 Yfie2 es 1 1 a3 ixc3 1 2
i.xc3 llJ e4 1 3 :gac l !!ca con una posición
Véase el diagrama siguiente satisfactoria.

Los adversarios han elegido una variante 10a3 ad4


especialmente popular en aquella época,
el sistema Rubinstein, que ofrece a ambos Esto muestra los defectos de las dos juga­
bandos una amplia gama de posibilidades das precedentes. Las negras se ven obli­
en la elección de su plan. gadas a separarse de su alfil de casillas
negras, ya que 1 O ... ias 1 1 dxcS bxcS 1 2
l.id2 Yfie2! concede a las blancas mejor juego.
Merecía atención 1 O ... ixc3 1 1 ixc3 llJe4

61
1 2 iel , a unque las blancas tendrían ven­ Ganando un tiempo importante para do­
taja en forma de pareja de alfiles. blar las torres (no es posi ble 1 6 ... lll c6).

1 1 axb4 dxc3 12 .ixd 16 ... me7 17 gad1 fü7 18 �eS!

12 ... �e4? La maraña de piezas negras en el flanco de


dama presenta un espectáculo lamenta­
Era necesario continuar 1 2 ... lll c6 con la ble, pero no es posible desenredarla. Me­
posibilidad de 1 3 b5 lll e 7 1 4 ib4 J.d5, diante 1 9 f3 lll f6 20 ih4, las blancas pre­
aunque aquí las blancas también están tenden reforzar aún más su posición. Por
mejor. El intento de obtener la igualdad otra parte, tienen previsto el sacrificio de
i nmediata les trae dificultades a las negras. calidad que sucede en la partida, ya que,
de no ser así, las negras termina rían libre­
mente su desarrollo y podría n contar con
un resultado favorable.
¡Esta es la clave! La simplificación favorece
a las blancas, y la amenaza de mate en d8 18 .. f6
.

les permite conservar el alfil, reti rándolo a


e l . Como resultado, en la posición abierta Esta jugada natural conduce a las negras
se hará sentir tarde o temprano la ventaja de manera inesperada y por la fuerza a un
de la pa reja de alfiles. final desesperado. Es mejor 18 ... lll f6, pero
entonces, después de 1 9 f3 lll bd7, el alfil
Ahora es malo para las negras 14 ... gxd l + blanco también accedería a g3 de manera
1 5 gxd 1 lll c6 por 1 6 b5 lll xc3 1 7 bxc6 eficaz.
lll xd l 1 8 cxb7 l'i:b8 1 9 .ia6, y la maniobra
lll f3-e5-c6 es inevitable. 19.id3 �d6

La variante principal consiste en 1 9 ... fxe5


20 füe4 ix:e4 2 1 ix:e4 llic6 22 b5 !!d8 23
Eliminando de raíz las amenazas de mate !!el , y las blancas consiguen material sufi­
que podían surgir, por ejemplo, tras 1 5 ciente para ganar. El intento de agudizar
... lll c6 1 6 b5 lll b4 ( 1 6 ... lll e 7 1 7 gd7) 1 7 el juego, 1 9 ... lll xf2, tropezaba con la re­
ix:b4 !!xc4 1 8 füa7. futación 20 ixf2 fxe5 2 1 ih4+ g5 (de lo
contra rio, sigue 22 fül +) 22 ix:g5+ ©f7 23
16 gd4 !!h4 (aquí es más sencilla 23 !!f1 + con ata­
que de mate).

62
Ahora el problema de las blancas es crear
un peón pasado en el flanco de rey. Se re­
suelve de esta manera:

28 i.g8+ ©d6 29 f4 exf4 30 exf4

Resulta que el peón g7 no puede ser de­


fendido.

30 ... �e6 31 .ies+ ©ds

O bien 31 ... @d7 (e7) 32 f5.


20i.xh7!
Tras 32 ... llJg5 33 i.d5! (33 bgl �c2+) 33 ...
Existía cierta dificultad, no en el cálculo, llJhl! 34 bgl liJf6, las negras podían ejer­
por supuesto, sino en la valoración exacta cer mayor resistencia.
de la posición tras la entrega de la calidad.
Las negras no pueden evitarla (20 ... llJ bS) 32 i.xg7 gca 33 .ixe6+
debido al jaque intermedio en g6.
Las blancas podían preservar la pareja de
20 ... fxe5 21 gxd6 i.dS 22 g6xd5 exd5 23 alfiles: 33 if7 !%c7, pero esto ya no es ne­
gxd5 fü1 24 ©f1 � c6 25 ©e2 cesario.

Sería precipitado 25 b5 @e6! 33 ... ©xe6 34 ©o fü4 35 .id ©ds 36 h4 as


37 bxa5 gxc3+

La última posibilidad, ya que los peones


El intento de ganar un peón, 25 ... �h8, blancos son irresistibles.
llevaría a una peligrosa iniciativa de las
piezas blancas: 26 ie4 !%xh2 27 b5, de tal 38 bxcl bxa5 39 h5
modo que incl uso el rey negro no se senti­
ría cómodo. Por eso, se comprende el inte­ Era suficiente entrar de i nmediato en el
rés de las negras por cambiar torres. cuadrado del único peón negro, 39 @e2,
pero las blancas muestran otra vía hacia
26 gxd8 �xd8 27 i.cl ©e6 la victoria: 39 ... a4 40 h6 a3 41 h7 a2 42
hB=Vff a 1 =Vff 43 c4+

39 ... ©e6 40 ©e3

Las negras abandonaron.

63
La fuerza en movimiento ¿Es esto importante? Creo que sí, ya que
no siempre todo se reduce a una transpo­
N.0 16. sición de movimientos. Pero veinte años
atrás, cuando las posiciones de apertura
GELLER - NAJDORF
se estudiaban mucho menos, ni la mayo­
Defensa Siciliana
ría de mis colegas ni yo prestábamos aten­
Torneo de Candidatos ción a este tipo de sutilezas.
Zúrich 1 953
10 ... .ic4 1 1 a4
De vez en cuando, como todos los j uga­
dores, echo un vistazo a mis partidas de
años anteriores, regresando a variantes y
posiciones ya sancionadas por la práctica.
Intento restaurarlas para encontrar nue­
vas ideas, nuevos planes. En esta búsque­
da, muchas ideas ya están agotadas, pero
otras muchas permanecen y se pueden
elaborar con mayor precisión y detalle. En
un esquema conocido, se hallan muchas
sutilezas, y la intuición del pasado se ve
apoyada por el razonamiento.

Algo semejante se puede decir de la po­ Esta jugada es parte de un plan para ocu­
sición que se presentó en esta partida. Se par el centro y bloquear el flanco de dama
había dado en mi práctica, en encuentros negro. Más adela nte, el lector de este libro
importantes desde el punto de vista de­ tendrá la ocasión de comprobar que rea­
portivo como, por ejemplo, en Curazao lizo con bastante frecuencia un plan de
con Robert Fischer. Es cierto que en su este tipo contra la Siciliana. Por otra parte,
manejo han aparecido ciertas sutilezas, antes lo hacía de ma nera intuitiva, mien­
que se describen en los comentarios a la tras que ahora lo hago conscientemente.
décima jugada de las blancas. ¿Por qué? Creo que es un error suponer
que la idea predominante de las blancas
1 e4 c5 2 �B d6 3 d4 cxd44 �xd4 �f6 5 �c3 contra la Defensa Siciliana sea el ataque al
a6 6 Ae2 es 7 �b3 .ie6 8 0-0 �bd7 9 f4 V!Jc7 flanco de rey. Después de todo, en los sis­
10f5 temas en los que el caballo d4 retrocede
a b3, todas las piezas menores blancas, la
Posiblemente, hoy en lugar de 1 O fS elegi­ torre a l y la dama, normalmente miran al
ría 1 0 'i!? h l , sin descubrir todavía mis car­ flanco de dama, debilitado, además, por el
tas y manteniendo la tensión en el centro avance de los peones «a», «b» y, a veces,
(como sucedió en mi encuentro con Don­ también el «e» (punto dS). Por eso tiene
ner en el torneo IBM de 1 970), pero tam­ sentido atar primero a las fuerzas negras
bién me preguntaría, ¿no es mejor avanzar activándose en el flanco de dama, y solo
el peón de f2 a f4 una jugada antes del en­ después, si surge la oportunidad, poner la
roque? Después de todo, en la partida las mira en el rey negro.
negras podían haber respondido a 9 f4 no
solo con 9 ... fiel, sino también de manera En la presente partida logré plasmar esta
más flexible con 9 ... :8:c8, sin determinar idea en su forma más pura.
todavía la posición de la dama.

64
1 1 ... gca 12.te3 .ie7 16 h3 h4 1 7 gf2 bS 18 axb6 lll xb6

Evidentemente, las negras subestiman el


peligro que las amenaza por la presión en
el centro y en el flanco de dama; si no hu­
biera sido así habrían j ugado 1 2 ... dS 1 3
tll xdS ( 1 3 exdS .ib4) 1 3 ... tll xdS 1 4 exdS
ixb3 1 5 cxb3 ics. Por esta razón, era más
preciso para las blancas retirar su rey, 1 2
iih l , como ocu rrió en juegos posteriores.
Pero, repito, entonces los matices posicio­
nales se quedaban fuera de los límites del
análisis.

13 a5 h5? Najdorf puso considerables esperanzas en


su jugada 1 7. En efecto, su posición parece
muy prometedora en caso de que las blan­
cas acepten el sacrificio temporal de peón.
Por ejemplo: 1 9 E:xa6 tll c4 y a 20 ic l le si­
gue 20 ... 'ªb7, y si 20 'ªel , 20 ... tll xb2 2 1
tll bS 'ªb7 2 2 tll xd6+ .ixd6 23 l'!xd6 tll c4
seguido de la captura en e4. El asunto, sin
embargo, es que las blancas, sin prestar
atención al peón, continúan con su plan,
que las negras no consiguen impedir con
su última jugada. Estos son los pasos de
este plan:

Más que por la debilidad del flanco de 1} Colocar la dama en e2 y trasladar la to­
rey, que las blancas no consiguen explo­ rre de f2 a a 1 , atando todas las piezas pe­
tar, por la pérdida de un tiempo precioso: sadas negras a la defensa del peón a6.
posteriormente, el peón tendrá que seguir
avanzando. A este respecto, la jugada 1 1 ... 2) Trasladar el caballo de b3 a e3, para ejer­
l'!c8 se debe considerar inexacta, siempre cer u n firme control sobre el punto dS.
que las negras no la hayan asociado con
1 2 ... dS. Era mejor, como hizo Fischer, ju­ 3) Penetrar en dS con el caballo, obtenien­
gar 1 1 ... .ie7 seguido del enroque en el do una estructura típica: caballo bueno
lado corto, füc8 y bS, lo cual es imposible contra alfil malo.
ahora debido a la debilidad del peón «a».
No obstante, enseguida queda claro que Como se verá, para ponerlo en práctica, las
Najdorf no tuvo en cuenta esta circunstan­ blancas necesitarán 1 2 jugadas. Comien­
cia. zan con la eliminación de una de las piezas
negras capaces de defender el punto dS.
14.ixc4 ti'xc4 1 5 ga4 ti'c7
19 .ixb6! ti'xb6 20 ti'e2 gas 21 <itih2 o-o 22
La posible 1 5 'ªc6 no cambiaba nada gn ga7
sustancial.
Es más activa 22 ... füdB con idea de 23 l'!fa 1

65
dS! El carácter de la posición se ha estabiliza­
do, y la estrategia de partida de las negras
23 �Ual gfa8 24 g1a2 se puede considerar derrotada.

No es cuestión de una ortodoxia exage- 32 ... 9c5 33 gal


rada, como escribe Bronstein en su libro
Ajedrez de Torneo, en el que propone 24
'!Wd3 seguido de 25 lll d 2 y no es posible
25 ... '!Wxb2 por 26 l:fü l , sino simplemente
de técnica. Es necesario proteger la casilla
f2 de la i nvasión de la dama negra, lo que
podría llevar a complicaciones innecesa­
rias en una posición en la que la ventaja
de las blancas es indiscutible.

24 ... J.d8 2s �as gc1

33 ... 9f2

Parece que las negras tenían aquí una po­


sibil idad excelente: 33 ... a4, y si 34 bxa4,
entonces 34 ... E:xa4. Pero aquí las bla ncas
tendrían la oportunidad de atacar al rey:
34 '\Wg4 axb3 35 f6 g6 36 '!Wxh4, anuncian­
do mate. Las neg ras tendrían que jugar
34 ... '1Wf2, pero después de 35 f6 '!Wg3+ 36
'!Wxg3 hxg3+ 37 'i!;>xg3 axb3 38 füa7 ixa7
39 cxb3 las blancas ganan el final fácil­
26 �c4 mente.

En una posición similar en Curazao cont­ 34 9xf2


ra Fischer, realicé el plan con lll c 3-d5, y
después de lll xd5, las blancas respondie­ Aunque favorables, eran innecesarias las
ron exd5, asegurando la casilla c6 para el compl icaciones que surgen tras 34 '!Wg4
caballo. Sin embargo, aquí el plan de las i.d8 35 b4 a4.
blancas está más cercano a su realización,
y sin necesidad, como se suele decir, no 34 ... J.xf2 3s gn
vale la pena cambiar de caballo mientras
cruzas el río. Una j ugada importante, que asegura la li­
bertad a su propio rey. Si las negras dan
26 ... 9c6 27 �e3 as 28 gc4 9a6 29 b3 ahora jaque en g3, entonces es el alfil
quien se q ueda atrapado.
Previniendo el posterior avance del peón
«a» . 3S ... J.d4 36 d J.c.s 37 g4 hxg3+ 38 @xg3
gb7 39 gb1
29 ... .ib6 30 gxc8+ 9xc8 31 �edS �xdS 32
lüxdS Está claro que las negras no están en con-

66
diciones de impedir la creación de un peón 46 fü1 cit>g7 47 gc7+ ©h6 48 ©e4 ©g5 49
pasado en la columna «b» ni el traslado del Z!:h7 Af2 so �g7+ mh4 s1 mo Ae1 s2 ®92
rey a c4 para apoyarlo. Por eso, necesitan
aparta r su rey de la octava fila para tener la Amenazando mate en tres jugadas: 53
posibilidad de trasladar su torre a h8 con .!'!g4+, 54 li::l xf6+ y 55 .!'!g6++
contrajuego contra el peón «h». Lo ante­
rior y también el deseo de minar el peón 52 gf8 53 b5 J.a5 54 b6 .lxb6
•••

f5 explican la siguiente jugada de las ne­


gras, tras la cual se llega a un final de libro. Si no, después de b6-b7-b8, el mate será
Los peones negros están situados en casi­ i nevitable.
llas del mismo color que el alfil, el caballo
tiene una estancia eterna en el centro, y el 55 �xb6 gba 56 �g4+ cit>h5 57 �d5
rey blanco tiene asegurado el paso por las
casillas blancas. En esta posición, la victo­ Las negras abandonaron.
ria es cuestión de tiempo.

43 cit>d3

La partida hubiera finalizado rápidamente


después de 43 fxg6+ @xg6 44 bxc5 Ei:xb 1
45 c6 i!.b8 46 el i:!h8 47 cB=Wi Ei:xc8 48
li::l e7+ Concentrado por completo en la
realización de mi plan, pasé por a lto esta
posibilidad táctica.

43 ... gxf5 44 exf5 axb4 45 ab4.id4

Aquí podemos hacer un breve resumen de


la situación: las blancas tienen dos peones
pasados aislados, y las negras dos liga­
dos. ¡Pero los peones blancos se mueven,
mientras que los negros permanecen es­
táticos!

67
La segunda y la última ... 10 ... dxeS

N.0 17.
EUWE - GELLER
Defensa India de Rey

Torneo de Candidatos
Zúrich 1 953

Durante la partida advertí que probable­


mente este sería mi segundo y último en­
cuentro con el experimentadísimo excam­
peón mundial, Max Euwe, que ya reducía
sus intervenciones. En cualquier caso, ya
no j ugaría el siguiente ciclo de clasifica­ 11 �g5
ción en la lucha por la corona ajedrecística.
Y en este torneo Euwe evitó el duelo teóri­ Dejando claras sus intenciones: ocupar di­
co en los complejos esquemas modernos, rectamente la casilla d6 con la maniobra
tratando de elegir continuaciones más llig5-e4-d6. Pero el tiempo perdido en
simples. esta acción lo aprovechan las negras para
crear unas buenas condiciones previas
Las negras tomaron en cuenta todo esto para el ataque.
a la hora de decidir la táctica de juego.
Además, yo tenía ansias de venganza: en 11 Ue1 12 �ge4 �cS 13 �d6 gds 14
•••

la primera vuelta de esta competición, el �xc8 gxdl+ 1 5 �xdl


excampeón del mundo, apoyado en su
experiencia de tres matches con el gran La captura con la dama en dl habría con­
maestro de la combinación, Alexandre cedido posteriormente a las negras un
Alekhine, repelió con éxito mi ataque ... tiempo para el desarrollo de la torre por la
columna «d».
1 d4 �f6 2 c4 g6 3 g3 .ig7 4.ig2 0-0 5 �B d6
6 0-0 �bd7 7 Va 15 ••• gxc8 16J.d2

De esta manera, las blancas dejan sitio li­ Una jugada de desarrollo tan modesta in­
bre para la torre y, al mismo tiempo, de­ d ica que en este momento la ventaja de la
fienden el peón c4 e impiden a las negras pareja de alfiles blancos es de naturaleza
iniciar complicaciones tácticas en el cen­ puramente teórica. La evidente diferencia
tro después de e7-e5, exd4 y llib6. En sus en la armonía de las piezas ligeras permite
intenciones incl uyen explícitamente un concluir que la batalla de la apertura ha fi­
cambio de peones en el centro. nalizado a favor de las negras.

7 es 8 gd1 gea 9 �c3 c6 10 dxe5


•.• 16 �fd7! 17 i.d fS 18 �e3 �e6 19 b4
•.•

Se amenazaba 1 O ... e4 y 1 1 ... dS, por eso, Esta jugada de apariencia activa en ningún
las blancas ponen en marcha su plan y modo es un i ndicio de agresión por parte
cambian en el centro. La jugada 1 O e4 lle­ de las blancas. Sencillamente, liberan la
va a una lucha más compleja. casilla b2 para la dama, cuya posición es­
taba a punto de restringirse bastante.

68
19 ... �cl4 20 Bb2 Bf7 21 a4 !tf8

31 ... f!Ye6 32 !tB lte8 33 mf2 !tf8

La concentración de piezas negras en el En el umbral de los apuros de tiempo, las


flanco de rey adquiere tintes amenazan­ negras se limita n a i mpedir que el adversa­
tes. Si se tiene en cuenta la circunstancia rio realice alguna acción liberadora, lo cual
de que las blancas se verán obligadas a está tanto más justificado cuanto que las
capturar con el alfil el caballo d4, y que blancas están obligadas a esperar pasiva­
el caballo e3 está atado a la defensa del mente el desarrollo de los acontecimien­
peón c4, entonces la ventaja posicional de tos.
las negras está destinada a incrementarse.
34 mn mg8 1s ma !tf7 16 mn !tts 11 ma
22 as f4 23 gxf4 Bxf4 24 !tf1 �f6 25 c5 i.f6 38 m,1 gds 19 ma m,1 40 mn ghs
41 mg1 gds 42 h3
El intento de abrir el juego, 25 b5, solo
favorecería a las negras; después de 25 ... Este avance no estropea la configuración
llie4 ta mbién se debil itarían los peones de peones de las blancas. Al contrario, el
blancos del flanco de dama. Por eso, el ex­ peón h3 está sólidamente defendido.
campeón mundial ya empieza a construir
barreras defensivas, bloqueando la posi­ 42 m11
•••

ción siempre que sea posible.


Tras analizar la posición aplazada, las ne­
25 ... �e4 26 .lxe4 Bxe4 27 .bcl4 excl4 28 gras planearon trasladar su rey a una po­
lt:ig2 a6 sición más segura en el flanco de dama,
y luego realizar un ataque general en el
Es lógico para las negras bloquear el juego flanco de rey.
en el flanco de dama, aunque también era
posible 28 ... �es. 43 mf2 me7 44 mf1 md8 45 �e1

29Bb3+ mh8 30 Bd3 Bes 31 f4 Advirtiendo la inutilidad de una defen­


sa pasiva, las blancas inician la siguiente
Véase el diagrama siguiente maniobra del caballo para preparar un
contrajuego contra el rey negro.
Este debilitamiento del peón «e» y de la
casilla e3, aparentemente desesperado, 45 ... mc7 46 �a mb8 47 �a3 i.d8 48 �c4
gira sobre la misma idea: la creación de i.c7 49 lt:i b6 gd8 so f5
una fortaleza inexpugnable.

69
niendo el sacrificio en b7) S9 ltJc8+ fuc8 60
'\!Mxc8 '\!Mxel+ con un rápido paso a un final
de damas.

Las blancas siguen consecuentemente la


realización de su plan general, dirigido al
contrajuego. En caso contrario, las mismas
neg ras incrementarían la presión sobre el
peón f4 �e6-f6, etc.}.

A pesar de todo, era mejor regresar con el En los comentarios de esta partida en su
caballo al centro, SO ltJc4, y ((mantenerse». l ibro Ajedrez de Torneo, David Bronstein re­
La victoria de las negras, a pesar de su gran comienda 56 'iJ,f7 y ofrece la variante 56 ...
ventaja, no sería tan evidente como tras la 'l!Mg i + s7 <llf3 'l!Mfi + ss <llg 3 if4+! s9 <llh4
jugada de la partida. (59 fücf4? 'l!Mg 1 +; o bien 59 @g4 hS+} 59 ...
'l!Mf2+ 60 <llg4 hS+ ganando.
SO ... gxfS S1 '9'xf5 '9'116 S2 '9'f7

Las blancas se proponen invadir con las


piezas pesadas la 7.ª fila, para dar mate
al rey negro. En el orden del d ía figura la
preg unta: ¿Quién será el primero en crear
una amenaza decisiva? Tras un periodo de
maniobras, ha llegado el momento de cal­
cular tiempos.

52 ... '9'c1+ 53 ©n J.112 !

De manera i nesperada, surge la amenaza


54 ... 'l!Mg 1 ++ ¡Sin embargo, esto no es así! En efecto,
después de 61 @fs? las negras obtienen
54 '9'g7 J.f4 SS ci>g2 J.e3 la victoria de una forma bastante astuta:
61 ... ic7+! 62 <llg 6 'l!Mxe2!! 63 füc7 '11Me4+
Un error que permitía a las blancas salvarse 64 @gs (64 <llx hs 'l!Mfs+, 65 ... 'l!Mf4+ y 66 ...
después de la jugada mencionada más aba­ 'l!Mxc7} 64 ... 'l!Me3+! 65 <llfs 'l!Mxh3+ 66 @es
jo, S6 'iJ,f7. Entre las variadas continuaciones E:e8+ 67 'fl.e7 füe7+ 68 'l!Mxe7 'l!Me3+ 69
que permitían mantener una ventaja consi­ <llt6 '\!Mxe7+, y uno de los peones negros
derable, se incluye la profiláctica SS ... <lla 7 se transforma en dama.
(SS ... hS!? S6 '\!Mfl ic7) S6 'l!Mg4 ie3 S7 'iJ,fJ
'1Mb2, y si S8 'iJ,fl, entonces S8 ... d3! (previ- Hay que añadir que después de 70 <llxe7

70
solo gana 70 ... d3, a la vez que tras 70 ... h4?
71 @dB h3 72 li'J dl+, 73 @el y li'J b6-c8 ¡las
blancas dan jaque continuo!

Pero las blancas pueden continuar 6 1


@xh5 Wfxe2+ 6 2 @h4! Wfe l + 6 3 @ h 5 ! y, ya
que 63 ... Wf e5+ es mala debido a 64 Wfxes+
.ixe5 65 li'J d7+, las negras no pueden ex­
pulsar al rey blanco de las casillas h4 y h5.
En este caso, como se advierte fácilmente,
la idea propuesta anteriormente de retirar
el alfil a c7 no vale: ya no existe la amenaza
de dar jaque al rey blanco por las casillas 60 .. 9g1+ 61 @B 9f2+ 62 @e4 ges+ 63
.

f4 o g3. Y esto sig nifica que la intuición no ge7 9h4+


le falló al venerable excampeón mundial y
que su apuesta por el contrataque en prin­ Las blancas abandonaron.
cipio era correcta.

56 ... 9d2 57 g17

El tiempo perdido por las blancas permite


a las neg ras concluir de manera forzada el
combate. No obstante, ya no había defen­
sa, porque ante 57 Wfg4 decide 57 ... d3, y
si 57 @f3 ih6.

La jugada más tenaz era 57 i'!.fB. Las negras


mantienen la ventaja con una sola jugada:
57 Wfxe2+ 58 @h 7 Wfe 1+ 59 @gl Wfh4!
(está claro que la captura de la dama lleva
al mate) 60 i'!.xdB+ WfxdB.

57 ... 9xe2+ 58 @g3 9e1+ 59 @B

La retirada a la columna «g» llevaría a la


misma variante de la partida o al cambio
de damas y a la marcha del peón negro
hasta la casilla de coronación.

59 ... 9h1+

Véase el diagrama siguiente

60@g3

En caso de 60 @e2 d3+! 61 @xe3 i'!e8+


tampoco se salvaba el rey blanco.

71
¿Qué debilidad es más débil?

N.0 18.
BOTVINNIK - GELLER
Gambito de Dama

XXII Campeonato de la URSS


Moscú 1 955

Anteriormente, Botvinnik había ganado a


Keres con esta variante. Pero yo repetí la
apertura. En primer lugar, porque la posi­
ción de las negras me causaba cierta sim­ te que se inicia con 8 Wff3
patía, el juego podía llegar a ser muy in­
teresante. Y en segundo lugar, porque me
permití... un pequeño bluf (en esos años
me veía tentado por ese «pecado»). Su
esencia es que la manera de refutar la idea
de las negras pasa solo por una maraña de
complicaciones agudas, y en esta etapa de
su carrera el excampeón mundial hacía lo
posible para evitar posiciones poco claras,
irracionales. Además, las neg ras incluyen
la jugada intermedia h6 y... en pocas pala­
bras, su proyecto se vio confi rmado...

1 c4 �f6 2 d4 e6 3 �d dS 4 adS 8 ... Wfb6 (después de 8 ... ig6 9 ixf6 gxf6


[aunque en la partida Geller-Portisch,
La variante preferida y profundamente Zagreb 1 955, en la variante 9 Wfxf6 1 O
analizada del entonces vigente campeón Wfxf6 gxf6, las negras de alguna manera
del mu ndo. Si las negras se limitan al sim­ consiguieron mantenerse, a pesar de que
ple desarrollo i.e7, 0-0, llJd7, etc., las ame­ la ventaja blanca es evidente] 1 O Wfd l Wfb6
naza un ataque de minoría de peones en 1 1 Wfd2 llJd7 1 2 llJf3 !!g8 1 3 i.e2 i.d6 1 4
el flanco de dama, del que Botvinnik ha 0-0 y e l juego d e las blancas es considera­
demostrado ser un gran maestro. blemente superior [Krogi us-Kovács, Buda­
pest 1 965). En la actualidad, el final después
4 exdS 5 .igs c6 6 e3 h6 7 J.h4 .ifS
... de 8 W!f3 i.g6 9 ixt6 Wfxf6 1 0 Wixf6 gxf6 se
considera aceptable para las negras, y habi­
Véase el diagrama siguiente tualmente surge sin la inclusión de lasjuga­
das h6, i.h4) 9 Wfxf5 Wfxb2 1 0 Wfc8+ We7
8 .id3 1 1 l::! b 1 ! (después de 1 1 llJxd5+ cxd5 1 2
Wfc l Wfb4+ 1 3 We2 en la partida Smyslov­
No fue hasta varios años más tarde, tras el Pachman, Olimpiada de Múnich 1 958, las
análisis publicado a partir del suficiente negras no debieron continuar 1 3 ... W/b5+?
material práctico recopilado por el enton­ 14 d>f3 Wfd7 1 5 i.xf6+ d>xf6 1 6 g3 con ven­
ces joven maestro y ahora gran maestro taja blanca, sino 1 3 ... g5! 14 ig3 llJe4 1 5 f3
lgor Zaitsev, cuando se demostró que es Wfb5+ 1 6 d>e1 W/b4+ con tablas [así termi­
favorable para las blancas la aguda varian- nó la partida Sajtar-Kozma, Bucarest 1 962)

72
1 1 ... Wxc3+ 1 2 'it>d1 g5 1 3 .ig3! [solo lleva 16'tfbS'fYb6 17 VBxb6
a tablas 1 3 :8.xb7+ lli bd7 1 4 Wxa8 llie4!
con jaque continuo] 1 3 ... llie4 1 4 llif3 .ig 7
[en caso de 1 4 ... llixg3 1 5 hxg3 la posición
de las negras es desesperada, ya que ante
1 5 ... @f6 decide 1 6 '8xh6+!; el sacrificio de
torre proporciona la victoria debido a 1 6 ...
'i!xh6 1 7 V!!xfB 'i'!.h 1, pero en caso de 16 lli es
o de 16 V!!xbl las negras tampoco pueden
escapar] 1 5 füb7+ 'it>f6 1 6 .ie5+ @g6 1 7
lli h4+ gh 1 8 Wf e6+!, y tanto si las negras
capturan la dama como si se defienden
del jaque, enseguida reciben el mate [en
vez de 1 6 .ies+ en el encuentro Brodsky­
Jrushev, Peterhof 2006, las blancas jugaron 17 ... axb6!
16 V!!g4 V!!a 1 + 1 7 'i!i>c2 V!!xa2+ con tablas por
jaque continuo). ¡Continúa la apuesta por un juego activo!
De acuerdo con esto, las negras acepta n el
Por supuesto, sobre el tablero a priori es posterior deterioro de su configuración de
muy difícil valorar unas complicaciones peones, ya que tras la jugada del texto la
tan agudas y fantásticas. Por eso, las blan­ torre de dama de las negras, que todavía
cas eligieron la continuación más tranqui­ no ha realizado ni una sola jugada, ya se
la, tras la cual, sin embargo, las negras no muestra agresiva.
tienen ninguna dificultad.
18 b3
8 ... .ixd3 9 YBxd3 J.e7 10 �ge2
¡Previniendo la invasión del caballo en c4!
Después de 1 0 llif3, las negras tienen la Es mala 1 8 llixd5 llixd5 1 9 '8xd5 '8xa2; sin
posibilidad de afianzarse en el punto e4. embargo, merecía atención 18 llif4, y si 1 8
... llic4, entonces 1 9 llifxd5 llixd5 20 '8xd5,
10 ... � bd7 11 0-0 0-0 12 B ge8 13 J.f2 simplificando la posición.

No valía la ansiada 1 3 e4 por 1 3 ... dxe4 1 4 18 ... �c6 19 �f4 � b4


fxe4 llixe4 1 5 llixe4 .ixh4 1 6 lli d6 m8 1 7
llixb7 Vf!c7 con ventaja negra.

13 ... cS

Empieza la «discusión de la pregunta»:


¿Qué peón es más débil, el negro en d5 o
el blanco en e3?

14 dxcS .ixcS 15 gad1 �es

En forma de compensación por el peón


aislado, las piezas negras son muy acti­
vas. A su vez, hay que manifestar que esta 20 �d3?
compensación es más que suficiente.

73
Un error, provocado por el hecho de que negra, lo que, con la presencia de alfiles
las blancas todavía buscan luchar por la de casillas negras, adquiere un significado
ventaja. Debieron haber reconocido que sustancial.
ya no la tienen, y buscar la simplificación
en la variante 20 llJfxd5 llJfxd5 21 llJxd5 26 ge2 gb3 27 J.e1 �hS
llJxd5 22 !!xd5 füa2 23 e4 'il.xf2 24 :l:!xf2
'il.a8 25 :!:!xc5 bxc5 26 !k2 con posibilida­
des de ta blas.

En esta variante, las blancas no necesitan


darse prisa en capturar en es, pues da unas
tablas sencillas 25 g3 :!:!al (2S ... 'i'!.a3?! 26 b4)
26 fu-es :!:!a 1 + 27'il.c1 ! (la más sencilla, impi­
diendo el doblaje de los peones negros) 27
... !!xc 1 + 28 <j;g2 i:!b 1 29 i:!dl fu'b3 30 'il.d7=

20 ... �xa2 21 �xa2 gxa2 22 g1e1 J.ci6 23


h3 ga
Tras el cambio del caballo negro por el
La ventaja de las negras viene dada no blanco, el peón b4 estaría condenado.
tanto por el peón de más doblado en la
columna «b» como por la distribución 28 g4 �g3+ 29 i.xg3 i.xg3 30 'ii1g2
ideal y actividad de sus piezas.
No salvaba 30 f4 debido a la maniobra
24 @ft i.g3-h4-e7.

Era un poco mejor 24 :!:!el :!:!ec8 25 'il.xc2 30 ... J.ci6 31 <!>12 fü8
fuc2 26 'il.cl 'il.d2 27 llJel , aunque enton­
ces, después de 27 ... llJh5, las negras se­ Las negras se proponen capturar el peón
g uirían teniendo posibilidades de éxito. «con toda comodidad», después de mejo­
rar previamente al máximo la posición de
Era más fuerte y sencilla 27 ... i:!bl. sus piezas.

24 ... gc3 25 b4 bS

Fijando el peón débil blanco en una casilla La amenaza 33 ... d4 fuerza a las blancas a

74
hacer algo, pero permite a las negras con­ La táctica lo decide todo
servar el fuerte alfil.
N.019.
SMYSLOV - GELLER
Defensa India de Rey
El cambio de un par de torres sería favora­
ble a las negras, aunque el resultado de la Match por el título de campeón
partida ya está decidido de todos modos. de la URSS (7), Moscú 1 955

35 J.b4 36 mn .icS 37 � d4 b4 38 gda+


... En este caso, lo que tengo presente no es
mh7 39 gca gc3 40 �el gxe3 un golpe táctico, sino la táctica de comba­
te en un match. Este fue el primer match
Las blancas abandonaron. de mi vida, y lo que lo hacía aún más di­
fícil es que antes no había tenido fortuna
en mis partidas con Smyslov. Aunque en
varias ocasiones había obtenido contra
él buenas posiciones, incluso ganadas, la
defensa sutil e ingeniosa de Smyslov me
había impedido convertirlas en victoria.

Antes del i nicio del match, me reuní con


el gran maestro fgor Bondarevsky, que
era entonces mi segundo, y trazamos la
siguiente táctica. Generalmente, Smyslov
me permitía lanzarme hacia delante y lue­
go aprovechaba con gran precisión cada
error, cada debilitamiento de la posición.
Decidimos que debía jugar muy tranquilo,
a la espera de la reacción de Smyslov ante
tan inesperado giro de los acontecimien­
tos. Como parte de nuestro plan, en la se­
gunda y cuarta partidas, cuando Smyslov
eligió la Defensa Eslava, evité la continua­
ción de gambito, aunque anteriormente
ha bía obtenido contra él una gran ventaja
de apertura en el gambito eslavo. En la S.ª,
en respuesta a 3 g3 (en aquella época a
Smyslov le gustaba el fianchetto del alfil de
rey contra la Defensa India de Rey), pasé
a la Defensa Grünfeld e igualé fácilmente
el juego.

Era evidente que en la 7.ª partida, cuando


el match se decidía a la primera victoria,
las blancas intentarían extraer algo más de
la apertura y podría n entrar en el sistema
Samisch de la Defensa I ndia de Rey. Aun­
que en sí no es mala, lo consideraríamos

75
como una victoria, ya que Smyslov no la ya se ha jugado.
había empleado anteriormente.
8 ... cxdS 9 cxdS lbeS 10 9d2
Y así sucedió. Las blancas jugaron mal la
apertura, cayeron bajo un ataque, y tras En caso de 1 0 llic1 , seguiría 1 O .. ih6!, y en
.

seis ta blas seg uidas el match concluyó en caso de cambio ( 1 1 J.xh6 '\Wh4+) se debi­
el primer round adicional. litaría todo el complejo de casillas negras
del campo blanco.
1 d4 lbf6 2 c4 g6 3 lbd J.g7 4 e4 d6 5 B
10 ... fS
Por lo tanto, la aguda l ucha deseada por
las negras ya está asegurada.

s .. 0-0 6 J.e3 es 7 lbge2 c6


.

11 h3?

Es difícil entender cómo un ajedrecista


con una mente tan lógica como Smyslov
Esta posición se jugó con frecuencia en sea capaz de hacer una jugada tan ilógica,
las semifi nales del XXII Ca mpeonato de la pasiva y francamente débil; incluso el que
U RSS. Es especialmente interesante la par­ la posición sea poco familiar hace impo­
tida Borisenko-Boleslavsky (Gorki 1 954), sible la explicación. Por supuesto, era im­
donde las negras llevaron a cabo una idea prescindible 1 1 llic 1 .
preparada con su jugada anterior: 8 1Wd2
exd4 9 llixd4 dS 1 O cxdS cxdS 1 1 es llieB Posteriormente, en la práctica se juega con
1 2 f4 f6 1 3 e6 fS 14 e7 '\Wxe7 1 s llixdS '1Wd8 mayor frecuencia 1 1 0-0-0.
1 6 ic4 @ha 1 7 i.b3 lll f6 1 8 llixf6, y la par­
tida pronto terminó en tablas. Sin embar­ 11 ... lbd7 12 g3
go, la continuación dS de ninguna ma nera
es obligada para las negras, que mediante Las blancas piensan en el enroque corto,
7 ... c6 preparan también bS. Por eso, ante mientras que su única posibilidad era 1 2
8 1Wd2, que sin duda es la mejor, su i nten­ 0-0-0 e intentar continuar el j uego por la
ción era responder 8 ... a6 9 0-0-0 lll bd7 1 0 col umna «C».
@b1 bS 1 1 llic1 ges con juego complejo.
12 ... lbb6 13 b3
8 d5
1 3 llic1 no protegería el punto c4 de la
En esta posición, esta jugada no ofrece a invasión del caballo porque es necesario
las blancas nada en especial, ya que c7-c6 llevar el alfil de casillas blancas a g2.

76
13 ... f4!

La señal de ataque. Las negras, de hecho,


han terminado el desarrollo, mientras que
las piezas blancas están dispersas, su rey
en el centro, y tienen una gran cantidad de
debilidades en el flanco de rey.

14 gxf4 exf4

to es para, desde allí, penetrar en d3.

21 ga �a6 22 o-o �cS

Las piezas negras ocupan posiciones idea­


les, y las blancas intentan aliviar la situa­
ción con los cambios.

Aquí las blancas podían entregar un peón


mediante 23 lll e6, y después de 23 ... lll xe6
1SJ.d4 24 dxe6 ixe6 25 lll e2 obtener contrajuego
en vista de la debilidad creada en d6. Para
No valía 1 S ixf4 a causa de 1 S ... ixc3 1 6 las negras merecería atención 22 ... lll b4,
�xc3 �xf4 1 7 lll xf4 �h4+, pero era mejor lanzándose resueltamente al punto d3.
1 S if2, cediendo la casilla d4 al cabal lo.
23 �ce2 9xd2 24 gxd2
15 ... �d7
No tenía sentido para las negras eludir el
El caballo negro apunta a es. cambio de damas ya que habían calculado
una combinación bastante larga.
16 h4 �e5

¡El sueño de un «indio de rey»! En la actua­


lidad, cuando todas las posiciones típicas
han sido bien estudiadas, es difícil tener
la esperanza de conseguir un juego tan
cómodo en una fase tan temprana de la
partida.

17.ig2.id7 18.if2 gca 19 �d4 tras 20 gc1

Véase el diagrama siguiente

20 ... �c7 24 ... �xe4!

El segundo caballo negro se dirige al pun- La posición blanca explota por el punto

77
que parece menos vulnerable, ¡la casilla 30 �d4 .ig4 31 J.e1
e4!
En caso de 31 'it>g2, la i ntención de las ne­
25 fxe4 B 26 �xB g ras era jugar 31 ... l:!cc3.

Las blancas se aferran en vano al material. 31 ... g,3 32 J.fl gxe4 33 gel gxe1+ 34
Lo mejor era 26 lLie6, aunque entonces he1 gel
las negras también tendrían una ventaja
apreciable: 26 ... fxe2 27 l:!el (27 l:!xe2 .ib5) Las blancas a bandonaron, ya que es malo
27 ... .ih6! 28 l:!dxe2 füf2! 29 l:!xf2 tiJd3 30 tanto 35 'it>f2 por 35 ... .if6 como 35 'it>fl
l:!fe2 tLixe l 31 füel .id2 32 l:!e2 (32 l:!d l por 35 ... .ig3 .
.ie3+ 33 'it>h2 l:!c2) 32 ... !!el + 33 'it>h2 .!el
34 'it>h3 h5! 35 l:!e3 l:!c3 36 füc3 .ixc3 y,
tras el retorno del alfil negro a el , nadie
podría impedir que el rey negro marchara
triunfalmente hacia el centro del tablero.

Era más tenaz 34 h5! (Kasparov), aunque


también se puede mejorar el juego de las
negras en esa variante: 27 ... 'f!.xf2! 28 'it>xf2
.ibs, con el objetivo de no entregar por la to­
rre adversaria (las blancas no pueden sopor­
tar mucho tiempo el peón e2) el poderoso
caballo, sino el alfil de casillas blancas.

26 ... �xB+ 21 .txB gxa 2s 1J.xa1 gh3

Las negras han obtenido un fuerte ataque


por el peón.

29 .if2 J.e5

Es más precisa 29 ... .ih6! seguida de 30 ...


.ig4, impidiendo 30 l:!c 7. Sin embargo, las
blancas no aprovechan su oportunidad.

78
Tres en una 1 e4 c5 2 ct f3 d6 3 d4 ad4 4 lü xc14 lü f6 s ct c3
a6 6.igS e6 7 f4.ie7
N." 10.
En varias partidas de rondas anteriores, las
GELLER - PANNO
negras habían sido incapaces de resolver
Defensa Siciliana
satisfactoriamente los problemas de la de­
Torneo lnterzonal fensa en esta variante, y estaba claro que
Gotemburgo 1 955 los argentinos habían preparado alguna
novedad en los tres tableros para este in­
En mi práctica aparecen en varias ocasio­ usual match URSS-Argentina. No obstante,
nes situaciones que son conocidas con el de momento, las blancas no tenían ningún
nombre de «partidas gemelas». Así ocur­ motivo real para desviarse.
rió cuando en el XIX Campeonato de la
URSS las partidas Geller-Flohr y Petrosian­ 8 9f3 h6 9 J.h4 gS
Smyslov siguieron el mismo curso duran­
te cierto tiempo. En una de las rondas del En este avance consiste la idea de la defen­
match URSS-Yugoslavia del año 1 956, co­ sa preparada por los ajedrecistas argenti­
incidieron las partidas Geller-Karaklajié y nos. Con el cambio del peón f4, querían
Averbaj-lvkov, y en el torneo internacional obtener una casilla eterna para el caballo
de Budapest del año 1 973, Geller-Karpov en la casilla es, lo que en su opinión podía
y Hort-Hecht. Y para terminar, la presen­ compensar el mejor desarrollo de las blan­
te partida tuvo dos hermanas gemelas: cas. A pesar de todo, esta maniobra es de­
Keres-Najdorf y Spassky-Pilnik, ¡un caso masiado lenta, y, al precio de dos piezas,
único en la historia del ajedrez! Posterior­ las blancas obtienen la posibilidad de ini­
mente, recibieron el nombre de «tragedia ciar un ataque directo contra el rey.
argentina».
10fxg5 lüd7
En principio, en las partidas gemelas lo
más rentable es ocupar la segunda posi­
ción, ya que es posible i ntroducir correc­
ciones aprovechando la experiencia de los
vecinos. Por desgracia, nunca lo consegu í.
Siempre me tocó decir la «a». A veces, esto
lo provocaba mi tendencia a resolver por
mí mismo los problemas de la posición, y
a veces porque me enteraba de la presen­
cia de los «Vecinos»... más tarde que mis
colegas.

En ocasiones, he tenido que pagar por


mi «prisa» (contra Salo Flohr y Nikola 11 lüxe6! fxe6 12 9h5+ @ta
Karaklajié), mientras que mis vecinos,
Tigran Petrosian y Yuri Averbaj, saca ban Aquí sucedió algo i nesperado. Resulta
tajada. A cambio, en este encuentro, la que, en este momento, Spassky y Keres
prioridad recibió un premio al obtener se disponían a sacrificar el caballo en e6,
una victoria más rápida que en las otras y sus adversarios Pilnik y Najdorf, mientras
partidas. observaban nuestra partida, discutían ani­
madamente sobre a lgo. Después, Najdorf

79
se acercó a mí y con mucha brusquedad, salvar la partida. En su preparación, los
interru mpiendo mi meditación, declaró: ajedrecistas argentinos creyeron que des­
«Su partida está perdida, ¡porque hemos pués de 14 0-0+ ©g8! 1 S ig3 hxgS! el ata­
analizado todo esto!». que blanco se desvanecía. No tuvieron en
cuenta que tras otro orden de movimien­
En ese momento, yo ya había encontrado tos, el jugado en la partida, no es posible
una continuación de ataque y le respondí 14 ... ©g8 a causa de l S ixes y 1 6 Wg6+
«escribiendo»: En caso de 1 4 ... ©g7 podría haber segui­
do 1 S ixes+ dxeS 1 6 0-0 Wg8 1 7 ie8, etc.
13 .ibS!
Por cierto, Najdorf y Pilnik esperaban el de­
Dirigida indirectamente contra el futuro sarrollo de los acontecimientos en nuestra
caballo en es, sobre el que se basa todo partida y, advirtiendo que las cosas iban
el sistema de defensa de las negras. La mal para las negras, se desviaron de su
tranquila 1 3 ie2 o 1 3 id3 después de 1 3 análisis casero juga ndo 1 3 ... ©g7, lo cual
llies 1 4 0-0+ ©g7 l S ig3 les permitía solo les permitió prolongar la resistencia.
situar un caballo en es con el otro caballo:
1 S ... llibc6. Ahora las blancas capturan en La defensa más fuerte para las negras se
c6, después en es, ¡y dan mate! encontró mucho más tarde, tras un gran
número de investigaciones que se publi­
Sin embargo, más tarde se supo que, en caron en casi todas las revistas de ajedrez
su prepa ración casera, los argentinos con­ del mundo. Consiste en 1 3 ... l:!h7! y tiene
sideraron brevemente esta jugada, pero en cuenta la siguiente variante principal:
«encontraron» una defensa y se relajaron.
A pesar de todo, cuando jugué así, Najdorf
y Pilnik en cierta manera se pusieron ner­
viosos y regresaron a sus tableros. A partir
de ahí, solo miraron mi partida una vez
más y advirtieron que en su preparación
había un «agujero».

13 ... �es

1 4 0-0+ ©g8 l S g6 l:!g7 16 fü7 hh4 1 7


Wxh6 l:!xf7 1 8 gxf7+ ©xf7 1 9 Wh7+ ©es, y
las blancas o bien pueden dar jaque conti­
nuo (20 Whs+ ©f8 21 Wh8+ ), o bien conti­
núan el ataque mediante 20 es o median­
te 20 WhS+ ©fs 21 ml + if6 22 es. Sin
estar en mi ánimo proporcionar un análisis
exhaustivo de esta posición, puedo decir
que las negras a l parecer tienen las tablas,
14 J.g3! y, por eso, en la posición del diagrama las
blancas ahora juegan más a menudo 1 1
¡Esta es la clave! Las negras ya no pueden ig3, eludiendo una variante tan forzada.

80
Uno de los últimos ejemplos prácticos so- 21 eS+ @cS
bre este tema: 19 'i!.f7+ J.f6 20 Vff hl+ 'itleB
2 1 Vffg6+ 'itlfB 22 e5 dxe5 23 liJe4 V!! b6+ 24 Las negras recibían mate en una después
'itlh 7 axb5 25 liJxf6 'itlel 26 Vffgl+ 'itldB 27 de 21 ... 'itlxeS 22 Vf!c7++
VfígB+ 'itlcl 28 liJeB+ 'itldB 29 liJgl+ 'itlcl 30
liJeB+ 'itldB 3 7 liJgl+ 'itlcl 32 liJeB+, tablas 22 Bc7+ .tlc6 23 J.sxc6
(Balogh-Negi, Dubái, 20 7 1).
Las negras abandonaron: 23 bxc6 24
También es evidente que después de Vf!as+ 'itlc4 25 b3++
haber pasado de cazador a presa, los ar-
gentinos no pudieron encontrar sobre el
tablero una continuación tan complicada
y única, que les permitiera mantenerse al
borde del precipicio.

14 ... J.xgs 1 s o-o+

Aún era más sencilla la previa 1 5 i.xeS


dxes y ahora 1 6 0-0+

Dilataba la resistencia la ingeniosa 7 5


id2+! 16 'itlxd2 dxe5+ 7 7 'itle2 ':l'!.hl.

15 ... <.i? e7 16.lxes Bb6+

No cambiaba el resultado del encuentro


16 ... ie3+ 1 7 'itl h l de 1 8 Vf!xes id4 1 9
liJds+ Vf!xdS 20 Vf!c7+

17 <.i? hl dxe5 18Bf7+ <.i? d6 19 �adl+ Bd4

O bien 1 9 ... 'itlcs 20 ':l'!dS+ exdS 2 1 VfíxdS+


'itlb4 22 Vf!c4+ 'itlas 23 b4++ (23 Vf!a4++).

81
Jaque y mate

N.011.
GELLER - FUDERER
Gambito de Dama Aceptado

Torneo lnterzonal
Gotemburgo 1 955

¡Cuántas veces es imposible evaluar co­


rrectamente el carácter de la lucha en una
partida sin hacer referencia a la posición
de los jugadores en el torneo y a los desa­
fíos deportivos a los que se enfrentan en
ese momento! Esta partida contra Andrija La jugada 7 e4 es más enérgica. Ahora se
Fuderer es una prueba contundente de llega a una posición del Gambito de Dama
ello. Se disputó en la 1 8.ª ronda, y fue Aceptado, donde las blancas pierden un
ejemplo de tales circunstancias. tiempo con i.f1 -d3xc4, y las negras con
c7-c6-c5.
Después de iniciar el torneo gana ndo, en
las nueve rondas siguientes no pude ob­ 7 dxc4 8 .ixc4 bS 9 .Ü3
•••

tener ni una sola victoria, perdí tres, y tras


once rondas compartía los puestos 1 5.0- Si regresa a d3, el alfil entorpecería la pre­
1 9.0 de 2 1 participantes. Al torneo de Can­ sión de la torre blanca por la columna «d».
didatos solo accedían los 9 primeros, por Los avances e3-e4 y (si se presenta la opor­
lo que tenía que fijar todas mis esperanzas tunidad) d4-d5 ya no serían tan peligrosos
en la seg unda mitad del torneo. La expe­ para las negras.
riencia me decía: a mis 4 puntos, necesito
añadir otros 7 u 8 de 1 O para «entrar en los 9 cS 10 Bel .ib7 11 �d1 f!c7
...

nueve». Hacerlo no era fácil, incluso si es­


tuviera en una buena forma deportiva. Si Las negras se apartan de las continuacio­
mi forma «me fallaba», entonces resultaba nes más frecuentes en esta problemática
senci llamente imposible alcanzar este re­ posición (1 1 ... i.e7, 1 1 b4, 1 1 Wfb8
sultado sin unas medidas drásticas. o 1 1 ... i.d6, aunque la última se sugirió
más tarde, en el año 1 959), y en principio
Es cierto que al encuentro con Fuderer las blancas deben decidir cuál va a ser su
acudí ocupando ya el 7.0-8.0 puesto, pero, plan de juego. Tienen a su disposición las
en primer lugar, era un rival directo y esta­ siguientes posibilidades:
ba solo a medio punto y, en segundo l ugar,
la victoria me aseguraba prácticamente el 1) 1 2 d5 lüxd5 (en caso de 1 2 ... exd5, las
acceso al torneo de candidatos. En tercer negras deben tener en cuenta 1 3 e4, y si
lugar, y esto quizá era lo más importante, 1 3 ... dxe4, entonces 14 lDg5 c4 1 5 lücxe4,
no pude entrar, por inercia, en una lucha mientras que a 1 3 ... d4 puede seguir 1 4
tranquila con «las tablas en el bolsillo». Y lDd5; en la variante 13 . dxe4, las negras
..

para terminar, cargaba con la obligación tienen un juego satisfactorio tras 15 ... lbxe4
de lleva r las piezas blancas... 16 lbxe4 0-0-0) 1 3 lüxd5 i.xd5 1 4 i.xd5
exdS 1 5 l:!xd5 o la intermedia 1 5 a4.
1 d4 d5 2 c4 e6 3 �c3 c6 4 �B �f6 5 e3 a6 6

82
2) 1 2 e4 cxd4 1 3 llJxd4 ic5 1 4 ixe6 con que un solo error del adversario es «sufi­
grandes complicaciones. ciente» para obtener un ataque decisivo.

El intento de mantener la tensión en el 16 d6! 9xd6 1 7 �xd4 � ce4


centro, sin revelar todavía sus planes, ali­
via a las negras de las dificultades de la No salvaba 1 7 ... llJfe4 1 8 ixe7 W/xe7 1 9
apertura. Así, en la partida Furman-Uusi llJf5, y el jaque del caballo en d6 gana en­
(semifinal del XXII Campeonato de la seguida.
URSS, Gorki, 1 954), después de 1 2 a3 id6,
las negras igualaron fácilmente. Mediante 1 9 ... Y!fcl las negras se defienden
con éxito. Además, también era una bue­
Las blancas eligen un camino nuevo pero na posibilidad 1 7 llJxb3 18 liJfs Y!fcs 1 9
muy arriesgado, asociado a un sacrificio llJxgl+ 'itifB 20 .ih6 'itigB 2 1 axb3 Yffc6 22 f3
de pieza. Las razones de esta decisión ics+ 23 'itih 1 llJ ds 24 llJ fs i!eB.
se describen con bastante detalle en la
introducción a esta partida. Ta mbién se 18 �e6!
puede añadir que a los 24 años, a Fuderer,
un talentoso maestro, le gustaba y ¡sabía!
atacar, y naturalmente quería obl igarlo a
resolver problemas defensivos.

12 e4 cxd4

El golpe que las negras no advirtieron.


Solo consideraron 1 8 llJf5. Ahora, ante la
planeada 18 ... Y!fe5, las blancas juegan 1 9
if4, «pescando» a la dama e n el centro del
tablero, mientras que tras 1 8 ... fxe6 o 1 8
... Yffxe6, las blancas mantienen u n fuerte
1 3 � dS!? exdS 14 exdS+ .ie7 ataque.

¿Cómo debe continuar el ataque? A 1 5 18 ... 9c6 19 �xg7+ 'lt>ts 20 .ih6 mg8 21
füd4 le sigue 1 5 ... 'itif8! 1 6 if4 id6 1 7 .!':k 1 9B
Wib8 y no se aprecia nada sustancial. No
obstante, tras una defensa correcta, la ju­ Al parecer, también ganaba 21 id5, y si 21
gada de la partida tampoco ofrece el éxito. ... llJxd5, entonces 22 liJfS con numerosas
amenazas: !!xd5 seguida de llJxe7, W/g4+ ...
15.igS �cS? En general, la posición del rey negro es tan
desafortunada que el primer jaque puede
Las negras quieren conservar el derecho a ser mate.
enrocarse, pero debieron sacrificarlo me­
diante 1 5 ... 'itif8! La posición es tan aguda El ordenador indica muchos procedimien-

83
tos defensivos: 22 ... !f8 23 gxd5 ges! o 22
... !g5 23 hg5 Wfe6 (o 23 Wfxe4 hh6 24
gxd5 !f8!).

La jugada del texto persigue dos obje­


tivos. Uno de ellos, prevenir un posible
contrataque de las negras por la diagonal
a8-h 1 . El segundo objetivo, derivado del
primero, preparar 22 l:!acl (que no va lía
una jugada antes por 2 1 ... lll c 3) y en caso
de 22 ... Wi'b6, la invasión con la torre en d7.

21 ... .tc5 24 ... �6g4

Aquí ya era necesario encontrar la jugada Ambas torres son intocables: 24 ... hc6
única 2 1 ... lll d 6 seguida de la devolución 25 lll f5 l:!e8 26 l:!d8!, o bien 24 ... lll xd l
de la pieza en g2 y el paso al final. 25 l:!xf6 fü8 26 lll h5 con un mate bonito
e inevita ble después de 27 l:!g6+ hxg6 28
22 gac1 lll f6++ (también vale 26 lll fs con mate en
el). También gana 24 ... lll 2g4 25 lll f5 ill x h
6 26 gxf6 ill xf5 27 gxf7.

2s .txrJ+ mx11 26 fü1+

No es nada sorprendente que el cálculo de


una variante tan ramificada exigiera a las
blancas mucho tiempo, y ya se encontra­
ban en fuertes apuros de tiempo. Por eso,
di jaque con la torre equivocada. Termi­
naba enseguida 26 gd7+ Wg8 27 lll e6 y
mate en la jugada siguiente.

22 ... .txf2+ 26 ... m9s

Se daba un mate de problema después Es fácil advertir que el movimiento hacia


de 22 ... Wi'b6 23 gd7 fü8 24 füb7 Wfxb7 (o el centro, 26 ... ©f6 27 gd6+ We5 28 ge6+
24 ... !xf2+ 25 Wh l %Yxb7 26 lllf5 gda 27 etc., no salvaba.
!d5! füd5 28 13c8+) 25 füc5 lll xc5 26 Wfg3
lll ce4 27 lll h 5+ lll x g3 28 lll xf6++ 27 g1d7

23 Wxf2 �xf2 De nuevo, llevaba al mate 27 lll e6.

En caso de 23 ... Wfxc l , las blancas ganaban 27 ... .idS 28 gxd5 �xh6
elegantemente aplicando el mismo moti-
vo: 24 füc l ill xf2 25 lllf5 l:!e8 26 l:!c7 !d5 Véase el diagrama siguiente
27 l:!c8, etc.
29 �e6

84
N.022.
GELLER - STAHLBERG
Defensa Francesa

Torneo l nterzonal
Gotemburgo 1 955

1 e2-e4 e6 2 d4 d5 3 �d2 c5 4 exd5 Vxd5

Stahlberg juega esta continuación con


bastante frecuencia y en su práctica ha
probado varias variantes de este sistema.
i Por fin! En la presente partida, Stahlberg entra en
una variante que se jugó va rias veces en el
29 ... �f7 30 ggs+ torneo l nterzonal de Estocolmo, 1 952.

Las negras abandonaron. 5 �B cxd4 6.ic4 Vd6 7 O-O �f6 8 �b3 �c6
9 � bxd4 �xd4 10 �xd4 a6

La última jugada de las negras va incluida


en su sistema de defensa, ya que no pue­
den permitir que el caballo blanco llegue
a la casilla b5. Las negras se retrasan en el
desarrollo, pero esperan compensarlo con
la ayuda de la siguiente maniobra: Vf!c7,
ataca ndo al caballo c4 y id6, atacando al
peón h2. Así, en la partida Pilnik-Eliskases
(Estocolmo, 1 952), la continuación fue 1 1
ie3 V!!el 1 2 ib3 id6, y las blancas no ob­
tuvieron nada de la apertura (en realidad,
esta partida se desarrolló de Ja siguiente
manera: 1 1 ... ie7 12 Vfff3 0-0 13 '8ad 1 Vf!cl
14 i.b3 idl, etc.).

Por eso, si las blancas quieren refutar el


sistema defensivo de las negras, y en mi

85
opin1on tienen fundamentos para ello, 'i!.g3 �hB 2 1 liJfS, y en caso de 1 9 ... �hB 20
en primer lugar necesitan prevenir la an­ 'i!.g3; en todas las variantes las negras se ven
teriormente mencionada maniobra de las sometidas a un ataque peligroso.
negras. A ello va dirigida su siguiente ju­
gada. 16 g3! ftxe2

11 b3 Después de 1 6 ... Wfxa l , las blancas aún


tendrían que demostrar que tienen com­
Se ve un poco artificial. Era más sencilla 1 1 pensación por el material sacrificado. Para
i.b3. ma ntener la iniciativa, lo mejor era em­
plear un recurso menos radical, 1 6 ih6.
11 ... ftc7 12 fte2 .id6?
17 .bel ©xg7 18.ib2 eS 19 ©xh2 gfe8
Tras esta jugada, las blancas desarrollan
un fuerte ataque. Era imprescindible jugar Como resultado de las complicaciones, las
1 2 ... bS 13 id3 i.b7 1 4 ib2 i.e7, y queda blancas han obtenido ventaja. Disponen
toda la lucha por delante. de una mejor configuración de peones
y de una fuerte pareja de alfiles. Es espe­
cialmente desagradable para las negras la
presión sobre la diagonal a 1 -h8. Todo esto
les otorga a las blancas fu ndamentos para
suponer que las negras tienen la partida
perdida estratégicamente.

Un error, tras el cual las negras sufren pér­


didas materiales. Era mejor 20 ... .ifS.

13 �fS! J.xh2+ 14 ©h1 o-o 1S �xg7! Ves


Si 23 ... ig6, entonces decide 24 gS liJhs
Es fácil comprobar que la continuación 1 5 25 f4.
... �xg 7 1 6 ib2 Wff4 1 7 Wfhs es claramen­
te favorable a las blancas. Después de 1 5 Pero al menos aquí, las negras no perdían
... ies 1 6 ih6 ixa l 1 7 'i!.xa l Wfcs 1 8 'i!.d l ! una pieza, sino un peón.
bS 1 9 Wff3 Wfe7 20 i.d3, las negras tam­
bién están indefensas. Por ejemplo: 20 ...
'i!.d8 21 Wfxa8 ib7 22 Wfxd8+ seguido de
23 i.xh7+ Véase el diagrama siguiente

Ante 21 WfxaB es fuerte la réplica 2 1 ... liJg4, La clavada del caballo es mortal, y por lo
aunque 2 1 Wlg3 conduce a una victoria in­ tanto la lucha prácticamente ha finalizado.
mediata. Sin embargo, continuando con 19 Todavía siguió:
... Wfes 20 icl3 (20 if4 Wle4) 20 ... ibl! 21
Wfxb7 liJg4, las negras están mejor. Solo se 26 ... h6 27 f4 ges 28 J.1>2 ge4 29 gS gxf4 30
puede mejorar la acción de las blancas me­ J.xf6+ ©h7 31 gds J.b1 32 ghs+ ©g6 33
diante 1 9 'i!.d3!, donde pierde 1 9 ... bxc4? 20 gxh6+ ©Is 34 ©g3 ge4 3S gh2 ge3+ 36

86
¿Bloqueo o ruptura?

N.013.
GELLER - PETROSIAN
Defensa Nimzoindia
Torneo de Candidatos
Amsterdam 1 956

Tal era la principal diferencia entre los pla­


nes estratégicos llevados a cabo por los
dos oponentes que todo lo decidió una
cuestión, ¿quién es más fuerte? En prin­
cipio, las posibilidades de las negras una
Las negras abandonaron. vez bloqueado el centro eran preferibles,
pero un error apenas perceptible cambió
la situación también imperceptiblemente,
y la energía de la ruptura de las blancas las
l levó a la victoria.

1 d4�f6 2 c4e6 3 �d.lb44e3 d5 5 �f3 0-0


6 .ld3 c5 7 0-0 �c6 8 a3 i.xd 9 bxd Wc7

Tras la habitual 9 ... dxc4 1 0 .ixc4 Vf!c7 sur­


g ía una tabiya (la posición principal en
esta variante de la Defensa Nimzoindia),
en la que tanto en el pasado como ahora
se considera que lo más fuerte es 1 1 .id3.
Las negras querían evitarlo y juegan una
continuación que se había dado por pri­
mera vez medio año antes de esta partida,
en el campeonato de la URSS.

10'9'c2

Un intento de transponer a la citada tabi­


ya. Más adelante se encontró que lo mejor
para las blancas es conti nuar 1 O cxdS exdS
1 1 lil h4 o 1 1 a4.

10 ••• �a5 11 cxd5

Es dudoso que las blancas puedan conse­


guir ventaja de esta manera. Pero el inten­
to de mantener el punto c4 con la ayuda
de 1 1 lll es tampoco da nada: después de
1 1 ... dxc4 1 2 lll xc4 lll xc4 1 3 .ixc4 cxd4 1 4
cxd4 .id7 1 5 V!!e 2 :!! ac8 1 6 .id3 .ia4, el jue-

87
go está igualado (Borisenko-Jasin, Cam­ 16 ... ttlc6?
peonato de la URSS, Leningrado 1 956).
Un error. Desde una posición activa (ame­
11 ... c4 12 .ie2 exdS 13 ttld2 naza todo el tiempo penetrar en b3, obli­
gando al caballo blanco a permanecer en
Desde aquí, el caballo defiende al mismo d2), el caballo salta a un lugar donde no
tiempo el punto b3 y participa en la pre­ tiene nada que hacer. Era mejor la jugada
paración de la ruptura típica en posiciones indicada por Max Euwe, 1 6 ... b6, detenien­
de este tipo (e3-e4). Ha surgido una posi­ do la posible !'!:b1 -b5, liberando a la dama
ción nueva con problemas completamen­ de la defensa del caballo y con el objeti­
te nuevos. vo de la posible 1 7 a4 !!aes 1 S ia3 fü6
1 9 füe l Wíf7 20 lll fl füe6 para presionar
por la columna «e» y activarse en el flanco
de rey. Pero las negras, que obviamente
están satisfechas de su posición, jugaron
esta parte de la partida de forma rápida y
descuidada, sin prestar atención a ciertos
deta lles im portantes.

17 a4 9d7 18.b3 ges

Era necesario continuar 1 S ... E!f6. Ahora


resulta que la torre de dama no participa,
y una sola torre negra no está en condicio­
13 ... ,lg4 nes de impedir la ruptura e3-e4.

Evidentemente, es necesario oponerse


al plan de las blancas. Por eso, durante la
partida, primero me pareció más peligro­
so 1 3 ... !!es con idea de g7-g6 y icS-fS;
pero después, advertí la réplica 1 4 f3, tras
la cua 1 tanto 14 ... fü<e3 1 5 lll e4 !l:xe4 1 6
fxe4 lll xe4 1 7 if4 como 1 4 ... Wffe 7 1 5 e4
dxe4 1 6 fxe4 lll xe4 1 7 lll xc4 llevaban a una
l ucha compleja con buenas posibilidades
para las blancas.

Con la jugada textual, las negras esperan


debilitar, con el cambio de alfi les, las casi­
llas blancas en el campo adversario para
establecer primero un bloqueo y luego un 2o ge2
ataque al flanco de rey.
El juego carente de plan de las negras ha
dado lugar a un brusco cambio de esce-
nario.
Una jugada útil. En algunos casos, la torre
está lista para atacar desde bS el peón dS. 20 . . 9e6
.

88
O bien 20 ... g6 2 1 ifüel E:e6 22 f3 lll f6 23 21 ... Bxn 28 ga
e4.
Es un poco mejor 28 E:e3, pero después de 28
Las negras podían retornar con el caballo ... lll dxe5! (28 ... W/g4 29 Wfg2) 29 dxe5 lll xe5
a a5, teniendo previsto el recurso táctico las blancas deberían haber previsto 30 i..d6!,
20 ... lll as 2 1 E:be 1 lll f6 22 f3 lll b3 23 lll xb3 de otra manera perderán la ventaja.
Wfxa4!, o bien trasladar rápidamente el ca­
ballo al flanco de rey. En la posible variante 28 ... ftd3
20 ... lll d8 2 1 E:be 1 lll fl 22 f3 lll f6 23 e4 dxe4
24 fxe4 fxe4 25 lll xe4 lllxe4 26 fue4 lll g5 27 La continuación 28 ... W/hs 29 W/xfs equiva­
fue8+ fue8, las blancas corren el riesgo de l ía a capitular.
sufrir un ataque.
29ftc1

La clave del proyecto. La amenaza 30 �e3


Después de 22 f3! lllxe3 23 Wfb1, las negras obliga a las negras a desprenderse de una
no estarían en condiciones de deshacerse de pieza.
Ja clavada sin pérdidas: 23 ... f4 24 gxf4 Wfxf4
25 lll f1 lll e5!? (el resto es peor) 26 dxe5 lll xf1 29 ... tll xd4 30 cxd4 ftxd4 31 gd1 ftg4
27 �1 fue5, y los dos peones no son com­
pensación suficiente por la pieza. Las negras quieren dejar al peón es a mer­
ced del caballo, ya que sería completa­
22 ... fth5 23 B tll f6 24 tll d2 ge6 25 e4 gaea mente inútil para ellas 3 1 ... W/xeS 32 i.b2
26 e5 tll d 7 W/d6 (32 ... W/e4 33 fü4) 33 �xfs, pero no
consiguen real izarlo.

32 tll e3 fte4

27 tll n !

la vía táctica para l a materialización d e la


ventaja obtenida. La inmediata 27 f4 per­
mitía a las negras, después de 27 ... lll f6 (!)
28 lll fl lll e4 29 lll e3 �d8, mantener los La más exacta. La dama se ve acorralada
puntos débiles dS y fS, obteniendo, ade­ en es y le usurpa esta casilla a su caballo.
más, un caballo excelente en el centro.
Ahora la amenaza 28 lll e 3 obliga a las ne­ 33 ...ftxe5 34 tll xd5 fte2 35 gm ftxd1+
gras a aceptar el presente griego del ad­
versario. Si las negras no juegan así pierden, o la ca-

89
lidad (36 tll c7), o el peón c4.
N.024.
GELLER - FILIP
36 Y!Yxd1 ge1+ 37 gf1 gxd1 38 gxd1 �es 39
�e3 Apertura Española

Torneo de Candidatos
En los apuros de tiempo, las blancas pa­ Amsterdam 1 956
san por alto 39 lll e 7+ y capturar después
el peón fS, aunque esto no influye mucho. 1 e4 es 2 �B �c6 3 .lbs a6 4 ia4 �f6 s o-o
J.e7 6 ge1 bS 7 .ib3 d6 8 d 0-0 9 h3 �b8 10
39 d 40 'it>f2 gS
••• d4 �d7 11 c4

Es más tenaz 40 ... 96.

41 h3 gca 42 gds �c4 43 J.c1 �b2 44 �xfs


gc4

Solo 44 . . 13c5 permitía continuar resistien­


.

do.

4s gd8+ mn 46 �d6+

Las negras abandonaron.

Esta ingeniosa continuación pone en


duda el sistema de defensa que elig ieron
las negras.

11 ... b4 1 2 c5

Las blancas eligen este agudo ca mino, que


implica la entrega de la dama, dos peones
por torre y dos piezas menores.

Merece atención la tranquila 1 2 a3. (Vallejo


contra Harikrishna (Campeonato de España
por equipos, 20 1 1) prefirió 12 a3 y finalmen­
te ganó.)

12 ... .ib7 13 Y!Ja exd4 14 c6 d3 1S Y!fc4 �b6


16 cxb7 �xc4 1 7 bxa8=Y!J 9xa8 18 i.xc4
�xe4 19 i.xd3 dS

La posición resultante se puede conside­


ra r favorable a las blancas, ya que en el in­
minente enfrenta miento sus fuerzas serán
más fuertes que la dama negra.

20 a3

90
Buena jugada que debilita la masa de peo­ crear juego contra el peón débil b2. La
nes negros. partida siguió:

20 as 21 .ie3 lñcS
••• 26 lñxeS lñe6 27 gac1 Was 28 tñdf3 cS 29
ged1 c4 30 lñc6 WcS 31 lñb4 gds 32 lñes
No debieron apartar al caballo de su fuerte lñ d4 33 gd2
posición. Era correcta 21 ... °1Wb7 22 lli bd2
f5!, reforzando la posición del caballo en Es más sencilla 33 llig4 seguida de llie3.
e4. Aquí las negras podían endurecer la resis­
tencia mediante 33 ... h5 34 !!cd 1 c3 35 bxc3
22 .if1 (35 fud4 el) 35 ... llie6.

33 f6 34 lñg4 tña 3S lñxa bxc2 36 gcxc2


•.•

gd6 37 lñe3 @f8 38 gd1

Las negras abandonaron.

22 ... b3

No daba nada 22 ... lli b3 23 !!a2 d4 24 i.f4


'\Wds a causa de 25 !!es. Ahora las negras
fundan sus esperanzas en el ataque a la
casilla b2.

Después de 25 fuel las negras, tras ceder


una pieza, no están en condiciones de crear
amenazas serias. Sin embargo, todavía no
era tarde para 23 ... °IWbl con juego comple­
jo.

23 lñd2

Es posible que 23 llic3 parezca más fuerte,


pero tras la contin uación de la partida las
negras deben jugar a5-a4, con lo que las
blancas ganan tiempo para el desarrollo.

23 a4 24 .if4 .if6 2s .tes .bes


...

Tras el cambio de los alfiles de casillas ne­


gras, las negras prácticamente no pueden

91
El proverbio pierde su efecto

N.025.
SPASSKY GELLER
-

Gambito de Dama

Torneo de Candidatos
Amsterdam 1 956

Lo mismo que el viejo proverbio dice que


«al primer tapón, zurrapas»11, yo a me­
nudo pierdo mi primera partida con los
jugadores jóvenes. Así sucedió en los últi­ Precisamente, esta partida se considera
mos años en los encuentros con Alexandr básica en la teoría de esta conti nuación.
Beliavsky, Oleg Romanishin, entre otros. Y Ya se han fijado los planes de ambos ban­
lo mismo ocurrió en el campeonato de la dos. Las blancas no tienen otro juego que
URSS de 1 955 con el dieciochoañero Boris no sea el ataque de las piezas contra el rey.
Spassky. Pero esta partida con el entonces Las negras tienen un control seguro sobre
gran maestro más joven del mundo y can­ la casilla dS y se disponen a ejercer presión
didato a la corona ajedrecística ya era la por las columnas «C>> y «d». La posición
tercera, y por lo tanto, la «reg la del primer está llena de vida, y el éxito depende com­
tapón» ya no estaba en vigor... pletamente de la energía con la que cada
bando lleve a cabo la lucha.
1 d4 d5 2 c4 e6 3 �c3 c5 4 e3 �f6 5 �B �c6
6 a3 cxd4 7 exd4 J.e7 8 i.d3 16 �e5 gaca

El estilo activo del joven Spassky está en También está de acuerdo con el plan prin­
consonancia con la posición del peón ais­ cipal de las negras la jugada 1 6 ... �ad8,
lado, donde las blancas tienen un buen que ata a las blancas a la defensa del peón
juego de piezas. En caso contrario, aún no d4. Pero la continuación de la partida tie­
era tarde para transponer con la jugada ne una base concreta, e indirectamente
8 es a la variante del ataque Panov en la preserva del cambio a un importante de­
Defensa Caro-Kann. Ahora se llega a una fensor, el caballo f6.
posición del Gambito de Dama Aceptado
con un tiempo de ventaja para las negras.

8 dxc4 9 1xc4 0-0 1 O 0-0 a6 1 1 i.g5 b5 12


••. Resulta que 1 7 .bf6 J.xf6 1 8 tll d 7 no da
J.a2 .ib7 13 gel b4 14 axb4 �xb4 15 i.b1 nada a ca usa de 1 8 ... Wlg5 1 9 ie4 ixe4 20
Ba5 tll xe4 füc l 2 1 W/xc l W/xcl 22 füc 1 �d8 23
tll dxf6+ gxf6 24 tll xf6+ ©g7, y las negras
recuperan el peón.
11 Nota del Traductor: La zurrapa es el sedimento
que se halla en los líquidos y que poco a poco se
va asentando. Al destaponar una cuba aparece 17 ... �bdS
ese sedimento. Según el Tesoro de la lengua cas­
tellana o española de Sebastián de Covarrubias, De momento, la presión directa sobre el
el significado del proverbio sería: «Dícese de los
peón d4 con la torre de rey es prematu­
que en primera ocasión descubren su poquedad
o flaqueza». Genéricamente, podría interpretar­
ra: ante 1 7 ... füd8 las blancas tendrían la
se como que el principio de cualquier cosa siem­ combinación 1 8 ixf6 ixt6 1 9 ixh7+. Y la
pre sale mal.

92
contin uación propuesta por los comenta­
ristas 1 7 ... :!'!cd8 sería i nconsecuente: las
negras pod ría n ha berla hecho una j uga­
da a ntes. Por eso, conti núan el j uego en
el flanco de dama. Sin embargo, con este
mismo objetivo era preferible 1 7 ... g6!?,
el imi nando i n mediata mente la presión
del alfil de casi llas blancas sobre el punto
h7, y después fü8-d8.

1 8 Bd3 g6 1 9 Bh3 Bb4?

Pero esto ya es una eva luación de la po­ 21 J.a2?


sición demasiado opti mista . La concentra­
ción de fuerzas blancas en el flanco de rey ¡Dejando escapar una excelente oportuni­
ya es considera ble, lo que exig ía a las ne­ dad!
g ras tomar algunas medidas preventivas.
Así, promete buen juego la man iobra 1 9 Después de 21 lll xf7! <:j}xf7 22 Wxe6+ <:j}es
... lli h5!?, tras la cual las bla ncas no tienen surgía una posición i nteresante y m uy
nada mejor que cam biar los alfi les de ca­ aguda.
sillas neg ras, 20 :bel (en caso de 20 i.h6,
las neg ras se apoderan de la i n iciativa:
20 ... lll df4! 21 Wfg4 f5 22 Wfd l füd8) 20 ...
llixe7, y si ahora 21 lll d 7 füd8 22 lll c5, en­
tonces 22 ... :!'!xd4! 23 llixb 7 Wb4, y contra
23 llixe6 es fuerte 23 ... :!'!d2.

Tras 23 llixb7 Wlb4 24 Wfe3, las negras no


consiguen recuperar el material con como­
didad (24 ... :!'!d7 25 i.e4); además, las blan­
cas disponen de la sencilla horquilla 23 lll b3
ganando la calidad. En lugar de 22 ... fud4,
da buen juego 22 ... W b6.
Las bla ncas tienen dos peones y ataq ue
Tras la jugada textual, las blancas podían por la pieza. Es cierto que no da nada la
iniciar un fuerte ataque. atractiva 23 i.c2 con la terrible amenaza
24 i.a4+ debido a 23 ... lli xc3 24 Wfxf6 (o 24
20 .ih6 �Ud8 bxc3 Wfd6) 24 ... lli e4! y no ayuda 25 he4
debido a 25 ... :!'!xc l .
Era relativamente mejor 20 ... :!'!fe8 2 1 lll xfl
Wfxb2, donde 22 Wlxe6?? pierde tras cual­ En caso de 25 ... fuc 1 26 hg6+ hxg6 27
quier retirada razonable del alfil de casillas Wlxg6+ <:j:¡d1 28 fuc 1, las blancas disponen
negras. Después de 22 lll e5, la posición de de cuatro peones por la pieza, lo que se
las blancas es preferible, pero aún queda suma al rey negro vagando por el centro. El
mucha lucha por delante. ordenador continúa sin temor 25... M6 26
hg6+ �d7 27 i.f5+ <:j:¡d6 28 i.f4+, y aquí es
Véase el diagrama siguiente posible tanto 28 ... i.e5 como 28 ... <:j:¡d5 29
i.e6+ <:j:¡xd4 30 i.e3+ <:j:¡e5; no hay mate, los

93
jaques se acaban, y las negras conservan la g4, las blancas, por lo visto, deben hacer
ventaja de material. tablas mediante 26 i.xg6+

Pero un análisis detenido y minucioso per­ El ordenador se inclina a favor de las blan­
mite que las blancas encuentren una con­ cas después de 26 i.xg6+ hxg6 27 �xg6+
tinuación muy peligrosa: 23 i.g5!! (con la 'i!ld7 28 �f5+ 'i!le8 29 g412•
amenaza 24 .ixf6) 23 ... �d6 (no vale 23 ...
E:c6 por 24 llJxd5, y 23 ... l:'!:d6 pierde debi- 21 ... gd6!
do a 24 �e5!! 'i!ld8 [en caso de 24 ... 'i!lf7
o 24 ... 'i!lf8 lleva a ganancia material 25 Un ejemplo típico: la torre protege perfec­
ia2!] 25 .ixf6) 24 �h3! l2Jxc3 (es mala 24 .. . tamente los puntos vulnerables en la 6.ª
�d7 por 25 llJxd5 lDxd5 26 i.xg6+ o 25 .. . fila.
i.xd5 26 fuc8 fuc8 27 M6, y 24 ... l:'!:d7 no
es buena por 25 llJxd5 llJxd5 26 �xh7! o 22 .i.g5 9xd4
25 ... fücl 26 lDf6+ �xf6 27 .be l ) 25 bxc3
id5 26 .ixf6 �xf6 27 �xh7 if7 28 E:e3, y
debido a la irresistible amenaza 29 fü3 (a
28 ... füd4 seguiría 29 E:ce l E:d7 30 E:f3)
las bla ncas ganan un cuarto peón por la
pieza.

Resulta que la atractiva 23 lDxd5 llJxd5 24


lDxf7 'i!lxf7 25 �xh7+ se detiene con la
«inesperada» jugada 25 ... �g7!

La intermedia 25 'ikd1 �xb2 deja a las blan­


Ni que decir tiene que no es fácil encon­ cas una agradable elección entre 26 i.xd5
trar este tipo de maniobras y calcular se­ i.xd5 27 fud5! y 26 f!.b 1 �xc3 27 �xh7+
mejantes variantes sobre el tablero en las �g7 28 �xg7+ 'i!lxg7 29 fub7. Por eso, era
tensas circunstancias de la partida. mejor para las negras 24 ... E:xc 1 25 lDh6+
'i!lg1 26 ixc 1 lDf4 21 M4 �xf4 28 lDg4
Para ser justos, también hay que men­ �d2 con mejores perspectivas.
cionar que todavía no hemos agotado
completamente los recursos defensivos Sin embargo, el hecho es que sus proble­
de las negras. Por ejemplo: 24 ... lDf4!? y mas están lejos de estar resueltos. Lleva a
las blancas deben elegir entre 25 E:xe7+ una ventaja blanca tanto 23 M6 ixf6 (23
�xe7 (es fácil advertir que 25 ... 'i!lxe7 26 ... llJxf6 24 lDxfl!) 24 lDxd5 f!:xd5 (otras con-
�xh 7+ conduce a la derrota de las negras)
26 .bf4 füd4 27 ig5 y 25 �h6 llJ4h5! y, 12 Nota del Editor: La posición parece bastante
debido a la desagradable amenaza llJf6- compleja después de 29 g4 y no es favorable en
modo alguno a las blancas.

94
tinuaciones son mucho peores) 25 'i!xc8+ partida.
hc8 26 hds Axes 27 V!ic3! con calidad de
más como 23 hd5 liJxdS 24 li:Jxfl! @xfl En la variante 25 li:Jxf7 'i!xd l 26 li:Jxd l .ib4!
25 'i'kd1 V!ig7 (25 ... li:J f4 26 V!ixh7+ V!ig7 27 27 V!ixe6, contra 27 ... 'i!e8 las blancas res­
V!ixg7+ @xg7 28 ht4) 26 he7 @xe7 27 ponden 28 V!ixe8+ li:Jxe8 29 li:Jd8(g5)+ y
liJxdS+ hdS 28 fudS. después, con el doble en e6, recuperan la
dama. Las negras capturan la torre de el y
En lugar de 2 1 ... 'i!d6, era más seguro 2 1 ... se quedan sin peón. M ientras que, en caso
V!id6. de la preventiva 27 ... @g7 o de la «codicio­
sa» 27 ... .ixel tienen una ventaja decisiva.
23 ... �f4 24J.xf4
Al final de la variante con 26 'i!xd l , des­
Las blancas deben pensar en mantener pués de 3 1 b3, las negras disponen de la
el equilibrio, ya que, por ejemplo, 24 V!ih4 jugada ganadora 31 ... 'i!e7!; debido a la
pierde por 24 li:Je2+ 25 li:Jxe2 V!ixd l debilidad de la última fila, las blancas casi
(tam bién es buena 25 ... V!ixe5) 26 f3 h6! 27 no tienen jugadas y es inevitable sufrir
'i!xd 1 'i!xd 1 + 28 @f2 hxg 29 V!!a4 .ic5+ 30 fuertes pérdidas. Sin embargo, en caso
@g3 .id6 (es más sencilla 30 ... 'i!d2). de 29 li:Jg5+, las blancas no se arriesgan a
perder: 29 ... @ha 30 li:Jf7+ @gs 3 1 li:J g5+
24 ... tfxf4 @g7?! 32 !!d7+! li:Jxd7 33 V!ixh 7+ @f6 (tras
33 ... @fa 34 V!ihB+ @el 35 V!ig7+, el rey
negro cae bajo un ataque aplastante) 34
li:Jce4+ .ixe4 35 li:Jxe4+ @xe6 36 li:Jxf2
.ixf2 37 V!ixg6+, etc.

No obstante, esta era la mejor continua­


ción para las negras, ya que la propuesta
por Geller, 25 ... 'i!xc3 26 bxc3 li:Je4, no vale
a causa de 27 li:J xd6, y tras la inclusión del
cambio 26 ... 'i!xd l 27 'i!xd l li:Je4 sigue 28
li:J h6+ @g7 29 li:Jg4 h5 30 V!ie3! V!ixg4 3 1
f3, y las blancas se quedan con calidad de
ventaja (31 ... .ic5 32 V!ixc5!).
25 �xd6
25 ... J.xd6 26 �xf7
El intento de mantener el equilibrio con
la ayuda del complejo recurso táctico Un acto d e desesperación.
25 li:Jxf7 se justificaba solo en caso de la
inexacta 25 ... 'i!xd l ?! 26 'i!xd l (26 li:Jxd l es Véase el diagrama siguiente
favora ble a las negras gracias a 26 ... .ib4!
y si 27 V!ixe6 'i!e8!, o 27 fue6 V!id2! 28 li:Jd6 26 ... �xd!
.id5, o 27 fül @g7!, el caballo blanco de
f7 está condenado a muerte) 26 ... .ic5 27 Después de 26 ... @xf7 27 V!ixe6+ @g7 28
.ixe6 V!ixf2+ 28 @hl 'i!b8 29 li:J d8+ @g7 V!if7+ @h6 29 V!ixb7 V!ixh2+ 30 @f1 V!ih l +
30 li:Jxb7 'i!xb7 31 b3. Pero 25 ... 'i!xc3! 26 3 1 @e2 'i!e8+, las negras ganaban, pero la
bxc3 (en caso de 26 V!ixc3, sigue 26 ... 'i!xd l correcta 27 .ixe6+ @g7 28 .ixc8 .ixc8 29
27 'i!xd l @xf7) 26 li:Je4 llevaría a una V!ixcB V!ixh2+ 30 @fl '\!Mh 1 + 31 @e2 V!ixg2
variante similar a la que se produce en la llevaba a una posición confusa (el ordena-

95
El caballo blanco no va a escaparse.

29 Wg3 Wxg3 30 hxg3 cbxh6 31 .ixe6 �e4

Las piezas negras son tan activas que la


materialización de la ventaja no entraña
dificultades.

32 ge2 �xc3 33 gb2 J.c6 34 <bh2 J.bs 35 B


cbg7 36 gb3 J.d4 37 J.ca as 38 ga3 a4 39 g4
gS 40 g3 cbf6 41 f4 .ic6 42 .ifS h6

dor continúa 32 !!.a 1 y da preferencia a las Las blancas a bandonaron.


blancas).

27 �h6+

Tampoco salvaba 27 bxc3 llie4! (es más


floja 27 ... @xf7 28 %Yxe6+ @g7 29 %Yf7+
@h6 30 %Yxb7, y tras 27 ... ics 28 !!.fl llie4
29 %Yxe6, las negras ya deben forzar las
tablas con ayuda de 29 ... .ixf2+ 30 @hl
llig3+ 31 hxg3 hg2+ 32 @xg2 %Yxg3+

Aquí las blancas tienen a su disposición el


inesperado salto 29 llidB! ganando; la va­
riante principal es 29 ... llixf2 30 %Yxe6+ @fB
3 1 %Ye2! llig4+ 32 @h 1 llifl+ 33 !!.xf2 %Yxf2
34 Wxfl .ixf2 35 llixbl) 28 llih6+ (o 28 fül
llixf2!) 28 ... @g7 29 llig4 hS, y las blancas
sufren pérdidas materiales (en caso de 30
%Ye3 %Yxg4 3 1 f3 decide 3 1 ... %Yh4 32 fxe4?
.icS! 33 %Vxc5 %Vxe 1 ++).

27 ... cbg7 28 bxc3 J.cS

96
Repitiendo la lección tras la creación de un centro de peones
mediante d2-d4, el ava nce a7-a6 es una
N.0 16. pérdida de tiempo.
GELLER - JOLMOV
En aquellos años, los manuales de apertu­
Defensa Siciliana
ras consideraban que la mejor réplica para
Match Ucrania-Lituania 2 ... a6 era la presión sobre el centro, 3 c4.
Vilna 1 957 Esta recomendación es bastante subjeti­
va. Para mi gusto es más viva la lucha que
La prehistoria de esta partida es la siguien­ se produce en los esquemas de la Siciliana
te. Poco antes del match con Lituania, el abierta.
equipo de Ucra nia disputó un encuentro
amistoso con un equipo de la Federación 3 ... cxd4 4 tLJ xd4 tLJ f6 s tLJ c3 es
Rusa, dirigido por el gran maestro de Le­
ningrado, Mark Taimánov. Disputé con Tras decir «a» (2 ... a6), las negras dicen «b»,
Taimánov una partida muy compleja, lle­ y se inicia un contrajuego de doble filo en
na de golpes combinativos por ambos la­ el centro. Precisamente, en conjunción
dos, que terminó (tras un error mío en los con este plan, se empleaba en los años 40-
apuros de tiempo) en tablas. Al pa recer, 50 la inusual jugada 2 ... a6. Menos conse­
Jolmov debió de estudiarla antes de nues­ cuente, aunque perfectamente posible, es
tro encuentro: ya desde la primera jugada la continuación 5 ... d6 (y si 6 i.g5, enton­
me ofreció entrar en la Siciliana, y, más ces 6 ... lll bd7, Karaklajié-Taimánov, Cam­
adela nte, jugó una recomendación de peonato de Europa por equipos, 1 957) o
Taimánov, intentando mejorar la defensa 6 ... e6, pasando a las variantes habituales.
de las negras. Para mí fue interesante re­
petir la lección, mucho más porque en ese 6 lLJ B J.b4 7 J.c4
momento esta variante de apertura no ha­
bía perdido su actualidad. La continuación principal contra la forma­
ción de las negras. Sin miedo a una posible
1 lüB c5 2 e4 a6 pérdida de material, las blancas le dan al
juego un carácter abierto, contando con
su ventaja en el desarrollo. Si en lugar de
eso se hubiesen encaminado por la vía de
las maniobras del tipo de 7 i.d2 (precisa­
mente esta jugada es la que se considera­
ba en el principal manual de a pertura de
aquella época), entonces la táctica de las
negras estaría justificada. Por ejemplo: 7
... d6 8 i.d3 lll bd7 9 o-o ll\c5 1 0 Wfe2 o-o
(Snaevarr-Euwe, Reikiavik, 1 949) o 9 a3
.txc3 10 .txc3 lll c5 1 1 i.b4 Wfc7 12 lll d 2
i.e6 1 3 0-0 0-0 (Sch midt-O 'Kelly, Bever­
wijk 1 949).
3 d4
7 ... ftc7 8J.b3
En la actualidad, el segundo movimiento
de las negras apenas se juega. Se ha en­ Véase el diagrama siguiente
contrado el plan 3 c3 para las blancas y,

97
11 J.a3 i.g4?

Las negras no debían aferrarse a su mate­


rial de ventaja, sino dar preferencia a 1 1 ...
o-o 1 2 Wfd5 tll xc3 ( 1 2 ... tll c5 1 3 �ad l ) 1 3
Wfxd6 o a 1 1 ... tll c5, sin miedo a 1 2 ixc5
dxc5 ( 1 2 ... Wfxc5 1 3 tll g 5 0-0 1 4 Wfh5) 1 3
tll xe5 0-0 (aquí 14 �e 1 con la amenaza
lllxfl obliga a las negras a conformarse con
debilitar su cadena de peones después de 14
... ie6, y las blancas tienen una ventaja es­
table). Es cierto que las blancas, probable­
8 d6
••• mente no habrían jugado 1 2 ixc5, sino, o
bien 1 2 Wf d2, reforzando la presión sobre
Recomendación de Taimánov. Él mismo el punto d6, o bien 1 2 tll g 5, y a 1 2 ... 0-0,
había jugado 8 ... 0-0, y después de 9 0-0 se 1 3 f4 con ataque. Pero en estas variantes,
encontró en una posición difícil: 9 ... ixc3 las negras podrían contar con la posibili­
(es mejor 9 ... d6, y si 1 O tll d 5 tll xd5 1 1 dad de devolver el peón en el momento
ixd5, entonces 1 1 ... lll d 7) 1 O bxc3 tll xe4 adecuado, y rechazar el ataque. Ahora sus
1 1 �el ! Por supuesto, es mala la inmedia­ piezas están colgando.
ta 8 ... ixc3+ 9 bxc3 Wfxc3+ 1 O id2 Wfc7
debido a 1 1 tll g 5 o-o 1 2 ib4 o 8 ... tll xe4 12 1!e1 ticS
a causa de 9 ixfl+ �xf7 1 0 Wfd5+ �e8 1 1
Wfxe4 ixc3+ 1 2 bxc3 Wfxc3+ 1 3 �e2! Ya era imprescindible soltar las riendas, ju­
gando 12 .. . f5.
En la variante 8 ... ixc3+, en lugar de 1 1
0-0 es más fuerte 1 1 ... h6 12 &i:Jxfl �fB 13 13 J.xo Bxc5
tllxh6 gxh6 14 ixh6 Wfc3+ con juego de do­
ble filo, y también es más exacta 1 0 ... Wfcs, Ante 1 3 ... dxc5 decidía 1 4 ixfl+ Wfxf7 ( 1 4
previniendo la llegada del alfil a b4. ... �xf7 1 5 tll g 5+) 1 5 füe5+ N o obstante,
este mismo motivo táctico se lleva a cabo
En caso de 8 ... tllxe4,se debe responder 9 en la partida.
0-0!, y se obtendrá una sólida ventaja de
desarrollo a cambio del peón sacrificado. El golpe en f7 también era posible sin el cam­
En la variante que ofrece Geller, después de bio en cs.
13 ... d6, sería necesario demostrar que hay
compensación.

9 0-0 J.xc3

Si no, 1 O tll d 5 proporciona a las blancas


una ventaja posicional considerable.

10 bxc3 tixe4

Merece una seria atención 1 O ... tll bdl segui­


do de tll c5.

98
14.lxf7+

Desde este momento y hasta el final, todo


el juego de las blancas se basa en la explo­
tación de la posición «centralizada» del rey
negro.

Esta jugada aparentemente absurda es la


más fuerte. Después de 1 5 ... bS 1 6 .idS,
las negras de todos modos tienen que ju­
gar 1 6 ... !!a7 ( 1 6 ... lll c6 1 7 .ixc6 �xc6 1 8
lll xeS). Además, ¡desde a 7 la torre pronto
estará habilitada para defender al peón Habiendo reforzado sus peones débiles,
g7! las blancas pasan a la organización de las
amenazas sobre el rey negro, aunque no
Vale la pena señalar que después de 1 6 ... resultará fácil hacerlo. El rey se oculta tras
�al, se puede capturar en es en cualquier el centro de peones, y Jolmov se defiende
momento. Con el jaque a la descubierta, las con una excepcional tenacidad.
blancas recuperan la dama y obtienen un fi­
nal claramente mejor. 22 ... h6 23 '9'e4 Wc7 24.lhs+ ©ds 2s Wds

16.idS gf8 17 '9'd2! Después de completar una parte de su


plan, la debilitación de las casillas blancas,
Esta jugada persigue a la vez dos objetivos, las piezas blancas se disponen a combinar
uno defensivo y otro ofensivo. El primero el ataque sobre los peones d6 y es con
es la defensa del peón c3, el segundo, el la amenaza de penetración de las piezas
más importante, el jaque en gS. También pesadas en el flanco de dama. El proble­
está atacado el peón b7. Solo se pueden ma de las negras consiste en que no solo
detener todas estas amenazas despren­ están condenadas a defenderse, sino que
diéndose del alfil de casil las blancas, pero además no disponen de contrajuego.
entonces se inicia el juego por las casillas
blancas debil itadas en el campo negro. Se 25 ... '9'c6
debe mencionar de paso que ante 1 7
h6, las blancas no tendrían prisa por cap­ Las negras están dispuestas a desprender­
turar en b7, pero podrían incluir la jugada se de un peón después de 26 füeS �xdS
18 lll h4. 27 !!exdS <J:lc7, pero las blancas, no sin
fundamento, aspiran a más.
Es mejor la aplastante 18 lllxeS!, y el rey solo
puede salvarse del ataque a costa de gran­ 26 Wgs+ ©c7 27.lB Wbs
des pérdidas.
Véase el diagrama siguiente
17 ... .lxf3 18'9'g5+©e8 19.lxf3 b620 gbd1
28 a4!
Ni siquiera los cambios alivian la posición
de las negras. ¡Su rey está en el centro! Una jugada útil, ya que la captura del peón
permitiría a la torre acceder a la casilla da-

99
ve c4 a través de e4 y ganar tiempo. d e cumplir con l a tarea defensiva: 34
Wfxa4 35 :gb5, y la amenaza 36 Wfc6+ deci­
2a 'l'c5 29 9b3 mda
••• de (35 ... Wfxc4 36 gbb3).

Defensa tenaz: detiene la amenaza 30 :gd5 Después de 35 ... Wfxc2 no se ve un golpe de­
(30 ... Wfc7). Entonces las blancas «hacen la cisivo, pero en caso de 35 c5! (en lugar de 35
visita por el otro lado». ;gb5) la defensa de las negras se desmorona
(35 ... bxc5 36 gb3, 35 ... tlJxc5 36 Wfal+, 35 ...
30 9g8+ mc7 31 h3 dxc5 36 Wfal+ <:j;cs 37 ie2 c4 38 ;ge4 gf4 39
ixc4! fue4 40 ia6+ <:j;ds 4 1 WfbB++).
U na jugada preventiva antes de los acon­
teci mientos decisivos. Entre las intencio­ 35 gd1 9xc2
nes de las blancas se encuentra jugar 32
ge4 b5 33 axb5 axb5 34 ga 1 . Al precio de un peón, las blancas han ob­
tenido un «acceso» al rey adversario. La si­
31 ... �d7 guiente repetición de la posición se debe
al deseo de ganar tiempo en el zeitnot.
Con la esperanza, después de 32 ... fü8, de
evacuar al rey a la casilla a7 a través de b8. 36 9b7+ mda 37 9a8+ mc7 38 9c6+ mda
39 ged3 gee6
Es más tenaz 3 1 ... gf4.

32 9as as 33 gds 9a3 34 c4

La jugada 34 ge4 habría permitido a las


negras sostenerse: 34 ... fü4.

Ganaba rápidamente 34 ie2!, con la inclu­


sión del alfil en el ataque a través de a6 o de
b5.

Véase el diagrama siguiente

34 ... 9c1+ De otra manera, no se puede defender el


peón d6. Pero ahora la torre negra se en­
La dama negra ya no está en condiciones cuentra «en el campo de visión» del alfil

1 00
blanco. Cara a cara

40 �3d2 'e'b3 41 J,g4 me7 42 J.xe6 �xe6 43 N.017.


mh2 TAHL - GELLER
Apertura Española
Para ser honesto, este movimiento no era
necesario ahora, aunque podría haber lle­ XXV Campeonato de la URSS
gado a ser útil más adelante. Riga 1 958

43 'e'b4 44 �dS
••• Primero citaré una conversación que se
produjo 1 1 años después de este encuen­
Privando a la dama negra de la importante tro. En el XXXVII Campeonato Nacional en
casilla cs. Moscú, que además era zonal, jugando
con negras contra Mijaíl Tahl elegí la Aper­
44 g5 45 'e'c7
... tura Espa ñola. La partida terminó en ta­
blas. Analizándola con él en su habitación,
La fiebre del zeitnot ha terminado, y las ne­ Tahl me indicó:
gras abandonaron. La amenaza de 46 l:!bS
seguida de l'!b5xb6 o de c4-c5 es irresis­ -Bueno, el avance d4-d5 daba ventaja a
tible. las blancas...

-Daba ventaja -confirmé-, pero desde


l uego yo sa bía que no ibas a jugar así.

Tahl sonrió.

Cuento esto porque, cuando en una po­


sición intentemos encontrar la continua­
ción objetivamente más fuerte, no será
posible si no tenemos en cuenta la faceta
creativa del adversario. Incluso en el año
1 969, al excampeón del mundo, Tahl, no
le agradaban mucho las posiciones ce­
rradas, y unos 1 O u 1 1 años antes, menos
aún. Mientras tanto, en la variante con 1 1
... .ib7 de la Apertura Española, las blan­
cas obtienen ventaja con frecuencia, pre­
cisamente cerrando el centro e iniciando
una larga lucha de maniobras. No había
peligro de que el gran maestro de Riga
eligiera este camino y, por eso, detuve mi
elección en la continuación de la partida.
Mis suposiciones se confirmaron. De esta
manera, las negras ganaron psicológica­
mente en la apertura, pero, como se verá,
sufrieron una derrota psicológica en el
medio j uego.

1 01
1 e4 es 2 tLIB tl:lc6 3 J.bs a6 4.ia4 tl:lf6 s o-o el campo de acción de sus piezas. Además,
J.e7 6 gel bS 7 .ib3 o-o a c3 d6 9 h3 tl:las 10 14 ... ges simplemente obligaría a las blan­
J.a cS 11 d4 .ib7 cas a jugar 1 5 d5, ya que 1 5 liJxc4 füc4 1 6
ib3 füb4! 1 7 id2 füb3 1 S axb3 liJxe4 se­
U na de las innovaciones introducidas en el ría clara mente favorable a las negras.
campeonato de Riga (la contin uación clá­
sica en el sistema Chigorin es 1 1 V!fc7). Tras la más precisa 17 ia3, las negras corren
Su justificación táctica se encuentra en la el riesgo de no obtener compensación por la
variante 1 2 dxc5 dxc5 1 3 V!fxdS gaxdS 1 4 calidad. Probablemente, valía la pena sacri­
liJxe5 liJxe4, etc. ficarla de otra manera, jugando enseguida
1 6 ... liJxe4, o bien sencillamente retirar la
12 b4 torre.

¡Se confirma la vertiente psicológica de 1S exd5 exd4


Tahl! En una partida anterior en el mismo
campeonato, Geller-Averbaj, se hizo evi­ Un error imperceptible. Merecía seria
dente que la estereotipada 1 2 liJ bd2 cxd4 atención 1 5 ... e4. En caso de 1 6 liJe5 e3!
1 3 cxd4 ges 1 4 liJfl d5 proporciona a las 1 7 fxe3 '!Wxd5 se frustraba la combinación
negras un juego satisfactorio, y que, para de las blancas, ya que 1 S V!ff3 liJxe5 1 9
obtener ventaja, las blancas deben cerrar dxe5 '!Wxe5! 20 '!Wxb7 V!fxa l 2 1 '\Wxe7 gacS
el centro mediante d4-d5 en la jugada 1 2 las llevaría a la derrota: 22 lü b3 V!fxa2 23
o en la 1 4. A Tahl esto no le agradaba y id l füc l 24 lüxc l 'Wd2. Probablemente,
decidió mantener abierta la posición. Sin la única posibil idad de agudizar el juego
embargo, la jugada del texto, aunque pro­ en esta variante consistía en 1 7 lüdxc4
mete una lucha aguda inmediata, al gus­ exf2+ 1 S @xf2 bxc4 1 9 lüc6. Sin embargo,
to del jugador de Riga, es prematura y le aquí la posición de las blancas también es
concede a las negras unas prometedoras insegura.
posibilidades.
En la primera variante hay posibilidades de
12 ... ab4 13 ab4 tl:lc4 14 tLld2 mejora para ambos bandos (22 ib 1, 20 ...
gfb8, 18 lüef3). En lugar de 17 ... '\WxdS, es
mejor continuar 1 7 lüxeS 1 8 dxeS lüxdS
con ventaja.

Tras la jugada textual, la impresión de que


las negras tienen ventaja es un espejismo.
El juego está equi l ibrado y es muy agudo.

16 tl:lxc4 bxc4 17 °frxd4 i.xb4

Las negras aceptan el reto, y la situación se


calienta hasta el límite. Llevaba a una posi­
ción más tranquila 1 7 ... ixd5.
14 ...ds
Véase el diagrama siguiente

Las negras están un poco mejor desarro- 18 gbl i.xel


l iadas y, efectivamente, aspiran a ampliar

1 02
chazaban el ataque, conservando la ven­
taja de material.

Tras 22 'Sxc4 'i!adB 23 if4, las blancas ten­


drían por la calidad un peón pasado muy
avanzado, bien apoyado por las piezas. La
ventaja estaría de su lado.

21 ... ge2!

Perdían rápidamente tanto 21 ... Wfxb7 22


ixf6 gxf6 23 Wfh4 como 21 ... Wfe6 22 d7.
No se puede rehusar el sacrificio de cali­ Ahora las negras ya a menazan al alfil c2 y
dad, ya que después de 1 8 ... Wfas 19 Wfh4 al punto f2.
ixe1 20 igs, el ataque de las blancas se­
ría irresistible. Las blancas deben incluir el jaque 23 Wlg4+
s1lh8 24 Wf f5 o 23 ... s1lf8 24 ixhl. En caso
A pesar de todo, con la ayuda de 20 ... Wfc3! de la inmediata 23 Wf h4 f5 24 ixfs? Wfb2 o
las negras paraban las amenazas (2 1 !iJe1 de 23 ... ixfl+ 24 s1lxf2 Wfb6+, no ganan. Lo
'Sfe8, 2 1 (iJd4 (iJh5! 22 Wfxh5? ixf2+!) y des­ que es más importante aún, las negras no
pués de 2 1 if5 h6 22 ixh6 podían elegir en­ están obligadas a capturar en f6. En caso de
tre 22 ... gxh, donde eljuego termina con un 22 ... 'f!.e6 (también es posible 22 ... 'Sel) 23
jaque continuo, o mantener la agudeza con ie5 Wfal! (es peor 23 ixglWfal) 24 Wfh4 h6,
22 ... ixfl+ y Tahl tendría que lamentar la apuesta exce­
siva de su jugada 2 1 .

El ordenador propone regresar con el alfil a


la defensa: 1 9 ... ia5 20 d6 'f!.b8. Las blancas se ven obligadas a calmar l a
situación.
20 d6 ffc8

Con el jaque de la jugada a nterior, las ne­


gras han ganado un tiempo imprescindi­
ble para consolidar la posición. El ataque
de las bla ncas ya no existe, pero la posi­
ción activa de sus piezas les permite forzar
las tablas, y a ello ponen manos a la obra.

25 J.xf6

Véase el diagrama siguiente

21 i.g5! 25 gxf6??
.••

¡Una jugada brillante! Tras la natural 2 1 Un error incomprensible.


'Sel Wfe6 y después 'i!ad8, las negras re-

1 03
i>g7 33 fü7

Las negras abandonaron.

La sencilla 25 ... Wxf6 26 Wxf6 gxf6 27 d7


llevaba a las tablas.

Después de una difícil defensa, y tras re­


chazar las agudas ideas de las blancas,
las negras no advierten, o más bien no
quieren advertir, una amenaza elemental.
¿Cuál es la explicación? Que después de la
12.ª jugada de las blancas, en mi opinión
aventurada, me sentí obligado a «Casti­
gar» a mi oponente. Me pasó desapercibi­
do el error de las negras en la jugada 15,
y en adelante me pareció que todo iba
bien. Las negras conservaban la calidad de
ventaja, su rey estaba seguro. Por lo tanto,
pensé que la victoria no estaba lejos. Un
simple cálculo de la jugada natural 25 ...
'\Wxf6 demostraba que no debía pensar en
la victoria. ¡Pero el juego «contrario a las
reglas» de las blancas en su 12.ª jugada
exigía un castigo! Y sin pensarlo, hice la
segunda jugada posible en la posición. En
efecto, resultó ser «ganadora», pero ¡ay!,
paraTahl.

26ge7

Solo ahora las negras advirtieron que la


jugada que planearon (26 ... Wxe7) es im­
posible debido al jaque intermedio con
la dama en g4. Aturdido por lo sucedido,
realicé por inercia algunas jugadas que ya
eran innecesarias.

26 ... �xd6+ 27 �xd6 füd6 28 gxel gd2 29


fül gxf2 30 .ie4 füa2 31 gxc4 a5 32 fü8+

104
Actividad prematura agudo, complejo y prometedor.

N.0 18. 6 ... h5


GELLER - KERES
Defensa Nimzoindia

XXVI Campeonato de la URSS


Tiflis 1 959

En la jugada 1 8, Paul Keres realiza un ava n­


ce activo en el centro. Sin emba rgo, no se
daban las condiciones para realizarlo, y
la infundada violación del equilibrio tuvo
consecuencias irreparables.

Esto se puede explicar así. En principio, las


negras siguieron con atención las amena­ Una idea interesante. Keres aborda la posi­
zas del adversario, después, a medida que ción de una ma nera concreta y provoca el
se igualaba la posición, evidentemente ava nce del peón del extremo de las blan­
el sentido del peligro pasó a un segundo cas, tras lo cual el enroque del rey blanco
plano. Por fin, la igualdad sobre el table­ en el lado corto puede resultar peligroso.
ro provocó algo parecido a un suspiro de La alternativa, 6 ... ixc3+ 7 bxc3 dS 8 Wff3
alivio interno, y posiblemente, la pérdida Wf d7 9 cxdS exdS 1 O ixa6 lll xa6 ·1 1 Wfe2,
del estado de a lerta en algún momento. concede a las blancas una ventaja peque­
Siguió un avance prematuro, y las aspira­ ña pero estable (Bronstein-Portisch, Buda­
ciones de victoria de las neg ras se convir­ pest, 1 961 ).
tieron en una derrota.
7 h4i.b7
1 d4 �f6 2 c4 e6 3 �c3 i.b4 4 e3 b6 5 �e2
b6 6 �g3 Necesario para impedir la salida del alfil
de rey blanco. Ahora las bla ncas obtienen
En aquella época, con blancas en la Defen­ cierta ventaja de desarrollo. Sería intere­
sa Nimzoindia, me gustaba jugar las posi­ sante comprobar 7 ... id6 con la posible 8
ciones que surgen tras a2-a3 y ib4xc3+ lll ge4 lll xe4 9 lll xe4 ie7 1 0 g3 dS.
La jugada del texto es un intento de llegar
a la variante con a2-a3 ganando un tiem­ Bi.d2 a6
po. La primera vez que la jugué fue un año
antes contra Mata novié, en el match URSS­ Las negras toman el control del punto bS,
Yugoslavia, donde 6 ... es 7 dS exdS 8 cxdS completando la preparación de su plan de
ixfl 9 @xfl d6 1 O e4 les proporcionó a las avance en el centro. En caso de 8 ... id6 me
blancas ventaja posicional. Además, difi­ proponía jugar 9 f4 lll g4 1 O e4 (1 O lll xhS?
culta el avance temático d7-dS, que es lo fS!) 1 0 ... ie7 1 1 lll x hS. La continuación 9
que justifica la salida del alfil por a6. Entre lll ge2, que Keres temía durante la partida,
tanto, las blancas se proponen, después no ofrece nada bueno a las blancas des­
del posible 6 ... 0-0, continuar 7 e4 lll c6 8 pués de 9 .. es 1 0 dS exdS 1 1 cxdS Wfe7!
.

id3 es (8 ... dS? condujo a una clara venta­


ja de las blancas, Portisch-Spassky, Moscú 9'ffc2 d5 10 ad5 �xd5
1 967) 9 dS ixc3+ 1 0 bxc3 con un juego

1 05
La alternativa era 1 0 ... exdS. Es evidente las dificultades de l a apertura y, tras l a co­
que las negras hacen su apuesta por un rrecta 1 8 ... lll g 6 1 9 füc l 'il.c8, tendría un
juego abierto de piezas. juego perfecto. La preci pitada ruptura en
el centro expone a las neg ras a un fuerte
11 �xd5 ataque. Me parece que Keres no advirtió
que ante 1 9 fücl las negras no d isponen
Contribuye a que la ventaja de las blancas de la jugada 1 9 ... es debido a 20 �e2!
se evapore rápidamente. Debieron conti­
nuar 1 1 0-0-0, y a las negras no les sería 19 gfc1 exd4
fácil neutraliza r la ventaja de desarrollo de
su adversario. La decisión de entregar la dama por dos
torres sería correcta si las negras pudiesen
11 ... J.xd2+ 12 Bxd2 Bxd5 13 gel �a; 14 consolidar la posición sin pérdidas. Pero
J.e2 0-0-0 no lo consiguen, en primer lugar porque
su rey no tiene un refugio seg uro. La mejor
¡Solo así! Si las negras se ven tentadas por defensa, a mi parecer, era 1 9 ... c6, tras lo
el peón g2 claramente «envenenado» (en que las blancas habrían dispuesto sus pie­
caso de 1 4 ... �xa2 gana 1 5 i.f3), su juego zas pesadas en la columna «d», apoderán­
descarrilaría rápidamente. Por ejemplo: 1 4 dose de ella: 20 i:!d3 seguido de 'il.c l -c3. El
... �xg2 1 5 e4 i:!d8 (1 5 ... 0-0-0 1 6 �c3) 1 6 mismo plan seguiría a 1 9 ... 'il.c8.
dS! lll es ( 1 6 ... exdS 1 7 'il.xc6 i.xc6 1 8 �c3
con la amenaza 1 9 i.f3) 1 7 füc7 i.a8 1 8 20 gxc7+ Bxc7 21 gxc7+ c!>xc7 22 exd4 �d5
�f4. 23 'ffd3 g6

El ordenador continúa la variante entre pa­ No salvaba 23 ... ©b7 por 24 �f3, y la ven­
réntesis, 16 ... exd5 1 7 füc6 i.xc6 18 �c3, de taja de material de las blancas se acrecien­
la siguiente manera: 18 ... dxe4 1 9 �xc6+ ta igualmente.
'il.dl 20 �a8+ i:!d8 2 1 �c6+ 'il.dl 22 i.xa6
'il.h6! 23 �a8+ ©el 24 lll f5+ ©f6! 25 �c6+ 24 Bxa6 gd7 25 �e4 ges 26 �c3
'il.d6! 26 lllxd6 �xh 1 + 27 ©el �f3+ con ta­
blas. Las negras no pueden eludir el cambio de
caballos, y debido a su torpe posición las
15 .if3 tfd7 16 0-0 �e7 17 ixb7+ c!>xb7 18 torres negras no pueden enfrentarse a la
gc3 e5? dama, bien apoyada por sus peones.

26 �xc3 27 bxc3 ge6


•••

Con su juego original, Keres ha liquidado

1 06
El plan de las blancas es cristalino: cambiar
N.019.
el peón «a» por el peón «b», lo que despe­
UHLMANN - GELLER
jará el camino a sus peones pasados liga­
dos en el centro. Las negras logra n evitar Defensa India de Rey

este plan, pero a un alto precio: sus torres Dresde 1 959


se desconectan y caen bajo el ataque de
la dama. 1 d4 �f6 2 c4 d6 3 �d g6 4 e4 J.g7 5 f4 c5 6
�B ad4 7 �xd4 �c6 8 J.e3 0-0 9 J.e2 J,g4
28 a4 gc6 29 as bS 30 ftxbs gxd 31 ftb6+ 10 �B
<if.>ca 32 a6 gcc7
Tras esta jugada, las negras reciben la po­
El intento de situar la torre detrás del peón sibilidad de ser las primeras en emprender
«a» termina en un completo zugzwang: 32 acciones activas.
... :ge l + 33 @h2 E:a 1 34 d5 y 35 d6, tras lo
cual no hay defensa contra '1W b6-c6+ La continuación teórica principal es 7 OliJxc6
hel 7 7 liJxdB Íl.xd7 7 2 'i!.xd 7 füxdB 7 3 @e2.
33 d5 gd8 34 d6 gc1+3S <if.>h2 <if.>d7 36ftb7+

Ganaba rápidamente en dos jugadas 36


'1Wa7+ @xd6 37 '1Wd4+, y las negras pierden
la torre.

36 ... <if.>xd6 37 ftxf7 gcS 38 9f6+

El rey no tiene dónde retirarse: 38 ... @c7


39 '1We7+; 38 ... @d7 39 '1Wd4+. Por eso, las
negras abandonaron.

10 ... eS!

Aprovechando su clara ventaja en el desa­


rrollo. El siguiente movimiento de las blan­
cas es prácticamente obligado, ya que de­
ben li mitar el radio de acción del alfil indio
de rey de las negras.

11 fxe5 dxe5

En caso de 1 1 ... i.xf3, las blancas entregan


la dama: 12 exf6 i.xe2 1 3 fxg 7 i.xd l 1 4
gxf8='1W+, crea ndo u n a posición con ricas
posibilidades para el ataque por las casi­
llas neg ras débiles del flanco de rey. Y las
negras no deben tener miedo al cambio
de damas.

Después de 1 4 @xf8 1 5 E:xd l '1Wf6, la

1 07
dama no es inferior a la torre y al alfil. Era En respuesta a 1 7 ©h 1 las negras habían
más prudente para las blancas 1 2 gxf3. preparado 1 7 V!ixb2 1 8 � b5 �xb5 1 9
cxb5 �d6, con u n peón d e más, mientras
12 0-0 tfa5 1 3 Yfe1 que las amenazas de las blancas no son
peligrosas.
Era más fuerte 1 3 a3, para si 1 3 ... :i:l:ad8
responder 1 4 �d5, y es mala 14 ... �xe4 Aún es más convincente 18 .. �xf3 1 9 gxf3
.

1 5 b4. V!iel. Para las blancas, lo mejor era 1 7 Vfif2.

13 ... gadB 14 Wh4 �d4! 17 ... �xB+ 18 gxf3 gd3 1 9 c5

Continuando con su estrategia de opera­ La mejor posibilidad debido a las a mena­


ciones activas, en primer lugar, en el cen­ zas 1 9 ... :i:l:xf3 y 1 9 ... l!c8.
tro. En caso contrario, las blancas podrían
construir poco a poco un ataque en el 19 ... Yfe6 20 gel
flanco de rey: J.e3-h6, �f3-g5, etc.
Las blancas todavía podían mantener el
equilibrio jugando 20 l!ff1 y l!ad1.

1 5 .ig5

Después de 1 5 lüg5 �xe2+ 1 6 �xe2 he2


1 7 E:xf6 h6, se rechazaba el ataque de las
blancas, sufriendo pérdidas materiales. Ambos bandos j uegan con bastante con­
También era malo para ellas el cambio en sistencia, procurando obtener juego allí
d4: 1 5 �xd4 exd4 1 6 hg4 dxc3, y como donde tienen fundamentos para ello. Sin
mínimo las blancas pierden un peón. embargo, la ventaja de las negras es evi­
dente. Dominan la columna «d», la po­
Después de 15 �g5 es mejor capturar en­ sición del rey bla nco está debilitada, y la
seguida el alfil: 15 ... hel 1 6 'i!.xf6 h6. En la dama blanca está claramente «en fuera de
variante 15 lüg5 �xel+ 16 �xel hel 1 7 juego». Por eso, las negras emprenden el
!!xf6 h6 18 � xfl /ixf6 ( 1 8 ... 'i!.xf7 1 9 'i!.xf7 ataque con un sacrificio temporal de peón.
©xfl 20 Vfif2+) 1 9 Vfixf6 'i!.xf7 20 V!ixg6+ E:gl
2 1 Vfie6+, las blancas obtienen tablas porja­ 22 �xa7 gaa 23 �b5 h6 24 .id2 gxa2 25
que continuo gracias a que la dama dispone �c7 tfb3 26 J.c3 �f4
de la casilla e6.
Defendiendo sus numerosas debilidades,
15 ... J.xB 16J.xB 9b6 11 ga las blancas se ven obligadas a permitir que

1 08
el caballo negro penetre en la línea de fue­ En esta posición se aplazó la partida. Sin
go. Ahora se amenaza al menos 27 ... :gd 1 + continuar el juego, las blancas abandona­
28 l!xd l (o 28 'fl.f1 'il.xc 1 y 29 ... tt'ie2+) 28 ... ron a causa de la variante 41 ... @h 7 42 c7
'!Wxd 1 + 29 fü1 '!We2, mientras que la ame­ !!g4 43 c8='1W 'fl.h2++ Es interesante desta­
naza 27 ... l!xc3! es más que desagradable. car que si, en lugar de 41 if8+, hu bieran
elegido 41 c7, entonces la partida termi­
27 �d5 �xd5 na ría así: 41 ... :gg4 42 l:'!:g8+ @h7! 43 !!h8+
ixh8 44 c8'1W l:!xh4+ 45 @g 1 id4+ 46 @f1
Solo la falta de tiempo para pensar puede fü2+ 47 @g 1 :gd2+ 48 @f1 l:'!:h1 ++
explicar el hecho de que las negras pasa­
ran por alto 27 ... :gxc3. Ahora pierde 28 La parte final no está exenta de imprecisio­
:gxc3 !!a l + 29 fü1 !!xf1 + 30 @xf1 '!Wxb2 (es nes de ambos. Así, las negras debieron jugar
más precisa directamente 29 ... '!Wxb2) y 28 enseguida 39 ... ies, mientras que después
bxc tt'ie2+ 29 füe2 'fl.xe2 30 '!Wd8+ @h7 3 1 de 39 ... bxc6 las blancas dejaron escapar la
tt'ie7 h S (es más tenaz 30 fü1, pero las ne­ posibilidad de rechazar las amenazas con la
gras tenían a su disposición una continua­ continuación 40 if8+ @hl 4 1 !!f1, y si 4 1 ...
ción más enérgica, 28... 'f1.xf2 29 tt'ixf4 'f1.xf3), ies (4 1 .. . f5 42 'fl.fd1, 4 1 ... g5 42 h5), enton­
y en caso de 28 tt'i xc3 decide 28 ... füb2, y ces 42 'fl.xfl+ @gB 43 !!el.
si 29 @f1 , entonces 29 ... '!Wxc3!

28 exd5 �bd5 29 ftb4

El resultado de la partida está decidido,


no tanto por el peón de más de las negras
como por la tremenda energía de sus pie­
zas.

29 ... ftxb4 30 .txb4 ga4 31 .la3 e4 32 fxe4


gxe4

¡La comparación de la actividad de las pie­


zas es claramente favorable a las negras!

33 mh1 J.d434 gd2 g95 3s b4.ic3! 36 gd8+


mg7 37 b5 ge2 38 h4 gg3 39 c6 bxc6 40 bxc6
.les 41 J.ta+

1 09
El talón de Aquiles del rey negro co de dama de las negras, pero este plan
completamente correcto no agota las po­
N." 30. sibilidades en esta posición. De momen­
to, las blancas camuflan sus intenciones,
GELLER - POLUGAIEVSKY
guardando en su corazón un plan activo
Defensa Siciliana en el flanco de rey.
XXVIII Campeonato de la URSS
Moscú 1 961 10 ... /i..e6 11 f4

Las blancas podían haber emprendido el


plan de bloqueo en el flanco de dama, que
les había proporcionado bastantes puntos
en las competiciones más importantes. Se
podría aplicar el refrán de que quien bien
tiene y mal escoge, del mal que le venga
no se enoje. Pero, en primer lugar, tan im­
posible es trabajar en ajedrez estudiando
solo las 1 0-1 5 primeras jugadas, como ju­
gar una y otra vez el mismo esquema de
apertura, aunque sea rico en variantes y
diferentes sutilezas. Esta unilateralidad
amenaza con estrechar los horizontes del 11 ... exf4
ajedrecista. En segundo lugar, cada uno
de nosotros está fa miliarizado con el de­ La cesión del centro, a l parecer, es forzada,
seo puramente humano de mirar a veces ya que es desagradable para las negras 1 1
algo n uevo, aunque no sea total mente ... llJ bd7 1 2 f5 ic4 1 3 g4! La valoración de
prudente. la posición depende de lo que consiga el
contrataque negro en el centro, 1 3 ... d5,
Al parecer, la combinación de todas estas que va unido al sacrificio de un peón. El
circunstancias dio lugar a la 1 O.ª jugada de análisis demuestra que es posible tanto 1 4
las blancas. llJxd5 llJxd5 1 5 exd5 ixe2 1 6 '\Wxe2 llJ b6
1 7 .bb6 '\Wxb6+ 1 8 @h 1 , tras lo cual sur­
1 e4 c5 2 tll f3 d6 3 d4 ad4 4 lll xc14 tllf6 S lll c3 ge una posición muy aguda en la que las
a6 6 .te2 es 7 lll b3 li..e7 8 0-0 0-0 9 J.e3 ffc7 posibilidades de las blancas parecen pre­
feribles, como la sencilla 1 4 exd5. En ese
Como las negras han renunciado al de­ caso, si 1 4 ... ib4 las blancas d isponen de
sarrollo del alfil de casillas blancas por la la fuerte réplica 1 5 d6!
diagonal h 1 -a8, no debieron fijar sin nece­
sidad la posición de su dama. Era más ex­ En la primera variante, las negras obtie­
peditivo 9 .. ie6, como se jugó, por ejem­
. nen un juego excelente mediante 15 .. llJf6
.

plo, en el XXVII Campeonato de la URSS, (Yanofsky-Gligori¿ Estocolmo, 1 962), por­


en la partida Smyslov-Petrosian. que no vale 1 6 d6 hd6 1 7 hc4 '\Wxc4 18
'\Wxd6 '\Wxg4+ 1 9 @h 1 '\We4+ En la segunda,
10 ffd2 después de 15 ... '\Wc8(c6) la posición es de
doble filo.
En mi opinión, es objetivamente más fuer­
te 1 O a4. El lector encontra rá en este libro 12 �xf4
muchos ejemplos de bloqueo del flan-

1 10
Las blancas descubren su idea, un ataque 1a gh4!
directo al rey. El eslabón principal del plan
debe ser el traslado del caballo de b3 a fS Los puntos f7 y g7 están más o menos
y la instalación del alfil en d4. Si las negras bien cubiertos, pero cerca del rey se halla
hubiera n sospechado esto, desde luego también el punto h7, y hacia él empiezan a
ahora habrían jugado 1 2 ... tlJ c6, tomando apuntar las piezas pesadas blancas.
el control del punto de tránsito d4, y así, a
través de d7, hubiera n llevado el otro ca­ 18 ... �g6
ballo a es.
Se podían defender con éxito con la ayuda
12 ... � d7? de 18 ... °WdB, y si 1 9 'i'!.h3 (o 1 9°Wf2), entonces
1 9 ... g6.
Esto no impide el despliegue de las piezas
planeado por las blancas. Ahora el ataque
de las piezas blancas, armónicamente dis­
puestas, se desarrolla con toda comodi­ Las negras han hecho todo lo posible para
dad. defenderse, pero ha sido insuficiente. El
grupo de piezas centralizadas blancas es
demasiado fuerte, mientras que el pu nto
h7 no dispone de un solo defensor, aparte
Aquí y más adelante es desfavorable para del rey negro...
las negras 14 ... .ixfS 1 5 !MS tlJc4 1 6 .ixc4
"Wxc4 1 7 .id4! Merecía atención 1 4 ... füd8 20 Bd1 bs 21 Uhs h6
con la posibilidad de liberarse mediante
d6-d5. La falange de peones negros del flanco de
rey es débil. Es evidente que el punto h6 es
el lugar de sacrificio, tras lo cual el rey ne­
gro quedará expuesto. Ahora era posible
La posición de las negras es difícil. No dis­ la arra ncada de peón 22 g4 con la amena­
ponen de un contrajuego activo y, por lo za 23 gS, y a 22 ... f6 23 tlJds. Sin embargo,
tanto, intentan cubrir en la medida de lo si es posible, lo mejor es atacar sin debi­
posible la posición de su rey. Lo consiguen litar la posición del propio rey. La jugada
solo en «dos tercios»... de la partida también prepara el salto del
caballo a dS, tras lo cual, el coeficiente de
17.id3 �fd7 atacantes resulta demasiado elevado.

Esta jugada es obligada para las negras. Si


22 ... b4, entonces 23 tlJdS .ixd5 24 exdS,
y en caso de 24 ... tlJxd3, las blancas res­
pondería n 25 'i'!.xg6! fxg6 26 "Wxg6 con un
ataque irresistible.

Véase el diagrama siguiente

23 �d5

111
Aún era más fuerte 23 'itih l y 24 h4, ya 27 lEie3!
que, mientras tanto, las negras no podrían
reforzar su posición. En ningún modo es una señal de retirada.
El caballo se traslada ganando tiempo a la
Esta profilaxis con 23 'itih 1 permitiría a las importante casilla g4, desde donde man­
negras establecer la defensa mediante 23 ... tendrá a tiro no solo el punto h6, sino tam­
b4 24 ltJdS ixdS 25 exd5 ttJxd3 26 cxd3 Wfc 1 ! bién el punto f6. Al mismo tiempo, se abre
27 'Sgf3 (27 'itig 7 'Se 1) 27 ... WlgS. paso para la torre f1 .

23 .bds 24 exd5 lEixd3


.•. 27 ... �d2 28 lEig4

Ya se atisbaba n en diversas variantes a me­ Más contundente que la también posible


nazas del tipo de 25 ttJxh6 gxh6 26 ixes 28 W/fs, con las amenazas 29 h4 o 29 W/xf7.
'SxeS 27 'Sxf7+
28 ... ftd7
25 ad3 YlYb7
Tampoco salva la recomendación que hizo
Se produce un curioso mate después de Tolush en la revista Ajedrez en Moscú (n.0
25 ... tt:Jes 26 ltJxh6 g6 (26 ... gxh6 27 �es 1 2, 1 96 1 ) 28 ... 'Sde2, para cambiar la torre
y 28 'Sxf7+) 27 ltJg4+! gxhS 28 ltJf6+ 'itih6 atacante blanca mediante 29 ... 'Sel . Las
29 .ie3++ blancas respondería n 29 .ie3, amenazan­
do ganar la calidad (30 ttJf6+), y a 29 ... 'Sc2
26 <iii>h 1 realizarían la temática 30 .ixh6.

La más precisa. En la variante 26 ... W/xdS En esta variante es correcta 29 ... 'Sxbl. Y
27 ltJxg7, las negras capturan en d4 sin ja­ no se trata de codicia. Después de 30 .ixh6
que: 27 ... W/xd4, y entonces sigue 28 ttJxe8 gxh6 3 1 ltJf6+ 'itihB 32 ttJxeB Wfel, las blan­
'Sxe8 29 'Sxf7+ 'itih8 30 'Sxf8+! (aún es más cas pierden el caballo debido a la imposibi­
convincente 30 'Shl+!). lidad de jugar 33 ltJf6? por 33 ... Wfxf6!, y la
lucha continúa. Mientras tanto, con la torre
26 ... �a en el, la intermedia 33 W!d 1 ! defiende la pri­
mera fila con ganancia de tiempo; y a la ju­
En caso de 26 ... Wfdl, los pilares negros se­ gada siguiente, el caballo salta a f6.
rían suficientemente sólidos.
Véase el diagrama siguiente
Véase el diagrama siguiente

112
Una sorpresa... ¿para quién?

N.031.
PETROSIAN - GELLER
Defensa India de Rey

Campeonato por equipos de la


URSS, Moscú 1 96 1

Nadie está asegurado contra las sorpresas


en la apertura. Por supuesto, cualquier
ajedrecista trata de reducirlas al mínimo,
29 h4! pero a veces uno se ve obligado a resolver
sobre el tablero cuestiones bastante ines­
La atractiva 29 °%Yxh6+ no proporciona­ peradas. En esos casos todos reaccionan
ba a las blancas el efecto deseado. Ahora de una manera diferente. Yo me encuentro
esta amenaza ya es fuerte: después de 30 en ese porcentaje de los que intentan por
'%Yxh6+ gxh6 3 1 lll f6+ 'it>h8 32 lll xd7+ ig7 todos los medios encontrar el lado oscuro
33 ixg7+ 'it>xg7 34 hS, las negras pierden de la nueva contin uación, siempre que la
pieza. comprensión de la posición y la experien­
cia me dicten que existe esa sombra. Estoy
29 ... fle7 30 ge3 f/d7 31 flxh6+ mg8 de acuerdo en que, desde el punto de vis­
ta práctico, no siempre es razonable, que
No se puede capturar la dama: 3 1 ... gxh6 tal búsqueda requiere m ucho esfuerzo
32 lll f6+ 'it>h8 33 lll xd7+ lli es 34 ic3 !!c2 y casi «garantiza» el zeitnot, pero ¡no hay
35 d4. nada que pueda hacer al respecto!...

En la presente partida pude descubrir los


aspectos débiles de la 6.ª jugada de las
Las negras abandonaron. Se amenaza el blancas, la cual, debo confesar, fue una
mate en g 7, además de estar atacada la sorpresa absoluta y nunca antes la había
torre de d2. analizado.

1 c4 g6 2 d4 J.g7 3 �c3 �f6 4 e4 d6 5 J.e2


0-0 6 d5!?

113
A primera vista, es una jugada bastante podría haber sucedido después d e 7 lllf3
extraña. En lugar de desarrollar una pieza, lll c s 8 '!Wc2 c6 9 igS):
las blancas avanzan un peón central que
no está atacado, ofreciendo, además, al
oponente una amplia elección. Si esta ju­
gada la hubiera realizado un jugador de
clase inferior a la de Petrosian, le hubiera
reprochado su ignorancia de las leyes bá­
sicas del juego en la apertura ...

En cuanto a las consideraciones que g uia­


ron en este momento a Petrosian, solo él
mismo puede responder. Creo que los mo­
tivos de un avance tan temprano de peón
son varios. En primer lugar, en sí misma,
esta jugada no es tan mala: las bla ncas Siguió 9 cxd5 1 O cxd5 (1 O exd5 daba
crean una cuña de peones que restringe a las negras un tiempo adicional, 1 O
el juego de las negras en las formaciones ifS) 1 O ... id7 1 1 :gel :ges, y las blancas
habituales de la India de Rey. En segundo se vieron forzadas a perder tiempo con la
lugar, bajo su cobertura, las blancas tienen retirada 1 2 Wi'bl , tras lo cual las negras al­
la intención de desplegar cómodamente canzaron buen juego. Aquí realizaron un
sus piezas, ya que el estereotipado ataque sacrificio de pieza inoportuno: 12 ... lll fxe4
al centro de peones mediante c7-c6 y e7- 1 3 lll xe4 ifs 1 4 tll fd2 Wi'b6 1 5 o-o ixb2 1 6
e6 les exige a las negras bastante tiempo. lll c4 ixc l 1 7 lll xb6 ixgs 1 8 lll xc8 ixe4
En tercer lugar, las negras se ven obligadas 1 9 lll xe7+, lo que llevó a una relación de
a resolver sobre el tablero nuevos proble­ fuerzas bastante extraña. Después de al­
mas, y en este caso la amplitud de elección gunas inexactitudes de las blancas la par­
a menudo se vuelve en su contra: cuando tida terminó en tablas.
el tiempo es limitado no es fácil establecer
qué continuación es la más fuerte. 7 ... lüc5 8 B c6 9 tfd2

Tras reflexionar un rato, las negras encon­ Aparecían debilidades adicionales en el


traron lo que probablemente sea el plan campo de las blancas después de la «ac­
más conveniente, asociado a la renuncia a tiva» 9 b4 lll a6 1 0 :gbl ( 1 0 a3 lll xdS) 10 ...
la ruptura e7-e6 y a la actividad en el flan­ cxdS 1 1 cxdS id7, y la columna «C» queda
co de dama. La presión sobre el centro de en manos de las negras.
peones blancos se realizará, en térmi nos
milita res, con un «movimiento envolvente 9 ... ad5 10ad5 J.d7 11 h4
por la derecha».
No con el objetivo de atacar, sino solo para
6 ... lüa6! 7 J,gs desarrollar el caballo de rey. ¿No es esta la
mejor evidencia de la inconveniencia de la
Se advierte que la natural 7 lll f3 crea di­ estrategia de las blancas?
ficultades de apertura, pero no para las
negras sino para las blancas. En una par­ 11 ... �c8 12 lüh3
tida posterior, Uhlmann-Geller (Torneo In­
ternacional de Grandes Maestros, Moscú, Véase el diagrama siguiente
1 967) surgió la siguiente posición (aquí

114
12 ... bS! 13 lü d1 alguna manera al rey y mantener el equili­
brio de material.
Resulta que el centro de las blancas no es
tan sólido, y se ven obligadas a defenderse 1 1 m12 Was
pasivamente. En caso de 1 3 lll xbS ixbS 1 4
ixbs seg uiría 1 4 ... lll fxe4! 1 5 fxe4 lll xe4 Aquí ya era muy fuerte h 7-hS.
1 6 'l'Hb4 (se amenazaba la desagradable 1 6
... '!'Has+) 1 6 ... lll g 3, y las fuerzas dispersas 18 lüe3
de las blancas, a pesar de la pieza de ven­
taja, ofrecen una impresión lamentable. Deteniendo la a menaza 18 ... lll b3, y de­
fendiéndose contra una posible invasión
El programa juega sin sacrificar: 13 ... 'l'Hb6 en c2, aunque nadie cubre la casilla d3 ...
14 lll c3 lll h5, considerando que en este caso
la ventaja de las negras aún es más sustan­ 18 ... Wa6 19 mg2 h6
cial.
Una j ugada i ntermedia importante. Si las
13 lühS 1 4 g4
••• negras no h ubiesen jugado 1 8 ... 'l'Ha6, sino
18 ... ibS, entonces las blancas tendrían
El enroque blanco está «prohibido» por la aquí la respuesta 20 ixe7, y a 20 ... füe8,
captura con alfil en h3. 2 1 ixd6. Ahora el peón d6 está defendido,
y la amenaza de captura en e7 liquidada:
14 ... lüg3 1S gg1 lüxe2 desde e7 el alfil no dispone de retirada.

En estructuras de este tipo, la ausencia del 20.if4 lüd3 21 ggb1 hS


alfil de casillas blancas se hace notar.
Una vez atraídas las piezas pesadas blan­
16 mxe2 b4! cas a la defensa del flanco de dama, las
negras empiezan a sondear los puntos dé­
Véase el diagrama siguiente biles en las inmediaciones del rey blanco.

Preparando inmediatamente la i nva­ 22 .igS hxg4 23 fxg4 fü7 24 lüf2 J.bs


sión por las debilitadas casillas blancas.
La aceptación del sacrificio de peón solo Véase el diagrama siguiente
significaría abrir también para el ataque la
columna «b». Las blancas centran su aten­ 25 lüh3
ción principalmente en cómo proteger de

115
El «movimiento envolvente hacia la dere­
cha» ha finalizado, solo queda rea lizar la
invasión.

26 hS Bb6 27 hxg6 fxg6 28 mh2

Tomando medidas para la defensa del


peón e4. Es sorprendente que, dura nte
casi toda la partida, las blancas manten­
gan obstinadamente la igualdad material
que, de hecho, terminan manteniendo so­
bre el tablero.
Estratégicamente, la posición de las blan­
cas es desesperada, y debieron haber in­ 28 ... '9'd4 29 '9'g2 gf8 30 b3
tentado complicar el juego a toda costa
mediante 25 a4 con la proba ble continua­ Las blancas no están en condiciones de es­
ción 25 lll xf2 26 iixf2 (26 axb5 lll xe4, tablecer una «coordinación» entre sus tres
etc.) 26 ... .id3 27 !!d l .ixe4 28 Wfxb4 f5. «islas» de piezas-peones.
Temiendo, evidentemente, una rápida
derrota, prefieren una táctica de defensa
pasiva.

Continuando la variante entre paréntesis


media jugada más, 27 Wlxb4, se llega a una
posición ganada para las blancas (están
atacados la dama y el caballo negros).

33 ... J.d

En sentido estricto, aquí es donde se podía


poner ya el punto final.

Terminaba más rápido 33... Wfe5+ 34 i>g 1


Tras la correcta 25 ... .ic4 26 lll xc4 lll xf2, las (34 Wlg3 lll e4) 34 ... lllxb3! 35 fu"c7 lllxd2 36
negras aún conservaban restos de su ven­ Wfxd2 (36 fu'e7 Wfa 1+) 36 ... Wlg3+ 37 Wlg2
taja, pero sus últimas jugadas no fueron las Wfe 1 + 3B i>h2 .ie5+
mejores. Por ejemplo, en lugar de 24 ... .ib5
es más fuerte 24 ... lll xf2 25 Wixf2 Wfd3 o 25 34 ga Wxg2+ 35 mxg2 J.e4+
i>xf2 f5, y también es muy buena 23 ... f5.
El alfil ocupa el l ugar de la dama y deja va­
2S ... �Uc8 cante el suyo para la segunda invasión del
caballo.

1 16
36 m91 �d3 11 gxf8+ mxta 11 gn+ @91 Un tiempo extra. ¿Es dañino?
39 �f4.tes
N.0 32.
«Atrayendo» al alfil blanco hacia f4 y pri­
SMYSLOV - GELLER
vando a las blancas de la posibilidad de
Apertura Inglesa
apartar al alfil de su excelente posición en
e4 (39 ... llixf4 40 i>xf4). XXVIII Campeonato por equipos
de la URSS, Moscú 1 961
40 �c4 �xf4 41 .bf4.ic3 42 gd1 gcS
En esta partida surgió una posición carac­
terística de la apertura Reti con colores
cambiados. Parece que este tiempo de
más -el derecho a la primera jugada­
debería dar una ventaja apreciable a las
blancas. Pero en el ajedrez existe esta pa­
radoja: lo que es bueno para las negras
puede ser insuficiente para las blancas.
Así, no promete nada una «Siciliana con
colores invertidos», aunque en esta aguda
apertura la suerte de la partida dependa
muchas veces de un tiempo, y en otros
casos análogos las blancas tampoco con­
43 .ie3 sigan nada sustancial. La presente partida
es una prueba más de esta paradoja.
El intento de conservar el peón dS (43
tll e3) llevaba a la pérdida del peón «a» (43 1 d4 �f6 2 �B g6 3 i.f4i.g7 4 c3
... l!aS). Ahora se produce un intercambio,
pero claramente desigual: los peones ne­ Las blancas construyen una formación di­
gros pasados en el centro no se pueden rigida a neutralizar el alfil indio de rey del
detener. adversario. Pero con ello renuncian a la lu­
cha por el centro y no pueden contar con
La jugada 43 ... !!:as no es muy precisa, ya obtener ventaja de la apertura. Las negras
que permite la ingeniosa 44 ixd6! exd6 45 tienen varias maneras de obtener un j ue­
i>f4, y el alfil está atrapado, aunque las ne­ go cómodo. Así, pueden preparar el avan­
gras conservan la ventaja. ce e7-e5, ganando tiempo con el ataque al
alfil blanco, o pueden llevar a cabo a ntes el
43 gxdS 44 gxdS .ixdS 4S .ixa7 .ie4 46
••• doble fianchetto.
i.b6 ds 47 �as @f6 48 �c6 es 49 .icS d4 so
�xb4 4 b6 S e3i.b7 6 �d2 c5 7 h3 0-0 8i.e2 d6 9
•••

o-o �c610.ih2 ge1 11 Wb3


Las blancas han restablecido el equilibrio
de material, aunque después de... Véase el diagrama siguiente

so d3
••• El ataque con piezas sobre el punto f7 pla­
neado por las blancas está condenado al
... abandonaron. fracaso, ya que no tienen superioridad o,
al menos, igualdad en el centro. Por eso,
merecía atención 1 1 !!el con la idea de

1 17
adversario a debilitar e l efecto d e l a opo­
sición entre el alfil blanco y la dama negra,
ya que después de 1 6 f5 Ylie7 las blancas
pierden material.

16 lbe5 ge7 17 gadl gae8 18 h4

Con la ayuda del avance del peón hasta


h5 y el cambio en g6, las blancas intentan
asegurar para su caballo una estancia per­
manente en g5. Sin embargo, tras esto se
pierde el control sobre el punto g4, que las
ie2-f1 y e3-e4. Resulta curioso que pre­ negras aprovechan inmediatamente.
cisamente así sea como juegan las negras
en posiciones análogas de la apertura Reti. 18 Yfc8
.••

Tras la jugada de la partida, las negras, que Con la a menaza 1 9 ... �xe5 20 fxe5 �g4.
han desarrollado sus piezas de forma ideal
y con toda comodidad, no tienen ninguna Las negras tenían a su disposición una ma­
necesidad de tomar medidas profilácticas ravillosa maniobra táctica: 18 ... c4 19 Ylic2
del tipo de h7-h6: pueden «hacer su jue­ �xe5 20 fxe5 Y!ic5! con idea de responder a
go». 2 1 exf6 'l'!.xe3!, y ante 2 1 Ylid2, 2 1 ... �dl, con
ventaja decisiva en ambos casos.
11 ... Yfc7 12 lbg5 e5 13 dxe5 lbxe5!
19.iB
Es evidente que sería un grave error 1 3 ...
dxe5? 1 4 ic4 �d8 1 5 �df3, y las blancas Contratacando sobre el punto d5, las blan­
obtienen una iniciativa amenazadora. cas detienen la citada amenaza, a la que
ahora seguiría 21 ixds con ataque al pun­
14f4 to f7. Pero en principio la estrategia de las
blancas ya ha entrado en un cal lejón sin
Una decisión comprometida, aunque en salida.
gran medida forzada. Las blancas están
obl igadas a mostrar actividad incluso al Después de 19 ... �xe5 20 fxe5 �g4, es mala
precio de crear debilidades en su propia 2 1 ixds por 2 1 ... ixd5 22 Ylixd5 �xe3, pero
posición; en caso contrario, rechazando en caso de 2 1 e6! surgen complicaciones
al caballo de g5, las negras ejercerían pre­ poco claras.
sión por la diagonal sobre el punto g2 y
avanzarían su centro de peones. Ahora la 19 ••• h6
partida entra en una fase de l ucha táctica
aguda. Véase el diagrama siguiente

14 ... lb c6 1 5 lbc4 d5 Ahora esta jugada sitúa a las blancas ante


una elección poco agradable: entrar en lo
Las negras no tienen tiempo para 1 5 ... h6, que sucede en la partida o «tocar retreta»:
ya que con la ayuda de 1 6 f5 las blancas 20 �h3. Sin embargo, en ese caso debe­
iniciarían un ataque peligroso. Cerrando rían considerar 20 ... �xe5 2 1 fxe5 �e4 22
la diagonal a2-g8, las neg ras fuerzan al �f4 ixe5 23 �xd5 ixh2+ 24 @xh2 ixd5

118
25 %Yxd5 %Yc7+ 26 'it>g 1 liJg3, y a 27 füe1 22 ctxf7
es muy desagradable 27 ... lll fs, y si 28 hS,
entonces 28 ... 'i!.xe3! 29 fü1 :g3es. Parecía atractivo el sacrificio de pieza 22
%Yxg6 füf8 23 liJ g4, con un fuerte ataque
2o ctgxf7 en caso de 23 ... lll xg4 24 ixg4 %Yd8 25
ie6+ Sin embargo, sobre el tablero prepa­
Las blancas prefieren aceptar el desafío, ré una variante que, no lo oculto, me agra­
mucho más porque después de 20 ... :gxn dó mucho: 23 ... lll e7!! 24 lll xh6+ 'it>h8 25
21 lll xf7 'it>xf7 22 ixdS+ lll xdS 23 'i!.xdS! lll f7+ fücf7 26 %Yxf7 %Yes! y la dama blanca
%Ye6 24 fS! %Yxe3+ 25 'it>h1 obtendrían un está atrapada. Se amenaza 27 ... %Yxe3+ o
ataque peligroso. Sin emba rgo, las negras 27 ... ic8 y 28 ... fü8, y en caso de 27 %Ye6
tienen prevista una importante jugada in­ gana enseguida 27 ... ic8 28 %Ye5 lll f5.
termedia.
El ordenador encuentra una posibilidad de
En la variante indicada, solo se puede man­ rescate increíble: 27 f5! con idea de si 27...
tener la resistencia mediante 23 ... 'it>f8 24 f5 ic8 dejar expuesto al alfil con 28 ie5!!
lll a5. %Yxe3+ (28 ... 'i!.f8 29 %Yxf8+ M8 30 M6+)
29 :gf2 %Yxe5 30 'i!.e2, y debido a la clavada
20 ... c4! por la columna «e» las blancas recuperan la
pieza con una posición aceptable.
Es más fuerte 20 ... lll a5 2 7 lll d6 (2 7 %Yc2
'fücfl) 2 1 %Yb8 22 liJxe8 liJxb3 23 liJxf6+ 22 ... ctlxt7 23 hS gxhS 24J.xd5+
ixf6 24 axb3, y la posición de las blancas se
puede defender más o menos. El error decisivo. Después de 24 VMe2, la posi­
ción seguía confusa.
21 Wa
24 ... ctxdS 25 !lxdS cte7
La estrategia de las blancas tenía éxito en
caso de 2 1 %Yb5! 'fücf7 (no es mejor 2 1 ... %Yc7 Finalizaba enseguida 25 ... liJb4! 26 %Yf5+
22 lll xh 6+ hh6 23 hd5+ lllxd5 24 %Yxd5+ (o 26 fü5+ 'it>g8 27cxb4 ie4) 26 ... %Yxf5 27
:ge6 25 liJg4! %Yg7J 22 liJxfl 'it>xfl 23 hd5+ fuf5+ 'it>g6 28 'i!.b5 liJd3.
liJxd5 24 %Yxd5+ %Ye6 25 f5!, y las negras de­
ben luchar por las tablas. 26 !lxhS Wg4 27 !lh3 ctts

Véase el diagrama siguiente

1 19
33 ... mg6 34 bxc41J.e7

Priva ndo al alfil blanco de la casilla h4.

35 1J.f2 h5

Ahora la j ugada g2-g4 es imposible.

36 gb2 J.cS 37 gel as 38 a4 ga1

Ya se puede ceder la columna «d» ...

Las complicaciones han terminado clara­


mente a favor de las negras. Aunque for­
malmente existe equili brio de material, las Las blancas abandonaron. Después de 42
debilidades posicionales en el campo de @h2 fül 43 ig 1 h4 44 :ges a4, el peón se
las blancas son irreparables, y sus piezas, transforma en dama.
especialmente la torre h3 y el alfil, ocupan
posiciones verdaderamente trágicas. Todo
esto determina el resultado del combate.

28 ge1 J.fB 29 Ue2

Sin esta jugada sería imposible extraer el


alfil de h2 (si 29 @h 1 con idea de ih2-g 1 ,
entonces 29 ... %Yxh3).

29 ... 9xe2 30 gxe2 gd8 31 .ig3

Tanto 3 1 e4 �d l + 32 @ti ics+ 33 @f3


l:!d3+ 34 @g4 ll'le3+ como 3 1 g4 �d 1 + 32
@f2 ll'ld6 permitirían a las negras empren­
der un ataque directo sobre el rey. Ahora
llevan a cabo una «operación de asfixia».

1 20
Rompiendo el bloqueo na antes de tiempo su posición y quedará
atacada después de llic3-dS. Por eso, aho­
N.0 33. ra se considera más preciso el orden de
jugadas: 9 ... ie6 y después lli bd7.
GELLER - FISCHER
Defensa Siciliana
1 0 a4
Torneo de Candidatos
Curazao 1 962

La variante que se produjo en la partida


estaba de moda en aquellos años, y por
lo tanto intensamente analizada por los
teóricos. Entre ellos se encontraba Robert
Fischer, conocido por su pasión por de­
terminados esquemas de apertura. Él era
un defensor de este sistema con negras.
Anteriormente, en el torneo lnterzonal
de Estocolmo, jugando contra mí, Fischer
probó el desa rrollo por el flanco del alfil
de dama, pero no consiguió igualar. Tenía 10 J.e6
...

claro que el gran maestro americano no


iba a abandonar tan fácilmente su varian­ Desviándose a otro carril. En Estocolmo,
te preferida y que intentaría mejorarla. Por Fischer jugó contra mí 1 O b6. Sin em­
supuesto, tomé medidas: la 1 0.ª jugada de bargo, me las arreglé para encontrar un
las negras no me pilló desprevenido. plan de ocupación del punto dS, tras lo
cual toda la variante con 10 ... b6 dejó de
1 e4 c5 2 lüB d6 3 d4 ad44 lüxc14 lüf6 5 lüd complacer a sus seguidores. Por ejemplo,
a6 6 .ie2 es 7 � b3 J.e7 la partida con Fischer continuó así: 1 1 %Vd2
ib7 1 2 f3 ic6 1 3 füd l lli bd7 14 %Ve1 h6
Esta partida se jugó en la segunda ronda, 1 S %Vf1 %Vb7 1 6 ic4 füc8 1 7 .!'!d2 llif8, y
pero un mes después, en nuestra partida la maniobra del caballo 1 8 lli c l ! llig6 1 9
de la 1 6.ª ronda, Fischer se desvió en esta lLi 1 a2 (el destino final es la casilla dS) colo­
misma variante y jugó a lo Najdorf (véa­ có a las negras en una posición difícil. Las
se la partida n.0 1 6, Geller-Najdorf): 7 blancas realizaron la misma maniobra en
ie6 8 0-0 lli bd7 9 a4 ie7 1 0 f4 %Vc7 1 1 fS respuesta a la elección de Bolbochán 1 1
ic4 1 2 as 0-0 1 3 ie3 bS 1 4 axb6 lli xb6, y ... ie6 1 2 füd 1 llibd7 1 3 f3 V;Yb7 1 4 lli c l !
después de 1 5 @h l füc8 1 6 ixb6! %Vxb6 füd8 1 5 lli 1 a2 llics 1 6 lli b4 as 1 7 lli bds
1 7 ixc4 .!'!xc4 1 8 %Ve2 también obtuvo llixdS 1 8 llixdS ixdS 1 9 %Vxd5 %Vxd5 20
una posición peor. («Diez años después se 'i!xdS, y, a pesar del paso forzado de la par­
encontró 18 ... 'i!acB! 19 'i!al idB 20 'i!fa 1 tida, al final mantuve una clara ventaja. En
f!fbl=», Kasparov). Pero en este encuentro el mismo torneo, Stein probó en n uestro
él estaba ansioso por aplicar la planeada encuentro 1 0 ... lli bd7 1 1 as bS 1 2 axb6
1 0.ª jugada. llixb6; sin embargo, después de 1 3 llias
ie6 1 4 ixb6! %Vxb6 1 S llid5 llixdS 16 exdS
1 CH 0-0 9 .ie3 '9c7 id7, las blancas obtuvieron ventaja debi­
do a la debilidad del peón a6 y del punto
En la actualidad, se considera que esto es c6. La jugada del texto parece más fuerte;
una imprecisión, ya que la dama determi- sin embargo, a pesar de todo, las blancas

121
obtienen mejor posición. Es evidente que, tiem po, y las blancas han creado un serio
tras la salida de la dama por c7, a las ne­ ataque al flanco de dama. Ahora tienen
gras no les resulta fácil igualar el juego. la intención de perforar la defensa negra
mediante 1 6 cs.
1 1 as �d7 12 �d5 �xd5
15 ... �cS
También es posible 1 2 ... hdS, como en
el encuentro posterior Bradvarevié-Nemet Obviamente, Fischer tiene miedo a agra­
(Bled, 1 963): 1 3 exdS bS 1 4 axb6 lll xb6. var la posición: 1 S fS 1 6 es f4 (o 1 6 ...
Aunque aquí, las blancas también conser­ dxcS 1 7 lll xcS lll xcS 18 b4 f4 1 9 hes .id6)
varon la ventaja: 1 S c4! aS! (se amenazaba 1 7 cxd6 V!ixd6 1 8 .tes lll xcS 1 9 lll xcS. Sin
1 6 lilas; las blancas también están mejor embargo, debió jugar así, aunque la po­
en caso de 1 S ... lll xc4 1 6 Vfic2 füc8 1 7 :!!fc l sición de las blancas mantenga todo su
lll xe3 1 8 Vfffx c7 füc7 1 9 füc7 lll exdS 20 atractivo. El intento de bloquear la casilla
.E!.b7) 1 6 .E!.xaS .E!.xaS 1 7 lll xaS lll bxdS 1 8 crítica es no tiene éxito, y ya no se puede
.id2 lll f4 1 9 b4, y el peón pasado «b» es salvar la partida de las negras.
bastante desagradable para las negras.
16 �xcS dxcS 1 7 b4!
Pero a Fischer le encanta la pareja de al­
files y rara vez se desprende de ella si no
es en caso de extrema necesidad. Aquí se
mantiene fiel a sus creencias, y la balanza
se inclina marcadamente hacia el lado de
las blancas.

13 exd5 .ifS 14 c4

A pesar de todo se rompe el bloqueo. Es


mala 1 7 ... cxb4 por 1 8 ib6 y 1 9 es con
una restricción posicional total. Ahora el
intento de crear contrajuego en el flanco
de rey, 1 7 fS, solo crearía debilidades
adicionales.

Después de 1 7 ... cxb4 18 .tb6 Vfidl no es tan


14 ... .ig6 clara 1 9 c5 por la propuesta de Dvoretsky 1 9
... igs; por eso, es preferible la recomenda­
,,fs correcta 14 ... É!.acB 15 .E!.c 1 VfidB 1 6 V!id2 ción de Kasparov, 1 9 V!ib3.
h6, intentando cambiar los alfiles de casillas
negras mediante .ig5» (Mednis). 17 ... gac8 18 Wl.3 .id6 19 gfd1

1s gc1 Amenazando ganar un peón, que una ju­


gada antes no valía: 19 bxcS hes 20 hes
Las maniobras del alfil negro han costado V!ixcS 21 V!ixb7 V!ixaS 22 .El.a l V!id2. Para

1 22
defenderlo, las negras se ven obligadas a
perder otro tiempo.

En esta variante es más fuerte 22 'Sad 1, y el


poderoso peón pasado central debe decidir
el resultado de la lucha.

19 ... f!e7 20 bxc5 .bc5 21 .bc5 gxc5

31 ... f!xb7

Prometía mayores posibilidades prácticas


de salvación 3 1 ... 'l!xa3 32 'i!.xcl'i3a 1 + 33 i.f1
if5, planeando en caso de 34 f3 h5 35 �f2
'Sa2+, persiguiendo al rey o al alfil oprimido.
ccSolo medidas extraordinarias: 34 g4!! ixg4
35 �g2 'i3a3! 36 h3!! i.xh3+ 37 �h2 ifs 38
d6 �fB 39 c5 f6 40 c6 'Sa4 4 1 'Sal, dejaban a
22 ga1! las blancas esperanzas de éxito» (Kasparov).

Sin el traslado de su torre a b6, es difícil 32 f!xa5


que las bla ncas puedan combinar la a me­
naza de captura del peón b7 con el ava nce Una idea concebida ya en la apertura y
de su peón «d». llevada a cabo, como se suele decir, en su
forma más pura: los dos peones centrales
22 ... gd8 23 ga4 .ifS 24 gb4 .icB 25 gb6 pasados y ligados son irresistibles. Lo úni­
gd6 co que se requiere ahora de las blancas es
atención.
Fischer se defiende con tenacidad. La cap­
tura del peón as solo agravaba los proble­ 32 ... g6 33 h3 f!b1+
mas de las neg ras: 2S ... füaS 26 d6 Wld7 27
.if3, y el peón b7 está indefenso.

26 f!b4 'flc7 27 gxd6 'flxd6 28 gb1 f!c7 29


'fla4!

Otro eslabón del mismo plan estratégico.


La seg unda torre blanca se dirige a b6, y
esto fuerza a las negras a realizar el cam­
bio, desfavorable para ellas, del peón b7
por el peón as.

29 ... .id7 30 f!a3 gxa5 31 gxb7


34 �h2
Véase el diagrama siguiente

1 23
Una negligencia, que pudo costar/e a las negras abandonaron sin reanudar la parti­
blancas la victoria. Debieron jugar 34 i.f1 ! da. Son claramente malas ta nto 41 ... 'it>e8
42 id l .ia6 43 gS ibS (43 ... 1id8 44 ig4)
34 ... i.fS 44 c7 id7 4S ia4 como 41 ... a4 42 c7 a3
43 ic6 a2 44 d7 ixd7 4S ixd7 a l W! 46
Los análisis de Dvoretsky y Kasparov de­ c8W!+
muestran que en el final de damas después
de 34 ... W!cl 35 WidB+ 1lgl 36 W!xdl W!xel,
el contrajuego de las negras es suficiente
para unas tablas.

35 Wd 'ffe4 36 .iB 9d4

Es considerablemente más fuerte 36 ... W!d3.

37 9xd4

Las blancas calcularon que sus peones


iban más rápido.

37 ... exd4

38 g4

De esta manera se obliga al alfil negro a


facilitar el avance de los peones blancos,
lo que les dará un tiempo adicional impor­
tante. Es fácil advertir que el sacrificio del
alfil no promete nada bueno a las negras:
ni 38 ... as 39 gxfS a4 40 d6 1it8 41 es ni
tampoco 38 ... ic2 39 es d3 40 c6 .ia4 41
d6.

38 ... icB 39 es as 40 c6 @fa 41 d6

Esta jugada se i ntrodujo en el sobre, y las

1 24
La pasión no siempre es una Fischer derrotó de esta manera a FriOrik
aliada ••• Ólafsson. Sin embargo, precisamente para
esto se habían preparado las negras...
N.0 34.
Desviándome ligeramente, me gustaría
FISCHER - GELLER
mencionar que mi duelo con el gran
Defensa Siciliana
maestro americano en esta variante del
Torneo de Candidatos ataque Sozin continuó en ... la 4.ª partida
Curazao 1 962 del match por el Campeonato del Mun­
do del año 1 972 en Reikiavik. Allí, a nte 8
Me parece que Robert Fischer jugó esta ie3 0-0 9 0-0 a6 1 0 f4 .!lixd4 1 1 ixd4 bS
partida impulsado por dos emociones. En 1 2 a3 ib7 1 3 Wi'd3, Spassky, del que yo
primer lugar, como siempre, buscó irresis­ era segundo, respondió 1 3 ... aS! y obtuvo
tiblemente el combate, empleando para un contrajuego sustancioso, que derivó
ello todos los recursos posibles e imposi­ en un fuerte ataque. Y aunque la partida
bles. Y en segundo lugar, que anhelaba ... finalmente terminó en tablas, tras ella el
venganza por la derrota en la primera ataque Sozin desapareció del repertorio
vuelta del torneo. Todo esto llevó al futuro de Fischer.
campeón del mundo a «cruzar la línea» en
una posición en la que ya estaba obligado 8 ... 0-0 9 J.e3 ti:}xd4 10 J.xd4 bS
a pensar solo en las tablas...
La reacción natural a la agresiva 8.ª juga­
1 e4 cS 2 ti:}B d6 3 d4 cxd4 4 ti:} xd4 ti:} f6 5 ti:} c3 da de las blancas. Las negras simplemente
ti:}c66.lc4 obligan a su adversario, a pesar de su re­
traso en el desarrollo, a abrir el centro, ya
Por supuesto, como todos los demás, yo que 1 1 a3 ib7 es claramente favorable a
conocía la especial predilección de Fischer las negras.
por el ataque Sozin, que se inicia con esta
jugada. Y para esta partida preparé una 11 eS dxeS 12 fxeS ti:} d7 13 0-0
mejora para una variante que sospechaba
que podía ocurrir. A una posición mejor para las negras lleva­
ba 1 3 .!lixbS Wf as+ (o i ncluso directamente
No obstante, de momento, todo va «Se­ 1 3 ... .!lixeS) 1 4 .!lic3 .!LixeS
gún la teoría».

6 ... e6 7 .lb3

En los comentarios de la partida n.0 62 se


ofrece la evaluación de Fischer y mi opi­
nión acerca de esta jugada ...

7 ... J.e7 8 f4

Generalmente se juega 8 0-0, pero en este


encuentro las blancas eligen una conti­
nuación más aguda. La decisión es com­
prensible, mucho más porque un poco an­ 13 J.cS!
•••

tes, en el torneo lnterzonal de Estocolmo,

1 25
¡La mejora preparada para la variante! En El cambio en b2 llevaba al final de torres
la mencionada partida Fischer-Ólafsson, indicado anteriormente, con solo una di­
las blancas obtuvieron ventaja después de ferencia sustancial, que las blancas han
1 3 ... b4 1 4 llJe4 ib7 1 5 llJd6. Ahora tienen perdido un tiempo importante y como
que preocuparse por su propia debilidad, consecuencia se quedarían sin el peón de
el peón es. es.

14.lxcS 21 ... gd1 22 mb1 fü1

Si 1 4 llJxbS, entonces 1 4 ... �b6, y las ne­ No va le 22 ... :gb6 23 c4 llJa4 por 24 cS!, y
gras recuperan el peón, conservando una la debilidad de la última fila excluye tanto
fuerte iniciativa. 24 ... llJxcS 25 fub6 como 24 ... :gxb l + 25
:gxb l llJxcS.
14 ... �xcS 1 5 1fxd8 gxd8 16 �xbS J.a6 1 7
.i.c4 Después de 23 ... h6 24 es 'gb4, como antes,
son las blancas las que deben preocuparse
Obligada, ya que en caso de 1 7 llJc7 ixfl por igualar. Es mejor 23 llJcB.
1 8 llJxa8 ibS (ta mbién es buena 1 8
ixg2), el caballo blanco se sentiría muy
i ncómodo, mientras que el final de torres
después de 1 7 a4 llJxb3 1 8 cxb3 :gab8 no
promete nada a las blancas.

17 ... gab8 18 a4

23 h3

Una j ugada innecesa ria. Dejaba mayores


posibilidades de salvación la inmediata
23 c4 con la idea de 24 llJ bS, aunque las
negras dispondría n de la fuerte réplica 23
... :gb4!, y conseguirían retener el peón de
18 ... �xa4! ventaja.

Iguala completamente el juego. La lógica 23 ... gb6 24 c4 h6


de la posición debería dictar ahora a las
blancas la variante de tablas forzada: 1 9 La casilla de escape ya está abierta, y las
füa4 hbs 20 ixbs fübs 2 1 füa 7 füb2 blancas se ven obligadas a desprenderse
22 füxf7 :gd l + 23 fül + :gxfl + 24 @xfl de su fuerte caballo y a pasar a un fi nal de
:gxc2, pero mi adversario buscaba firme­ torres con un peón menos.
mente la revancha ...

19 �d6? bc4 20 �xc4 �xb2 21 �d6

1 26
Hubiera sido un grave error 25 ... :gxc4? 26 h3-h4 y ©g 1 -g2-h3-g4. Ahora el rey blan­
!!.xb2 a6 27 tll d6. co se encuentra cortado por la tercera fila,
y los peones blancos insuficientemente
26 gxb2 a6 27 ga defendidos.

O bien 27 :gabl axbS 28 :gxbS :!! bc6. 34 ... ga 35 ©g2 gd3 36 gc7+ ©f6 37 h4
ga3 38 gb7 gc3
27 ... axbS 28 ga7 gxeS 29 gfxf7 ggs
Ambos bandos hacen j ugadas de espe­
ra antes del control, pero de repente las
blancas cambian el carácter de la posición.

39 gS+ hxgS 40 hxgS+ @g6 41 g,7 g,3

La práctica ha demostrado que en los fi­


nales con cuatro torres la materialización
de un peón de ventaja conlleva gra ndes
dificultades. Por eso, merecía atención 30 42 ©f2?
cxbS :gbxbS 31 fü2. Por lo visto, el gran
maestro americano no dudaba de que el Esta última jugada antes del aplazamiento
final con dos torres también eran tablas, pierde de manera forzada. Aún mantenía
porque todos los peones están situados las tablas la única 42 ©h2!, para en caso de
en un mismo flanco. En principio esto es 42 ... :!! e s continuar 43 ©h3, sin conceder a
así, pero ahora la defensa de las blancas la torre negra la posibilidad de capturar el
es más complicada. Es suficiente recordar peón gS con jaque o de abandonar, tam­
el conocido final de la partida Botvinnik­ bién con jaque, la columna «e». En caso de
Najdorf, (Moscú 1 956), en el que el cam­ 42 ... ©xgS 43 :!! xg 7+ ©f6 44 :!!g l 8:f3 45
peón del mundo obtuvo la victoria en una ©g2 füs 46 :ge 1 surgía una conocida posi­
posición análoga. Por lo tanto, para obte­ ción teórica de tablas.
ner las tablas se requiere de las blancas un
juego muy preciso.

30 ... gxb7 31 gxb7 bxc4 32 gc7 gf5 33 gxc4 La jugada secreta de las negras gana un
©f7 34 g4 seg undo peón y la partida.

Una imprecisión. Por supuesto, el rey blan­ 43 ©B gfs+ 44 ©e3


co debe entrar en juego, pero para ello
era más apropiado 34 g3, conservando en En caso de 44 ©e4, las blancas, natural­
algunos casos la posibilidad de continuar mente, no jugarían 44 ... eS? 45 8:xg7+, sino

1 27
44 ... !!.e7! 45 'i!xe6+ c;t>xgS, y como aquí el
rey blanco está apartado del denominado
«lado largo» del tablero, no hay salvación.
Algo similar ocurrió en la partida.

44 ... eS 4S <ibe4 gxgS 46 gea gg1! 47 mB

El peón es es intocable, ya que después de


47 l:!e6+ W 48 fües 'i!e1 + 49 c;t.fs fües+
50 c;t.xeS c;t.xeS c;t>g6! 5 1 cj;>f4 c;t.hs, el final
de peones está perdido.

47 gn+ 48 <it>g1 gfs 49 gb8


•••

O bien 49 c;t>g4 fü4+ so c;t>g3 c;t.fs 51 fü8+


c;t.e4 52 l:!g8 fü3+ 53 c;t>g2 (53 c;t>g4 fül ) 53
... fü7, completando el reagrupamiento. O bien 65 fül + c;t.e6 66 c;t>e3 ( 66 'i!e 1 g4 6 7
'i!g l e3) 66 ... füS 67 'i!a l fü4 68 l:faS c;t.f6
49 ... <it>gs so gea <i>f6 51 gfB+ <it>e6 s2 seguido de la penetración por h4.
gea+ <i>f6 53 gfB+ me6 54 ges+ <it>d5
Después de 66 'i!e1, las jugadas 66 ... g4 67
Antes del seg undo control, las negras ga­ 'i'!xe4 llevan a un final de peones de tablas,
nan tiempo repitiendo jugadas. pero gana 66 ... 'i!d5+ seguida de c;t.es. Y en
caso de 66 c;t.e3 'i!f5 67'i!g 1 ! 'it>es 68 'i!g3! no
se encuentra una continuación ganadora.
Lo correcto es 65 ... 'i!f5 y 66 ... 'i!f4.

Un procedimiento típico. Entregando uno


de los peones, las negras penetran con el
rey y obtienen una conocida posición teó­
rica.

Aquí el final de peones sería tablas.

Se ha pasado el control y la torre está si­


tuada en la posición ideal; solo queda li­
brarse de los jaques y avanzar los peones. Las blancas abandonaron, de nuevo a cau­
sa de un procedimiento típico: 69 c;t.e2 g4
S7 gas+ <it>e6 58 ga6+ � 59 ma ge6 60 70 'i!g8 füS 71 'i!g7 c;t.h3 72 'i!g8 g3 73 l:!g7
gas e4+ 61 <it>e3 gS c;t.h2 74 l:!h7+ c;t>g 1 75 'i!g7 g2 76 'i!a7 (76
'i!h7 'i!eS+ 77 c;t.d3 c;t.f2 78 l:!f7+ c;t>g3 79
Todas las condiciones se cumplen, la vic­ 'i!g7+ c;t.f3 80 'i!f7+ c;t>g4 81 'i!g7+ 'i!gS) 76
toria está cerca. ... 'i!hS 77 c;t.f3 c;t.h 1 .

1 28
La segunda vuelta ••• al alfil de gS. Además, tras el cambio no
pierden tiempo: inmediatamente se abre
N.0 35. paso al alfil de f8.
TAHL - GELLER
4 J.xf6 exf6 S el c6 6 .idl .id6
Apertura del Peón de Dama

Torneo de Candidatos Las negras apuntan a un desarrollo rápido


Curazao 1 962 y evitan la creación de un «muro» median­
te 6 ... fS, que habría limitado las posibili­
Para entender el punto de i nflexión de la dades de ataque de su adversario.
lucha en esta partida, es necesario recor­
dar algunas sorpresas del torneo (tal vez
sería más correcto llamarlo match-torneo)
de Curazao. El hasta hace poco campeón
del mundo Mijaíl Tahl, considerado como
uno de los principales pretendientes a la
victoria, tras la primera vuelta tenía solo 2
puntos de 7 y estaba situado casi al final
de la tabla. Naturalmente, en la segunda
vuelta jugó a por todo, intentando poner­
se al día. Yo me encontraba en el grupo de
líderes y por eso podía jugar más tranqui­
lo. Esta situación ta mbién le daba a las ne­
gras una pura ventaja psicológica. 7 Yi'B!

1 d4 �f6 2 � c3 d5 3 .ig5 En cualquier otro caso, la jugada prece­


dente de las negras estaría justificada,
Una formación de apertura bastante rara. pero ahora las blancas establecen el con­
En la mayoría de los casos, el plan estra­ trol sobre el punto fs.
tégico de las blancas se asocia con el en­
roque largo, la preparación del ava nce 7 0-0 8 �ge2 ges
...

e2-e4 y (si se dan las condiciones adecua­


das) la creación de un ataque en el flanco Quizá sea una pérdida de tiempo. Aunque
de rey. El lado negativo de este esquema las blancas han preparado el enroque en
lo pueden describir las palabras del gran ambos lados, no cabe ninguna duda -te­
maestro Savielly Tartakower, que dijo en niendo en cuenta especialmente el estilo
broma: «Después de 1 d2-d4, en lugar de de mi adversario- de que el rey blanco
atormentarse durante largo tiempo con la se refugiará en el fla nco de dama. Por eso,
preparación de e2-e4, ¿no será mejor ju­ merecía atención 8 ... llid7, sin miedo a 9
gar directamente 1 e4(!)?». Wffs g6 1 0 Wfh3 'it>g7. Ahora en caso de 9
0-0-0, en comparación con lo que sucede
3 h6
••• en la partida, las negras obtendrían un
tiempo importante para el contrataque.
Se considera que una de las mejores répli­
cas a la formación escogida por las blancas 9 0-0-0 bS 10 g4
es 3 ... lli bd7, seg uida de c7-c6 y de la sali­
da de la dama por b6 o por as. Aquí las ne­ ¿Quién será más rá pido? Este es el quid de
gras prefieren interrogar inmediatamente la cuestión. Por otra parte, la combinación

1 29
1 O llJxdS cxdS 1 1 YNxdS no valía por 1 1 blancas ganan. Ahora, tras el cambio de
YNb6, y no es posible 1 2 YNxa8 a causa de un par de torres, las negras no tienen nada
1 2 ... ib7. Ante 12 ie4 es posible la sen­ que temer.
cilla 1 2 ... füe4 1 3 YNxe4 ib7 1 4 YNe8+ if8
con buen juego para las negras. 16 ... ga1+ 17 md2 �d1+ 18 mxd1 g6 19
gg1
10 ... b4 1 1 �a4 �d7 12 h4 �b6 13 �xb6
La primera consecuencia de la imprecisa
La alternativa era 1 3 llJcS hes 1 4 dxcS jugada 1 6 de las blancas. Para reforzar la
llJa4 1 5 g5 fxgS 1 6 hxgS llJxcS 1 7 gxh6 presión por la columna «g», se ven obliga­
llJxd3+ 1 8 cxd3 g6 1 9 :gdg l , y las blancas, das a apartar la torre de la columna «h».
al igual que en la partida, mantienen posi­
bilidades de ataque. 19 ... .ie6 20 �f4

Es considerablemente más fiable 14 ... ltJdl No vale el sacrificio en g6 directamente,


15 g5 fxg5 16 hxg5 ltJe5 seguido de 1 7 tras 20 hg6 fxg6 2 1 füg6+ 'it>h8, ni tam­
YNxg5. poco después de 20 YNhs 'it>h8 2 1 hg6
fxg6 22 YNxg6 YNe7. Cabe señalar que tam­
13 ... axb6 14 gS poco se ve un camino para reforzar el ata­
que de las blancas.
Las blancas no debieron forzar los aconte­
cimientos. Después de 1 4 'it>b l , mediante 20 ... Axf4 21 Vxf4 mh7
:gd l -g l y g4-g5, sería más difícil para las
negras crear contrajuego, ya que sus ame­ Como a veces sucede, el rey se siente se­
nazas por la columna «a» se detendrían guro bajo la cobertura ... de los peones
con la jugada llJe2-c 1 . enemigos.

1 4 ... fxgS 1 S hxgS gxa2 22 md2 Ve7 23 Ves gg8 24 f4 f6

Es interesante 24 ... YNh4, pero... se aproxi­


maba el zeitnot y, debido a mi posición en
el torneo, no tenía nada contra las tablas.

16 gxh6

Aquí, la intermedia 1 6 'it>b l , para conser­


var las torres, era obligada, pues no vale 1 6
... ig4 1 7 YNxg4 YNa8 por 1 8 'it>c l :gxb2 (en 25 ft'hS?
caso de 1 8 ... b3 también sigue 1 9 gxh6)
1 9 gxh6 if8 20 hxg7 Lg7 21 l:!dg l , y las Aquí las blancas debieron haber recono-

1 30
cido que su ataque había sido rechaza­ «¡Es mejor un final sin sufrimiento, que un
do y hacer tablas con la variante forzada sufrimiento sin final!». En esta posición,
25 l!xg6 !!xg6 (25 ... fxe5?? 26 füe6+) 26 este aforismo está más que justificado,
.ixg6+ �xg6 27 fS+ �xh6 28 °Wf4+ �g7 ya que no existe una defensa satisfactoria
29 fxe6 'Wxe6 30 'Wc7+ y 31 'Wxb6. Las contra la ruptura b5-b4 (por supuesto, en
blancas continúan jugando para ganar y el momento adecuado).
cruzan la frontera invisible de la «zona de
segu ridad». 36 ... fxe4 37 Ug3 J.ts 38 mel c;!;>g1 39 ghs
gha 40 �bh8 mxh8 41 Uh4+ mg7 42 Ud8
2s ... J.f7 26 Uh4 cS
Aquí se aplazó la partida, y las blancas
El inicio de la contraofensiva. abandonaron sin reanudar el juego. Des­
pués de 42 ... .id7 y 43 ... °We6, la dama
27 d c4 2BJ.a bS 29 me2 b3 30/i.b1 Ud7 31 negra irrumpe en el campo enemigo con
°f&'hs J.f7 32 Uh4 fS efectos decisivos.

Y dejan al alfil blanco completamente fue­


ra de juego.

33 ggS /i.e6

Las negras excluyen cualquier posibilidad


de sacrificio en f5.

34Ug3

Solo se podía continuar la lucha conser­


va ndo el peón de h6. Para ello, deberían
haber transferido su torre a la columna
«h», liberando la casilla gS para la dama.
Aunque en ese caso la ventaja posicional
de las negras tampoco ofrece dudas.

36 e4

131
Improvisación sin comprobación

N.0 36.
KORCHNOI - GELLER
Defensa Grünfeld

Torneo de Candidatos
Curazao 1 962

En un concierto oí una réplica bastante


cáustica y sarcástica por parte del presen­
tador. Dijo esto: «¡Primero lo que hayas
comprobado, después la improvisación!». Realicé este movimiento rápidamente, y
Esta regla también se puede aplicar al aje­ mi adversario se sumió en una honda re­
drez. flexión. Es evidente que el intento de re­
futar la innovación de las negras se debe
En esta época de profundos conocimien­ encontrar en el campo de las complicacio­
tos, la improvisación en la apertura cada nes ilimitadas: 7 \Wb3 llJxc3 8 \Wxb7 \Wxd4
vez ofrece menos éxitos. Es imprescindible 9 id2 llJdS 1 O \Wxa8 \Wxb2 1 1 �d 1 (1 1 �c1
una detallada comprobación analítica de ic3!}, etc. Sobre el tablero, Korchnoi no se
cualquier idea de apertura que nazca de decidió por una continuación tan natural.
una improvisación. Esta partida es la ex­ Desde luego, no sabía que 6 ... ie6 era una
cepción que confirma la regla. En ella, la improvisación «sin visado» y es posible
apertura fue dictada por consideraciones que considerase que yo había analizado al
de ninguna manera debidas a la desidia. detalle toda la variante.

La cuestión es que contra Viktor Korchnoi, Esta decisión es comprensible, pero en


en el campeonato por equipos de la URSS ese caso debió abandonar cualquier idea
del año 1 96 1 , en repuesta a 4 g3 pasé de poner en tela de juicio la 6.ª jugada de
de la Defensa India de Rey a la Defensa las negras y haber jugado tranquilamente
Grünfeld y jugué como David Bronstein 7 llJf3, tras lo cual las negras ya deben ele­
conmigo en el torneo de Candidatos de gir entre 7 ... llJxc3 8 bxc3 es o 8 ... 0-0, y no
A msterdam, 1 9S6: S cxdS llJxdS 6 ig2 funciona el salto 9 llJgs por 9 ... idS 1 O e4
llJxc3 7 bxc3 es 8 e3 llJc6 9 llJe2 id7, etc., ic4. El deseo de deshacerse del alfil negro
donde con blancas no conseguí nada de en e6, realizado en la partida, es claramen­
la apertura. Korchnoi mejoró la varia nte, te desafortunado.
sacrificó la calidad y ganó. Y he aquí, que
un poco antes del inicio del juego, me vino 7 Wfb3 no refuta la idea de las negras, las
a la mente la jugada bastante i n usual 6 ... cuales en lugar de 9 ... llJdS pueden jugar
ie6. De camino a la sala de juego, ya sin más fuerte: 9 ... 4Jxa2! 1 0 \WxaB (10 �a2
un tablero delante, pensé un momento en 0-0!, pero no 10 ... ixal? 1 1 ic3) 10 ... \Wxbl
ella y decidí sorprender al rival... 1 1 ic6+ r:ilfB 12 �d 1 ic3 con posibilidades
para ambos bandos. Tras 9 ie3!? \Wdl 1 0
1 d4 �f6 2 c4 g6 3 �c3 Ag7 4 g3 dS \WxaB 0-0 las negras también tienen com­
pensación por la calidad.
¡De momento todo va según lo planeado!
7 �e4? 0-0
5 adS �xdS 6 j,gl Ae6

1 32
No se debe temer el salto 8 lücs: el alfil se y permite a las negras ocupar la columna
retira a c8, y entonces el caba llo (después «d», tras lo cual su ventaja es evidente.
de b7-b6) no dispone de casillas cómodas
para la retirada. Ya no puede regresar a la 13 �ad8 14 BB
•••

importante y natural casilla c3.


Las bla ncas no pueden hacer frente de
8 tüf3 tüa6 9 0-0 c6 10 a3 forma simultánea a las dos amenazas, 1 4
... cS y 1 4 ... es. Eligen l o que les parece el
Las blancas ya no pueden concluir fácil­ menor de los dos males.
mente el desarrollo. En especial, no hay
una casilla buena para el alfil c 1 . El intento 14 ...eS! 15 dxeS J.xe5 16J.c2 lLJcS 1 7 �b1
de poner en práctica b2-b4 con la idea de
fianchetar el alfil de dama lleva a las blan­
cas a retrasar más aún la movilización de
las fuerzas.

10 J.fS!
•••

Enfoque concreto de la posición. Mostrán­


dose dispuestas a desprenderse de la pa­
reja de alfiles, las negras inician un ataque
inmediato al centro adversario.

11 tLJ h4 J.xe4 12 J.xe4 Ub6


Las negras va n bastante por delante de su
adversario y han puesto en juego todas
sus piezas. Sin embargo, no se aprecian
puntos vulnerables en la posición de las
blancas. La pregunta ahora es si las blan­
cas pueden finalizar su desarrollo sin sufrir
pérdidas materiales o posicionales.

Por lo tanto, se puede concretar así la tarea


de las negras: deben i mpedir que las blan­
cas se liberen o, lo que es lo mismo, que
jueguen e3-e4 y desarrollen el alfil de casi­
llas negras. Debieron impedirlo mediante
13 e3? 1 7 ... fS, ya que 1 8 b4 lll e6 1 9 .ib2 ixb2
20 !!xb2 as conservaba una clara ventaja
El punto crítico y decisivo de la partida. Ya para las negras.
que 1 3 lDf3 cortaba el camino de regreso
al alfil de e4 y que, después de 1 3 ... füd8, La jugada de la partida permite a Korchnoi
la dama blanca se va a sentir incómoda, concluir la movilización, aunque persisten
las bla ncas debieron considerar luchar te­ ciertas dificultades: su posición sigue sien­
nazmente por la igualdad. A este objetivo do peor.
respondía 1 3 ixdS cxdS 1 4 lll f3, y no hay
debilidades sensibles en el campo blan­
co. La jugada textual retrasa el desarrollo

1 33
La posición de las blancas aún no está ma­ trampolín para su caballo en bS y toman­
dura para un contrataque, y la actividad do con sus piezas todos los puestos de
en el flanco de dama solo crea debilidades mando en el centro del tablero.
adicionales. Parece más prometedora 20
füd 1 . 26 J.e3 thcbS 27 thB i.f6!

20 ... thce6 21 JJ,3 El ataque al peón e4 fuerza a las blancas


al cambio, lo que incrementa aún más la
Era más fuerte realizar este movimiento tras diferencia de actividad entre las piezas ne­
la previa 2 1 a4, y entonces la situación de las gras y las blancas.
blancas no sería peor.
28 thxd4 .i.xd4
21 ... gd3 22 a4
Después de 28 ... tll xd4 29 ix:d4, los alfiles
Korchnoi fundaba todas sus esperanzas de distinto color simplificaban algo la de­
en este golpe táctico. Efectivamente, el fensa de las blancas.
cambio de damas alivia la posición de las
blancas, pero la iniciativa sigue en manos 29 i.xd4 thxd4 30 B gb8
de las negras.

22 gxa 23 axbs gd 24 bxc6?


•••

Una decisión rutinaria. Por segunda vez


en la partida, las blancas no se atreven a
desprenderse de la pareja de alfiles y se
quedan en una posición difícil. La correcta
24 ix:e6! tll xe6 25 bxc6 conservaba posi­
bilidades de salvación.

El resultado de la partida se puede consi­


derar decidido. El caballo negro es consi­
derablemente más fuerte que el alfil blan­
co, y las blancas no están en condiciones
de conservar el peón b4. Como se amena­
za 31 ... as, las blancas ceden directamente
el peón.

24 ... thd4! 25 J.d1 bxc6! La captura 32 E:xa7 proporcionaba a las


blancas un ataque decisivo: 32 ... E:b2, etc.
Precisamente esta captura, deteriorando
su propia falange de peones en el flanco 32 ... gb7 33 es hs 34 ga cS 35 gfa2 c4 36
de dama, es lo más fuerte. Las negras re­ � aS!
ciben la posibilidad de presionar frontal­
mente sobre el peón b4, asegurando un Las negras entregan voluntariamente su

1 34
peón de más a cambio de la seg unda fila. 53 ggs+ @h7 54 ghs+ @g6 55 gaga+ �g7
56 g4 ge1+ 57 @d5 c3
37 gd2 �b3 38 gd8+ @g7 39 ga3 gc1 40
@e2 gb1 Las blancas abandonaron.

Aquí se aplazó la partida. Aunque la re­


anudación duró 1 7 jugadas, la posición
de las blancas es desesperada. Es evidente
que el cambio en b3 es imposible: el peón
se transforma en dama. A las blancas solo
les queda probar sus posibilidades en un
contrataque sobre el rey negro.

41 @e3 gb2 42 h3 gh2 43 h4 gb2 44 @e4 a4


45 @el ga7 46 f5

las negras tienen preparado el avance del


peón «C». las blancas ya no pueden espe­
rar.

46 gxf5 47 gca gd1


...

La misma jugada hubiera seguido a 46


�cs.

llevaba al mate 48 �xhS �d3+ 49 'it>f4


�f2+ so 'it>gs E:xg3+

48 gd3+ 49 @f4 �d4


...

El camino más rápido para llegar al objeti­


vo. Las blancas no tienen jaque continuo.

1 35
Guiado por el instinto lector sabe que ahora en esta posición
juego 9 @h l . En realidad, ¿por qué las
N.0 37. blancas deben defender excesivamente
el caballo d4 antes de que las negras, ni
GELLER - FILIP
siquiera, lo ataquen? Y si lo único que se
Defensa Siciliana
pretende es terminar el desarrollo, enton­
Torneo de Candidatos ces todavía no se sabe dónde va a estar
Curazao 1 962 mejor situado el alfil.

En los comentarios a la 1 2.ª jugada indico Tras la jugada de la partida, las negras de­
un plan más tranquilo para las blancas, ben tener en cuenta la inmed iata 9 ... bS
que conservaba todas las ventajas de su seguida de 1 O J.f3 J.b7 1 1 es dxeS, etc., y
posición. Es d ifícil decir por q ué elegí el también la más justificada posicionalmen­
camino de la agresión directa. A veces, te 9 ... 0-0, y si 1 0 Wfel , entonces 1 0 ... bS, y
incluso tras finalizar la partida, no puedo después .ic8-b7 y tll b8-d7.
dar una explicación precisa de todas mis
acciones sobre el tablero. Filip elige otro orden de j ugadas, tras el
cual las blancas tienen la posibilidad de
Solo puedo suponer que el buen carác­ impedir los planes del adversario.
ter, la calma y la lentitud del juego de mi
oponente fue lo que me llevó a tomar una 9 ... �d7 10J.B
decisión tan drástica. Aunque en ningún
momento olvidé que Miroslav Filip sabe El avance b7-bS se impide temporalmente.
defenderse y que le gusta más la defensa Ahora solo se puede realizar con la ayuda
que el ataque. de la previa 1 O ... !!b8. Probablemente, las
negras debieron jugar así, ya que su idea
1 e4 c5 2 �B d6 3 d4 ad4 4 �xd4 �f6 5 �c3 de una temprana explotación del punto
a6 6 i.@2 débil c4 ha fallado más de una vez, inclu­
so en partidas de los años anteriores a la
Como «justificación» de esta antigua ju­ guerra (Lasker-Pirc, Moscú, 1 93S -si bien
gada, de apariencia modesta, solo puedo es cierto, con una formación algo diferen­
decir que me gusta. te-, Kan-Ragozin, Moscú, 1 936, y otras).

6 e6 7 0-0 Uc7 8 f4 i.@7 9 i.@3


••• 10 ... �b6 11 Bel o-o

La encomiable 1 1 tll c4 tropieza inme­


diatamente con una refutación combina­
toria: 1 2 eS dxeS 1 3 tll d bS axbS 1 4 tll xbS, y
después de 1 5 W!xc4, gracias a la amenaza
1 6 tll c7+, las blancas también capturan el
peón.

Tras 14 ... W!a5!? 15 Wfxc4 exf4 1 6 tll c7+ @dB


1 7 tllxaB fxe3, la posición está lejos de ser
clara; y en caso de 1 7 J.xf4 Wfc5+ 18 W!xc5
Axes+ 1 9 @h 1 �a4, las negras tienen un
contrajuego excelente en el final. Es también
Por los comentarios a otras Sicilianas, el posible y menos obligada 14 ... Wlb8 15 Wfxc4

1 36
0-0 16 fxe5 (16 lfJcl !%a5 es favorable a las El cambio 1 3 lfJ xe3 provocaba pérdi­
negras) 16 ... lfJdl, recuperando el peón sin das materiales para las negras: 1 4 gxf6
conceder a las blancas el dominio de la ini­ lfJ xf1 1 5 fxe7 V!Jxe7 1 6 l:!xf1 . Es necesario
ciativa. conformarse con la recomendación del
comentarista de esta partida en el boletín
12 g4 del torneo, l lia Kan: 1 3 ... lfJ eS, y la próxima
incursión del caballo hubiera sido imposi­
ble. Sin embargo, en es el caballo pierde el
control sobre la casilla eS; y si las blancas lo
desean, pueden seguir con el impetuoso
ataque 1 4 fS sin perder tiempo en �e3-c1 .

Es mejor defender el peón, porque después


de 14 ... lfJxbl el ataque no da resultados
tangibles.

14 lüf5!

Es evidente que las negras no advirtieron


Con mucha frecuencia sucede que se pue­ este golpe. Capturar el caballo es malo:
de resolver sobre el tablero una posición 14 ... exfS 1 5 lfJ dS, y las blancas recuperan
de dos o incluso varias maneras, y por re­ enseg uida la pieza con ventaja posicional.
gla general hay que elegir entre una con­ Mediante 14 ... :!! es, Filip podía frenar el
tinuación más tranquila y otra más aguda. desarrollo de la iniciativa blanca, pero de­
Este también es el caso aquí: además de cidió conservar ambos alfiles.
la agresiva jugada del texto, las blancas
disponían de la más sólida 12 l:!ad l , para 14 J.d8 15J.d4!
•••

responder a 1 2 lfJ c4 con 1 3 i.el , y ya


después ocupa rse de la expulsión del ca­
ballo negro.

12 lü c4
••.

La invasión temática. El contrataque están­


dar en el centro en respuesta a un ataque
de flanco, 1 2 ... dS, después de 1 3 eS lfJ fd7
14 !!ad l lfJ c4 1 5 �el llevaría a las negras
a una formación francesa, en la cual cual­
quier pieza blanca estaría excelentemente
situada en la casilla d4 para apoyar el asal­
to de peones en el flanco de rey. Esta jugada también podría haber segui­
do junto con 1 5 lfJ xe7+ en respuesta a 1 4
Aún ofrece más la inesperada combinación ... ges. Las amenazas blancas ya adquieren
15 lfJxe6! fxe6 16 lfJxdS exd5 1 7 hd5+ 'i!lhB un carácter concreto. Las negras pueden
1BV!Jxc4. defender su peón g7 de cuatro maneras.
Tres de ellas no son convenientes: 1 5 ... es
13 g5 lüd7 1 6 lfJ dS y 1 5 ... exfS 1 6 lfJ dS V!Jc6 1 7 exfS
concede a las blancas un fuerte ataque,

1 37
mientras que 1 S g6 lleva al mate: 1 6 con una ventaja apreciable.
tiJ h6++ Solo queda la jugada de la partida.
18ixf6 �xf6 19 lDxd6!
15 ...f6 16 ©h1
La continuación de ataque más fuerte. Es
Para util izar la columna «g» en el ataque . mala 1 9 ... tlJxd6 20 es !!xf4 2 1 exd6 'l!Mxd6
Las negras no pueden desatar el nudo de 22 E'.ad l 'l!Mc7 23 ie4, con a menazas peli­
sus piezas en el flanco de dama, ya que a grosas.
1 6 ... bS sigue 1 7 gxf6 gxf6 ( 1 7 ... i.xf6 1 8
eS) 1 8 Wfg2+ ©f7 1 9 ihs++ 19 ... �xf4 20 lDxc4 lDxc4

16 ... lDdb6 17 gxf6! ixf6 Tras 20 ... \!Mxc4, las negras se encuentran
en dificultades a causa de 21 '1Md2 fü8 22
El doctor Miroslav Filip es un ajedrecista ie2! Ahora a primera vista parece que el
ca uteloso, que procura evitar aquellas po­ juego se ha equilibrado y que tras la in­
siciones donde haya un atisbo de peligro. minente 21 ... tlJes las negras están bien,
No obstante, cuando el peligro es rea l, se pero no es así.
siente muy a gusto. Albergo dudas de que
él hubiera calculado sobre el tablero una
variante como 1 7 ... exfS 18 fxg 7 :ges 1 9
ihS id7 20 if7+ <,f;xf7 2 1 g8=Wf+ !!xg8
22 Wfhs+ iif8 23 Wfh6+ <,f;ea 24 !'!g l , y
se llega a la posición que se ofrece en el
diagrama.

21 eS!!

Incluyendo el alfil en el ataque, las blan­


cas lo convierten en irresistible. Se ame­
naza 22 tiJds ganando la calidad, y no se
ve cómo proteger al mismo tiempo al rey,
salvar las piezas «colgadas» en la cuarta
La gran ventaja material de las negras no fila y terminar el desarrollo. Son malas 21
puede impedir que el rey perezca bajo el ... \!MxeS por 22 ie4 y 2 1 tlJxeS por 22
ataque de mate de las blancas. Al parecer, tiJds exds 23 hds+ :gf7 24 E'.xf7 tlJxf7 2S
Filip rehusó el sacrificio de pieza por pura \!Mea++ Tampoco ayudan 21 .. E'.f7 22 tiJdS
.

intuición y trató de defenderse mediante \!Mes 23 b4! ni 21 ... 'l!Mf7 22 ihs !!xfl + 23
la simplificación. !%xf1 Wfc7 24 if7+ <,f;ha 2s ie8! g6 26 :gf7
\!Mes 27 tlJe4. Da la impresión de que las
Después de 24 ... !!g4, las blancas no tienen negras ya no tienen una defensa satisfac­
nada mejor que el jaque continuo, 25 Wih5+ toria.
<,f;fB 26 Wih6+ <,f;eB. En lugar del sacrificio de
alfil es preferible la «presionante» 20 E'.g 1 La variante 21 ... E'.fl 22 tlJd5 contiene un

1 38
grave error de cálculo: las negras ganan La pesada carga del liderato
mediante 22 ... exdS 23 bd5 i.e6 24 be6
Wic6+, quedándose con una pieza de más. N.038.
En caso de 22 i.e4 ltJxeS, las blancas tienen
FISCHER - GELLER
compensación por el peón, pero el resultado
Defensa Siciliana
de la lucha no está claro. Su hermosa idea
de ataque era correcta si se hubiera llevado Torneo de Candidatos
a cabo mediante 20 e5! (sin el cambio previo Curazao 1 962
en c4).
1 e4 c5 2 �B d6 3 d4 cxd44�xd4 �f6 5 �d
21 ... J.d7 22 �d5 �c6 6i.c4 e6 7 .ib3 J.e7 8 0-0 �xd4 9Uxd4
0-0 10f4 b6 1 1 @h1
Terminando en el acto la partida. Después
de 22 ... exd5 23 i.xd5+ @h8 24 :gxf4 liJxe5 Defendiéndose de las amenazas 1 1 ... d5 y
25 :ge l , las blancas tienen calidad de ven­ 1 2 ... i.c5, pero no de la manera más ade­
taja y ataque. En caso de 25 ... liJg6 sigue cuada. Es cierto que esto se descubrió -y
26 fü7 liJf4 27 Wi'e8+! con mate inevitable. formó parte de la teoría- precisamente
en función de esta partida. Tras ella, las
Las negras abandonaron. blancas recurrieron a la retirada 1 1 Wi'd3,
previn iendo la siguiente fuerte réplica de
las negras.

11 ... J.a6! 1H �B?

De aspecto activo, pero en realidad un


error. Las blancas solo mantenían un equi­
librio aproximado tras la modesta 1 2 :ge 1 .
Ahora el sacrificio de peón de las negras
activa al máximo sus piezas.

12 ...dS! 13 exdS .icS

14Ua4

Aquí la dama va a estar apretada e in­


cómoda. Pero, ¿por qué las blancas no

1 39
sueñan con conservar el peón de más? de forma forzada. Después de 16 ... a6! la
Resulta que después de 14 �es exdS! la dama blanca está enjaulada, y debe pagar
primera fila se convierte en una debilidad el precio de una pieza en la varia nte 1 7
palpable (a consecuencia de la 1 i.a jugada .ixf6 gxf6! l S fS ( l S hdS hdS 1 9 :!!g 3+
de las blancas); hasta incluso la relativa­ c!ihs 20 !!d1 bS lleva a la pérdida de la to­
mente mejor 1 5 .id2 !!es 1 6 �gS llie4 1 7 rre) 1 S ... d4 1 9 gg3+ c!i hs 20 �c4. ¿Qué
�xdS !!axdS 1 S .iel llixc3 mantiene una es lo que pasó? Maquinalmente, o si no
clara ventaja para las negras. subconscientemente, las negras tenían
miedo a derramar el vaso de la ventaja, y
En caso de 14 �d l exdS! 1 5 llixdS (pierde esta «prometedora» jugada venía dictada,
1 5 hds llixdS 1 6 llixdS [o bien 76 �xd5 precisamente no en último lugar, por... la
�xd5 7 7 llixd5 l!adB 7 8 llic3 l!feB] 1 6 clasificación del torneo. Sí, más o menos,
.ic4! 1 7 llic3 �xd 1 + 1 S llixd 1 .ie2) 1 5 ... la misma circunstancia que siempre antes
llig4 las blancas se ven obligadas a entre­ de esta partida y casi siempre después de
gar la calidad, ya que es mala 1 6 �e l !!es ella conseguía evadirme, abstraerme en el
y ante 1 7 �g3, 1 7 ... llif2+!, mientras que si tablero de los acontecimientos concretos.
1 6 .ie3 decide 1 6 ... he3! 1 7 llixe3 �xd 1 + Pero esta vez...
1 S llixd 1 .ie2.
Esto pasó en la última vuelta del match­
En la última variante, las blancas evitan lo torneo de candidatos, donde había conse­
peor continuando 79 l!g3 §J.xd 7 20 h3. Ante guido llegar a la vigesimosegunda ronda
7 5 llixd5 es más fuerte para las negras 7 5 ... sin sufrir una sola derrota. Natural mente,
llixd5 1 6 i.xd5 l!e8 o 7 6 �xd5 .ibl! valoraba la posición de la partida como
ganada, y tras su lógica conclusión me
14 ... .lb7 15 .le3 convertía en líder solitario, con medio
punto de ventaja sobre Paul Keres y Tigran
En caso de 1 5 l!d3, ganaba 1 5 llig4. Petrosian. Nadie excepto nosotros aspira­
Este salto ta mbién es posible en caso de ba ya al primer puesto. Me quedaban por
1 5 dxe6; y después de 1 5 ... llig4 1 6 exf7+ jugar cuatro partidas: con mis dos com­
c!i hS, el mate al rey blanco está próximo. petidores y con los últimos del torneo:
Pál Benkó y Miroslav Filip. ¡Además, solo
15 ... exdS 1 6 .ld4 jugaba con negras contra Benkó! Por su
parte, a Petrosian y a Keres les quedaban
cinco partidas: la partida entre ellos, y a los
dos contra Robert Fischer y Viktor Korch­
noi, una difícil prueba. En resumen, todo
apuntaba al hecho de que la victoria en
esta partida me daba luz verde en el cami­
no hacia el match por la corona mundial
de ajedrez...

Lo repito: no pensé en ello antes de la par­


tida ni tampoco durante el juego, pero,
por lo visto, no pude deshacerme por
completo del peso de esa carga, que me
16 ... ges? presionaba de forma invisible. Dicen que
lo más difícil es aguardar y alcanzar. Puede
En lugar de esto, las negras podían ganar ser. Pero en relación con el ajedrez de élite,

140
con frecuencia, la carga más difícil es la del
liderato. Real o muy próxima. Y esto tam­
bién es «un ejemplo para los jóvenes»...

17 gd1 tll g4?

Este ataque llega tarde, mientras que des­


pués de 1 7 ... llie4! quedaría toda la lucha
por delante.

18 h3 Uh4 19 gdfl .ixd4 20 Uxd4 gad8

Aún se podía mantener la igualdad con ayu­ mejor.


da de 20 ... lbe5 2 1 E!.e3 lbg4 22 fueB+ fueB
23 llixd5 El.e l o de 20 ... lbf6 2 1 llixd5 'iÍlhB! Las blancas debieron llevar la otra torre a e 1
(con la misma idea: en respuesta a la captu­
21 tll xd5 .ixd5 22 .ixd5 tll f6 ra del peón al, mover c4-c5), ya que ahora
las negras de nuevo podían jugar 28 ... E!.eB
La suerte de la partida está decidida: las 29 V!!c3 fue 1 30 V!!xe 1 E!.xf1 + 3 1 V!!xf1 V!!xf4,
negras no tienen ni peón ni contrajuego. reduciendo la ventaja del adversario a cero.
Ni tampoco, por lo visto, el match con Mi­ En caso de 30 fue 7, tienen una agradable
jaíl Botvinnik... elección entre 30 ... E!.xf3 3 1 gxf3 Vf!xh3+ 32
'iÍlg 1 V!!g3+ 33 'iÍlf1 h5 y la más prometedora
23 c4 gd7 24 ge3 ged8 25 Ue5 h6 26 .iB 30 ... !'i:cl 3 1 Vf!xcl Vf!xe 1 + 32 'iÍlhl Vf!xb4.
gd2
29 gxa ges 30Uxe8+ tll xe8 31 gxe8+ c;t>h7
Las dos últimas jugadas de Fischer fueron 32 c5 Uf6 33 gel bxc5 34 bxc5 Ub2 35 gm
imprecisas (debió preferir 25 El.es y 26 E!.d3), Uxa2 36 c6 Vas 37 gel Uc7 38 gfdl g5 39
y las negras tenían la posibilidad de rectifi­ fxg5 c;t>g6
car la situación por completo mediante 26 ...
E!.eB 2 7 V!!c3 V!!xf4. La explicación de este movimiento reside
en la variante 39 ... hxg5 40 !!d7 Vf/f4 41
E!.xf7+ Vf!xf7 42 c7.

Solo se podía restablecer el equilibrio ma­ 40 gxh6 c;t>xh6 41 gd6+ c;t>g7 42 gc14 c;t>g6 43
terial, 27 ... E!.xa2, al precio de un rá pido ga4
avance del peón blanco hacia su transfor­
mación en dama, 28 cs. Las negras abandonaron.

Véase el diagrama siguiente

28 ... gxB

Un intento desesperado pero insuficiente


para desequilibrar la relación de fuerzas
sobre el tablero. No obstante, no hay nada

1 41
Sin peón es más fácil jugar Aquí 1 O .. i.xt6, que es posible tras el enro­
.

que largo de las blancas, no promete nada


N.0 39. a las negras: no tienen compensación por
el peón.
GELLER - NIKOLAIEVSKY
Defensa Siciliana
Los programas de ordenador actuales pre­
Campeonato por equipos de fieren capturar con el alfil, y valoran la posi­
Ucrania 1 962 ción como próxima a la igualdad, gracias a
la presión que pueden desarrollar las negras
Las negras cayeron por dos circunstancias. en el flanco de dama del adversario.
En primer lugar, no pasaron a una oscura
defensa a tiempo: en general, a Yuri Niko­
laievsky le gusta más atacar. En segundo
l ugar, no tuvieron en cuenta que con un
par de torres sobre el tablero los alfiles de
distinto color no presagian un empate, al
contrario, pueden reforzar el ataque. En
esta partida, por lo visto, se vio afectado
por el deseo puramente subconsciente de
restablecer la igualdad de material a la pri­
mera ocasión. Es así, con frecuencia, tras
sacrificar un peón, el ajedrecista no pro­
cura obtener la iniciativa, sino recuperarlo
cuanto antes. 11 J.hs

Este error es típico, pero instintivamente Hoy jugaría el movimiento más maduro
lo cometen hasta los maestros más fuertes 1 1 mh 1 , sin el cual las blancas no pueden
y con mayor experiencia. seguir mucho tiempo. La lucha contra los
peones centrales negros requiere que se
1 e4 c5 2 lDf3 tDa; 3 d4 ad4 4 lDxc14 lDf6 5 limite su movilidad, lo que se consigue de
lDd d6 6 .tgs Y!9'b6 la mejor manera mediante f2-f4-f5. Solo
en caso de 1 1 @ha, las blancas deben
U na de las maneras de luchar contra el jugar 1 2 ihs, previniendo la man iobra
ataque Rauzer: las negras deciden evitar fü8-g8-g7, tras lo cual las negras tienen
las variantes más analizadas. todo en orden.

7 lDb3 e6 8 J.e2 Es cierto que en esta partida todo se redu­


ce a una transposición de jugadas.
Las blancas planean el cambio en f6 y se
preparan para luchar contra la formación 11 ... �ha 12 �h1 J.d7 13 f4 as
«erizo» de las negras en el centro. En otro
plan, las blancas eluden la captura en f6, y Un intento interesante, con la ayuda de un
la lucha puede transcurrir por este esque­ ataque en el flanco se realiza una ruptu­
ma: 8 id3 ie7 9 0-0 0-0 1 0 mhl seg uido ra ... en el centro. Como las blancas se ven
de f2-f4 y la actividad en el flanco de rey. obligadas a detener el posterior avance
de este peón, las negras obtienen para su
8 J.e7 9 0-0 0-0 10 J.xf6 gxf6
••• caballo la casilla b4, desde donde apoya­
rá la liberadora d6-d5. Sin embargo, creo

1 42
que es más prometedor no retirar el caba­ Se puede continuar la variante: 24 ... í'!.d3 25
llo del punto es y ocuparse enseguida de il\xas ges, y ya es el caballo blanco el que
la defensa: id7-e8, fü8-g8-g 7, y después se encuentra restringido en el borde del ta­
relevar al alfil de la supervisión del peón f7 blero. Con el fin de evitar su pérdida, es ne­
y pensar en medidas activas. cesario devolver el peón, 26 es ixcs 27 !!el
í'!.dS, y es probable que las negras puedan
mantenerse en el final.

Ambos bandos han realizado consecuen­ 21 �xaS .icS


temente sus pla nes. Sin embargo, las ame­
nazas blancas crecen más rápidamente: 1 7 Por el peón, las negras tienen dos alfiles
í'!.h3, 1 8 fS, 1 9 �h6 con mate. Las negras excelentes, y toda la lucha está por de­
ya no tienen tiempo para realizar la jugada lante.
planeada, 1 6 ... ic6, pero encuentran una
opción excelente.

Es más enérgica 22 ... ib6 23 ill b3 icl,


apuntando a los peones blancos.

23 �b3 .ixb3

Una decisión correcta. Los alfiles de dis­


tinto color y los peones blancos doblados
hacen que la posición sea casi de tablas.

24 cxb3 �d3

Ahora 1 7 !!h3 dxe4 1 8 fS se detiene me­


diante 1 8 ... e3!

17 exdS .ic6 18'9f2 �xdS 19 �xdS

Con el centro abierto, un ataque en el flan­


co está condenado al fracaso, así que las
blancas «cambian el disco». Sobre el ta­
blero surge un final ligeramente favora ble
para ellas.

19 ... 9xf2 20 �xf2 .ixdS Las posibilidades de las blancas residen, a


pesar de su aparente irrealidad, en el avan­
El intento de defender el peón as (20 ce de los peones del flanco de dama. Así,
E:xdS) no tiene éxito, ya que la torre negra a 2S ... gxb3 le sigue 26 as, y el peón «a»
está restringida en la quinta fila: 21 if3 provocará a las negras bastantes quebra­
füS 22 ixc6 bxc6 23 g4 gds 24 c4. deros de cabeza.

1 43
25 ... .b4 26 g3 gxb3? La única posi bilidad para defender e l pun­
to h7.
Un error tras el cual las blancas serán las
primeras en iniciar el ataque, reforzado 34 J.ds �hs 35 .bB gh6 36 fü6
por los alfiles de distinto color. No se pue­
de ceder una seg unda columna abierta; La torre h6 está «arrestada». Era posible
por eso, era mejor para las negras 26 ... otra solución para el mismo problema: 36
©g7 27 :Sc6 .E!.d6 (27 ... .tes o 27 ... .tas 28 g4 .iel 37 hS seguido de .if3-e4.
b4).
36 ... J.as 37 .le4 J.e1 38 gd1 J.f2 39 gn
21 gd1 es J.d4 40 J.fs ges 41 gfc1 J.f2

Las negras no pueden mantener el punto Tras 41 ... .ixb2 42 .E!.c8, las blancas juegan,
f7 con una defensa pasiva, y por eso bus­ en esencia, con una torre de más.
can posibilidades en el contrataque.
42 �c8 gxc8 43 gxc8+ mg7 44 mg4

Las negras abandonaron.


Tras la más tenaz 30 ... :Se 7 + 3 7 ©g2 .El.el+
32 ©h3 fxg3 33 hxg3 :Ses 34 .ids .E!.hS+ 35
©g2, se llegaba a la misma posición que en
la partida, pero sin el peón h4.

31 h4

Las blancas han rechazado las amenazas


de mate, pero ¿cómo pueden conseguir lo
mismo las negras?

31 ... ge1+ 32 mh2 ge2+

La aparición de una nueva dama negra co­


incidía con el mate: 32 f2 33 .ic4 fl =Vff
...

34 l"!xh7++

33 mh3 ges

1 44
Prisionero de muchos años de unida a la pérdida de un tiempo con la ju­
relación personal gada b7-b6, por lo que decidí acrecentar
el retraso en el desarrollo de las negras.
N.040. Para ello, las blancas no deben mover de
su sitio su alfil de rey, para después de
GELLER - PETROSIAN
ic8-a6 capturar en a6 y, «obligar» al caba­
Defensa Francesa llo de a6 a realizar el viaje de vuelta. Ade­
Espartaquiada de los pueblos más, tuve en cuenta que en la práctica de
de la URSS 1 963 Petrosian no aparece ni una sola vez esta
continuación (después de nuestra partida
¿Cómo puede explicarse que el normal­ tampoco), y en lugar de la línea teórica S
mente prudente y cauteloso Tigran Petro­ \l:Vg4 (o S a3 ixc3+ 6 bxc3 \l:Vd7 7 \l:Vg4 fS 8
sian ya en la decimotercera jugada tuviera \l:Vg3, etc.) s ... .if8 6 .igS 'Wd7 (6 ... ltJe7? 7
una posición completamente desespe­ .ixe7 \l:Vxe7 8 liJxdS) 7 0-0-0 h6 8 .ie3 .ia6
rada? (un caso raro, si no único, de su ca­ 9 liJge2 elegí otro camino.
rrera). La explicación, probablemente, se
debe a que en esta partida se enfrentaron 5 '9'd7
•••

dos ajedrecistas que se conocen al dedillo,


no solo en los hábitos y estilo de ajedrez, La «natural» S ... ia6 forzaba a las negras
sino también en la manera de pensar, en después de 6 ixa6 ltJxa6 7 Wld3, o bien a
los más pequeños gustos y antipatías. En capturar en c3 (¡las blancas se ahorran a2-
este tipo de partidas es especialmente im­ a3!), o bien a realizar la incómoda jugada 7
portante ganar la batalla pura mente psi­ ... \l:Vc8, ya que se amenaza 8 'Wbs+
cológica. Creo que a Petrosian le molestó
precisamente la sensación de que otra 6J.d2 J.f8
persona «te lee el pensamiento».
Una nueva pérdida de tiempo, d ictada por
1 e4 e6 2 d4 d5 3 lL!c3 el hecho de que las negras han entendido
perfectamente las intenciones de su ad­
Las primeras jugadas llevan también versario, y 6 ... .ia6 supondría, entre otras
una carga psicológica aparte de la cosas, una capitulación psicológica. Y 6 ...
ajedrecística. Habitualmente, en la Defen­ es sencillamente es mala debido a 7 ltJ bS.
sa Francesa yo prefiero desarrollar -y de­ Con la retirada del alfil, las negras prepa­
sarrollo- el caballo por d2, pero aquí ya ran este avance temático, pero la ventaja
juega su papel mi perfecto conocimiento de las bla ncas en el desarrollo empieza a
de las posiciones que le gustan a mi ad­ ser amenazante. Al parecer, debieron con­
versario. Petrosian se siente como pez en formarse con el cambio del alfil de casillas
el agua en la posición con el peón negro negras después de 6 ... ltJe7 7 a3.
aislado en dS, que surge tras 3 liJd2 es 4
exdS exdS; por eso, las blancas decidieron Véase el diagrama siguiente
elegir una variante más aguda.
7 a4
3 ... J.b4 4 e5 b6 5 lLIB
De nuevo. una jugada dictada por el co­
Las negras siempre tienen presente el nocimiento del adversario. Petrosian se
problema del alfil de dama en la Defensa inclina claramente por el enroque largo, y
Francesa, por eso la idea de cambiarlo (tras las blancas deciden «asustarle» con un po­
.ic8-a6) es digna de elogio. En este caso va sible ataque al rey.

145
La continuación d e l a partida permite a las
blancas de manera forzada obtener una
posición ganada.

7 ... �c6

Parece que las negras se han «asustado» ...

8 J.e2 �ge7 9 0-0 16? 1 1 ÜS! �g6

Sin haber terminado el desarrollo, las ne­ Intentando «arreglar» de algún modo la
gras empiezan a socavar el centro de peo­ posición en el centro, ya que 1 1 ... e4 1 2
nes blanco, lo que i nevitablemente lleva a lll e 5 °1Wd6 1 3 .if4 conduce a pérdidas ma­
la apertura del juego. ¿Tal vez temía que, teriales (aún es más sencilla 13 .ixc6+ lllxc6
después de la normal (y correcta) 9 ... .ib7 14 lll b5), lo mismo que 1 1 ... exd4 1 2 lll xd4
1 0 !!e l , las blancas consiguieran consoli­ °1Wd6 ( 1 2 ... a6 1 3 hc6 lll xc6 1 4 lll xe6) 1 3
dar firmemente el punto e5? Pero esto, al lll xc6 lll xc6 1 4 .if4 °1Wd7 1 5 °\WxdS.
menos, no amenazaba una derrota i nme­
diata. 12 �xeS �xeS 13 gxeS a6

1o ge1 fxeS? Resulta que es bastante difícil para las ne­


gras mantener los dos peones centrales. A
El segundo y decisivo error. Ahora 1 0 1 3 ... .ie7 puede seguirle 1 4 °1Wf3 .if6 ( 1 4
.ib7 ya era absolutamente necesario. Es ... .ib7 1 5 !%ae 1 ) 1 5 lll xd5 .ixe5 1 6 lll f6+
cierto que también era posible 1 O f5, (es más precisa 1 6 .ixc6 '\Wxc6 7 7 lll f6+ ), y a
pero, en primer lugar, esto significaba re­ 1 3 ... .id6 1 4 !!xe6+ Por eso, las negras se
conocer el fracaso de su movimiento an­ desprenden inmediatamente del peón d5,
terior (desde luego podía haber jugado librándose al menos de la desagradable
directamente f7-f5), y en segundo lugar, clavada por la diagonal a4-e8. Sin embar­
las negras j uegan a romper el centro, y go, ya no se puede salvar la partida.
no a organizar «un muro». Después de,
digamos, 9 f5, las negras tienen una 14.ixc6 Wxc6 15 �xd5 .id7
posición bastante sólida, pero las blancas
poseen una amplia ventaja de espacio y No alcanzaba su objetivo 1 5 ... .id6, aun­
son dueñas de la posición. Mientras tan­ que solo fuera por culpa de 16 °1Wf3.
to, las negras se ven obligadas a esperar,
y las blancas tienen a su disposición tanto 16 J.gs .id6 17 Whs+ mt8
la preparación de b2-b4 como, si se da el
caso, el j uego en el flanco de rey. Después de 1 7 ... g6, quedan atacadas a
la vez tres piezas: 1 8 °1We2 .ixes 1 9 '\Wxe5,

1 46
y ¿cómo se detienen las amenazas 1 9 Quien capture la casilla e4 •••

Wi'xh8+ y 1 9 lll xc7+?


N.0 41.
Es considerablemente más tenaz 18 ... 0-0.
KORCHNOI GELLER
A su vez, es más fuerte para las blancas 18
-

Defensa India de Rey


Wih6! .ixe5 1 9 dxe5 @fl (de lo contrario si­
gue 20 Wigl) 20 ltl f6 con las posteriores lllxh Espartaquiada de los pueblos
7, if6, y las blancas ganan. de la URSS, Moscú 1 963

18'9B+ mg8 En esta partida se debe prestar atención a


algunos momentos cruciales:

1) Una misma jugada puede ser correcta


o puede ser errónea. Todo depende de a
qué plan vaya vinculada.

2) En todas las formaciones típicas existe


un punto que domina toda la posición. En
la Defensa I ndia de Rey, habitualmente, es
el punto e4. Las negras empiezan a luchar
por él en la decimosegunda jugada, y ter­
minan en la trigesimoséptima.

19 gxe6 3) El sacrificio de dama, por su naturaleza,


es tan paradójico que, a veces, pasa inad­
Aprovechando la invulnerabilidad de la vertido incluso para un jugador táctico tan
torre, las blancas pasan al final, incremen­ sutil como Viktor Korchnoi.
tado la ventaja a dos peones.
Además, la partida atesora cierta huella
19 ... ma 20 cte7+ J.xe7 21 Uxm J.xm 22 psicológica. El gran maestro de Len in­
gxe7 g17 23 gae1 grado siempre fue para mí un adversario
muy difícil, pero precisamente en aquel los
El procedimiento más rápido para conver­ años (1 962-1 963) conseguí girar a mi favor
tir la ventaja. Las blancas crean un podero­ «la rueda de la Fortuna», y el tanteo de
so peón pasado en el centro. nuestros encuentros se niveló rápidamen­
te. Más adelante jugamos con éxito dispar,
23 ... J.xa4 24 b3 J,a; 25 g1e6 .lds 26 ges+ aunque por desgracia era Korchnoi el que,
gf8 27 g6e7 h6 28 gxf8+ mxta 29 gxc7 mg8 de nuevo, solía ganar .
30 .if4 gS 31 .les gh7 32 fü8+ mf7 33 c4
J.b7 34 gda me6 35 gd6+ mts 36 f3 g4 37 1 d4 ctf6 2 c4 g6 3 ctd J.g7 4 e4
gf6+ mgs 38 f4+ @hs 39 gxb6 .le440 mf2
gb7 41 gxb7 .lxb7 42 dS Probablemente, Korchnoi no había olvi­
dado nuestro encuentro en Curazao (véa­
Las negras abandonaron. se partida n.0 36), donde la I ndia de Rey,
transpuesta a una Defensa Grünfeld, le
resultó desfavora ble. En esta ocasión, im­
pide a las negras la posibil idad de cambiar
de apertura (como sucedió después de 4

1 47
g3) y recurre al sistema Samisch. 1 1 ... �h5 12 b4

4 ... d6 5 B 0-0 6 Ae3 e5 7 d5 c6 No hace falta decir que a 1 2 g4 las negras


habrían ofrecido con gusto el sacrificio de
un peón, 1 2 ... llif4, obteniendo a cambio
una compensación más que suficiente en
forma de mejor desarrollo y debilidad de
las casillas negras de las blancas.

Es mejor 12 llid3 seguida del enroque largo.

12 f5 13 �b3 �clf6
•••

La posición de los caballos negros se jus­


tifica por completo: uno de ellos ataca el
punto e4 y el otro no aparta los ojos del
Una maniobra común que proporciona a pu nto f4. Debo decir que toda la partida
las negras contrajuego por la columna «C» ilustra la importancia del punto e4, la casi­
en el caso de que las blancas emprendie­ lla clave en posiciones de este tipo.
sen un ataque de peones en el flanco de
rey. 14.id3 �f4

8 '9'd2

El orden de jugadas correcto. En respuesta


a 8 id3, se juega 8 ... cxd5 9 cxd5 llia6 1 0
llige2 id7 1 1 'l'Md2 llics con posibilidades
para a mbos. Yo me proponía jugar de otra
manera: 9 llieB, y ahora es mala 1 O llige2
•..

por 1 O ih6; y en caso de 1 O '!Wd2, las ne­


•••

gras responden 1 O f5.•••

8 ... c6xd5 9 cxd5 �d7 10 �ge2

Por sí misma, esta jugada no es un error, Un momento aún más favorable para esta
pero solo si va unida a l plan correcto: el maniobra que en la jugada 1 2. Es fácil ver
enroque en el lado largo. Korchnoi preten­ que las blancas no pueden aceptar el sa­
de enrocarse corto; por eso, lo más lógico crificio de peón.
era 1 o id3 llics 1 1 .ic2.
15 exf5
10 ... a6 11 �c1
No es lógico, ya que la apertura del jue­
Esta y la siguiente jugada dejan la iniciati­ go solo favorece a las negras, que tienen
va en manos de las negras. La diversión de ventaja de desarrollo. Es evidente que las
las blancas en el flanco de dama no aporta blancas temían enrocarse: 1 5 0-0 llixd3 1 6
nada real y es una pérdida de tiempo. Era '!Wxd3 f4 1 7 if2 g5, y e l ataque negro se
necesario continuar, o 1 1 g4, o 1 1 0-0-0 y desarrolla rápidamente. Y a pesar de todo,
1 2 iibl . debieron jugar así.

1 48
15 ... �xd3+ 16 tfxd3 .bf5!

Las blancas contaban con la rutinaria 1 6


... gxf5, que las daba una tregua. Sin em­
bargo, las negras establecen un control de
piezas sobre el punto e4, aprovechando la
circunstancia de que después de 1 7 tt:le4
ixe4 1 8 fxe4 tt:l g4, el rey blanco se queda
atrapado en el centro.

Tras 1 7 tll xe4 18 fxe4 V!fh4+, las negras


sencillamente ganan un peón con una posi­
ción abrumadora. 20 ... �xg4! 21 �e4

Ganan la dama, pero pierden la partida.


No obstante, tampoco era satisfactoria
La desagradable oposición entre la torre 21 fxg4 V!fxg4+ 22 V!fg2 (22 �h 1 .!3xc3 y
blanca y la dama negra por la columna 23 ... ie4+) 22 ... V!fxg2+ 23 @xg2 ih3+!
«C» requería un cálculo exacto, pero sentía 24 �xh3 :gxf1 25 tt:l e4 (25 .!3xf1 füc3, y
que cualquier posible complicación tácti­ las blancas pierden el alfil) 25 ... füxc 1 ! 26
ca favorecería a las negras. ixc1 if8, y las blancas no pueden evitar la
pérdida de un tercer peón.
19 0-0
21 ... �xe3 22 gxc4 �xc4
Es difícil decir si le fallaron los nervios a
Korch noi, o si subestimó el sacrificio de Por la dama, las negras tienen una equiva­
dama planeado por las negras, pero, per­ lencia de material suficiente, y su posición
diendo tiempo en la culminación de su se puede valorar como ganada. Las blan­
desarrollo, las blancas se ven obligadas a cas no podrán contrarrestar la presión de
entrar en una posición muy difícil. Debie­ las torres por la columna <<f».
ron probar suerte en la variante 1 9 tt:le4,
aunque aquí, después de 1 9 V!fd7 20 23 tfc1 b5 24 gfl g17 25 Ug5 gcf8 26 � bd2
tt:lxf6+ ixf6 21 0-0 V!fb5, las negras tam­ .if6
bién tienen ventaja.
Por supuesto, no valía la pena cambiar lo
19 ... tfc4! 20 g4 conseguido por algo tan modesto como
la ganancia de un peón, y perder así el
Las blancas construyeron todos sus planes importante alfil de casillas blancas: 26 ...
sobre esta maniobra táctica. Si 20 ... id7, ixe4 27 tt:lxe4 !!xf3 (aquílas blancas tienen
entonces 21 g5 tll h5 22 tt:le4, y tienen ventaja después de 28 M3 'Sxf3 29 '!fiel).
todo en orden. Las negras se proponen, o bien trasladar
el alfil desde g7 a través de d8 a b6, o bien
Es más correcto decir que las negras deben capturar el peón f3 en una situación más
abandonar. Para eludir la derrota, están favorable (27 tt:lxf6+ !!xf6 28 �g2 tt:lxd2 29
obligadas a defender el peón d6: 2 1 ... tll e8 :gxd2 ib1 30 fü2 ie4).
22 tll e4 V!fb5.
La jugada 30 .13f2 es claramente mala, es
Véase el diagrama siguiente más fuerte 30 V!! e3. Sin embargo, se puede

1 49
mejorar fácilmente eljuego de las negras en
esta variante: 28 ... liJb6 y se gana el peón de
d5. Es más tenaz para las blancas 28 liJxc4
bxc4 29 '!!fc 1 .

27 tfg3 .ie7

36 ...gS

Se propone debilitar el punto e4 con el


ataque de flanco g5-g4.

No hay que precipitarse con el traslado 37 �d g4 38 fxg4,bg4 39 axbS axbS 40 mg3


del alfil. Las negras pretender recordar a J.ts
las blancas que el peón de d5 también es
débil. Finalizaba inmediatamente la lucha 40
liJb2 4 1 '8d2 '8f3+! 42 @xg4 '88f4+ 43 @gs
28 ge2 �b6 29 �d J.ca 30 ge3 gfs id8+ con mate.

Por supuesto, no solo en busca de amena­ 41 mg2 mh8


zas como 31 ... '8g5 o 31 ... igS. Las negras
alternan sus ataques sobre las debilidades La lucha posterior estuvo precedida por el
blancas. Esto es más eficiente que la di­ análisis casero. Este análisis demostró que
recta 30 ... ib7 31 '8d3. El alfil de casillas las blancas no tienen una defensa satisfac­
blancas todavía puede ser requerido para toria.
la lucha por el dominio del pu nto e4.
42 gg3 J.d4 43 h3 J,g6 44 Be2 g8f7 45 Bel
31 �de4 �c4 32 gd3 J.d8 33 �d1
Las blancas se ven obligadas a aguardar su
Se amenazaba 33 ... ib6+ y 34 ... i.e3, ga- destino.
nando el peón f3.
45 ... gf5 46 ffc1
33 ... gf4 34 a4
O bien 46 liJxbS '8xe4 47 '!!lxe4 fü2+ No
Las blancas no tienen contrajuego, ¡pero es mejor 46 '!!le2 ixc3 47 liJxc3 (47 '8xc3
algo tienen que mover! '8xe4 48 '!!fxe4 '8g5+) 47 ... '8d4 48 @g l
'8d2, etc.
34 .. J.b6+
.

Después de 49 '!!le 1, no se ve nada decisi­


Es más sencilla 34 ... bxa4, y hay que añadir vo. Con el cambio en c3, las negras alivian
un peón pasado a los trofeos de las negras. sustancialmente la tarea de su adversario.

1 50
Mediante 46 ... .ih5 47Y!! d3 '!!fB, las blancas Sorpresa inofensiva
están prácticamente en zugzwang.
N.0 41.
46 .ixc3 47 �xc3 fü2+ 48 <it>g1 � d2
...

SPASSKY - GELLER
Apertura Española
Moscú 1 964

La razón de que las blancas eligieran la


variante del cambio de la Apertura Espa­
ñola no fue que no quisieran luchar: esta
partida fue el inicio del torneo zonal, y
el futuro campeón del mundo comenzó
precisamente aquí su asalto al Olimpo
ajedrecístico. Sencillamente, Boris Spas­
sky recurrió a su táctica predilecta en la
apertura, la sorpresa psicológica. Pero, por
499a3 lo general, este tipo de sorpresas son peli­
grosas solo en esquemas de apertura agu­
En caso de 49 lil d l , las negras ganan con dos. En este caso, las negras, apoyándose
la maniobra 49 ... fül + 50 ltih2 lilf3+ 5 1 en las inmutables leyes de la estrategia y
ltig2 lil h4+ 5 2 lti h 2 !!Sf2+ en la compresión general de la posición,
se apoderan poco a poco de la iniciativa.
49 gn+ 50 <it>h2 �B+ 51 gxa g5xB 52
••• Aqu í hay muy pocas variantes complejas,
Y!Yas+ <it>g7 53 Yfc6 g1f2+ 54 <it>g1 ga 55 prevalece la lucha de maniobras.
9d7+ <it>h6 56 �d1 gg3+
1 e4 e7-e5 2 �B �c6 3 J.b5 a6 4 .ia4 �f6 5
Las blancas abandonaron. 0-0 .ie7 6 J.xc6 dxc6 7 d3 �d7 8 � d2

La continuación más natural es 8 d4, cuyo


objetivo es obtener una mayoría de peo­
nes en el flanco de rey (esta es la idea de
la variante del cambio}, que, como ya se
ha demostrado en varias ocasiones, no es
peligrosa para las negras: 8 exd4 9 lll xd4
...

0-0 1 0 lll c 3 .if6 y si 1 1 f4, entonces 1 1


lil b6! La jugada del texto muestra que las
blancas no buscan las simplificaciones.

8 0-0 9 �c4.if6
.•.

En la actualidad, esta variante se considera


acertadamente inferior, y pronto veremos
por qué. Lleva a la igualdad 9 . f6. . .

10 .id2 ge8

Sobreprotegiendo el punto es con la to-

151
rre, las negras quieren liberar al caballo g3. La jugada textual debilita considera­
de esta obligación y l uego desarrollar su blemente las casillas blancas en el flanco
flanco de dama. de rey (¡las blancas ya no tienen el alfil de
casillas blancas!), y ya no consiguen poner
11 a4? en marcha el ataque de peones.

Un error. Las blancas no obstaculizan el 17 ... J.113 ! 18 lLJg2 J.e7 19 gel


plan de las negras, mientras que después
de 1 1 i.c3 ya no sería tan fácil realizarlo, Hay que posponer la planeada 1 9 f4, ya
porque es mala 1 1 ... bS por 1 2 llias. que después de 1 9 ... exf4 20 gxf4 seguiría
20 ... llih4, ganando la calidad.
11 ... lLJta 12 as
19 gad8 20 lLJe3 J.gs 21 °9f3 f6 22 '9e2
•••

También son malas 22 llifs y 22 llidS por


22 .. b4, o 22 g4 por 22 ... i.xe3 23 Wfxh3
.

i.d4 y después llig6-f4 con el dominio de


las casillas negras.

12 ... b5!

Las negras aprovechan la ocasión para


plantear a su adversario una elección: co­
rregir su cadena negra de peones después
de 1 3 axb6 cxb6 o ceder el punto c4. En
cualquiera de los dos casos, las negras, 22 ... lLJf8
con la pareja de alfiles, estarán satisfechas.
¡A la primera oportunidad, el caballo se
1 3 lLJe3? lanza a d4!

Era preferible elegir la otra opción, ya q ue 23 f3 lLJe6 24 °9f2 lLJc14 25 lLJclfl '9f7 26 f4
ahora el avance del peón desde a2 hasta
as carece de sentido. Tras caer en una posición inferior y expe­
rimentando apuros de tiempo, las bla ncas
13 cS 14 b3 J.e6 15 .id lLJg6 16 lLJd2 '9d7
••• i ntentan a ligerar su defensa media nte los
1 7 g3 cambios.

Las mismas blancas esperan obtener jue­ 26 .lh6! 27 .bcl4


•••

go en el flanco de rey, y no quieren permi­


tir que el caballo acceda a f4. Sin embargo, Prácticamente obligado, ya que se amena­
debieron aceptar esto como un mal me­ zaba 27 ... Wfhs y 28 ... llif3+, y en caso de
nor, y jugar 1 7 !!e l seguido de llid2-f1 - 27 fxeS fxeS 28 Wfxf7+ r:tíxf7, las blancas no

1 52
pueden oponer ninguna resistencia a los 38 lLJB 'f!Yg4 39 lLJg1 hS
formidables alfiles negros.
No solo para socavar el flanco de rey, sino
27 ... cxd4 28 lDfS '9'g6 29 lDxh6+ '9'xh6 30 también para abrir una ventanilla para su
lLJd2 c5 propio rey.

40 lLJxh3 '9'xh3

Las negras se han apoderado de la iniciati­


va en los dos flancos. Pero es especialmen­
te terri ble la ruptura c5-c4, contra la cual Aquí se aplazó la partida y, según el re­
empiezan a l uchar las blancas. glamento, la rean udación estaba prevista
para dentro de una hora y media. Estraté­
31 gac1 gd7 32 Y!YB '9'g6 33 fS Y!YgS 34 'flf2 gicamente, el resultado del combate está
fü8 decidido. Las negras tienen mejor estruc­
tura de peones, ventaja de espacio, y el
Ambas partes están dispuestas a socavar rey adversario no puede sentirse seguro.
la cadena de peones del adversario. Pero Además, el cambio de damas no facilita la
existe una diferencia sustancial, que el rey defensa de las blancas, ya que en ese caso
negro está completamente seguro, mien­ la debil idad de sus peones se hace más
tras que al blanco le a menazan las dificul­ apreciable.
tades.
41 '9'e2
35 <!>h1 gdc7 36 c3
En caso de 41 gxcS es fuerte 41 ... l:!cd7.
Antes de iniciar el intercambio previsto
con el caballo, las blancas quieren abrir la Aquí el ordenador da clara preferencia a 4 1
col umna «C>> para el contrajuego, ya que ... fuc5 42 \Wxc5 fud3.
a la i nmediata 36 llif3 \Wg4 3 7 llig1 le se­
guiría 37 ... c4. Las blancas ya no pueden 41 ... gc14 42 <!>g1 <!>h7 43 gec1 gcd7 44 gd1
evitar este avance con una táctica de es­ '9'g4!
pera: las negras están preparadas para
jugar g7-g6 y, tras el cambio de peones, En esta situación, el cambio de damas es
llevar el alfil a e6. particula rmente ventajoso, ya que el peón
g4 bloquea el flanco de rey de las blancas.
36 ... dxc3 37 gxd gd8!
45 '9'xg4
Un nuevo objetivo, el peón d3.

1 53
En caso de 45 @1'2, decide 45 ... �xe4!

45 hxg4 46 gxcS gxe4


•••

59 gb4 g6a4 60 �2 @gs 61 me2 g6 62


<itie3 ga1 63 d4

Las blancas no pueden mantener el statu


41 ma quo mucho tiempo.

O bien 47 dxe4 �xd 1 + 48 @f2 �h l ! 63 ... g4a3+

Daba mejores posibilidades de salvación 47 Es más precisa 63 ... � 7 a3+ 64 @e4 exd4 65
�c6. i'!xd4 �a2!

47 gb4 48 gd <itih6 49 <itie3 <itigs so gc6


•••

Es imposible defender todos los peones ¡El peón negro es más rá pido!
blancos débiles, b3, d3, f5: si 50 fül , en­
tonces 50 ... �bd4 con la amenaza 51 ... b4. 66 ge2 gxe2 67 gxe2 @Is 68 gf2+ ga

Es más fuerte la inmediata 52 ... �d4 segui­


da de !!d4-a4.

Si 55 a6, entonces 55 ... �dxd3+ 56 @e2


�a3.

ss ... gc14 56 a6 ga4 57 gd2 gba3 58 gxbs


�6

Véase el diagrama siguiente


Merece un serio análisis 69 �a2 con idea de
Posición del segundo aplazamiento. El trasladar la torre a eB.
peón de ventaja de las negras y las debi-
lidades en d3 y h2 no dejan a las blancas 69 ... e3 70 ge1 gS 71 gel
ninguna esperanza de salvación.

1 54
De otro modo hay que conceder el punto ¡Incluso en el final suceden las
e4 al rey negro. combinaciones!

71 ... <:i>g6 72 '.t>e6 fS 73 �a2 N.043.


GELLER - SMYSLOV
En caso de 73 d5, ganaría 73 ... f4 74 d6 fül
Defensa Caro-Kann
75 d7 �d l con la amenaza 76 ... �d3.
Moscú 1 964
73 f4 74 d5
•••

En muchas partidas de Vasili Smyslov se


puede advertir su voluntad de pasar al
final: el excampeón del mundo domina
esta fase del combate, que además le gus­
ta. Pero en esta ocasión, las blancas no se
opusieron a entrar en el final. Confiando
en su pareja de alfiles, fueron al encuentro
de los deseos del adversario y... asestaron
un inusual golpe táctico que habían pre­
parado con antelación. Esto llevó a que el
resultado ya estuviera claro en la frontera
de la vigésima jugada ...

74 ... e2! 1 e4 c62 d4 d5 3 li)c3 dxe44 li)xe4 li)d7 s .t.c4


li)f6 6 li) gS e6 7 li) e2
Esto es más sencillo que 74 fü2. Las
blancas abandonaron: 75 l:!xe2 l:!e3+ 76 Un movimiento raro y bastante tranquilo,
�xe3 fxe3, y el peón negro se transforma muy apropiado para un campeonato por
en dama, entrando con jaque. equipos (jugábamos el campeonato de la
URSS). Su sentido es reservar la casilla f3
para la retirada del otro caballo, y conse­
guir una posición de tipo «francés» con
una ventaja mínima pero estable.

7 h6 8 li)B J.d6
•••

En caso contrario, las blancas ocuparían la


diagonal b8-h2 con su alfil.

Es importante tomar el control del punto


e4. U n año antes, Vladímir Simagin jugó
contra Smyslov directamente 1 O lDc3,
pero después de 1 0 ... b5 1 1 id3 b4 1 2
lbe4 lDxe4 1 3 ixe4 lb f6 1 4 id3 0-0 1 5
tlfe2 i.b7, seguido de c6-c5, las negras ob­
tuvieron una posición confortable.

1 55
10 0-0 11 �c3
••• 12 �e4 b5

Concediendo a las blancas la ventaja de


la pareja de alfiles. Pero la alternativa 1 2 ...
if4 1 3 ixf4 ti'xf4 14 ll'lxf6+ ll'lxf6 1 s ll'les
también llevaba a una posición poco agra­
dable para las blancas, ya que la dama está
incomunicada. Tal vez lo menos malo era
12 ll'lxe4 1 3 füe4 es, obteniendo una
posición tipo defensa francesa con mejor
juego para las blancas.

Es cierto que 12 ... lllxe4 13 !!.xe4 era mejor,


solo que aquí no hay que jugar 13 ... es por
11 ... a6 14 ixh6!! gxh6 15 ti'dl con un ataque irre­
sistible, sino la previa 1 3 ... 'i!d8 con buen
Las negras necesitan resolver el problema juego.
del desarrollo de su flanco de dama, pero
no lo consiguen con la ayuda de 1 1 ... ll'ldS. 13 �xd6 'e'xd6 14.if1 !
Las blancas continúan 1 2 ll'le4 if4 1 3 ixf4
ti'xf4 1 4 ll'lg3! (después de 1 4 ll'lfl b6 1 S A pesar de advertir el deseo de su rival de
g3 ti'c7 1 6 ig2 ib7 1 7 c4 llJSf6 1 8 ll'lxf6+ simplificar el juego lo más rápido posible
ll'lxf6 el juego está equilibrado, Stein-Pfle­ y pasar al final, las blancas no lo impiden,
ger, Olim piada de Tel Aviv 1 964) 14 ... b6 aunque con la ayuda de 14 id3 es l S c3
1 S ll'les ll'lxeS 1 6 füeS, y debido a que las podían conservar las damas.
negras no tienen tiempo para jugar 16 ...
ib7, porque 1 7 ll'le2 «atrapa» a la dama, 14 ... cS
obtienen una clara ventaja después de
16 ... ti'h4 1 7 ti'd2 ib7 1 8 .!'!ael . No obs­ Era mejor realizar algunasjugadas prepara­
tante, la jugada del texto también es una torias ('i!.d8, ibl) o no cambiar las damas y
pérdida de tiempo. Llevaba a un equilibrio jugar 15 ... ti'xc5.
aproximado la inmediata 1 1 ... bS 1 2 id3
ib7 (aquí, a diferencia de la partida antes 15 dxcS 'e'xd1 16 �ed1 �xc5 17 .le3 �a4
mencionada Simagin-Smyslov, 1 2 ... b4 es
débil debido a 1 3 ll'le4 ll'lxe4 14 füe4! ll'lf6
1 S :!'!h4 con excelentes posibilidades de
ataque) y si 1 3 ti'e2 ya es posible 1 3 ... b4
1 4 ll'le4 es, y en caso de 1 3 a3 sigue 1 3 ...
a6 14 b4 es, y para 1 3 ll'le4, 1 3 ... ll'lxe4 1 4
ixe4 ( 14 !!xe4 es 15 :!'!h4 c4) 1 4 ... cs.

No entendemos de qué tipo de captura de


la dama se trata. En lugar de 1 7 ll'lel es más
fuerte 1 7 ll'lhs ti'h4 18 g3 y 19 ti'g4 con ini­
ciativa en el flanco de rey. Sin embargo, en la
variante propuesta, 1 6 ... ti'h4 1 7 ti'd2 ibl
18 .!'!ae 1, después de 18 ... lll f6 es dudoso ha- 18.ld4!
blar de ventaja blanca.

1 56
Cortando el camino de retirada del caballo do, no ofrece especiales dificultades.
a4, las blancas se proponen «cazarlo» con
la jugada 1 9 b3. 27 ... gfd8 28 g3 �g6 29 ©g2 �e7 30 J.e3
�f5 31 J.b6 gdb8
18 ... �d5 19 gac1 b4?
La penetración en la segunda fila es impo­
Las blancas han movilizado todas sus fuer­ sible. Y en la primera, inútil.
zas, mientras que las negras solo tienen en
juego los dos caballos, uno de los cuales 32 c5 �e7
está atascado en el borde del tablero. Por
eso, no tienen tiempo para esta jugada,
y debieron continuar 1 9 lll ab6, consi­
guiendo prevenir de momento el avance
c2-c4 para terminar después el desarrollo.

La ún ica «justificación» para las negras


puede ser que la siguiente operación tác­
tica de las blancas es inusual y poco evi­
dente.

33 J.c4

Esto es bastante más sencillo que 33 l!xa6


l!xa6 34 ixa6 ll'ldS 3S ic4 lll xb6, y el jue­
go se alarga todavía una vei ntena de juga­
das más.

33 ...�d5 34J.xd5 exd5 35 �d4 ©f7 36 �c6


g,3 37 gc14

El peón «a» está firmemente bloqueado, y


20 a3! bxa3 ahora las blancas se ocupan del peón «d».

Después de 20 ... aS 2 1 ibS lt.'lab6 22 ics


l!d8 23 axb4 axb4 24 ixb4, las negras per­
derían un peón. No es necesario apresurarse con 38 lll b4
debido a 38 ... as.
Y después de 23 Lb6, un caballo.
38 ... ©e6 39 gd2 gab8 40 � b3 g641 �d4+
21 ga1 ! � xb2 22 gdb1 �a423 gxa3 J.d7 24 ©d7 42 �a ©c6 43 �b4+ ©bs
c4 �f4 25 gb4f6 26 gbxa4J.xa4 27 gxa4
Y bajo la «amenaza» del aplazamiento, las
Mediante el sacrificio temporal de dos negras abandonaron, ya que perderían
peones, las blancas han obtenido ventaja como mínimo otros dos peones.
de material, cuya materialización, contan­
do con la pareja de alfiles y el peón pasa-

1 57
La poderosa dama 6 J.xf6 7 e3 0-0 8 gc1
...

N.0 44. Un elemento esencial del subsiguien­


te plan de las negras es la ruptura c7-cS,
GELLER IVKOV
contra la cual va dirigida el último movi­
-

Gambito de Dama
miento de las blancas. La j ugada de dama,
Beverwijk 1 965 8 V!lc2, que se había jugado anteriormente
(por ejem plo, en la partida Opocensky­
Al caer en una posición difícil las negras se Alekhine, Múnich, 1 941 ) conduce a un j ue­
desprendieron de su dama, obteniendo go igualado después de 8 ... es, tanto si 9
por ella suficiente equivalencia de mate­ 0-0-0 cxd4 1 O exd4 lll c6 1 1 h4 (Yudovich­
rial. Los diferentes «calibres» de las fuerzas lvkov, Yugoslavia, 1 9S6) 1 1 ... V!lc7 como
que permanecían sobre el tablero exigían tras el enroque en el lado corto: 9 dxcs
a las blancas un juego especialmente V!las 1 O i.e2 dxc4 1 1 0-0 i.xc3 (Winter­
enérgico, a veces incluso con continua­ Bondarevsky, match Gran Bretaña-U RSS,
ciones únicas. Como regla general, esto 1 947). Las blancas también pueden opo­
ocurre siempre que la dama tiene que nerse a la inmediata c7-cS media nte 8
luchar contra varias piezas, en cuyo caso, Vfib3, que, sin embargo, también da igual­
tiene especial importancia la dispon ibili­ dad a las negras: 8 ... dxc4 9 i.xc4 es 1 O
dad de un refugio seguro para los reyes, dxcS V!las 1 1 0-0 lll d 7 1 2 lll e4 i.e7 1 3 �el
así como el avance de los peones pasados. lll xcS (Szabó-Gligorié, Helsinki, 1 9S2).

1 d4 dS 2 c4 e6 3 lll d J.e7 4 lll B lll g8-f6 5


J.g5 h6

8 b6
...

En la presente situación es dudoso que


este sistema de desarrollo esté justificado,
ya que surgen debil idades en el fla nco de
De esta manera, las blancas i ntentan ga­ dama de las negras. No obstante, 8 ... �es
nar tiempo y, si se presenta la ocasión, después de 9 i.e2 dxc4 1 O i.xc4 lll d 7 1 1
después de c4xdS y e6xdS llega r a una po­ 0-0 es 1 2 lll e4! también provoca en las ne­
sición del sistema del cambio en el Gam­ gras muchas preocupaciones. Es correcta
bito de Dama con un importante tiempo 8 .. c6 9 i.d3 lll d 7 1 O o-o dxc4 1 1 i.xc4 es,
.

de más para las blancas. Por supuesto, las y las negras obtienen un juego razona ble.
negras ta mbién tienen sus ventajas: la pa­
reja de alfiles, los cuales pueden ser muy 9 cxdS exdS 1 O i.d3 .ib7
amenazadores tras un futuro c7-cS.

1 58
Parece mejor 1 O ... ie6, pero en ese caso Por la dama las negras han obtenido una
1 1 0-0 lll d7 1 2 e4 c6 1 3 exdS cxdS 14 lll bS torre, un alfil y un fuerte peón en el centro.
también concede mejores posibilidades a Se requiere de las blancas un juego muy
las blancas. preciso y activo.

11 0-09e7 1 7 �es! J.xes

Las negras están en dificultades. No vale, En caso contrario no se desarrolla el caba­


por ejemplo, 1 1 . . es 1 2 dxcS bxcS 1 3 '1Wb3
. llo bS. La jugada 1 7 ... :B:eS permitía a las
°\Wd7 14 ibs (a esto puede seguir 14 ... c4, blancas estropear la estructura de peones
por lo que es mejor 14 füd1) 1 4 ... %Vds l S negros en el flanco de rey mediante l S
füd l o 1 1 ... lll d 7 1 2 Wb3 c6 1 3 e4 con una lll g4 lll d7 1 9 !!xeS+ :B:xeS 20 ibs ics (20
ventaja estimable. Teniendo en cuenta la ... E:dS 21 ixd7 :B:xd7 22 lll xf6+ y 23 '\Wg4+)
posición, lo mejor era 1 1 ... !!es. 2 1 lll xf6+ y mantener una ventaja eviden­
te después de 21 ... gxf6 22 h3 (con la ame­
12 ge1 naza 23 '\Wa4).

Aprovechando inmediatamente la posi­ Gana enseguida 18 lll xfl! 'i'!xe 1 + (18 ... <Jlxfl
ción de la dama en la columna que se va 1 9 °\WhS+) 1 9 '1Wxe 1 <Jlxfl 20 ic4+ y 2 1 We6
a abrir. con un ataque de mate.

12 ... cS 13 e4! dxe4 18 gxeS �d7 19 ge7 .ic6 20 h3 gfe8 21 9e1


� b6 22 b3
Perdía un peón 1 3 ... cxd4 1 4 lll xdS ixdS
1 S exdS '\Wd6 (en caso de 1 S ... Wb4 es bue­
no tanto 16 b3 como la más activa 1 6 :B:c7!)
1 6 ie4.

14�xe4 ad4

La mejor posibilidad para las negras. Era


bastante mala 14 ... °\WdS debido a 1 S dxcS
ixb2 1 6 !!c2 ia3 1 7 lll d 6 ic6 1 S lll xf7!
ganando.

Las posibilidades de ambos bandos se han


definido. El peón es está sólidamente blo­
queado, y las negras deben tomar todas
las medidas para eliminar al bloqueador,
el alfil d3. Las blancas tratan de incomodar
al rey negro con la dama y el alfil, sin per­
der el control sobre el posible avance del
peón negro «d», para intentar, en caso de
que surja la oportunidad, penetrar con la
dama en el flanco de dama.

15 � c5 9xc5 16 gxcS bxcS 22 ... �dS 23 gxe8+ gxe8 24 9c1

1 59
La variante 24 Wf as tll f4! ilustra perfecta­
mente la precisión que se requería a las
blancas.

24 ... lüc3 25 <bh2

Apartando al rey de un posible jaque en la


primera fila, las blancas reducen las posibi­
lidades tácticas de su adversario, animán­
dole a apartarse de la columna abierta «e»
y l levando a cabo su plan principal.

25 ... B:d8 26 Yff4 Wfe5+! .ie6 33 Wfxc5+ 'i1.d6 34 Wi'xb4 d3 35


Wfdl.
Es más fuerte la penetración en el otro flan­
co, 26 Wi'a3! 30 ... f6 31 a3

26 ... lüd5 27 Yff5 La inmediata «explotación» de la debili­


dad 31 Wi'h8+ .ig8 32 ic4 daba posibili­
Era algo mejor 27 Wfes, para ante 27 dades de ganar... a las neg ras: 32 ... tll d S.
tll b4 tener la respuesta 28 Wi'c7. Pero q ue­ Por eso, es necesario aparta r al caballo del
ría provocar 27 ... g6, para tener un posible control de la casilla dS y destruir la coordi­
acceso a la casilla f6. Por ejemplo: 28 WfeS nación entre las piezas negras.
tll b4 29 .ic4 d3 (29 ... .ids 30 Wi'c7) 30 Wi'f6.
31 ... lüa2
27 ... lüb4 28 9h7+
Era imprescindible 3 1 ... .igB seguido de 32 ...
El «acaparamiento de peones» con 28 tll ds, y como antes las blancas tendrían que
WfxcS concedía a las negras la posibilidad enfrentarse a difíciles problemas técnicos.
de mirar tranquilamente al futuro después
de 28 ... tll xd3 29 %Yxc6 tll f4, con la poste­ 32 9h8+ <be7 33 9xg7+ .if7 34 .ic4 B:f8
rior tll f4-e6.

28 ... <bf8 29 J.c4 J.d5

El intento de avanzar el peón «d» lleva a


su pérdida: 29 ... d3 30 Wffs .ids 3 1 .ixd3.

Véase el diagrama siguiente

30 J.f1

Jugada única. Ahora la amenaza 3 1 Wi'h8+


obliga a las negras a debilitar todas las ca­
sillas blancas en el flanco de rey. 35 9h7!

Probablemente daba mejores posibilidades El peón h6 no es importante. La tarea de


de victoria 30 Wi'hB+ @e7 3 1 Wi'xgl .ixc4 32 las blancas es neutralizar la pareja de peo-

1 60
nes c5-d4. En el cruce de dos aperturas

35 ...lll d 36 Y!YfS.ixc4 N.0 45.


LENGYEL - GELLER
Ya no hay otra cosa.
Apertura Inglesa

37 °BxcS+ <i>e6 38°Bxc4+ mes 39Y!YcS+ Beverwijk 1 965

En los apuros de tiempo, lvkov por inercia En este caso, el nombre de la apertura es
realiza un par de movimientos más. bastante relativo, ya que el juego se desa­
rrolla en parte según motivos indios. En
39 ... ci>e4 40 Y!Yxf8 ci>d3 41 Y!Yxf6 este sentido, la partida demuestra que es
importante estudiar no solo las jugadas
Las negras abandonaron. iniciales, sino también las posiciones típi­
cas que se encuentran en cada apertura.
Por otra parte, es importante el conoci­
miento de los pla nes de ambos bandos,
además de los matices en la disposición
de las piezas, y los métodos de juego en
diferentes casos. El gran maestro húngaro
Levente Lengyel no estaba familiarizado
con la situación que surge tras la decimo­
quinta j ugada de las negras, de otra ma­
nera difícilmente se hubiera visto tentado
por la posibilidad de ganar material.

1 lll B cS 2 c4 g6 3 lll c3 lll f6 4 g3 .ig7 s i.g2


l[¡ c6 6 0-0 0-0 7 d4 cxd4 8 lll xd4 lll xd4 9 Y!Yxd4
d6

Las negras abandonan la simetría y espe­


ran obtener contrajuego, en principio a
expensas de la posición de la dama blan­
ca, que ha «saltado» prematura mente al
centro. Esta posición se ha dado en nu­
merosas ocasiones y se puede considerar

161
como el punto de partida para esta varian­ cuenda con negras. Y así jugó Lengyel.
te de la Apertura Inglesa; al mismo tiem­
po, conserva su actualidad. Es suficiente 101'd3 a6 1 1 .id2
recordar la 8.ª partida del match Spassky­
Fischer. Antes que nada, las blancas deben Recientemente también se ha jugado 1 1
decidir a dónde retirar la dama. La conti­ ie3, pero la j ugada de la partida se con­
nuación de Larsen, 1 0 .B:d l , no ofrece nada sidera más exacta. Su idea es evitar el
bueno a las bla ncas después de 1 0 ... ie6 importante ataque Wi'd8-a5 y llevar poste­
1 1 .hb7 lll g 4 1 2 Wi'f4 (jugó así contra Tahl riormente la dama a h5.
en el match de candidatos de 1 965). Yo
introduje la jugada 1 O Wi'h4 en la prácti­ 11 ... �b8
ca en una partida con Suetin, en el zonal
«match-torneo a siete» del año 1 964, y Una maniobra i nnecesaria, ya que el lugar
después de la desafortunada réplica 1 O ... de la torre está en su posición inicial. Se
.B:b8 obtuve ventaja: mediante 1 1 ih6 las desarrolló un juego muy interesante en mi
blancas reforzaron la posición del caba llo partida contra Portisch (blancas) del tor­
c3 y restringieron el contrajuego de las neo de Skopie, 1 968: 1 1 ... if5 1 2 e4 ie6
negras en el flanco de dama. Sin embargo, 1 3 h3 ( 1 3 lll d 5 lll xd5 1 4 cxd5 id7) 1 3 ...
cuando más tarde, en el torneo de Chile lll d 7 1 4 b3, e inesperadamente las negras
de 1 965, Smyslov me jugó 1 O Wi'h4, las ne­ sacrificaron un peón: 1 4 ... b5 1 5 cxb5 lll e5
gras obtuvieron buen juego: 1 O ... ie6 1 1 1 6 Wfe2 axb5 1 7 Wi'xb5 ic8!, y se apodera­
.hb7 .B:b8 1 2 ig2 Wfa5, aunque las blan­ ron de la debilitada casilla d3.
cas pudieron mantener su peón de más.
Contra Spassky, Fischer intentó distribuir 12 �ac1 .ifS 13 e4 .id7
armoniosamente sus piezas, improvisan­
do, creo yo, sobre el tablero, con 1 O ig5; Las negras debieron preservar la casilla
sin embargo, después de 1 O ... ie6 se vio d7 para el caballo, ya que previniendo
obligado a mover su dama a f4, y después el avance b7-b5 con la sencilla 14 a4, las
de perder tiempo con Wi'f4-d2, las negras blancas conservaban la ventaja de aper­
superaron con éxito las dificultades de la tura. Más tarde, en el match de cuartos de
apertura. final del torneo de Candidatos, Smyslov
también obtuvo ventaja contra mí conti­
Parece estar bien fundada 1 O Wi'd2, con el nuando 14 h3 b5 1 5 cxb5 axb5 16 b4!
posterior fianchetto del alfil de dama, pero
aquí, jugando 1 O ... ie6 y a 1 1 b3, 1 1 ... d5, Lengyel puso su atención en la idea de
las negras igualan la posición, mientras atacar a la torre de b8, que también atrae­
que 1 1 .hb7 .B:b8 1 2 id5 lll xd5 1 3 ll:\xd5 ría a Fischer en la antes mencionada parti­
Wi'd7 14 e4 :gfcs 1 5 Wi'e2 .hd5 1 6 cxd5 ( 1 6 da con Spassky.
exd5 :gb4!) 1 6 ... Wi'b5 1 7 Wi'xb5 füb5 1 8
!!bl :gc2 (Korchnoi-Geller, XXXI Campeo­ 14.ie3 bS 15 abS axb5 16.ia7 b4!
nato de la URSS) da a las negras suficiente
compensación por el peón sacrificado. Por Véase el diagrama siguiente
eso, a mi parecer, es más prometedora la
jugada de Smyslov, 1 O Wi'd3. Así, por cier­ También es posible 1 6 ... !!as 1 7 id4 b4 1 8
to, juegan la mayoría de los partidarios lll d 5 ll:\xd5 1 9 .hg7 'itxg7 20 Wi'xd5 ie6
de esta variante con blancas: Furman, 21 Wi'd4+ 'itg8 con un juego cómodo, pero
Portisch y también yo, aunque en mi prác­ la continuación de la partida promete más
tica esta posición aparece con mayor fre- a las negras.

1 62
do poco clara. Merecía una seria atención
por parte de las negras 1 9 ... Wfa5 20 'i!.a3
'Wh5, amenazando con 21 ... .ib5 y dispo-
niéndose a desarrollar la iniciativa en el
flanco de rey después de lb f6-g4.

20 exd5 J.ts 21 'Bb5 tll xd5 22 �c5

No es posible 22 !!b3 por 22 ... lbc3, y las


blancas se ven obligadas a entregar la ca­
lidad.

17.ixbS bxd 18.la7 ab2 19 �d 22 ... tll c7

La plausible 1 9 !!bl no ofrece nada bue­ Se advierte que las piezas blancas están
no a las blancas por 1 9 ... 'Was 20 'We3 (se apretujadas en un flanco del tablero to­
amenazaba 20 ... .ibS) 20 ... lbg4 21 'Wb6 talmente despoblado, ya que están obli­
'Wxa2, y la amenaza fü8-a8 es muy desa­ gadas a vigilar la casilla de transformación
gradable. del formidable peón b2. La victoria de las
negras no está muy lejos.
También es buena 2 1 ... 'Wxb6 22 .ixb6 !1.b8
con una posición ganada para las negras.
Las blancas deben devolver la calidad me­
dian te 20 .id4 .ibs 2 1 '%11el, y aceptar la pér­ Si 24 'i!.dS, entonces sencillamente 24
dida de un peón. Wfc7. Solo se podía posponer, aunque no
evitar, la derrota mediante 24 !!xf5. Las
blancas prefieren amenazar 25 E:xb2, co­
locando de paso una pequeña trampa.

19 ... d5!

¡Los alfi les negros ahora se sienten como


en la jungla!13 24 ... .ldl

Esta comparación se hace realidad solo tras Las negras caen con gusto en ella, pues te­
la siguiente jugada errónea de las blancas. nían prevista la continuación de la partida.
En caso de 20 'i!.b3!, la posición seguiría sien-

13 Not11 del Traductor: Juego de palabras: en ruso,


alfil y elefante comparten el mismo vocablo.

163
La dama de ventaja de las blancas no pue­ Viento a toda vela
de impedir el renacimiento de su nueva
oponente negra. Por eso, las blancas aba n­ N.0 46.
donaron.
GELLER - SMYSLOV
Defensa Nimzoindia
Match de cuartos de final de
Candidatos ( 1 ), Moscú 1 965

Este match empezó con un microclima fa­


vorable para mí debido a mi relación pu­
ramente ajedrecística con Smyslov. Si en
los primeros diecinueve enfrentamientos
con el que sería campeón del mundo (has­
ta 1 957) y luego ex (después de 1 958) yo
había perdido siete partidas con una úni­
ca victoria (véase la partida n.0 1 9), en los
cuatro encuentros siguientes ya obtuve 3
puntos. El viento era claramente favorable,
y tenía la confianza -¡pero no toda la con­
fianza!- que te concede su fuerza.

1 cl4 tüf6 2 c4 e6 3 tüc3.ib4 4e3 cS 5 .id3 d5 6


tüB dxc4 7 ixc4 a6 8 a3 J.as 9 0-0 b5

Después de 9 0-0 surgía una posición


habitual en esta variante, y es difícil decir
por qué Smyslov eligió precisamente este
orden de jugadas: un ataque de fla nco sin
enroque.

10J.e2

No supe lo que mi adversario tenía prepa­


rado responder a 1 O J.a2 con idea de d4-
d5, ya que tras la jugada del texto surge un
juego completamente diferente.

10 ... cxcl4 11 tüxcl4 Jj,7 12 J.B J.xB 13


BxB �a7

La aparentemente natural 1 3 ... lll b d7 pier­


de por 1 4 lll c6. Pero incluso ahora, a pesar
de las siguientes simplificaciones, las blan­
cas tienen un juego más agradable. Domi­
nan sólidamente la columna «d», e incluso
ya es perceptible cierta desarmonía en las
piezas negras.

164
23 lll e4 'i!.c4 24 f3 'i!.d5, la actividad de las
torres compensa la pequeña pérdida de ma­
terial.

21 gad1 füc7 22 tll e4 .ie7 23 g6d2 f6 24 f4


@f8 25 .id4

A simple vista, las blancas bloquean la co­


lumna «d» de manera poco lógica y per­
miten que las torres negras se reagrupen.
En realidad no es así. Aunque todos los
planes de las blancas están asociados con
14 b4 J.b6 15 tll c6 tll xc6 16 '9'xc6+ tll d7 17 el juego en el flanco de rey (g2-g4-gS), de­
.ib2 0-0 18 gfd1 '9'c8 19'9'xc8 ben evitar la simplificación en el otro lado
del tablero. Por su parte, las negras ya es­
No da nada 1 9 Wfd6 ic7!, y la a menaza taban preparadas para la operación 2S ...
20 Wfxd7 resulta superflua debido a 20 ... as 26 bxaS b4 27 axb4 i.xb4, con lo que
ixh2+ La retirada 1 9 Wfe4 arrebata esta provocarían posteriores simplificaciones.
casilla al caballo, y las negras continuarían
1 9 ... 'i!.c7. 25 ... gab7

Es algo mejor 2S ... 'i!.a8 26 'it>f2 :8'.ac8 o


bien 26 ... aS 27 bxaS :B:xaS 28 i.c3! 'i!.aa7
La propuesta de Andor Lilienthal 20 a4, (las negras tienen dificultades en caso de
de aspecto enérgico, en realidad conduce 28 ... 'i!.a4 29 'i!.xd7 'i!.xd7 30 'i!.xd7 füe4 3 1
a demasiadas simplificaciones: 20 ... bxa4 id4) 2 9 ib4 ixb4 3 0 axb4, aunque aquí
21 lll xa4 id8 22 id4 :8'.b7 23 lll cs lll xcS las blancas ta mbién mantienen cierta ven­
24 ixcS, y ahora es posible tanto 24 ... as taja.
2S bxaS 'i!.bS 26 a6 'i!.bxcS 27 a7 'i!.a8 28
'i!.xd8+ .E!.xd8 29 a8Wf .El.el + como 24 ... i.b6
2S .E!.xa6 i.xcS 26 bxcS 'it>f8 27 c6 .El.bel.

20 ... .idS Lo único que han conseguido las negras


es el cambio de un par de torres; pero, du­
Merecía una seria atención 20 ... i.cl! ya que rante los cuatro movimientos necesarios
después de 2 1 fudl i.xh2+ 22 'it>xh2 fudl para ello, las blancas han desarrollado la

1 65
iniciativa en el flanco de rey y se disponen de f8 queda excluido del juego después
a continuar la ofensiva con la ayuda de h4- de la siguiente jugada de las blancas.
hS. Por eso, las negras no pueden esperar
pasivamente el transcurso de los aconte­ La propuesta del ordenador, 42 ... axb4 43
cimientos. fS+ Wd5! 44 !!xel bxa3, ;no es apta para hu­
manos y menos para los apuros de tiempo
31 ... es en la primera partida de un match de Can­
didatos! Pero es posible 4 1 ... f5, con unas
Después de 3 1 ... fS 32 llif2 se pone de ma­ rápidas tablas.
nifiesto la debilidad del punto eS; además,
ya son desagradables tanto e3-e4 como 40 h5 �c4?!
h4-hS.
Otra imprecisión más debida al zeitnot,
32 .lb2 <!>e6 aunque la posición de las negras ya es
muy pero que muy difícil. Así, a 40 ... '8c7
Era mejorjugar la más activa 32 ... lüc4! seguiría 41 i.cS!, y en caso de 40 ... W
con idea de jugar el caballo a e6, 41 fS.
33 gxf6 gxf6 34 �g2 exf4

El intento de mantener el peón en es y la


retirada in mediata del rey 34 ... Wf7 des­
pués de 3S fxeS lüxeS+ 36 ixes fxeS 3 7 hS
proporcionarían a las blancas ventaja en el
fi nal. Por eso, las neg ras eligen otro cami­
no y se preparan para defender su peón f6.

35 exf4 00 36 J.d4 fü4

El intento de trasladar el caballo a c4 tam­


poco conseguía nada: 36 ... '8c6 37 hS lli b6
38 ixb6 '8xb6 39 '8c2! con una ventaja sig­ 41 .tó!
nificativa.
Aún es más fuerte la inesperada 4 1 f5!, don­
de después de 4 1 ... Wxf5 42 '8e3! las negras
se ven forzadas a perder material inmedia­
Profilaxis. Las blancas defienden el peón tamente.
a3, lo que será útil en el futuro. Además,
las negras sencillamente no están en con­ 41 ... fül
diciones de mejorar su posición.
En esta posición se aplazó la partida. Las
38 ... fü6 39 J.f2 �f8? blancas ya disponen de varios caminos
hacia la victoria. Por ejemplo, es fuerte 42
Un error con la bandera colgando. Era me­ '8e3 que ganaría un peón, y también es
jor detener la amenaza 40 fS+ mediante buena la jugada sellada.
39 ... lli b6; aunque en ese caso, después de
40 ixb6 füb6 41 '8c3, las negras estarían 42 fS+ 00 43 �d6+ <!>g8
apretadas, ya que si 41 ... as es desagrada­
ble 42 '8c7. Sin embargo, ahora el caballo También pierde 43 ... ixd6 44 '8xd6 '8c3+

166
45 cJ:?e4 E:xa3 46 l'!d8. tras lo cual las negras pierden la torre.

44 ge3! 54 fü7 aS SS md2 gc4 S6 md3 gc1 S7 md4


gd1+ S8 me4
Fuerza a las negras a cambiar el alfil, tras
lo cual la diferencia de fuerza de las piezas Las negras abandonaron, debido a que el
menores restantes resulta decisiva. rey blanco «escolta» a su peón hasta la ca­
silla de transformación.
44 ... .bd6 4S .bd6 gd1

El caballo se mantiene cortado, ya que 45


... lll d7 46 :Se8+ @f7 47 :ge7+ conduce a
su pérdida.

46.icS �d7

¡Por fin! La querida casilla es ya está a su


alcance, pero... es demasiado tarde.

Repitiendo jugadas para ganar tiempo.

S1 h6! �xc5

Resulta que después de 5 1 llies+ 52


@e2! se amenaza 53 :Se8+ @f7 54 fü8+, y
52 ... :gds 53 :gg7+ @ha 54 E'.a7 pierde un
peón ...

El peón fS está defendido indirectamente


en la variante 53 ... !!:xfS 54 c6 :gcs 55 c7,

1 67
Obstáculos en la tercera vía 7 dS!

N.0 47. Indica la disposición de las blancas a sa­


crificar un peón en la variante 7 ... exd5 8
GELLER - SMYSLOV
cxd5 ib7 9 e4 :!"'tea 1 0 0-0! i.xc3 1 1 bxc3
Defensa Nimzoindia
ll:\xe4. A cambio disponen de una agrada­
Match de cuartos de final de ble elección entre 1 2 c4, con buenas pers­
Candidatos (3), Moscú 1 965 pectivas de ataque, y la continuación 1 2
i.xe4 :ftxe4 1 3 ll:\g5 seguido d e la posible
I ncluso el ajedrecista más tranquilo podría 1 3 ... :fth4 (deteniendo 14 Wfh5) 14 g3! fth6
ver perturbado su total equilibrio men­ 1 5 ll\xf7 'tt>xf7 1 6 i.xh6 gxh6 1 7 Wfh5+,
tal si en un match se emplea contra él la tras lo cual es poco probable que se pue­
táctica del tira y afloja: jugar primero muy da salvar la «cabeza» del rey negro. Si las
tranquilo, luego muy ag udo. Esto lo confir­ negras declinan el sacrificio de peón, 1 1
mó mi experiencia en el primer match con ... d6, entonces, como demostró la partida
Vasili Smyslov por el título de campeón de Geller-0. Byrne, match URSS-EE. UU., 1 955,
la URSS. En esta partida también «me ayu­ las blancas obtienen ventaja mediante 1 2
dó» el mismo Smyslov. En la sexta jugada a:e1 ll:\bd7 1 3 c4 ll:\g4 1 4 ib2 ll:\de5 1 5
evitó el cambio en el centro que se había ll:\xe5 ll:\xe5 1 6 ifl .
dado en nuestro enfrentamiento inicial
(véase la partida n.0 46). Supongo que Las negras eligen una tercera vía e inten­
como llevaba un punto menos en el mar­ tan tomar la iniciativa.
cador del match, mi adversario apostó por
un juego más complicado. Sin embargo, 7 exdS 8 cxdS tLJxdS
...

eligió un mal momento para entrar en él.


Gelfand, lvanchuk y Kramnik juegan aquí 8
1 d4 tLJf6 2 c4 e6 3 tLJd i.b4 4 e3 cS S tLJB 0-0 .. h6.
.

6 J.d3 b6
9 J.xh7+ 'ttxh7 10 tlxdS J.xd+ 11 bxd Ylf6
Si se juega en el momento equivocado, 12 0-0
permite a las blancas ganar espacio de for­
ma contundente. En general, b7-b6 se jue­ Por supuesto, no 1 2 Wfxa8? Wfxc3+ 1 3 'tt>d l
ga antes del enroque, y cuando las blancas ll:\c6! 1 4 ftbl Wfd3+ 1 5 ll:\d2 Wfd6 y des­
desarrollan primero el alfil por d3, y solo pués ic8-a6, tras lo cual la dama negra
después, el caballo por f3. Si no es así las es bastante más fuerte que las dos torres
blancas realizan el avance d4-d5 «gratis». blancas.

En la posición resultante, las blancas tie­


nen buenas posibilidades de ataque en el
medio juego, a lo que contribuye la debili­
tada posición del rey negro y los alfiles de
distinto color. Si de pronto desaparecieran
del tablero algunas piezas, entre ellas las
damas, entonces la armada de peones ne­
gros del flanco de dama les daría ventaja
en el final.

De ahí parten los planes naturales de am-

1 68
bos bandos. rre rey.

19 .if7 20 ge3 Vh7


•••

Después de 20 ... Wfh5 21 Wf xh5 ixhS 22


lü c4, el caballo blanco penetraría en d6
con gran fuerza. Por eso, las negras ofre­
cen el cambio de damas, controlando al
mismo tiempo el punto c4 y atacando al
peón e4.

21 tfg4 dS?

Las negras no advierten el golpe oculto


del adversario. Era imprescindible 2 1
ie6 con j uego complejo.
15 ... .ic4

La captura del peón es demasiado peli­


grosa: 1 5 ... Wfxc3 1 6 ie3! Wff6 (deteniendo
la amenaza 1 7 lüg5) 1 7 l:!ad l , y el poten­
cial atacante de las blancas se incrementa
considerablemente (1 7 ... 'i!ad8 1 8 ig5; 1 7
... ic8 1 8 lüg5 Wfg6 1 9 Wfh4 con la amena­
za 20 'i!d6).

El ordenador encuentra un procedimiento


más ingenioso para defenderse de 1 7 lügS,
que consiste en 16 ... ie2!; las negras liqui­
dan el ataque del adversario, conservando
el peón de más. A cambio propone 16 ib2!,
donde la captura del alfil es peligrosa por 22 ... tfg6
culpa de 16 ...Wfxb2 1 7 lüg5 'i!fe8 18 Wfxfl+
@h8 1 9 'i!ad 1, y en el final que surge después Resulta que el movimiento planeado
de 16 ... g6 1 7 Wfxg6+ fxg6 18 hc3, las posi­ por las negras, 22 ... ie6, no vale por 23
bilidades de las blancas son superiores. Wfxe6+! füe6 24 'i!xh7 @xh7 25 exd5.

16.igS tfg6 17tfh4 23 '9h4

Tras el cambio de damas, las negras tam­ Para ganar también es suficiente la prosai­
bién tendrían peones débiles, au nque los ca 23 Wfxg6 ixg6 24 exd5, pero ¡el ataque
alfiles de distinto color serían un factor de al rey es más fuerte!
tablas muy importante. Pero las blancas
aspiran a más... 23 ... .ie6 24 gg3 Vf7

17 ... f6 18 .if4 gfe8 19 tl)d2 La entrega inmediata del peón 24 ... Wfh7 25
Wfxf6 @h8 proporcionaba una resistencia
El caballo no retrocede, abre paso a la to- más tenaz.

169
2S J.h6 g6 Este movimiento, aunque con un poco de
retraso, todavía conduce a la victoria.
O bien 25 ... g5 26 ix:g5! ganando.
32 ... <bxf8 33 1'118+ J.g8 34 ti} h7+
26 f4 fS 27 es d4 28 ti}B
Resulta paradójico, pero aquí, después de
Después de 28 E:h3 Y!Vh7, sigue siendo ne­ 34 e6 Y!Vd8 35 tll h7+ <Jle7 36 Y!Vf6+ <Jld6 3 7
cesaria la j ugada lll d2-f3. e7+ <Jlc7 3 8 exd8=Y!V+ '8.axd8, l a s blancas,
con una dama de más (!), ya no pueden
Esta formación es discutible. Después de 29 ganar precisamente por el peón negro c2.
'%Vg3, con idea de il.gs-f6, las blancas alcan­
zan rápidamente su objetivo. Sin embargo, como antes, valía 34 'i1hl.

28 ...dxd 29 gh3 34 . <bf7 3S e6+ 'ffxe6 36 tl}gs+ <be7 37


. .

ti}xe6 ixe6 38 °ffg7+ <bd6 39 gd3+ ti}c14 40


Creando la amenaza 30 ig5 '%Vg7 31 if6. fü1 J.ds

Aquí decidía inmediatamente 29 V!VhS tll el


30 lll h4 <ilh7 3 7 tllxg6 tllxg6 32 J,gs+ <ilgB
33 if6.

29 1'117 30 tl}gs °ffe7 31 gen


•••

Excesivo: no existía ningún motivo para


reforzar la posición. Decidía sencilla men­
te 31 if8! <ilxf8 32 Y!Vh8+ ig8 33 e6!, y no
hay defensa satisfactoria contra la a mena­
za 34 lll h7+ (o 33 '8.hl). También es buena
31 '8.xc3 y regresar después con la torre a
h3. Ahora el peligroso peón c3 sigue vivo e 41 gxd4!
incluso da un paso más adelante.
Librándose del principal enemigo, el peón
31 ... c2 c2, las blancas proceden a materializar
gradualmente su ventaja de material.

41 ... ad4 42 gxa gac8

Las negras reciben un mate forzado des­


pués de 42 ... d3 43 Y!Vc7+ <Jle6 44 Y!Ve5+

En esta posición se aplazó la partida. To­


davía siguió:

43 ... gel+ 44 <bf2 ge4 4S °ffxg6+ J.e6 46


32 J.f8! °ffgs cbc6 47 h3 <bbs 48 °ffg7 as

1 70
Ta mpoco ayuda 48 ... gxf4+ 49 'i!;>g3, y des­ La dama intocable
pués, a elección, o bien 50 gxd4, o bien 50
Wfxa7. N.048.
GELLER - SMYSLOV
49 gxd4 ga+ 5o @g1 ge1+ 51 ®h2 ge2 52
Defensa Grünfeld
h4 gxa2 53 h5 gxg2+
Match de cuartos de final de
En caso contrario, ni siquiera se podrá en­ Candidatos (5), Moscú 1 965
tregar una pieza por el peón «h»...
La variante elegida por Vasili Smyslov
no me pilló desprevenido. Mientras me
preparaba para el match, mi entrenador
Semion Furman y yo supusimos correcta­
mente que, si el resultado iba a mi favor,
el excampeón mundial tendría que bus­
car complicaciones con las negras, y que
podría elegir esta compleja continuación.
Y así sucedió. Aunque esta variante ya se
había jugado con bastante frecuencia en
la práctica magistral, conseguí aprovechar
sus defectos ocultos.

1 d4 �f6 2 c4 g6 3 �d d5 4 cxd5 �xd5 5 e4


�xc3 6 bxd /J.g7 7 /J.c4 c5 8 �e2 0-0 9 0-0
�c6 10J.e3 YBc7 11 gc1 gds

Con sus dos últimas jugadas, las negras


Una vez que las blancas eluden caer en la dan i nicio a un original plan de contrata­
trampa 59 gg7 a3 60 :gxg6 a2, la lucha fi­ que, cuyo objetivo final es el bloqueo del
naliza. centro blanco de peones. Al mismo tiem­
po, las negras incrementan la presión so­
59 ®b4 60 gg7
••• bre el punto d4, completan el desarrollo, y
están dispuestas para responder al ataque
Ahora ya es posible: 60 ... a3 61 gxg6 a2 f2-f4 con la jugada f7-f5. Así, en la partida
62 !!xb6+ 'i!;>a5 63 .!:!b8. Por eso, las negras Gligorié-Smyslov (match URSS-Yugoslavia,
abandonaron. 1 959), después de 1 2 h3 b6 1 3 f4 e6 1 4
Wfe l ib7 1 5 Wff2 lli a 5 1 6 id3 f5 1 7 e5?, las
negras realizaron sus planes de la mane­
ra más favorable. Se daba la circunstancia
de que había examinado esta partida, y
ya entonces me quedó claro que el gran
maestro yugoslavo, cuando se enfrentaba
a un esquema estratégico desconocido,
actuaba con insuficiente claridad. En cam­
bio, es evidente la debilidad del flanco de
rey de las negras, sobre todo el punto f7.
Esto proporciona a las blancas dos formas
posibles de continuar la l ucha:

171
1) Man iobrar con '!Wd l -d2 y ie3-h6, o bien Es una pérdida de tiempo y debilita la dia­
como ocurrió en el memorial Alekhine gonal h 1 -a8. Ahora el asalto de las blancas
(Moscú, 1 971 ), en las partidas Balashov­ adquiere tintes amenazadores. Era im­
Hort y Korchnoi-Stein: 1 2 if4 '!Wd7 1 3 d5. prescindible, como se jugó en la partida
En lugar de 1 3 d5, se ha jugado 1 3 dxc5?!, Tukmakov-Stein (Memorial Alekhine, Mos­
pero esta continuación no parece natural. cú 1 971 ), 1 3 ... lll a 5 14 id3 f5 1 5 exf5 exf5
(1 5 ... gxf5 1 6 lll g 3 conserva un fuerte ata­
2) Jugar de forma activa, como sucede en que para las blancas) 1 6 dxc5 ie6, y aho­
la presente partida. ra 1 7 lll d4 (en la partida se jugó 1 7 '!Wc2)
con posibil idades para ambos, aunque las
1 2 f4 e6 blancas, como antes, tienen cierta ventaja.

En m i opinión, la respuesta principal a la 14f5 �a5


decimosegunda jugada de las blancas
es 1 2 ... ig4, como jugó, en el año 1 958, Después de 1 4 ... exf5, la continuación de
Korchnoi contra Spassky. De esta manera, ataque más efectiva es 1 5 ig5 fü8 1 6 d5
las negras continúan la l ucha por el punto lll a 5 1 7 d6 '!Wd7 1 8 id5 (¡aquí es donde se
d4. La continuación elegida por Smyslov nota la debilidad de la gran diagonal blan­
refleja el deseo de las negras de bloquear ca!) 18 ... .ib7 1 9 exf5.
el centro de peones. Sin embargo, la in­
mediata tentativa de realizar el bloqueo: Es más fuerte 16 ... lll es, que en caso de 1 7
12 lll a 5 1 3 id3 f5 (Vaganian-Rogoff, d6 '!Wdl 18 idS 'i!.bB 1 9 exf5 dispone de la
Campeonato del Mundo juvenil 1 97 1 ) es respuesta 1 9 ... \Wxd6!, sin miedo a 20 ixfl+?
inapropiado a la vista de la debilidad del lllxfl.
flanco de rey después de 14 exf5 gxf5 1 5
lll g 3 e6 1 6 lll h5. Por cierto, Smyslov jugó 1 5 J.d3 exfS 16 exfS .Ü7 17 ftd2 �e8 18
1 2 ... e6 casi sin pensarlo, y me quedó claro �g3 ftc6 19 �f2
que todavía no había advertido el peligro.
Por eso, las blancas se permiten una juga­
da profiláctica, aunque ya era posible lan­
zar el ataque al rey adversario mediante la
jugada de doble filo, 1 3 f5.

n mh1

Defendiendo el punto g2 y preparando a l


mismo tiempo el ataque decisivo al punto
f7. A la finalización de la partida se sugirió
q ue, en este momento, las negras debie­
ron detener las intenciones atacantes de
las blancas mediante 1 9 ... 'i!.xe3. Sin em­
bargo, el sacrificio de calidad no resolvía
13 ... b6? los problemas defensivos, ya que después

1 72
de 20 Wfxe3 cxd4 las blancas tenían a su
disposición la siguiente continuación: 2 1
Wff4 dxc3 2 2 f6 .if8 2 3 tt::l fS! con un fuerte
ataque o 21 cxd4 .ixd4 22 Wfh6 Wfxc l + 23
Wfxc l .ixf2 24 Wfh6 .id4 (24 ... .ics 25 tt::l hS!)
25 fxg6 hxg6 26 .ixg6 fxg6 27 Wf xg6+ @f8
28 Wfd6+

19 ... gadB 20.ih6.iha 21 Bf4 gd7 22 �e4!


c4

Alivia la presión en el centro y deja entera­


mente en manos de las blancas el flanco de 2S fxg6! f6
rey. Además, en as el caballo negro queda
excluido del juego, lo que proporciona a Por supuesto, no se puede capturar la
las blancas una superioridad de fuerzas en dama, 25 ... B:xf4, debido a 26 gxh 7++ En
la parte decisiva del combate. Durante la caso de 25 ... Wfxg6 26 Wf xf7+ Vfíxfl 27 :gxf7,
partida esperaba la continuación más sóli­ para evitar el mate in mediato, las negras
da, 22 ... Vf!c7, aunque después de 23 :ge l ! deben sufrir grandes pérdidas materiales:
.ixe4 (23 ... Wfxf4 24 tt::l f6+) 24 :gxe4 :gxe4 27 ... .ig 7 28 .!:!xg7+ @h8 29 :gxb7 tt::l xb7
25 Wfxe4, la ventaja de las blancas también 30 .ixe4.
es indudable.
26ftgS!
A partir de este momento, la partida entra
en el terreno de las variantes forzadas. El segundo sacrificio de dama no viene
dictado por la búsqueda de la belleza, sino
23 .ic2 gde7 24 gcf1 ! por razones de conveniencia. Debido a la
amenaza 27 g6-g7, la siguiente respuesta
Amenazando 25 fxg6 hxg6 26 tt::l d6, y ya de las negras es forzada.
no es posible para las negras la anterior
B:e7-e l + La «dual» 24 fxg6 hxg6 25 .igS, También ganaba la menos espectacular 26
ganando la calidad después de 25 ... fS o Wfg3 Wfd7 27 gxh7+@xh7 28 :gf4.
25 ... :gd7 26 tt::l f6+ .ixf6 27 .ixf6 :l!e6 28
Vfíh4 B:xf6, no me gustaba tanto, porque la 26 ... Bd7 27 c:.t>g1 !
posición prometía más.
La precisión es imprescindible para una
Además, después de 25 ... f6! 26 ixf6 (la rápida finalización de la partida, ya que la
captura con el caballo es imposible por la inmediata 27 :l!xf6 .ixf6 28 Wfxf6 hxg6 29
debilidad de la última fila) 26 ... fue4 27 V!íxg6+ @h8 30 .!gs :1'!4e6 31 .if6+ l:!xf6 en
he4 V!íxe4, las negras no pierden material, caso de 32 :gxf6 llevaba al mate... de las ne­
y la posición permanece confusa. "Pero de­ gras: 32 ... :gel ++ Y más cuando las negras
cidía rápidamente 25 'ikf1 f5 26 tt:ld6 :ge 1 27 no tienen jugadas útiles, mientras que la
V!íg3» (Kasparov). dama blanca sigue siendo invul nerable.

24 gxe4
••• En esta variante gana 30 Wfh5! @gB (30 ...
V!íg4 3 1 .ig7+!) 3 7 Wfg5+ @h8 32 he4 he4
Véase el diagrama siguiente (32 ... fue4 33 !UB+ @hl 34 WfgB+f @xh6 35
:gf6+, etc.) 33 .igl+! V!íxg7 34 Wf h5+ .ihl 35

1 73
V!fxeB+ igB 36 'i!.f3. Táctica contra estrategia

27 ... i.g7 28 gxf(i gg4 N.049.


PARMA - GELLER
28 ... .txf6 llevaba a la continuación ofre­
Apertura Española
cida en el comentario anterior, pero sin
mate. Memorial Capablanca
La Habana 1 965
29 gxh7+ <i>hs 30 .ixg7+ Vxg7
Planes que parecen buenos desde el pun­
to de vista de las leyes generales de la
estrategia, a veces tropiezan con una refu­
tación inesperada, que se basa en las par­
ticula ridades tácticas de la posición. Esto
de ninguna manera contradice la regla
indiscutible de la supremacía de la estra­
tegia. Simplemente, significa que un plan
correcto exige su ejecución en el momen­
to preciso y que se deben tener en cuenta
las posibilidades combinativas. Bruno Par­
ma no prestó atención a que su dama po­
d ía quedar atrapada en el territorio de las
31 Vxg4 blancas tras su penetración y a que, ata­
cándola, las negras obtenían las condicio­
El cuarto y último sacrificio de dama. Las nes necesarias para lanzar un contrataque.
negras abandonaron.
1 e4 es 2 lüB "tlc6 3 i.bs a6 4 J.a4 "tlf6 s o-o
i.e7 6 gel bS 7 i.b3 0-0 8 c3 d6

Con frecuencia amenazo continuar con el


ataque Marshall (8 ... dS), pero de ninguna
manera quiero jugarlo siempre. Aunque
el adversario, por supuesto, desconoce lo
que he decidido antes de iniciar la partida,
y a veces evita el posible ataque, lo que
concede a las negras posibilidades adicio­
nales en el desarrollo de la apertura.

9 h3 h6

«I nformando» al adversario de que tendrá


que enfrentarse al sistema Smyslov, uno
de los métodos de defensa más modernos
y fiables. Previniendo la clavada del caba­
llo f6, las negras refuerzan con firmeza el
punto es y preparan en algunos casos el
contragolpe en el centro d6-d5. También
es posible otro orden de j ugadas: 9 .. '8e8
.

1 74
1 0 d4 h6. después de 16 ie3 cxd4 1 7 cxd4 exd4 1 8
llixd4 dS las negras pueden igualar el jue­
1oc14 gea 11 �c12 J.f8 12 �n go. No obstante, esta jugada ( 1 4 ... cS) es
perfectamente jugable, lo mismo que 1 4
Las blancas no se apartan del camino prin­ ... g 6 con l a posible l S .id2 .ig7 1 6 Wfcl
cipal del sistema. En el match de Candida­ @h7 1 7 b3 es 1 8 i.e3 (es mejor 1 8 dS!) 1 8
tos Keres-Spassky (1 96S), el intento 1 2 a3 ... cxd4 1 9 cxd4 llic6 20 Wfd2 exd4 2 1 llixd4
i.d7 1 3 i.a2 aS 14 Wi'b3 Wfe7 1 S llif1 a4 1 6 dS (Tah l-Geller, XXXVII Campeonato de la
Wfc2 g6 1 7 lli e3 i.g 7 no ofreció nada sus­ URSS, por transposición de jugadas) o 1 S
ta ncial a las blancas. Las blancas tampoco b3 es 1 6 dS ig7 1 7 llih2 lli h 7 1 8 i.e3 Wfh4
pueden contar con obtener ventaja en la 1 9 llif3 Wfe7 (Stein-Geller, XXXVII Campeo­
apertura después de la inmediata 1 2 dS. nato de la URSS).

12 ... .id7 1S a4

Así j uega con frecuencia el mismo autor Lo mismo que jugó más tarde Stein con­
del sistema. Otra conti nuación posible es tra mí en el torneo moscovita de grandes
12 ib7, elegida constantemente por maestros del año 1 967. Considero que el
Gligorié. Basta recordar su match del ciclo plan asociado a esta jugada no es el mejor
de Candidatos con Tahl ( 1 968). El lector para las blancas, que necesitan preparar el
puede com probar que en los encuentros juego en el flanco de rey, y la apertura de
con Portisch (partida n.0 6 1 ) y Gligorié (n.0 la columna «a» favorece más a las negras.
1 3 1 ) yo mismo tuve que luchar contra esta En los últimos tiempos se ha encontrado
jugada. una man iobra más fuerte, 1 S llih2 y des­
pués f2-f4, lo que redujo inmediatamente
13 �g3 �as 14.ia el número de seg uidores de este sistema
con las negras.

1S ... cS 16 axbS

Stein jugó con más astucia en la partida


mencionada del año 1 967: 1 6 b3! llias (a
1 6 ... lli b6 es desagradable 1 7 as llic8 1 8
b4, etc.; Tahl-Minié, Budva, 1 967) 1 7 axbS
axbS 1 8 dS Wfb6 1 9 ie3, y aunque la posi­
ción de las blancas merece preferencia, las
negras disponen del habitual contrajuego
por la columna «a» abierta. Las blancas
también están mejor después de 1 6 dxcs
14 ... �c4 dxcS 1 7 lli h2 lli d6.

A 14 ... es es posible l S b3 con la idea de 16 ... axbS 17 gxaa 'tlYxa8 18 dxcS dxcS 19
restringir la maniobra bilidad del caba­ � hS
llo as (Geller-Gufeld, Campeonato por
equipos de las Fuerzas Armadas [Odesa, Véase el diagrama siguiente
1 96S], Fischer-Spassky, Olimpiada 1 966, y
otras). En caso de 1 S ... lli c6 es necesario Este es el sentido de la maniobra forzada
cerrar el centro enseguida, 1 6 dS, ya que de las blancas iniciada en la decimosexta

1 75
24 Wig3.

jugada. Ya que 1 9 ... ic6 20 ltlxf6+ no pue­


de ser del agrado de las negras, las blancas
obtienen la pareja de alfiles. Partiendo de 24 ... b4
consideraciones generales, este plan es fa­
vorable para las bla ncas, aunque subesti­ Socavando inmediatamente el flanco de
maron la circunstancia de que su dama se dama. A causa de la amenaza 25 ... b3 26
encuentra cortado el camino de regreso a ibl Wia l , la respuesta de las blancas es
casa. obligada.

19 ... tll xh5 20 '9'xd7 tll d6! 25 cxb4 tll b5

Resulta que la dama está en peligro de La dama y el alfil negros emboscados en la


muerte: 21 ... lll f6 22 Wic7 l'!c8 23 Wib6 l'!c6. retaguardia comienzan a actuar. El resulta­
Es necesario huir al flanco de rey, donde la do de la partida está decidido.
dama queda fuera de juego.
26 J.d2 Val 27 '9'g3

En caso de 27 l'!bl son posibles tanto 27


Un movimiento muy fuerte en posiciones c3 como 27 ... lll a 3 o 27 ... lll d4.
similares, a cuya ayuda recurre a menudo
Spassky. Las negras mantienen sólida­ 27 ... lll a3 28 bxa3 Wixc2 29 13c 7 deja escapar
mente la defensa por la sexta fila y pue­ /a ventaja.
den iniciar su j uego en el otro extremo del
tablero. 27 ... °9'xb2 28.ia4 tll d4 29 °9'c3 °9'a2 30°9'a1

23 tll d2 No cambiaba nada 30 id1 lll bs 3 1 Wic l c3


32 ixc3 l'!c6.
Planean la maniobra lllf 1 -e3-f5, ya que las
blancas no tienen otra forma de mostrar 30 ... '9'xa1
actividad.
Las blancas abandonaron. Es inevitable
23 ... c4 24 tll fl después de 31 füa 1 c3 32 .ie3 .Lb4 la
pérdida posterior de material.
A la luz de las siguientes acciones de las ne­
gras era mejor retirar el caballo a d2 y mien­
tras, por ejemplo, llevar la dama al centro,

1 76
Para deleite de la ••• ICCF «La línea más aguda para las blancas es 7
t!id2, 8 0-0-0 seguido del ataque al flanco
N.0 50. de rey: h2-h4, .ie3-h6, etc. Es compren­
sible que Geller, en una partida contra
GELLER - FISCHER
Fischer, no se lance a por unas tempranas
Defensa India de Rey
complicaciones tácticas. Él quiere obtener
Memorial Capablanca una posición sólida, fuerte», escribe Ed­
La Habana 1 965 mar Mednis en su libro How to beat Bobby
Fischer (Cómo vencer a Bobby Fischer). No
Esta es la única partida por correspon­ estoy de acuerdo con esto. Nunca eludí las
dencia en mi larga carrera ajedrecística. complicaciones en mis enfrentamientos
Se jugó en circunstancias muy peculiares. con el futuro campeón del mu ndo, ya que
La cuestión era que el Departamento de consideré que el lado débil de Fischer era
Estado norteamericano había negado a precisamente el juego en las posiciones
Robert Fischer la autorización para viajar i rracionales. El motivo era otro, y consis­
a Cuba para participar en un torneo muy tía en una valoración objetiva, pura mente
interesante, pero Fischer encontró una ajedrecística, de esta variante. Tras el enro­
salida. Jugó sus partidas sentado en el que largo de las blancas, las negras dispo­
club de ajedrez Marshall de Nueva York, nen de un plan claro, el ataque al rey, y es
usando el teletipo telefónico para comu­ más fácil para ellas obtener una posición
nicarse. Esto hizo que las partidas duraran satisfactoria.
de dos a tres horas más, pero ninguno de
los participantes en La Habana se opuso a Los movimientos siguientes de los dos
esta «innovación» tan ingeniosa, que sin bandos merecen ser criticados, pero solo
duda habría agradado a... la Federación desde la posición de nuestro conocimien­
Internacional de Ajedrez por Correspon­ to actual.
dencia. Aunque los enfrentamientos con
el entonces campeón permanente de los 7 ... bS
Estados Unidos transcurrían bajo una ten­
sión física considerable.

En cuanto al contenido ajedrecístico de


la partida, Edmar Mednis la definió como
«Otra obra maestra posicional de Geller
contra Fischer». Esto quizá es exagerado,
pero no se puede negar que el juego de
las blancas es lógico y coherente...

1 c4 g6 2 �c3 J.g7 3 d4 �f6 4 e4 d6 5 B c6

Contra el sistema Samisch, Fischer empleó


diferentes continuaciones, y todas sin es­ 8 cxb5
pecial éxito. Esta vez opta por una variante
dirigida, en principio, contra un posible Ya después de esta partida se encontró
enroque largo de las blancas (a 7-a6 y b7- que las negras deben jugar primero 7
b5). 0-0, porque después de 7 ... bS las blancas
podían obtener una seria ventaja con la
6J.e3 a6 7 J.d3 ayuda de 8 es. Esto se confirmó en las par-

1 77
tidas Spassky-Kaválek, San Juan 1 969: 8 ... gras fuerzan el cambio de un par de caba­
dxe5 9 dxe5 tll g 8 1 o f4 tll h6 1 1 tll f3 i.f5 llos.
1 2 i.e2! �xd l + 1 3 !'!.xd l f6 1 4 tll d4! fxe5
1 5 fxe5 0-0 1 6 0-0 tll f7 1 7 tll xf5 gxf5 1 8 e6 Después de 2 1 'Bd 1, deteniendo ambas
tll e 5 1 9 g4!, y Portisch-Kaválek, Beverwijk amenazas, las blancas están mejor.
1 975: 8 ... tll fd7 9 f4 0-0 1 o tll f3 tll b6 1 1 b3.
Aunque en el último ejemplo quizá las ne­ 17 Ba bxa4 18 lll xa4 lll xa4 19 gxa4 gxa4
gras, en lugar de perder tiempo con el en­ 20 Bxa4
roque, debieron atacar enseguida el peón
c4 con la jugada 9 ... tll b6!? El choque entre los pla nes de apertura ha
llevado a una posición favorable para las
8 axbS 9 lll e2 0-0 10 b4
... blancas. Toda la cuestión se reduce a si se
puede explotar o no la debilidad i ntrínse­
De esta manera, las blancas previenen el ca de los peones colgantes negros.
avance b5-b4 y preparan a2-a4 con la sub­
siguiente presión en el flanco de dama. 20 ...Be7 21 9b3 gaa 22 llia .lc8 23 llld4

10 ... tll d7 1 1 O-O .b7 Las blancas disponían solo de un minuto


por jugada para llegar al control, por lo
Es algo mejor 1 1 ... tll b6, y después de 1 2 que es natural su deseo de ganar, por lo
a4 bxa4 1 3 tll xa4 i.a6 1 4 ixa6 (o 1 4 tll b2 menos, un poco de tiempo.
i.xd3 1 5 �xd3 �c7 1 6 �b3 �b7 1 7 'Sa5,
las blancas solo tienen una ventaja míni­ 23 .icl7
.•.

ma, Filip-Bolbochán, La Habana 1 966) 1 4


... 'Sxa6 1 5 �b3 �b8 (Pachman-Geller, Mo­ Es comprensible que las negras no quie­
scú 1 967), las negras obtienen un juego ran ir al encuentro de las intenciones de
satisfactorio. su adversario. Sin embargo, la jugada de
la partida debe ser criticada, ya que de re­
12 Bd2 es 13 gfd1 exd4 14 lllxd4 lll es 15 pente el caballo negro se halla en peligro.
.lf1 tllfd7

24 h3!
16 a4! lll b6!
Con la amenaza 25 f4.
Mediante la táctica ( 1 7 axb5 füa l 1 8 !'!.xa l
tll bc4 1 9 �e l tll xe3 20 �xe3 �b6 con las 24 ... gbs 25 Ba3
amenazas 2 1 ... tll xf3+ y 2 1 ... tll c4) las ne-

1 78
A 25 f4 seguiría 25 ... cS. ordenador considera aceptable la continua­
ción 27 ... J.fs 28 J.cs \Wb7 29 lll e3 ie6.
25 ... dS
28.icS!
El rescate del caballo con la ayuda de 25
... f6 habría sido un suicidio, mientras que No tenía ningún sentido dejar que las ne­
ahora, con los apuros de tiempo de las gras pescasen en río revuelto después de
blancas, el j uego se agudiza. 28 gxh3 lll xf3+ 29 'tt>f2 (29 <Jig2? lLl h4+; 29
'tt> h l ? Wf eS!) 29 ... \Wf6 30 @g3.
26 exdS adS 27 �a!
En caso de 29 'tt> fl Wf f6, es mala 30 @g3
debido a 30 ... lll h4 con un ataque sobre el
rey descubierto. Es correcta 30 'tt> gl, y si 30
... lll h4+, entonces 3 1 @g 1. Es desagradable
para las blancas 29 ... Wlh4+! 30 'tt>xf3 Wfh5+
y 31 ... W!xd 1 . Tampoco valen otras retiradas
del rey, pero es necesario especificar las va­
riantes. Si 29 @gl, entonces no vale 29 ...
lll h4+ 30 'tt> g 1, sino 29 ... Wle4! Si 29 'tt> h 1, en­
tonces no 29 ... \Wes 30 i.g 1, sino 29 ... \Wel!
30 i.g 1 lllxg 1 3 1 'tt>xg 1 Wlxcl.

28 ... Bg5 29 f4'8h5 30 �xd5


27 ... .bh3
Esto es incluso más sencillo que 30 E!:d2
Es difícil dar una valoración definitiva a la J.fs 31 fxeS J.xeS, y, a pesar de tener una
idea de las negras. Creo que esta es la me­ pieza menos, las negras pueden crear
jor posibilidad práctica, ya que en caso de amenazas debido al zeitnot de las blancas.
27 ... i.e6 es fuerte 28 ics y el peón pa­ Ahora los cambios son inevitables y pro­
sado blanco, apoyado por los alfiles, está vocan un final favorable para las blancas.
preparado para avanzar. En caso de 27
i.fs es desagradable la réplica 28 J.cs se­ 30 ... J.fS
guida de lll c2-e3, mientras que después
de 27 ... lll c4 28 \Wa7! !'!:d8 29 .E:xdS lll xe3
30 \Wxe3, como indica correctamente Ed­
mar Mednis, las negras pierden un peón
sin compensación alguna.

Sí existe compensación después de 30


Wle8: las negras planean i.e6 y, tras el cam­
bio de torres, i.d4. También se puede jugar
así en respuesta a 28 Wfal, ya que en caso
de 28 ... \We8 29 hc4 'Sa8! las negras no
pierden pieza: 30 \W b 7 i.c6, 30 \We7 E!:c8. Sin
embargo, tras 28 hc4 dxc4 29 Wfa7 .E:d8 30
i.b6 \Wel 3 1 E!:xdl fudl 32 W!xdl las negras, 31 �e3
en efecto, están mal, porque no pueden cap­
turar el caballo por 33 Wfd8+ J.f8 34 J.cs. El Es más fuerte la inmediata 31 Wfal, basada

1 79
en la táctica 3 1 ... i!eB 32 fxe5 JJ.xc2 33 e6 ga- de las blancas.
nando o 3 1 ... i!cB 32 fxe5 JJ.xc2 33 Wfe7 con
una gran ventaja. 38 9f6

31 ... �g4 Con la amenaza 39 .id4.

Después de 3 1 ... lll c6 son buenas tanto 32 38 ... J.g7 39 '9xf7 9d1 40 '9c4 h4
tll xf5 como 32 g4.
Las negras hubiera n hecho mejor abste-
32 �xg4 ftxg4 33 fta7 �e8 niéndose a realiza r esta jugada, aunque el
resultado de la partida está decidido des-
Es mala 33 ... Wíxf4 por 34 .id6. de hace tiempo.

34 Bc7 h5 35 �d8 �xd8 36 Yfxd8+ ©h7 37 41 Yfe2


.le3
La jugada secreta.
Estratégicamente la l ucha ha terminado y
tarde o temprano el peón «b» les costará 41 ... Yfa1 42 ©h2 J.d4
una pieza a las negras.
Si no es así, ¿cómo se puede impedir el
avance forzado del peón hasta b6?

37 ... J.116

Tropieza con una refutación que lleva a


la pérdida de un peón. Sin emba rgo, las
blancas lo tendrían aún más fácil tras la La debilidad del peón h4 obliga a las ne­
recomendación de Edmar Mednis: 37 ... h4 gras a perder un tiempo, con lo que el
con idea de exponer al rey blanco con la peón bla nco inicia su marcha.
jugada h4-h3. Continuando, en este caso,
38 W/g5, las blancas ganaban enseguida. 45 b5 .le4 46 b6 Ü7 47 '9e2 ©f6 48 Yfd3
Otras jugadas de las negras, por ejemplo,
37 ... .ie6, permitían avanzar el peón «b». Con la amenaza de 49 W/d6+, 50 W/d7+, 5 1
W/xb7, 5 2 W/f3 y 5 3 b 7 ganando fácilmente.
La mejor defensa consistía en 37... id7! 38
b5 Wíd1 ! con idea de 39 ... .id4. Después de 48 ... ©e7 49 Bc4 ©f6 50 Yfd3
37... .id7, el ordenador no solo no ve una
victoria, sino ni siquiera una mínima ventaja Economizando tiempo con la repetición

1 80
de jugadas. La caza del rey

SO ... <tle7 Sl '9e3+ <tld6 N.051.


GELLER - LARSEN
En caso de 5 1 ... ©f6, las blancas reaccio­
Defensa Siciliana
narían igual...
Match por el 3.er puesto
S2i.e2! en el Candidatos (2)
Copenhague 1 966
Pasando a un final de peones previamente
calculado con exactitud. El ataque de Larsen sobre el caballo de c3
au mentó repentinamente la concentra­
ción de las piezas blancas, preparándose
para un ataque al rey. Sin embargo, esto
no fue tan inesperado, porque como reza
el conocido dicho «es más fuerte la ame­
naza que la ejecución». Amenazar con
algún ataque significa atar las fuerzas
enemigas y obligarlas a tomar medidas
profilácticas para rechazar un posible pe­
ligro. Realizar un ataque, a veces, sign ifica
desatar las manos del adversario, permitir­
le tomar medidas defensivas concretas o
incluso ignorar el objeto atacado.

También se debe decir que las considera­


S4 YfeS+ YfxeS SS fxeS+ @xeS S6 gxf3 'it>d6 ciones generales en la valoración de la po­
S7 f4 sición no hubieran permitido a las blancas
encontrar la continuación más fuerte en la
«El ajedrez es la tragedia de un tiempo. jugada 22, que solo pudo encontrarse con
Siempre es necesario pa ra una victoria o el cálculo concreto de las variantes.
para un empate», dijo el gran maestro Sa­
vielly Tartakower. Como confi rmando este 1 e4 c5 2 �B �c6 3 d4 ad4 4 �xd4 �f6 S
aforismo, las negras abandonaron, ya que �d d6 6.igS
en la variante forzada 57 ©c6 58 ©h3
©xb6 59 ©xh4 ©c6 60 ©g5 ©d7 61 ©xg6 En el ataque Rauzer el juego es difícil para
efectivamente les falta un tiempo: 61 los dos bandos, lo que lo hace más atrac­
©e7 62 f5 ©f8 63 ©f6 ©gs (e8) 64 ©e7 tivo. Aunque las blancas, como bando ac­
(f7). tivo, tienen ventaja, las negras están pre­
paradas para aguantar la presión, ya que
tienen posibilidades de contrajuego.

6 ... e6 7 '9d2 a6 8 O-O-O.id7 9f4.ie7 10 �B


bS 11 .ixf6 gxf6

La fuerza de la formación erizo de los peo­


nes negros reside en su movilidad, en el
control sobre las casillas centrales. Y su

1 81
debilidad, en el debilitamiento crónico del
flanco de rey, que proporciona objetivos
para el ataque. La teoría conoce bien esta
posición, que «exige» ahora a las blancas
la jugada 1 2 fS, tras lo cual ni 1 2 ... 'Wb6,
ni 1 2 ... %Vas, ni 1 2 ... b4 (todas estas res­
puestas se han probado en la práctica)
dan igualdad a las negras tras un buen
juego de las blancas. Es posible que el mo­
vimiento sano de desarrollo de la partida
no sea peor. No determina el plan de las
blancas, lo que en primer lugar les permi­
te elegir entre f4-fS y e4-eS, y en segundo carse, pero por desgracia ya se ha realiza­
lugar mantiene la posibilidad del ataque do la debilitadora bS-b4.
estándar ll'lc3-dS (después bS-b4).
17 eS! dxe5 1 8 fxe5 lDxe5
12 J.c13 9as
Obligada, ya que 1 8 ... fS 1 9 'Wh6 conduce
Dirigida en primer lugar contra la, después como mínimo a la pérdida de un peón.
de 1 2 ... 'Wb6 1 3 :!'!he1 b4, posible jugada
14 ll'lds. 19 lDxeS fxeS 20 fth6f5

13 'kt>b1 b4 Defensa correcta, pero a pesar de todo


insuficiente. Si el caballo blanco consigue
La primera y última imprecisión en esta llegar a e4, el ataque será irresistible.
partida, tras la cual el juego de las negras
es difícil. Es mejor la i nmediata 1 3 ... !!g8, Se puede añadir que el valor de la jugada
sin miedo a 14 es (entonces 1 4 ... dS!), di­ estándar 20 llie4 es mayor que 20 'Wh6, no
ficultando la disposición armónica de las obstante, en los dos casos proporcionan a
piezas blancas y dejando en la reserva el las blancas una ventaja significativa.
avance bS-b4. Ahora, desde c3, el caballo
se traslada a g3, con la intención de parti­ 21 9xh7 gf8 22 b3!
cipar en el ataque al flanco de rey.

14 lDe2 ggs

En las últimas partidas, las negras invaria­


blemente continúan 14 ... 'Wc5 con la idea de
a5-a4, sin perder tiempo en la jugada de la
torre.

15 lDg3 9cS 16 ghe1 ga7

Véase el diagrama siguiente

Las negras advierten que la ruptura e4-eS Aproximación concreta a la posición. La


es inminente y toman medidas para de­ inmediata evacuación del rey después de
fender el alfil de d7. Lo mejor sería enro- 22 'WhS+ 'it>ds va incluida en el plan de las

1 82
negras. Por eso, las blancas toman como pa de 32 lll e6+
objetivo el peón de e6, para lo cual el al­
fil necesita asegurarse una estancia en la 32 �e6+
casilla c4. La debilitación de la diagonal
a 1 -h8, que no parece exenta de peligro Era decisiva 32 'i!xdl+! @xdl 33 lll b5+
debido a la presencia del alfil de rey negro,
no puede ser aprovechada por el adversa­ 32 ©b6
•••

rio. Por ejemplo: 22 ... �c3 23 lll hs e4 24


ixe4 (24 ic4 if6 25 lll xf6+ �xf6, y las ne­
gras consolidan la posición) 24 ... fxe4 25
lll g 7+ @ds 26 lll xe6+ @es 27 �g6+ !!f7
28 �g8+

Es menos claro en esta variante 23 ... ic5


con idea de id4. Sin embargo, la correcta 23
�g6+ @dB 24 ic4 prácticamente no deja a
las negras esperanzas de salvación.

22 ... e4 23 .lc4 Y!Ye5

Defendiéndose de 24 �g6+ y 25 ixe6. En 33 gg6


caso de 23 ... if6, las blancas no conti nua­
rían, por supuesto, con 24 lll hS por �es, «La caza del rey>> continúa. Mucho más
sino de forma análoga a lo que sucede en porque la captura del alfil d7 conducía al
la partida. mate... de las blancas.

24 Y!Yh5+ ©da 25 gxe4 9c3 26 �el 33 .. J.c3


.

El mal menor para las negras era 26 !!d3 Era más tenaz 33 ... ih8, para la que las
fxe4. Ahora las blancas fuerzan el paso a blancas tenían preparado 34 g3 l!h2 35
un final complicado, donde los motivos de lll c s+ y 36 lll xa6.
medio juego de ataque al rey siguen des­
empeñando un papel primordial durante 34 �c5+.i'6
algún tiempo.
Al igual que antes, se hace sentir la posi­
El ordenador prefiere ganar la dama. ción del alfil en c4: 34 ... @xcS 35 !!ds++

26 ... Y!Yh8 27 Y!Yxh8 gxha 28 gxe6 gxh2 29 35 tll a4+ ©c7 36 �xc3 bxc3 37 gg3
gg6
Ahora el ataque transcurre por las colum­
Esta jugada lleva más rápidamente al ob­ nas. Por eso, el peón de c3 es más impor­
jetivo que 29 l!xa6 füa6 30 ha6 @c7 3 1 tante que el peón g2.
lll f4 ic6. La amenaza 3 0 l!g8+ @c7 3 1
!! g 7 e s m u y desagradable. 37 ... ©b6 38 gxc3 .ixg2 39 gd6+ ©c5 40
gd2

En lugar de obtener tres peones pasados


31 ... !!e4 no conseguía el objetivo por cul- en el final (40 !!xa6), las blancas prefieren

1 83
ganar un tiempo para crear una red de
N.0 51.
mate.
GELLER MATANOVIC
-

40 mb4 41 mb2 J.e4 42 a3+ mas 43 gd6


...
Defensa Nimzoindia

Match URSS-Yugoslavia
Las negras abandonaron ante la i nevitable Sujumi 1 966
amenaza de mate en pocas jugadas.

1 c4 �f6 2 �c3 e6 3 d4 .tb4 4 e3 c5 5 �B O-O


6 .id3 dS 7 0-0 dxc4

Otra continuación popular aquí es 7


tlJc6. Sin embargo, esta vía para igualar el
juego no es un camino de rosas para las
negras. En la vigésima partida del match
Petrosian-Spassky siguió 7 ... tlJc6 8 a3
.bc3 9 bxc3 dxc4 1 O .bc4 Wfc7 1 1 i.d3,
con mejores perspectivas para las blancas.

8 .ixc4 b6 9 a3

Las blancas disponen de una amplia varie­


dad de elección, por ejemplo, 9 Wfe2 o 9
i.d2.

9 ad4
...

Después de 9 ... ixc3 1 O bxc3 i.b 7 1 1 !!e 1


tiJ bd7 1 2 i.d3 i.e4 1 3 i.fl !, las blancas ob­
tuvieron ventaja en la partida Taimá nov­
Spassky (XXV Campeonato de la URSS).

10 axb4 dxc3 11 '9'xd8 gxd8 12 bxc3 .Ü7 13


.Ü2

Las blancas poseen la pareja de alfiles y


adelantan a su adversario en el desarrollo.
Por eso, la defensa de las negras es difícil y
requiere una gran precisión.

Además del movimiento de la partida,


aquí también se ha jugado 1 3 i.e2. Por
ejemplo: 1 3 ... tlJc6 14 i.b2 a6 1 5 füd 1 bS
1 6 tiJd2 tlJeS 1 7 tiJb3, con iniciativa de las
blancas (Korchnoi-Szabó, Buenos Aires,
1 960).

1 84
13 ... t¿)(6 27 c4 e5

Si 13 ... ixf3 1 4 gxf3 E:d2, entonces 1 5 Ingeniosa, pero insuficiente para equili­
füd 1 . brar las posibilidades.

14 gd1 gxd1+ 1 5 gxd1 ©ta 1 6 .ln @ ea 1 1 28 exfS exf4+ 29 <iflf2 /LJh4


gal

Parece q u e las negras han conseguido un


17 ... a6? contrajuego real, pero las blancas dispo­
nen de un golpe fuerte e inesperado.
Un grave error posicional. Como las negras
no consiguen real izar el avance b6-b5, de­ 30 c5! bxcS
bieron continuar con el viaje del rey a el.
En caso de 30 ... liJxcS es muy desagrada­
Después de 18 b5 y 1 9 liJ e5, el rey tendría que ble para las negras 3 1 ies+
volver atrás. Karpov y Andersson eligieron el
momento para a7-a6 unas jugadas antes, 31 tl)c4.id5
en la decimotercera y la decimocuarta.
Si 31 ... li:Jxfs, entonces 32 b6+ con ame­
1s tl)d2 ©d7 19B ©c7 20 e4 tl)d7 21 c;t>a as nazas peligrosas, ya que es imposible 32 ...
22 gc1 tl)es li:Jxb6 a causa de 33 ies+

Sería un disparo al aire 22 ... axb4 23 cxb4


�a2 debido a la sencilla 24 �c2 con la
amenaza 25 ies+ Aún más fuerte que 33 !!xcS+ 'itid6.

23 .ie2 .la6 24 bS i.b7 25 f4 tl)g6 26 ©e3 fS 33 ...tl)e4+ 34 ©g1 tl)fS

Las negras se defienden con mucho tesón, Proporcionaba una posición defendible 34
pero ahora abren en balde la columna, ya ... 'itib6.
que esto solo conduce a la activación de
los alfiles blancos. Debieron limitarse a 35 tl)xcS ©d6
una táctica de defensa pasiva, basada en
la defensa del peón pasado as, cuya fuerza Pierde 35 ... liJxcS 36 E:xcS+ iid6 37 E:xdS+
puede ponerse de manifiesto en el futuro. 'itixdS 38 if3+

1 85
36�d3 gS 37 �g4 <i>e6
N.0 53.
GELLER NIKITIN
Es necesario ir a la clavada. Si 37 ... li:Je3,
-

entonces 38 !a3+ Defensa Nimzoindia


Torneo internacional del TsShK14
38 �cs+ �xcS 39 gxcS gf8 Kislovodsk 1966

1 c4�f62�c3 e63 d4�b44e3 cs S �f3 0-0


6�d3 dS 7 0-0�c6 8 a3 �cl 9 bxc3 Y!!c7

El objetivo de la ultima jugada de las ne­


gras es obligar al adversario a capturar en
dS, tras lo cual resulta posible bloquear
el centro blanco. Tambien favorece a las
negras la circunstancia de que el caballo
situado en f3 les impida a las blancas reali­
zar el tradicional plan con f2-f3.

10�b 2�as

Todavfa se podfa continuar la resistencia Mediante 10 ... dxc4 se podfa entrar en la


mediante 40 ... h5 41 !xhs '8.dB 42 !g4 !e4 <<tabiya principal» de una de las variantes
43 b6 '8.d3. de la Defensa Nimzoindia, con mayor mo­
tivo porque la jugada !b2 no esta consi­
41 b6 hS 42.bfS+ derada en ese caso coma la mas fuerte.

Las negras abandonaron. 11 cxdS c4 1 2�a exdS 13 �es �c6

Contra 42 ... c;:t>xts decide 43 b7 c;:t>e6 44 A partir def aflo 2000, a nivel de grandes
'8.c8. maestros, solo se juega 13 ... liJe4.

14�xc6

14 ... Y!!xc6

14 Nota del Editor: Club Central de Ajedrez


186
Un error. Sin lugar a dudas era más fácil 23.ib1
crear contrajuego mediante 14 bxc6.
Con la columna «b» abierta se dificultaban Aunque evidente, una jugada muy fuerte.
considerablemente las operaciones de las Por supuesto, después de 23 e4 .!c2!, las
blancas en el centro. negras podían rechazar el ataque.

15BgeS 16Ud2.id7

Las negras tienen serios problemas. La Ahora la posición de las negras se derrum­
necesidad de impedir el avance e3-e4 es ba. Dejaba mayores posibilidades de de­
para ellas una cuestión de vida o muerte. fensa 23 Wfd8 24 e4 g6.
...

Nikitin encontró la, tal vez, única reagru­


pación de fuerzas capaz de rechazar esta 24 e4 g6 25e5.tihS 26f4 f5 27 exf6 gxe1 2S
amenaza. Las negras quieren situar el alfil gxe1 ges
en c6, las torres en e6 y eB y, para terminar,
el peón en g6. Tampoco alivia el cambio de damas. Des­
pués de 28 ... Wfxf4 29 Wfxf4 lllxf4 30 l:!e7 el
11Uf2Ub6 ataque blanco no disminuye su potencia.

Debido a la amenaza 18 e4 (atacando el


punto f7) es imposible situar la dama en
una casilla mejor. Las negras abandonaron.

1Sa4.ic619.b3Uc7

Una pérdida de tiempo obligada, ya que


es necesario defender el punto f7.

Parece que las negras han alcanzado su


objetivo. Sin embargo. el siguiente sacrifi­
cio de las blancas pone en marcha el cen­
tro de peones.

21 J.fS! ges 22 Uh4J.xa4

187
Pierde el que comete el último 1S dS
•••

error
En la actualidad, las negras manejan esta
N.054. posición en analogía con el sistema Smys­
lov de la Apertura Española: juegan h7-h6,
TAHL - GELLER
ie7-f8 y no temen el salto del caballo a
Apertura Española
fS. La jugada del texto y, especialmente, la
Torneo internacional del TsShK15 que le sigue parecen demasiado atrevidas.
Kislovodsk 1966
16exds gxdS
La lucha por el primer puesto en este tra­
dicional torneo internacional del Club Merecía consideración 16 ... hdS con la
Central de Ajedrez de la URSS se desarrolló posible continuación 17 ll.Jfs if8 18 igS
principalmente entre tres jugadores: Mi­ l!e6, llegando a grandes complicaciones
jaíl Tahl, Leonid Stein y yo. Solo la victoria después de 19 lllxeS.
sobre ambos adversarios (la partida con
Stein también se incluye en el libro unas 17 J,gSg6
páginas más adelante) me permitía con­
quistar el primer premio. Es más, la partida Por supuesto, hay que impedir 18 lllfS.
con el excampeón mundial requería un
enfoque especial por mi parte: en aque­
lla época era necesario jugar contra Tahl
con un grado de precaución redoblado y
vigilar de cerca las posibles «explosiones
volcánicas» de su fantasía ajedrecística.

1 e4 es 2 �B �c63 ibs a64 J.bs-a4�f6s


0-0 Ae7 6ge1 bS 7 J.b3 0-0 8 h3 J.b7 9 d3 d6

La variante cerrada de la Apertura Españo­


la no requiere la jugada h2-h3, y esto les
da a las negras posibilidades equilibradas.
18b4 ?
10 c3 �as 11 J.a c5 12 �d2 'Bc7 13 �f1
gadS 14 'Be2 g1es1s �g3 Un error grave. Con la intención de regre­
sar con el alfil a la diagonal a2-g8 (iTahl
apunta al punto f7!) las blancas debilitan
irremediablemente el punto d4, cargando
con la preocupación de vigilar el peón b4
y «conduciendo» al caballo negro allí don­
de sea útil. La iniciativa se traslada com­
pletamente a manos de las negras, mien­
tras que la superior 18 d4! llevaba a una
posición interesante de doble filo después
de 18 ... cxd4 19 cxd4 e4! 20 lllxe4 lllxe4
21 .ixe7 lllxf2 22 'ít>xf2 !!d7 23if6! füe2+
24 fue2.

15 Nota del Editor: Club Central de Ajedrez


188
Lo más fuerte para las blancas es 20 i.xf6,
ganando material después de 20 ... exf3 21
Vf1d2! o de 20 ... i.xf6 21 ll:ixe4. También se
debía considerar 18 c4, seguida de V!1xe5.

18 ...cxb4 19 cxb4 tl)c6 20 .ib3 �dd8 21 �<1


tl)ds

Atacando al peón b4 y, lo principal, ame­


nazando la invasión en f4 tras el cambio
de los alfiles de casillas negras.

22 tl)e4,ixg523 tl)xg59e7 28tl)ce4

Liberándose de la clavada del caballo c6 y Tahl decide mantener el segundo caballo


amenazando con 24 ... ll:id4. en su posición atacante, para intentar en­
redar el juego. En caso de 28 ll:ige4 ll:id4
24 9g4 29 Vf1d1 ll:ixb4, las blancas no tienen ni
peón ni atisbo alguno de actividad.
Las blancas podían mejorar su posición con
ayuda de la ingeniosa 24 hd5 fud5 25Vf1f3 Mediante 28 hd5 y 29 ll:ige4 se reafirma­
©gl (25 ... ll:id4 26 V!1f6) 26 ll:ixhl! ban sobre el terreno.

24 ... tl)d4 28 ...tl)d4 29 9g3 tl)xb3 30 axb3 9xb4

En primera instancia las negras persiguen También es posible 30 ... ll:ixb4, pero en los
un objetivo estratégico: tras el cambio del apuros de tiempo las negras no quieren
alfil blanco o su retirada de b3, su flanco apartar del centro su bien situado caballo.
de rey estará completamente seguro. En­
tonces llegará la hora de ir tras los débiles Tanto 30 ... ll:ixb4 como 30 ... ll:if4 daban a las
peones blancos. negras una posición abrumadora, mientras
que a la jugada de la partida las blancas po­
2Stl)c5h5 dían responder 31 ll:if3, y la posición se torna
confusa (31 ... V!!el 32 d4 exd? 33 ll:id6!).
Por el camino, las negras aprovechan la in­
defensión del caballo de gS. 31 d4

Proporcionaba una clara ventaja la conse­ ¡Ingeniosa, pero ya insuficiente!


cuente 25 ... ll:ixb3 26 axb3 ll:if4.
31 ... exd4
269g3 tl)fs 21 WB J.a8
Era más sencilla 31 ... V!!xd4 y a 32 �edl si­
El alfil elude el ataque ganando un tiem­ gue 32 ... °1Wb6, defendiendo sólidamente
po, y las blancas inevitablemente pierden el punto f6 (es más fuerte 32 ll:if3, recupe­
un peón. rando el peón de e5). Ahora, sacrificando
una pieza, las blancas complican la lucha
Véase el diagrama siguiente en cierta medida.

189
32 �xf7 <i>xf7 33�g5+ 39 g8c5?

Ahora les llega a las blancas el turno de


equivocarse en los apuros de tiempo. Lle­
vaba a las tablas 39 :B:dl lllc3 40 :gd2 llle4
41 :gd1 d2 por 42 :B:c2 con la amenaza de
43f3.

39 ••• <i>h640 gxd5

Resulta que al estar en es, la torre blanca


cae bajo una horquilla en la variante 40
:B:dl lllc3 41 :gd2 llle4.

33 ©t6!
... 40 ... gxd541 c.t>f1 d2 42 gd1

Tras 33 ... 'it>g8 (g7) sería necesario vigilar El zeitnot ha concluido, y las blancas aban­
el salto del caballo blanco a e6. donaron a causa de 42 ... :gd3.

¡En el zeitnot, las negras «Se dejan» una


torre limpia! Ganaba inmediatamente 34
...flfd2 con un ataque doble a la torre el y
al caballo de gS.

Aunque las blancas poseen calidad de


ventaja, deben luchar por las tablas. Ya se
amenaza 38 ... d2 39 :gd1 lllc3.

Renovando la amenaza.

190
Sacando provecho de una Cinco años después, en el XXXIV Campeo­
pérdida nato de la URSS, Stein eligió la más usual
12 dxc6 Vffc7 13 lllbd2 (después de 13 h3
N.055. ie6 14ig5 lllc4 15 Vífcl h6 las posibilida­
des de ambos bandos están equilibradas)
STEIN GELLER
13 ... Vffxc6 14 h3 (es preferible 14 lllfl lllc4
-

Apertura Española 15 Vffe2 !!ae8 16 a4 idB 17 axb5 axb5 18


Torneo internacional del TsShK h3 con un juego un poco mejor para las
Kislovodsk 1966 blancas [Trifunovié-Barcza, Zagreb, 1955];
no obstante, esta variante no es obligada)
El sacrificio de pieza realizado por Leonid 14 ...ie6 15 lllg5id7 16 Vífe2 h6 17 lllgf3
Stein podría haber tenido éxito si la par­ füc8, pero tampoco obtuvo nada. Más tar­
tida hubiese pasado al final. Pero no se de, las negras jugaron d6-d5 y obtuvieron
llegó al final porque las negras crearon un una ligera ventaja.
ataque sobre el rey. Era evidente que de­
bían buscar las complicaciones, pero para La presente partida podía decidir en gran
ello tuvieron que «Vender» su pieza extra medida quién sería el vencedor del tor­
por cuatro peones, uno más de lo que ha­ neo. A las blancas solo les valía la victoria,
bían pagado por ella. A cambio, la masa de y al parecer, por eso, Stein ofrece a su ad­
peones blancos fue testigo de la muerte versario entrar en un terreno relativamen­
de su rey. te inexplorado. Sin embargo, no hay nada
nuevo bajo el sol: la continuación de Stein
No se puede dejar de mencionar que la ya se jugó en el año 1922, en el torneo de
octava jugada de las blancas es menos Hastings (Yates-Rubinstein).
favorable para ellas que la continuación
principal con c2-c3, h2-h3, o similares. O En la actualidad, la jugada 12 h3 ha desapa­
bien Stein tenía especial predilección por recido de la práctica en favor de c6. La res­
8 d4, o bien se asustó por el espectro del puesta principal de las negras sigue siendo
ataque Marshall. Creo que la segunda su­ la retirada del alfil a cB.
posición es la más probable.
12 ... J.xB13UxB cxdS 14exd5
1 e4e52�B�c63.ibSa64.ia4�f650-0
.ie7 6gel bS 7.ib3 0-0

En aquella época, los éxitos del ataque


Marshall eran tan serios que incluso ge­
nuinos «españoles» como Tahl y Stein bus­
caban otros caminos para eludir enfren­
tarse a 8 ... d5.

8d4d69 c3.ig4 10d5

Relajando inmediatamente la tensión en


el centro. A Stein no le gustaban las varian­
tes que surgían tras la jugada de doble filo, 14 ••• gca
1Oie3, y yo lo sabía.
Rubinstein jugó 14 ... lllc4 15 llld2 !k8, lo
10 ...�as 11.ia c612 h3 que, en honor a la verdad, en el momento

191
de la partida yo desconocía. La jugada tex­ 18 ... e4
tual invita a las blancas a atacar inmediata­
mente los peones débiles de las negras en
el flanco de dama. Lo hice a regañadientes
y, sobre todo, porque a la más «normal»
14 ... V!fc7 es desagradable 15 .ig5 con la
amenaza de 16 ixt6 y 17 V!ff5.

En ese caso, las negras podían ganar un


peón con ayuda de 15 ... ltJxd5, aunque las
blancas obtenían compensación después de
76 V!fd3 g6 17 ih6 o de 16 .ih6!?

15tlid2 g6
19tli xe4
No valía 15 ... b4 debido a 16 if5 bxc3
17 .ixc8 cxd2 18 .ixd2 ltJc4 19 ig5 V!!xc8 Jugado tras cincuenta minutos de re­
20 gacl , y no se ve la manera de salvar al flexión. En el análisis posterior a la finaliza­
caballo. Por eso, las negras emprenden ción de la partida, Stein sugirió que debía
la construcción de un centro de peones, haber conservado el caballo y elegido 19
aunque todavía no era tarde para seguir .he4 con la posible continuación 19 ...
el camino de Rubinstein, 15 ... ltJc4, con la fxe4 20 V!!xe4 ig5 21 bxa6 V!íb6 22 4Jf3
amenaza en su caso de ltJc4-b6. .bel 23 �axcl . Sin embargo, en ese caso
23 ... 4Jb3 24 �'kdl 4Jc5 25 V!fe2 4Jf4 lleva
16.idl a una clara ventaja de las negras. Stein ad­
virtió que 19 ixe4 reducía sus posibilida­
Las blancas son consecuentes con sus des en el flanco de dama y, en consecuen­
acciones, pero tampoco tienen otra elec­ cia, la única esperanza de un resultado
ción. El intento de crear un peón débil en favorable para él.
b5 mediante 16 b4 4Jc4 17 4Jxc4 !!xc4 18
a4 no es tan atractivo, en vista de que c3 También hay que señalar que es imposible
también sería una debilidad. analizar semejante posición hasta el final,
las variantes calculadas son meramente
La práctica posterior no ha confirmado esta aproximadas, y solo se puede confiar en la
evaluación. De hecho, en el año 1991, el validez de una evaluación general.
mismo Geller perdió en esta variante contra
Vogt. La idea de Stein se justifica completamente
en caso de 22 V!fe6+ rj;}g1(hB)23 ltJe4! ixc1
16 ...tli hS 17a4fS18axbS (23 ... �ceB 24 ixg5! fu'e6 25 dxe6 con una
compensación abrumadora por la dama)
Este movimiento, ofreciendo el sacrificio 24 V!!xd6! Las blancas recuperan una de las
de una pieza, fue jugado inmediatamente piezas y obtienen un peón pasado en el otro
por Stein. Se puede suponer que conside­ flanco.
ró insuficiente 18 ifl y decidió emplear
medidas drásticas. Me parece que tal de­ 19 ... fxe4 20 Wxe4tlib3 21 gxa6
cisión no se corresponde con las necesida­
des de la posición. El sacrificio de la torre, 21 V!!xe7 V!!xe7 22
gxe7 ltJxal , es claramente incorrecto.

192
El análisis del ordenador demuestra que con devuelven solo por uno!
23 bxa6 o con 23 i.h6 las blancas disponen
de suficientes recursos para obtener un buen 2Sfx g31' g5
juego.
La debilidad de la cobertura de peones del
21 ...�xc1 22gxc1 rey y la lejanía de la torre en a6 hacen que
la posición de las blancas sea indefendi­
Se pueden resumir los resultados de la ble. En la variante principal, 26 !l.g2 !l.e7 27
maniobra iniciada por las blancas en la Yfid4 E:el + 28 'i!.>h2 Yficl , caen en un ata­
decimoctava jugada. Está claro que no que de mate.
han perdido material y que, si el juego pa­
sara al final, sus posibilidades de victoria Tras la inesperada 26 h4! Y!ixg3+ 27 E:g2,
serían elevadas. ¡Pero los reyes siempre las blancas fuerzan el paso al final, al que
están presentes! No se pueden cambiar... acceden con dos peones de ventaja. Por lo
Por eso, las negras, aprovechando su ven­ tanto, el ataque con la dama es un error. No
taja de pieza, golpean en el flanco de rey. obstante, al parecer, tras la fuerte 25 ... !!.el!
Los alfiles de distinto color refuerzan el las blancas no pierden, sino que siguen en la
ataque. lucha. La siguiente es una variante posible:
26 Y!id4 !1.e1+ 27 'i!.>h2 Y!ig5 28 g4 liJf4 29
22 ... i. h4 23ga '8f2 Vfih6 30 '8xf4 '8xf4 (las negras pueden
«adelantar» a su adversario jugando 30 ...
A una continuación parecida llevaba 23 g3 'i!.h1+ 31 'i!.>xh1 Yfixh3+ 32 'i!.>g1 Vfig3+ 33
Y!igs 24.!!fl (24 E:d1lLif4) 24 ... hg3. 'i!.>h 1Vfih3+)31 E:aB+ 'i!.>fl 32 E:al+ 'i!.>gB con
jaque continuo.
23 .,,gc7!
26g4ge7 271'd41' h4 28ga1
La última pieza de las negras que no parti­
cipaba en el asalto se traslada a una posi­ ¡Si la torre no hubiese abandonado esta
ción de ataque. casilla!

24g3 28 ... gel+ 29 gxe1 1'xe1+ 30 <b h21'g3+


31 <b h11'xh3+ 32 <bg1

La alternativa es el mate en tres jugadas:


32 '8h2lLig3+ 33 'i!.>gl fül +

32 ...�g3

Las blancas abandonaron.

24 ....ixg3

Con anterioridad, las blancas entregaron


la pieza por cuatro peones, ¡y las negras la

193
Refutación de una refutación gras la lentitud: 6 ... 0-0 (?) 7 f4 y a 7 ... es
ses.
N.056.
Aquí la continuación principal es 8 d5, ya
STEIN - GELLER
que contra 8 e5 es fuerte 8 . . llih5, y el centro
.

Defensa India de Rey


blanco se derrumba.
Campeonato por equipos
de la URSS, Moscú 1966 7d5°9a5

Mi hábito de volver una y otra vez a posi­ Añade más leña al fuego, pero me parece
ciones investigadas hasta la saciedad me la decisión más fundamental. La tranquila
ha servido fielmente, pero en esta partida 7 ... 0-0 parece una jugada de espera. Tras
me podía haber llevado al fracaso. Des­ ella se considera más lógica 8 id3 (8 ie2
pués de haber refutado una continuación e6 9 llif3 exdS 10 cxdS lleva a una posi­
teórica en mis análisis, entré sin miedo ción de la defensa Benoni) 8 ... e6 9 dxe6
en una continuación de doble filo, con la ixe6 1O llige2 gS (o 1O ... llic6 11 f4 gS! 12
intención de «atrapar en la variante» a mi fxgS llig4 13 �d2 lliceS 14 0-0, Uhlmann­
adversario. Sin embargo, Leonid Stein dio Gligorié, Buenos Aires, 1960) 11 J.g3 llihs
el primer paso correcto en el camino para 12 o-o llic6 13 �d2 llies 14 b3 llig6 1s
refutar la refutación y... cayó en el segun­ i:!acl ies (Sliwa-Durao, XIV Olimpiada),
do. El encuentro no está exento de errores, que la arriesgada 8 f4 que, en la partida
pero fue violento y de cierto interés teó­ Nikolaievsky-Vasiukov (semifinal del XXV
rico. Campeonato de la URSS, Kiev, 19S7), des­
pués de 8 ... bS! 9 cxbS a6 1O bxa6 �as 11
1 d4 l[}f6 2 c4 g63 l[} c3 §J.g7 4 e4 d6s §J. gs �d2 llixa6 12 llif3 llib4 13 ie2 ( 73 ixf6
ixf6 74 a3) 13 ... llixe4! 14 llixe4 ifs 1S
Una de las continuaciones más agudas, 0-0 (1S llic3 llic2+ 16 @1=2 id4+ 17 llixd4
asociada a la idea de un ataque en el flan­ cxd4, y las negras ganan) 1S ... ixe4 16
co de rey. Las negras deben jugar con con­ fi.x.e7 füc8 17 bd6 llic2 18 i:!acl llid4 19
centración para no caer rápidamente en �dl llits 20ies llie3 llevó a las blancas a
una posición difícil. una posición difícil.

s ... h6

Antes de mostrar actividad en el centro es


útil determinar la colocación del alfil blan­
co y asegurarse una posibilidad adicional
mediante el avance de los peones del flan­
co de rey (son insatisfactorias 6 ie3 llig4
o 6if4 llic6 7 dS eS).

6 i.e3 llig4 7 .tc1 se ha jugado posterior­


mente en la práctica magistral.

s§J.d3

Justo a tiempo. La siguiente variante ilus­ En los manuales teóricos de la época, esta
tra cuán peligrosa puede ser para las ne- jugada de las blancas llevaba un signo de

194
interrogación y, en su lugar, se recomen­ Era correcta 13 �el Wi'g7 (es peor 13 ... Wlf6
daba la jugada a Wi'd2, basándose en la 14 h4 fxe4 15 Wi'hS+, y las blancas ganan un
partida Bisguier-Pérez, Utrecht, 1961. Es­ peón, conservando su ventaja posicional)
tudiando la posición a partir de 7 ... W/as, 14 h4 gxh4 1s Wi'hs+@da 16 füh4 fxe4 17
llegué a la conclusión opuesta. Precisa­ �xe4, y las blancas tienen compensación
mente, a Wi'd2, debido a la indefensión de suficiente por la mínima pérdida material.
la torre a1, da a las negras buenas espe­
ranzas de realizar en el futuro el contragol­ Es más sencillo 16 Wlxh4 fxe4 17 i.xd6 con
pe b7-b5. En lo que respecta a la jugada clara ventaja. En la partida Spassky-Fischer
a i.d3, las blancas pueden mejorar mucho (Sveti Stefan 1992) se produjo una novedad
su juego en comparación con la partida importante: 13 ... Wlf6 14 h4 g4! 15 i.d3 f4
mencionada anteriormente. con mejor juego para las negras.

8 ... g59.ig3 tLlxe4! 7 13 ... tff614.ic2 f4 15h4gf8!

Una continuación bastante arriesgada, Incrementando su ventaja. Está claro que


tras la cual las negras ganan un peón, pero las blancas no pueden retirar el alfil a cau­
ofrecen buenas posibilidades de ataque a sa de f4-f3.
las blancas. Parece más sólida 9 ... tt:lhS.
16hxg5hxg517 tLlxf47
10 .lxe4.ixd+
En una posición difícil, las blancas come­
Hay que desprenderse del alfil: 1O ... fs 11 ten un error que acelera la derrota. La
Wi'hS+@da 12 tt:le2 concedía a las blancas única defensa consistía en 17 Wlel . En ese
un fuerte ataque. caso, además de 17 ... fxg3, las negras te­
nían a su disposición la variante 17 ... tild7!
11 bxdifxd+ 12mn ts 1a i.h2 tt:les 19 f3 !!ha, y las cosas no van
muy bien para las blancas.

En la partida Le Roux-Kotronias (Francia


2005), las blancas prefirieron 19 tllc3 tllxc4
20 tt:le4 W!g7 21 !!e1 con posibilidades para
ambos.

17 ... gxf4

13 tLle27

Repitiendo el error cometido en la parti­


da Bisguier-Pérez. Las blancas pierden un
tiempo importante. Enseguida se advier­
te que la dama blanca, atada a la defensa
de la torre al , no puede al mismo tiempo
trasladarse a la casilla hS.

195
18.i.112 La dama de regalo

En el último momento, Stein advierte que N.057.


la planeada 18ih4 pierde: 18 ... E:h8.
NIKOLAIEVSKY - GELLER
Defensa India de Rey
18 �d719 g3�es 20 'B hs+ @da 21 gxf4
•••

�g4 XXXIV Campeonato de la URSS


Tiflis 1966/67
Ganando pieza y la partida.
Por lo que sé, esta es la única partida en
22 :Sel E: h823 J.117'f!Yg7 la que los adversarios ofrecen con mucho
gusto el sacrificio de sus damas. Además,
Las blancas abandonaron: 24 ig3 llJf6. tanto las blancas como las negras tenían
motivos sobrados para no aceptarlas. A
Bisguier abandonó ante Pérez después de 23 pesar de todo, la dama negra, la primera
... 'Wb2, aunque podía continuar la resisten­ que entrega su vida, demostró al final ser
cia: 24 ig3, y las negras no tienen nada me­ la más «valiosa».
jor que 24 . . Wfgl, donde las blancas eluden
.

la pérdida de la pieza con ayuda de 25 ih4 1 c4 g6 2 �c3 J.g7 3 g3 c5 4 J.g2 �c6 5 e3


llJf6 26 ixf6 'Wxf6, aunque su posición sigue �f6
siendo crítica.
Me parece que en posiciones de este tipo
las negras deben evitar la simetría com­
pleta. Solo de esta manera pueden aspirar
a liquidar la ventaja de la salida. Además
de la jugada de la partida, parece razona­
ble 5 ... es seguida de llJg8-e7.

6�gel 0-0 7 0-0 d68 h3 J.d7 9 b3 a610 d4!

Hasta ahora los acontecimientos han


transcurrido con bastante lentitud, y las
fuerzas de ambas partes no han entrado
en contacto. Ahora las blancas presionan
en el centro y, al mismo tiempo, cierran la
diagonal a1-h8. La rutinaria 10ib2 conce­
día la iniciativa a las negras: 10 ... 'Wc8 11
'it>h2 bS, y no es posible la captura doble
en bS por 13 ... llJg4+ y 14 ... ixb2.

10 ••• E:bB 11 a4�b4

Renovando la amenaza b7-b5, el umco


plan de contrajuego para las negras.

Véase el diagrama siguiente

12d5?

196
15 ... exf4 16.bf4

El intento de mantener la falange de peo­


nes en el centro, con 16 gxf4, después de
16 ... lllh5 conducía a un difícil dilema: es­
perar al contrataque f7-f5 o jugar 17 f5, de­
jando el punto es en poder de las negras.

16 Y!Je7 17 Y!Jd2
•.•

La lucha por la iniciativa mediante 17 e5!?


dxes 18 .tgs (18 d6 Wfe6 19 .tgs h6 20
Debieron haber aprovechado el debilita­ ixf6 ixf6 21 llle4 id8!) 18 ... h6 19 .txf6
miento de la presión sobre el punto d4 e ixf6 20 llle4ig7 21 d6 Wfd8 no conducía
iniciar el ataque con la jugada 12 e4. Liqui­ a nada bueno: el peón es es inviolable en
dando la tensión en el centro, las blancas vista de la debilidad de la diagonal a7-g1.
dejan las manos del adversario libres para
las acciones en el flanco de dama. En la variante entre paréntesis, las negras
deben jugar 19 ... e4 para conservar la ven­
12 ... bS taja, ya que después de 19 h6 20 ixf6
J.xf6, las blancas ganan pieza con ayuda de
No había razón para distraerse con la ten­ 21 .idS!
tadora 12 ...if5 13 .E!a3 Wfc8 14@h2 id3,
ya que las blancas mediante 15 a5! habrían 11 �hs 1sJ.gsY!Jes 19 ga
.••

obstaculizado el principal plan estratégico


de las negras. No eran mejores otras posibles defensas
del peón g3, como por ejemplo: 19 .E!a3
13 e4bxc4 14bxc4eS! lllc2! (19 ... lllxg3? 20 lllxg3 Wfxg3 21 lllbS
Wfes 22 if4) 20 .tf4 lllxa3 21 ixeS ixeS.
Las negras aprovechan la ocasión para De esta manera, en esta posición, el sacri­
cambiar de una formación típica de la ficio de dama se convierte en un arma uni­
Apertura Inglesa a un esquema de la India versal para las negras.
de Rey. Resumiendo, podemos decir que
la apertura se ha decantado a favor de las En la variante principal, las negras deben se­
negras. Tienen un buen desarrollo, y el guir ccpor el camino» y capturar el peón c4; si
caballo ocupa una posición excelente en no, pierden el caballo después de 22 Wfal. Es
b4. Esta última circunstancia obliga a las cierto que, tras 21 ... lllxc4 22 Wid3, la posi­
blancas a iniciar las operaciones en el flan­ ción permanece confusa, ya que las blancas
co de rey, mientras que normalmente, en capturan en a6. La variante entre paréntesis,
esta variante, tienden a utilizar la columna
abierta «b». Véase el diagrama siguiente

1Sf4 21 lllbs Wfes 22 if4, se refuta mediante 22


... Wlb2; por eso, las blancas necesitan jugar
El cambio 15 dxe6 es imposible para las enseguida 21 if4, aunque aquí, continuan­
blancas: después de 15 ... ixe6 16 if4 do 21 Wfd3! las negras tienen claramen­
llle8, pierden un peón. te mejor posición a pesar de la pérdida de
la calidad: 22 Wfxd3 lllxd3 23 hd6 id4+

197
... liJf6, ya que el alfil es no está amenaza­
do y no necesita una vía de evacuación.

2S ©h1�xc426 tfc1�b2

Esto no es malo, pero era mejor 26 ... 'i'!b3,


realizando el plan de invasión.

27B:B �xa428�d1B:b429�f4B:fb8

Las negras vieron la posibilidad de un con­


trasacrificio de dama en la jugada 32, pero
lo subestimaron. Debieron evitar que las
blancas lo ofrecieran mediante 29 ... �bS o
24 @h1 (24 @h2 �e5+) 24 ... 'i'!b2! 25 JxfB 29 ... c4. ¡En ese caso las negras no hubie­
@xfB 26liJd1 'i'!d2. De esta manera, la senci­ ran necesitado continuar durante sesenta
lla captura en g3 es preferible a la ingeniosa jugadas más para obtener la victoria!
79 .. liJc2.
.

30�d3B:b1 31 tfd2�b2

Aún se podía impedir el sacrificio jugando


31 ... �c3!

19 ...�el 20 J.f4

La captura en c2 también equivale a la


muerte: los alfiles negros han adquirido
una fuerza enorme. 32�xeS!

20 ...�xa1 21 Axes�b3 22 tfd1 Axes Una idea excelente. Devolviendo la dama,


las negras pasan a un final con dos peo­
Por la dama, las negras han adquirido nes menos, pero se requiere un juego muy
solo una torre y un alfil, pero su posición preciso por parte de las negras .
se debe considerar ganada: sus torres pe­
netran en el campo blanco por la columna 32 ... B:xd1+ 33 tfxd1 �xd1 34�xd7 B:b1
«b». 3S eS! dxeS 36�xeS�e3+ 37 ©h2�xg2 38
©xg2B:d1
23B:d3�as 24 g4�g7
No prometía nada 38 ... liJe8 39 liJxf7 !:'!:d1
Una precaución excesiva. Es más fuerte 24 40 liJh6+ @g7 41 gS liJd6 42 !:'!:a3 füdS 43

198
h4, y las blancas obtienen las tablas. 46 . �xhS 47 gf2 gbs 48�c7 ges 49�a6
..

<i>g7 SO �b4 fS S1 �d3 ge4 S2 go <i>h6S3


�f2ga4

39gb3!

Nikolaievsky juega esta parte de la partida Mientras las blancas ponían en juego su
espléndidamente. Llevaba a un difícil final caballo, las negras han reforzado la posi­
de torres 39 lüxf7 lüfS! 40 gxfS 'i!?xf7 41 ción y se disponen a continuar el ataque al
fxg6+ 'i!?xg6 42 !!a3 :gxdS 43 l:!xa6+ 'i!?g5. rey, capturando el único peón blanco.

39 ...�e8 40gb8 <i>f8

Aquí se aplazó la partida. Las primeras ju­ Cortando el paso del caballo a es y de allí a
gadas de las blancas después del análisis la retaguardia de los peones negros.
son las más fuertes.

41�d7+ <i>e7 42 �xcS gxdS 43�xa6�f6


Es más tenaz 57 l:!b4 con intención de ju­
Las negras tienen la intención de avanzar gar h4+
h7-h5 y obligar a su adversario a cambiar
en hS, juzgando correctamente que ten­ S7 ...ga4
drán posibilidades de ganar muy reales.
Este plan debió haberse evitado mediante A 58 lüe5 le sigue 58 ... :gf4+ 59 'i!?g2 :ge4
44 lüb4. Sin embargo, las blancas come­ 60 lüf7+ 'i!?h4, y la amenaza lüh5-f4+ de­
ten un serio error desplazando al rey ne­ cide.
gro de la séptima fila.
Es más sencilla 58 ... lüf4, y enseguida cae el
44gb7+ <i>f8 4Sgb2 hS! 46 gxhS peón h3.

Perdía de una manera curiosa 46 fü2. En­ SS�cS gf4+ S9 <i>g2 <i>h4
tonces sigue 46 ... 'i!?g7 47 'i!?g3 hxg4 48
hxg4 :ggs 49 fü4 lühs+ so 'i!?h4 lüxf4 s1 Véase el diagrama siguiente
'i!?xg5 lüg2, y las blancas no pueden eludir
el mate. 60�e6

Inspirado por una bella idea, Geller pasa por Las blancas buscan posibilidades de salva­
alto en el análisis la elemental 47 ... lüe4 + ción en el contrataque, ya que la construc-

199
cion de una fortaleza mediante 60 llid3 lntentando la ultima posibilidad: t.Y si las
�a4 61 llif2 no se consigue: 61 ... llif4+ 62 negras cambian?
'i!?h2 �a2 63 �f3 g5 64 'i!?g1 �a1+ 65 'i!?h2
mi. 78 ... lbd2+ 79i>d4 gg3

Aquf se podfa haber puesto el punto final.


La amenaza f4-f3-f2 fuerza a las blancas a
Pierde inmediatamente 61 llif8 llif4+ 62 entregar el ultimo peon.
i>h2 g5.
80 lbb4 lbf3+ 81 i>e4 lbxh4 82 lbd5 f3 83
61 ... ga2+ 62 i>fl ga3+ 63 i>f2 ga2+ lbe3+ i>h3 84 i>d3 gg1 85 i>d2 gal 86
gh5 ga2+ 87 i>d1 ge2 88 lbfl g-e5 89i>d2
«Par si acaso», las negras ganan tiempo re­ f2 90i>d3 i>g2
pitiendo la posicion.
Las blancas abandonaron.

La captura natural del peon deja escapar


la victoria: 65 ... 'i!?xh3 66 llig5+ y 67 �xg6;
65 ... �xh3 66 �c4+

Aumentando la reserva de tiempo.

69 i>g2 ga2+ 70 i>f3 gf2+ 71 i>e3 g5 72


gh6+ i>g3 73 lbe2+ i>g2 74 lbd4

Vease el diagrama siguiente

74 ... lbc5!

«Solo» amenaza mate: 75 ... f4++

75 lbc6f4+ 76 i>d4 lbb3+ 77 i>c4 gfl 78h4

200
Al borde del abismo En caso de derrota de Fischer en esta par­
tida (jugábamos la última ronda) y victoria

N.058. de Smyslov, Vasili Vasílievich adelantaría


al líder. Naturalmente, a Fischer le preo­
FISCHER - GELLER
cupaba esta circunstancia. Sin embargo,
Defensa Siciliana
mientras yo pensaba, Smyslov terminó
Montecarlo 1967 rápidamente su partida en tablas. Fischer
se levantó del tablero, comprobó perso­
Entonces el «problema Fischer»16 no era nalmente ese resultado, se tranquilizó y
tan grave como ahora17, pero en aquellos aceptó el desafío. Con otra situación en el
años yo ya lo tenía claro: el punto débil del torneo quizá hubiera sido más cauteloso.
gran maestro americano eran las posicio­ Cuando ambas partes tienden a las com­
nes de doble filo, «colgantes», irracionales. plicaciones, generalmente se desata una
Cuando la lucha era de esa naturaleza, terrible tormenta sobre el tablero. Baste
Robert Fischer no conseguía la victoria decir que el análisis de nuestra partida
incluso en posiciones objetivamente ga­ se prolongó en la prensa durante cuatro
nadas. Así nació la decisión de proponer años y medio...
un juego agudo y, además, en la variante
preferida de Fischer. Los ajedrecistas com­ 1 e4 c5 2 tLi B d6 3 d4 cxd4 4 tLi xd4 tLi f6 5 tLi c3
prometidos con determinados esquemas a6
de apertura saben lo frustrante que es lu­
char «contra sí mismos».

Para ser objetivo debo decir que seme­


jante decisión, como en este caso, siem­
pre tiene su lado oscuro. Fischer conocía
perfectamente todas las sutilezas de esta
variante. Pasé mucho tiempo meditando
en la búsqueda de una buena continua­
ción en un entorno desconocido, lo que,
inesperadamente, introdujo un matiz
adicional en el transcurso de la partida.
El asunto es que Fischer había arrancado
con 5 puntos de 5, y solo Smyslov llevaba Esta es la línea que Fischer juega sistemáti­
el mismo tanteo. Al inicio del torneo perdí camente y a gusto con negras. Es suficien­
un encuentro y, realmente, pretender el te decir que la variante que se juega en la
primer premio con una distancia corta de partida la eligió en dos ocasiones, incluso
9 rondas (de hecho solo 8, ya que un par­ en el match por el Campeonato del Mun­
ticipante se retiró) no estaba a mi alcance. do. Con blancas, Fischer habitualmente
juega aquí 6 ic4, que a mi parecer no es
16 Nota del Traductor: Los rusos oficialmente no la continuación más dura para las negras.
reconocían a Fischer como un peligro, aunque
todos sabían que lo era, y solo a raíz de la de­
6 J.gs e6 1 t4 '9'b6
bacle de Taimanov, Larsen y especialmente de
Petrosian empezaron a reconocer públicamente
que era un problema. Aprovechando la circunstancia de que la
última jugada de las blancas priva tem­
17 Nota del Editor: Probablemente este comen­
tario, publicado en su obra Gran Maestro Geller,
poralmente al alfil de casillas negras de
data del año 1971, después de los encuentros de cumplir funciones defensivas, las negras
Candidatos.

201
están listas para aceptar el sacrificio del de las blancas. Por supuesto,parece atrac­
peón b2 y someterse a cambio a un fuerte tivo retornar con la dama a su campo,pero
ataque sobre su rey situado en el centro. 10 ... tlfcs pierde casi de manera forzosa:
La jugada menos comprometida, 8 lllb3, 11 fxe6 fxe6 12 ixl'6 gxf6 13 llla4 ih6 14
habría parecido una capitulación moral de tlfxh6 'l!Mxd4 15 lllb6 'l!Mc3+ 16 'l!Md2. No hay
las blancas. tiempo para preparartlfa3-c5 mediante 10
... bS,mientras que 1 O... ie7 permite a las
8 ec12 9xb2 9 �b1 blancas ejercer una presión decisiva sobre
el punto e6: 11 fxe6 fxe6 12 ic4.
Es menos frecuente la jugada emplea­
da por Spassky contra Fischer (Reikiavik, 1 1 fxe6 fxe6 12 lhxc6 bxc6 1 3 es
1972), 9 lllb3. La red de complicadas va­
riantes que surgen tras ella requiere un La idea principal de las blancas en esta va­
análisis especial y bastante extenso. riante, abrir todas las líneas en el centro.
El intento de limitar el sacrificio a un solo
9 ... 9a3 peón,13 ixf6 gxf6 14 ie2, podría llevar a
un cambio de damas (Hennings-Kaválek,
1965): 14 ... !:!:gs 15 o-o (15 ihs+ �e7, y
no es posible 16 0-0 por 16 ... tlfcS+) 15 ...
tlfcs+ 16 �hl tlrgs.

13 ... lbd5

La continuación más peligrosa para las ne­


gras,tras la cual las blancas conservan para
el ataque su alfil de casillas negras. Era po­
sible 13 ... llld7, tendiendo a la igualdad,
o la habitual 13 ... dxes 14 ixf6 gxf6 15
llle4 ie7 16 ie2 y,como Fischer,16 ... hS.
1 0 f5 Sin embargo, yo jugaba esta variante por
primera vez en mi vida. Era impensable
Fischer ya había refutado en más de una calcular sobre el tablero todas las posibles
ocasión el ataque que las blancas inician complicaciones, y decidí que el centro de
con la ruptura habitual,1Oes, y probable­ peones permitía al rey negro «ocultarse».
mente por esta razón sigue el camino de la
partida Gipslis-Korchnoi (XXXI Campeona­ 14lbxd5
to de la URSS). La continuación que elige
lleva a una lucha en la que las posibilida­ En caso de 14 llle4 es desagradable 14 ...
des de las negras quizá no sean peores, a dxeS por la amenaza 15 ...ib4,pero es po­
pesar de que tienen que resistir un ataque sible 14 !:l:b3tlfas 15ie2 lllxc3 16 füc3 dS
agudo. Esto se confirmó más tarde, entre 17 0-0, y las blancas tienen buenas pers­
otros, en el encuentro Kaválek-Fischer pectivas por el peón.
(Torneo lnterzonal,T únez, 1967),termina­
do en tablas. 14 .•. adS

10 ... lbc6 Véase el diagrama siguiente

La reacción más natural a la última jugada 1 5.iel

202
blancas empezarían a ser reales. En gene­
ral,cualquier cambio favorece a las negras.

Hasta este momento, Fischer había jugado


muy rápido, es evidente que siguiendo su
análisis casero. Aquí por primera vez em­
pezó a pensar y... realizó un movimiento
habitual en posiciones de este tipo.

18 c4gxn+ 19 gxnJ.b7

Más tarde, A. Jasin afirmó que, con la ayu­


Novedad. Antes se jugaba usualmen­ da de la jugada intermedia 19 ... h6,las ne­
te 15 c4 y después, o bien 15 ... dxes 16 gras rechazaban el ataque: 20 ihS+@d7
cxdS ie7,o bien 15 ... dxc4 16 ixc4 dS 17 21 cxdS hxgS 22 dxe6+@c7 23 \Wds .!'!a7
ie2 (17 ixdS exdS 18 '!WxdS ib4+) 17 24 if3 :Bb7 ¿Pero qué hacen las negras
ics (Vogt-Espig, Campeonato de la RDA, si las blancas no son tan generosas? Por
1967). ejemplo, 20 ih4 gS 21 ig3 id4 22 cxdS
exdS (22 ... Wc3 23 '!Wdl exdS 24 ixeS
15 .. dxeS 16 0 -0
. ixeS 25 WxdS) 23 ixeS o 23 Wc2 '!Wd6 24
'!Wh7. ¡Debilitar el punto g6 debe ser malo!
La posición sería aún más aguda después
de 16 fül (para que las negras no desa­
rrollen el alfil f8 ganando un tiempo). Por
ejemplo: 16 ... ie7 17 .!'!b3 ixgS (17
'!Wd6 18 .!'!bf3) 18 \WxgS \We7 19 '!Whs+ g6
20 \WxeS :Bf8 21 füf8+ '!Wxf8 22 '!Wc7, con­
servando la iniciativa por el peón. No obs­
tante, las negras también pueden intentar
mejorar la defensa: 16 ... :Ba7!?

Todavía es más fuerte la sencilla 16 ... \Wxa2


y, en caso de 17.!'!b3\Wa 1+, las negras cam­
bian damas.
20J.g4?
16 ...J.cS+
El único error de Fischer en la partida. Co­
La investigación posterior de los analistas metido tras más de veinte minutos de re­
encontró que aquí 16 ... .!'!a7 era la mejor flexión. Es fácil juzgarle por ello, pero era
defensa. Así, después de 17 c4 \W es+ 18 muy difícil evitar este error. Hablando ob­
@h1 d4 19 \Welie7 20 \Wa4+ :Bd7 21id2 jetivamente, es muy difícil que el rey ne­
:Bf8 22ihs+ g6 23if3 .!'!xf3 24 .!'!xf3 e4 2s gro pueda sobrevivir al fuego de las cuatro
füfl e3 las negras igualaron el juego (Bed­ piezas blancas,pero no es sencillo encon­
narski-Sajarov,Varna,1968). trar el camino para ganar sobre el tablero:
es necesario analizar demasiadas conti­
17 <it>h1 gf8! nuaciones. Aquí se confirma la correcta
evaluación acerca de las características de
Imprescindible, si no las amenazas de las Fischer: en posiciones agudas que deseo-

203
noce se pierde. 2) 20.idl

Tenía que elegir entre: La propuesta de Lilienthal, que va unida


a la espectacular amenaza 21 Wfd3! o 21
1) 20 fü3; Wfb2! y mate después de ia4+ No salva
ni la desastrosa 20 @d7 21 !!f7+ @es
2) 20id1; (también pierde 21 ...@c6; tras esta retira­
da el ordenador no ve forma de ganar) 22
3) 20Wic2 y .ig4, ni la defensa 20 ...ic6 21 Wfe2!,ni el
contrataque 20 ... dxc4 21 Wfc2! (21 Wfc3
4) la continuación de la partida. Exami­ Wf xa2; también aquí después de 22 M3 la
naremos las variantes aunque sea breve­ posición de las negras es sombría). Las ne­
mente. gras habrían tenido que jugar 20 ... ie7, y
ahora no sirve 21 fü3 hgs 22 WfxgS Wfb4
1) 20 fü3 Wfa4 21 Wfb2! Wfd7 23 Wfxes 0-0-0!! (23 ... Wfe7 24 ia4+ @ds
2S !!g3 g6 26 :gb3 :B:cs 27 :B:b6; aún es más
sencilla 27 :B:xbl).

Ahora, a 21 he7! @xe7 (21 Wfxe7 22


ia4+ @ds 23 Wfas+ @es 24 cS!; el orde­
nador indica al instante 24 Wfb6, impidiendo
É!.a7, y a 24 ... dxc4 le sigue 25 id7+! @b8
26 ic6 :B:a7 21 !!.d 1) 22 Wfgs+@d6 23 :gf7
:B:eS!

22 É!.b3! (22 WfxeS id6 Aquí tras 23 Wib2 las


blancas tienen una compensación excelente
por el peón; precisamente así debieron con­
tinuar) 22 ... :B:bS (22 ... id4 23 Wfb1! o 22
... ic6 23 É!.b8+ fübS 24 WfxbS+ @f7 2S
ihS+! g6 26 WfhS gxhS 27 Wfxh7+ <Ms 2S
ih6+@es 29 Wfgs+@e7 30 Wffs++; tras la
correcta 27 ... @e8 no hay mate, y las negras
se quedan con pieza de ventaja) 23 WfxeS
id6 24 Wfe3 con ventaja. Sin embargo, 24 es+ (después de 24 füb7 Wfd3 2S h3
después de la correcta 20 ... Wfb4! 21 Wfxb4 Wfxdl + 26 @h2 Wfd4 27 Wfxg7 las negras
hb4 22 É!.b3 as 23 a3 h6 24 ie3 dxc4 2S dan jaque continuo) 24 ... Wfxcs (24
hc4 idS! 26 i.xdS exdS 27 axb4 d4 2S @xcS 2S füb7 Wfd3 26 Wfcl +!) 2S É!.xb7
ig1 (es más precisa 28 M2 axb4 29 h3, y en Wff2 26 h3 Wffl + 27@h2 Wff4+ 2S Wfxf4 ef
caso de retirada a g 1 las negras tienen dere­ 29 füg7 es 30 füh7 (en caso de 30 g3 f3!
cho a pensar en ganar mediante 28 ... a4 se­ 31 .ixf3 e4 la victoria de las blancas sería
guido de la aproximación del rey al centro) problemática), y las blancas deberían ga­
2S ... axb4 29 füb4@f7,las negras pueden nar en un final bastante complejo.
defenderse con éxito.
3) 20 Wfc2

204
nes. La posición es tan aguda que un solo
error llevaba a las blancas a la derrota: los
puentes de retirada ya están quemados.
Precisamente eso fue lo que sucedió en la
partida.

20 ... dxc421 J.xe6 Yld3 221'e1 J.e4!

Tras finalizar la partida le indiqué a Fischer


esta posibilidad de ataque. Es difícil dete­
ner la amenaza sobre el punto h7. Pierde
enseguida 20 ... fi.e7 por 21 fi.h5+! (pero no
la natural 21 Wxh7 debido a 21 ... fi.xg5 22
°Wh5+ @d7, y el rey se cubre tras los peo­
nes; aún es mejor 21 . . 0-0-0!) 21 ... g6 (21
.

...@ds 22 'fl.fB+@d7 23 fü7 'fl.eB 24 'tl.xg7;


aquí las negras aún pueden luchar median­ La suerte del encuentro está decidida. La
te 22 ... @el con idea de 23 'fl.fl 'fl.fB! (con el idea de la última jugada era paralizar las
rey en dl esta treta no vale por 24Wb 1!), y si piezas pesadas blancas. El alfil en el cen­
23 cxd5+, entonces 23 ... °Wc5; es más fuer­ tro es simultáneamente un escudo y una
te 22 .ixel+ Wxel 23°Wb 1 con la irresistible espada, y las negras ya amenazan poner
amenaza 'fl.f7 o 22 ... @xel 23 'fl.fl+ @d6 24 en juego a la torre de reserva por la ruta
'fl.xbl) 22 hg6+ hxg6 23 Wxg6+ @d7 24 a8-b8-b2 con efectos decisivos; si bien
he7! También es insuficiente 20 ... g6 de­ es cierto que había que comprobar la si­
bido a 21 fi.g4 fi.e7 22 °Wf2! 0-0-0 23 fi.xe6+ guiente variante: 23 if5 ixf5 24 Wxe5+
(es bastante más decisiva 23 °Wal .ixg5 24 @d7 25 Wxg7+ @c6 26 Wf6+ id6, y las
'tl.b 1) 23 @bs 24 fi.xe7 Wxe7 25 ixd5 blancas se ven obligadas a entrar en un
ixd5 26 cxd5. final malo donde el, hasta hace poco des­
valido,peón c4 se convierte en el principal
Tres meses después en el match URSS-Yu­ activo de las negras.
goslavia (Budva,1967), Bogdanovié eligió
contra Tahl 20 ... e4 y abandonó en la ju­ En estos minutos Fischer se sentía muy
gada 30 después de 21 fi.g4 ie7 22 °Wf2! confundido.
o-o-o 23 if4 id6 24 ixe6+@bs 25 °Wb6
fi.xf4 26 Wxd8+@a7 27 'fl.bl °Wd6 28ixd5!
ixd5 29 °Wxd6 fi.xd6 30 cxd5.
Ahora no es posible 24 fi.e2 por 24 ... 'fl.b2!,
Ahora se comprende lo difícil que fue para y 24 if3 lleva a un final desesperado que
Fischer elegir una de las dos continua­ ya conocemos: 24 ...ixf3 25 Wxe5+@d7
ciones correctas de ataque, en las que la
victoria,además, aparece al final de largas 24J.d1
y complejas variantes. Después de todo,
además de las variantes propuestas había Renovando la amenaza id1-a4+, que era
que considerar otras muchas ramificado- tan terrible cuatro jugadas antes.

205
24 ...ci>d7 25 �f7+ ci>e6 ¿Pájaro en mano o ciento
volando?
Al contrario de lo que suele suceder en
estos casos, el rey «andarín» negro ahora N.059.
está a salvo en el centro, mientras que su
GHEORGHIU - GELLER
colega blanco,que está situado en el lugar
Defensa Siciliana
habitual,ha caído en una trampa. En caso
de 26 füg7 sigue 26 ... �g2+ 27 'i!íxg2 Torneo internacional de Grandes
�fü2+ 2s 'i!íh1 %Vds+ Maestros, Moscú 1967

Por eso,las blancas abandonaron. 1 e4c5 2 tbB d6 3 d4cxd44tbxd4tbf6 5 tbc3


g6 6 i.@3 i.g7 7 B0 -0 8 i.c4 tbc6 9 JJ,3 Yfas
10 Yfd2 i.d7 11 0-0-0 �fc8

Podemos decir que en la tradicionalmente


difícil para las negras variante del Dragón
ambas partes han cumplido la parte obli­
gatoria del programa o, al menos, la parte
obligatoria principal. Con su última juga­
da, las negras han desactivado el posible
ataque estándar �c3-dS, dejando libre
para el rey la casilla f8, y dan a entender
claramente que ponen sus esperanzas en
el contrataque.

12 ci>b1 tbeS 13 h4

Una novedad en ese momento. Hasta esta


partida, las blancas elegían como conti­
nuación principal 13 We2, manteniendo
el control sobre el punto c4 y disponién­
dose a expulsar con el peón al caballo es
y ganar tiempo para el ataque. Así que las
negras debían resolver sobre el tablero
problemas hasta entonces desconocidos.

206
13 ••• lllc4 1 4.bc4 gxc415 lllb3 20 lllbS V c4 21 esdxeS 22J.xeS

Esto es obvio,pero ¿a dónde se traslada la Quizá la posición principal. Las blancas


dama ahora? están un poco mejor, pero las negras han
obtenido lo que se puede soñar en una
15 ...Bc7 Defensa Siciliana: contrajuego de piezas
contra el rey enemigo. Además,sus posibi­
Probablemente lo más fuerte, ya que con­ lidades no son únicas y pueden realizarlas
tra 15 Wfa6 las blancas jugarían 16 e5! de varias maneras. La situación más confu­
llieB (16 ... dxe5 17 llic5 Wi'd6 18 Wfe2) 17 sa surgía después de 22 ... ;gxa4 23 llic7
h5 con un ataque terrible, y si 15 ... Wi'd8, .!!c8 24 g4 .!!b4, y la más clara, después de
entonces lo mismo. 22 ... füb5 23 axb5 a4 24 llicl Wf xb5, y las
negras tienen compensación del todo su­
16.id4.ie6 17 h5 ficiente por la calidad. Las negras eligen
un tercer camino.
Merecía consideración 17 g4 con idea de
cambiar los alfiles de casillas negras des­ 22 ••• gxb3 23 cxb3 Bxb3 24 lllc3
pués de g4-g5. Ahora las negras obtienen
la posición que tenían prevista incluso an­
tes de la decimotercera jugada.

17 ... a5 18a4

Aquí las negras tampoco tienen de qué


lamentarse, excepto porque... buscando
entre todos los planes de ataque prece­
dentes asociados con el traslado de la to­
rre a b4, y valorando las posibilidades de
ataque y contrataque de ambas partes,
invertí un montón de tiempo y ya me en­
En un futuro, ganaría popularidad la conti­ contraba en unos apuros bastante fuertes.
nuación 18 ... b5 19 llixbS Wf bB. Recuerdo que solo me quedaban para el
control entre cinco y seis minutos; y, por
19 hxg6hxg6 supuesto, solo esto explica la jugada casi
automática que realicé en la partida.
Las negras han creado la amenaza 20
ixb3 21 cxb3 llixe4. Se puede parar, o Debo reconocerlo: el espíritu práctico no
bien mediante 20 .!!h4, preparando al me parece suficiente, y si sobre el tablero
mismo tiempo el doblaje de torres por la tenía que decidirme entre hacer la juga­
columna «h», o bien con la jugada de la da más sencilla o bien buscar la jugada
partida. más fuerte, aun a costa de una gran ten-

207
sión, con el riesgo de entrar en apuros de 26 ...�d5?
tiempo y sufrir la pérdida de un punto en
la tabla del torneo, sin dudarlo elegiría la La bandera ya colgaba de un hilo; si no
segunda opción. Cada persona se hace a hubiera sido así las negras habrían jugado
sí misma; llevo en el ajedrez de élite casi 26 ... a4, aunque después de 27 �c2 (las
medio siglo y personalmente, no me arre­ negras ya no disponen de la casilla f5) 27
piento de esto. Aunque solo sea porque ... �xc2+ 28 @xc2 i.b3+ 29@b1 i.xdl 30
mi partida contra Gheorghiu ahora,treinta E:xdl , es dudoso que se pudiera salvar el
años más tarde, sigue siendo básica para final. Sin embargo, las blancas no tienen
la teoría de esta variante del Dragón. que devolver la calidad, jugando, por
ejemplo, 27 b6 con idea de i.e5-c7 (aquí
Y sin embargo no recuerdo que el razona­ las negras disponen de un contrajuego exce­
miento práctico haya arruinado la carrera lente tras la natural 27 ... �xb6).
ajedrecística de nadie. Y es que más vale
pájaro en mano que ciento volando... 27 i.xg7 �xd+ 28 i.xd f6

24 ... gca? El posterior juego de las negras hoy no lo


puedo justificar ni siquiera por la fiebre del
Una réplica realizada con el condicionan­ zeitnot. Pero lo hecho,hecho está...
te del zeitnot. La correcta y hace tiempo
planeada 24 ... b5! 25 axb5 (pierden ense­ 29 'tfc2 Wa2+ 30 'it>c1 'it>g7 31 gde1 JJ,3 32
guida tanto 25 llixb5 �a2+ 26@el �al + Wb1 Wa4 33 gxe7 + mta 34 ge4 Wxb5 35
27@c2 �xa4+ como 25 �c2 i.f5) 25 ... a4 gha+ mn 36 gxcaWf1+ 37 ge1 ffxB
proporcionaba al rey blanco bastantes mi­
nutos desagradables. Ahora, ¡no va más! Y las negras abandonaron.

25g4!

Al tomar bajo control la casilla f5,la inicia­


tiva de las negras se apaga inmediatamen­
te. Además, solo ahora advertí que la pla­
neada 25 ... llie4 tropieza con la refutación
26 �d8+!,y las blancas dan mate primero.

25... b526 axb5

208
La torre atrapada les dio un juego excelente.

N.060. En la última variante lo correcto para las


blancas es 11 fxe4, impidiendo que el peón
GELLER SPASSKY
-

al se capture impunemente con jaque.


Gambito de Dama
Torneo internacional de Grandes 6 ... i.fS
Maestros, Moscú 1967

La variante de apertura que se juega


en esta partida posee una larga vida y
una rica biografía. Fue introducida en la
práctica de torneos por Mijaíl Botvinnik,
después la emplearon Boris Spassky, La­
jos Portisch, y otros conocidos grandes
maestros. También aparece en una serie
de partidas mías, tanto con blancas como
con negras, y se empleó en el match por
el Campeonato del Mundo, Karpov-Kor­
chnoi, en Merano. Cada bando tiene una
serie de posibilidades interesantes, y todo 7 g4
depende de cómo se manejen.
Solo así pueden luchar las blancas por la
Aquí el resultado del encuentro lo decidió ventaja en la apertura. Ni la tranquila 7
una trampa cerrada alrededor de la torre id3, como demostró la partida Botvin­
negra. nik-Portisch (Palma de Mallorca 1967), ni
7 lüge2 lLid7 8 lüg3 ig6 9 ie2 lügf6 1O
1 d4d52 c4e6 3�c3 i.e7 4ad5 h4 hS! (es más floja 10 ... h6?! 11 hS ih7
12 id3, y las blancas obtienen ventaja de
Con esta jugada empieza la variante men­ espacio) 11igS id6 12 �h3 'ffb6 13 'ffd2
cionada anteriormente. 0-0 promete nada significativo (Portisch­
Geller, Portoroi: 1973).
4 exdS S i.f4c6 6 e3
.•.

7 ... i.e6 8 h3
El plan con el enroque largo jugado en el
match de Candidatos, Korchnoi-Spassky, A un juego más agudo y complicado lleva
Kiev 1968, podría resultar precipitado. Ve­ 8 h4!?,jugada también por primera vez por
amos: 6 'ffc2 g6 7 0-0-0 (no se ha compro­ Mijaíl Botvinnik. Como aceptar el sacrificio
bado en la práctica la idea de Mijaíl Tahl,7 de peón es peligroso para las negras, 8 ...
e4 dxe4 8 dS) 7 ... lüf6 8 f3 lüa6 9 e4 lüb4. ixh4?! 9°ffb3 b6 1OlLif3 y después lLif3-eS
con una iniciativa formidable,estas deben
Y ahora, después de 1O 'ffb3?! ie6 11 es defenderse en el flanco de rey y buscar
lüd7 12 a3 permitió a las negras conseguir contrajuego en el flanco opuesto del ta­
un ataque ganador con el sacrificio de blero. Por ejemplo: 8 ... lüd7 9 hS °ffb6! 1O
una pieza: 12 ... aS! 13 axb4 axb4 14 lLibl :gb1 lLigf6 11 f3 h6 12id3 0-0 13 lüge2 (la
es, pero la mejor 1O°ffd2!? dxe4 11 lüxe4 posición se complica al máximo después
lüxe4 12 fxe4 ie6 13 dS cxdS 14 ibS+ de 13 gS hxgS 14 ixgS) 13 ... cS 14 Q;;>fl
id7 1Sixd7+ 'ffxd7 16 lLie2 0-0! también füe8 lS Q;;>g2 .!:!aes 16 'ffe l lüh7 17 'fff2

209
cxd4 l S exd4 id6 (Furman-Geller, Cam­ 1 3 lüxd4
peonato de la URSS, Leningrado 1975).
Quería llevar a cabo la idea de Botvinnik
8 ••• lüf6 9lLJB0 -0 10J.d3 c5 en su totalidad, colocando mi peón en f3
en caso de cambio en d4.
También aquí, esta es la mejor manera de
obtener contraposibilidades. 1 3 ... J.d6

nmn En la decimocuarta partida del match


por el Campeonato del Mundo de Moscú
En caso de 11 0-0 es extremadamente de­ 1963, Botvinnik-Petrosian, las blancas ob­
sagradable 11 ... hS 12 g5 llle4. tuvieron mejor juego tras 13 ... lllxd4 14
exd4.
Tras la evidente 73 lllxe4 dxe4 14 ixe4 no
está claro qué tienen las negras por el peón 14.bd6 Wxd6 15lüce2 �e816 �el J.d7
entregado. Es mejor, como a la jugada de la
partida, responder 7 7 lllc6.
••• Deteniendo la amenaza posicional, 17
llixc6 bxc6 1S Wfc2 id7 19 llld4.
11 ... lüc6 12 'itig2 ad4
17 J.b1 �ad8 189b3
La liquidación de la tensión en el centro es
prematura y no ofrece una plena igualdad En lugar de la que parecía planeada, 1S
a las negras. En la decimotercera partida Wfd3 (a la que las negras responderían 1S
del match por el Campeonato del Mun­ ... g6),la dama blanca cambia de rumbo.
do de Merano 19S1, Korchnoi-Karpov, las
negras prefirieron 12 ... ges, y después de 18 ... �bS
13 gel ges 14 dxcS ixcs 15 lllbS ifs 16
lllfd4 podrían haber continuado 16 ... Wfb6 Prácticamente obligado,ya que es inacep­
o 16 ... Wfd7!? (la última jugada es mala por table para las negras 1S b6 19 llixc6
77 lllxe6: tras 77 .. fue6 (o 77 ... Wfxe6) 78 jj5
. ixc6 20 llld4.
las negras pierden la calidad, y en caso de 77
... fxe6 18 g5 una pieza, ya que el caballo no 19 �hd1 h5
puede retirarse a e4 debido a la clavada por
la columna «d»). También merece atención Sintiendo que pueden tener muchos pro­
la idea de Piotr Romanovski: 12 ... ges se­ blemas con su peón dS, las negras inician
guido de lllf6-d7-fS. un contrataque contra la avanzadilla de
peones que cubren al rey blanco. Al mis­
mo tiempo tienen prevista una combina­
ción que resuelve sus problemas defensi­
vos.

20 g5lüe4 21 lLJB

El peón dS está colgando. Por eso, las ne­


gras siguen por el camino planeado.

Véase el diagrama siguiente

210
29J.e4!

Las negras pasaron por alto este ataque.


La torre ha caído en la trampa,y la pérdida
de material es inevitable.

29 ...©f8 30©f2 gxe4 31 �xe4

Ahora las esperanzas de las negras están


asociadas solo al hecho de que dos caba­
llos solos no pueden dar mate y que es
suficiente entregar el caballo y sus cinco
21 ...J.xh3+!22©xh3�xf2+ 23©g2�xd1 peones por los tres peones blancos. Pero
24gxd1 Vfc5 no lo consiguen.

La jugada 24 ... '1We6 de las blancas se pa­ 31 ... ©e7 32 ©e3 ©e6 33 ©f4 ©d5 34
raba mediante 25 'i!?f2 seguida de liJe2-f4. �c3+©c435©e4

Es mucho más desagradable para las negras Amenazando con la jugada 36 liJe5+,y en
25 g6!, donde lleva a la derrota 25... fxg6? 26 caso de 35 ... f6 36 g6.
liJf4.
35 ... �c6 36 �d5 f5+ 37 gxf6 gxf6 38�xf6

Las negras ya han cambiado un peón


Aquí 25 'i!?f2 ya es menos convincente por blanco,pero ¿qué pueden hacer ahora?
25 ... liJe5 26 liJxe5 .!'!xe5 y después .!'!b8-
e8. 38 ... h4 39�g4�b4

25 ... Yfxe3 26 Yfxe3 gxe3 27 �c3 gd8? La amenaza 40 liJge5+ no daba tiempo a
las negras para la distracción 39 ... h3.
La combinación de las negras era correcta,
y después de 27 ... .!'!e7 mantenían posibili­ 40�e3+©c5
dades más o menos equilibradas.

28 gxd8+�xd8

41 �xh4!

Las blancas sellaron esta jugada (la ru-

211
tinaria 41 a3 aún permitía a las negras Toda una vida en una tarde
continuar la lucha con ayuda de 41 ... h3),
y las negras abandonaron sin esperar a la N.061.
reanudación. En efecto,si después de 41 ...
GELLER - PORTISCH
llixa2 42 'it>d3 as, las negras se las arregla­
Apertura Española
rán incluso para entregar el caballo y un
peón por el último peón blanco, y todavía Torneo internacional de Grandes
conservarían un peón. Y en ese caso, de Maestros, Moscú 1967
acuerdo con los análisis del famoso com­
positor de ajedrez Alekséi Troitski, los dos Ante una novedad teórica no pienso tan­
caballos dan mate sin especial dificultad. to en cómo evitar el peligro,sino en cómo
encontrar una refutación o una respuesta
óptima. En esta ocasión me ayudó la aso­
ciación con otra partida, jugada aproxi­
madamente un año y medio antes. Como
resultado, la novedad murió antes de que
pudiera florecer.

1 e4 es2 ll)B li)c6 3 i.bsa6 4J.a4 �f6 so-o


i.e7 6 �e1 bS 7 .tb3 d6 8 c3 0-0 9 h3 h6

Inclinándose por el sistema Smyslov, que


también se incluye en mi repertorio, Lajos
Portisch tenía la intención de infundir algo
de «sangre nueva» en el sistema habitual,
mediante la preparación de una novedad
teórica. Además, tengo que luchar en la
apertura contra mí mismo...

10 d4 �e8 11 li)d2 i.f812 li)f1 i.b7

La jugada más activa y, estrictamente


hablando, la más ideológica. Las negras
inician inmediatamente la lucha por los
puntos dS y e4. 12 ... i.d7 es más pasiva,
aunque también más segura, ya que no

212
debilita la casilla fS. En general, la elec­ Las negras se ven obligadas a renunciar
ción entre estas jugadas depende de los al golpe típico en estas posiciones, 14 ...
gustos. Smyslov y yo, por regla general, lllxeS, ya que no es agradable 15 lllxeS
jugamos 12 ... i.d7, y Spassky y especial­ dxes 16 Wff3,y las blancas se apoderan fir­
mente Gligorié, 12 ... i.b7. No obstante, memente de la iniciativa (se amenaza 17
esto no significa que nunca «Cambiemos i.xh6,y lllg3-f5).
de lugar»...
15�h5!
13�g3
Ofrece al rival la elección entre un final
peor,15 ... Wfxd1 16 lllxf6+ gxf6 17ixdl ,o
continuar la lucha con las damas. Portisch
elige esta última,aunque si hubiera previs­
to la decimoctava jugada de las blancas,
habría aceptado entrar en un final difícil.

15 ...'f!Ye7 16�h4�xh517 'f!Yxh5�as

13 'f!Yd7
..•

La novedad no se hace esperar (habitual­


mente se juega 13 ... lllas 14 i.c2 lllc4, y
si 15 a4, entonces 15 ... dS [Stein-Spassky,
torneo lnterzonal, Ámsterdam,1964]). Las
negras conectan las torres para finalizar el
desarrollo después de l:!a8-d8. Este plan
parece bastante atractivo,pero la momen­ Esto lleva a una derrota inmediata. Era más
tánea posición insegura de la dama negra tenaz 17 ... llld8, para después de 18 lllf3!
me sugirió (por analogía con la partida entregar enseguida el peón, jugando 18
n.0 49, donde era el alfil negro d7 el que ... llle6. El intento de conservarlo no tenía
quedaba sin defensa) la siguiente conti­ éxito; por ejemplo: 18 ... Wff6 19 i.gS Wfc6
nuación forzada. Además, a diferencia de 20ixd8 g6 21 lllxes.
la citada partida con Parma, aquí el plan
de las blancas no tiene un defecto táctico. En esta variante, las negras pueden capturar
el alfil: 7 9 ... hxg5 20 lllxgS i.cs, y las blancas
14dxe5! solo tienen a su disposición un par dejaques
inofensivos. Promete más 7 8 ... es 7 9 i.gs
Otra posibilidad es 14 a4 llla5 15 i.c2 exd4 Wfcl. Para las blancas es más fuerte 18 l!e3,
16 cxd4 es, que conduce a una posición incrementando la presión en el flanco de rey.
compleja con mejores posibilidades para
las blancas. 18.igS !

14 ... dxeS A 18 ... hxgS le sigue el mate después de


19 lllg6,y a 18 ... Wfxg5 19 Wfxf7+

213
18 ... Vd7 1 9 gad1 J.d6 20.bh6 gxh6 Bajo el microscopio del análisis

Tampoco salvaba 20 ... tllxb3 debido a 21 N.061.


ixg7 lt>xg7 22 tllfs+
FISCHER - GELLER
Defensa Siciliana
21ftg6+mts22 Vf6
Torneo de la Solidaridad
Y fuerza el mate en pocas jugadas. Ame­ Skopie 1967
naza seguir 23 tllg6+
Al igual que el anterior, este encuentro
22 ... ci>g8 23 ge3 con Fischer despertó un gran interés de­
portivo y analítico entre los ajedrecistas.
Las negras abandonaron. En lo deportivo, porque fue mi tercera
victoria consecutiva sobre el gran maestro
americano, y además el número de juga­
das de la partida estaba en los márgenes
de la miniatura. También tuvo un cierto
significado para la teoría, y la increíble
tensión de la lucha en una posición donde
todo se decidía por un tiempo engendró
numerosos trabajos analíticos. Solo tras
unos años, los analistas, habiéndose refu­
tado y corregido unos a otros, llegaron a
una conclusión unánime. Y si en un primer
momento, tras su finalización, la partida
me pareció valiosa y consecuente, más
tarde fue incluida entre aquellas jugadas
que siguen el principio «dos en el colum­
pio». Personalmente,este cambio me pro­
duce menos satisfacción. Sin embargo, la
riqueza de posibilidades de la posición es
tan elevada, y la amplitud de la oscilación
entre la victoria y la derrota tan pequeña e
imperceptible, que esta partida la incluyo
sin duda entre las más memorables.

Para mayor información debo indicar que


las negras, a pesar de su «amor» por los
apuros de tiempo, invirtieron en las vein­
tidós jugadas de este complejo encuentro
menos de hora y media. El tiempo que
consumieron las blancas fue mayor...

1 e4c5 2 �Bd6 3 d4cxd44�xd4�f6 5�d


�c6

Es natural el deseo de las negras de cam­


biar el esquema de la apertura (véase la

214
partida n.0 SS).

6.lc4

Es posible que el ataque Rauzer,6.igs,sea


más peligroso para las negras, pero el ata­
que Sozin, que se inicia con esta jugada,si
se puede decir así, es el amor de juventud
de Fischer. He conseguido en varias oca­
siones encontrar medios de contrajuego
activo contra él. En general, jugando con­
tra el gran maestro americano,era necesa­
rio optar por posiciones con posibilidades 7 ...J.e7
para los dos bandos.
«Demasiado rutinario -escribe Fischer-.
Debo indicar que tras perder una partida Las negras debieron iniciar rápidamente
con Larsen (torneo lnterzonal de Palma una acción enérgica en el flanco de dama
de Mallorca, 1970) donde también eligió mediante 7 ... a6 8.ib3 Wfc7 9 Wfe2 (o 9 f4)
el enroque largo,en el match contra Spas­ 9 ... bS 1O 0-0-0 tlJaS (es posible 1O ... .ib7,
sky, Fischer regresó a su esquema anterior a la que las blancas responden 11 f3)».
con el enroque corto. Sin embargo, tras la
cuarta partida del match, Fischer dejó de En general, en el ataque Sozin, el orden de
emplear el ataque Sozin. jugadas es muy importante para las blan­
cas, ya que una transposición concede
6 . . e6 7Ae3
. tanto a las blancas como a las negras una
amplia elección de continuaciones. Por los
En los comentarios de esta partida en su comentarios de Fischer se advierte que
libro Mis 60 partidas memorables, Fischer él mismo no tenía demasiado claro si en
escribe que 7 .ib3 limita las posibilidades la variante propuesta las blancas debían
de las negras,y cita en calidad de ejemplo jugar 9 Wfe2 o 9 f4, ya que, en el segun­
principal el encuentro Fischer-Dely en el do caso, la recomendación 11 f3 ya no es
mismo torneo de Skopie. Creo que 7 .ib3 posible. Además, en caso de 7 ... a6 8 .ib3
es un arma de doble filo, ya que también Wfc7 9 f4 bS, las negras están obligadas a
limita las posibilidades de las blancas. Por considerar la inmediata 1O fS b4 11 fxe6.
ejemplo,en la variante con el enroque lar­ Por lo tanto, en esta posición todavía no
go, las negras tienen que considerar todo es posible dar una orientación definitiva.
el tiempo el hecho de que las blancas no
hayan perdido un tiempo con la retirada 8J.b3 0-0 9 'Bel
del alfil. Así,jugando contra mí,Velimirovié
(Budapest,1973) después de 7 !e3 !e7 8 Las blancas se reservan el derecho a elegir
'ffe2 tlJxd4 9 !xd4 0-0 1O0-0-0 W!aS conti­ en qué lado se van a enrocar.
nuó 11 es de 12 !xes con un juego inte­
resante. Por lo tanto, si planean 0-0-0, las 9 ... Was
blancas no están obligadas a apresurarse
con la retirada del alfil a b3. Aquí las negras tampoco están obligadas
a darse prisa con a7-a6. En la partida Tahl­
Véase el diagrama siguiente Bolbochán (X V I I Olimpiada), después de 9
... a6(?) 1O0-0-0 Wfas,las blancas pudieron

215
colocar a su adversario frente a un número 11 ... J.d7
de difíciles problemas mediante 11 l:!hg1!
con idea de g2-g4-gS. Por supuesto, sobre el tablero ni siquie­
ra me molesté en examinar las variantes
«Por supuesto, es correcta 10 ... Vficl» (Kas­ asociadas a 11 Vf/gs+ y Vf/gSxg2. Como
parov). el juego está a punto de abrirse, las posi­
bilidades de las negras residen en un con­
100-0-0 trataque en el flanco de dama. Para ello es
imprescindible preparar rápidamente el
La decisión crítica. En caso de 1O 0-0, se­ avance b7-bS, que es a lo que va dirigida
ría interesante comprobar 1O ... lllxd4 11 la jugada de la partida.
i.xd4 b6 con la amenaza .ic8-a6.
12 «it>b1

Una prevención necesaria, intensificando


la amenaza de 13 .ixf6. La actividad in­
mediata, 12 :ghg1, sería dudosa, pero no
por la recomendación de Ratmir Jolmov,
12 ... .ic6! (el signo de admiración es del
comentarista) 13 g4 es 14 .ie3 lllxe4 15
lllxe4 (Jolmov sugiere 1S li:ldS) 15 ... i.xe4
16 .id2, y las negras pierden pieza, sino
debido a 12 ... füc8 13 g4 bS con posibi­
lidades mutuas o 13 ... es 14 .ie3 fu3 15
.id2 .ibS! 16 Vfiel füc2+ 17 @xc2 Vf/g6
10 ... �xd4 con las amenazas .id3+ o .ie2, y las ne­
gras disponen de un rico contrajuego a
Por supuesto, me gustaría jugar 10 cambio de la calidad sacrificada.
.id7, sin mostrar todavía mis cartas, pero
entonces las blancas obtendrían ventaja Kasparov indica que después de 18 igs, las
después de 11 llldbS llle8 12 .if4 a6 13 posibilidades de las blancas ya son mejores.
lllxd6 lllxd6 14 i.xd6 i.xd6 1S :gxd6 Vf/gs+
16 Vf/d2 Vf/xg2 17 !!hdl Aes 18 Vf/f4. Esta 12 ... J.c6?
variante también es citada por Fischer.
Esto deja las manos libres a las blancas. En
11 J.xd4 d7 el alfil estaba muy bien situado, previ­
niendo el avance de los peores blancos en
El primer momento crítico de la partida. el flanco de rey (f2-f4 o g2-g4), a lo que
Merecía atención 11 :gxd4, que conserva seguiría el contragolpe e6-eS. Las negras
la posibilidad de 12 g4. Con el alfil situado debieron elegir entre 12 ... füd8,12 ... füc8
en d4, la jugada g2-g4 se evita mediante o,como jugó en una de las últimas rondas
e6-eS, mientras que ahora las blancas ya Sofrevski contra Fischer, 12 ... l:!ad8. Des­
tendrían en la reserva el tiempo :gd4-a4 o pués esta partida siguió con 13 Vf/e3! (el
incluso el sacrificio de calidad,como en la signo de admiración es de Fischer) 13
variante 11 :gxd4 .id7 12 g4 es 13 llldS. b6 14 .ixf6! gxf6 (era imprescindible 14 ...
ixf6) 15 li:ldS!!, y las blancas ganaron. Sin
El sacrificio de calidad no parece correcto, es embargo, si en lugar de 13 b6? conti­
mejor 13 :gdl. nuaban 13 ... .ic6, las negras mantenían

216
la igualdad, ya que es poco convincente posición ganada,pero que exige un juego
14 i.xa7 por 14 ...tiJd7,y no se ve cómo li­ muy enérgico y exacto en una posición
berar al alfil a7. (Este problema lo resuelven extremadamente compleja. Como en par­
las blancas continuando 15 i.d4 e5 16 tiJd5 tidas precedentes, esto no está al alcance
i.xd5 17 i.c3!). de Fischer,aunque inicia el ataque con se­
guridad y perseverancia.
No obstante,12 ... füc8 parece lo ideal.
15 ... b4 1 6fxe6
13 f4gad8 1 4ghfl
El sacrificio de pieza es al mismo tiempo
También es posible la propuesta de Jol­ correcto y obligado,ya que después de 16
mov,14 g4 es (las blancas también tienen tiJdS exdS 17 exdS,las negras se apoderan
mejor juego después de 14 ... dS l S exdS! de la iniciativa mediante 17 tlJxdS 18
tlJxdS 16tiJxdS.ixdS 17 i.c3 '1WcS 18.ixdS i.xdS i.xdS 19 Wlxe7 Wlxa2+ 20 Wcl 'i!.c8!
!!xdS 19 füdS'IWxdS 20 !!d1'IWcs 21 fS exfS 21 Wlxa7 (21 i.xg7 i.b3!) 21 ... '1Wc4! 22 !!f2
22 gxfS; amenaza 20 ... '1Wc6 2 1 f5 'i!.dB!) 1S i.e4 23 !!dd2 b3.
fxeS dxeS 16 i.f2 !!xd1+ 17 'i!.xd1 'i!.d8 18
fül o la inmediata 14 fS exfS (14 ... eS l S 16 . . bxd 17 exf7+
.

if2 dS? 16 exdS tlJxdS 17 tlJxdS ixdS 18


'IWxeS) l S exfS füe8 16 '1Wf2. Comentando Tanto en la partida como en sus comen­
la jugada de la partida, Fischer escribe que tarios, Fischer pasa por alto la propuesta
«ya tenía previsto el siguiente sacrificio de de Jacob Murey e lsaak Boleslavsky, 17
pieza». Debo decir que esta idea no es ori­ 'i!.xf6! con la posible 17 ... gxf6 18 exf7 +
ginal, pues ya se jugaron antes sacrificios (18 '1Wg4+ 'IWgS! 19 exf7+ !!xf7 20 '1We6 fü8
semejantes (por ejemplo, Stein-Osnos, 21 Wlxe7 '1Wd2!!) 18 ... Wh8 (o 18 ... !!xf7
XX IX Campeonato de la URSS). 19 i.xf7+ Wxf7 20 '1Wc4+, y después de
21 '1Wxc6 las blancas obtienen ventaja) 19
14 ... bs Wlg4! !!b8 (de la amenaza 20 '1We6 no salva
19 ... i.d7 debido a 20 '1Wh4 Wg7 21 !!d3
!!xf7 22 'i!.g3+ Wf8 23 '1Wxh7!) 20 '1We6 '1Wd8
21 fül !!b4 (defendiéndose contra !!xf6)
22 i.xc3 'i!.xe4 23 'i!.xf6! (ia pesar de todo!)
23 ... !!el + 24ixel ! i.xf6 2S i.aS!! con una
victoria espectacular. Por eso,ante 17 'i!.xf6
es más tenaz 17 ... i.xf6, pero entonces 18
i.xf6 gxf6 19 e7, y la ventaja posicional
de las blancas es indudable. Por ejemplo:
19 ... 'IWes 20 exd='IW !!xd8 21 '1Wc4 ie8 22
Wlxc3.

Fischer escoge otro camino, objetivamen­


1S f5 ! te igual de fuerte,pero más complejo.

El inicio de una variante con numerosas


y complicadas ramificaciones, una de las
cuales conduce a las blancas hacia la de­ Véase el diagrama siguiente
rrota. En cambio,gracias al error de las ne­
gras en la duodécima jugada, tienen una Recordando a las blancas que tienen un

217
24 ... tbxd5 25 �f5 �b5+ 26 'kt>d2 i.g5+!; por
eso, es más fuerte 24 'kt>b 1 �xd5 25 E:hxd5
tbxf 1 26 !!xf 1) 23 �f5 h6 24 !!xd5 tbf6 25
bf6 ixf6 26 !!xh6+ gxh6 27 �xf6+ 'kt>h7
28 i:!h5 (Murey).

En la variante principal, la defensa más te­


naz es 24 ... i.f6 25 i.xf6 'll.fl, pero las blan­
cas disponen de una buena alternativa: 24
�xg4 'l'!.xf7 25 'll.hxd5.

La continuación de la partida les plantea a


punto débil, la casilla b2. En todo caso,las las blancas problemas más serios.
negras ya tienen en mente fü8xf7.

191fn

« Una jugada difícil de encontrar, en la que


invertí alrededor de cuarenta y cinco mi­
nutos. Amenaza 20 !!xf6», escribe Fischer.
En efecto, las negras tendrían una tarea
más fácil después de 19 bxc3 �b7 (con las
amenazas be4 y !!xf7) o 19 ixc3 �xe4.
Tampoco valía 19 E:xf6 por 19 ... ixf6 20
bf6 gxf6 21 �f2 !!xf7. Se puede afirmar
que en este momento Fischer ya había
planeado 20 a3 para realizar el ataque «a 20 a3?
pleno confort». Pero si se examina 19 �fl
solo como preludio de la siguiente, 20 Esto pierde de manera paradójica. Como
�f4,entonces 19 �fl no merece un signo escribe Fischer, tras algunas horas de aná­
de exclamación,ya que también llevaba al lisis, encontró la victoria de estudio 20
mismo objetivo: 19 �f2 ... �f4!! con la amenaza !'i:h5. No se ve defen­
sa para las negras. Por ejemplo: 20 ... cxb2
19 ... lnxe4 21 .!'!h5!

«Objetivamente, la mejor jugada era 19


tbg4», indica Fischer. Sin embargo, en
ese caso, las blancas alcanzaban el éxito:
20 ixc3 �b7 (20 ... �xe4 21 l:!d4) 21 !fü5
ixe4 (21 ... tbe5 22 �f5 h6 23 �g6!; a 23
... i.xe4 gana el sacrificio en h6; sin embar­
go, es más clara la inmediata 23 'l'!.xh6+!
gxh6 24 'l'!.xd6!! con idea de 24 ... ixd6 25
�g6 ixe4 26 �xh6+ ihl 27 �f6++) 22
id5 ixd5 (22 ...ixc2+ 23 'kt>xc2 tbe3+ 24
'kt>d3 �xd5+ 25 füd5 tbxfl 26 !!xfl , y no
es posible 26 ... if6 por 27 !!xf6; aquí las
negras pueden defenderse con la ayuda de 21 ... tbc3+ (si 21 ... if6, entonces 22 �f5

218
h6 23 E:xh6+!! gxh6 24 Wfg6 con mate in­ las situaciones agudas no era el arma más
evitable, y en caso de 21 ... llif6 es extre­ fuerte de Fischer.
madamente desagradable 22 E:h6!, y las
negras solo pueden defenderse de la te­ 20 ...Bb7 21 Bf4
mática E:xf6 entrando en un final desespe­
rado: 22 ... dS 23 .El.xf6 E:d6 24 .El.xd6 Wfxd6 « La última posibilidad para obtener tablas
25 Wfxd6ixd6 26 fül ,y no es posible 26 ... consistía en 21 E:hS,con idea de jaque con­
ixh2 por 27 .!es,mientras que se mantie­ tinuo después de E:xh7+ La única manera
ne la amenaza de 27 fü6! [variante de Mu­ para ganar de las negras sería entonces 21
rey]) 22 lt>xb2 llixd1+ (22 ... !!:xf7 23 Wfxf7 ... lligS! 22 Wffs E:xf7! 23 .El.xgS Wfxb3!! 24
llixdl + 24 lt>bl ! Wfxd4 25 E:xh7+! lt>xh7 26 ixg7+ !!:xg7 25 cxb3 E:xgS» (Mednis).
WfhS++) 23 lt>cl .El.xf7 24ixf7! con la ame­
naza decisiva 25 !:l.xh7+ lt>xh7 26 Wffs+ «Sin embargo, es incierto que ganen las ne­
gras después de 22 h4 ... El ordenador ºmira"
Se mantienen algunas posibilidades de sal­ también 2 1 ... WicB y 2 1 ... Widl, pero la reti­
vación solamente en la variante 2 1 ... llif6 rada no ofrece la victoria a las negras... Así
22 .E1.h6 'f!xf7 23 .!xfl .!e4 24 ib3 d5 25 .!xf6 que, al parecer, precisamente 2 1 Wif4? es el
hc2+ 26 hc2 Wixf4 27 'i'!xhl+ \t>gB 28 error decisivo en esta desconcertante parti­
!'!xgl+ \t>hB. da» (Kasparov).

Las blancas también ganan después de 20


llid2+ (su tarea sería más sencilla des­
pués de 20 ... dS 21 Wfe5 llif6 22 E:xf6ixf6
23 Wfxf6!) 21 !!:xd2 cxd2 22 c3!!, y no son
posibles ni 22 ... Wfb7 ni 22 ... Wfxb3 debi­
do a la combinación de mate: 23 ixg7+!
lt>xg7 24 Wfg4+ lt>h8 25 Wi'd4+

La mejor respuesta, aunque tampoco sal­


vaba a las negras, era 22 ... Wfcs, aunque
después de 23 lt>c2! id7 (23 ... WfeS!? 24
.El.xeS dxeS 25 WfxeS if6 con la esperanza
puesta en 26 Wfxf6? dl Wf+! Pero después 21 ... 1.M!!
de la correcta 26 WfcSixd4 27 cxd4 !:l.c8 28
lt>xd2 ia4 29 Wfe7 ixb3 30 axb3 E:cd8 31 Una maniobra de contrataque basada en
lt>e3 llevaba una posición sin esperanzas) un matiz imperceptible: al apartar la dama
24 ixcs ixfs+ 25 Wfxfs dxcs 26 lt>dl .El.d6 negra para evitar las variantes asociadas a
27 Wfes E:d7 28 Wfe6 E:b7 29 .!el. Contra la defensa Wfcs, las blancas debilitaron fa­
30 Wffs no existe una defensa satisfactoria. talmente su casilla b3.

Esta es la verdad, establecida después 22Bg4


de varios años de análisis cuidadosos. El
número de jugadas con dos signos de El sentido de la última jugada de las ne­
admiración que se les exigen a las blan­ gras se muestra en gran medida en la va­
cas demuestra hasta qué punto es difícil riante 22 Wfh6 if6 23 E:xf6 ixb3 24 E:xd6
encontrar todo esto durante el reducido ia2+! o 24 cxb3 Wfxb3 25 fü2 Wfxdl + y
tiempo de una partida. El cálculo de todas 26 ... Wfxd4. La continuación de la partida
las variantes es imposible,y la intuición en también pierde.

219
22 ... i.f6! 23 �xf6 .ixb3!

Las blancas abandonaron, ya que es impo­


sible detener al mismo tiempo las amena­
zas 24 ... j,a2+ y 24 ... tlixf6.

220
RESULTADOS DE GELLER EN TORNEOS

Kiev, Campeonato de Ucrania 1946 IV-V I 11 1/2 de 17

Kiev, Campeonato de Ucrania 1947 VI 9 1/2de 16

Sverdlovsk,semifinal del Campeonato de la URSS 1947 V-V I 7 de 12

Kiev, Campeonato de Ucrania 1948 V-V I I I 11 de 18

Bakú,Torneo de la Unión Soviética de Candidatos 1948 111-V 9 de 15


a maestro

Odesa, Campeonato de Ucrania 1949 11-111 13 1/2de 19

Tiflis,semifinal del Campeonato de la URSS 1949 l l 1/2de l 6

Moscú, Campeonato d e l a URSS 1949 111-IV 12 1/2de 19

Kiev, Campeonato de Ucrania 1950 12 112 de 17

Szczawno-Zdrój 1950 V-V I 12 1/2de 19

Kiev,Semifinal del campeonato de la URSS 1950 111 9 de 15

Moscú, Campeonato de la URSS 1950 V II-X 9 de 17

Sverdlovsk,semifinal del Campeonato de la URSS 1951 11 13 de 19

Moscú, Campeonato de la URSS 1951 11-111 l l 1/2de 17

Budapest 1952 11 12 de 17

Helsinki,Olimpiada 1952 10 1/2de 14

Estocolmo,Torneo lnterzonal 1952 IV 13 de 20

Moscú, Campeonato de la URSS 1952 111 12 de 19

Zúrich,Torneo de candidatos 1953 V I-V I I 14 1/2 d e 28

Kiev, Campeonato de la URSS 1954 X-X I 9 1/2 de 19

Amsterdam, Olimpiada 1954 5 de 7

Gorki,Semifinal del campeonato de la URSS 1954 15 de 20

Moscú, Campeonato de la URSS 1955 1-11 12 de 19

Gotemburgo,Torneo lnterzonal 1955 V-V I 12 de 20

221
Zagreb 1955 IV-V 12 de 19

Amsterdam,Torneo de candidatos 1956 111-Vll 9Y2de 18

Moscú, Olimpiada 1956 7V2de 10

Kiev,Campeonato de Ucrania 1957 1-11 12Y2 de 17


Szczawno-Zdrój 1957 12Y2 de 15

Kiev,Semifinal del campeonato de la URSS 1957 11 12 de 19

Riga,Campeonato de la URSS 1958 VII-VIII 10 de 17

Kiev, Campeonato de Ucrania 1958 12Y2de 16


Taskent, Semifinal del Campeonato de la URSS 1958 11-111 11 de 15

Tiflis, Campeonato de la URSS 1959 X-X I 9% de 19

Kiev, Campeonato de Ucrania 1959 18 de 21

Dresde 1959 1-11 11 de 15


Ereván,semifinal del Campeonato de la URSS 1959 12 de 15

Leningrado, Campeonato de la URSS 1960 11-111 13% de 19

Copenhague 1960 11 10% de 13

Moscú, Campeonato de la URSS 1961 lll-IV 12 de 19


Oberhausen,Campeonato de Europa 1961 6% de 9

Bled 1961 VI-V I I 10% d e 19

Estocolmo,Torneo lnterzonal 1962 11-111 15 de 22

Curazao,Torneo de Candidatos 1962 11-111 17% de 28


Varna, Olimpiada 1962 lO Y2 de 12

La Habana 1963 11-IV 16 de 21

Leningrado,Campeonato de la URSS 1963 VI-V I I l1Y2d e 19


Moscú,torneo zonal 1964 VII 5 de 12
Beverwijk 1965 1-11 lO Y2 de 15

La Habana 1965 11-IV 15 de 21

Santiago 1965 11 lO Y2de 13


Kislovodsk 1966 8Y2 de 11
Praga 1966 111 10 de 13

Tiflis,Campeonato de la URSS 1966/ 67 11 12% de 21

Montecarlo 1967 111- IV 6 de 9

Moscú 1967 IX-XII 8Y2 de 17


Skopie 1967 11-111 13 de 17

Susa, Torneo lnterzonal 1967 11- IV 14 de 21

222
RESULTADOS DE GELLER EN MATCHES

Smyslov 1955 4-3

Keres 1962 3Y2-4Y2

Smyslov 1965 5Y2-2Y2

Spassky 1965 2Y2-5Y2

Larsen 1966 4-5

ENCUENTROS INTERNACIONALES POR EQUIPOS

URSS-Austria (Robatsch) 1953 2-0

URSS-Argentina (Maderna, Martín) 1954 2Y2-Y2

URSS-Uruguay (Aguilera, Etcheverry) 1954 2-0

URSS-Francia (Noradounguian) 1954 2-0

URSS-EE. UU. (Horowitz) 1954 3-1

URSS-1 nglaterra (Broadbent) 1954 2-0

URSS-Suecia (Nilsson) 1954 2-0

URSS-EE. UU. (Donald Byrne) 1956 3-1

URSS-Yugoslavia (sistema Scheweningen) 1956 51/i de 8

URSS-Yugoslavia (Matanovié) 1958 3-1


URSS-Yugoslavia (Bertok) 1959 2Y2-lY2

URSS-Yugoslavia (sistema Scheweningen) 1960 61/i de 8


URSS-Yugoslavia (sistema Scheweningen) 1961 3Y2 de6

URSS-Yugoslavia (sistema Scheweningen) 1964 31/i de 5


URSS-Yugoslavia (sistema Scheweningen) 1966 3de4

URSS-Yugoslavia (Gligorié) 1967 2-2

223
ÍNDICE DE JUGADORES
La numeración se refiere al número de partida

BARCZA 13 SÁNCHEZ 11
BOTVINNIK 5,6,18 SMYSLOV 19,32,43,46,47,48
SPASSKY 25,42,60
EUWE 17 STAHLBERG 12,22
STEIN 55,56
FILIP 24,37 SZABÓ 14
FISCHER 33,34,38,50,58,62
FUDERER 21 TAHL 27,35,54

GHEORGHIU 59 UHLMANN 29
GOLOMBEK 8 UNZICKER 7

IVKOV 44 VATNIKOV 4

JOLMOV 26 WADE 10

KERES 15,28
KOGAN 1
KORCHNOI 36,41
KOTLERMAN 2

LARSEN 51
LENGYEL 45

MATANOVIC:: 52

NAJDORF 16
NIKITIN 53
NIKOLAIEVSKY 39,57

PANNO 20
PARMA 49
PETROSIAN 3,23,31,40
PILNIK 9
POLUGAIEVSKY 30
PORTISCH 61

224
ÍNDICE DE APER TURAS
(Las cifras indican el número de la partida)

Apertura Española 24,27,42,49,54,55,61

Defensa Siciliana 1,4,13,16,20,26,30,33,34,37,38,39,51,58,59,62

Defensa Francesa 12,22,40

Defensa Caro-Kann 43

Gambito de Dama 18,25,44,60

Gambito de Dama Aceptado 21

Defensa Eslava 7,9

Defensa India de Rey 2,3,6,8,10,11,17,19,29,31,41,so, 56,57

Apertura de Peón de Dama 5,35

Defensa Grünfeld 36,48

Defensa Nimzoindia 15,23,28,46,47,52,53

Apertura Inglesa 32,45

Gambito Blumenfeld 14

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