Camina Sobre El Mar
Camina Sobre El Mar
Camina Sobre El Mar
Caminando sobre el agua,. En el curso de este evento, Jesús realiza no un milagro sino
tres. El mismo camina sobre el agua, hace que Pedro camine sobre el agua y luego calma la
tempestad. La gente estaba contenta por la comida provista por Jesús y quería forzarlo a
ser su rey, según la expectativa popular de un Mesías político (Joh_6:15).
Jua 6:15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey,
volvió a retirarse al monte él solo.
Al darse cuenta de este propósito, Jesús no demoró en obligar a los discípulos a partir en
la barca a la otra orilla, mientras despedía a la gente. “Obligar” ( G315) es un término fuerte
que implica resistencia. Sería que los discípulos simpatizaban con los intentos de la
multitud de forzar a Jesús a ser su rey, o que no querían dejar la multitud excitada, o que
ya soplaban vientos anunciando una tormenta.
Aquí el Señor nos enseña otro principio: necesitamos apartar tiempo para estar
solos con Dios—no como un "deber religioso" sino como una necesidad espiritual.
Cada creyente necesita desarrollar una relación íntima y personal con el Señor,
pues de allí viene la vida y la revelación (Salmo 63:1-2). Dios no sólo creó al
hombre con el soplo de su aliento (Gen. 2:7; Salmo 33:6), sino que nos da vida
espiritual de continuo (Job 33:4; Salmo 104:30; Juan 20:22) la cual obtenemos a
través de la conexión que tenemos con Él.
(Job 33:4) El Espíritu de Dios me ha hecho, y el aliento del Todopoderoso me da
vida.
Primer punto=VIGILIA
Palabra que designa una medida hebrea y también al guarda.
1. Medida hebrea de tiempo para dividir la noche. En el Antiguo Testamento se dividía en
tres vigilias de cuatro horas: la primera se contaba desde la puesta de sol, la segunda se
llamaba vigilia de medianoche y la tercera hasta la salida del sol (Jue 7.19; Éx 14.24; 1 S
11.11). En el Nuevo Testamento usaban la división romana de cuatro vigilias de tres horas,
las que se enumeran en Mc 13.35 (cf. Mt 14.25; Hch 12.4).
2. En sentido figurado, traducido "guarda" en la RV (Sal 141.3) y "vigilia" en la RV-1909.
14 . 25 La cuarta vigilia se extendía de 3:00 a.m. a 6:00
Como buen discípulo, Pedro quería hacer lo mismo que su Maestro, y le pidió que
se lo permitiera.
(Mateo 14:28-29) Respondiéndole Pedro, dijo: Señor, si eres tú, mándame que
vaya a ti sobre las aguas. Y El dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca,
caminó sobre las aguas, y fue hacia Jesús.
14.28 Pedro no estaba probando a Jesús, pues es algo que se nos dijo que no
hiciéramos (4.7). A pesar de que fue el único en la barca que reaccionó con fe, su
pedido impulsivo lo condujo a experimentar una demostración poco común del poder
de Dios. Pedro comenzó a hundirse porque no siguió mirando a Jesús sino que miró
las olas gigantes que se levantaban a su alrededor. Luego su fe fluctuó cuando se dio
cuenta de lo que estaba haciendo. Quizá no caminemos sobre las aguas pero sí
caminaremos a través de situaciones adversas. Si nos concentramos en las olas de las
circunstancias difíciles que se levantan cerca de nosotros sin buscar la ayuda de Dios,
también terminaremos desesperados y hundiéndonos. A fin de mantener su fe en
medio de las tormentas, mantenga los ojos en el poder de Cristo y no en su
incapacidad.
Pedro logró caminar sobre las aguas como Jesús. Pero cuando quitó la vista del
Señor y colocó su mirada en las circunstancias, las cosas cambiaron…
(Mateo 14:30) Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a
hundirse gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Toda esta experiencia fue durante la “cuarta vigilia”, que equivale al período de
tiempo entre las 3:00 y las 6:00 de la mañana. Al amanecer llegaron a
Genesaret…
EN GENESARET
Terminada la travesía, bajaron a tierra en Genesaret, que era un puerto de
comercio. Aparentemente Jesús no frecuentaba mucho ese lugar, porque como
suele suceder en los puertos, hay mucha contaminación espiritual. Pero las
noticias de los milagros de Jesús habían llegado hasta allí, y la gente lo buscó.
(Mateo 14:35-36) Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Jesús,
enviaron a decirlo por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los
que tenían algún mal. Y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su
manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.
Como ya vimos en el estudio del Sermón del Monte (ver: Mateo 5:17-48:
Jesús y la Ley), Jesús mismo aclaró que él no vino a derogar la ley:
(Mateo 5:17) No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas;
no he venido para abolir, sino para cumplir.
Jesús cumplió la Torá, y vivió según las normas del Reino de Dios. No sólo
la cumplió, sino que enseñó la Torá a sus seguidores, y señaló que la Torá
no ha perdido vigencia (Mateo 5:18-19). Jesús se sometió a la Ley de Dios
pero no a la tradición rabínica, y eso era lo que confundió a los líderes
religiosos de su tiempo.
TRADICIÓN RABÍNICA
Por años los rabinos interpretaron la Torá y los profetas, y sus
conclusiones se convirtieron en reglas y normas dentro de la religión
judía. Éstas están codificadas en el Talmud y otros escritos, pero no están
escritas en la Torá (por ejemplo: los lavamientos de manos y ciertas
prohibiciones en el día de reposo). Muchas veces Jesús no coincidía con la
interpretación de los rabinos, y por ello no practicó la tradición rabínica.
Jesús no habló con sutilezas a los fariseos, sino fue directo al grano. Ellos
venían a reclamar a Jesús por no cumplir con la tradición de los ancianos,
pero Él los confrontó y les hizo que ver por seguir la tradición muchas
veces dejaban de cumplir con la Ley de Dios. Para ilustrar su punto, usó el
ejemplo del mandamiento de “honrar a padre y madre”, el cual es uno de
los 10 mandamientos (Exodo 20). Jesús señaló que muchos religiosos
preferían usar su dinero para comprar ofrendas para el Templo en lugar
de cubrir las necesidades de sus padres.
LAVAMIENTO
Después de este llamado de atención, Jesús vuelve al punto del
“lavamiento de manos”…
Jesús nos enseña que la contaminación más grave que podemos tener no
es la física sino la espiritual.
¿A quién
seguimos?