Visita2 - Separata Monitoreo y Retroalimentación.
Visita2 - Separata Monitoreo y Retroalimentación.
Visita2 - Separata Monitoreo y Retroalimentación.
Este desempeño evalúa el acompañamiento que hace el docente del proceso de aprendizaje
de los estudiantes y las medidas que toma durante
la sesión para brindarles apoyo pedagógico
pertinente. Se valora aquí el monitoreo que realiza
el docente de los avances y dificultades de los
estudiantes en el logro de los aprendizajes
esperados durante la sesión, así como la calidad de
la retroalimentación que brinda a los estudiantes y
la adecuación que hace de las actividades de la
sesión. Considerando las necesidades de
aprendizaje identificadas. También, se valora si el
docente aprovecha los errores de los estudiantes como oportunidades reales de aprendizaje.
¿QUÉ ES MONITOREO?:
Un docente que monitorea activamente el aprendizaje de los estudiantes se encuentra atento
a su desempeño y, por iniciativa propia, recoge evidencia de sus niveles de comprensión,
avances y/o dificultades (a través de preguntas, diálogos, problemas formulados, instrumentos
o bien recorriendo los grupos y revisando su trabajo). Además, es receptivo a las preguntas o
solicitudes de apoyo pedagógico de los estudiantes. Si estas se presentan de manera
frecuente durante la sesión, basta con que el docente resuelva aquellas que puede responder
en el tiempo disponible para que se considere que es receptivo con las mismas. En este
sentido, no se debe penalizar al docente que deja de responder algunas preguntas por falta de
tiempo. Es importante señalar que las preguntas a las que el docente debe mostrar
receptividad son aquellas que se relacionan con los propósitos de la sesión de aprendizaje,
aunque remitan a conocimientos previos, básicos o tratados en sesiones anteriores.
¿QUÉ ES LA RETROALIMENTACIÓN?
La retroalimentación consiste en devolver al estudiante información que describa sus logros o
progresos en relación con los niveles esperados para cada competencia. Esta información le
permite comparar lo que debió hacer y lo que intentó lograr con lo que efectivamente hizo.
Además, debe basarse en criterios claros y compartidos, ofrecer modelos de trabajo o
procedimientos para que el estudiante revise o corrija. Retroalimentar consiste en otorgarle un
valor a lo realizado, y no en brindar elogios o criticas sin sustento que no orienten sus
esfuerzos con claridad o que los puedan distraer de los propósitos centrales.
TIPOS DE RETROALIMENTACIÓN:
Por descubrimiento o reflexión: consiste en guiar a los estudiantes para que sean ellos
mismos quienes descubran cómo mejorar su desempeño o bien para que reflexionen sobre su
propio razonamiento e identifiquen el origen de sus concepciones o de sus errores.
El docente que retroalimenta por descubrimiento o reflexión considera las respuestas
erróneas de los estudiantes como oportunidades de aprendizaje y los ayuda a indagar sobre el
razonamiento que los ha llevado a ellas. Por ejemplo, usando termómetros, los estudiantes
han medido la temperatura del agua contenida en dos recipientes -la cantidad de agua era la
misma en cada recipiente-. En uno de ellos, la temperatura es de 30 °C y en el otro, de 20 °C.
La docente vierte el agua de ambos en otro recipiente y pregunta: “¿Cuál será la temperatura
del agua ahora?” Pedrito responde rápidamente: “¡50 grados!”.
DESCRIPTIVA:
Consiste en ofrecer oportunamente a los estudiantes elementos de información suficientes
para mejorar su trabajo, describiendo lo que hace que esté o no logrado o sugiriendo en
detalle qué hacer para mejorar. Por ejemplo, en la misma situación del ejemplo anterior,
cuando Pedrito responde: “¡50 grados!”, la docente responde “No puede ser 50 °C. Recuerda
que, cuando agregas agua fría al agua caliente, esta se enfría”.
ELEMENTAL:
Consiste en señalar únicamente si la respuesta o procedimiento que está desarrollando el
estudiante es correcta o incorrecta (incluye preguntarle si está seguro de su respuesta sin
darle más elementos de información), o bien brindarle la respuesta correcta. Siguiendo el
ejemplo previo, la docente responde: “No, no es 50 °C. ¡Piénsalo mejor!”.
INCORRECTA:
Cuando el docente, al dar retroalimentación, ofrece información errónea al estudiante o da la
señal de que algo es correcto cuando es incorrecto o viceversa. Siguiendo el ejemplo previo,
la docente responde. “No, no es 50 °C. La temperatura de la mezcla siempre es el promedio de
las temperaturas iniciales”4 . La información que provee la docente es errónea porque, bajo
las condiciones de la actividad descrita, la temperatura en el equilibrio térmico no es el
promedio de las temperaturas iniciales. Esto debido a que el agua caliente no solo transfiere
calor al agua fría, sino al entorno en general. En el caso particular de la actividad, el aire y el
recipiente en el que se lleva a cabo la mezcla también absorben calor.
Solo se considera retroalimentación incorrecta cuando el docente, por una evidente falta de
conocimiento pedagógico o disciplinar, brinda o proporciona información equivocada al
estudiante, lo que conlleva a una elaboración o construcción errónea de su aprendizaje.
¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN?
La evaluación es un proceso permanente de comunicación y reflexión sobre los resultados de
los aprendizajes de los estudiantes. Este proceso se considera formativo, integral y continuo,
y busca identificar los avances, dificultades y logros de los estudiantes con el fin de brindarles
el apoyo pedagógico que necesiten para mejorar. Asimismo, en base al Reglamento el objeto
de evaluación son las competencias del Currículo Nacional de la Educación Básica, que se
evalúan mediante criterios, niveles de logro, así como técnicas e instrumentos que recogen
información para tomar decisiones que retroalimenten al estudiante y a los propios procesos
pedagógicos. Así, la evaluación cumple un papel no solo para certificar qué sabe un
estudiante, sino también para impulsar la mejora de los resultados educativos y de la práctica
docente. Este enfoque es válido para todas las modalidades y niveles de la Educación Básica.