INFORME 2 Granulometria

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE INGENIERÍA, CIENCIAS FÍSICAS Y MATEMÁTICA


CARRERA DE INGENIERÍA CIVIL

MECÁNICA DE SUELOS I
PROFESOR: Ing. Bermúdez Darío

PRÁCTICA No. 02
GRUPO No. 01

TEMA: “Granulometría de los Suelos”

INTEGRANTES:
1.Caillagua Cuichán Olger Alexander
2.Macas Guallichico Angel Fernando
3.Patajalo Villalta Miguel Francisco
4.Romero Zapata Gustavo David
5.Yar Quel Jefferson Franklin

CURSO: CUARTO PARALELO: 1

FECHA DE REALIZACIÓN: jueves, 24 de octubre de 2019


FECHA DE ENTREGA: jueves, 30 de octubre de 2019

Septiembre 2019 – Febrero 2020

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1. INTRODUCCIÓN

El suelo está formado por un conjunto de partículas discretas de diversas formas y


tamaños. El objetivo del análisis granulométrico es agrupar y clasificar las partículas que
forman los suelos separándolas en intervalos de tamaños y determinando la proporción
relativa en peso de cada rango de tamaño. El análisis granulométrico de los suelos o
granulometría de los suelos es uno de los ensayos más básicos y sencillos para caracterizar
un suelo pero no por ello menos importante. De hecho, únicamente con este ensayo ya
podemos aproximarnos a las características geotécnicas principales del suelo (Henry,
1990).
La granulometría se define como la distribución de los diferentes tamaños de las
partículas de un suelo, expresado como un porcentaje en relación con el peso total de la
muestra seca. Aprenderemos a utilizarla como un instrumento en la clasificación de los
materiales, ya que la descripción por tamaño tiene especial interés en la selección de
materiales para rellenos de carreteras y presas, los cuales requieren materiales con
graduaciones determinadas (Bowles, 1998).
Granulometría por tamizado
Es un modo de medir los tamaños de partículas de una muestra de suelo haciéndolas
pasar por mallas (o tamices) de distintas aperturas. La apertura se denomina luz del
tamiz. El tamizado es la opción más tradicional y tiene la ventaja de su simplicidad
mecánica y operativa. Empleando una serie de tamices normalizados apilados y
numerados en orden de apertura decreciente se consigue determinar la distribución de
tamaños de las partículas del suelo (Kirkham, 1972).
La granulometría por tamizado consiste en confeccionar la curva granulométrica de
una muestra, la cual es representativa de la distribución de tamaños de las partículas. Para
ello se hace pasar una muestra ya sea inalterada o alterada por tamices por vía seca o
mojada con diferentes aberturas, desde aberturas de 125 mm hasta 0,075 mm (tamiz Nº
200).
La curva granulométrica es la representación gráfica de los resultados del análisis
granulométrico y tiene forma de S. la curva representa el porcentaje de cada intervalo de
tamaños de grano que pasan por una serie de tamices establecida. Las métricas más
comúnmente utilizas al describir las distribuciones de tamaño de partículas son los valores
D1, D50 y D90, que son los que interceptan el 10%, 50% y 90% de la masa acumulada
(UNE-EN 933-2, 1999).

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2. OBJETIVOS
GENERALES
 Determinar de manera adecuada la distribución granulométrica de las partículas
de muestras de suelo.

ESPECÍFICOS
 Distinguir los distintos tipos de suelo, realizando la identificación y descripción
de cada una de las muestras.
 Determinar la graduación de las muestras de suelo, mediante el cálculo del
coeficiente de uniformidad y el coeficiente de curvatura.
 Realizar una curva granulométrica mediante la cual seamos capaces de interpretar
los resultados obtenidos.

3. EQUIPOS, HERRAMIENTAS Y MATERIALES

Equipos

N° Nombre Apreciación Capacidad


1 Balanza monoplato ±0.01g 311 g
2 Balanza digital ±0.1g 3000g
3 Horno de secado 105 °C ±5° 168 crisoles

Herramientas

N° Herramienta Cantidad Capacidad


1 Porta vasos 1 18 vasos
2 Vasos 2 -
3 Espátula 1 -
4 Franela y esponja 1 -
5 Recipiente plástico 2 -
7 Pera de succión 1 -

Materiales

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N° Nombre Cantidad Proyecto
1 Muestra de suelo 1 - Residencia Castillo
2 Muestra de suelo 2 - Rio Hollín

4. PROCEDIMIENTO:
Descripción, identificación y cantidad de agua del suelo:

1. Observar el origen o procedencia de cada suelo conforme se muestra en las tarjetas de


presentación de cada uno y que describe el Proyecto, obra, localización, perforación,
profundidad en metros, muestra, fecha; donde también consta el grupo, el operador,
los golpes y descripción parámetros que no están llenos o detallados.
2. Manipular el equipo entregado en cada mesa de ensayo para familiarizarse con su
función, excepto la balanza de precisión la cual primero debe ser explicada su
funcionamiento por los ayudantes o encargado de laboratorio.
3. Anotar el número del charol metálico en la parte superior del formulario
correspondiente a la práctica.
4. Determinar la masa de los recipientes que se denominará vasos metálicos y registrar
en el formulario cada uno de los valores de las masas de los 4 recipientes, observando
que estos estén limpios; para no concurrir en errores anotar el número de vaso en el
casillero junto a la masa de cada uno
5. Abrir las fundas que contienen las muestras de suelos y observar cuidadosamente para
determinar las propiedades de manera visual y no precisa en la que se intentará
determinar de cada muestra lo siguiente:

 Color: Observar a simple vista el color principal de la muestra que puede ser gris,
café, amarillo, rojo, azul, negro, verde blanco o anaranjado y su tonalidad
respectiva grisáceo, café, amarillento, rojizo, azulado, negruzco, verdoso,
blancuzco o anaranjado.
 Olor: Tomar la muestra de cada tipo en la mano y oler de una manera prudente
en la cual se busca determinar si la muestra de suelo es de carácter orgánico e
inorgánico o ninguno.

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 Tipo: Observar y Palpar cada tipo de muestra para determinar si es de tipo fino o
grueso.
 Plasticidad: Determinar esta propiedad agregando agua a un poco de suelo, donde
se formará una masa pequeña tratando de hacer lo más plástica posible y se
clasificará como baja, media o alta dependiendo de la plasticidad que se haya
alcanzado con el agua.
 Consistencia: Se tomará una cantidad pequeña de suelo preferiblemente un grumo
si el tipo de suelo lo tiene y se somete a una fuerza pequeña con los dedos y se irá
aumentando dicha fuerza con el objetivo de romper el grumo o intentar
desintegrarlo y esto se registrará como blanda, media o dura.
 Condición de humedad: Observar y tocar el suelo por un tiempo prolongado para
determinar si el suelo está húmedo, mojado o seco.
6. Llenar los vasos metálicos con las muestras de suelo a criterio propio pero que no sea
menos de la mitad de este y tampoco hasta el tope o su volumen completo, se deberá
llenar dos recipientes para cada tipo de suelo.
7. Determinar y registrar la nueva masa en gramos de cada recipiente o vaso con su
respectiva muestra en la balanza y este valor será registrado en el casillero de húmedo
(masa del recipiente + muestra de suelo).
8. Colocar los vasos con sus respectivas muestras en el charol metálico y proceder a
ingresar las muestras en el horno durante 24 horas a una temperatura constante de
110ºC ± 5ºC.
9. Extraer los vasos del horno y dejar enfriar lo suficiente para que puedan ser
manipulados para proceder al pesaje.
10. Determinar y registrar la masa de cada vaso metálico con su respectiva muestra con la
balanza y este valor registrar en el casillero de seco (masa del recipiente + muestra de
suelo seco).
11. Realizar todos los cálculos respectivos a la práctica que irán en el informe y los
requeridos en el formulario.
Lavado:
12. Colocar en los recipientes metálicos 180 gr y 150 gr de suelo de la primera y segunda
muestra que son arena y suelo fino respectivamente, para tener más precisión en este
valor se debe pesar en la balanza digital la cual ya está previamente encerada.

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13. El suelo ya pesado colocar en el recipiente de plástico y sobre este verter una cantidad
razonable de agua y empezar a lavar el suelo con las manos y utilizaremos las palmas
y las yemas de los dedos, realizar esto de forma rápida y cuidadosa evitando que el
suelo o fragmentos de suelo salgan de la bandeja.
14. Colocar el tamiz #200 en la parte de abajo y en la superior el tamiz asignado que es #
40.
15. Conforme se vaya lavando el suelo ir vertiendo en los tamices que están ya
sobrepuestos, realizar esto hasta que en el suelo se denote que ya no hay suciedad y en
lo posible ver que el agua salga cada vez más transparente.
Observar que mientras más se vaya lavando quedarán partículas más grandes las cuales
se debe tomar y colocar en el recipiente metálico.
16. Repetir el paso anterior hasta que en el tamiz #200 se haya depositado una cantidad
considerable de suelo de partículas finas y por consiguiente este deberá ser devuelto a
la bandeja de plástico de forma cuidadosa y observando que todas las partículas finas
sean devueltas a la bandeja de plástico, en este caso no usar el chorro directo de la
llave sino usar la pera de caucho.
17. Lavar el suelo nuevamente con una cantidad de agua menor hasta conseguir que el
agua sea lo más transparente, si existen grumos aplastar estos con las yemas de los
dedos hasta hacerlos lo más finos posibles.
18. Verter por último el suelo ya completamente lavado con el agua contenida en el
recipiente metálico y luego botar el agua que quedo en el recipiente de manera que no
se derrame nada de la muestra de suelo para proceder al secado en el horno a
temperatura constante.
19. Repetir del paso 13 al 18 con las dos muestras de suelo.
Tamizado:
20. Una vez retiradas las muestras de arena y del suelo fino del horno, se pesan las mismas,
para obtener la masa inicial antes del tamizado.
21. Se comienza el proceso con el tamiz 3/8, se pasa la muestra y se pesa la masa retenida
en el tamiz.
22. Separar las masas retenidas y continuar con la masa restante.
23. Se realiza lo mismo con el tamiz 4, 10, 40, 100 y 200.
24. En el caso del suelo fino si existe masa que pasa el tamiz 200, se pesa esta masa.

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7. ANÁLISIS DE RESULTADOS

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8. CONCLUSIONES

 Con la curva granulométrica se facilita el trabajo de analizar las muestras de suelo


ensayadas, desde el punto de vista del tamaño de partículas que lo conforman, nos
indica si el suelo está bien o mal graduado y consecuentemente se podrá realizar
una clasificación de los suelos.
 Un suelo bien graduado, es decir, con una granulometría continua tendrá un
porcentaje en vacíos menor y por tanto tendrá una densidad mayor, serán suelos
menos comprensibles, más impermeables y más fáciles de trabajar en obra.
 De acuerdo al contenido de agua de la muestra tomada del proyecto Rio Hollín
que es de 1.075% y el contenido el agua de la muestra del proyecto Residencia
Castillo que es de 19.38% se puede concluir que el proyecto Residencia Castillo
posee un suelo con absorción de agua muy alta esto se debe a que los granos del
suelo que conforman el mismo posee muchos poros los cuales absorben el agua y
la retienen.
 Según la curva de distribución granulométrica del proyecto Rio Hollín que se
obtiene con los datos de la gradación por tamizado del suelo obtenido de este
lugar; tenemos que se considera un suelo con buena granulometría debido a que
se puede observar que el suelo posee varios tamañas de partículas en su
composición. Se debe tener en consideración que la curva de distribución
granulométrica nos da resultados cercanos a la realidad, pero esto depende
principalmente de que tan bien se realizó el ensayo en el laboratorio. Con los datos
obtenidos un ingeniero puede notar claramente si el suelo posee dos diferentes
tamañas de agregado y así establecer propiedades buenas o malas de este suelo.
 El suelo influye de manera directa en las construcciones ya sea como materia
prima, sostener estructuras y obras a través del suelo por lo que es importante
determinar el contenido de agua y la distribución granulométrica para realizar
obras civiles o proyectos de ingeniería ya que al no conocer estas características
del suelo pueden desencadenar en factores como el cambio de volumen, la
estabilidad, densidad entre otras que afectan la realización de las mismas.

9. RECOMENDACIONES

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 Para prevenir la mezcla de muestras y la obtención de resultados incorrectos, todos
los contenedores deberán estar enumerados y se precederá a registrar la
numeración de los contenedores en las hojas de datos.
 Se recomienda realizar el lavado y tamizado de los suelos de una manera
cuidadosa procurando que no haya pérdida de la muestra.
 Durante la práctica es recomendable no tener pérdidas del suelo fuera de los
tamices cuando se hace el lavado, de igual forma se debe tener cuidado al manejar
el tamiz 200 debido a que la malla es muy fina y podría romperse.
 No lavar o refregar el suelo o partículas que quedan en el tamiz #200 ya que su
malla es fina y delicada, esto se debe realizar solo en la bandeja plástica.
 Si en el proceso de lavado ocurre un accidente que involucre una perdida bastante
de suelo es recomendable repetir la práctica ya que en la granulometría y
contenido de agua va a variar mucho en sus resultados.

10. BIBLIOGRAFÍA
Bowles, J. E. (1998). Manual de Laboaratorio de Suelos en Ingeniería Civil. McGraw-
Hill.
Henry, D. (1990). Fundamentals of Soil Science. John Wilwy and Sons.
Kirkham, D. (1972). Advanced Soil Physics. John Wilwy and Sons.
Malagón, D., Montenegro, H. (1990). Propiedades Físicas del Suelo. Instituto
Geográfico Codazzi, A.

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Rocci, S. (2018). Una clasificación de suelos, basada en granulometría. Obtenido de
Materiales de Construcción CSIC:
http://www.materconstrucc.revistas.csic.es/index.php/materconstrucc/article/do
wnload/1821/2221
UNE-EN 933-2. (1999). Ensayos para determinar las propiedades geométricas de los
áridos. Parte 2: Determinación de la granulometría de las partículas. Tamices de
ensayo, tamaño nominal de las aberturas.

11. ANEXOS:

UNA CLASIFICACIÓN DE SUELOS, BASADA EN LA GRANULOMETRÍA,


EN RELACIÓN CON SU APTITUD PARA LA MEZCLA CON CEMENTO

Uno de los más importantes factores que influyen en la dosificación mínima de


cemento para obtener un suelo - cemento de características dadas; y viceversa, en las
propiedades de un suelo - cemento con una dosificación dada de cemento, es el tipo de
suelo. Entre las características que definen este "tipo" de suelo, una primordial es la
granulometría, o distribución ponderal de los distintos tamaños (Rocci, 2018).

Ha de recordarse que, cuanto más fino es un suelo, más aumenta su superficie


específica (área de las partículas por unidad de peso), y que, por lo tanto, los fenómenos
físico - químicos asociados con dicha superficie cobran mayor importancia. Siguiendo
esta idea, podríamos distinguir el árido, inerte, grueso, del suelo, activo, fino.
Naturalmente, la mezcla de estos dos tipos opuestos de material, con cemento, no puede
conducir a los mismos resultados (Rocci, 2018).

Siempre en estos casos extremos, la adición de cemento en pequeñas dosis y


siempre en las debidas condiciones de compactación y curado, produce dos efectos
distintos:

 En los áridos (cuya principal característica es la de poseer rozamiento interno,


aunque poca o ninguna cohesión) el cemento une entre sí a los granos, y sus
vínculos forman una estructura celular que confiere cohesión al conjunto,
aumentando, por lo tanto, su resistencia intrínseca (Rocci, 2018).

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 En los suelos propiamente dichos (que tienen el inconveniente de alterar su
resistencia por la acción del agua) el cemento ejerce, ante todo, una intensa acción
superficial que neutraliza en cierto modo la del agua, haciendo que el suelo así
"modificado" pierda su plasticidad, aumente su resistencia en estado húmedo, y
pierda, en definitiva, su susceptibilidad al agua (Rocci, 2018).

Aumentando la dosificación de cemento se obtiene un nuevo material, cuyas


propiedades no son ya tan sólo las de los áridos o suelos, modificados o mejorados, sino
que también presenta una nueva característica que convierte a la mezcla en un material
diferente: el suelo - cemento (en el caso de los suelos) o el hormigón magro (en el caso
de los áridos). Esta nueva propiedad es la durabilidad, o resistencia a la intemperie, a las
alternancias de humedecimiento y desecación, y congelación y deshielo, que destruyen la
cohesión entre las partículas y, por consiguiente, disminuyen grandemente la resistencia
mecánica (Rocci, 2018).

Naturalmente, el proceso que hemos descrito cualitativamente, no es


cuantitativamente idéntico para todos los suelos o áridos: de donde la necesidad de una
clasificación.

Por lo pronto, hay materiales cuya misma naturaleza los hace no aptos para la
mezcla con cemento, cualquiera que sea la dosificación de éste: entre los áridos, los que
son excesivamente gruesos (elevado índice de huecos, compactación imposible); entre
los suelos, los excesivamente cohesivos (cuya mezcla con el cemento es imposible de
realizarse homogéneamente, al menos con los medios de que se dispone hoy día). En un
diagrama granulométrico como el de la figura 1 existirán, por lo tanto, dos zonas,
indicadas "no apto": si la curva granulométrica del material pasa por una de ellas, aunque
sea tan sólo parcialmente, dicho material no es tal que su mezcla con cemento proporcione
resultados satisfactorios. En la zona de la izquierda, ello será debido a que contiene
demasiada fracción gruesa; en la zona de la derecha, a que contiene demasiada fracción
cohesiva (esto es, finos arcillosos) (Rocci, 2018).

Otra distinción importante es la que se puede establecer entre los "áridos" (que
darán origen, a partir de cierta dosificación, a un hormigón magro) y los "suelos" (que
darán origen, en análogas condiciones, al suelo-cemento). Claro está que los primeros son
más gruesos que los segundos, pero aquí no es tan sencillo diferenciar, puesto que
interviene la proporción relativa de las fracciones gruesas y finas. Por lo tanto, se ha

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recurrido al original criterio de la ''línea frontera". La que nos ocupa se designa en la
figura 1 por la letra A. En principio, toda curva que pase por debajo de ella dará origen a
un hormigón magro, y la que pase por encima dará origen a un suelo – cemento (Rocci,
2018).

Figura 1: Diagrama Volumétrico

Fuente: Rocci, 2018

De esta manera hemos visto cómo aplicando una clasificación cualitativa, basada
en el empleo de la línea frontera, se puede predecir, de forma aproximada, no sólo las
características más salientes del material en cuanto a su aptitud para la mezcla con
cemento, sino también los campos de validez de los diversos criterios de dosificación. La
combinación de esta clasificación cualitativa con un ensayo granulométrico aproximado,
puede hacer que los reconocimientos en el campo cobren una mayor envergadura,
permitiendo llegar a más conclusiones acerca de la conveniencia de emplear
determinados materiales (Rocci, 2018).

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No basta, sin embargo, el examen de la granulometría y su encaje dentro de uno u
otro tipo de material, de los anteriormente definidos; intervienen otras variables, que no
hemos considerado aquí, pero que pueden tener una influencia decisiva: principalmente,
la plasticidad de la fracción fina, y el contenido en materias orgánicas que inhiben la
acción del cemento (Rocci, 2018).

CONCLUSIÓN ACERCA DEL ANEXO:

Para las mezclas suelo-cemento y árido-cemento utilizadas en la construcción, se


debe realizar una correcta dosificación dada de cemento, uno de los factores que influye
en esta dosificación es el tipo de suelo y para definir qué tipo de suelo es, se utiliza la
granulometría o distribución de los distintos tamaños de las partículas. Es obvio que en
estos dos tipos de mezcla del cemento con áridos y suelo, el resultado no va a ser el
mismo, ya que se obtienen nuevos materiales, cuyas propiedades ya no son tan solo las
de los áridos o suelos, sino que también presenta una nueva característica que convierte
a la mezcla en un material diferente. La principal propiedad de estos nuevos materiales
es la durabilidad o resistencia a la intemperie, aunque también disminuye la resistencia
mecánica, además este proceso no es el mismo para todos los materiales ya que existen
áridos o suelos que no son aptos para ser mezclados con cemento, cualquiera que sea la
dosificación de este.

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