Cronicas Valeranas 1

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CRONICAS

VALERANAS
José Rosario Araujo
INDICE
INTRODUCCIÓN

LOS PRIMEROS CIEN AÑOS DE LA CIUDAD DE LAS SIETE COLINAS

CRONICAS CORTAS DE NUESTRA TIERRA.

“NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ” EL PRIMER HOSPITAL DE VALERA.

EL ANUNCIADOR DE VALERA.

¡NOS ATACA LA LANGOSTA!

LA HISTORIA DE NUESTRA PLAZA BOLÍVAR.

DOMINGO GIACOPINI; EL JUGLAR VALERANO

LOS CRONISTAS DE VALERA.

UNA ROGATIVA POR LA LIBERTAD.

LAS INJUSTICIAS DEL OBISPO.

MAS SOBRE EL PADRE ANDRADE Y LAS CONSECUENCIAS DE LA ROGATIVO DE LA


LIBERTAD.

RECORDANDO LA VALERA QUE SE FUE.

COMO SE DIVERTÍA EN LA CIUDAD.

EL MITO DE LOS TRES POZOS DEL CERRO LA CRUZ Y LAS ÁNIMAS.

AQUELLA VALERA.

OTRA VALERA.

RECORDANDO ESPACIO VITAL.

RECORDANDO AL TÍO VICENTE MAZZEI.

LOS CINES EN VALERA Y SU HISTORIA NEGRA

LAS SERENATAS EN LOS AÑOS 80.


RECORDANDO A LEANDRO CANELÓN.

AQUEL “RANGEL” DE MIS RECUERDOS.

ENTRE FANTASMAS Y APARICIONES EN LA CASA CARMANIA.

…..Y SOBRE LA NOVELA “JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ; UN MILAGRO HISTÓRICO”.

ENTRE CRÓNICAS Y AMIGOS.

RECORDANDO A HUMBERTO ROSARIO

LOS CINES EN VALERA Y SU HISTORIA NEGRA.

EL DÍA QUE SE CAYÓ EL PARDILLO DEL BARRIO EL MILAGRO.

EVOCANDO LA FEDERACIÓN DE CENTROS CULTURALES.

CRÓNICA DE LOS INICIOS DE LA PARROQUIA SAN LUIS.

CUANDO VINO ALI PRIMERA A VALERA.

LA HISTORIA DE LOS FUNDADORES DE VALERA


INTRODUCCIÓN

Crónicas Valeranas es compendio de relatos que he logrado recabar en mi trabajo con los face
Conociendo Nuestra Historia I y II y el Blog El Cronista de Nuestra Historia.

Con estas redes sociales en donde he trabajado por cinco años me han dado la oportunidad de
intercambiar temas con muchas personas e investigar sobre la Crónica en el Municipio Valera.

Para mí es un placer entregar al Municipio Valera este trabajo que he realizado con mucho cariño para
que celebremos nuestro Bicentenario, fecha que nos llena de orgullo.

Desde que estoy al frente de estos tres portales y con las investigaciones realizadas he podido afirmar
más, que nuestra Ciudad de las Siete Colinas es rica en interesantes relatos, leyendas y mitos que nos
hacen estar a la vanguardia en el estado Trujillo.

Esperamos que este libro lo disfruten al leerlo como yo lo disfrute al escribirlo y les anunció que
vendrán varias partes, ya que nuestro terruño nos da mucho y muy buen material para escribir crónica.

Debo agradecer al Concejo Municipal de Valera, al Presidente Concejal Leonardo Anzola, a los
Concejales Johnny Montilla y German Lares por el apoyo y colaboración que he tenido para poder
escribir estos relatos.

De la misma manera agradecer a mi esposa Jackelin Ramírez Rosario, a mis hijos Luis Eduardo,
Victoria y Paola por la paciencia que han tenido cuando me aíslo en la casa para escribir estas crónicas.

También a mis amigos el Prof. Yherdin Peña, a Hermes González, a los Cronistas de Motatán,
Pampanito y San Rafael de Carvajal; Javier Viloria, Gregorio Rivero y Robinson Núñez, a los
Abogados Candelario Briceño y Eli Torres, a la amiga Lcda. Nuvia Uribe del Comité de Historia del
Bicentenario, al Lcdo. Robinson Nava. De la Coordinación de Turismo de la Alcaldía de Valera.
LOS PRIMEROS CIEN AÑOS DE LA CIUDAD DE LAS
SIETE COLINAS
Este año de 2018 en el mes de agosto; el día 25; cumplimos el bicentenario de que los hijos de
Mercedes Díaz certificaron ante el Teniente de Justicia Mayor y Administrador de las Rentas Reales de
este partido y parroquia de Motatán; Juan Antonio Chuecos; la donación que hizo Mercedes Díaz de
100 varas para la construcción de una capilla.

Los herederos de Doña Mercedes en esa fecha, donan una porción de tierra para la fabricación de una
parroquia en donde ya para el año siguiente, el 14 de diciembre, empezaron los deslindes y
participación de la finca “Santa Rita”.

Esta participación fueron originalmente realizadas ante el Teniente Justicia Mayor Juan Antonio
Chuecos y los herederos de Mercedes Díaz designaron como peritos agrimensores y partidores a Carlos
Pérez e Ignacio Abreu.
Gabriel Briceño de la Torre hizo gestiones con los mencionados herederos para que fueran concedidos
los terrenos, dos cuadras y medias; cedidas por Reyes Terán y doscientas noventa y cinco varas
otorgadas por su hermano Reyes Terán y doscientas noventa y cinco varas donadas pos Candelaria
Díaz.

Los hijos de Mercedes Díaz encomendaron a un sacerdote llamado Manuel Fajardo y a Gabriel
Briceño para delinear el pueblo, vender solares y con el dinero reunido levantar la iglesia.
Eso; amigos valeranos; significa que este año del 2018, la ciudad está de cumpleaños y en una reunión
que tuvimos con el Concejo de la Orden Ciudad de Valera para las celebraciones de los 198 años de la
ciudad, el Concejal Jaime Montilla, recordó que en este año llegamos a nuestro bicentenario.

Aclaramos que la celebración del Día de Valera el 15 de febrero es debido a que ese día el sacerdote
Rafael Lazo de la Vega; Obispo de Mérida; fijo los límites de la parroquia eclesiástica de San Juan
Bautista de Valera en 1820.

Conociendo un poco nuestra historia el Dr. Domingo Tejera; conocido político y poeta valerano del
siglo XIX; dijo en un artículo que escribió por la ciudad, que un documento de 1595 que se encuentra
en los archivos de Escuque las tierras en donde se encuentra la ciudad las repartió el Teniente de
Justicia Diego de Osorio y le tocaron a Marcos Valera.

Recordemos que en este territorio moraban los indios escuqueyes y para el año de 1790 solo existían
ranchos de paja, sembradíos de plátanos, maíz y algodón realizadas por los Terán y Díaz que fueron los
más antiguos pobladores que se conocen.

La Hacienda Santa Rita, propiedad de las familias nombradas, con un valor de cien pesos, fue fundada
por Domingo del Rosario Ojeda y su primer dueño fue Marcos Valera.
Para el año de 1832, antes de hacer entrega de la Gobernación el Dr. Ricardo Labastidas, se inicia la
construcción de un camino entre Valera y Trujillo por San Lázaro ya que el antiguo por Pampanito y el
río Jiménez las calenturas destruyen a todos los transeúntes y pobladores.

La ciudad de Valera en 1846 Valera crece comercialmente al establecerse en su urbe el primer expendio
de medicinas instalado por un señor de nombre Fernando Azuaje, que no era médico, pero ejercía como
tal.
Ya para 1850 la población cuenta con mil quinientos habitantes, con solo 30 años de fundada en ella
fija como residencia uno de sus benefactores que fue el Gral. Juan Ignacio Montilla que venía de la
Quebrada.

Dos años pasarían y Valera sería asolada por una epidemia de fiebre amarilla, sus habitantes huyen a
los pueblos cercanos y pasarían seis meses para lograr dominar la enfermedad.
En 1860 es elevada Valera a la categoría de Villa y cabecera de departamento dictada por la Diputación
Provincial solicitud elevada por el Dr. Hilarión Unda, el Cnel. Pedro Briceño y Eduardo Briceño.

El alemán Juan Haack instaló la primera imprenta destinada a las necesidades publicitarias de la Botica
Alemana en la ciudad que luce un importante crecimiento en aquel año de 1869.
El 1 abril de 1875 se instala en la antigua Hacienda “Santa Rita” el Concejo Municipal, la Cámara
Edilicia del distrito Valera. En el libro de acta de ese año consta la instalación del cabildo municipal,
conteniendo una irregularidad ya que tratándose del primer libro no puede haber en la primera acta un
presidente saliente.

Este libro no tiene nota de apertura como se acostumbra en estos libros, faltándose 56 páginas y se
notan que fueron arrancadas, como no existe más constancia debemos considerarla como fecha de la
instalación del Primer Concejo Municipal de Valera.

Para el año de 1873 el primer matrimonio civil que se celebra en el estado Trujillo, se realiza en la
ciudad y es autorizado por el Presidente del Concejo Departamental de Valera, señor Arístides Paredes,
los contrayentes son Miguel Azuaje y Rosalía Paredes.

Los italianos residentes en Valera el mes de junio de 1876 celebran la promulgación de los Estatutos
de Italia y le piden al párroco de la ciudad que les oficie una misa, negándose este por razones
político-religiosas, cerrándoles la iglesia.

Los animados italianos garibaldinos levantan en el centro de la Plaza un templete e interpretan un


Tedeum y marchas garibaldinas y los valeranos aprecian la música sin conocer su origen.

Siete años después la colonia celebra el aniversario de la Unidad Italiana creando una banda de música
formada por jóvenes garibaldinos entre ellos el papá de mi abuela, Pedro Magi.
La antigua Hacienda Santa Rita sigue destacándose por su crecimiento, hasta en la parte cultural y en
1889 se organiza la Sociedad “Amantes del Progreso.

Cinco años después, para 1894, la ciudad de las siete colinas avanza hacia el progreso realizándose la
nivelación de los pisos de la plaza y el embaulamiento de la acequia que divide la ciudad.
Ese mismo año vuelve a aparecer la fiebre amarilla durando un año este azote.
En el primer año del siglo XX en Valera; capital del estado Trujillo, por decreto del Presidente
Cipriano Castro; se reúne la Constituyente Regional.

La ciudad como capital dura solamente ocho meses recobrando la ciudad de Trujillo el privilegio
perdido.
Ese mismo año el agrimensor Américo Valero traza la nueva plaza para el llano de San Pedro llamada
Plaza de la Concordia, ahora conocida como Plaza Sucre, seis años después se le cambia el nombre por
Plaza Araujo en honor del León de la Cordillera, Gral. Juan Bautista Araujo, además del alineamiento
de sus avenidas internas y empedrado de sus calles.
En 1904 el progreso material de la ciudad se destaca, por órdenes del presidente del Concejo
Municipal de la ciudad; Juan Ignacio Montilla; decreta la construcción de un puente sobre el río
Motatán en el camino a Carvajal, la creación del acueducto, promesa de Cipriano Castro la donación de
un terreno por Domingo Giacopini y 2.000 Bs para la construcción de un hospital, la construcción de
un cementerio y una línea telefónica entre la ciudad y Motatán; por cada 20 palabras Bs. 0,50 y cada
palabra de exceso Bs. 0,12 como en el telégrafo.

En 1918, faltando dos años para el bicentenario de la ciudad, el Concejo Municipal de Valera designa
una comisión integrada por el Pbro. Miguel Antonio Mejia y los Brs. Américo Briceño Valero y Jesús
Briceño Casas para precisar la fecha de la fundación de la ciudad.

Concluyen en una investigación realizada, celebrar el primer centenario de la ciudad el 15 de febrero


por la fijación de los límites de la parroquia eclesiástica de Valera por el doctor y sacerdote Lazo de la
Vega.
Para el año de 1920 se establece en Valera la primera Inspectoría de Vehículos para la matriculación de
los automóviles.

Llegando el 15 de febrero las festividades del centenario no pueden realizarse por una epidemia de
viruela que se produce en todo el estado y seria realizado el siguiente año con grandes celebraciones
entre ellos una sesión solemne realizada por el Concejo Municipal con asistencia del Presidente del
Estado Dr. Santiago Fontiveros y varios representantes de varias municipalidades trujillanas.

En el acto es develado los retratos de Bolívar en Carmania y Doña Mercedes Díaz por su presidente
Antonio Jelambi, el secretario de concejo da lectura al acto de la erección de la Parroquia eclesiástica,
terminando la reunión con un discurso realizado por el Abg. Dr. Jesús María Rosales.

Estos fueron los primeros cien años de la ciudad de las siete colinas, en donde se demostró el avance de
Valera, ahora a todos sus hijos en la celebración de sus doscientos años tenemos el deber de encauzarla
por las sendas de progreso y avance que un día transitó.
LA VALERA DE AYER

LA IGLESIA SAN PEDRO AÑOS 70


CRONICAS CORTAS DE NUESTRA TIERRA
Leyendo a Gallegos Celis, primer Cronista de nuestra Valera pude obtener varios datos que creo que
son de importancia para conocer nuestra historia.

-El caserío Agua Clara fue fundado por José María Espinoza en 1840, hizo una casa de muy sólida
construcción y esa vivienda tenía una capilla el 20 de mayo de 1858, siendo bendecida por el sacerdote
doctor Juan Hilario Boset.

Esta capilla sirvió de panteón para la familia Espinoza, encontrándose allí enterrados sus fundadores. El
cuidado del recinto sagrado lo tuvo por mucho tiempo Maria de la Paz Espinoza, haciendo las
reparaciones necesarias y los ornamentos eran costeados por ella.

Pero para el año de 1813, en plena Campaña Admirable, el General realista Correa tuvo tropas
apostadas tanto en Agua Clara y Carmania.

-La primera casa de comercio en Valera fue de una señora Agueda Gonzalez que siempre estuvo muy
bien dotada de mercancía. También era una posada que vendía comida todo el día y se encontraba
situada en la esquina de la Av. Feniz, que sería para principios del siglo XX la calle Miranda,
actalmente la Calle 8.

- La primera comercio de ropa fue propiedad del Dr. Hilarión Unda, con el tiempo otros comerciantes
se dedicaron a ese ramo, como lo fueron los Maya, los Prisco, Lucio Lares. Pasando el tiempo también
los italianos llegados a esta tierra y que se había casado con valeranas, se dedicaron a esta nuevo
negocio.

-En los principios de Valera y por muchos años se realizaba el mercado los días domingo, venían los
habitantes de las tierras altas que eran mayoría.
La fecha del verdadero avance y progreso de la ciudad data de 1870 cuando se comienzan a fabricar
muchas casas de tejas que eran fabricadas por Atanasio Maldonado y Fernando Azuaje.

-Una acequia atravesaba toda Valera, desde el sitio de La Gallera, pasa desde el norte atravesando
muchos solares de casas, pasando por el centro de la plaza e iba a regar la Hacienda Morón.
- El zanjón del Tigre divide el llano de San Pedro de la recién comenzada ciudad. Esta fue una obra
construida por el hombre para poder regar las diferentes haciendas.

-En los cerros que se encuentran al lado de la Urb. Morón, antigua hacienda de la familia Vetancourt, se
encontraban cuevas en donde en los inicios de Valera se encontraron figura de barro y utensilios que
datan de muchos siglos.

-El primer cementerio que existió en Valera fue en el terreno que ocupa la iglesia, extendiéndose dos
cuadras quizás hasta la calle Peñalver que cálculo que era en la calle 8 entre Av. 11 y 12.

El segundo cementerio fue hacia Morón en un camino hacia Motatán, después lo mudaron al final de la
calle Peñalver, en donde enterraron a las víctimas de la fiebre amarilla, que asolo Valera en 1853.

Otro cementerio que tuvo Valera fue en la parte occidental del pueblo, comentándose que era cercano a
la calle 10, donde ahora se encuentra situado en los terrenos donde se encuentra el ambulatorio
Venezuela.

- Para principios de 1900, rumbo a su Centenario, la ciudad consta de ocho calles largas alineadas de
sur a norte y 10 trasversales de oriente a occidente.

NUESTRA PLAZA BOLIVAR EN LOS AÑOS 90


EL MOCHO LISANDRO, DUEÑO DE UNA LICORERIA EN SANTO DOMINGO, VISITADA
POR LOS ADORADORES DEL DIOS BACO.

MI AMIGO JUSTINIANO ABREU, UN GRA CABALLERO. PERSONAJE DE MENDOZA.


“NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ” EL PRIMER
HOSPITAL DE VALERA
Recién comenzaba el siglo XX y la nobel ciudad de Valera necesitaba un hospital y quien mejor que el
italiano Domingo Giacopini; “jurungo” juglar; que se había convertido en uno de los habitantes de la
ciudad de Mercedes Díaz; para comprender que era menester la necesidad de un sitio donde se
pudieran atender a sus enfermos.

Como era su accionar Giacopini dona una casa y 2000 bs para la construcción de la obra, edificación
que se encontraba situada a la orilla de un camino que unía a Valera con Betijoque, en donde
funcionaba una posada que servía a los viajeros que transitaban de San Lázaro, y la Quebrada para
continuar a Sabana de Mendoza y La Ceiba.

El Concejo Municipal; en 1904; acepta la donación del italiano y lo comisionó para que escogiera la
junta administradora que quedó conformada por el sacerdote Miguel A. Mejía, Ernesto Spinetti,
Eleazar González, Adolfo Troconis, Dr. José Antonio Tagliaferro como miembros principales y el Br
Pompeyo Oliva, Eduardo Gentini, Antonio Salinas, General Estanislao Sequera y Pedro Escalona
como suplentes.

El Gobernador de Valera de una manera abusiva; como se acostumbraba en esa época; dejo de lado la
junta administradora y en vez de culminar la obra como un hospital, la termino convirtiendo en una
asilo para mendigos, y pordioseros permaneciendo así por dos años.

Giacopini reestructuró la junta y en conversaciones con el ayuntamiento municipal vendió un terreno


de su propiedad por valor de 12.000 bs y con ese dinero se dedicó a acondicionar la casa donde
funcionaba lo que sería con el tiempo el Hospital Nuestra Señora de la Paz.

En el año de 1909 se demuele el antiguo inmueble y al año siguiente se inicia la construcción de un


nuevo edificio cuyos planos los realizará el Br. Pompeyo Oliva. La obra cuenta con la cooperación del
actúa gobernador, que era el Gral. Víctor Manuel Baptista quien cedió por un tiempo la mitad de su
sueldo y por disposición oficial un aporte mensual de ochocientos bolívares para sus trabajos.
La nueva junta la conformaron Rodulfo Terán Labastidas, el Padre Miguel A. Mejía y Abdón Briceño.
Pasarían seis años para que los trabajos se reanudaran, ya que los problemas de carácter político y la
falta de presupuesto paralizaron el proyecto.

Ahora una junta integrada por el Padre Mejía, Dr. P.E Febres Cordero, Ceferino Briceño, Gral. Mario
Terán Labastidas, Ernesto Spinetti, Dr. Otilio Mármol y Buenaventura Angulo tratan de llevar la obra a
feliz término.

En el año de 1917 hubo personas que colaboraron con la obra, como lo fueron Ulpiano Cañizales que
donó una importante suma para los salones de la obra, el Dr. Cifuentes Labastidas que estuvo
pendiente para que la construcción de la obra y Ana Hernández Bello de Tejera que haciendo verbenas
y veladas logró recolectar fondos para la continuación de los trabajos.

Pasaron dos años y el Concejo Municipal asignó una contribución mensual de cien bolívares para la
finalización de los trabajo y además creo una estampilla municipal para ayudar la obra.
El General Gómez regalo 160 acciones de la Compañía Anónima “Planta Eléctrica de Valera” y 500
sacos de cemento.
Por fin el 10 de mayo de 1923; después de 19 años; el Hospital fue inaugurado y quedo atendido por
un grupo de Hermanas de la Congregación de Santa Ana, cuya llegada había sido gestionada por la
señora Hernández Bello de Tejera, integrada por la Madre Patrocinia Naváscuez y las Hermanas
Genoveva Gascón, Carmen Ortiz y Apolonia Fernández.

En sus años de actividad en preciso mencionar a los médicos y benefactores como los doctores; Gil
Manrique, Guillermo Parra, Eugenio de Bellard, Manuel Chuecos Pedro Emilio Carrillo, señores
Miroclates Montiel, Juan de Dios la Corte, sacerdotes; Ignacio Burk y José Humberto Contreras; que
continuaron la obra con su trabajo y dedicación.

Para los nuevos tiempos el antiguo hospital “Nuestra Señora de la Paz” es un moderno ambulatorio en
donde reciben atención por parte del IVSS los habitantes de la urbe valerana, no pudiendo olvidarse la
figura importante del que haría realidad este sueño; el “jurungo” juglar, Don Domingo Giacopini.

LA CALLE 8 CON AV.11. ESQUINA PLAZA BOLÍVAR


HOSPITAL NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ AÑO 50
EL ANUNCIADOR DE VALERA
La ciudad de Valera se destacó por la cantidad de semanarios y periódicos que se hicieron a través de su
historia, el Anunciador surgió como un órgano de propaganda comercial e industrial.

Este periódico fue dirigido por Valeriano Diez y Riega y Miguel Rodríguez Rivas e iniciado el 1 de
enero de 1934. Constaba de cuatro páginas y traía anuncios comerciales de la Farmacia Americana,
Destilación La Ceiba, Cigarrillos Bandera Roja y Bigot de Breur Mollery y Cía; Cinelandia, Barbería
Salón Rojo de Elio Uzcategui, Mercancías y Quincallería de Elías Rad, Garnacha Vino Tinto de Hernán
Peña.

Diez y Riega era un español que había llegado a la ciudad de las Siete Colinas en 1929, convirtiéndose
en un destacado empresario dueño de una cadena de cines y un hotel, siendo también poeta y periodista

Miguel Rodríguez se convertiría en la época de los años 40, en un destacado dirigente de Acción
Democrática en el estado y ocupó la Secretaria de Gobierno en 1947 y fue gobernador del Estado
Trujillo cuando el gobierno de Raúl Leoni.

Este periódico valerano fue famoso por ser un periódico independiente, que nunca se prestó para
zalamerías con el régimen Rehabilitador del Gral. Juan Vicente Gómez.

El Anunciador contó con la colaboración de grandes personajes de la ciudad, entre ellos el que después
seria Cronista de la ciudad y autor del excelente libro “Anales de Valera” Alberto La Riva Vale que se
suponía que escribía “La Valera de Antaño”, sin firmar, Hernán Rosales; quien escribía con los
seudónimos de Ana Lítico, Reflector y Armando Fiesta, Hilarión Hernández, Julio Febres Jelambi,
Cifuentes Labastidas, Arreaza Pino, Vitelio Reyes, Rosales Aranguen, entre otros.

Este periódico divulgativo se anunciaba como órgano de propaganda para dar a conocer la labor del
comercio y la industria de la ciudad.
Como era de imaginarse por ser uno de sus editores Diez y Riega y dueño de los cines de la ciudad; el
Anunciador; se caracterizaba por tener la propaganda del Cinelandia con un explicación detallada de
las películas de estreno, además de comentarios sobre las películas de moda.

Al primer año de su primer número fue muy bien recibido por la colectividad valerana una edición
aniversaria de 40 páginas, siendo reconocido el esfuerzo realizado para lograr esa gran edición.

En su edición del 9 de julio de 1936 aparece en El Anunciador una noticia que me llamo la atención
una noticia en Primera Plana que dice: “El Clamor de Valera”.

En esa columna manifiesta la necesidad de la ciudad por un acueducto nuevo y al estado alarmante de
Valera por la deficiencia del actual acueducto. Ese clamor es todavía hecho por el pueblo valerano, ya
que en pocas palabras nuestra ciudad no ha sido muy favorecida por el agua.

Recreándome por las páginas de El Anunciador pude notar el trabajo social que realizaba este periódico
que para el año de 1936; Valeriano Diez y Riega; aparecía como Director, Redactor y Propietario.

En su número 66 critica el mísero salario que tenían las costureras, que era la ruina de muchos hogares
en la ciudad.
El Anunciador se mantuvo en la ciudad por tres años en aquella ciudad de las Siete Colinas, sentando
cátedra de buen periodismo en la tierra de Mercedes.
¡Honor a quien Honor merece!

Foto 1: Valeriano Diez y Riega.

Foto 2: El Anunciador
URB.LA CIENEGA, EN SUS INICIOS

LA REDOMA DE LAS ACACIAS, AHORA AV. 17


TRUJILLO MOTORS NEGOCIO EMBLEMATICO DE LA VALERA

EL REFRESCO VALERANO DE LOS AÑOS 60 Y 70


¡NOS ATACA LA LANGOSTA!
Esa debió haber sido la frase que esgrimieron, los habitantes de la ciudad de las siete colinas cuando
finalizando el año de 1910 la plaga de langostas hizo su aparición en Valera.

Esta plaga había invadido todo el territorio del Estado Trujillo, causando graves daños en las fincas,
destruyendo cosechas completas.

La langosta había acabado con grandes hectáreas de plátanos, siendo la única manera de combatir ese
flagelo que quemándolas rociándolas con querosén y prendían los sembrados para ver si con el humo
espantaban las langostas.

Ya para un año después se había reducido el 10 por ciento de la cosecha de granos y para enfrentar la
plaga el Gobierno Estadal planeo una lucha organizada, creando en cada capital de distrito, una junta
integrada por un jefe civil del distrito, el presidente del Concejo y el administrador de rentas.
Esta junta nombraría juntas subalternas en los diferentes municipios que podía estar integrada por los
agricultores más importantes de la zona.

El gobierno estatal también colaboraba pagando a dos bolívares de por cada quintal de langostas que
luego eran incineradas en zanjas.
Todos los varones mayores de 12 años, eran obligados a presentarse a la primera autoridad del
municipio o los sitios en donde existiese la plaga para organizarse en unas cuadrillas y los que se
negaban sin causa justificada serian multados de 10 a 20 bolívares o detenciones.

Pasaría un año para que esta plaga fuese erradicada de las tierras trujillanas las langostas, pero
produciendo ruinas en muchos hacendados y el hambre asolo Valera.

El Concejo Municipal de Valera trabajo en forma activa para lograr la eliminación de la terrible plaga,
constituyo una junta de socorro que presto auxilio a las familias afectadas con alimentos.
Los ayuntamientos municipales de la zona se dirigieron al Presidente de la República con la intención
de pedir la exoneración de los derechos aduaneros del maíz, arroz, harina y otros cereales, pero fue
negada por Gómez ya que consideraba que era un ataque a la agricultura del país.

El periodista Pompeyo Oliva en su Revista del Centro Industrial discutió las razones esgrimidas por el
Presidente Juan Vicente Gómez aduciendo que el Primer Mandatario tendría razón si la agricultura de
la zona por lo menos producía siquiera para su consumo interno.

Indicaba Oliva que siempre el estado Trujillo había dado para sus gastos y refería que era posible que el
presidente tratando de proteger la agricultura nacional no viese el gran problema que pasaba el estado
Trujillo, ya que la langosta fue uno de los peores flagelos que había sufrido Valera sin tener ni contar
con la ayuda nacional del gobierno gomecistas.
LOS HERMANOS ABREU VASQUEZ CON SU PADRE EL MAESTRO ABREU, ORGULLOS DE
LA CIUDAD

EL ABG. ELEAZAR BUITRAGO, REGISTRADOR DEL MUNICIPIO, UN GRAN AMIGO


LA HISTORIA DE NUESTRA PLAZA BOLÍVAR
El Dr. Gabriel Briceño al delinear las calles para fabricar un pueblo en los terrenos ya donados por los
Terán y los Díaz, que eran los herederos de Mercedes Díaz, destinó un terreno de 80 varas para la
construcción de una plaza.

En ese sitio se realizaban todos los días domingos una venta en donde llegaban los habitantes de
Chachopo y Timotes a ofrecer sus productos y a compra artículos necesarios para su vida diaria.
El Domingo de Ramos en el espacio que después sería conocido como Plaza Bolívar, se realizaba una
gran feria en donde se realizaban transacciones comerciales de importancia, donde se subastaban
ganado, mulas y equinos.

El Dr. Atiliano Vizcarrondo en el año de 1895, en su gobierno, realizó la nivelación del piso y el
embaulado de la acequia que la atravesaba.
Seis años después ya este espacio es conocido como Plaza Bolívar, el Dr. Inocente Quevedo decreta el
empedrado que faltaba en las tres cuadras que la rodeaban, colocan unos barandas de hierro a su
alrededor y le colocan en su parte interna ladrillos. Nombran una Junta de Fomento, conformada por el
Gral. Emilio Rivas, Jefe Municipal, Pedro Santini y J.R. Colina Montilla.

Para el año de 1905 el Concejo Municipal de Valera decreta el embellecimiento de la plaza, colocando
una verja de hierro y la estatua de Simón Bolívar. Todo esto enmarcado en el primer Centenario de la
ciudad.

Es nombrada una junta directora de los trabajos conformada por Alfredo Carradini, Abdon Briceño,
Julio Troconis y Ramón Ordoñez. Para el trazado de la plaza colaboran el agrimensor Américo Briceño
Valero, Antonio Braschi, Rodulfo Terán Labastidas y Víctor Ortega.
El Presidente Constitucional del Estado Trujillo en 1909; Dr. Trino Baptista; donó la cantidad de Bs.
2.400 para continuar los trabajos de continuar los trabajos de construcción de la plaza que había
paralizado. Se forma una junta directiva que es dirigida por el Gral. Víctor Manuel Baptista e integrada
por los ciudadanos Marcos Ibarra y Alfredo Carradini.

Tres años después el Presidente Juan Vicente Gómez donó 400 quintales de cemento para el pavimento
y con la intención de continuar los trabajos de embellecimiento de la plaza. El Gral. Rafael Román
Colmenares, Consejero de Gobierno Encargado de la Presidencia Constitucional del Estado, da la
cantidad de 1.600 Bs para pagar el traslado del material donado por Gómez.

El embellecimiento de la plaza es encargado a una junta de damas valeranas que está integrada por
María Ramírez de Troconis, Angélica de Salinas, Basilisa de González y María Dolores Araujo.
Una nueva junta se encarga del ornato de la plaza, amplían la red de tubería interna para el riego de los
jardines, sembrando árboles para que la plaza tuviera sombra y la gente pudiese refugiarse del sol.
Vicencio Pérez Soto, Presidente del Estado, en 1925 ordena la reparación del piso ya que el pavimento
estaba destrozado y donó la estatua de bronce de Simón Bolívar que es la actual que se encuentra en la
Plaza Bolívar.

En 1936 una comisión nombrada por el Concejo Municipal integrada por Valeriano Diez, Alberto La
Riva y Rafael Ochoa para que seleccionen una frase del Libertador y es escogido: “La fuente de la
legitimidad es el sufragio libre de los pueblos, no el eco de un motín, ni la expresión de unos amigos”.
Para mediados del siglo 20 siendo Presidente del Concejo Municipal; Alberto Maldonado Labastidas;
contrato al Arquitecto Rosario Giardinela para construir nuevamente en su totalidad la Plaza Bolívar.
Es obra tuvo un costo de 285.000 Bs, con pisos de granito, alumbrado, cuatro fuentes.

Sustituyo las barandas de hierro con muros artísticos y modificaron las escalinatas de acceso,
sembraron grama, colocaron bancos y un nuevo pedestal para la estatua del Libertador.
El 5 de diciembre de 1954 fue inaugurado por Laureano Vallenilla Lanz, Ministro de Relaciones
Interiores que vino expresamente a Valera con ese claro objetivo.
Hay que recordar que el Concejo Municipal compró a la Marmolería Roversi un nuevo Pedestal de
mármol por el costo de 30.000 Bs.

Esta fue la historia de nuestra plaza más importante de la ciudad, ya que para amar a nuestra Valera
debemos conocer su historia.
Insistimos en la necesidad de rescatar espacios en la ciudad de las siete colinas, con la firme intención
de crear sitios para el sano esparcimiento de la familia valerana.

Recuerdo con nostalgia los domingos de Retreta tan concurridos por las familias valeranas,
vislumbrando que no es difícil volver a esos tiempos ya que en la ciudad de Caracas se han recuperados
espacios para el buen desenvolvimiento de todos. Rescatando esos espacios de la prostitución y venta
de drogas.

LA PLAZA BOLÍVAR AÑO 40


CALLE 8. PLAZA BOLÍVAR, DIFERENTES TIEMPOS.
Conozcamos a Valera
DOMINGO GIACOPINI; EL JUGLAR VALERANO
Desde muy pequeño conocí la historia asombrosa de nuestro terruño contada por personas que la
vivieron; entre ellos puedo citar; en primer lugar; mis madres de crianza; Ana y Esther Rosario Magi,
mi tío Pedro Rosario Magi, mis buenos y recordados amigos como lo fueron Antonio Pérez Carmona
y Hugo Dubuc, el cronista de Valera; Luis González.

Una figura emblemática y colorida que recorrió estas tierras; fue sin lugar a duda; Domingo Giacopini,
venido de donde procedía mi familia; los Magi y los Garbi; la isla de Elba, en Italia.

Recorrió las montañas de Monte Carmelo y las colinas valeranas vendiendo cortes de telas, panelas,
arriando mulas. De pronto aparecía en el Alto de Tomón, como en San Lázaro; de donde mi familia
supo de él.

Este colorido personaje; que donó los terrenos para el Hospital Nuestra Señora de la Paz en 1913; en la
ciudad de Valera, tuvo gran cantidad de anécdotas.

Giacopini juglar, que con su disfraz de payaso se hizo famoso por su habilidad de conversar con un
pavo y hacerlo bailar. Muchas fueron las personas que acudieron a la carpa del “jurungo” o “musiu”
para ver con asombro como después de unos pases de “magia” el pavo realizaba saltos que se podían
confundir con una danza.
El secreto del juglar era que calentaba donde se encontraba parado el pavo y este realizaba saltos para
no quemarse.

Otra de las historias de este pícaro personaje era hacer hervir el agua fría, ganándose una fortuna con el
hecho, ya que contaba con efervescentes que no se conocían en la zona, ni siquiera por las autoridades
que eran los encargados de constatar los hechos.

En la tierra de donde proviene mi familia; los Rosario, San Lázaro; don Domingo se hizo famoso por
ganar una fortuna al apostar con unos hacendados que no adivinarían que animal tenia escondido en
una sábana.

-Un perro. Alegaron los presentes. Respondiéndole el simpático juglar: -No, es una perra.
Poco faltó para que esa broma cueste la vida al ingenioso italiano.
Otra de las faenas del simpático “jurungo”, era hacer aterrizar una mosca donde él quisiera, con sus
pases de magia, ganando una fortuna con esas apuestas.

En su vejez de honrado “don” en la ciudad de Valera, el juglar aclaraba que usaba para el truco un poco
de excremento para lograr que la mosca lo obedeciese, añadiendo que para hacer fortuna hay que ser un
poco antihigiénico.

El “musiu” tuvo un periódico en la ciudad de Valera y en sus columnas ofendió a un general “chopo de
piedra” trujillano. Este lo reto a duelo, contestándole el italiano con su ironía de siempre, que aceptaba
y se daba por muerto.
LUIS GONZÁLEZ EN TRES ETAPAS DE SU VIDA
Transitando por la tierra de Mercedes Díaz
LOS CRONISTAS DE VALERA
El marabino Rafael Gallegos Celis fue el primer Cronista que tuvo la urbe de Mercedes Díaz, estaba
radicado en la ciudad desde 1870.

Su labor fue reconocida por los habitantes de la ciudad quienes lo conocieron, lo definieron como una
persona dinámica, educador, escritor, periodista y político, participando en el desarrollo de Valera en
todos sus ámbitos.

Fundó la Escuela “Progreso” que luego paso a ser una escuela federal en 1872, siendo llamada
“Bolívar”, en homenaje al Padre de la Patria.
En esta escuela se formaron personas de la talla de Rafael Bazo, Ernesto Ibarra, los Pérez, los
Colmenter que se destacaron en el desarrollo de Valera.

Este insigne Cronista tuvo a su cargo durante varios años; gratuitamente; en la Escuela nocturna de
Valera e igualmente desempeña la presidencia del Concejo Municipal de Valera en 1876 y en 1902 y la
jefatura del Distrito en 1880.

Gallegos Celis se destacó igualmente como escritor aportando “Apuntes Estadísticos de Valera” y otro
grupo de importantes obras didácticas.

Un destacado valerano que fue el segundo Cronista de Valera que nos dejó el importante libro “Anales
de Valera” fue Alberto La Riva Vale, nombrado oficialmente en 1955.

De tercer cronista de la antigua Hacienda Santa Rita y postulado por la Asociación Venezolana de
Periodistas (AVP) tenemos al presbítero Juan de Dios Andrade en 1967.
Para nosotros los valeranos no es un secreto la vida polifacética de este hijo adoptivo de la urbe, que no
solamente se destacó como cronista y periodista sino como un aguerrido político que fungió como
concejal.

He tenido el gusto de leer varias de sus obras entre ellas “100 Años de Instalaciones del Primer Concejo
Municipal de Valera y “Del Ideario del Libertador”. Este insigne sacerdote llenó la vida valerana con su
destacada labor que desde mi punto de vista no se le ha dado el reconocimiento y el honor que merece.

Un hombre de Iglesia, plegado completamente a la doctrina de Cristo, un ciudadano de temple que


luchó en contra de la dictadura de Pérez Jiménez con su sermón “Abajo Cadenas” que fue un grito de
rebelión, del cual Andrade no hubiese salido muy bien librado si el dictador no hubiese caído a los
pocos días.

Fue importante su participación en la caída del dictador aquel 23 de Enero del 58. El Padre Andrade fue
un hombre preocupado por la vida de los valeranos del cual recuerdo su caballerosidad, carisma y gran
don de gente.

Después de este gran prelado; hijo adoptivo de la urbe de las siete colinas; tenemos al Prof. Rafael
Ángel Espinoza, al cual conocí a pesar de mi corta edad en ese tiempo, gran amigo de mi familia y sus
hermanas la fallecida Berta y Mariana Espinoza con quienes me unió y une un parentesco afectivo del
cual guardo muy bonitos recuerdos.

El Profesor Espinoza, reconocido docente, fue un hombre ejemplar, de gran fe católica, padre de una
reconocida e ilustre familia valerana.

Al morir este ilustre valerano, asume el cargo de Cronista de Valera mi gran amigo Luis González
desde octubre del año 1993, quien se desempeña hasta nuestros días con un excelente trabajo del cual
podemos referir sus libros sobre el estado como lo son “Trujillo de Sombra Iluminada” , “La Música
Trujillana; Historias, Caminos y Pasiones” que son temas de estudio para los que quieran conocer la
historia de Trujillo, y además de aquellos hitos de historia como los son “Crónicas de Periodismo
Trujillano” en sus varios volúmenes.

Ligándome una buena amistad con don Luis y compartiendo unos doce años de una u otra forma
trabajando juntos; primero en el Periódico Gente, del cual fui el editor y conté con sus sabios consejos,
dirección y apoyo, de la misma manera en el Concejo Municipal de Valera y en la elaboración de
Conociendo a Valera y el Cronista de Santa Rita, paginas digitales de la historia del Municipio y del
estado Trujillo.

En una conversación que tuve con él me refirió que se siente muy honrado de ser el Cronista de la
ciudad ya que es una tierra generosa y hospitalaria que ha abierto los brazos a los habitantes de otras
tierras, poniendo como ejemplo que el Club de Comercio de Valera tuvo entre su directiva seis
europeos, reconociendo la cordialidad de todos sus habitantes.

Nos evocó que Valera siempre fue una ciudad de mucho progreso que desde sus inicios tenía haciendas
de Caña, de Café y diez trapiches, además de contar con un Palacio Municipal en 1783 que no lo tenía
la capital del estado, construido con la plata de los valeranos y gracias a la gestión de otro hijo adoptivo
de Valera como lo fue Juan Ignacio Montilla.

Pero refiriéndonos al Cronista actual de la tierra de la antigua Hacienda “Santa Rita”, de este
“muchacho” trujillano de 94 años, tenemos la certeza que pasaran muchos años que su experiencia y
saber iluminara la ciudad, enseñándonos con mucho tino el orgullo de ser valeranos.
CENTRO DE VALERA.AÑO 50.

AV 10, AÑO 60.


UNA ROGATIVA POR LA LIBERTAD
El Padre Juan de Dios Andrade fue una de las grandes figuras en Valera que hizo historia, hijo adoptivo
de nuestra antigua Hacienda Santa Rita, oriundo de Aricagua del estado Mérida, tuvo una importante
labor en la tierra de Mercedes Díaz.

Fue político, periodista, pastor de almas, excelente escritor, concejal y cronista de la ciudad de Valera,
sobresale en la jornada de la lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez con su “Rogativa por la
Libertad” que lo hizo junto a Monseñor Arias en Caracas, ejemplo de rebelión contra ese gobierno que
atentaba contra todas las libertades en Venezuela.

El domingo 19 de enero del año 58 al terminar la misa, Andrade le hace invitación para una rogativa,
actividad que se realizaba en nuestros pueblo con el fin de pedirle a Dios ayuda cuando hay sequia o
muchas lluvias que atentan contra las cosechas.
Más de un año después el prelado en una entrevista que le dio al Semanario El Tiempo al conmemorar
sus 25 años de Ordenación Sacerdotal, al conocido periodista de la época Guillermo Montilla, declaro:
“Aquello fue un gesto desesperad, casi de obstinación. Cansado de que se me vigilara; agrega; de que
se me interviniera el teléfono y sobretodo de los lamentos y quejido que se oían en la sede de la
Seguridad Nacional, desde el Colegio “Lazo de La Vega”, tomé la resolución. Era preferible morir que
seguir viviendo bajo un régimen tan corrompido e infamante”.

Ese día marcho Juan de Dios Andrade delante de la gente que se fue sumando hasta convertirse en una
gran muchedumbre, que al conocer sobre la rogativa unían sus voces de protesta junto al sacerdote
merideño.

A los gritos de ¡Libertad, Libertad! Lo seguían en la rogativa recorriendo las calles valeranas que
finalizó en la Iglesia San Juan Bautista.

La actividad rebelde no quedo solo en ese recorrido. ya que desde la Iglesia el Padre Andrade subió al
pulpito y realizó una de sus mejores piezas oratorias llamada “Abajo Cadenas” dirigiéndose hacia su
pueblo con su facilidad de expresión, con una muestra de patriotismo y pasión patriótica como era
común en este sacerdote hijo adoptivo de nuestras tierras valeranas.
La respuesta de la dictadura no tardo en producirse con la presencia de esbirros de la Seguridad
Nacional, que se estrelló contra actitud serena del pueblo que acompaño a Andrade hasta su casa para
protegerlo.

Pasaron las horas y la muchedumbre que había acompañado al sacerdote por cada rincón de la ciudad
de Valera, no se iba de las calles y ya cambiando su actitud pacífica comenzaron los enfrentamientos
contra los hombres de la policía política.

A las tres de la tarde llega a la casa del sacerdote rebelde un enviado del Obispo de Trujillo para
proteger al prelado de la represión de la dictadura, que ya herida de muerte es más peligrosa todavía.
Duro seria el recorrido realizado por el pueblo valerano desde esa fecha de “La Rogativa por la
Libertad” ese 19 de enero hasta dos días después en que comenzó en la ciudad de caracas y en el
interior del país la Huelga General que culmino el 23 de enero del año 1958 con la fuga del dictador.

El Padre Andrade nombrado por el Concejo Municipal de Valera Ciudadanos Esclarecido del Distrito
Valera en el 25 de octubre de 1959 desarrolló su labor eclesiástica en nuestro estado Trujillo en las
parroquias de La Unión, Sabana Libre, Isnotu, la Chiquinquirá de Trujillo, fue Cura y Vicario de
Carache, finalizando como Vicario de la iglesia San Juan Bautista.

EDICTA MORA ,LA DE LOS FAMOSOS MONDONGOS, EN SU RESTAURANT EN SANTO


DONINGO

MANUEL PEÑA DE RESTAURANT TEQUENDAMA, EN LA CALLE 12 CON AV.9.


LAS INJUSTICIAS DEL OBISPO
Recorriendo nuestra historia de la ciudad de Valera, no se puede dejar pasar el enfrentamiento que tuvo
el Padre Juan de Dios Andrade con el Obispo Rojas Chaparro en enero del año de 1962.

El enfrentamiento se dio ya que el Obispo destituyo al sacerdote vicario de la Iglesia San Juan Bautista,
por haber desenmascarado a un grupo de damas que bajo un organismo llamado “CAS” pretendió
disfrazarse de comité benéfico llenando de propaganda política una campaña dentro de la Iglesia.

La opinión pública y el mismo sacerdote reflejaba que esta organización estaba conducida por damas
perejimenistas que no le perdonaban al prelado su participación en contra de la dictadura del hijo del
Táchira, en aquella jornada del 19 de enero del 58 que convulsionó la ciudad de Valera.
El Obispo no solamente quiso sacar al prelado de su Iglesia, sino expulsarlo de la ciudad, además no
conforme con eso sacaron un ridículo manifiesto para que la población trujillana se pusiese en contra
del Padre Andrade.

El sacerdote merideño, vicario de la principal iglesia de la ciudad de Valera en ese tiempo, no podría
predicar, decir misa y era apartado de cualquier actividad de índole religiosa.
Esto lo que logró fue un apoyo irrestricto a Andrade por todas las fuerzas vivas y el pueblo valerano,
incluyendo el Concejo Municipal, la Sociedad de Caballeros de San Juan Bautista, partidos políticos,
estudiantes del Liceo Rafael Rangel, emisoras de radio, trabajadores de Artes Gráficas, Asociación
Venezolana de Prensa, habitantes de diversos sectores valeranos, Sociedad Hijas de María, entre otras

El inteligente y multifacético sacerdote sacó un libro llamado “Las Injusticias del Obispo”, su defensa
contra los ataques del Obispo, que constaba de 25 páginas siendo su edición confiada a la editorial El
Tiempo.

Su portada fue diseñada por el experto en artes gráficas y destacado periodista Pedro Malave Colls y el
libros seria distribuido por la Agencia Distribuidora de Prensa (ADIPREN).
La edición tendría 10.000 ejemplares y estaría en venta en librerías y puestos de revistas en el estado
Trujillo.

Pero las cosas no serían nada fáciles ya que el martes 19 de junio de 1962 es visitado la editorial El
Tiempo por una comisión policial con órdenes de decomisar los ejemplares presuntamente dada por el
Secretario General de Gobierno Dr. Alejandro Sánchez Cortez.

Al periodista Gonzaga Matheus, director del mencionado Periódico, se le informó que la orden no
había sido emanada por la Gobernación del Estado sino por el Ejecutivo Nacional, ya que se
consideraba que el libros del sacerdote Andrade ofendía al Obispo Rojas Chaparro y que el Art. 6,
numeral 18 de la ley de Patronato obligaba a respetar a las autoridades eclesiásticas.

Las intenciones de decomisar los libros fallaron ya que solamente en la ciudad de Valera se vendieron
5000 ejemplares y el resto fue distribuido por todo el país, siendo solamente incautados 70 ejemplares
que existían en la editorial.

El Padre Andrade gozó del aprecio y del respeto de Valera por su extraordinaria labor en pro de la
ciudad y sería justo y necesario situarlo en el Parque Los ilustres como benefactor de nuestro terruño.
Debo recordar que el Padre Andrade escribió un libro que aportó mucho a la ciudad de Valera como lo
fue “101 Año de Instalación del Concejo Municipal de Valera” en donde el prelado se destacó como
concejal.

LA BELLEZA DE LA VALERA DEL SIGLO 20.

AV. 5 AÑOS 50.


MAS SOBRE EL PADRE ANDRADE Y LAS
CONSECUENCIAS DE LA ROGATIVO DE LA LIBERTAD
Cada vez que uno como historiador indaga sobre la vida del Padre Andrade se topa con el
enfrentamiento del sacerdote contra el Obispo Rojas Chaparro y es asombroso como esta máxima
autoridad de la Iglesia Católica en el estado Trujillo abuso de su condición para atropellar al sacerdote
que era el vicario de la Iglesia San Juan Bautista y después sería Cronista de la Ciudad.

Al conocer más sobre este hecho que se suscitó en los meses de marzo y abril de 1962 lo hace conocer
la grandeza del prelado; hijo adoptivo de nuestra Valera; por la manera valiente que se enfrentó al
Obispo.

Investigando sobre los hechos me topé con un artículo realizado por Andrade en el Diario El Tiempo,
del 3 de abril de 1962; llamado: “Aclaratoria para la Recta Información e ilustración de los Fieles”.

El Futuro Cronista de Valera desmintió las publicaciones; que acuso de falsas del Obispo; dejando
claro que es solamente Rojas Chaparro el culpable de la situación, demostrando con su actuación
métodos que no debería tener un alto magistrado de la Iglesia Católica.

Andrade con gran valentía reconoce que la expulsión de la Parroquia San Juan Bautista que realiza
Rojas Chaparro tiene otra razón sino cobrarle la Rogativa de la Libertad y los chismes de las mujeres
del CAS que se enmascaraban en una actitud anticomunista, que para él no es otra cosa que un gran
negocio ya que es una gran fuente de conseguir dinero.

Sin pelos en la lengua Andrade manifestó que el Obispo pretendía levantar los pueblos del estado
Trujillo en su contra igual como lo hizo contra el Presidente Rómulo Gallegos cuando fue Director del
Diario Católico.

Reseño que en el mencionado diario aparecieron cuando Rojas fue su director más de 200 páginas a
favor del régimen de Pérez Jiménez, dando a entender que los ataques que se suscitaron en su contra
fueron realizados como retaliación contra su actitud antiperezjimenista.

El Padre Andrade de la misma manera acuso al Párroco de la Iglesia San José; de esa época, Dámaso
Cardozo, de estar siendo uno de sus acusadores más intrigantes.

Reconoció Andrade que el Obispo poco le intereso el pedimento que le hicieron las fuerzas vivas de
Valera para que cesara los ataques contra él.

En ese escrito finaliza el autor de “La Rogativa de la Libertad” pidiendo a los fieles que realicen una
oración por el Obispo nombrado por su conversión y transformación y que también llegase para todos
la paz y la armonía.

Como lo escribí en el pasado articulo el sacerdote de la Iglesia San Juan tuvo mucho apoyo de la
colectividad valerana. Hojeando los periódicos de la época, veo que no podía faltar la opinión de un
periodista de mucha reputación en ese tiempo, quien se convertiría en un destacado escritor trujillano,
como lo fue Antonio Pérez Carmona quien en su artículo “Juan de Dios Andrade, Sacerdote de la
Libertad”, nos hace un semblanza sobre Presbítero Andrade describiendo sus actuaciones en pro de su
feligresía como la incorporación de cien obreros del Ministerio de Obras Públicas que habían sido
despedidos, logrando que fuese cambiado el director de ese organismo que venía desde el gobierno de
Pérez Jiménez.

Pérez Carmona, de quien tuve el honor de ser su amigo, en su interesante artículo menciona cuando el
tres de agosto de 1950 cuando se produjo el terremoto de El Tocuyo, que repercutió en la población de
Carache el Padre Andrade tuvo una destacada labor a favor de su feligresía, levantando su voz para
darle palabras de aliento a los damnificados.

Cada vez que uno conoce la trayectoria de este hijo adoptivo de la ciudad se convence más que la
figura del Padre Andrade no se le ha dado el realce necesario para que las nuevas generaciones
conozcan todo lo que hizo en pro de la ciudad.

Lamentablemente pueden existir intereses desde ese tiempo que no les interese que la figura del Padre
Andrade brille ya que esa luz oscurecerá más la oscuridad que los rodea.

LA VILLA DE CARACAS, TIENDA DE LA AV. 10.

TRUJILLO MOTOR,NEGOCIO
QUE DURO VARIAS DECADAS
Conociendo nuestra historia
CARMEN SÁNCHEZ DE JELAMBI LA MAESTRA DE
VOZ QUE ACARICIA Y GRABA
Así la definió una de sus alumnas llamada Enriqueta Arvelo
La Riva a esta destacada maestra, que con su aspecto severo
pero con un corazón amable que le sirvió a la docencia;
como lo dice el Cronista de Valera Alberto La Riva Vale en
su libro “Anales de Valera” ininterrumpidamente desde
1870 hasta 1935.

Nacida en la población de Jajó en 1850, hija del Capitán de


Marina Pedro Celestino Sánchez y su esposa Teresa de
Jesús Fernández, quien recibió su instrucción primaria en
Maracaibo en el Colegio “La Esperanza”.

Por sus años de servicio recibió las condecoraciones como


la medalla de Instrucción Pública, el Busto del Libertador y
la medalla del Episcopado entregada por Monseñor Mejía
como homenaje público por decisión de Ricardo Cifuentes
Labastidas.

A la docente de Jajó se le habían conferido los títulos de


“Hija Benemérita del Distrito Valera”, “Hija Ilustre de
Betijoque”, “Hija Benemérita de la Ciudad de la Quebrada”, “Benemérita de la Instrucción de
Escuque”.

Su esposo fue Francisco Jelambi quien era hijo del Prócer de la Independencia Cnel. Antonio Jelambi.
Nuestro poeta Andrés Eloy Blanco opinó sobre ella “que era ejemplo e índice de maestros nuevos”
cuando la conoció en su estadía en la ciudad de Valera.

Falleció a la edad avanzada de 87 años el 14 de abril de 1937, con una vida de enseñanza
derrochando saberes con mucho cariño por donde quiera que pasó

Foto: Carmen Sánchez de Jelambi con sus nietos.


EL SENSEI PEDRO TORRES PIONERO DEL KARATE DO EN VALERA

VLADIMIR TERÁN, INICIADOR DE LAS ARTES MARCIALES MIXTAS EN VALERA


RECORDANDO LA VALERA QUE SE FUE
Cada vez que converso con la señora Rosangela conozco más sobre aquella Valera de los años 50,60 y
70. Un libro de historia es la buena amiga que te traslada por la ciudad a un tiempo que por desgracia
no volverá.

Es una tremenda experiencia oírla y como me dijo Miriam Viloria el día que me la presentó que
Rosangela era la historia viva de la ciudad de las Siete Colinas.

La señora Hernández esta vez que me visitó me narró su vida de estudiante en el Colegio Lasso de la
Vega cuando fue alumna de la famosa educadora valerana Ángela Álvarez de Lugo en Primer Año de
Bachillerato.

Cuando llegaba la Profesora Ángela posaba su vista de halcón en todo el salón y daba los buenos días
de una manera muy seca y seria, muchas veces algunas de las alumnas estaba distraída y la educadora
repetía el saludo. Las muchachas tenían que colocar las manos en el escritorio y mirar fijamente a la
docente sin siquiera mirar a los lados, so pena de cualquier castigo.

Mi buena amiga que con esa técnica asegura: ¿Quién no iba a aprender con la señorita Ángela Alvaréz
de Lugo?

También recuerda a otra educadora como Margarita Delgado, Lola Molina y la Profesora Rafaela, que
era la que tenía la residencia.

Recuerda mi buena amiga que ella era muy tremenda y se la pasaba corriendo por todo el colegio.
Entonces llamaban a su mamá para acusarla para que la castigara.

Sobre el día a día en el colegio era muy bonito a pesar de la rigidez de sus profesoras y de las monjas,
recordando algo que le pasó con una monja que se llamaba la Hermana Bernardita, que le daba
taquigrafía. Recuerda que ese día se equivoca en un examen y le pregunta a la monja cuál sería su
calificación y esta le responde que como 18 puntos.

Se contenta, pero poco le duraría la alegría, ya que cuando ve la nota tiene 09, la mitad de la
calificación que le había dicho la Hermana y se pone furiosa reclamándole que le había dicho que tenía
más nota.

La monja le había bajado la nota, según ella por los errores ortográficos, cosa que la enfurece más
agarrando el examen y doblándola la hoja hasta que hace un montoncito de papel, la monja ve lo que
hace la niña y la castiga no dejándola ir a su casa hasta las 4 de la tarde.

Era tanto la rigidez de la educación que se daba en esos días que la Hermana Bernardita prohíbe que le
den comida a una monja que se había condolido de la niña, al saberlo Rosangela le manda a decir que
se meta el almuerzo por donde no le pega el sol.

Como sería el tipo de educación que las muchachas se tenían que mantener paradas sin recostarse a una
pared y por eso ella nunca se pega a ningún muro, manteniéndose completamente recta.

Evoca a mi tia-madre Esther Rosario Magi también como de muy mal carácter y muy rígida a pesar de
ser suplente como educadora.

Este día también converse con la señora Rosangela sobre el Padre Juan de Dios Andrade, del cual me
contó que vivía en la Urb. Lasso de la Vega y tenía una señora que lo atendía que se llamaba Isabel
Godoy, que se encuentra todavía viva, aunque ya no conoce.

Rosangela fue muy amiga de la sobrina del sacerdote merideño llamada Saida y el las descubría
cuando le sacaban mediecitos de la
sotana para comprar helados, que
había comenzado a salir la marca Efe,
pero siempre tenían que confesarle al
Padre el pecado y él las perdonaba.

El Padre Andrade fue muy amigo del


Padre José Humberto Contreras y
acudía al colegio, pero no tenía
contacto con las alumnas.

Me contó que otro sacerdote de esa


época fue Monseñor Dámaso Cardozo,
que fue famoso por lo duro de su
carácter, ya que no podía ver en la
Iglesia San José a una dama con blusa
manga corta y menos con escote.

Recordé una anécdota que me dijo mi papá Jesús Rosario Magi, en donde fue padrino de un bautizo,
que el sacerdote suspendió ya que la madrina tenia los brazos descubiertos, teniendo que taparselos con
pañuelos, para que el cura pudiera oficiar la ceremonia.

Rosangela cuenta que en un matrimonio donde estuviese una dama con escote, le quitaba el palto a su
acompañante y se lo colocaba para taparla.

Muchas veces Dámaso Cardozo suspendía la misa si veía una dama con escote y buscaba un pañuelo y
la cubría, así era el puritanismo de ese sacerdote, que mi amiga lo considera bueno ya que a una iglesia
se debe ir decentemente a la casa de Dios.

Mi cronista afectiva de la ciudad de Valera concluyó diciendo que esas fueron historias que les
marcaron su vida y es una muestra de lo que era la tierra de Mercedes Díaz en esa época no tan lejana.

Foto: Rosangela Hernández con un viejo amigo el Capitán Prada.


PARQUE INFANTIL SITUADO EN LA AV. 13, AHORA COMEDOR POPULAR.
COMO SE DIVERTÍA EN LA CIUDAD
La ciudad de Valera fue conocida por su gran cantidad de sitios en donde la gente acudía a divertirse, a
compartir con los amigos y porque no, a tomarse unas bebidas y a oír una música.
Puedo recordar que en los años 70, 80 y 90 nuestra ciudad tuvo diferentes fuentes de soda, discotecas,
bares y restaurantes que poblaron las noches de Valera de luces y colorido.

Voy a empezar por el Sur de la ciudad y mencionare el famoso Bowling del sector el Gianni, en donde
fue sitio de reunión para comenzar a “parrandear” en las noches valeranas. Recuerdo a los amigos
desaparecidos Ernesto Vergara y Leandro Canelón fanáticos de ese lugar, juntos a Wilmer Viloria, mi
compadre Miguel Valero, su hermano Francisco, Ramón Rubio, Luis Muñoz, Alejandro Barrios, el
recordado Panina D´Alesandro, Pedro Torres, Daniel y Carlos Abreu entre algunos de sus clientes.
Contaba con una excelente cancha de Bowling y mesas para jugar poll y billar, cercano a ese lugar se
encontraba la famosa Discoteca “El Gianni” en donde la juventud concurría a disfrutar de las melodías
del Disco Music que estaban de moda en los años nombrados.

Pero antes de continuar debo mencionar a un sitio que quedaba en Agua Clara llamado La Viuda, que
era un lugar en donde existían mesas de billares y poll, tambien se jugaba domino, que acudíamos un
grupo de amigos recordando a Ernesto y a Leandro, Wilmer Viloria, Rafael Baptista, Wilman y Gabriel
Avendaño, Javier Jaramillo, David Cestari, Quique y Javier Viloria, Luis Muñoz, Miguel y Francisco
Valero.

A ese lugar lo visite recientemente y está casi igual, ahora atendido por dos personas muy amables y ya
casi convertido es un club privado, en donde acuden los mismos clientes y muy raro la visita de un
desconocido.

Recordare en el Conjunto Residencial El Murachi una fuente de soda del mismo nombre en donde
acudía el valerano y sus visitantes, a disfrutar una sabrosa cerveza, un buen trago y a llevar una
agradable conversación acompañada de los amigos y amigas. Este sitio gozaba de una amplia terraza
en donde se contemplaba la Av. Bolívar muy fresca y acogedora.

Después transformado a finales de los 90 en “Pizzas al Horno”, en donde podías degustar muchas
recetas del plato italiano en un horno de leña, dándole un sabor suculento sin lugar a dudas.
Varias cuadras más abajo se encontraban otra fuente de soda muy acogedora, que gozaba de una muy
buena vista para la Av. Bolívar como era la Fuente de Soda Pacos Pub, que era sitio obligatorio para los
noctámbulos valeranos a finales de los años 80 y 90, famosa por las sabrosas de sus pizzas. En los años
90 fue administrado por nuestro amigo “Lucho” Luis Emilio Muñoz.

En el mismo centro comercial teníamos el famoso “The Secret” un sitio con poca luz, necesario punto
de visita para los enamorados.
Por la Av. 6 se encontraba el famoso Autolavado del amigo Juan, lugar que hoy en día parece que no
hubiese pasado el tiempo. También visitado por un grupo de clientes que lo convierten casi en un club
privado, entre ellos Luigi Cofano, José Emilio Tosco, Alfredo y Fernando Araujo, Juan Carlos Alarza,
José Vasallo, Sixto Méndez entre otros.

Al seguir transitando por la Av. Bolívar, nos encontraríamos hasta inicios de los años 80, con el
famoso restaurant El Campo, del conocido Mocho Bertoni. Según tengo entendido que ese negocio
duro muchos años hasta el fallecimiento de su propietario, quien era muy amigo de mi papá y de mi tío,
quienes nos llevaban a mi hermana Aura, a mis tías y a mí a comer en ese sabroso lugar.
En el C.C. Darca se encontraba primeramente Barbarella, discoteca que fue el último grito de moda en
la década de los ochenta, que luego fue cambiada por el “Rincón de los Recuerdos”, asiduo de los
despechados y amantes de la música del recuerdo.

Un lugar que frecuentaría con mis amigos seria el conocido Jardín de Las Acacias, en donde
presentaban los fines de semana música en vivo, recordando a la cantante Celi Crack, al Payaso Tuqui
Tuqui, Beto Carreño y Genis Matheus, quien se vestía de charro interpretando las mejores canciones de
Antonio Aguilar y Vicente Fernández.
Allí existía un sellado de caballos para las carreras en el Hipódromo que se llamaba 5 y 6 en donde
concurría mucha gente.

En ese lugar se encontraba el conocido mesonero Mario, que estaba registrado en el libro Guinnes ya
que podía llevar doce jarras de cervezas en sus manos. Una vez nos contó que había llegado el hijo de
un conocido millonario valerano y le había dejado 100 bs de propina que era mucho dinero, cuando se
acercó a los días el millonario y empresario, el mesonero espero que le dejaran el doble de la propina
dado por el hijo, ya que el padre era él del dinero, pero solo salió con 20 bs.

Por la confianza que le tenía Mario le preguntó porque le daba tan poco, si su hijo le daba más,
contestándole el empresario que era debido a que él no tenía un padre como su hijo.
Detrás de esa fuente de soda se encontraba la Discoteca La Cueva visitada por los asiduos danzarines
valeranos en donde podías bailar diferentes ritmos, desde las bailables de moda, música disco y sus
esperadas baladas para pulir las hebillas.

Hay por fuerza que recordar a la Licorería del Mocho Lisandro, sitio de paso antes de comenzar a
“parrandear” en la Valera que conocimos, para “proveerse” de la botella. Ese lugar atendía hasta altas
horas de la madrugada.

De obligatoria asistencia para el disfrute de sus famosas pizzas y buena gastronomía se encontraba la
famosa Terraza, con una excelente vista hacia la Av. Bolívar que todavía en los tiempos actuales existe
como la Pérgola.

No debo dejar de mencionar a “Casa Vieja”, excelencia de la gastronomía criolla en la ciudad, en donde
compartí con mi compadre Leandro Canelón y sus cuñados Jorge y José Luis.
Dos cuadras del mencionado sitio se encontraban la discoteca “Green Garden” que duro muchos años y
al pasar el tiempo sería el primer Night Club de la ciudad, conocido como el Molino Rojo que haría la
delicia de los valeranos.

En la calle 14 hacia la Av. Bolívar se encontraba un lugar que primero se llamó “Tacos Mexicanos” y
luego “Albastro” que fue muy nombrado por mi buen amigo Alexis Berrios en su excelente libro “Otra
Valera” y muy visitado por otro amigo que ya nos abandonó; el Poeta Javier Abreu de quien siempre
lamentaremos su partida.

Varias cuadras más abajo, pero en la Av. 6, existía un lugar que se llamaba La Gran Cervecería en
donde se servían unas sabrosas parrillas, atendido por su dueño Francisco Suarez y Luis. Muy visitado
por grandes conversadores como el finado Napoleón Jiménez, Marco Ribas, Ramón Alberto Rubio y su
papá el recordado “Moncho”, Javier Jaramillo; los hermanos Estrada, el Alguacil Wilmer Viloria y sus
hermanos Luis, Reinaldo, Nelson, Enrique Abreu para nombrar alguno de los asiduos trasnochadores
que llegaban a ese sitio.
Si no me equivoco todavía en estos tiempos este lugar es abierto al público, atendido por los hijos de
su propietario.

Evoco un lugar que duró poco tiempo en la ciudad que se llamaba “Sexta Avenida”, que recuerdo que
cada vez que uno se tomaba una cerveza, le colocaban pasapalos; tres sardinitas fritas, naturales o un
consomé de pescado. Se podía decir que era uno de los únicos sitios que aplicaban esa política.
En ese lugar llegaba mi buen amigo Carlos Lucena que era supervisor de la Cerveza Nacional y nos
enviaba a la mesa la media jarra que era emblemática en ese tiempo, pero producía un gran ratón que
nosotros con cortesía evitábamos para no herir la susceptibilidad del amigo.

El centro de la ciudad de Valera era pleno de lugares nocturnos de diferentes tipos y colores en las
diferentes épocas de los años 70, 80 y 90. Puedo recordar “El Tequendama” del famoso chef de cocina
Miguel Peña que era muy conocido por su “Ají el Betijoqueño”, quien una vez le contó a mi papá que
su conocido picante llego a Caracas, logrando que el mismo Presidente de la República Rómulo
Betancourt lo enviase a buscar a Valera para que le preparara un almuerzo de gala. Contratándolo
después cada vez que lo necesitaba.

El Bar “El Conticinio”, muy reconocido por los adoradores de la noble caña y entre ellos podemos citar
a Don Luis González y mi amigo Hugo Dubuc, quienes eran asiduos visitantes de ese lugar,
entendiéndose que era sitio de reunión de periodistas y escritores, que fue reconocido por lo suculento
de sus espaguetis y pastichos.

Frente al hoy Centro Comercial Edivica acompañaba a mi papá Jesús Rosario Magi, a un cafetín que
no recuerdo el nombres, que era muy emblemático en la ciudad que tenía unos burros disfrazados de
charros mexicanos, en donde uno se sentaban en unas sillas giratorias; que yo como niño gozaba un
puyero; dando vueltas en los asientos.

Ahora antes de pasar por las fuentes de sodas, discotecas que existieron en el C.C. Edivica, voy a
mencionar unos sitios emblemáticos de la ciudad en donde se podía degustar las sabrosas arepas que
llevaba por nombre “El Bulevar”; que según mi amigo Hermes González; fue decano en las areperas
de Valera.

Ese lugar quedaba en la Av. Bolívar con calle 12, trabajaba hasta el amanecer y era de pase obligatorio
cuando terminabas de parrandear.
Llegamos al C.C. Edivica en donde se encontraron la Tasca de La Verna, el Bodegón del Caudillo y la
Fuente de Soda de La Verna, quienes reinaron por muchos años en el centro de la antigua Hacienda San
Rita.

Fueron sitios que brillaron y fueron muy buenos negocios para sus dueños que desaparecieron al pasar
los años.
La Fuente de Soda La Verna era un sitio bastante emblemático para poder ver la vuelta a Trujillo, en
donde no dejaba de estar mi compadre Miguel Valero y Manuel Goncalvez.

En la calle 9 se encontraba, según me contó Frank Ramírez del Concejo Municipal de Valera; amigo de
la dulce y nombre caña en esos tiempos, asiduo noctambulo de la época, sobre la conocida “Oficina” en
donde los visitantes del centro de la ciudad podían tomarse una fría cerveza para calmar el calor.
Me nombró otro negocio más abajo llamado El Estero, que creo que todavía se mantiene en la urbe
valerana.
Recuerdo el Trieste, restaurant que hizo historia en Valera, igual que el Bar Aurora, sitio de encuentro
de los italianos, en donde se podían ver todas las noches desde las 7:30 hasta las 10:00 de la noche de
lunes a domingo, únicamente 25 y 31 no asistían los paisanos de Garibaldi a ese sitio de reunión.
Ese lugar fue famoso por sus parrillas argentinas que más nunca las volví a ver en la tierra de Mercedes
Díaz.

También el amigo Frank refirió otra Fuente de Soda, él cual no recordamos su nombre, que quedaba en
el local en donde ahora funciona la Panadería la Estrella que tenía una decoración muy bonita, que
duro poco en la ciudad.

En la calle 8 se encontraba el Arepazo el Pollo, sitio también emblemático de la ciudad en el aspecto


de comida rápida, que después se convirtió en una fuente de soda en donde no se vendía licor con todo
el tipo de jugo y limonadas frapee, con ambiente de discoteca y a finales de los 90 fue una tasca con
todas la de la ley.

En la calle 8 con Av. 5 y 6 se encontró por mucho tiempo el Bar Los Médanos, sitio para solteros en
donde bailaban hermosas mujeres que era muy visitado.

Ya en el sector la Plata se encontraban varios negocios emblemáticos como “Pollos a la Broster”; que
todavía existe, con el mismo éxito de aquellos tiempos con su especialidad en parrillas y en aves, El
Chupulum, las Vegas y la Central, el temible Triangulo de las Bermudas del libro “Otra Historia” del
conocido docente universitario Alexis Berrios.

Finalizó con los último centros de reunión de los adoradores del Dios Baco, que fue el Ipso Facto y la
Fuente de Soda La Estancia: sitio de reunión de los jóvenes de las Platas III y IV; que duraron y
quedaron como los otros nombrados en el corazón de todos los valeranos que somos protagonistas de
esos años.

MILENA MENDEZ, REINA DEL SEQUICENTENARIO DE VALERA.


LUIS VALERO, EXTRAORDINARIO CABALLERO DE LA SOCIEDAD SAN JOSE.

EL RECORDADO LIDER AR NOLDO BOLÍVAR.


EL MITO DE LOS TRES POZOS DEL CERRO LA CRUZ
Y LAS ÁNIMAS
Desde el Concejo Municipal de Valera, se le ha dado la participación a las comunidades en el relato de
su propia historia. Una muestra palpable es el nombramiento de la primera Cronista Comunal Pastora
Briceño.

Otra política del ente edilicio; presidido por el Concejal Leonardo Anzola; es la próxima ordenanza de
los Cronistas, que dará una total participación a los Cronistas Comunales, que será sancionada con la
votación unánime de todos sus Concejales, que pronto será anunciada.

En esta linea de trabajo traemos una crónica de unos populosos sectores valeranos como lo es la Av. 3,
los Cerros la Concepción, la Cruz y el Barrio El Milagro. Mitos y leyendas que une a estas tres
comunidades de la ciudad de las siete colinas.

Me cuentan que un día el cura párroco del Barrio El Milagro, Padre Félix Serrano, después de dar una
misa, recibió la visita de un hombre muy alto, que según cuenta la tradición de esos sectores era un
encanto, participando que se mudaría y arrastraría en la mudanza con una gran inundación los Cerro la
Cruz, La Concepción y el Barrio El Milagro.

El sacerdote; gran benefactor de esas comunidades; le dijo que el subiría al Cerro La Cruz todos
viernes santo a realizar una misa y le pidió que no se mudara y desde ese día sube mucha gente en
peregrinación a la misa, que ahora que el Padre Serrano no se encuentra con nosotros, es realizada
por el Cura Párroco del Barrio El Milagro.

En ese sector se encuentran tres pozos en donde cuenta la gente que se ven tres enanos que cuidan un
río subterráneo.

Otro mito es que en el sector tres del Cerro de La Concepción en las madrugadas, aparece una bella
mujer con unos short muy cortos que apenas cubren su espectacular figura. Cuando un trasnochador
camina por la zona, se le aparece la dama persiguiéndolo.

Son muchos los que juran que han sido asustados por la mujer en todas las épocas y son pocos los que
se atreven a transitar a esas horas por temor de toparse con la fantasma.

Los mitos no son cosas del pasado, ya que desde que el sector ha tenido problemas de agua y que la
gente baja a buscar agua de una tubería en la Av. 3, varios habitantes han visto un hombre que camina
por sector, que no es de la zona, que muchas veces persiguen a los madrugadores buscadores de agua.

A esta persona no se le ve la cara y ya la comunidad cuenta que es un anima en pena y estos rumores
hacen que los vecinos esperen que los rayos del sol empiecen a salir y que la oscuridad comience a
retirarse.

Así son nuestras tradiciones en donde se entremezclan personajes de mitos de otros sectores
venezolanos, pero adobados por nuestro folclore valerano, desbordando en ellos la picardía de los
habitantes de la tierra de Mercedes Díaz.
LA VALERA COMERCIAL DE AQUELLOS TIEMPOS

AL FONDO EL CERRO LA CONCEPCION, CALLE 10.


AQUELLA VALERA
Conversar con la señora Rosangela Hernández es recorrer un mundo de anécdotas, crónicas e historias
de la ciudad de Mercedes Díaz. Esta cronista local y sentimental
del centro de Valera nos hizo; esta vez; un recorrido anecdótico
por un grupo de valeranos que se sentaban en las noches en la
esquina de la calle 8 con Av. 11,que se identificaban como el
Sociedad Investigador de Vidas Ajenas en sus siglas SIVA.

Esas personas eran de mucho renombre y de una gran sentido del


humor, entre ellos Domingo y Perucho Rueda, los Giacopini, su
tío el señor Aguilar, el Dr. Mujica, Pedro y Alfonso Rosario
Magi, Dr. Guillermo Parilli Scrocci, uniéndose después un señor
León; que era el papá de una señorita que gano el Mara de Oro;
que se reunían a golpe de 6:00 a 6:30 p.m. a echar bromas y
comentar los acontecimientos del día sin hablar mal de nadie.

Ellos conocían a casi toda la ciudad, pero nunca hablaron mal de nadie.
Cuenta que su tío le decía a la esposa que preparara las arepas temprano para ir a la SIVA y después al
saber que era ese grupo le peleaba diciéndole que iba a hablar de las mujeres, pero no era así.

Yo mismo recuerdo a aquella Valera en donde las personas salían a caminar por el centro de Valera,
cuando mis tías-madres Ana y Esther Rosario en esos paseos pasaban por la Plaza Bolívar se acercaban
a saludar a esos señores que eran amigos de ellas.

Evocó a los integrante del SIVA sentados en sillas de suela apoyando el respaldar en la pared de lo que
hoy es una conocida farmacia cercana a la Alcaldía.

Mi amiga Rosangela recuerda con mucho cariño las retretas, que están siendo reeditadas por la
Alcaldesa Ing. Iroshima Vásquez y la directora de Cultura del Municipio Lcda. Angélica Santiago.

La Cronista recuerda cuando acudía a la Retreta con sus primos López Jaimes, Irma y Emiro que
comenzaban a las dos de la tarde a acercarse a la Plaza Bolívar donde izaban la bandera y luego
comenzaba la retreta con la Banda Municipal que era el Director su Profesor de música Luis Fatale, que
le regalo un libro de música tres meses antes de morir.

Evocó los carnavales valeranos, en donde las personas que tenían carros viejos, los hermanos Frías que
sacaban el carro Studebecker, Muchacho Hermanos con los carros de ellos, Jorge y Marco Dubuc
también sacaban sus vehículos, como dueños de Valera Motors que eran.

En la caravana lanzaban caramelos y papelillos que los más pequeños se desvivían por los dulces,
disfrutando mucho.

De músicos valeranos de esa época Rosangela Hernández nombró a Panchita Duarte que cantaba en
Radio Valera, que yo mismo recuerdo si mi mente no me traiciona en un programa los domingos en la
noche en la mencionada emisora radial.

La Cronista local me señaló a Los Pitoquitos, que estaba su amigo Riboberto Ocanto, el Trío
Añoranza, Nelsón Bastidas, que se presentaban en Radio Valera y de la misma manera índico a los
señores Maldonado y Camisuli músicos que ella conoció de esa época.

Lamentablemente esa Valera se ha ido, pero nos queda a nosotros recuperar muchas de sus buenas
costumbres, sobre todo ese amor tan especial que sentían los valeranos por su terruño. Abogamos por la
continuidad de las Retretas que eran una tarjeta de presentación de la urbe valerana.

BAJADA O SUBIDA DEL RIO, VIA HACIA CARVAJAL


Del historiador amigo Alexis Berrios
OTRA VALERA
Este excelente libro del buen amigo el historiador Alexis Berrios, me hizo recorrer la Valera que se fue
y que lamentablemente no volverá. Me adentre, con esta muestra de cariño a la tierra de Mercedes, en
la nostalgia donde los tiempos ya pasados son mejores que los que se viven.

Ese reflejo de su amor de hijo a la madre de las siete colinas, nos conduce de corazón por sus más
claros recuerdos de aquella Valera, la afectuosa, la cálida, la ciudad de los amigos. Nos lleva, con la
claridad del hijo amantísimo de la vieja urbe, por cada uno de los retazos de sus evocaciones
haciéndonos vivir con sus misma emoción, cada uno de los pasajes de la Valera y sus personajes de los
60,70,80.

Los que conocimos a la antigua urbe, a leer Otra Valera, recordamos cada trazo, cada capítulo y cada
momento descrito con la certeza de juglar de Berrios. Con lenguaje poético nos acompaña en el
triángulo de las Bermudas; fuentes de soda de la época en donde colmamos nuestros sueños bañados
por la amistad sincera y el compañerismo que desbordo aquellos tiempos del recuerdo.

Nos emocionó recordar aquella corrida de toros, momentos del cual fuimos testigos. En sus páginas
Alexis produjo la angustia de aquella tarde en la calle 7 esperando al asesino de la joven de los discos.

Paladeé con delicia la cerveza del Albastro en aquellos 80, recordamos cada una de la conversaciones,
vi a mi hermana Aura Rosario, al poeta Javier Abreu, a los amigos; a Wilmer Viloria y a Miguel
Valero; y a los conocidos que muchas veces encontrábamos en la barra de la sabrosa cervecería.

Recordé la Navidad valerana, la famosa misa de aguinaldo del MOP, al sacerdote del traje negro y del
paraguas, quien era muestra rígida de la misa sabatina, evocando cuando acudía con mis tías-madres
las Rosario, para oír aquel sermón acompañado por canciones en latín y su típica ironía mordaz que
siempre caracterizaba cada uno de sus comentarios.

Otra Valera, interesante libros que nos hace querer lo que somos y fuimos, pero también nos hace
reflexionar hacia dónde vamos, trazando luces de cambio sobre el destino que el desamor ha poblado
la meseta.

No dudo que el historiador amigo, quiso con sus letras que recuperáramos la Valera aquella, la otra, no
está; la del zamuro, el caos y la basura; sino la de la amistad, la de la cordialidad, la de la alegría, la de
la sana cotidianidad ya tan perdida.

Como él lo dijo en su Recordación Futura al abrir su mochila, nos dio la responsabilidad de recuperar
el sueño de sus fantasmas multicolores y asumir la tarea de contar para resucitar aquella tierra en donde
todavía merecemos vivir.

Aprendí con mi amigo, que la historia pequeña, nuestra historia, se cuenta, se escribe, la historia bonita
fresca, la historia de todos, narrar lo vivido es parte de nuestro deber y obligación con la valeranidad,
que no es otra cosa que la querencia de nuestra tierra.
Disfrute este libro como nunca, me emocioné, evoque, creo en mí, interrogantes y no puedo menos que
señalar Otra Valera como lectura de rígida necesidad para conocer nuestra ciudad, aquella tierra de las
siete colinas.

LA FAMOSA FUENTE DE SODA LA CENTRAL EN EL TRIANGULO DE LAS BERMUDAS DEL


HISTORIADOR AMIGO ALEXIS BERRIOS.
RECORDANDO ESPACIO VITAL
Es imposible al conocer la historia de nuestra querida
Valera pasar sin mencionar una revista que en los años 90
nos acompañó en el camino de la buena lectura y del saber
cómo lo fue Espacio Vital.
Excelente publicación realizada por el siempre recordado
amigo Víctor Lara y su esposa Lcda. Cristina Pineda de
Lara, que fue sin lugar a dudas pionera en el estado Trujillo
de publicaciones culturales y científicas.

Demostró que tenía como fin llenar la mente del lector de


grandes ideales y sembrar en sus corazones el amor más
profundo hacia nuestro país, al arte, a la historia y al
conocimiento reafirmando la venezolanidad.

Interesante vehículo comunicacional realizado con esa gran


intelectualidad y ese don de impartir conocimientos de una
forma amena que fueron inherentes en esto dos destacados
docentes trujillanos.
Espacio Vital fue ejemplo de la lucha contra la adversidad,
de la labor tesonera y dedicada, con una gran dosis de amor
hacia el trabajo bien realizado. Con gran dedicación
rescatando nuestras costumbres y tradiciones.

En Espacio Vital se le brindó un espacio importante a los artistas trujillanos, dándolos a conocer y
destacándolos en los espacios culturales de la ciudad de Mercedes Díaz.

Esta prestigiosa revista demostró que el conocimiento y la búsqueda de ella, se puede con alegría, de
manera divertida que se debía llevar a los más jóvenes en su formación para ser hombres y mujeres de
bien.

Foto: La Prof. Cristina Pineda en la actualidad.


FLOTA DE LA PANADERIA
LA VALERANA
DE AQUELLA VALERA.

LA CASA DE LA HACIENDA EL CUCHARITO EN CARMANIA, DONDE PERNOCTO


BOLIVAR.

Transitando mis recuerdos


RECORDANDO AL TÍO VICENTE MAZZEI
Lo conocí de siempre, en mis recuerdos más temprano siempre estuvo él.
Vicente Mazzei un tío afectivo que estuvo en nuestros primeros años y
que es imposible no recordarlo con cariño.

Evocó a este ser extraordinario, excelente padre y esposo; sus hijos


Lorena, Gisela, Vicente Luis y Eduardo, crecieron con el apoyo y amor
incondicional de este gran ser humano. Su esposa Silene Villasmil de
Mazzei compartió muchos años de vida con mi tío Vicente, como lo
llamábamos Aurita; mi hermana y yo.

Para ella y para mí su llegada de visita a nuestra casa era esperada con
emoción, igual la de nuestra tía Silene. Ese día era fiesta en nuestra casa.

Él siempre nos prestó gran atención, infinidad de veces se apartó del


grupo de adultos para compartir con los más pequeños.

Recuerdo que nos sentábamos alrededor de él para escuchar sus relatos


de leyendas y cuentos que como buen llanero era muy afecto. Muchas veces lo escuchábamos tocar
cuatro.
Nos deleitaba con los sabrosos cuentos del silbón y de la llorona, nos producía curiosidad la narración
de sus vivencias en los hatos barineses, esas vivencias de mi tío eran muy fascinantes para mí, la Iliada
contada por Aquiles no hubiese tenido un público más interesado que yo escuchando a mi Tío Vicente.

Me acuerdo que nunca lograron mis tías-madres hacer que mi tío comiese en la casa, era un hombre
muy delicado y generoso, siempre daba y no le gustaba recibir.
Lo vi por última vez en el año 2006, siempre con su gran humildad,
desbordando cariño hacia nosotros.

Como recuerdo a mi tío, vestido de blanco cuando llegaba a la casa. Él


era médico pediatra y mientras vivió en Valera no pudimos Aura ni yo
tener mejor cuidador de nuestra salud.
Llegaba de visita a nuestra casa y cuantos juegos no participo conmigo y
su hijo Vicente Luis, no le importaba estar elegantemente vestido de
blanco con corbata y chaqueta para sentarse en el piso y realizar juegos
con los vaqueros y caballos que era nuestro juego preferido, haciendo
rodeos como se hacían en los hatos barineses.

Pasaron los años y después del nacimiento de menor de sus hijos


Eduardo y la ida de sus hijas para estudiar en la universidad para irse a
vivir en Valencia.
Siempre un gran defensor y dedicado padre que contaba las vivencias con orgullo de sus hijos.

Como no recordar un excelente hombre como él, como no tratar de copiar su labor de padre, ejemplo
importante que me ha hecho por lo menos intentar ser un buen padre para mis hijos Luis Eduardo y
Victoria.
Vicente Mazzei, lo hiciste muy bien y desde tu partida en el año del 2007 todos los que te conocimos
sentimos un vacío por tu ausencia.

Solo te puedo decir:


¡Dios te bendiga, Tío Vicente! ¡Siempre estarás en mi recuerdo!

Foto1 Y 2: Mi tio Vicente Mazzei

CALLE 8, AÑOS 20

VALERA DEL CENTENARIO


Evocando nuestros recuerdos
LAS SERENATAS EN LOS AÑOS 80
Para muchos al leer este articulo les llegaran a sus mentes muchos recuerdos que quizás vivieron en las
calles de Valera afuera de una ventana de una casa llevándole canciones a una hermosa dama y muchas
veces solamente acompañados por los familiares de ella, ya que la Dulcinea estaba profundamente
dormida.

Infinidad de veces nos pasó cuando salimos como buenos Don Quijotes con la Cruzada de agradar a
una fémina que nos estaba quitando el sueño y ganarnos a su familia.
Con mis amigos que nos apodábamos Los Empinacodos, nunca falto un buen repertorio de canciones
para llevarles a nuestros adorados tormentos.

Con la guitarras de los amigos Leandro Canelón, Rafael Baptista y David Cestari, además de las voces;
quizás no muy “melodieras” de Wilmer Viloria, Quique Viloria, Ernesto Vergara, Lucho Muñoz,
Gabriel y Wilmer Avendaño, Javier Viloria, Rafael Añez, Miguel Valero y mi persona, empezábamos a
a ensayar en las cercanías del edificio Los Pinos, situado en la Calle 16 con la Av. Bolívar, con la
intención de hacer nuestro recorrido serenatero.

Esos ensayos los realizábamos los fines de semana, quizás no muy bien vistos por los vecinos que no
entendieron nuestras “Venas Artísticas”, que hasta llegaron a denunciarnos en Radio Turismo que
quedaba a menos de media cuadra, como malvivientes que no los dejábamos dormir.
Pero eso y las visitas a veces de la policía no nos impidió seguir con las serenatas , cosa que hicimos
por años de nuestra primera juventud llevando canciones a nuestras novias, enamoradas y hasta
nuestras madres, que nunca les faltaron su respectivas serenatas del Día de las Madres
Eran tiempos muy sanos, no existían muchos peligros y como éramos muchos pues no corríamos
riesgo.

Seguramente no éramos los únicos que realizábamos esta actividad, ya que se tenía por costumbre en la
ciudad este tipo de actividad, en donde no había que pedirle permiso a la Prefectura como en otras
partes.

Canciones de Camilo Sexto, boleros famosos, baladas de cantantes de moda, música venezolana de
rondallas y hasta rancheras eran parte del repertorio que llevábamos a las enamoradas, por supuesto con
su respectivo ensayo en la esquina del edificio Los Pinos.

Rafael Baptista con su voz de tenor dirigía la música mexicana y yo me encargaba de realizar el famoso
grito ranchero y luego acompañada la serenata con la risa de guacharaca del desaparecido amigo
Ernesto Vergara, produciendo grandes carcajadas en los oyentes.

Nunca fuimos mal recibidos en ninguno de los hogares en donde llegábamos con nuestras canciones, al
contrario. Recuerdo especialmente en una residencia de señoritas en la cual yo era asiduo visitante
serenatero a pesar de la rigidez de sus dueñas, que siempre tuvieron la amabilidad de permitirnos
derramar “nuestras dotes artísticas”.

De la misma forma, de muy buena manera, éramos recibidos por el Sr. Rubén Valero y su esposa Hilda
de Valero cuando llevábamos una serenata a su hija Rosario por quien luego fue su esposo Leandro
Canelón.
Hasta apoyo recibíamos desde Caracas cuando venía un enamorado que tenía mi hermana y se nos
pegaba en las serenatas para ver si mi hermana le daba el “si” tan esperado, que nunca llego y que a
pesar de los años transcurridos recuerdo con aprecio.

Mi malogrado cuñado, tenía que ser apoyado por “Los Empinacodos” haciendo honor a nuestro apodo
desde el mismo bar-restaurant del hotel en donde él se quedaba, en donde comenzamos a planear hasta
el ensayo de la próxima serenata.

Evoco cuando mi hermana sufrió una operación y como por varios días con el “posible cuñado” a
cuesta fue atacada por nuestra serenatas.

Estoy seguro que para muchos de ustedes este relato abre la puerta a muchos de sus recuerdos en las
páginas de las serenatas de aquella Valera que conocimos y que fue tan sabrosa. Para muchos jóvenes
estos recuerdos nuestros serán extraños de esa época donde no necesitábamos de la tecnología para
disfrutar y que solo contamos con un corazón dispuesto a ser felices y disfrutar sanamente de ser
jóvenes.

¡Honor a esos tiempos idos!

AV 7, AÑOS 40
A los 11 años de su partida
RECORDANDO A LEANDRO CANELÓN
Han pasado muchos años, una eternidad de su fallecimiento. Partió en el año 2007. Siempre lo
considere el hermano mayor que nunca tuve y así crecimos.
Todavía con los años que han pasado de su muerte es difícil creerlo. ¿Sera por tantos recuerdos que nos
unieron?

Fui testigo de su matrimonio por el


civil, fui padrino de su boda por la
Iglesia en el año de 1986 y padrino
de su primera hija Andrea Canelón
Rivas en 1988.
Recuerdo a mi hermano Leandro
Canelón, las serenatas que llevamos,
la amistad que nos unió por tantos
años, desde que fuimos adolecentes,
hasta bastante entrada nuestra
madurez.
Es imposible olvidar esa época, la
Valera por la cual transitamos y la
Mérida en que nos tocó vivir. El
tiempo irremediablemente nos lleva
consigo y muchas veces es más benigno con muchos y con otros no tanto y se los lleva antes de tiempo.

Hace poco me llego a Conociendo Valera I y II una foto de Leandro que me envió otro hermano mío de
crianza; el Alguacil Wilmer Viloria.
En esa foto aparece Leandro, junto a sus primos David Cestari y Javier Viloria; también grandes
amigos; si no me equivoco en una reunión en la casa de nuestra recordada amiga Xiomara Ocanto en
los años 80.

De mi amistad con Leandro recuerdo a mi compadre con su guitarra, siempre cantando y presto a llevar
serenatas. Recuerdo que el Día de las Madres conducía unas serenatas a nuestras madres, que
comenzaba a partir de las doce de la noche de ese día y se prolongaba hasta donde el cuerpo aguantaba
y nuestras madres no nos detuviesen, ya que donde llegábamos nos paraban para obsequiarnos desde
café, dulce y la bebida espirituosa que estuviésemos bebiendo.

Leandro, cuando sus estudios de Ingeniería y su trabajo lo dejasen en la Coral de la Policía del Estado
Mérida (FAPEM), tocaba guitarra y componía canciones, siempre preparándolas para la próxima
serenata que planeásemos llevar.

Evocó una casa en la Av. Bolívar cerca del BOD donde vivía una joven, por la cual yo bebía los
vientos, a la cual llevábamos serenatas en aquellos años 80; repase que en estos días con Wilmer cada
uno de los recuerdos de aquellos tiempo; en donde muchas fueron las canciones que lleve acompañado
por el que sería mi compadre y Wilmer, además de varios amigos más.
También recuerdo del padre de mi amigo, el conocido Profesor Juan Canelón Cestari, con quien me
unió una bonita amistad.
Mi amigo Leandro fue aquejado de un accidente cerebro vascular en el 2005, con todo y un año
después vino a Valera a conocer a mi primer hijo Luis Eduardo y esa sería la última vez que lo vería ya
estaba bastante deteriorado por la enfermedad, falleciendo el año siguiente.
“La vida continuó” y se llevó a mi hermano y compadre Leandro Canelón y hoy a los 12 años de su
partida, te recordamos igual y le pedimos a Dios algún día volver a cantar juntos como lo hicimos en
aquel tiempo tan recordado.

Foto: Leandro Canelón junto a David Cestari y Javier Viloria.


¡Qué tiempos aquellos!

VALERA CENTENARIA.
LA DE LAS SIETE COLINAS

CALLE 8, VALERA CENTRAL.


AQUEL “RANGEL” DE MIS RECUERDOS
Hoy he decidido narrar; hace tiempo pospuesto; uno de los hechos que me marcaron como lo fue mi
transitar por el liceo “Rafael Rangel”. Hermosos recuerdos que no se apartan de mi mente, evocando
compañeros que se encuentran vigentes en mi vida y muchos que ya han concluido el transitar por este
mundo.

Recuerdo como si fuera ayer mi llegada al


Liceo “Rafael Rangel” en el año de 1981;
venia del Colegio Salesiano; y todo lo que
sentí cuando llegue a ese nuevo recinto que
me iba albergar por dos largos años, que los
puedo señalar fácilmente como unos de los
mejores que he vivido. Tránsito por las
elecciones del año 82 en donde ganamos
rasantemente apoyados por el recordado
Partido de la Revolución Venezolana (P.R.V)
del recordado y siempre vigente
Comandante Francisco Prada.

Que interesante y enriquecedor fue conocer tanta gente espectacular y enriquecedora como puedo
evocar a mis buenas amigas Xiomara Ocanto, Patricia Contreras, Gladys Duarte, Lisbeth Africano,
Glenda Maldonado, Gaby y la “Maracucha”Betsy, Zuly, Maily Gallardo, Lorna, Trina, Moraima,
Irene, Nilce Betancourt entre otras y los sin iguales compañeros Omar “Cuchillo”, David Cestari,
Felipe Ditoro, Ivan Ditoro, Wilmer Viloria, Javier Jaramillo, Miguel Valero, Ernesto Vergara, Rafael
Añez, Manuel Goncalvez, Gabriel Avendaño, Nafis Pacheco, Rafael Baptista; el famoso Gardel que
nos deleitaba junto a Cestari con sus guitarras y canciones de moda de la época y de la pasada; el
fallecido y recordado Leandro Canelón, Alirio Cabrera, Alcides Betancourt , el desaparecido Oscar
Prato, Gustavo y el conocido “Tiburón” Cornieles.

Evocaré como parte de esos recuerdos a los docentes que nos ayudaron a caminar por los caminos de la
enseñanza como lo fueron las nunca olvidadas profesora Zoraida Herrera de Hernández, Susana
Quintini y los docentes Roberto Minardi, Ramón Castillo, el fallecido Víctor Lara, el Padre Heberto
Godoy.

Con cuantas ganas y pasión Ramón Castillo nos narraba la historia patria y sin lugar a duda creo que
ese docente trujillano fue el que me hizo un apasionado lector y escritor de ese tema, igual debo
reconocer la pasión de Susana Quintini cuando nos recitaba, cuando nos leía las obras de literatura
universal y venezolanas. ¡Qué bellos momentos! No puedo dejar de mencionar a la directora del liceo,
Lcda. Lesbia de Portes.

Tan sabrosas que eran las tardes donde compartíamos docentes y alumnos en lo que llamábamos “el
tanque de agua”, nunca olvidare las obras de teatro dirigidas por la Profesora Susana quien hacia las
delicias de sus alumnos, como el día que llevo una urna y el buen amigo Alvarado fungió de muerto.
Cada vez que paso por el “Rangel” me parece que veré a los “Tigres de Guiato” con su pelo largo
dirigidos por el Prof. Vidal Hernández y liderizados por el buen amigo y excelente juez Tulio Villegas.
De ellos recuerdo a Exio y Edecio González; el primero concejal y el segundo Contralor en un
municipio del estado Mérida, “El pimpollo”; Álvaro González, destacado profesional del derecho,
Jeñito (+), el “Chiva Loca”(+), el buen amigo “Romer Valecillos, que realizó una muy interesante
labor cuando fue director de cultura en la Alcaldía de Valera.

¡Qué tiempos aquellos! Tiempos que no volverán, pero que fácil es cerrar mis ojos y volver a esos años
81-82. Oigo la risa de guacharaca del recordado Ernesto Vergara “Pinguiñoño”, el timbre que nos
recordaba que teníamos que entrar a clase.
En el “Rangel” pasábamos todo el día y como con todo y el tiempo que ha pasado ese “Rangel “quedó
impreso en nuestras vidas, quedando marcados en nosotros en lo que fuimos, lo que ahora somos y lo
que seremos.

LICEO RAFAEL
RANGEL Y URB. BELLA
VISTA DESDE LAS
ALTURAS.

LA FARMACIA EL CENTRO DE MIS PARIENTES BERTA Y MARIANA ESPINOZA


PEDRO ALARZA JUGO RECIBIENDO PREMIO.

ALFONSO ROSARIO MAGGI, SECRETARIO EJECUTIVO DE ACOINVA, MI TIO.


ENTRE FANTASMAS Y APARICIONES EN LA CASA
CARMANIA
Nuestro Municipio Valera está llena de mito y
leyendas que nos hacen brillar con luz propia
construyendo nuestra idiosincrasia y un bello
folclore que nos hace orgullosos de nuestra
Valeranidad y el día que fuimos a la casa de la
Hacienda El Cucharito, mejor conocido como
Casa Carmania, no podíamos dejar de buscar
informaciones sobre ese tema.

Ya habíamos tenido informaciones que en las


inmediaciones de esa Casa se veían personas que de pronto se desvanecían. Tenemos un amigo que
cuenta que una vez que se acercó a esa casa vio a una persona y trato de acercarse llamándolo, la
persona que era un hombre de espaldas con un gran sombrero camino rápido y al voltear la casa se
desvaneció.

Ese amigo trabajador de la Alcaldía de Valera, asegura que eso fue lo que vi, sin expresar ninguna duda.
En la Casa de la Hacienda el Cucharito, pudimos conversar con el Prof. Ángel Ramón Briceño Mendez
, que su trabajo es Educación para el Trabajo con los adolescentes de la Casa Hogar nos refirió que en
este sitio desde hace años atrás siempre ha habido una historia, primero con el Padre Rosario cuando
vino a estas tierras Simón Bolívar.

Recuerda que la historia cuenta que aquí en la parte de atrás existía un gran árbol que era donde Simón
amarró el caballo, existiendo en la parte de arriba una ventana en donde el Padre Rosario y Bolívar
idearon el Decreto de Guerra a Muerte.

Briceño nos relató que las leyendas han sido una realidad, las personas tienen miedo y ven salir de aquí
animas que de pronto se desvanecen. Jóvenes de la Institución dicen que aquí se escuchan pasos,
asegurando que eso es una realidad.

Refieren muchas personas que se ven siluetas vestidas de blanco o con ropajes con que vestían antes
los campesinos caminando por todas estos terrenos.

El amigo Briceño nos contó que él no ha tenido visiones de este tipo con los aparecidos desde hace 13
años que trabaja aquí, pero si ha escuchado los relatos por personas que si aseguran haberse topado con
los fantasmas.

Reconoce el docente que para él ha sido maravilloso escuchar todos estos mitos y leyendas que nos
engrandecen como Valeranos.

Definitivamente es muy enriquecedor encontrarse en un lugar en donde el mito, la leyenda y la historia


se entrecrucen, que nos llenan de orgullo de lo que somos, fuimos y seremos.
CASA DE LA HACIENDA EL CUCHRITO DE PADRE ROSARIO, AÑOS 50.

…..Y
SOBRE LA NOVELA “JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ;
UN MILAGRO HISTÓRICO”
He tenido el placer de leer este extraordinario libro del Dr. Raúl Díaz Castañeda y no puedo dejar de
resaltar el interesante recorrido que nos hace por la Venezuela de principio del siglo pasado sin
esconder sus debilidades y fuerzas.

El texto no solo nos describe al José Gregorio Hernández el santo y el benefactor de los pobres y de los
no tan pobres, sino el científico, el José Gregorio humano con sus defectos y virtudes. De una forma
valiente sitúa frente a frente dos hechos históricos como lo fueron la muerte de Rafael Rangel con el
Hernández docente y de la misma manera nos hace conocer con una interesante fotografía literaria a
figuras como Castro, Gómez, Leopoldo Baptista, Luis Razetti; con su conocido ateísmo; entendiendo
sus pasos por nuestra historia y lo importante del momento histórico que vivieron.

Si lugar a duda la novela de Díaz Castañeda es fresca, atractiva y llena de nuestra esencia de
venezolanos, que solamente puede ser plasmada por un hombre que ama verdaderamente a su país y a
su terruño.

Para conocer a José Gregorio; nuestro santo y medico trujillano; es lectura obligatoria de este libro
que de una manera abierta y directa nos hace conocer más el “Siervo de Dios” de la mano de un galeno
de mente abierta, un intelectual que no es fácil de impresionar pero que con su pluma sabia ha
reseñado una vida que como lo dice en su libros de un milagro histórico.

Pude compartir una tarde con el Dr. Díaz Castañeda y el buen amigo Luis González y de esa rica
conversación; que espero que se repita; me enriqueció en las anécdotas e historias de aquel Trujillo y de
aquella tierra de Mercedes Díaz que de una u otra manera tratamos de evocar a cada rato.
En la realización del blog “El Cronista de Santa Rita” y el Facebook “Conociendo a Valera” reconozco
la importancia de estos dos amigos para transitar por la historia de nuestro terruño que tan importante
es para los que queremos saber que somos y a dónde vamos.

Para conocernos más como trujillanos; estoy seguro; es necesario consultar a estos dos escritores
valeranos y de la misma manera leer al novelista y poeta escuqueño Antonio Pérez Carmona, sus textos
son parte importante de mi biblioteca.
BOMBA EL BOLO AÑOS 40.

SECTOR LA MARCHANTICA AÑOS 80.


TRADICIONES, MITOS Y LEYENDAS DE LA
POBLACIÓN DE MENDOZA
Conversando con la cultora y amiga Katiuska Velazco nos contó sobre las tradiciones de Mendoza de
donde es oriunda. Se refirió que en las fiestas de matrimonio se preparaba un pavo relleno para
obsequiar a los invitados y para esas ocasiones su abuela muy pendiente, rellenaba el pavo de carne,
jamón, chuleta y tocineta.

Antes de sacrificar al animal su abuela lo emborrachaba, luego lo cocinaba en agua y concluía


llevándolo al horno.

También se preparaba una torta de tres pisos, siendo esos platos patrimonio de esos cerros que rodean
la población de Mendoza, que eran la cordillera parte de arriba y el cerro La Guaira que sale a La
Culebrina.

De esos sectores, Katiuska recuerda que hacían grandes parrandones que duraban hasta el otro día, en
las festividades decembrinas en los años 70.

Existían grupos de gaitas de los cuales recuerda a Los Golperitos, el grupo de gaitas La Guaira ,
recordando a Silvio Ocanto.

Con esos grupos de gaita se iban a la plaza comenzando en la primera misa de aguinaldo.

La fiesta de San Isidro era muy animada y la gente amanecía en la plaza, esta era otra de las coloridas
celebraciones de esta zona.

Katiuska Velazco también recuerda las paradas militares que dirigía la Prof. Aura Briceño de Monreal
que dió a conocer la vida de este prócer mendocino y luchó mucho por la restauración de la Casa Natal
del héroe.

Yo mismo fui testigo de varias, ya que me tocó acompañar a mi papá y a mis tias-madres. Eran ellos
muy amigos de esta docente que es orgullo de la población mendocina.

De los mitos y leyendas, la cultora de Mendoza, recuerda a la Llorona, que contaba la gente que salia
una mujer vestida de blanco y cuando se oía lejos era porque estaba cerca y cuando se oía cerca era
porque se encontraba lejos. Se decía que donde había niños pequeños era donde más salía.

Evoca la cultora que oyó cuentos de botijas encontradas llenas de monedas.

La parroquia Mendoza existe otra leyenda que narra que de la caja de agua que había en El Chorrerón
sacaron un muerto hace 17 años para poder hacer la caja. El cadáver estaba completo y lo llevaron a
Mérida.

Esa historia la narró Cesar Labastidas que se encontró en el sitio cuando ocurrió ese acontecimiento ,
igual el Sr. Maldonado que también fue testigo.
En Mendoza no faltan los mitos de encantos y aquí existe un mito de un hombre que arrastra una urna
y cuando ve a una persona le pasa por encima llevándose su alma. Ese relato cuentan que ocurre en el
sector de la Mocojó, donde pasa el río y sale en Semana Santa.

No podría faltar en la zona la leyenda de un hombre que vendió su alma al diablo y se dice que
ocurrió en el puente conocido como el Puente del Diablo, que supuestamente le faltan ladrillos porque
no pudo terminarlo antes que amaneciera como había llegado en su negociación con el supuesto
espíritu maligno.

Nuestro municipio está plagado de leyendas y mitos, colorido que nos hace sentirnos orgullosos de
nuestra idiosincrasia y de ser valeranos, trujillanos y venezolanos.

MENDOZA FRIA

LA PUERTA. AÑOS 40
Con el Cronista de Valera Luis González
ENTRE CRÓNICAS Y AMIGOS
Antes de comenzar la Sesión Especial del Día
del Músico pudimos departir animadamente con
el Cronista de Valera, Luis González, el
Contralor del Municipio Valera; Abg. Eli Torres
Graterol, el Síndico del Municipio Abg. Rafael
Peña y el Concejal Germán Lares sobre la Valera
antigua.

Quien mejor que Don Luis para narrarnos sobre


ese tema, ya que para ese tiempo y todavía, era
un Bohemio consuetudinario.

Mis otros tres amigos, hombres muy versados en la Bohemia, escuchaban con atención cuando el
Cronista de Valera contaba sobre el Bar Restaurant Conticinio y recordaba que en ese sitio ellos
conversaban y le daban duro al Ron y al Whisky, almorzaban allá muchas veces y seguían haciendo
honor al Dios Baco.

En esos tiempos refiere que Valera era muy tranquila y la gente no temía salir a la calle.

Evocó Don Luis las sabrosas tertulias que tuvo con Guillermo Viloria, Eladio Muchacho, Guillermo
Montilla, los Bertoni Terán y Mario Maya entre otros.

Luis González nos refirió que la ciudad contaba con varios grupos musicales y se podía llevar serenatas
en las madrugadas, también acompañados por la vieja y noble caña.

Se acordó de Pedro Malavé Cols quien a pesar de que no era valerano, quiso mucho la ciudad. Él tenía
una imprenta en la calle 8 entre calles 12 y 13, donde se hicieron varios libros en honor de la ciudad de
Valera.

En la imprenta de Pedro Malave Cols publicaron varios libros del escritor


valerano Adriano González León, uno de los mejores escritores
venezolano. Fue premio Nacional de Literatura y un gran hombre, muy
creativo y amigo leal, también muy parrandero y le metía duro a la vieja y
noble caña.

Explicó Don Luis que el ron valía 6 Bs la botella y el Whisky 15 Bs.


Entre los bohemios de la época recuerda a Cesar Bertoni, Malavé,
Guillermo Montilla, Rafael Ángel Lujano, Hugo Dubuc, Graterol Vargas,
para nombrar algunos.

Sobre la Calle Vargas nos narró que era una calle de muchachas de buena voluntad que cuando
recibían los dos bolívares por el trabajo decían amablemente: “Seños perdone lo malo”.

La calle Vargas que era en la Av. 4, El Arco Iris en la Floresta, La Piscina arriba de las Residencias El
Murachi y el Siboney vía Sabana Libre.
Aunque él no fue visitante de esos sitios los recuerda por los comentarios de la gente.
La verdad es que uno puede pasar días oyendo las anécdotas y crónicas de Don Luis, pero esta sabrosa
conversación fue suspendida por el comienzo de la Sesión del Día del Músico, pero quedaran muchos
momentos en que sigamos oyendo estas narraciones, sobre todo ahora que viene la Navidad, pero si
como lo dice Don Luis acompañados por la noble y vieja caña.

Foto 1: Conversación de bohemios valeranos.

Foto 2: Don Luis González, Cronista de Valera y reconocido Bohemio trujillano.

BAR Y RESTAURANT EL CONTICINIO.

MARIO FAMOSO MESONERO DEL JARDIN DE LAS ACACIAS


ALMA DIAZ DE ROSARIO, MI RECORDADA TIA ALMA.

DOÑA ROSALIA BERTONI, MAMA IA, COMO YO LE DECIA.MATRONA TRUJILLANA.


Conversando con el Prof. Omar Monsalve

CRÓNICA DE LOS INICIOS DE LA PARROQUIA SAN


LUIS
En una agradable conversación, como las que tengo siempre con mi gran camarada el Lcdo. Omar
Monsalve; Cronista sentimental de la Parroquia San Luis y un gran cultor valerano; tocamos el tema
de los inicios de la Urb. San Luis, pidiéndole a Monsalve que como había sido Orador de Orden en la
celebración de los inicios de esa parroquia que me contara algo sobre ese tema.

Mi amigo llegó a San Luis en el año de 1969, la urbanización estaba comenzando y solo contaba con
unas casas rurales, no existiendo el sector Los Mangos.

El nombre Los Mangos les pusieron porque habían matas de mango de lado a lado, era un arco de
puras matas de mango y por eso es que ese sector lleva esa denominación, siendo mentiras lo que
mucha gente ahora especula, que ese sector se llama Los Mangos porque existen en cada casa una
mata de esa fruta.

Recordó Monsalve que allí no habían casas, él se iba con sus amigos; de niño; con caucheras a cazar
iguanas.

Cuando el llego a San Luis eso era un charquero, no habían calles y las casas no tenían cercas ni nada y
de vez en cuando pasaba un camión cisterna del Concejo Municipal de Valera y llenaban las pipas ya
que no contaban con el vital líquido.

Tampoco existía calle principal ya que todo el mundo andaba por los solares y de esa manera era que
la gente se comunicaba.

Evoca a ciertos personajes típicos de la zona como el Chueco Padilla muy copeyano y Sánchez que era
adeco, también estaba el primer Prefecto que tuvo el Valle de San Luis; que ahora no recuerda el
nombre, había sido policía y aunque no sabía leer ni escribir tuvo ese cargo.

Cuando Monsalve y su familia llegaron no había Iglesia, donde hoy hay el modulo, existía un árbol de
cedro muy grande y frondoso. En ese árbol se abrió un hueco en el tallo y se colocó la Virgen del Valle
y allí llegaba un cura misionero y daba la misa.

Las casas las había hecho el Ministerio de Agricultura y Cría; MAC; y eran muy grandes, por eso que
las casas del sector 1,2,3,4, 5 y 6 son casas con solares muy pequeños, ya que esas casas fueron para el
resto de la población.

Esas viviendas costaban 9 bolívares fue la inicial, no tenían electricidad, ni agua.


Esa urbanización se llamó San Luis porque así se llamaba la parte de arriba que existía una finca con
ese nombre.

San Luis Parte Baja era lo que hoy llamamos Eje Vial que ahora se llama el Valle de San Luis y aquí se
cumple igual que Trujillo y Valera, que la capital parece que fuera la Ciudad de las Siete Colinas la
capital, San Luis Parte Alta no figura y en San Luis Parte Baja funciona todo.
En San Luis Parte Baja se encuentra la prefectura, el Módulo, funcionan los médicos de Barrio
Adentro.

Con el tiempo se creó una Iglesia que era donde está el Módulo y ahora existe también un cuidado
maternal llamado Mi Casita, también se hizo una cancha deportiva donde se hacían las festividades de
la Virgen del Valle.

Existía una cancha de bola criollas y después hicieron un Módulo que era muy pequeño.

Muy interesante la conversación con mi camarada ya que es necesario que las comunidades cuenten su
historia y Valera está conformada por 217 sectores que es necesario que narren su historia, que estaba
invisibilizada, muchas veces ni la misma comunidad la conocía.

Gracias a Dios el Concejo Municipal de Valera ha sacado Ordenanza Sobre el Cronista Municipal y
Cronistas Comunales del Municipio Valera y ahora Valera contará con esos cronistas que desde las
mismas comunidades contaran su historia y la construirán en los años que están por venir.

LA RECORDADA ISABEL, PERSONAJE TIPICO DE VALERA DE LOS AÑOS 90


EL CAMBOMBORO, DONDE SE JUGABA BEISBOL EN LA VALERA DE LOS AÑOS 30 ,
AHORA LA CIENEGA.

LA PLATA III AÑOS 70.


RECORDANDO A HUMBERTO ROSARIO
¿Que cuando te conocí? Siempre primo. Fuiste para Aurita y para mí el hermano mayor que nunca
tuvimos.

Ya hace cinco años que partiste con tu sonrisa, tu valentía hacia la vida digna de admirar, ya que no se
podía imaginar que tu cuerpo pequeño hubiese resistido a tantas pruebas como te puso la vida.

Siempre estuviste en nuestras vidas con la palabra exacta, el consejo acertado y el apoyo de hermano
mayor que nunca nos faltó ni a Aura ni a mí.

En este año que has faltado nos ha parecido mentira que ya no te encuentres con nosotros pero
tenemos la seguridad que debes sentirte; donde estés; satisfecho porque dejaste huella en quienes te
conocimos.

Tuviste una vida plena derramando todos los dones que te dio la vida a quienes en muchos momentos
los necesitamos.

Aquel día en que te aprestaste al viaje hacia el Padre, nunca imagine conseguir al Humberto que
siempre conocí derribado, pero la vida te tendió la trampa que no resististe.

¡Que vaina! Ya no habrá más reuniones en donde compartíamos unas cervezas y una parrilla, ya no
disfrutaremos de las fiestas navideñas pero siempre estarás en nuestros recuerdos y de nuestros hijo por
que las personas como tú no pasan ya que dejan huellas imposibles de borrar.
FACETAS DE ALIRIO PEÑA, DIRIGENTE DEPORTIVO VALERANO.
La ciudad que conocimos
LOS CINES EN VALERA Y SU HISTORIA NEGRA
Con mi Amigo el Prof. Omar Monsalve hemos conversado muchas veces sobre la Valera que
conocimos en aquellos años 70 y 80.

Esta vez me refiere a los Cines valeranos, sitios donde tantas veces estuvimos viendo películas que nos
asombraba en nuestras mentes de niños y adolescentes.
Mayormente uno acudía a los cines en la Ciudad de las Siete
Colinas los días domingos, pero el día en que más acudía era
el lunes ya que era a mitad de precio.

Recordamos en esa conversación el Cine Delicias; que se


encontraba en la Urb. Lazo de la Vega; el Cinelandia, situado
en la Av.11 con calle 10, el cine Valera; en la calle 8 entre
Avenidas 10 y 11, el Cine Libertad en la misma zona y el
Cine Bellavista; que según mi amigo era el más cochino de
todos en donde la gente hacia sus necesidades, recuerda que
ese cine era horrible.

Evoca Monsalve que ese cien lo reinauguraron con la


película Tiburón que fue un éxito en la taquilla con sonido
sensurround y con la película venezolana “Soy un
Delincuente”.
En los cines el que pagaba patio y los que estaban en el
balcón lo orinaban y lo escupían, eso era un desastre.

Cuando la película no comenzaba o a la mitad la cortaban


para cambiar los rollos y prendían la luz los muchachos
comenzaban a gritar: ¡Película! ¡Película! Con todas las
groserías habidas y por haber contra el pobre hombre que cambiaba los rollos de las películas.

Eso sucedía ya que había un solo monitor, pero al tener dos monitores como ocurrió el tiempo no
existía ese problema.
Las películas que recordamos son las de los luchadores enmascarados mexicanos en donde uno veía a
muchos muchachos con las máscaras de sus ídolos de la lucha libre.

Monsalve y yo recordamos a las películas del Santo el Enmascarado de Plata y a Blue Demón que
combatían contra la momia azteca, Drácula.

Había mucha inclinación al cine mexicano y muchas personas tenían el bigote como Pedro infante y
Jorge Negrete y tenían otros el peinado de Javier Solís.

En el Cinelandia empezaron a pasar en los años 70 las películas de artes marciales, en donde al
protagonista lo herían varias veces y seguían peleando.
Con el tiempo llegaron las películas de Bruce Lee y al salir del cine, los muchachos y jóvenes salían
dándose patadas para emular a los protagonistas chinos de esas películas. Persiguiéndose por toda la
calle.

Estamos seguros que el Prof. Monsalve era uno de los que más daba patadas al salir de ver esas
películas. Todo el mundo quería hacer lo que veía en las películas.
Me recordó al “Viejo Pedro” que vendía un pan salado tipo francés con carne, donde uno le ponía la
salsa y la mayonesa que uno quería y para eso le ponía en frasco a lado para que la persona usara la
que le apeteciera.

Las salsa que más se usaban era la Kraf y la Ketchup Heinz, ya que en ese tiempo lo de ligar la
mayonesa con la salsa de tomate no se usaba mezclada.

El pan era de carne picada muy buena que costaba un real. Para ese tiempo nace el primer
perrocalentero que vivía en la Ciénega, que era cojo y dice Monsalve que se llamaba Víctor y tenía una
manera de promocionar su mercancía gritando por toda Valera: ¡Yyyyyyyyy a realitos los perros!
Que era solamente salsa de mostaza y de tomate, un pan y una salchicha, con cebolla picada.
Mi amigo no puede dejar de mencionar las arepas mata perro y dice que al principio solamente en los
cines las vendían, después es que proliferaron carros por toda la ciudad.

Las cotufas también hacia las delicias de los amantes del séptimo arte y en la plaza Bolívar se la pasa
un señor que vendió en esa zona toda la vida.

Es imposible al mencionar el cine de esa época no recordar los


suplementos o comiquitas como Memín, Hermelinda, Chango,
Kalimán, Tamakún , Arandu y las fotonovelas como el Santo,
Juan sin Miedo, El Valiente.

En los periódicos contaban con sus tiras cómicas como Archie,


el Dr. Merengue, Mandrake, El Fantasma, Tarzán, Marilú,
Henry, Ramona, Benitin y Eneas.
De los personajes típicos de la ciudad de esa época Monsalve
nombró al Reo que se la pasaba en la esquina del Cementerio
que era muy grosero cuando lo llamaban por ese nombre.

Existía Colmillo é Tigre, que era muy tranquilo; la Loca


Ramona que le levantaba la falda a las mujeres, ya que la
mayoría de las damas utilizaba faldas.
El docente valerano refirió la falda medio paso que usaban las
valeranas.

Cuando empieza el destape con el movimiento hippie en los Estados Unidos aquí ciertos hombres
comienzan a dejarse el pelo largo y los viejos decían: ¡Ahí va un maricón!

Las camisas con flores y las correas gruesas, con las hebillas grandotas y comenzó; según Monsalve;
una transculturización que no estábamos preparados y eso ha afectado mucho todo lo que es nuestro.
Las mujeres en esos años empezaron a usar el pantalón caliente y a los hombres a írsenos los ojos, ya
que para esa época un picó era una rodilla.
BOXEO VALERANO

MAMAYEYA, MAQUETISTA VALERANO.


1939. LAS BELLAS DE VALERA DEL EQUIPO DE YEGUAS DE BASQUET. HAIDÉE
VETANCOURT, LA NENA BRICEÑO ALARZA, ANICIA CHUECOS POGGIOLI, MARIA
MORENO, ANA MERCEDES DABOÍN, MARGOT BRICEÑO ALARZA, ALMA E HILDA DIAZ
PANNACI, NICIDA VILLEGAS, ADRIANA DABOÍN, CLARA SALAS PISANI Y CELINA
VETANCOURT, LA MASCOTA DE HOY DEBE ESTAR RODEADA DE NIETOS, BIZNIETOS.
CORTESIA DEL CRONISTA DE VALERA; LUIS GONZÁLEZ.

DIEGO HIDALGO, SU ESPOSA ERENIA Y SUS HIJOS. CABALLERO HIJO ADOPTIVO DE


VALERA. DUEÑO DE AUTO MERCADO LA DEMOCRACIA.
EL DÍA QUE SE CAYÓ EL PARDILLO DEL BARRIO EL
MILAGRO
Existen acontecimiento que han quedado en nuestros recuerdos, que muchas veces uno quisiese
profundizar en ello, conversando con personas
que también los vivieron para ampliar los
recuerdos y en la amistad que me une con el
Cronista de Carvajal Robinsón Núñez, en la
muchas pláticas sobre la historia reciente de
nuestros Municipios y del Estado Trujillo me topé
con el día en el año 1982 cuando se derrumbó
parte del sector El Pardillo del Barrio El Milagro,
quedando incomunicado el barrio con la parte
central de la ciudad.

Ese año yo estudiaba en el Liceo Rafael Rangel y


pertenecía al Centro de Estudiantes “Álvaro
Viloria”.

Robinsón integrante de la Federación de Centros Culturales me evocó aquellos recuerdos que estaban
dormidos en mi mente, pero que considero que fue un evento importante que marcó la ciudad de
Valera.

Si mal no recuerdo un día jueves de ese año, si no me equivoco en el mes de abril un aguacero muy
fuerte derrumbo parte de ese sector valerano, más de 20 casas.

Me contó Robinsón que los damnificados los ubicaron en la Casa de la Cultura que quedaba diagonal a
la Casa Cural del Barrio El Milagro, estaba hacinados ya que eran muchas familias los afectados y
entre el equipo de trabajo de la Federación de Centros Culturales y lo muchachos de la Casa de la
Cultura decidieron hacerse cómplices de una toma que se iba a realizar ya que no había respuesta por
parte del gobierno ni municipal ni regional.

Convocaron a una Unidad Móvil informativa del Radio Turismo llamada “El Pájaro Amarillo” que era
conducida por el periodista Ramón Camacaro y la Unidad Móvil 4 de Radio Valera con Brixio
Oliveros Quintero.

Decidieron invadir las casas que se estaba haciendo en San Cruz, esas casas para el momento de la
invasión no tenían puertas, pisos ni ventanas y Robinsón recuerda que contaron con un muchacho que
era estudiante de leyes y que hoy es un conocido juez de nombre Tulio Villegas que los asesoraba en la
Federación.

Como a la 1 de la mañana fueron trasladados los damnificados en camiones a tomar esas casas cuando
amaneció ya las familias estaban en sus nuevos hogares y se movilizó Radio Valera y Turismo para
cuando llegara la Guardia Nacional del Destacamento 15 ya estuvieran los medios comunicación radial.

También se les notificó a los estudiantes de los Liceos Rafael Rangel, Antonio José Pacheco para que
apoyaran los damnificados.
Robinsón dice que no fue una cuestión política y yo tengo claros recuerdos que fue una protesta social.
Otro grupo de damnificados se situó en la Iglesia San Juan Bautista y los apoyó el cura párroco.

A las ocho de la mañana en las casas de Santa Cruz llegó la Guardia Nacional y la Policía con sus
armas anti motín esperando la llegada del Gobernador del Estado o un representante de esa institución.

Allí se levanto un acta de que las casas no estaban terminadas pero los damnificados se
comprometieron en ayudar a su construcción junto con la gente de la Federación de Centros Culturales
y de la Casa de la Cultura.

Comenzaban con una casa entre todos reubicando la familia en otra hasta que la terminaron con los
pisos y al otro día se hacía con otra vivienda hasta que las terminaron todas.

Allí salieron las ollas comunitarias y cada quien llevaba un poquito y se hacía la comida de las familias
y de los trabajadores que terminaban las casas y de esta manera comienza este sector con la invasión de
este sector valerano.

Mi amigo el Cronista de San Rafael de Carvajal Robinsón dice que el trabajo cultural va más allá de
bailar, hacer una obra de teatro, pintar un cuadro o cantar sino de hacer obras sociales en pro de la
comunidad.

URBANIZACIÓN LASSO DE La vega en los años 50.


GUILLERMO MONTILLA, GRAN PERIODISTA VALERANO. CORTESIA DE LUIS GONZALEZ.
.

MI TIO PEDRO ROSARIO MAGI, PRESIDENTE DEL CONCEJO MUNICIPAL AÑO 1945.
COMERCIANTE, HIJO ADOPTIVO DE LA CIUDAD SIETE COLINAS.CORTESIA DE PEDRO
RENDÓN.
EVOCANDO LA FEDERACIÓN DE CENTROS
CULTURALES
Poco se ha escrito sobre la Federación de Centros Culturales
que tantas actividades realizaron en pro de la cultura popular,
como conocía que Robinsón Núñez, Cronista de San Rafael de
Carvajal fue pieza importante de esta organización cultural le
pedí que nos contará lo que había vivido como cultor y evocará
todos esos recuerdos de aquellos tiempos de la cultura popular
desbordaba Valera, el estado Trujillo y varios estados de nuestra
querida Venezuela.

Recordé aquellos tiempos cuando otro gran amigo Alfredo


Matheus era el director de la Federación de Centros Culturales,
como las amigas Iris Matheus y Sandra Andara nos llevaron al
“sótano del Concejo” como lo llamábamos.

Robinsón me contaba que cuando se planificaban las Tomas Culturales por la fiestas de Valera o las
que se realizaban en un sector X, bien sea porque se hacia las fiestas patronales y ellos querían
participar con un trabajo de base se iban a cualquier comunidad y se iban cuatro o cinco personas a
ubicar los viejitos de esa comunidad y les preguntaban desde cuando se hacían actividades culturales
en el lugar, las razones para hacerlas, comenzaban a recabar todo ese bagaje de información y cuando
hacia la reunión pasaban la información reunidas.

Pedían la participación de los artistas de las comunidades para realizar esta toma y eso les hizo recabar
la información de los artistas populares de todo el estado Trujillo.

Nombró a Alfredo Matheus, a Richard Terán, Roberto Ramírez, Carmelo Duarte, Néstor Bastidas,
Nuvia Uribe, las Morochas del Molino, Oscar Pérez Cristancho.

Robinsón estaba encargado del Cine Club en convenio con las Embajadas, el Ministerio de Educación
y cada institución les prestaba 10 películas y cortometrajes, pudiendo ver la ficha técnica de esas
películas, lo que les permitía adecuar las películas con la situación del país.

Poco a poco iban escogiendo para después discutir como las pasarían, siendo ese el trabajo de la
Federación.
Las Tomas Culturales las empezaron a celebrar la fecha de celebración de la ciudad de Valera
empezaron a cuadrar con los amigos de los estados Zulia, Mérida, Lara, los más cercanos del estado
por la situación del transporte.

Cuando escogían los grupos que iban a participar escogían dos o tres instituciones que podían prestar
autobuses para el traslado y hacían una solicitud al Ministerio de Educación desde la Zona Educativa
del estado Trujillo, se enviaban los oficios y así ya tenían las instituciones educativas que les prestaban
las cocinas y los salones para alojar a esos grupos culturales que les pedían que trajeran sus
colchonetas y eso bajaba los costos.

El Mercado Municipal siempre colaboraba con verduras y frutas, y la gente sabía que era cuando
solicitaban era que iban a hacer un evento, respondiéndole al colectivo.

La Federación de Centros Culturales arrancó desde el año


1979 y duraron trabajando fuertemente hasta el año de
1985, luego hubo un bajón y volvieron a arrancar,
desapareciendo para los años 90.

Desapareció, dice Robinsón, ya que los compañeros que se


quedaron al frente de la Federación asumieron la cuestión
más política, cada quien quería arrimar la brasa para sus
brazos y ya no se trabajaba por un colectivo.

Trabajaban menos en el hecho cultural y social, según mi


amigo, perdiendo los espacios que habían ganado.

La Federación de Centros Culturales había tomado el


sótano del Concejo Municipal, limpiándolo para escoger un
espacio, tomando los grupos los espacios para los ensayos.

Estaban la Escuela de Danzas de Gladys Mota, el de Auris Berrios, el de Marisol Urbina, el de Maribel
en el Barrio El Milagro, Luis Urbina; que mezclaba el teatro, la danza y la música; las muchachas del
Valle de San Luis, tenían la gente de Carache, el grupo Gañan, Gollo Perdomo que estaba haciendo un
trabajo periodístico recopilando toda la información de los eventos y de los grupos.

En Urdaneta había gente que participaba igualmente, estaban la ente de Chacoy, de Betijoque, los
tamboreros de Sabana de Mendoza, grupos culturales de Pampám, Pampanito y de Carvajal.

Recuerda grupos de teatro como el de Pilar Romero aquí en Valera, Simón Rojas en el Ateneo, el
Abuelo a nivel de los liceos, estaba una gente de Sabana Libre, Richard Terán en el Barrio El Milagro
con la Casa de la Cultura desplegando una actividad fuerte.

Trajeron una vez a Zoila Jimenez la muñequera de Portuguesa y se le hizo un homenaje. Ali Primera es
el primero que la saca.

La Federación comparte con la gente del estado Lara, Unión Cultural Los Arangues, grupos culturales
de Carora, del Torrellas y del Barrio Loyola de Carora.

Contaban con grupos culturales del estado Barinas, teniendo encuentros perennes con otros estados, ya
que la Federación no se quedó solamente en el estado Trujillo.

A nivel nacional empezaron a censar Federaciones y había solamente dos, una en Margarita y otra en
Trujillo e hicieron intercambios con la gente de esa bella isla venezolana.
Uno de los eventos que más recuerda Robinsón Núñez, es el Canto a Nicaragua en donde participo el
Grupo Amoncotal, que sentó un precedente fuerte aquí en Valera.

La gente se preguntaba como hacía la Federación para traer ese grupo de Nicaragua para Valera unos
“pela bolas” como les decían a la Federación para cantar en la Plaza Bolívar.

Trajeron un grupo de Ecuador, que después se quedaron aquí echando sus raíces aquí en la ciudad y los
presentaron como grupos de la Federación, calando mucho esa música y los llevaron a la Quebrada,
Escuque, Carache y Trujillo.

El Cronista de San Rafael de Carvajal no dice que en estos días consiguió con la hija muchas
fotografías, recuerdos de esos tiempos inmemoriales de tanto trabajo cultural
realizado.

Nos dijo que las publicará, ya que es parte de la historia de esa labor cultural.
Aunque muchas veces se les acusó de ser una reunión de comunistas y cabezas
calientes.

En una de esas giras que hicieron a cambiar material cultural, son detenidos
por la Dirección de Inteligencia Militar y trataron de meterles miedo para que
denunciaran a alguien o a algo.
Cuando lo llevaron a la sede empezaron a pasarle diapositivas donde estaban el
rostro de Alfredo Matheus, Néstor Bastidas, Nuvia Uribe y otros más, estando
todos fichados.

Él les dijo que revisaran las películas y los informes, no habiendo nada que
esconder, ni haciendo nada en contra de la ley ni del gobierno.

Se seleccionaba la película en función de la necesidad que tenía el barrio.

Cuando me contó la visita que había realizado a Valera Ali Primera le dije que esta era un crónica que
había que realizarla sola y quedamos en que se contaría aparte de ese evento de aquel año de 1982.

Este relato es parte de lo que fue la Federación de Centros Culturales vista por mi amigo Robinsón
Núñez, todavía queda mucha tela que cortar para hacer varias Crónicas de aquellos tiempos en donde la
cultura tuvo un gran espacio en las comunidades valeranas.

Pulsaremos los recuerdos de otros amigos como los profesores Néstor Bastidas, Alfredo Matheus,
Robert Ramírez y Nuvia Uribe, para de esta manera ir construyendo la historia reciente del Municipio
Valera y del estado Trujillo.

FOTOS: Cortesía del Cronista de Carvajal Robinson Núñez.


ALUMNOS SALESIANOS, ENTRE ELLOS MI TIO TOMÁS ROSARIO MAGI Y MI PAPÁ JESUS
ROSARIO MAGI. CORTESIA DE LUIS GONZALEZ.

EL
PADRE HEBERTO GODOY, PARROCO DE LA IGLESIA SAN JUAN BAUTISTA.
Conversando con el Prof. Omar Monsalve

CRÓNICA DE LOS INICIOS DE LA PARROQUIA SAN


LUIS
En una agradable conversación, como las que tengo siempre con mi gran camarada el Lcdo. Omar
Monsalve; Cronista sentimental de la Parroquia San Luis y un gran cultor valerano; tocamos el tema
de los inicios de la Urb. San Luis, pidiéndole a Monsalve que como había sido Orador de Orden en la
celebración de los inicios de esa parroquia que me contara algo sobre ese tema.

Mi amigo llegó a San Luis en el año de 1969, la


urbanización estaba comenzando y solo contaba con unas
casas rurales, no existiendo el sector Los Mangos.

El nombre Los Mangos les pusieron porque habían


matas de mango de lado a lado, era un arco de puras
matas de mango y por eso es que ese sector lleva esa
denominación, siendo mentiras lo que mucha gente ahora
especula, que ese sector se llama Los Mangos porque
existen en cada casa una mata de esa fruta.

Recordó Monsalve que allí no habían casas, él se iba con


sus amigos; de niño; con caucheras a cazar iguanas.

Cuando el llego a San Luis eso era un charquero, no


habían calles y las casas no tenían cercas ni nada y de vez
en cuando pasaba un camión cisterna del Concejo Municipal de Valera y llenaban las pipas ya que no
contaban con el vital líquido.

Tampoco existía calle principal ya que todo el mundo andaba por los solares y de esa manera era que
la gente se comunicaba.

Evoca a ciertos personajes típicos de la zona como el Chueco Padilla muy copeyano y Sánchez que era
adeco, también estaba el primer Prefecto que tuvo el Valle de San Luis; que ahora no recuerda el
nombre, había sido policía y aunque no sabía leer ni escribir tuvo ese cargo.

Cuando Monsalve y su familia llegaron no había Iglesia, donde hoy hay el modulo, existía un árbol de
cedro muy grande y frondoso. En ese árbol se abrió un hueco en el tallo y se colocó la Virgen del Valle
y allí llegaba un cura misionero y daba la misa.

Las casas las había hecho el Ministerio de Agricultura y Cría; MAC; y eran muy grandes, por eso que
las casas del sector 1,2,3,4, 5 y 6 son casas con solares muy pequeños, ya que esas casas fueron para el
resto de la población.

Esas viviendas costaban 9 bolívares fue la inicial, no tenían electricidad, ni agua.


Esa urbanización se llamó San Luis porque así se llamaba la parte de arriba que existía una finca con
ese nombre.
San Luis Parte Baja era lo que hoy llamamos Eje Vial que ahora se llama el Valle de San Luis y aquí se
cumple igual que Trujillo y Valera, que la capital parece que fuera la Ciudad de las Siete Colinas la
capital, San Luis Parte Alta no figura y en San Luis Parte Baja funciona todo.

En San Luis Parte Baja se encuentra la prefectura, el Módulo, funcionan los médicos de Barrio
Adentro.

Con el tiempo se creó una Iglesia que era donde está el Módulo y ahora existe también un cuidado
maternal llamado Mi Casita, también se hizo una cancha deportiva donde se hacían las festividades de
la Virgen del Valle.

Existía una cancha de bola criollas y después hicieron un Módulo que era muy pequeño.

Muy interesante la conversación con mi camarada ya que es necesario que las comunidades cuenten su
historia y Valera está conformada por 217 sectores que es necesario que narren su historia, que estaba
invisibilizada, muchas veces ni la misma comunidad la conocía.

Gracias a Dios el Concejo Municipal de Valera ha sacado Ordenanza Sobre el Cronista Municipal y
Cronistas Comunales del Municipio Valera y ahora Valera contará con esos cronistas que desde las
mismas comunidades contaran su historia y la construirán en los años que están por venir.

LICEO RAFAEL RANGEL EN LOS AÑOS 40


ESCUELA DE JUDO DE MI RECORDADO AMIGO ARNOLDO BOLÍVAR, EL LIDER.

MI MAESTRO DE KUNG-FU Y DE JIU JITSU Y AMIGO VLADIMIR TERÁN


EL PADRE JAVIER SARRASQUETA, PARROCO DE LA IGLESIA EL CARMEN.

EL DR. ARNOLDO PLAZA ECHEGARAY,


EXCELENTE JUEZ TRUJILLANO QUE
VIVIO EN VALERA, CON SUS HIJOS Y
ESPOSA HAIDE. RECORDADOS
AMIGOS.
Continuando con la Federación de Centros Culturales
CUANDO VINO ALI PRIMERA A VALERA
Recordando con el Cronista de San Rafael de Carvajal cuando vino Ali Primera a Valera.
Ese año de 1982 yo era un estudiante de bachillerato y conocimos a Ali en la casa de mis amigas
Sandra e Iris Andara; de las cuales nunca volví a saber nada, solamente que están en Mérida.

Ese día fuimos al concierto, pero los recuerdos de Robinsón son más
nutridos que los míos y tantos puntos de encuentros que tengo con él,
tantas conversaciones y eso me hizo realizar esta crónica.
Con el tiempo el cantautor venezolano sería compadre de Robinson, con
quien viviría un sin número de anécdotas y recuerdos, que creo que
merece una crónica aparte.

La mamá del Cronista había sido una mujer de un gran trabajo


revolucionario y a Ali le gustaba oír mucho los cuentos de las personas
que habían tenido una vida en la lucha por un mundo mejor.

La progenitora de mi amigo cuenta él, que cuando sabía que alguno de sus
hijos iba a entrar en ese mundo de la lucha revolucionario, en el cuarto les
mostraba las nalgas llenas de cicatrices, recuerdos mudos de las torturas
que había recibido cuando la sentaban en un ring de carro y como le había
sacado las uñas en los dedos de los pies para que delatara a su gente y no
le habían sacado nada.

La señora recordaba que ese día en que fue sometida a tortura la salvo ya que en la Policía de la época
había alguien que la había salvado, pero que debían estar bien claros y que no era la cuestión del tipo
de tortura física que le hiciesen sino la tortura psicológica y se debía de estar firme, con los pies muy
bien puesto sobre la tierra.

Ese día en que Ali Primera vino a Valera lo acompañaron los grupos Caraota, Ñema y Taja, el Gordo
Páez, la Chiche Manaure, la gente de Yaracuy y Portuguesa, el Grupo Ahora y Morelia Valero que fue
la que comenzó a cantar en el estadio del Barrio El Milagro Mario Urdaneta Araujo, junto un muchacho
de Santiago llamado Justo.

En pleno concierto se dieron cuenta que en la Avenida El Milagro se veían los reflectores de las
patrullas, un aproximado de 20 patrullas, contando Robinson que de espaldas al estadio.
Él le advierte a Alfredo Matheus que era el Coordinador de la Federación de Centros Culturales y
cuando conversan alguien les anuncia que a partir de las seis de la tarde había toque de queda en la
ciudad.

Pero la gente había comenzado a llegar a las cuatro de la tarde y la venida de Ali Primera y los grupos
que habían traído movían la gente, lo cierto es que cuando finaliza el evento el cantante dice que se
tomen de las manos y salgan todos junto a él.

Todos salieron e iban entonando el himno nacional y la sorpresa es que cuando comenzaron a entonar
el canto patrio, los agentes policiales se colocaron delante de la patrulla firmes mientras la gente con
Ali atravesaban el cordón policial.
De allí llegaron a la Avenida Cuatro, unos subieron por el Cerro La Concepción para salir a las
diferentes calles cercanas a esa avenida y burlar el cerco policial. Todo el mundo salió y se perdieron
unos pudiendo burlar el atropello policial y otros cayendo victimas de ese abuso que era normal en
aquellos tiempos.
Narró Robinson Núñez que al otro día se fueron a Carache en marco de la
“Canción Solidaria” que se llamó esa actividad, que tenía varios objetivos
que era cumplir con los damnificados del Pardillo, con la gente de Motatán
y los de Boconó, que había pasado por una tragedia hace poco, con la
crecida del río.

Finalizó Ali Primera su gira por el estado entrando a Motatán y sacaron las
bancas de la Iglesia para que él cantara en ese sitio y el cura estaba ganado
para el evento, ya que le gustaba la música.
En La Puerta ocurrió lo mismo en la Iglesia, sacaron las bancas y cantó Ali
Primera.

Los párrocos de esas Iglesias eran curas jesuitas que son muy solidarios con
el trabajo con la comunidad, interesándolos la labor social y el éxito de la
gira les permitió a los organizadores del evento de Ali hacer el intercambio
con los Arengues.
Enmarcado en el trabajo de la Federación de Centros Culturales llevaron el Cine Foro a La Pastora,
Sirarigua y los Arengues.

Desde ese momento empiezan a trabajar con el Movimiento de Cooperativas que se divide en la parte
artística de teatro, música y eso empezó a ganar aliados para el Cooperativismo y el trabajo cultural.
En ese tiempo se le hace un homenaje a Pio Tamayo, donde participa el cantautor Ali Primera, la
Chiche Manaure, el Grupo Ahora, Richard Terán y Robinson Núñez.

Mi amigo recuerda que de allí le sale un trabajo en el estado Lara, en donde permanece por 12 años y
continúa haciendo el trabajo que había realizado en la Federación con los artesanos, con los músicos,
con los artistas y es allí donde Ali Primera le apadrino un hijo.

Todo este trabajo hace que para el año 2008 concurse para Cronista del Municipio San Rafael de
Carvajal y gane.

Esto es parte de lo que se vivió en el mundo cultural en aquellos años 80 y 90. Bonitos recuerdos que
pueblan nuestras mentes, quedando mucha tela que cortar sobre aquella Federación de Centros
Culturales.

FOTOS: Cortesía del Cronista de Carvajal Robinson Núñez.


ENTRADA DE VALERA POR LA CALLE 8.

PLAZA SAN PEDRO EN LOS AÑOS 30.


LA HACIENDA LA BEATRIZ, AHORA PARROQUIA LA BEATRIZ.

VALERA PRINCIPIO DE SIGLO XX


Conociendo Nuestra Historia
LA HISTORIA DE LOS FUNDADORES DE VALERA
En reuniones de la Comisión de Historia del Bicentenario en
donde han participado destacados historiadores del estado, el
Cronista de Pampanito; Abg. Gregorio Briceño; me ha
comentado la necesidad que la historia de la ciudad de Valera
se cuente de una manera objetiva e insiste que se aclare que
Mercedes Díaz no donó los terrenos para la construcción de
un pueblo.

Adentrándome en los primeros documentos que se tienen


sobre la fundación de Valera que aparecen en “Anales de
Valera” del Cronista Alberto La Riva Vale dicen:

“En la nueva erección de San Juan Bautista de Valera, en


veinte y cinco de Agosto de mil ochocientos diez y ocho: ante
mi don Juan Antonio Chuecos, Teniente de Justicia Mayor y
Administrador de las Rentas Reales de este partido y
parroquia de Motatán, y testigo cartulario con quienes actuó
por falta de Escribano, parecieron presentes Juan de Jesús Terán, Trinidad García marido y conjunta
señora Manuela Terán, José Pablo Terán, Maximiano Salas marido de Martina Terán y Reyes Terán por
si mismos y prestando voz y caución de los demás herederos de Mercedes Díaz, a quienes certifico que
conozco y dijeron que la dicha su madre les dejó por herencia una posesión de tierra de labor en este
sitio de Valera jurisdicción de Escuque, cuyos linderos expresa la escritura de propiedad que se halla en
su poder, la que hubo por herencia de su madre Valentina Mexia de la que durante su vida cedió cien
varas de terreno para que en ellas se fabricase una capilla pública en honra y gloria de Dios y su
Santísima Madre y a beneficio de este vecindario..........”

En ningún momento existe un documento que diga que Mercedes Díaz dio más de cien varas y con la
intensión de fabricar una capilla. Eso lo dice claramente el primer documento que tiene la ciudad.
El documento continua diciendo:

“....queriendo ellos ratificarla de su propia voluntad, sin apremio ni fuerza alguna, en la forma que
mejor proceda en derecho y siendo ciertos y sabedores del que en caso semejante les pertenece,
otorgan, que hace gracia y donación del expresado terreno que les pertenece en la forma antedicha ,
para que se fabrique la nueva parroquia que se pretende erigir, pues es así su voluntad, con declaración
que las dichas cien varas se deberán mesurar en el Llano de Valera frente de la Hacienda de Don Pedro
Fermín Briceño para el centro de la mesa donde sea más cómodo para la iglesia y población.....”
Existe un segundo documento que reza:

“En el sitio de Valera el partido de Escuque, jurisdicción de Trujillo a diez y seis de Abril de mil
novecientos diez y nueve: ante mi D. Juan Antonio Chuecos. Teniente de Justicia Mayor,
Administrador de Reales Rentas de este partido: parecieron presentes Reyes Terán, hijo legítimo de
Pedro Terán y Mercedes Diaz, difuntos, y Candelaria Díaz hija de Luisa Díaz, también difunta, de este
vecindario, a quienes certifico que conozco y dijeron: que respecto que Merced Díaz madre del primero
y tia de la segunda, en su vida donó voluntariamente cien varas en el terreno en cuadro de las ciento
setenta y cinco que les adjudicaron en herencia materna por Don Pedro Fermin Briceño......”
“....que dicha donación donación la ratificaron
judicialmente los hijos de Merced Díaz en viente
y cinco de Agosto de mil ochocientos diez y
ocho, siendo el terreno donado para construir y
edificar en él una iglesia; e impuesto su Sria. El
Ilustre Sor. Obispo Doctor Don Rafael Lazo,
erigió curato en este sitio de Valera, y que no
siendo suficientes las cien varas de terreno
donado para principiar la población según pide
su Sria, y es regular, el Reyes Terán dijo: que
todo el derecho de tierras que esta pro-indivisas
y le corresponde legítimamente por herencia de
su madre, en ciento setenta y cinco varas de
Norte a Sur, y las mil quinientas que tiene de
Oriente a Poniente que fueron de su abuela
Valentina Mejía y que según cálculo alcanza a veinte y seis cuadras de a cien varas cada una, de las
cuales donó su legitima madre cien varas, y debiendo distribuirse las venticinco restante entre sus diez
herederos, le corresponde por consiguiente al derecho dos cuadras y medias, que cede, traspasa y dona
en beneficio de la iglesia, para que unidas a las cien varas en cuadro que donó su madre sirvan para
incremento de la población, distribuidas así: treinta varas al Norte, cuarenta y cinco al Sur, ochenta al
Naciente y ochenta al poniente; y Candelaria Díaz dijo: que en los mismos instrumentos judiciales
consta que su madre Luisa Díaz ayudó con diez pesos a Pedro Terán para comprar la parte de tierra que
éste compró en cincuenta pesos a Domingo del Rosario Ojeda en compañía de su abuela Valentina
Megías, por lo que dicha madre le correspondió en la tierra que le señaló a Pedro Terán y está pro-
indivisas la quinta parte como se le dio a entender por el Juez que practico las diligencias de partición
y adjudicación por ser justicia; en cuyo supuesto de esta quinta parte por se única heredera de su madre
Luisa Díaz con licencia de u esposo Tiburcio Lujano que se halla presente, cede y dona para aumentar
el terreno suficiente para en el construir edificios en la nueva población, doscientas sesenta varas de
Naciente a Poniente y treinta y cinco de Norte a Sur unidas a las donadas por su tía Merced y su primo
Reyes Terán. Y expusieron los donantes que el terreno sobrante para fabricar casas quede a beneficio de
la iglesia, y que el reparto o señalamiento de solares y asientos de casas deben hacerlo el venerable Sro.
Cura de esta nueva fundación, Don Gabriel Briceño y el Mayordomo de fábrica que hubiere......”

Este documento claramente expone que los verdaderos fundadores de la ciudad fueron los hijos de
Mercedes Díaz y que si no es por Candelaria Díaz y Reyes Terán no se hubiese fundado el pueblo ya
que las cien varas que donaron legalmente los hijos de Mercedes no eran suficientes.

Estas dos personas agregaron a las cien varas ofrecidas por Mercedes y ratificadas por sus hijos; Reyes
Terán dos cuadras y media y doscientas noventa y cinco varas obsequiadas por Candelaria Díaz.
En esto se refiere mi amigo el Cronista de Pampam ya que un muerto no dona. Reconozco el aporte de
Gregorio y es tremendamente acertada su ponencia sobre los fundadores de Valera.

En una reunión realizada el pasado lunes 22 de julio de la Comisión de Historia del Bicentenario, otro
buen amigo, hombre de gran conocimiento sobre la historia del Municipio Valera y miembro de la
mencionada comisión; Ing. Carlos Gil; nos refirió que no podemos desestimar la donación de Mercedes
Díaz de 100 varas para la construcción de una capilla que aparece en el documento del 25 de agosto
que dice:

“...de la que durante su vida cedió cien varas cien varas de terreno para que en ellas se fabricase una
capilla pública en honra y gloria de Dios y su Santísima Madre y a beneficio de este vecindario;
habiendo hecho ésta, donación imbevis y queriendo ellos ratificarla de su propia voluntad, sin apremio
ni fuerza alguna, en la forma que mejor proceda en derecho y siendo ciertos y sabedores del que en
caso semejante les pertenece, otorga, que hacen gracia y donación del expresado terreno que les
pertenece en la forma antedicha, para que en él se fabrique la nueva parroquia que se pretende
erigir.....”

La nombrada Comisión se nutre de todos estos aportes de


los historiadores para lograr establecer la historia del
Municipio Valera. Desde aquí se está realizando un trabajo
bastante importante que iremos dándolo a conocer en estas
páginas.

Debo reconocer otra persona de importante participación en


la fundación del pueblo y él que tuvo la idea de crear en
esta meseta una población fue Gabriel Briceño de la Torre y
nunca se le reconoce como el fundador de Valera.

Él fue quien hizo gestiones con los herederos de Mercedes


Díaz para obtener el terreno necesario para fundar una
población en esta meseta.
El folleto “Guía de Valera” de O.J. Dominguez de 1942 dice que la parte oriente de la ciudad la donó el
mencionado Briceño, quien se encargó de delinear el pueblo y vender los terrenos para con el dinero
recabado, levantar el pueblo.

En esta fecha, acercándose los 200 años de Valera; debemos darles el reconocimiento a los fundadores
de la ciudad y reconocer en Reyes Terán, Candelaria Díaz y el Dr. Gabriel Briceño como los verdaderos
fundadores de Valera, dándole justamente a Mercedes Díaz en reconocimiento por la donación del
terreno para la Capilla que serviría para levantar la parroquia.

La historia debe ser analizada desde los documentos de su fundación y en ellos encontraremos con la
verdad y en estos dos documentos de la fundación de la ciudad nos dan la veracidad histórica que
debemos seguir como lo dicen mis amigo el Cronista de Pampanito y el Ing. Carlos Gil.

FOTOS: Comisión de Historia, Memoria y Patrimonio en reuniones.


DESTACAMENTO QUINCE DE LA GUARDIA NACIONAL, SITUADO EN LA AV. BOLÍVAR.
AÑOS 70

AV 10 AÑOS 80.
Para mí es un gran honor incluir estas páginas en Crónicas Valeranas. Disfrute mucho el pasado 28 de
diciembre en la celebración de los 91 años de Caja de Agua, en donde compartí con muy buenos
amigos, entre ellos con el docente Gerardo Márquez, que fue el Orador de Orden de la Sesión Especial
que realizó el Concejo Municipal de Valera.
Oyendo el discurso de orden, le pedí a mi amigo que me permitiera publicarla en este libro y aceptó.
Quien mejor que para escribir una crónica de ese populoso sector que un hijo de esa comunidad.

ERASE UNA VEZ UNA COLINA


LCDO. GERARDO ANTONIO MARQUEZ LINARES

Buenos días, amigos, amigas, compañeros de toda la


vida y a los camaradas que ahora me acompañan y con
el recuerdo de aquellos que ya no están. Después de
hacer diversas consultas a algunos personajes que
hicieron historia en nuestra comunidad de Caja de Agua
y otros que siguen contribuyendo con la historia, que en
la actualidad la conforman cuatro sectores que la han
convertido en un gran conglomerado de la ciudad de
Valera.

Estamos acá para compartir y celebrar casi el centenario


de la fundación de la comunidad de Caja de Agua y que
según data la fecha fue un 19 de Diciembre de 1928, a
decir así, son 91 años, de verdad agradecemos primeramente al Dios todo Poderoso y del gesto sincero
de todos los presentes en estos momentos.

Me asoma la idea de que este tipo de evento, que consiste en la búsqueda permanente de las raíces
originaria e identidad de aquellas comunidades que por su condición de que sus pobladores fueron de
bajos recursos y hasta hace poco, la que la gobernaron no permitían ni que aparecieran en el viejo
catastro municipal hoy nos envuelve con beneplácito, el reencuentro de un verdadero lugar apropiado.

También en nombre de la comunidad felicitar al amigo Andrés Ocanto que con empeño y manera
desinteresada con su baúl de los recuerdos extrajera e irradiara algunas informaciones importantes
como la fecha de la inauguración del tanque cuyo constructores fueron el Ingeniero Eduardo Curiel y
Ángel Tognetti, durante el gobierno regional presidido por el General Emilio Rivas y bajo la Dictadura
de Juan Vicente Gómez.

Otro amigo que nos acompaña, el Concejal German Lares, que fue el autor de que hoy se esté
celebrando esta sesión especial, en verdad merece un gran aplauso.
Pero quiero iniciar y señalar no en lo que acontece en el presente, sino de cómo fue el origen del Barrio
y de aquellas primeras familias que se instalaron como invasores y que provenían de las diversas partes
del Estado Trujillo.
Según datos de origen de algunas de ellas, además de versiones, de que al principio bajaban los
extensos y difíciles caminos de los páramos, a través de recuas (mulas) y caballos, y que con el tiempo
después de reiteradas idas y vueltas, algunas familias deciden instalarse en algunos puntos de la otrora
ciudad agraria, rodeada todavía en aquellos años treinta del siglo veinte de enormes plantaciones de
cañas de azúcar y otros rubros alimenticios.

Es tanto, que la pequeña franja ubicada al sur de la colina el Quemador, en la que era una de las siete
colinas que rodeaba a la ciudad, era asiento y hogar de familias de apellidos, Quintero, Santiago,
Albarran, Briceño, Bastidas, Viloria, Peña, Blanco, Salas, Gómez, Laguna, Lamos, Moreno, Mejía,
Márquez, Maldonado, Rivero, Paredes, González, Toro, Barrios, Linares, Medina. Montilla, Valecillos,
Manzanilla, Ribas, Ruiz, Caldera, Suescún, Fernández, Hernández, Hoyo, Matos, en fin otros que a lo
mejor los recuerde y mencione más adelante, y que esa franja se llamaría entonces Caja de Agua.
Es así, que el nombre que toma esa pequeña franja proviene de consultas que hiciera a algunos
personajes ya fallecidos y a otros que todavía viven y actualmente habitan en otros sitios de la ciudad.

El señor José Francisco Albarran (+).aportó


datos fidedignos, de familias provenientes de
otros sectores, como el señor Eulalio Quintero
(+), Francisca Santiago, el primero lo conoció,
y le comento y que según fue uno de los
primeros que habito el sector, aquellos años
treinta, y que observaba; que el ganado que
tenían en los hatos de la hacienda los Salinas de
lo que es hoy la avenida Bolívar, se escapaban
cerro arriba y que pasaban por los lados del
tanque de Agua ubicado este en la parte Baja, y
que se internaban al este del tanque y llegaban a
un pozo o cienego para beber agua y bañarse,
luego el señor Eulalio mencionaba, que los
peones de las hacienda subían y, decían:
“vamos a la Caja de Agua, a arrear de regreso a ese ganado”.

Otra anécdota se tiene de que un señor llamado Héctor Mejía cobraba las rentas de las mensualidades
de los terrenos que habían invadidos los primeros labriegos y que estos pagaban dos bolívares
mensuales y vivían cerca del tanque de Agua y que dichas tierras pertenecían a los terratenientes que
eran dueños de las haciendas ubicadas de lo que es hoy el sector Las Acacias, entre ellos: Los Salinas,
Betancourt, los Abreu, otros.

Es decir, que las invasiones por aquella época no eran del todo gratis.
Otros datos de muestra lo recogí, de mi buen amigo Víctor Ribas, cuyo difunto padre, Laureano Ribas
llego a Caja de Agua entre 1934 y 1935, antes del fallecimiento del General Juan Vicente Gómez, Su
padre había intentado en dos ocasiones instalarse antes, en Barrio A´juro y la Pollera, pero fue
desalojado como invasor y que su primera casa fue al lado de donde vivió la señora Carmen Briceño,
madre de un diputado del extinto congreso, el Señor Laureano Ribas, tuvo de vecino al señor Eulalio
Quintero, ya señalado en líneas atrás, este lugar tiene de referencia casi al comenzar lo que es hoy las
escaleras principales, porque en ese tiempo existía el viejo camino que conducía cerro arriba. Víctor
Ribas aporto otros datos valiosos sobre el señor Fermín Matos padre del popular Aleccer y Farmalina
Matos, el primero por su famoso apodo “el Che”, al poco tiempo, el Señor Fermín se encargaba de
abrir y cerrar las llaves de paso del Tanque del Agua, para el llenado de la Caja de Agua ubicado mucho
más abajo de lo que es hoy, el sector la Cruz.

El señor José García, “Chato” junto con Víctor Rivas, cuentan que las escaleras del sector parte baja se
construyen entre los años de 1962 y 1963, tenían pasamanos y que existió un sitio histórico llamado
“La Curva de los Meaos” famoso por que había una toma de agua, en donde mujeres y hombres desde
tempranas horas subían y bajaban el cerro, con tobos cargado de Agua, y que en ocasiones era
escenario de peleas a mano entre mujeres que peleaban por muchas cosas. Bueno imagínense Ustedes.

LA COMADRONA DE AQUELLOS
TIEMPOS
Muchos nos cuentan sus anécdotas de cuando
nacieron, y que fueron asistidos en sus
propias casas, como ejemplo tenemos a
Aleccer Matos, que nació en el año de 1944,
Ramiro Mejía en el año de 1948, la
comadrona fue Sebastina Gómez, que hace
poco falleció y de que tenía 104 años, yo
creo que tenía más. La asistente fue la señora
Shella Barrios. También se menciona a otra
comadrona, la señora Marcolina, que se
trasladaba de la floresta hasta el sector para
atender a otras parturientas.

LA EDUCACION EN CAJA DE AGUA


El centro educativo Mario Maya, donde fuera la escuela para aquellas niñas y niños de los sectores
aledaños y que iniciaban la etapa primaria a los ocho años, y muchos de ellos no la terminaban en
dicho centro y los representantes los inscribían en otras instituciones como Antonio Nicolás Briceño,
UE Padre Blanco, entre otras.

Es así, con el tiempo las comunidades ya crecían demográficamente y este centro educativo decidió
instalar algunos R10 y Caja de Agua fue asiento del primero de estos, como fue en la Casa del Señor
Víctor Briceño y la señora María Trinidad Briceño (Sra. Trina), esta última fue la madre de la señora
Rosa Briceño, en donde funciono el fogón comunal.

La maestra que por primera vez llegase a impartir las primeras lecciones, se llamó Rafaela Briceño, que
cariñosamente los vecinos llamaron Cristóbal Colon, claro lo decían a escondidas, pero a nuestro
entender fue una extraordinaria pedagoga que enseñaba.

Según versiones dadas por los que fueron los primeros alumnos de ese tiempo, ese R10 comenzó entre
1953 y 1954 y permaneció en esa vivienda hasta que fue mudado en el año de 1965. Datos aportados
por Nerio Márquez, en los primeros años de la escuela, se comenzó desde primero hasta tercer grado.

La Escuela es trasladada a lo que hoy, el sector la Curva y ya se denominaba Antonio Pinto Salinas,
funciono en cuatro casas contiguas entre sí; en la vivienda en donde habita hoy Benita Rivero, las
maestras Blanca y Gladis impartían primer grado, La Maestra Rafaela con Tercer Grado, el salón era
donde vive actualmente Yoscara Rivero, La maestra Consuelo Pérez, con Cuarto Grado, La maestra
Cira, La Maestra Josefa Quintero, Quinto Grado, que a veces alternaba en dos viviendas, una de ellas
la de Farmalia Matos y la otra donde se asienta la señora Auxiliadora Mendoza actualmente.
Recordemos también a los docentes Gastón Pérez, el Prof. Enrique Marín y Auxiliadora cegarra, la
famosa Cigarrona, como sus Directivos, en donde vive la líder de comunidad, de parte baja, Leidy
González fue la otra casa.

En el año de 1968, es inaugurada la nueva sede, y allí estuvo presente la primera dama de la República
“Dona Menca de Leoni,” años más tarde, la escuela cambia de epónimo se llamaría Escuela
Bolivariana “Caja de Agua.”

CRONICAS EN LA DIVERSIDAD
Llegan los años sesenta y en el Barrio Caja de agua, se manifiesta los primeros movimientos políticos
comunitarios, uno de estos, lo representa el señor Alejandro Briceño, que fuera copeyano y un gran
luchador que acompañado por otros dirigentes como Ramiro Mejía, Rafael y Asunción Caldera, Albino
Caldera,; entre otros; logran mediantes sus luchas la construcción de los primeros caminos vecinales,
en los sitios donde habitaban, como el famoso Mamon.

El otro movimiento lo representaron; Macario Montilla, Manuel Valero, los Viloria y eran adecos.
Cabe destacar que esta pugna entre
estos dos grupos prosiguió hasta los
primeros años de los Ochenta.
Surgieron otras generaciones de
líderes, militan por breve tiempo
fogosos líderes juveniles en la JRC,
como nuestro amigo Rito González,
otros, más allá de los adecos y
copeyanos pertenecieron al ala de la
izquierda. Luis Mendoza, “el tripa”
por el PCV, Pedro Mendoza, “el
Mojao” Gerardo Márquez “Lalo”
ambos del MAS. Entonces el campo
de la lucha comunitaria creció.

La práctica deportiva en 1972, se


recuerda en sus inicios, al construirse
la cancha deportiva del sector parte
media, perteneciente a la escuela, esta es escenario de los famosos juego de baloncesto, entre los
seminarista y curas del colegio Salesianos con los muchachos del sector, los padres salesianos fueron,
el padre Proll (el catequista), colombotto, Prieto; y por el Barrio, figuraron: Miguel Márquez “samaca”,
los hermanos Balestrini, los Ribas, entre otros.

En 1977, se organiza el Beisbol, surge los leones de Caja de Agua, equipo que represento al Barrio en
muchos campeonatos, participando en una ocasión en un Zonal en Acarigua Estado Portuguesa en
donde resultaron campeones y que fueron recibidos en Caja de Agua, como Héroes. Las prácticas
deportivas y los juegos se efectuaron en el Campo Deportivo “Luis Ramirez,” ya que su patrocinador
en vida se llamaba así, hoy funciona el módulo de servicio.

El manager de siempre, Berti lió Moreno (+), Los jugadores fueron: Oswaldo Sarache (+), Argenis
Trompetera, “el malayo” Justo Churuguara Valero(+), Demetrio Nuñez, Nestor Valero, “el radiólogo,”
“el famoso Pildorin” Santeliz(larense), los prospectos de aquel entonces Ramiro Azuaje, Hernán
Muchacho, “Semana Santa” Antonio Mendoza “Pelo”, ”Graterol Vargas,( el periodista), Martin Ríos,
y otros tantos jugadores que hicieron historia, como el caso del Zurdito de Oro: Gerardo Álvarez
Arraiz, quien derrotara en un nacional juvenil, representando al Estado, al destacado jugador zuliano
Wilson Álvarez, el zurdito Arraiz , casi es firmado por los tiburones de la Guaira.

Se hace mención especial, que el primer árbitro de Caja de Agua, fue Alberto Briceño “Forro de Urna.”
Fueron protagonistas de otros equipos de softbol, José Humberto Paredes, “boca de rache” con los
Gavilanes, Hortensio Sulbaran, propietario de los astros, José niño Pedro, capitaneo a los “Gavilanes.
No se deja de Olvidar, a Cesar Carrizo “Maradona” que condujo a las Aguilas de Caja de Agua,.
Leónidas Lobo, con el Deportivo Caja de Agua que también lograra sendos triunfos en su haber.
Gender Moreno, quien condujo en el barrio el softbol femenino y los campeonatos de pelotica de Goma
llevando a jugadoras del sector al deporte de alto rendimiento del Estado. Ramiro Azuaje nombra a
José Fernández, como un gran colaborador con el deporte en esa época.

En el futbol destacaron buenos jugadores entre ellos, Argenis Álvarez (+),”el Tueste” Miguel Márquez
(Samaca), Víctor Ribas “el peludo,” Oscar Gómez, que fue un gran prospecto, los hermanos Medina
Albarrán; Hugo, Rubén y Romelio, este último creo el Equipo América con grandes jugadores como:
Adolfo fito Rivera, Segundo Matos, el gran arquero y que también jugó para el equipo de Beisbol los
Leones, el famoso Pedro Vera jugador de varios equipos a nivel Nacional e Internacional, llegando a
ser Entrenador del Trujillano Futbol Club, Melvis Vera (+),y otros tantos que sería una lista muy larga
nombrarlos, pero si tengo que hacer mención de José Fernández, quien ha sido un gran colaborador y
animador en todo el ámbito social deportivo y cultural en la comunidad.

Un reconocimiento muy especial a José Luis Hoyo, quien es ahora árbitro Internacional del futbol
rentado.
La Cultura en Caja de Agua, tiene su auge en plena década de los años ochenta, con Rafael
Araujo,”Monchadela,” Gabriel Barreto, Simón Nava (este último, autor de las primeras obras teatrales),
Omar Torrealba(+) que juntos en 1979, organizan las primeras fiestas populares, en 1980 ya existe el
club “Renovación 80” dirigido por jóvenes feligreses como Martin Torres y Andrés Hoyo. Se funda
después el club “Nueva Dimensión” que junto a “Monchaela,” Gabriel y Simón, se incorporan José
Mercedes Rivas, “Cachimba” Carlos Valecillos, los hermanos Margot(+), Violeta y Oswaldo González,
Gerardo Márquez.

Del grupo Renovación 80, aparecen los primeros cantantes de gaitas, entre ellos, José Fernández “Papa
Negra”, “ Carlos Valecillos. Más tarde, nace Integración Gaitera, dirigido por el mismo Valecillos, y
como solista alternaba con José Fernández, el Eterno Solista.
Se hace notar, que en 1981, Rafael Araujo, Carlos Valecillos y este servidor propician una notable lucha
para que en el campo deportivo “Luis Ramírez” se construyera el módulo de servicio y así se logró,
teniendo en contra al viejo luchador Alejandro Briceño, que insistía que allí se invadiera con intención
de construirse ranchos, ganamos; en el año de 1985, los habitantes de la barriada ya disponían de su
centro de salud.

Más tarde funciona el Club José Félix Ribas, sus fundadores fueron Jesús Montilla “Azulejo,” Manuel
Parra, José Meza, Ramiro Azuaje, otros; en donde organizaron jornadas inolvidables. No debemos
olvidar, a la señora Sosima, creadora de las famosas Empanadas Ruedas de Camión, a la cual hacemos
hoy un homenaje.

Otro buen amigo, que vivió en nuestra comunidad, José Gregorio Salas, que como profesional y buen
médico llego a ocupar la dirección de centros de salud en el Estado.
También los feligreses tuvieron sus líderes religiosas, de aquellas que fundaron la legión de María, con
María Toña Matheus (+), madre de Olga Moreno y abuela de Gender y Sandra, la señora María
Ramírez, Eva González (+), Evangelina Vera (+), Carmen Viloria (+), Flor María Linares (+), mi
recordada madre y otras de las que nunca olvidaremos.

Expreso un saludo revolucionario, chavista, Antiimperialista y solidario a las organizaciones políticas


sociales-comunitarias que hoy conviven en nuestra comunidad de Caja de Agua, son ellas: Unidad de
Batalla Bolívar Chávez UBCH, La comuna Nuestra Señora de Lourdes, a los cuatro Consejos
Comunales y los CLAP, Robert Serra , el Frente Francisco Miranda, la Juventud del PSUV. y al Gran
Polo Patriótico GPP los llamo a la Unidad, articular y formar en nuestra bases, una ideología
revolucionaria para combatir la desidia, la corrupción y mantener los ideales que nos dejó como legado
el Comandante supremo, Hugo Chávez y con esfuerzo y perseverancia continua el presidente obrero
Nicolás Maduro Moros.

A los adversarios del Proceso Bolivariano deben entender y comprender que en estos primeros años del
siglo XXI, es para enrumbar hacia un mundo Multipolar y posible, en donde prevalezca la Paz, la
armonía y el bienestar ciudadano. A los amigos que no alcance nombrar, mantendré siempre el
recuerdo sincero.

ERASE UNA VEZ UNA COLINA


El título “ERASE UNA VEZ UNA COLINA” hace referencia, a cada una de las siete colinas que antes
rodeaban a la ciudad de Valera hace casi un siglo y, que en la actualidad la Urbe se pone al descubierto
y expuesta al creciente desafío que ofrece los embates de la Naturaleza por la falta de políticas
adecuadas y de mantenimiento y la debida defensa de su entorno.

Por otra parte la acción de la mano del hombre que de modo obligante ha colocado a la ciudad, en
sitios y momentos no deseados y de los menos esperados para la ciudadanía.

Para un mejor decir, cada colina que bautizada por su mismo nombre, poco a poco irá dejando de un
lado su originalidad y, sólo recuerdos de crónicas no apropiadas quedaran para contar.

De la naturaleza
Nada quedara su huella
Si no la mala acción como maldad
Dejémosle su amor propio
Para la búsqueda de un espacio
De Unidad, paz y felicidad
GAML

FOTO 1 y 2: Gerardo Márquez.

FOTO 3 Y 4: Publico asistente al acto de celebración de Caja de Agua.


PADRE HEBERTO GODOY, PARROCO DE LA IGLESIA SAN JUAN BAUTISTA EN
PLENA HOMILIA.

LOS CARNAVALES EN LAS RESIDENCIAS PANYGÓN


LA CALLE 14 EN LOS AÑOS 70.
EL PADRE JUAN DE DIOS ANDRADE

INTEGRANTES DEL GIMNASIO ATLAS DE VLADIMIR TERÁN. AÑOS 80.


LA NENA CESTARI DE VILORIA, PINTORA VALERANA

EL PAJARO AMARILLO DE RADIO TURISMO CON RJ DABOIN Y BRIXIO OLIVEROS


QUINTERO.
CALLE 10 EN LOS AÑOS 50

PLAZA BOLIVAR DE VALERA EN LOS AÑOS 30.

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