Competencias Blandas
Competencias Blandas
Competencias Blandas
Si eres de los que está pronto a trabajar en el mundo de las tecnologías de la información y
comunicación (TIC) o está buscando empleo en esa área, debes tomar en cuenta la siguiente nota.
De acuerdo a la consultora IT Hunter existen una serie de aptitudes que las organizaciones buscan en los
candidatos vinculados a esta área.
Al respecto, Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de la firma, "hoy las habilidades blandas juegan un
papel muy importante en las organizaciones, pues son piezas clave para que un individuo se relacione
adecuadamente con el resto de las personas, ya sea dentro o fuera del ámbito laboral".
El directivo manifiesta que entre tales capacidades que se exigen destacan las siguientes:
1. Ética. Normas, valores y principios que regulen el correcto actuar de la persona a lo largo de su vida y
carrera profesional.
2. Responsabilidad. Es decir, responder a las exigencias del puesto, en los tiempos y formas establecidas.
4. Sociabilidad. Poder relacionarse con cualquier persona de la organización en la que se trabaja y con
distintos públicos fuera de ella. Compartir dentro y fuera de la empresa y capacidad para crear contactos
o redes en el tiempo.
5. Facilidad de Comunicación. Tener la habilidad de dar a conocer las ideas, inquietudes, problemas y
puntos de vista de una manera que sea entendida por todos.
6. Escucha activa. Consiste en captar lo esencial de cada mensaje recibido, gracias a que el oyente presta
la atención adecuada y entrega su feedback o retroalimentación. Es clave, por ejemplo, para la
resolución de conflictos.
7. Trabajo en equipo. Capacidad para entender que uno forma parte de algo mayor que es la
organización y que en la medida que los esfuerzos de los distintos actores se conjugan existe una mayor
probabilidad de éxito en el logro de los objetivos que se han planteado como grupo.
8. Adaptación al cambio. Saber que se vive en un mundo dinámico y en permanente evolución, lo que
obliga a ser flexible para adecuarse a las nuevas circunstancias y los cambios de escenarios que tienen
lugar.
9. Creatividad. Capacidad para buscar nuevas propuestas que sean originales y que rompan, de algún
modo, el esquema o modelo establecido con un fuerte acento en la innovación.
10. Capacidad para resolver problemas. Desarrollar soluciones que ayuden a superar las dificultades
que se presenten y en donde todos saquen experiencias y se beneficien en materia de aprendizaje.
11. Optimización del tiempo. Manejar este recurso cada vez más escaso de una manera eficiente, con
miras a alcanzar los objetivos planteados.
12. Actitud Positiva. Tener una visión que se enfoque en la parte llena del vaso y no en la vacía, para
generar movimiento y avanzar en la ruta que se ha definido.
13. Espíritu de servicio. Entender que si bien la tecnología puede ser sinónimo de hardware o "fierros",
el servicio juega un papel muy importante, tanto para los clientes externos como para los internos
(compañeros de trabajo).
14. Seguridad personal. Dice relación con la confianza que pueda tener una persona en su actuar y en el
ejercicio de su profesión.
15. Tolerancia a la presión. Soportar las situaciones que son estresantes o muy demandantes
demuestran un gran control por parte de una persona, pues deja en claro su habilidad para sortear
situaciones complejas y no perder el foco en lo importante.
16. Asertividad. Capacidad para dar a conocer una opinión en el momento y en la forma adecuada.
17. Respeto a las opiniones. Tolerar los puntos de vista diferentes es una habilidad muy bien mirada en
un mundo globalizado y en donde cada persona tiene derecho a pensar diferente.
¿Cuál es el secreto para alcanzar el éxito profesional? ¿Cuentan más las habilidades profesionales o se
necesita una gran dosis de buena suerte? He aquí una pista: no importa el tipo de trabajo que realices, lo
que realmente marca la diferencia no son las competencias profesionales sino lo que se conoce como
“habilidades blandas”. De hecho, en el ámbito de la selección de personal se afirma que las habilidades
duras nos consiguen la entrevista de trabajo pero las habilidades blandas son las que determinan si nos
contratan o no.
En el ámbito laboral, las habilidades duras son todas las competencias vinculadas a la profesión que nos
permiten realizar con éxito determinada tarea. En el caso de un informático, un ejemplo de habilidades
duras son sus conocimientos sobre los lenguajes de programación y su capacidad para ponerlos en
práctica. En el caso de un escritor, sería su dominio sobre el lenguaje y su capacidad para transmitir las
ideas y sentimientos.
Sin embargo, existen muy buenos programadores y escritores que no han llegado a la cúspide de su
carrera profesional mientras otros, que quizás son menos talentosos desde el punto de vista
estrictamente profesional, han alcanzado el éxito y el reconocimiento social. ¿Por qué?
La respuesta se encuentra en las habilidades blandas, un término bajo el cual se engloba una serie de
características que incluyen desde nuestras habilidades sociales hasta nuestros hábitos de trabajo,
pasando por el manejo emocional, el autoconocimiento y la capacidad de liderazgo. Se trata de
habilidades transversales que comparten la mayoría de los profesionales que han tenido éxito, ya sea
dentro de una empresa o de forma autónoma, como emprendedores.
1. Habilidades Sociales
Una persona puede ser muy competente desde el punto de vista técnico pero si no tiene determinadas
habilidades sociales, será difícil que llegue muy lejos en su carrera. Los profesionales exitosos son
aquellos que comprenden lo que motiva al grupo y son capaces de conectar emocionalmente con los
demás. Es la persona que aporta valor al grupo, que lo dinamiza y que actúa como mediador ante los
conflictos o incluso como líder.
Ser habilidoso desde el punto de vista social implica ser capaz de ponerse en el lugar de la otra persona
pero, aun así, mantener en mente el objetivo del proyecto y trabajar para que este se cumpla. Esto
significa que debemos ser capaces de motivar a las personas para obtener el máximo de productividad
logrando un ambiente agradable de trabajo. Por tanto, debemos saber cuándo es el momento de ofrecer
reconocimientos pero también cuándo y cómo hacer una crítica.
2. Apertura a la crítica
A menudo, cuando una persona es muy competente en su trabajo, encaja mal las críticas o incluso hace
oídos sordos. Sin embargo, estar abiertos a diferentes miradas y opiniones es fundamental para tener
éxito en la vida profesional. Recuerda que a veces los mejores consejos provienen de donde menos lo
esperas porque esa persona, que quizás no es experta en tu campo de acción o que no está trabajando
en el proyecto, puede ofrecer una visión más objetiva y fresca.
Ponerse a la defensiva ante las críticas es la mejor manera para condenarse al fracaso profesional. En su
lugar, debemos aprender a escuchar lo que los otros tienen que decir y después, serenamente, valorar la
pertinencia de las críticas y, si es necesario, cambiar el rumbo. Los profesionales de éxito saben que
mientras más ojos valoren su proyecto, mayores probabilidades tendrán de triunfar porque la
retroalimentación desempeña un papel crucial para crecer, mejorar y detectar nuevas oportunidades.
3. Hábitos productivos
Incluso en el trabajo más creativo existen una serie de hábitos que sustentan la productividad. Por
ejemplo, un pintor o un escritor necesitan establecer una rutina de trabajo que les permita crear. No es
casualidad que la mayoría de los profesionales más fructíferos en el campo de la literatura y las artes han
sido precisamente los que se han impuesto una rutina de trabajo cotidiana en la cual eliminaban todas
las distracciones.
No obstante, al contrario de lo que piensa la gente, los hábitos productivos no solo incluyen una rutina
de trabajo preestablecida sino también pausas para el descanso y actividades que estimulen la
creatividad o que inciten a la relajación. Los profesionales de éxito son aquellos que saben cuándo deben
hacer un alto en el camino, son los que han encontrado el punto medio entre el trabajo y el descanso.
4. Integridad
Muchas personas creen que es pecado mortal confesar que no dominan alguna esfera de su profesión o
que reconocer un error implica cavarse su propia tumba dentro de la empresa. Sin embargo, esta es una
visión arcaica determinada por la creencia de que debemos funcionar como si fuésemos máquinas
perfectas. No obstante, hoy muchas organizaciones priorizan los valores sobre las competencias y la
capacidad de aprender sobre el conocimiento. ¿Por qué?
La razón es muy simple: el mundo está cambiando a velocidad de vértigo por lo que muchas empresas
prefieren contar con personas que sean capaces de adaptarse y desarrollar nuevas habilidades antes que
contratar a profesionales anquilosados. Recuerda que la integridad no ha pasado de moda, hoy más que
nunca se valora a los profesionales que sean honestos, que sepan reconocer un error y que no tengan
miedo a decir “no sé”. Cuando los demás saben que somos profesionales honestos, responsables y
objetivos, confiarán en nosotros y en nuestro proyecto.
5. Mantener la calma
Hoy muchas empresas trabajan bajo gran presión, ya sea debido a los plazos de entrega o porque su
mercado está sujeto a continuos vaivenes. Por eso, los que encargan de seleccionar al personal se
preocupan cada vez más por saber cómo responderán esas personas ante situaciones de estrés. Ser un
profesional competente también significa mantener la calma ante situaciones límites y dar lo mejor de sí
bajo presión.
Cuando somos víctimas fáciles de la frustración, el enfado o el nerviosismo no logramos dar lo mejor de
nosotros y somos más propensos a cometer errores. Los profesionales de éxito saben dar un paso atrás,
desligarse de sus emociones y valorar la situación desde una perspectiva más objetiva. Para estas
personas el estrés no es una barrera sino un estímulo que incrementa su productividad.
Las Competencias Blandas se pueden definir como habilidades que van más allá de las técnicas de un
oficio y están vinculadas con la parte emocional, la conducta, las motivaciones, los valores y cultura del
ser humano. A modo de ejemplo:
Tener confianza en sí mismo y en los demás, tener preparación para enfrentar cualquier
circunstancia, disposición para el cambio inmediato, habilidad para la solución de problemas, actitud de
iniciativa, adecuada comunicación oral y escrita, facilidad para el manejo de idiomas foráneos.
Habilidad para el buen manejo de las relaciones humanas y estar preparado para trabajar de
manera continua en el tiempo.
La Competencias Duras se pueden definir como habilidades relacionadas con las técnicas de
determinados oficios o profesiones. A modo de ejemplo:
Reparación mecánica y eléctrica: Desde un triciclo hasta un camion, pasando por cualquier
motor térmico o eléctrico, incluyendo todo aparato que lo utilice.
Apoyo logístico a proyectos consensuados en régimen interno, que muchas veces no se pueden
desarrollar por falta de recursos, I+D+i, encaminados hacia el procomún
Conocer la capacidad que tiene el postulante para realizar las labores específicas del puesto es
indispensable en un proceso de reclutamiento de personal. Un diseñador gráfico debe saber usar
Photoshop e Illustrator, un camarógrafo debe conocer cómo operar una cámara, un programador
debe conocer PHP (o cualquier otro lenguaje que utilice la empresa). Sin embargo, características
conductuales de la personalidad del postulante, o “habilidades blandas”, también influyen en el
desempeño del empleado.
Las habilidades blandas son habilidades asociadas con la personalidad y naturaleza del individuo
tales como: capacidad de liderazgo, relaciones interpersonales y actitud positiva; y estudios
sugieren que cada día, más empleadores están considerando estos factores en su proceso de
selección.
Un estudio realizado por CareerBuilder.com, encontró que de los 2,138 profesionales de recursos
humanos encuestados, el 77% considera que las habilidades blandas en un candidato son tan
importantes como las habilidades duras, habilidades específicas para el desempeño de las
funciones diarias del cargo.
“Cuando las compañías evalúan a candidatos para un puesto, ellas están buscando lo mejor de
ambos mundos—alguien que no solo es proficiente en una función específica, sino que también
cuenta con la personalidad adecuada para el cargo”—señala Rosemary Heather, Vicepresidente de
Recursos Humanos en CareerBuilder.
Por ejemplo, si estamos buscando llenar un puesto de asistente contable, el postulante debe tener
por lo menos conocimientos básicos de contabilidad (habilidad dura)—lo cual se puede verificar
según la educación que posee el postulante o certificaciones de la industria— pero además, sería
muy útil conocer si el postulante tiene un alto nivel de autocontrol, aprendizaje continuo y orden
(habilidades blandas).
De entre las llamadas competencias blandas o transversales podemos enumerar las siguientes:
Flexibilidad
Preocupación por el Desarrollo
Comprensión Interpersonal
Liderazgo
Impacto e Influencia
Pensamiento Analítico
Pensamiento Conceptual
Búsqueda de Información
Orientación al Cliente
Aprovechamiento de la diversidad
Orientación al Logro
Iniciativa
Autoconfianza
Desarrollo de interrelaciones
Integridad
Autocontrol
Comprensión de la Organización
En cuanto a las habilidades blandas que menos considerarían las empresas al momento de reclutar
colaboradores, están -según Nicolaievsky- la capacidad de planificación y de realizar una delegación
apropiada, y la habilidad para la resolución de conflictos.
Por su parte, Ardizzone de Adecco indica que todas las habilidades blandas toman un papel
fundamental en la adaptación de un individuo a un cargo, por lo que se hace imposible entregarles
menos valor a algunas. Sin embargo, agrega que sí se puede hacer esta distinción considerando un
determinado perfil para un puesto específico.
"Por ejemplo, en cargos de gestión comercial se valorarán más las competencias de negociación,
liderazgo, proactividad, orientación al logro. En cambio para un cargo de control de gestión serán más
importantes aquellas ligadas al orden y la planificación , capacidad de análisis y auto-organización, pero en
ningún caso en desmedro de otras", aclara Ardizzone.