Texto Expositivo Proyecto

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Menores y drogas: derechos vulnerados

Nadia Donadonibus
[email protected]
Hace diez años, las drogas más difundidas entre los menores de la calle eran los diferentes
tipos de inhalantes que se podían encontrar con facilidad, como el pegamento de zapatero,
los cuales además tenían un precio asequible y no estaban bajo el control de los traficantes
de drogas porque su valor agregado no era remunerativo. El consumo de pegamento en
los menores de la calle tiene el objetivo de reducir la sensación de estrés producida por la
vida callejera; de hecho, ellos siempre deben estar alerta para aprovechar las
oportunidades favorables para su supervivencia, realizando un constante esfuerzo físico
y psicológico que debe ser compensado.

¿Qué ha sucedido en estos últimos años con los menores de la calle? Siguen existiendo
solo que ya no consumen inhalante sino H (heroína mezclada), que está bajo el control de
los traficantes de drogas. En los últimos meses, los eventos relacionados con el consumo
han forzado a reflexionar sobre este tema que asusta a muchos: el uso y abuso del H y sus
consecuencias en los menores, familia y sociedad. La Convención sobre los Derechos del
Niño incluye disposiciones: Los menores no solamente tienen derecho a la salud,
nutrición y educación, sino que también tienen derecho a la protección, a no ser objeto de
violencia o explotación, y a un “entorno seguro y protector”.

Actualmente el consumo de H no solo afecta a los menores marginados, sino a todo el


segmento de edad de la población de ingresos limitados y vulnerables que no
necesariamente vienen de una familia disfuncional, favoreciendo a los narcotraficantes y
convirtiendo a muchos menores en un miembro del micro tráfico y micro criminalidad.
Ahora bien, no es necesario arrojar alarmas excesivas y afirmar que estamos ante una
pandemia, pero actualmente no existe investigación o estudio epidemiológico sobre este
fenómeno, el cual permita identificar las causas de cómo hemos podido llegar a ser el
único país que tienen menores en consumo de H, junto con todas sus consecuencias
legales, económicas, psico-médicas, sociales y culturales.

¿Cuántos niños y adolescentes mueren a diario por sobredosis y cuántos viven una
situación de completa miseria y abandono debido al consumo de drogas? Solo debajo de
un puente de Durán viven al menos treinta en condiciones deshumanas, la familia no es
capaz de ayudarlos, ya no quiere saber nada y los deja que anden por ahí, su oxígeno son
las drogas, no duermen, no comen, no beben, unos auténticos zombies.

Por este mismo motivo pido a los políticos y a la opinión publica ser muy cautelosos en
“deshacernos” de la tabla de mínimo consumo, sin al mismo tiempo poseer una propuesta
de atención a la crisis de abstinencias y los efectos comportamentales que va a padecer el
consumidor, con consecuencias sobreañadidas a la familia y toda nuestra sociedad. La
misma tabla de mínimo consumo consignada en 2013 como parte de una intervención de
reducción del daño para suplir una necesidad de ese entonces, la descriminalización de
los consumidores de drogas; una mera alternativa a la carencia de un plan bien articulado
de prevención de daños.

“Te permitimos una dosis mínima, porque no sabemos qué hacer contigo”.
Como experta en drogodependencias y habiendo trabajado por 20 años en el Ministerio
de Salud en Italia, fui contratada hace unos años por el director de la Zona 8 del MSP
para la creación de una Red Terapéutica de Territorio que pudiera favorecer un abordaje
coordinado a la problemática; lamentablemente después de dos meses me vi obligada a
renunciar, quedando sin solucionar las falencias que con el pasar del tiempo se han
agravado.

En los últimos días tuve la oportunidad de presentar a dos municipios una propuesta
articulada en tres fases: la primera de prevención primaria que permita evitar nuevos
menores en consumo a través de la metodología de barrio terapéutico, seguida por la
prevención secundaria en una Comunidad Terapéutica Urbana con la participación de una
fundación italiana que permitirá poder atender más de 1.000 menores anualmente, a través
de la estimulación magnética cerebral, reducir la necesidad de consumo y así disminuir
los efectos de la abstinencia y abandono, tendrán además refuerzo de actividades lúdicas,
deportivas, ocupacionales y educativas en modalidad de hospital del día, con costos diez
veces inferiores a los actuales.

Definitivamente, antes de derogar la tabla tenemos la obligación de poner en marcha un


plan articulado que permita a los gobiernos locales, al que se debería pasar esta
competencia, de dar atención a quien está en consumo y de manera especial a los menores,
donde la carencia de propuesta reeducativas es cero. Salvemos a estos niños y
adolescentes robados de su infancia y precipitados en la violencia de las drogas, pensemos
en nuestros hijos y nietos dejando a un lado la indiferencia, hago un llamado a todos a
apoyar iniciativas y proyectos a favor de los menores en droga. (O)

* Máster en Conductas Adictivas

Estructura precategorial del texto


Tesis: El consumo de H en menores es un problema grave en la sociedad.
Argumentos:

 Hace diez años, las drogas más difundidas entre los menores de la calle eran los
diferentes tipos de inhalantes que se podían encontrar con facilidad, como el
pegamento de zapatero, los cuales además tenían un precio asequible y no estaban
bajo el control de los traficantes de drogas porque su valor agregado no era
remunerativo. ¿Qué ha sucedido en estos últimos años con los menores de la calle?
Siguen existiendo solo que ya no consumen inhalante sino H (heroína mezclada),
que está bajo el control de los traficantes de drogas.
 ¿Cuántos niños y adolescentes mueren a diario por sobredosis y cuántos viven una
situación de completa miseria y abandono debido al consumo de drogas? Solo
debajo de un puente de Durán viven al menos treinta en condiciones deshumanas,
la familia no es capaz de ayudarlos, ya no quiere saber nada y los deja que anden
por ahí, su oxígeno son las drogas, no duermen, no comen, no beben, unos
auténticos zombies.

Subargumento:

 La Convención sobre los Derechos del Niño incluye disposiciones: Los menores
no solamente tienen derecho a la salud, nutrición y educación, sino que también
tienen derecho a la protección, a no ser objeto de violencia o explotación, y a un
“entorno seguro y protector”.
Derivada:
 “pido a los políticos y a la opinión publica ser muy cautelosos en “deshacernos”
de la tabla de mínimo consumo, sin al mismo tiempo poseer una propuesta de
atención a la crisis de abstinencias y los efectos comportamentales que va a
padecer el consumidor, con consecuencias sobreañadidas a la familia y toda
nuestra sociedad”
 Definitivamente, antes de derogar la tabla tenemos la obligación de poner en
marcha un plan articulado que permita a los gobiernos locales, al que se debería
pasar esta competencia, de dar atención a quien está en consumo y de manera
especial a los menores, donde la carencia de propuesta reeducativas es cero.
Salvemos a estos niños y adolescentes robados de su infancia y precipitados en la
violencia de las drogas, pensemos en nuestros hijos y nietos dejando a un lado la
indiferencia, hago un llamado a todos a apoyar iniciativas y proyectos a favor de
los menores en droga.

Texto Expositivo
Hace una década, diferentes tipos de inhalantes; como el pegamento de zapatero, eran las drogas
más divulgadas entre los menores que se encuentran en las calles, actualmente sucede la misma
situación pero con la diferencia de que la droga con mayor consumo por parte de menores de edad
es la heroína mezclada, conocida comúnmente como H, la cual trae consigo severas consecuencias
a la salud por el uso y abuso de la misma. Dentro de las normas estipuladas en la Convención
sobre los Derechos del niño se dice que: “Los menores no solamente tiene derecho a la salud,
nutrición y educación, sino que también tienen derecho a la protección, a no ser objeto de
violencia o explotación y a un entorno seguro y protector”, pero tan solo debajo de un puente de
Duran se encuentran al menos 30 niños y adolescentes en condiciones no óptimas para la salud
que viven por y para las drogas llegando al punto de no comer ni dormir.
El consumo de este estupefaciente no afecta solo a menores marginados sino también a todo un
conglomerado social de baja condición económica ya que muchos menores se convierten en
miembros del micro tráfico y micro criminalidad, no se podría considerar a este problema una
pandemia puesto que no existe aún un estudio epidemiológico, el cual permita identificar las
causas de como el país ha llegado a ser el único con menores consumidores de H. Sin embargo,
en el 2013 se aprobó una tabla de consumo mínimo de ciertas sustancias psicotrópicas y
estupefacientes; entre ellas la heroína, para sustituir la exigencia de descriminalización de los
consumidores de drogas lo cual aumento la gravedad de la problemática.
Por lo tanto, para combatir este problema se debe comenzar previniendo a nuevos menores del
consumo de drogas por medio de la metodología de barrio terapéutico, dar atención a las personas
que están en consumo sobre todo a menores de manera especial debido a que las propuestas
reeducativas están ausentes y finalmente derogando la tabla de consumo mínimo.

También podría gustarte