Historia de Carlos XII Rey de Suecia PDF

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HISTORIA
DE CARLOS XII.
REY DE SUECIA,
TIIADIIICIDÁ DEL IDIOMA FRANCÉS

AL ESPAÑOL
P O R
DON LE 0 NAR D O DE 'URIA T ORT-¡ETA,
Opofitor It Cathedras en la'Univerfidad de
Valladolid ,j Licenciado en Sagrada
Tbeolagia.

\ ª CONCORREGIDA , Y HAÑADIDA
LAS REFLEXIONES I STOR IC AS, v
y Criticas de M. de la Motraye en eſta ulti
- ma impreſsion.

TÓMO PRIMERO.
CON LICENCIA.

MADRID. Por JOACI-IIN IBARRA , calle


de lasUroíàs , 1763. '
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q_ LICENCIA DEL ORDINARIO. _

OS el Licenciado Don Miguél Gomez


de Eſcobàr , Inquiſidor Ordinario , y
Vicario de eſta Villa de Madrid , y ſu Parti—
-do: Por la preſènte damos licencia , para que
\è pueda. imprimir ,è imprima el Libro inti=
tulado : Hiflºria de Carlºs XII. Re] de Suecia,
compuºſto en Idioma Francés por Monſieur
de Voltayre , traducida á el Eſpañol por Don
Ի Leonardo de Uria y Orueta , Licenciado cn
Sagrada Theologia , atento eſtàr viſto, y rc
conocido de nueſtrª orden,y no contener
coſà alguna, que ſeoponga à nueſtra Sam:
Fè Catholica , y buenas coſtumbres. Fecha en
Madrida’ 14. de Eneko de 1734.
Lic. Efcobàr.

Por ſu mandado,

Gre-¿vªriª de Sªtº.

,4
LICENCIA-‘DEL CONSEJO. '-.
ON Juan Miguel de Ocharàn , Ofidal
Mayor (de - la Eſtribanía’ --de cami?
ra,-y de Gobierno de‘. Conſejo', del cargq
del Secretario Don Joſeph Antonio de Yaria,
cuyas auſencias , y enfermedades exerzo : Cer~
tii-¡co, que por los Señores del Conſejo ſè ha
concedido licencia à los Mercaderes de Libros
de eſta Corte , para que por una vez puedan
reimprimir ,y vender los dos tomos de -Ia
Hiſtoria de CAI-105)…. de Suecia , con tal de
que ſea en papel fincª, y buena eſtampa, y por
los exemplares, que ſirven de originales , que
van rubrícados , y firmados al fin de mi firma:
y que antes que (è vendan , {e traygan al Con'
ſejo dichos .dos tomos reimpreffos , con los
exemplares , y Certificacion del Corrector de
eſtàr conformes , para que ſe taſſe el‘precio a'.
que ſè han de vender , guardando en 1a reim
preſiion lo diſpucſto , y prevenido por las Le—
yes,y.Pragmaticas de eſtos Reynos. Y para
que conſte , lo firmè en Madrid à veinte y
cinco de Septiembre de mil ſetecientos ſeſem¡
y dos.

D. 7mm Miguèl dc Ochm‘m.

FEB
í ' º F'EÉ D'E E'RRÁTAS. ‘
AG. 38. lin. 9. lo , lee la. Pag. ;8. lín.
ultima,enfàñar,lce enfeñar. Pag. 109.
lín. ultima , Embaxores , lee Embaxadºres. Pa—
gin. ¡41. lín. 4.. y 5. como mo,lee cºmo.
Pag.‘158. lin. 18. Exerciro , lee Exercirº.
'F'._,. AÑí e Eſte Libro intitulado :.Hifloria de Carlos
XII. de suecia ,{àlvo eſtas erratas , correſpon—
de á ſu original : y aſsi lo certifico en eſta Vi
lla, y Corte ‘de Madrid à zo. de Diciembre
de ¡762.- ' . .

- ;1305. D. Pedrº Fernandéz.


del Val.

'. '. .Correct. Gen. por S. Mªg

_-> *z Don
ON‘Juan Miguêl de Ocharín , Oficial
. Mayor de la Eſcríbania de Camara , y
’de Gobiernodel Co'nſejo ., del ca’rgo "del Se:
crctario Don Jolèph Antonio de YarZa , cu
yas auſèncias, y enfermedades exerzo : Certiſi-Ñ
cº , que por los Señores del Conſejo ſe ha
concedido licencia à los Mercaderes de Li-,L
bros de eſta Corte , para que puedan publicar,
y vender la reimpreſsion , que tienen hecha
con licencia de dichos Señores , de los dos to
mos de la Hiflan'a daa-1710,: XII. dc Suecia , con
tal, de que [è ponga eſta Certificacion, al _prin-y
cipio de ellos. Y para que conſte , lo firmè en
Madrid à veinte y dos de Enero de mil \ète—
cientos ſeſènta y tres.

D. 'juan Miguèl de 0017412421.


íADOÏPQDÏQDSÏQ DÏÉQ KDSQDHM íííííêíïííííííííííí '9
#FE é@&4%F GÓUWF F FGÓ F
Eſta Obra, y las demàs , que fil
gan en nombre de la Compa—
ñía eſtablecida en eſta Corte, ſe
l hallarè en las Librerías ſiguienres.

"Alphonſo Martín de la Higuera.


Manuel Lopez Buſtamantc.
Franciſco Fernandez.
Angel Corradi.
Franciſco Manuel de Menu
Doña Juana‘ Correa.
'Franciſc'o Aſiſicnſio.

' Juan Eibarza.


Bernardo Alberà.
Díïêííï Joachin Ibarra.
Antonio Sancha.

Fèêèêêêêêiêêêêêêêêê
:ªxzxªROLOGO AL- LECTOR. ~
› H Qeſtrañes , Amigo_ , que ſiendo yo
'ctde~ un' Principe
proſeſsíon Theologo,eſcriba
, ¿quien ªla Vidª
univerfàl compaſiíoà
llorò Lutherano; porque" la heçmofiyariedad
..de noticias , que contiene eſte breve volumen:P
nó debe negarſe ¿tantos , que las deſean. › _~,
q ª En eſta íègunda edicion he procurado el
Jçlçſempcño de lo que ofrecï en. la primeraſ,
cçrrïgiendo los deſcuidox, que obſervò mi
’cuidado con el miei/Ó motivo de la traduc
ción de las Reflexiones Hiſtoricaà , y Criticajs
M.dela,Motr_aye,,q-ue por muy utiles ñ
lamayor exactitud deeſta Obra , vàn añadíª
das á ella ,para el úïas puntual conocixr'úerité
dela Híſtoria. VALE. _ - 4 .
-IIh

'1',
'L—hò'ſidz

DIS
Pag. I.

EIFXXZEKEXF
ÉRÉRÉRÉRXRÉ
DISCURSO
SOBRE LA HISTORIA
DE CARLOS XII. 'Ï
- - «e IEN pocos ſon los~Sobe
ranos , de quienes ſe de
be eſcribir una Hiſtoria
particular. En vano ſe
exerce con caſi todos los
. ‘ Príncipes la malignidad,
g ' ò la adulªcion , ſiendo
muy diminuto el numero de los que ſe
_conſerva la memoria; y aun menor fuera,ſi
zſololosjuſtos efluvieran en ella preſenres.
Los Príncipes , que tienen mas dere
cho à la immorralidad, ſon los que han
hecho algun bien à los hºmbres: aſsi que
ſubſiſ’rirà la Francia , mientras ſe acuerde
del tierno afcctq ſi de, Luis
i- . TomJ., A
X“.- àſª-Pffºj
b º'
2
bio: Se eſcuſaràn los grandes‘ ycrros de
Franciſco I. al fat'or de los Artes , y Cien
cias ,cuyo Padre fu‘e : Se bendecitá- la
memoria de‘Enrique IV. que conquiflò
ſu Patrimonio à fuerza de vencer , y per—
donar: Será loada la magnificencia de
Luis XIV. que ha protegido los Artes,
que Franciſco I. ,. havia hecho nacer.
‘ Por contraria razon‘ permanece la me
moria de los malos Príncipes , no de otrª.
fuerte , que ſe acuerdan las innundacio
nes , los Incendios, y las peſtes.
.. j Entre los Tyranos , y_ los 'buenos‘,Re
~ yes eſtàn losConquiſtadoress ‘empcro ſe
acercan mas à los primeros -: gozan .una
reputacion magnifica: codiciaſe conocer
las minimas particularidades_ de ſusvidas;
,tal es la flaqueza miſ-:cable de los hom
bres, .quc miran con admiracion à los que
han executado con brillantece’s el mal;,y
.de ordinario hablan de mejor gana .del
.deſoladºc de un Imperio , que del que lo
fundó. '
. Tocante à los otros Príncipes , que ni
‘cn la Paz han ſido iluſtres, ni en la Guetta,
-y- à quienes no han dado à conocer gran—
des-vicios‘ , .ni virtudes grandes , como no
1²-" - > .i. ROS
\W

4 nos ’proveyò algun exemplo que imitar? ò


‘que nuit ſu vida,no es digna de hacerle à
la memoria. De tantos Emperadores de
Roma , de Grecia , de Alemania , y de
Moſcovia: de tantos Sultanes, Califcs,
' Papas , y Reyes, quanros ha havido , que
, nombre mereció hallarſe en ºtra parte,
que en las Tablas Chronologicas , que
abulran ſolo para ſervir de Epocas?
Hay una vulgaridad entre los Princi
pes,como entre los ºtros hombres. ann~
do ha llegado à ſu punto el furor del eſ—
cribir, apenas ha muerto un Soberano,
y quando (einnnda el público de volume
’ nes, debaxo del \itulode Memorias , e
Hiſtoria de ſu vida, y Anales de ſu Corre.
' Por eſſo ſe multiplican los libros de \al
fuerte , que ſi un hombre vivieflè cien
años, ylos empleaſie en leer, no tendria
.tiempo para recorrer lo impreíſo , ſobre
¿Ja Hiſtoria ſola de cſtos dos ſiglos en
. Euro a. '
H
ct ridad \’cacomezòn detraſponer
deflajos inutiles àlalapoſte—
, y detener aren
ción de los ſiglos futuros con la relacion
de acontecimientos cºánunes , _plrocedeº
or maria
de unaflaqueza muyAz z A a, ª_- ºSA hªn
qu
v

h-Ïn vivido en alguna Corte , y han tenido


la deſgracia de tener alguna parte en los
negocios públicos. Miran eſtos la Corre
en que han reſidido,como la mas bella de
quanras ha havido: el Rey,que han viſto,
como el mayor Monarca; y los negocios,
en que ſe han mezclado , como lo que ja
màs ha (ido de mas importancia en el
mundo ; y ſe perſuaden à que la poſteri
dad verà todo cſto con los miſmos ojos.
(Luc un Principe cmprenda una guer
ra: que ſu Corte eſt‘e turbada con nego
ciaciones : que compre la amiſtad de uno
de ſus vecinos: que venda la ſuya :í otro;
y que,en fin,haga paces con ſus enemigos
deſpues de al 7unas victorias, y derrotas:
ſus vaſiàllos, impelidos por lª Vivacidad
de cſtos preſenres ſuceſibs , pienſan que LL

han nacido en la Epoca mas \ingular deſ


de la creacion. Y què ſucede ? Muerto eſ
te Principe , ſe roman, medidas del todo
diferentes: las negociaciones de ſu Cor
te ſe entregan al olvido, como tambien
ſus Damas , ſus Miniſtros , y ſus Genera
les , ſus Guerras , y aun èl miſmo.
Deſde que procuran los Príncipes
Chriſtianos engañarſe unos à otros , y ha-,
~ › . 4. cen
«~\~ .y

5
'cen guerras , y alianzas , ſe han ſignado
millares de Capitulaciones , y ſe han dado
Otras tantas batallas,ſiendo innumerables
las buenas , ò infames acciones. (Dando
todo eſte rropèldc ſuceíſos , y de relacio—
nes ſe preſenran à la poſteridad , quedan
caſi todos aniquilados , los unos por los
orros.Los unicos que ſubſiſicu,ſon los Au
tores de alborotos , ò los que haviendo
fido deſcritos por algun excelente Eſcri
tor , ſe ſalvan del trope'l , ‘como recraros
de hombres viles , pintados por grandes
Maeſtros. “ í
Aſsi , pues , ſer‘ia bueno el gnardarſe
de añadir eſta Hiſtoria particular de Car
los Xll. Rey de Suecia, à la multitud de
libros, que oprimen al público, \i eſte
Principe, y ſu Ribal, Pedro Alexovits,
mucho mas grande que èl , no huvieran
\ido de comun ſentir de todo el mundo los
Pertbnages mas ſingularesí que produxo
el eſpacio de mas de Io. ſiglos. Mas no
ſolamenre la pequeña ſatisfaccion de cſ
cribir ſueefl'os extraordinarios, ha influi
do à que ſe de al público eſta vida ; fino
que tambien ſe ha penſado , que eſta lec
tura podria ſer util à algunos Príncipes;
I .' ' 'A5 .fi
6 .
fi por 'caſualidad diefl'e en ſus manos” 'eſ’rº'eª ²’
Libro.Verdaderamente no haySoberano,
que en leyendo la Vida de Carlos X11. 'nº' l
deba preeaverſe del delirio delas con--‘v 'ª
quifl‘as: porque en dónde hay Soberano, ‘
que pueda decir: Yo tengo mas eorage, '
y virtud , alma mas fuerte , y cuerpo mas ~
robuflo, mas pericia militar , y mejores ’
Tropas , queCarlos X11. Y Pues ſi cºn to
das"eſtas ventajas , y deſpues de ramas
victorias, ha. (ido ran infeliz eſte Rey,què "
deberian eſperar los otrosPrincipes, que ª
tuviellen la miſma ambicion , con menOS‘
:talento , y recurſo? ‘ ~ .
'Haſe compueſto eſta Hiſtoria por re-ª
-laciones de-perſonas cºnocidas , que han
-vivido largos años cerca de Carlos X11'. ‘
.Y. de Pedro ,el- Grande, Emperador de²
Moſcovia , los quales eſtando retirados en‘
.un Pais, libre muc tiempo deſpues de"
.la muerte de eflosR’Ïincipes , ,nada inre-'
ªreflaban en disfrazar la verdad. ‘ '
‘ r. No ſe ha eſCrito fucefl'o , (obre el qual
.no fe"hayan ejonſultado tefligos de viſta, è
áncpnrraflables., po_r-cUya razon fe halla—‘
xàeſta Hiſtoria muy diferente de las Gaº‘
Sºtés» que. hªn parecido hafla _aqui ‘debaſi"
JÏ— -\ ‘ v X0
\2

xoªdel ’nombre de laVida de Carlos Xil. ~


Hanſe omitido muchas Guerrillas hechas
entre los Oficiales.Suecos , y Moſcovitas,.
porque no ſe ha intentado eſcribir ſu Hiſ-.
toria , Si ſola la del Rey de Suecia. Aun
entre los .ſuceffos de‘ſu vida ſe han entre-,
- ſacado los mas importantes , à perſuaſionr
de- que no todo lo que ha hecho un Prinp.
cipe es ſu Hiſtoria,s‘r ſolo lo que ha hecho
digno de traſponer à-la pofleridad. ,
--Es neccflàrio advertir, que muchas co—
ſas ,-'que eran verdaderas, quando ſe eſcri-.Á
biò eſta Hiſtoriaen -1728. cefiàn ‘yaª de
ſerlohoy dia en 173!. El Comercio(por- v
exempio) comienza à-cultivarſe con me_
nos deſcuido en Suecia- : La Infantería Po-Í
laca eſtá mejor diſciplinada,y con Uniforq‘
111433,'de que n'o’ufabaenronces : Siempre
que {e lee' una Hiſ’toria r, ¡es meneſter pen—
íàr en qu‘e tiempo la eſcribiò ſu Autor.,
(Diºn leyera ſolo,al Cªrdenal de Rets,~
aprehenderia à los-Franceſes violentos,y,
que ſolo reſpiran guerrªªcivil , faccion , Y¡
locura. El que leyera ſolamenre la -Hiflo
ria de. ios- floridos años de Luis XlV. di. .
tia, que: los Franceſes han nacido, parar
obedecer,
A ' ‘x
para
l
vencer,
A4
y: para
j
cultivar
10$
8.

los Artes. Otro,'que regiſtraſſe las Memo-ª


rias de los primeros años de Luis XV. no
notaria en nneſtra Nacion mas, que la
inclinacion extremamente ambicioſa à.
enriquecerſe , y mucha indiferencia para.
todo lo demàs.Los Eſpañoles ſon hoy los
miſmos de Carlos V. Los Ingleſes no ſe
affemeian masà los Fanaticos de Crom
wel , que los Monges , y Monſeñores,
de quienes eſtà poblada Roma , á los Eſ
cipiones. Yo no Se \i ſerian hoy los Suecos
Tropas tan formidables , como lo eran
los ultimos tiempos. Diceſe de un hom
bre , que era arrogante en tal tiempo;
y aſsi , ſe podrà decir en hablando de una
Nacion , que parecia tal, baxo de tal Go
bierno , y en tal año.
- Si algun Principe , ò Miniſtro halla
en eſta Obra verdades deſagradables,
acuerdenſe de que ſiendo ellos hombres
públicos, deben dàr al públicº cuenta
de ſus acciones; que eſ’ce es el precio à.
que compran ſu grandeza : que la Hiſtoria
es un teſtigo ,-'y no un adulador S -y'que
el medio ſolo de obligar à los hombres ‘à‘
hablar bien danºſotros , es el hacerlo. '
*1-4 :('l "lc‘Jh j
~Á ,z -AR.
9
ÑARGUMENTO"
DEL LIBRO PRlMERO.
HISTORIA ABREVIADA D E LA
Suecia bq/t'a Carlo: XII. ſu educacion,
ſm enemigºs. Caracter del Czar Pedro
Alcxavit: , ſm da/fffliºí , y ſm em
i prçffar. Carlo: atar a u‘ un tiempo por
r la Moſcovia , 1a Polonia, y la Dina-nar
m. Parte de Eſiokolma à lo: 16. año:
daſh edad, y derrota cien mil Moſcow'
la: con ocho mil Sanar.

HISTORIA DE CARLOS XII.


REY DE SUECIA.
LIBRO PRIMERO.
‘ A «Suecia , y la Finlandia componen
un Reyno un tercio mayor que la
Francia , Si bien menos fertil , y haſta
hoy menos poblado. Eſte Pais , ancho
en el eſpacio de ducientas leguas de las
grandes nueſtras , y largo en el de treſ
- cien
Iº Híſioria de Carlos XII.
cientas,ſe eſtiende del Mediodía al Norte
deſde 55. grados , haſta 7o. baxo deªun
rigoroſo clima , que ni caſi es Primavera,
ni Otoño: reyna el Invierno nueve mªeſes
del añozal frio exceſsivo ſucceden de gol
pe- los calores 'del Eſtio : Comienzan en 'el '
mes de Octubre los yelo‘s , \in aquella in~
rcnlion con que en Otras partes ſe adelan
tan las ſazones , haciendolos la mudanza
mas ſuaves.:Ha dotado -en recompenſa à
eſte rudo clima la naturaleza con ſereno
Cielo , y ayre puro. Es el Eſtio por lo co
mun tan ardiente, que produce en breve
tiempo las flores , y los frutos. Las Auro
ras, y los Crepuſculos, proporcionandoſe
en ſu duracion à loalexado que eſ’tà el Sol
de la Suecia , moderan las largas noches
del lnviemo;_y :la luz de .la- Ltmazno obſ
curecida alli-'con nublado's, y aumentada
por el reflexo de la nieve, que cubre la
tierra , y muy à menudo , por la luz Sep
tentrional, hace que ſe camine enªSuecia’
la noche, como el dia. Las beſtias ſon me
nores , que las de los ‘Paiſes vMeridionales
x. de la Europa , pºr defecto de ſus patios.“
Los hombres’ ſon a-lli 'mas corpulenros:
crianſe ſanos , por lo ſereno del Cielo; Y
fuer
_ Rey de Suecia. Lib. I. It
fijertes, por—el rigor del clima: viven edad
mas lar a que los otros hombres, quando
no ſe de ilitan por el uſo immoderado de
licores fuertes, y vinos, que las Naciones
Septentrionales parece apetecen mas à
medida, que ſe los niega mas la natura
leza.
Son los Suecos bien diſpucflos, robuſ
tos, agiles, y capaces de tolerar los mayo
res trabaios, la hambre, y .la miſeria , lle
nos de fiereza, ymas alriv‘ez, que'induſ
…cria,haviendo largo tiempo deſcuidado, y
_cultivandoaim hoy mal el comercio , 'el
gue ſolamente podria contribuirles con lo
_‘que falta 'à ſu Pais." ‘Eſto es lo que princi
palmente mira à la Suecia , en cuyos Do—
:minios permanece una parte aun con el
nombre de Gocia, y es la que dexaron las
multitudes de Godos , que inundaron la
Europa , y la arrancaron del Imperio Ro—
— mano, 'que la havia tenido por 500. años,
con uſurpacion, y' ryrania.
Eran entonces vmas poblados los Paiſes
Septentrionales , que lo ſon en nueſtros
dias; porque permitiendo la Religion la
pluralidad de mugeres , dexaba à los ha
bitadores
ct
la libertad para el mayor incre
men—
b 'IE Hiſioria de Carlo: XII. y
mento de la naturaleza , mayormente
quando no conocían ellas' otro oprobrioª,
que la eſterilidad , y el ocio; y ſiendo tan
trabajadoras , y robuſtas como los hom
bres, empezaba anres,y duraba mas tiem
po la fecundidad en ellas. -
Gozò ſiempre libertad la Suecia, haſta
-la mirad del ſiglo‘ catorceno; y aunque ſe
mudò mas de una vez en eſte largo eſpa
tio ſu gobierno, fueron todas las innova- '
ciones en favor de la libertad. Su primer
Magiſtrado tuvo el renombre de Rey : ti
‘ "rulo, que en 'diſtintos Paiſes ſe dà à Podes
*roſos bien diferentes; porque en Francia,
y en Eſpaña ſignifica un hombre abſolu—
to; y en Polonia , Suecia , è Inglaterra el
hombre de la-Republica. Nada podia elle
Rey fin el Senado , y elScnadodependia
de los Eſtados Generales , que ſe convo
caban à menudo. Los Caballeros , Obif—
pos , y Diputados de las Villas , eran lo’s
que repreſentaban la Nacion en eſtas
grandes Aſíàmbl‘eas: con el tiempo fue
ron tambien admitidos à ellas los Aldea'
DOS', porcion del Pueblo , injuſtamente
menoſpreciada en otras partes , y eſclava
en caſi todo el Norte.,
E ..
,Rcy de Suecia. Lib. I. 1;'
_ Eſta Nacion,tan zeloſa de ſu libertad,
y que aun hoy ſe jacta de haver ſuietado
à Roma trece ſiglos ha , fue ſojuzgada
acia el año de 1492. por una Muger , y,
por un Pueblo, menos poderoſo, que los
Suecos.
Margarita de Valdemar, la Semiramis
del Norte , Reyna de Dinamarca , y de
Noruega , conquiſtò la Suecia por ardid,
y fuerza, y de eſtos tres vaſtos Dominios
hizo un ſolo Reyno. Deſpues de ſu muer
te ſè ſepatò la Suecia por guerras civiles,
y ſacudiò el yugo de los Daneſes: Volvió
à apreciarlo, tuvo Reyes, y tuvo deſpues
Adminiſtradores. Dos Tyranos la opri
mieron horriblemente àcia el año de
?1520. el uno fue Chriſterno ll. Rey de
Dinamarca, monſtruo formado de vicios,
fin virtud alguna: el otro un Arzobiſpo
de Upſal , Primado del Reyno , tan bar
baro como Chriſterno. Eſtos dos de con
cierto hicieron un dia prender à los Con
ſules , y Magiſtrados de Eſtokolmo , con
noventa y quatro Senadores, y los hicie
ron morir à manos de Verdugos, baxo de
el preteXto de que eſtaban excomulgados
por el Papa, por haver. defendido loade
ª* ‘ª rc
14. Hrſtoria de Carlo: XII.
remos vdel Eſtado contra el Arzobiſpo;
Deſpues abandonaron Eſtokolmo al -ſaco,f
y ſe. paſsò todo à deguello, ſm diſtincion
de edad, ni de ſexo.
En tanto que eſtos dos hombres, coli
gados para la opreſsion,y deſunidos en la.
_reparticion de los deſpojos , exercian lo
mas tyranico del deſpotiſmo,, y lo mas
cruel de la venganza, un nuevo aconteci- -
,miento mudò el ſetnblanre del Norte.
Guſtavo Vaza , joven , deſcendíente
de los antiguos Reyes‘ del Pais , ſaliò dc
. lo intrincado de los boſques de la Dale
carlia , en donde eſtaba oculto , y vinoà
libertar la Suecia. Era eſte una de aque-
llas grandes almas , que produce raravez
la naturaleza, dotado de todas las calida
des neceflarias para comandar hombres.
Su ventajoſo talle , y ſu deſpejo le mani
ſeſtaban por uno de aquellos petſonages,
entre quienes èl ſe contaba.- Su eloquenª
cia, esforzada de ſu buen roſ’tro, era tan
to mas perſuaſiva , quanto menos artifi
cioſa. Su genio formaba eſtas empreflàs,
que el Vulgo cree temeridades , no lien
do, ajuicio de hombres grandes, mas que
arroyos ;A «ſu cota-ge infatigable los hacia
acer
. Rey de Suecia. Lib. I. I5
acertados: era intrepido con prudencia,
, y. de un natural manſo, en un ſiglo feròz':
» Nirtuoſo , en fin , quanto ( como dicen )
puede ſerlo un Gefe de Partido.
Havia apriſionado à Guſtavo Vaza
Chriſtemo , y retenidole en ſu priſion,
contra el Derecho de Gentes. Efcapado
de ella,havia vagado con el disfraz de Al
deano .las montañas, y boſques de la Da
lecarlia, y en ella ſe havia viſto reducido
-à la neceſsidad de trabajar en las Minas
, de cobre , para vivir , y para eſconderſe.
Enterrado en eſtos Minerales, osò penſar
en deſtronar al Tyrano, Deſcubriòſe ‘a los
Aldeanos , y ſintiendo en Si eſtos una na
. tural ſumiCsion , le juzgaron hombre de
ſuperior naturaleza. De eſtos ſalvages,
hizo en breve tiempo Soldados Vetera
nos. Atacò àChriſterno, y al Arzobiſpo,
ylos-venciò , arrojando à entrambos de
la Suecia, cuyos Eſtados juflamente le
eligieron Rey del Pais , cuyo Libertador
era. ~
Apenas afirmado fobre el Trono , in
tentó una emprefla- mªs ardua, .que las
Conquiſtas. Eran los verdaderos Tyranos
del Reyno los Obiſpos, que pofleianJ-as
ll—

l
I6 Hiſioria de Carlo: .XII.
riquezas de la Suecia, y ſe (etvian de ellas
para oprimir à los Vaſſallos,y hacer guerq
ra a los Reyes. Era eſte poder tanto mas
terrible, quanto mas ſagrado le juzgada
la ignorancia de los Pueblos. Caſtigò en
la Religion Catholica los atentados de ſus
Miniſtros. En menos de dos años hizo Lu
therana la Suecia , \nas aún por la ſupe~
rioridad de ſu politica, que por la autori—
dad. Haviendo aſsi conquiſtado eſte Rey.
no (como èl lo decia, ſobre los Daneſesm
ſobre el Clcro) reynò feliz , y abſoluto
haſta los 7o. años de ſu edad, y muriò lle—
no de gloria, dexando ſobre el Trono ſu
Familia, y Religion. .
Uno de ſus deſcendientes fu‘e Guſtavo
Adolpho , à quien llamaron Guſtavo el
Grande. Eſte Rey conquiſtò la Ingria , y¡
la Livonia, Brema, y Verd‘en , Vilmar , yx
la Pomerania, ſin contar mas de cien Pla
zas en Alemania , tomadas deſpues de ſu
muerte por la Suecia. A ſu impulſo bam
boleò el Trono de Fernando ll. Protegiò
los Lutheranos en Alemania. Fue media
nero en las negociaciones de la miſma
Roma, que temía aun mas el poder del
EmRºrªdºx a gue el de, la hereg‘ra. Eſte
' Rey de Sur-cia. Lib. I. 17
el que. por-ſus victorias contribuyó efecti
vamente ‘a humillar la Caſa de Aufiria:
emprefia, cuya gloria ſe atribuyó al Car—
denal de Richelieu , el qual ſabia ganarſe
.reputacion ,. mientras que Gu‘ſtavo ponía
linderos àſus progreflbs. Iba à llevar la
guerra à la otra parte del Danubio,(y pt:—
do ſer à deſtronar al Emperador) quando
muriò à los 37. años de ſu edad en la ba
ntalla de Lutzen, lavque ganò contra Valſ
tein, lleVando en la Urna el renombre de
, Grande, los llantos del Norte , y la eſti
macion de ſus enemigos.v
Chriſtina , ſu hija ,4 que naciò con raro
genio , apreciaba mas converſar con Sa—
bios, que reynar ſobre un Pueblo, que ſo
…larrgente conocia las armas.\llu(’tròſe tanto
en la abdicacion .delIrono , ,como ſus
aſcendienres en havcrlo conquiſtado , ò
.aflegurado. Dividie'ronſe los Proteſtantes,
como fi no pudieran hallarſe, \virtudes
grandes fin creer à Luthero; pero lºs Pa
pas triunfaron mucho de la converſion de
una muger , aunque ſolo Filoſofa. Reti—
ròſe à Roma, en donde paſsò el reſto de
ſus dias en el centro de los Artes , 'que
amaba,y por los quales havia renunciado
TomJ. ' B ª
18 Hiſtaria de Carlos XII.
à un Imperio à los 27. años de ſu edad.
Antes de abdicar el Reyno , empeñò
los Eſtados de la Suecia à elegir. en ſu lu
gar à ſu primo Carlos Guſtavo X. de eſte
nombre, hijo del Conde Palatine, Duque
de los Dos-Puentes. Añadió eſte ReyJ
nuevas conquiſtas à las de Guſtavo Adol
pho. Llevò al inſtante ſus armas àPolo
nia ,- en donde ganò la célebre batalla de
Varſovia, que durò tres dias: hizo largo
vtiempo,y favorable guerra contra los Da
neſes , cuya Capital ſitiò: reuniò la Ef- ,
cania à la Suecia, è hizo affegurar por al—
gun tiempo la poſi‘eſsion de Esleſwich al
Duque de Holſtein, haviendo deſpues ex
perimentado rebeſes: y hecha paz con ſus
Enemigos , tornò fu ambicion contra .ſus
.Vaſi'allos, concibiendo el deſignio de eſ-.
tablecer en Suecia arbitrario el poder; pe
ro muriò à los 37. años , como el Grande
Guſtavo, antes de haver podido acabar
eſta obra, à que ſu hijo Carlos Xl. diò eu
tero cumplimiento.
Carlos XI. guerrero , como todos ſus
aſccndientes, fue mas abſoluto que ellos:
aboliò la autoridad del Senado, el qual
fuèſideclaradº por el Rey, y no por el
'. Rey
l Rey de Suecia. Lib. I. 19
Reyno: Era ſobrio ,‘ vigilante, laborioſo.;
y tal, que lo huvieran amado, ſi ſu deſpo
tiſmo no huviera por .Si-‘reducido al del
temor los dictamenesde ſus Vaſt'allos.
Casò con Ulrika Eleonora, hija de Fe-'
der-¡co III. Rey de Dinamarca , .Princeſa
virtuoſa, y digna de mas confianzas, que
las que la moſtrò ſu ²eſp0ſo. Nació de eſte
matrimonio en 27. de _Juniode 1682.'el
Rey Carlos XIl. Varonzel mas extraordi
nario, que ha ocupado. la tierra; el que
ha
des reunido en s‘t todas
de ſus Abuelos, conlas grandes
ſolo caliday,
vel defecto,
deſgracia de haverlastenido todas irritª
das.que
lo Eſte
ſe eshade quiencon
ſabido fº‘ certidumbrev
propone eſcribir
to-'
cante àſu Perſoua ,,y’acciones. '
Separaronle à los ſeis años de ſu edad
de manos de-mugeres,'nombrando por ſu
Ayo à Monſieur Nodcopenſer. , hombre
cuerdo, y bien inſtruido. El primer 'libro
que le hicieron leer ,fu‘e la Obra deISa-Ï.
muèl Puffendorf, para'que 'conociefl'e _ton
dicha ſusIEſtados , y los de ſus Vecinos.
,Aprendiò -con brevedad et Alemán;- el; l.
que ſiempre hablò deſpues- tan bien 'coa'
mo ſu nararalldioma¡ PEPSI años la??
› a, Ñ.
ao ?Ii/?aria de Car-10: XII.
ya manejar un caballo. Los exercicios'
violentos de que guſtaba , y que deſcu—
brian ſus inclinaciones marciales , le for—
maron por dicha una conſtitucion vigo
roſa, capaz de ſoſtcner las fatigas à que ſu
genio_ le'inclinaba. '
- vAunque manſo en ſu niñèz , era por
fiado, ‘e inapeable de ſu dictamen. El me
dioſolo de doblegarle , era picarle por la
honra-:con el pretexto de glorioſo ſe lo..
graba'dc èl todo.Tenia averſion al latin;
pero haviendoſele dicho,que lo entendían
el. Rey de Polonia, y ;el de Dinamarca, lo
aprendió muy preſto , y lo retuvo baſ—
rante ,para hablarlo el reſto de ſu vida.
Usòſe del miſmoeſtratagema ,,_ para em
peñarle en la inteligencia del Francés¡
e‘m'però ſe obſtinò en jamas ſervirſe de èl
mientras vivieſſe, aun con lºs Embaxadº
res Franceſes, que no fabian otro Idioma.
(. Deſdei que-tuvo algun conocimiento
de la-lengua Latina .,'l'e hicieronrraducir
el Tinto CureioyAficioriòſe à eſte libro,
por: ſu affumpto', mu'cho mas ªim que por
'funeſtilou- Ha‘vi‘endol'e preguntado el que le
explicaba 4 eſte* Auror , que penſaba de
Alºxªadw? Tº pimſo , dixo el Principe,,
!. f L ¿L que
»Rey de Suecia." Lib. I. ' .zªr
que quªn‘ flrlc ſèmcjante. Y haviendol'e
dicho , »que no viviò Alexandro mas que
3 2. años , replicò èl: Ah! no es laa/lante
edad, quando hay Reyno.: cmçuç'ſiadm? No
falrò quien refirieſſe eſtas reſpueſtas al
Rey fu padre, el qual exclamó: Ve‘ aquí un
niña , que me aventaja en fu: deffignio: , y
olvidara‘ las memorias del Grande Guſiavq.
Divertiaſe en el quatro del Rey un dia,
mirando dos Mapas, uno de una Villa de
Ungria, apreſada pºr los Turcos ‘al Empe
rador; y el otro de'Riga, Capital'de la Li‘—
vonia, Provincia conquiſtada por los Sue
cos un ſiglo antes. Al Pie del Mapa dela
;Villa de Ungria ſe leian eſtas palabras, fat
cadas del Libro dejob : Dio: me la dió,
Dio: -me la quita‘ : fea- el nombre de Dio:
bendito. I-laviendolas leido el joven Prin
cipe, tomò al inſtante un lapiz, y ‘eſcribiò
al pie del Mapa de Riga : Día: me la la¡
dado, el Diablo no me la quitar-¿AGA en _
las acciones mas-indiferentes de -ſu niñ‘ez
moſtraba à menudo eſte ‘natural prodigio
ſo lo que debia ſer algun dia. - ~
Alos ònce años perdió à ſu-madre.
Murió eſta 'Princeſa en 5. de Ago‘ſtoªde
M93. de una enfermedad, -ocaſionada dc
Ba. lªs
'22. Híſioria-de Cªrlo: XII.
las peſadumbres, que la daba ſu marido,y
de ſus esfuerzos .en diſsimularlas. Havia
deſpoiado Carlos Xl. de ſus bienes à mu
chos Vaffallos por medio de cierta eſpecie
de Tribunal,nombrado la Camara de Li
quidaciones, eſtablecida por ſola ſu auto
ridad. .Un tropèl de Cindadanos,perdidos
por eſta Camara, Nobles , Mercaderes,
Arrendadores, viudas, y huerfanos llena
ban las calles de Eſtokolmo, y venian to
’ dos losdias con gritos inutiles à la puerta
'de Palacio. Socorriò la Reyna à eſtos in—
felices con quanto. tenia , plata , preſeas,
alhajas, y ſus miſmos veſtidos. No tenien
do ya qu‘e darles, con lagrimas en ſus ojos
ſe arrojo à los pies de ſu marido,ſuplican~
dole tuvieſſe compaſsion de ſus Vaſi'allos.
A que reſpondiendo el Rey,dixo congra—
Vedad : Madama , ya te tome‘ Para que me
diefflér hija: , no para que medèr conſejar.
Tratòla deſde entonces con tal dureza,
que la abreviò ſus dias.
Murió el Rey quatro años deſpues en
I 5. de Abril de 1697.21 los 42. de ſu edad,
y_ al 37. de ſu Reynado, quando el Impe
1'10, Eſpaña, y _Olanda de ,una parte, y de
-la otra Francia ,zcomprometian ,en ‘el ;la
¿ ;x ª dee
Rey de Suecia. Lib. I. zz
'deciſion de ſus querellas , y quando tenia
ya empezados los ajuſtes de paz entre
cſtas Pºtencias.
Quedó ſu hijo de 15.años con un Rey
no firme, y reſpetado por fueranaflàllos
Pobres z pero belicoſos , y ſumiſlos : ha
ciendas en buen orden , confervadas por
Miniſtros habiles.
Carlos XII. ſe hallò à ſu advenimien
to, no ſolo dueño abſoluro, y pacifico dc
la Suecia, y la Finlandia , mas tambien
reynando (obre la' Livonia, la Carelia, y
la Ingria: poſtèia à Viſmar, Viburgo, las
Islas de Rugen, de Oeſel , y la mas bella
parte de la Pomerania: los Ducados de
Brema, y de Verd‘en , conquiſtas todas
de ſus aſcendientcs,aſi'eguradas en ſu Co~
rona por larga poſſeſsion , y por la fé de
los Tratados ſolemnes de Munſter, y de
Oliva, ſoſtenidos por el terror delas Ar
mas Suecas. Comenzò la Paz de Riſwich
baxo del amparo del padre,y ſe concluyó
baxo de el del hijozèl fuè el medianero de
la Europa deſde que empezó à reynar.
Eſtablccian las Leyes Suecas la mayo
ria de los Reyes á los IS. años: pero Car
losXI, abſoluto en todo , retardò ¡mªe—fiſ¡
B 4. l
24. _ Hz'floria'de Carlo: XII._ _ _ l
Teſtamento la de ſu hijo haſta los 18. Fac
vorecia con eſta diſpoſicion los ambicio
ſos penſamientos de ſu madre vEduiges
Eleonora de Holſtein, viuda de‘Carlos X.
Qiedó eſta Princeſa declarada por el Rey'
ſu hijo Tutora del joven Rey fit nieto,
y Regente del Reyno , juntamente con
nn Conſejo de cinco perſonas.
Ordenò al inſtante, que el cuerpo de
fu hijo Carlos XI. fueſſe enterrado con'
pompa fúnebre de magnificencia , ‘a que
no eſtaba acoſtumbrada la Suecia. Qiiſo
que los Ciudadanos de Eſtokolm’o traxeſ
ſen luto por tres años. Parecia forzarlos
‘a moſtrar tanto mayor ſentimiento,quan~
to menor el peſar que tenían de la muer
te de un Principe , que los havia privado
de ſu libertad , y bienes. ‘ ‘
Havia \cuido parte en los negocios del
Reynado del Rey ſu hijo‘la Regente. Era
yà de edad abanzada S pero ſu ambicion,
mayor que ſus fuerzas , y genio , la eſpe-_
tanzaba en gozar largo tiempo las dulzu
ras de la autoridad , baxo del Rey ſu nie
to. Alexabale quanto podia de los nego
cios. Palſaba el tiempo el joven Principe‘
en la caza: ocupabaſe en paſſat reviſta à
'‘ : ‘ª fue
l Rey de Suecia. Lib. I; a;
("us Tropas , y tal vez hacia ‘el miſmo el
exercicio con ellas. No parecian eſto's
Entretenimientos mas que efecto natural
de la vivacidad dela edad : no ſc advertia
en ſu conducta algun diſguſto, que pu—
diefi'e dàr cuidado a’ la Regente , la que ſc
complacia en que las diſsipaciones de eſ;
tos exercicios hacian al nieto incapaz de
aplicacion , y que aſsi ſubſiſtiria por mas
tiempo el gobierno en ella.
Un dia de Noviembre del miſmo año
en que muriò ſu padre , acababa de paffar
reviſta à muchos Regimientos : eſtaba
cerca de èl el Conſejero de Eſtado Piper:
parecióle el Rey abyſmado en un profun
do deliriozy dixo à ſuMageſtad: Puedo to
mar la libertad de preguntar a‘ V.M. en què
picnſa tanflríamente? Pienſo, le reſpondiò
el Principe , que' mcſiento digna de roman
dar cſtm bra-var gentes, y quiſiem , que m'
ºllªſ, fliyo recibirffizmor ordene: de una mu
ger. AfiÓ promptamente Piper la ocaſion
de hacer una gran fortuna. No eſtaba èl
baſtantemente acreditado para encargar—
ſe por Si miſmo de la peligroſa empreſl'a
de quitar a la Reynala Regencia , y ade
lantar la mayoria del' Rey z -propuſo el?
LL‘ ' . n -
26 Pfiſtaria de Cªrlº: XII. l
negociacion al Conde Axel Eſparre, homſi
bre de ardimiento , el qual procuró refle—
xionarlo: liſonjeóle Piper con la confian
za del Rey: ereyòle Eſparre: encargòſc
de todo ,.y:trabajò ſolamente para Piper.
Los Conſejeros de la Regencia fueron
preſto perſuadidos,, precipiraba a' la~
execucion- de eſte deſignio el hacerſe un'
merito cerca ..del Rey. . ‘ ~>
Acordaronhacer la propoſicion à la
Reyna, la Queno aguardaba ſemejantC’
declaracionsy'jnntandoſe los Eſtados Ge—,I
nerales , ſe propuſo en ellos el caſo poc
los Conſejeros de la Regencia: no huvo
Voz en contrario, y ſe rratò con tanta pre
cipitacion , que nada pudo retardar la re.,
ſolucion : de ſuerte , que los Eſtados con-q
vinieron en dar dentro de tres dias el go
vierno à Carlos Xll. que deſeaba reynar.
Cayo al iſtante el poder , y el credito de
la Reyna , la que viviò deſpues Una vida
conforme à ſu edad , aunque contraria à v
ſu humor. Coronaron al Rey en 24. del
Diciembre \iguiente : hizo _ſu entrada en
Eſtokolmo, montado en un Caballo ala—
Zán‘» cºn herraduras de plata, llevando
\ii Mageſtadj en lamano el Cerrq,y'la C0—.
- ~ r0
4 Rey de Suecia. Lib. I. 27
rona en la cabeza , a las aclamaciones de
todo un Pueblo,idolatra de lo que es nue
vo , y que concebia cada dia grandes eſ
peranzas del joven Principe. v
El Arzobiſpo de Upſa’l eſta en poſſeſ
\ion de hacer la ceremonia de conſagra
cion , y coronamiento , ſiendo eſte caſi el
unico que le quedò , de tantos derechos
como ſus predeceſſores ſe havian abroga
do. Deſpues de haver ungido , ſegun coſ
tumbre, al Principe,tenia en ſus manos la
Corona , para ponerſela en la cabeza 5 pe
ro ‘el ſe la arrancò de las manos , y ſe co
ronò à Si miſmo , mirando con altiv‘ez al
Prelado. La multitud , à quien todo ayre
de grandeza impone ſiempre , aplaudió
la accion del Rey: y los miſmos , que
havian gemido mas baxo del deſpotíſmo
del padre, ſe dieron a alabar eſta altivèz
del hijo , que era el aguero de ſu ſervi
dumbre.
Apenas ſe víò Rey Carlos, diò ſu con
fianza , y el manejo de las negociaciones
al Conſeieto Piper , haciendole ſu primer
Miniſtro en la realidad, aunque ſin titulo,
y poco deſpues le hizo Conde : calidad
eminente en Suecia,_y no vano titulo,que
e :j )
28 Híſiaria de Cªr-[0: XII.
pueda Obtenerſe ſin conſequencia. 'I
Los primeros tiempos de la adminif
tracion del Rey no manifeſtaron ſus ideas
favorables,y~pareciò que havia eſtado mas
impaciente, que digno de reynar. Verdad
es, que no tenia paſsion peligroſa; pero
tampoco ſe veian en ſu conducta mas que
arrojos de la juventud, y Obſtinacion~ en
ſus dictamenes. Parecía floxo , y ªltiVOS Y
los Embaxadores ,-que reſidian en ſu Cor—
te, le tuvieron por un mediano genio , y
ral le pintaron à ſus Señores, y aun la
miſma Suecia tenia vde ‘el eſta opinion: de
fuerte, que nadie conocia ſu caracter , Y
aun ‘el miſmo ſe ignoraba, quando las bor
raſcas repentinas del Norte dieron à ſus
talentos ocultos ocaſiones de explayarſe.
Tres poderoſos Príncipes , queriendo
valerſe de ſu extremada juventud , conſ
piraron ſu ruina caſi à un tiempo :' El pri-
mero fu‘e Federico IV. Rey de Dinamar
ca,ſu primo: El ſegundo Auguſto, Elector
de Saxonia,y Rey de Polonia: El tercero,
y mas peligroſo , Pedro el Grande , Czar
de Moſcovia. Es meneſter deſembolver
'* el origen de eſtas guerras , que han pro‘
’ducido tan grandes acontecimientos , Y
co
Reªy de Suecia. Lib. I. 29
comenzar por la Dinamarca.
La mayor de dos hermanas , que tenia
Carlos Xll. havia caſado con el Duque de
Holſtein , joven. Principe, animoſo, y be.
nigno , el qual oprimido por el Rey de
Dinamarca , vino à Eſtokolmo con ſu eſ
poſa à echarſe en los brazos del Rey , y;
pedirle ſocorro , no ſolo como a ſu cuña#
do, mas tambíen como à Rey de una Nª.
cion , que tiene odio irteconciliable à los
Daneſes. . a
_ Ocupaba el Trono deDinamarca por
eleccion en 144.9.la antigua Caſa de Holſ~
tein , fundada en la de Oldemburgo , ſien
do en aquel tiempo electivos todos los
Reynos del Norte. El de Dinamarca vi—
no preſto a ſet hereditario. Uno de ſu‘s
Reyes , llamado Chtiſterno lll. amaba
tiernamente a ſu hermano Adolpho , de
lo que ſe hallan pocos exemplos entre
Príncipes. No queria dexarle (in ſobera
nia; y no pudiendo deſmembrar ſus pro
príos Eſtados , partiò con èl por acuerdo
bizarro los Ducados de Holſtein Got
torp , y de Esleſwich , eſtableciendo , que
los deſcendientes de Adolpho goberna— Ñ
rian en adelante :i Holſtein, junto couple¡
. C—
zo Hiſioria de Carlo: XII.
Reyes de Dinamarca, y que eſtos dos Due¡
cados pertenecerian à entrambos: que el
Rey de Dinamarca nada podria innovar
en Holſtein ſm el Duque,ni el Duque ſin el
Rey. Una
te que ya tan extraña
havia union( no
(ido exemplo en obſtan—
la miſ-zv
ma Caſa por eſpacio de algunos años) era -
deſpues de caſi 80. un manantial de que
rellas entre el Ramo de Dinamarca, y el
de Holſtein Gottorp. Los Reyes procu
raban ſiempre oprimir a los Duques, y los
Duques. hacerſe independientes de los
Reyesl-lavia (ido coſtoſa .al ultimo Duque-ª
la libertad, y ſoberania, y recobrò la una,
y la otra en el Congreſt‘o de Altena, à in-›
terpoſicion de la Suecia , inglaterra,
Olanda,garanres de la execucion del Tra-'o'
tado. Mas como una capitulacion entre?
Soberanos , ſuele ſer , por lo comun , unaº
fumiſsion à la neceſsidad, haſta que el mas;
poderoſo pueda oprimir al mas débil , re-t
nac‘ia la querella mas enconada que nunu
ea entre el nuevo Rey , y el joven Du~,
que. En tanto que el Duque eſtaba en
Eſtokolmo , hacia ya’ el Danes hoſtilidaqv
des en el Pa‘rs de Holſtein , confederam
dºſe en ſecrero con el _Rey de Polonia,¡
PH
Rey de Suecia. Lib. I. 31:
para oprimir tambien al Rey de Suecia;
Federico Auguſto , Elector de Saxonia,
á quien ni la eloquencia, y negociaciones
del Abad de Poliñac , ni las grandes cali
dades del Principe de Conti , ſu concur—
rente al Trono , havian podido impedir
fuelle electo dos años antes Rey de Polo—
nia , era un Principe menos conocido aún
por ſu fuerza increible,que por ſu animo
ſidad , y galanteria de eſpititu. Su Corte
era la mas brillante de la Europa,deſpues
de la de Luis XIV. No huvo.:Principe
mas generoſo, que diò mas ,ni que acom
paño ſus dones de tanta gracia :tenia ga
nada la mitad de los voros de la Nobleza
Polaca , y forzada la otra por -lacercania
'de un EXercito Saxòn. Creyò .que heceſ
ſitaba ſus Tropas para mejor afirmarſe
en el Trono s pero para rerenerlas en Po;
lonia neceſsiraba- pretexro -,. por lo qual
las deſtinò àatacar al ReydeSuecia en’
Livonia , a' ocaſion de ir à; recobrarla.
La Livonia, la mas bella, :y fcrtilPro.;
vincia del Norte ,~ havia, pertenecido en
otro tiempo à 10's Caballerusdel Orden
Teutonico : diſputar‘on _deſpues-ſu poſtèll
ſion los Moſcovitas, Polacºs…, \y Zuecºs,
Y
32 Hiflorz'a de Carla: XII.
y la gozaba deſpues de caſi cien años la
Suecia , a' la qual havia ſido al fin cedi
da ſolemnemente por la Paz de Oliva.
El difunto Rey Carlos Xl. entre las
ſeveridades de ſus Vaíſallos no havia per..
donado a los Livonios , ,y los havia deſ
pojado de ſus privilegios , y parte de ſus
patrimonios. Patkul ( infelizmente céle—
bre deſpues por ſu muerte tragica) fue
Dipurado de la Nobleza Livonia à re—
preſentar à ſu Mageſtad las quexas de la
Provincia. Hizo à ſu Señor un razona—
miento reſpetuoſo; empero con activi
dad , y lleno de aquella varonil eloquen-I
cia , que da’ la calamidad , ayudada del
atrevimiento; mas los Reyes miran de
ordinario eſtos razonamientos públicos
como vanas ceremonias , que es coſtumª
bre oirlos, \in aplicar alli la atencion..
Diſsimulò Carlos XI. no entregando—t
ſe a las intrepideces de ſu cólera; y caſ*
cando ſuavemente la eſpada de Patkul,¿
le dixo : Brawmente batch*: hablado por
‘vmſtm Patria , ya o: lo be eſiimado,
mntinuad. Mas pocos dias deſpues le h'i—.
zo declarar reo de leſa Mageſtad ,. con-4
denandolo como a ral aÏ muerte. Eſtaba
Pªtª.

.l
l Rey de Suecia.’Lib. I. z3
Patkul oculto , y huyò , llevando con
ſigo ſus ſentimienros à Polonia , en don
de-fuè deſpues admitidodel Rey Au
guſto_ . ' .. . 4
Era muerto Carlos’ XI. 'pero la ſen
rencia dePatkul , y ſu- indignacion ſub
ſiſtia: repreſentò al Monarca Polaco la fa
cilidad-:dela conquiſ’ta de Livonia': los
Pueblos deſeſperados,y. ‘diſpueſtos á -ſacu
dir el yugo-de la Suecia: un Rey niño,
incapaz de defenderſe. Hallaron buen re
cibimiento eſtas ſolicitaciones en un Erin-
cipe'tentado yà de efla-co‘nquiſta ,. y fe:
apreſtò todo con puntualidad para una
repentina invaſion , fins-dignarſe aünde.
recurrir a la vana formalidad de Decla-.
raciones de guerra, ly. Manifieſtos. :Al miſ-i
mo tiempoz tomaba **cuerpo 'el nublado
al-lado de ,la Moſcovia. ~ - ' \
Pedro Alexiovits, Czar‘de Ruſia , ſe
havia yà hecho formidable por la batalla,
que havia ganado contra los Turcos en
'1697. y por la toma de Azoph, que le,
abrio el Imperio del Mar Negro. Eſtas
eran acciones mas Aglorioſas , que victo
rias, y eu ellas merecia el nombre de
Grande. La Moſcovia, ò Ruſia abrªza
Tom. L_ Q º¡
34 Hiſioria de Carlºs XII.
el Norte de la Aſia , y el de la Europa;
y deſde las Fronteras de la China ſe eſ
ticnde por el eſpacio de 19500. leguas,
haſta los confines de la Polonia, y de
la Suecia: mas eſte immcnſo Pais ape—
nas era conocido de la Europa antes del
Czar Pedro. Los Moſcovitas eran me
_ nos civiles, que los Mexicanos, quando
fueron eſtos deſcubiettos por Cortes. Na
cian todos eſclavos de ſeñores tan barba
rosx como ellos: ſe encenagaban en la
ignorancia, en la neceſsidad de todos Arª
tes,y en aquella inſenſibilidad de eſtas ne
ceſsidades, que ahoga toda induſtria.Una
antigua Ley (ſagrada entre ellos) les pro
hibia , ſó pena de muerte , el ſalir de ſu
Patria ſin el permiſt‘o de ſu Patriarca; y¡
eſta Ley , eſtablecida para quitarles lªs
ocaſiones de conocer ſu yugo , agra
daba a una Nacion, que en el abyſmo
de ſu ignorancia , y miſeria deſprecia
ba todo comercio con las Naciones Ef
tran eras.
egun el computo de los Moſcovitas,
ſe contaban al principio del ſiglo paſſado
7207. años deſde la Creacion del Mun
do, ſinvpoder dàr razon de eſta data.
. Cor
Rey de Suecia; Lib. I. 5'
Correſpondía el primer dia de ſu año al
13. de nueſtro mes de Septiembre, y
alegaban por razon de eſte eſtableci
miento, que era veroſimil, que Dios criò
el Mundo por Otoño: Eſtacion, en que
los frutos de la tierra eſtàn en ſu madu
rez. Aſsi las ſolas apariencias de cono
_cimiento que tenian,eran eraſos erro
res. Ninguno entre ellos conjeturaba,
que el Otoño de Moſcovia pudiclſe fer
Primavera de otro Pais en opueſtos cli—
' mas. No havia mucho tiempo , que ha
via querido el Pueblo en Moſcou que—
mar al Secretario de un Embaxador de
Petſia , por haver pronoſticado un eclyp
ſe de Sol. lgnoraban haſta el uſo de los
uariſrnos, y ſe ſcrvian para ſus calcu
os de unas bolillas enhebradas en alam
bre, ſin que huvieſſe otro modo de con
tar en todos los Almacenes, ni en el
.Theſoro del Rey.
Su Religion era , y aun hoy es, la de
los Chriſtianos Griegos; pero mezclada
con ſuperſticiones , a las quales eran tan—
to mas fuertemente inclinados, quanto
mas extravagante, y el yugo mas cruel
Pocos Moſcovitas' ſe ÉttCVlan a conèeir
² .
36 Hiſioria de Carla: XII.
pichon , porque el Eſpiritu Santo ſe pin
ta en figura de Paloma. Regularmente
obſervan quatro Quareſmas-al año, y¿
en eſtos tiempos de abſtinencia no ſe
atrevian a'comer huevos, ni leche. Dios,
y San Nicolás eran los objetos de ſu-cul
to , è immediatamente deſpues :de= ellos_
el Czar, y el Patriarca. La autoridad
de éſte no tenia limites, como ni ſu ig—
norancia. El daba ſentencias de-muerte,
è imponia los ſuplicios mas crueles, \in
poderſe apelar de ſu Tribunal. Paſt'ea
baſe à caballo dos veces al año , ſeguido
de todo ſu Clero en ceremonia : el CzaI:
à pie llevaba la brida del caballo, y el
Pueblo ſe poſtraba en las calles , como
los Tartaros delante de ſu grande La—
ma. Practicabaſe la confeſsion ſolamente
en caſo de pecados graviſsimos. Parecia
les entonces neceſſaria la abſolucion;
empero no el arrepentimiento , creyen
doſe puros à los ojos de Dios con la
bendicion de ſus Papas. Aſsi paſſaban,
ſinbremordimientos de la confelsion , al
hurto , y al homicidio; y lo que es fre
no en los otros Chriſtianos,era entre ellos
lmpulſQ à la iniquidad. Hacian eſcrupulo
* de
P“ Ñ_
Re de Suecia. Lib. I. 37
¡ie beber lec e en dia de ayuno; y los
padres de familia, Sacerdotes, mugeres,
è hijas ſe abſtenian de a uardientes los
días de fieſta. Diſputaba e tambien ſo—
bre puntos de Religion en eſte Pais , co
mo en otras partes , ſiendo la queſtion
mas ardua , ſi los Legos debian hacer la
ſeñal de la Cruz con dos , ò con tres de—
dos. Cierto jacobo Nurſoff, baxo del
precedente Reynado , havia excitado una
ſedicion en Aſtracàn ſobre diſputa de
efle' punto. ›
Tenia el Czar en ſu vaſto Imperio
muchos vaffallos , que no eran Chriſtia
nos. Los Tartaros , que habitan el Not
te Occidental del Mar Caſpio , y las La
gunas Meotides, ſon Mahometanos. Los
Siberios , los Oſtiacos , y los Samoydas,
que eſtán acia el Mar Glacial , eran Sal—
Vages, de’ los quales unos eran idólatras,
y otros tampoco conocían un ſolo Dios;
y por eſto los Suecos embiados priſione
ros entre ellos , eſtaban mas ſatisfechos
de ſus coſtumbres, que de las de los an
tiguos Moſcovitas.
Pedro Alexiovits havia recibido una
educacion , que miraba à aumentar aún
la 38 Hiſioria
barbaridad ‘de Carlo)
de eſta parteXII.
del Mundo‘.- i
(Diſo la caſualidad , que el hijo de
un Frances , refugiado en Genova , lla
mado le Forte, vino a pretender empleo
’en las Tropas Moſcoviras, y fue cono.
cido del Czar joven. lnlinuòſe en ſu fa
miliaridad , y le «informaba a menudo de
las ventajas del Comercio, y la Nave—
gacion. Deciale como lo Olanda, que
no havia (ido la Centeſima parte de los
Eſtados de la Moſcovia, hacia por me—
dio de lolo el Comercio tan grande fi
gura en la Europa , como la Eſpaña , cu
ya pequeña Provincia inutil , y menoſ
preciada havia ſido en otro tiempo. En
treteniale con la politica afinada de los
Príncipes de la Europa , con la diſci
plina de ſus Tropas , la policia de ſus Vi
llas, y el infinito numero de manifactª
ras , de Artes , y Ciencias , que hacen
à los Europeos poderoſos , y felices. Deſ
pertaron eſtos diſcurſos al joven Empe—
rador como de un profundo letargo. Su
poderoſo genio (violentado por una bar
bara educacion , que, no havia podido
deſtruir ).ſe deſembolvió caſi de repente,
_reſolwendoſe à (er hombre, comanda: -
home
Rcy de Suecia. Lib. I. 39
hombres , y crear una Nacion nueva.
Muchos Príncipes havian antes que ‘el re
nunciado à las Coronas por diſguſto , ò
por el peſo de los negocios S empero nin
guno havia ceſſado de ſer Rey, por apren
der mejor à reyuar. Eſto es lo que hizo
Pedro el Grande: dexò la Moſcovia en
1678. no haviendo aun reynado mas que
dos años; y paſsò à Olanda disfrazado
baxo de un nombre vulgar, como que
havia (ido criado de eſte miſmo Monſieur
le Fort , al qual embiaba por Embaxador
Exrraordinario cerca de los Eſtados Ge
nerales. Llegò à Amſterdàn, donde ſe
hizo aliſtar en la liſta de los Carpinter os
del Almirantazgo de Indias, baxo del
nombre de Pedro Michaelof. Trabajaba
en los maderos, como los otros Oficiales.
En los intervalos de ſu trabajo aprendia
las partes de las Mathematicas , que pu
dieſtèn ſer utiles a un Principe, Fortifica
ciones , Navegacion , y el Arte de le
vantar planos. Entraba en las Oficinas
de los Obreros , y examinaba todas las
manifacturas: nada eſcapaba à ſus ob—
ſervaciones. De alli paſsò à Inglaterra,en
donde ſe perfeccionò en la ciencia de la
‘ C4 canſ—
'40 Hfflaria 'de CarÏoIXU.
conſttuccion de Navios. Volviò á OlanJ
da , y.:viò toda. la: Alemania, obſerVan;
do ſiempre todo quanto podia contri
búir à las ventajas de ſu- Pais. Deſpues,
en fin , de dos' años de'viages , y traba—
jos, à que ningun .otro hombre huviera
querido ſujetarſe, remaneciò en Moſco
via, llevando conſigo los Artes de 'la
Europa :Artiſices de toda eſpecie le ſi
guieron en Tropas , y ſe vieron por pri
mera vez Navios grandes 'Moſcovitas ſo
bre el Mar-Negro‘, el Baltico , y el
Occeano. Conſtr’uyeronſe , edificios de
arquitectura regular ,‘ y nobleſ,, en lu-ª
gar delas Cabañas Ruſianas: eſtableciò
Colegios , Academias , Imprentas , y
Biblior‘hecas: introduxo buen gobierno
en las Villas.; los‘ trages, y coſtumbres
ſe fueron poco àfpoco mudando, aun
que Con dificultad.- Fueron conociendo
los Moſcovitas.ïlt’›,'ª~ que es la ſociedad:
abolieronſe. tambien las ſuperſticiones,
y la Dignidad' Patriarcál fue extinguida,
declarandoſe el Czar Gefe de la Religion:
y eſta ultima empreffa , que huviera col:
tado el Trono, y la vida a' un Princia
pe menos abſoluro , acertò caſ¡ ſin con
; _r _a trª
;Rey-de Suecia. Lib. I. 41
kradicci’on, aſſegurandole el ſuceſt'o de to
’i'm-r'
das las demás novedades. -
Hizo al miſmo tiempo nacer el Co—
mercio en ſus Eſtados , y-ſus deſignios ſe
engrandecian à medida , que mudaba el
ſemblante de (il Pais. Aun no huvo eſ
tablecido el Comercio , quando em
prendió hacer un dia la Moſcovia cen—
tro del negocio de la Aſia , y dela Eu
ropa. El Volga , el Tanais, y la Duina
debian unirſe por Canales, cuyo Plan
formó ‘èl miſmo. Aſsi tambien ſe pro
ponía abrir nuevos caminos del Baltico
al Ponto Euxino, Y al Mar Caſpio , y
de eſtos dos Mares al Occeano Sepren
trionàl; pero no era baſtante el mudar
la naturaleza Cn ſus Eſtados : era meneſ
ter mudar las coſtumbres de ſus Valſ-a
llos , y eſto era lo mas arduo. Faltaban
le ſobre todo Tropas diſciplinadas , y
dieſtras. Verdad es, que havia dado
algunos golpes al poder Ochomano; pc
ro no havia batido ſmo Tartaros, -tan
poco «diſciplinados , como ſus Soldados.
Fundador , y Legislador de ſu lmperio,
y el mas feliz , y mas grande , que pu
do haver, ſi ſe huviera contentado coſn‘
. e—
42 Hiſiaria de Carla: XII. l
eſtos dos titulos; pero queria juntarê'
ellos el de Conquiſtador. La Ingria , que
eſtà al Nordeſte de la Livoma, havia
pertenecido en Otro tiempo à los Czares;
pero deſde que Guſtavo Adolpho havia
conquiſtado eſtas dos Provincias , las go
zaba en poſt'eſsion tranquila la Suecra.
Eſtaba el Czar impaciente, por hacer re
vivir los derechos cedidos por ſus aſcen
dientes , y le faltaba por otra parte un
Puerto al Oriente del Mar Baltico, pa
ra la execucion de ſus grandes deſignios:
y aſsi , concluyó una liga con el Reyl
de Polonia , para quitar a los Suecos to
do lo que potſeian en los Paiſes ſitos en—
‘ tre el Golfo de Finlandia, el Mar Balti
co , la Polonia, y la Moſcovia.
Veis aqui quales eran los enemigos,
que ſe preparaban à atacar de manco
mun la niñez de Carlos XlI.
Los rumores ſordos de eſtos prepara
tÍVOs llamaron à la arma al Conſejo del
Rey. Deliberabaſe en ſu preſencia,y pro
ponian algunos deſvanecer por negocia
Clones la tempeſtad , quando levantan—
doſe Carlos con un ayre de gravedad , y
de hombre ſuperior , que ha tomado ſu
par
Rey de Suecia. Lib. ſ.
partido , dixo: Señora: Ta be reſuelto
mmm hacer guerra injuſia S pero m' aca
bar la que fuere legítima , ſinº er con
la pérdida de mi: enemigo: : eſtà tomada
mi reſolucian. Ïo iré a‘ acometer al pri
mero que ſe derláre; \quandº le huviere
vencidº, eſfera eau/*ar algun temor a‘ los
otros (dixo). Y abſortos al oirle todos
aquellos ancianos Conſejeros , ſe guar
daron de atreverſe à reſponder; y cn fin,
avergonzados de eſpetar menos que ſu
Rey , recibieron con admiracion ſus or
denes para la guerra.
Causò aim mayor ſorprenſion el
verle renunciar de golpe à todas los di
verſiones mas honeſtas de la juventud.
Deſde el momento en que ſe preparó á
la guerra, comenzo una vida del todo
nueva, de la qual jamás ſe apartó deſ—
pues, ni aun por un inſtanre. Lleno de
la id‘ea de Alexandra , yCeſar , ſe pro
puſo à Si la perfecta imitacion de eſtos
dos Conquiſtadores , excépro en ſus vi
cios.' No conoció mas magnificencia,
jue os, ni deſcanſo: reduxo ſu meſa à
la ugalidad mayor. Havia amado la
PºmPa en el veſtir; pero no le Vicà'oſn
C «
44 Hiſiam'a de Carlo: XII.
deſpues veſtido mas que como à un ſim-ï
ple Soldado. Soſpechabaſe‘, que eſtaba”
apaſsionado por una mugcr de ſu Cor-,
re; pero ſea que eſte divertimiento fue
verdadero , ò no , es cierto , que renun—
ciò entonces, para ſiempre,à lasmugeres,
no ſolamente por el miedo de ſer gober
nado , mas tambien por dar exemplo à
ns Soldados , que queria contenerlos en
la diſciplina mas rigoroſa. Pudo ſer tam
bien por la vanidad de ſer el unico , que
entre todos los Reyes ſojuzgò una paſſi
íion tan dificil de vencer. Reſolviò tam;
bien' abſtenerſe de vino en todo el reſto
de ſu vida; lo que no es, como ſe ha
pretendido , que quiſo caſtigarſe de cier—
ro exceffo , en el qual ſe decia , que ſe
havia dexado llevar à acciones indignas
de ‘el. Nada hay mas falſo , que eſte ru
'mor pupilar. jamas le havia -impedidò
ſu razon el vino; pero le encendia mu
cho ſu complexion ardientiſsima. Deſ—
pues dexò tambien la cerveza , y ſe re
duxo à agua clara: à mas , que la ſo
briedad ella una virtud nueva enel Nor
te , y ‘el queria ſer el modelo de ſus Sue
cos en todo genero.
Co
Rey de Suecia. Lib. I. 45
Comenzó aſtegurando ſocorros al
Duque de Holſtein , ſu cuñado , y fueron
embiados promptamente 8p). hombres à
la Pomerania , Provincia vecina de Holfi.
tein, para fortalecer al Duque contra
las invaſiones del Dan‘es. Neceſsirabalo
el Duque, porque ſus Eſtados eſtaban
yà ſaqueados, tomado ſu Caſtillo de
Gottorp , y ſu Villa de Tonninge apre—
tada por un ſitio porfiado , a que el Rey;
de Dinamarca havia venido en perſona,
por gozar de una conquiſta, que creia
ſegura. Eſta centella comenzaba à abra.
ſar el Imperio. De un lado las Tropas
Saxonas delRey de Polonia, las de Bran
demburgo , de Wolfembutel, y de Heffe—
Caſel , marchaban para juntarſc à los
Daneſes. Del otro los ocho mil hom
bres del Rey de Suecia, las Tropas de
Annover , y de Zeli , y tres Regimien
ros de Olanda, venian à ſocorrcr al
Duque. Mientras que el pequeño Pais
de Holſtein era aſ~i el theatro dela Guer
!a , dos Eſquadras , la una de inglaterra,
la Otra de Olanda, aparecieron en
el Mar Baltico. Eſtos dos Eflados eran
garantes del _Tratado de Altena , violado
Pº¡
'46 Hiſioria de Carlo: XII.
por los Daneſes , y ſe apreſuraban en
tonces à ſocorrer al oprimido Duque de
Holſtein, porque el interes de ſu Co
mercio ſe opoma al en randecimiento del
Rey de Dinamarca. Sa ian , que en ſien
do el Danes Señor del paſt'age de Sund,
impondr‘ia Leyes oneroſas alas Nacio
nes Comerciantes , quando ſe hallaſt'e con
baſtantes fuerzas para uſar de impueſ
tos impunemente. Eſte intetèsha empeq
ñado largo tiempo à los Ingleſes , y Olanq
deſes à tener , en quanto han podido,
igual la balanza entre los Principes del
Norte. Adherieronſe , pues, al joven Rey¡
de Suecia , à quien parecia debian opri
mir tantos Enemigos reunidos , y le ſo
corrieron por la miſma razon , por la
qual era acometida , porque no le creiau
capaz de defenderſc. Entretanto partió
,ª Carlos para ſu primera Campaña en 8.;
ªl" de Mayo , nuevo eſtilo, del año de 1700..
Dexò à Eſtokolmo, adonde jamás vol
viò. Un trop‘el innumerable del Pue
blo le acompañó haſta la Puerta de Car
leſcroon S y prorrumpiendo en lagrimas,
manifeſtaron ſu admiracion en los vºtos,
que hiereron por èl., Antes de ſalir de
K Sue
Rey de Suecia. Lib. 1. 4
Suecia , eſtableciò en Eſtokolmo un Con
ſejo de Guerra, compueſto de muchos
Senadores. Eſta comiſsíon debía Cuidar
de todo lo tocante à la Armada , Tro—
pas , y Fortificaciones del Pais. El cuer
po del Senado debia arreglar todo el
reſto proviſionalmente en lo interior del
Reyno. Havíendo aſsi pueſto un orden
cierto en los Eſtados , ſolo la Guerra ocu
pò ſu eſpiritu, libre de todo otro cui—
dado. Su Armada ſe componía de qua
renta y tres Navios: La Capitana en
que entró ‘el , llamada el Rey Carlos,
era el mayor , que jamàs ſe ha viſto,
montada de ciento y veinte piezas de
cañon. El Conde Pip‘er , ſu primer Mi
niſtro, el General Renchíld, y el Con
de de Guiſcard , Embaxador de Eran
cia en Suecia, 'ſe embarcaron con èl.
Juntò las Eſquadras de los Aliados; y_
la Armada Daneſa evitò el combate,
dexando libre el paſtoà las tres Arma
das, convenidas en acercarſe baſtante à
Copenhague , para arrojar alli algunas
bombas.
Entonces el Rey, como en un ex
taſis repentino, aſiendo las manos al Con—.
- de
48 Hiſiaria de Carlo: XII.
de Pipe'r , y al General Renchild, dixof
Ab! ſi noſòtror no: aprovechamar de la oca—
ſz‘an para becer- un dcſtmbarco , y ſitiar
zi Copenhague por tierra, mientras fue/'—
ſe bloqueada por mar! Reſpondióle Ren
child: Sire : Elgrande Guſiaw , deL/[Zur:
de quince años de experiencia , no [zu-vie
ra hecha Igual propia/irían. Dieronſe las
ordenes luego al punto para hacer em
barcar cinco mil hombres, que eſtaban
en las Coſtas de Suecia, y ſe incorpo
raran à las Tropas, que havia a bor-’
do. Dexò el Rey ſu Navío grande, Y
montó una Fragata mas ligera, y ſe dió
principio, haciendo marchar treſcientos
Granaderos en Chalupas pequeñas , en
tre las quales las Embarcacioncillas lla-’
nas llevaban faginas , caballos de ftiza,í
è inſtrumentos de gaſtadores. Quinien-
tos hombres eſcogidos ſeguian en otras.
Chalupas: Venian deſpues los Navios
de Guerra del Rey , con dos Fragatas
Ingleſas, y dos Olandeſas, que debian
favorecer el deſembarco à tiros de ca
non. y
Yace Copenhague, Capital de Di—
nªmªrcª z en La lsla de Zelanda , carª?"
io
Rey‘de‘ Suecia. Lib. I. ‘49
dio de una hermoſa llanura , teniendo
al Nordeſueſte el Sund , y al Oriente el
Mar Baltico , en donde eſtaba entonces
el Rey de Suecia. Al improviſo movi—
miento de los Baxeles , que amenazaban
un deſembarco , los habitadores , conſ
ternados por la inaccion de ſu Arma—
da , y por el movimiento de las Em
barcaciones Suecas, miraban con temor
'acia que parage deſcargaria la tempeſtad.
Paròſe la Armada de Carlos frente à fren—
te de Humblebek, a ſiete millas de Co
penhague. Al inſtante juntaron los Dane
ſes áCIa aquel parage ſu Caballería, yv
apoſtaron las Milicias detr‘as de eſpeſas
trincheras , y la artillería , que pudo con
ducirſe, ſe diſpuſo contra los Suecos.
Entonces dexò el Rey ſu Fragata,
por meterſe en la Chalupa primera à
la cabeza de ſus Guardias. El Embaxa—
dor de Francia eſtaba cerca de ‘el : Mon
ſz‘eur , Embaxador ( le dixo en Latin , por
que jamas queria hablar Frances) ti; no
tiene: que diſputar con lar Dane/è:: no
proſigar adelante, ſi te place. Sire: (le reſ
pondiò el Conde de Guiſcard en Fran~
ces ) el Rey, mi Señor, me ha ordenado
Tom. I,, D.El
'ª‘
50 Hiſioria de Carlo: XII.
reſidir cerca de V. Mag. y Cſtoy confia
do de que V. Mªge/ind no me echará hay
de ſu Corte, la que jamás ha çflada tan
brillªnte: Y diciendo eſtas palabras , diò
la mano al Rey, el qual ſaltòála Cha—
lupa , y entraron tambien en ella el Con
de Pipèr , y el Embaxador. Abanzabaſe
al favor de los tiros de cañon de los Na
vios, que favorecian el deſembarco. Las
Embarcaciones, que ſervian para eſto,
eſtaban aun diſtantes treſcientos paſtos
de la orilla , quando Carlos Xll. impa
ciente de que no ſe efectuaba el deſem
barco en un inſtante, ſe arrojò de la
Chalupa al mar, laveſpada en la'mano,
y cubierta de agua la cintura. Sus Mi
niſtros, el Embaxador de Francia , los
Oficiales , y Soldados ſiguieron (in di
lacion ſu exemplo , y marcharon á la ori
lla, contra un graniZO de moſquerazos,
que dilparaban los Daneſes. El Rey,
que en ſu vida havia oido moſqueteria
cargada con vala , pregunto al Mayor
Eſtuard , que le halloccrca de sí : Què
era- aquel lilvido ſuave , que ſenria en l'us
orejas? Reſpondiole el Mayor: (De era
delas balas de fuſil, que tiraban á lu Ma
. geſ
- Re] de Suecia. LíbJ 51
geflad. Bueno : (dixo el Rey) cſtafiera‘ de
aqui en adelante mi lmuſica. En el miſmo
inſtante el Mayor,que le explicaba el rui
do de los moſquetazos, recibio uno en la
eſpalda , y un Teniente cayò muerto al
Otro lado del Rey. Ordinaria coſa es à.
Tropas atacadas en ("us trincheras ſer der
,rotadasz porque los que acometen , tie
nen‘ſiempre un ímpetu , que no puede
hallarſe en los que fe defienden: y el
eſperar à los enemigos en ſus lineas es
de ordinario una confeſsion de ſu fla
queza, y de la ſuperioridad de ſus cc-n—
trarios. El Rey (Señor ya de ſus trin
v\cheras) ſe arrodillò , para dar gracias à
Dios del primer ſuceffo de ſus Armas.
Hizo levantar ſobre el campo reductos
ácia la Villa , y delineò èl miſmo un cam
pamento. Al miſmo tiempo Volviò à em
-.biar ſus Navios á Eſcania, parte de la
Suecia , vecina de Copenhague , en buſ—
ca de nueve mil hombres de refuerzo. ‘
Todo conſpiraba à ſervir la vivacidad
de Carlos. Los uneve mil hombres eſta
ban en la Coſta promptos à embarcar—
ſe, y en la mañana del dia ſiguiente
los conduxo un viento favorable.,
Da (Tº
52 Hi/Zoria de Carlos XII.
Todo eſto ſe executaba á viſta de‘
la Armada Daneſa , que no ſe atrevía"à
menearſe. lntímidada Copenhague, em—
biò al inſtante Diputados al Rey , à fu
plicarle no bombardeaffe la .Villa. Reci—
biolos montado a la cabeza de ſu Regi
miento de Guardias: Arrodillaronſe los
Diputados delante de ‘el: hizo pagar á
la Villa 4009. rixdales, con orden de
hacer conducir al Campo todas ſuertes
de proviſiones , las que prometiò hacer
pagar fielmente. Traxeronſe víveres,
porque era forzoſo obedecerle,aunque ſe
eſperaba muy poco, que los vencedo
res ſe dignaíſen pagar. Los conductores
ſe admiraron de vetſe pagados genero-t
ſamente , y ſin dilacion , por los meno-.
res Soldados de el Exercito. Mucho tiem-x
po havia , que reynaba en las Tropas
Suecas una diſciplina, la que no poco
havia contribuido à ſus victorias, y¡
aumentó aún el joven Rey la ſeveriq
dad. No huvo Soldado , que ſe atrevieſ
ſe :í reuſar el pago de lo que compra
ba, y aun menos a' mendigar, òſalir.
del çampo. Demas de eſto, quiſo que
en ninguna victoria deſpòjaſten ſus Tro
pas
- Rey de Suecia. Lib. I. u 53
pas à los muertos , ſin haver temdo an—
tes permílſo para ello , y conſiguiò fa
cilmente la obſervancia de eſta ley. Ha
ciaſe ſiempre oracion en ſu Campo dos
Veces al dia , à las ſiete de la mañana,
y à las quatro de la tarde. jamas fal—
tò á aſsiſtir en perſona, y a dàr à ſus
Soldados exemplo de piedad , como de
valor. Su Campo , mucho mejor gober.
nado , que Copenhague, tuvo todo
en abundancia. Qierian mas los Aldea
nos vender ſus frutos a los Suecos,
ſus enemigos, que à los Daneſes, que
no les pagaban tan bien. Los veci
nos de la Villa ſe vieron tambíen obli
gados à venir mas de una vez al Cam
po del Rey de Suecia , en buſca de pro
viſiones , que faltaban en ſus Mercados.
Eſtaba entonces el Rey de Dinamarca
en Holſtein, adonde parecia havia ido
ſolamente para levantar el litio de Ton
ninge. Vela el mar Baltico cubierto de
Baxeles enemigos : un joven Conquíſta
dor , hecho ya Señor de la Zelanda , y
en diſpoſicion de apoderarſe de la Ca—
pital; en cuya atencion hizo publicar
en ſus Eſtados ,' que
í Dtodos los quemaſ—
to
/ .
54 Hiſioria 'de Carla: XII. _g
maffen las armas contra los Suecos‘,ſe-Ï'
rian libres. Eſta declaracion era de gran
peſó en un Pais , en que los Aldeanos , y¡
aun muchos de los Ciudadanos ſon ſier-S
vos 5 pero Carlos Xll. no temia Exercitos
de eſclavos. Hizo decir al Rey de Dina;
marca , que el no le hacia guerra , mas’
que por obligarle à la paz : que no tenia
mas que reſolverſc a hacer juſticia al
Duque de Holſtein, ò a ver deſtblada Co
penhague , y entrado ſu Reyno à fuego‘,
y ſangre. El Dan‘es ſe tenia por muy di
choſo en tener que tratar con un vence
dor , que ſe picaba de juſticia: juntó un
Congreſi'o en la Villa de Travendal , ſo
bre las fronteras de l-lolſtein. No ſufriòx
el Rey de Suecia, que el arte‘ de los
Miniſtros defirieſie mucho tiempo las
negociaciones , y quiſo que ſe con-'
cluycſſe el Tratado con la precipita-I
cion con que el havia baxado à Zea
landa. Efectivamente ſe concluyó en 5.
de Agoſto con ventajas del Duque de
Holſtein , el qual fue indemnizado de
todos los ſuceffos de la guerra , y liber
tado de la opreſsion. El Rey deSuecia*
nada quiſo para Si, ſatisfecho dehayer
. 0-.
_ .Re de Suecia. Lib. I. .
íòcorrido à u Alíado , y humillado a ſu
Enemigo. Aſsi comenzò Carlos Xll. -à
los diez y ocho años, y acabó eſta guerra
en menos de ſeis ſemanas.
Hallabaſe al miſmo tiempo la Villa
de Riga , Capital de la Lívonia , ſitiada
por el Rey de Polonia en perſona, y ſe
abanzaba el Czar por la parte del Orien
te a' la cabeza de cien mil hombres. De
fendia à Riga el viejo Conde de Alberg,
General Sueco , que en los ochen ta años
de ſu edad juntaba el ardímiento de jo—
ven à 1a experiencia de ſeſenta campañas.
El Conde Flemmíng (deſpues Miniſtro de
Polonia ) Varon grande cn lo Militar, y
Político ,, y 'el Señor Patkul apreta ban' el
ſitío à viſta del Rey: el uno con toda la
actividad de ſu caracter; y el otro con la
obſtinacion de la venganza: pero .con
tra muchas 'ventajas , que haviarI logra
do los ſitiadores, hacia inutiles ſus eſ
filerzos la experiencia del viejo Conde
de Alberg , y el Rey de Polonia deſeſpe—
ranzaba de tomar la Villa. Valíòſe , al
fin , de un eſpecioſo pretexto , para le
vantar el ſitio. Eſtaba Riga llena de mer
caderias , pertenecientes à los Olande~
. ' D4 ſes,,
5-6 Hiſiaria de Carlo: XII.
ſes, ylos Embaxadores de los 'Eſtados
Generales cerca del Rey Auguſto tuvie
ron orden de hacerle ſobre eſto repre
ſentaciones: no ſe hizo de rogar el Rey.
de Polonia , y conſintiòen levantar el
ſitio , antes que cauſar el menor daño à
ſus Aliados , los quales no ſe admiraron
de eſte exceſto de condeſcendencia, cuya
Verdadera cauſa conocieron.
Ya, pues , no faltaba mas à Carlos
XII. para acabar ſu primera Campaña,
que marchar contra ſu Ribal de gloria
Pedro Alexovits , contra el qual eſtaba
mucho mas irritado, porque permaneª
cian aun en Eſtokolmo tres Embaxado
res Moſcovítas , que acababan de jurar
la renovacion de una Paz inviolable.
No podia comprehender al que ſe
ofendia de una integridad ſevera , ni
que un Legislador como el Czar ſe bur-.
laſt'e de lo que debe ſer tan ſagrado. Lle
no de honra eſte joven Principe, no pen
ſaba que huvieſſe una diferencia moral
para lOSSReyes , y particulares. Acababa
el_ Emperador de Moſcovia de hacer pu
blicar um Maniſieſto , que huviera hecho
mªlºſ ?ªn ſuptimirlo. Alegaba por razºn
' v I . í de
Rey de Suecia. Lib. I. 57
ide la guerra, que no le havian tratado
con baſtante honra , quando havia paffa— -
do de IncOgnita por Riga , y que ſe ha
vian vendido los víveres muy caros à ſus
Embaxadores. Eſtos eran los agravios,
por los quales deſtolaba la Ingria con
cien mil hombres.
Apareció delante de Narva à la ca
beza de eſte formidable Exercito en pri
mero de Octubre , tiempo mas rudo en
aquel clima, que el mes de Enero_en
Paris. El Czar , que en iguales EſtaCIO—
nes corría poſta à caballo tal vez
quatrocientas leguas , por ir a viſitar en
perſona una mina , ò algun canal, no
atendía mas à la comodidad de ſus Tro
pas, que àla ſuya. Sabia por otra parte,
que los Suecos deſde el tiempo de Guſ—
tavo Adolpho hacian guerra en el ri
gor dellnvierno, como en el Eſtio z y
afisi quiſo acoſtumbrar ſus Moſcovitªs à
no conocer Eſtaciones , haciendolos à
lo menos por un dia iguales à los Sue
cos. Aſsi en un tiempo en que los
yelos, y nieves fuerzan à otras Na
ciones en climas templados à ſuſpender
la guerra , el Czar Pedro ſitiaba à Narva
ª
58 Hzſtoria de Carlo: XII.
à treinta grados del Polo , y Carlos X11; -
ſe abanzaba à ſocorrerla.
No bien llegò el Czar delante de
Narva , quando ſe dió priſa à poner en'
práctica lo que acababa de aprender en
ſus viages. ,Trazó ſu Campo , y le forti—
ſicò por todos los coſtados : levantò re—
ductos de diſtancia en diſtancia , y abriò
‘el miſmo la trinchera. Havia dado el
Baſton para comandar ſu Exercito al'
Duque de Croy, Aleman General, habil,
pero poco favorecido entonces de los
Oficiales Moſcovitas. No tenia por Si en'
(us proprias Tropas mas que el grado
de ſim-ple Teniente: creyò que neceſ—
ſitaba dár exemplo de obediencia mili
tar a' ſu Nobleza, ,haſta alli indiſciplina
ble , la qual eſtaba en poll'eſsiòn de con
ducir ſin experiencia , y en tumulto eſ
elavos mal armados. (Diſo enſeñarles,
que los grados en la guerra debian com
prarſe por los ſervicios; pues èl comen
zò por Tambor, y ſubíò por ſus grados
à Oficial.: y ‘no era de admirar , pues
ºl que ſe -havia hecho Carpintero en
Amſlerdan, por' tener Armadas , era
Teniente en Narva ,_ para enſañar a'N ſu
l a.
Rey de SueciA. Lib. Ia‘ ' 59‘
Nacion elArre de la Guerra.
Son los Moſcovitas robuſtos , infa-j'
tigables , y quizá ran valientes como los
Suecos; pero eſto es al tiempo de hacerſe
las Tropas à las armas, y ‘a la diſciplina’
de hacerſe invencibles. Los unicos buenos
Soldados del Exerciro eran' treinta mil
Eſtrellices , que eran en’ Moſcovia lo
que ſon los Genizaros en' Turquia. El
reſto era de Barbaros , arrancados de ſus‘
boſques, cubiertos de pieles de beſtias
ſalvages; los unos armados de ſaeras,
y los otros de hachas: havia pocos fu
files: ninguno havia viſto un Sitio re—
gular: no havia un buen Artillero en
todo el Exercito : ciento y cinquenta ca
ñones , que debian haver reducido à ce—
nizas la- pequeña Ciudad de Narva , ape
nas havian abierto brecha , mientras que
la Artillería de la Villa trafiornaba por
inflanres en las trincheras lineas ente
ras de Moſcoviras. Narva eſtaba caſi (in
fortificaciones” el Conde de Hoorn, que
la comandaba, no tenia mil hombres
de Tropas arregladas, y con todo eſſo efle‘
innumerable Exercito , no havia podido
reducirla en diez l ſcmanas. Y.
el
60 Hz'ſioria de Carla: XII. y
Yà era el 15. de Noviembre , quan
'do el Czar ſupo, que el Rey de Suecia,
haviendo atraveſado el Mar con docien—
tos Navios de tranſporte, marchaba a]
ſocorro de Narva. Aunque los Suecos
no eran mas que veinte mil, no te
ma el Czar Otra ſupericridad, que la.
del numero; y aſsi, lexos de menoſ-l
preciar à ſu Enemigo, empleò quanto
alcanzaba por arte para oprimirlo. No
contento con cien mil hombres , ſe pre
patò à oponerle aún Otro Exercito, y
dcrenerlo à cada paffo : havia ya manda—
do à caſ¡ quarenta mil hombres, que ſe
abanzaſten de Pleſcou à grandes jorna—
das, y fue el miſmo ‘a acelerar ſu mar
ªhª › por poder cerrar al Rey entre eſ
ros dos Exercitos. No era todo cſto» Puªª
treinta mil hombres deſtacados del Cam
po delante de Narva, eſtaban apoſta
dos à una legua de eſta Ciudad, ocu
pando el camino del Rey de Sueua:
veinte mil Eſtrellices eſtaban à mas diſ-.
tancia en el miſmo camino; y otros
cinco mil hacian una guardia abanza
da: de fuerte , que era meneſter arto-Í
pellar todas elias Tropas , antes de llegar.
de
_Ax—Ñ_
Rey de Suecia. Lib. I. 6(
delante del Campo , el qual eſtaba forti
ficado de una muralla, y un Foſo doble¡
El Rey de Suecia havia deſembarcado -eri
Pernau , en el Golfo de Riga, con acia
diez y ſeis mil Infantes, y poco mas
de quatro mil Caballos, y havia pre-è
cípirado ſu marcha deſdePernau haſta
Revèl, ſeguido de toda ſu Caballeria,
y ſolos quatro mil Infantes. Adelanta.
baſe ſin aguardar al reſto de ſus Tro-‘
pas , y ſe hallò preſto con ſolos ſus ocho
mil hombres enfrente de las primeras'
Poſtas de los Enemigos. :Se abalanzò à‘ '
acometer à los unos deſpues de los otros,
ſin darles tiempo de conocer con quan_
pequeño numero tenian que lidiar. Vien—
do los Moſcov‘itas acercarſe acia s‘i à los
Suecos , creyeron tener todo un Exerci
to en batalla z La Guardia abanzada de'
los cinco mil hombres , hayò à ſu pro
ximacíon: los veinte mil , que eſtaban
detras de ellos, amedrentados de la fu
ga de ſus Compatríotas, no reſiſtíeron'
caſi un paffo , y fueron à llevar el deſ—²
orden, y la afrenta à los treinta -mil
hombres, que eſtaban à una lagua dq
el Campo; y .comunicandoſe eLterroe'
I. Pª_
62 Hiſloria dc Cªrlo: zXII.
panico fin
raron à todas
pelear eſtas Tropas,
al grueflſio del ſeExerci
rocí
(tº. Eſtas tres Poſtas fueron vencidas en
dos dias , y medio; y eſto , que en otras
ocaſiones ſe huviera contado por tres
victorias , no retardò una hora la mar
cha del Rey. Aſsi, pues, ſe preſentò
al fincon (us, ocho mil hombres, fati
gados de ran larga marcha , a un Cam
po de cien mil Moſcovitas, guarneci—
do de ciento y. cinquenta cañones de
bronce. Apenas huvieran deſcanſado al—
go ſus Tropas , quando fin deliberacion
diò ſus ordenes para ªcometer.
_ La ſeñal eran dos cohetes, y el nom
bre en~ Aleman: Con la ayuda de Dior.
Haviendole repreſenrado un Oficial Ge
neral lo grande del peligro, dixo: Aun
que tú la dificultar, con mi¡ ocho mil bra
*vo: Sueco: atropellaré yo cien mi] Moſſi
co-Uitax. Un momento deſpues, temien
do haver incurrido nora de vana oſten—
racion en ſus palabras, ſe acercò, cor
riendo à .eſte Oficial, y le preguntó:
No ere: ya‘ de mi dictamen ª No tengo ya‘
da: *ventajas/‘abre 10: Encmágor: la una,
que no podrª‘ ſcrvirle ſu Caballería 5 y 1ª
otra,
Rey de Suecia. Lib. I. 63
Otra , que ſiendo el lugar tan apretada,
ſu grande numero no hara‘ mas que inca—
madar/or, y aſrí lograr-è en realidad triun
far de ellor? El Oficial no huvo meneſ
ter otra advertencia, y ſe marchó à los
Moſcovitas en el medio dia de 30. de
Noviembre de 1700.
Deſdeque el cañon de los Suecos
tuvo abierta brecha en las trincheras,
ſe abanzaron con bayoneta calada , cc
niendo à las eſpaldas una furioſa nieve,
que daba en roſtroà los Enemigos. Mu
rieron Moſcovitas , durante media hora,
ſin deſamparar los reverſos de los Foſos.
El Rey atacaba a la derecha del Cam
po , en donde eſtaba el Qiartèl del Czar,
y eſperaba encontrarle , no ſabiendo que
el Emperador havia marchado en perſo—
na à buſcar los quarenta mil hombres,
que debian llegar preſto. A las primeras
deſcargas de la Moſquetèria enemiga die—
ron al Rey un balazo en el brazo iz
quierdo; pero no le hizo mas que una
leve leſion en la carne. Su miſma activi
dad le impidió ſentir, que eſtaba heri
do. Murió a Ñſuspies caſial miſmo inſ
tante ſu caballo: al ſegundo que mon
’ to,
64 Hz'ſiorïa de Carlo: XII.
rò, le llevò un cañonazo la cabeza:
monto con ligereza ſobre el tercero , di.
ciendo: Eſiar gente: me obligan ªqui A
hacer mi: exercieior: y continuo en la
batalla , dando ordenes con el miſmo
ſemblante. Deſpues de tres horas de com.
bate, forzadas por todos los coſtados
las trincheras, perſiguiò el Rey con
ſu ala izquierda(ſi pueden llamarſe aſsi
cali quatro milhombres , que perſegaian
a cerca de cinquenta mil) la derecha de
ſus enemigos haſta el Rio de Narva.
Rompiòſe el Puente, oprimido del peſo
de los fugitivos: cubriòſe el Río en un
inſtante de cadaveres: los otros deſeſ
perados volvieron à ſu Campo , ſin ſa
ber adónde iban , los quales encontra
ron algunas barracas, y abroquelados
de ellas , proſiguieron ſu defenſa, ya que
no podian ſalvar ſu vida. Mas al fin , ſus
Generales Dolor'ouski , Gollovin , y Fe—
‘ derovits, vinieron à rendirſe al Rey,ofre~
ciendo à ſus pies las armas. Al tiempo
que ſe las preſentaban, llegò el Duque
de Croy, General del Exercito , el qual
venia tambien à. tºndirſe con treinta
Oficiales., -
\ Re
Rey de Suecia. Lib. I. 65
Recibiò Carlos à todos eflos priſio
netos de importancia con una urbanidad
tan feſtiva , y gracejo ran humano , co
mo ſi los eſperára en ſu Corre con los
honores de una fieſta; ſolos los Genera—
les quiſo rerener. Todos los' Soldados
ſubalrernos , y los Oficiales fueron con- ‘
ducidos deſarmados haſia el Rio de Nar—
-va: proveycronſeles Embarcaciones pªra
volver à pafl'arle , è irſe con los ſuyos.
Mientras ſe acercaba la noche, ſe ba
ria aún la derecha de los Moſcovitas. No
vhavian perdido los Suecos mil y quinien
tos hombres , y murieron diez y ocho
mil Moſcoviras en ſus trincheras. Mu
chiſsimos ſe ahogaron : otros havian paſ
ſado el Rio; pero quedaba aún baſtanre
en e] Campo à los Suecos para el uki
mo exterminio. No era por elcrecido '
numero de los muertos , ſino por el eſ
_Panro de aquellos, que ſobreviven , y
hace perder las batallas. Aprovecho el
Rey lo poco que reſtaba del dia en apo
derarſe de la Artillería enemiga, y ro
mar pueſto vcnrajoſo entre ſu Campo,
y la Ciudad. Alli durmiò algunas ho
¡as ſobre la cierra , L embuelto en ſu ca
Tom.I._ E Pª
66 Hzſtoffiia de Carla": XII.
pa , y aguardando al rayat del dia,
para echarſe ſobre la ala izquierda de
los Enemigos , la que no havia queda
do totalmente derrotada. A las dos -de
la mañana el General Vede, que co
‘mandaba eſta ala, haviendo ſabido la
gracioſa acogida', que havian hallado en
cl Rey los otros Generales , y como
havia vuelto à embiar todos los Oficiaq
les ſubalternos, y los Soldados , le em
biò à ſuplicar le concedieffe la miſma
gracia. Mandò el Vencedor, que le di
xeſtèn , que no tenia mas que acercar-~
ſe à la cabeza de ſus Tropas , y venir:
à entre arle las Armas, y las 'Vande
ras. Pre entòſe luego al punto eſte Ge~
neral con ſus Moſcovitas , que eran cerª
ca de treinta mil: marcharon Solda
dos, y Oficiales con la cabeza baxa
por medio de menos de ſiete mil Suecos.
(Dando llegaban los Soldados delante
- del Rey , arrojaban en tierra ſus fuſiles,
y eſpadas , y los Oficiales ponian àſus
pies las Vanderas, y Eſtandartes. Hizo
que volvielïè à paſlar el Rio toda eſta
multitud, fin retener un Soldado pri
ïionero. Si los huviera guardado , el nu
' me~
Rey ale Saeeia.’Lib. I. ' 67
mero de los priſioneros huviera ſido à
lo menos cinco veces mayor , que el de
los vencedores.
, ‘Entonces entrò víctorioſo en Nar—
' va, acompañado del Duque de Croy,
y de los otros Generales Moſcovitas , a
todos los quales hizo ſe les volvieÏen
ſus eſpadas; y haviendo ſabido, que
les faltaba dinero , y que los Mercade
res de Narva nada querían preſtarles,
embiò mil ducados al Duque de Croy,
y quinientos à cada uno de los Oficia
les Moſcovitas , los que no podian de
xar de admirar eſte tratamiento, que
no penſaron encontrar. Immediatamen—
te ſe compuſo en Narva una Relacion
de la victoria , para remitirla à Eſtokol
L mo, y à los Aliados de la Suecia : pero
" el Rey diſmínuyò por ſu proprio puño
lo que era muy ventajoſo para sí , y muy‘
injurioſo al Czar. Mas no pudo impe
dir ſu modeſtía , que ſe abricſſen en Eſ
tokolmo muchas laminas, para eterni
zar la memoria de eſtos progreffos. Sa
]iò entre otras una., que repreſentaba
‘ por un lado al Rey ſobre un pedeſtàl,
y encadenados un Moſcovita , _un Da—
‘ _Ea nes,
ct68 Hiſiorl'a de Carlo: XII.
nes , y un Polaco: à la vuelta eflaba
un Hercules armado con ſu clava, y à
ſus pies una targeta con eſie more : Tre:
una contudir ictu;
Entre los priſioneros que ſe hicieron
en la batalla de Narva, ſe viò uno , que
era un grande exemplo de las inconſ
rancias de la fortuna, Era el primogeni—
to, y heredero del Rey de Georgia: ſu
nombre Czaras, que fignifica Principe,
ò hijo del Czar entre todos los Tartª.
ros, como en Moſcoviaz porque la pa—
labra Czar ſignifica Rey en‘tre los an—
tiguos Eſciras , de quienes deſcienden to.
dos eflos Pueblos , y no viene de los Ce
fares de Roma, por fan largo eſpacio
_ ignorados de el’tos Barbaros. Su padre
Mirelleski Czar, Señor de la mas bella
parte de los Paiſes que hay entre las
Montañas de Ararat , y las Coſtas Orien
tales del Mar Negro , havia \ido arrojaq
do de ſu Reyno por ſus proprios Vaſ
films en el de 1668. años, y haviª ele
gido echarſe en los brazos del Empera
dor de Moſcovia , antes que recurrir al
de los Turcos. El hijo de eſte Rey à
los diez y nueve años de ſu edad què‘,
. o
Rey de SueciarLib. L‘ 69
fo ſeguir à Pedro el. Grande en ſu Ex
pedición contra los Suecos, y fu‘e apre—
ſado en la batalla por algunos Soldados
Finlandeſes , los quales le havian ya deſ—
pojado , è iban a matarlo S pero el Con
de Renchild lo arrancó de entre ſus ma
nos, y mandando le dieſſen un veſtido,
lo preſentó à ſu Señor. Carlos lo embió
à Eſtokolmo , en donde eſte infelice Prín
cipe murió deſpues de algunos años. Al
verle partir , no pudo el Rey contener
ſe de prorrumpir , en' preſencia de ſus
Oficiales, y en VOZ alta, en una re-.
flexion natural ſobre el extraño deſtino
de un Principe ¡Aſiatico , que havien
do nacido al pie del Monte Caucaſo,
iba a vivir cautivo, y ſujeto à las he
ladas de la Suecia. Eſio e: (dixo) como
Ji T0 fuera tal vez pri/¡avere entre lar
Tartaro: de Crimea. Ninguna impreſsion
hicieron por entonces eſtas palabras; pe
ro quando las hizo prediccion el ſu
ceſſq , ſe trahian muy à menudo à la me
moria. v
Abanzaba‘ctà grandes jornadas el Czar
con el Exercito de los quarenta mil Ru
-ſianos, confiado en que cercaria á ſu Enq
i ' E3 W"
7o Hiſtaria dc Carlo: XII.
migo por todos coi’cados, quando le ¡ª
llego en medio del camino la nºticia de ‘
la batalla de Narva, y la diſperſion
de todo ſu Campo. No ſe. obſtinò en
querer acometer con ſus quarenta mil
hombres viſoños , y fin diſciplina à
un Vencedor , que acababa de derrotar
cien mil en un Campo atrincherado. Vol
viòſe por los miſmos pafibs, conflante
ſiempre en el deſignio de diſciplinar ſus
Tropas, mientras hacia civiles ſus Vaſ- _
fallos 2 Bien conozco (dixo) que lo: Sue—
co: triunfan mucha tiempo de ;zo/‘otros
pero alfin nos enſcñ'an ello: miſmo: a‘ ven—
cerlºr. Qiedò Moſcou ›, ſu Capital,
conſternada , y ſin conſuelo con la nueva.
de eſta derrota. Tal era la barbaridad,
‘e ignorancia de eſte Pueblo, que cre
yeron haver ſido vencidos por un po-.
der mas que humano, y que los Sue
cos eran verdaderos. Magicos. Fu‘e tan
general eſta opinion , que ſe ordenò ha
cer públicas Rogativasv à San Nicolás,
Patron de la Moſcovia. Su Oracion era
muy fingular para no referida , veisla
ªqm.
n O \ü , que eres nueſtro‘ perpetuo
ª Con
Rey de Suecia. Lib'. I. 7I
-,, 'conſolador en todas nueſtras adverſi
,, dades , Grande San Nicolas , infinita—
,,meme poderoſo! Por què pecado te
,, havemos CFEndido en nueſtros ſacriſi
,, cios , genuflexiones , reverencias, yac
,,ciones de gracias, para que aſsi nos
,, hayas abandonado ?Noſotros havemos
,, implorado tu aſsiſiencia contra eſtos
,, terribles , inſolentes, rabioſos, formi.
,, dables , indomitos, deſtruidores , quan
,, do como Leones, y Offos , que han
,, perdido ſus hijuelos, nos han ataca
,, do, aflüflado, herido, y muerto à
,,_millares
,, blo. Comoá noſotros, que ſomos
es impolsible, tu Pue
que eſto ha- ſi
,, ya ſucedido fin ſortilegio, y encanto,
,, te ſuplicamos , ò Grande San Nicolás,
,, ſeas nueſtro Campeon, y nueſtro Ge
,, neral, y nos libertes de eſte trop‘el
‘ ,,de hechiceros, y los arrojes bien le..
,, xos de nueflras fronteras , con la re
,, compenſa , que les es debida.
En tanto'que los Móſc’ovitas ſe Ia—
mentaban à San Nicolas de ſu‘derrota,
Carlos XlI. daba gracias à Dios,
y ſe preparaba ánuevas
victorias. y
E4 'AR
72
ARGUMENTO'
DEL LIBRO SEGUNDO.
CARLOS BATE LOS SAXONES
en el pafflzge del Duna. Sujeta la Cm*
landía. Haceſe Señor de la Lithuania.
Reſuelve deſironar d Auge/io. Dqſerip
cion del Gobierno Polaco. Convoca/è
Dieta en Varſa-Uia. La mitad de la Na
cion je declara contra el Rey .llaga/lº.
Embaxada dela Republica de Poloniª
a‘ Carlos. El Rey de Polonia le embiª
ſèeretamente la Condeſa de Kamſman
Batalla de Craſau. El Duque de Hal/Í
tei'n e: muerto. El Cardenal Primadº
declara al Rey Auguſia privado de la
Corona. Auguſla hace prender a‘ j'a
roha Sobierki , a‘ quien querian elegir en
ſu [agar, y 10 encierra en Leipſik con
el Principe Conflantino , hermano de
jarabe.
A

› ' - HiS
73
HISTORIA DE CARLOS XI!.

REY DE SUECIA.
LlBRO SEGUNDO.
!EN ſe temió el Rey de Polonia,
que fu Enemigo , victorioſo dc
los Daneſes , y Moſcovitas , ven
dria luego a' arrojarſe ſobre èl;
y aſsi ſe confederò mas íntimamente
'que nunca con el Czar , conviniendo eſ
tos dos Principcs En tener una confe
rencia , para tomar de concierto ſus me
didas. Vieronſe en Bitc‘en , pequeñaVi
lla de Lithuªnia, (in alguna de aque
llas formalidades , que no ſirven mas,
que pata retardar los negocios, y no con
venian à ſu ſituacion , ni ‘a ſu humor.
Paſïaron alli quince dias juntos en pla
ceres exceſsivos; porque elCzar, que
queria reformar ſu Nacion, jamas pu—
dº en Si corregir bien ſu peligroſa glo
tonerla.
El primero que fue informado de la
conferencia , que debia haver entrEe el
. m_
74 Hzſtoria de Carlo: XII. _
Emperador de Moſcovia, y el Rey de
Polonia , fue el CondePip‘er, principal ,
l
Miniſtro del Rey de Suecia. Aconſejò
à ſu Señor opuſieſſe à ſus medidas al—
go dela politica, que haſta alli havia
menoſpreciado con demasia: y havien
dole Carlos XII. eſcuchado , puſo en
práctica por primera vez eſtas tre—
tas, tan practicadas en otras Cortes.
Havia en el Exerciro Sueco un Caba
llero Eſcoc‘es, de aquellos que dexan
por dicha ſu Pais , en donde ſon pobres,
y ſe encuentran en todos los Exercitos
de la Europa. Parlaba muy bien el Ale
ma’n , y era muy aſtuto. Echòſe ma
no de e'ſte , para que raſtreaffe, co
mo Eſpia , las conferencias de los dos
Reyes, y fue dirigido al Coronel del‘
Regimiento de Corazas Saxones, los
que debian ſervir de Guardias al Czar,
durante las conferencias. Hizoſe pªra:
por un Caballero de Brandemburgo: ſu
buen roſtro , y algun dinero , que diò a
propoſito, le negociaron una Tenencia
_en elRegimientO. Llegado á Bircén, ſe
lntroduxo derechamente en la familiari
dad de los Secretarios de los Miniſtros,

Rey de Suecia. Lib. II. 75
y fue admitido de ellos en todos ſus
paſtàtiempos: y ſea que ‘el ſe aprovechò
de la indiſcrecion de ellos en ſus con—
vites , ò ſea que èl los cohechò con pre
ſentes , es cierro, que indagò de ellos los
ſecretos de ſus Señores, y cortiò à dàr
cuenta de ello a Carlos XII.
‘ El Rey de Polonia quedaba empeña
'do en proveer al Czar de cinquenta
mil hombres de Tropas Alemanas , que
ſe debian comprar a diferentes Princi-Ñ
Pªs, y que el Czar debia aſſalariarlos.
Eſte por ſu parte debia embiar cinquen~
ta mil Moſcoviras à Polonia , a apren
der alli el arte de la guerra, y pro—
metía pagar al Rey Auguſto tres millo
nes de rixdales (²*) dentro de dos años‘.
Si eſte tratado ſe huviera execurado , pu
diera haver fido fatal al Rey de Suecia;
pero eſto era un medio prompto , y pa
ra adeſtrar à los Moſcovitas , y quiza hu—
viera forjado enredos a una parte dela
Europa.
Niòſe Carlos Xll. preciſado à emba
. ra

(*) Un rixdal *vale cerca de tm (¿lªcado de


tre.: librar.,
A
76 HI'ſioria de Carla! XII. .
razar el que el Rey de Polonia peter-'
bieſſe el fruto de eſta li a. Deſpües de'
haver invernado cerca e Narva, apaü
teciò en la cercªnía de la miſma Villa
de Riga, que havia ſitiado inutilmente
el Rey‘Auguſto. Eſtaban acampadas en"
lo largo del Rio Duna ( que es muy an
cho en eſte parage) las Tropas Saxonas,
y eta meneſter diſpurar el paſiage à Cat
los , que e‘ſtaba á la otra parte del Rio.
No eſtaban comandados los Saxones por
ſu Principe, à la ſazon enfermo; pero
eran ſus caudillos Fernando , Duque de
Curlandia , uno de los mas esforzados
Príncipes del Norte: y el Mariſcal El?
tenau, Oficial de reputacion. El Rey
de Suecia por Si ſolo havia formado
el Plan del paſſage, que iba à tentar.
Havia hecho conſtruir Barcazas grandes
de nueva invencion, cuyos bordes, mu
Cho mas altos que lo ordinario , po
dian levantarſe, ò baxarſe , como puen—
tes levadizos: En levantandoſe, cubrian
à las Tropas que llevaban; y en baxan.
dºſ@ z ſervian de puente para el'deſern
barco. Usò' aún de otro artificio. Ha
vxendo advertido, que el viento ſOPibªÑ
'
ª
Rey de Suecia. Lib. II. 77
Ba del Norte , donde eſtaba èl, al Sud,
en donde eflaban acampados los Enemi
gos , hizo pegar fuego à porcion de pa.
¡a mojada, cuyo eſpeſo humo, eſpar
dendoſe ſobre el Rio, hurtaba á los
Saxones la viſta de ſus Tropas , y de
lo que ſe iba ‘a hacer. Al favor de efle
nublado hizo abanzaffen los Barcoslle
nos de eſta paja humoſa; de fuerte, que
condenſandoſe efla nube por inſtanres,
y arrojada del viento a'_ los ojos de los
Enemigos , les impoſsibillraba conocer ſi
paſſaba , ò no el Rey. En tanto que èl
ſolo conducía la execucion de ſu eſtra..
tagema , eſtando ya en medio del Rio,
dixo al GeneralRenchild: Ahora bien,
m flrd el Duna ma: traydor , que el mar
de Copenhague: treedme , General , noſº—
tro: las vmcemor. Llegó en un quatro
de hora à la otra orilla, y quedò mor—
tificado de no haver faltado à tierra
antes de ºtros tres, que le precedie
ron. Hizo al punto deſembarcar ſu Ar
tillería , y formò ſu batalla , ſin que los
Enemigos , ofuſcados con el humo , pu
dieffen oponerle mas, que 'algunos ti_
¡os diſparados. a' ..bultºs—UNICO@ dlſïl*
. Pª'
78 Híſioria de Carlos XII. _ Ñ
pado el viento eſta niebla, vieron los '
Saxones al Rey de Suecia marchando
yà acia ellos.
El Mariſcal Eſtenau no perdiò tin mo—
mento; pues apenas alcanzó de viſta à
los Suecos , ſe arrojó ſobre ellos con lo
mas eſcogido de ſu Caballería; y cayen
do el violento choque de eſta Tropa ſo
bre los Suecos al miſmo tiempo en que
formaban ſus Batallones, los puſo en
deſorden , y abiertos , y "rotos , fueron
perſeguidos haſta el Rio, El Rey de Sue
cia los rehizo luego al puntoà la len
gua del agua con tanta facilidad, co
mo ſi huviera pafl'ado una reviſta. En
tonces ſus Soldados , mas apretados
que antes , rechazaron al Mariſcal Eſ~
tenau, y ſe abanzaron à la llanura.
Conocio elDuque de Curlandia , que
ſus Tropas -eſtaban amedrentadas , ylas
hizo retirar , como experto Capitan , à
un lugar ſeco, flanqueado de una lagu~
na, y de un boſque, en donde eſta
ba ſu Artillería. Lo _ventajoſo del ter~
reno, y el tiempo que diò à los Saxo
nes para reſtablecerſe de ſu primera.
ſºrpreíſa, les reſtituyò todo _ſu corage,
Car-.
Rey de Suecia. Lib. II. 79
Carlos no ſuſpendiò el acometerlos. Tc
nia quince mil hombres conſigo , y ſo.
- los ácia doce mil el Duque de Curlan
dia. Fu‘e la batalla cruel, y ſangrien.
ta; Murieron dos caballos à los pies
del Duque. Penerrò tres veces à medio
- dela Guardia del Rey; pero finalmen—
te,-haviendolo derribado de ſu caba
ª‘ -llo de un culatazo , enrrò el deſorden
en ſu Exerciro, el qual no diſpurò mas
ª" ?la victoria. Retiraronlo ſus Corazas con
pena, magullado, y medio muerto de
medio de la refriega , y de los pies de
los caballos, que lo atropellaban. .
El Rey de Suecia deſpuesde ſuvic. ‘
toria'paſsò con aceleracion à Mittau,
Capital de Curlandia, y la tomò , y
todas las Villas de eſte Ducado ſe le rin;
dieron à diſcrecion. Más era eſto via
e, que conquiſta. Paſsò \in derener
?e en Lithuania , ſujetandolo todo de
paffo, y ſintiò una ſatisfaccion liſon
gera , como lo confeſsò ‘el miſmo , quan
do entrò de vencedor en la Villa de
Birc‘en, en donde el Rey de Polonia,
y el Czar havian conſpirado ſu ruina
'algunos meſes antes. ., _
Aqur
80 Hz'ſioria de Carla: XII. -
Aqui fue donde recibio el deſignio
de deſtronar al Rey de Polonia por ma
nos de los miſmos Polacos. Eſtando en
la meſa un dia todo ocupado en eſta
empreſſa, y obſervando ſu extremada
ſobriedad en un profundo ſilencio , y;
como embebido en ſus grandes ideas,
un Coronel Aleman, que aſsiſtia à ſu
medio dia, dixo en voz baſtantemen
te levantada, para ſer entendido , que
los banquetes del Czar, y el Rey de
Polonia en el miſmo parage havian
ſido algo diferentes de los de ſu Ma
geſtad. Si,(dixo el Rey , levantandoſe)
y ya le: turbare‘ ma: facilmente ſu dzgeſ
tion. De hecho, mezclando entonces un
Poco de politica à la fuerza de ſus armas,
no rardò en preparar el deſignio, que
meditaba.
La Polonia es el mas prolixo re
trato del antiguo gobierno Gotico , cor
regido, ò alterado en todo en otras
partes. Eſte es el unico Eſtado , que ha
conſervado el nombre de Republica con
la dignidad Real. La Nobleza, y el
Clero defienden ſu libertad contra ſu
Rey ,‘ Y privar¡ de ella al_ reſto chla
ª'
Rey de Suecia. Lib. II. 8I
Nacion. Todo el Pueblo es alli eſcla
vo, tanto , que el hado de los hombres
es , que la mayor parte ( de qualquiera
ſuerte que ſea) ha de eſtàr ſojuzgada
por la menor. No ſicmbra alli el Al
deano para Si, ſino para los Señores,
:í quienes el , ſu campo , y el trabajo
de ſus manos pertenecen, y lo pueden
vender, y aun degollar, con el gana—
do de ſu tierra. Todo Caballero depen
de ſolo de Si; y para juzgarle en una
Cauſa Criminal, es neceſtaria una Aſ
ſamblea entera de la Nacion: ni pue
den prenderlo haſta deſpues de haver
fido condenado, y aſsi caſi nunca es
caſtigado. Hay muchos pobres , los qua
les ſe ponen a ſervir ‘a los mas pode
roſos, ſujetandoſe à los empleos mas
baxos por el ſalario; y quieren mas
ſervir à ſus iguales, que enriquecerſe
por el comercio. La eſclavitud de la ma
yor parte de la Nacion , y el orgullo,
y ocio de la otra hacen, que ſe' ig-v
noren los Artes en eſte Pais , por otra,
parte fertil, y bañado de los mas cau-.
daloſos Rios de la Europa, y en don
de ſer‘ra muy facil juntarlos por—'cana
. TomJ, ' ' F les
82' Hiſiòr‘ctia. de Cárlòr XII.
les alOCceano Septentrional, yelZMài‘
Negro, y abrazar el comercio del¡
Europa ,. y del Aſia. ‘Los pocos Attiª
fices , y Mercaderes, que hay en Pó—'i
lonia , ſon Eſtrangeros , Eſcoceſes , Fran
ceſes , y Judios , que compran en ba.
xo precio los 'frutos del. Pais z y 'los
venden caros à los Nobles , y queda ſa
risfecho ſu fauſto. '
Quen viefl'e à un Rey de Polonia
en la pompa de la Mageſtad Real, vlo
juzgará el Principe mas abſoluto de la
Europa , ſiendo menos en la realidad.v
Hacen realmente los Polacos con ‘eleſte
contrato, que ſe ſupone en otras Na.
ciones entre el Soberano, y los Valla
llos. El Rey de Polonia en ſu Conſa
gracion , en jurando el Pacta contentª,
diſpenſa à ſusVaſſallOS-el juramento de
obediencia, en caſo que el viole las
Leyes de la Republica.
Ñ El nombra à todos los Empleos , y¡
confiere todos los Honores. Nada hay
hereditario en Polonia , fino las Tier
ras, y la Nobleza. El hijo de un Pa"
latino, y el de el Rey -no tiene dere
choalgunp à las dignidades de ſu Pa~
. ~ ..drcz
Rey de Sueciª. leJI. 83
’dre; pero hay eſta grande diferencia en
Ire el Rey , y la Republica , que èl no
.puede quitar algun Empleo, deſpues
de haverlo dado; Y la’ Republica tie
ne el derecho de quitarle la Corona,
fi fuere tranſgrcffor de las Leyes del Eſ—
tado. La Nobleza, zeloſa de ſu liber
Ñtad, vende de ordinario ſus votos., -y
rara vez ſus afectos. Apenas han ele
gido un Rey, quando temen ſu ambi
cion , y le oponen ſus conſpiraciones.
Los Grandes , que èl ha hecho , y que
no puede deshacer, ſuelen \de ordina
.Iio ſer ſus enemigos, en-lugar depor
tarſe como hechuras ſuyas. Los atrahi
dos à 'la Corte ſon el objeto del odio
del reſto de la Nobleza, lo qual for
ma ſiempre dos parcialidades: diviſion
inevitable, y aun neceſi'aria en Paiſes,
cn donde quieren tener Reyes, y con—
ſervar ſu libertad.
Eſto , que concierne à la Nacion , eſ
tà arreglado en los Eſtados Generales,
que ſe llaman Dietas. Eſtos Eſtados (e
componen del Cuerpo del Senado ,, y
_de muchos Caballeros. Los Palatinos , y
Qbiſpos ſon, los Senadoªess Y ºl &gus
2. e
84. Hzſtaria de Carla: XII.
do orden ſe compone de los Diputa
dos de las Dietas particulares de cada
Palatinado. A eſtas grandes Affambl‘eas
preſide el Arzobiſpo de Cinene, Prima
do de Polonia, Virrey en los Interreg
nos, y la primera perſona del Eſtado,,
deſpues del Rey. Rara vez hay en Po~
lonia Otro Cardenal que èl; porque no
dando la Purpura Romana alguna prece—
dencia en el Senado, un Obiſpo, que
fuelle Cardenal, ſe veria preciſado , ò à‘
ocupar la Silla de Senador, ò à renun
ciar à todos los derechos ſólidos dela
Dignidad, que goza en ſu Patria , para¡
ſoſtener las pretenſiones de un honoa
eſtrangero.
Debian celebrarſe eſtas Dietas( ſee
gun las Leyes del Reyno) en Polonia,
y Lithuania alternativamente. Los Dis
.putados deciden frequentemente ſus Ex
pedientes con eſpada en mano , como
.los antiguos Sarmatas , de los quales
deſcienden, y tal vez tambien embria…
gados: vicio,que ignoraban los Sarmatas.
Cada Caballero, nombrado para eſtos
¡Eſtªdos _Generales, goza del derecho,,v
que tenian en Roma los Tribunos dd
- Pue
Rey de Suecia. Lib. Iſ. 85
Pueblo , de oponerſe à las Leyes del
Senado. Un ſolo Caballero , que diga:
T0 protcſto, ſuſpende por ſola eſta pa
labra las reſoluciones unanimes de to
do el reſto; y fi el ſale del parage en
donde ſe tiene la Dieta, es tambien
preciſo , que ella ſe ſepare.
Ocurren alos deſordenes, que na
cen de eſta ley , con un remedio aun
mas dañoſo. Rara vez* eſtà la Polonia
ſi'n dos facciones. Siendo entonces im-
poſsíble la unanimidad en flas Dietas,
forma cada partido ſus Affamblèas , en
las quales dedice la mayoria de votos,
fin atender à las proteſtas de la me
nor parte. Eſtas Aſſambleas ( ilegitimas,
fegun Leyes, pero ªutorizadas por la
coſtumbre) ſe hacen en nombre del Rey,
aunque de ordinario contra ſu conſen—
timiento , è intereſſes; caſi como ſe ſer
via la Liga en Francia del nombre de
Enrique lll. para oprimirlo , y como en
Inglaterra cl Parlamento , que hizo mo.
rir en un Cadahalſo àCarlos I. comen
zò ſobreſcribiendo el nombre de eſte
Principe à la cabeza de todas las re—
Blucioncs , que tomaban para deſtruir—
i F lºſ..
86‘ Hiſioffiia‘ de Carlo: XÏſ.
lo. En ceflando -los alborotos, record
ren à las Dietas Generales a confirmar,
ò abrogar las Actas de eſtas Aſiàmbl‘eas.
Una Dieta puede tambien anular lo diſ
pueſto en la precedente por la -miſma
razon , por la qual en los Eſtados Monar
quicos un Rey puede abrogar las Leyes
de_ ſu Predecelſor , y las ſuyas pro
prlas. v
La Nobleza , que eſtablece las Le—
yes de la Republica ,tiene tambien fuer
zas. Monta à~caballo en las ocaſiones
de importancia, y puede componer un
Cuerpo demas de ciento y cinquenta
mil hombres. Eſte gran Exercito,'nom
brado la Poſpolira, ſe levanta con difi—
cultad , y es mal gobernado. La eſcaſe’z
de viveres , y forrages lo impoſsibilita
el mantenerſe en un Cuerpo por mucho
tiempo. Carece de diſciplina , ſubor—
dinacion, y de experiencia; pero el
amor dela-v libertad- , que lo anima , lo
hace tiempre formidable.
Pueden vencer, ò diſsipar , ò aun
eſclavizar por algun tiempo à la Poſpo—
lirª z Pero-ella ("acude preſtov el yugo.?
Ellosïſc comparad à los roſales, que vla
5 z ‘i tem—
Rey’dc’Suecia. LibJI. ‘ 87‘
reinpeſtad derriba en tierra, y Vuelven
à-levantarſe , en ceffando de ſoplar el
Viento. Eſta es lo razon por que no tic
nen Caſtillos , pues quieren ſer ellos las
unicas murallas de ſu Republica. jamas
permiten , que ſu Rey edifique Forta
lezas , temiendo que ſe ſirva de ellas me
nos para defenderlos , que para oprimir
los :y aſsi es ſu Pais todo abierto , a la
reſerva de dos, ò tres Plazas fronteras;
por lo qual , ſi en ſus guerras civiles , ò
cſtrangeras ſe empeñan en mantener en
tre Si algun Sitio , es preciſo apreſurar
ſe en levantar fortificaciones de tierra,
reparar murallas viejas , y medio arrui
nadas , enſanchar ſoſos , ya caſi cegados;
y la Villa es tomada antes de acabarſe
las trincheras.
No ,ſiempre monta à caballo la Poſ
polita para guardar el Pais: eſto ſolo
:cxecuta por orden de las Dietas,, ò tal
«vez tambien por un-\imple orden del
Rey en los rieſgos extremados.
La Guardia ordinaria de la Polonia
cs un Exercito, que debe ſiempre ſubſiſ
tir à expenſas de la Republica. Compo
neſe de dos ,Cuerpos , 'independientes el
- s, I ' F 4. unº,
88 Hiſioria de Carlos XII.
uno del Otro, comandados por dos difa
renres Generales. El- primer Cuerpo es
el de la Polonia, y debe conſtar de trein
ta y ſeis mil hombres. El ſegundo de do
ce mil , es el de la Lithuania. Y los dos
Generales ſon tambien independientes
el uno del otro. Aunque nombrados por
el Rey , jamàs dàn cuenta de ſus opera
ciones , \ino à la Republica , y gozan de
una autoridad ſu’prema ſobre ſus Tropas.
Los Coroneles ſon los Señores abſolutos
de ſus Regimientos, en quanto à ha
cerlos ſubſiſtir, y pagarles ſu ſueldo.
Pero como ellos ſon rara vez pagados,
deſtruyen el Pais, y arruinan à los La
bradores, por ſarisfaccr ſu codicia, y
la de ſus Soldados. Los' Señores Pola
cos ſe mueſtran en eſtos Exercitos con
mas magnificencia’ que en las Villas,
y ſus Tiendas ſOn mas viſtoſas, que ſus
Caſas. La Caballetia , que compone
dos tercias partes del Exerciro , es ca
ſi toda de Caballeros , y es muy nota
ble por lo ayroſo de los Caballeros,
la hermoſura de los caballos, y por lª
riqueza de los trages , y arneſes.
Sobre todo ſon ſus Soldados de aca
ſ Ñ .¡ ba.
Rey de Suecia. LíbJI. 89
bailo, que ſe dividen en Huſaros, y,
Pancernas: marchan ſiempre acompa
ñados de muchos criados, que les lle—
van caballos de mano , con bridas ador—
nadas de planchuellas , y clavos de pla—
ta : las filias bordadas , los arzones , y.
cſtrivos dorados , y algunos de plata
macica: las gualdrapas arraſtran, à la
uſanza de los Turcos, cuya magnifi—
tencia imitan quanto pueden los Polacos.
Quanto es el adorno, y clienta. .
cion de la Caballería, es la miſeria , y
el deſaliño de la lnfanteria :mal veſ
tida, y armada , ſin veſtido de Ordenan—
za , ni coſa de Uniforme. Eſtos Infantes,
que ſe parecen à los Tartaros vaga
mundos , toléran con admirable conſ
tancia el hambre, y el frio, la fatiga,
y todo el peſo de la guerra.
Aún ſe echa de Ver entre los Sol—
dados Polacos el caracter de los anti
guos Sarmaras, ſus aſcendientes: tan
poca diſcip'lina , la miſma furia al aco
meter, la miſma promptitud para huir,
y para volver al combate , y el miſ
mo encarnizarſe en los Enemigos , quan—
do ſalen vencedores. El
90 Hiſion'a de Carlo: XII. N
El Rey de Polonia eſtaba confiadiſï
ſimo de que ſiendo neceſſario , pelea-L
’ rian en ſu favor eſtos dos Exercitos: que
la* Poſpolita Polaca tomaria a ſus ordeª
nes las armas; y -que todas eſtas fuer
zas incorporadas à los Saxones ſus Vaſ-'
ſallos, y à los Moſcovitas ſus Aliados,
compondrian una multitud, à que no ſe
atrevería arroſtrar el diminuto numero
de los Suecos. Vióſe caſi de repente
privado de eſtos ſocorros, por el cui
dado ,miſmo que èl havia pueſto, para
tenerlos todos à un tiempo.
Acoſtumbrado en ſus Paiſes here
ditarios al poder abſoluto , creyó (in du~
da que podria góbernar la Polonia, co
mo la Saxonia. Al principio de ſu Rey
nado hizo malcontentos; y ſus proce
deres irritaron al partido, que havia ſi
do contrario a ſu eleccion , y le enagcna
ron caſi todo el reſto. La Polonia mur
murò el ver ſus Villas llenas de Guar
niciones Saxonas, y ſus fronteras de
Tropas Moſcoviras. Eſta Nacion , como
mas zeloſa en mantener ſu libertad , que
ambicioſa en atacar a ſus vecinos,no mi—
ro la guerra del Rey Auguſto ,contgala
ue
l ſ Rey de Shccia. LI'BJÍ. '9k
Su'ecia, y la invaſion de Livonia , co
mo empreffa ventajoſa a la Republica;
Con dificultad ſe engaña una Nacion
libre ſobre ſus verdaderos intereſſes. Per—
ſuadianſe los Polacos, que ſi eſta guer
ra, emprendida'ſin ſu conſentimiento,
ſalia fatal , ſeria ſu Pais abierto de to
dos coſ’cados conquiſta del Rey de Sue
cia: y que ſi ſalia favorable, qUedatian
ſojuzgados por ſu miſmo Rey, el qual,
Señor entonces de la Livonia , como
de la Saxonia , enclavaria la Polonia en
tre eſtos dos Paiſes llenos de Plazas fuer
tes. En eſta alternativa de ſer eſclavos
de el Rey , que havian elegido , ò deſ—
truidos por Carlos Xll. juſtamente ul
traiado, clamaron unamines contra la
guerra , creyendola declarada contra Si,
mas que à la Suecia. Miraron à los Sa
_xones , y Moſcovitas, como à inſtru—
mentos de ſus cadenas; y viendo lu'e
go que el Rey de Suecia, haviendo traſ
tornado quanto ſe havia opueſto á ſu’
paſlage , ſe abanzaba con un Exercito
victorioſo al centro de la Lithuania,
murmuraban de ſu Soberano , tanto mas
libres, quanto ‘cimas deſgraciado.. D_
Ñ ¡—
'93 Híſioria de Carlo: XII. 7
Dividian entonces la Lithuania dos‘
bandos, el de los Príncipes de Sapieha,
y el de Oginski. Eſtas dos facciones ha—
vian comenzado por querellas particu—
lares , que degeneraron en guerra civil.
El Rey de Suecia ſe adherio à los Prin
cipes de Sapieha: Oginski, mal ſocor—
rido de los Saxones, viò caſi anona
dado ſu partido. El Exercito Lithua—
no, cuyo numero diſminuian eſtos al
borotos , y la falta de dinero , cſtaba yà
en parte eſparramado por el vencedor,
y lo poco que ſubſiſtia por el Rey de
Polonia eſtaba dividido en cuerpecillos
de Tropas fugitivas, que diſcutrian la
Campaña,y ſe mantenían de rapiñas. No
veia Au uſto en Lithuania mas que la
debilida en ſu partido, el‘ aborreci
miento en ſus Vaſtallos , y un Exercito
enemigo conducido por un joven Rey,
ultrajado, victorioſo, e implacable.
Verdad es , que tenia en Polonia un
'Exercito s pero aunque eran .treinta y
ſeís mil hombres el numero preſcripto
por las Leyes, no llegaba entonces à
diez y ocho mil. No ſolamente eſtaba
mԻl pagado , y_ mal armado , pero aun
no
Rey de Suecia. LibJI. 93
!Io ſabian ſus Generales, qué partido
abrazar.
El recurſo del Rey era mandar à la
Nobleza, que le ſiguieffe; pero no ſe
atrevía à exponerſe a una inobediencia,
que tenia muy deſcubierta, y conſi—
guientemente aumentada ſu flaqueza.
En eſte eſtado de turbacion , ¡ein--v
certidumbre , pidieron al Rey una Die—v
ta todos los Palatinados del Reyno, à
la manera que en Inglaterra en conſ
titucíones arduas todos los Cuerpos del
Eſtado acuden con ſus Repreſentaciones
al Rey para ſuplicarle convoque un Par—
lamento. Neceſsitaba mas Auguſto de
un Exe'r'cito, que de una Dieta , en don
de ſe balancean las acciones de los Re
yes. No obſtante, fue neceſſatio , que la
convocaſi'e, por no irritar la Nacion.
Señalòſe, pues, para Barſovia para el
2. de Diciembre de el año de 1701.
Preſto ſe echó de ver allí , que Carlos
XlI. tenia a lo menos tanto poder , co
mo Auguſto en eſta Aſt'amblèa. Los que
eſtaban por los Sapiehas, los Lubor—
mískis, y ſus antiguos , el Palatino
Leeſinski, Theſorero de_ la Corona ,ſy
o
94. Hiſioria de Carlo: XII.
ſobre todº, los Parciales de los Prin
cipes Sobieskis, eſtaban en ſecreto toª
dos adheridos al Rey de Suecia.
El \nas conſiderable , y peligroſo
enemigo, que tuvo el Rey de Polonia
entre eſtos Parciales, eta el Cardenal
Radjouski , Arzobiſpo de Cinene , Pri
mado del Reyno, y Preſidente de la
Dieta. Eſte era un hombre muy ſagàz,
y obſcuro en ſu conducta , enteramen
te gobernado por una ambicioſa mu
gcr , que los Suecos llamaban Mada
ma la Cardenala , la qual no ceflaba de
inducirlo à la doblèz, y à la faccion.
La habilidad del Privado conſiſtia en
aprovecharſe de las coyunturas, ſin ſo—
licitar que las huvieſ’ſe. Parecía irreſuel
to, tiendo el mas determinado en ſus
proyectos , caminando ſiempre àſus fi
nes por ſendas al parecer opueſtas. El
Rey juan Sobieski , predeceſt'or de Au
guſto, le havia hecho Obiſpo de War
mia , y Vice-Chancill‘er del Reyno; y
fin otra Dignidad obtuvo Radiouski el
Capelo à interpoſicion del miſmo Rey,
y eſta Dignidad le abriò el camino para
la de Primado: con que uniendo en ſu
Pºr¡
Y
Rey de Suecia. LiIIJI. 9;
perſona todo lo que impune à los hom
bres, ſe hallaba en eſtado de empren
der mucho impunemente.
_ . Emprendiò en prueba de ſu re
putacion , deſpues de la muerte de juan,
entronizar al Principe jacobo Sobicskí;
pero el rapido curſo del aborrecimiem
to, que ſe tenia al padre( bien que en
todo varon grande)deſviò al hijo. En_
tonces el Cardenal Primado ſe aplicó
'al Abad de Poliñae , Embaxador de
Francia , para coronar-al Principe Con—
ti: y aunque en efecto fue elegido, el
dinero , y las Tropas de Saxoma atro
Pellaron preſto la eloqueucia del Abad
de Poliñac. Cediò el Primado el par
tido , que coronò al Rey Auguſto, aguar
dando con paciencia la ocaſion de in
troducir diviſion entre la Polonia, y
ſu nuevo Rey.
Las victorias de Carlos Xll. Protec
tor del Principe Jacobo Sobieski , la
guerra civil de Lithuania, y la ſoleva—
cion general de eſpiritus contra el Rey
Auguſto , perſuadieron al Cardenal Pria
madº , que era y'a llegado el tiempo en
que podria volver a echará Anguſ.—
, _ to
96 Hiſiaria de Carlo: XII.
to à Saxonia , y dcſembarazar el cami
no para el Trono al hijo del Rey juan.
Eſte Principe ( otra ocaſion inocente
blanco de el aborrccimienro de los Po—
]acos) comenzaba a' complacerſe deſdª
que el Rey Auguſto era aborrecido 5 pe
ro no ſe atrevía á idear por entonces.
tan grande revolucion. Enrreranro el
Cardenal echaba inſenſiblemente los ci
mientos.
Pareciò que queria reconciliar ªl
Rey con la Republica. Expidió Cartas
circulares , dictadas en la apariencia por
el eſpiriru de la concordia, y por la ca
ridad: ‘eſtratagemas , que ſe practican,
yſiſaben, pero en que ſon ſiempre co
gidos los hombres. Eſcribiò al Rey dc
Suecia una carta’ compaſsiva, ſuplican
dole encarecidamente en el nombre
del que adoran igualmente todos los
Chriſtianos , concedieffe la Paz à la Po
lonia , y à ſu Rey. Carlos XII. reſ
pondiò à las intenciones del Cardenal,
mas que à ſus palabras. Entretanro per
manecía en el gran Ducado de Lithua
nia con ſu victorioſo Exercico, proteſ
tando , _que no gueria perturbar la Die
. ta,
Rey de Suecia'. LibJI. .
ta , y que el hacia la guerra à AnguſZ
to, y a los Saxones, no à los Pola
cos; y que lexos de atacar à la Repu
blica ,Ñveniaà libertarla de la opreſsion.
Eſtas Cartas , y Reſpueſtas eran lo del
Público; pero los Emiíſarios , que iban
y venian continuamente de la parte del
Cardenal al Conde Piper , y las Affam
‘bl‘eas ſe‘creta‘s en caſa de eſte Prelado,
eran
Dſiieta.losPropuſoſe
muelles , embiar
que hacian mover la
una' Embaxa
da á Carlos XlI. y pidiò_ con unanimi
dad' al Rey, que no llamaffe, mas los
Moſcovitas ſobte las fronteras, y vºl_
vieſte ‘a deſpedir ſus -Tropas Saxo
nas. , .
_ La adverſa ’fortuna de Anguſto ha
via "ya executado lo que le pedia la
Dieta. La Liga concluida ſecretamente
en Bircèn con el Moſcovita , vino aſer
taninutil , quanto havia parecido for
midable S porque _eſtaba Auguſto bien diſ- l
tante de poder embiar al Czar los cin
quenta mil Alemanes , que havia pro
metido hacer,, levantar en el Imperio : y
el Czar tambien peligroſo vecino de la
Polonia, no ſe apreſuraba en ſocorrer
7'0sz., (i l Pºl'
98 Hiſioria de Carlo: XII.
por entonces con todas ſus fuerzas à l
un Reyno dividido, de donde eſpera— 3
ba recibir algunos deſpojos ,’ y ſe con
tentò con embiar veinte mil Moſco
vitasà la Lithuania, los que la hoſti
lizaron mas que los Suecos, huyendo
por todas partes’ delante del vencedor,v
y talando las tierras de los Polacos,
.haſta que perſeguidos de los Generales
Suecos, y no hallando ya mas que pi
llar, ſe volvieron -en 'quadrillas a ſu
Pais. Atento el Rey Auguſto à‘ las fati
gas de el ExerçitO'Saxon’, derrotado en
Riga , lo embiò à invernar , y reclutar
à Sa‘xonia ,‘ à fin de que eſte ſacrifi'cio,
que hacia forzado , pudielſe recobrarle
la irritada Nacion Polaca.
Con eſto fe mudò en - negociacio—
nes la guerra. Eſtaba la Dieta dividida
_:-en caſi tantas facciones , como Pala
qtinos. Dominab‘an un dia los intereſ
ſes del Rey Auguſto, y en' la maña
na del 'dia ſiguiente quedaban dero—.
gados.‘ Todo el mundo gritaba por la
libertad , y la juſticia z empero‘na-q
die _ſabia qual era lo libre', y inl’co.'Per
diale el tiempo en concertar en lecreto,
Y.
_› Rey de Succia.Lib.II. t 99
y en tazonat en público. Ignoraba de
Si la Dieta, que queria, y que debia
acordar, Las grandes compañias cali nun
ca han tomado reſolucion acertada en
_los alborotos civiles 5 porque los ſe
'dicioſos ſon en tales Juntas atrevidos,
y los _hombres de bien por lo comun
timidos. Degenerò la Dieta en tumul
to en 17. de Febrero de 1702. deſpues
de tres meſes de conciertos, è irteſo
luciones. Los Senadores, que ſon los
Palatinos , y Obiſpos ', quedaron—en Vat
ſovia. El Senado de Polonia tiene el de
techo de eſtablecer proviſionalmente Le
yes , las que rara vez abrogan las Die
tas. Elle Cuerpo , menor en numero , y
› _experto en los negocios , fue menos tu—
multuoſo , y decidió antes.
Acordaron , que ſe enviaſi'e al Rey
de Suecia la Embaxada propueſta en la.
Dicta: que la Poſpolita montaffe à ca
* ballo , y eſtuvieffe diſpueſta à tudo acon
tecimiento : hicieron muchos ¿arregla
mentos para apaciguar las inquietudes
de Lithuania, y_ aun mas pot gifmiz
nuit la autoridad de ſu Rey ,’ .aunque
mencs terrible , que la de Carlos.
Gz ER
¡oo Hgſtaría de Carlo: XII.
Entonces Auguſto quiſo mas reci
bir las duras leyes de ſu Vencedor , que
de ſus Vaſtallos , y ſe determinó à pe
dir la paz al Rey de Suecia , queriendo
empezar con ‘el una Capitulacion ſecreta:
y como neceſsitaba ocultar eſte proceª
der al Senado , al qual miraba como á
Enemigo aun mas intratable , y la ne*
gociaci‘on era delicada ,la fiò de la Con
dela de Koniſmar , Sueca, de calidad
iluſtte , à la qual eſtaba entonces entre
gado. Eſta muger ( célebre en el mundo
por ſu entendimiento, y hermoſura) era
mas capaz , que qualquier Miniſtro, para
facilitar el acierto de una negociacion.
A mas de que como ella tenia hacienda
en los Eſtados de Carlos XlI. en cuya -,
Corte havia reſidido mucho tiempo , te—
nia un eſpecioſo preteXto para ir à ha,
blar à eſte Principe. Llegò,pues, al Cam
po de los Suecos en Lithuania , y luego
acudiò al Conde Piper , el qual la pro
metió con' mucha ligereza una Audien
cia de ſu Señor. Entre las grandes par:
tidas , que hacian à la Condeſa una de
-L‘S _mas amables perſonas de la Europa,
tema el -ſmgular talento de -hablardlos
‘ 1 io
. , Rey de Suecia. LíbJI. IOI
Idiomas de muchos Pailes , que jamás
havia viſto , con tanta delicad‘ez, co
mo ſi huviera nacido en cada uno de
ellos. Divertiaſe talvez en componer
en metro Frances , que huviera paffado
Pºr parto de un entendimiento de Ver
ſalles. Compuſo tocante à Carlos Xll.
(Que la Hiſtoria nada debe omitir.) ln
trodueia los Dioſes de las Fabulas , Com—
pitiendoſe en alabar las diferentes vir
tudes de Carlos. La obra acababa aſsi:
De afiimto cada Dior ¿iria ſu gloria
Diſmrria aumentarla en la memoria;
Nada Venu: bablò, y Baco nada.
Tanta ſutileza, y agrado ſe deſper
diciaban con un hombre como el Rey,
de Suecia, el qual reusò conſtantc el
verla. Tomò ella el partido de hacetſe
al encuentro al Rey en alguno de los
paſièos , que frequentaba à caballo. En
efecto lo encontró un dia en una ſenda
‘ muy eſtrecha. Apeòſe de ſu Carroza al
inſtante que llegò àverle. Saludòla el
Rey: ſin hablarla palabra, volvio la brida
de ſu caballo , y à ſu camino: de ſuer—
te, que la Condeſa de Koniſmar no ſa-ª
cò de ſu viage, mas que Ñ la ſatisfac—
. Gz cion
102 HI'ſioria de Carlo: XII.
cion de poder creer, que el Rey' de ‘
Suecia no temía fino à ella.
\ Fu‘e entonces forzoſo, que el Rey
de Polonia (e ſometieſiè al arbitrio del
Senado , al qual hizo dos propoſicio
nes por medio del Palatine de Mariem
burgo: la una , que ſe le dexaffe la dil'- '
poſicion del Exercito de la Republica,
al qual anticiparia de ſu proprio dine—
ro dos quartas partes : la Otra, que ſc
le permitieíſe traher à Polonia doce mil
Saxones. El Cardenal Primado diò una
reſpueſta tan dura, como la negacion
del Rey de Suecia; y dixo al Palati—
no de Mariemburgo,v en nombre de la
Affambl‘ea : ,, Que ſe havia’reſuelto ’em—
,, biar a Carlos XII. Una Embaxada , y
,, que ſolo ſe trataba de conciliar al Rey
,, con la Polonia , y la Suecia : que era.
,, inutil el pagar un Exercito, 'que no
Ñ pelearia por ‘el fin orden de la Repu
,, blica S y que en lo concerniente à lo’s
,, Saxones , . no le aconíejaba que los hi
,, crera vemr.‘
En eſte extremo el Rey 'quiſo à lo
menos conſervar las apariencias de- la
autoridad Real, à cuyo fin deſpachò
uno
Rey de Suecia. LibJI. 103
uno‘ de ſus Camareros à Carlos, para
ſaber de ‘el en dónde , y cómo quer—
ria‘ſu Mageſtad Sueca recibir la Emba
xada del Rey ſu Señor, y de la Re
publica. Olvidòſe por deſgracia el pe
dir à los Suecos paſſaporte para cſte
Camarero. El Rey de Suecia lo hizo
poner en priſion, en vez de darle Au
diencia , diciendo: (De èl aguardaba una
Embaxada de la Republica, y ninguna.
del Rey Auguſto.
Entonces Carlos, haviendo dexado,
guarniciones en algunas Villas de Li
thuania , ſe abanzò a la otra parte de
Grodno , Villa conocida en Europa por
‘las' Dietas que ſe tienen en ella; pero
‘mal conſtruida, y peor fortificada.
A algunas millas de la otra parte
de Grodno enconttò la Embaxada dela
Republica, compueſta de cinco Sena—
dores: el Wayvoda Galeski , y el Con
de de Tatlo , muertodeſpues en Fran
cia , venian à hablar en nombre dela
Republica. El Rey les diò Audiencia en
ſu Tienda con una pompa, que ſiempre
havia deſpreciado, pero que creyò por
carentes neceſtària. Un Teniente Ge—
G4 ne
104 Hz'ſiºria de Carla: XII.
neral, con cien Drabantes montados
(que ſon los Guardias del Rey de Sue
cia) ſaliò ‘a recibir los Embaxadores,
los quales echaron pie à tierra à cin
quenta paffos de la Tienda Real, yfue
ron conducidos entre dos filas de Guar—
dias armados haſta una grande ante—
camara , deſde la qual los introduxo un
Mayor General à un eſpacioſo Salòn,
cuyo arteſóu, ſuelo , y paredes eſtaban
cubiertos de Tapices de Perſia. El Rey;
los aguardaba ſobre un Trono , y ſe le
vanto , y deſcubrió à ſu primer ataca
miento: y haviendoſe cubierto, deſ
pues del Rey los 'Embaxadores, hablò
el primero el Wayvoda , y à eſte ſiguiò
el Conde Tarlo. Sus' diſcurſos eſtuvieq
ron llenos de economias , y obſcurida.
des. No pronunciaron 'una vez el noma '
bre de Rey de Polonia , no queriendo
hablar en fu favor, ni quexarſe tan a
las claras, Si ſolamente dexando que ſe
entendieſte lo que no .convenía expli
car. Tratò Carlos' à 'cada Embaxador
en particular con' 'amiſt'ad , y confían-I
za: mas quando le fu‘e preciſo reſpon;
der à la Republica, qUe los embiaba
. .. … 7- , (YA'
Rey de Suecia. Lile. '10";
(y la que de ſu grado no entraba en
ſus viſtas con ſumiſsion tan prompta)
les hizo decir por elConde Piper , que
èl daria reſpuefla en Varſovia.
El miſmo dia marchó acia eſta Vi
lla, precediendo à ſu marcha un Ma
nifieſto, con el qual el Cardenal, y ſu
Partido inundaron la Polonia en ocho
dias. Convidaba Carlos por eſte Eſ
criro à todos los Polacos, á juntar á
ſu venganza la de ellos : Y prerendia ha..
Cerles v‘er , que ſus intereffes , y los de”
ſu Mageſtad eran unos miſmos. Eſtaban '
ellos bien diferentes; pero el Manifieſ-z
to, ſoflenido por un grande partido¡
por la turbacion del Senado, y por la
aproximacion del Conquiſtador , hizo
muy fuertes impreſsiones. Fu‘e preciſo
reconocer à Carlos por Protector, ya
que èl queria ſerlo, y moſtrar que ſe
tenia à mucha dicha, que ‘el ſe con.“
tenraffe con efle Titulo.
Los Senadores contrarios à Auguſ—
to publicaron en voz alta , y a ſus mill
mos ojos el Manifieſto; Y lºs Pºcºs, que
eſtaban adheridos à ‘el, no deſplegaron
ſus labios. (Dando ſe ſupo , en fin ,gue
7 ªl'
'1-06 'rªfa de Carla¡ XII.
Carlos abanzaba à largas jornadas, ſc
prepararon todos en confnſion a par
tir. El Cardenal fue' uno de los prime
ros , que dexaron à Varſovia: los mas
pre'cípitaron ſu fuga: los unos por ir à
¡¡guardar en ſus Tierras à que ſe deſañu
dañe eſte negocio; y los otros por ir
à ſublevar ſus Amigos. No quedò cer—
ca del Rey ſino'el Embaxador del-Im
perio , el del Czar ,_ elNuncio del Papa,,
y algunos Obiſpos, y Palatinos , coli
gados à ſu fortuna. Era neceſtario el
huir:y nada ſe havia aun deCididoà ſu b
favor s y aſsi ſe apreſurò antes de mar;
char en tener un Conſeío con eſte pe
queño numero de Senadores, que to
davia repreſenraban el Senado. Algu
nºs 2 que huvo zeioſos de'ſu Real ſervi
(iº. eran Polacos; empero todos ellos
havian cºncebido tan grande averſion à
las Tropas Saxonas , que no ſe atrevie
rºn à concederle la libertad de hacer ve
nir mas de ſeís mil hombres para ſu de
fenſa : y aun vºtaron, que eſtos ſeis
mil hombres havian de ſer comandados
Pºr cl Generaliſsimo de la Polonia , y
dºſPedidos de allí immediaramente deſ
pues
, Rey de Suecia. LibJI. ' 107 '
pués de la paz. En quanto àlos Exer
citos de la Republica, le dexaron la
diſpoſicion.
Deſpues de eſta reſulta dexò elRey‘
à Vatſovia, muy debil contra ſus Ene—
migos, y poco ſatisſecho de ſu parti
do miſmo. No difiriò un inſtante el pu
blicar ſus Convocatorias , para juntar la
Poſpolira , y los Exercitos,, que ſe ha
llaban muy diminutos en el numero.
No tenia que eſperar de Lithuania , en
donde eſtaban los Suecos. El Exercito
de Polonia, reducido á pocas Tropas,
eſtaba falto de armas, proviſiones , y
buena Voluntad. La mayor parte de la.
Nobleza intimidada, irreſuelta, ò mal diſ
pueſta, ſe quedò en ſus tierras. En va
no Ordenò el Rey (autorizado por las
Leyes del Eſtado, que ſó pena de la vi
da montaſlEn à caballo todos los Hi
dalgos, y le ſiguieffen; porque ya ſe
comenzaba à contravertir problemati—
camente, ſi debian obedecerle , ò no. Su
ultimo recurſo era à l'as’Tropas de ſu
Electorado,en donde'la forma de gobier
no , enteramente abſoluto, le aſt'egura—
ba una total inviolable obediencia.H
a
!08 Hiſioria de Carlo: XII.
Havia ya mandado ſecretamente "X
doce mil Saxones, que abanzaſi"en con
precipitacion , è hizo tambien volver à
ocho mil, que havia prometido al Em
perador para la guerra de el Imperio
contra la Francia, los quales ſe viò obli—
ado à volver à llamar , por la neceſï
_idad á que eſtaba reducido. Introdu—
cir tantos Saxones en Polonia , era re—
volver contra Si todos los eſpirirus, yl
.violar la Ley eſtablecida por ſu Patti--v
do miſmo, que no le permitía traher mas
que ſeis mil; pero bien conocia , que
fi ſalia vencedor, nadie oflària queXar
ſc: y ſi vencido, no ſe le perdonaria
el haver trahido aun los ſeis mil hom
bres.
Entretanto que eflos Soldados lle
gaban en Tropas , y que ‘el andaba de
alatinado en Palatinado juntando la
Nobleza , que le eflaba adherida , el
Rey dc Suecia llegò finalmente delan
te de Varſovia en 5. de Mayo de 1702.
Al primer aplazamiento ſe le franquea
ron las puertas. REmitiò la Guarnicion
Bolaca: deſpidiò la Guardia de los ve
cmos: eſtableciò cuerpos de Guardiªs

Rey de Suecia." Lib-II. ' '109
paravtodas partes, y mandò, que los
habitadores vinieflen a entregarle todas
ſus armas; y ſatisfecho con haverlos
deſarmado, y no queriendo irritarlos, no
les impuſo mas que una contribucion de
cien mil francos. El Rey Au uflo junta
ba entonces ſus fuerzas en racovia, y
quedò ſorprendido al ver llegar al Car;
denal Primado. Eſte hombre, que ſe
abraſaba por concluir ſu obra , preten
dia guardar haſta el fin la decencia
de ſu caracter, y arrojar a ſu Rey con
apariencias reſpetuoſas de buen Vaffallo.
Diòle à entender, que el Rey de Sue
cia parecia eſtàr‘ diſpueſto à aun ajuſte
razonable, y.; le pidió humildemente el
permiſſo de ir 'a hablarle. Concediòle Au..
guſto lo qUe no podia negar z_e\to es,
la libertad de a rav-iarle.
El Cardenal timado, ſolapando aſsï ’
el cſcandalo de ſu conducta , y añadien
do la perfidia-, marchò al inſtante a ver:
al Rey de Suecia, al qual no ſe havia
atrevido todavia preſentarſe. Viò à eſte
Principe en Praag, cerca de Varſovias,
pero-fin las ceremonias, que ſe havian
practicado con los-Embaxores de la Rez
. a. pu
Im Hiſioria de Carlo: XII.
' publica. Hallò à eſte Conquiſtadorveſ
,tido de paño azul burdo con bºtones
de cobre dorado, botas fuertes , y guari.
tes de coleto , que le cubrían haſta el
codo , en' un apoſento ſin tapiceria , en
donde eſtabanel Duque de Holſtein , ſu
cuñado , el Conde _de Piper, ſu pri
mer Miniſtro, y otros muchos Oficia
les Generales. Adelantòſe el Rey algu
nos paſſos_ 'à recibir, al Cardenal , y al
fin tuvieron juntos una conferencia , que
i durò un quatro de hora , la que conclu
. ò Carlos , diciendo a voces: To na _con
cedere‘ la Pªz à ¡CLPOIacºF , mica-¡tías
ella: nº hayandcgido. otrº v.Rey. El Car—
_denal , que'aguardaba eſta declaracion,
la hizo divulgar ſin dilacion en todos
,los Palatinadn's , proteflandoles cl extra‘
mado diſguſto, _queſ ‘el affeguraba ſentia,
!y al miſrno tiempo lajneceſsidad que ha.
via de complacer ªal vencedor.
, Noticioſo de eſto elRey _ de Polo.
- mia, conoció que elmedio unico para
perder, ò' .conſervar ſu Trono ,era Una
batalla. Para eſta gran_ deciſion agorò
ſus recurſos. .Havian ya llegado à las
fronteras .de Saxonia todas ſus Tropas
Sa;
r Rey de Suecia. Lib'. II. vII'Zr
Saxonas, La Nobleza del' Palatinado de
Cracovia, en donde èl aún‘ permane
cía, venia de tropél á ofrecerle ſus fer
vicios , y ‘el animaba à cada ‘uno de
eſtos Hidal os, à que ſe .acordalfin de
ſus promeſias, y ellos le prometieron
derramarvpor ‘el haſta la ultima gota de
ſu ſan'gre. Reforzado de ſus ſocorro's,
y de las Tropas, que llevaban el nom
bre del Exercito de la Corona, fu‘e
por primera vez -à buſcar en petſona al
ª Rey' de Suecia, al que encontró preſ
to, qúe ſe'abanzaba acia Cracovia. ~
Dexaronſc’ v_‘er. preſentes los dos Re.
' yes à ¡9. de- _julio de 1702. en u'na eſ
pacioſa llanura cerca de Cliſau, entre
Narſovia , y-Cracovia. Tenia Auguſto
Cerca de veinte y quatro-mil hombres,
*y Carlos ſolos* dºce mi]. Comenzòſe la
«batalla por-,defca'rgas de’ la Artillería.
_A la primèraqüe diſpararon‘ los Saxo.
nes , dieron? 'un valazo culos-riñones al
,Duque .de Holſtein , que com-andaba 'la
Caballeri'a Sueca., Principe 'joven lleno
de. corage ,‘yvirtud. Preguntò el Rey,
fi .havia muerto Y Y haviendole reſpon
dido, que~sí›,.,uo hab-lo palabra ;ca—
4 yc
'IIz Hiſiaria de Carlo: XII.
yeron de ſus ojos algunas lagrimas : ocul
tò con las manos por un inſtante ſu ca
ra; metiendo deſpues eſpuelas à ſuca—
ballo, y à rienda ſuelta, ſe abalanzò
‘al medio de los Enemigos a' la cabe
za de ſus Guardias.
El Rey de Polonia hizo quanto ſc
'debia eſpetar de un Principe , que pe
leaba por ſu Corona. Tres veces tra
xo ſus Tropas à la carga; pero la ſu
perioridad de los Suecos vencio. Ganò
Carlos una completa victoria, quedan
do por el el CamPO Enemigo , las Van..
deras , la Artillería,-y la Caxa Mili—
tar de Auguſto. No ſe detuvo en el
Campo de la batalla', y marchò derecho
à Cracovia , perſiguiendo al Rey_ de P0-,
lonia , que' huia deèl. . >
Tuvieron los vecinos de Cracovia
baſtante roffad‘ta para cerrar ſus puertas
.al vencedor, el qualzlas hizo romper,
y tomò el 'Caſtillo por . aſfalto. Sus Sol
dados ( los unicos que en el mundo ſ'e
abſtuvieran del ſaco deſpues de una vie
,toria) no maltrataron à vecino alguno;
pero el Rey hizo pagar à los 'habita—
dºtes Cºn exeeſàivªs, ' contribuciones la
te
_j
' Rey de Suecia. LibJI. I I;
temeridad de ſu reſiſtencia.
Saliò de Cracovia ultimamente re
ſuelto à perſeguir al Rey de Polonia ſin
diſcominuacion; pero à algunas millas
de la Villa cayò en tierra ſu caballo,
y à ſu Mageſtad ſe le rompió una pier
na, con que huvo meneſter volverſe à
Cracovia , en donde ſe detuvo encarna
do ſeis ſemanas , y en manos de Ciru
janos. Eſte accidente dió lugar de reſ
pirar á Auguſto , el qual hizo luego di—
vulgar en Polonia , y en el Imperio,
que Carlos XII. havia muerto de ſu cai—
da. Eſta nºticia( aunque falſa, creida
Por algun tiempo ) puſo todos los eſpiri
tus en conſternacion , ‘e incertidumbre.
En eſte breve intervalo convocò en Ma~
riemburgo para Lublin todos los Orde—
nes del Reyno. Convocados ya en San—
’domir, fu‘e numeroſo el concurſo : po—
cos Palatinados reuſaron ſu aſsiſtencia.
Recobrò caſi todos los eſpiritus con da—
divas, promeſias,y con aquella afabilidad,
que es ncceffaria à los Reyes abſolutos pa
ra ſer amables,y à los electivos para man
tenerſe. Deſengañòſe preſto la Dieta de
la falſa nueva de la muerte delRey de
" Tom. I._ H Sue
1 !4 Hiſioria de Cªrla: XII.
Suecia; cmpero como yà ſe havia da_—
do á eſte gran cuerpo movimiento, ſe
dexò llevar del impulſo , que havia re
cibido , y todos ſus miembros juraron
perſeverar fieles à ſu Soberano.
El Cardenal Primado , afectando aún
ſer adherido al Rey Auguſto , concur—
riò a la Dieta de Lublin , en donde be
sò la mano al Rey, y no rensò preſ
rar el juramento, que los demas. ju
rabaſe, que nada ſe havia emprendido,
ni ſe emprenderia contra Auguſto. Diſ
pensò el Rey al Cardenal en quanto à.
la primera parte, y iurò el Prelado lo
reſtante con verguenza. Lo reſultado
de eſta Dieta fu‘e, que la Republica de
Polonia mantendría un Exercito de cin
quenta mil hombres àſus expenſas en
ſervicio de ſu Soberano:Q1e ſe concedia
el plazo de ſeis ſemanas à los Suecos
para declarar , ſi querian la paz , ò la
guerra: y el miſmo termino à los Prin
cipes de Sapicha, primeros Autores de
las turbulencias de Lithuania, para lle
gar à pedir perdon al Rey de P010-.
ma.
Mas durante eſtas deliberaciones Car
los
"—"Ï
Rey de Suecia. Lib. I. 1 Is
los XII. ſano de ſu herida, traſtorna
ba todo quanto ſe le oponia. lncon—
.traſtable en el deſignio de forzar a los
Polacos à que ellos miſmos deſtrona’ran
à ſu Rey, hizo convºcar por las ne—
gociaciones del Cardenal Primado una
nueva Aſiàmbl‘ea en Varſovia , para opo
nerla a la de Lublin. Repreſentabanle
ſus Generales , que eſte negocio podria
tener largas , y deſvanecerſe en la di—
lacion, y que entreranto los Moſcovi
tas ſe diſciplinaban todos_ los dias en la
guerra , que hacian las Tropas , que ha
,via dexado en Livonia, y en Ingtia:
que los frequentes combates entre los
Suecos , y Ruſianos en aquellas Provin
cias, no ſiempre eran con ventajas de
los primeros; y que en fin ſu preſen~
cia ſeria alli quizá preſto necefl'aria. Car
los tan conflante en ſus proyectos , co
mo vivo en ſus acciones , les reſpondiò:
Quando debiera To permanecer aqui zo.
años , no ſaldria por un momento , baſ
ta deſtronar al Rey de Polonia.
' Dexò que la Affamblea de Varſovia
controvirtieffe por diſeurſos, y eſcritos
con la de Lublin , ylbuſcaſſe , para ¡uſ
, I- z \1
¡:6 -Híſtaria de Carlo: XII.
tificacion de ſus proceder-es, leyes del
Reyno ( leyes ſiempre equivocas , que caz
da parte interpreta à ſu grado , y ſolo
el ſuceflb las hace inconceſtables. ) Ha.
viendo aumentado ſus victorioſas Troa
pas con ſeis mil hombres de à caballo,
y ocho mil lnfantes, que recibiò de
Suecia,marchò contra las reliquias del
Exerciro Saxon, que havia batido en
Cliſau, el qual havia tenido tiempo dc
burlarſe, y engroffarſe , mientras que la
caida del caballo havia retenido enca—
mado á Carlos. Eviraba ſus aproxima
ciones eſte Exerciro, y ſe reriraba acia
la Pruſia, al Nordeſueſte de Varſovia.,
Mediaba entre èl, y los Enemigos el
Rio de Bug; pero lo paſsò Carlos à na-z
do à la cabeza de ſu Caballería , y ſu
Infantería fue mas abaxo en buſca de_
vado. Diòſe alcance a los Saxones à pri
mero de Mayo de 1703. en un Lugar lla
mado Pulrusk. El General Eſtenau los co
mandada en numero de cerca de diez_
mil. El Rey de Suecia en ſu precipi—
tada marcha no havia trahido mas , ſegu
loque un pequeño numero le era ſu
fic¡enre.-Tanto era el terror de ſus ar-l
mas,
.Rey de Suecia. LibJI. 117
inas , que al acercarſe, huyò fin com
batir la mirad del Exercito Saxon; y
aunque el General Eſtenau ſe mantuvo
nn momento firme con dos Regimien
tos ,’ immediatamente deſpues ſe entregó
tambien à la fuga general de ſu Exercito,
antes deſparramado, que vencido. No
hicieron los Suecos mil priſioneros, ni
mataron ſeiſcientos hombres , y fue ma—
yor la fatiga en perſeguirlos, que el
’trabajo en derrotarlos.
Auguſto , à quien no quedaba mas,
que las reliquias de ſus Saxones , bati~
dos de todos coſtados , ſe retiró apre
ſurado à Thom, Ciudad de la Pruſia
Real ſobre el Viſtula , la qual eſt‘a baxo
la proteccion de los Polacos. Carlos ſe
diſpuſo immediaramente à ſitiarlo, y el
Rey de Polonia , que no ſe creyò alli
ſeguro , ſe retirò haſta Saxonia. Entre
tanto Carlos , deſpues de tantas marchas
tan vivas , atraveſando tios à nado , Yl
corriendo con ſu Infantería montada á
las ancas detràs de ſus Soldados de à ca
ballo , no havia podido traher artillería
delante de Thom; y aſsi , le fue predſo
eſperarla por Mar ~de Suecia._ i
‘ Hz Aroſ
I 18 Hiſiaria de Carlo: XII.
Apoſiòſe para aguardarla à algunas*
millas de la Ciudad, deſde donde ſe aban
zaba con frequencia haſ’ta muy cerca de
las murallas para reconocerla. El ſimple
veſtido , que veſiia ſiempre ,le era en eſ
tos peligroſos paſi'eos de una utilidad , en
que jamás èl havia penſado, ſirviendo
le de eſiorvo para ſer diſtinguido, Y
eſcogido por los Enemigos , que huvie
ran diſparado à ſu perſona. Eſiando un
dia abanzado muy cerca con uno de
ſus Generales, llamado Lieven, que eſ
taba con un veſtido de eſcarlara galo
neado de oro , temiendo que eſte Ge
neral fueffe muy conocido, le mandò
ſe puſielſe à ſu eſpalda, à impulſos de
una magnanimidad tan natural à ‘el , que
aun no reflexionaba en que exponia ſu
vida à un peligro manifieſio, por ſal—
var la de ſu Vaffallo.
Lieven, conociendo muy tarde ſu
yerro en haverſe pueflo un veſtido tan
diſtinguible , que exponia los que eſia
ban cerca de ſu perſona , y temien
do igualmente por el Rey , en qualquie—
ra lugar que eſtuvielſe, dudaba ſobre
4 ſi debia obedecerle. Durante eſia con_
teſ
Rey de Suecia. LibJI. U9
reſtacion , lo aſiò el Rey por el brazo,
puſoſe delante de ‘el, y lo cubrió: al
miſmo inſtante un Balancín de Artille
ríª, que venia en flanco, traſtornò al Ge.
neral, muerto en el miſmo parage , que
apenas dexaba el Rey. La muerte de eſ
te hombre , muerto precíſamente en fu
lugar, y porque el havia querido ſal
Varlo , no poco contribuyó à afirmarlo,
en la' opinion en que eſt'uvo toda ſu ví
da de una predeſtinacion abſoluta; y
lo perſuadiò, que ſu deſtino, que lo con
ſervaba tan ſingularmente, lo reſervaba
Sara la execucion de coſas mas gran
es.
En todo acertaba. Sus nègociaciones,
y ſus Armas eran igualmente felices.
Hallabaſe como preſente en toda la Po
lonia; porque ſu gran Maríſcal Ren
child eſtaba en el centro de eſte Eſta
do con un gran cuerpo de Exercito.
Caſi treinta mil Suecos , conducidos por
diverſos Generales, apoſtados al Norte,
y al Oriente, ſobre las fronteras de la
Moſcovia, reprimian los esfuerzos del
Imperio de los Ruſianoss y Carlos eſ
taba al Occidente
y à la otra extremidad
de
120 Hffioria de Carlo¡ XII.
de la Pólonia, à la cabeza de ſus vie
torioſas Tropas.
El Danes , atado por el Tratado
de Travendal, y à quien ſu debilidad
impedía romper, permanecía en ſilen
cio. El Elector de Brandemburgo, que
havia adquirido el titulo de Rey de
Pruſia, ſin aumento del poder no ſe atre
via a manifeſtar ſu deſpecho en ver al
Rey de Suecia tan cerca de ſus Eſtados.
Su Abuelo havia (ido deſpojado de 'la
mas bella parte de la Pomerania por
Guſtavo Adolpho, y ‘el no tenia otra
ſeguridad en lo demas, que la modera
cion de Carlos. Mas lexos, tirandoli—
neas a’cia el Sudeſueſte , entre los rios
de Elva , y de Weſer, el Ducado de
Brema , ultimo theatro de las antiguas
conquiſtas de la Suecia , y lleno de fuer
tes Guarniciones , franqueaba tambien
à eſte Conquiſtador las puertas dela Sa
xonia , y el Imperio. Aſsi tambien deſ~
de el Occeano Germanico, haſta muy,
cerca de la embocadara del Boriſtenes,
(lo que es de ancho la Europa ) y haſ
ta las puertas de Moſcou, todo eſta—ba
en conſternaeion, y eſperaudo unabre
o.
\
\
ÏRey de Suecia. LibJI. l 21
bolucion tºtal. Sus Baxeles , ſeñores del
Mar Baltico , eſtaban empleados en tranſ~
portar à ſu Pais los priſioneros hechos
en Polonia. En concurſo de tan gran—
des movimienros reſpiraba paz en pro
funda tranquilidad la Suecia , y gozaba
de la gloria de ſu Rey, ſin la carga
de ſu peſo , porque eſtas victorioſasTro~
pas eſiaban pagadas, y mantenidas à
expenſas de los vencidos.
En eſte general ſilencio de el Norte
( terrible perſuaſion de las Armas de
Carlos Xll. ) ſe atrevió la Villa de Dant
zík à díſgufiarlo. Catorce Fragatas, y
quarenta Navíos de tranſporte rrahian al
Rey un refuerzo de ſeis mil hombres,,
con artillería, y municiones, para aca
bar el Sitio de Thorn. Era neceſſario,
que eſte ſocorro ſubiefl'e el Viſtula. A
la embocadura de eſte Rio eſtà Danrzik,
Ciudad rica, y libre, que goza. con
Thorn , y Elving de los míſmos Privi--~
leglos en Polonia, que las Villas Im
periales tienen en Alemania. Su liber—
tad ha ſido atacada, ya de los Daneſes,
ya de la Suecia , yà tambien de algunos
Príncipes ,Alemanes , y ella no la ha cion
CL'—
l ²2 Hiſioria de Carlo: XII.
ſervado, fino por la emulacion que tie— y
nen entre Si eſtas Pºtencias. El Conde
líſteimbock, uno de los Generales Suecos,
¡untò el Magiſtrado de la parte del Rey,
y pidíò paffage para las Tropas , propo—
niendoles le vendieflèn polvora , y algu
nas municiones. El Magiſtrado por una
¡mprudencia, ordinaria a los que tratan
con otro mas poderoſo que ellos, ní ſe
atreviò à reuſarlo, ni à una neta condeſ
cendencia en ſus demandas. El General
Eſteimbock hizo', que le dieſi'en à mas
de lo que havia pedido, una contri
bucion de cien mil eſcudos, con la qual
pagò ſu imprudente reſiſtencia la Villa.
Llegaron finalmente al Campo de Thom
las Tropas de refuerzo , la artillería,
y municiones, y ſe comenzó el Sirio
en 22. de Septiembre.
Defendiòla Rovel, Gobernador de
la Plaza , por eſpacio de un mes con
cinco mil hombres de guarnicions pe
ro al fin de eſte tiempo ſe viò forza
do à rendirſe à diſcrecion. (Dedò la
Guarnicion priſionera de guerra , y ſe
embiò à Suecia. Preſentòſe al Rey _de
ſarmado Rovel: y eſte Principe, que
lª'
Rey de Suecia. LibJI. !23
jamás perdia ocaſion de honrar el me
rito en ſus enemigos, le diò de ſu ma—
no una eſpada ;y haciendole un confi
derable preſente en dinero, lo dexò libre
ſobre ſu palabra. El blaſon que tenia la
-Villa de Thom, de haver dado otra
ocaſion áCopernic , Fundador del ver
dadero ſyſtema del Mundo , de nada le
firviò para con un vencedor muy po—'
co inſtru‘rdo en eſtas materias , y que
aun no ſabia recompenſar mas que el
valor. Fue la pequeña ,' y pobre Villa
condenada á pagar quarenta mil eſcu—
dos , contribucion exceſsiva para ella.
4 Elbing, edificada ſobre un brazo del
Viſtula, y fundada por los Caballeros
Teutonicos, y anexa tambien à la Po
lonia, no eſcarmentò en los Dantzikeſes:
vacilò mucho en franquear el paſſo à
las Tropas Suecas, y aſsi fu‘e caſtigada
con mas ſeveridad que Dantzik. Entròla
Carlos en 13. de Diciembre -à la ca
beza de quatro mil hombres con bayo
neta calada. Los habitadores dCſPªVOlïia
dos ſe arrodillaron en las calles pidien—
dole- miſericordia. Hizo deſarmar à to—
dos; alojò ſus Soldados en las caſaslde
os
I²4 _ Hz‘ſioria de Carlo: XII.
los vecmos, y haciendo deſpues compa
recer .al Magiflrado, le exigiò el miſ
mo dia una contribucion de doſcientos
y ſeſenta mil eſcudos. Havía en la Vi
lla doſcientas piezas de Artillería, y'_
quatrocientos millares de polvora , de
10 que ſe hizo dueño. Una batalla ga—
nada no le huviera contribuido tantas'
.ventajas.
Todos el’tos ſuceſi'os eran ccrreos,
que precedían al deſtronamíento de el
Rey Auguſ’ro.
Apenas havia jurado el Cardenal à
ſu Rey no emprender coſa contra èl,
quando concurriò à la Affambl‘ea de Var—
ſovia , ſiempre baxo del preteXto de la
paz. Llegò , no hablando ſino de con
cordia , y obediencia : empero acompa
ñado de tres mil Soldados , levantados
en ſus Tierras. Alzò finalmente la maſ
cara, y en r4. de Febrero de 1704. de
clarò en nombre de la Aflambl‘ea:Au
gtffio , Elector de Saxonia , inhabil à lle
var la Corona de Polonia. Pronuncíòſe
de voz comun , que el Trono eſtaba va
cante. Aun no ſe havia concluido la felí
ſion de elle dia, quando llegò un. ex—
preſ—
_ Rey de Suecia. LibJI. '125'
preſto del Rey de Suecia con una Car..
ta de eſte Monarca à la Alſamblea.
' Abriòla el Cardenal , y contenía un Or
den en forma de ſúplica , para que eli—
gieflèn por Rey al Principe _lacobo So-~
bieski. Acºrdaron obedecerle guſtoſos, yl
aUn ſeñalaron el dia de la eleccion. Eſta
ba entonces Jacobo Sobieskí en Breſau de
Sileſia aguardando impaciente la Coro
na , que havia ceñido las ſienes de ſu
padre. Recibia los parabienes ; y hablan-v
dole algunos aduladores , le havian yaª
dado titulo de Mageſtad. Hallabaſe un
dia a caza algunas leguas de Breſau con
el Principe Conſtantíno , uno de ſus‘
hermanos , y treinta Caballeros Saxones,
embiados ſecretamente por el Rey Au
guſto : ſalieron de improviſo de un
boſque vecino, rodearon ‘a los dos Prin
cipes , y los aſieron ſin reſiſtencia. Ha
vía preparados dos caballos de muda,
en los quales fueron conducidos à Lip—
ſick, en donde los encerraron eſtrecha
mente. Eſte golpe deſordenò las medi—
das de Carlos , del Cardenal, y de la
Affambléa de Varſovia. ‘ -
La fortuna, que ſe burla de cabe
- zas
126 Hiſioria de Carlo: XII.
zas coronadas, puſo caſi al miſmo tiem
po al Rey Auguſto en punto de ſer co—‘
gido. Hallabaſe en la meſa a tres leguas
de Cracovia , confiado en una Guardia
abanzada , apoſtada à alguna diſtancia,
quando el General Renchíld apareció de
repente , defpues de haver aſfaltado eſ
ta Guardia. El Rey de Polonia no tu
vo mas tiempo , que el de montar el
onceno. El General Renchíld lo perfi
guiò por eſpacio de quatro dias , à pi
que de cogerlo à cada momento. Hu
yò el Rey haſta Sandomir , ſeguido aim
del General Sueco, y fire gran fortu
na que eſcapafl'e eſte Principe.
. Durante eſte tiempo , el Partido del
Rey Auguſto trataba de traydor à la Pa
tria al del Cardenal, y e'ſte le recipro
caba el tratamiento. El Exercito de la
Corona eſtaba repartido entre las dos
facciones. Finalmente, forzado Auguſ
to a aceptar el ſocorro Moſcovita , ſe
artepíntiò de no haver recurrido antes.
Ya corría à la Saxonia , en donde eſ
raban agotados ſus recurſos: ya ſe vol
via áila Polonia, en donde no ſe atre—
Vlan a ſervrrlez por orra parte el Rey,
de
»Rey de Suecia. Lib. II. "12_7
de Suecia victorioſo , y tranquilo , rey..
naba en Polonia mas abſolutamente,
que jamàs Auguſtº. _
El Conde Pip‘er , tan ſupetior Poli.
tico , como magnanimo ſu Señor, pro
puſo aentonces
v(aiii: à Carlos
Si la Corona de XII. ſe adjudi
Polonia. Re—
prenſentabaſe qua'n facil era la execu
cion con un Exercito victoríoſo, y un
parfido confiderable ‘en el centro de un
Reyno ya tendido. Tentabale por el ti—
tulo de defenſor-de la Religion Em».
clica: nombre, que liſonjeaba la arn
icion de Carlos. ' Era facil (le decia)
eſtablecer en Polonia , cºmo Guſtavo
Naza havia introducido en Suecia , el
Lutheraniſmo , y romper las cadenas
'del Pueblo, eſclavo de la Nobleza , yt
de el Clero. Aedò por un ínſtante ten
tado Carlos; pero la gloria era ſu ido
lo. Sacrificòla ſu inter‘es , y el placer que
huviera tenido en quitar al Papa la Po—
lonia. Dixo al CondePíp‘er, que ſe li
ſonjeaba mas en dàr, que en ganar
Reynos; y añadiò , ſonriendoſe : Tie la'
ha! hecha por ޻r Mini/Ira de un Principe
Italiano. P
er
¡28 Hfflaria de Carlos XII.
Ñ Permanecia aún Carlos cerca de
Thorn, en la parte de la Pruſia Real,
pertenecientea la Polonia, y eſtendia
deſde alli ſu viſta à lo que paffaba en
¡Varſovia , conteniendo en reſpeto las Po
tencias vecinas. El Principe Alexandro,
hermano de "los dos Sobieskis, aſfalta
dos en Sileſia, llegó à pedirle vengan
za. Carlos ſe la prometiò , tanto mas,
porque la juzgada facil, y porque ſe
vengaba à Si miſmo. Empero impacien—
te de dàr un .Rey à la Polonia; pro
puſo al Principe Alexandro ſu exalta
cion al Trono, del qual potfiaba la for
tuna en deſviar à ſu hermano. No eſ—
peraba reſpueſta negativa; pero el Prin
cipe Alexandto le ſigniſicò , que jamás
podria coſa alguna atraherlo à aprove
charſe de la deſgracia de ſu hermano
mayor. El Rey de Suecia , el Conde Pi—
p‘er , todos ſus amigos , y ſobre todo , el
joven Palatino de‘ Poſnania, Eſtanislao
Lecſinski, le inſtaron à que aceptaſſe
la Corona, empero èl ſe mantuvo in
conttaſtªble. Los Príncipes vecinos que
daron atonitos con la nueva de eſta in
audita abdicacion ,_ y no ſabian quien
de
Rey ¿le Sim-ia. LibJI. '12'9
Bedia' a‘dmirarlos mas, ò un Rey de
Suecia , que de edad de veinte y dos
_años daba la Corona de Polonia, ò
_el Principe Alexandro , que
renunciaba a ellª.

FIN DEL: SEGUNDO LIBRO.;

Tom. 1,_ I AK"


;130
ARGUMENTO
DEL LIBRO TERCERO.
ESTANISLAO LECSINSKI ELECTO
.Rey de Polonia. Muerte del Cardenal
Primado. Iluſire retirada del General
Sbullemburga. Hazañar del Czar. Fun
dacion de Peterburgo. Batalla de Fm
venſtad. Carlo: entra en Saxonia. Paz
de Arlanſiad. Auguſio abdim la Co
rona, y la cede a‘ Eſianirlao. El Ge
neral Patſçul,Plem'potenciaria del Czar,,
enrodado , y deſquartizado. Carlo: re
eibia en Saxonia Embaxadarer de toª
dos 10: Prínciper. Paffa ſòlº a‘ Dre/'q
de a‘ ver ¿Angle/!:0 ante: de marchar.;
'131
HISTORIA DE CARLOS XII.
REYDE SUECIA.
LlBRO TERCERO.
i N eſtas coyunturas ſe hallaba el
joven Eſtanislao Lecſinski , Di
putado de la Affamblèa de Var
› ſovia, para it à reprcſentar al
Rey de Suecia \as muchas diferencias,
que ſobrevinieron en el tiempo del rap
to del Principe Jacobo. Era Eſtanislao
de agraciada fiſonomia, integridad, y’
deſembarazo , el que es fin duda la ma
yor de todas las ventajas exteriores, Y
la que dà à las palabras mas peſo, que
la eloquencia miſma. El juicio con que
habiò del Rey Auguſto, de la Aflàm—
blea, del Cardenal Pcimado, y de los
diferentes intereffes , que dividian la Po
lonia , hiriò à Carlos Xll. Eſte Princi—
pe ſe conocia hombre: havia acertado
en la eleccion de ſus Generales , y Mi
niſtros. Prolongò exprefl'amente la con
ferencia , por ſondarl mejor ei genio del
z, , lº'
I z a' Hiſiaria de Carlo: XII.
joven Diputado; y deſpues de la Audien
cia , dixo en voz alta , que jamas havia
viſto hombre tan proprio para conciliar
todos ’los partidos. No tardò en infor
marſe del caracter del Palatino Lec
ſinski. Supo, que era muy esforzado , y_
endurecído en la fatiga : que dormía
ſobre Una eſpecie de gergòn , no mo
leſtando à ſus criados, tocante al ſer—
vicio de ſu perſona: que era de una
templanza poco comun en eſte clima,
liberal , y adorado de ſus Vaſtallos , y el
unico Señor( quiza' en Polonia ) que tu
vieíſe algunos Amigos, en un tiempo
y en que no ſe conocia mas vinculo , que
el del interes , y la faccion.
l Eſte caracter , que en muchas colàs
era conforme al ſuyo , lo determinó en.
teramente. De ninguno tomò conſejo,¡
ni intervino negociacíon , como ni pú-,
blica deliberacion, y dixo à dos de ſus
Generales, moſtrandoles à Lecſinski;
Veis alli el Rey , que tendrán la: P0-.
lavar. '
Eſtaba tomada la reſolucion, y Eſ
ranislao aun no ſabia palabra, quando el
Cardenal - Primado llego a hablar a Car—
los.
, Rey de Suecia. Lib. III. I ;3
Jos. El Ptelado era Rey en el Entre Rey
no , y queria prolongar ſu inſtable au.
toridad. Pregunròle Carlos: Quen creia
cn Polonia digno de reynar? Yo no co
nozco ſino tres, dixo el Cardenal. El
primero el Principe Sapieha; empero
ſu humor imperioſo, cruel, y deſpoti
co, nada conviene a un Pueblo libre.
El ſegundo es Lubormiski, Generaliſ
fimo de la Corona ; pero eſta muy vie
jo, y ſoſpechoſo de codicia. El ter
cero , y mas digno del Trono, que los
otros, es el Palatino de Poſnanía, ſi
ſu poca experiencia no le hiciera inha—
bil , para gobernar' una Nacion tan dí..
ficil. Aſsi excluia el Cardenal los mill
mos que proponía , y queria hacer creer
incapaces de reynar los unicos, que ha-.
.via dicho _eran dignos. Diò fin à la con..
verſacion el Rey de Suecia , diciendo
‘lc , que Eſtanislao Lecſinski ſeria cn
tronizado.
Apenas ſalia de con el Rey el Car-r
denal, quando recibio un Expreffo de
la Palatína , que lo gobernaba , y ſupo
por las Cartas, que le remiria , que
quiſo ella caſar ſu hija con el hijo de
1 z Lu
l 34. Hiſioria de Carlo: XII.
Lubormiski, y le pedia encarecidameh— .
te, que ſe empleaffe todo con el Rey , pa- \r
ra dàr la Corona de Polonia al Padre.
Llegada muy tarde la Carta , y el Car
denal havia hecho de Lubormiski im
preíàiones, que yà no podia borrar.Ago—
tò roda ſu aſtuciar, para arraher inſenſi
blememe al Rey de Suecia al nuevo in
ter‘es -, que abrazaba. lutenrò, ſobre
todo , diffuadirlo de la eleccion de Eſ
tanislao. Empero el Rey dixo: Que‘ tie
nes tà què alegar contra èl?Syre,( di
. xo el Prelado ) e: muy joven: A que re
plicó el Rey con ſequedad: E: con tor
ta diferencia de mi edad. Bolviò la eſ—
palda al Prelado, y luego al punto deſ—
pachò al Conde de Hoorn , àfignificar á
la .Aflàmbl‘ea de Varſovia , que era me
neſter. elegir un Rey dentro de cinco
dias, y que neceſsitaba elegir à Eſtaniíſi
lao Lecſinski.
El Conde de Hoorn llegò en 7. de
Julio , y fixò por dia dela eleccion el
12. como tendria èl ordenado el deſ—
campamento de un batallon. El Carde
nal Primado ( fruſtmdas tantas negocia
clºnes) volvió a’ la Aſiàmbl‘ea, en don
de
_ Rey de Suecia. Líb.'III. 135
'de’ rebolviò todo , por deſvanecet una
eleccion , en que ‘el no tenia parte. Mas
haviendo llegado cl Rey de Suecia en
pcrſona
ceflàtio de Incognita
callar.v àVatſovia
Qianto , fue neel
pudo hace:
Primado fue no hallarſe á la eleccion.
Reduxoſe à la neutralidad, fin querer
apadrinar, ni paffat por la reſolucion
del *Rey de Suecia , conſervandoſe aim
entre Auguſto, y Eſtanislao, y aguar
dando la ocaſion .de agraviar à entram
bos.”
El Sabado 12. de Julio , dia fixado
para la eleccion , ſe juntaron à las tres
de la tarde en el Colo, campo deſtinado
para ella ceremonia. El Obiſpo de Poſna
nia vino à pteſidir à la Affamblèa, en
lugar del CardenalPtimado. Llegò ſe
gmdo de muchos Caſtellanos , y de una
multitud de Caballeros del Partido. El
Rey de Suecia ſe havia deslizado en—.
tre ellos , por gozar en ſecreto de ſu po—
der. El Conde de Hoom , y otros dos
Oficiales Generales aſsiſtian públicamen
te à eſta ſolemnidad , como Embaxado
res Exrtaordinarios .de Carlos cerca de
lª Republica. Durò haſta las nueve de
. ' ,14 lª
136 Híſioria de Carlo: XII: _
la noche la Seſsion, y el Obíſpo de
Poinania la concluyò,declarando en nom
bre dela Dieta àEſianlrlaa electo Rey.
de Polonia. Carlos XII. mezclado en el
tropel , fue el primero que grito: Via
w. Echaron todos los ſombreros al ay
re , ahogando en el ruido de las acla—
maciones los gritos de los opueſtos.
De nada ſirviò al Cardenal Prima
do , y à los que havian querido man
renerſe neutrales , el no haver concur
rido a la eleccion. Fué forzoſo , que deſ
de la mañana del dia ſiguiente vinieflèn
todos a rendir homenage al nuevo Rey,
el qual los recibiò, como ſi eſtuvíera
ſatisfecho de ellos. Su mayor mortifica
cion ſu‘e el eſtàr obligados à ſeguírlo
al Quarrèl del Rey de Suecia. Eſte Prin- ~
cipe ríndíò al que acababa de hacer So—
berano todos los honores debidos à;
un Rey de Polonia: y por dar mas pe
ſo à ſu nueva dignidad , le aſiignò di-q
nero , y Tropas.
No immutò à Eſtaníslao en las coſ—
tumbres el nombre de Rey , ni le cau
Sº Otrº movimiento , que el de ſus ta
¡ªmºs a'cla la guerra. Acababa de en
' HOT
'Rey de Suecia; Lib. III. Iz7
‘tronizatlo una borraſca, y otra tem
peſtad lo podia precipirar. Tenia que
conquiſtar la mitad de ſu- nuevo Rey
no, y afirmarſe en la otra. Trato de
ſoberana á Varſovia, y de rebelde à San~
'domir , y ſe preparó à hacerſe recono
cer del Mundo todo à fuerza de ar
mas.
Saliò al punto de Varſovía Carlos
XII. para ir à terminar la conquiſta de
la Polonia. Havia aſsignado à ſu Exer
círo el campamento delante de Leo
pold , Capital del Gran Palatinado de
_Ruſia, Plaza importante por Si , y aun
mas por las riquezas, de que eſtaba
llena. Creiaſe, que ſe mantendría quin
ce dias, à cauſa de las fortificaciones
con que el Rey Auguſto la havia re
parado; pero haviendola enveſtído el
Cºnquiſtador en 5. de Septiembre , la
tomò por aſfalto 'la mañana del dia ſi—
guiente, y paſsò à cuchillo à quantos
oſiàron reſiſtir. Las Tropas victorioſits,
y ſeñoras ya de la Villa , no ſe deſ
mandaron al ſaco contra el credito de
thclòros , que havia en Leopold. Puſie
ronſe en batalla en la Villa, a donde viqo
ª.
138 Hiſioria de Carlo: XM."
la reſtante guarnicionà rendirſe priſio-ª‘
nera de guerra. El- Rey hizo publicar
à ſon de clarín , que todos los habitado
res , que tuvieſièn efectos pertenecientes
al Rey Auguſ’to , ò à ſus adheridos , los'
traxeffen por Si, ſó pena de— la vida,
durante el dia. Tomaronſe tan bien las
medidas, que pocos ſe atrevieron à no
obedecer. Entregaton al Rey quatro
cientas caxas llenas de oro , dinero, ba
Xillas, y alhaias precioſas.
Un acontecimiento bien desſemeíante
hizo caſi el miſmo dia notable el prin
cipio del reynado de Eſtanislao. Algu—
nos negocios , que pedían abſolutamen
te ſu preſencia, lo havian obligado à
quedarſe en Varſovia. Tenia configo à
ſu madre, ſu muger, y ſus dos hijas,
una de las quales( de edad entonces
de ſolo un año) ha llegado defpues à
ſer Reyna de Francia. El CardenalPrid
mado, el Obiípo de Poſnania , y algu
nos Grandes de Polonia , componian
ſu nueva Corte. La guarnicion eran ſeis
mil Polacos del Exercito de la Corona,
que poco antes havian paffado à ſuſer
"lºlº ª pero de cuya fidelidad aun nſo
e
Rey de Suecia. LibJII. 13 9
ſe havia hecho prueba. Por otra parte
el General Hoorn, Gobernador de la
Nilla, no tenia conſigo mas que mil y
quinientos Suecos. Eſtaba Varſovia en
tranquilidad profunda, y reſuelro Eſta
nislao à ſalir dentro de pocos dias
'para la conquiſta de Leopold, quando
impenſadamente llegò a ſu noticia , que
ſe acercaba à‘ la Villa un numeroſo Exer
cito. Era el Rey Auguſto , que por un
nuevo esfuerzo , y una de las mejores
marchas , que iamàs ha diſpueſto Ge—
neral, haciendo trueque con el Rey de
Suecia , venia con veinte mil hombres
à echarſe ſobre Varſovia , y aſſalrar à
ſu Rival. _ Ñ
Eſtaba muy mal fortificada Varſo— Ñ
via , y poco ſeguras las Tropas Pola
cas, que la defendían. Auguſto tenia
inteligencia en la Ciudad. Si ſe derenía
Eſtanislao, ſe perdia. Volviò àembiar
ſu familia à Poſnania, eſcolrada de las
Tropas Polacas de ſu mayor confian—
za. El Cardenal Primado huyò uno
de los' primeros à las fronteras de Pru
ſia. Muchos Caballeros tomaron rumbos
diferentes. El nuevo Rey partiò \Étn—
¡en
'140 Hfflºï'id de Carlo: XII.
bien à hallar à Carlos XII. aprendien
do temprano à ſufrir deſgracias, y for
zado à dexar ſu Capital ſeis ſemanas
deſpues de haver fido electo Sobera-r
no en ella. El Obiſpo de Poſnania fuè
el unico que no pudo huir, por haver
le detenido en Varſovia una peligroſa
enfermedad. Una parte de los ſeis mil
Polacos ſiguio à Eſtanislao, y la Otra eſ
coltaba ſu familia. Embiaron à Poſna—
nia aquellos, cuya fidelidad no ſe que
ria exponer à la tentacion de volver à
entrar en el ſervicio del Rey Auguſto.
El General Hoorn , que era Gobernador
de Varſovia en nombre del Rey de Sue-r
cia , ſe quedo con mil y quinientos Sue
cos en el Caſtillo.
Augul’ro entró en la Capital, co
mo Soberano irrirado, y victorioſo. A‘
cada habitador ſe cargó una contribu
cion mas allà de ſus fuerzas , y los mal~
trataron los Soldados. El Palacio del
Cardenal, y todas las caſas de los Se
ñores Confederados, todos ſus bienes
En la Ciudad , y en el Campo fueron en
tregados al ſaco. Lo mas eſtraño que
luccdio en eſta inſtable reboiucion, fue,
que
Rey de Suecia. LibJII. ’141
'que un Nuncio del Papa, que havia lle
gado con el Rey Auguſto, demandò
en nombre de ſu Señor , que ſe leen
tregaffe el‘ Obiſpo de Poſnania, como
mo Reo perteneciente à la Corte dc
Roma en qualidad de Obiſpo , y Pac.
tor de un Principe entronizado por las
’Armas de un .Lutherano.
La Corte de Roma, que ſicmpre
ha penſado aumentar ſu poder temporal
al favor del eſpiritual, tenia( mucho
tiempo havia) eflablecida en Polonia
ªuna eſpecie de juriſdiccion , en cuya ca
beza eſtà el Nuncio del Papa. Eſtos Mi-~
niſtros no ſe havian deſcuidado en apro
.Vecharſe de todas las coyunturas favo
rables , para eſtender ſu poder, reveren
ciado por la multitud,y conteſtado ſiem
pre por los mas ſabios. Se havia atri
buido el derecho de juzgar todas las cau
ſas de los Ecleſiaſ’ticos S y ſobre todo en
los tiempos de tumultos havian uſurpa—
do otras muchas prerrogativas, en las
quales ſe han mantenido haſta cerca del
año de 1718. en el qual acababan de
'diſminuirſe eſtos abuſos: los que iamàs
[º reforman , hafla _que ſe hacen del rá)
O
142 Híſioria de Carlo: XII.
do intolerables.
El Rey Auguſto , ſatisſecho con caſ
tigar al Obiſpo de Poſnania con decen
cia, y agradar à la Corte- de Roma,
(contra la qual ſe levantaria en otro
qualquier tiempo) remitió alNuncio el
l’relado Polaco. El Obiſpo, deſpues de
haver viſto ſaquear ſu caſa , fue lleva
do por los Soldados à la del Miníſtro
Italiano,y extrañado à Saxonia,en donde
murio. El Conde de Hoorn tolerò conſ
rante en el Caſtillo en donde eſtaba
encerrado el continuado fuego de los
Enemigos: pero al fin, no ſiendo defen—
ſable la Fortaleza , ſe viò forzado à ro
car la llamada, y quedò priſionero de
guerra , con ſus mil y quinientos Sue
cos. Eſte fue el primer triunfo, que lo
gtò alli el Rey Auguſto en el ímpetuo;
ſo curſo de ſu advetſa fortuna, con
tra las victorioſas Armas de ſu Enemi
g o. El Conde de Hoorn ( à quien ſOl-.
raton ſobre ſu palabra) llego à Leo—
pold poco deſpues que Eſtanislao. To
mò la licencia de quexarſe algo al Reyl
de Suena., porque ſu Mageſtad no
y ha
Rey de Suecia. LibJIſ. 143
havia ſocorrido à VarſoviazConſuelate,
pobre Conde mio, (le dixo el Rey) bien
e: meneſier dexar que haga ago r1 Rey
Auguſio para entretenerlo 5 ſin cjffò je en
fadaria de tenemos enſu mſa tanto tiem—
pas Pcro_creeme , que nº gozar-a‘ de eſ
ta ventªja.
En efecto , el ultimo esfuerzo que
acababa de tentar Auguſto , era el eſ
plendor de un fuego , que ſe exringuiò,
Sus Tropas juntadas de prielſa , ſe com
ponian de Polacos , diſpueſtos à aban—
donarlo à la primera deſgracia : de Sa
.xones viñoſos , que no havian viſto co
ſa de guerra : y de Coſacos vagamun
.dos , mas propríos para deſpoiar los ven
cidos , que para vencer. Temblaban to
dos al nombre ſolo del Rey de Suecia.
Eſte Conquiſtador , acompañado del
Rey Eſtaníslao, marchò en buſca de ſu
Enemigo à la cabeza de lo eſcogido de
ſus Tropas. El Exercito Saxon huia por
todas partes delante,, de el. Las Ciuda
des le embiaban ſus llaves de treinta
,millas en circuito. No amanecía Auro
ra , que no fuelle ſeñalada con alguna.
ventaja. A Carlos ſe le havian família—
\l—
'1 44 Hç'flaria de Carlo: XII.
rizado mucho los ſuceffos. Decta, que
eſto era ir à cazar, mas que à hacer guerq
ra, y ſe quexaba de no poder com’
prar la victoria.
Confiò por algun tiempo Auguſto la
'conducta de ſu Exercito del Conde de
Schullemburgo, General muy _habil, Yj
que neceſsitaba toda ſu expertencra à
la cabeza de un Exercito deſ-alentado.;
Pensò mas en conſervar las Tropas de
ſu Señor , que en vencer. Hacia con eſ
rratagemas la guerra; y los dos Reyes
con viveza. Hurtòles las marchas,ocu~.
pò los paffos ventaíoſos , Y lªºſjficò
parte de la Caballeria, para dàr tiem—
po à retirarſe en ſalvo à ſu Infantería.,
Deſpues de eſtos eſtratagemas a v,
.Cºntramarchas , ſe hallò cerca de Pu
nits , en el Palatinado de Poſnaniª a ªkª
yendo que el Rey de Suecia , y elReyj
Eſtaníslao díſtaban de ‘el mas de cinquen—
ra leguas. Haviendo llegado , ſupo , que
los dos Reyes havian caminado en nue
VC dias cſtas cinquenta leguas, y que,
venian à atacarlo con diez Batallones,,
y doce mil Caballos. No tenia SchullemÃ
burgo mil de à caballo z ni mas de ocho
mil,
Rey de Suecia. Lib.”III. '145‘
mil Infantes. Havia meneſter defender
ſe de un Exercito ſuperior , contra la
fama del Rey de Suecia , y contra el na
tural temor , que inſpiraban à los Saxo
nes tantas derrotas. Havia pretendido
fiempte, contra el dictamen de los Gene
rales Alemanes , que la Infantería 'podia
reſiſtir en campo llano à la Caballería,
aun fin caballos de ftiſa. Arrevíòſe eſte
'dia à hacer alli la experiencia contra
eſta Caballería victorioſa , comandada
or dos Reyes, y por: lo eſcogido de
_ps GeneralesSuecos. ª
5 Apoſtòſe tanventaioſamente, que
no pudoſerrcercado. …La primera, y,
ſegunda línea puſo una rodilla en tier
rª ,_ y eſtaba armada de picas , y fue
ſilcs. Los Soldados ſumamenre unidos
preſentaban à-los caballos de los Ene
' migas una eſpecie de {muralla , eriza—
.da de picas, y vayoneras. La ſegun—
da linea , algo corvada ſobre las eſpal’
das de los de la primera, díſparaba
por encima: y la tercera en píe , ha
cia fuego al miſmo tiempo detras de
_las otras dos. Arrojaronſe los Suecos
con ſu ordinario ímpetu a los Saxones, Y
k TomJ.ª K Cl*
¡46 Híſio'ría de Car'lái XII. _
eſlos los' eſperaron (in moverſe. Los tíª
ros de fuſil, los botes de pica , y ba
-yoneta azoraron à los caballos , y en
vez de abanzar' , ſe empinaban ~: de ſue‘r’
te, que no atacaron ſinoen deſorde-'n
los Zuecos,- y ſe defendieron los Saxo
nes, guardando ſus lineas.
Si huviera hecho Carlos echar pie à
.tierra à ſu Caballería, quedaba deſtrui@
.do ſin remedio el Exercir‘o’dc Schullems
.burgo. Ningun recurſo de los Enemi'ª
gos ſobreſaltaba mas; averia General¡
'aguardando por inſ’tantesªtomafl'en efic
parrido; empero ni el Rey de Suecia,,l
que tan .à menudo havia practicado to;
das las eſtratagemas dela guerra , ni al
guno deſus _Generales acordò eſta idea;
Eſta deſigual batalla de un cuerpo de
Caballería contra otro de Infantes, in—
terrumpida, y muchas veces empren
dida , durò tres horas. Per-dieron los
Suecos mas caballos que hombres. Ceª
diò en fin Schullemburgo; pero no fue-ª
ron rotas ſus Tropas. Formò un Eſq‘ua;
dron en quadro; y aunque con Cinco
heridas,ſe rerirò aſsi en buen orden à
medla noche à la pequeña Villa de Gu-'
rau,
'Rcy 'de Suecia"… L’ib. III. '147
raujà tres leguas del campo de bata#
lla.- Apenas comenzaba à reſpirar en eſ
te Lugar , quando de improviſo apare
cieron :defpues de ,‘el los dos Reyes.
A la otra parted’el Gurau ,* tirando
'acia -el tio Oder ,~ havia' 'un eſpeſo boſ—
que, por medio del_ qual ſalvò el Geª
neral Saxon ſu ſatigada -lnfanteria. Los
Suecos \in diſ uſtarſe lo perſiguieron por
el boſque mi mo, abanzando con dificul
tadpor ſendas apenas practicables à gen
te deà pie. Los Saxones paflaron el mon
te ſolo cinco horas antes que la Caballe
tia Sueca. Al ſalir de cſte boſque , corre
el rio de Parts al pie de una Aldea , lla
mada Rutſen. Schullemburgo havia acor
dado diligente , que ſe iuntaffen barcos,
è hizo pafl’ar el rio, à ſu Tropa , di (mi
nuida ya en la mitad. Llegò Carlos a
tiempo que Schullemburgo eſtaba ya' à
la Otra orilla. Jamás ſe havia retirado
General con tanto arte , y jamás havia
petſeguido vencedor tan vivamentea ſu
enemigo. La reputacion de Schullem
burgo dependía de eſcaparſe del Rey \de
Suecia : y el Rey de Suecia creia por ſu
parte intereffada ſu gloria en prender a
Kz Schu—
!48 Hiſio‘ria‘ de'Caflºr’ XII.~
Schullemburgo , y', al teſto de ' ſu’EXen
cito. No perdiò momento, è hizo 'paliar
à nado -ſu Caballería. HallabanſrrlosºSaª
xones encerrados entre el rio 'de Parts*
y el caudaloſo Oder, que ‘tiene ſuori
gen en la Sileſia ,ªy "es ya profundo ,' y¡
rapido en eſte parage'. ~ . -
La pérdida de Sch'ullemburgoparecia
inevitable z pero el intentó aún retirarſe
de eſta extremidad por uno deªaquellos
ardides , 'que valen victorias f, y’zſon' 'mas
glorioſos , porque la 'fortunano - tiene
parte en ellos. No le quedaban mas .que
quatro mil hombres. Un Molino ', que -
llenò de Granaderos, eſtaba à‘ſu derecha,
y à ſu izquierda una Laguna, delante. un
foſo , y ſu Retaguardia'ſobre la orilla' del
Oder. No tenia ponrones par a paliar atte
rio; pero havia mandado deſde laviſpera
apromptar unas Embarcaciones ,que ek‘
Franc‘es llama Radaux. Llegò Carlosª, y¡
atacó ,ſin- dílacionxal Molino, perſuadído
à que deſpues. de haverlo tomado , feria
forzoſo, que los Saxones perecieſ’ſen , ò
en el rio , ò con las armas en la mano, ò,
que à lo menos ſe rendirian à diſcrecion
cºn ſu .General, Entretanto ſe .havian
› - apreſz
l — . __ .
Rey de Suecia. Lib. III. ‘149’
apreſtadoel aquellas
paſtaban Oder-losEmbarcaciones , y
Saxones , favore-v
cidosde «la noche 5- y quando Carlos ru
Vo forzado cl Molino , no hallò mas del
Exercito enemigo. Honraron con'ſus elo
gios eſta retirada los dos Reyes , y ſe
refiere aún con admiracion en el Imperio.
No pudo Carlos contenerſè de decirzHoy
no: ha vencida Schullemburgo.
Mas eſto , que contribuía glorias à
Schullemburgo, era muy poco util al
Rey Auguſto. Eſte Principe abandonó
ªde-una vez la Polonia ‘a’ ſusEnemigos:
reriròſe à.Saxonia',‘e hizo reparar con
precipitacion las »fortificaciones de Dreſ
"de, temiendo ya'. no \in razon,por laCa
pita] de ſus Eſtados hereditarios.
Carlos XII. veía rendida la Polonia:
ſus Generales, à ſu exemplo , venian de
derrotar en Curlandia otros muchos
cuerpecillos Moſcºviras , los quales deſ—
pues dela gran batalla de Narva no ſe ‘
dexaban v‘er mas 'que en pelorones : ni
en eſtos (Laureles hacian otra guerra,que
como los Tartaros Vagamundos , que ſa—
quean , y huyen ,. y vuelven a parecer,
gara volver --à huir'.
ª. K z' En'
'150 Hiſioria de Carla:
~ En quantas partes ſe hallaban :los
Suecos , ſe creian ſegüros de la victoria,
ſiendo ellos veinte contra ciento. -En C011-.
curſo de tantas felicidades preparó-Elia
nislao. ſu coronamiento. La fortuna, que _
lo havia hecho elegir en Varſovia , y lo -
havia arrojado , lo Volviò à llamar à’las
aclamaciones de mucha Nobleza, _que le
adheríò la ſuerte de las armas., Convo
còſe una Dieta, y ſe allanaron todos los
cſtorvos. No huvo quien ſe atraveſaffe,
ſíno ſola la Corte de Roma. , \
Era natural, queella ſe declaraffe por
el Rey Auguſto , que :.deProteſtante ſe
havia hecho Carholico , para entronizar
ſe contra Eſtanislao , exaltado a1 miſmo
Trono por el grande' enemigo de- la Ren,—
gion Catholíca. Clemente X1. Papa ‘a la
ſazon , expidiò Breves-atodos los Pnela‘s
dos de Polonia , y ſobre todo al Carde
nal Primado , por los quales amenazaba
—-— —
excomulgarlos , ſi ſe atrevían à aſsiſtir à
la conſagracion de Eſtanislao , y àinren—
tar, algo contra - -los derechos del Reyj
AUgUſtO. r \ v
— — -…
Soſpechabaſe ,' que el Primador( reti—
' ª rado entonces en Dantzik ) havia ,hecho
‘ I
c‘- ¡,'. V3-.
Rey’dc- Satriá. LibJIIII_ !"5 r
_Venir de Roma eſtos Breves , para volver
_à encender el-fuego , que no podia atizar
por ſus manos. Si vinieran dirigidos :l los
Obiſpos , que eſtaban en Varſovia , fuera
de. temer, que algunos por puſilanimidad
no obedecieſſen, y que los mas ſe preva—
lieſi'en de eſte prerexro para hacerſe mas
dificiles, à medida que ſerían mas neceſ
ſarios. Aſsi, pues , ſe procuró cºn todas
las precauciones impedir el que ſe reci
bieffen en Varſovia eſtas Letras del Papa.
Un Franciſcano recibiò ſecreramente los
Breves , para entregarlos en propria ma
no à los Prelados. Diò al ínſtante uno al
Sufraganeo de Chelma, y eſte Prelado,
como muyadherido à Eſtanislao, lo lle
vò con todo ſigilo al Rey. Su Mageſtad
hizo comparecer al Religioſo , y le pre
guntò, cómo ſe havia atrevido à encar
garſe de tal lance? Reſpondiò el Franciſ
cano: (De por orden de ſu General. Eſ—
taníslao le mandò, que en adelante aten—
dieſſe los ordenes de ſu Rey. , con prefe—
rencia de los del General de los Franciſ
canos , y_ lo hizo ſalir al momento de la
.Ciudad. '
El miſmo dia ſe publicó un Decreto ‘
K4 del
152' Híſioria de Carlº: XII. ._
'delRey de Suecia , por el qual prohibía
con graviſsimas penas àtodos losEcle
ſiaſticos , Seglares , y Regulares en Var—z
ſovia, el mezclarſe en negocios de Eſta'
do z y para mayor ſeguridad hizo poner
Guardas à las puertas de todos los Prela
dos, y prohibió à todo Eſtrangero el inª—
greffo en dicha Ciudad. Tomaba ſobre
.Si eſtos rigorcillos , à fin de que Eſtaniſ—
lao en ſu advenimiento no deſcompa—
,draſle con el Clero. Decía, que ‘el deſcan
.ſaba de {us fatigas militares, araiando las
negociaciones de 'la Corte Romana,_ y1
que ſe peleaba contra ella con papel,
quando era meneſter atacar à los otros
Soberanos con armas verdaderas.
. Solicitaron al Cardenal Primado Car—
los, y Eſtanislao , para que viniefle a' ha—
cer la ceremonia de la Coronacion. No
creyò, que debia dexar 'àDanrzik por
~conſagrar ‘a un Rey , à quien él no ha
»Via querido elegir 5’ empero como ſu po—
-litica era de jamás hacer coſa fin pretex
ro , quiſo preparar à ſu negacion una efl
CUl‘a legitima. ›
Hizo fixar de noche el Breve delPaa
pa en la puerta de fu própria caſa :din
.¡. . q lg
z H :Rey dé Suecia. Lil-;HL '153
Gigi-¡ado el Magiſtrado de Dantzik , hizo
‘bnſcar los reos, pero no los hallo. El Pri
mado fingia hallarſe irritado , y eſtaba \

muy contento , pues tenia una razon


para no conſagrar al nuevo Rey , y ſe
-conſervaba à un tiempo con Carlos XLI.
’-Auguſto, Eſtanislao, y el Papa. Muriò po
cos dias deſpues , dexando ſu Pais en efl
pantoſa confuſion : y como tambien los
Politicos tienen talvez remordimientos
en ſus ultimos inſtantes , eſcribiò al mo—
-rir al Rey Auguſto , pidiendole perdon.
, La Conſagracion ſe hizo con tran
quilidad, y pompa en 4.. de Octubre
de 1705. en la Ciudad de Varſovia,
-contra la coſtumbre que hay en Polo
-nia de conſagrar en Cracovia à los Re
\yes. Eſtanislao
Carlota Lecſmski
Opalinska fueron, yconſagrados
ſu muger i
Rey, y Reyna de Polonia por mano
del Arzobiſpo‘ de Leopold , aſsiſtido de
ªotros muchos Prelados. Carlos Xll. viò
la ceremonia 'de Imagnita, como havia
'viflo la eleccion , unico fruto , que per
cibia de ſus Conquiſtas.
Entretanto que daba un Rey à la
‘iluminada Polonia , que no oflàba ¿uc
' ar~
‘154 Hiſioria .de Carla: XII.
barle el Danes, que ſolicítaba 'el Rey
de Prnſia reunirlo en ſu amiſtad , y que
el Rey Auguſto ſe retiraba à ſus Eſta
dos hereditarios, ſe haciavde dia en dia
formidable elCzar. Havia ſocorrido ri
biamente en Polonia à Auguſto, pero
en Ingtia havia hecho poderoſas diver
ſiones.
No ſolo por Si comenzaba à ſer He
roe Militar , mas tambien a enſeñar à.
ſus Moſcovitas el arte de la guerra. Eſ
tablecíaſe en ſus Tropas la diſciplina: re
nía buenos ingenieros, una Artillería
bien ſervida ,, muchos Oficiales buenos,
y ſabia el grande arte de hacer ſubſiſ
tir Exerciros. Algunos de ſus Genera
les havian aprendido à pelear , y à ſuſ
pender las armas , ſegun la neCeſsidad.
A mas de eſto havia formado una Ma
rina , capaz de reſiſtir à los Suecos en
el Mar Baltico.
Fortificado con todas eſtas ventajas
(debidas à ſolo ſu enio, y ‘a la au
ſencía del Rey de uecia) romò por
aſtàltoà Narva en 21. de Agoſto del
año de 1704. deſpues de un (itio regu-v
lar, y de haverla impedido todo_ ſocor
to
;Re-y de Saecia;Lib.1H. 'I 5;
ro por mar , y tierra. Los Soldados,
ſeñores de la Ciudad , corrieron al ſa
co , y ſe deſmandaron à las barbarida
des mas enormes. Corría el Czar por
todos lados por atajar el deſorden, y
la matanza. Arrancó por ſus manos de
las de los Soldados mugeres, que iban
à dcgollar, deſpues'de haverlas viola
do; y aun ſe viò obligado à ſer exeq
cutor de la muerte de algunos Moſco
-viras , que no eſcuchaban ſus orde—
nes. Aun ſe mucſ’cra «en el Conſiſtorio
de la Ciudad de Narva la meſa ſobre
que puſo ſu eſpada, quando la enrrò,
y ſe rrahe à la memoria el razonamien
to que hizo à los Ciudadanos , queſe
juntaron alli: La ſangre con que cſtd
teñida çſia eſjmda, no e: de lo: habi—
tadares, ſina la de lo: Moſrovitar , la
que 1“o be derramado por ſaI-Uar vmſtm:
vidar.
Aſpiraba el Czar á mas que à deſ—
truir Ciudades. Fundaba entonces una,
«poco diſtanre de la miſrna Narva , en
medio de ſus nuevas conquiſtas. Era eſ
ta la Villa de Petersburgo , la qual hi
zo deſpues ſu reſidencia , Y el cenrào
Ñ e
'156 Hz'ſi'aria de Carla: XII.
'de ſu 'comet-cio. Eſtà ,\ituada
Finlandia, y la Ingria en una entre 'la
Isla ce-ſi
nagoſa, al rededor de la qual ſe divi
de en muchos brazos elNeva, antes de
caer en el golpho de Finlandia. El miſ—.
mo rrazò el Plan de la Villa , de la Fora
taleza , del Puerto , de los Muelles , que
la hermoſean , y de los Fuertes, que
defienden ſu entrada. Eſta inculta , y
deſierta Isla , que no era mas que un
montòn de lodo en el corto eſpacio del
Eſtio de aquellos-Climas , y en Invierno
un eſtanque helado , adonde noſe podia
llegar por tierra , ſino por medio de boſ
ques \in camino, y de profundas lagunas,
a y que no havia ſido haſta entonces ſino
guarda de Lobos,y Oſſos, fue habitada el
año de ª 1703. de mas de treſcientos mil
hombres , que havia juntado el Czar en
todos los limites de ſus Eſtados. Tranſ
Portò à Petersburgo Aldeanos del Rey
no de Aſtracàn , y habitadores de las
fronteras de la China. Fue neceíſario
barrenar boſques , hacer caminos , en
)ugar lagunas , y levantar diques , an-.
ICS de echar los cimientos de la Vi
lla. En todo_ fue forzada la naturaleza.
Em
R'ey de SueciaLibJIIf- ’157
Empeñòſe el Czar en poblar un Pais,
que parecia no eſtàr deſtinado para hom
bres. Ni las inundaciones, que arrui
naron ſus obras ,Dni la eſterílidad del
terreno, ni la ignorancia de los Obre
ros, ni la mort-andad miſmazï que hizo
perecer doſcientOSImil hombres en eſtos
principios, le hicieron mudar- 'de' reſo-I’
lucion. Dificil es* preveer,-.Jſi= eſta nue-ª
va Poblacion ſubſiſtírà largo; tiempo;
empero admirarà: la poſteridad, el que
ſe haya fundado ’en concurſi) de tan
tos eſtorvos de.-la 'naturaleza‘, del _ge
nio ’de los Pueblºs, y de-una- guerra
' fatal. Petersburgo era ya Villa 'el añº'
de 1705. y .fu Puerto eſtaba lleno de'
Baxeles. El Emperador atrahia alla los’
Eſtrangcros con favores , díſtribuyendo'
á- los unos tierras , y à los otros ca*—
fas, animando todos los artes, que veª
niªn a ſuavizar eſte ſalvage Clima. So
bre todo havia hecho à Petersburgo
inacceſsíble à los esfuerzos de' los Ene-x
migos. Los Generales Suecos, que baa;
tian continuamente ſus Tropas en quad
leſquiera otras partes ,~ nou-havian po-t
dido dañar aeſta Cºlonia,_’que'naCia.,.Goç
'-'l'. l.,' za*:
I 58 Hrſtoria dc‘GarIor'XIſ.
zaba tranquilidaden medio de la-guera
ra , que la rodeaba. Ñ- »
El Czar , creando ;aſsi nuevos Elia@
dos, eſtendia ſrempreÑ la mano al Rey¡
Auguſto,, que perdia los ſuyos. Per.
ſuadiòle, por el General Parkul (que
poco antes paſsò al ſervicio de Moſco-z
via , y Embaxador_ entonces del ,Cz'aIz
en Saxoniaª), que paſſaffe à Grodno.: i
conferir una vez con. el ſobre Set
infeliz efla'do de ſus negocios. El Rey,
Auguſto llegò allá con algunas T'roſi
pas , acompañado del General Schullem.
burgo, a: quien ſu PªffªgC-:del Od'er ha¡
via iluflra‘do‘en el Norte, y en‘ quien
ponia \ii ultima '.eſperatïza. El ,Czar ar'
rivò haciendº r- marchar. \ ¡deſpues de* ?SÍ
uu Exercirode, cien milho'mbres.
dos Monarcas, hicieron i nuevos planos de‘
guerra. El adeflronado, Rey Auguſtº, nd.
temía mas-de irrirar alºs-Polacos aban.
donando ſus Paiſes à las' Trºpas Moſ.
coviras. Reſolviòſe, que el Excrcirodel
Czar ſe dividir-ia en muchos cuerpos,‘
para arreſtanal Rey _de Suecia ‘a cada
Ñpaſſoª ‘Durante eſta conferencia infliru…
yó el Rex:: Apguſto, la., Orden de la‘
» ' - Aguia
Rey de Succia.Lib.III. 159
'Aguila blanca: débil recurſo para atrahet
ſe à Si algunos ſeñores Polacos,-mas
codicioſos de ventajas Reales , que de
un honor vano , que ſe hace ridiculo,
quando ſe tiene de un Principe , que
ſolo en el nombre es Rey. La confe—
rencia_ de los dos Reyes (e concluyó-dc
una manera extraordinaria. PªkÜò-Ld
Czar de repente , dexando ſus Tropas
à ſu Aliado , por correr ‘el à extinguir
una rebelion , de que eſtaba amenaza
do en Aſtraeàn; Apenas havia marcha
do , quando el Rey Auguſto mandò , que
prendieſſen à‘ Patkul en Dreſde. Sorpren
díò à toda- la'. Europa , el que ſe atreviell
ſe contra'elr-DerechoÑde Gentes( yal
parecer contra ſus inter-effes) poner' en
priſion al Embaxador del unico Prin
cipe, que ..lo protegia.
Tal era el ñudo ſecreto de eſte
acontecimiento: Patkul ,4 preſcripto en
Suecia, por haver defendido los Pri-.
vilegios de la Livonia ſu Patria , ha
via ſido General del Rey Auguſtotspe.
ro acomodandoſe malla altiva intrepiª
d‘ez de ſu eſpiritu con ;las alturas del
Gener al Fleming,.-Privado _del Rey, Y
mas
. '160 Hgſioria de Carlo: XlI.
mas vivo, è ímperioſo, que el, havia.
paſt'ado al ſervicio del Czar, cuyo Gea
neral, y Embaxador cerca de Auguſto
era entonces. Eſte era un elpíritu pe<
netrante: havia averiguado , que las viſ
tas de Fleming, y el Chancíllèr de Sa-_
xonía eran de proponer à qualquier pre
cio la paz al Rey de Suecia. Formò
ptompramente el deſignio de prevenir!
los , negociando un ajuſte entre el Czar,,
y la Suecia.- Deſcubríò el Chancill‘er ſu
Proyecto , y conſigniò que ſe affeguraſ.
{e ſu perſona. El Rey Auguſto dixo al.
Czar , que Patkul era un perſido , que
los' vendía à entrambos. Nº obſtante,
no ,era culpable, ſino por haver ſer
vido muy bien a 'ſu nuevo Señor; pe
ro, un ſetvicio hecho mal à propoſito
muchas veces ſe caſtiga como una tray,
cion. ' › j.
- ntretanto de un lado los cien mil‘
\Moſcovitas , divididos en muchos cuer—;
pecillos , quemaban , y talaban las tiera
-ras de los Parciales de Eſtanislao , y del
orto vSchullernburgo ſe abanzaba con ſus
,muevas Tropas; v'pero la tbc-tuna de _ los
Sªcª-.ºs -dlſsipo ;en menos …de dos meſes
.l eſ.,
fRey 'de Suecia. Lib. III. ¡61
’eſtos dos Exercitos. Carlos X11. y Eſta—
nislao atacaron los cuerpos ſeparados de
los Moſcovitas y, uno deſpues de otro;
pero con tanto denuedo , que eſtaba ba
tido un General Moſcovíta , antes de ſa-
’ ber la derrota de ſu compañero.
. Ningun eſtorvo detenía al vencedor.
Si mediada algun tio entre los Enemi~
gºs, y èl, Carlos X11. y ſus Suecos lo paſ
ſaban á nado. Una partida de Suecos to-:
mò el vagage de Auguflo , .en donde \6-5
nía el doſeientos mil eſcudos en dinero.
Eſtanislao ſe hizo dueño de ochocientos
' milducados, pertenecientes al Principe
Menzikof ,General Moſcovita. Carlos àv
la cabeZazde ſu Caballería, muchas veces:
caminaba treinta leguas-eu veinte y qua-Í
tro ,horas ,conduciendo cada Soldado unª
caballo-de la brida , para que montaſſe,
quando.; ſe ríndíeffe el ſuyo. Amedrenta
dos los Moſcovíras , y .reducidos à dimi-
nuto numero', huían deſordenados a la
otra parte del Bori-ſthene.
-z En tanto que Carloshacia huir de
lante de sí los Moſcovitas .haſta lo -in,te-.
rior de la Lithuania, volviò en fin Schul
lemburgo: ‘ap-¿fiar el Oder , y vino a la
. ;..TamJÑ ‘ L
-i
can
162 Hiſloria de'Carlor‘ XIL
cabeza de veinte mil hombres à prefería
rar batalla al Gran Mªriſcal Renchild,
que era de la primera reputacion entre
los Generales de Carlos Xll. y apellidado
el Parmenion del Alexandro del Norte. .
Volvieronſe á encontrar eſtos dos
iluſtres Generales , que parecia patriciª -
paban el deſtino de ſus Señores , muyl
cerca de Punits ,ª en un Lugar llamado
Fravenſtad , territorio ya fatal a las Tro..
pas de Auguſto. No tenia Reuchild fino
trece Batallones , y veinte y dos Eſqua.
drones, que hacian en todo cerca de diez‘
mil hombres. Schullemburgo doblaba el
numero. Es de notar , que tenia en ſu:
Exercito un cuerpo de ſeis, a \iete mi¡
Moſcovitas , diſciplinados largo tiempo
en Saxonia , los -quales eſtaban acredi—º
tados , como Soldados dieſtros , que jun.
taban la ferocidad de Rufianos à la diſſi
ciplina Alemana. Eſi'a batalla de Fravenſ
tad ſe díò en 12. de Febrero de 1706.¡
Empero eſle miſmo General Schullem..
burgo, que con quatro mil hombres
havia engañado en algun modo à la for;
\una del Rey de Suecia , cayò baxo de
la del General Renchild. No durò el
~ .com
‘ Rey de Sueciª. Lib. IIÏ. 16;
combate un quatro de hora. Los Saxo—
nes no reſiſtieron un momento. Los Moſ
coviras arrojaron ſtIs armas, deſde que
. vieronà los Suecos. Fu‘e tan repentina la
conſternacion, y ran grande el- deſor—
den , que los vencedores hallaron en el
campo de batalla ſiete mil fuſilES , car—
gados todos, que los vencidos havian
arrojado à tierra, ſin diſpararlos. a
màs huvo derrota mas prompta, mas
cumplida , ni mas vergonzoſa z no obſ
tante , que jam‘as havia hecho General
tan buena diſpoſicion, como Schullem
burgo, de comun ſentir de todos los
Oficiales Saxones , y Suecos, que vie
ron eſte dia quan poco domina los acon
tecimientos la prudencia humana.
Hallòſe entre los priſioneros un Re
gimiento entero de Franceſes. A eſtos'
infelices, havian hechos priſioneros las
Tropas de Saxonia el año de 1704. en
la famoſa .batalla de Hocſted , tan fu
neſta à la grandeza de Luis XlV. Ha
vian paſſado deſpues al ſervicio del
Rey Auguſto, el qual havia hecho le—
vantar un Regimiento de Dragones,
nombrando por Comandante . à un
Lz_ Fran
164- Hiſiaflia'de'Car’Ior’XIIï: ._
Frances de la Caſa de joyeuſe.-Muritï
el Coronel à la primera, ò por meª
jor decir , à la ſola carga de ,losSue—
cos: todo el Regimiento entero quedò a
priſionero de guerra¡ Deſde el -miſmd
dia pidieron plaza eſtos Franceſes en el
ſervicio de CarlosX-lh fueron x recibidos
por; un ſm ular- deſtino, que ’los reſer—'
vabaà mu ar aun de,vencedor, yſeñor.;
_En ;quanto a los Moſcovitas , pidie
ron lavida artodillados : pero Renchild
los hizo matar inhumanamente mas-de
ſeis horas deſpues- de la batalla ,, por
caſtigar en ellos las violencias ,de ſus
compatriotas, y por .deſembarazarſe de
eſtos-priſioneros, de quienes no, hUViC1
ra ſabido que hacen_ Ñ -_ …z
Supo el Rey-de vuelta de Lithua~
nia eſta nueva victoria; perow la ſa-I~
tisfaccionque recibio', fue turbada con
un poco de emulacion , y no pudo con¡
tenerſe de decir: Rembild nº querrá mas
compar'arſè conmigo. ~ - :
Viòſe entonces Auguſto fin recurſos.:
No le quedaba, mas ,, que Cracovia , en“
donde ſe hallaba encerrado con dos Re
gimen/tos Moſeovitas, dos de--Sairones,

I
, ,Reyde Suecia¡ Lib. III. 165
&algunas Tropas del Exercito de la Co
rºnª‘, por cuyas manos tambien ſe re
.ó’elaba 'dar en las-del vencedor; mas
ſu deſgracia llegò al ultimo punto,quan
:do ſupo -, 'que Carlos Xll. havia entra
do por fin en Saxonia en primero de
Septiembre de 1706.
La Dieta de Ratisbona,que repreſen
ta al Imperio ( pero cuyas reſolucíonzs
ſon comunmente tan infructuoſas , co
mo ſolemnes) declarò al Rey de Suc
cia enemigo del Imperio, ſi paffaba à
la otra parte del Oder con ſu Exerciro.
Eſto miſmo lo determinó à marchar an
tes à Alemania.
A ſu aproximacion quedaron deſiet—
tas las Aldeas , huyendo por todas par—
tes los habitadores. Entonces Carlos ſe
porrò como en Copenhague, è hizo ſaber
cn _todos los Lugares, que èl no havia
venido ſino para dàr la paz: que todos
lºs que volvieſſen à entre ellos, y pagaſ
ſen las contribuciones , que èl ordena—
ria,_ ſerian tratados como ſus proprios
vaſtallos, y los demas perſeguidos \in
quatre]. Eſta declaracion de un Princi
Pºp, que ſe (abia jamas havia faltado a
~ L z ſu
166 Hiſioria de Carlo: XII.
ſu palabra , hizo volver en quadrillas Y
todos los que havia deſterrado el miedo.
Eſcogíò ſu campo en Alranſtad , cerca de
la Campaña de Lurſen, campo de batalla,
famoſo por la victoria , y por la muerte
de Guſtavo Adolpho. Paſsò à v‘er el liz—,.
gar en donde havia ſido muerto eſte ran
hombre. Quando lo conduxeron ha a el
míſmo parage, dixo : T0 he procurado w'—
-vz'r como e‘l , Dios me concederá quiza‘ a1—.
gun dia .una muerte tan glorioſa.
Deſde eſte campo mandò à los Eſta
dos de Saxonia que ſejuntaſièm , y le te
mitieſſen ſin dílacíon los regiſtros de las
haciendas del Electorado. Deſde que los
tuvo en ſu poder , y fue informado à pun
to fixo de lo que podia proveer la Saxo—
nia, la taſsò en 6259. rixdales por mes.
Demas de eſta contribucion , los Saxo—
nes quedaron obligados à dar a cada Sol—
dado Sueco dos libras de carne , dos de
pan, dos jarras de cerveza, y quatro fuel
dos por dia, y forrage para los caballos;
Arregladas aſsi las contribUciones , Cflª'f
bleciò el Rey un nuevo Arreglamento,
para preſervar de los inſultos de ſus Sºl?
dados à los Saxones , ordenando eu-tqdas
* las
'ReydeSueriml-I'BJÍ. t !'67
las Ciudades , en donde puſo Guarnicion,
que cada hueſped ,- en cuya caſa ſe alo
jaſſen Soldados, exhibiefie certificados
todos los meſes del procede-r de ellos,
fi no, el Soldado no tendria ſu pre.
Los Inſpectores andaban à mas de ello
en cada quince dias de caſa en caſa à in
formarſe de ſi los Suecos havian cometido
algun eſtrago , y cuidaban de reparar los
'daños à los hueſpedes ,' y caſtigar los_
culpados.
_ Sabida cola es , baxo de quán .ſeve
ra diſciplina vivian las Tropas de Car
los XII. que no ſaqueaban las Ciudades
tomadas por aſfalto, antes de obtener
permiſi'o: que aun paſſando con~ orden
al ſaco, ſe contenían de ‘el àla'prime
!a ſeña. Aun hoy ſe alaban los Suecos
de la diſciplina , que obſervaron en 8a-.
xonia , al paſſo que los Saxones ſe que
xan de los eſpanroſos eſtragos, que co—
metieron. Contradiccionesimpofiibles a'
conciliarſe , ſi no ſe ſupiera quán diſer‘en—ª
temenre ven los hombres unos miſmos
objetos. Ello era bien dificil, que los
vencedores abuſaflen tal vez de ſus de—
‘ºªhosz yct que
i los vencidos
L 4. no padecieſ-º'
' _fen
’168 Híſiaria de Carlo: XII¡ _
ſen 'el ‘menora tavio de barbarosladróª'
nes. Paſſeando e el Rey a caballo cerca
de Leipſie, llegò un -Aldeano Saxon à:
echarſe \à ſus pies , pidiendoleºjuſticia
contra un Granadero , que acababa de
hurtarle lo que eſtaba' deſtinadO' para.
que ſu familia comíeffe à medio día. El*
Rey hizo comparecieſſe el Soldado, y».
le preguntó con ſemblante ſevero: E:
verdad , que baueir robadoà :cſte hombre?,
Syrc , ( dixo el Soldado ) yo no le'he he-ª
cho tanto mal , como wmſtm Magcſtad à
ſu Señor: Vueſim Mageſtad ha guita-i
do a‘ èl zm Reyno, .y yo nº' be quitado
à eſic Aldama ſino un pabo..El Rey diò'
diez ducados de ſu mano al ‘Payſano,
y perdonò al Soldado en premio del
atrevimiento del chiſte, diciendole: Amer
date, amigo mio , "que ſ¡ T0 bc quitado*
un Reyno al Rey Augüſio , nada le he
tomado para mz‘. ‘ ï
r Tuvoſe( ſegun coſtumbte) la gran'
Feria’ de Leipſic , y concurrieron à ella*
cºn entera ſeguridad los Mercadetes;
No ªſe viò -en la Feria un Soldado Sue;
co. Se huviera dicho que :el Exercito’
‘del ReydeSuecia'no eſtaba'gen 32x94
‘ ª .l. "Illª"
'Rey ‘de Suéèid. L*ib.^m. ¿169
¡lia, fino para velar à la conſervacíon
del... Pais. Mandaba èl en todo el Electo
tado con un poder.
tranquilidad-tan :tan, abſoluto
profunda como en ,ÑEſ-.ct
x
tokolmo. y y ‘ e .. _ Ñ,
ª. ' Diſcurtia‘elRey. Auguſto la Polo
Dia, privado à un vtiempo de ſu Reyq
!19‘s .zi-de ſuv Electorado, y al fin eſ-.
crtbiò de proprio puño una Carta' à
Car-ios XII; pidiendole la paz. Encargò
cn ſecreto el negocio de llevar la Car
:a ‘al Varon:'de lmohf, juntamente con
Monſieur Fiſten , Reſrendarío del Con
ſeío_ Privado. Dio à los dos ſus plenos
poderes, y ſu ſeñal blanca: Id( les di."
XO en* formales palabras) procurad al
canzar-me condiciones razonables , y ChriſL
tiamr. Eſtaba reducido ‘ala neceſsidad
de ocultar ſus felicitaciones de _paz , y,
à _no recurrir à la mediacion de algun
Principe; porque manteniendoſe èl en
tonces en Polonia à merced de los Moſ
covitas , temía con razon , no vengaſiè
en ‘el ſu ſumiſsíon al vencedor el peli
lªroſ() Aliado , que abandonada. Sus dos
lenlpotenciaríos llegaron de noche al
Campo de Carlos.Xll. y tuvieron Ãna
“c . u~.
170 Hiſiaria de Carlo: XII.
'Audiencia ſecreta. Leyò el Rey la Carta,
y dixo à los Plenipotenciarios : Me
fieur: , al momento tendreis mi "e/¡mejia
Retiròſè al inſtanrc à ſu Gavínere, YJ
cſcribiò lo figuiente.
Con-vengo en conceder la paz , :07114:
cºndiciones ſiguienter, d la: quale: no
er memſter eſperar , que yo made eºſa
agarra.
i. Que el Rey Auguſio renuncie Pª
ra ſíempre la Corona de Polonia.
2. Que reconozca a‘ Eſiam’rlao por le—
gitima Rey , prometiendo , que jama‘: pm
ſara‘ ‘vºlver a‘ entronizarſe , aun dig/jue¡
de la muerte de Eſianirlao.
3. @te me reſiituya con bqnm à mi
Campo la: Principe: Sobicrkir , y todº:
10-r Príſi'onera: , que ha podido hacer.
4. @e me entregue todo: los de/er—
'ºrºí › que ban paſiízda a‘ ſu firvicio, y
nombradammte a‘ juan Patkul, y que el
_fic/[venda todo proceder contrª lo: que de,
ſu ſerviez‘o ban paffêzdo al mio. -
Diò eſte papel al Conde Pipèr, en
cargandole negociaſiè el reſto con los
Plemporenciarios del Rey Auguſto. Sor
Prºndlòlos la ,dureza de eſtas propoſ¡
‘‘* cto—.
Re‘y 'de Suevia. Lib. IÍI. r7!
‘ciones , y uſaron lo poco de arte , que ~
ſe puede emplear, quando falta el po
der , para procurar torcer el rigor del
Rey de Suecia. Tuvieron muchas con—
ferencias con el Conde Pip‘er S pero eſ
te Miniſtro no reſpondia otra coſa á \OI
das ſus inſinuaciones, fino: Tal es la.
voluntad del Rey mi Señor: jamás muª
da ſus reſolucioncs. -
En tanto que ſe negociaba' ſorda
mente eſta paz en Saxonia , parecio que
la fortuna ponia al Rey Auguſto en eſ
tado de conſeguirla mas honroſa , y de
tratar con ſu vencedor, ſobre un pie mas
igual.
El Principe Menzikoff , Generaliſsiz
mo de los Moſcovitas , llegò con treinta
mil hombres à hallarlo en Polonia, à
tiempo, que no ſolo no deſeaba yà ſus
ſocortos, ſino que tambien los temía.
¡Tenia conſigo algunas Tropas Polacas,
y Saxonas , que componían en todo ſeis
mil hombres. Cercado con eſte peque
ñ_o cuerpo del Exercitoidel Principe Men
Zlkºff, tenia mucho que temer, caſo
que ſe deſcubrieffe ſn negociacion. Veia
[º à un tiempo defironado por ſu Ene
‘ m¡
'I 72' 'Hiſioria de 045310: XII. __
migo , y en peligro de 'quedar pñſio*
nero de ſu Aliado. En eſta. delicada cir
cunflancía ſe hallò elExercito en p'reſen-j
cia de uno de los Generales Suecos , lla*
mado Maderfcld , que eflaba à la cabezaª
de diez mil hombres ’en Calish , cerda"
del Palatinado de Poſnania. El Principe
Menzikoff inflò al Rcy- Augqſto à pre?
ſenrar batalla. El Rey muy embaraz’adozr'
la difiriò baxo de diverſos pretextos; l
porque aunque los Enemigos fijeffen—rreèj
veces menos fuertes que ‘el , havia alllª
quatro mil Suecos en el Exercito de Ma
derfeld,, lo qual era baſtame para ha;
cer dudoſo el acontecimiento. Dàr laª
batalla à lòs Suecos, durante las nego—
ciaciones, y perderlà, era ahondar er
abyſmo en queïſc hallaba; yaſsitomò‘
el partido-de embiar alGeneral Enemigo’
un hombre“de confianza , queªle dieſ
ſc parte del ſecreto de la paz ,, advir~
tiendole, queſe retiraſie 5 pero eſte aviï
ſo tuvo efecto diametralmente contra
rio al que ſe aguardaba: porque cre
yendo el Genera'IMadetfeld, que ſe le
armaba un lazo para intimidarlo, por¡
ſolo eſ’co-ſc reſolviò à aventura: ;la bau
tallaz A…, ,
Rey de Sueña. Libi‘IH. '173‘
tf" ¿Alli, por primera vez, vencieron‘
Los Moſcoviras Ñàlos Suecos en batalla
campal… Conſiguiò el Rey Auguſto , (Iª-.
ſI .contra, Si‘yzunªffich lªcra…, Victºria 5 y,
en .medio de , fu'. adver, for-tuna entró_
triunfante en Narſzoviajſu Capital-en otro'
riempp ,, y entonces Ciudad deſmanrelaç
da ,,~. arruinadilÑ , UY .'diſpueſta-Ñà_ ;recibir ‘al‘
vencedor tal ¿qual-,fuelle z. La) reconom:
por.
de .ſu, Rey: almas.
valerſe fuerte., Eflçwº tentªdo'
de .citemomenmdcn Ptºſpe-Iv
{idgdÑ .j :yj-paflªarz à- aracaren 'Saxonia al
Rey_ ¿de Suecia.. :cºnj- el -Exerçitº. , Moſ-j
çouira. Emperb
que Carlos :haviendo
eſtahaàla ¿reflexionadog
cabeza,dqn.n Exer-.v
çiro Sueco ,- ‘halla ;entonces—_.invencible:
_que-lo -deſampararian los Moſcoviras al
primer rumor ;dejſu comenzado trato:
gueÑla Saxoniazª [u Pais hereditario , ex
auſta . yá de dinerº, y de hombres,…
(cria: deiſolada ,igualmente por vlos Moſ
coVitas, y por los Suecos; _que el Im;
pario , ocupado ;en la guerra contra la
Francia., no podia ſocorrerlo ;.yv que el’
"quedaria (in .ÑEſ’rªdp, ſinv dinero' , _ly .ſin
_amigos , concibió ,que era' forzo o hu- j
. millªr# à lalºyzzquc vle: imEuſieíſc el !Lºª—ir.
'e 'de Suecia.ª ‘ ' ' Eſª
,SÍ
1‘74 Ht'ſiaria de Ca'rl‘ºr Xſſ.
Eſta ley ſaliò aun mas dura , quando
ſupo ‘Carlos , que el Rey-Auguſto havia
atacado a ſus Tropas durante la negocia;
cion. Su cólera, y la complacencia de
humillar mas ‘a un Enemigo , que acaba
ba de venCerlo , lo hicieron mas inflexi
ble en todos los articulos del Tratado.
AG¡ la victoria del Ray-Auguſto no ſir—
viò mas , que de hacer ſu \ítuacion mas
deſdichada , lo que quiza a ningun Otro,
que à èl havia ſucedído. I
Acababa de hacer cantar el Te Dam‘
en Varſovia , quando Finſtèn , uno de ſus
Pleniporenciarios , llegò de Saxonia con‘
el Tratado-'de Paz, que lequitaba la C04
rona. Suſpendiòſe Auguſto 5. pero firmó;
y partiò para Saxonia ',- vanamente eſ-~
peranzado ,' de que ſu preſencia podria’
torcer al Rey de Suecia , _y de que acaſo
ſu Enemigo ſe acordaria _delas antiguas
alianzas de ſus Caſas, y de la ſangre, que;
los vinculaba. '
Vieronſe eſtos dosPrincipes por pri¡
mera vez en un Lugar llamado‘ Guru‘
terſdorff, en el (Luart‘el del Conde Piper-,ªr
ſin ceremonia alguna. Carlos Xll. eſtabªïí.
con botas fuertes, ‘zz-‘,uu'rafetan _negro‘jl ‘
l
alª ª, 1
.l
i'yu
Rey de Suecia. LibJII. '17;
al cuello por corbata , ſu veſtído , ſeguu
lo uſaba, de un paño burdo azul, con bo.
,rones de cobre dorado , y ceñida al lado
una eſpada larga , que leÍ havia ſervído en
la
\è batalla
arrimabadeàNarva , ſobre
menudo. cuyo. pomo
La converſaciorcti
fue \bio ſobre eſte eſtraño trage , y ſobre
el uſo de las botas fuertes. Carlos Xll'.
dixo al Rey Auguſto , que èl no las ha
VÍa dexado aquellos ſeis años , ſino paz
ra acoſtarſe. Eſtas vagarelas fueron el unL
eo entretenimiento de dos Reyes , el uno
de los quales deſpoffeia al otro de una Co,
lona. Hablabaſobte todo v.lªluguſto con
nn dekmbarazo, , complacencia , y ſatiſ
faccion , que los Príncipes, y hombres,
acoſtumbradosüà negocios grandes, ſaben
practicar en medio de las mortíficacio—
neamas crueles. Deſpues comieron jun
tos à medio_ ¡dia muchas veces. Afectò
fiempre Carlos el dàr la derecha al Reyi
Auguſto; empero , lexos de ceder de ſud
demandas, las hizo aun mas duras , que
riendo que el Rey Elector , no ſolamente
"embialſe aEſtanislao las 'Joyas , y los Ar-jj
chivos de la Corona , mas tambien que le'
cſcribieffe, una. çarta de enhorabuenabſo
- AÑ re
'Í 76 Hz‘ſio’ria. de: Cárlò: XII-’
bre ſuzadvenimi'ento. Inſiſtiò ſobre todo
en que ſe le entregaſie ſin dilacion el Ge'—
neral Patkul. Aſsi , pues , fue Auguflo
for-zado à eſCribir à. ſu Riu!. la Carta. ſiú
guienre. . .Ñ '
. MONSIEUR' ,- Y HERMANO.- Como ¿le-'
-ba rcſpetar kt“fiíplicas del Rey de Suecia;
nº Puedo omitir' el felicitar à vüeſira Ma—
g‘cſtad ſobre fi¡ exaltacian à la Corona,
aunque quiza‘ el Tratado ventajaſo , que’
el Rey de Suecia acaba de concluir por \meſ
tra Mage/Yaoi, me debiera haver diſpenſa—
da de cſta carreſpondemia : N0 abſian-ª
te , doy à Que/2ra Magqíad la cnharabue-_é
m , rogando a‘ Dia: , que vmſtro: mfflzá‘
110: o: flan mas fieler, que -10 ban ſidº à‘¡
x mi.' ct ' ~ ~ ‘ . Y,Í
'/ 'Auguſtoz Rey.
En Leipſic à -8. de Abrilde. 1707. Í

Eſtanislao reſpondiò:

1. .MONSIEUR ,~"r HERMANO. La corre/'<4


dencia de vueflm -Mageſiad es una nueqª'
‘Ue :obligacion , que tengo al Rey de Sueciay
&rm cºmº-debo z lo¡ chimieNN-ª que“
'. r J

..,,lj
_ Rey de Suecia. 'LibJIL ’177
(zafira Mage/?ad me hace ſbbre mi adve
nimiento: T0 eſjíero , que mi: *Urzfflzllo:
no tendrán Punto en que faltara-e Ei la
fidelidad , pue: que T0 obflrwrè la¡ Le
yer del Reyno. '
Eſtanislao , Rey de Polonia.

El Rey Eſtanislao paſsò tambien à


LCiPſiCp en donde encontro un dia al Rey
'Auguſto ; pero eſtos dos Príncipes ſe ſa
ludaron ſm hablarſe. Eſte era el colmo del
triunfo de Carlos XlI. vèr en ſu Corte dos ,
Reyes
tronado, elpor
unoſuscoronado
armas.v , y el Otro deſſi
Fu‘e preciſo , que Auguſto mandaiſe
‘tambien, que
.tratura à todos ſus Oficiales
en adelante no lede Magiſel
dieſtcten
.tratamiento de Rey de Polonia , y que
mandaíſe borrar de los públicos Memo—
.riales eſte Titulo , à que renunciaba. 'Me
,nor fue ſu pena en entregar los Sobieskis.
Eſtos Príncipes al \alir de ſu priſion reu
,ſaton verlo; mas el ſacriticio de Patkul
fu‘e lo que debiò mortificarlo mas. Por
una parte el Czar pedia con altiv‘ez , que
ſe le reſtituyeſie , como Embaxador ſuyo;
y por la Otra el Rey de Suecia exigía con
TomJÑ ' _M ame
178 Hiſia‘rt'd de Carlos" XII.
amenazas , que ſe le entregaflè à èlf Eſ’ca.
ba á la ſazon Patkul encerrado en el Caſ
tillo de Coniſ’ting, en Saxonia; el Rey
Auguſto creyó’, que podia ſatisfacer :—í Un
tiempo à Carlos Xll. y à ſu honor. Em
b'iò Guardas para entregar eſte infeliz à
las Tropas Suecas z pero antes al Gober
nador de Coniſting un orden ſecrero', pa
ra que dexaffe eſcapar ſu Priſionero. La
adverſa fortuna de Patkul deſvaneciò las
diligencias con que ſolicitaba ſu libertad.
Noticioſo el Gobernador de que Parkul
era muy rico , quiſo hacerle comprar ſu
libertad : inſiſtiendo aim el Priſionero en
el Derecho delas Gentes , è informado de
las intenciones del Rey Auguſto , reusò
pagar , lo que penſaba conſeguir (in pre
cio. En elle miſmo intervalo llegaron los
Guardas , enviados para agarrar al Pri
ſi‘oneto , y lo entregaron immediaramen
te à quatro Capitanes Zuecos , los quales
lo llevaron (in dilacion al Martel Gene
ral de Alranſtad , en donde lo tuvieron
tres meſes atado à un poſte con una
grueffa cadena de hierro , y deſde alli file
conducido à Caſimir.
Cªrlºs, olvidado que Patkul era Em
bª?
Rey de Suecia. Lib. III \I 79
baxador del Czar , y a'cordandoſe (ola—
menre de que havia nacido vaíſallo ſuyo,
ordenò al Conſejo de Guerra , que lejuz
gaſie con el ultimo rigor. Fue condenado
a ſer roto vivo , expueſto en quarros. Un
Capellan fue à anunciarle , que le era
preciſo el morir , ſin decirle el genero del
ſuplicio. Entonces eſte hombre,que havia
deſpreciado la muerte en tantas batallas,
hallandoſe ſolo con un Sacerdºte , y no
ſoſtenido ſu' valor de la gloria , ni de la
cólera( unico origen de la animoſidad
de los hombres ) derramò copioſas lagri
mas en el ſeno del Capellan. Eſtaba dell
poſado con una Dama Saxona , nombra
da Madama de Engilden , de calidad,
merito,y hermoſura, y havia tratado ca
ſarſe al miſmo tiempo , poco mas, ò me
nos , en que fue entregado al ſuplicio. En
‘ cargó al Capellan la fuelle à viſitar para
l conſolarla, y la aſſeguraffe , que ‘el moria
tiernamenre aficionado a ella. (Dando
llegó al lugar del ſuplicio , y vió las rue
das , y eſtacas enderezadas , cayò en las
convulſiones del eſpanro , y ſe echò entre
los brazos del Miniſtro , el qual lo abra
zò, cubriendole con ſu capa, y llorando.
' M2 . En..
¡80 A Hiſiaria de Carlo: XII.
Entonces un Oficial Sueco leyò en voz
alta un papel, que contenía eſtas pal-a—
bras: '
,, Haceſe ſaber , que el orden muy‘
,, expreſlò de ſu Mageſtad , nueſtro Señor,
,, clementiſsimo , es , que eſte hombre,
,, que es traydor à ſu Patria , ſea enroda
,, do, y del'quartizado, en pena de ſus
,, delitos , y para exemplo de otros: Que
',, cada qual ſe guarde de trayuon , y lir—
‘ ,, vaà ſu Rey fielmente. A las palabras
de Principe clemcntiſrimo: (De clemencia?
dixo Patkul. Y á las de traydar ¿la Patria.,
Ay de mi‘. dixo: yo la he ſervido muy¡
bien. Recibiò diez y ſeis golpes , y ſufriò
el ſuplicio mas largo , y mas eſpantoſo,
7 ue ſe pudo imaginar. Aſsi padeciò el
deſdichado _juan Reynaldo Patkul , Ern
baxador , y Generaldel-Emperador de
Ñ Moſcovia. ‘
Los que no veian en èl ſino un vaſlà
llo ,rebelado contra ſu Señor , decian, que
havia merecido la muerte; empero los
que lo miraban como à un Livonio, na.
cido en una Provincia , que gozaba pri—
vilegios que defender , y ſe acordaban
deque nohavia ſalido _de la-Livonia, lino
por
g Rey de Sueciá. LibJII-ª v181
por haver defendido los derechos, lo ape
llidaban el martyr de la libertad de ſu
Pais. Todos por Otra parte convenian,
en que el Titulo de Embaxador del Czar '
indultaba ſu perſona.SOlo el Rey de Sue
cia, criado entre los Príncipes del deſpo- _
tiſmo , creyò no haver excedido un acto
de juſticia , cn tanto que toda la Europa KL
condenada ſu crueldad.
(Dedaron ſus miembros deſquartiza—
ªºs, eXpucſ’cos ſobre maderos haſta el año
de 1713.en el qual teentronizado Anguſ
tº, hizo juntar eſtos teſtim’onios de la ne
ceſsidad , à que havia eſtado reducido en
Alranſtad , y ſe los conduxeron à Varſo—
via en una caxa , en preſencia del Embia—
do de Francia. El Rey de Polonia , moſ
trando à efie Miniſtro la caxa , le dixo
con ingenuidad : Vei: alli lo: miembro: ’de
Pªtſtul , \in añadir mas palabra , para
disfamar , ò lamentar ſu memoria , ſin
que perſona alguna de las que ſe hallaban
preſentes ſe atrevieſi'e à hablar ſobre un
punto tan delicado , y tan triſte.
_ Guardaba Carlos el miſmo trata
rmento al General Fleming , querido , y,
deſpues primer Miniſtro del Rey’Augull
Mz to…
1‘82 Hç'ſioria de Carla: XII.
ro., Era Fleming natural de la Pomerania.
Sueca: y aunque deſde ſu niñez eſtuvo
entregado al Elector de Saxonia , ſiempre
lo miraba Carlos como à ſu Vaſſallo , y..
pidio mucho tiempo que ſe le entregaſ
ſen. Fleming , que veia à ſu Señor en eſtaª
do de no negar coſa alguna', romò el par@
tido de rerirarſe à Prufia , y deſde alli eſ—
cribiò al Rey Eſtanislao , con el qual ha-.
via eſtado confederado en Polonia , ſu
plicandole le alcanzaſ’ſe del Rey el que
ceſſalſe eſta preſcripcion contra è]. Ha
blò con calor Eſtanislao , reiterando ſus
ſúplica-s por ocho dias ſeguidos , \in poder
lograr coſa, Al fin ſe echò Caſ¡ à los pies
de Carlos, el qual le dixo: Hermana mio,
tz? 10 quieres, yo te conceda ſu vida; emperº
acuerdate , que tia te bar de arrepentir de
ellº algun dia. En efecto, Flemingſrrviò
deſpues à ſu Señor contra 'el Rey lEſtaniſ-ª
vlao mucho mas alla de ſu obligacion.
Acia el miſmo tiempo un Livonio,
llamado Paikel , Oficial de las Tropas
Saxonas , fue hecho priſionero con las
armas en la mano, y acababa de ſer con».
denado àmuerre en Eſtokolmo , por ſen-,
tencra del-Senado; pero no mas que à
Pº"
Rey de Suecia.Lib.III. I 83
pena capital. Eſta diferencia de ſUPllc’lOS
Cn un, miſmo caſo hacía ver claramente,
que Carlos havia penſado mas en vengar
fª z que en caſtigar , haciendo perecer a
Patkul con muerte ran cruel. Sea lo que
fuere , Paíkel deſpues de ſu condenacíon
hizo proponer al Senado , que deſcubri
ria al Rey el ſecreto de hacer oro, ſi que
ria perdonarlo. Hízoſe la experiencia de
ſu ſecreto en la carcel, en preſencia del
Coronel Hamilton, y de los Magiſtrados
de la Ciudad: y ſea que el tuvo en efec—
to deſcubierto algun arte util, ò ſea que
tuvo el de engañar con habilidad, lo que
cs mucho mas veroſímil , es cierro , que
ſe llevò à la Caſa dela Moneda de Eſto
kolmo el oro , que ſe hallò en el críſol al
fin de la experiencia, y ſe hizo al Senado
una relacion tan juridica , y que pareció
tan importante , que la Reyna, abuela
de Carlos , mandò ſuſpender la execu—
cion, haſta que informado el Rey de eſta
fingvularídad , embiaſſe ſus ordenes à Eſ~
tokolmo.
Reſpoudiò el Rey, que havia negado
à ſus amigos la gracia en lo criminal, y,
_que jamas concederia al interes, lo que
M 4 no
‘184 Hiſiaria de Carlo: XII;
no havia concedido à la amíſtad. Eſta ind
flexibilidad tuvo algo de-heroyca en un
Principe, que por otra parte creia poſsi—
ble el lècreto. El Rey Auguſto, informa—
do de eſte ſuceſſo , dixo : T0 no me eſparüº
de que el Rey de Suecia tenga tanta indi
ferencia para la piedra Philoſopbal , pue:
que èl la ba hallado en Saxonia.
(Mando ſupo el Czar la extraña paz,
que havia concluido en Alranflad cºntra
ſus Tratados el Rey Auguſto, y que Pat-ü
kul , ſu Embaxador Pleniporenciario, ha-ü
via ſido entregado al Rey de Suecia en
menoſprecio del Derecho de Gente-s , hi—
zo que ſe oyeſièn ſus quexas en todas las
Cortes de la Europa. Eſcribiò al Empe—
rador de Alemania , à la Reyna de Ingla~
terra, y ;í los Eſtados Generales de las
Provincias Unidas , llamando cobardía¡
y perfidia la neceſsidad doloroſa; que
havia oprimido à Auguſto: Pidiò encarta—
cidamente à todas elias Potencias vinter-ª
pulieſiiªn ſu mediacion para hacerle vol
ver ſu Embaxador , y para prevenir 1:¡v
afrenta , que ſe iba à execurar en ſu per~
ſona à todas las Cabezas- coronarias. EC'
rrechabalas por el vmotivo .de ſu’hon’otj.
, . › .ª
. ª** ct ct
Rey de Suecia. Lib. IH. '185-Ñ
'à no envílecerſe , haſta d‘ar de la paz de A
Alranſtad una garantía, que Carlos XII.
les arrebataba con amenazas. Eſtas Car~
tas no tuvieron Otro efecto, que el hacer
mas patente el poder del Rey de Suecia.
El Emperador , la inglaterra , y la Olan
da tenían entonces que ſoſtener contra la
Francia una Guerra , que amenazaba
ruina : con que noiuzgaron à propoſito
el irritar à Carlos Xll. por la negacion
de la vana ceremonia de la garantia de
un Tratado. En quanto al infeliz Patkul,
no huvo Pºtencia, que en ſu favor inter
puſieſie ſus buenos oficios , y que no hi.
ciefle v‘er quan poco debe confiar en Re—
yes un Vaſtallo.
Propuſoſe en el Conſejo delCzar‘el
uſar de repreffalias con los Oficiales Sue—
cos ,priſioneros en Moſcouz empero el
Czar no quíſo conſentir à una barbari
dad , que huviera producido conſequen—
cias tan funeſtas. Havia mas Moſcovitas
priſionetos en Suecia , que Suecos en
Moſcovia.
vSolicitò una venganza mas util. Ha—
ilabaſe ocioſo en Saxonia el grande Exer
cito de ſu Enemigo. Levanhaup , Geuecrlªï
, i e
’186 Hffloria de Carlo: XII.
'del Rey de Suecia, que havia quedado en
Polonia à la cabeza de a'cia veinte mil.?
hombres, no podia guardar los paffos en
un Pais ſin fiIrtalezas , y lleno de faccio
nes. Eſtanislao eſtaba en el Campo de
Carlos XlI. El Emperador Moſcovita,
valiendoſe de eſta coyuntura , volvio à
entrar la Polonia con mas de ſeſenta mil
hombres. Separòlos en muchos cuerpos;
y ‘el marchò con un Campo volante haſta
Leopold, en donde no havia Guarnicion
Sueca. Todas las Ciudades de Polonia'
ſon- del que llaga con Tropas à ſus puer.
tas. ' Hizo convocar una Aflàmblèa en_
Leopold -, poco diferente de la que en_
Narſovia havia deſtronado à Auguſto.
Tenia entonces la Polonia dos Prima
dos , como tambien dos Reyes: el unº'
por nombramiento de Auguſto; y el Otro
por el de Eſtanislao. El Primado , nom
brado por Auguſto , convocò la Aſham
bl‘ea de Leopold ,a la que concurrieron
todos los que havia abandonado eſte Prin
cipe por la Paz de Alranſtad , y los que
havia ganado el dinero del Czar.Propuſo
ſe alli la eleccion de un nuevo Soberano;
y ;falto poco para que la Polonia tuvieſt'e
en
;Reyfde Suecia.Lib.III. 187
entonces tres Reyes , ſin que ſe pudiera
decir, qual"era el verdadero. d
Durante las conferencias de Leopold,
el Czar , confederado de interes con el
Emperador de Alemania', por el comun
temor en que eſtaban del Rey de Suecia,
conſiguiò ſecretamente, que ſe le em
biaiſen 'muchos Oficiales Alemanes. Au
mentabanle eſtos de dia en dia confide
rablemente ſus fuerzas , llevando conſigo
la diſciplina , y 'la experiencia. Empeña—
balos à ſu ſervicio Por liberalidades; y,
para animar mejor ſus proprias Tropas,
diò ſu retrato enriquecido de diamantes
à los Oficiales Generales,y à los Corone
les, que havian peleado en la batalla de
Calish: à los Oficiales ſubaltetnos Me'
dallas de oro; y de plata à los Soldados
taſos. Todos eſtos monumentos de la vic
toria'de Calish ſe fundieron en ſu nueva
Ciudad de Petersburgo , en donde flore
cian los artes à medida que ‘el enſeñaba
à ſus Tropas à conocer la emulacion , y
lª gloria. › .
La confuſion , la multiplicidad de
facciones , y las dCffolaciones continuas
en Polonia , impidieron à la Dicti de
60-,
'188‘ ‘ Híſiaria de Carlo: XIſ.
Leopold tomar alguna reſolucion , y el,
Czar la hizo tranferir à Lublin. La mu—
danza de lugar nada diſminuyò las tur
bulencias , ‘e incertidumbres en que eſtaª
ba‘ todo el mundo z y ſc contento la Aſ'-,
ſambléa con no reconocer à Auguſto,;
que havia abdicado , ni à Eſtanislao, ele
gido contra ellos; ‘pero les faltò la union,
y el atrevimiento neceffario para nom
brar un Rey. Durante eſtas inuriles de
liberaciones, el partido de los Príncipes
de .Sapieha , el .de Ogiski , los que eſta
ban en ſecreto por el Rey Auguſto , y los
nuevºs Vaſſallos de Ellanislao ſe hacian
guerra, ſaqueaban los unos las tierras
de los ºtros , y acababan la ruina de ſus
Paiſes. -
Las Tropas Suecas, comandadas por
Leveuhaup , de las quales una parte eſta
ba en Livonia , otra en Lithuania, y otra ' l
en Polonia , buſcaban todos los dias à las ‘
1Tropas Moſcovitas , y abraſaban todo lo
que era Enemigo de Eſtaníslao. Los Moſï
cºviras arruinaban igualmente à Ami—
gos , y Enemigos. No ſe veia ſino Ciuda
des reducidas a' cenizas , y errantesTro-I
Pas de Polacos deſpojados de todo., ,que
de
Rey de Suecia. Lib. Ill. '189
'dereſtaban igualmente de ſus dos Reyes,
.de Carlos Xll. y del Czar.
Partiò de Alranſtad el Rey Eſtanislao
*en 15. de julio de 1707. con el General
Renchild , y diez y ſeis Regimientos Sue
cos , y mucho dinero, para aquietarto
dos eſtos alborotos en Polonia , y hacerſe
reconocer con tranquilidad. Reconocie
'ronlo en todos los Lugares del paflb. La
díſciplina de ſus Tropas, que hacia co
nocer mejor la barbaridad de los Moſc'o—
vitas, le ganò los eſpiritus 5 y ſu extrema
da afabilidad le recobrò caſi todas las fac
ciones à medida , que la conocían. Su di
nero le entregò la mayor parte del Exer
-ciro de la CoronagTemiendo el Czar, que
le faltarian víveres en un Pais, que havian
-deſtolado ſus Tropas , ſe- retirò à Lithua
nia , en donde eſtaba el campo -de ſus
-cuerpos de Exercito, y en donde debia
eſtablecer ſus almacenes. Eſta retirada
-dexò al Rey Eſtaníslao Soberano pacifico
de caſi toda «la Polonia.
El unico que lo inquietò-entonces en
-ſus Eſtados , era el Conde Siniauski, Ge
neralíſsimo de 'la Corona, por nombra
::miento del Rey -èuguſto, Eſte hombre,
, - que
190 Hiſioria de Carlo: XII.
que tenia grandes talentos , y mucha am’
bicion , Cſtabª à la cabeza de'un 'tercer
partido : no reconocía à Auguſ’to , ni à
Eſtanislao; y deſpues de haver ſolicitado
con eficacia la Corona, ſe comentaba
con ſer Cabeza de Bando , no pudiendo
ſet Rey. Las Tropas de la Corona , que
militaban baxo de ſus ordenes, tenian
muy poco ſueldo mas, que la libertad de
ſaquear impunemente ſu proprio Pais.
Todos los que temian eſtos inſultos, ò
los que los padecian, ſe entregaron al
inſtanteà Eſ’tanislao , cuyo poder ſe afir
.maba de dia en dia.
El Rey de Suecia recibía entonces en
ſu Campo de Alranſtad Embaxadores de
caſi todos los Príncipes de toda la Chriſ
tiandad. Venian los unos à ſuplicarle de
xaſſe las Tierras del Imperio 5 y lºs otros
ſe huvieran holgado, de que èl huvieffe
Vuelto ſus armas contra el Emperador.;
Eſte miſmo rumor , de que debia ‘el jun.
tarſe à la Francia para opreſsion de la Ca.
-ſa de Auſtria , eſtaba eſparcido por todas
partes. Entre todos eſtos Embaxadores
llegò el famoſo Juan, Duque de Mal
bouroug , de parte de Ana , Reyna de la
‘ Gran
› Rey de Surcia.Lib.III. 191‘
Gran Bretaña. Eſte hombre, que jamas
fitiò Ciudad, que no romò, ni diò batalla,
que no ganó , era en San-James un ſagaz
Correſano , en el Parlamento una Cabeza
de Bando , y en los Paiſes Eſtrangeros el
mas habil negociador -de ſu ſiglo.
Havia hechoà la Francia tanto mal
por lo Politico , como por lo Militar. Se
havia oido decir al Secrerario de los Eſta—
dos Generales Fagel , hombre de muy,
grande merito , que haviendo los. Eſtados
Generales reſuelto mas de una vez opo
nerſe à lo que debia proponerles el- Du
que de Malbouroug , llegaba «el Duque,
hablabales en Frances ( idioma Cn ,que
ſe explicaba muy mal) y los perſuadia
à todos. .
Soſtenia con el Principe Eugenio,
compañero de ſus victorias, Y con Hen
ſius, gran'Penſionario de Olanda ,todo
el peſo de las empreffas de los Aliados
contra la Francia. Sabia ,que Carlos efla—
ba irrirado contra ellmperio , y contra el
Emperador , y ſecretamenre ſolicitado
por los Franceſes; y que ſi eſte Conquil'-,
tador abrazaba el partido de Luis XIV.;
ſerian oprimidos los Aliados. -V
er—
192 Hiſioria de Carlo: XII.
Verdad es , que Carlos havia empeña
do ſu palabra el año de 1700. de no mez
clarſe en coſa de la guerra de Luis XIV.
contra los Aliados 5 empero no creia _el
Duque de Malbouroug ,- que huvieflè un
Principe tan eſclavo de ſu palabra‘, que
no la ſacrificaſi'e àſu grandeza, y à ſu in-v
ter‘es. Partiò , pues, de la Haya con el de
ſeo de ir à fonda: las intenciones del Rey¡
'de Suecia,
Haviendo llegado à Leipſic,en donde
à la ſazon reſidia Carlos , acudiò ſecrera
"mente, no' al Conde Pip‘er , primer Mí
niſtro , fino al Varon de Goerts , el qual
&comenzaba à partir con Piper la confiana
-za del Rey. Dixo à Gocrts , que el deſig
nio de los Aliados era proponer prompra~
mente al Rey de Suecia ſu ſe unda me
diacion entre ellos , y la FranCIa. Hablaba
’aſsi en la eſperanza de deſcubrir pordla.
reſpueſta de Goerrs las intenciones del
Rey; y porque huviera querido mas poc
'arbitro , ‘que por enemigoà Carlos: deL
pues tuvo una Audienciav publica en
eipſic. a . p
Haviendoſe acercado al Rey , le dixo
En Francés ,A gue èl le_ tendria por dicho-.
. ſq
ÏRey de Suecia. LibJII. !93'
'fo en !poder aprender baxo de ſu’s ordenes
loque le reflaba ſaber en el Arte de la.
Guerra. Deſpues tuvo en particular una
Audiencia de hora , cn la qual'hablaba el '
Rey en Alemán , y el Duque en Francèsa
Eſte, que nunca ſe apreſurabaïen hacer
ſus propoſiciones , y que havia adquirido
por muy larga experiencia el arte- de diſ-à
cernir los hombres, y de penetrar ſus 'mas
arcanos deſignios , ſus acciones , ſus mo?
vimientos , y diſcurſos , eſtudiò con arení
cion al Rey , en hablandole de guerra en'
general. Creyò , que deſcubria en Car-Ï
los XII. una averſion natüral contra la
› Francia; y norò , que ſe complacia en
hablar de las conquiſtas de los Aliados(
Pronunciòle el nombre del Czar, y viò,
que los ojos del Rey ſe encendia-n ſiemi
pre al oir eſte nombre,no obſtante'la mo-i
deracion de eſta conferencia. A mas de‘
cflo , llego à ver (obre una meſa una Carl
ra de Moſcovia. No huvo meneſter mas
gara juzgar ,que el verdadero deſignio'
del Rey de Suecia , y ſu ſola ambicion;
eran de deſtronar al Czar deſpües del Rey
de Polonia. Comprehendiò,que fi quedaï
ba eſte Principe en Saxonia.¡ era por imL
ATOM-l., N PO*
194 Hiſiaria de Carla: XII.
poner algunas condiciones algo duras al
Emperador de Alemania. Bien ſabia , que
no havria reſiſtencia _en el Emperador , z
_que aſsi ſe concluitían facilmente las ne
gociaciones. Dexò à Carlos XlI. en ſu
natural inclinacion; y ſatisfccho de ha
verlo penetrado , no le hizo propoſicion
alguna.
Como ſon pocas las negociaciones,
que ſe concluYen (in dinero , y ſe v‘en tal
vez Miniſttos, que ven el odio, ò el
favor de (ii Señor , ſe creyò en toda Eu
ropa, que,…_el Duque de Malbouroug no
havia acertado cerca del Rey de Suecia,
fino dando à propoſito una grucſſa cantí— _
dad al CondePip‘er ,‘y la memoria de efi‘e
Sueco ha quedado matchitada haſta hoz
dia. Por mi, que he deſentrañado , quan
to me ha _ſido poſsible, el origen de eſte
tumor , he ſabido , ,que Piper havia recib í
do un mediano preſente del Emperador
por manos del Conde de Wratislau , con
cÓnſentimiento del Rey , ſu Señor , yJ
dada del Conde de Malbouroug;
_ Demas de eſto, el Conde Piper, cono_
C1_endo , que ſe le podrian imputar algun
diª lºs Prºçcïlchs de ſu Rey. , ſi ſalian ad
. . ..VEI
ſ .Rey de Suecia. LibJII. 'x95'
Verſo's, remitió al Senado de Suecia ſu
dictamen ſellado , para que ſe abrieflè
deſpues de ſu muerte. Era eſte dictamen,
que Carlos debia aſt'egurar en Polonia el
Trono de Eſtanislao , y deſpues aceptar
la mediacion entre la Francia , y los Alia
dos , antes de ir à empeñarſe en la Moll.
covia.
Verdad es , que podia Pip‘er aconſe—
jar à ſu Señor eſta Expedicion peligroſa,
queriendo al miſmo tiempo diſculparſe à
la poſteridad; pero tambien es cierto,
que Carlos eſtaba inflexib le en el deſignio
de ir a deſtronar al Emper ador de los Ru—
ſianos , que entonces de nadie recibía
conſejozy que no havia meneſter dicta~
men del Conde Piper , para tomar de Pe
dro Alexiovits una venganza , que ſoli
citaba defpues de tanto tiem po. y .‘
En fin , lo que acaba de juſtificar à
cſte Miniſtro es el honor , tendido mu
cho tiempo deſpues à ſu memoria por
_Carlos X11. el qual haviendo ſabido ,' que
Pip‘er havia muerto en Ruſia , hizo tranſ_
portar ſu cuerpo :i Eſtokolmo ,y mandò
hacerle magnificos obſequios a ſu coſta.
. El Rey, que no havia probado contra—
- N ’ N a tiem'
196 Hiſtoi-iá de Cai-lo: XIÏ. _
tiempos, ni retardamienro en ſus ſuce’ſ-*í
ſos , creia , que un año le baſtaba para"
deſttonar al Czar , y que deſpues podria‘ ~
volverſe por los miſmos paſſos para eri-ª
girſe arbitro de la Europa; pero queria
antes humillar al Emperador de Ale
mania. - -
El Conde Zobor , Camarero Mayor‘
de eſte Emperador, haVia pronunciado
algunas palabras , poco reverentes ‘al
Rey de Suecia , en preſencia del Emba-'
xador Sueco en Viena. El Emperador
havia hecho juſticia, deſterrando ( aun:
que con repugnancia ) al Conde. No que~'
dò ſatisfecho el Rey de Suecia, y quiſ‘ox
que ſe'le entregaflï: el Conde Zobor. La'
alriv‘ez de la Cºrte de Viena ſe viò obli-I‘
gada à encorbatſe; pºniendo al Conde'
en manos del Rey ,' el \qual lo reſtiruyóg -
deſpues de haverlo tenido algun tiempo
preto en Eſtetin. ~ k

Demas de eſto,pidiò contra todaslasª


_Leyes de Gentes’, que ſe le’ entregaiſen_
mil y quinientos infelices Moſcovitas-, los -
que haviendo eſcapado à ſus armas', ha;
Vlª‘n huido halla las cierras del lmpetio.; -
Fue tambien for‘zoſol,,v que-¡aCmrede _V-ie
‘ ~ ª
-
' ¡RÉy de‘Szreeíd. Lib.“Hf. 'i 97
‘na conſintiefl‘e à eſta exrraña. demanda z y
~ -zſi'el- Embiado Moſcovita en Viena no hu
.Vieran eſcapado con induſtria eſtos deſ—
.venrurados por díverſos _caminos , .todos
'huvieran ſido entregados _à ſus Enemi
r's08.’La .
tercera, y ultima de' ſus ,demandas.
fue la mas dura. Declatòſe Protector de
_los vaffallos Proreſtantes del Emperador
en Sileſia , Provincia perteneciente à la
:Caſa de Auſttia , no al, Imperio. Qiiſo
,que el Emperador les concedieſſe las li—
berrades , y privilegios , à la verdad eſta—
,blecidos por. los Tratados de Weſtphalia;
pero extinguidos , ò‘a lo menos eludidos
por los de Riſwik. El Emperador, que
:no buſcaba ſino alexar un vecino tan pe—
Jigroſo, condeſcendiò aún , y concediò
;todo lo que ſe quíſo. Los Lutheranos de
{Sileſia lograron mas de cien lgleſias-, que
¡los Catholieos fueron obligados en virtud
- .de eſte, Tratado à cederles; pero muchas
{de eſtas conceſsiones , que les aſſeguraba
~-la fortuna del Rey de Suecia , les fue
› :ron derogadas , deſde que no eſtuvo mas
»en eſtado, de imponer leyes.
S::z.. Elgmperador
i ,que hizoreſtas iconce(
޼"
'198 Hiſioria de Carlo: XI!. _
ſiones forzadas , y que ſe ſujetò en tºdo
à la voluntad de Carlos Xll. ſe llamaba
joſeph, primogenito de Leopoldo, y her
mano del ſagaz Emperador Carlos VI.
que deſpues le ſuccediò. El inter-Nuncio
del Papa , que reſidia entonces cerca de
joſeph, lo reprehendiò con aſpereza s dº
que un Emperador Catholico , como èl,
havia hecho ceder el intet‘es de ſu propria
Religion a los de los Hereges; à que reſ.
pondiò riendoſe el Emperador : Eres
dic/20ſ() , en que el Rey de Suecia no me ba
ya propmſto que me haga Lutherano , par—
que ſi El lo huviera querido , no rc‘ què hu
wem T0 hecha. '
El Conde de Wratislau , ſu Embaxa
dor cerca de Carlos Xll. llevò à Leipſic
el Tratado en favor de los Sileſios , ſellaª
do de mano de ſu Señor. Entonces Carlos
dixo , que quedaba ſatisfecho , y que ‘el
era el mejor amigo del Emperador. En—
tretanto no viò ſin deſpecho,que ſe le hu.
vicíſe atraveffado Roma en todo quanto
ella havia podido. Miraba con menoſpte—
cro_el deſaliento de eſta Corte , la que
teniendo hoyla mitad de la Europa por
Enemigo irreconciliable- ,- eſt‘a - ſiempre
CD
Rcy'de Suecia. Lib.ſiIſI. 199
En deſconſianza de la Otra , y no ſoſtiene
ſu reputacion ſino por la habilidad de‘
las negociaciones , entretanto penſaba
en vengarſe de ella. Dixo al Conde de
›Wratislau , que los Suecos havian ſojuz
gado otra ocaſion à Roma, y que no
avian degenerado como ella , è hizo ad
VCrtir al Papa, que el volveria à pedir
algun dia los efectos , que havia dexadoi
en Roma la' Reyna Chriſtina.
No joven
ſido eſte (e ſabeConquiſtador
haſta donde huviera lleva
ſus querellas,
y ſus armas , ſI la fortuna huviera \ido
propicia à ſus deſignios. Nada le parecia
entonces impoſsible. El havia embiado
ſecretamente muchos Oficiales à la Aſia,
y haſta dentro de Egypto , para que de—
]ineaffen Mapas de las Ciudades, y le in
formaſi'en de las fuerzas de aquellos Eſ
tados. Escierto , que ſi alguno huviera
podido' traſtornar el Imperio de los Per—
ſas , y de los Turcos , y paffar deſpues à
Italia, era Carlos X11. El era tan joven
como Alexandre , tan guerrero, tan atre—
vido, mas infatigable, mas robuſto , y
mas virtuoſo , y los’ Suecos quiza eran
mas a propoſiro , que los Macedonios;
N4 em
o
zoo Hiſioò-ia de Carla: XII.
empero iguales proyectos , que ſè repüè
tan divinos , quando ſe aciertan , ſe mi
ran ſolamente como quimeras , quando
' ſalen adverſos. . ‘
En fin ,, eſtando a-llanadas todas las
dificultadts, todos ſus intentos execu
tados, deſpues de haver humillado alEm
perador , impueſto ley en el Imperio,
haver protegido ſu Religion Lutherana
en medio de los Catholicos, 'deſtronado á
un Rey, coronado à otro, viendoſe el
terror de todos los Príncipes , ſe preparò
à partir. Las delicias de la Saxonia , en
donde ſe-havia detenido ocioſo un año,no
havianv moderado' ſumodo de vivir. Mon—
tabaa caballo tres veces al dia , levan
tabaſe a las quatro de la mañana , veſ
tiaſe ' ſolo , no bebia gota de vino › nº ſº
detenia en la meſa ſino un quatro de ho
ra , exercitaba ſus Tropas todos los dias,
y no conocia otro placer, que el de hacer'
temblar la Europa. ' ' x ~
Aunque ignoraban -los Suecos el del¡
tinº › à-que los queria conducir el Rey;
ſolamenre ſe ſoſpechaba en ‘ el Exercia
‘º v ‘PIC Cªrlos podria paſfar º: Moſcou;
Mªridº', ªlgunos dias antes delſu partida;

Ñ…: 1
_ ,q "Rey de SucriaſiLllIJIL " 20!
&Tu Apoſentador Mayor , que le dieſi'e
por eſcrito el itinerario deſde. Leipſic.)
Suſpendiòſe por un inſtante al pronun
' ciar eſtas palabras z y temiendo , que el
’Apoſentador pudieſte adivinar algo de
fus proyectos , añadiò' riendoſe: Haſta
todas las Capitales de la Europa. Llevòle
el Apoſcntador
ſi rumbos una liſta
, a' la cabeza de quales
de los todos' havia
eſtos

afectado poner en letras‘abultadas : Iti-K


nerario deſde Leipſz'c a‘ Eſiokolma. La ma—
yor parte de los Zuecos-no aſpiraba ſino à
Volverſe; pero el Rey eſtaba bien lexos‘
de penſar en hacer que volvieſtèn à v‘er
ſu Patria : Mon/¡mr Apoſèntador ( dixo el
Rey ) bim ‘veo T0 adonde qui/¡eraſ llevar-²
Me; Pero no no: rcſtituiremor tan pre/?0 á
Eſiokolmº. -
Eſtaba yà en marcha el Exercito , y'
paſtaba por cerca de Dreſde , y Carlos
corriendo ſiempre , ſegun ſu coſtumbre,:
doſcientos , ò treſcientos paſſos delante
de ſus Guardias, de repente lo perdie
ron de viſta , y algunosOficialeS ſe ade
lantaron à rienda ſuelta , por ſaber don
de podia eſtar. Corrieron por todos la—
\ dos , pero en ningun parage le' hallÃron.
’ - - me
'202 Hçſtoria de Carla: XII.
'Amedrentòſe el Exercito en un inſtante,
hizoſe alto , juntaronſe los Generales , y
yà todo eſtaba en conſternacion z mas al
fin ſe ſupo de un Saxon paffagero lo que
havia ſucedido con el Rey.
Haviale dado gana , paffando tan cer
ca de Dreſde , de ir à hacer una viſita al‘
Rey Auguſto : entrò à caballo en la Ciu
dad, ſeguido de tres, ò quatro Oficiales
Generales , y paſsò en derechura à deſ-,
montar à Palacio. Subió haſta el quatro
del Elector, antes que ſe eſparciera el
rumor de que el eſtaba en la Ciudad. El
General Fleming, haviendo viſto deſde
lexos al Rey de Suecia , no tuvo ſino el
tiempo de correr à advertirlo à ſu Señor.
Eſtaba ya preſente en la idea del Miniſ
tro quanto podia hacerſe en ſemejante
ocaſion. Eſtaba hablando à Auguſto,
quando Carlos entrò muy emborado en
la Camara , antes que Auguſto huvieffe
tenido tiempo de volver en Si del ſobre.
ſalro. Eſtaba entonces enfermo , y en
bata, y ſe viſtiò de prieſſa. Carlos ſe deſ
ayunò con èl , como Caminante , que
viene à _deſpedirſe de ſu Amigo , y deſ~
pues qurſo ver las Fortificaciones. Du-,
ran
Rey de Suecia) LILÍII. 2'03
rante e] poco tiempo que empleò entes
correrlas , un Livonío, preſcripto en Sue
cia , que ſervia en las Tropas de Saxonia,
treyò , que jamas ſe le ofreceria ocaſion
mas favorable para conſeguír ſu gracia,
y pidiò encarecidamente à el Rey’ Au
guſto, ſe la ſolicitaſſe de Carlos , muy
confiado de que eſte Rey no negaría eſta
ligera condeſcendencia con un Principe,
á quien acababa de quitar una Corona,
y en cuyas manos eſtaba por aquel mo
menta_
Facllmºnte ſe encargò Auguſto de
eſte negocio. Eſtaba algo lexos del Rey
de Suecia , y ſe entretenia con Hord , Ge—
neral Sueco , al qual dixo ſonriendoſe
Auguſto: Crea, que tu Señor no me lo _
negar-ª'. Vmſtm Ma eſtad no lo conoce,
(replicò el General 0rd ) ante: or lo ne
gar-a‘ aqui, que en otra qualquicra par-te.
No dexò Auguſto de pedir al Rey con
eſicàz actividad la gracia del Livonio;
pero Carlos ſe la negò de modo que no
le hiciera pedirla ſegunda vez. Deſpues
de haver paffado algunas horas en eſta
extraña viſita, abrazò al Rey Auguſto,
Y partió. Hallò ſu Exercito ,l volviendo
. a
’204 q Hz'ſioria ¿de Carla¡ XII.
"a juntarſe todos ſus Generales en COE-‘ª
fejo de Guerra : preguntòles la cauſa : a
gue reſpondiò el General Renchild: Que
trataba de fitiar à Dreſde , en caſo que
huvieran retenido priſionero à ſu Mageſ
tad: Buenº ( dixo el Rey ) noſe atreve
rian , nº ſe atrevería". El dia figuientc
por la mañana , con la noticia que ſere—
cibiò de que el Rey Auguſto tenia un
Conſeio exrraordinario en Dreſde , dixo
Renchild: Vucſim Mageſtad verá, que
c110: deliberar¡ ſabre 10 que debian
’ de hacer ayer,

FIN DEL TERCERLIBRQ

zm.
ª 7 .ﺒIÑ.
ÏARGUMENTO;
DEL LIBRO çLUARTO; '
CARLO S DEXA LA 'SAXONIAÑ
pcrſigue alCzar, Su acogida à [a Umª-v
' nia: fm pérdidas, yſu herida. Batalla
v de Pultaw, y fm reſultar. Cªrlo: reª: .
ducido à huir à 'Tur-quintſu recibiº
miento en Beſarabía. - ›
HISTORIA DE CARLOS XII;
\ REY DE SUECIA.. ª;
LIBRO QLJARTO..
- Artiò, en fin , Carlosüde Saxonia‘ Í
. en Septiembre de 1707. ſeguido .
_ de un Exercito de 439. hombres¡
cubierto en otro tiempo de hier-ª
to’, y'entonces brillante de oro ,x y plata,j
y 'enriquecido de deſpojos de la Polonia.?
y Saxonia. Cada Soldado llevaba conſigo; ~
cinquenta eſcudos en dinero de oonradoq
No …ſolamente .-:eſtabanz completos ;añºs
al, os
106 Hz'ſioria de Carla: XII.
los Regimientos, mas tambien havia en’
cada Compañia muchos ſupernumera
tios , que eſperaban plazas vacantes. De—
màs de eſte Exercito ., el Conde Leven
haup, uno de ſus mejores Generales , lo
aguardaba en Polonia con zog. hombres.
Tenia aun otro Exercito de 159. hom
bres en Finlandia, y le llegaban nuca
vas Reclutas de Suecia. Con todas eſtas
fuerzas, no ſe dudaba, que deſtronaria al
Czar. ' ’
Hallabaſe entonces eſte Emperador en
Lithuania , ocupado en reanimar un Par.
tido , al qual parecia haver renunciado
el Rey Auguſto.
muchos CuerposSus Tropas,
, huian por divididas en
todos vlados
al primer rumor dela aproximacíon del
Rey de Suecia. El miſmo havia encarga
do à todos ſus Generales., que jamas
aguardaffen à eſte Conquiſtador con fiierz
zas deſigualES. a
- El Rey de Suecia', en medio de 'ſu
victorioſa _marcha , recibio una ſolemne
" Embaxada de parte de los Turcos. El Ern
baxador tuvo ſu Audiencia en el War
tel de el Conde Pípér. Siempre ela el
apoſentamiento de, elle Miniſtto dondſe'
. l e
Rey de Suecia. Lib. I V. '207
ſe ‘hacian las ceremonias de mayor luſ
tre. El ſoſtenia la dignidad de ſu Amo
con exretioridades magnificas; y el Rey,
ſiempre peor alojado, peor ſetvido , Y¡
mas \implemente veſtido, que el me
nor Oficial de ſu Exercito, decia, que ſu
Palacio eta el Quatre] de Piper, ElÍEmba
xadOt Turco preſcntò àCarlos cien Sol
dados Suecos , apriſronados por los Cal
mukos , y vencidos en Turquia , los qua
les havia reſcatado el Gran Señor , y eſtc
Emperador los embiaba al Rey, como
preſente el mas agradable , que pudo ha
cerle: no porque .la altivèz Othomana
pretendieffe rendir omenage à la gloria
de Carlos Xll. ſino porque el Sultan , enc
migo natural de los Emperadores de Moſ
_covia , y de Alemania, queria fortalecer—
ſe contra ellos de la amiſtad de la Sue
cia , y de la alianza de la Polonia. El
Embaxador cumplimentò à Eſtanislao ſo
bre ſu advenimiento. Aſsi fue reconocido
cſte Rey en poco tiempo por la Alema~
nia , la Francia , la Inglaterra , la Eſpa- ,
ña,y la Turquia. Solo el .Papa quiſo,~
para reconocerlo, aguarda: à que el
tiempo ruvieſt'e afirmada_ ſobte ſu Cªbe-_
-. - za
'208 Hiſioria’ de‘CarloI XII.
2a la Corona , que podia derribarſela un¡
deſgracia. - A_
, Apenas huvº Carlos dado Audiencia
al Embaxador de la Puerta Othomana,
quando corrio en buſca de los Moſcovi-A
tas.
Havia ſalido , y vuelto à entrar la Po—
lonia el Czar masde veinte veces, duran-.
te el curſo de la guerra. Eſte Pais , abier
to de todas partes, no teniendo Plazas
fiiertes , que corten la retirada à un Exer—
cito ,- dexaba à los Moſcoviras la libertad
de volver à parecer à menudo en el miſ'- 7
mo paragc , en donde havian \ido bati—
dos, y aun de penetrar dentro del Pais
tan adelante como el Vencedor. Durante.
la-detencion de Carlos en Saxonia, -ſe ha
via adelantado el Czar haſta Leºpold , á
la extremidad meridional de laPolonia¡
YT entonces eſtaba ázia .el Norte, en‘
Grodno de Lithuania , cien leguas de' q.
Leopold. - _ ~;’.
Carlos dexò en Polonia à Eſtauislao¡
el qual aſsiſtido de log." Suecos , y de_ ſus
nuevos Vaſiallos , tenia que conſervar fi¡ .
Reyno contra los enemigos eſtrangeros¡
y_ domeſticos.- Puſoſe à, la cabeza de ſuſi
"ª ‘Ca- '
Rey de Saecid. Lib; IV. '209
.Caballería ,4 y marchó acia Grodno, en
el rigor de los yelos del mes de Enero
de 1708.
Havia ya' paſt'ado clNiemen , à dos
leguas de la Villa , y el Czar nada ſa
bia aun de ſu marcha. A la primera no
ticia del arrívo de los Suecos, ſaliò el
Czar por la puerta del Norte , y entrò
Carlos por la del Mediodía. Aunque no
_tenía el Rey ſino 600. Guardias , no ha
viendo podido ſeguirle el reſto , huyò el
Czar con mas de 29. hombres , perſua
dido à que entraba todo un Exercito en
Grodno; pero haviendo ſabido por un
deſerror Polaco , que havia dexado la
¡Villª àſolos 600. hombres, y que el
grueſſo del Exercito enemigo eſtaba aun
mas de cinqueuta leguas diſtante , deſta
cò ſin perder momento 1500. Caballos
de ſu Tropa, al anochecer, para que feeſ
ſen à ſorptender al Rey de Suecia en
la Villa. Llegaron los 1500. Moſcovitas,
favorecidos de la obſcuridad , haſta 'a
primera Guardia Sueca , ſin ſer recono—
cidos; ſolos treinta hombres ,_ que com
ponían eſta Guardia , ſoſtuvieron por me—
,dio quatro de hora el esfuerzo de 1500;
Tom!. Q El
aro Hiſio'ria de Carlo: XII.
El Rey, queeſtaba al Otro extremo de la ‘
Villa, corriò- con el teſto de ſus 600.Guar
dias , y hizo huir con precipitacion à los
M'oſcOvitasNo'tardo mucho en juntarſe
le ſu Exercito, ni ‘el en perſeguir ‘a (ii Ene
migo.Todos los Cuerpos Moſcovitas deſ—
parramados en la Lithuania , ſe retira
ban preſuroſos à la'partc del Oriente al —
Palatinado de Minsko , cerca de las fi‘on-ſi
tetas de la Moſcovia , en donde eſtaba ſu -ª
Campamento. Los Suecos, divididos ramª.
bien por el Rey en' diferentes Cuerpos,
los ſiguieron \in cellar por eſpacio de
mas de treinta leguas de camino. Los que ~
huian , y los que los -perſeguian , hacian
marchas violentas todos los dias , aunque
era el rigor del Invierno. Havia yàv mu-.~
cho tiempo, que a los Soldados de Carlos,;
y del Czar ſe havian hecho iguales todas
las eſtaciones. Solo el terror, que i'nſpiraba
el nombre de Carlos,ponia diferencia en¡ -’
tre los Moſcovitas, y los Suecos.
Deſde Grodno haſta el Boriſtene , ti. .
tando acia el Oriente, no hay fino lagu- ~
nas , deſiertos , montañas , e immenſos
bºſQUes.. En los Lugares cultivados no ſe
hªllªn Viveres. Los Aldeanos guardan
den
'Rey de Suecia. Lib. 1V. 2II
'dentro de la tierra todos ſus granos,
quanto puede conſetvarſe alli: de fuerte,
que es meneſter ſondar la tierra con vara
les largos aferrados para deſcubrir eſtos
Almacenes ſubterraneos. Los Moſcovitas,
y los Suecos ſe ſirvieron ſucceſsivamente
de eſtas proviſiones; pero no ſiempre ſe
hallaban , ni eran ſuficientes. '
El Rey de Suecia , que havia p'reviſto
cſtas exrremidades , havia hecho llevar
vizcocho para la manutencion de ſu Exer
cito , y nada lo detenia en ſu marcha.
Haviendo attaveſado el boſque de MinſU
ko , en donde fue preciſo derribar à cada
paíſ’o arboles para hacer camino à ſus
Tropas , y bagage , ſe hallò en 25. de ju-ſi
nio de 1708. delante del Rio Berecina,
frente à frente de Borislou.
El Czar havia juntado en eſte pata-²
ge la mayor parte de ſus fuerzas , y ſe ha-
via atrincherado ventajoſamente , con el
deſignio de impedir à los Suecos el palia
ge del rio. Apoſtò Carlos algunos Regi
mientos ſobre la orilla del Berecina , al
Opoſito de Borislou , como que intentaba
paſſarlo à viſta del Enemigo , y al miſmo
tiempo ſubiò ‘el de la otra parte Con ſu
Q2 Exer
212 ,HI’ſiOria de Carlo: XII.
Exercito tres leguas acia el origen de e¡
rio; y haviendº echado un puente, y
derrotado un Cuerpo de gg. hombres,
que defendía aquel pueſto , marchò , ſin
derenerſe , à el Exerciro enemigo. No lo
aguardaron los Moſcovitas, antes de()
camparon, y ſe retiraron acia el Boriſtheq
ne, deſperdíciando todos los caminos,,
y deſtruyendo todo en ſu derrota , para
retardar à lo menos alos Suecos.
Allanò Carlos todos los eſtorvos, ade-I
lantandoſe ſiempre acia el Boriſthene. En—z
contro ſu camino ocupado de 201;. Moſ?
covitas , atrincherados en un Lugar lla.
mado Holloſin , detras de una Laguna¡
adonde no ſe podia llegar , fino atraveſ
ſando un Río. No aguardò Carlos para
acometerlos , ſino ‘a que llegaſſe el reſto
de ſu lnfanteriazatrojòſe à la agua à la
cabeza de ſus Guardias de ‘a pie , atrave-ª
só el Rio, y la Laguna, cubiertas mu
chas veces de agua las eſpaldas. En tan..
to que el iba aſsi à los Enemigos, ha—
via mandado à ſu Caballería , que dieflè
vuelta a la Laguna , para coger en flanco
à los Enemigos. Los Moſcovitas ªdmiïª-n
dos de que ninguna talanquera
'
pudoi tbn!
des
Rey de Sueciª. Lib; IV. 213
fenderlos, fueron rotos aun tiempo por
el Rey , que los atacaba a pie , y por la‘
Caballería Sueca.
Deſpues que eſta Caballería fe abriò
paſſo por medio de los Enemigos , ſe in
corporò al Rey en medio del combate,
y entonces montò ſu Ma eſtad a caba—
llo ; pero algo deſpues hal ò en la refrie
ga à un joven , Caballero Sueco, llama—
do Gullens , tierno , al qual amaba mu
cho , herido , y fuera de eſtado de mar—
char; obligòle a que tomaſte ſu caba
llo, y continuò mandando à pie ala
cabeza de ſu Infantería. De todas las ba—
tallas , que havia dado , eſta fue acaſo
la mas glorioſa: en ella ſe havia CXPUCſ-e
to a los mayores tieſgos , y en ella ha
via moſtrado mas habilidad. Conſetvòſe
la memoria por'una medalla , en que ſe
leia de un lado: Silva , Paludes , aggerer,
hÉfle: victi; y del otro: V¡Br-ice: copias
a ¡um [aturm in orbem.
Los Moſcovitas , alcanzados por ro
'das partes , volvieron a paſſàr el Bo~
riſthene , que ſepara los Eſtados de la
Polonia, y de ſu Pais. No tardo Carlos
en perſeguirlos¡ paſsò defpues de ellos
~ O 3. eſ
2 !4. Hiſiaria de Carlo: XII. ,
cſte gran rio en Mohilou, ultima Villa
de la Polonia , que pertenece ya à los
Polacos,, ya a los Czares: comun deſtino
de los Lugares fronteros. -
El Czar , que viò entonces ſu Im
perio , en donde acababa de introducir
.los Artes , y el Comercio, preſa de una.
guerra , capaz de rraſtornar en poco tiem
.po ſus grandes deſignios , y quiza ſu Tro
no, pensò en tratar de paz. Aventurò
algunas propoſiciones por medio de un
Caballero Polaco , que llegò al Exerci—
lto de Suecia. Empero Carlos Xll. acoſ
tumbrado à no conceder la paz à ſus ene
migos , ſino en ſus Capitales , reſpondiò
ſencillamenre: En Maſwu tratare ya con
el Czar. Qiando refirieron al Czar eſta
l altiva reſpueſta , dixo: _Mi hermano Car
.Íor pretende ſiempre hªcer de Alexandra;
pero r:Ii-vo confiada de que no hallará en mi
un Daria. —
Deſde Mohilou , donde el Rey atta
.vesò el Boriſthene , ſi ſubes .al Norte lo
-largo de eſte rio , ſiempre ſobre las
fronteras de Polonia , y Moſcovia , ha—
..llaras à treinta leguas el Pais de Smolenſ
-kº›Pº\ dºnde paſlà el caminó Real .de Po.
. a R’ '¡
Rey'deÏSüeeía‘. Lib.'IV. 215
_lonía à Moſcou. Por alli ſe retiraba el
Czar , y elRey lo ſeguía à largas jorna
das. ,Una parte de la .Retaguardia Moſ
covita combatió mas de una vez con los
Dragones de la Manguardia Sueca; y
aunque éſta ſalia caſi ſiempre víctorí'oſa,~
flaqueban yà, à fuerza de vencer en eſ
tas guerrillas, que nada decian , y en que
perdían ſiempre alguna gente. - . x
En 22. de Septiembre de 1708. aracò
el Rey cerca de Smolensko à un cuerpo
de log. caballos , yog. Calmukos. v
Los Calmukos ,ſon los Tartaros, que
habitan entre el Reyno de, Aſtracàn , do
minio del Czar , y el de Samarcanda,
Pais de los Tzartaros Usbekos, y Patria de
..Ti-mut- , conocido por el nombre de Ta
fmorlàn. Eſtiendeſe acia el Oriente el Pais
. . delos Calmukos, haſta las montañas,
—« que-ſeparan el Mogòl de la Aſia Occiden
. tal.. ,Los ‘que habitan a'cía Aſtracàn ſon
tributarios del Czar , el qual pretende
un, imperio abſoluro ſobre ellos z pero \11
*- Vagamunda-vida-lezeſtorva eſte ſeñor‘io,
y fuerza à que el Czar ſe .porte con ellos,
como el Gran Señorcon los Arabes, yà
tolerando- _ſus inſultos ,. y yà caſtigªndº-ª
_o 4 ' los.,
216 Hr'ſioria de Carlº: XII, _
’105. Siempre hay en las Tropas de Moſ;
covia de eſtos Calmukos , y el Czarvlos
havia diſciplinado como à los demas
Soldados.
Arrojoſe el Rey ſobre eſte Exercito,
nº‘ teniendo conſigo *mas que ſeis Regi—
mientos de Caballería, y 4g. Infantes.;
Rompiò luego a' los Moſcovitas à la ca
beza de fu Regimiento de Oſtrogothia,
y ſe retirarºn los enemigos. Abanzò el
Rey ſobre ellos por caminos huecos, yſ
~ deſiguales, en donde eſtaban emboſca~
dos-los Calmukos. Entonces parecieron,
y ſe arrojaron à èl entre el Regimien
to en que peleaba el Rey , y el reſto del
Exercito Sueco. Al inſtante rodearon
Mo‘ſcovitas , y Calmukos á eſte Regi
miento, y penetraron haſta el Rey. Ma—
raton dos Ayudantes , que peleaban cer
ca de ſu perſona. Muriò à los pies del
Rey ſu caballo; y al ir à darle otro un
Caballerizo , fueron muertos el , y el ca—
ballo. Peleò Carlos a pie , rodeado de ªlª
gunos Oficiales , que cºrrieron prontos’
al rededor de ‘el. ’ "
q - Quedaron muchos priſioneros,her'i-ª
dºs‘, Muertos , ò alejados del Rey ,-'po'n’
~ lª

~
.
Rey 'de Sheila—Lib. IV. 2 !7
la multitud , que ſe arrojaba ſobte 61105,7
y no havia y‘a cerca de Carlos mas ,de cin
co hombres. Hallabaſe muy fatigado, deſ
pues de haver muerto por ſu mano mas
de doce enemigos, (in haver recibido una
herida , por una dicha indecible, que lo
havia acompañado haſta entonces en to—
das partes,y en que confiò ‘el ſiempre. Fi
nalmente,un'_Coronel,nombrado Dardorſ,
ſe hizo paſſo por medio de los Calmukos
con ſola una Compañia de ſu Regimien—
to,y llego à tiempo para deſembarazar al
Rey , y el reſto de los Suecos catgò la
mano ſobre los Tartaros. Volviò à po
nerſe en orden el Exercito, monto Car
los à caballo , y aunque del todo fati—
gado , perſiguiò à los Moſcovitas por eſ*
pacio de dos leguas.
Ocupaba ſiempre el Vencedor el gran
camino de la Capital de Moſcovia. Hay
dcſde Smolenko , en cuya cercanía ſe diò
eſta batalla , haſta Moſcou , al rededor
de Ioo. de nueſtras leguas Franceſas. N o
eran por Si los caminos peores, que los
que havian ya paſtado los Suecos z pero
ſe tuvo aviſo de que no ſolamente havia
hecho el Czar impracticables todos los
ca
I
'2 18 Hi/Zºria de Carlo: XIII?" _
caminos , ya anegandolos en los parages
vecinos à la unas,yà haciendo profundos
foſſos de diſtancia en diſtancia , yà eu…
briendolos con arboles, que havia detri
bado; mas tambien de que havia que_
mado todas las Ald‘eas à la derecha , y
à la izquierda. Acercabaſe el Invierno;
havia poca apariencia de abanzar pron
tamente dentro del Pais , y ninguna 'de
permanecer alli; y todas las Tropas
Moſcovitas reunidas podian ir al Rey
de Suecia por caminos , que èl no cono
cra.
Haviendo paffado Carlos reviſtarde
ſu Exercito , y hecho que le diefl'en cuen
ta de los víveres , conociò, que noha
via para quince dias. El General Leven—
haup , que debia traherle proviſiones, y
159. hombres de refuerzo, aun no lle
gaba. Aſsi, pues , reſolviò dexar el ca
mino de Moſcou , y volver al Mediodía
a'cia la Ukranía, en el Pais de los Coſa
cos , ſituada entre la pequeña Tartaria,
la Polonia, y la Moſcovia. Tiene eſte Pais
al rededor de Ioo. de-nueſtras leguas,
de Mediodía à Septentríon , y caſi Otro
tanto de Oriente à Poniente.~.zDivideſe
en
_ "Rey de Suecia. Lib; IV. 219
j en dos partes po'co deſiguales por el Bo
" riſthene , que lo atravieffa corriendo de
cl Nordeſueſte al Sudueſte. Su Metropo
lies Bathurin , ſobre el riachuelo de Sem.
La parte mas Septentrional de Ukrania
es cultivada , y rica. La mas Meridional,
ſituada baxo de los 48. grados , es uno
de los PaiÍES mas fértiles , pero mas deſ
poblados del mundo. El mal gobierno
ahoga el bien, que ſe esfuerza en hacer à
los hombres la naturaleza. Los habitado—
res de los Cantones, vecinos de la peque!
ña Tartaria, no ſiembran , ni plantan,
porque los Tartaros de Bugiaco, los de
Precopos, los Moldavos, y todos los Pue
blos ſalteadores vendrían à deſtruir ſus
plantíos , y mieſes.
Siempre ha aſpírado la Ukrania à fiar
libre z pero eſtando rodeada de la Moſ
covia , de los Eſtados del Gran Señor,
y de la Polonia , la ha ſido forzoſo el
-buſcar un Protector,
tectun Señor en uno dey conſiguientemen
eſtos tres Eſtados.
Ella ſe puſo baxo de la proteccion de la
Polonia, la qual la tratò con mucha ſu—
jecíon : entregòſe deſpues al Moſcovita,
‘y éſte la gobernò como eſclava en quan
: to
'22.0 Híſieria de Carlo: XII.
to pudo. Gozaron deſpues los Ukranios‘
el privilegio de elegir un Principe , con
el nombre de General ; pero preſto fue—
ron deſpojados de eſte derecho, y ſu
General fir‘e nombrado por la Corte de
Moſcou. ~
El que ocupaba entonces cſta Plaza
eta un Caballero Polaco, llamado Ma
ceppa , natural del Palatinado de Podo
lia , el qual, haviendo ſido Page del Rey
Juan Caſimiro, aprendió en ſu Corte
alguna literatura. Un Caballero Polaco
deſcubriò cierto trato de ſu muger con
èl en ſu juventud, hizolo azotar con bar
daſcas , atòlo deſnudo ſobre un caballo
cerril , y lo dexò ir aſsi. El caballo , que
era del Pais de la Uktania , volviò allà,
llevando à Maceppa medio muerto de fa
tiga, y hambre. Socorrieronlo algunos
Aldeanos, quedòſe por mucho tiempo
entre ellos, y ſe ſeñalò en muchas cor
rerias contra los Tartaros. La ſuperiorí.
dad de ſus luces le ganò entre los Co
ſacos una gran repuracion; y aumen
tandoſe éſta por dias , Obligò al Czar à
nombrarlo Principe de la Ukrania. ct
Eſtando un dia à la meſa en Moſcou
con
Rey de Suecia.Lib.V.‘ '221? '
con el Czar , le propuſo eſte Empeta-Á
dor la diſciplina de los Coſacos , y el ha
cer mas tratables aquellos Pueblos. Reſ
pondiò Maceppa, que la ſituacion de
la Ukrania, y el genio de eſta Nacion
eran eſtorvos inſuperables. El Empera
dor, que comenzaba a acalorarſe con el
vino , y que no fiempre reprimia ſu cóle—
ra , lo llamó traydor , y lo amenazó con
el ſuplicio de empalarlo.
Reſtablecido …a Ukrania Maceppa,
formó el proyecto de ,una rebelionz y,
r apareciendo luego deſpues el Exercito de
i Suecia ſobre las fronteras , le facilitó los
medios , y reſolviò fer independiente,
componiendo un poderoſo Reyno de la
Ukrania , y las reliquias del Imperio de
Ruſia. Eſte era un hombre animoſo , oſ
ſàdo , y de un trabajo infatigable. Hizo
liga ſecreta con el Rey de Suecia para
apreſurar la caida del Czar , y aprove
charſe de ella. -
Aſsignòlo el Rey para cerca del río
Deſna. Maceppa prometió comparecer
alli con zog. hombres, municiones de
guerra , proviſiones de boca , y ſus the
\bros , _que eran inmenſos. Marchò, pugs».
' e
222 Hiſioria de Carla: XII.
de eſte lado el Exercito SUeco , con gran
de admiracion de todos los Oficiales , que
no ſabian coſa del tratado del Rey con
los Coſaeos. Ordenò Carlos à Leven
haup le llevaſie diligente ſus Tropas,
y proviſiones à la Ukrania, en donde pro
yectaba paſt'ar el Invierno; pºrque affe—
Érlxrado de eſte Pais ,Ñ Podia conquiſtar la
oſcovia la Primavera ſiguiente; y en
treranto èl ſe adelantaba acia el Deſna,
que cae en 'el Boriſthene de Kiovia.
Los eſtorvos, que ſe havian hallado
haſta entonces en ſu marcha , eran lige—
ros , en comparacion de los que ſe encon
traron en eſte nuevo camino. Fue me
neſter atraveſar nu boſque de cinquenta ‘
leguas, lleno de ccnagales: el General
Lagercron, que marchaba delante con
59. hombres, y peoneros , deſcaminò el '
Exercito acia el Oriente treinta leguas
del verdadero camino. Deſpues de quatro
dias de marcha reconoció el Rey el yer—
ro de Lagercron , y volviò con pena al'
camino; pero caſi toda la Artillería, yl
carruage quedò encenagado , ò abyſma-I
do en la unas , y pantanos,
En_ n ,_ deſpues de doce dias de una
març '
Rey de Suecia. L‘ibJVs í '223’
marcha tan trabajoſa , en la qual haVIau' Ñ‘
los _Suecos conſumido lo poco de vizco
cho, que les quedaba, llegò eſte Exercito,
extenuado, de canſancio, y hambre à las
margenes
donde delfaltado
havia Deſna,,en el parageMa-
à la aſsignacion en ſi
ceppa z pues en vez, de hallar alli à eſte
Principe ,.ſe-encontrò un cuerpo de Moſ- Ñ
covitas , que abanzaba acia la otra ori
lla del rio. Admitòſe :el Rey : empero
reſolviò ptomptamente paffar elDeſna,
y atacar: à los Enemigos. Eran tan en
riſcadas las orillas de eſte rio, que-ſe vie
ron obligados à baxar con cuerdas los
Soldados. Paflàron, ſegun lo tenian de
coſtumbre , el rio , los unos ſobre cata—. _
ras hechas de priefla , y los otros à na-,Ñ
do. El - cuerpo de los Moſcoviras , que
llegaba alla al miſmo tiempo, ſe compo
nia de ſolos 89. hombres 5 y no reſiſtiem
do por muchotiempo , ſe venciò tam—,
bien eſte impedimento. -
Abanzaba Carlos en eſtos Paiſès per
didos, incierto de ſu marcha , y de la
fidelidad de Maceppa. Apareció en-fin
eſte Coſaco; pero antes como un fugi
tivº, que como poderoſo Aliado. Havieg
› :' 0
‘224 Hiſioria de Carlo: XII.
'do deſcubierto, y prevenido ſus deſiga
nios los Moſcovitas , llegaron à arrojar-I
ſe ſobre los Coſacos,y los havian der—
rotado : haſta treinta de ſus principales
amigos hechos priſioneros, con las ar—
mas en la mano , havian perecído enro
dados: ſusVillas fueron reducidas à ce—
nizas , ſaqueados ſus theſoros, y pilla
das las províſiones, que preparaba para.
el Rey de Suecia: apenas havia podido
èl eſcapat con óg. hombres, y algunos
caballos cargados de oro , y plata.
No obſtante llevaba al Rey la eſpe—
ranza de mantenerſe por ſus inteligen
cias en eſte Pais no conocido, y la afi
cion de todos los Coſacos , que tabioſos
contra los Moſcovitas, llegaban en Tro
pas al Campo , y lo hicieron ſubſiſtir.:
Eſperaba Carlos, que à lo ,menos ſu
General Levenhaup llegaría à reparar eſ
ta contraria fortuna. Debía éſte conduª
cirle al rededor de Izg.hombres , que
Valian mas que Ioog. Coſacos , con per
trechos de boca , y fuego; pero llegó pº¡
co deſpues enel miſmo eſtado que Maq
ceppa. _
Hªviª y_‘ª paſſado el Boríſthene por fo,
br:
’ Rey de SaeniaLibJV. ‘225'
bre -Mohilou , y abanzada à la otra par—
te veinte de nueſtras leguas , ſobre. el
camino de la Ukrania, llevando para el
Rey un comboy de 89. Galeras , con el
dinero que havia juntado en Lithuania,
y en ſu marcha. Quando ſe hallo acia el
Burgo de Leſno , cerca del parage en
que ſe juntan los rios de Pronia , ySoſa,
para ir a ſepultarſe mucho mas abaxo en
clBoriſthene , apareció el Czar à la ca
beza de Soy. hombres. ~
El General Sueco , que no tenia lóg.
no quiſo atrincherarſe. Tantas victorias,
havian cauſado en los Suecos tal confian
za , que jamás ſe informaban del nume—
Io de ſus enemigos , s‘r ſolamente del
lugar en que ſe hallaban. Marchò , pues,
à ellos , ſm ritubear, Levenhaup la tar
de del r7. de Octubre de 1708. Al pri
:mer ;choque mataron 1500. Moſcovitas.
Preocupado de la confuſion el Exercito
.del Czar , hu-ía por todos lados , y el Em
perador de .los Ruſianos viò el momento,
¿en que iba à quedar emeramente derro
tado. Conocia , que la ſalud de ſus Eſta
dos dependía de eſta jornada , y que que
daba perdido,ſi-Levenhaup
-.¡ Tom. [Ñ ſi E &incorpora ba
226 Hiſiaria de Carla¡ XII.
ba con ſu Exercito victorioſo al’Rey¡ '
de Suecia. . ~
(Dando viò .que comenzaban à rºº ~
cular ſus Tropas,, corrió à la Retaguarq
dia, en donde eſtaban los Coſacos , y¡
Calmukos , y les dixo: OS mando dijim—
reir a‘ qualquiera , que'buyere , y me'ma
teír à mi mzſmo , ſi cobarde' me ram-área
De alli volvió à la Manguardia, y rc- r
hizo ſus Tropas ,ayudado de los Princi
pes Mencikof, y Gallicſin.. Levenhaup,
que vtenia ordenes, preſuroſos de juntar—
ſe à ſu Amo, quiſo mas continuar ſu '
marcha , que volver à comenzar el com
bate , petſuadido à que havia hecho baſſi.
tante para quitar à los Enemigos la \CſO-e
lucion de perſeguitlo. -
A las once del dia liguiente lo atacó'
el Czar, al lado de una laguna, y -eiſi
tendiò ſu Exercito para cercado. Los
Suecos hicieron frente á todas partes.
Peleòſe por eſpacio de dos horas con igual
tesòn ;y aunque los Moſcovitas* perdie—
ron tres veces mas gente , ninguno huyòg'
y quedò indeciſa la victoria. '
A las quatro llegó al Czar el Gene-a ‘
ral Bawer con un refuezo de Tropas. Enª
~ \OR-E
Rey de SueriaLib. 'V. 227
tonces ſe comenzó tercera, vez la bata—
lla con mas furia , y encarnizamiento.
Durò haſta la noche , y venció finalmen—
te el numero z y abiertos , y rotos, fue
ron rechazados los Suecos haſta ſu baga
ge. Levenhaup rehizo ſus Tropas detras
de ſus Carroszy aunque vencidos, no
huyeron los Suecos. Eran al rededor de
9g. hombres , de los quales , ni uno ſe
deſviò z y el General los puſo en orden
de batalla tan facilmente, como ſi no
huvieran \ido vencidos. De la otra par
te , el Czar paſsò la noche con las armas
acueſtas. Prohibiò :í los Oficiales, pena
de ſer depueſtos , y à los Soldados , pe—
na de muerte , el deſmandarſe al píllage,
y’ſaco. , '
- El 'dia ſiguiente, al rayar la Auro—
ra , mandó. aun un nuevo ataque. Ha
viaſe retirado Levenhaup algunas millas
à un lugar ventaioſo, :deſpues de haver
clavado parte de -ſu Artillería , y dado
fuego à ſus Carros. a ,
.Llegaron los Moſcoviras con tiempo
para impedir que las llamas conſumieſi'en
todo el bagage , y ſe apoderaron de mas
de 69. carros , que ſalvaron. El'Czar,
, › Ñ ' P. a _que
1²²8 Hgſtºria de Carlo: XII.
que queria acabar la derrota de losSueà
cos , deſtacò uno de ſus Generales , lla
mado Flug , à atacarlos quinta vez. Eſ—
te General les ofreció una honroſa capi—
tulacion. No conſintió ‘a ella Levenhaup,,
y preſcntò quinta batalla , tan ſangtien-z
ta como las primeras. Perdiò- la mitad
de 9g. Soldados, que tenia aún , no pu—
diendo ſer forzada la otra. Sobreviniendo
en fin la noche :deſpues de haver ſoſte—
nido Levenhaup cinco combates contra
509. hombres, paſsò à nado el Soſa , fe.;
guido de 59. hombres, que le quedaban,
y los heridos paffaton en cataras. Per-ª
diò el Czar mas de 2.09. Moſcovitas en
eſtas cinco batallas , en que conſi uiò la:
gloria de vencer à los Suecos, y even
haup la de diſputar tres días la victoria,
y retirarſe , ſin haver ſido forzado en. ſu
ultimo pueſto. Aſsi , pues , llegò al Cam
po de ſu Amo , con el honor de haverſc
defendido tan bien; pero ſin municiones¡
ni Exercito. '
Bien huviera querido el Rey Eſta-e
n_islao ir a juntarſe à Carlos al miſmo
tiempo ; pero le huvieran cortado los
cammos los Moſcovitas ,, vencedores de
Ñ . Lc.
Rey de Suècièz. Lib; IV. 2‘29
Levenhaup ; y Sinauski lo ocupaba baſ—
tantemente en Polonia.
Aſsi ſe halló el Rey de Suecia ſin pro—
viſiones , y ſin comunicacion con la Po
lonia , cercado de enemigos , en el cen
tro de un Pais , en que no tenia otro re—
curſo, que el de ſu magnanimidad.
En eſta fatal conſtitucion , el memo
rable Invierno de 1709. aun mas terrible
cn las fronteras de la Europa , que lo
fue para noſotros en Francia , deſtruyò
parte de ſu Exercito. Carlos , que queria
tratar con deſprecio las eſtaciones , co—
mo à ſus enemigos, ſe atrevía à hacer
largas marchas con ſus Tropas, durante
aquel mortal ſitio. En una de eſtas mara
chas ſucedió, que cayeron muertos de
frio caſi à ſu viſta ²g. hombres. Yà no
tenian los de àcaballo botas ;ya eſtabau
deſcalzos, y eaſi deſnudos los Infantes,
reducidosà hacerſe abarcas de pieles de
beſtias , como podian: muchas veces les
faltaba el pan , y ſe vieron en fin pre
ciſados a arrojar en lagunas , y rios ca
ſi todas las piezas de Artilleria , por falà
ta de caballos, que las Conduxeffen. Eſ
te Exercito, antes tan florido , eſtaba
P 3 re
230 Hiſioria de Carlo: XII.
reducido à 24g. hombres, expueſtos à‘
pereCCr de hambre. No ſe recibían ya
nºticias de la Suecia, ni podia díſp‘o
nerle el que llegaffen. En tan ínſauſta
ſituacion , ſolo un Oficial ſe quexó , y el
Rey le dixo : Puer que, te enfada: de eſ
ta‘r tan alexada de tu mugerê Si fuera:
1m ‘verdadero Soldado , ya te llevá‘ra tan
lexas, que apenmpadrim recibir nueva¡ de
Suecia una vez en tres años.
Atrevióſe un Soldado à preſentarlc
cºn murmureo , delante de todo el Exer
Ciſº a un zoquete de pan negro , y emº
mohecido , amaſſado con cebada , ’y ave
na, (unico alimento que tenían entonces)
y aun e'ſte con eſcasez. Recibió ſin in
quietarſe el Rey el zoquete de pan : co
miólo todo, y deſpues dixo freſcamen~
te al Soldado: No e: bueno s pem ſepue
de comer. Eſte raſgo , con ſer muy leve,
( \i puede ſerlo lo que aumenta el reſ
pero , y la confianza) contribuyó mas
que todo el reſto à hacer ſoportables al
Exercito Sueco las extremidades, que hu
vieran ſido intolerables baxo de Otro
qualquiera General.v -
En eſta ſituacion _recibiofinalmente
UDC*
Rey de Suecia. Lib.’IV.' 231
.muevas de Srokolmo, pero no fue mas,
. que para ſaber la muerte de la Duqueſa
. de Holſtein, ſu hermana, la que falleciò
de vituelas en el Diciembre 'de 1708.
àlos 27. años de ſu edad. -Era eſta Prin—
ceſa tan humana , y compaſsiva , quanto
imperioſo en ſns intentos , ‘e implacable
en ſus venganzas ſu hermano. Siempre
la havia amado muy tiernamente: y aun
fue mayor la afiiccion de ſu pérdida,por
que comenzando el à ſer entonces dei?
graciado , ſe hacia algo mas compaſsivo.
Tambien ſupo , que en execucion de
ſus ordenes ſe havia hecho leva de gente,
y dinero; pero no podia llegar haſta ſu
Campo , porque entre el , y Srokolmo
mediaban caſi zoo. leguas de travesia , yl
enemigos ſuperiores en numero con quie
nes pelear.
El Czar, tan diligeme como el Rey
'de Suecia , deſpues. de haver embiado
Tropas de refreſco al ſocorro de los con
federados de Polonia , reunidos contra
Stanislao , y comandados por el General
Siniauski , ſe adelantò à la Ukrania en el
rigor de aquel rudo Invierno, para hacer
'frente alRey de Suecia. Alli continuo ela
P4 a
232' Hffloria de Cªrlo: XII.
la politica de debilitar a ſu enemigo en
guerrillas, juzgando con razon , que el
Exercito Sueco pereceria enteramente
con el tiempo, porque no podia reclutar
ſe , mientras que el podia ſacar por int:
tantes nuevas fuerzas de ſus Eſtados.
Era meneſter, que firefiè bien exceſsi—
vo el frio , pues que ſe vieron forzados
los dos enemigos á concederſe treguas;
pero deſde primero de Febrero ſe volviò
à emprender la guerra , no obſtante el
rigor de los yelos, y nieves.
Deſpues de muchas guerillas , y al
gunos golpes , viò el Rey en el mes de
Abril , que no le quedaban mas de 183.
Suecos. Solo Maceppa , el Principe de los
Coſacos , los hacia ſubſiſtir; que ſin eſte
ſocorro huviera perecido de hambre, y
miſeria el Exercito. En eſta coyuntura hi
zo el Czar proponer a Maceppa, que vol
vieſſe à ſujetarſe à èl ; empero el Coſaco
fue fiel à ſu nuevo Aliado : ſea , que el
eſpantoſo ſuplicio ,› en que murieron en
rodados ſus amigos , le inſpirò el temor
de experimentado en s‘I z ò ſea , que qui—
ſo «vengarlosÑ \
1"- Carlos con ſus 189. Suecos, y otrosª
’El .
'¡' .ª
_ .Rey de Suetiaglib. IV. ª 233
tantos Coſacos, no havia perdido el de-_
fignio , ni la eſperanza de penetrar haſta
Moſcou. Partiò à fines de Mayo à embeſ
tir à Pulrova ſobre el rio Vorskla, à'
ia extremidad Oriental de la Ukrania , à
trece leguas largas del Boriflhene, en don
de el Czar havia hecho un Almacen. Si
la tomaba el Rey , ſe volvia à abrir el
camino de Moſcou , y podria à lo me
nos aguardar en abundancia de todas
coſas los ſocorr‘os , que eſperaban aún'
de Suecia , Livonia , Pomerania , y Po
lonia. Maceppa, que \eniainreligencias
dentro de la Villa, le affegurò , que en
breve ſeria Señor de ella: con que re..
nacía en el Exerciro la eſperanza , y los
Soldados miraban la toma de Pultova,v
como fin de todas ſus miſerias.
Al empezar el \irio , conoçiò el Rey,,
que havia enſeñado à ſus enemigos el Ar—
te de la guerra; pues contra todas ſus
precauciones metiò el Principe -Menci—‘
kof en la Villa ſocorros , por cuyo me
dio ſe forrificò con una guarnicion de.
cerca de log. hombres.
Continuò el Rey con mas vigor el
litio , ganò las obras abanzadas, dio Lam
-… ¡en
7.34 Hiflaria de Carla: XII.
bien dos aſi'altos al cuerpo de el Caſtiª
llo, y tomò la Cortina. En eſte eſtado
ſe hallaba el Sitio , quando el Rey , ha
viendoſe adelantado a cavallo en el rio à
reconocer deſde mas cerca algunos tra
bajos , recibió un caravinazo , que le traſ
paſsò labora, y rompio el hueſt'o, del,
zancajo. No ſe advirtiò en ſu ſemblan
te la menor mudanza , que pudieſt'e cau
ſar ſoſpecha de que eſtaba herido , an
tes proſiguiò tranquilo en diſtribuir ſus
ordenes , y ſe mantuvo caſi ſeis horas
, montado, haſta que reconociendo uno
de ſus criados , que el zapato de la bo
ta del Principe eſtaba del todo enſangren
tado , corrio en buſca de los Cirujanos.
Comenzaba à ſer tan agudo el dolor del
Rey , que fu‘e meneſter ayudarlo a deſ
montar , y llevarlo aſu Tienda. Regiſ—
traron los Cirujanos la herida , y ha
llandola yà encangrenada, acordaron cor
tarle la pierna. Era imponderable la conſ
ternacion del Exercito. Un Cirujano, lla
mado Neuman, mas dieſtto, y atrevi—
do , que los demas , aſſegurò , que ha
CIendo inficiones profundas , ſalvaria al
Rey lª pierna. Su Mageſtad le dixo : Tra
, ha.
'Rey de'Suecia. Libſi'IV. 2 3 5ª
baja , pues , al inſiante , ſhja con ati-evi
miento , nada temas. El miſmo tenia con
las dos manos ſu pierna , mirando las
inciſiones, que ſe le hacian , como ſi la
operacion ſe eſtuviera excentando en
otro.
Al miſmo tiempo que le puſieron una
ligadura , ordeno un affalto para el dia
figuiente; pero apenas havia 'dado eſta
orden , quando le dieron noticia de que
aparecia el Czar con un Exercito de mas
de 7og.hombres. Entonces fu‘e forzoſo ro
mar Otro partido. Carlos herido, è inca
pàz de hacer coſa alguna, fe veia entre. el
Boriſthene , y el rio , que corre por Pul—
tova , en un Pais deſierto , ſin Plazas pa
ra la retirada. ſin pertrechos, frente à
fi-ente de un Exercito, que le cortaba la
retirada , y los baſtimentos. En eſta ex—
tremidad ſin convocar Conſejo de guer—
ra( como lo han ſembrado tantas rela
ciones) hizo comparecer en ſu Tienda
la noche de 7. à 8. de julio al Generaliſ
mo Renchild : mandòle ſin deliberacion,
ni inquietud diſpuſieffe todo para acome
ter al Czar el dia ſiguiente. No conteſa
tò Renchild , y_ ſaliò .para obedecer.
. a
²35’ Híjlerià de Carlo¡ XII. _ _
la puerta de la Tienda del Rey encon-ª
tró al Cºnde Piper , con" el qual corría"
muy mal mucho tiempo havia , como
ſuele ſuceder entre el Miniſtro, y el
General. Preguntòle Piper , ſi havia al
go de nuevo, à que reſpondiendo fria-
mente el General que no, paſsò irritado
à dàr ſus ordenes. Mando el Conde Pí
pèr entro en laTienda,le preguntó el Rey:
No te ha dicha algo Renchild? Nada z teſ
pondiò Piper. Ahora bien (replicó el Rey)
pue¡ yo te hago ſàber, que mañana pre
fi-ntamor batalla. Qiedò paſmado el Con-
de Piper de una reſolucíon tan deſeſpera—
dª; empero conociendo bien, que ía
màs ſe hacía mudar de idea à ſu Señor, ſin.
manifeſtar ſmo en ſu ſilencío la admira-'
cion, dexò à Carlos dormir haſta el ra—.
yar del dia.
En 8. de julio de 1709. ſe diò eſta
batalla deciſiva de Pultova , entre los
dos mas celebres Monarcas, que havia
entonces en el mundo: Carlos XII. iluſ-'
\fª z Pºr nueve años de victorias: Pedro
Alexiovits, por nueve años de penas,
aprecradas por formar Tropas iguales á
las Suecas : el uno glorioſo en haver da
do
ÍRey de Suecia. Lib. I
\do Eſtados; el otro en haver hecho Politi—
'cos los ſuyos:Carlos amando los peligros,
y no peleando ſino por gloria: Alexio—
-vits , no huyendo el peligro , y hacien
'dº guerra , ſolo por ſus intereflªes; el Mo
narca Sueco liberal, por la magnitud
-de ſu alma; -el Moſcovita no dando co
zſa , ſino por «alguna mira. Aquel, de una
,ſobtiedad , y continencia ſin exemplo,
\de un natural magnanimo , y que no
Thavia ſidobarbaro ſino una ocaſion \S eſ
.re , no haviendo deſpojado la dureza de
fu educacion ,. y ſu Pais, ran terrible à
,ſus Valſallos ,. como admirable a los Eſq
trangeros , y muy dado à los exceſi'os,
que aún le abreviaron ſus dias. Carlos
obtenía el titulo de Invemible , que
,un momento podia quitarle : las Nacio
nes havian yà dado à Pedro Alexiovirs
el nombre de Grande, de que no po
dia una derrota deſpoíſeerlo , porque no
lo debía à las victorias.
Para tener una neta ide'a de cſta ba
talla , y de el lu ar en que ſe diò , es pre
ciſo figurarſe a ultova al Norte, el Cam,
po del Rey de Suecia al Sud, tirando algo
¿cia el Oriente a ſu bagage detrás de el,
-r, l à
238 Hiſioria de Gdrlor XII.
à diſtancia de una milla , y el rio de Pul
tova al Norte de la Villa , corriendo de- v
Oriente a Occidente. -
El Czar havia paſſado el rio à una le
gua de Pultova , al ..ado del Occidente , yJ
comenzaba à formar ſu Campo.
Al amanecer ſe dexaron ver los Sue
cos fuera de ſus trincheras con artilletia,
reducida à quatro cañones de hierro,
haviendo dexado el reſto en el Campo
con unos gg. hombres , y en poder de
ºtros 4g. el bagage: de fuerte , que el
Exercito Sueco marchó à los enemigos
con las fuerzas de unos 259. hombres,
de los quales no eran los 1²g. de Tro
pas arregladas.. J
Los Generales Renchild , Field , Le
venhaup , Slipembak , Horn , Spatre,
Hamilton, el Principe Wirtemberg pa..
tiente del Rey , y algunos otros , cha.
.mayor parte havia viſto la batalla de Nar
va , hacian memoria à los Oficiales Sub
alternos de eſta jornada, de la derro—.
ta de los Ioog. Moſcovitas en un Cam’—
p_o arrincherado,por 89. Suecos. Los Ofi
«cralesla referían à los Soldados ,y todos
\e animabau marchando, ,
Con~
Rey de Suecia. Lib. 1V. 2 39
Conducia la marcha el Rey , llevado
ſobre una andarilla à la cabeza de ſu ln
fanreria. Una parte de ſu Caballeria ſ‘e
adelanrò por ſu orden para atacar à la de
los Enemigos, y ſe comenzo la batalla por
eſte empeño à las 4. y media de la ma
ñana.La Caballería enemiga eſtaba al. Oc
cidente , à la derecha del Campo Moſ:
covira, y el Principe Mencikof, y el Con
de Collowin ’la havian diſpueſto en inter
valos entre reductos guarnecidos de Ar
tillería. EL General Slipenbak à la cabe-ª
za delos Suecos ſe arrojò ſobre eſta Ca—
ballería; y ſiendo caſi irreſiſtible( como
ſaben quantos han ſervido en las Tropas
Suecas)el furor de ſu primer choque, que
daron rotos , y abiertos los Eſquadrones
Moſcovitas. Corriò el Czar à rechazar~
los por Si , y un moſquerazo le traſpaſ
sò el ſombrero: à Mencikof le mataron
tres) caballos , y los Suecos gritaron vic
toria. ‘
- No dudò Carlos, que fijefie ganada
la batalla , pues havia embiado à media
noche el General Creurs con 59. Caba
llos , ò Dragones , que debian coger en
flanco à los Enemigos ,al tiempo que ‘el
' a ata-9
-240 Hiſiorla de Carlo: XII.
-atacaria de frente z pero quiſo ſu deſgra—
cia , que Creuts perdieſſe el camino , Y
nopareciò. El Czar , que ſe havia creído
perdido , tuvo tiempo para rehacer ſu
Caballería , y al volverſe, ſe arrojó (obre
la del Rey , la que no eſtando ſoſtenida
del Deſtacamento de Creuts , fue rota en
ſu vuelta , y hecho priſionero en eſte ern
peño Slipembak. A eſte tiempo diſpara—
ban del Campo 72.cañones ſobre la Ca
ballería Sueca; y la Infantería Ruſiana,
ſaliendo de ſus lineas , iba ‘a atacar à
la de Carlos.
El Czar , por un noble acuerdo , y,
una‘ penetracion , que ſe hallan en tales
lances en ſolos los grandes hombres , deſ
aacò al Príncipe Mencikof, para que fueſ
ſe à apoſtarſe entre Pultova , y los Sue’
cos. Con deſtreza , y prontitud execurò
el orden de ſu Amo el Principe Mencikof,,
y no ſolamente cortò la comunicacion
del Exercito Sueco con las reſtantes Tro—z
pas del Campo de Pultovaz mas tambien.
.en un reencuentro,que tuvo con un cuerª
po de 39. hombres de reſerva, lo arroz
¿ió, y derrºtó.
. Entrçtanto ſalia de ſus líneas la Infan—
. tº_
.Rey dc'Suecia. Lib. IV. 24 t
" téria Moſcovita , y ſe abanzaba en _bata
lla ſobre la llanura. Por otra parte la Ca
ballería Sueca ſe rehacia à un quatro de
legua del Exercito enemigo; y el Rey,
ayudado de ſu Generaliſsimo Renchild,
oríienaba todo para una batalla gene
ra ,
Ponia en orden , en dos lineas , lo que
le reſtaba de Tropas , ocupando el cen
tro ſu Infantería , y los dos coſtados
ſu Caballería. El Czar diſponia del miſmo
modo fu Exercito , con la ventaja del
numero , y de 72. cañones , en tanto que
los Suecos le oponian (blos quatro,y que
comenzaba à faltarles la polvuta.
El Emperador Moſcovíta eſtaba en el
centro de ſu Exercito , no teniendo en
tonces mas que el titulo de Mayor \Gene
ral , y parecía obedecer al General Cſe—
remetof; pero andaba,como Emperador,
de linea en linea , montado en un caba
llo Turco , que era preſente del Gran Se
ñor , exhortando à los Capitanes , y Sol
dªdºs , y prometiendo à cada uno re~
cºmpenſas.
Carlos hizo quanto pudo para mon
tar à caballo à. la cabeza de ‘ſus Tropas;
Tª 772.1., EL_ pe
242 Hiſiaria de Carlo: XII.
pero no pudiendo mantenerſe ſin grandes
dolores , hizº , que lo volvieflen a poner
ſobre ſu andarilla , teniendo en una ma‘-.
no ſu eſpada , y en la otra una piſtola.
A las nueve de la mañana volviò à
comenzarſe la batalla: unode los prime- ’
ros diſparos de la Artillería Moſcovita le
llevò los dos caballos de ſu andarilla , è
hizo poner otros dos: Otro ſcgundo diſ
pa'ro deſpedazò la andarilla , y traſtornò A
al Rey. Creyeronlo muerto las-Tropas,
que peleaban cerca de èl. Conſternados
los Suecos, bambolearon ; y faltandoles ‘
polvora, y continuando la Artillería ene
miga en exterminarlos, doblò la primera
linea ſobre la ſegunda , y éfla huyò. No
ſucediò en eſta ultima accion , que una
linea de log. Infantes Moſcovitas derro
taffe el Exercito Sueco. Tan mudadas
cſtaban las coſas.
El Rey , llevado ſobre picas por qua.,
tro Granaderos, cubierto de ſangre, y"
del todo magullado de ſu caida , con
uſo apenas de la lengua , gritaba: Suecor,
Suecas. La cólera, y el dolor le dieron 31-'
Sºngs fuerzas , y rento rehacer algunos
Regimientos. _Los Moſcovitas los perſe
guían
Rey de Suecia. LibJV. a4;
guían à eſtocadas , y botes de bayoneta,
y picas. Yà el Principe Wirtemberg , el
Generaliſsimo Renchíld , Hamilton , y
Stakelberg eſtaban priſioneros, forzado
el Campo de Pultova, y todo en una con
fuſion, en que no havia recurſo. El Con- ‘
de Pip‘er,con todos los Oficiales de Chan
cilleria, havia ſalido del Campo, y no ſa
biendo que debían hacer , ni en qu‘e ha
via parado el Rey , díſcurrían de un lado
à otro la llanura, Ofreciòſe un Mayor,lla—‘
mado Bere, à conducirlos al bagage 5 pe—
ro las nubes de polvo , y humo , que cu
brían la Campaña , y el embeleſo natural
en eſta deſolacion , los conduxeron de
rechos à la Contraeſcarpa de la miſma
Villa , en donde cogiò à todos la Guar—
nicion. '
Ni queria huir , ni podia el Rey dea
fenderſe. Hallabaſe cerca de ‘el el General
Poniatoski , Coronel de la Guardia Sueca
del Rey Stanislao , hombre de un raro
mérito, à quien ſu aplicacion à Carlos
havia empeñado en ſeguirlo à Ukrania,
\in mando alguno. Eſte' era un hombre,
que en todas las ocurrencias de ſu vida,
Y en los, rieſgos en que otros à lo mas tie
' Q; nen
244 Híſioria de Carlo: XII.
nen valor , tomó ſiempre con prompti
tud , acierto , y honra ſu partido. Hizo
ſeña à un joven Sueco, llamado Federico,
primer Ayuda de Camara delRey,y hom
bre tan intrepido como ſu Amo. Agarra—
ron los dos al Rey por los ſobacos, y ayu
dados de un Drabante , que ſe acercó, lo
montaron en un caballo contra .los dolo
res agudiſsimos de ſu herida. Federico
iba à caballo cerca de ſu Amo, y lo ſoſ
tenia de quando en quando.
Poniatoski , aunque no tuvo mando
en el Exercito, hecho General en eſta oca
ſion por neceſsidad, rehizo 500. caballos
cerca de la perſona del Rey: los unos
eran Drabantes, los otros Oficiales, y al
gunos Soldados raſos. Vuelta á juntarſe
eſta Tropa, y reanimada por la deſgracia
de ſu Principe,ſe hizo paſi'o por entre mas
de diez Regimientos Moſcovitas, y con
duxo à Carlos por el medio de los ene—
migos en eſpacio de una legua , haſta el
bagage del Exercito Sueco.
En tal contratiempo importaba mu
cho eſta admirable retirada s pero eta
meneſter huir mas lexos. Hallaron en el
bªgage el Coche del Conde Pip‘er, (que
el
Rey de'Succia. Lib. IV. '245
el ~Rey jamas lo tuvo deſde que (aliò
de Stokolmo) metieronlo en ‘el , y ſe
tornò ‘ con precipitacion el camino del
Boriflhene. El Rey , que deſde el inſtante
en que lo havian pueſto àcaballo , haſta
ſu llegada al bagagc, no havia deſplegado
diablo, preguntó entonces , qu‘e ſe havia
hecho el Conde Piper ª Reſpondieronle,
que lo havian hecho priſionero con toda
la Chancilleria. Y el Generaliſsimo Ren
child(añadiò‘)y el Duque de Wirtembergª
.Tambien quedan priſioneros , le dixo Po
niaroski. Prg‘fioneror entre lo: Mofiovitar!
(replicò el Rey, encogiendo los hombros)
Vªmºſ, pues, vamo: ante: a‘ entre lo: Tur -
“OF-’N0 obi’tante, no ſe notaba en ſu ſem
blante deſcaecimiento alguno: y qual
quiera que lo huvieſſe viſto entonces , è
ignoraflè ſu eflado , no huviera ſoſpccha.
do, que eſtaba vencido, ò herido.
Entretanto que ‘el ſe alexaba , ſe apo
'deraron los Moſcoviras de ſu Artilleria en
el Campo de Pulrova , de ſu bagage, y
Caxa Militar , en donde hallaron ſeis
millones en eſpecie, deſpojos de Polacos,
y Saxones. Murieron cerca de mil Sueco:
enla batalla: _quedaron prlſioneros al re
º.; de~
246 Htſtoria de Carlo: XII.
'dedor de 69. tres , ò quatro mil ſe deſ
carríaron , de los quales jamàs ſe ha oido
hablar. Qiedaban aun cerca de 189.
hombres, tantos de Suecia, y Polonia,co
mo Colacos, los que huian acia el Boriſ—
thene, conducidos del GeneralLeven—
haup, el por
fugitivas qual un
marchó
caminocon
, y eſtas Tropas
por Otro ctel
Rey con algunos Caballos. Rompiòſe el
coche, en que iba , y lo volvieron à po
ner à caballo. Para complemento de la
tragedia, ſe perdiò, durante la noche, en
un boſque , en el qual, no pudiendo ya
ſuplir con ſu corage lo agotado de ſus ’
fuerzas, hechos por la fatiga mas into
lerables los dolores de ſu herida , y caido
. de canſado ſu Caballo , ſe tendiò al pie de
;un arbol por algunas horas , à tieſgo de
ſer ſorprendido cada inſtante de los ven
cedores , que lo buſcaban por todas par
.tes.
. Finalmente, la noche del 9. al Io.de
Julio ſe hallò frente à frente del Boriſthe
ne, adonde acababa de llegar Leven
haup con las reliquias del Exercito. Vol—
.vreron à v‘er los Suecos con ale ria mez
clada-de dolor à ſu Rey , à qmen creían
muer
Rey de Suecia. Lib. IV. 247
muerto. Acercabaſe el enemigo, no havia
puente para pal’ſar el rio, ni tiempo para
hacerlo: faltaba polvºra para defendetſe
contra el enemigo, que ſe adelantada , y
proviſiones para evitar que murieffe de
hambre' un Exercito , que no havia comi~
do en un día ; pero la mas urgente in—
quietud de los Suecos era el rieſgo de ſu
Rey. Havia aun , por fortuna , una mala
caleſa , que la havian llevado para todo
acontecimiento , haſta eſte parage. Puſie
ronla en una embarcacioncilla, y el Rey
entrò en Otra con el General Maceppa,
el qual havia ſalvado muchos cofres , lle—
* nos de plata; pero ſiendo muy rápida
la corriente, y comenzado à ſoplar un
viento con violencia, atrojò eſte Coſa—
co mas de tres quartas partes de ſus The
ſoros al rio , por aliviar el barco. Mu
llerno , Chancíll‘er del Rey , y el Conde
Poníatoski , hombre, mas que nunca,
neceflàrio, por los recurſos , que le dic
taba ſu prudencia en las deſgracías , paſ—
ſaron en otros barcos con algunos Ofi
ciales: treſcientos caballos de la Guar—
dia del Rey, y un numeroſiſsimo cuerpo
de Polacos , y Coſacos , fiados dela gc—
,Q4 ªª‘
248 Hiſioria de Carlo: XII.
neroſidad de ſus caballos , aventuraro'n
atraveſar à nado el río : ſu Tropa , bien
cerrada , reſiſtia à la corriente , y rom
pia las olas; pero todos los que ſe ale
xaron algo a'cía baxo , hallaron en el rio
ſu ſepulcro. De los infantes , que arrieſ
garon ſu paflàge, no llegó uno à la otra
orilla.
En tanto que las reliquias del Exerci—
to ſe hallaba en eſta extremidad , ſe acer
caba el Principe Mencíkof con toy. ca
ballos, llevando cada uno à la gurupa un
Infante. Los cadaveres de los Suecos,
muertos en el camino de ſus heridas , de
fatiga , y de hambre , moſtraban baſtan
temente al Príncipe Mcncikof el camino
que havia tomado el gruelſo del Exerci
to. Deſpachò el Principe un Trompeta à
ofrecer al General Sueco una capitula
cion , ‘a que conteſto Levenhaup por me
dio de quatro Oficiales Generales, que
embiò luego al punto para recibir la ley
‘ del Vencedor. Antes de eſte dia 16g.
Soldados del Rey Carlos huvieran ata
cado a todas las fuerzas del imperio Moll
covira , y aſsimilmo huvieran perecido
haſta el ultimo , antes que rmdirſc 5 emº
PCL
l 'Rey 'de Suecia. Lib. IV. 249'
pero deſpues de perdida una batalla ,deſ '
pues de una fuga de dos dias, ſin vèt
mas à ſu Principe ,‘ preciſado tambien à‘
huir , exhauſtos de fuerzas todos los Sol;
dados , no ſoſteníendo à ſu corage eſpe—
ranza alguna , cediò la intrepidez al amor:
de la vida. Eſte Exercito entero quedó'
hecho priſionero de guerra. Algunos Sol
dados, deſeſperados de caer en manos de
los Moſcovitas , ſe precipitaron al Boriſq
thene, y los reſtantes quedaron eſclavos.
Desfilaron todos en preſencia de el Prin-‘
cipe Mencikof, poniendo ‘à ſus pies las
armas , como lo havian executado nue—
ve años antes zog.\Moſcovitas delante
del Rey de Suecia en Narva s mas en lu
gar de haver vuelto el Rey entonces to
dos los priſioneros Moſcovitas, à quie
nes no temía, retuvo el Czar todos
los Suecos preſos en Pultova. Eſtos infe—ª
lices fueron deſparramados deſpues en los
Eſtados del Czar , y particularmente en -
Siberia , vaſta Provincia de la Gran Tar—
taria, que del lado del Oriente ſe eſtien
de haſta las fronteras del lmperío Chi
no. En eſte barbaro Pais , donde aun no
eſtaba conocido el uſo del pan , exercita
ron
250 Hiſtaria de Carla: XII.
ron los Suecos, à quienes la neceſsidad
hizo ingenioſos , los oficios, y artes, de
que podian tener algun conocimiento.
Entonces ſe deſterraron todas las diſtin
ciones , que pone la fortuna entre los
hombres. El Oficial, que no pudo exer
cer oficio alguno, eſtuvo reducido à hen
der , y conducir madera al Soldado Can
tero , Mercader de Paños , Enſamblador,
Albañil, Platero , ó al que ganaba con
que mantenerſe. Algunos Oficiales ſe hí
cíeron Pintores , y Arquitectos. Huvo
quienes enſeñaſſen Lenguas, y Mathema
ticas : eſtablecíeron tambien Eſcuelas pú
blicas , que ſe hicieron con el tiempo ran
Utiles , y conocidas , que ſe embiaban ni
ños de Moſcou.
ElConde Pip‘er, primer Miniſtro del
Rey de Suecia , eſtuvo largo tiempo en
cerrado en Petersburgo. Perſuadíaſe el
Czar , como el reſto de la Europa , à que
eſte Miniſtro havia vendido ſu Señor al
Duque de Malbouroug,y llevado ſobre la.
Moſcovia las armas de la Suecia , que hu~
metan podido apaciguar la Europa ; y
aſsl .le hizo mas duro ſu cautiverio.,Eſte
Mtutſtro murió algunos años deſpues en
Moſ
.Rcy de 'Suecia’. LibJIV. 251
Moſcou, poco ſocorrido de ſu familia,
que vivia en Eſ’tokolmo con opulencia , è
inutilmente llorado de ſu Rey , que nun
ca quiſo humillarſe à ofrecer al Czar un
reſcare por ſu Miniſtto, temiendo , que
no lo aceptaría; porque jamàs huvo en—
tre Carlos, y el Czar arreglamento vpat-.
ra reſcate de priſioneros.
Recibia en el Campo de batalla el Em
perador Moſcovita todos los ptiſioneros,
que le rrahian en Tropas, con un gozo
exceſsivo , que no cuidaba diſsimular , y‘l
preguntaba 'cada inflante: Dónde ç/Za‘,
Fue: , mz' hermano Carlº!?
Hizo à los Generales Suecos la hon
ra de combidarlos à ſu meſa. Entre varias
preguntas -, que les hizo, fue una al Ge
neral Renchild , en quanto al numero de
las Tropas del Rey ſu Amo antes de la ba
talla; a que reſpondiò Renchild , que ſo
lo el Rey tenia-la liſ’ca , y que ‘a nadie la
comunicaba : pero que el penſaba , que
en todo ſerian al rededor de 359. hom
bres; à ſaber , 189. Suecos , y el reflo
Coſacos. Moſtròſe admirado el Czar , yl
preguntó , cómo havian podido arrieſ—
garte à penetrar dentro de un Pais tan diſ
tan
&52. Hiſioria de Carlo: XII. v
tante , y à ſitiar a Pultova con aquel pu-ï
ñado de gente? Noſotror (replicó el Ge
neral Sueco) jamár bemar ſido conſulta
dºſ s ſino que como fieleſ ſèr-vidore¡ , be—
mar obedccído à lor ordene: de nuçſira
.Amo , ſín que Alguna *vez le hayamos con
tradicbo. Volvíóſe el Czar , oyendo eſta
teſpueſta , acia algunos de ſus Corteſanos;
ſoſpechoſos de haver ſido en otro tiern—
po complices en las conſpiracíones con
tra ‘el , y dixo: Ab! Vcir alli comº es me
neſier ſervir àſu Soberano; y tomando
un vaſo de vino, brindó: A la ſalud de
mi¡ Mae/ho: en el Arte de la Guerra. Pte
guntóle Renchild , quiénes eran los que
hontaba con tan agradable titulo: Voffi
trar( replicó ei Czar) Señor-er Generales
Succor. DiXO el Conde : Pues V. Mag. e:
bien ingrata en haver maltratada tanto à
ſm Mªeſirar. Deſpues del banquete hi
zo el Czar , que dieſſen las eſpadasà to
dos los Oficiales Generales , y los trató,
como Principe , que queria dar a ſus vaſq
fallos lecciones de la generoſidad , y poli
tica , que conocta.
Entretanto , yà no quedaba mas del‘
Exercrto Sueco , que ſalió tan triunfante
' de
' ſ
v Rey de Suecia. Lib. IV. 2 53‘
de la Saxonia; porque la mitad havia pc.
recido de miſeria , y la otra eſtaba eſcla—
va, ó muerta. Carlos XlI. havia perdi
~do en un dia el fruto de nueve años de
trabajo , y caſi cien batallas. Huia en una
mala caleſa , llevando à ſu lado al Mayor
General Hord , herido de peligro. Seguia
lo el rcſto de ſu Tropa , unos a pie , otros
à caballo, algunos en carretas , por me—
dio de un deſierto, en donde no Veian
cabañas, tiendas , hombres , animales,
ni caminos: todo faltaba , aun la agua.,
Eſto era à principios de _julio , en un Pais
fituado à 47. grados, cuya árida arena ha
cia mas inſoportable el calor del Sol.
Caian los caballos, y los hombres eſtabarl
à pique de morir de ſed. El Conde Ponia
toski , mejor montado que. los demas,
ſe adelantó algo en las llanuras; y ha
viendo deſcubierto un ſauce , juzgò , que
debia haver en ſus cercanias agua : buſcó
la tan ſolícito , que halló un manantial,
cuyo feliz deſcubrimiento ſalvó la vida
à la pequeña Tropa del Rey de Suecia.ſi
-Deſpucs de cinco dias de marcha, ſe ha
lló à la mar en del rio Hippanis, que hoyl y
llaman Bog los Barbaros ª _que han deſ
fi-l
'2 54 Hiſloria de Carla: XII.
figurado halla en el nombre los Paiſes,
que las Colonias Griegas hicieron floreª
cer en otro tiempo. Eſte rio ſe junta al
gunas millas de alli alhBoriſthene, y cae
con èl en el mar Negro.
A la otra parte del Bogh , acia el Me~
diodia, eſiaba la pequeña Villa de 02a-.
kou , frontera del Imperio de los Turcos.
Los habitadores , viendo llegar à ellos
una tropa de gente de guerra , cuyos
veſtidos , y lenguage les eran exrraños,
les negaron el paſio por Ozakou , fin or—
den de Mehemet Paca, Gobernador de la
.Villa. Deſpachò elRey un Expreffo à eſ
te Gobernador , pidiendole el paflage 5 y
el Turco , incierto de lo que debia hacer
en un Pais , en que un falſo procedimien
to cueſta de ordinario la vida , no ſe atreq
viò à determinar por Si , antes de tener el
permiſſo del Pacàgde la Provincia, que re—L
fide en Bender dela Beſarabia , à zo. le-'
guas de Ozakou. Eſte permiſſo llego con
orden de dàr al Rey todos los honores
debidos à un Monarca, Aliado de la Puer—
tª ² Y d_e proveerle de todos los ſocorros
neceſiàrtos. Durante eſtas dilaciones , los
ºſªºVltas ª deſpues de haver palïàdo cl
Bo
Rey de Suecia. Lib. IV. a 5‘5
Boriſthene,perſeguian al Rey ſin díſcontí- '
nuacion; y \i huviera èl tardado una hora
mas, lo huvieran cogidosp'ues apenas huvo
paíſado el Bogh en los barcos de los Trit
cos , quando aparecieron ſus enemigos
en numero de cerca de 69. caballos,y pa
deció la mortificacion de ver al otro lado
del rio hechos priſioneros por los Moſcoq
vitas
que no500. hombres
havian dejſu
podido pequeña
todavia Tropa,
paſtſiarlo.El
Pacà de Ozakou le pidió por un Interpre
te perdon de ſus dilaciones, que eran la
cauſa de haver'le-cautivado los 500. hom
bres, y le ſuplicó llevaſiſe àbien el no que
xarſe de ello al Gran Señor: prometióſelo
Carlos , reprendiendolo con (cveridad,
como ſi hablara con alguno de ſus valia—
llos.
El Comandante de Bender , que era al
miſmo tiempo Seraſquier (titulo, que cor
reſponde al de General) y Paca de la Pro
vincia , que ſignifica Gobernador , è In-I
tendente , deſpachò al inſtante un Agà à
cumplimentar al Rey , y ofrecerle una
magnifica tienda , con las proviſiones,
ba age, carros , comodidades , todos los
.O ciales , y el ſéquito, neceffario para
co n~
'256 Hiſiaria de Carlo: XII.
conducido con eſplendot haſta Bender;
porque es moda entre los Turcos, no ſo~
lamente hace: el gaſto a los Embaxadotes
haſta el lugar de ſu teſidencia, mas tam
bien el proveer de todo en abundancia à
los Príncipes refugiados ‘entre ellosª
mientras eſtàn detenidos_ en ſus_
Dados., ›

EN_ DEL' PARTO. LIBRA


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