Consejo de Estado-Demanda 5
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CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN B
ANTECEDENTES
I. Lo que se pretende
2
Folio 71 del cuaderno de primera instancia.
3
Folios 72-74 del cuaderno de primera instancia.
4
Folio 77 del cuaderno de primera instancia.
5
Folio 78 del cuaderno de primera instancia.
6
Folio 89 del cuaderno de primera instancia.
7
Folio 91-117 del cuaderno de primera instancia.
8
Folios 118-122 del cuaderno de primera instancia.
9
Folios 123-143 del cuaderno de primera instancia.
10
Folio 144 del cuaderno de primera instancia.
11
Folio 144 del cuaderno de primera instancia.
El 25 de febrero de 2002, se adicionó el auto admisorio con el fin de vincular al
proceso a la sociedad Dromayor Pereira S.A. y a Héctor Villa Osorio en calidad de
terceros12, por ser los beneficiarios de la adjudicación del contrato de distribución
de los productos de la Fábrica de Licores y Alcoholes de Antioquia, durante cuatro
años en el departamento de Bolívar 13. La demanda se contestó en los términos
que se resumen a continuación:
Concluida la etapa probatoria, el tribunal corrió traslado a las partes para alegar de
conclusión17, oportunidad en la que el departamento de Antioquia y el Consorcio
12
En el escrito de la demanda se solicitó su vinculación como tercero y mediante auto del 25 de
febrero de 2002, el tribunal cumplió con dicho requerimiento. No obstante, se advierte que en el
fallo de primera instancia se les dio el trato de llamados en garantía.
13
Folio 184 del cuaderno de primera instancia.
14
Folios 148-170 del cuaderno de primera instancia.
15
Folios 204-211 y 241-248 del cuaderno de primera instancia.
16
Folio 259 del cuaderno de primera instancia.
17
Folio 615 del cuaderno de primera instancia.
Licocartagena reiteraron sus argumentos iniciales, respectivamente 18. El Ministerio
Público guardó silencio.
“Las entidades gubernamentales que ejerzan inspección, vigilancia o control, podrán exigir la
preparación y difusión de estados financieros de períodos intermedios. Estos estados serán
idóneos para todos los efectos, salvo para la distribución de utilidades.
“Art. 41: Publicidad de los estados financieros. Dentro del mes siguiente a la fecha en la cual sean
aprobados, se depositará copia de los estados financieros de propósito general, junto con sus
notas y el dictamen correspondiente, si lo hubiere, en la Cámara de Comercio del domicilio social.
Esta expedirá copia de tales documentos a quienes lo soliciten y paguen los costos
correspondientes.
Sin embargo, las entidades gubernamentales que ejerzan la inspección, vigilancia o control podrán
establecer casos en los cuales no se exija depósito o se requiera un medio de publicidad adicional.
También podrán ordenar la publicidad de los estados financieros intermedios.
exigencia de la publicidad de los estados financieros, en virtud del principio de
transparencia en la información de las condiciones financieras de toda sociedad y,
pese a que su omisión no era óbice para la comparación de las propuestas en el
marco de un proceso licitatorio, como bien lo manifestó la parte actora, sí
constituía un mecanismo de publicidad y transparencia de sus gestiones
económicas, por lo que todos los proponentes debían ceñirse, no solo a los
requerimientos del pliego de condiciones, sino también a los exigidos por las
normas constitucionales y legales vigentes.
Resaltó que, por tratarse de una omisión formal que no repercutía en el alcance de
la propuesta, esta última no debía ser rechazada, máxime cuando, en su criterio,
se encontraba demostrado que era la mejor para la Administración, por lo que su
rechazo comportaba una violación a los principios de proporcionalidad, economía
y selección objetiva.
“La Cámara de Comercio deberá conservar, por cualquier medio, los documentos mencionados en
este artículo por el término de cinco años.
Cuando los estados financieros se depositen en Ia Superintendencia de Sociedades, no tendrán
que ser depositados en las cámaras de comercio. La Superintendencia de Sociedades asegurará
los mecanismos necesarios para garantizar el acceso a Ia información que no tenga carácter
reservado. La Cámara de Comercio deberá conservar, por cualquier medio, los documentos
mencionados en este artículo por el término de cinco años”.
21
Folios 698-701 del cuaderno del Consejo de Estado.
Finalmente, solicitó que se revocara la decisión de primera instancia y se
concedieran las pretensiones de la demanda.
Luego de que se admitiera el recurso 22, se corrió traslado a las partes para alegar
de conclusión23, oportunidad en la que Dromayor Pereira S.A. y la parte actora
reiteraron sus argumentos24. El señor Héctor Villa Osorio guardó silencio.
CONSIDERACIONES
I. Competencia
22
Folio 708 del cuaderno del Consejo de Estado.
23
Folio 710 del cuaderno del Consejo de Estado
24
Folios 712-713, 714-728 del cuaderno del Consejo de Estado.
25
Folios 712-728 del cuaderno del Consejo de Estado.
26
Folio 67 del cuaderno de primera instancia.
dispuesto por el artículo 357 del C.P.C. 27, a menos de que resulte necesario
abordar las excepciones previstas por la jurisprudencia de esta Corporación 28.
27
“La apelación se entiende interpuesta en lo desfavorable al apelante, y por lo tanto el superior no
podrá enmendar la providencia en la parte que no fue objeto del recurso, salvo que en razón de la
reforma fuere indispensable hacer modificaciones sobre puntos íntimamente relacionados con
aquélla. Sin embargo, cuando ambas partes hayan apelado o la que no apeló hubiere adherido al
recurso, el superior resolverá sin limitaciones”.
28
Sobre el alcance de la competencia del juez en segunda instancia frente a un único recurso de
apelación, consultar: Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera, sentencia del 9 de
febrero de 2012, exp. 05001-23-26-000-1994-02321-01 (20104), C.P. Ruth Stella Correa Palacio.
29
La Sala valorará los documentos presentados en copia simple, según lo dispuesto por la Sala
Plena de la Sección Tercera del Consejo de Estado en sentencia de unificación jurisprudencial del
28 de agosto de 2013, expediente 25022, C.P. Enrique Gil Botero, en la cual se estableció que las
copias simples serían valoradas “(…) en los procesos ordinarios contencioso administrativos
(objetivos o subjetivos) en los cuales las partes a lo largo de la actuación han aportado
documentos en copia simple, sin que en ningún momento se haya llegado a su objeción en virtud
de la tacha de falsedad (v.gr. contractuales, reparación directa, nulidad simple, nulidad y
restablecimiento del derecho), salvo, se itera, que exista una disposición en contrario que haga
exigible el requisito de las copias auténticas” .
30
Resolución de adjudicación n.º 1811 del 23 de febrero de 2000, visible a folios 91-117 del
cuaderno de primera instancia.
31
Folio 91 del cuaderno de primera instancia.
32
Folios 91-117 del cuaderno de primera instancia.
El 8 de marzo de 2000, el Consorcio Licocartagena, como proponente no
favorecido, tuvo conocimiento del acto de adjudicación -oficio n.º 00002587 del 8
de marzo de 2000- suscrito por el director de apoyo jurídico de la Fábrica de
Licores de Antioquia, que fue aportado con la demanda 33.
33
Folios 14, 51 y 73 del cuaderno de primera instancia.
34
Copia auténtica del referido contrato, visible a folios 123-143 del cuaderno de primera instancia.
nulidad y restablecimiento del derecho, según las reglas del Código
Contencioso Administrativo.
No obstante, de la norma también se desprende con toda claridad que, una vez
suscrito el contrato, la validez de los actos precontractuales solo se podrá
cuestionar mediante el ejercicio de la acción contractual, que se deberá ejercer en
contra del contrato suscrito, alegando su nulidad absoluta como consecuencia de
la nulidad del respectivo acto precontractual. Es decir que, como dice la norma, la
ilegalidad de este último, una vez suscrito el negocio jurídico, solo se podrá alegar
como causal de nulidad absoluta del mismo, lo que implica necesariamente el
ejercicio de la acción contractual y la imposibilidad, en tal caso, de impugnar
independientemente el acto previo.
Lo anterior, también significa que así no hayan transcurrido los 30 días a los que
alude la norma como término de caducidad de las acciones de nulidad y de
nulidad y restablecimiento del derecho, si se suscribe el contrato dentro de dicho
término, también resultará imposible el ejercicio de las referidas acciones, por
cuanto en tal evento solo será posible cuestionar su validez, como causal de
nulidad absoluta del contrato suscrito, mediante el ejercicio en su contra de la
acción contractual.
En otros términos, pese a que la actora afirmó bajo juramento que no se le notificó
el acto de adjudicación, sí se le comunicó y del escrito de la demanda se puede
inferir que no le era ajena la posibilidad de la suscripción del contrato, no solo
porque tuvo conocimiento del referido acto desde el 8 de marzo de 2000, sino
38
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 4 de febrero de 2010, exp. 16540, C.P. (e)
Mauricio Fajardo Gómez. En el mismo sentido ver: Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia
del 13 de junio del 2011, expediente 19936, CP. Ruth Stella Correa Palacio; Subsección B,
sentencias del 28 de septiembre de 2015, exp. 32749, y del 5 de marzo de 2015, exp. 30695,
ambas con ponencia de C.P. Danilo Rojas Betancourth.
porque solicitó la copia del negocio jurídico que habría podido suscribirse con
ocasión de dicha adjudicación.
Es del caso precisar que, aún en el evento de que se tuviera por comunicada la
adjudicación el 10 de abril de 2000, fecha en la que se hizo la presentación de la
demanda, en el sub judice no está en discusión la oportunidad de la acción
incoada sino la vía procesal adecuada, por cuanto era previsible que para esa
fecha ya se hubiera suscrito el contrato, dado el momento en que la parte actora
tuvo conocimiento del acto -8 de marzo de 2000- y sus propias afirmaciones de
acuerdo con las cuales solicitó copia del negocio jurídico.
Bajo esa misma línea, es dable afirmar que no le era imprevisible al actor tener
certeza de la suscripción del contrato, al ser una disposición legal la publicación
del mismo en la gaceta oficial de la entidad, de conformidad con lo establecido en
el artículo 41 parágrafo 3 de la Ley 80 de 1993, vigente para la época en que se
adelantó la licitación pública que originó la controversia 41, en consonancia con el
artículo 24 del Decreto 679 de 199442.
De igual forma, observa la Sala que el inciso 9 del artículo 30 de la Ley 80 de 1993
dispuso:
“(…) 9. Los plazos para efectuar la adjudicación y para la firma del contrato se
señalarán en los pliegos de condiciones o términos de referencia, teniendo en
cuenta su naturaleza, objeto y cuantía.
39
Folios 64 y 65 del cuaderno de primera instancia.
40
Folios 89, 123-143 del cuaderno de primera instancia.
41
ARTÍCULO 41. DEL PERFECCIONAMIENTO DEL CONTRATO. Los contratos del Estado se
perfeccionan cuando se logre acuerdo sobre el objeto y la contraprestación y éste se eleve a
escrito. (…) PARÁGRAFO 3. Salvo lo previsto en el parágrafo anterior perfeccionado el contrato,
se solicitará su publicación en el Diario Oficial o Gaceta Oficial correspondiente a la respectiva
entidad territorial, o a falta de dicho medio, por algún mecanismo determinado en forma general
por la autoridad administrativa territorial, que permita a los habitantes conocer su contenido.
Cuando se utilice un medio de divulgación oficial, este requisito se entiende cumplido con el pago
de los derechos correspondientes.
42
Artículo 24°.- De la publicación de los contratos. Deberán publicarse en la forma prevista en el
parágrafo 3° del artículo 41 de la Ley 80 de 1993, los contratos que deben tener formalidades
plenas de acuerdo con el artículo 39 de la misma ley.
“El jefe o representante de la entidad podrá prorrogar dichos plazos antes de
su vencimiento y por un término total no mayor a la mitad del inicialmente
fijado, siempre que las necesidades de la administración así lo exijan. (…)”.
Por lo anterior, es claro que, todos los participantes de un proceso licitatorio tienen
conocimiento de las fechas en que se surtirán cada una de las etapas que lo
componen, inclusive la fecha establecida para la firma del contrato, por cuanto se
encuentran anunciadas en el respectivo pliego de condiciones que, en este caso,
no fue aportado al proceso.
“(…) No sobra reiterar que, en cualquier caso, los interesados que se sientan
afectados por los actos precontractuales podrán acudir, para la defensa de
sus derechos después de la celebración del contrato, a la vía procesal de la
acción contractual (…)”.
De acuerdo con lo expuesto, tal como lo manifestó el agente del Ministerio Público
en su concepto, dado que para la fecha de presentación de la demanda ya se
había suscrito el contrato objeto de la adjudicación cuya legalidad cuestiona la
actora, la demanda debió presentarse en ejercicio de la acción contractual, toda
vez que así lo dispuso la ley y al haberlo hecho a través de la acción de nulidad y
restablecimiento del derecho, incurrió en ineptitud sustantiva de la demanda.
43
Corte Constitucional, sentencia C-712 de 2005, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
no fue demandado de ninguna forma, determinación de inhibición a la que esta
Sala ha llegado en otras ocasiones frente a casos similares 44.
“En relación con la regla general mencionada, según la cual aquellos temas
no propuestos en el recurso de alzada estarían llamados a excluirse del
conocimiento del juez ad quem, conviene precisar que dicha regla general
admite algunas excepciones autorizadas por la Constitución Política o por la
ley, de las cuales, a título puramente ilustrativo, se encuentran aquellos temas
procesales que, de configurarse, el juez de la causa deberá decretarlos de
manera oficiosa, no obstante que no hubieren sido propuestos por la parte
impugnante como fundamento de su inconformidad para con la decisión
censurada.
Así las cosas, esta Sala revocará la sentencia de primera instancia para inhibirse
de fallar por indebida escogencia de la acción, toda vez que la demanda en forma
constituye presupuesto de una sentencia de mérito y, por tanto, impide realizar un
pronunciamiento de fondo.
44
“25. En el caso particular, la Sala advierte que ninguna de las pretensiones de la demanda se
encaminó a obtener la declaración de nulidad del contrato de concesión n.º 198 de 1999, que se
suscribió el 15 de diciembre de 1999, es decir, antes del vencimiento de los 30 días de que trata el
artículo 87 del Código Contencioso Administrativo y ciertamente antes de la presentación de la
demanda el 26 de enero del 2000, y que se deriva del acto administrativo de adjudicación en el
que se habrían producido la totalidad de irregularidades que se alegan como fundamento jurídico
del libelo (ver supra párr. 1).//26. Por lo tanto, la Sala encuentra justificada la decisión de primera
instancia de declarar la ineptitud sustancial de la demanda por la falta de un requisito
procedimental de cardinal importancia en la vocación de prosperidad de la acción ejercida, y por
ende confirmará esa determinación”. Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección B,
sentencia del 5 de marzo de 2015, exp. 30695, C.P. Danilo Rojas Betancourth. Igualmente,
consultar: Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, sentencia del 27 de mayo de 2015,
exp. 36978, C.P. (e) Hernán Andrade Rincón, y Subsección C, sentencia del 29 de abril de 2015,
exp. 29924, C.P. Olga Mélida Valle de De la Hoz.
45
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 9 de
febrero de 2012, exp. 21060, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, Subsección B, administrando justicia en nombre
de la República de Colombia y por autoridad de la ley,
FALLA