Revista - Juridica - 46 Intervención en VIF PDF
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Comité Editorial:
Pablo Campos Muñoz
Coordinador
Colaboradora:
Andrea González Leiva
Toda solicitud de canje o donación de la Revista debe dirigirse a la Biblioteca de la Fiscalía Nacional.
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El Ministerio Público autoriza la reproducción del contenido de esta publicación, siempre y cuando se
cite al autor, el número y año de la publicación y no se utilice para fines comerciales.
ÍNDICE
PRÓLOGO
Fallos
Recurso de nulidad rechazado. Exigencia de firma de la acusación 9
Corte Suprema
Recurso de nulidad rechazado. Violación de norma constitucional o legal. 17
Derecho a no declarar contra sí mismo. Declaración voluntaria del imputado
Corte Suprema
Recurso de amparo rechazado. Incumplimiento de acuerdo reparatorio 31
Corte Suprema
Recurso de nulidad rechazado. Naturaleza del procedimiento simplificado. 34
Admisión de responsabilidad. Rol del querellante
Corte Suprema
Artículos
Delito de tortura previsto en el artículo 150 letra a) del Código Penal 67
Yelica Lusic Nadal
Artículos
El delito de “Microtrafico” en la jurisprudencia: sus alcances y en especial los 81
criterios de determinación judicial de la “pequeña cantidad”
Nicolás Arrieta Concha
Sentencias Comentadas
Comentario a dos fallos dictados por la Corte Suprema en materia de Ley 111
N°20.000
Ximena Marcazzolo Awad
V. UNIDAD ESPECIALIZADA EN DELITOS SEXUALES Y VIOLENTOS
Artículos
El agente encubierto y la interceptación o grabación de telecomunicaciones 143
en las investigaciones de delitos sexuales
Catalina Duque González
Sentencias Comentadas
Comentario a la sentencia condenatoria del Sexto Tribunal Oral en lo Penal 154
de Santiago, en causa sobre explotación sexual comercial de niños, niñas
y adolescentes (ESCNNA)
Macarena Car Silva
Artículos
La figura de ocultamiento en el delito de lavado de dinero 167
Antonio Segovia Arancibia
Sentencias Comentadas
El denominado caso “Schwager”: análisis de histórica condena por uso de 185
información privilegiada y manipulación bursátil
Verónica Rosenblut Gorodinsky
Artículos
El delito de femicidio en Chile 213
María José Taladríz Eguiluz y Roberto Rodríguez Manríquez
Sentencias Comentadas
Efectos de las condenas dictadas respecto de adolescentes en relación a la 230
Ley 18.216
María Angélica San Martín Ponce
Prólogo
En este nuevo número de la Revista Jurídica del Ministerio Público, que corresponde
al primer trimestre de 2011, damos la bienvenida a una nueva Sección en la que, en lo
sucesivo, los lectores podrán encontrar valiosa información relativa a un ámbito que
constituye uno de los objetivos y lineamientos primordiales de la Fiscalía de Chile,
cual es la atención de víctimas y testigos.
En efecto, a partir de este número la División de Atención a Víctimas y Testigos
(DAVT) y, por su intermedio, las Unidades Regionales de Atención a Víctimas y
Testigos (URAVIT) de todo el país, tendrán un espacio para dar a conocer su trabajo
multidisciplinario e iluminar a los lectores respecto del trato que la jurisprudencia y
la doctrina brindan a estas materias.
Sin duda nuestros lectores serán los más beneficiados con esta nueva sección, ya que
podrán encontrar información que se genera directamente en el órgano que, por
mandato constitucional, debe adoptar las medidas para proteger a las víctimas y tes-
tigos en los procesos penales.
Esta vez, la División de Atención a Víctimas y Testigos nos da a conocer el modelo
establecido por el Ministerio Público, de la Intervención Inmediata para Víctimas de
Violencia Intrafamiliar.
Por su parte, y gracias al esfuerzo de los funcionarios de las distintas Unidades Espe-
cializadas de la Fiscalía Nacional, en esta edición se contienen diversos artículos y
comentarios de sentencias relevantes, entre los que cabe destacar aquel relativo al
delito de microtráfico de drogas y que se refiere específicamente a los criterios para
determinar lo que debe entenderse por “pequeñas cantidades de droga”.
También destacamos los artículos sobre la figura del ocultamiento en el lavado de
dinero y el presentado por la Unidad Especializada en Delitos Sexuales, que desde
un punto de vista multidisciplinario, nos ilustra sobre la nueva figura del delito de
femicidio.
Como siempre, en la Sección de Materias de Interés General, podrán encontrar refe-
rencias a sentencias en las que nuestros más altos tribunales se pronuncian sobre
temas que cruzan de forma transversal el proceso penal y que, por lo mismo, son
relevantes para todas y cada una de las especialidades.
Resumen:
En los artículos 248 y 259 del Código Procesal Penal no se hace referencia a que la
acusación deba contener la firma de quien la suscribe, por lo que no cabe sino concluir
que la acusación fue presentada dentro del plazo fatal de diez días, aunque haya sido
firmada después de expirado dicho plazo.
Proceder a efectuar exigencias inexistentes, supondría el cumplimiento de formali-
dades que no están establecidas en nuestro ordenamiento, de tal forma que ninguna
consecuencia podría derivarse de ellas.
Si bien la defensa estima como de la mayor trascendencia la exigencia de firma en
toda presentación, su propio recurso de nulidad no contiene firma alguna.
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Procesal Penal, esto es, cuando en la vidad operó la preclusión por el ejer-
tramitación del juicio o en el pronun- cicio erróneo de la acción penal, ello
ciamiento de la sentencia, se hubieren por falta de un requisito de forma,
infringido sustancialmente derechos por lo que correspondía en la espe-
o garantías asegurados por la Cons- cie decretar el sobreseimiento defi-
titución o por los tratados interna- nitivo. Por ello es que lo denunciado
cionales ratificados por Chile y que tuvo como efecto vulnerar la garantía
se encuentren vigentes, denunciando del debido proceso, en especial en
la vulneración del debido proceso y su manifestación de procedimiento
del derecho a defensa. En cuanto al legalmente tramitado.
primero, se denuncia la vulneración
del artículo 247 del Código Procesal TERCERO: Que, en cuanto a la
Penal, en atención a que el Ministerio preparación del recurso, se explica en
Público habría presentado su acusa- el mismo libelo, que ello se encuentra
ción fuera del plazo legal de diez días sobradamente cumplido de confor-
que le concede dicho cuerpo legal, midad a lo que dispone el artículo
ello porque si bien se acompañó el 377 del Código Procesal Penal, toda
escrito en dicho término, el Tribunal vez que lo anterior fue objetado opor-
de Garantía ordenó que previo a ser tunamente, y se interpusieron sendos
proveído debía ser suscrito, lo que se recursos de reposición y apelación, a
cumplió indebidamente por el perse- lo que cabe agregar que al inicio de
cutor penal al acompañar una copia la presente audiencia ambos intervi-
de la anterior presentación, en esta nientes llegaron al acuerdo de que el
oportunidad debidamente firmada, recurso se encontraba debidamente
pero cuando ya el término se encon- preparado, renunciando la defensa a
traba vencido. rendir las pistas citadas en el primer
otrosí de su libelo de fojas 9, bajo los
SEGUNDO: Que lo que debió numerales 1. y 2., que perseguían ese
hacer el Ministerio Público -a juicio mismo objetivo.
del recurrente- para corregir adecua- CUARTO: Que, en lo que toca a
damente su omisión, era apersonarse la segunda causal de nulidad que
dentro de plazo a las dependencias se invoca, se construye también al
del tribunal y ante un Ministro de amparo de la letra a) del artículo 373
Fe proceder a suscribir ese mismo del Código Procesal Penal, en rela-
escrito, y no como ocurrió en la espe- ción con los artículos 14 del Pacto
cie, en que se presentó en una data Internacional de Derechos Civiles y
tardía copia del anterior, ahora debi- Políticos, el artículo 8 de la Conven-
damente suscrita. ción Americana de Derechos Huma-
nos, y los artículos 8, 104, 263 y 276,
Se destaca por el impugnante, que todos del Código Procesal Penal.
no existe norma alguna que facultara
al tribunal para validar lo ocurrido, a En un primer aspecto hace referencia
lo que cabe agregar que el plazo está a la afectación del derecho a defensa,
claramente establecido en favor del ello de conformidad a la teoría del
imputado, por lo que ante esta inacti- caso desarrollada para desvirtuar la
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Rol N°9596-10.
Pronunciado por la Segunda Sala Autorizada por la Ministro de Fe de
integrada por los Ministros Sres. esta Corte Suprema.
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Resumen:
No todo quebranto que apunte a las reglas del debido proceso tiene necesariamente
el carácter de violación de norma superior, y ello se percibe claramente cuando se ha
legislado mediante normas procesales expresas que tratan precisamente la materia en
que se inserta el reproche.
Si bien la Constitución garantiza a todas las personas el derecho a no declarar contra
sí mismas, no existiendo ninguna obligación para el imputado de colaborar en la
tarea de esclarecer los hechos, y considerando que se trata de una garantía establecida
en favor de la dignidad e integridad psíquica y física de las personas, respecto de las
cuales no puede obtenerse coactivamente un testimonio, nada obsta que ella lo preste
libremente, toda vez que el relato del imputado a los funcionarios policiales acerca
de los hechos por los cuales se le enjuició se ajustó plenamente a la legalidad vigente,
desde que su espontáneo testimonio se prestó por delegación expresa de facultades del
fiscal del Ministerio Público, sin que como ya se advirtiera, se reclamara respecto de
apremios o coacciones.
La intención de los dos acusados, no solo encaminada a matar, sino que además, a
provocar previamente un mayor sufrimiento al ofendido, cumple los dos elementos
del dolo directo, esto es, por un lado el conocer del innecesario sufrimiento que se causa,
y por otro el de querer su realización.
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SEXTO: Que, como tercera y última no pudo existir dolo directo si fue la
causal del primer recurso de nulidad propia víctima la que se apersonó en
se plantea la contenida en la letra b) el sitio del suceso; fue quien a gritos
del artículo 373, esto es, la errónea y garabatos instó por que saliera el
aplicación del derecho, al no encon- acusado del interior de su vivienda;
trarse descrita en los hechos estable- según el Servicio Médico Legal los
cidos por el tribunal la calificante del golpes no fueron por sí solos morta-
ensañamiento, pues no se indica en les; a todo lo cual cabe agregar que el
ellos la intensificación inhumana del acusado dijo que siempre pensó que
dolor que sufre la víctima y que dicho el ofendido estaba herido y no tuvo
elemento se encuentre recogido por intención de matarlo, tan solo que-
el ánimo de los autores del hecho, tan ría que sufriera, ello en referencia al
solo se describe un homicidio simple, dolor propio de las lesiones.
vicio cuya trascendencia provocó
la determinación de una pena de En cuanto al abandono del afectado
un delito diferente, perjudicando al como fundamento incriminatorio,
acusado de autos, solicitando que se cree que ello vulneró el non bis in
acoja su recurso de nulidad, anulando idem, pues tipifica el homicidio sim-
la sentencia y el juicio oral, dictando ple, no pudiendo, además, configu-
sin nueva audiencia, pero separada- rar la calificante, lo que trajo como
mente, la sentencia de reemplazo secuela que se determinara la pena
que se conforme a la ley, fijándola en de un delito diferente, perjudicando
cinco años y un día de presidio mayor al acusado de autos a quien le benefi-
en su grado mínimo. ciaban dos atenuantes.
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último indicó que los observó cuando que fundamentaren dichas conclu-
salían de su vivienda en dirección a siones de acuerdo con lo dispuesto en
la víctima, perdiéndolos de vista más el artículo 297; así como su letra d),
tarde; el que el occiso fuera encon- respecto de las razones legales o doc-
trado en un lugar relativamente cer- trinales que sirvieren para calificar
cano al domicilio de los imputados y jurídicamente cada uno de los hechos
que las lesiones que registraba fue- y sus circunstancias y para fundar el
ran compatibles con las que dijeron fallo; al contrario, el tribunal se hizo
haberle causado los querellados de cargo en su fundamentación de toda
autos. la prueba producida, incluso de aqué-
lla que desestimó, indicando en tal
VIGÉSIMO PRIMERO: Que, en caso las razones que tuvo en cuenta
consecuencia, la circunstancia de no para hacerlo, aspectos que fueron
compartir el recurrente las conclusio- cumplidos en la especie, conforme ya
nes del tribunal en cuanto a la fun- se expresó en los motivos anteriores,
damentación, es decir, la valoración aspecto que permite perfectamente la
de la prueba producida, no supone reproducción del razonamiento utili-
automáticamente su impugnación zado para alcanzar las conclusiones
por esta vía, en donde se ha denun- a que llegó el veredicto, todo lo cual
ciado como fundamento la falta de impide que el vicio denunciado, como
razones legales o doctrinales res- constitutivo de invalidación absoluta
pecto del establecimiento de la cali- que contempla el artículo 374 e) del
ficante, así como la ausencia de un código ya mencionado pueda pros-
análisis completo de la prueba ren- perar, lo que conlleva el rechazo de
dida, extremos que no son tales, por la segunda causal del primer recurso
haberse demostrado en las conside- interpuesto en sus dos aspectos.
raciones anteriores que fueron efec-
tivamente consideradas y valoradas, VIGÉSIMO TERCERO: Que,
sin contradecir los principios de la por último, ambos arbitrios procesa-
lógica, las máximas de la experiencia les comparten como motivo de nuli-
y los conocimientos científicamente dad la consignada en la letra b) del
afianzados, límites que en todo caso artículo 373 del Código Procesal
no han sido cuestionados. Penal, desarrollada en relación a un
mismo aspecto, por un lado en el
VIGÉSIMO SEGUNDO: Que libelo de Pablo Huilitraro Milla-
como se advierte en el caso en estu- gual (tercera causal), destaca que no
dio, la sentencia recurrida no omitió se indicó en los hechos acreditados
los requisitos previstos en el artículo por los jueces del fondo, que dicho
342, letra c), que exige como con- acusado se ensañara con el ofendido,
tenido de ella, la exposición clara, esto es, no se cumplen a su respecto,
lógica y completa de cada uno de los ni se indican los elementos típicos
hechos y circunstancias que se dieren de la calificante citada, por lo que
por proba dos, fueren ellos favorables no existe congruencia entre el hecho
o desfavorables al acusado, y de la acreditado por la sentencia y el tipo
valoración de los medios de prueba penal por el cual se le condenó; en
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Resumen:
Si no se cumple el acuerdo reparatorio, no se extingue la responsabilidad penal,
continúa vigente la causa en sede penal y es posible seguir persiguiendo la responsa-
bilidad penal del imputado, lo que no obsta a que la víctima persiga la responsabili-
dad civil en sede civil o ante el tribunal de garantía, mediante el procedimiento que
señala el artículo 243 del Código Procesal Penal.
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El 7 de enero del presente año la de manera que mal puede este orga-
víctima, don C. R. F., solicitó se cer- nismo encontrarse facultado para
tificara si los dineros habían sido solicitar su revocación.
depositados y en caso negativo pidió
audiencia, sin solicitar la revocación Segundo: Que a fojas 14, el señor
del acuerdo reparatorio. Sin embargo, Juez Titular del Undécimo Juzgado
una vez efectuada la certificación de de Garantía de Santiago, don Roberto
que no existían depósitos, el tribunal Guzmán Concha, informa que resol-
fijó audiencia para discutir dejar sin vió dejar sin efecto el acuerdo repara-
efecto el acuerdo reparatorio, cues- torio celebrado entre la víctima y el
tión que finalmente ocurrió el 7 de imputado S. U. C., por no haber dado
marzo de 2011, fecha en que sin la este último cumplimiento al mismo,
presencia de la víctima ni el impu- y ordenó seguir la tramitación de la
tado y con oposición de la defensa, el causa fijando audiencia de prepara-
magistrado Roberto Guzmán revocó ción de juicio oral, a la que se citó
la salida alternativa y fijó audiencia bajo apercibimiento del artículo 33
de preparación de juicio oral citando al amparado, atendido que no existe
al imputado bajo apercibimiento de norma expresa que determine lo que
detención o prisión preventiva. ocurre en caso de incumplimiento
del acuerdo reparatorio.
De este modo se ha infringido el
derecho a la libertad personal con- Sostiene que del artículo 242 del
sagrada en el artículo 19 N°7 de la Código Procesal Penal se desprende
carta fundamental, pues la ley no que si no se cumple el acuerdo repa-
contempla la revocación de los acuer- ratorio, no se extingue la responsabi-
dos reparatorios, sino sólo la posibi- lidad penal, continúa vigente la causa
lidad de exigir su cumplimiento. Con en sede penal y es posible seguir per-
tal revocación, el juez de garantía ha siguiendo la responsabilidad penal
reanudado un proceso penal que se del imputado, lo que no obsta a que
encontraba legalmente paralizado la víctima persiga la responsabilidad
producto del acuerdo civil alcanzado civil en sede civil o ante el tribunal de
por las partes del cual nació un título garantía, mediante el procedimiento
ejecutivo actualmente exigible, y con que señala el artículo 243 del cuerpo
ello prosigue la persecución penal, legal en comento.
poniendo al amparado en la situación
de sufrir la privación de su libertad Tercero: Que en virtud de los ante-
personal, ya sea por la aplicación de cedentes que obran en autos y la
una medida cautelar más intensa que petición hecha por la recurrente, no
la citación de la cual ya ha sido objeto, aparece que exista algún hecho actual
o de una pena. que constituya privación, perturba-
ción o amenaza del derecho a la liber-
Sostiene por último, que el acuerdo tad personal y seguridad individual
reparatorio es una convención entre del amparado, razón por la cual esta
la víctima y el imputado en la que Corte no está en situación de adoptar
no interviene el Ministerio Público, medidas protectoras en los términos
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Resumen:
La intervención del querellante en este estadio, y que el juez de garantía debe res-
guardar, se limita a la exploración de acuerdos reparatorios o una suspensión condi-
cional del procedimiento, que pudiere comprometer sus intereses, como expresamente
reglamenta el artículo 394 del Código Procesal Penal.
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delictivos, fue revelando por una parte, las limitaciones del modelo de atención
adoptado para hacerse cargo de la atención y protección de los casos de vícti-
mas de mayor vulnerabilidad o de delitos graves y, por otra, la omisión de una
respuesta diferenciada de acuerdo a sus necesidades para la generalidad de las
víctimas y testigos, que no cabían en el segmento de atención de las Unidades
Regionales, todo lo cual indicaba claramente la necesidad de producir un cam-
bio de enfoque en el modelo de atención de víctimas y testigos del Ministerio
Público.
El año 2008, al inicio de su gestión, el nuevo Fiscal Nacional definió para el
Ministerio Público un Plan Estratégico para los años 2009-2015, en el cual
incluyó dentro de sus lineamientos estratégicos el “Potenciar la Atención y
Protección a Víctimas y Testigos, generando una política que promueva y faci-
lite la participación de estos usuarios en el proceso penal, a través de la entrega
de servicios de orientación, protección y apoyo, mediante la implementación
de procesos de trabajo orientados a la detección temprana de las necesidades
individuales de víctimas y testigos en el proceso penal. En concordancia con lo
anterior, se definió como un Objetivo Estratégico dentro del Plan, “mejorar la
percepción y satisfacción de los usuarios, a través de la implementación y consolida-
ción de un modelo orientado a una atención oportuna y que genere canales de comu-
nicación recíproca entre la institución y sus usuarios, especialmente a las víctimas y
testigos”3.
Como se puede apreciar, el Ministerio Público aborda como un proyecto
estratégico para toda la institución el asegurar un contacto oportuno y perma-
nente con las víctimas, satisfaciendo sus necesidades de orientación, protección
y apoyo. Esa visión estratégica de relevar la atención de víctimas y testigos
recoge la importancia de la participación de estos usuarios en el proceso penal
y su incidencia en el éxito de la misión global de la Fiscalía. Busca generar
confianza en el sistema por parte de la ciudadanía, logrando la adhesión y par-
ticipación de víctimas y testigos en el proceso penal, en beneficio del sistema
en su conjunto.
En concordancia con lo anterior, la DAVT fue encargada de desarrollar un
modelo de atención general para víctimas y testigos usuarios del Ministerio
Público para el cumplimiento de los objetivos referidos: Orientación, Protec-
ción y Apoyo, el que pasó a ser denominado y conocido por sus siglas: “OPA”.
El modelo tiene por objeto asegurar a sus usuarios la entrega de servicios de
orientación, protección y apoyo, adecuados a la etapas del proceso en que se
encuentran, como asimismo el desarrollo de modelos de atención especializa-
dos y diferenciados de acuerdo a las necesidades de las víctimas y testigos más
vulnerables, favoreciendo la optimización de los recursos existentes en función
de la misión y objetivos institucionales. El nuevo modelo plantea la transver-
salización de la función de atención y protección de víctimas y testigos y el
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deber de los Estados Parte de adoptar todas las medidas apropiadas para pro-
teger al niño contra cualquier forma de abuso físico o mental, descuido o trato
negligente, malos tratos o explotación, mientras el niño se encuentre bajo la
custodia de los padres o de cualquier otra persona. La Convención de Belem
Do Pará, por su parte, establece el derecho a una vida libre de violencia para
las mujeres del continente americano, obligando a los Estados Parte a sancio-
narla, a proteger a las víctimas y a promover las condiciones necesarias para su
erradicación.
La normativa referida impuso nuevos desafíos al Ministerio Público, toda vez
que estableció un tipo penal hasta ese momento inexistente y la aplicación de
un estatuto especial de protección y sanción para todos los delitos en contexto
de violencia intrafamiliar, visibilizando así el fenómeno delictivo y la necesidad
de darle un tratamiento conforme a su especialidad. Además, la dictación de
la ley produjo un incremento importante del ingreso de delitos en contexto de
violencia intrafamiliar7.
Sin perjuicio de lo anterior, la experiencia acumulada por la propia Fiscalía
dejaba en claro que tanto la persecución penal de la violencia intrafamiliar
como la protección de las víctimas de dichos delitos, presentan particularida-
des que hacen necesario abordarlas con un modelo especial, como única forma
de dar eficaz cumplimiento a los deberes impuestos al Ministerio Público por
el ordenamiento nacional e internacional respecto de los mismos.
Ya en el año 2005 esta necesidad fue reconocida, creándose en la Fiscalía
Nacional una unidad especializada encargada de asesorar al Fiscal Nacional
respecto a las políticas de persecución de los delitos en contexto de violencia
intrafamiliar y a los fiscales respecto de las causas que llevan adelante por esos
mismos delitos.
El Fiscal Nacional, el año 2008, dentro de los lineamientos estratégicos de su
gestión relacionados con la persecución penal y política criminal incluyó, como
se ha dicho, el mejoramiento de la atención de víctimas, focalizando la inter-
vención en aquellas más vulnerables, como las de violencia intrafamiliar, dando
origen al Modelo Especializado de Intervención Inmediata para Víctimas de
Violencia Intrafamiliar, que a continuación damos a conocer8.
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recoger en una etapa muy inicial del proceso, antecedentes de utilidad para la
investigación y para las decisiones jurídicas que el fiscal debe adoptar, lo que
facilita también un curso más apropiado y ágil del proceso.
El logro de los objetivos antes referidos conlleva una serie de acciones críticas
en un breve lapso, lo que requiere la reorganización de las Fiscalías Locales con
el fin de articular los procesos de trabajo que el modelo contempla. La imple-
mentación de los proyectos requirió una intensa actividad de coordinación con
Carabineros y Policía de Investigaciones, que son actores muy importantes en
el éxito del modelo, toda vez que dichas instituciones proveen en la denuncia
los datos para el contacto temprano con las víctimas y juegan un rol prepon-
derante en su protección. Igualmente, fue necesario desplegar una importante
actividad de difusión y coordinación con otras organizaciones de la red de
atención, fundamentalmente para la derivación de víctimas e implementación
oportuna de medidas de protección. Por último, la difusión y capacitación de
todos los funcionarios involucrados en la ejecución del proyecto, que ahora
compete no sólo a profesionales de la URAVIT, sino a funcionarios adminis-
trativos, abogados asistentes, fiscales, administradores de fiscalía, jugó un papel
fundamental.
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tengan lugar dentro del territorio geográfico de las Fiscalías Locales definidas
y que sean puestos en conocimiento del Ministerio Público. Se excluyen del
modelo las víctimas de delitos sexuales en contexto de violencia intrafamiliar y
los menores de edad, dado que el Modelo General de Atención OPA contem-
pla el desarrollo de un modelo especializado de atención a menores de edad
y a que el modelo no es adecuado para responder a la especificidad de delitos
sexuales.
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por tanto, a la imposibilidad de que esta tarea fuese cumplida sólo por profe-
sionales altamente especializados9.
Para el éxito del contacto y la evaluación de riesgo, que son acciones críticas
del modelo, es imprescindible que Carabineros y Policía de Investigaciones
señalen correctamente en el parte, el o los números telefónicos de la víctima,
por lo cual adquieren gran relevancia las coordinaciones y la colaboración de
dichas instituciones. Con el fin de optimizar el contacto con las víctimas se ha
implementado en coordinación con Carabineros e Investigaciones, un auto-
reporte que la víctima llena al momento de realizar la denuncia, de su puño y
letra, consignando la información de todos sus datos de contacto con la mayor
amplitud y precisión posible, incluyendo diversos teléfonos y la indicación en
cada uno de los horarios en que es factible ubicarla. Lo anterior amplía las
posibilidades de contacto ya que recoge una mayor cantidad de información a
ese efecto y a la vez disminuye el efecto de los errores de tipeo en el parte10.
Cabe señalar que, dado el alto riesgo que pueden presentar las causas de vio-
lencia intrafamiliar en aquellos casos en que la víctima no registre teléfono o
bien no se logra el contacto, ya sea por realidades geográficas o socioeconómi-
cas, se contempla que un profesional realice una evaluación de los antecedentes
disponibles, los cuales han sido debidamente recopilados y forman parte de la
carpeta (denuncia, SAF, extractos de filiación de víctima e imputado, registro
de armas inscritas, etc.), con el fin de valorar preliminarmente la posibilidad de
que exista una situación de riesgo alto.
9 La Fiscalía recibió el año 2010 117.145 casos de violencia intrafamiliar.
10 El auto reporte es una iniciativa que la Fiscalía Regional de la IX Región aplica generali-
zadamente y que se adoptó en el modelo de violencia intrafamiliar recientemente con el
fin de mejorar los resultados de contacto.
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Una vez evaluado el riesgo es necesario que se adopten las medidas de protec-
ción autónomas o se soliciten las medidas cautelares correspondientes, las que
deben ser implementadas dentro de las 48 horas desde la evaluación, con el fin
de que sean oportunas.
Una vez realizada esta actividad se debe informar a la víctima de las medidas
decretadas, para lo cual cada fiscalía debe contemplar un procedimiento espe-
cífico y los funcionarios responsables de esta función.
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Para todo caso de flagrancia con detenido se debe procurar las coordinaciones
necesarias para que Carabineros, además de los procedimientos regulares de
contacto con el fiscal de turno, informe a la víctima sobre la hora y lugar de la
ACD de modo que pueda asistir e implemente el auto reporte sobre datos de
contacto de la víctima.
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11 La pauta fue ajustada en enero de 2011, con el fin de mejorar su capacidad de discrimi-
nar riesgos altos. El ajuste consistió en agregar tres preguntas y en cambiar el algoritmo
de cálculo de riesgo, con base en los datos arrojados por el estudio comparativo de sus
resultados con la pauta de evaluación validada.
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12 Esta situación se debe a que la pauta, por su extensión, no permite discriminar los tres
niveles de riesgo sino sólo si existe riesgo vital/alto o no.
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con riesgo vital/alto. En los demás casos debe ser informado a la víctima por el
fiscal o abogado asistente de fiscal que asiste a la audiencia.
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Unidad Especializada Anticorrupción
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Yelica Lusic Nadal
1. Introducción
Con fecha 9 de junio pasado, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de
Antofagasta absolvió a cinco funcionarios de la Policía de Investigaciones de
Chile (PDI)2 de la acusación formulada en su contra por los delitos de allana-
miento ilegal de morada y apremios ilegítimos agravados.
La imputación formulada por el Ministerio Público –en relación al delito de
apremios ilegítimos que nos interesa– se refería al hecho de haber trasladado
a un tercero hasta dependencias de la Fiscalía Local de María Elena, lugar
donde lo sometieron a un interrogatorio con la finalidad de que confesara su
responsabilidad en un delito de robo ocurrido en esa localidad, propinándole
con tal objeto golpes de puño y pie en diversas partes del cuerpo, profiriendo
insultos y amenazas en su contra e indicándole, además, que disponían de
varias horas para agredirlo.
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta estimó, no obstante
dar por acreditadas las lesiones propinadas3, que la figura penal de apremios
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ilegítimos o tortura, del artículo 150 A del Código Penal, requiere para su con-
figuración que el ofendido se hubiese encontrado privado de libertad, situación
que no se presentaba en este caso, ya que el afectado había concurrido a prestar
declaración en forma voluntaria, en calidad de imputado, accediendo a la peti-
ción que en tal sentido le habían hecho los funcionarios policiales. Asimismo
estimó el tribunal que tampoco constaba que se le hubiere compelido a realizar
alguna de las hipótesis mencionadas por el tipo penal –el cual para configu-
rarse requería que la víctima de los apremios confesara, prestara declaración o
proporcionara información– situación que no concurría, toda vez que el afec-
tado se había asilado en su derecho a guardar silencio4.
dor para poder plasmar la declaración del entonces imputado, situación de ordinaria ocurrencia
en María Elena atendida la falta de dependencias propias de la Policía de Investigaciones en
esa ciudad.
Producto de que no prosperó dicha solicitud, optaron por trasladarse en el mismo vehículo poli-
cial, entre las 13:00 y las 14:00 horas, hasta las dependencias de la Fiscalía Local de María
Elena donde, aprovechando la autorización del fiscal subrogante, que en esos momentos salía
a colación, los acusados BUTRÓN DORADO, PALMA FLORES y MAMANI PRADO
ingresaron a la víctima a la oficina del referido fiscal para tomarle la declaración voluntaria
que había accedido a prestar –pues no se encontraba detenido ni privado de libertad por la
causa investigada ni por otro motivo- cerrando su puerta de acceso principal mientras que el
encartado RODRÍGUEZ NÚÑEZ permanecía en la oficina de recepción de público en com-
pañía del funcionario administrativo Fredis Fuentes, a petición de éste último. En tanto, al
interior de la oficina del fiscal los funcionarios ya especificados comenzaron el interrogatorio
del ofendido, que duró aproximadamente media hora y durante el cual, con el objeto de que
confesare su participación en los delitos de robo que investigaban, le propinaron golpes de pies y
puños en su torso, tomándolo además del cuello, sin lograr su cometido, pues finalmente Carlos
Rodríguez Mundaca hizo uso de su derecho a guardar silencio, firmando el acta respectiva,
luego de lo cual todos se retiraron del lugar”.
A raíz de de estos hechos, la víctima resultó policontusa, con contusiones erosivas zona
costal izquierda, hombro izquierdo y precordio, lesiones de carácter leve”.
4 Así señala el considerando décimo cuarto: “Que, de acuerdo a lo razonado anteriormente,
los hechos descritos en el basamento duodécimo no se estimaron configurativos del delito de apre-
mios ilegítimos agravados propuesto en el libelo acusatorio del inciso tercero del artículo 150 A
del Código Penal.
Dicho artículo dispone, en su inciso primero, que “el empleado público que aplicare a una per-
sona privada de libertad tormentos o apremios ilegítimos, físicos o mentales…” sufrirá la pena
allí establecida y, en su inciso tercero, que “si mediante alguna de las conductas –ya- descritas, el
empleado público compeliere al ofendido o a un tercero a efectuar una confesión, a prestar algún
tipo de declaración o a entregar cualquier información”, se le aplicará una pena más grave que
la anterior.
Pues bien, el referido inciso tercero exige que el empleado público –los acusados-, mediante
alguna de las conductas descritas en el inciso primero –vale decir, aplicar a una persona pri-
vada de libertad tormentos o apremios ilegítimos- compeliere al ofendido a realizar alguna de
las tres hipótesis allí contempladas (confesar, prestar declaración o entregar información).
De la prueba rendida no fluyó el cumplimiento de los siguientes requisitos:
a) Que el ofendido se hubiese encontrado privado de libertad. De su propia declaración consta
que había concurrido voluntariamente a prestar su declaración a los funcionarios de la P. D. I.
pues, como él mismo dijo, “no tenía nada que ocultar”.
Por si alguna duda quedase, tanto de lo relatado por la víctima, como por el testigo presencial
–don Fredis Fuentes- y por último, por los propios acusados, constó que nunca fue llevado a la
fuerza o contra su voluntad, ni maniatado, ni le fueron puestas esposas o ninguna otra especie
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Este pronunciamiento, por parte del tribunal, resulta de mucho interés porque
permite constatar y evidenciar la falta de conocimiento de los elementos que
integran el tipo objetivo de la figura que pretendemos analizar, como también
la falta de comprensión de los bienes jurídicos protegidos por ella, postulando
que enfrentamos una figura que no sólo protege la integridad física y síquica
de los afectados, sino también la libertad de autodeterminación y seguridad
individual; y que entendida así es posible darle un significado diverso a los
elementos que integran el tipo penal, especialmente a la locución “privado de
libertad” a que alude la disposición, no pretendiendo en este trabajo abarcar la
figura en toda su magnitud, toda vez que excedería el objeto del mismo.
No obstante lo anterior, examinaremos de forma somera las diversas conductas
sancionadas en el Artículo 150 A) del Código Penal, avocándonos a la cons-
trucción de una interpretación diversa de la locución privado de libertad.
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En cuanto a las formas que adoptan estas prácticas, ellas son numerosas,
teniendo presente que el avance de la técnica ha permitido infligir grandes
sufrimientos sin dejar lesiones físicas que den cuenta de aquello.
Según sectores de la doctrina comparada, la tortura está constituida por la
coacción mediante el sufrimiento21, mientras que entre nosotros según señala el
profesor Bascuñan Rodríguez, el tipo básico de tortura distingue dos hipótesis:
la aplicación de tormentos y la aplicación de apremios ilegítimos; agregando
que la definición de estos elementos debe satisfacer tres requisitos básicos, cua-
les serían: tratarse de acciones diferentes entre sí; que estén caracterizadas por
la posesión de propiedades que las hagan casos especialmente graves de uso de
rigor innecesario; y finalmente, que deben ser definidas del modo que mejor
concuerde con la regulación internacional de la tortura22.
b) Sujeto activo. El sujeto activo de esta conducta corresponde a un funciona-
rio público, que actúa en su calidad de tal.
No obstante ello, igualmente nuestra ley sanciona al particular que participa
junto al funcionario público en la aplicación de tormentos o apremios ilegíti-
mos (situación tipificada en el artículo 150 letra B) Código Penal), recibiendo
un tratamiento más benigno en cuanto a la magnitud de la pena aplicable a su
respecto, fundado en el hecho que no recaería sobre dicho particular un deber
de resguardo de garantías, que sí tienen los funcionarios públicos.
En doctrina comparada se indica que el concepto técnico y preciso de tortura
exige que sea realizado por o a instigación de un funcionario público sobre un
ciudadano preso o detenido. Precisándose que una de las notas que dan sus-
tantividad al delito de tortura es el abuso de poder, entendido como ataque a
las libertades y derechos consagrados por la Constitución, por parte de quienes
están llamados más que nadie a defenderla23.
c) Sujeto pasivo. Conforme a lo dispuesto por la norma en estudio, el sujeto
pasivo de este delito no es cualquier persona, sino aquella privada de libertad,
debiendo realizar una interpretación de dicha condición. Para lo cual resulta
útil consultar la historia fidedigna del establecimiento de la Ley N°19.567, que
modifica el antiguo artículo 150 del Código Penal, el cual regulaba conjunta-
mente el delito de apremios ilegítimos o tormentos y el delito de detención,
incomunicación o arresto ilegal, y que por ello contemplaba la referencia a las
“personas privadas de libertad” que operaba respecto de ambas hipótesis.
21 GRIMA LIZANDRA, Vicente. Los delitos de tortura y tratos degradantes por funcionarios
públicos, p. 53.
22 BASCUÑAN RODRÍGUEZ, Antonio. “Agravios inferidos por funcionarios públicos a las
libertades garantizadas por la Constitución”. Materiales de estudio. Universidad de Chile,
julio de 1998.
23 GRIMA LIZANDRA, Vicente. Los delitos de tortura y tratos degradantes por funcionarios
públicos, p. 73.
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7. Comentarios finales
La interpretación que proponemos de la locución “privado de libertad” incluida
en el delito previsto en el artículo 150 A) del Codigo Penal, nos parece como
aquella más adecuada a la finalidad buscada por el legislador al tipificar el
delito de tortura, estimando plausible la interpretación sistematica propuesta,
vinculada con las otras figuras penales que reconocen también a la libertad
y seguridad individual como bien jurídico protegido, entendiendo así que la
privación de libertad está referida precisamente a la aprehensión de una per-
sona a la que se priva de la posibilidad de alejarse, de transitar o de dirigirse
donde ella quiera, o bien comprensiva de toda forma de privación de libertad
de movimiento que no consista en encerrar, siguiendo de esta manera la tesis
del sistema de la dogmática de la parte especial de nuestro Código, que se basa
en la identificación del bien jurídico protegido.
Sostenemos, además, que la interpretación propuesta no violenta el principio
de legalidad y tipicidad, sino que por el contrario, permite abarcar en su real
dimensión el tipo penal en comento cuya finalidad no es otra que la de erradi-
car la tortura como una práctica aberrante, atentatoria contra el ser humano en
su dimensión de tal, como nos lo indican los tratados internacionales suscritos
y ratificados por nuestro país.
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Introducción
El tipo básico del artículo 3° de la Ley 20.000 castiga a los que trafiquen a
cualquier título con las sustancias a que se refiere el art. 1° de dicho cuerpo legal
y a los que por cualquier medio, induzcan, promuevan o faciliten el uso o consumo
de tales sustancias.
A su turno, el inciso final del art. 4° señala que “se entenderá que no concurre
la circunstancia de uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo,
cuando la calidad o pureza de la droga poseída, transportada, guardada o por-
tada no permita racionalmente suponer que está destinada al uso o consumo
descrito o cuando las circunstancias de la posesión, transporte, guarda o porte
sean indiciarias del propósito de traficar a cualquier título” 2.
Ambas normas integran un elemento subjetivo del injusto que debe concurrir
para la comisión del delito, sea en la modalidad del tipo base o de la figura del
microtráfico, es decir, los artículos 3° y 4° de la legislación en comento exigen
expresamente, para que la posesión en sentido amplio sea punible, la existencia
de un particular fin ulterior al dolo de poseer la sustancia ilícita, que está inte-
grado por el animus de traficar a cualquier título.
De ahí la trascendencia que reviste este elemento subjetivo y al cual deben
enfrentarse diariamente en audiencias, tanto jueces como fiscales, pues de no
concurrir, no se dará el injusto típico del delito y consecuentemente, importará
la necesaria absolución del imputado.
Pues bien, los operadores del derecho son conscientes que la constatación de
este elemento subjetivo del injusto en la posesión de la droga, es probable-
mente una de las tareas más difíciles de demostrar en las audiencias, muchas
veces es un elemento no apreciable por la sola conducta verificada, pues la
pura y simple tenencia de droga, no consigue por sí sola mutar al poseedor en
traficante o consumidor.
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Frente a ello, no queda más que confiar o atender al único elemento que nos
puede ayudar a la calificación del sujeto, que es develar sus intenciones, su
finalidad.
De otro lado, el planteamiento del problema debe tener presente el principio de
la presunción de inocencia que obra en beneficio del imputado y que exige del
Ministerio Público demostrar su culpabilidad de forma cierta e inequívoca.
Esta presunción sólo puede destruirse en base a la existencia en el juicio oral
de una mínima actividad probatoria producida, respetando por una parte las
garantías y que configure por otro lado la prueba de cargo, esto es, capaz de
conducir al juez, mediante un razonamiento lógico, de acuerdo a las máxi-
mas de la experiencia y de los conocimientos científicamente afianzados, a
una convicción más allá de toda duda razonable, acerca de la culpabilidad del
imputado.
Lo anterior como sabemos, en el nuevo proceso no excluye la prueba indicia-
ria, que es precisamente la que comúnmente se da en los delitos de tráfico de
drogas.
Es precisamente esa prueba y el tratamiento que nuestra jurisprudencia ha dado
a la misma, lo que será objeto de nuestra atención en las páginas siguientes.
3 Sergio Politoff L. Jean Pierre Matus A. María Cecilia Ramírez G, Lecciones de Derecho
Penal Chileno, Parte Especial, Segunda Edición, Santiago de Chile, Editorial Jurídica de
Chile, 2009, p. 584.
4 Mensaje de S.E. el Presidente de la República de fecha 2 de diciembre de 1999, cuenta
en sesión 19, legislatura 341, en Historia de la Ley 20.000, Biblioteca del Congreso
Nacional.
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nuada del tipo base de tráfico de drogas. En efecto, según el fallo citado “ el
artículo 4° de la Ley 20.000 no crea una figura delictual diferente del tráfico de
estupefacientes contemplado antes en el artículo 5° inciso primero de la Ley
19.366, y ahora, en la misma forma, en el artículo 3° inciso primero de la nueva
normativa, sino se limita a disponer que, si en el caso concreto ese tráfico se
refiere a pequeñas cantidades de droga, puede sancionárselo con una pena más
benévola que la prevista ordinariamente para tal delito. Dicho de otro modo,
de lo abarcado por la descripción del comportamiento en que consiste el trá-
fico de estupefacientes en general, el legislador ha fraccionado un grupo de
situaciones a las cuales, no obstante satisfacer las exigencias de ese tipo delic-
tivo, quiere someter a un tratamiento distinto y, ciertamente, más benigno, si
concurre la circunstancia de que verse sobre una cantidad de droga pequeña”6.
B. Un segundo periodo o tendencia, se produce a partir del ya citado fallo Rol
6788-07, en que la Corte Suprema cambia radicalmente esta postura, decla-
rando que el delito de microtráfico es un delito autónomo. Sobre el particular,
Luciano Cisternas en su obra sobre El Microtráfico, sostiene que este cambio
de criterio se fundamenta en los siguientes aspectos:
a) Por una parte, el art. 4° no contempla las acciones de inducir, promover o
facilitar el uso o consumo de drogas, como tampoco la de exportar o impor-
tar, por lo que ellas jamás podrán ser constitutivas de Microtráfico;
b) De otro lado, en lo que respecta al volumen de la droga traficada, en el
microtráfico debe tratarse de una “pequeña cantidad” elemento regulativo
que no está presente en el art. 3°;
c) Por último, en el art. 4° se contempla una especial causal eximente de res-
ponsabilidad, como es la justificación por parte del agente que la droga está
destinada a la atención de un tratamiento médico o a su uso o consumo
personal exclusivo y próximo en el tiempo, situación que tampoco está pre-
7
sente en el art. 3° .
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9 CLAUS ROXIN, Autoría y dominio del hecho en Derecho Penal, séptima edición, Marcial
Pons, 1999, p. 137.
10 Vid. Rol N°2005-05 (19-07-05). Respecto del autor citado por el fallo, puede consul-
tarse en HEINRICH HENKEL, Exigibilidad e inexigibilidad como principio jurídico
regulativo, Buenos Aires Argentina, Editorial Bde f Montevideo-Buenos Aires, 2005,
pp. 126-127.
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13 Profundizando sobre este punto, el citado autor nos indica que: “en base de este criterio
subyacen buenas razones: ciertamente la actividad mercantil, y el tráfico de drogas no
escapa a la regla, requiere para su ejercicio de cantidades de mercancía apropiadas para
satisfacer no sólo las necesidades del consumo personal, sino que las de una multiplici-
dad de consumidores. En este sentido resulta razonable suponer, en principio, que quien
porta cantidades de estupefacientes que excedan de las que habitualmente sirven para el
consumo individual, las porta porque trafica con ellas; en tanto que respecto del portador
de pequeñas cantidades, bien puede pensarse que las destina a su propio consumo.
Como criterio central, la consideración de las cantidades portadas resulta adecuada. Sin
embargo, debe tenerse presente siempre que tal consideración es sólo un criterio, uno más
entre muchos otros que se pueden proponer, y no puede constituirse en elemento exclu-
sivo para resolver la cuestión de la finalidad de la tenencia, ni mucho menos puede llegar
a desplazar la cuestión de fondo, convirtiéndose en elemento constitutivo del injusto,
como ha ocurrido en algunos casos. Por adecuado que pueda resultar este criterio como
punto de partida, por sí solo resulta completamente insuficiente, en especial, porque en
el fondo implica un juicio arbitrario sobre el significado de una tenencia apreciable de
estupefacientes, que si bien no puede despreciarse como indicio desde lo común o habi-
tual siempre debe considerarse, no por ello pierde esa dosis de arbitrariedad”.
Más adelante, el citado autor aclara que se comparte “el afán por precisar, por aclarar,
por hacer menos nebuloso el criterio cuantitativo y así uniformar en alguna medida la
actitud de los juzgadores frente al porte de cantidades semejantes de una misma droga.
Pero lo que no puede aceptarse no es que el criterio sea más claro y preciso, sino el riesgo
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Como segundo criterio orientativo, podría sostenerse que quien porta canti-
dades de estupefacientes que exceden de las que habitualmente sirven para el
consumo individual, las porta porque trafica con ellas; en tanto que respecto
del portador de pequeñas cantidades, bien podría concluirse que las destina a
este fin o a su propio consumo. Luego, conforme al tenor literal de la ley y a la
doctrina, se concluye que las “grandes” cantidades no pueden estimarse desti-
nadas al consumo personal, exclusivo y próximo en el tiempo y sí, en cambio,
las pequeñas cantidades.
En la misma línea, sólo se podrá castigar por microtráfico al que realiza con-
ductas de tráfico con las mismas pequeñas cantidades que tendría en su poder
el consumidor no traficante.
La interrogante que nos surge de inmediato es cuando estaremos en presencia
de grandes o pequeñas cantidades de drogas.
Un claro ejemplo de la relatividad del concepto que aquí analizamos lo encon-
tramos en dos sentencias:
Por una parte, la sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Linares RIT
95-2009 (30.07.2010) que absolvió del delito de microtráfico a un imputado
por la posesión de 360 gramos de cannabis considerando que no estamos ante
el art. 4° sino ante la hipótesis de un consumo privado, la cual es atípica14.
En el otro extremo, tenemos la Sentencia del Tribunal Oral en lo penal de
Rancagua RIT N°323-2007 (28.01.08)
que condena a un imputado sindicado como microtraficante, quien accede
voluntariamente a que los funcionarios policiales ingresaran a su inmueble
para confirmar la presencia de drogas, incautándose en el mismo domicilio 1
gr. de pasta base distribuido en 8 papelillos.
de que tal precisión y claridad lleven a olvidar que la consideración cuantitativa continúa
siendo un criterio, uno entre muchos, que no tiene valor absoluto cualquiera que sea su
grado de precisión”. HERNÁNDEZ BASUALTO HÉCTOR, Las drogas ilegales en el
derecho penal chileno. Análisis Crítico de dogmática y política criminal, Memoria para optar
al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Pontificia Universidad Católica,
Santiago de Chile, 1992, pp 212-213.
14 Los fundamentos que da el tribunal para llegar a este extremo fueron los
siguientes: a) La sustancia encontrada corresponde al vegetal cannabis sativa,
cuya composición se fijó en una “mezcla indeterminada de sumidades floridas
con hierba verde” b) Que dicha sustancia es, a decir del propio ente acusador,
“una pequeña cantidad” c) Que, ella fue encontrada e incautada de un “lugar o
recinto privado”, esto es, su domicilio; d) Que, aunque consumidor el acusado,
no fue encontrado consumiendo dicha droga y e) Que, justificó su tenencia para
su uso exclusivo y próximo en el tiempo.
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4.1.1. Jurisprudencia referida a las drogas de mayor incautación en Chile que ha recurrido
al criterio cantidad
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exhibidas y proyectada, permitió concluir que dicha sustancia estaba destinada a ser
transferida a terceros”21.
4.3. Tercer criterio indiciario: hallazgo de envoltorios, forma de distribución y/o número
de dosis susceptible de obtenerse con la droga incautada
Son criterios frecuentemente citados en los fallos consultados por la figura
de microtráfico. Asimismo, en el caso que la droga no se encuentre dosificada
al momento de la incautación, es el tribunal quien atendido los principios de
la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados, proyecta el número de dosis que podrían obtenerse con la misma,
generalmente obtenido mediante la declaración de testigos expertos o funcio-
narios policiales.
De acuerdo a la jurisprudencia consultada, se observa que este criterio en gene-
ral es utilizado por los tribunales para sustentar o fundar la hipótesis del art 3°
de la Ley 20.000. Con ello, se descarta la figura del microtráfico, aunque no se
trate de una cantidad considerable de droga.
Entre los fallos analizados, encontramos los siguientes argumentos:
“...se ha desestimado la principal alegación de la defensa...los que cuestionaron que
estuviésemos en presencia del ilícito del artículo 3° de la Ley 20.000...”. “...el deco-
miso descrito correspondió a la incautación de un polvo beige que en total ascendió a
107,50 gramos netos (110,90 gramos brutos) que resultó ser pasta base de cocaína...
la misma estaba distribuía no sólo en 91 dosis individuales conocidas como papeli-
llos, que pesaron 23 gramos, sino además en 56 bolsas de nylon pequeñas que pesaron
77 gramos, es decir haciendo la proyección, esa cantidad alcanzaría por lo menos
para 300 dosis más y finalmente 13 gramos más de droga a granel envuelta en un
papel, que admitía la posibilidad de 51 dosis individuales adicionales, en total
–y sin perjuicio que la pureza de esa droga, hacía posible duplicar sino triplicar la
cantidad de dosis añadiéndole otras sustancias- los acusados tenían en su poder a lo
menos droga que permitía poner en circulación a lo menos 442 dosis individuales
(monos o papelillos)”22.
“...no puede pretenderse que ello constituya un microtráfico de conformidad con lo
preceptuado en el artículo cuarto de la ley 20.000 por cuanto no sólo ha resultado
condenado por la tenencia de cannabis sativa, sino también de cocaína, que aten-
dida la cantidad, 104 gramos netos, en ningún caso puede ser estimada como una
cantidad pequeña, puesto que preparada para su venta, alcanzaría un número con-
siderable de dosis”23.
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propia droga, los que disminuyen el porcentaje de pureza. Tantos por cientos menores
se asocian con dosis que se venden para el consumo, independiente del envase en que
se contienen, de allí que, un traficante de mayor categoría cuenta con una droga de
mejor calidad…”37.
Sin embargo, también encontramos jurisprudencia en sentido contrario.
“…Ciertamente la pureza de la droga también puede influir en la decisión de tipi-
ficar uno u otro delito, pero sobre la base del mismo principio de legalidad no está
incluida como un elemento esencial del tipo, porque el inciso final de esta disposición,
referido a la calidad de la pureza de la droga poseída se refiere sólo al consumo o uso
por otro establecido en el inciso segundo de este artículo…”38.
En general, la pureza ha sido considerada como criterio orientativo por los
tribunales para revelar o inducir lo siguiente:
- Alta pureza: intención de traficar, conforme al Art. 3°;
- Baja pureza: intención traficar, en la modalidad de microtráfico, o bien de
consumo;
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“... los funcionarios policiales emplearon varios minutos de la audiencia del juicio
oral, para explicar la labor de inteligencia que realizaron con los datos aportados por
la microtraficante, a quien la Cuny proveía de droga, y con los mensajes crípticos que
escucharon en las conversaciones telefónicas sostenidas por la acusada con sus clientes
o proveedores, que develaban ventas y adquisiciones de droga. Entonces, no consti-
tuyó una especulación afirmar que esta mujer transaba más droga que la vendida
al informante revelador”44.
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4.7.2. Jugueras
Se considera, en general un indicio en los casos en que se encuentran residuos
de marihuana.
“Ese hallazgo debe necesariamente relacionarse con la juguera que se estableció era
usada para moler la droga que se recibía prensada y luego dosificarla en los envol-
torios para la venta a los consumidores, ello si bien no da cuenta de un sofisticado
sistema, revela que se trata de una actividad organizada, en modo alguno en la
pequeña escala como algunos adictos lo hacen, vendiendo parte de la droga que han
adquirido para su consumo”48.
El tribunal estimó que a la posesión de la droga “…se debe unir un elemento
comúnmente utilizado en la perpetración de ilícitos de esta naturaleza, como es la
juguera a que se ha hecho referencia, lo que en concepto de estos sentenciadores, cons-
tituye, inequívocamente, un indicio del propósito de traficar a cualquier título…”49.
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107,50 gramos netos (110,90 gramos brutos) que resultó ser pasta base de cocaína...
la misma estaba distribuía no sólo en 91 dosis individuales conocidas como papeli-
llos, que pesaron 23 gramos, sino además en 56 bolsas de nylon pequeñas que pesaron
77 gramos, es decir haciendo la proyección, esa cantidad alcanzaría por lo menos
para 300 dosis más y finalmente 13 gramos más de droga a granel envuelta en un
papel, que admitía la posibilidad de 51 dosis individuales adicionales, en total
–y sin perjuicio que la pureza de esa droga, hacía posible duplicar sino triplicar la
cantidad de dosis añadiéndole otras sustancias- los acusados tenían en su poder a lo
menos droga que permitía poner en circulación a lo menos 442 dosis individuales
(monos o papelillos)”51.
“de lo razonado se desprende, que los consumidores de ordinario no son sorprendidos
portando droga dispuesta en papelillos, por el riesgo asociado que ello implica y menos
se les encuentra escondida ésta entre sus vestimentas, y sí los portan los traficantes ya
que por la utilidad económica que el ilícito les reporta, asumen dicho riesgo, misma
que además la esconden con habilidad extrema en sus ropas a fin de burlar los even-
tuales controles a que pueden ser sometidos por las policías, como también preservarla
de eventuales quitadas o mexicanas en contra de ellos”52.
“el plus del papelillo de arroz destaca la conducta del imputado y le otorga un distin-
tivo especial e inconfundible, por cuanto impide vincularlo con el concepto de provee-
dor de vendedores de droga. El dejar lista la sustancia para su consumo manifiesta,
de manera inequívoca, cual era el mercado al que dirigía su oferta...”53.
Cuando se atiende a este criterio, se apunta a tres aspectos, a saber:
1. Si la droga incautada presenta subdivisión.
2. Si la droga ya subdividida, se presenta contenida en envoltorios de papel,
bolsas de plástico en forma tubular o en papel aluminio.
3. Según el número y tipo de contenedores, el peso bruto y neto de la
sustancia.
Normalmente, este criterio nos sirve de ayuda para determinar conductas pro-
pias de microtráfico, toda vez que las personas que comercializan las drogas o
dealers callejeros, más comúnmente conocidos como pilotos, portan este tipo
de elementos para facilitar la venta al menudeo o al detalle.
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En la práctica, los tribunales relacionan este criterio con otros indicios tales
como:
- Reconocimiento del imputado de la intención de traficar con ellos;
- Sorprender al mismo dosificando la droga en numerosos papelillos o
bolsitas;
- Declaración de agente revelador o de testigos consumidores o compradores
de droga al imputado;
- Cantidad y pureza de la droga incautada;
- La incautación de más de un tipo de droga;
- Situación socioeconómica del acusado.
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Hoy en día, la figura del drogadicto-vendedor es cada vez más común en nues-
tras poblaciones y espacios urbanos. Debido a los altos precios de la droga y el
grado de adicción que puede llegar a adquirir una persona, en especial tratán-
dose de drogas duras como la pasta base, no resulta extraño que un consumidor
se transforme en poco tiempo en traficante y la experiencia así lo demuestra,
convirtiéndose de esta forma en el último eslabón de la cadena del tráfico de
drogas.
En este caso, nos enfrentamos ante situación compleja, pues, por una parte
tenemos un consumidor o adicto, que más que una sanción penal requiere tra-
tamiento y de otro lado, en cuanto microtraficante, es merecedor de una pena.
Ante este vacío, en opinión del citado fiscal, la Convención de Viena de 1988,
que como sabemos, también es vinculante en nuestro país, puede resolver de
manera adecuada esta situación, pues el artículo 3 (delitos y sanciones) dispone
que: “las Partes podrán disponer, en los casos de delitos tipificados de conformidad con
el párrafo 1° del presente artículo que, como complemento de la declaración de culpa-
bilidad o condena, el delincuente sea sometido a medidas de tratamiento, educación,
postratamiento, rehabilitación o reinserción social” e incluso en el apartado c) se
indica que “ no obstante lo dispuesto en los incisos anteriores, en los caso apropiados
de infracciones de carácter leve, las partes podrán sustituir la declaración de culpa-
bilidad o condena por la aplicación de otras medidas tales como las de educación,
rehabilitación o reinserción social, así como, cuando el delincuente sea un toxicómano,
de tratamiento y postratamiento”.
Ahora bien, en lo que respecta al rol indiciario de este criterio, éste debe rela-
cionarse con otros datos objetivos, como por ejemplo, la pequeña cantidad de
droga incautada, la forma de ocultamiento, la ausencia de indicios que eviden-
cien la intención de traficar y la presencia de elementos que permitan consumir
la droga, v. gr. Pipas, papel de arroz, antenas etc.
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“…Que aún cuando sea efectivo que el imputado sea también adicto a la referida
droga, como él lo sostiene en su indagatoria, no es óbice para concluir que es, además,
autor del ilícito sub judice y, claramente, no se vulnera principio alguno por parte del
Ministerio Público si no recaba un informe pericial de adicción de Martínez Beltrán
pues, ya está dicho, sea o no un adicto a la marihuana, ello no puede llevar a concluir
que haya tenido 65,5 gramos de cannabis para -únicamente- alimentar su propio
vicio, máxime si, como se señaló, él mismo refiere que iba a compartirla con cuatro
amigos más y que en el proceso de su consumo duraría aproximadamente un mes...”61.
“…que la exculpación de ser sólo consumidor no aparece avalada con prueba alguna,
no bastando la sola declaración del condenado en el sentido de que es adicto, situa-
ción que no se contrapone al tráfico de sustancias ilícitas, puesto que un mismo sujeto
puede revestir la calidad de consumidor y a la vez de traficante de droga, condición
que ocurre usualmente cuando este consumidor para proveerse de droga para si, la
comercializa para tener los medios económicos necesarios para financiar su adicción,
reflexiones estas que se encuentran sustentadas por la lógica, las máximas de la expe-
riencia y en los conocimientos científicamente afianzados…”62.
“…No concuerdan estos jueces con la premisa esgrimida por la defensa en el sentido
de que por el hecho de que el acusado Vargas Oyarzo sea consumidor no pueda efectuar
transacciones de droga, ya que la experiencia demuestra que algunos consumidores
precisamente trafican droga para suministrarse la propia, de manera de que la
sólo circunstancia de que una persona sea consumidor no descarta que este ejecute
acciones de tráfico, a mayor abundamiento así lo demuestra el extracto de filiación
del acusado en que registra dos condenas anteriores por tráfico de drogas, incluso uno
de ellas, la emanada del juzgado de garantía de esta ciudad en Rit 88-2006 de 23
de Mayo de 2006, lo es por tráfico de pequeñas cantidades en carácter de reiterado,
razones por las cuales resulta que esta alegación, deberá ser desestimada…”63.
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4.15. Conclusiones
1. A decir de la Corte Suprema, el término pequeña cantidad es un concepto
regulativo, el cual importa la renuncia a la norma, o en palabras de Henkel
un medio indispensable en la actual Administración de Justicia, al instruir al
juez que elabore un concreto contenido decisorio y, por tanto, supla o complete la
norma legal a través de la norma judicial74.
2. Por lo mismo, este concepto o principio requiere de criterios o elementos
materiales que sirvan de ayuda al juez en su tarea de llenar de contenido
esta “cáscara vacía”, como gráfica y acertadamente ha sostenido Eberhard
Schmidt, pues la omisión de los mismos importaría una vulneración a la
seguridad jurídica, igualdad ante la ley y en último término, a la presunción
de inocencia.
3. En ese mismo orden y de acuerdo a lo expuesto, se concluye que la can-
tidad de droga incautada es un criterio relevante, mas no el único al que
deben recurrir los jueces en su labor de llenar de contenido este concepto
de pequeña cantidad.
4. Del análisis jurisprudencial y doctrinal abordado en el presente trabajo,
puede concluirse que desde el año 2005, año de entrada en vigencia de la
Ley 20.000, las cantidades estimadas como “pequeñas” han ido en aumento
de manera sostenida, evidenciando que este principio regulativo es a la vez
dinámico.
5. Una transacción flagrante, excluye la aplicación de la falta del artículo 50 de
la Ley 20.000, desplazando la discusión a determinar si estamos en presen-
cia de la figura del tipo base o del artículo 4°.
6. Por su parte, la pureza de la droga, ha sido interpretada por la jurispruden-
cia mayoritaria, como un dato revelador del distinto nivel de organización
y comercialización que entraña este delito. Así, una alta pureza no sugiere
racionalmente la destinación a un uso o consumo personal, exclusivo y
próximo en el tiempo. Al contrario, una baja pureza puede ser indiciaria de
microtráfico o de consumo.
7. La forma de ocultamiento de la droga ha sido entendida como circunstan-
cia de posesión, transporte, guarda o porte con el propósito de traficar o de
porte para el consumo, según el lugar del ocultamiento.
8. También y de acuerdo a cierta jurisprudencia de la Excma. Corte Suprema75,
los casos de exportación e importación de drogas en la modalidad de “burre-
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1
Ximena Marcazzolo Awad
I. Antecedentes
En el presente artículo comentaremos dos sentencias recientemente dictadas
por la Excelentísima Corte Suprema en relación con el delito de tráfico ilícito
de drogas y estupefacientes sancionado en la Ley N°20.000.
La primera de ellas es de fecha 24 de enero de 2011, destacándose por analizar,
entre otros temas, la ilicitud de la prueba, la denuncia anónima como forma de
iniciar un procedimiento, la realización de la prueba de campo2 respecto de las
sustancias incautadas como facultad autónoma de la policía y la procedencia
del artículo 206 del Código Procesal Penal en relación con la flagrancia. La
segunda sentencia de fecha 24 de febrero de 2011, analiza temas tales como
el ámbito que abarcan las facultades autónomas de las policías, la ilicitud de la
prueba, la reiteración de delitos, solo por mencionar los más destacados.
Ambos fallos dictados en el contexto de recursos de nulidad en materia proce-
sal penal por supuestas violaciones a garantías fundamentales durante el pro-
cedimiento o al momento de pronunciarse la sentencia, dan cuenta una vez
más de la decidida iniciativa de los últimos años de la Excelentísima Corte
Suprema de profundizar en temas procesales penales y constitucionales, lo cual
redunda en un enriquecimiento de la doctrina jurisprudencial chilena.
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• El debido proceso.
• La presunción de inocencia.
• El derecho a la intimidad y la inviolabilidad del hogar.
El recurrente a objeto de fundar las transgresiones que invocó, desarrolló los
siguientes argumentos:
a) La sola circunstancia que el agente encubierto de la ley N°20.000 no sea
autorizado judicialmente afecta la presunción de inocencia.
Además, expresó que uno de los elementos considerados por el Ministerio
Público para designar al agente revelador, fueron llamadas anónimas respecto
de las cuales se tuvo conocimiento por los dichos de los funcionarios policia-
les, agregando que la circunstancia que el órgano persecutor invoque llamadas
anónimas se opone a la racionalidad que debe motivar las actuaciones de los
órganos del Estado, más aun cuando a juicio de la defensa se afectan derechos
fundamentales.
A mayor abundamiento, la defensa del imputado señaló que la técnica del
agente revelador afecta la presunción de inocencia consagrada en tratados
internacionales, la cual significa ser considerado inocente hasta la dictación
de la sentencia condenatoria y, que el peso de la prueba queda radicado en el
órgano persecutor.
Finalmente, en el mismo orden de ideas, la presunción en comento se habría
visto afectada por cuanto bastó con la existencia de llamados anónimos y una
supuesta labor de inteligencia, para que el imputado sea tratado como un tra-
ficante, enviando un agente revelador con el objeto que manifieste la entrega
de la droga.
En nuestra opinión, lo expresado por el recurrente resulta incorrecto por
cuanto la técnica del agente revelador contemplada en el artículo 25 de la ley
N°20.000, no guarda ninguna relación con la presunción de inocencia. Ello
en primer término porque es una mera técnica de investigación, es decir, una
herramienta de carácter procesal que facilita la pesquisa de los delitos contem-
plados en la ley N°20.000 y como tal consiste en que un “funcionario policial
simula ser comprador o adquirente, para sí o para terceros, de sustancias estupefa-
cientes o sicotrópicas, con el propósito de lograr la manifestación o incautación de la
droga”4.
De lo explicado queda en evidencia que el agente revelador no se traduce en
una afectación de la presunción de inocencia sino que en un mecanismo para
manifestar la droga logrando su posterior incautación.
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voluntad de delinquir, desde que se limitó con su acción únicamente a constatar la que
aquél ya poseía con antelación…”7.
A mayor abundamiento, la sentencia declara: “NOVENO: Que, como colofón, la
evidencia reunida como efecto de las diligencias de averiguaciones realizadas el vein-
tiocho de agosto de dos mil ocho en la morada del encartado, constituye una prueba
lícita, toda vez que el agente revelador había obtenido el consentimiento previo
del Ministerio Público y los restantes agentes obraron con estricto acatamiento a
la ley8. Tales pruebas, que condujeron a acreditar de modo directo, una transacción
comercial de droga, representan sin duda el antecedente más poderoso de todos los
recaudados destinados a establecer la existencia del hecho punible y la participación
del acusado involucrado en el acto de “tráfico”. Es así como no cabe siquiera insinuar
la procedencia del precepto sobre supresión de la prueba.”
Como se indicó precedentemente, otro de los temas objeto del recurso con-
sistía en determinar si respecto de la droga incautada era o no procedente
que la policía de manera autónoma practicara la prueba de campo. Tal como
señalamos previamente, estimamos que aquella instrucción no era necesaria,
habida consideración que dicha diligencia se encuadra dentro de aquellas que
autónomamente pueden efectuar las policías de conformidad a lo dispuesto
en el artículo 83, letra c) del Código Procesal Penal. Sobre el punto el fallo
expresa: “Que en el escrito también se tilda de ilegal, por inexistencia de una orden
emanada del fiscal a cargo del procedimiento, la prueba orientativa relacionada con
la sustancia adquirida por el agente revelador; conducta reprobada que, no obstante,
constituye una de las hipótesis insertas en el artículo 83, letra c), del Código Pro-
cesal Penal9, como acertadamente lo consigna el laudo reprobado, en el numeral 2°
de su fundamento décimo quinto, razón por la cual este capítulo de impugnación
tampoco puede prosperar.” 10.
Por último, respecto de la supuesta violación de la garantía constitucional rela-
tiva al derecho a la intimidad y a la inviolabilidad del hogar, la sentencia des-
carta dicha conculcación en atención a que se dieron los supuestos del artículo
206 del Código Procesal Penal. En este sentido, en el fallo se señala: “Que el
artículo 206 del estatuto adjetivo de penas, preceptúa que cuando signos evidentes
indicaren que se está cometiendo un delito, se podrá entrar y proceder al registro de
un bien raíz sin la aprobación expresa de su propietario o encargado, ni permiso u
orden previa.
Pues bien, acorde al mérito de la prueba rendida, la presencia de los funcionarios poli-
ciales en la residencia del convicto devino de la constatación de un injusto flagrante,
al tener en su poder sustancias prohibidas, de suerte que tal proceder no importa
7 Considerando 8°.
8 El destacado es nuestro.
9 El destacado es nuestro.
10 Considerando 10°.
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11 El destacado es nuestro.
12 Considerando 12°.
13 Considerando 8°.
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Siendo así, el tribunal estimó que existían dos hechos temporal, espacialmente
separados y con distintos consumidores, por lo que procede aplicar la regla de
los concursos de delitos.
ii) Causal del artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal:
La defensa también alegó un error de derecho puesto que la sentencia habría
incurrido en un yerro de dogmática penal, que se traduce en una errónea apli-
cación del derecho que influye sustancialmente en lo dispositivo de la senten-
cia. Dicho error se habría producido al considerar que existieron dos hechos
y no uno solo. Ello, no obstante la sentencia reconoce que el delito de tráfico
ilícito de pequeñas cantidades de drogas es de emprendimiento.
En este punto nos remitimos a lo señalado precedentemente.
Finalmente en la sentencia dictada por la Excelentísima Corte Suprema16
se expone, sintetizando los antecedentes, que el recurso de nulidad se encuen-
tra vinculado a la infracción del debido proceso, cuya vulneración se produciría
en dos órdenes de ideas: actividad autónoma de la policía y quebrantamiento
del derecho a defensa.
A continuación respecto de la actividad de la policía señala: “Que en lo atin-
gente al primero de estos asuntos, el proceder policial en el desenvolvimiento de los
hechos no merece reproche. No hubo, como pretende la defensa, una investigación
autónoma por parte de los funcionarios policiales sino que, con ocasión de una
denuncia anónima, se ejerció por éstos el ejercicio de las prerrogativas de que se
encuentra investidos de conformidad a su propia ley17. Se trata del ejercicio de
facultades de que se encuentran dotados para resguardar el orden y seguridad públi-
cas y en tal evento, constataron la existencia de un ilícito que derivó en el ejercicio de
una actividad expresamente reglada en el estatuto procesal del ramo, al controlar la
identidad de un sujeto que previamente había efectuado una transacción con un ter-
cero. Como consigna con acierto el fallo, con ocasión de vigilancias preventivas y ante
una conducta indiciaria de una transacción de droga, interviene el personal policial
de acuerdo a lo que ordena el artículo 85 del Código Procesal Penal, actuación que
es formalmente puesta en conocimiento del Ministerio Público. Ese proceder satisface
cualquier duda de la legitimidad del proceder policial, por lo que no está vulnerada
la garantía constitucional que se dice desconocida.”18
Más adelante, en relación con la supuesta transgresión del derecho al debido
proceso por haber obtenido una declaración ilegal de parte del imputado,
señala que ésta no se observa dado que el Tribunal Oral no emite su decisión
de condena sobre la base de dicho antecedente, por el contrario son otros los
elementos considerados, agregando que “…lo que garantizan la Constitución y
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la ley es el derecho a guardar silencio y a tener defensa técnica, de modo que lo que
se debe asegurar es la debida comunicación de esas prerrogativas al inculpado. Sin
embargo, nada impide que éste, de manera espontánea, manifieste al personal
policial cualquier dato en relación al ilícito que se le atribuye19..”20.
Luego, respecto de los motivos de nulidad interpuestos de manera subsidia-
ria, declara que no vislumbra infracción en la fundamentación de la sentencia
puesto que el Tribunal Oral explicita los motivos y razones que lo llevaron a
dictar una sentencia condenatoria, adicionando que “…Así afirman que el acu-
sado participó ?( sic) en dos eventos perfectamente separados el uno del otro, cometidos
en días y respectos (sic) de personas distintas y en cantidades diferentes. Cada acción
constituye un atentado al bien jurídico en particular y si bien es cierto que doctrina-
riamente se ha entendido que el delito de tráfico es un delito de emprendimiento
ello no es óbice a que concurra la reiteración en este tipo de delitos21? (sic)...”22
Posteriormente y también respecto de la reiteración, pero invocada en este
punto como infracción de derecho del artículo 373 letra b) del Código Proce-
sal Penal, la sentencia señala: “Que sobre la primera de estas alegaciones, concuerda
este tribunal con la calificación que la sentencia atribuye a los sucesos pesquisados. En
el caso en análisis, aparecen dos conductas delictivas que satisfacen a cabalidad cada
una de las exigencias legales para configurar un delito autónomo. En efecto, en cada
oportunidad existe una clara delimitación temporal que encuadra en la reiteración
material de conductas delictivas de una misma especie. Como sostiene el Ministerio
Público en estrados, el delito de emprendimiento supone que una misma actividad
delictual satisfaga, a la vez, los requerimientos de más de un verbo rector. En este
sentido, no podría sancionarse separadamente la posesión y venta; si bien ambas
acciones individualmente consideradas son constitutivas de tráfico, constituyen un
único delito de esa naturaleza. Diversa es la situación que atañe a estos anteceden-
tes en que hay dos acciones totalmente desvinculadas, descubiertas en días distin-
tos, con diversos involucrados, constituyendo cada una un particular atentado al
bien jurídico protegido. No es efectivo, como plantea la defensa, que la reiteración
de delitos esté proscrita a propósito de los llamados de emprendimiento23, y la dis-
crepancia acerca de calificación dada por los jueces a los hechos en el ejercicio de sus
facultades, no configura el motivo de nulidad hecho valer, más aun si, como aconteció,
expresa la sentencia las razones para resolver de la forma en que lo hizo”24.
En virtud de estas y otras consideraciones se rechaza el recurso de nulidad
interpuesto, con el voto en contra del Ministro Señor Muñoz, quien fue de la
opinión de acoger el recurso por la causal del artículo 373 letra a) del Código
19 El destacado es nuestro.
20 Considerando sexto.
21 El destacado es nuestro.
22 Considerando décimo.
23 El destacado es nuestro.
24 Considerando duodécimo.
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25 El destacado es nuestro.
26 Considerando décimo cuarto.
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como asimismo, el derecho a la inti- de San José de Costa Rica, y 14, N°s.
midad e inviolabilidad del hogar y a 2° y 3°, letra g), del Pacto Interna-
la libertad ambulatoria, con ocasión cional de Derechos Civiles y Políti-
de una diligencia de entrada y regis- cos, todos vigentes y vinculantes con
tro fuera de los presupuestos de la arreglo a los artículos 5°, inciso 2°, 19,
ley y sin contar con la competente N°s. 3°, 4°, 5° y 7°, y 83 de la Consti-
anuencia judicial. tución Política de la República; 1° y
4° de la Ley Orgánica Constitucio-
Declarado admisible el arbitrio a nal del Ministerio Público; y 4°, 7°,
fojas 38, se fijó día para la audiencia, 93, letra g), 130 y 206 del compendio
la que tuvo lugar el miércoles cuatro adjetivo criminal.
del actual, con la concurrencia y ale-
gatos de la defensora penal pública, El motivo de invalidación de marras
señora Pamela Pereira Fernández, en se enlaza a la conclusión del tribunal,
representación del enjuiciado y de la en orden a que la prueba de cargo
asesora legal del Ministerio Público, fue obtenida ajustada a derecho y
señora Ximena Marcazzolo Awuad, que el agente revelador que participó
a continuación y oídos que fueron durante la etapa de averiguación, lo
los intervinientes, quedaron los autos hizo dentro de la esfera de su com-
para fallo, citándose a los compare- petencia y atribuciones, por lo que no
cientes a la comunicación del vere- ha mediado desconocimiento de los
dicto, según consta del acta que corre derechos fundamentales invocados
a fojas 49. por la defensa del encausado.
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obtuvo del encartado una bolsa con- denatorio, en la prueba reunida con
tenedora de un polvo de color blanco transgresión de dichas garantías. Sin
que, sometido a la prueba de campo semejantes agravios, el tribunal debió
arrojó coloración azul positiva ante emitir decisión absolutoria, por lo
la presencia de cocaína, que habría que pide a esta Corte invalide el jui-
habilitado a los policías para ingre- cio oral y el pronunciamiento, a fin
sar al inmueble donde hallaron doce de decretar la remisión de los ante-
coma dos gramos de la aludida sus- cedentes al Juzgado de Garantía de
tancia, dosificada en trece bolsas de San Antonio para que se celebre una
polietileno transparentes. nueva audiencia de preparación de
juicio oral donde se prescinda de la
Aduce, sin embargo, que la prueba totalidad de la prueba de cargo, por
orientadora de la naturaleza de la haber sido aportada con las contra-
sustancia incautada, se ejecutó en venciones develadas.
forma autónoma por los policías, sin
aquiescencia del fiscal de la causa, de TERCERO: Que enseguida el recu-
modo que en la audiencia de prepara- rrente aborda la manera en que se
ción del juicio oral solicitó la omisión produce la infracción de garantías
de la totalidad de la prueba obtenida esenciales protegidas por la Consti-
con inobservancia de garantías; versó tución Política y los tratados inter-
el debate además, en la inexistencia de nacionales. A este respecto, explica
una situación de flagrancia que facul- que se ha afectado en su esencia el
tara a los funcionarios para la práctica derecho a una investigación y un pro-
de la diligencia de entrada y registro cedimiento racionales y justos, con la
en cuestión. Los reparos detallados designación de un agente revelador
violentan el debido proceso, el dere- en base a presuntas “llamadas anóni-
cho a la intimidad y a la inviolabili- mas”, se violó la presunción de ino-
dad del hogar, por lo que concurre la cencia, el derecho a guardar silencio
causal de exclusión del artículo 276, y a no generar prueba que pueda
inciso 3°, de la compilación procesal dirigirse contra el incriminado y a
del ramo, que el Juzgado de Garantía que sea el Ministerio Público y no
en definitiva desestimó. la policía quien disponga las actua-
ciones de pesquisas, especialmente
Añade que en la audiencia de juicio cuando concierne a la prueba orien-
oral, impetró la absolución del acu- tativa llevada a cabo en la litis.
sado, fundado en la utilización de
la técnica del agente revelador que También reclama quebrantamiento a
estima en franca oposición a la pre- la garantía constitucional del derecho
sunción de inocencia, el derecho a a la intimidad y a la inviolabilidad
guardar silencio, y a no generar prueba del hogar y el derecho a la libertad
que pueda ser usada en contra de la ambulatoria, en concordancia con
persona sometida a enjuiciamiento el artículo 19, N°s. 4°, 5° y 7°, de la
criminal, sin que tales alegaciones Carta Fundamental, con motivo de
hayan sido acogidas, a pesar que una diligencia de entrada y registro
sirvió para apoyar el dictamen con- al margen de las hipótesis contenidas
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en la ley y sin contar con la compe- debe servir como punto de partida
tente licencia judicial; todo lo cual en la tarea de elaborar un concepto,
redundó en la privación de libertad radica en la violación de garantías
del inculpado. fundamentales ocurrida durante la
fase de instrucción, con ocasión de
CUARTO: Que, en tal entendi- la actividad de pesquisas llevadas a
miento, es menester determinar si el cabo por los órganos de investiga-
edicto censurado comprometió las ción penal (María Inés Horvitz L. y
disposiciones de rango superior en Julián López M., “Derecho Procesal
que descansa el recurso, al reprimir Chileno”, tomo II, Editorial Jurídica
la conducta de su poderdante, con el de Chile, primera edición, año dos
mérito de la prueba recabada y valo- mil cinco). “La discusión acerca de la
rada positivamente, como constitu- prueba ilícita – cualquiera que sea la
tiva del injusto de tráfico de pequeñas definición que se tenga de ella - nos
cantidades de estupefacientes. anuncia algo sustancial: la verdad a la
QUINTO: Que el oponente critica que aspiramos en el proceso penal no
transgresión a la presunción de ino- es una meta a la que estemos dispues-
cencia, el derecho a guardar silencio y tos a llegar a cualquier precio“(María
a no generar prueba incriminatoria en Francisca Zapata, “La Prueba Ilícita”,
contra del imputado, que se concreta Lexis Nexis, dos mil cuatro, p. 18)
en aquélla, al enviar un funcionario
policial en calidad de agente revela- La idea de prueba ilícita y su nega-
dor y dar por cierto y probado que el ción resulta del enfrentamiento entre
hechor comercializaba sustancias ilí- averiguación de hechos delictuales
citas, mandó a ese policía a comprar y respeto de los derechos. En parti-
el sicotrópico sin mejores elementos cular, cuando a estos últimos se les
que las supuestas “denuncias anóni- reconoce como criterio de validez
mas” y la función de inteligencia poli- de los procedimientos tendientes a
cial; se configuró desconocimiento tal indagación; y, en consecuencia,
del derecho a guardar silencio, a tra- como fundamento de la resistencia a
vés del instituto del artículo 25 de la admisión de pruebas ilícitamente
la Ley N°20.000, atendido que es el logradas (L. Iván Díaz García, “Dere-
funcionario quien induce al particu- chos fundamentales y prueba ilícita
lar a cometer un delito y será aquél en el nuevo proceso penal chileno”, en
que en juicio referirá lo que supues- “La prueba en el nuevo proceso penal
tamente ocurrió en su encuentro con oral”, varios autores, Editor: Rodrigo
este último, aporta los medios proba- Coloma Correa, Lexis Nexis, 2003,
torios en su contra; califica el cúmulo p. 137) Por lo tanto, sólo las pro-
total de prueba de cargo reunida banzas aportadas legalmente, con
como ilícita, por haberse conseguido acatamiento absoluto a las normas
con las irregularidades delatadas. jurídicas, deben aceptarse y valorarse
en el proceso, de suerte que la prueba
SEXTO: Que el denominador obtenida en la observancia de la ley
común para la noción de prueba es la única que el juez puede tomar
ilícita en todos los sistemas, que en cuenta para formar su convicción
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por la cual este capítulo de impugna- de ultraje, sino que fluye ciertamente
ción tampoco puede prosperar. del procedimiento policial ajustado a
Derecho; que conlleva a desestimar
UNDÉCIMO: Que el oponente la afectación insita en semejantes
alega también contravención a las maltratos.
garantías de la intimidad e inviolabi-
lidad del hogar comprendidas en los DÉCIMO CUARTO: Que el
numerales 4° y 5° del artículo 19 de impugnante endilga a los menos-
la Carta Magna, configurada por la precios develados, vulneración a la
entrada y registro a la casa del encar- garantía constitucional del debido
tado sin la competente aprobación proceso, sobre la base de las alegacio-
judicial. nes que los erigen. En similar línea
de ideas y como ya ha tenido oportu-
DUODÉCIMO: Que el artículo
nidad de señalar este máximo tribu-
206 del estatuto adjetivo de penas,
nal en los ingresos Nums. 4954-08;
preceptúa que cuando signos eviden-
1414-09 y 4164-09, la seguridad
tes indicaren que se está cometiendo
que se dice conculcada constituye un
un delito, se podrá entrar y proce-
derecho avalado por la Constitución
der al registro de un bien raíz sin la
Política de la República, en cuya vir-
aprobación expresa de su propieta-
tud toda sentencia de un órgano que
rio o encargado, ni permiso u orden
ejerza jurisdicción debe fundarse en
previa.
un proceso previo legalmente sus-
Pues bien, acorde al mérito de la tanciado; la misma Carta Funda-
prueba rendida, la presencia de los mental, en el artículo 19, N°3°, inciso
funcionarios policiales en la residen- 5°, confiere al legislador la misión de
cia del convicto devino de la consta- fijar siempre la certeza de un proce-
tación de un injusto flagrante, al tener dimiento racional y justo. Es así que,
en su poder sustancias prohibidas, de en torno a los aspectos que abarca
suerte que tal proceder no importa el derecho a un debido proceso, no
ignorar las garantías esenciales enu- hay pareceres discrepantes en cuanto
meradas en el artículo 19, N°s. 4° y 5°, a que lo constituye un conjunto de
de la Carta Política, que se aseguran estabilidades que la Carta Política,
amagadas, ya que no se divisa soporte los tratados internacionales ratifica-
legal para sostener la ilicitud de los dos por Chile y que se encuentran
trámites de pesquisas que deriven de vigentes, y las leyes, entregan a las
un procedimiento en situación de partes de la relación procesal, ase-
flagrancia, como lo corrobora el fallo gurándose que todos puedan hacer
impugnado, en el literal 3° de su con- valer sus pretensiones en los tribuna-
siderando décimo quinto; se deses- les, que sean escuchados, que puedan
tima así esta línea de reproche. protestar cuando no están conformes
con la decisión, que se respeten los
DÉCIMO TERCERO: Que, en procedimientos establecidos en la ley
atención a lo razonado, la libertad y se dicten resoluciones motivadas
ambulatoria del imputado, temporal- o fundadas, asuntos que conforme
mente restringida, no atañe a un acto el mérito de las probanzas y lo con-
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fue el imputado José Saladino Vera toria e insta por la nulidad del juicio
Barraza; despliegue decidido, coordi- y la sentencia.
nado y ejecutado autónomamente sin
conocimiento del Ministerio Público En este capítulo, estima que la deci-
y sin control preventivo de éste de la sión censurada carece de la necesaria
legalidad de las actuaciones policiales. fundamentación acerca de sus argu-
Refiere que lo anterior se encuentra mentos relativos a la constatación
en estrecha relación con el derecho de un delito de emprendimiento, no
a defensa, pues la asistencia letrada obstante, el fallo sanciona a su man-
de todo inculpado tiene asegurada dante como autor de dos delitos de
la facultad de imponerse de los ante- tráfico de estupefacientes. Reprueba
cedentes de la imputación desde los de la decisión que no desarrolle las
actos iniciales del procedimiento. necesarias reflexiones acerca de su
determinación de constatar dos
En un segundo segmento, amparado injustos, sin explayarse acerca de la
en la misma causal, estima concul- conclusión que en los delitos como
cado el derecho del acusado a guar- los indagados no es posible constatar
un concurso real.
dar silencio y de ser asistido por un
abogado desde los actos iniciales de la
Finalmente, de modo también sub-
investigación. Tal quebranto se origi-
sidiario, sustenta su arbitrio en la
naría con ocasión del relato del fun-
letra b) del artículo 373 del Código
cionario policial, don Hernán Henry
Procesal Penal consistente en haber
Mora Gatica, quien depuso en juicio
incurrido la sentencia en una erró-
que el imputado habría manifestado nea aplicación del derecho. Sobre
voluntariamente antecedentes rela- este nuevo tópico recuerda, primero,
cionados a sus actividades, de lo que que el fiscal del Ministerio Público
no quedó registro, pero siendo incor- estimó que estaba en presencia de
porados sorpresivamente al juicio, una reiteración de delitos, de manera
en circunstancias que, en realidad, lo que el castigo habría de determinarse
que recabó la policía fue una confe- en conformidad al artículo 351 del
sión. Tal vulneración se patentiza en Código Procesal Penal. Aduce que
la sentencia al reconocer en favor de los sentenciadores yerran al califi-
su representado la minorante de res- car jurídicamente los hechos, pues
ponsabilidad del artículo 11 N°9, del como sostiene la doctrina, se trata de
Código Penal, lo que lleva a concluir un solo delito de emprendimiento.
que formó parte de los antecedentes Tal es la situación de su defendido,
que permitieron arribar a la convic- en que una conducta se repite -dos
ción condenatoria. ventas-, pero que han de estimarse
como parte de una unidad jurídica.
En subsidio, sustentado en el motivo Por otro lado, denuncia que los jue-
absoluto de nulidad del artículo 374 ces también equivocan su decisión al
letra f ), en conexión al artículo 342 estimar que perjudica a su represen-
letra d), ambos del Código Procesal tado la agravante de responsabilidad
Penal, impugna la decisión condena- contemplada en el artículo 12, N°16,
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artículos 369 ter y 411 octies, y el Código Procesal Penal en los artículos 222
al 225.
La Ley N°19.927, publicada en el diario oficial con fecha 14 de enero de 2004,
vino a modificar el Código Penal, abordando la realidad de la pornografía y
prostitución infantil, así como la trata de personas, incorporando una serie
de artículos al Código Punitivo, entre ellos el Art. 369 ter CP, precepto que
permitió en estos ilícitos contar con un régimen legal de técnicas especiales de
investigación. Hoy la Ley N°20.507 de fecha 8 de abril del 2011, sobre Tráfico
de Migrantes y Trata de Personas, incorpora el artículo 411 octies del CP que
establece un régimen de técnicas de investigación para los tipos penales que
establece la referida ley.
En materia de delitos sexuales, aquellos relacionados con la explotación sexual,
la pornografía infantil (conocidos como delitos ESCNNA) y la trata de per-
sonas, en atención a sus características, imponen desarrollar una investigación
adecuada a estas realidades, especialmente a través de la adopción de técnicas
especiales de investigación. Es así que los artículos 369 ter y 411 octies del
Código Penal disponen respectivamente:
“Art. 369 ter: Cuando existieren sospechas fundadas de que una persona o una
organización delictiva hubiere cometido o preparado la comisión de alguno de
los delitos previstos en los artículos 366 quinquies, 367, 367 ter, 374 bis, inciso
primero, y 374 ter, y la investigación lo hiciere imprescindible, el tribunal, a
petición del Ministerio Público, podrá autorizar la interceptación o grabación
de las telecomunicaciones de esa persona o de quienes integraren dicha orga-
nización, la fotografía, filmación u otros medios de reproducción de imágenes
conducentes al esclarecimiento de los hechos y la grabación de comunicacio-
nes. En lo demás, se estará íntegramente a lo dispuesto en los artículos 222 a
225 del Código Procesal Penal.
Igualmente, bajo los mismos supuestos previstos en el inciso precedente, podrá
el tribunal, a petición del Ministerio Público, autorizar la intervención de
agentes encubiertos. Mediando igual autorización y con el objeto exclusivo de
facilitar la labor de estos agentes, los organismos policiales pertinentes podrán
mantener un registro reservado de producciones del carácter investigado. Asi-
mismo, podrán tener lugar entregas vigiladas de material respecto de la inves-
tigación de hechos que se instigaren o materializaren a través del intercambio
de dichos elementos, en cualquier soporte.
La actuación de los agentes encubiertos y las entregas vigiladas serán plenamente
aplicables al caso en que la actuación de los agentes o el traslado o circulación
de producciones se desarrolle a través de un sistema de telecomunicaciones.
Los agentes encubiertos, el secreto de sus actuaciones, registros o documentos
y las entregas vigiladas se regirán por las disposiciones de la Ley N°20.000”.
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“Art. 411 octies.- Previa autorización del juez de garantía competente, el fiscal
podrá autorizar, en las investigaciones por los delitos previstos en el presente
párrafo, que funcionarios policiales se desempeñen como agentes encubiertos
y, a propuesta de dichos funcionarios policiales, que determinados informantes
de esos servicios actúen en esa calidad.
Cuando existieren sospechas fundadas de que una persona o una organización
delictiva hubiere cometido o preparado la comisión de alguno de los deli-
tos indicados en este párrafo, y la investigación lo hiciere imprescindible, el
tribunal, a petición del Ministerio Público, podrá autorizar la interceptación
o grabación de las telecomunicaciones de esa persona o de quienes integra-
ren dicha organización, la fotografía, filmación u otro medio de reproducción
de imágenes conducentes al esclarecimiento de los hechos y la grabación de
comunicaciones. En los demás, se estará íntegramente a lo dispuesto en los
artículos 222 a 225 del Código Procesal Penal.
Estas técnicas podrás ser utilizadas por el fiscal sea que se trate de una persona,
un grupo de personas o una organización delictiva que hubiere cometido o
preparado la comisión de los delitos señalados en este artículo.
En todo aquello no regulado por este artículo los agentes encubiertos e infor-
mantes se regirán por las disposiciones respectivas de la Ley 20.000”.
Conforme a lo expuesto, en aquello no contemplado en los artículos 369 ter y
el 411 octies del Código Penal en el caso de la interceptación o grabación de
las telecomunicaciones, se remiten a los artículos 222 a 225 del Código Proce-
sal Penal, y en el caso del agente encubierto, la entrega vigilada y el informante
se remite a la Ley N°20.000.
Para la procedencia de la interceptación o grabación de telecomunicaciones,
la fotografía, filmación u otros medios de reproducción de imágenes, el agente
encubierto, las entregas vigiladas (sólo 369 ter CP) e informante (sólo 411
octies CP), se requiere:
a) Autorización judicial previa.
b) Que se trate de ciertos delitos, a saber:
- Promover o facilitar la prostitución infantil – Art. 367 del Código
Penal.
- Obtención de servicios sexuales de menores de edad – Art. 367 ter del
Código Penal.
- Producción de material pornográfico Infantil – Art. 366 quinquies del
Código Penal.
- Comercialización, importación, exportación, distribución, difusión o
exhibición de material pornográfico infantil. – Art. 374 bis, inciso pri-
mero del Código Penal.
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1. Agente encubierto
El agente encubierto, es aquel que ocultando su pertenencia a un poder público
busca conocer las circunstancias como se comete el delito y sus autores, levan-
tando con el mayor detalle posible la forma de trabajo, las responsabilidades de
los partícipes, tipo de actividades que desarrollan, la utilización o no de medios
para impedir la acción de la justicia como la intimidación o corrupción, los
antecedentes sobre su patrimonio y redes familiares, etc.
El agente encubierto “Podrá adoptar perfiles más complejos dependiendo
de la mayor sofisticación de la delincuencia; el agente podrá integrarse en
el ambiente investigado, podrá adoptar una identidad supuesta y podrá usar
medios técnicos visuales y auditivos cada vez más desarrollados”9.
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TOP Viña del Mar, 10-01-07, RUC 0500420030-8, RIT 178, Caso
“Estocolmo”:
El funcionario policial que durante la investigación actuó como agente encu-
bierto con “Historia Ficticia”, con medidas de protección desde las primeras
etapas de la investigación, mantuvo la identidad ficta durante el juicio oral
declarando bajo ella.
2.1. Telecomunicaciones
El uso de la voz “telecomunicaciones” por cierto resulta adecuado, teniendo
presente el gran desarrollo tecnológico que ha imperado en esta materia, si
bien la forma más conocida corresponde a la interceptación telefónica, pode-
mos encontrar otros medios de comunicación como por ejemplo correo elec-
trónico, mensajería, chat, etc.
Se hace entonces necesario una definición básica de telecomunicaciones y
podemos señalar que “La telecomunicación («comunicación a distancia», del
prefijo griego tele, “distancia” y del latín communicare) es una técnica consistente
en transmitir un mensaje desde un punto a otro, normalmente con el atributo
típico adicional de ser bidireccional. El término telecomunicación cubre todas las
formas de comunicación a distancia, incluyendo radio, telegrafía, televisión, tele-
fonía, transmisión de datos e interconexión de computadoras a nivel de enlace.
Telecomunicaciones, es toda transmisión, emisión o recepción de signos, seña-
les, datos, imágenes, voz, sonidos o información de cualquier naturaleza que
se efectúa a través de cables, radioelectricidad, medios ópticos, físicos u otros
sistemas electromagnéticos”13.
Resulta ilustrativo en este punto ir a la historia fidedigna de la Ley N°19.927,
publicada en el diario oficial el 14 de enero del año 2004, en virtud de la cual
se incorporó al Código Penal el artículo 369 ter. El entonces Diputado Carlos
Cantero, en relación a este punto opinaba: “Señor Presidente, me parece muy
interesante profundizar la reflexión sobre los artículos 374 bis y 374 ter del
Código Penal, … hoy existe un sistema de revolución tecnológica en las comu-
nicaciones tan grande, dinámico y veloz que, en realidad, nos pone en contacto
con ilícitos cometidos en diversos lugares del mundo y a los cuales es posible
acceder desde la casa de cualquier particular, pues basta un soporte digital para
que sea trasladado de un lugar a otro. Ello se asoma a las problemáticas que
13 http://es.wikipedia.org/wiki/Telecomunicaci%C3%B3n#Glosario_de_telecomunicaciones,
28/03/2011, 10:00 horas.
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deberán guardar secreto acerca de la misma, salvo que se le citare como testigo
al procedimiento”.
El Texto de la modificación incorporada por la Ley N°19.927 señalaba: “incor-
pórense las siguientes modificaciones al código procesal penal: a) en el inciso
quinto del artículo 222, a continuación de las palabras “a cabo”, reemplazase el
punto seguido (.) por una coma (,) e intercalase el siguiente texto:”en el menor
plazo posible. Con este objetivo los proveedores de tales servicios deberán
mantener, en carácter reservado, a disposición del Ministerio Público”.
En conclusión, el texto del referido inciso 5 quedó de la siguiente forma, “las
empresas telefónicas y de telecomunicaciones deberán otorgar a los funciona-
rios encargados de la diligencia las facilidades necesarias para llevarla a cabo,
en el menor plazo posible. Con este objetivo los proveedores de tales servicios
deberán mantener, en carácter reservado, a disposición del Ministerio Público,
un listado actualizado de sus rangos autorizados de direcciones IP y un regis-
tro, no inferior a seis meses, de los números IP de las conexiones que realicen
sus abonados”.
Dando cuenta el legislador de un respaldo permanente al eficaz desarrollo de
las investigaciones, el 14 de noviembre del 2005, dictó la Ley N°20.074, que
nuevamente modificó el inciso 5 del articulo 222 del C.P.P., reemplazando la
oración inicial por la siguiente, “las empresas telefónicas y de comunicaciones
deberán dar cumplimiento a esta medida, proporcionando a los funcionarios
encargados de la diligencia las facilidades necesarias para que se lleve a cabo
con la oportunidad con que se requiera”.
Finalmente, con fecha 16 de diciembre de 2010, el Congreso Nacional aprobó
el proyecto de ley que sanciona el acoso sexual contra menores de edad y la
posesión y producción de material pornográfico en que participen menores.
Dentro de sus modificaciones, sustituyó en el inciso quinto del artículo 222
del C. P. P., la expresión “seis meses” por “un año”, conforme a lo anterior las
empresas de telecomunicaciones y proveedoras de Internet deberán tener un
listado actualizado de sus rangos autorizados de direcciones IP y un registro
de los números IP de las conexiones que sus abonados realicen, ya no por seis
meses, sino por el plazo de un año”.
Ya finalizando este análisis cabe señalar que la gravedad y complejidad de los
delitos relacionados con la pornografía y la prostitución infantil, y la trata de
personas, han llevado a los Estados a perfeccionar sus legislaciones. Es así
como el Parlamento Europeo ha adoptado acuerdos y efectuado recomenda-
ciones con estos propósitos, un ejemplo de ello lo constituye el documento
A5-0206/2001, informe sobre la propuesta de decisión marco relativo a la
lucha contra la explotación sexual de los niños y la pornografía infantil. En
años recientes numerosos países han dictado leyes relativas a la pornografía y
explotación sexual infantil que han ampliado y perfeccionado los tipos penales
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Antecedentes
En el contexto del Plan Estratégico del Ministerio Público, la Unidad Espe-
cializada en Delitos Sexuales y Violentos de la Fiscalía Nacional ha imple-
mentado en algunas Fiscalías Regionales –en donde, por sus características
han tenido históricamente una mayor incidencia de la problemática– proyec-
tos pilotos tendientes a crear en colaboración con los actores relevantes del
sistema, un protocolo de investigación en intervención con víctimas en delitos
de explotación sexual infantil, de modo tal de atacar los focos de proliferación
de los mismos, intensificando la persecución penal.
En el desarrollo de los referidos proyectos ha sido fundamental el intercambio
de conocimientos entre los Fiscales y funcionarios de la Fiscalía y los profe-
sionales de los equipos de las ONG’s dedicados a la prevención, protección y
reparación de las víctimas de ESCNNA, de modo tal que por una parte, los
encargados de la persecución penal han podido comprender más profunda-
mente las dinámicas delictivas y las causas y efectos de la explotación sexual
infantil, así como los funcionarios de las referidas instituciones han sido capaces
de comprender la importancia de su intervención en el proceso penal y de su
colaboración con la labor del Ministerio Público y los tribunales de justicia.
Uno de los primeros proyectos implementados es aquel denominado “Proyecto
ESCNNA Sur”, el cual se encuentra en aplicación desde fines del año 2008
en la Fiscalía Regional Metropolitana Sur, y en él participan Fiscales Especia-
lizados, abogados asistentes, funcionarios de la Unidad Regional de Atención
a Víctimas y Testigos, abogados asesores y gestores administrativos, quienes
han adquirido conocimientos específicos sobre la fenomenología propia de la
Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes, en el trata-
miento con las víctimas y en técnicas investigativas especiales.
Fue en ese contexto que, en la Fiscalía Local de San Miguel, correspon-
dió al Fiscal Cristián Suárez Pérez llevar a cabo la investigación en la causa
1 Sentencia recaída en la causa RUC 0900.842.045-6, RIT 764-2010 del Sexto Tribunal
Oral en lo Penal de Santiago.
2 Abogada de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violentos, Fiscalía Nacional,
Ministerio Público.
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Sentencias Comentadas
Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violentos
Se ha elegido esta sentencia para ser comentada toda vez que de los hechos
mismos sometidos a decisión del tribunal se develan las circunstancias vitales
que atraviesa una niña de 13 años que la llevan a ser víctima de ESCNNA, en
mérito del grave desamparo físico y emocional en que se encuentra luego de la
muerte de ambos padres. Lo anterior a través de la prueba rendida por el ente
persecutor se devela a lo largo de toda la audiencia de juicio oral y permite al
tribunal entender el nivel de aprovechamiento del acusado del alto grado de
vulnerabilidad de la víctima, elemento central de la proliferación de este tipo
de casos.
Los hechos sobre los que versa la causa y que constituyeron la acusación fiscal
son los siguientes: “Durante el período comprendido entre el mes de febrero del año
2009 hasta el 4 de septiembre del 2009, en diversas oportunidades y en el domicilio
ubicado en XXX, el acusado XXX, en forma reiterada y aprovechándose del grave
desamparo de la victima la menor de iniciales XXX, de 13 y 14 años a la fecha de
los hechos, procede a realizarle actos de significación sexual y de relevancia mediante
contacto corporal, consistentes en tocar los genitales de la víctima y accederla carnal-
mente por vía vaginal en diversas oportunidades.
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Sentencias Comentadas
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Sentencias Comentadas
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Tratándose de una realidad tan compleja en que se ven afectados los derechos
humanos de aquéllos más vulnerables, es labor fundamental del Ministerio
Público, como agente del Estado, comprometido con los Derechos Huma-
nos de niños, niñas y adolescentes, visibilizar la problemática, para que el ente
jurisdiccional pueda contar con la mayor cantidad de elementos posibles a la
hora de apreciar hechos que son de suyo aberrantes y que ocurren y se perpe-
túan en la medida que se tiende a hacer análisis simplistas de las conductas de
víctimas e imputados.
En este contexto es fundamental entender cómo se ha definido el fenómeno
desde el propio Estado de Chile:
“Todo tipo de actividad en que una persona usa el cuerpo de un niño, niña o ado-
lescente para sacar ventaja o provecho de carácter sexual y/o económico basándose
en una relación de poder, considerándose explotador tanto aquel que intermedia u
ofrece la posibilidad de la relación a un tercero, como al que mantiene la misma con
el niño, niña y adolescente, no importando si la relación es frecuente, ocasional o
permanente”3.
Para una ilustración del fenómeno, a continuación haremos un análisis de la
prueba producida en juicio sobre los hechos sobre los que recayó la sentencia
en comento, de modo tal de ir destacando aquellos elementos más característi-
cos de la fenomenología de la ESCNNA presentes en el caso.
En el considerando octavo de la sentencia se hace referencia a la prueba de
cargo producida durante el juicio, y como eje central, se reproduce la declara-
ción de la víctima.
“En primer lugar con la declaración de la víctima de iniciales XXX, quien
expresó que tiene 15 años y que estudiará, no sabe dónde, refiere que conoce a
doña M.P., y que se suponía que ella iba a ser como su mamá, la conoció a tra-
vés de su madre, ya que ella se quedaba en la casa y con ella vivió harto tiempo,
desde los diez años, al parecer, hasta como los 14 años. Agrega que vivían en la
casa de su padrastro ubicada en XXX dejó de vivir con ella porque se fue de la
casa cuando tenía como trece años, antes intentó irse, pero no le resultó, pero
en esa oportunidad le resultó y no sabe lo que hizo M.P., pero cree que fue a
carabineros, porque se preocupó cuando abandonó la casa, pero como al mes
después le mandó una carta con XXX (el acusado) y en esta carta le decía que
estaba bien, que la podía contactar al número de XXX, cuando envió esa carta
tenía 13 años, en ese momento anímicamente estaba bien y estaba viviendo
con XXX a quien conoció a través de una amiga de nombre Alexandra que tra-
bajaba con él, ella tenía como 13 años y trabajaba en la verdulería que quedaba
en el XXX, no sabe de qué comuna, Alexandra se lo presenta porque ella no
3 Asociación Chilena pro Naciones Unidas, Fondo de Naciones Unidas para la Infancia,
Fundación Margen, Instituto Interamericano del Niño, Ministerio de Justicia. Santiago,
Chile, junio 2000.
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tenía donde estar, conversó con XXX y él le dijo que podía quedarse con él, le
dio trabajo y comenzó a trabajar con él a los 13 años, luego las cosas se dieron
con él de a poco, ya que comenzó a estar ahí, pasó una semana y conversaron,
él se le declara, a ella él le gustaba y comenzaron a pololear, él la trataba súper
bien, le hacía regalos y recuerda que le hizo de regalo una cadena del Colo
de oro con las iniciales de ellos, la cuidaba mucho como si fuera su papá. Las
cosas se dieron de a poco y él se declaró diciéndole que ya no aguantaba más
que quería estar con ella que sabía que igual no se iba a poder porque sabía
que ella era chica y él era grande, pero ella le dice que igual ella quiere pololear
con él, porque igual le gustaba. Ese día comenzaron a pololear y se besaron,
no pasó nada más. Agrega que su pololeo con XXX eran besos y después de
una semana tuvieron relaciones, ella tenía catorce años, la relación desde que
llegó a la verdulería fue como al mes después y con anterioridad a la relación
con XXX no había tenido relaciones sexuales, ya que él fue su primer hombre,
no recuerda cuantas veces tuvo relaciones sexuales con XXX, pero no fueron
tantas y recuerda que la primera vez que fue en la verdulería, específicamente
en la pieza que era grande, en que había dos camas, al comienzo ella dormía
en una y XXX en otra, después dormían juntos. Añade que la situación econó-
mica con XXX era buena, cuando trabajaban los dos y XXX ganaba plata en la
verdulería, él trabajaba y ella le ayudaba y aportaba con dinero, de lo que XXX
le pasaba, le pasaba para comprar ropa y los cigarros que ella fuma. Añade que
ejerció la prostitución una sola vez, de lo que no recuerda casi nada, y tenía
como catorce años, no sentía que eso fuese peligroso. Agrega que XXX sabía
lo que hacía, ya que conversaron de eso, pero no se acuerda, solo de algunas
partes, se acuerda que estaba con XXX, que lo pasaba bien, que no le faltaba
nada, a pesar de todo todavía lo quiere, pero no lo ama. Señala que lo quiere
y extraña, lo echa mucho de menos, él la cuidaba mucho y cuando estaba en
eso él la cuidaba, pero estuvo tres días en eso, y considera que trabajar es más
tiempo, él no la obligaba a hacer eso, pero si la cuidaba, ella quería hacerlo.
Finalmente, refiere que sus padres están muertos y está en el CTD Pudahuel
porque no tiene familiares que la cuiden. Contra examinada por la Defensa:
Señala que la vez que le resultó irse de la casa, no recuerda cuando fue y se va
porque no quería estar más en la casa, agrega que en la casa se llevaba bien con
todos, tiene una hermana de nombre M. y su padrastro se llama R.M., con él
se llevaba bien y no quiere hablar de los problemas que tuvo con don R.M., de
esto no ha hablado con nadie, no se acuerda, pero de esto habló con los cara-
bineros y un psicólogo hombre. Agrega que tiene pololo y va a cumplir un año
con él y ninguno más que recuerde, solamente XXX y el que tiene ahora. Para
refrescar memoria lee “yo estoy pololeando con P. de 15 años, no se los ape-
llidos”, señala que eso lo declaró ante los funcionarios policiales, no recuerda
la fecha, pero eso lo hizo para salvar al XXX y le mintió a los funcionarios
policiales, no recuerda cuantas veces les mintió, ni cuando se lo dijo a los fun-
cionarios, se le exhibe la declaración y lee “12 de julio del año 2009”, y ahí dio
información falsa a los funcionarios policiales, no recuerda de que más habló
con los policías. Agrega que no recuerda si tuvo relaciones con alguna persona
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comportamiento extraño es desde principios del año 2008. Agrega que con-
versó este tema con ella, pero ella solamente le decía que se lo regaló el pololo,
sin decirle quien era éste. Añade que un día su hija mayor de nombre N. le
dijo a A. que fuera a comprar el pan y no regresó más, eso fue el año 2009, no
recuerda en que periodo. Señala que al no regresar esperó la noche y como no
llegó concurrió a carabineros a hacer la denuncia por presunta desgracia a la
38° comisaría de Puente Alto……Añade que después de hacer la denuncia por
presunta desgracia, como trabajaba, dejó hasta ahí eso y no se preocupó más,
pero pasados unos quince días llega una persona a su casa, un señor que le dice
que iba de parte de A., que sabía dónde estaba y que le llevaba una carta de ella,
advirtiéndole que si tenía a A. podía arriesgar penas de cárcel y éste le dijo que
no le importaba. Agrega que este señor era bajo, calvo, tez blanca de nombre
XXX. Añade que la carta iba de parte de A. y decía textualmente “Tía no me
busque, estoy bien, estoy viviendo con mi pololo, voy a estudiar y trabajar”, al
leer la carta a este señor le insistía en que le dijera dónde estaba A. y él le decía
que no podía decirle, pero le manifestaba que la niña estaba bien, no le dice
si está viviendo con él. Agrega que cuando va este sujeto de nombre XXX va
su domicilio, la niña tenía entre 12 y 13 años y A. está de cumpleaños los días
5 de agosto y esta situación ocurrió después de esa fecha. ….De conformidad
a lo establecido en el artículo 329 del Código Procesal Penal, al Ministerio
Público refiere que A. tenía unos pololos que eran imaginarios, pero había una
diferencia con el pololo XXX, ya que ella le dice a N. que estaba viviendo con
su pareja, además, cuando hablaba de sus pololos imaginarios era cuando le
gustaba otro niño de su edad, del colegio y por eso se producían las discusiones
con su hija N. En la misma oportunidad a la Defensa contesta que en relación
a estos regalos, no sabe de donde los sacaba, le informaron que A. podría haber
ejercido la prostitución, por lo que existe la posibilidad que se comprara ella
las cosas”.
Importante es también hacer mención al contenido de la declaración de la
perito psicóloga forense que analizó la credibilidad del relato de la víctima.
“A. es una niña que a los 10 años de edad vivía con su madre y hermanos, en
este periodo ella fallece de cáncer, ante lo cual ella queda al cuidado de terceras
personas en una situación bastante precarias, donde comienza a vivir situa-
ciones vinculadas a calle, a deserción escolar y el año pasado ella se va a vivir
con su padrastro, padre de su hermana menor, donde ella habría sufrido algún
tipo de abuso sexual por parte de este sujeto, ante lo cual ella se siente vulne-
rada y paralelamente comienza a trabajar en una verdulería cerca del hogar,
en ese periodo ella habría conocido a una persona de nombre XXX a quien le
habría referido que había sido víctima de abuso sexual y esta persona le habría
señalado que realizara una denuncia. Agrega que ella se siente cercana a esta
persona y comienza una relación de pareja, conjuntamente con esta persona,
después comienza a convivir y refiere que fue el primer hombre de su vida
quien la habría hecho mujer y es una persona con la que ella se siente bastante
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Revista Jurídica del Ministerio Público N°46
La situación de la víctima
De los antecedentes anteriormente expuestos y que el Tribunal pudo apreciar
en la producción de la prueba a lo largo del juicio oral, se advierte la compleja
situación vital de la víctima, lo que permite explicar su involucramiento e inte-
racción con el acusado y su posterior comportamiento a lo largo de toda la
investigación y el juicio oral.
Se trata de una niña que reúne muchas de las características que han sido
descritas por la literatura como aquellas condiciones de vida que ponen en una
situación de vulnerabilidad extrema a una niña o adolescente y que la llevan a
ser presa de la explotación sexual comercial.
Si bien es cierto ella es enfática en señalar su total voluntariedad en su invo-
lucramiento en la dinámica explotadora del imputado y en la prestación de
servicios sexuales a cambio de una compensación de carácter pecuniario, ello
es simplemente aparente.
En efecto, esto está bien descrito en la literatura especializada:
“Su consentimiento, aunque se le quiera catalogar de “libre” está viciado de origen por
su edad. Elementos como su inmadurez mental, falta de comprensión de la gravedad
del acto, indefensión física, desconocimiento de sus derechos, respeto por los adultos,
necesidad de afecto, maltrato recurrente, dependencia económica, adicción a las dro-
gas y miedo a la posibilidad de castigo, son, entre otros, hechos que normativamente
invalidan su libre participación, pero que sociológicamente logran explicarla”4.
En el caso en comento, tenemos como víctima a una niña en un extremo caso
de vulnerabilidad, con un grado importante de abandono físico y emocional,
toda vez que carece de una red familiar que la sostenga como asimismo cuenta
con antecedentes de haber sido víctima de abuso sexual en su entorno familiar.
Asimismo, contribuye a su vulnerabilidad su falta de inserción en la escola-
ridad formal, lo que entraba su participación de la comunidad que la rodea,
impulsando su socialización callejera.
Esa situación es percibida por el Tribunal, el que, en el considerando undé-
cimo, al valorar la prueba, señala:
“En cuanto al grave desamparo de la víctima este se probó con toda la prueba
producida en el juicio especialmente con los dichos de los testigos M.P. y el
funcionario de la Brigada de Delitos sexuales, relatando la primera que el padre
de la menor había fallecido en la cárcel y que la madre tras una larga enferme-
dad de cáncer, en que la había cuidado, esta fallece, quedándose la menor junto
a su hermana M. al cuidado de unos padrinos, quienes a los meses después la
4 Gómez Tagle, Erick; “La explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes:
Una aproximación sociológica”; Colección Investigación; Instituto Nacional de Ciencias
Penales; Cuidad de México; 2005.
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Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violentos
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Comentarios finales
De lo anteriormente reproducido y comentado de la sentencia dictada por los
magistrados: Marcia Fuentes Castro, Hugo Espinoza Castillo, y María Leonor
Fernández Lecanda, todos del Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago,
hay dos comentarios finales que cabe destacar:
1. Que es fundamental para los intereses del Ministerio Público hacer una
presentación al Tribunal de los hechos de la causa que, corroborados por la
prueba rendida, permita a los sentenciadores adentrarse en la realidad de
la dinámica delictiva del agente y de la vulnerabilidad de la víctima cuando
de casos de Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes
se trata, toda vez que estos delitos proliferan en circunstancias que pueden
escapar, en cierta medida, a los parámetros normales de las máximas de la
experiencia, pues responden a una fenomenología propia y particular.
2. Que el hecho que el Tribunal logre comprender la “lógica” en que opera
este tipo de delincuencia, es fundamental para que la jurisprudencia vaya
llenando de contenido los elementos normativos del tipo de favorecimiento
de la prostitución infantil previsto y sancionado en el artículo 367 de nues-
tro Código Punitivo.
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6 Hernández Basualto, Héctor. “Límites del tipo objetivo de lavado de dinero”. En: Rodrí-
guez Collao, Luis (coord.), Delito, Pena y Proceso. Libro homenaje a la memoria del profesor
Tito Solari Peralta. Editorial Jurídica de Chile, 2008, p. 497.
7 Ley N°19.913, que crea la Unidad de Análisis Financiero y modifica diversas disposicio-
nes en materia de lavado y blanqueo de activos. Publicada en el Diario Oficial con fecha
18 de diciembre del año 2003. Su última modificación se produjo con la dictación de la
Ley N°20.507, publicada en el Diario Oficial el 8 de abril de 2011.
8 Abel Souto, Miguel. El blanqueo de dinero en la normativa internacional. 2002, Universidad
de Santiago de Compostela, sobre la tipificación del lavado de dinero en instrumentos
como la Convención de Naciones Unidas de 1988 o Convención de Viena (contra el
tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas o en la Recomendaciones del
Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
9 Al mes de abril de 2011 se han dictado, tanto en procedimientos abreviados como en
juicio oral, 36 sentencias definitivas por el delito de lavado de dinero, 32 de las cuales
han sido condenatorias.
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2. La figura de ocultamiento
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que recibe de un tercero dineros o bienes que provienen de alguno de los delitos de
la ley de drogas y que posteriormente, oculte o disimule dichos bienes ilícitos, con el
propósito que dicho tercero confunda esos dineros con el propio patrimonio del sujeto
activo y a partir de ese ocultamiento realice conductas de carácter lícitas que le gene-
ren a la vez ganancias también lícitas evitando con ello una persecución penal res-
pecto del sujeto que distrae dichos bienes de origen ilícito”15.
En nuestra opinión, la forma en que está construida la figura de ocultamiento,
que utiliza tanto el verbo “ocultar” como “disimular”, amplía bastante el ámbito
de prohibición de la norma. En este sentido, aun cuando convengamos en que
la voz “disimular” implica la satisfacción de un estándar más alto respecto a
la conducta (al que parece referirse el TOP de Rancagua en el fallo absolu-
torio), basta acreditar la figura residual más simple, “ocultar”, para satisfacer
los requisitos del tipo. Así, no será necesario probar una “puesta en escena”
particularmente compleja para poder sancionar por lavado de dinero, mien-
tras se acredite que la acción u omisión era idónea para que no se conociese
el verdadero origen de los bienes. De esta manera, una acción relativamente
simple, como la de inscribir bienes a nombre de terceros (testaferros), ha sido
considerada por nuestros tribunales como idónea para ocultar el verdadero
origen del bien en cuestión16. De la misma forma, la constitución de empre-
sas de “fachada” o “papel”, contabilización de operaciones falsas, operaciones
de comercio exterior, y otras que podrían estimarse más “complejas”, también
han constituido la base de sentencias condenatorias por el delito de lavado de
dinero17.
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18 Del Carpio Delgado, Juana, ob. cit., p. 199. La autora considera que el bien jurídico pro-
tegido por el delito de lavado de dinero es la circulación de los bienes en el mercado, o la
licitud de los bienes que circulan en el mercado.
19 Blanco Cordero, Isidoro, ob. cit. p. 327.
20 Otra alternativa sería sancionar la conducta bajo la figura de obstrucción a la inves-
tigación, tipificada en el artículo 269 bis y 269 ter del Código Penal, pero luego de la
modificación operada a través de la Ley N°20.074, publicada en el Diario Oficial el 14
de noviembre de 2005, el art. 269 bis ya no castiga el “ocultamiento” del cuerpo, los efec-
tos o instrumentos del crimen o simple delito, sino la aportación de antecedentes falsos
mediante los cuales se obstaculice gravemente el esclarecimiento de un hecho punible o
la determinación de sus responsables. El art. 269 ter, en tanto, que sí contempla la figura
de ocultamiento, tiene un sujeto activo calificado: sólo pueden cometer dicho delito los
fiscales del Ministerio Público o los abogados asistentes del fiscal.
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a figuras penales sui géneris como el delito de lavado de activos. En conclusión, lo que
se debe proteger con la figura del lavado de activos es la administración de justicia en
su función de averiguación, persecución y castigo de los delitos”25.
En el mismo sentido, el TOP de Concepción, en fallo condenatorio por el
delito de lavado de dinero indicó:
“Siendo, de acuerdo a la doctrina penal mayoritaria el delito de lavado de activos un
ilícito que daña principalmente al bien jurídico correcta administración de justicia,
(en tanto y cuanto consiste en encubrir u ocultar el origen de los recursos económicos
ligados a un delito para impedir que se tome conocimiento del mismo y evitar así
el castigo, o una de las consecuencias del castigo que es el comiso de los efectos que de
él provienen), puede concebirse como una forma de encubrimiento del cual puede
responder incluso el propio autor del delito que se encubre (autoencubrimiento) en
la medida que implica una figura excepcional, un tipo amplio, de penalidad exacer-
bada, que implica un adelantamiento de la punición, etc.”26.
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sito de la conducta típica, puede verse Gómez Iniesta, Diego J. El delito de blanqueo de
capitales en Derecho español, Barcelona, Cedecs, 1996.
28 Aránguez Sánchez, ob. cit. p. 251.
29 6° TOP de Santiago, fallo de fecha 11 de diciembre de 2010, RUC N°0700500869-1.
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tenía pocos años, e igual cosa hizo con su hijo G. Ejecutó estos actos con personas de su
confianza y con las cuales la vinculaban nexos de parentesco, porque en caso de nece-
sidad podría recuperar rápidamente el dinero invertido, además no perdía el control
o la facultad de disponer de lo suyo...”30.
El Juzgado de Garantía ( JG) de Los Andes, condenando al dueño de una casa
de cambios como autor del delito de lavado de dinero, señaló:
“Respecto a los actos de ocultación o disimulación del origen ilícito de los bienes, el
acusado cambiaba dineros de baja denominación por billetes de mayor deno-
minación, para facilitar su transporte; cambiaba divisas; cambiaba dineros con
un fuerte olor a drogas por otros sin dicho olor; facilitaba las condiciones para el
transporte físico o transferencia de dinero hacia Argentina; no contabilizaba las
operaciones de cambios que realizaba con dineros de origen ilícito, ni entregaba
boletas o facturas de ninguna clase; en ocasiones, otorgaba boletas o vales falsos por
montos menores con el objeto de justificar los cambios de divisas; no reportaba
a la Unidad de Análisis Financiero las operaciones sospechosas o por altos montos
que realizaba con personas dedicadas al tráfico de drogas; integraba en el mercado
financiero formal los billetes provenientes de la venta de droga e impregnados
con dicho olor, al entregárselos a los cajeros de las sucursales de la casa de cambios de
su propiedad para que los entregaran en las operaciones normales de cambios. Todas
esas operaciones tenían por objetivo principal ocultar o disimular el origen ilícito de
los dineros, evitar controles y en definitiva facilitar su uso y aprovechamiento por
parte de los autores de los delitos de tráfico de drogas”31.
El 7° Juzgado de Garantía de Santiago, entendiendo que la constitución de
sociedades de fachada y la creación de una identidad falsa eran idóneas para
sustentar la figura de ocultamiento, condenó a la acusada como autora de este
delito. En el considerando quinto del fallo se expresó:
“QUINTO: (...) Toda vez que en primer término quedó establecido por un lado, la
vinculación de ambas acusadas con personas en sus relaciones comerciales, además de
cónyuge, padre e incluso hermano, que fueron condenadas por delito de tráfico ilícito
de estupefacientes, y ellas conocían sus actividades ilícitas, por otro lado las activi-
dades de ocultamiento y disimulación a través de la constitución de sociedades de
“papel”, que no tenían movimientos para el Servicio de Impuestos internos pero sin
embargo eran utilizadas por las acusadas como fachada para sus operaciones, por
ejemplo con la adquisición por parte de estas sociedades de vehículos para su posterior
venta a sujetos para el transporte de droga, elemento que además permite establecer
al ánimo de lucro. Incluso queda establecido que una de ellas, L.C., tenía otra iden-
tidad falsa, (...), con documentación de identidad falsificada, con la que además
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justificaba ingresos, por ejemplo la sociedad le pagaba un sueldo a esta persona, entre
otras cosas, tratando de revestir sus actividades con apariencia de legalidad”32.
El TOP de Concepción, por su parte, ha señalado:
“Sin embargo, el acusado necesitó ocultar o disimular el origen del dinero ilícito que
le llegaba en cantidades importantes y para ello procedió a hacer una iniciación de
actividades ante el SII, en el año 2007, invocando una falsa calidad de técnico en
computación y en mantención de maquinaria forestal, realizando pagos provisio-
nales mensuales de impuesto, emitiendo boletas de honorarios en papel y electrónicas
a personas naturales y jurídicas que jamás tuvieron una relación comercial con él, y
haciendo declaraciones de impuesto a la renta por ingresos que jamás obtuvo como
trabajador dependiente o independiente, y adquiriendo, sin poder justificar plausi-
blemente los ingresos para ello, una camioneta Great Wall Hover de aproximada-
mente $10.000.000.-. Su finalidad era preconstituirse un falso estado de situación
financiera para obtener un crédito, y así, como cualquier emprendedor honesto, insta-
lar una serviteca en la comuna de Hualpén, a través de la cual, obviamente, justifi-
car altos ingresos y disfrazar de legalidad sus gastos de vida e inversión”.
En condena por el delito de lavado de dinero del artículo 12 de la Ley N°19.366
(antiguo tipo penal de lavado de dinero), pero que para estos efectos aporta al
análisis, el TOP de Ovalle declaró:
“DÉCIMO: En cuanto a las circunstancias que dicen relación con el lavado de
dinero en territorio nacional, esto es el hecho que A.G. en conjunto con el imputado
P.G. utilizaron las estructuras comerciales de la siguiente empresa de su propiedad
para el aprovechamiento del dinero obtenido del tráfico de drogas, antes reseñado:
Importadora y Distribuidora Kristel Food Bananeras de Colombia Chile Limitada,
la que recibía desde ALEMANIA recursos proporcionados por A.G. provenientes
de actividades de tráfico de drogas en ALEMANIA y otros países a través de las
siguientes vías:
a) Transferencias internacionales de dinero a través de Bancos y Casas de
Cambios.
b) Pagos directos a los proveedores extranjeros de la empresa.
c) La entrega directa de grandes cantidades de dinero en efectivo en moneda
extranjera a la empresa”33.
Por su parte, el 2° Juzgado de Garantía de Santiago señaló:
“CUARTO: (...) Que una mujer de nombre M.F.V., realizaba diversas activida-
des relacionadas con la venta de drogas, producto de lo cual ha obtenido ganancias,
que en parte fueron destinados a la adquisición de dos vehículos, los que no fueron
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encubrimiento del origen de los bienes puede realizarse tanto a través de una acción,
por ejemplo destruyendo documentos o ficheros informáticos en los que conste tal cir-
cunstancia, o bien a través de una omisión, así, en el caso de que el empleado de una
entidad financiera deje de cumplimentar los oportunos registros de una operación”36.
Para Manríquez, en cambio, la conducta sólo puede realizarse por acción, “...
pues precisamente la acción consiste en darle apariencia de regularidad y/o de licitud
al origen delictivo de ciertos capitales o bienes, y con tal que provengan de los delitos
contemplados en las leyes que ahí se señalan”37.
Fabián Caparrós, Blanco Cordero y Del Carpio admiten también que el ocul-
tamiento o disimulación pueda cometerse por omisión, ésta última agregando
además los supuestos en que nos encontraríamos ante una posición de garante
en el ámbito del blanqueo38. Concordamos con los autores citados, a lo cual
cabría agregar que la forma en que está redactada la norma, en el sentido que
el ocultamiento o disimulación pueden verificarse de cualquier forma, ratifica
que una interpretación razonable en este caso es aceptar la forma comitiva por
omisión en la figura de ocultamiento.
Hemos analizado someramente los elementos centrales de la figura de ocul-
tamiento en el delito de lavado de dinero, rescatando sus características, pro-
blemas y formas en que ha sido abordada por nuestra jurisprudencia. Nos
abocaremos a continuación a revisar muy someramente los otros elementos de
la figura, destacando sus principales temas y con el solo objeto de proveer una
mirada más integral y completa a la figura en estudio.
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39 Así por ejemplo, el fallo del TOP de Rancagua de fecha 12 de marzo de 2007, RUC
N°0500374418, absolvió a los acusados por el delito de lavado de dinero argumentando
en el sentido que las conductas imputadas a título de lavado más bien corresponderían
a aquellas de un traficante que profita con las ganancias del delito, es decir, agotamiento
(considerando vigésimoquinto). En sentido contrario, condenando tanto por el delito
precedente como por lavado de dinero a los mismos acusados, pueden citarse el fallo
del 2° TOP de Santiago de fecha 18 de agosto de 2008, RUC N°0500683346-4; JG
de Iquique de fecha 23 de febrero de 2009, RUC N°0600598177-6; TOP Rancagua
de fecha 18 de enero de 2010, RUC N°0700704675-2; JG de Rancagua, de fecha 9 de
julio de 2010, RUC N°0700364527-9; 6° TOP Santiago, de fecha 11 de diciembre de
2010, RUC N°0700500869-1; TOP Concepción, de fecha 12 de marzo de 2011, RUC
N°0700350845-K, entre otros.
40 Vid., Informe de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado recaído
sobre el proyecto de ley que crea la Unidad de Análisis e Inteligencia Financiera y modi-
fica el Código Penal en materia de Lavado o Blanqueo de Activos. Boletín N°2975-07.
p. 69 y ss.
41 En este sentido, vid. 7° JG de Santiago, fallo de fecha 10 de febrero de 2009, RUC
N°0600867745-8; 4° TOP Santiago, fallo de fecha 30 de abril de 2009, mismo RUC.
En este juicio oral se absolvió a la acusada de la imputación que le hiciera el Ministerio
Público como autora del tipo culposo de lavado de dinero, pero no en consideración a su
posición como sujeto activo.
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artículo se entiende por bienes los objetos de cualquier clase apreciables en dinero, cor-
porales o incorporales, muebles o inmuebles, tangibles o intangibles, como asimismo
los documentos o instrumentos legales que acreditan la propiedad u otros derechos
sobre los mismos”. Apuntamos a continuación, brevemente, dos cuestiones rele-
vantes en este tema:
a) En primer lugar, la mezcla entre bienes de origen lícito con bienes de origen
ilícito. Piénsese, por ejemplo, en el lavador que inyecta capitales de origen ilí-
cito en su empresa, de la cual también obtiene utilidades de origen lícito pro-
ducto de la explotación de su giro. No todos los capitales serán constitutivos de
objeto material del delito, sino sólo aquellos que logremos acreditar tienen un
origen ilícito y, a sabiendas de ese origen, se intentaron lavar o derechamente
lavaron. Las fórmulas para solucionar el problema –en concreto, qué incautar,
qué decomisar–, han sido variadas42.
b) En segundo lugar, encontramos que nuestra legislación no pone límites en
sede de tipicidad objetiva a la cadena de sustituciones, o lavado sustitutivo. En
efecto, la letra a) del artículo 27 señala que los bienes pueden provenir directa
o indirectamente de la comisión del delito base. Este mecanismo, extendido en
las legislaciones comparadas, es una de las razones que permiten sustentar la
autonomía del delito de lavado de dinero, y es una de las notas que lo distin-
gue del delito de receptación. El razonamiento político-criminal subyacente
señala que si sólo se castigaran, a título de lavado de dinero, aquellas conduc-
tas que recaen sobre aquello que proviene directamente del delito base, y no
de los objetos adquiridos o producidos a partir del mismo, la persecución del
ocultamiento de las ganancias de la actividad delictiva se tornaría ilusoria43. Se
trata de considerar como objeto material idóneo del lavado no sólo aquel bien
que proviene directamente del delito base, sino aquellos en los cuales éste se
transformó o sustituyó. Por ejemplo, el traficante de drogas A le compra a B un
automóvil y le paga con dinero producto de la venta de droga; luego B compra
acciones a E con el dinero obtenido. Tanto el vehículo, como el dinero y las
acciones son bienes “contaminados”44.
De esta manera, no importa la cantidad de veces que los bienes fueron susti-
tuidos, transferidos o transformados. Todos ellos podrán ser objeto idóneo del
lavado en la medida que podamos conectarlos de alguna manera con la comi-
sión de un delito base. La principal discusión se produce respecto a los límites
que se deben poner a la cadena de sustituciones, para evitar la contaminación
ilimitada de grandes áreas de la economía. Nuestra legislación sólo conoce un
límite subjetivo: mientras el sujeto activo sepa que los bienes proceden de la
42 Vid, por ejemplo, Hernández Basualto, Héctor. “Límites del tipo objetivo…”, ob. cit.,
pp. 501-2.
43 Hernández Basualto, Héctor. Informe en Derecho confeccionado para el Ministerio
Público. Santiago, 2004, p. 14. En: Ministerio Público, Informes en Derecho, publica-
ción de la Fiscalía Nacional, 2005, p. 321.
44 Ibid., p. 13.
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45 Sobre el tema, Hernández Basualto, Héctor. “Límites del tipo objetivo…”, ob. cit.
46 Los delitos base contemplados en la ley son los siguientes: delitos contemplados en la
Ley N°19.366, que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas
y los de la Ley N°20.000; en la Ley N°18.314, que determina las conductas terroristas
y fija su penalidad; en el artículo 10 de la Ley N°17.798, sobre control de armas; en el
Título XI de la Ley 18.045, sobre mercado de valores; en el Título XVII del decreto con
fuerza de ley N°3 de Hacienda, de 1997, Ley General de Bancos; en los Párrafos 4, 5, 6,
9 y 9 bis y del Título V del Libro II del Código Penal y, en los artículos 141, 142, 366
quáter, 367, 411 bis, 411 ter, 411 quáter y 411 quinquies del Código Penal.
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4. Conclusiones
La “clásica” conceptualización del delito de lavado de dinero lo identifica con la
figura de ocultamiento del origen ilícito de los bienes o de los propios bienes,
a pesar de que la tendencia legislativa actual, siguiendo muy de cerca recomen-
47 Hernández Basualto, Héctor. “El nuevo tipo de lavado de dinero en la Ley 19.913.
Apuntes provisorios”.
48 Fabián Caparrós, Eduardo. Ob. cit., p. 392.
49 Al respecto, vid. Hernández Basualto, Héctor, “Informe en Derecho…”, ob. cit. p. 6.
Nuestra jurisprudencia también ha reconocido expresamente que el delito de lavado de
dinero puede cometerse con dolo eventual, en este sentido se pronuncia el 2° TOP de
Santiago en fallo de fecha 18 de agosto de 2008, RUC N°0500683346-4.
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1. Introducción
El desarrollo que ha experimentado el mercado de capitales durante los últi-
mos años y la evidencia que ha surgido en torno a la relevancia de los atentados
cometidos en contra del mercado de valores como factores desestabilizadores
del sistema económico, han hecho necesario que el Ministerio Público haya
ampliado y sofisticado el tradicional enfoque con que se ha encarado la per-
secución penal de determinados delitos económicos, aceptando el desafío de
iniciar y conducir investigaciones que suponen el abordaje de temáticas delic-
tivas que históricamente habían sido ignoradas por nuestro sistema de justicia
criminal.
En efecto, ya fuera por la complejidad de la regulación económica extrapenal
involucrada, por la supremacía de la dogmática clásica que miraba con recelo la
posibilidad de invocar la protección penal de bienes jurídicos colectivos, o por
el desconocimiento que imperaba entre los operadores del sistema en relación
con el funcionamiento y dinámica de un mercado en el que pueden producirse
los más graves atentados en contra del orden público económico, lo cierto es
que con anterioridad al establecimiento de la reforma procesal penal, tales ata-
ques eran sólo excepcionalmente investigados y/o sancionados.
En la actualidad, por el contrario, a partir del serio trabajo institucional que en
este sentido se ha realizado, se han alcanzado importantes logros en materia
de persecución penal eficiente de delincuencia económica compleja, particu-
larmente, en materia de atentados en contra del Mercado de Valores, prueba
indiscutible de lo cual lo constituye la sentencia definitiva dictada con fecha
19 de octubre de 2010, por el 4° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago2, y que
recientemente ha quedado ejecutoriada3, y que constituye la primera sentencia
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genérica, ejercer una forma de control o dominio sobre una determinada realidad, la
que se considerará negativa5, en la medida que esa ingerencia o control tenga
un efecto distorsionador en el mercado, no sólo en las condiciones de libertad y
paridad que idealmente deben imperar en él (por vía de la ingerencia o control),
sino que, además, en las condiciones de inteligencia/integridad del mercado (por
vía de la distorsión del precio), caso en el que la manipulación implicará una
lesión a la capacidad (inteligencia) del mercado para asignar eficientemente
los recursos, desde las unidades en surplus (ahorro) a las unidades en déficit
(emisores), en relación con el valor económico de los títulos cotizados6.
Ahora bien, las conductas de inducción o manipulación, deben efectuarse por
medio de cualquier acto, práctica o mecanismo o artificio, que tenga el carác-
ter de engañoso o fraudulento, concepto este último que no debe entenderse
referido a la exigencia de perjuicio, sino que a una situación en que, como en
muchas otras a través de nuestra legislación penal, la ley asimila la voz fraudu-
lento a “engañoso”.
A este respecto la doctrina ha señalado que esta figura sería un tipo penal
específico dentro del mundo de las defraudaciones, por lo que, “aun pudiéndose
configurar alguno de los tipos legales descritos en el Código Penal para las estafas u
otros, la Ley N°18.045 establece que las personas que infrinjan las disposiciones de
los artículos 52 y 53 sufrirán las penas de presidio menor en su grado medio a pre-
sidio mayor en su grado mínimo (541 días a 10 años)”7, afirmación que en todo
caso no sería completamente correcta, en la medida que, como se dijo, este tipo
penal no requeriría de la producción de un perjuicio, elemento propio de toda
figura de estafa.
En cuanto a las distintas formas que puede adoptar, o las conductas en que
puede consistir este medio engañoso, si bien en la práctica es posible apreciar
variadas modalidades comisivas, como son la difusión de información falsa o
engañosa, la inserción de órdenes de negociación sin la intención de ejecu-
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10 VILLAR, Mario, Artículo “Insider Trading y violación de secretos”, Libro Derecho Penal
Empresario, Editorial IB de F, Montevideo – Buenos Aires, 2010, pp.191 y ss.
11 Mediante las modificaciones introducidas por la Ley N°20.382, de 20 de octubre de
2009, fueron sustituidas en los artículos 165 y 166 LMV, las expresiones “tener” y “tener
acceso” por la expresión “poseer” información privilegiada, pasando a ser así éste el presu-
puesto de las infracciones al uso de la misma.
12 BASCUÑÁN RODRÍGUEZ, Antonio, Artículo “La Regulación de la Información Privi-
legiada en el Mercado de Valores después de la Ley 20.382”, en: VVAA, “Aspectos especiales
de las reformas al gobierno corporativo”. Universidad Adolfo Ibáñez (en publicación
para 2011, pp. 54-81).
13 CAMPOS GRAZIANI, Rolando, “Insider Trading o Uso Indebido de Información Privi-
legiada”. Editorial Metropolitana, 2006. p. 125.
14 Este sería el caso de los cónyuges y parientes de ciertos insiders.
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ción en virtud de un acto lícito de revelación por parte del insider primario o
de otro insider secundario que lo antecede en la cadena de flujo de informa-
ción, agregándose que, en este contexto, aquél a quien el mercado conoce con
el nombre de teppee (o dateado) es un outsider que ha sido deliberadamente
incorporado en el círculo de poseedores de la información privilegiada por un
insider primario o secundario, o por un teppee que le ha antecedido, caracterís-
tica que lo distinguiría del caso típico del outsider que casualmente se entera
de la información15.
Revisando ahora cuáles son las personas que de acuerdo con la remisión efec-
tuada por la letra e) del artículo 60 LMV, serían los sujetos calificados del
delito previsto en dicha norma, puede señalarse que a partir de la revisión de
los incisos primero y segundo del artículo 166 y de lo previsto en sus respecti-
vos literales, dichos sujetos corresponden en general, con ciertas excepciones,
a insiders primarios que en los casos del inciso primero acceden a información
privilegiada por tener injerencia en la gestión del emisor, ya sea porque parti-
cipan en su capital o porque ocupan una posición que les permite influir en la
marcha del mismo o de un intermediario de valores, y en los casos del inciso
segundo, que acceden a información privilegiada con ocasión de su trabajo,
profesión o funciones.
En efecto, en el artículo 166 se señala lo siguiente:
“Artículo 166: Se presume que poseen información privilegiada las siguientes
personas:
a) Los directores, gerentes, administradores, ejecutivos principales y liquidadores del
emisor o del inversionista institucional, en su caso.
b) Las personas indicadas en la letra a) precedente, que se desempeñen en el contro-
lador del emisor o del inversionista institucional, en su caso.
c) Las personas controladoras o sus representantes, que realicen operaciones o nego-
ciaciones tendientes a la enajenación del control.
d) Los directores, gerentes, administradores, apoderados, ejecutivos principales, ase-
sores financieros u operadores de intermediarios de valores, respecto de la información
del inciso segundo del artículo 164 y de aquella relativa a la colocación de valores que
les hubiere sido encomendada.
También se presume que poseen información privilegiada, en la medida que tuvie-
ron acceso directo al hecho objeto de la información, las siguientes personas:
a) Los ejecutivos principales y dependientes de las empresas de auditoría externa del
emisor o del inversionista institucional, en su caso.
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Revista Jurídica del Ministerio Público N°46
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Sentencias Comentadas
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(en su mayoría insiders primarios), implica que sólo las personas allí enunciadas
podrán ser sujetos activos del delito, sin perjuicio de que a título de la figura
establecida en la letra g) del mismo artículo, o figura base, pueda sancionarse al
resto de los sujetos que sin tener esa calidad17, se valgan de información privi-
legiada para ejecutar, por sí o por intermedio de otras personas, cualquier tipo
de operaciones o transacciones con valores de oferta pública, con el objeto de
obtener un beneficio pecuniario o evitar una pérdida.
En cuanto a lo que debe entenderse por “poseer” información privilegiada, se
ha señalado que desde el punto de vista de las normas de comportamiento
cuya infracción requiere conocer la información, la posesión consistiría preci-
samente en eso, es decir, en el conocimiento de la misma18.
Ahora bien, siendo evidente que el objeto del delito es la información privi-
legiada, resulta un asunto de vital importancia determinar qué es lo que debe
entenderse por aquella, señalándose a este respecto por algunos autores, que “el
concepto de información privilegiada nace como una consecuencia de la necesidad de
mantener los principios que ordenan el buen funcionamiento, integridad y equilibrio
de los mercados, como son la transparencia, igualdad y confidencialidad encaminados
a tutelar eficientemente al inversionista y a la rentabilidad y liquidez de su inver-
sión. De acuerdo con la idea de fomentar el funcionamiento del mercado de valores
de manera igualitaria, eficiente y competitiva, que busca proteger a los inversionistas
en la deliberación de los instrumentos de ese mercado, la información privilegiada
surge como un instrumento preventivo, diseñado para evitar cualquier manipula-
ción que pueda alterar la consecución de estos principios y preservar la neutralidad
informativa”19.
En nuestro ordenamiento jurídico ha sido el propio legislador quien en el
artículo 164 LMV ha establecido lo que debe entenderse por información
privilegiada, al señalar en el inciso primero de dicho artículo que: “Para los
efectos de esta ley, se entiende por información privilegiada cualquier información
referida a uno o varios emisores de valores, a sus negocios o a uno o varios valores por
ellos emitidos, no divulgada al mercado y cuyo conocimiento, por su naturaleza, sea
capaz de influir en la cotización de los valores emitidos, como asimismo, la informa-
ción reservada a que se refiere el artículo 10 de esta ley”, agregándose en su inciso
segundo, que: “También se entenderá por información privilegiada, la que se posee
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Sentencias Comentadas
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20 El inciso segundo de este artículo fue modificado en la forma que aparece transcrito en
el texto, por la Ley N°20.382, publicada con fecha 20 de octubre de 2009 y vigente desde
el 1° de enero de 2010, sustituyendo la tenencia de información sobre las operaciones a
realizar por los inversionistas institucionales por la información que se posea sobre las
decisiones de los referidos inversionistas de realizar determinadas operaciones, atendido
que, como bien lo explica el profesor BASCUÑÁN, “lo que cuenta como información pri-
vilegiada relativa a los inversionistas institucionales no es la referida a sus actuaciones pasadas
sino a sus probables actuaciones futuras”.
21 ROSAS OLIVA, Juan Ignacio, Artículo “El delito de abuso de información privilegiada
en el mercado de valores: análisis crítico de la regulación contenida en la Ley 18.045”, Gaceta
Jurídica N°299 (Santiago, Chile), mayo 2005, pp. 7 -24.
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Sentencias Comentadas
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por canales distintos a las vías legales, como podría ser la inclusión de algún
trascendido en un medio de comunicación, o bien, un simple rumor.
Analizando la historia de la Ley N°19.301, nos parece que la respuesta a esta
interrogante debiera ser negativa, en la medida que tanto en el artículo 1°
del proyecto de dicha reforma legal, en que se proponía una modificación al
artículo 13 hasta esa fecha vigente22, como en la indicación propuesta en pri-
mer trámite constitucional por el Ejecutivo23, se señalaba como requisito de la
información para poder otorgarle el carácter de privilegiada, el que aquella no
fuera “oficialmente” divulgada al mercado, cosa que resulta por lo demás coinci-
dente con lo que señaló el Superintendente de Valores y Seguros de la época al
intervenir en primer trámite constitucional ante la Comisión de Hacienda del
Senado, señalando que “Es un hecho inobjetable que los emisores disponen, respecto
de los mismos y de sus valores, de una cantidad de información superior a cualquier
otro agente económico; en un segundo grado, la tienen los intermediarios de valores;
en otro nivel, los inversionistas institucionales y, finalmente, esa misma información
es menor para los inversionistas particulares o público en general. De ahí entonces
la necesidad de establecer una forma regulatoria que inhiba a aquéllos de revelarla y
menos utilizarla, mientras ésta no sea divulgada oficialmente al mercado. Con ello
se evita la discriminación en el conocimiento de la información y se cumple el objetivo
de una participación igualitaria de oportunidad en la información”.
Y ello, habida consideración que tal expresión sólo fue eliminada en primer
trámite constitucional tras la indicación presentada por los HH. senadores
señores Jaime Gazmuri y Andrés Zaldívar24 al interior de la Comisión de
22 En el Primer Informe de la Comisión de Hacienda del Senado se señala a este respecto
que: “El ARTÍCULO PRIMERO del proyecto en estudio modifica las normas que se indican a
continuación de la ley N°18.045, sobre Mercado de Valores: 1.- El artículo 13 de esta norma-
tiva legal, que se encuentra inserto en el Título III “De la Información Continua y Reservada”,
estipula que los directores, administradores y, en general, cualquiera persona que en razón de
su cargo o posición tenga acceso a información de la sociedad y de sus negocios, que aún no haya
sido divulgada oficialmente al mercado por la compañía en cumplimiento de lo dispuesto por
esta ley y que sea capaz de influir en la cotización de los valores de la misma, deberán guardar
estricta reserva”.
23 La indicación del Ejecutivo fue del tenor siguiente: “Sustituyese el artículo 13, por el
siguiente: “ARTÍCULO 13.- Cualquier persona que en razón de su cargo, posición,
actividad o relación tenga acceso a información del emisor y sus negocios, que aún no
haya sido divulgada oficialmente al mercado por el emisor en cumplimiento de lo dis-
puesto en la presente ley y cuyo conocimiento, por su naturaleza, sea capaz de influir
en la cotización de los valores de la misma, deberá guardar estricta reserva. Del mismo
modo, cualquier persona que tenga acceso a la información reservada de las operaciones
de adquisición o enajenación de valores por realizar por un participante en el mercado
de valores, deberá guardar estricta reserva y no podrá utilizar en beneficio propio o ajeno
dicha información”.
24 En el primer Informe de la Comisión de Hacienda del Senado se dejó constancia de
que: “La indicación en comento crea un Título XXI que consta de los artículos 164 a 173. El
artículo 164 define, para los efectos de esta ley, el concepto de información privilegiada, enten-
diéndose por tal cualquier información referida a uno o varios emisores de valores, a sus negocios
o a uno o varios valores por ellos emitidos, no divulgada al mercado y cuyo conocimiento, por su
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naturaleza, sea capaz de influir en la cotización de los valores emitidos y la información sobre
las operaciones de adquisición o enajenación por realizar por un inversionista institucional en
el mercado de valores, como también la información reservada a que se refiere el artículo 10 de
esta ley”.
25 PFEFFER URQUIAGA, Francisco, Artículo “Concepto de información privilegiada y
deberes de conducta de quienes están en posesión de ella a la luz de la jurisprudencia emanada
de la Excma. Corte Suprema”, disponible en www.pfeffer.cl.
26 ROSAS OLIVA, ob. cit.
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Por último, en cuanto a la exigencia de que el sujeto activo deba utilizar delibe-
radamente la información privilegiada, si bien algunos han querido ver en ella
una alusión a la necesidad de que la conducta sea realizada con dolo directo,
otros autores han sostenido que dicha expresión debiera interpretarse como
una simple referencia al dolo, en el sentido de que el sujeto activo ha de haber
conocido todos los elementos del tipo objetivo, especialmente, que estaba uti-
lizando una información privilegiada, debiendo, por tanto, haber conocido el
carácter de privilegiada que tenía la información que poseía y haber actuado
en razón de ello28.
Constatando las dudas que a este respecto puede generar la redacción del artí-
culo 60 e) LMV, en doctrina se ha señalado que “al exigir adicionalmente un
“uso deliberado” de la información, la ley introduce ambigüedades interpretativas,
pues quien realiza una operación respecto de valores sobre los cuales tiene una infor-
mación no puede sino decirse que ha “usado” esa información, a menos que por “uso”
se entienda algo más, que probablemente se encuentra en el plano subjetivo, plano
en el cual, además, debe dilucidarse el sentido del adverbio “deliberadamente”. Desde
luego puede tratarse de una torpe -por superflua- reiteración de la exigencia general
de dolo, pero es altamente posible que se vea en ello una injustificada restricción al
dolo directo o, peor aún, la exigencia de un determinado ánimo especial del agente,
de contenido ciertamente misterioso. En ambos casos se hipotecan gravemente las
posibilidades de aplicación práctica de la norma”29.
Hecho N°1:
Con fecha 22 de junio de 2005, fue informada a la Superintendencia de Valo-
res y Seguros, a las Bolsas de Comercio del país y, a través de ellas, al mercado
en general, la compra por parte del imputado Jacobo Kravetz Miranda, a través
de la Empresa K. S.A., de la cual aquél era accionista mayoritario y contro-
lador, de un total de 300 millones de acciones de Schwager S.A., las cuales
adquirió a razón de $8 cada una, de parte de empresas Inversiones Gama S.A.,
Inversiones Abacanto S.A., y María Elena Inversiones S.A.; todas las cuales
eran sociedad relacionadas a Schwager S.A.
Posteriormente, con fecha 30 de junio de 2005, y utilizando esta vez como
canal de difusión la Bolsa de Comercio de Santiago, Schwager S.A. hace
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Por otra parte, a esa época, Schwager S.A. carecía además de titularidad
sobre el aditivo Chiss, por cuanto sólo con fecha 28 de julio de 2005 se
celebró entre Aníbal Severino Rodríguez y Eduardo Marambio Dennett,
por una parte y K.S.A. por la otra, un Contrato de Promesa de Cesión de la
Solicitud de Patente de Invención del Chiss, cediendo K.S.A. dicha solici-
tud a Schwager S.A. sólo el 13 de septiembre de 2005, fecha en que K.S.A.
transfiere la marca comercial Chiss a Schwager S.A.
Hecho N°2:
Desde su ingreso a la compañía y hasta la suscripción del MDA, Kravetz
Miranda mantenía un comportamiento más o menos regular de compra y
venta de acciones de Schwager; así, durante el año 2005, adquirió mediante
suscripción de acciones por aumento de capital, papeles de Schwager S.A.
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Así, desde el desahucio del MDA y hasta la fecha en que éste se hizo
público, Jacobo Kravetz Miranda vendió, a un precio que osciló entre $22,1
y $13,8, un total de 37.959.250 acciones, obteniendo con ello ingresos por
$691.155.600. De la misma forma y durante ese mismo período, por instruc-
ciones de Kravetz Miranda en su calidad de Gerente General, Schwager S.A.
vende 35.822.269 acciones de primera emisión de la empresa por un monto
total de $711.482.145.
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39 Mediante la modificación introducida a la Ley N°18.045 por la Ley N°20.382 del año
2009, el texto del artículo 61 quedó conformado por dos incisos, en la forma que sigue:
Artículo 61. “El que con el objeto de inducir a error en el mercado de valores difunda informa-
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los hechos (y por tanto, sancionados con una menor pena), esto es, a título del
delito por medio del cual se castigaba a “Las personas que con el objeto de inducir
a error en el mercado difundieren noticias falsas o tendenciosas, aún cuando no per-
siguieren con ello obtener ventajas o beneficios para sí o para terceros…”, señalando
para ello en primer término, “que la naturaleza de los hechos se ajustan más al tipo
penal asentado, por ser más preciso y encuadrarse de mejor manera -sin forzamientos
jurídicos- en los presupuestos fácticos que se confirmaron. Así pues, el artículo 53 en
su inciso final de la mentada ley, habla de “efectuar transacciones”-recordar la venta
de 300 millones de acciones- “o inducir a la compra y venta de acciones”-se produjo
un alza de compras de acciones fuera de lo común de una empresa que se encontraba
casi en proceso de quiebra, y del consiguiente aumento del valor de las mismas, en los
términos que se fijaron en la valoración de la prueba y fijación de los hechos acredita-
dos-, de tal manera que el tipo penal que se estableció como concurrente en la especie,
es más comprensivo desde la óptica de los hechos que se imputan”.
Precisando este argumento, el fallo continúa señalando que “A mayor abunda-
miento, el artículo 61 de la mentada ley, solo se refiere a manipulación informativa
(excluyendo otros tipos de conductas), a diferencia de la figura del artículo 59 letra
e) en relación con el 53 inciso final, que también y por su propia redacción habla de
“cualquier acto, práctica, mecanismo o artificio engañoso o fraudulento”, conductas
que a no dudar se enmarcan dentro de los medios utilizados por el acusado, según
ya se describió precedentemente”, interpretación que nos parece del todo correcta
y que resulta por lo demás validada en el caso concreto, en la medida que si
se hubiera estimado que los hechos antes relatados configuraban el delito del
antiguo artículo 61 y no el del artículo 59 e) en relación con el inciso segundo
del artículo 53 de la LMV, el disvalor de la conducta del imputado consistente
en la adquisición de un enorme paquete accionario de Schwager S.A. con el
claro objeto de influir al alza en el valor de cotización de las mismas acciones
induciendo al explosivo aumento de su volumen de transacción, habría que-
dado sin sanción alguna.
Discrepamos, sin embargo, del argumento que a continuación invocan los
sentenciadores, para los efectos de fundamentar la configuración del tipo de
manipulación bursátil por sobre el de difusión de información falsa o tenden-
ciosa al mercado, esto es, que “Además, el artículo 61 habla de inducir a error al
mercado, aunque no se sufra perjuicio económico, y en el caso sub lite, efectivamente
se provocó perjuicio y se buscó aquel, con el afán de producir una propia ganancia”,
ya que, por un lado, el texto del artículo 61 no hacía referencia alguna a la pre-
sencia o ausencia de un perjuicio en la estructura del tipo que preveía, ni a sus
efectos, y por otro, porque tal como se señaló al minuto de analizar brevemente
la estructura del delito de manipulación bursátil, al contrario de lo que da a
ción falsa o tendenciosa, aun cuando no persiga con ello obtener ventajas o beneficios para si o
terceros, sufrirá la pena de presidio menor en sus grados mínimo a medio”. Inciso segundo: “La
pena señalada en el inciso precedente se aumentará en un grado, cuando la conducta descrita la
realice el que en razón de su cargo, posición, actividad o relación, en la Superintendencia o en
una entidad fiscalizada por ella, pudiera poseer o tener acceso a información privilegiada”.
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Unidad Especializada en Responsabilidad Penal Adolescente y Violencia Intrafamiliar
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taca que una persona que se impone por la fuerza tiene mayor poder que la otra
y utiliza la violencia como un instrumento para dominarla5.
A su vez, el término violencia de pareja6 hace referencia a una relación íntima,
ya sea conyugal, de convivencia, noviazgo u otras afines que puede llevar a
equívocos si se le utiliza como homólogo de violencia de género. Este último
es un concepto más amplio, que incluye al de violencia de pareja.
La violencia de género hace referencia a un tipo de violencia que se produce
con el objetivo exclusivo de dominar a la mujer en diferentes ámbitos sociales
como son la familia o la comunidad en general. Es en esta clase de violencia en
la que se enmarca el concepto de femicidio7.
Es precisamente la direccionalidad de género, que se explica por la estructura
social masculina que coloca a las mujeres en una posición de inferioridad en
relación a los hombres, la que obliga a una mirada especial. Por ello, no es
casual que las mujeres mueran en manos de quienes son o han sido sus com-
pañeros sentimentales, y no suceda lo mismo a la inversa, o que mujeres sean
asesinadas luego de haber sido violadas. A esto hace referencia la Convención
Interamericana para prevenir sancionar y erradicar la violencia contra la mujer
–Convención de Belém do Pará– cuando señala como origen de esta violencia
a “las relaciones históricamente desiguales de poder entre mujeres y hombres”8.
Teniendo presente lo anteriormente señalado, no todo homicidio de una mujer
cometido por un hombre es un femicidio, por cuanto, no siempre la causa está
relacionada con el ejercicio del control y poder de un hombre sobre una mujer.
En este sentido, en delitos como los homicidios por robo, el hecho de que la
víctima sea hombre o mujer, resulta indiferente y no se relaciona con la exis-
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1. Consideraciones previas
El fenómeno de la violencia intrafamiliar, su problemática y el deber de pro-
tección asumido por el Estado de Chile –a nivel nacional, mediante la entrada
en vigencia de la Ley N°20.066 sobre Violencia Intrafamiliar14 y de la Ley
N°19.968 que Crea Los Tribunales de Familia15, y, a nivel internacional16,
mediante la ratificación por Chile en el año 1998 de la Convención Interame-
ricana Para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Con-
vención de Belem Do Para)– ha exigido a los actores del sistema penal una
respuesta especializada en la materia. Sin embargo, se ha considerado nece-
sario reforzar el estatuto de violencia intrafamiliar, con un enfoque de género,
consagrando en nuestro ordenamiento penal, el delito de femicidio.
Así, el 18 de diciembre de 2010 se publicó la Ley N°20.480 que tipifica y san-
ciona el femicidio en nuestro país, introduciendo una serie de modificaciones
al Código Penal, a la Ley N°20.066 sobre Violencia Intrafamiliar y a la Ley
N°19.968 que Crea Los Tribunales de Familia, que pretenden resguardar a las
víctimas de violencia al interior de la familia, específicamente a las víctimas de
violencia por parte de quien es o ha sido su cónyuge o conviviente.
Luego de años de discusión parlamentaria17, se concretaron las modificaciones
de los siguientes cuerpos legales: Código Penal (artículos 10 N°11, 361 N°2,
368 bis, 369, 390 y 489), Ley N°20.066 sobre Violencia Intrafamiliar (artí-
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Unidad Especializada en Responsabilidad Penal Adolescente y Violencia Intrafamiliar
culos 7, 9, 14 bis y 16) y Ley N°19.968 que Crea los Tribunales de Familia
(artículo 90).
En consecuencia: a) Se modifica el artículo 390 del Código Penal que regula el
delito de parricidio, tipificándose el delito de femicidio; b) Se elimina la excusa
legal absolutoria del artículo 489 del Código Penal, cuando se trate del delito
de daños entre cónyuges; c) En materia de delitos sexuales, se sustituye en la
circunstancia segunda del artículo 361 del Código Penal: “aproveche su incapa-
cidad para oponer resistencia”; por “aproveche su incapacidad para oponerse”. Con
respecto a las circunstancias agravantes especificas, se indica expresamente que
procede la alevosía (se discutía al estar ésta limitada a delitos contra las perso-
nas, lo que no incluía los delitos contra la libertad sexual); y se crea la agravante
de ser dos o más los autores del delito. Se amplía la regla para poner término al
proceso por requerimiento del ofendido, bastando el requerimiento de éste –si
hay vida en común– a menos que el juez por motivos fundados no lo acepte.
Por último, se establece que se prescindirá de la autorización del agresor, para
que la víctima salga del país, cuando esté llamado por ley a otorgarla; d) Se
crea nueva eximente de responsabilidad penal, agregando un número 11 en el
artículo 10 del Código Penal. De este modo, la Ley N°20.480 crea una suerte
de estado de necesidad, con reglas especiales; e) Se introducen modificaciones
a la Ley N°20.066 que establece la Ley de Violencia Intrafamiliar: Se incor-
pora una presunción de riesgo inminente cuando el denunciado se oponga, de
manera violenta, a aceptar el término de una relación afectiva. En materia de
medidas accesorias, se amplía el plazo de vigencia a dos años, manteniéndose
el mínimo de seis. Se establece la consideración del registro de condenas VIF
de Tribunales de Familia, para evaluar la irreprochable conducta anterior del
imputado; y f ) Se introducen modificaciones a Ley N°19.968, que crea los
Tribunales de Familia: Se establece la obligación para los jueces de familia de
adoptar medidas cautelares antes de derivar el caso a la fiscalía, estableciéndose
que éstas deben mantenerse mientras el fiscal no solicite su modificación o
cese. Si se promueve contienda de competencia, entre los distintos intervinien-
tes, los jueces de familia podrán decretar medidas cautelares, manteniéndolas
hasta que el conflicto no se resuelva18.
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19 El artículo 390 del Código Penal establecía: “El que, conociendo las relaciones que los
ligan, mate a su padre, madre o hijo, a cualquier otro de sus ascendientes o descendientes
o a su cónyuge o conviviente, será castigado, como parricida, con la pena de presidio
mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado”.
20 El artículo 390 del Código Penal, modificado por la Ley N°20.480 establece: “El que,
conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre, madre o hijo, a cualquier otro
de sus ascendientes o descendientes o a quien es o ha sido su cónyuge o su conviviente, será
castigado, como parricida, con la pena de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpe-
tuo calificado.
Si la víctima del delito descrito en el inciso precedente es o ha sido la cónyuge o la con-
viviente de su autor, el delito tendrá el nombre de femicidio”.
21 Cabe señalar que en el primer trámite constitucional, la H. Cámara de Diputados
reemplazó el artículo original, por otro, que considera tres incisos. El último de ellos
establecía un límite temporal de tres años al cese del matrimonio y de la convivencia,
salvo que existan hijos comunes. Sin embargo, el Senado, en el segundo trámite consti-
tucional, reemplazó la modificación aprobada por la Cámara de Diputados, y propuso
incorporar como inciso segundo al artículo 390 una norma similar, que restringe el uso
de la voz “femicidio” sólo al caso en que la víctima hubiese sido su cónyuge o conviviente.
En este trámite constitucional, el Senado propuso modificar el artículo 391 del Código
Penal, proponiendo incorporar un numero 2°, nuevo, para sancionar con presidio mayor
en sus grados medio a máximo el homicidio cuando la víctima ha sido cónyuge o con-
viviente del autor, salvo que el delito se cometa con alguna de las circunstancias del
homicidio calificado que, como se ha señalado, se contemplan en el primer numeral del
artículo 391 del Código Penal. Esta propuesta fue rechazada por la Cámara de Dipu-
tados en el tercer trámite constitucional (en Informe de la Comisión Mixta, pp. 4 y 5.
Boletines N°4937-18 y N°5308-18).
22 Sobre esta discusión, ver sentencia de la ICA de Temuco, de 28 de marzo de 2008, Rol
Ingreso Corte N°235-2008; Sentencia del Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de
Santiago, de 30 de mayo de 2007; Sentencias del Tribunal Oral en lo Penal de Talca, de
30 de agosto de 2007; de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Talca, de 10 de octubre
de 2007, Rol Ingreso Corte N°517-2007, y del Tribunal de Juicio Oral de Talca, de 24 de
junio de 2008.
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Unidad Especializada en Responsabilidad Penal Adolescente y Violencia Intrafamiliar
frustrados, resultará necesario ponderar: la muerte del embrión, las marcas físi-
cas de la víctima que dejan secuelas de por vida (quemaduras, pérdida de den-
tadura o del globo ocular), la provocación de lesiones que la incapaciten para el
trabajo y/o para el cuidado personal de sus hijos, entre otros.
El segundo aspecto, dice relación con la tipificación del delito de femicidio,
mediante la incorporación al referido artículo 390, de un nuevo inciso segundo
que señala:
“Si la víctima del delito descrito en el inciso precedente es o ha sido la cónyuge o la
conviviente de su autor, el delito tendrá el nombre de femicidio”.
Teniendo presente el tenor literal de la disposición y la modificación introdu-
cida al inciso primero del referido artículo 390 del Código Penal, el femicidio
al igual que el parricidio, es una figura agravada del homicidio.
Cabe precisar, que la tipificación del delito de femicidio es reciente en el dere-
cho comparado23, existiendo como tal sólo en Costa Rica y Guatemala.
Por su parte, respecto del parricidio, la tendencia en el derecho comparado
-Alemania, Francia y España-, ha sido eliminarlo como tal, por considerarse
que la existencia de un vínculo no permite justificar por sí solo la agravación
de la pena24. En efecto, si al fundamento de la mayor penalidad del parricidio,
mutatis mutandi para el femicidio, se le quisiera referir a una característica
propia del injusto, esto es, a la conveniencia social de dispensar a la familia y a
la institución matrimonial una más enérgica tutela, estos delitos pasarían a ser
delitos pluriofensivos y no homicidios más reprochables25. Pero no parece que
el segundo mal que se añade al atentado contra la vida, autorice una tan ele-
vada penalidad26. Refuerza lo anterior, el hecho de considerarse sujetos activos
y pasivos tanto del parricidio como del femicidio a quienes son convivientes,
ex cónyuges o ex convivientes, lo que evidencia, que la mayor penalidad de
estos delitos no dice relación con velar por la institución matrimonial, ni con la
familia, salvo el caso de los convivientes, que fueron incorporados como suje-
tos de parricidio mediante la letra b) del artículo 21 de la Ley N°20.066 sobre
Violencia Intrafamiliar.
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27 Ver sentencia se la ICA de La Serena, de 8 de enero de 2007, Rol Ingreso Corte N°373-
2006.
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Las fuentes para la obtención de datos han sido los registros del Sistema Infor-
mático de Fiscalía (SAF); la información divulgada por el Servicio Nacional de
la Mujer; y la información que ha sido difundida por los medios de comunica-
ción de circulación nacional y regional.
Gráfico 1
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Tabla 1
Sujetos Art. 5° de la Ley 20.066 2007 2008 2009 2010 N° %
Convivientes 19 15 17 10 61 30%
Cónyuges 13 20 12 15 60 30%
Ex convivientes 6 6 6 9 27 14%
Ex Cónyuges 4 2 4 3 13 7%
Padres de un hijo en común 0 1 3 2 6 3%
Sub total 42 44 42 39 167 84%
Sujetos que no entran en Ley 20.066
Novios / Pololos / Ex 6 5 7 4 22 11%
Extra marital – amantes 2 0 3 3 8 4%
Por conexión 0 0 0 1 1 1%
Subtotal 8 5 10 8 31 16%
Total 50 49 52 47 198 100%
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Cabe preguntarse por las variables asociadas al suicidio del sujeto y al mito
acerca de la dependencia de las mujeres hacia el sujeto agresor. En este sen-
tido, el suicidio podría ser un dato a tomar en cuenta acerca de la extrema
dependencia emocional del hombre hacia la mujer y del eventual trastorno del
apego que estaría a la base de las características psicológicas de los sujetos que
maltratan a sus parejas por razones de género.
Sólo un tercio de los casos presenta denuncia previa en el sistema penal, lo que
refleja la imposibilidad del sistema de advertir la ocurrencia de un femicidio.
Además, esta afirmación se extiende incluso a los causas con causas previas, ya
que dichas causas evidencian delitos de violencia intrafamiliar de menor inten-
sidad –lesiones menos graves (clínicamente leves) y amenazas–.
Pensamos que las redes sociales primarias, los distintos organismos públicos y
privados deberían articularse para un abordaje amplio e integral del complejo
problema de violencia a nivel de la mujer, la pareja y la familia (incluidos los
niños).
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IV. Conclusiones
- Más allá del espíritu de las leyes que han establecido un estatuto de vio-
lencia intrafamiliar (Ley N°19.325 y Ley N°20.066) con el fin de proteger,
entre otros sujetos, a la mujer en el contexto de pareja, es primera vez que
se incorpora expresamente una visión de género en nuestro ordenamiento
jurídico.
- La Ley N°20.480 tipifica y sanciona el delito de femicidio en la figura del
parricidio, quedando ambos delitos con la misma pena, por lo que enten-
demos que la tipificación de este fenómeno constituye un símbolo para
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I. Antecedentes
El presente comentario recae en sentencia de la Corte de Apelaciones de San
Miguel Rol Corte N°845-2010, de doce de julio de dos mil diez, dictada a
raíz de un recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público, respecto
de sentencia dictada en procedimiento abreviado por el Tribunal de Garantía
de San Bernardo. En dicha sentencia de primera instancia se condenó a tres
sujetos mayores de edad por delitos de robo en lugar no habitado y receptación,
concediéndoseles para el cumplimiento de sus penas el beneficio alternativo de
la remisión condicional de la pena, no obstante registrar todos ellos condenas
por crímenes cometidos durante su adolescencia según la Ley 20.084.
II. Comentario
Como lo señala el fallo que se comenta, la Ley 20.084 no cambió las normas
sustantivas del Código Penal, en particular aquellas relativas a las categoriza-
ciones penales de los hechos típicos, en crimen, simples delitos o faltas.
Demuestra lo anterior el sentido general con que el artículo 1° de la ley utiliza
la expresión delitos, al señalar que: “La presente ley regula la responsabilidad
penal de los adolescentes por los delitos que cometan”.
Así las cosas, no resulta atendible el planteamiento del juez que falló el jui-
cio abreviado, en el sentido de asignarle a las anotaciones penales por delitos
cometidos por adolescentes, el único efecto de acreditación de reincidencia.
Lo que en todo caso, resulta contradictorio con las pretensiones que en gene-
ral mantiene la defensa en casos de adultos que registran condenas dictadas
bajo la vigencia de Ley 20.084, en los que instan por la no consideración de
estos antecedentes precisamente para efectos de reincidencia. Pero, además, la
decisión del magistrado es contraria a la lógica jurídica, al sostener que una
condena bajo la Ley 20.084 posibilita la configuración de una agravante y, por
otra parte, que esto no impida la concurrencia del requisito de la letra b) del
artículo 4 de la Ley 18.216, que requiere la no existencia de condena previa por
crimen o simple delito, si precisamente son aquellas las que configuran la agra-
vante de reincidencia. Esto sin siquiera entrar a considerar los fines especiales
perseguidos por la Ley 18.216 tendientes a evitar el contagio criminógeno de
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2 Considerando séptimo, fallo rol 12-2010, Corte de Apelaciones de San Miguel, de fecha
18 de enero de 2010.
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dena, por lo que el Tribunal de Juicio Oral, estimó concurrente la agravante del
artículo 12 N°14 Código Penal, no le reconoció la atenuante de irreprochable
conducta anterior y no le concedió el beneficio alternativo de remisión condi-
cional de la pena.
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condena, con la única excepción res- antecedentes expuestos por los inter-
pecto a la reincidencia, como lo pre- vinientes se desprende que los acusa-
ceptúa el artículo 59 de la Ley 20.084, dos Beltrán Campos, Abarca Badilla
por cuya razón teniendo presente que y Campos Oteíza, tienen una con-
el artículo 1° del cuerpo legal recién dena anterior y por delitos que tienen
citado dispone “en lo no previsto por asignada pena de crimen, y como ya
ella serán aplicables, supletoriamente, se dijo, la clasificación de los delitos
las disposiciones contenidas en el no fue alterada por la Ley 20.084, de
Código Penal y en las leyes penales tal manera que es posible afirmar que
especiales”, forzoso es concluir que no concurre la exigencia de la refe-
la normativa de la Ley 18.216, no ha rida letra b) del artículo 4° de la Ley
sido modificada por la primera de las 18.216.
leyes mencionadas y en consecuen-
cia, para el otorgamiento de alguna SEPTIMO: Que, de la conducta
de las medidas alternativas del cum- desplegada por los acusados, quie-
plimiento de una condena debe nes cometieron nuevos delitos sólo
estarse a las condiciones que la ley en dos años después de haber incu-
comento establece para cada uno de rrido en los anteriores hechos ilíci-
los beneficios allí contemplados. La tos, es posible colegir que las penas
Ley 18.216 no distingue el régimen de internación en régimen cerrado
de sanciones bajo cuyo imperio se con programa de reinserción social
adoptó la decisión de condena. y de libertad asistida que les fue-
ron impuestas, no los disuadieron
QUINTO: Que así las cosas, y de cometer nuevos hechos punibles
remitiéndonos al artículo 4° de la ni sirvió para instar por un cambio
Ley 18.216 que establece las condi- en su comportamiento, por lo que a
ciones para la concesión del beneficio juicio de estos sentenciadores, en la
de la remisión condicional de la pena, especie no concurre además, el requi-
éste procede si a) la pena privativa o sito exigido en la letra c) de la Ley
restrictiva de libertad que imponga la 18.216, toda vez que la conducta de
sentencia condenatoria no excede de los acusados se muestra refractaria
tres años; b) si el reo no ha sido con- al sistema, resultando innecesario el
denado anteriormente por crimen o análisis de las otras condiciones con-
simple delito y c) si los antecedentes templadas en el citado artículo 4°.
personales del condenado, su con-
ducta anterior y posterior al hecho Adicionalmente, cabe agregar que
punible y la naturaleza, modalidades la sola falta de configuración de la
y móviles determinantes del delito condición exigida en la letra c) del
permiten presumir que no volverá artículo 4° de la Ley 18.216, bastaría
a delinquir y d) si las circunstancias para negar el beneficio de la remisión
indicadas en las letras b) y c) hacen condicional de la pena.
innecesario un tratamiento o la eje-
cución efectiva de la pena. OCTAVO: Que conforme a lo razo-
nado en los motivos anteriores, no
SEXTO: Que en relación al requi- resulta procedente otorgar a los acu-
sito establecido en la letra b), de los sados, ya individualizados, el benefi-
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CONTENIDOS Comentario a la sentencia condenatoria del Sexto
Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, en causa
Artículos sobre explotación sexual comercial de niños,
niñas y adolescentes (ESCNNA)
El modelo de intervención inmediata para víctimas Macarena Car Silva
de violencia intrafamiliar del Ministerio Público
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Delito de tortura previsto en el artículo 150 letra privilegiada y manipulación bursátil
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determinación judicial de la “pequeña cantidad”
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