El Rey y El Sacerdote

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 6

“El Rey y el Sacerdote”

En esta enseñanza titulada "El rey y el sacerdote" analizaremos las tres promesas dadas cuando ruge
el León de la Tribu de Judá, Jesucristo. Entonces examinaremos el gobierno de Dios, concentrándonos
en la verdad por posición y por experiencia y cómo refleja la vida del Rey David ambas verdades.
Examinaremos la persistencia de David en el desierto y cómo podemos seguir su ejemplo y luchar por
nuestro destino.

Yo tengo una ardiente conciencia de que es hora de que dejemos atrás las cosas infantiles para llegar a
la madurez y avancemos como reyes y sacerdotes que portan la autoridad que el Señor quiere que
poseamos (1 Corintios 13:11). Oigo un fuerte rugir en el cielo que viene del León de la Tribu de Judá,
Jesucristo. Está rugiendo contra Sus enemigos, empujándolos hasta que retrocedan, para que los
cristianos tengan más libertad para levantarse y entrar en su destino de reyes y sacerdotes. El plan de
Dios es que marchemos en estos últimos días como un ejército poderoso

Antes de que analicemos con más profundidad esta unción de rey y sacerdote, quiero invitarte a orar
conmigo para que nos empapemos con cada gramo de revelación que tiene el Espíritu Santo para
nosotros en esta enseñanza.

Padre celestial, gracias por lo que estás abriendo delante de nosotros a través de Tu Espíritu. Quiero
pedirte que descienda ahora mismo sobre nosotros el Espíritu de Sabiduría y Revelación. Quiero orar
hoy por completa libertad en el Espíritu para la Iglesia y para nuestras vidas, de tal modo que seamos
libres de entrar en revelaciones más profundas acerca de tus planes y propósitos para cada uno de
nosotros como reyes y sacerdotes. Por favor, ayúdanos a ser como esponjas que absorban todo lo que
Tú quieres que retengamos. En el nombre de Jesús, gracias. Amén.

EL LEÓN DE LA TRIBU DE JUDÁ RUGE

La otra madrugada, como a la una, comencé a hablar con el Espíritu Santo: "Dios, me voy a la cama y
me gustaría despertarme habiendo recibido del Espíritu Santo lo que Tú quieres que yo haga en la
conferencia esta noche. Quiero sentir en mi corazón el tema que Tú quieres desencadenar y el sentido
profético que lo acompaña.

Cuando cerré los ojos, tuve inmediatamente una visión de Jesucristo con unas vestiduras reales azules
y escarlatas, que representaban Su autoridad, Su realeza y Su justicia. Supe en mi espíritu que Jesús
estaba vestido con gran autoridad. También vi una corona en Su mano. Cuando lo miré con más
detenimiento, me di cuenta de que tenía el rostro de un león y de pronto recibí tres revelaciones.

Pensé: Oh, es el León de la tribu de Judá. Es un aumento del nivel de autoridad. ¡Aleluya, es la unción
de rey! ¡El león rugió en esta visión!

Así que quiero hablarles de tres cosas que ocurren, promesas proféticas, cuando ruge el León de la
tribu de Judá. (Creo que vendrá un impartir de unción para desencadenar hoy el rugido del León de la
tribu de Judá en nuestro espíritu.)

1. Su rugido libera a los cautivos

Cuando ruge el León de la tribu de Judá, libera a los cautivos. Hay una liberación en el Espíritu para
aquellos que están en las tinieblas, para que salgan a la libertad en Cristo. El profeta Oseas profetizó
que Efraín (símbolo de nuestros hijos pródigos [Oseas 11:8-9]) caminarían siguiendo al Señor y Sus
caminos después del rugido del león.

"'En pos de Jehová caminarán; él rugirá como león; rugirá y los hijos vendrán temblando desde el
occidente. Como acudirán velozmente de Egipto, y de la tierra de Asiria como paloma; y los haré habitar
en sus casas, dice Jehová." Oseas 11:10-11, RV
Cuando hay se produce el rugido en Sión, no hay solamente una liberación de los hijos e hijas cautivos,
sino que además se siembra un destino. Vienen y moran en la casa del Señor y hay un enraizamiento
que toma lugar al rugir el león. ¿No te gustaría a ti que el León rugiera sobre tu familia y simplemente
sacudiera y eliminara las tinieblas de ella? Creo que este rugido se está desencadenando hoy para los
pródigos. Así que quiero que recibas esto como promesa profética.

2. Su rugido declara el juicio sobre nuestros enemigos

Cuando ruge el León de la tribu de Judá hay una declaración de juicio sobre nuestros enemigos. El
profeta Joel anunció una guerra en la que muchas naciones irían al valle de Josafat donde Dios se
sentaría a juzgar a todas las naciones que rodeaban a Israel (Joel 3:12). Entonces habla acerca de que
el Señor ruge desde Sión contra los enemigos de Israel, mientras que para Su pueblo Él será un
refugio:

"Rugirá el SEÑOR desde Sión, tronará su voz desde Jerusalén, y la tierra y el cielo temblarán. Pero el
SEÑOR será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas." Joel 3:16, NVI

En efecto, hay un juicio que viene contra nuestros enemigos cuando ruge desde Sión el León, pero
debemos tener en cuenta que hallaremos refugio en tiempos de juicio sólo cuando estemos caminando
en humildad con total devoción hacia el Señor. Quiero pedirte que reflexionen acerca de esto y preparen
sus corazones.

3. Su rugir nos llama y nos agita a la violencia y la guerra contra el enemigo

Cuando ruge el León de la tribu de Judá, hay un llamamiento y una agitación de violencia y guerra. El
profeta Isaías habló acerca de esto cuando dijo que el Señor bajaría a pelear por el Monte de Sión y por
su montaña:

"Porque así dice el SEÑOR: «Como león que gruñe sobre la presa cuando contra él se reúne toda una
cuadrilla de pastores; como cachorro de león que no se asusta por sus gritos ni se inquieta por su
tumulto , así también el SEÑOR Todopoderoso descenderá para combatir sobre el monte Sión, sobre su
cumbre.»" Isaías 31:4, NVI

Este pasaje de la Escritura habla de agresión y suscita en nosotros una respuesta al llamado de que se
levanten los guerreros poderosos. En la naturaleza, cuando ruge el león, la presa queda inmóvil de
terror, por lo que la leona puede cazarla. Recibamos una revelación acerca de esto porque es una
estrategia de la batalla.

El rugido del león paraliza y provoca terror y miedo en el campamento del enemigo de tal modo que
nosotros, la leona (la Iglesia y la Esposa de Cristo) podamos tomar nuestra presa. Dios va a soltar en
nuestro espíritu un aumento del nivel de autoridad en lucha espiritual agresiva que inmovilizará los
planes del enemigo.

EL AUMENTO INCESANTE DEL GOBIERNO DE DIOS

¡El profeta Isaías habló de un aumento incesante! Dijo: "Se extenderán su soberanía y su paz, y no
tendrán fin..." (Isaías 9:7a, NVI). Además, Isaías dijo que el gobierno de Dios está sobre sus hombros
(Isaías 9:6). Dios lleva la carga de la inmensa responsabilidad de gobernar, pero Él nos invita a
colaborar con Él en la administración de Su gobierno sobre la tierra, y nos da una unción de reyes y
sacerdotes para que llevemos esto a cabo. Isaías

El gobierno de Dios viene y ya existe, ¡todo al mismo tiempo! Esto significa que la verdad posicional
(venidera) está conectándose a la verdad experimental (ya existente). Del mismo modo, recibimos por
fe lo que la Biblia dice acerca de nosotros y la provisión sobrenatural disponible para servir de lleno al
Señor: o sea, la verdad posicional. Nuestra fe aquí nos lleva a actuar. (La fe sin obras está muerta
[Santiago 2:17]). Así que cuando tomamos acción y hemos crecido en lo que dice la Biblia acerca de
nosotros y de cómo podemos servir al Señor, es una verdad experimental.
La verdad posicional y la experimental funcionan simultáneamente. De hecho, aquí hay un principio:
Nuestros destinos ya están establecidos en lugares celestiales (posicional), pero debemos luchar por
nuestros destinos y cooperar con Dios para traerlos a que existan en nuestras vidas cotidianas
(experimental).

El profeta Isaías conecta el aumento incesante de la soberanía de Dios con el trono de David (Isaías
9:7b), así que echemos un vistazo a la vida del Rey David. Él experimentó muchas circunstancias que
son excelentes ejemplos de la verdad posicional y la verdad experimental.

LOS VERDADEROS REYES SE ENTRENAN EN EL DESIERTO

Dios escogió a David para que fuera el rey de Israel cuando él todavía no era más un jovencito (1
Samuel 16:1-13). Fue identificado de la siguiente manera: El Señor le dijo al profeta Samuel que fuera a
la casa de Isaí porque había seleccionado a uno de sus hijos para que fuera Rey de Israel. Así que
Samuel obedeció. Pero vinieron los siete hijos ante él, y aunque cada uno de ellos parecía ser un
posible candidato, no reunían los requisitos necesarios y el Señor los eliminó del concurso.

Así que Samuel le preguntó a Isaí si tenía algún hijo más. Seguramente se sintió aliviado al enterarse
de que quedaba un hijo, el más joven, que no estaba en casa. Y llamaron al hijo que quedaba por venir,
a David, para que viniera de donde estaba guardando las ovejas. Y cuando Samuel vio a David, el
Señor dijo: "Éste es. Levántate y úngelo." (1 Samuel 16:12, NVI). Aquí se ve la verdad posicional: el
profeta derramó aceite sobre David, quien fue ungido como rey mucho antes de experimentar la
manifestación completa de la vida como rey.

David fue escogido y llamado por Dios. El tenía gracia en medio de todos sus hermanos. La Biblia
también dice: "Entonces el Espíritu del SEÑOR vino con poder sobre David, y desde ese día estuvo con
él." (1 Samuel 16:13).

Él era rey de Israel ya que vino sobre él el ministerio de Dios. Aun así, David se vio en medio de
diversas experiencias de vida o muerte incluso después de haber sido ungido como Rey. (1 Samuel 17-
19).

LA ADVERSIDAD HIZO SU OBRA PERFECTA

Durante una época tuvo gracia con el Rey Saúl, pero esto cambió a oposición mortal hasta tal punto que
David se convirtió en alguien considerado como forajido. Le obligan a oír como un perro al desierto,
escondiéndose en cuevas y fortalezas de Adulam. Mientras se escondía en las cuevas, vinieron unos
cuatrocientos hombres descontentos a luchar de su parte (1 Samuel 22:2). Todos estaban afligidos y
endeudados. Estos hombres estaban enojados, "amargados". Vinieron a David mientras él estaba
pasando momentos difíciles.

¿Saben? Cuando llegan los momentos difíciles, nos damos cuenta de quiénes son en realidad nuestros
amigos. ¡Los nuevos amigos de David no fueron atraídos por su lujosa mansión ni su prosperidad
financiera! En esta época de su vida su gran riqueza era su reputación de guerrero osado y hombre de
gran carácter. Él mató sin ayuda a Goliat (1 Samuel 17) y no se vengó cuando Saúl intentó matarle a él
(1 Samuel 19:10).

Estos hombres disgustados vieron que algo surgía de David que le marcaba como gran líder, y esto es
lo que los atrajo hacia él. Sí, eran unos marginados enojados que estaban algo amargados, pero tenían
discernimiento ya que supieron reconocer a un gran líder.

¿Cuántos de nosotros hemos oído también cosas grandes acerca de nuestro destino, igual que el Rey
David? Un Dios grande, unas cosas grandes, unos sueños grandes. "¿Hasta cuando, Señor? ¿Cuándo,
Señor?" Algunos de nosotros llevamos muchos años esperando el cumplimiento de lo que sabemos que
Dios tiene preparado para nuestras vidas. Y estamos teniendo una experiencia como la que tuvo David
después de ser ungido rey.
Parece que ya había lo recibido todo de Dios para cumplir el llamado de su vida, pero durante años no
tuvo la manifestación plena de reinar en el reino todavía. David estaba siendo entrenado y la adversidad
estaba llevando a cabo su obra perfecta. El no se rebelaba contra ello, sino que David demostraba ser
un verdadero rey, uno entrenado en el desierto, o sea, una verdad experimentada.

EL DESIERTO TRAE LA BATALLA

La experiencia de David en el desierto fue bastante dura. Probablemente estaba pensando: No parezco
un rey ni me siento como si lo fuera. ¿Qué clase de reino es este? Pero comenzó a tomar a los
marginados y a entrenar sus manos para la guerra en el desierto.

Era un marginado, como un perro a la fuga. Saúl lo quería matar. Estaba pensando ¿Cómo es que voy
a poder ir de donde estoy a donde debo llegar? ¿Cómo me voy a convertir en Rey? ¡Y la vida siguió
siendo así durante varios años más! Él experimentó muchísimas luchas en el desierto.

En el Salmo 63 vemos la intensidad de la guerra en el desierto. "Oh Dios, Tú eres mi Dios; yo te busco
intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. "(v.
1, NVI). La búsqueda temprana de Dios, tener sed de Su presencia cuando hay sequedad, no rendirse
cuando todas las señales externas parecen indicar derrota, esto describe la guerra en el desierto. No
parece haber ni rastro de avivamiento, ni reuniones especiales ni sentido alguno de la presencia de
Dios.

¿Saben lo que representa el agua en la Biblia? El agua es el Espíritu Santo.

"Haré brotar ríos en las áridas cumbres, y manantiales entre los valles. Transformaré el desierto en
estanques de agua, y el sequedal en manantiales. ." Isaías 41:18, NVI

A los demonios no les gusta el agua, y ¡nos dejan tranquilos en cuanto nos mojamos del Espíritu Santo!
A ellos les gustan los lugares secos. Recuerden la historia del hombre poseído en la región de los
gadarenos. El demonio principal le pidió a Jesús que lo mandara a él y a los demás demonios a los
cerdos en lugar de enviarlos fuera de la región (Marcos 5:12). Jesús lo permitió porque sabía que en
cuanto la legión entrara en los cerdos, ellos correrían cuesta abajo al mar, al agua, ¡justo al lugar odiado
por los demonios! ¡Y algún día estarán en el LAGO de fuego!!

HAY GRACIA EN EL DESIERTO

No sólo es Jesús un experto para lidiar con demonios, sino que además nos provee lo necesario en el
desierto cuando hay sequedad y no hay agua. " . . . Estoy abriendo camino en el desierto, y ríos en
lugares desolados" (Isaías 43:19, NVI).

¿Sabían que a veces el río no está fluyendo sólo con agua, sino también con gracia? Si recibimos
gracia, Dios la derramará sobre nosotros como río de bendición: "Así dice el SEÑOR: «El pueblo que
escapó de la espada ha hallado gracia en el desierto; Israel va en busca de su reposo»'" (Jeremías
31:2, NVI).

Algunas veces, cuando estamos en el desierto, es tentador rendirnos y tirar la toalla. Aun cuando viene
Dios y nos ofrece Su gracia, ¡No nos gusta en absoluto! No queremos gracia cuando estamos en el
desierto. Simplemente queremos ¡SALIR de ahí, INMEDIATAMENTE!

El estilo de vida de David demuestra que recibió una gran dosis de gracia del Espíritu Santo. Nosotros
podemos tener la misma actitud al ver lo que él estaba probablemente pensando: Tengo a mi alrededor
a estos 400 marginados. Dios, ¡tengo tanta sed de Ti! Señor, ¡tengo tanta sed de Tu gloria! ¡Tanta
hambre de Tu poder! Aun en una tierra seca y árida sin agua. ¡Voy a excavar con diligencia! ¡No estoy
dispuesto a rendirme ni a callarme! ¡No voy a darme por vencido en el desierto!

LA PERSEVERANCIA DEMUESTRA NUESTRO CARÁCTER


David perseveró en el desierto. Esto demostró su carácter e ilustra lo que el apóstol Pablo enseñó
cuando dijo: "Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el
sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia entereza de carácter; la entereza de carácter,
esperanza" (Romanos 5:3,4).

Cuando Dios vio que el carácter de David maduraba de manera sostenida, y que producía mucho fruto,
decidió podar un poco. "Pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. " (Juan
15:2b, NVI).

De este modo, tras una larga época de poda (con luchas, entrenamiento de sus hombres, y huyendo de
Saúl) David fue guiado por el Señor hasta Hebrón (2 Samuel 2:1) donde fue ungido Rey sobre la Casa
de Judá (2 Samuel 2:4); y más tarde fue ungido Rey de Israel (2 Samuel 5:3).

En Hebrón David comienza a experimentar más de la manifestación de la unción real. Es como si Dios
dijera: Te confío más en esta época venidera. Ahora vas a salir del desierto con hombres entrenados en
lugar de vagos y marginados. ¡Has entrenado sus manos para la guerra! Has sido fiel, yo voy a traer un
aumento de autoridad en tu vida y esto se va a intensificar en Hebrón.

¡SIGAN LUCHANDO POR SU DESTINO!

¿Saben lo que es Hebrón? Pues significa la ciudad de cuatro y "Silla de asociación". Incluso hoy en día,
Hebrón es una ciudad que lucha mucho en guerra espiritual.

Históricamente, cuando los doce espías fueron a Canaán, al final entraron en la región de Néguev hasta
Hebrón, donde vivían los descendientes de Anac: Ajimán, Sesay y Talmay, descendientes de Anac
(Números 13:22).

Anac significa ahogar, estrangular y luchar contra la muerte. Ajimán significa bloquear u obstaculizar.
Sesay significa blanquear o encalar. Estos hijos eran gigantes en la tierra.

Cuando el pueblo de Israel hubo dado vueltas sin rumbo en el desierto durante cuarenta años, y
finalmente llegaron a su heredad bajo el liderazgo de Josué, Caleb pidió por heredad Hebrón, diciendo
que sacaría a los gigantes, hijos de Anac, con la ayuda del Señor. ¡Y eso es justo lo que hizo! (Josué
15:14). Caleb tenía ochenta y cinco años y ¡estaba tan fuerte como un buey! En todas las Escrituras
vemos al pueblo de Israel teniendo que lidiar con poderes demoníacos similares a los que tenían los
tres hijos de Anac.

Del mismo modo que el rey David tuvo que perseverar en cuevas y desiertos para vencer a los diversos
gigantes, también nosotros debemos hacerlo. Dios usará todas las dificultades que permite en nuestras
vidas como resistencia para fortalecer nuestros músculos espirituales. Cuando el enemigo intenta
estrangularnos e impedir que avancemos, cuando intenta encalar las cosas para que nos conformemos
con menos, ¡debemos levantarnos y luchar con la estrategia de Dios! Tenemos que batallar por nuestro
destino.

LOS VIOLENTOS LO TOMAN A LA FUERZA

Cuando el enemigo intenta blanquear algo, es como que nuestra visión no está clara y no vemos las
cosas por fuera tal y como son en realidad (Piensen en los fariseos y las tumbas blanqueadas [Mateo
23:27]).

Encalar significa conformarse con algo, tiene buen aspecto, aguántate con lo que te toque en la vida.
Esta descripción es de un "cristianismo conformista" que sólo se tumba y dice "Yo no me voy a
involucrar. Ya sé que están muriendo por guerras, hambrunas y enfermedades, pero no tiene nada que
ver conmigo. Oh Señor, quiero que bendigas a los niños hambrientos, pero cambiemos de canal
rápidamente porque no quiero ver eso". Tenemos una mentalidad complacida, de conformarnos, de "eso
está muy lejos y a mí no me afecta".
¡Escuchen! Tiene que haber una manifestación de agresión, un levantamiento, violencia espiritual. Los
que se esfuerzan logran hacerse con él (Mateo 11:12). Debemos cambiar nuestra mentalidad. ¡Yo me
voy a esforzar, voy a poner el listón alto! ¡Voy a conseguir la victoria! Cuando las cosas son duras y
difíciles, voy a adorar y a clamar aún más a Dios. Cuando no se manifiesta la bendición y no haya
aceite, ¡Tú todavía eres digno, Señor! ¡Seguiré luchando por mi destino!

SIGUE ADELANTE, ¡VAS A DAR MUCHO FRUTO!

En mi propia vida, después de pasarme cuatro horas al día predicando en las calles, ungido y llamado
como evangelista, yo soñaba con los estadios llenos de gente hambrienta, tenía una mentalidad para
los estadios. Pero todo empezó predicando en los parques donde los jóvenes van a patinar, cuando yo
era un cristiano recién convertido, de sólo dos meses. Yo predicaba en las cafeterías y en los
McDonalds. También salía a predicar a los parques, y llevé equipos a las calles todas las semanas para
regalar refrescos y salchichas.

Cuando yo era un cristiano recién convertido, un profeta me dio palabra de ciencia: "Todd, vas a hacer
cruzadas para alcanzar a las multitudes como Billy Graham. Vas a ver los estadios".

Más tarde, comencé a recibir visitaciones del Señor acerca de los milagros, las sanidades y las
cruzadas en los estadios. Hoy en día, fuera de América del Norte, hacemos cruzadas donde
alcanzaremos a un cuarto de millón de personas en cinco días. ¡Para este año le he pedido al Señor un
millón de almas!

Mi actitud se resume de este modo: "¡Yo voy a servir a Dios! Voy a ser un amante radical y extravagante
de Dios!" Tuve una visión de Dios cuando era un creyente nuevo acerca de lo que sería Fresh Fire
Ministries. Pero tras recibir esta visión, me encontré viajando por el desierto. Estaba en las trincheras,
en las cafeterías, en las zonas marginadas de la ciudad de Vancouver, ministrando a las prostitutas y a
los drogadictos. A mí nadie me conocía. No había ido a ninguna escuela bíblica, y sólo llevaba cuatro
años salvo. Pero conocía a un Dios grande que podía hacer cosas grandes y además tenía grandes
sueños aun cuando me encontraba en lugares secos.

David estaba en el desierto. Todo verdadero rey debe ir ahí también. Más tarde, cuando el Señor le
ascendió al enviarle a Hebrón, experimentó más del proceso de la poda para poder dar mucho fruto
como rey de Israel. Era como que el Señor le dijera "Te voy a aumentar el metron. ¡Has pasado la
prueba! ¡Ve a Hebrón!" Allí, en ese lugar, David ascendió aun más como líder de confianza, luchando
por su unción de rey.

Por Todd Bentley


Fresh Fire Ministries
www.freshfire.ca

También podría gustarte