Como Escribir

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ABC para ser escritor: guía para

empezar
Para ser un escritor hay que escribir y leer. Esto es fundamental. Lo dicen otros, lo
digo yo. Para ser un escritor, simplemente eso. No digo si bueno, malo, o súper
ventas. Por supuesto que, si lees obras bien escritas, escribirás mejor cuanto más
ejerzas tu músculo. Si lees obras como 50 Sombras de Grey y lo tomas como
referencia, no te asustes más tarde. La “licencia de escritor” para que te tomen en
serio, se consigue con un contrato editorial con las grandes. Pero aquí no voy a
hablar del reconocimiento social y los ídolos de masas.

Recomiendo leer lo que te guste y si no, cambiar. Leer es algo tan privado que no
debes preocuparte por ello. Yo no terminé “Lolita” de Nabokov, me aburrí a mitad
de libro (críticas abajo). En definitiva, la lectura alimenta tu imaginación, te
proporciona ideas que se gestan mientras las imaginas y enriquece tu prosa sin que
te des cuenta (además del gozo de leer una historia). La escritura es la práctica,
jugar a ser creadores y poner la carne en el asador. Como en todo, hay que escribir
y escribir. Cuando escribo una historia, intento que sea ‘la jodida mejor historia que
hecho nunca’. Con el tiempo me doy cuenta que no es así, pero en ese momento sí,
y de eso se trata.

Constancia. Dedicarle horas como otros le dedican al gimnasio. Juegas al tenis un


día, pero eso no te convierte en tenista. La escritura igual. Yo dedico muchas horas,
lo reconozco. Entreno como una bestia y procuro no bajar mi marca de 1500
palabras diarias. A veces escribo menos de 1000 y me siento un poco mal. Durante
febrero de 2015, escribí 2000 al día. Esto no es nada si lo comparamos con otros
escritores, pero en mi caso (como el de muchos y muchas) tengo que
compatibilizar mi tiempo con un trabajo. Ahora he vuelto a las 1000. Lo importante
es no rendirse.

Para construir constancia, usa la técnica Pomodoro, o lo que decía Palahniuk.


Compra un huevo de cocina y póntelo 30-40 minutos. Siéntate frente a la pantalla y
escribe. No te levantes hasta que suene. Normalmente, cuando escuchas la alarma,
es demasiado tarde para hacer otra cosa que no sea escribir… Todos tenemos 30-
40 minutos diarios. Si quieres ser respetado, empieza por ti mismo.

Creérselo. Tienes que creértelo y no avergonzarte de ello si quieres ser profesional.


Escribir puede ser una afición, pero eso no te llevará lejos y terminarás dejándolo
(¿Recuerdas la última vez que pintaste con rotuladores?). La gente relaciona
escribir con pobreza. Así es a corto plazo. Te tiene que dar igual. Aquí falla la
confianza en uno mismo. Hemingway era un borracho. La mayoría de los escritores
que tuvieron su momento, fueron pobres. Sólo hay que leer ‘Mujeres’ de Bukowski,
‘En el Camino’ de Kerouac, ‘Trópico de Cáncer’ de Miller o ‘París era una fiesta’ de
Hemingway. Cuatro obras donde se ve un estilo de vida muy hedonista pero
también sufrido (más aún en el sistema que vivimos hoy).

Tú no tienes por qué ser así. Yo lo hice, y di un paso atrás. Tienes que tenerlo claro
y compaginar tu literatura con otra fuente de ingresos hasta que veas claridad, o
jugar a ser escritor te puede llevar a la ruina (o a no salir de la casa de tus padres
nunca). Hazte un plan, síguelo.
Hay una cosa que tienen en común todos los escritores de éxito, desde Julio Verne
y J.R.R. Tolkien hasta Dan Brown y J.K. Rowling, pasando por Isaac Asimov y
Stephen King: Han escrito.

Ésta afirmación, que parece tonta a priori, no lo es tanto si la analizamos un poco.


Si lo que quiere es saber cómo llegar a ser escritor profesional, un escritor de éxito
que viva de su trabajo como tal, yo tengo la fórmula: escribir.
Yendo por pasos: primero hay que escribir una novela, luego vendérsela a un editor
(o publicarla uno mismo), esperar que los lectores la compren masivamente y ya
está. Hay gente que se pasa los años diciendo que quieren ser escritores y no se
dedican a lograr ese sueño, no completan un trabajo con un nivel de calidad al
menos aceptable. Para ser escritor hay que completar el ciclo, con el enorme
esfuerzo que esto requiere, salvo que usted esté entre ese 1% que se sienta a
escribir y le brota por las yemas de los dedos una obra maestra que ni siquiera
precisa ser corregida y encima tenga a su mejor amigo en una de las editoriales
más importantes suplicándole originales.

ntiguamente se entendía que un profesional es alguien que se dedica a ello a


tiempo completo y se gana la vida con la escritura.

Pero no nos engañemos: de esos hay muy muy pocos en nuestro país (las malas
lenguas dicen que una veintena, no más) y con la crisis, tanto económica como del
sector editorial, no hay muchas probabilidades de que su número vaya a aumentar
en breve.

¿Quiere decir eso que en nuestro país no hay escritores profesionales? ¡En
absoluto!

Lo que quiero decir es que el resto de los escritores a los que llamamos
“profesionales” normalmente tienen otras fuentes de ingresos
alternativas: son también profesores de universidad o de instituto como Juan
Eslava Galán, Jose Luis Sampedro o Patricia Esteban Erlés; o son también
periodistas, como Rosa Montero o Juan José Millás; o son también profesores de
escritura creativa (como yo misma) o complementan sus ingresos con otras
profesiones (y, creedme, hay de todo). En muchos casos no pueden dedicarle una
jornada completa a la escritura porque tienen otros trabajos, pero aún así se las
arreglan para escribir un libro al año o cada dos años.

Se trata de toda una actitud, que lleva a tomarse la afición de escribir en serio
hasta conseguir convertirla en tu profesión. Se trata de cambiar hábitos,
malas costumbres, y de luchar contra todos los obstáculos (especialmente los que
hay dentro de nosotros mismos) para conseguir nuestro objetivo.

Y es que el escritor profesional no se queda esperando a que llegue la


inspiración, la suerte, ni lamentándose por no haber tenido una gran oportunidad o
dudando de si tiene suficiente talento. El profesional simplemente actúa.
¿Se puede vivir de escribir?
En realidad, se puede vivir de cualquier cosa. Incluso podrías dedicarte a vender
polvo de hadas y, si lo hicieras bien, podrías vivir de ellos. Entonces, ¿se puede
vivir de escribir? Por supuesto que sí. Eso sí, no te esperes que sea fácil.
Un problema que me suelo encontrar entre las personas que pretenden ser
escritores, es que suelen pensar que esto será llegar y besar el santo. Si quieres
ser escritor olvídate de todo lo que has leído sobre Rowling, King y Meyer. Los
bestsellers son casos aislados. Lo más normal es que tus primeros libros pasen
desapercibidos.
Para vivir de escribir necesitas trabajar mucho. Tienes que sentarte día a día,
escribir y publicar. En la era de Amazon, donde se publican más de 1000 libros al
día (tirando por lo bajo), triunfar a la primera es tan difícil como acertar un pleno al
quince.
Lo mejor que puedes hacer por tu carrera de escritor es publicar libros de forma
consistente. Puedes hacerlo por tu cuenta, publicando en Amazon o gestionando la
publicación de tus libros por tu cuenta. Puedes tratar de publicar con editoriales. O
puedes hacer las dos cosas y aprovecharte de lo mejor que tienen ambos mundos.

Cómo ser escritor


Esta es la gran pregunta, ¿verdad? Según Stephen King, solo hay una forma de ser
escritor: escribiendo mucho y leyendo mucho. Yo añadiría una más: gestionando
muy bien la frustración. Porque sí, ser escritor muchas veces es frustrante.
Y no es frustrante porque las editoriales no te publiquen o porque no te seleccionen
en concursos. Lo es porque cansa, es solitario y, casi siempre, parece que te
mueves en una especie de limbo en el que pagas por los pecados de tus pasadas
vidas siendo invisible.
Para ser escritor necesitas tener ideas (eso lo tenemos todos), saber convertir esas
ideas en palabras (eso ya es un poco más difícil) y hacer que esas palabras cobren
sentido y sean «potables» (esto ya es mucho menos común).
¿Por qué digo esto?
Hay una idea común y silenciosa que se extiende sobre los que empiezan a escribir
y es que «solo necesitas talento para escribir». O peor aún, solo necesitas saber
escribir (en una sociedad como la nuestra, todos sabemos hacerlo).
De nuevo voy a regresar a Stephen King. El rey del terror dice en su libro Mientras
Escribo (un libro que tienes que leer sí o sí si quieres ser escritor) que el talento es
tan común como la sal en la mesa. Para King lo que de verdad diferencia al escritor
amateur del profesional son miles de horas de intenso trabajo.
Así que, si no estás dispuesto a trabajar, mejor olvídate y dedícate a otra cosa. Por
otro lado, si estás dispuesto a hipotecar tu vida y vender tu alma a la tecla,
adelante.
Aquí tienes 8 consejos para ser escritor profesional que espero que te ayuden.
Escribe
De los millones de consejos para ser escritor que te encontrarás, este (y el
siguiente) es el único al que deberías hacer caso.
La escritura es como un músculo. A menos que seas un portento de la naturaleza,
para desarrollar un músculo tienes que entrenar. Usain Bolt dijo en una entrevista
que la diferencia entre él y otra gente es que el pasó cuatro años entrenando para
correr nueve segundos, mientras que la mayoría lo dejan a los pocos meses porque
no ven resultados.
La escritura tiene curvas de aprendizaje. Todos sabemos escribir al salir del colegio,
pero no todos somos escritores. De la misma forma que todos podemos correr,
pero no somos Usain Bolt. Para ser escritor debes entrenar y no hay mejor forma
de hacerlo que escribiendo.
Te diría que tienes que escribir todos los días, pero como no soy un robot
(¡sorpresa, soy una persona como tú!) no lo haré. Porque sé que es muy
complicado. Hay días de mucho jaleo, trabajos absorbentes, familia, planes y
necesidades básicas como el descanso. Además, hay situaciones complicadas,
malas rachas y otras cientos de cosas que te alejan de la escritura.
Lo que sí que te diré es que escribas mucho. Que lo hagas siempre que puedas.
Que te fuerces de vez en cuando si es necesario. Hazlo de forma consciente, fíjate
en tus errores más comunes y trata de solucionarlos. Escribe una novela, escribe
relatos, sal de tu género y explora nuevos personajes y situaciones.
Entrena.

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