Aplicaciones Conformes

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UNIVERSIDAD DE ALMERÍA

Grado de Matemáticas

Trabajo Fin de Grado:

ESTUDIO DE LAS APLICACIONES


CONFORMES
EN EL PLANO COMPLEJO

Isabel González Fernández

21 Julio 2014

Dirigido por:
Antonio Morales Campoy
Índice general

1. Objetivos 5

2. Antecedentes bibliográficos 7

3. Resultados y discusión 11
3.1. Aplicaciones conformes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
3.2. Plano complejo ampliado. Transformaciones de Möbius . . . . 17
3.3. Razón doble y simetrı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
3.4. Lema de Schwarz. Isomorfismos conformes del disco unidad . . 28
3.5. El espacio de las funciones holomorfas . . . . . . . . . . . . . 32
3.6. El teorema de Riemann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.7. Aplicaciones a la topologı́a del plano . . . . . . . . . . . . . . 41

4. Conclusiones 45

3
Capı́tulo 1

Objetivos

Este trabajo es una continuación natural de la asignatura Análisis Com-


plejo, la cual forma parte del plan de estudios del grado de Matemáticas de la
Universidad de Almerı́a, y constituye una primera aproximación a la teorı́a
de las funciones complejas.
Pretendemos estudiar las funciones complejas desde un punto de vista
geométrico. Debido a que el grafo de una función compleja se puede ver
como un subconjunto de R4 , no es posible su representación de la misma
manera que se hacı́a con las funciones reales. Sin embargo, estudiando la
forma en que una función compleja transforma algunas regiones o curvas del
plano (rectas, circunferencias, discos, semiplanos. . .) en otras también del
plano, podemos obtener cierta intuición geométrica sobre el comportamiento
de dicha función. Curiosamente, aunque la mayorı́a de los resultados que
vamos a considerar puedan interpretarse geométricamente, las técnicas de
demostración que vamos a usar son puramente analı́ticas.
Este trabajo consta de cuatro capı́tulos. En el presente capı́tulo fijaremos
los objetivos que nos proponemos alcanzar. En el segundo presentaremos los
resultados y definiciones que vamos a necesitar en el resto del trabajo. La
mayorı́a son previamente conocidos de la asignatura de Análisis Complejo
por lo que no hemos incluido sus demostraciones. En el tercer capı́tulo pro-
cederemos al estudio en profundidad de las aplicaciones y transformaciones
conformes y de sus propiedades más interesantes.
Comenzaremos considerando aquellas aplicaciones que conservan ángulos

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entre curvas en el plano complejo. A las funciones que verifican esta pro-
piedad geométrica se les llamará aplicaciones conformes. Se demostrará que
bajo ciertas condiciones naturales son holomorfas y con derivada no nula.
Por tanto, las funciones holomorfas e inyectivas en abiertos son un primer
ejemplo de aplicaciones conformes. En tal caso, la función inversa es tam-
bién holomorfa en la imagen del abierto. Diremos que dos abiertos del plano
complejo son isomorfos si existe una biyección holomorfa entre ellos. Desde
el punto de vista que estamos siguiendo, dichos abiertos son indistinguibles.
Por eso estamos interesados en estudiar los isomorfismos conformes entre
abiertos del plano complejo. La consideración de las funciones meromorfas
lleva de forma natural a definir el plano complejo ampliado y a estudiar una
clase importante de transformaciones en dicho plano, las transformaciones
de Möbius. El estudio de las propiedades de dichas transformaciones motiva
a su vez la definición de la razón doble de una terna de números complejos.
Este concepto será el ideal para hablar de simetrı́a en el plano ampliado y,
posteriormente, para determinar las transformaciones de Möbius que dejan
invariante ciertos dominios del plano complejo, como por ejemplo el disco
unidad. Con la ayuda del lema de Schwarz también se podrán determinar los
isomorfimos conformes que dejan invariantes dichos dominios. Este lema es
también clave a la hora de determinar aquellos abiertos del plano complejo
que son isomorfos al disco unidad. De ello se ocupará el teorema de Riemann.
Su demostración se apoya en varios resultados relacionados con la convergen-
cia uniforme sobre compactos de sucesiones de funciones holomorfas en un
abierto, sobre todo en el teorema de Montel. Este teorema caracteriza los
subconjuntos relativamente compactos del espacio de funciones holomorfas
en un abierto dotado de conveniente topologı́a. El tercer capı́tulo finaliza
con la demostración de una de las consecuencias del teorema de Riemann, la
caracterización de los dominios simplemente conexos.
Finalmente en el capı́tulo cuarto destacamos los resultados y conceptos
más interesantes considerados a lo largo del trabajo.
Capı́tulo 2

Antecedentes bibliográficos

La asignatura Análisis Complejo comienza con el estudio de las propie-


dades algebraicas y topológicas de los números complejos y de las funciones
complejas (lı́mite y continuidad), para más tarde introducir los conceptos de
holomorfı́a y analiticidad.
Gracias al uso de la integral de Riemann para funciones complejas de va-
riable real, se obtienen algunos de los resultados más interesantes de la teorı́a
de Cauchy elemental. Uno de ellos es la fórmula de Cauchy para circunferen-
cias, que permite representar los valores que una función holomorfa toma en
un disco conociendo los valores que toma en la circunferencia asociada. De
dicha fórmula se deduce uno de los resultados más importantes de la teorı́a
de funciones holomorfas, el teorema de Taylor, que afirma que toda función
holomorfa es analı́tica.
A continuación se pone de manifiesto que en algunos aspectos las fun-
ciones holomorfas se comportan localmente de forma similar a las funciones
polinómicas. Ello se debe a que las funciones holomorfas son analı́ticas y, por
tanto, localmente, son lı́mites uniformes de sucesiones de funciones polinómi-
cas. Como consecuencia, los ceros de las funciones holomorfas comparten
algunas propiedades con los de las funciones polinómicas.
El estudio de algunas funciones reales de variable compleja asociadas a
cada función holomorfa lleva de forma natural a introducir las funciones
subarmónicas y armónicas. La asignatura finaliza con la generalización de
algunos resultados de la teorı́a de Cauchy elemental. Como consecuencia,

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se obtiene el teorema de los residuos, el cual tiene muchas y sorprendentes


aplicaciones.
A continuación destacamos aquellos resultados previos que serán de gran
utilidad para el desarrollo de este trabajo.
Sean Ω un abierto de C, f : Ω → C y z0 ∈ Ω. Se dice que f es derivable
en z0 cuando existe:
f (z) − f (z0 )
lı́m ∈C
z→z0 z − z0
El valor de dicho lı́mite se llama derivada de f en z0 y se nota f 0 (z0 ). Se
dice que una función es derivable en Ω si lo es en cada uno de sus puntos.
El siguiente resultado pone de manifiesto el carácter restrictivo de la
derivabilidad compleja frente a la diferenciabilidad en R2 .

Teorema 2.1.1 (Cauchy-Riemann) Sean Ω un abierto de C, f : Ω → C,


z0 ∈ Ω. Definimos:

u(x, y) = Ref (x + iy), v(x, y) = Imf (x + iy)

para todo x + iy ∈ Ω. Son equivalentes:


a) f es derivable en z0
b) u, v son diferenciables en z0 y además se verifican las condiciones de
Cauchy-Riemann:
∂u ∂v ∂u ∂v
(z0 ) = (z0 ), (z0 ) = − (z0 )
∂x ∂y ∂y ∂x
En el resto de este trabajo expresaremos, como en el anterior teorema,
los elementos de C como números complejos o como vectores de R2 según
convenga.
En variable compleja las funciones derivables en un abierto del plano
complejo se suelen llamar holomorfas. Introducimos la siguiente notación:

H(Ω) := {f : Ω → C : f es holomorfa}

Las funciones holomorfas en todo el plano complejo se llaman funciones en-


teras.
El que muchos resultados sobre funciones holomorfas sean ciertos para
abiertos que son conexos nos lleva a considerar la siguiente definición. Lla-
maremos dominios a los abiertos conexos de C.
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Presentamos a continuación una propiedad de las funciones holomorfas


usada en la demostración del lema de Schwarz.

Teorema 2.1.2 (Principio del módulo máximo) Una función holomorfa en


un dominio cuyo módulo alcanza un máximo relativo es constante.

El siguiente teorema también es consecuencia del principio del módulo


máximo.

Teorema 2.1.3 (aplicación abierta) Una función holomorfa y no constante


en un dominio es una aplicación abierta.

Presentamos ahora un resultado sobre el comportamiento local de las fun-


ciones holomorfas cuyo corolario será de gran utlidad a lo largo del trabajo.
Teorema 2.1.4 Sean Ω un dominio de C, a ∈ Ω y f ∈ H(Ω) no constante.
Sea m el orden del cero que tiene en a la función z 7→ f (z) − f (a). Entonces
existen δ, ε > 0 tales que D(a, δ) ⊂ Ω y para todo w ∈ D(f (a), ε) \ {f (a)} se
verifica que hay exactamente m puntos zk ∈ D(a, δ), 1 ≤ k ≤ m, tales que
f (zk ) = w.

Corolario 2.1.5 Sean Ω un abierto de C y f ∈ H(Ω) es inyectiva. Entonces


f 0 (a) 6= 0 para cada a ∈ Ω.

En el estudio de las funciones holomorfas, tiene interés el caso de las fun-


ciones holomorfas en un entorno reducido de un punto. Para ello introducimos
la noción de singularidad aislada. Sean Ω un abierto, a ∈ Ω y f ∈ H(Ω\{a}).
Si no es posible definir f en a de manera que sea derivable en a, se dice que
f presenta una singularidad aislada en a. Diremos que f tiene un polo
en a si lı́m f (z) = ∞, y que f tiene una singularidad esencial si no existe
z→a
lı́m f (z).
z→a
Diremos que una función f es meromorfa en un abierto Ω de C si existe
un conjunto P ⊂ Ω de puntos aislados en Ω tal que f es holomorfa en Ω \ P
y f tiene un polo en cada punto de P . Claramente, toda función holomorfa
es también una función meromorfa.
Presentamos la descomposición canónica de una función en una singulari-
dad aislada que se usará en la descripción de las transformaciones meromorfas
e inyectivas en C.
10

Proposición 2.1.6 Sean Ω un abierto de C, a ∈ Ω y f ∈ H(Ω \ {a}).


Entonces existen funciones g, h únicas tales que:
a) g ∈ H(Ω) y h es una función entera que se anula en cero
1
b) para todo z ∈ Ω \ {a} se verifica que f (z) = g(z) + h( z−a )

Mediante el artificio de invertir la variable, podemos estudiar el compor-


tamiento en ∞ de una función holomorfa f sin más que estudiar el com-
portamiento en 0 de la función z → f (1/z). Esto nos permite hablar de
singularidades en el ∞.

Proposición 2.1.7 Sean Ω un abierto de C, f ∈ H(Ω) y R > 0. Son equi-


valentes:
a) f tiene una singularidad en ∞
b) para todo ρ ≥ R el conjunto {f (z) : |z| > ρ} es denso en C

Proposición 2.1.8 Una función entera es una función polinómica no cons-


tante si, y sólo si, tiene un polo en ∞.

Como consecuencia de estas proposiciones obtenemos el siguiente resulta-


do, el cual a su vez nos permitirá más adelante determinar los automorfismos
conformes de C.

Teorema 2.1.9 Las funciones enteras e inyectivas son las funciones po-
linómicas de grado uno.

Demostración Sea f una función entera e inyectiva. Si f tuviera una sin-


gularidad esencial en ∞, sabemos, por la proposición 2.1.7, que el conjunto
{f (z) : |z| > 1} serı́a denso en C. Y como, en virtud del teorema de la apli-
cación abierta, el conjunto {f (z) : |z| < 1} es abierto, se tendrı́a que:

{f (z) : |z| > 1} ∩ {f (z) : |z| < 1} =


6 ∅

lo cual contradice que f es inyectiva. La proposición 2.1.8 nos dice ahora que f
es una función polinómica. Pero como f es inyectiva debe ser necesariamente
una función polinómica de grado 1.
Capı́tulo 3

Resultados y discusión

3.1. Aplicaciones conformes


Una aplicación conforme es aquella que preserva ángulos en cada punto
de un dominio. En la presente sección se caracterizarán dichas aplicaciones
y se estudiarán las funciones meromorfas e inyectivas de C que servirán pa-
ra introducir las transformaciones de Möbius, una vez extendidas al plano
complejo ampliado.
Sea γ : [a, b] → C una curva. Diremos que γ tiene tangente en un punto
z = γ(t) cuando es derivable en t y γ 0 (t) 6= 0. El vector γ 0 (t) se llama vector
tangente a γ en z = γ(t).
Dadas dos curvas γ, σ : [a, b] → C que se cortan en un punto z = γ(t) =
σ(s) y que tienen tangente en dicho punto, se define el ángulo de la curva γ
con la curva σ en el punto z por:

γ 0 (t)
γd
, σ(z) = Arg 0
σ (s)

donde como es usual Arg(z) denota el conjunto de todos los argumentos de


, σ(z) 6= σ
cualquier complejo no nulo z. Observa que γd d, γ(z).
Sean Ω un abierto de C y f : Ω → C una función continua en Ω. Se dice
que f es conforme en un punto z de Ω si f transforma curvas con tangente
en z en curvas con tangente en w = f (z) y conserva ángulos entre curvas que
se cortan en z, es decir, si γ, σ : [a, b] → C son curvas en Ω que se cortan en

11
12

z y que tienen tangente en z, entonces f ◦ γ y f ◦ σ tienen tangente en w y:

, σ(z) = f ◦\
γd γ, f ◦ σ(w)

Se dice que f es conforme en Ω si es conforme en todos sus puntos.

Proposición 3.1.1 Sean Ω un abierto de C, f : Ω → C una función conti-


nua y z0 ∈ Ω. Supongamos que f es derivable en z0 con f 0 (z0 ) 6= 0. Entonces
f es conforme en z0 .

Demostración Sean γ, σ : [a, b] → C curvas en Ω que se cortan en el punto


γ(t0 ) = z0 = σ(s0 ) y que tienen tangente en dicho punto. Entonces, γ es
derivable en t0 y γ 0 (t0 ) 6= 0 y σ es derivable en s0 con σ 0 (s0 ) 6= 0. Para
demostrar que f es conforme, probamos que f ◦ γ y f ◦ σ tienen tangente en
, σ(z0 ) = f ◦\
f (z0 ) y que γd γ, f ◦ σ(f (z0 )).
Pongamos γ̃ = f ◦ γ, σ̃ = f ◦ σ. Observa que γ̃(t0 ) = σ̃(s0 ) = f (z0 ). Por
la regla de la cadena tenemos:

γ̃ 0 (t0 ) = f 0 (γ(t0 )) · γ 0 (t0 ) = f 0 (z0 ) · γ 0 (t0 )

σ̃ 0 (s0 ) = f 0 (σ(s0 )) · σ 0 (s0 ) = f 0 (z0 ) · σ 0 (s0 )


Deducimos que las curvas γ̃ y σ̃ tienen tangente en f (z0 ) y:
γ̃ 0 (t0 ) f 0 (z0 ) · γ 0 (t0 ) γ 0 (t0 )
= =
σ̃ 0 (s0 ) f 0 (z0 ) · σ 0 (s0 ) σ 0 (s0 )

lo que implica que γd


, σ(z0 ) = γ̃,
d σ̃(f (z0 )), es decir, que f es conforme en z0 .

Proposición 3.1.2 Sean Ω un abierto de C, f : Ω → C una función conti-


nua en Ω y z0 ∈ Ω. Pongamos u(x, y) = Ref (x + iy), v(x, y) = Imf (x + iy)
para todo x + iy ∈ Ω. Supongamos que f es conforme en z0 y que u y v son
diferenciables en z0 . Entonces f es derivable en z0 y f 0 (z0 ) 6= 0.

Demostración Sea γ(t) = γ1 (t) + iγ2 (t) una curva en Ω con tangente en
z0 = γ(t0 ). La curva γ̃ = f ◦ γ es, en virtud de la regla de la cadena, derivable
en t0 y su derivada viene dada por:
! !
∂u ∂u 0
(z0 ) (z
∂y 0
) γ1 0(t )
γ̃ 0 (t0 ) = Df (z0 )γ 0 (t0 ) = ∂x
∂v ∂v
(z ) ∂y (z0 )
∂x 0
γ20 (t0 )
13

En lo que sigue notaremos:


∂u ∂u ∂v ∂v
a= (z0 ), b = (z0 ), c = (z0 ), d = (z0 )
∂x ∂y ∂x ∂y
Para probar que f es derivable en z0 , veremos que f verifica las condiciones
de Cauchy-Riemann (a = d y b = −c). Tenemos que:
! !
0
a b γ1 (t0 )
γ̃ 0 (t0 ) = Df (z0 )γ 0 (t0 ) = 0
= aγ10 (t0 )+bγ20 (t0 )+i(cγ10 (t0 )+dγ20 (t0 )) =
c d γ2 (t0 )

= (a + ic)γ10 (t0 ) + (b + id)γ20 (t0 ) =


1 1
= (a+ic−i(b+id))(γ10 (t0 )+iγ20 (t0 ))+ (a+ic+i(b+id))(γ10 (t0 )−iγ20 (t0 )) =
2 2
1 1
= (a + ic − i(b + id))γ 0 (t0 ) + (a + ic + i(b + id))γ 0 (t0 )
2 2
Sea σ : [a, b] → C otra curva en Ω que pasa por el punto z0 = σ(s0 ) y que
tiene tangente en dicho punto. Pongamos σ̃ = f ◦ σ. De lo anterior se sigue
que:

γ̃ 0 (t0 ) (a + ic − i(b + id))γ 0 (t0 ) + (a + ic + i(b + id))γ 0 (t0 )


= (3.1)
σ̃ 0 (s0 ) (a + ic − i(b + id))σ 0 (s0 ) + (a + ic + i(b + id))σ 0 (s0 )

Dado un vector w ∈ R2 con kwk = 1, la curva dada por λ(t) = z0 + tw,


donde t ∈ [−r, r], está en Ω sin más que tomar r suficientemente pequeño.
Puesto que λ0 (t) = w y, por hipótesis, f es conforme en z0 , debe verificarse
que Df (z0 )(w) 6= 0. Deducimos que el determinante jacobiano de f en z0 ,
ad − bc 6= 0. Además la aplicación lineal T : R2 → R2 dada por:
! !
a b x
T (x, y) =
c d y

debe conservar ángulos. Deducimos que los vectores T (1, 0) = (a, c) y T (0, 1) =
(b, d) han de ser ortogonales. También han de ser ortogonales los vectores
T (1, 1) = (a + b, c + d) y T (1, −1) = (a − b, c − d). Resulta ası́ que:

(a, c) · (b, d) = ab + cd = 0,

(a + b, c + d) · (a − b, c − d) = 0 ⇒ a2 − b2 + c2 − d2 = 0 ⇒ a2 − b2 = d2 − c2
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y deducimos que (a + ib)2 = (d − ic)2 , lo que implica que a + ib = ±(d − ic).


La igualdad a + ib = −(d − ic) implica que a = −d y b = c y, por tanto,
a + ic − i(b + id) = a + d + i(c − b) = 0. Además, debe ser a + ic + i(b + id) =
2(a + ic) 6= 0. Deducimos por (3.1) que:

γ̃ 0 (t0 ) γ 0 (t0 ) γ 0 (t0 )


Arg = Arg = −Arg
σ̃ 0 (s0 ) σ 0 (s0 ) σ 0 (s0 )

lo que contradice la hipótesis de que f es conforme en z0 .


Deducimos por tanto que debe verificarse que a + ib = d − ic igualdad
que equivale a las condiciones de Cauchy-Riemann para f en el punto z0 . Lo
que implica que f es derivable en z0 y f 0 (z0 ) = a + ic 6= 0.

Como consecuencia de las proposiciones 3.1.1 y 3.1.2 enunciamos el si-


guiente corolario.

Corolario 3.1.3 Sean Ω un abierto de C y f : Ω → C. Pongamos:

u(x, y) = Ref (x + iy), v(x, y) = Imf (x + iy)

para todo x + iy ∈ Ω. Equivalen las afirmaciones:


a) f ∈ H(Ω) y f 0 (z) 6= 0 para todo z ∈ Ω
b) f es conforme en Ω y las funciones u y v son diferenciables en Ω

Sean Ω1 y Ω2 dominios de C. Se dice que f : Ω1 → Ω2 es un isomorfismo


conforme de Ω1 sobre Ω2 si f es holomorfa y biyectiva. Se dice que dos
dominios Ω1 y Ω2 son isomorfos o conformemente equivalentes si existe
un isomorfismo conforme entre ellos. Un isomorfismo conforme de un dominio
Ω sobre sı́ mismo se llama un automorfismo conforme de Ω. Claramente,
dos abiertos isomorfos son, en particular, homeomorfos.
El problema general de la representación conforme consiste en decidir si
dos abiertos del plano complejo son isomorfos, y en caso de que lo sean, tratar
de determinar todos los isomorfismos conformes de uno a otro.
Un ejemplo de aplicación conforme es la función exponencial. La derivada
de la función exponencial no se anula nunca, luego la transformación z → ez
es conforme e inyectiva sobre cualquier abierto Ω de C con la propiedad de
no contener parejas de puntos z1 , z2 verificando z1 − z2 ∈ 2πZ. La función
15

exponencial establece isomorfismos conformes entre las siguientes parejas de


abiertos Ω1 , Ω2 (donde t − s < 2π):

exp
Ω1 → Ω2
 iθ
{x + iy : s < y < t} re : r > 0, s < θ < t
 iθ
{x + iy : x < 0, s < y < t} re : 0 < r < 1, s < θ < t

En particular, cuando t−s = π, se obtiene un isomorfismo conforme entre


una banda y un semiplano y entre una semibanda y un semidisco. Análoga-
mente, con t − s = π/2 se consigue un isomorfismo conforme de una banda
sobre un cuadrante y de una semibanda sobre un cuadrante de un disco.

Recordemos que la derivada de una función holomorfa e inyectiva no se


anula nunca (corolario 2.1.5). En consecuencia, si f es una función holomorfa
e inyectiva en un dominio Ω, entonces f es un isomorfismo conforme de Ω
sobre f (Ω).
Existe una relación muy importante entre abiertos isomorfos. Si Ω1 y Ω2
son dos dominios isomorfos y f un isomorfismo conforme entre ellos, queda
definida una aplicación g 7→ g ◦ f de H(Ω2 ) sobre H(Ω1 ) que es inyectiva,
sobreyectiva y conserva las sumas y los productos, esto es, se trata de un
isomorfismo algebraico de anillos de H(Ω2 ) sobre H(Ω1 ). Ası́, problemas sobre
H(Ω2 ) pueden ser convertidos en problemas sobre H(Ω1 ), y las soluciones
pueden ser transportadas de nuevo a H(Ω2 ). Se deduce por tanto, que es
posible trasladar con frecuencia la solución de un problema en un dominio a
otro isomorfo a él. Por eso es interesante conocer por ejemplo los dominios
isomorfos al plano complejo C ó al disco unidad abierto D(0, 1).
En particular, si Ω = C tenemos, como consecuencia del teorema 2.1.9,
que los automorfismos conformes de C son las funciones polinómicas de grado
uno.
Pasamos ahora a estudiar las funciones meromorfas e inyectivas en C, con
el objetivo de obtener más adelante un tipo de transformaciones elementales,
las transformaciones de Möbius. Para ello necesitamos el siguiente resultado
sobre el comportamiento local de una función meromorfa.

Proposición 3.1.4 Sean Ω un abierto de C, a ∈ Ω y f ∈ H(Ω \ {a}) que


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tiene un polo de orden m en a. Entonces existen números R, δ > 0 tales


que para todo w ∈ C con |w| > R se verifica que hay m puntos distintos
zj ∈ D(a, δ) \ {a} tales que f (zj ) = w.

Demostración Como se trata de un resultado local no es restrictivo suponer


que f (z) 6= 0 para todo z ∈ Ω \ {a}. Definimos g : Ω → C por g(z) = 1/f (z)
y g(a) = 0, para todo z ∈ Ω. La función g es holomorfa en Ω y por una
caracterización de los polos, se deduce que g tiene un cero de orden m en
a. El teorema 2.1.4 nos dice que hay números ε > 0 y δ > 0 tales que
para 0 < |w| < ε la ecuación g(z) = w tiene m soluciones distintas en
D(a, δ)\{a}. Equivalentemente, poniendo R = 1/ε para |w| > R, la ecuación
1/f (z) = 1/w tiene m soluciones distintas en D(a, δ) \ {a}.

Teorema 3.1.5 Las funciones meromorfas e inyectivas en C son las funcio-


nes de la forma:
az + b
ϕ(z) = con a, b, c, d ∈ C y ad − bc 6= 0 (3.2)
cz + d
Demostración Sea ϕ una función meromorfa e inyectiva en C. En el caso
de que dicha función sea holomorfa en C, sabemos que debe ser una función
polinómica de grado uno (teorema 2.1.9). Estas funciones son las que se
obtienen en (3.2) para c = 0. Descartado este caso, la función ϕ debe tener
algún polo en C. Pero como ϕ es inyectiva, por la proposición anterior, se
deduce que solamente puede tener un único polo simple.
Sea z0 dicho polo y sea α = Res(ϕ(z), z0 ). En virtud de la proposicion
2.1.6, sabemos que hay una función entera, g, tal que:
α
ϕ(z) − = g(z) para todo z 6= z0 (3.3)
z − z0
Razonando como se hizo en el teorema 2.1.9, se deduce, por ser ϕ inyectiva,
que dicha función no puede tener una singularidad esencial en ∞, lo que,
teniendo en cuenta la igualdad (3.3), implica que g tampoco puede tener una
singularidad esencial en ∞. Y, por ser g una función entera, deducimos que
g es una función polinómica. Pero en tal caso, como:
α + (z − z0 )g(z)
ϕ(z) =
z − z0
17

y la función ϕ no puede tener más de un cero, se sigue que g debe ser


constante. Hemos probado ası́ que ϕ es de la forma:
az + b
ϕ(z) =
cz + d
Finalmente, como:
ad − bc
ϕ0 (z) =
(cz + d)2
se sigue que ad − bc 6= 0.

3.2. Plano complejo ampliado. Transforma-


ciones de Möbius
La consideración de las funciones meromorfas lleva de forma natural a
ampliar el plano complejo añadiéndole un nuevo elemento llamado punto del
infinito, denotado ∞. El conjunto C∞ = C∪{∞} se llama plano complejo
ampliado. En C∞ se introduce una topologı́a natural especificando una base
de entornos de cada punto, que hará que las funciones meromorfas sean
continuas cuando se les asigna el valor ∞ en cada polo. Para ello definimos
en C∞ el disco abierto de centro a ∈ C∞ y radio r > 0 de la siguiente forma:
Si a 6= ∞:

D(a, r) := {z ∈ C∞ : |z − a| < r} = {z ∈ C : |z − a| < r}

Si a = ∞:

D(∞, r) := {z ∈ C∞ : |z| > 1/r} = {z ∈ C : |z| > 1/r} ∪ {∞}

Desde un punto de vista geométrico a veces es conveniente considerar


un modelo en el cual cada punto del plano ampliado C∞ se represente me-
diante un punto concreto. Esto se consigue considerando el espacio métrico
compacto (S, d) donde:

S := (x1 , x2 , x3 ) ∈ R3 : x21 + x22 + x23 = 1




es la esfera unidad de R3 y d la distancia euclı́dea de R3 (y su restricción a S).


Al espacio compacto (S, d) se le llama esfera de Riemann y proporciona
18

un modelo geométrico útil para la compactificación por un punto del plano


complejo.
El plano complejo ampliado C∞ se identifica con la esfera de Riemann
mediante la proyección estereográfica π : C∞ → S dada por:
!
z + z̄ i(z̄ − z) |z|2 − 1
π(z) = , , π(∞) = (0, 0, 1)
|z|2 + 1 |z|2 + 1 |z|2 + 1
donde z̄ denota el conjugado de z.
Esta aplicación es una biyección. Es evidente que la restricción de π a
C es continua y también es continua en ∞, pues lı́m π(z) = (0, 0, 1). Se
z→∞
puede comprobar que la aplicación inversa también es continua, es decir, la
proyección estereográfica es un homeomorfismo entre los espacios topológicos
C∞ y S.
Podemos trasladar por π la distancia euclı́dea de la esfera al plano am-
pliado definiendo una distancia en C∞ llamada distancia cordal que viene
dada por:
X (z, w) = d(π(z), π(w))
para todo z, w ∈ C∞ . Un cálculo explı́cito proporciona:
2|z − w| 2
X (z, w) = p p , X (∞, z) = p
1 + |z|2 1 + |w|2 1 + |z|2
para z, w ∈ C.

Figura 3.1: Esfera de Riemann


19

Como π es una isometrı́a del espacio métrico (C∞ , X ) en (S, d), (C∞ , X )
es un espacio métrico completo. Además, como π también era un homeo-
morfismo entre C∞ y S, se deduce que la topologı́a definida en C∞ por la
distancia cordal coincide con la topologı́a antes definida en C∞ .
Si f es una función meromorfa en una abierto Ω de C, podemos considerar
f como una función de Ω en C∞ definiendo el valor de f en cada polo de Ω
igual a ∞. La función ası́ obtenida es continua.

Observación 3.2.1 Se puede extender la noción de derivada al caso de


transformaciones del plano complejo ampliado. Esto nos permite dar en este
contexto más general las nociones de transformación e isomorfismo confor-
mes y estudiar cuándo dos abiertos del plano ampliado son isomorfos.

En el teorema 3.1.5 hemos descrito las transformaciones meromorfas e


inyectivas en C. Es natural extender tales aplicaciones al plano complejo
ampliado C∞ . En lo que sigue llamaremos también dominios a los abiertos
conexos de C∞ .
Las transformaciones de Möbius son las transformaciones T : C∞ →
C∞ no constantes, definidas mediante funciones racionales de la forma:
az + b
T (z) = , donde a, b, c, d ∈ C, ad − bc 6= 0
cz + d
donde se utilizan los convenios habituales:

T (∞) = ∞, si c = 0
a
T (∞) = c
y T (− dc ) = ∞, si c 6= 0

Notaremos por M el conjunto de todas las transformaciones de Möbius.


A continuación damos un listado de las propiedades de las transforma-
ciones de Möbius que nos van a ser útiles más adelante.

1. Son biyecciones de C∞ sobre C∞ . De hecho, para cada w ∈ C∞ , la


ecuación T (z) = w tiene una única solución:
dw − b
z = T −1 (w) =
−cw + a
luego T −1 sigue siendo una transformación de Möbius.
20

2. Son homeomorfismos de C∞ .

3. Si Ω es un dominio de C y T ∈ M es holomorfa en Ω, entonces la


aplicación T|Ω es un isomorfismo conforme de Ω sobre T (Ω).

4. La composición de dos transformaciones de Möbius sigue siendo otra


transformación de Möbius. Dadas:
ai z + b i
Ti (z) = con ai di − bi ci 6= 0, (i = 1, 2)
ci z + d i
es fácil comprobar que T = T1 ◦ T2 se puede escribir en la forma:
az + b
T (z) =
cz + d
donde sus coeficientes a, b, c, d son los elementos de la matriz producto:
! ! !
a b a1 b 1 a2 b 2
=
c d c1 d1 c2 d 2

5. Con la operación de composición, M es un grupo de transformaciones


de C∞ generado por las transformaciones elementales de los siguientes
tipos:

giros T (z) = eiα z (α ∈ R)


homotecias T (z) = ρz (ρ > 0)
traslaciones T (z) = z + b (b ∈ C)
inversión T (z) = 1/z

Toda transformación de Möbius puede expresarse como composición de


las transformaciones elementales anteriores. En efecto, sea T ∈ M de
parámetros a, b, c, d.

Si c = 0, entonces la igualdad:
a b
T (z) = z + = ρeiθ z + β
d d
donde ρ = |a/d|, θ es un argumento de a/d, y β = b/d, expresa T
como composición de un giro, una homotecia y una traslación.
21

Si c 6= 0, entonces la igualdad:

bc − ad a
T (z) = +
c(cz + d) c

expresa T como composición de giros, homotecias, traslaciones y


de la inversión.

6. La única transformación de Möbius que deja fijos 0, 1, ∞ es la identidad.


Pues si T ∈ M de parámetros a, b, c, d, la condición T (∞) = ∞, implica
que c = 0. Luego:
a b
T (z) = z +
d d
La condición T (0) = 0, implica que b = 0. Luego:
a
T (z) = z
d
Finalmente, la condición T (1) = 1 implica que a/d = 1. Luego T (z) = z
para todo z ∈ C∞ .

3.3. Razón doble y simetrı́a


Las transformaciones de Möbius verifican la siguiente propiedad: dados
tres puntos distintos z1 , z2 , z3 ∈ C∞ , existe una única transformación de
Möbius R, que verifica:

R(z1 ) = 0, R(z2 ) = 1, R(z3 ) = ∞

En efecto, para cada z ∈ C∞ , dicha transformación viene dada por:

(z − z1 )(z2 − z3 )
R(z) = si z1 , z2 , z3 ∈ C
(z − z3 )(z2 − z1 )
z2 − z3
R(z) = si z1 = ∞
z − z3
z − z1
R(z) = si z2 = ∞
z − z3
z − z1
R(z) = si z3 = ∞
z2 − z1
22

La unicidad de R es inmediata pues si S es otra transformación de Möbius


cumpliendo también S(z1 ) = 0, S(z2 ) = 1 y S(z3 ) = ∞, entonces R ◦ S −1 de-
jarı́a fijos los tres puntos 0, 1, ∞ y por la propiedad 6 de las transformaciones
de Möbius, serı́a la identidad, es decir, S = R.
Notaremos por (z, z1 , z2 , z3 ) a esta aplicación y la llamaremos razón do-
ble de z, z1 , z2 , z3 . Si z1 , z2 , z3 ∈ C, se tiene:
(z − z1 )(z2 − z3 )
(z, z1 , z2 , z3 ) =
(z − z3 )(z2 − z1 )
En otro caso:
z2 − z3 z − z1 z − z1
(z, ∞, z2 , z3 ) = ; (z, z1 , ∞, z3 ) = ; (z, z1 , z2 , ∞) =
z − z3 z − z3 z2 − z1
Esta definición nos permitirá obtener más propiedades de las transforma-
ciones de Möbius.
Proposición 3.3.1 La razón doble es un invariante para las transformacio-
nes de Möbius.

Demostración Si dado T ∈ M y z0 , z1 , z2 , z3 ∈ C∞ (donde z1 , z2 , z3 se supo-


nen distintos), demostraremos que (z0 , z1 , z2 , z3 ) = (T (z0 ), T (z1 ), T (z2 ), T (z3 )).
Sea pues R(z) = (z0 , z1 , z2 , z3 ) la razón doble de z0 , z1 , z2 , z3 (es decir, R(z1 ) =
0, R(z2 ) = 1, R(z3 ) = ∞). Definimos Z = R ◦ T −1 . Obsérvese que Z(T (z)) =
R(z) para z ∈ C∞ , luego sólo queda probar que Z(T (z)) es la razón doble
de T (z0 ), T (z1 ), T (z2 ), T (z3 ). En efecto:

Z(T (z1 )) = R(z1 ) = 0

Z(T (z2 )) = R(z2 ) = 1


Z(T (z3 )) = R(z3 ) = ∞
Entonces, R(z) = Z(T (z)) = (T (z), T (z1 ), T (z2 ), T (z3 )). Sustituyendo z = z0
se obtiene el resultado.

Proposición 3.3.2 Dadas dos ternas de puntos distintos en C∞ z1 , z2 , z3 y


w1 , w2 , w3 existe una única transformación de Möbius, T , que transforma la
primera terna en la segunda, es decir, T (zj ) = wj para j = 1, 2, 3. Además
dicha transformación queda definida implı́citamente por la igualdad:

(z, z1 , z2 , z3 ) = (T (z), w1 , w2 , w3 )
23

Demostración Sean M (z) = (z, z1 , z2 , z3 ) y N (z) = (z, w1 , w2 , w3 ) para


z ∈ C∞ . La transformación T = N −1 ◦ M verifica que T (zj ) = wj para
j = 1, 2, 3. Dicha transformación es única como consecuencia de la propiedad
6 de las transformaciones de Möbius. Finalmente se observa que la igualdad
N (T (z)) = M (z) es precisamente la igualdad del enunciado.

La siguiente proposición nos permite expresar las rectas y las circunfe-


rencias del plano complejo mediante las mismas ecuaciones.

Proposición 3.3.3 La forma general de la ecuación de una recta o circun-


ferencia en el plano complejo es Az̄z + Bz + C z̄ + D = 0 donde A y D son
reales, B y C son complejos conjugados y AD − BC < 0 (si A = 0 se obtiene
una recta, y si A 6= 0 resulta una circunferencia de centro −C/A y radio

BC − AD/ |A|).

Demostración Véase [1, Ejercicio 2.5]

Una notable propiedad de la proyección estereográfica es que con ella las


rectas y circunferencias del plano complejo se corresponden con las circunfe-
rencias de la esfera de Riemann. Vemos ası́ que en el plano complejo ampliado
C∞ es natural considerar a las rectas como un caso particular de circunferen-
cias (las que pasan por ∞). Desde este punto de vista, la proposición 3.3.3
proporciona la forma general de la ecuación de una circunferencia en el plano
complejo ampliado. En lo que sigue las circunferencias en el plano complejo
ampliado se consideran siempre en sentido amplio, es decir, se considera a
las rectas como un caso particular de circunferencias (las que pasan por ∞).
Denotaremos por R∞ la circunferencia en C∞ que corresponde al eje real, es
decir, R∞ = R ∪ {∞}.

Proposición 3.3.4 Sea C la circunferencia (en sentido amplio) determina-


da por tres puntos distintos z1 , z2 , z3 ∈ C∞ . Entonces:

z ∈ C ⇔ (z, z1 , z2 , z3 ) ∈ R∞

Demostración Sea T (z) = (az+b)/(cz+d) definida por T (z) = (z, z1 , z2 , z3 ).


La condición T (z) ∈ R significa que z 6= z3 y T (z) = T (z), es decir:
az + b āz̄ + b̄
z 6= −d/c y =
cz + d c̄z̄ + d¯
24

¯ = (cz + d)(āz̄ + b̄),


Se obtiene que T (z) ∈ R∞ si, y sólo si, (az + b)(c̄z̄ + d)
lo que equivale a:

i(ac̄ − cā)z z̄ + i(ad¯ − cb̄)z + i(bc̄ − dā)z̄ + i(bd¯ − db̄) = 0

que es una ecuación de la forma Az z̄ +Bz +C z̄ +D = 0 con A, D ∈ R, B = C


y AD − BC = − |ad − bc|2 < 0, es decir, es la ecuación de una circunferencia
(en sentido amplio) que, evidentemente pasa por z1 , z2 y z3 .

Proposición 3.3.5 Las transformaciones de Möbius transforman circunfe-


rencias en circunferencias (en sentido amplio).

Demostración Sean T ∈ M y C la circunferencia (en sentido amplio) de-


terminada por los tres puntos z1 , z2 , z3 . Si C ∗ es la circunferencia determinada
por sus imágenes wj = T (zj ), j = 1, 2, 3, en virtud de las proposiciones 3.3.4
y 3.3.1 se cumple:

z ∈ C ⇔ (z, z1 , z2 , z3 ) ∈ R∞ ⇔ (T (z), T (z1 ), T (z2 ), T (z3 )) ∈ R∞

Por tanto, T (z) ∈ C ∗ . También se puede dar otra demostración de esta


proposición utilizando la descomposición de T en transformaciones elemen-
tales. Como el resultado es evidente cuando T es una traslación, un giro
o una homotecia, basta hacer la demostración para T (z) = 1/z. En este
caso, dada una circunferencia de ecuación Az z̄ + Bz + C z̄ + D = 0, con
A, D ∈ R, B = C y AD − BC < 0, haciendo la sustitución w = 1/z, resulta
Dww̄ + Cw + B w̄ + A = 0, que es la ecuación de una circunferencia en el
plano w.

Además, se puede demostrar que las transformaciones de Möbius transforman


circunferencias ortogonales en circunferencias ortogonales. A continuación
se exponen algunos resultados sobre la conservación de la simetrı́a en las
transformaciones de Möbius, utilizando para ello el concepto de razón doble.
La razón doble permite escribir de manera muy simple las ecuaciones de
simetrı́as respecto a circunferencias (en sentido amplio).
Definimos el concepto de punto simétrico respecto de una circunferen-
cia. Dada la circunferencia S = {z : |z − a| = R}, el simétrico de b ∈
25

C, b 6= a, respecto a S es el único punto b∗ de la semirrecta L(a, b) =


{a + t(b − a) : t ≥ 0} que cumple |b − a| |b∗ − a| = R2 . Viene dado por:
R2 R2
b∗ = a + =a+ (b − a)
b̄ − ā |b − a|2
Dada la circunferencia S = {z : |z − a| = R}, vamos a realizar la cons-
trucción geométrica del simétrico de un punto respecto de una circunferencia.
I. Cuando b ∈ S se cumple que:
R2
=b−a
b̄ − ā
Sustituyendo esta expresión en la ecuación de la simetrı́a:
R2
b∗ = a + ,
b̄ − ā
se obtiene que b∗ = b.
II. Si b ∈
/ S, se pueden dar dos casos. Supongamos que b queda dentro de la
circunferencia. Su simétrico b∗ es exterior a la misma y se puede obtener con
la siguiente construcción. Se traza la recta que pasa por b y es perpendicular
a la semirrecta L(a, b). Si c es uno de los dos puntos donde esta perpendicular
corta a S, entonces b∗ queda determinado como el punto en que la tangente
a S en c corta a L(a, b).

Figura 3.2: b es interior a S

Por otro lado, si b es exterior a la cincunferencia, su simétrico b∗ se obtiene


realizando la construcción en sentido inverso.
26

Proposición 3.3.6 Sea C una circunferencia (en sentido amplio) determi-


nada por tres puntos distintos de la misma z1 , z2 , z3 ∈ C. Entonces z ∗ es el
simétrico de z respecto a C si, y sólo si,

(z ∗ , z1 , z2 , z3 ) = (z, z1 , z2 , z3 )

Demostración Supongamos que C es una recta y sean z, z ∗ puntos simétri-


cos respecto a esta recta. Si z1 , z2 , z3 son tres puntos distintos de C, la trans-
formación T (z) = (z, z1 , z2 , z3 ) convierte C en R∞ . Toda circunferencia Γ que
pase por z y z ∗ es ortogonal a la recta C luego T (Γ) es una circunferencia
que corta de modo ortogonal a la recta real. Como todas las circunferencias
que pasan por T (z) y T (z ∗ ) son ortogonales a la recta real se sigue que T (z)
y T (z ∗ ) son simétricos respecto a esta recta, es decir, T (z ∗ ) = T (z).
Supongamos ahora que C = {z : |z − a| = R} es una verdadera circunfe-
rencia de centro a y radio R y que (z ∗ , z1 , z2 , z3 ) = (z, z1 , z2 , z3 ). Utilizando
la invarianza de la razón doble frente a las transformaciones de Möbius (pro-
posición 3.3.1) resulta:
R2 R2 R2
(z, z1 , z2 , z3 ) = (z − a, z1 − a, z2 − a, z3 − a) = (z̄ − ā, , , )
z1 − a z2 − a z3 − a
R2 R2
=( , z1 − a, z2 − a, z3 − a) = ( + a, z1 , z2 , z3 ) = (z ∗ , z1 , z2 , z3 )
z̄ − ā z̄ − ā
donde:
R2
z∗ = a +
z̄ − ā

Por definición se tiene que z es el simétrico de z respecto a C.

Proposición 3.3.7 (Principio de simetrı́a) Las transformaciones de Möbius


conservan la simetrı́a.

Demostración Sean z, z ∗ ∈ C∞ puntos simétricos respecto a una circunfe-


rencia C (en sentido amplio) y T ∈ M. Demostraremos que T (z) y T (z ∗ )
son simétricos respecto a la circunferencia imagen T (C). Supongamos que C
está determinada por tres puntos distintos z1 , z2 , z3 . La circunferencia T (C)
está determinada por las imágenes wj = T (zj ), j = 1, 2, 3. Según las propo-
siciones 3.3.1 y 3.3.6 se cumple:

(T (z ∗ ), w1 , w2 , w3 ) = (z ∗ , z1 , z2 , z3 ) = (z, z1 , z2 , z3 ) = (T (z), w1 , w2 , w3 )
27

lo que, según la proposición 3.3.6, significa que T (z ∗ ) es el simétrico de T (z)


respecto a la circunferencia T (C).

Conviene observar que z y z ∗ son simétricos respecto a una circunferen-


cia C (en sentido amplio) si, y sólo si, T (z) = T (z ∗ ) para cada T ∈ M que
cumpla T (C) = R∞ .

El principio de simetrı́a resulta bastante útil en las aplicaciones a la hora


de obtener transformaciones de Möbius con determinadas propiedades, como
ocurre en las proposiciones siguientes.

Proposición 3.3.8 Las transformaciones de Möbius T que dejan invariante


al disco D(0, 1) son de la forma:
z−a
T (z) = µ con |µ| = 1 y |a| < 1
1 − āz
para todo z ∈ D(0, 1).

Demostración Si T ∈ M es de la forma indicada en el enunciado y |z| = 1


se cumple:
|z − a| |z − a|
|T (z)| = = = 1,
|z̄z − āz| |z̄ − ā|
luego T transforma la circunferencia |z| = 1 en sı́ misma. Por razones de
conexión, T (D(0, 1)) es una de las dos regiones {z : |z| < 1}, {z : |z| > 1} y,
puesto que |a| < 1 y T (a) = 0, se concluye que T (D(0, 1)) = D(0, 1).
Recı́procamente, supongamos que T ∈ M deja invariante el disco D(0, 1).
Como T : C∞ −→ C∞ es un homeomorfismo debe cumplir que T (∂D(0, 1)) =
∂T (D(0, 1)), es decir, |z| = 1 si, y sólo si, |T (z)| = 1.
Si a = T −1 (0) debe ser |a| < 1 y según el principio de simetrı́a, el simétrico
de a respecto a la circunferencia |z| = 1 debe ser b = T −1 (∞), luego b = 1/ā.
Se sigue de esto que T es de la forma:
z−a
T (z) = µ con |a| < 1
1 − āz
Cuando |z| = 1, al sustituir 1 = z z̄ en la fórmula anterior se obtiene:
|z − a| |µ|
|T (z)| = |µ| = = |µ|
|z(z̄ − ā)| |z|
28

y la condición |µ| = 1 viene garantizada porque |T (z)| = 1 si |z| = 1. Por lo


tanto las transformaciones de Möbius que dejan invariante el disco D(0, 1)
son las de la forma indicada en el enunciado.

Proposición 3.3.9 Las transformaciones de Möbius T que dejan invariante


el semiplano P = {z : Imz > 0} son de la forma:
az + b
T (z) = donde a, b, c, d ∈ R y ad − bc > 0
cz + d
para todo z ∈ P .

Demostración Toda transformación de Möbius T que verifique T (P ) = P


debe cumplir T (∂P ) = ∂P , es decir, T debe transformar la recta real en
sı́ misma. Como los tres puntos z1 = T −1 (0), z2 = T −1 (1), z3 = T −1 (∞),
están en la recta real, usando la fórmula para la razón doble T (z) = (z, z1 , z2 , z3 )
se obtiene una expresión:
az + b
T (z) =
cz + d
en la que todos los coeficientes a, b, c, d son reales y cumplen la condición
ad − bc = (c2 + d2 )ImT (i) > 0.
Recı́procamente, si T es de esta forma deja invariante la recta real R∞
y, por razones de conexión, T (P ) debe ser uno de los dos semiplanos P =
{z : Imz > 0}, −P = {z : Imz < 0}. Ahora bien, con la condición:
ad − bc
ImT (i) = >0
d2 + c2
se concluye que T (P ) = P .

3.4. Lema de Schwarz. Isomorfismos confor-


mes del disco unidad
En esta sección empezamos a preparar el camino para demostrar el teo-
rema de Riemann. Además, se logrará, usando transformaciones de Möbius,
una descripción explı́cita del grupo de automorfismos conformes del disco
unidad y del semiplano superior, a partir de la siguiente consecuencia nota-
ble del principio del módulo máximo.
29

Lema 3.4.1 (Schwarz) Sea f ∈ H(D(0, 1)) verificando que f (0) = 0 y


|f (z)| ≤ 1 para todo z ∈ D(0, 1). Entonces:
a) |f (z)| ≤ |z| para todo z ∈ D(0, 1)
b) |f 0 (0)| ≤ 1
Además, si existe a ∈ D(0, 1) con a 6= 0 para el cual se da la igualdad en a)
o bien si |f 0 (0)| = 1, entonces f es un giro de D(0, 1).

Demostración Definimos g : D(0, 1) −→ C como:


(
f (z)
z
, z ∈ D(0, 1) \ {0}
g(z) =
f 0 (0), z = 0

Puesto que:
f (z)
lı́m g(z) = lı́m = lı́m f 0 (z) = f 0 (0) = g(0)
z→0 z→0 z z→0

tenemos que g es continua en 0. Como consecuencia del teorema de extensión


de Riemann, g es holomorfa en el disco unidad.
Sea z ∈ D(0, 1) un punto cualquiera fijo. Tomemos r > 0 de forma que
|z| < r < 1. Tenemos por el principio del módulo máximo:

|g(z)| ≤ máx {|g(w)| : |w| ≤ r} =


   
|f (w)| |f (w)| 1
máx : |w| = r = : |w| = r ≤
|w| r r
Haciendo r → 1, obtenemos |g(z)| ≤ 1 y esta desigualdad es válida para todo
z ∈ D(0, 1). Entonces:

f (z)
|g(z)| = ≤ 1 ⇒ |f (z)| ≤ |z|
z
si z 6= 0, y por el contrario |g(z)| = |f 0 (0)| ≤ 1. Hemos probado ası́ las
condiciones a) y b) del enunciado.
Si se da la igualdad en a) para algún z0 ∈ D(0, 1)\{0}, tenemos que |f (z0 )| =
|z0 |, es decir, |g(z0 )| = 1 y |g| alcanza el máximo en un punto interior. Por el
principio del módulo máximo, g es constante en D(0, 1) y deberá ser g(z) = λ
con |λ| = 1 y, por tanto, f (z) = λz para todo z ∈ D(0, 1) y f es un giro.
En el caso de que |f 0 (0)| = 1, razonando igual que antes volvemos a obtener
que f es un giro.
30

A continuación determinamos los automorfismos del disco unidad.

Proposición 3.4.2 Si f : D(0, 1) → D(0, 1) es una aplicación, entonces f


es un isomorfismo conforme si, y sólo si, existen a ∈ D(0, 1) y α ∈ R tales
que:
z−a
f (z) = eiα
1 − āz
para todo z ∈ D(0, 1).

Demostración Por la proposición 3.3.8, basta demostrar que todo isomor-


fismo conforme f : D(0, 1) −→ D(0, 1) es de la forma indicada en el enun-
ciado.
Si f (0) = 0, aplicando el lema de Schwarz a f y f −1 se obtiene que
|f (z)| ≤ |z| y |f −1 (w)| ≤ |w| para todo z, w ∈ D(0, 1).
Si en la segunda desigualdad sustituimos w = f (z) resulta |f (z)| ≥ |z|, luego
|f (z)| = |z| para todo z ∈ D(0, 1), y con la segunda parte del lema de Schwarz
se concluye que f es de la forma f (z) = eiα z para algún α ∈ R. Esto termina
la prueba en el caso a = f −1 (0) = 0.
Cuando a = f −1 (0) 6= 0 podemos considerar el isomorfismo conforme
T : D(0, 1) −→ D(0, 1) definido por:
z−a
T (z) =
1 − āz
para todo z ∈ D(0, 1). Como f ◦ T −1 : D(0, 1) −→ D(0, 1) es un isomorfismo
conforme que cumple (f ◦ T −1 )(0) = 0. Por lo demostrado en el caso previo
(f ◦ T −1 )(w) = eiα w para algún α ∈ R. Sustituyendo w = T (z) con z ∈
D(0, 1) se obtiene (f ◦ T −1 )(T (z)) = eiα T (z), luego f (z) = eiα T (z).

Como consecuencia de este resultado también determinamos los automor-


fismos del semiplano superior P = {z : Imz > 0}.

Proposición 3.4.3 Si f : P → P es una aplicación, entonces f es un iso-


morfismo conforme si, y sólo si, es de la forma:
az + b
f (z) = con a, b, c, d ∈ R, ad − bc > 0
cz + d
para todo z ∈ P .
31

Demostración Por la proposición 3.3.9, basta demostrar que todo isomor-


fismo conforme f : P −→ P viene dado por una transformación de Möbius.
Mediante una transformación de Möbius S podemos conseguir un isomor-
fismo conforme del semiplano P en el disco D(0, 1). Entonces S ◦f ◦S −1 es un
automorfismo conforme del disco D(0, 1) y según la proposición 3.4.2 existe
una transformación de Möbius T tal que:

(S ◦ f ◦ S −1 )(w) = T (w)

para todo w ∈ D(0, 1). Para cada z ∈ P es w = S(z) ∈ D(0, 1), y sustitu-
yendo arriba se obtiene:

(S ◦ f ◦ S −1 )(S(z)) = T (S(z)) ⇔ S(f (z)) = T (S(z))

luego f (z) = (S −1 ◦ T ◦ S)(z) puede expresarse mediante una transformación


de Möbius.

El siguiente resultado, que se utilizará en la demostración del teorema de


Riemann, también es una consecuencia sencilla del lema de Schwarz.

Lema 3.4.4 Sea f ∈ H(Ω) tal que f (Ω) ⊂ D(0, 1) y sea a ∈ Ω. La condi-
ción:
0 < |f 0 (a)| = máx {|g 0 (a)| : g ∈ H(Ω), g(Ω) ⊂ D(0, 1)}
implica que f (a) = 0.

Demostración Sea:
z−b
T (z) =
1 − b̄z
para todo z ∈ Ω, donde b = f (a) ∈ D(0, 1). Se cumple T (D(0, 1)) ⊂ D(0, 1),
luego g = T ◦ f ∈ H(Ω) y g(Ω) ⊂ D(0, 1). Según la hipótesis:
|f 0 (a)|
|f 0 (a)| ≥ |g 0 (a)| = |T 0 (f (a))f 0 (a)| = |T 0 (b)f 0 (a)| =
1 − |b|2

Puesto que 0 < |f 0 (a)|, se cumple que 1 − |b|2 ≥ 1. Luego f (a) = b = 0.

Como aplicación del lema de Schwarz enunciamos la siguiente proposición,


que muestra la idea esencial para la prueba del teorema de Riemann que se
estudia en la sección 3.6.
32

Proposición 3.4.5 Si f : Ω −→ D(0, 1) es un isomorfismo conforme y


a = f −1 (0) se verifica:

|f 0 (a)| = máx {|g 0 (a)| : g ∈ H(Ω), g(Ω) ⊂ D(0, 1), g(a) = 0}

= máx {|g 0 (a)| : g ∈ H(Ω), g(Ω) ⊂ D(0, 1)}

= máx {|g 0 (a)| : g ∈ H(Ω), g(Ω) ⊂ D(0, 1), g inyectiva}

Demostración Véase [1, Ejercicio 9.23]

El teorema de Riemann afirma que si Ω es un dominio de C distinto de C y


C∞ \Ω es conexo, entonces existe un isomorfismo conforme f : Ω −→ D(0, 1).
La idea de su demostración está basada en la proposición anterior. Primero
se establece la existencia de una función inyectiva f ∈ H(Ω) tal que:

|f 0 (a)| = máx {|g 0 (a)| : g ∈ H(Ω), g(Ω) ⊂ D(0, 1), g inyectiva}

y luego se demuestra que f (Ω) = D(0, 1).

3.5. El espacio de las funciones holomorfas


Para la demostración del teorema de Riemann se tendrán en cuenta varios
resultados relacionados con la convergencia uniforme sobre compactos de
sucesiones de funciones holomorfas que se estudiarán en esta sección. Los
conceptos y resultados que vamos a necesitar pueden ser consultados en [2,
Chapter VII].
Dado un abierto Ω de C y (E, d) un espacio métrico, denotamos por
C(Ω, E) el conjunto formado por todas las funciones continuas de Ω a E.
A continuación se define en C(Ω, E) una topologı́a τK de manera que sus
sucesiones convergentes sean las mismas que convergen uniformemente sobre
cada compacto de Ω. En efecto, dados f ∈ C(Ω, E), ε > 0 y un conjunto
compacto K de Ω, definimos el conjunto:

U (f, K, ε) := {g ∈ C(Ω, E) : dK (f, g) < ε}


33

donde dK (f, g) := sup {d(f (z), g(z)) : z ∈ K}. Existe una única topologı́a τK
en C(Ω, E) tal que la familia de conjuntos:

{U (f, K, ε) : K ⊂ Ω compacto, ε > 0}

es una base de entornos abiertos de f . La topologı́a τK se llamará topologı́a


de la convergencia uniforme sobre compactos en C(Ω, E).
Se demuestra que τK es metrizable, lo que permitirá caracterizar la com-
pacidad en dicha topologı́a por sucesiones. Además, si E es compacto, C(Ω, E)
es un espacio métrico completo. En dicha caracterización interviene la no-
ción de familia equicontinua que se define a continuación. Una familia F de
C(Ω, E) se dice que es equicontinua en un punto z0 ∈ Ω cuando para cada
ε > 0 existe δ > 0 tal que, para |z − z0 | < δ y z ∈ Ω:

d(f (z), f (z0 )) < ε

para cada f ∈ F. Se dice que F es equicontinua en Ω cuando es equiconti-


nua en cada punto de Ω. Por otro lado, recordemos que un subconjunto A del
espacio métrico (E, d) se dice que es relativamente compacto cuando su
clausura A es compacta. Esto es equivalente a que toda sucesión contenida
en A posea alguna subsucesión convergente en E.

Teorema 3.5.1 (Ascoli-Arzelá) Una familia F de C(Ω, E) es relativamente


compacta para la topologı́a τK si, y sólo si, se satisfacen las siguientes con-
diciones:
a) para cada z ∈ Ω, F(z) = {f (z) : f ∈ F} es relativamente compacto en E
b) F es una familia equicontinua

En el caso particular de E = C con la distancia asociada al módulo,


expresaremos (C(Ω, C), τK ) simplemente por C(Ω). Consideraremos siempre
H(Ω) como un subespacio de C(Ω) con la topologı́a inducida por τK . Re-
cordamos que H(Ω) es un subespacio cerrado de C(Ω) y, por tanto, al ser
C(Ω) completo, H(Ω) también lo es. Además, la aplicación f → f 0 definida
en H(Ω) es continua. Veremos que para funciones holomorfas los compactos
de H(Ω) tienen una caracterización más sencilla que la que proporciona el
teorema de Ascoli-Arzelá. Previamente, introducimos la noción de familia
normal y acotada.
34

Una familia F de H(Ω) se dice que es normal cuando de cada sucesión


{fn } de F se puede extraer una subsucesión que converge uniformemente
sobre compactos o, equivalentemente, si F es un subconjunto relativamente
compacto de H(Ω).
Con el fin de caracterizar las familias normales, para f ∈ H(Ω) y K ⊂ Ω
compacto, se introduce la notación:

kf kK = máx {|f (z)| : z ∈ K}

Una familia F de H(Ω) se dice que es acotada cuando para cada com-
pacto K ⊂ Ω el conjunto {kf kK : f ∈ F} está acotado, es decir, cuando para
cada compacto K ⊂ Ω existe una constante CK > 0 tal que para cada f ∈ F
y cada z ∈ K se cumple |f (z)| ≤ CK .
Demostraremos a continuación el teorema de Montel, que usaremos en la
demostración del teorema de Riemann.

Teorema 3.5.2 (Montel) Una familia F de H(Ω) es normal si, y sólo si,
está acotada.

Demostración Supongamos que F es normal, pero no acotada. Entonces


existe un conjunto compacto K ⊂ Ω tal que:

sup {|f (z)| : z ∈ K, f ∈ F} = +∞,

es decir, existe una sucesión {fn } en F tal que sup {|fn (z)| : z ∈ K} ≥ n.
Como F es normal, se tiene una función f ∈ H(Ω) y una subsucesion {fnk }
tal que {fnk } → f . Pero esto implica que sup {|fnk (z) − f (z)| : z ∈ K} → 0
cuando k → ∞. Si |f (z)| ≤ M para cada z ∈ K,

nk ≤ sup {|fnk (z) − f (z)| : z ∈ K} + M

luego el lado derecho converge a M , lo cual es una contradicción.


Recı́procamente, supongamos que F está acotada. Usaremos el teore-
ma de Ascoli-Arzelá para demostrar que F es normal. La condición a) del
teorema de Ascoli-Arzelá se satisface claramente pues basta aplicar la con-
dición de que F es acotado usando el compacto K = {z}. Debemos mos-
trar pues que F es equicontinua en cada punto de Ω. Dado a ∈ Ω, elegi-
mos r > 0 de modo que K = D(a, r) ⊂ Ω. Como F se supone acotada,
35

sup {kf kK : f ∈ F} = M < +∞. Si |z − a| < r/2, usando la fórmula integral


de Cauchy, con la circunferencia C(t) = a + reit , t ∈ [0, 2π] se obtiene:
Z  
f (w)(z − a)
Z
1 f (w) f (w) 1
f (z) − f (a) = − dw = dw
2πi C w − z w − a 2πi C (w − z)(w − a)
Si w ∈ Im(C) y f ∈ F se cumple que |w − z| ≥ r/2 y |f (w)| ≤ M luego:

f (w)(z − a) M |z − a| 2M
(w − z)(w − a) ≤ (r/2)r = r2 |z − a|

Se obtiene ası́ la desigualdad:


Z
1 2M 2M 2M
|f (z) − f (a)| ≤ 2
|z − a|dw = 2
|z − a|2πr = |z − a|
2π C r 2πr r
Esta desigualdad es válida para cada z ∈ D(a, r/2) y cada f ∈ F y esto
implica que la familia F es equicontinua en a.

Como consecuencia, si F es una familia de H(Ω), entonces F es compacta


si, y sólo si, es cerrada y acotada.
Completamos el análisis sobre sucesiones convergentes de funciones ho-
lomorfas enunciando el teorema de Hurwitz, que aparece como una conse-
cuencia del teorema de Rouché. A partir del teorema de Hurwitz deducimos
el corolario 3.5.4, que es una de las claves para demostrar el teorema de
Riemann.
Una pregunta natural relacionada con la convergencia uniforme sobre
compactos es la siguiente: si {fn } converge uniformemente sobre compactos
en H(Ω) hacia f ∈ H(Ω), ¿qué propiedades de las funciones fn se transmiten
al lı́mite? El teorema de Hurwitz y el corolario 3.5.4 proporcionan respuestas
cuando la propiedad considerada en las funciones fn es la inyectividad o la
ausencia de ceros.

Teorema 3.5.3 (Hurwitz) Sean Ω un dominio de C y {fn } una sucesión de


funciones de H(Ω) sin ceros que converge uniformemente sobre compactos
hacia f ∈ H(Ω). Entonces, o bien f es idénticamente nula, o bien f no tiene
ceros.

Corolario 3.5.4 Sean Ω un dominio de C y {fn } una sucesión de funciones


de H(Ω) inyectivas que converge uniformemente sobre compactos hacia f ∈
H(Ω). Entonces, o bien f es inyectiva, o bien f es constante.
36

3.6. El teorema de Riemann


El objetivo de esta sección es demostrar el teorema de Riemann (también
llamado teorema fundamental de la representación conforme) según el cual
todo dominio Ω de C distinto de C tal que C∞ \Ω es isomorfo (y, en particular,
homeomorfo) al disco D(0, 1).
Primero recordaremos el siguiente teorema que permitirá disponer de
raı́ces cuadradas de funciones holomorfas.

Teorema 3.6.1 Las siguientes propiedades de un dominio Ω de C son equi-


valentes:
a) C∞ \ Ω es conexo
b) cada ciclo regular a trozos en Ω es homólogo a 0 en Ω
c) cada f ∈ H(Ω) con 0 ∈ / f (Ω) tiene logaritmo holomorfo

Sea Ω un dominio de C y supongamos que cada f ∈ H(Ω) con 0 ∈ / H(Ω)


posee un logaritmo holomorfo en Ω, entonces tiene raı́z cuadrada. Dichos
dominios tienen la siguiente propiedad:
[RC]: Para cada f ∈ H(Ω) con 0 ∈ / f (Ω), existe g ∈ H(Ω) con g 2 = f .
También necesitaremos algunos lemas para la demostración del teorema
de Riemann.

Lema 3.6.2 Sea Ω un dominio de C distinto de C con la propiedad [RC].


Entonces existe una función inyectiva f ∈ H(Ω) con f (Ω) ⊂ D(0, 1).

Demostración La hipótesis Ω ( C permite elegir un punto b ∈ C \ Ω con


el que obtenemos la función holomorfa z − b que no se anula en Ω. Según
la propiedad [RC] existe ϕ ∈ H(Ω) tal que ϕ(z)2 = z − b para todo z ∈ Ω.
La función ϕ es inyectiva (porque ϕ2 lo es) y, por lo tanto, no es constante.
Como Ω es conexo, el teorema de la aplicación abierta permite afirmar que la
imagen ϕ(Ω) es abierta y, por lo tanto, contiene algún disco D(a, r) ⊂ ϕ(Ω)
para r > 0 y a ∈ C. Obsérvese que la condición 0 ∈ / ϕ(Ω) implica que
0 < r ≤ |a|.
A continuación verificamos que D(−a, r) ∩ ϕ(Ω) = ∅. Razonamos por
reducción al absurdo suponiendo que ϕ(w) ∈ D(−a, r) para algún w ∈ Ω.
En este caso −ϕ(w) ∈ D(a, r) ⊂ ϕ(Ω) luego existe w0 ∈ Ω tal que −ϕ(w) =
37

ϕ(w0 ). Elevando al cuadrado se obtiene que w = w0 , al ser ϕ2 inyectiva.


Como ϕ es inyectiva y w = w0 , entonces ϕ(w) = ϕ(w0 ). Sustituimos y se
tiene ϕ(w) = −ϕ(w), es decir, ϕ(w) = 0. Por tanto, ϕ(w) = ϕ(w0 ) = 0, lo
que contradice la condición 0 ∈
/ ϕ(Ω).
La propiedad D(−a, r) ∩ ϕ(Ω) = ∅ nos asegura que |a + ϕ(z)| ≥ r para
todo z ∈ Ω. Entonces con 0 < ρ < r podemos definir la función:

f (z) = ρ/(a + ϕ(z))

para todo z ∈ Ω. Es claro que la función f es holomorfa e inyectiva en Ω y


su imagen f (Ω) está contenida en el disco unidad.

Una vez probado que la familia:

F = {f ∈ H(Ω), f es inyectiva y f (Ω) ⊂ D(0, 1)}

no es vacı́a, probaremos que existe una función h ∈ F tal que |h0 (a)| ≥ |f 0 (a)|
para toda f ∈ F.

Lema 3.6.3 Sea Ω un dominio de C distinto de C con la propiedad [RC] y:

F = {f ∈ H(Ω), f es inyectiva y f (Ω) ⊂ D(0, 1)}

Entonces, dado a ∈ Ω, existe h ∈ F que verifica:

|h0 (a)| = máx {|f 0 (a)| : f ∈ F}

Demostración La familia F es no vacı́a (en virtud del lema 3.6.2) y acotada


luego, según el teorema de Montel, es normal. Esto significa que F es un
conjunto compacto en H(Ω). La aplicación:

φa : F −→ R+
0, φa (f ) = |f 0 (a)|

es continua, toma valores reales y está definida en un compacto por lo que


tiene que alcanzar un máximo absoluto, es decir, existe h ∈ F tal que:

φa (h) = |h0 (a)| = máx |f 0 (a)| : f ∈ F




Basta ver que h ∈ F. Como la topologı́a τK es metrizable y h ∈ F, existe


una sucesión {hn } de F que converge uniformemente sobre compactos hacia
h.
38

Cada hn es inyectiva y según el corolario 3.5.4 podemos afirmar que, o


bien h es inyectiva, o bien h es constante. La segunda alternativa no se puede
presentar porque en ese caso para todo f ∈ F serı́a f 0 (a) = 0, y esto es
imposible porque cada f ∈ F es inyectiva (recuérdese el corolario 2.1.5).
Por otra parte, como las funciones hn toman valores en D(0, 1), es decir,
|hn (z)| < 1 para cada z ∈ Ω y n ∈ N, se sigue que |h(z)| ≤ 1 para todo z ∈ Ω.
Como h no es constante (porque es inyectiva) el teorema de la aplicación
abierta permite concluir que |h(z)| < 1 para todo z ∈ Ω, es decir, h(z) ∈
D(0, 1) para cada z ∈ Ω, o lo que es lo mismo, h(Ω) ⊂ D(0, 1).
Hemos demostrado que h debe ser inyectiva y que h(Ω) ⊂ D(0, 1). Por
tanto, h ∈ F.

Lema 3.6.4 Sea f ∈ H(D(0, 1)) tal que f (D(0, 1)) ⊂ D(0, 1). Entonces para
cada a ∈ D(0, 1) se cumple:

1 − |f (a)|2
|f 0 (a)| ≤
1 − |a|2
y si en algún a ∈ D(0, 1), se cumple la igualdad entonces f es un auto-
morfismo conforme de D(0, 1). En particular, si f no es inyectiva se cumple
|f 0 (0)| < 1.

Demostración Consideremos el automorfismo conforme de D(0, 1) dado


por la transformación de Möbius:
z−a
Ta (z) =
1 − āz
para todo z ∈ D(0, 1), cuyo inverso es T−a . Si b = f (a), la función:

ϕ = Tb ◦ f ◦ T−a : D(0, 1) → D(0, 1)

cumple ϕ(0) = 0 y, aplicando el lema de Schwarz, se obtiene la desigualdad


|ϕ0 (0)| ≤ 1 que equivale a:

|Tb0 (b)f 0 (a)(T−a )0 (0)| ≤ 1

es decir:
1 − |b|2
|f 0 (a)| ≤
1 − |a|2
39

La igualdad se cumple si, y sólo si, |ϕ0 (0)| = 1 y esto equivale, en virtud del
lema de Schwarz, a que ϕ sea de la forma ϕ(z) = µz con |µ| = 1. Luego, en
este caso, f = T−b ◦ ϕ ◦ Ta es un automorfismo conforme de D(0, 1).
Con a = 0 se obtiene |f 0 (0)| ≤ 1 − |b|2 ≤ 1, luego la condición |f 0 (0)| = 1
implica que f (0) = b = 0 y esto lleva consigo, según el lema de Schwarz, que
f es un giro alrededor de 0. Por lo tanto, si f no es inyectiva debe verificarse
|f 0 (0)| < 1.

A continuación demostraremos que la aplicación h del lema 3.6.3 es so-


breyectiva.

Teorema 3.6.5 (Versión preliminar del teorema de Riemann) Todo dominio


Ω de C distinto de C con la propiedad [RC] es isomorfo al disco D(0, 1).

Demostración En virtud de los lemas 3.6.2 y 3.6.3, fijado un punto a ∈ Ω,


la familia:

F = {f ∈ H(Ω), f es inyectiva y f (Ω) ⊂ D(0, 1)}

no es vacı́a y existe h ∈ F que cumple |h0 (a)| = máx {|f 0 (a)| : f ∈ F}. Basta
demostrar que h(Ω) = D(0, 1). Para ello probaremos que si una función de la
familia F no es sobreyectiva, entonces existe otra función en F cuya derivada
en a es mayor que la derivada en a de dicha función. Esto lo haremos por
reducción al absurdo suponiendo que existe b ∈ D(0, 1) \ h(Ω).
En ese caso podemos considerar el isomorfismo conforme Tb : D(0, 1) −→
D(0, 1) definido mediante la transformación de Möbius:

z−b
Tb (z) =
1 − b̄z
cuya transformación inversa es T−b . La composición Tb ◦ h es un elemento de
F que no se anula en Ω, y según la hipótesis [RC] existe g ∈ H(Ω) tal que
g 2 = Tb ◦ h. Obsérvese que g es inyectiva (porque g 2 lo es) y, por lo tanto,
g ∈ F.
Con c = g(a) definimos el isomorfismo conforme Tc : D(0, 1) −→ D(0, 1):
z−c
Tc (z) =
1 − c̄z
40

cuyo inverso es T−c . Utilizando la función p(z) = z 2 para todo z ∈ D(0, 1),
podemos descomponer h en la forma:

h = (T−b ◦ p ◦ T−c ) ◦ (Tc ◦ g) = F ◦ h1

donde F = T−b ◦ p ◦ T−c y h1 = Tc ◦ g. Como F : D(0, 1) −→ D(0, 1) no


es inyectiva (porque p(z) = z 2 no lo es), con el lema 3.6.4 se obtiene que
|F 0 (0)| < 1. Entonces, usando la regla de la cadena se tiene que:

|h0 (a)| = |F 0 (h1 (a))h01 (a)| = |F 0 (0)h01 (a)| < |h01 (a)|

que entra en contradicción con la propiedad que ha servido para obtener h


porque h1 ∈ F. Con esta contradicción acaba la demostración.

Teorema 3.6.6 (Riemann) Sea Ω un dominio de C distinto de C tal que


C∞ \ Ω es conexo. Entonces para cada a ∈ Ω existe un único isomorfismo
conforme f : Ω −→ D(0, 1) que cumple f (a) = 0 y f 0 (a) > 0.

Demostración Comenzamos demostrando la existencia. Según el teorema


3.6.1 cada f ∈ H(Ω) con 0 ∈ / f (Ω) tiene un logaritmo holomorfo y, por
lo tanto, una raı́z cuadrada holomorfa, de modo que se cumple la propiedad
[RC]. El isomorfismo conforme h : Ω −→ D(0, 1) obtenido en la demostración
del teorema 3.6.5 cumple:

|h0 (a)| = máx {|f 0 (a)| : f ∈ H(Ω), f es inyectiva y f (Ω) ⊂ D(0, 1)}

Como consecuencia del lema 3.4.4, h(a) = 0. Sea h0 (a) = reiα para r > 0 y
α ∈ R. Es claro que f (z) = e−iα h(z) cumple los requisitos del enunciado.
Pasamos ahora a demostrar la unicidad. Si g : Ω −→ D(0, 1) es otro
isomorfismo conforme que verifica g(a) = 0 y g 0 (a) > 0, podemos considerar
el automorfismo conforme ϕ = f ◦ g −1 : D(0, 1) −→ D(0, 1) que cumple
ϕ(0) = 0. Según la proposición 3.4.2, ϕ es de la forma ϕ(z) = µz con |µ| = 1,
y teniendo en cuenta que:

µ = ϕ0 (0) = f 0 (a)(g −1 )0 (0) = f 0 (a)/g 0 (a) > 0

se obtiene que µ = 1, y con ello que f = g.


41

3.7. Aplicaciones a la topologı́a del plano


En esta sección caracterizamos los dominios simplemente conexos como
consecuencia del teorema de Riemann. Para definir la noción de abierto sim-
plemente conexo necesitamos dar el concepto de homotopı́a. Se dice que dos
caminos cerrados γ0 , γ1 : [0, 1] −→ Ω en un abierto Ω de C son homotópicos
si existe una función continua H : [0, 1] × [0, 1] −→ Ω que verifica:
a) H(0, t) = γ0 (t), H(1, t) = γ1 (t), para todo t ∈ [0, 1]
b) H(s, 0) = H(s, 1) para todo s ∈ [0, 1]
Se dice que H es una homotopı́a entre γ0 y γ1 .
Un abierto Ω de C se dice que es simplemente conexo si es conexo
y además cada camino cerrado en Ω es homotópico a un camino constante.
Intuitivamente, en un abierto simplemente conexo cualquier curva cerrada
no puede rodear puntos que estén fuera del abierto.
Recordemos que una abierto Ω de C se dice que es estrellado respecto al
punto a ∈ Ω si para cada z ∈ Ω el segmento [a, z] = {a + t(z − a) : 0 ≤ t ≤ 1}
está contenido en Ω. Los abiertos estrellados son dominios simplemente cone-
xos. Por tanto, los discos son dominios simplemente conexos al ser estrellados.
Todo abierto Ω de C homeomorfo a un dominio simplemente conexo es
simplemente conexo. Luego, todo abierto Ω de C homeomorfo al disco unidad
es simplemente conexo. El objetivo es demostrar que el recı́proco también es
cierto y para ello, además del teorema de Riemann se necesita el siguiente
lema.

Lema 3.7.1 Si dos caminos cerrados γ0 , γ1 : [0, 1] −→ Ω son homotópicos


en Ω, entonces son homólogos en Ω. Por lo tanto, en un dominio simplemente
conexo Ω de C cualquier camino cerrado es homólogo a 0 en Ω.

Demostración Véase [1, Ejercicio 7.55]

El teorema de Riemann se puede aplicar para obtener la siguiente carac-


terización de los dominios simplemente conexos que completa los resultados
del teorema 3.6.1.

Teorema 3.7.2 Las siguientes propiedades de un dominio Ω de C son equi-


valentes:
42

a) Ω es homeomorfo al disco unidad


b) Ω es simplemente conexo
c) C∞ \ Ω es conexo

Demostración a)⇒ b) Es claro de acuerdo al comentario posterior a la


definición de dominio simplemente conexo.
b)⇒ c) Si Ω es simplemente conexo, según el lema 3.7.1, todo camino cerrado
en Ω es homólogo a 0 y, por tanto, de acuerdo al teorema 3.6.1, C∞ \ Ω es
conexo.
c)⇒ a) Podemos diferenciar dos casos:

Si Ω 6= C, según el teorema de Riemann, Ω es isomorfo al disco D(0, 1)


y por lo tanto cumple a).

Si Ω = C, se puede establecer un homeomorfismo f : C −→ D(0, 1),


definiendo f (reiθ ) = ϕ(r)eiθ , usando un homeomorfismo creciente ϕ :
[0, +∞) −→ [0, 1).

El siguiente teorema aporta nuevas caracterizaciones de los dominios sim-


plemente conexos. Algunas de estas caracterizaciones son topológicas mien-
tras que otras son de naturaleza analı́tica. Todas ellas ponen de manifiesto
el lugar destacado que en la teorı́a de funciones holomorfas desempeña este
tipo de dominios.

Teorema 3.7.3 Sea Ω un dominio de C. Las siguientes afirmaciones son


equivalentes:
a) Ω = C ó bien Ω es isomorfo a D(0, 1)
b) Ω es homeomorfo a D(0, 1)
c) Ω es simplemente conexo
d) Ω es homológicamente conexo (si todo ciclo en Ω es homólogo a 0 respecto
de Ω)
e) La integral de toda función holomorfa en Ω sobre cualquier ciclo en Ω es
nula
f ) Toda función holomorfa en Ω tiene primitivas en Ω
g) Toda función armónica en Ω es la parte real de una función holomorfa en

43

h) Toda función holomorfa que no se anula en Ω tiene logaritmos holomorfos


en Ω
i) Toda función holomorfa que no se anula en Ω tiene una raı́z cuadrada
holomorfa en Ω
j) C∞ \ Ω es conexo en C∞
k) C \ Ω no tiene componentes conexas acotadas
Capı́tulo 4

Conclusiones

Acabamos este trabajo dedicando algo de tiempo a destacar aquellos con-


ceptos y resultados que consideramos más interesantes. Nuestro punto de
partida ha sido la búsqueda de alguna herramienta que nos permita visuali-
zar de alguna manera las funciones complejas. Para obtener cierta intuición
geométrica sobre el comportamiento de dichas funciones, hemos tratado de
estudiar la forma en que las funciones complejas transforman algunas regiones
o curvas del plano en otras también del plano. Para tal propósito hemos con-
siderado las aplicaciones conformes, es decir, las aplicaciones continuas que
preservan ángulos en cada punto de un dominio. Afortunadamente, el estudio
de esta propiedad se simplifica para funciones holomorfas en un abierto. En
tal caso basta con que la derivada no se anule en el abierto (por ejemplo, las
funciones holomorfas e inyectivas en el abierto). Esto nos ha permitido ob-
tener muchas propiedades interesantes de las aplicaciones conformes, usando
única y exclusivamente instrumentos analı́ticos.
Teniendo en cuenta lo anterior, tiene sentido estudiar cuándo existe entre
dos dominios del plano una aplicación biyectiva que sea conforme en ambos
sentidos (es decir, cuándo existe un isomorfismo conforme entre ellos). En
caso afirmativo, se dice que los dos dominios son isomorfos y que desde el
punto de vista geométrico que estamos considerando, son indistinguibles.
Una vez comprobado que dos dominios son isomorfos, el siguiente paso serı́a
intentar determinar todos los isomorfismos conformes que existen entre ellos.
Las transformaciones de Möbius del plano ampliado y el lema de Schwarz

45
46

se han mostrado muy útiles a la hora de determinar dichos isomorfismos en


algunos casos.
Volviendo al problema de ver cuándo un dominio del plano es isomorfo
a otro, tiene particular interés buscar dominios isomorfos que sean más sen-
cillos. Esto permite obtener algunas propiedades del dominio inicial a partir
de las propiedades del dominio isomorfo teniendo en cuenta que éste es más
sencillo y que entre ambos existe un isomorfismo conforme. En esta lı́nea el
teorema de Riemann nos ha permitido determinar aquellos dominios propios
del plano complejo que son isomorfos a D(0, 1).
La demostración de este teorema ha requerido bastante preparación. Ade-
más del lema de Schwarz comentado previamente, se necesita dotar al espacio
de las funciones holomorfas definidas en un abierto de una topologı́a, la topo-
logı́a de la convergencia uniforme sobre compactos, en la que se pueda carac-
terizar las familias de funciones holomorfas que son relativamente compactas
(o las familias normales en la terminologı́a clásica). El teorema de Montel
caracteriza dicha propiedad en términos de acotación y permite demostrar
que la familia de funciones inyectivas definidas en cierto tipo de dominios y
con imagen en el disco unidad es no vacı́a y relativamente compacta. Este
resultado es crucial a la hora de demostrar la existencia de un isomorfismo
conforme entre estos dominios y el disco unidad.
Como consecuencia del teorema de Riemann se caracterizan los dominios
simplemente conexos. El último resultado de esta memoria pone de manifiesto
que los dominios simplemente conexos están relacionados con la mayorı́a
de los conceptos que se estudiaron en la asignatura de Análisis Complejo.
De ahı́ la importancia que tiene esta definición topológica en la teorı́a de
funciones holomorfas.
Bibliografı́a

[1] Vera, G. Variable Compleja, problemas y complementos, Textos universi-


tarios, co-edición con RSME (2013).

[2] Conway, John B. Functions of one complex variable I, 2nd ed., Graduate
Texts in Mathematics, (1978)

[3] Rudin, W. Análisis real y complejo, versión española de A. Casal Piga,


Ed. Alhambra (1979)

[4] Morales, A. Apuntes de Análisis Complejo

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Índice alfabético

Ángulo de curvas, 11 Lema de Schwarz, 29

Abierto Plano complejo ampliado, 17


Estrellado, 41 Polo, 9
Isomorfo, 14 Principio de simetrı́a, 26
Simplemente conexo, 41 Principio del módulo máximo, 9
Proyección estereográfica, 18
Caminos homotópicos, 41 Punto del infinito, 17
Conforme
Aplicación, 11 Razón doble, 22
Automorfismo, 14 Relativamente compacto, 33
Isomorfismo, 14
Simétrico, 24
Derivada, 8 Singularidad
Distancia cordal, 18 Aislada, 9
Dominio, 8 Esencial, 9

Esfera de Riemann, 17 Tangente a una curva, 11


Teorema
Familia Aplicación abierta, 9
Acotada, 34 Ascoli-Arzelá, 33
Equicontinua, 33 Cauchy-Riemann, 8
Normal, 34 Hurwitz, 35
Función Montel, 34
Derivable, 8 Riemann, 40
Entera, 8 Topologı́a convergencia uniforme, 33
Holomorfa, 8 Transformaciones de Möbius, 19
Meromorfa, 9
Vector tangente, 11
Homotopı́a, 41

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