Misticismo Español

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Misticismo

El misticismo es una doctrina filosófico-religiosa que busca la unión con Dios a través de una
interiorización que supere los impedimentos de la razón y de los sentidos. Es decir, la razón y
los sentidos como distracciones que impiden la concentración para el vaciamiento interior. El
misticismo busca la unión con Dios a través de un amor desinteresado y despreocupado. En
este sentido los versos de “Noche oscura” de San Juan de la Cruz:

Salí sin ser notada


estando ya mi casa sosegada

La “casa sosegada” se refiere a la dimensión física (el cuerpo) y al intelecto de la persona.


Una vez que el alma transciende el cuerpo, o sea, transciende la razón y lo sensorial,
emprende el camino (“salí sin ser notada”) a la unión con Dios. Los místicos rechazan que se
pueda llegar a Dios por el intelecto y afirman la posibilidad de la unión con Dios a través del
amor.
En las letras españolas la literatura mística adquiere gran difusión y repercusión en los siglos
XVI y XVII. A esta época pertenecen el soneto anónimo “A cristo crucificado” y los poemas
“Noche oscura” de San Juan de la Cruz y “Vivo sin vivir en mí” de Santa Teresa, que
incluimos en la antología del curso.

Entre las notas distintivas de la literatura mística destacan:

 Un lenguaje paradójico, como en el siguiente verso de Santa Teresa: “Muero porque


no muero”

 Una preparación ascética (proceso de interiorización, supresión de los sentidos), en


cuanto al desarrollo del texto místico, como ejemplifica el anterior verso de San Juan
de la Cruz: “Estando ya mi casa sosegada"

 Articulación de la unión mística en lenguaje paralelo al del amor humano, como


reflejan los siguientes versos de San Juan de la Cruz en “Noche oscura”, o la
interpretación del éxtasis místico de Santa Teresa en la escultura de Bernini.
. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .
¡O noche que juntaste
Amado con amada
amada en Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
......................
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;

En los estudios sobre la mística se habla de las tres vías o periodos [niveles] que el alma debe
seguir hasta la unión mística:
 Vía o periodo purificativo: un tomar conciencia de la realidad divina y sentir la
presencia de Dios. Es un sentimiento inefable (que no se puede explicar) que motiva un
darse cuenta de nuestras imperfecciones que nos impiden aproximarnos a Dios. La vía
purificativa hace referencia al camino de interiorización al ir transcendiendo el mundo
sensorial y el intelectual mediante la meditación.
 Vía iluminativa: los místicos nos dicen que una vez superadas las imperfecciones
iniciales, el alma comienza a percibir la iluminación divina. Eso permite al místico
pasar de la meditación al recogimiento que le permite, a su vez, trascender lo sensorial.
 Vía unitiva: el alma purificada llega al momento culminante de la unión mística del
alma con Dios. Este es el momento que describe el poema de San Juan de la Cruz,
“Noche oscura”.

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