La Ley, 8 de Marzo de 2017 - Alterini Et Al. - 2017
La Ley, 8 de Marzo de 2017 - Alterini Et Al. - 2017
La Ley, 8 de Marzo de 2017 - Alterini Et Al. - 2017
_Columna de OPINIÓN
Derecho hereditario del cónyuge en
El nuevo Código concurrencia con los descendientes
en los contratos
internacionales Dos escenarios relativamente sencillos
y un tercero más complejo
La Convención
de Viena sobre Jorge A. M. Mazzinghi
Compraventa SUMARIO: I. Introducción.— II. La concurrencia del cónyuge con los hijos en dos escenarios relativamente sencillos.— III. Un escenario
Internacional considerablemente más complejo.— IV. Razones en favor de la concurrencia.— V. Argumentos para excluir la concurrencia
del cónyuge sobre los bienes que el causante se adjudicó en la liquidación de la comunidad.— VI. Conclusión.
de Mercaderías (*)
Si se mira, en conjunto, el régimen ma parte que cada uno de los descendientes. comunidad, la parte que le corresponde, y no
Si se trata, en cambio, de bienes gananciales, tiene derecho a recibir nada de la parte del
Guillermo J. H. Mizraji sucesorio, estaría claro que el cónyuge el cónyuge recibe lo que le corresponde en la causante en el acervo ganancial. (2)
supérstite no tiene derecho a concurrir partición de la comunidad y no tiene derecho
a participar de los bienes gananciales que II. La concurrencia del cónyuge con los hijos en
con los descendientes del causante en le corresponden al cónyuge prefallecido, los dos escenarios relativamente sencillos
La Doctrina General del Contrato a la luz del relación con los bienes gananciales. Es que son recibidos por los descendientes.
nuevo Código Los cónyuges se heredan recíprocamente
cierto que los bienes recibidos por el El mecanismo descripto regía en el Código si, al tiempo de producirse la muerte de uno
Aspectos preliminares cónyuge en la liquidación anticipada de Civil y se mantiene, sin variantes, en el Códi- de ellos, están conviviendo.
go Civil y Comercial.
El Código Civil y Comercial (CCyC) en- la comunidad han dejado de ser ganan- En caso contrario, si los cónyuges están di-
marca la definición de contrato (art. 957) ciales y se han incorporado al patrimo- En el Código Civil había dos normas que vorciados, o separados de hecho sin voluntad
en la figura y la concepción del negocio ju- consagraban la solución. El art. 3570 dispo- de unirse, o a causa de una decisión judicial
rídico. De su contenido se observa que no nio del cónyuge de cuya sucesión ahora nía: “Si han quedado viudo o viuda e hijos, el que acarrea el cese de la convivencia, el dere-
todo acuerdo es un contrato. Los que no se trata. cónyuge sobreviviente tendrá en la sucesión cho hereditario no se mantiene.
lo sean quedarán dentro del acto jurídico la misma parte que cada uno de los hijos”. Y
(art. 259). Dos o más personas estarán en el art. 3576 establecía: “En todos los casos en Asumiendo que el matrimonio y la convi-
contrato cuando manifiesten su consen- que el viudo o viuda es llamado a la sucesión vencia se hallan en pie al tiempo de la muer-
timiento para crear, regular, modificar, I. Introducción en concurrencia con descendientes, no ten- te, pueden presentarse dos escenarios en los
transferir o extinguir relaciones jurídicas drá el cónyuge sobreviviente parte alguna en que los derechos del cónyuge supérstite se
patrimoniales. A continuación (art. 958) La muerte de una persona casada y con hi- la división de bienes gananciales que corres- definen con relativa sencillez.
declara que las partes son libres para ce- jos determina que, en principio, concurran a pondieren al cónyuge prefallecido”.
lebrar un contrato y determinar su conte- recibir la herencia el cónyuge supérstite y los 1. El primero de estos escenarios es el de
nido (libertad de contratación y libertad descendientes del causante. El Código Civil y Comercial vigente a par- los cónyuges que, al casarse, optaron por el
contractual), dentro de los límites impues- tir del mes de agosto de 2015 reitera el crite- régimen de separación de bienes, y que han
tos por la ley, el orden público, la moral y Siempre que no se configure una causal rio anterior en la norma del art. 2433: “Si he- mantenido esta opción hasta el tiempo de la
las buenas costumbres. Desde siempre de exclusión —el divorcio, la separación de redan los descendientes, el cónyuge tiene en muerte de uno de ellos.
he sostenido que los términos orden pú- hecho sin voluntad de unirse, el matrimonio el acervo hereditario la misma parte que un
blico, moral y buenas costumbres no son “in extremis”— (1), el cónyuge y los hijos son hijo. En todos los casos en que el viudo o viu- En este caso, no han existido ni existen bie-
claros y precisos a la hora de poner límites llamados a recibir la herencia de la persona da es llamado en concurrencia con descen- nes gananciales, por lo que el cónyuge sobre-
al objeto de los contratos. Ellos no están fallecida como herederos forzosos. dientes, el cónyuge supérstite no tiene parte viviente concurre con los hijos del causante
definidos en ninguna norma jurídica; con alguna en la división de bienes gananciales con relación a todo el patrimonio.
el correr del tiempo no mantienen su es- Para establecer los parámetros de la partici- que corresponden al cónyuge prefallecido”.
tabilidad conceptual ni tampoco son acep- pación de los hijos y el cónyuge supérstite, re- Si el cónyuge fallecido tenía un hijo de una
tados por igual por la doctrina jurídica, los sulta indispensable distinguir entre los bienes Como resulta de los preceptos transcrip- unión anterior, o un hijo común con el su-
jueces y la sociedad en general. propios y los bienes gananciales del causante. tos, el cónyuge concurre a la herencia del pérstite, este último tendrá derecho a la mi-
causante como si fuera un hijo más y, con
En relación con los bienes propios, el cón- relación a los bienes gananciales, sólo retira,
continúa en página 4 yuge concurre con los hijos recibiendo la mis- como socio de la sociedad conyugal o de la continúa en página 2
COLUMNA DE OPINIÓN. El nuevo Código en los contratos internacionales. La Conven- de su obligatoriedad. Obligaciones internacionales asumidas por el Estado argentino. Fa-
ción de Viena sobre Compraventa Internacional de Mercaderías cultades de la Corte IDH. Sentencia dictada por la Corte Suprema. Cosa juzgada. Obliga-
Guillermo J. H. Mizraji.................................................................................................................. 1 ciones convencionales. Interpretación del artículo 63.1 de la CADH. Límite de la jurisdicción
internacional. Principios fundamentales del derecho público argentino. Diálogo jurispru-
DOCTRINA. Derecho hereditario del cónyuge en concurrencia con los descendientes dencial. Disidencia (CS).......................................................................................................5
Dos escenarios relativamente sencillos y un tercero más complejo
CORREO
ARGENTINO Jorge A. M. Mazzinghi.................................................................................................................. 1
CENTRAL B
Intereses. Proceso de ejecución. Morigeración de intereses en un mutuo en dólares. Fa-
NOTA A FALLO. El cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de cultades del juez. Normas del Código Civil y Comercial (CNCiv.)........................................ 11
Derechos Humanos
FRANQUEO A PAGAR
CUENTA Nº 10269F1
comunidad al de separación de bienes; o de fueron gananciales y que el causante se adju- Porque el primer párrafo de este precepto
viene de tapa este último al régimen de comunidad. (3) dicó como consecuencia de la partición de la parece sentar un principio general de con-
comunidad. (6) currencia, disponiendo que, habiendo des-
Si los cónyuges que han estado casa- cendencia del causante, “el cónyuge tiene
tad de la herencia, correspondiéndole la otra dos bajo el régimen de la sociedad conyu- En una situación como la planteada, es pro- en el acervo hereditario la misma parte que
mitad al descendiente. Si, por el contrario, el gal —como se llamaba en el Código Civil— o bable que se susciten controversias sobre el un hijo”. El llamado conjunto del cónyuge y
causante tenía cinco hijos, el cónyuge concu- de comunidad —como ahora se denomina—, alcance del derecho del cónyuge a participar de los hijos del causante está formulado en
rrirá con ellos y sólo recibirá una sexta parte resuelven optar por el régimen de separación en la herencia sobre los bienes que anterior- términos generales y se refiere al acervo he-
de la herencia. de bienes, el cambio importa la extinción de mente habían ostentado carácter ganancial y reditario, es decir, a todos los bienes que con-
la comunidad que antes tenían, y es más que que el causante se adjudicó como consecuen- forman el patrimonio del causante al tiempo
2. El segundo escenario —que no es com- probable que los cónyuges avancen en la li- cia de la liquidación anticipada de la comuni- de su muerte. (8)
plejo— es el de los cónyuges que siempre quidación de los bienes gananciales, partién- dad o de la separación judicial de bienes. (7)
estuvieron casados por el régimen de comu- dolos y atribuyéndoselos entre sí. Es verdad que el segundo párrafo del mis-
nidad. En los puntos que siguen procuraré enun- mo art. 2433 del Código Civil y Comercial
Al mismo resultado se llegaría, si alguno de ciar las razones que pueden conducir a sos- reconoce una excepción y establece que “el
En esta hipótesis, la muerte produce la los cónyuges planteara la separación judicial tener el derecho del cónyuge a concurrir con cónyuge supérstite no tiene parte alguna
extinción de la comunidad, y, en el marco de bienes por alguna de las causales que es- los hijos del causante respecto de los bienes en la división de bienes gananciales que co-
del juicio sucesorio del causante, el cónyuge tán previstas en el art. 477 del Código Civil y obtenidos por este último en la liquidación de rresponden al cónyuge prefallecido”. Pero la
supérstite y los hijos de la persona fallecida Comercial. (4) la comunidad; y las que, en cambio, excluyen excepción está redactada en tiempo presen-
tienen que proceder a la liquidación de la co- el derecho del cónyuge supérstite a concurrir te y parece aludir a la división de los bienes
munidad disuelta por la muerte. En las dos hipótesis, los cónyuges segui- con los descendientes sobre los bienes que el gananciales que opera simultáneamente y a
rían casados —con vocación sucesoria—; y causante se había adjudicado en la anterior causa de la muerte.
Al respecto, el art. 497 del Código Civil y los bienes que eran gananciales durante la partición del acervo ganancial.
Comercial dispone que la masa común que vigencia de la comunidad pasarían a ser pro- En relación con el problema que se procu-
tendrán que partir los descendientes y el pios, por efecto de la partición que se produjo IV. Razones en favor de la concurrencia ra desentrañar, es importante resaltar que
cónyuge supérstite “se integra con la suma a consecuencia de la modificación del régi- el segundo párrafo del art. 2433 del Código
de los activos gananciales líquidos de uno y men o de la separación judicial de los bienes. 1. Una primera razón —quizás algo remo- Civil y Comercial no se refiere a los bienes
otro cónyuge”. ta— resulta de la tendencia del nuevo Código que hubieran ostentado en un pasado carác-
Si luego de la adjudicación de los bienes en Civil y Comercial por ampliar el derecho he- ter ganancial y que el causante se hubiera
Quiere decir que, dentro del proceso suce- el patrimonio de uno y de otro cónyuge acae- reditario del cónyuge supérstite que convive adjudicado en una partición anterior, sino
sorio, los herederos tendrán que establecer ciera la muerte de cualquiera de ellos, no está con el causante al tiempo de la muerte. que, por el contrario, circunscribe la exclu-
cuáles son los bienes propios y los bienes ga- del todo claro si el cónyuge supérstite tiene sión a los bienes gananciales que “corres-
nanciales, tendrán que debatir acerca de la derecho a concurrir con los descendientes Como prueba de esta inclinación puede ponden al cónyuge prefallecido”, dando a
imputación de las cargas de la comunidad, del causante y heredar los bienes que el falle- apuntarse la nueva redacción de la hipótesis entender que se trata de los que le corres-
sobre las eventuales recompensas, definien- cido recibió a causa de la liquidación o parti- del matrimonio in extremis. ponden ahora, en la división que es conse-
do el alcance de la participación del cónyuge ción de la comunidad. (5) cuencia de su muerte.
supérstite. Porque el art. 3573 del Código Civil negaba
De acuerdo con el texto del art. 2433 del el derecho hereditario del cónyuge cuando el 3. Hay una tercera razón para mantener el
En el marco del juicio sucesorio, los here- Código Civil y Comercial —que establece la causante moría dentro de los treinta días de derecho del cónyuge supérstite a concurrir
deros forzosos —el cónyuge supérstite y los concurrencia del cónyuge y los hijos como celebrado el matrimonio, a causa de la enfer- con los descendientes sobre el conjunto in-
descendientes— precisan cuáles son los bie- pauta general—, el cónyuge podría aducir medad que padecía al tiempo de casarse. discriminado del acervo hereditario; y es de
nes propios y los gananciales del causante; que tiene derecho a participar en la herencia índole eminentemente práctica.
y, respecto de estos últimos, liquidan entre del prefallecido y reclamar una parte igual a La norma del art. 2436 del Código Civil y
ellos la comunidad separando los bienes que la de cada uno de los hijos. Comercial define la figura en términos más Porque en el período comprendido entre la
le habrían correspondido al cónyuge falleci- favorables al cónyuge supérstite, pues, ade- liquidación de la comunidad y la muerte del
do —y que ahora reciben los descendientes— El artículo citado hace referencia al dere- más del hecho objetivo de la muerte dentro causante podrían haberse producido muchas
y los que se adjudica el sobreviviente en la cho del cónyuge sobre el acervo hereditario; de los treinta días por causa de la enferme- variaciones en la composición de la parte
partición. y, en rigor, los bienes que el causante recibió dad anterior, exige también —para que se recibida por el cónyuge ahora fallecido en la
como consecuencia de la liquidación de la configure la exclusión— que el cónyuge su- división de los bienes.
III. Un escenario considerablemente más com- comunidad conforman ahora el acervo here- pérstite conociera la enfermedad, y que ésta
plejo ditario. fuera de “desenlace fatal previsible”. Si el criterio fuera negarle al supérstite el
derecho a concurrir con relación a los bienes
Como resulta del subtítulo de este breve En una interpretación más restrictiva y, en Estos matices subjetivos, que ahora el Có- que, en su momento, fueron gananciales, y
trabajo, el fenómeno de la concurrencia en- cierto sentido, teleológica, los hijos podrían digo Civil y Comercial contempla en forma que el causante se adjudicó en la partición
tre los hijos y el cónyuge del causante puede aducir que el cónyuge no tiene derecho a expresa, hacen más extrema y más difícil la anterior, habría que seguir la evolución y las
{ NOTAS }
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723) parece que la posibilidad de abandonar un régimen para supérstite será excluido de ellos por los descendien- que los cónyuges se encontraban sometidos al régimen
(1) Las causales de exclusión están previstas en los adherir al otro tiene muchas más desventajas que bene- tes, conforme resulta del art. 3576, mientras que si no de comunidad, o habiéndose modificado éste, todavía no
arts. 2436 y 2437 del Código Civil y Comercial. En el Có- ficios...”. se considera el origen de los bienes, el esposo sobrevi- se la ha liquidado, pese a su extinción (arts. 475 y 488),
digo Civil, el cónyuge inocente de la separación de hecho (4) La norma citada establece: “La separación judicial viente concurrirá en todos los bienes del causante con subsistiendo bienes gananciales sin liquidar en el pa-
conservaba la vocación hereditaria, pero ahora el hecho de bienes puede ser solicitada por uno de los cónyuges: los descendientes como un hijo más, heredando por trimonio del causante”. El comentario se centra en el
mismo de la separación -cualquiera sea el motivo- exclu- a) Si la mala administración del otro le acarrea el peligro cabeza”. (AZPIRI, Jorge A., “Derecho Sucesorio”, Ed. período transitorio de la comunidad disuelta y aún no
ye el derecho hereditario. de perder su eventual derecho sobre los bienes ganan- Hammurabi, año 2006, 4ª edic., p. 556). Las situaciones liquidada, manteniendo el derecho del cónyuge a con-
(2) En los fundamentos del Anteproyecto elabo- ciales; b) Si se declara el concurso preventivo o la quie- que contempla Azpiri son las que se presentaban en el currir con los descendientes respecto de los bienes ga-
rado por los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti, Elena bra del otro cónyuge; c) Si los cónyuges están separados Código Civil, a las que hay que sumar ahora la de la li- nanciales sin liquidar. Aunque la cuestión no es del todo
Highton de Nolasco y Aída Kemelmajer de Carlucci de hecho sin voluntad de unirse; d) Si por incapacidad o quidación de la comunidad por la opción por el régimen clara, podría entenderse que el derecho del cónyuge su-
se afirma lo siguiente: “Se mantiene la distinción de excusa de uno de los cónyuges, se designa curador del de separación de bienes. pérstite se desvanece luego de la liquidación de la comu-
bienes propios y bienes gananciales cuando el cón- otro a un tercero”. (6) Imaginemos la hipótesis prevista en el art. 477 nidad en relación con los bienes que se había adjudicado
yuge concurre con los descendientes, por considerar (5) El problema lo plantea Azpiri con su habitual inc. a) del Código Civil, en la que uno de los cónyuges re- el causante.
que la solución del Código Civil tiene fuerte arraigo claridad: “En tales supuestos la sociedad conyugal ha quiere la separación de bienes por la mala administra- (8) Esta consideración genérica del acervo heredi-
social y debe ser mantenida”. El Anteproyecto de terminado y puede haber sido liquidada. Si esto ha ocu- ción del otro. Efectuada la liquidación de la comunidad, tario encuentra sustento en la norma del art. 2425 del
1998, en cambio, innovaba sobre el tema y disponía rrido, al fallecimiento de uno de los cónyuges se pre- podría ocurrir que falleciera el cónyuge que impulsó la Código Civil y Comercial: “En las sucesiones intestadas
-en el art. 2382- que el cónyuge tenía siempre la mis- sentará el que conserve la vocación sucesoria y la cues- separación de bienes, y no tendría mucho sentido que el no se atiende a la naturaleza ni al origen de los bienes
ma parte que un hijo, sin distinguir entre bienes pro- tión conflictiva radica en la calificación de los bienes supérstite -mal administrador- pretendiera concurrir que componen la herencia, excepto disposición legal
pios y bienes gananciales. del muerto, es decir, si entran todos en la herencia sin con los hijos del causante sobre los bienes que éste puso expresa en contrario”. La excepción del segundo párra-
(3) Conf. MAZZINGHI, Jorge A. M. “Las convencio- distinción en cuanto a su origen o si deben ser tenidos a salvo de los desatinos del sobreviviente. fo del art. 2433 del Código Civil y Comercial alude a los
nes matrimoniales”, en RCCyC, año 1, nº 6 de diciembre en cuenta los que fueron bienes gananciales liquidados. (7) Conf. “Código Civil y Comercial. Comentado, Ano- “bienes gananciales”, y los que se atribuyó el causante
de 2015, p. 41. En ese trabajo destaqué los inconvenien- La disparidad de soluciones es evidente, ya que si se to- tado y Concordado”, Ed. Astrea, año 2015, t. 3, p. 561: “El en la liquidación anticipada ya no tienen, en rigor, ese
tes resultantes del cambio de régimen: “En síntesis, me man en cuenta los bienes “ex gananciales”, el cónyuge segundo párrafo del art. 2433 se aplica en los casos en carácter.
miércoles 8 DE marzo DE 2017 | 3
eventuales transformaciones de los bienes En el capítulo que antecede expuse las En las sucesiones intestadas los bienes de cónyuge a concurrir sobre los bienes ante-
recibidos en la liquidación. principales razones que llevan a concluir que la herencia se distribuyen de acuerdo con el riormente gananciales— en favor de los hijos
la concurrencia abarca los bienes que en su régimen imperativo de la ley y no resulta del del causante,
Porque podría ocurrir que el cónyuge aho- momento fueron gananciales, y que el cónyu- todo convincente que una circunstancia ac-
ra fallecido hubiera vendido los bienes resul- ge prefallecido se atribuyó en la liquidación. cidental —la oportunidad de la liquidación— VI. Conclusión
tantes de la partición y hubiera invertido el modifique el orden sucesorio.
producido de la venta en otros bienes de igual En el presente, procuraré dar los argu- Casi todos los trabajos que he escrito has-
o de mayor valor, o en un negocio que resultó mentos en que puede fundarse la posición 2. También puede aducirse como un argu- ta ahora sobre las más variadas cuestiones
exitoso y que generó importantes dividendos, contraria. mento contrario a la concurrencia del cónyu- jurídicas terminan con una opción clara por
o en la satisfacción de deudas anteriores o ge sobre los bienes que habían sido ganancia- la posición que considero preferible y más de
posteriores a la liquidación de la comunidad, 1. El primer argumento gira en torno del les, el texto original del art. 3576 del Código acuerdo con la justicia.
comunes o propias de alguno de los cónyu- respeto por la finalidad y el fundamento del Civil, en la redacción de Vélez Sarsfield.
ges. orden sucesorio. En el presente caso, reconozco que la deci-
Porque esa norma —en la versión anterior sión es particularmente difícil.
Si la concurrencia no rigiera para los bie- Porque parece claro que el propósito de la a la Ley de Fe de Erratas de 1882— estaba
nes que hubieran revestido carácter ganan- ley es que el cónyuge supérstite herede sobre específicamente dirigida a negar el derecho Los cónyuges continúan casados y, sin
cial, y que el cónyuge se atribuyó en la liqui- los bienes propios como un hijo más y que, en hereditario del supérstite sobre “los ganan- embargo, han liquidado los bienes comunes
dación de la comunidad, tampoco tendría cambio, reciba únicamente su parte con rela- ciales del matrimonio que se hubiesen dividi- a consecuencia de la opción por el régimen
que regir para los bienes adquiridos con su ción a los bienes gananciales. do con el cónyuge sobreviviente”. de separación de bienes o por la configura-
producido, ni para los nuevos emprendimien- ción de alguna de las causales de separación
tos. En este escenario, el cónyuge supérstite El segundo párrafo del art. 2433 del Código Vélez Sarsfield realizaba una distinción judicial.
tendría que compensar a los descendientes Civil y Comercial establece que, con relación entre la división anterior a la muerte y la di-
por la aplicación del producido de los bienes a estos bienes, el cónyuge supérstite tiene su- solución de la sociedad conyugal a causa de la Al producirse la muerte de uno de los cón-
obtenidos por el causante en la liquidación, a ficiente con la cuota-parte que le pertenece muerte de uno de los cónyuges; y trataba con yuges —existiendo descendencia del causan-
la cancelación de deudas comunes. y no concurre con los descendientes en re- mayor rigor la primera de las hipótesis, negán- te— es preciso definir si el cónyuge supérstite
lación con los bienes que le corresponden al dole al supérstite el derecho a concurrir con tiene derecho a concurrir con los hijos respec-
Estas distinciones obligarían a una serie de cónyuge fallecido. los descendientes sobre los bienes gananciales to de los bienes que el fallecido se atribuyó en
operaciones nada sencillas. resultantes de la liquidación anterior. (9) la liquidación de la sociedad conyugal.
Como pauta general, el ordenamiento jurí-
Los fondos recibidos por el causante en la dico efectúa una distinción, y les reserva a los De haberse mantenido este criterio —sin la Desde un punto de vista estrictamente
liquidación de la comunidad pudieron haber- descendientes el derecho a suceder sobre los generalización de la apresurada Ley de Fe de legal, podría concluirse en que el cónyuge
se volcado a mejorar o a ampliar un inmueble bienes gananciales del causante. Erratas de 1882—, la exclusión de la concu- supérstite tiene derecho a concurrir con los
que siempre fue propio suyo. En este caso, el rrencia en los casos tratados en este trabajo, descendientes sobre todo el patrimonio del
cónyuge supérstite tendría derecho a con- Si esto es así, cuando la disolución de la se impondría sin atenuante alguno. causante. En los supuestos analizados de li-
currir con los descendientes sobre el bien comunidad se produce al momento y como quidación anticipada de la comunidad —por
propio del causante, pero debería deducir el consecuencia de la muerte de uno de los cón- 3. Un tercer argumento en favor de res- la separación judicial de bienes o por la op-
valor de la mejora incorporada a través de la yuges, no se advierte el motivo por el cual ha- tringir la concurrencia a los bienes propios ción por el régimen de separación— está cla-
inversión de fondos provenientes de la liqui- bría que observar un criterio distinto cuando del causante y, de no reconocerla, con rela- ro que los bienes que conforman el patri-
dación anterior, sobre los cuales el supérstite la liquidación de la comunidad se produjo en ción a los que, en su momento, fueron ganan- monio del causante son suyos en un sentido
carecería de derecho hereditario. vida de los cónyuges, por la configuración de ciales, es el de la preferencia de la ley por la pleno y abarcativo, pues, liquidada la comu-
alguno de los supuestos de la liquidación judi- línea descendente. nidad, no tiene sentido seguir hablando de
Las situaciones podrían adquirir los ribe- cial de bienes, o por la opción por el régimen bienes gananciales.
tes más variados; y no hay duda de que, des- de separación de bienes. Los hijos son los continuadores naturales
de el punto de vista práctico, es mucho más del patrimonio del causante; y el orden su- A la luz de este criterio, y de acuerdo a lo
simple referir la concurrencia del cónyuge Si los cónyuges poseían como único bien cesorio contempla esta realidad limitando que resulta de la letra del primer párrafo del
con los descendientes a todo el patrimonio ganancial un establecimiento agropecua- el derecho del cónyuge supérstite y subor- art. 2433 del Código Civil y Comercial, podría
del causante, sin disquisiciones, sin indaga- rio de 1.000 hectáreas cerca de Tandil, a la dinándolo en algún sentido al de los descen- afirmarse que el cónyuge tiene derecho a
ciones históricas, sin confrontar valores ni muerte de uno de ellos, el supérstite se adju- dientes. (10) concurrir con los descendientes en relación
seguir la pista de las transformaciones del dica una fracción de 500 hectáreas, y la otra con el conjunto del acervo hereditario; e in-
activo recibido por el cónyuge en la anterior mitad del campo es recibida por los hijos del La prueba más clara es que cuando el dependientemente de que algunos de los bie-
partición de la comunidad. causante. cónyuge concurre con los ascendientes, el nes hubieran sido recibidos por el cónyuge
art. 2434 del Código Civil y Comercial le reco- prefallecido en la liquidación anterior de la
V. Argumentos para excluir la concurrencia del Esta distribución sustancial —la mitad del noce al primero un derecho sobre la mitad de comunidad. (12)
cónyuge sobre los bienes que el causante se ad- campo ganancial para el cónyuge, y la otra la herencia, sin distinguir entre bienes pro-
judicó en la liquidación de la comunidad mitad para los hijos— no tendría que verse pios y gananciales. En un enfoque finalista o teleológico podría
modificada o alterada por el hecho de que la arribarse a la conclusión contraria. Porque
La situación que estamos analizando es la liquidación de la comunidad se hubiera pro- Esta concurrencia amplia —que le confiere está claro que, tratándose de bienes ganan-
de la liquidación anticipada de los bienes que movido en vida de los cónyuges. al cónyuge supérstite el derecho a atribuir- ciales, la ley sólo le reconoce al cónyuge su-
conformaban el acervo ganancial. se el 75% del patrimonio ganancial— está pérstite el derecho a recibir su parte en la
Es verdad que, realizada la partición, ya no expresamente admitida y tiene razón de ser liquidación de la comunidad, reservándole la
Esta liquidación anticipada puede provenir hay bienes gananciales, y que, sobre la base con respecto a los ascendientes. parte del fallecido a sus descendientes. Si el
de la separación judicial de bienes —por mala de las razones expuestas en el capítulo an- cónyuge supérstite no tiene derecho a recibir
administración, concurso preventivo o quie- terior, el cónyuge supérstite podría invocar En cambio, cuando la concurrencia se plan- parte alguna sobre los gananciales que le co-
bra de alguno de los cónyuges, separación de su derecho a concurrir con los descendientes tea entre el cónyuge y los hijos del causante, rresponden al fallecido, cuando la liquidación
hecho, o declaración de incapacidad— o de la sobre “el acervo hereditario”, sin distinguir el orden sucesorio resguarda a estos últimos. se produce en el marco del juicio sucesorio,
modificación del régimen patrimonial, disol- en función del carácter que los bienes tenían ¿por qué podría avanzar sobre los bienes que
viendo la comunidad y optando por el régi- antes de la liquidación. Los protege al establecer que el cónyuge el cónyuge premuerto se adjudicó en la liqui-
men de separación de bienes. no puede recibir una parte superior a la de dación anticipada de la comunidad?
Pero la solución sería claramente perjudi- cada uno de los hijos y al disponer que “el
En razón de la liquidación de los bienes cial para los hijos del causante, quienes —en cónyuge supérstite no tiene parte alguna en La cuestión es ardua y compleja. (13)
gananciales, cada uno de los cónyuges recibe el ejemplo dado— no podrían retener la mi- la división de bienes gananciales”.
su parte en la comunidad; y el problema es tad del campo de Tandil recibida por su pa- El art. 1º del Código Civil y Comercial esta-
determinar si, fallecido el marido o la mujer, dre o por su madre en la liquidación antici- En función de este espíritu, y de la prefe- blece que, para resolver los casos sometidos
el supérstite concurre con los descendientes pada de la comunidad y se verían obligados a rencia de la ley por el derecho hereditario
respecto de los bienes que el causante se ad- compartirlo con el cónyuge supérstite titular de los descendientes (11), resulta lógico inter-
judicó. de la otra mitad. pretar una cuestión dudosa —el derecho del continúa en página 4
{ NOTAS }
(9) La modificación en la redacción del art. 3576 del explicada por Pérez Lasala cuando se distinguía todavía la opinión mayoritaria en la doctrina se inclina por no pudiera concurrir con los descendientes sobre la mayor
Código Civil está muy bien tratada por POVIÑA, Hora- entre hijos legítimos y extramatrimoniales: “La descen- distinguir el origen de los bienes, conforme resulta del tajada que se atribuyó el causante. Si, por el contrario, la
cio L., en “Sucesión de los cónyuges y de los parientes dencia legítima, que es la que proviene del vínculo matri- art. 3547, aunque se coincide en que esa forma de divi- liquidación hubiera beneficiado al supérstite, resultaría
colaterales”, Ed. Plus Ultra, Buenos Aires, año 1973, monial, fue admitida con carácter preferente para suce- sión no parece ser la más equitativa, ya que coloca en excesivo que éste pretendiera concurrir con los hijos del
ps. 66-67. der en todos los ordenamientos antiguos, y ha perdurado mejor situación al cónyuge separado con vocación he- causante sobre la menguada cuota-parte del cónyuge fa-
(10) Al respecto, dice Goyena Copello sobre la voca- hasta nuestros días. ...Estos preceptos, respetuosos de reditaria vigente que al esposo que permaneció con el llecido. Las desigualdades en la liquidación podrían ser
ción sucesoria del cónyuge: “Vélez Sarsfield le acordó tan larga trayectoria histórica, responden a la mentada muerto hasta el último momento de su vida” (AZPIRI, intencionales, o también podrían resultar del transcur-
derecho de tal situándolo en el tercer orden sucesorio, idea de que el cariño, en primer lugar, desciende” (PÉ- Jorge O., ob. cit., p. 556). so del tiempo y de la disímil valoración de los activos. El
luego de los descendientes y los ascendientes, y aun en REZ LASALA, José Luis, “Derecho de Sucesiones”, Ed. (13) El problema puede volverse más complicado to- juez podrá valorar estas circunstancias, pero, en mate-
concurrencia con ellos las más de las veces” (GOYENA Depalma, año 1981, t. II, ps. 48-49). davía si la liquidación de los bienes comunes resultó des- ria sucesoria, es necesario partir de un principio, y saber
COPELLO, Héctor R., “Tratado del Derecho de Suce- (12) Azpiri, al tratar la separación anticipada de bie- pareja y favoreció ostensiblemente a alguno de los cón- si el cónyuge supérstite tiene derecho a concurrir con los
sión”, La Ley, año 2007, t. II, p. 495) nes en el marco del Código Civil, afirmaba lo siguien- yuges. Si el cónyuge fallecido se quedó con los bienes ga- hijos del causante sobre los bienes que, antes de la liqui-
(11) La preferencia por la línea descendente está bien te: “Al no estar resuelto en forma expresa este tema, nanciales más valiosos, sería injusto que el supérstite no dación, revistieron el carácter de gananciales.
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viene de PÁGINA 3 Si se mira, en conjunto, el régimen suceso- han incorporado al patrimonio del cónyuge El propósito de este breve trabajo es dejar
rio, estaría claro que el cónyuge supérstite no de cuya sucesión ahora se trata. planteado el interrogante y aguardar los pro-
tiene derecho a concurrir con los descendien- nunciamientos judiciales que no tardarán en
a su imperio “se tendrá en cuenta la finalidad tes del causante en relación con los bienes ¿Tiene sentido seguir reparando en su an- llegar, más las opiniones de la doctrina que
de la norma”; y el art. 2 del mismo Código gananciales. terior ganancialidad para reservárselos a los podrán enriquecer el debate que dejo plan-
dispone que “la ley debe ser interpretada te- descendientes?¿o es más razonable dar por teado. l
niendo en cuenta sus... finalidades... los prin- Es cierto que los bienes recibidos por el superado el anterior encuadre y hacer con-
cipios y valores jurídicos, de modo coherente cónyuge en la liquidación anticipada de la co- currir al cónyuge y a los descendientes sobre Cita on line: AR/DOC/521/2017
con todo el ordenamiento”. munidad han dejado de ser gananciales y se el conjunto del patrimonio?
_Columna de OPINIÓN
internacionales res que han sido negociadas se tendrían por El arbitraje en materia contractual
no escritas (art. 988). Cualquier cláusula Sobre este tema del incumplimiento
que por su contenido, redacción o “presenta- esencial (fundamental breach) la Conven- Consideramos desafortunada la regulación
ción” (textual del Código) no sea “razonable- ción de Viena contiene una norma especí- que el Código Civil y Comercial trae respecto
viene de tapa mente previsible”, se tendrá por no escri- fica que tipifica el instituto venido del de- del arbitraje (arts. 1649/1665).
ta. Ello ahonda aún más la inestabilidad de recho del common law; requiere para su
cualquier contrato. procedencia que el incumplimiento del En primer lugar, porque es regulado como
Si miramos hacia atrás coincidiremos que contrato cause a la otra parte un perjuicio contrato con la misma jerarquía y con los
estos conceptos han sido utilizados por los Situación de los contratos internacionales tal que la prive sustancialmente de lo que mismos efectos que el resto de los contratos
gobiernos e incorporados en las legislaciones tenía derecho a esperar en virtud del con- nominados.
de maneras diferentes, de acuerdo con la po- ¿Cómo convivirán estas nuevas normas trato (art. 25). Es decir, no importa la inten-
lítica del momento, y reiteradamente en for- con la regulación de la Convención de Viena cionalidad del sujeto sino que la finalidad La incorporación del arbitraje dentro del
ma arbitraria. de 1980 (ley 22.765)? buscada se haya frustrado, más allá de la Código Civil y Comercial como contrato
voluntad o no de generar un daño al otro nominado es, al menos, novedosa, por no
Por ello, no vamos a encontrar en el dere- El art. 9º de la Convención consagra la au- contratante. Para ello, en Viena la resolu- decir exótica. Más allá de ser una postura
cho del common law e, incluso, en la mayoría tonomía material, quedando las partes de un ción conlleva la devolución de prestaciones solitaria en el derecho comparado, toma
de las legislaciones europeas continentales, contrato de compraventa internacional obli- tomando como patrón valorativo la impre- partido por la tesis contractualista aleján-
norma alguna que limite la libertad de con- gadas por cualquier uso. visibilidad del incumplidor (sin voluntad de dose así del criterio jurisdiccional susten-
tratación a términos como los incorporados perjudicar) o de persona razonable y de la tado mayoritariamente por nuestra doctri-
en el art. 958 del CCyC. El art. 1322 del Código El Código Civil y Comercial —no es me- misma condición. na y por la reiterada jurisprudencia de la
Civil italiano (el Codice) establece que las par- nos cierto— valora los usos y prácticas: Corte Suprema desde finales del siglo XIX,
tes pueden libremente determinar el conte- a) En caso de silencio (art. 979); b) Al tener Esta contradicción entre la norma inter- que lo enmarcan dentro del ámbito proce-
nido del contrato con el único límite que es el al silencio como manifestación de voluntad nacional y el derecho doméstico que marca sal.
impuesto por la ley. (art. 263); c) Al fijar el orden de prelación la intencionalidad del sujeto autor es de gran
normativa para los contratos innominados relevancia en los efectos que se deriven en un Regulado desde siempre por el Código Pro-
La Convención de Viena omite abordar el (art. 970). Sin embargo, no podemos dejar contrato de compra y venta. A ello se suma cesal Civil y Comercial de la Nación y por có-
tema de los límites a la libertad de contrata- de tener en cuenta que el art. 1º establece que que los arts. 1135 y 1136 del CCyC, en mate- digos rituales de las diversas provincias hoy,
ción. Se limita a regular la formación del con- “los usos, prácticas y costumbres son vincu- ria de compraventa, plantean la posibilidad el arbitraje, se rige por una regulación de fon-
trato y los derechos y obligaciones del vende- lantes cuando las leyes o los interesados se de resolver el contrato sin tener en cuenta lo do (el Código Civil y Comercial) y las regula-
dor y comprador. Se excluye, expresamen- refieran a ellas o en situaciones no regladas, normado por los arts. 1084 y 1089 del mismo ciones procesales no derogadas de la Nación
te, de regular respecto de todo lo referido a siempre que no sean contrarias a derecho”. cuerpo legal. y de las provincias.
la validez del contrato y sus estipulaciones
(art. 4º). De tal manera entonces que será la Y es a través de esta norma que se da cabi- Aplicación de los usos internacionales El carácter jurisdiccional del arbitraje
lex fori la que llenará estos vacíos pudiendo da a la intervención del juez (art. 960), ultima está hoy fuera de toda discusión. Sin per-
generarse, en el caso de aplicarse el nuevo ratio para “pulverizar” los alcances del con- No hay dudas que en materia internacional juicio de reconocérsele su génesis conven-
Código, efectos no deseados que atenten con- trato querido por las partes. la aplicación de los usos internacionales es de cional, el arbitraje tiene una naturaleza ju-
tra la seguridad jurídica de las transacciones difusión generalizada. Ello es así también en risdiccional. Los árbitros cumplen una fun-
comerciales internacionales. El alcance final del art. 1º del CCyC no está contratos locales con el significado que se les ción decisoria equivalente a la de los jueces
incorporado a normativa alguna de la Con- da en el ámbito internacional. del Estado. El laudo emitido por un árbitro
Completa la doctrina general del contra- vención de Viena y mucho menos lo regulado es equivalente a la sentencia judicial: hace
to la declaración sobre el alcance de la bue- en el art. 964, al referirse a la “Integración del Según el art. 9º de la Convención de Viena, cosa juzgada y, además, se puede perseguir
na fe que debe existir entre los contratantes Contrato”, cuando en el inc. c) admite los usos las partes quedarán obligadas por cualquier su ejecución forzada. No hay ningún impe-
(art. 961), acotando a la materia contractual y prácticas del lugar de celebración “excep- uso y por cualquier práctica que hayan esta- dimento atendible para que la función de
el principio de buena fe normado, para el to que su aplicación sea irrazonable”. ¿Quién blecido. administrar justicia (jurisdicción) sea ejer-
ejercicio de los derechos, en el art. 9º del nue- calificará la aplicación como irrazonable? El cida por particulares (árbitros o arbitrado-
vo ordenamiento legal. juez, por supuesto (art. 960). No es así en el derecho nacional, ya que si res).
bien integran el contrato (art. 964, inc. c) y son
Sin embargo, la respuesta del nuevo Có- Incumplimiento esencial (fundamental breach) vinculantes cuando las leyes o los interesados Desde otra óptica, pareciera que el criterio
digo a estos temas no deja de ser general y se refieren a ellos, siempre que la aplicación del legislador de la ley 26.994 es abordar al
pasa, en definitiva, el tema a la decisión de Otro tema que choca frontalmente con la de los referidos usos no sea irrazonable o con- arbitraje con claro perfil “monista” al no dis-
los jueces, intérpretes finales del orden públi- doctrina sustentada por la Convención de traria a derecho. Queda en manos de los jue- tinguir el nacional del internacional.
co. Así, el art. 960 habilita al juez a modificar Viena es el referido a la regulación acerca de ces determinarlo (arg. art. 960)
los contratos —nacidos del ejercicio pleno de la “configuración del incumplimiento” con- Por otro lado, el art. 1651 del CCyC prohí-
la autonomía de la voluntad de las partes— tractual (art. 1084). Suspensión de cumplimiento del contrato be el arbitraje en las cuestiones que se sus-
cuando, a su criterio, afectan de modo mani- citen con relación a derechos de usuarios y
fiesto el orden público. Son tan amplias las Para que proceda la resolución, el incum- El art. 1032 del CCyC regula la tutela pre- consumidores y respecto de contratos de
facultades concedidas a los jueces, que pue- plimiento debe ser esencial requiriendo ventiva al estar las partes compelidas a cum- adhesión. Esta última limitación no integra-
den cambiar contratos paritarios; tener por para su procedencia que se configuren cin- plir con sus obligaciones contractuales. Po- ba el proyecto de la Comisión Legisladora,
no escritas cláusulas libremente convenidas co presupuestos que, a nuestro entender, no drán suspender sus cumplimientos si sus de- ya que fue incorporado, posteriormente,
(arts. 985-988); interpretar contra el predis- son taxativos, a tenor de lo regulado en el rechos tuviesen una grave amenaza de daño, por el Ministerio de Justicia sin sustento
ponente (art. 987). Queda claro que se afec- art. 1089. Norma que considera innecesario al sufrir la contraparte un menoscabo signifi- jurídico alguno. Deja fuera una gran gama
tan la autonomía contractual y la libertad de el cumplimiento de los requerimientos de los cativo en su aptitud para cumplir o en su sol- de contratos de empresa, domésticos e in-
darse las partes el marco regulatorio adecua- arts. 1084 y 1088, cuando la resolución es por vencia. ternacionales, y despoja a la partes de su
do, doméstico e internacional, para los nego- ministerio de la ley. derecho a elegir el método de resolución de
cios que desean emprender. La base de esta norma son los arts. 71 y 72 conflictos que más les convenga. Así, con-
A nuestro entender se amplía la enume- de la Convención de Viena que liberan a la tratos de distribución, agencia, licencia, su-
ración del art. 1084 transformándola, así, en parte de su cumplimiento cuando “resulte pa- ministro, concesión, franquicia, bancarios y
{ NOTAS } enunciativa. tente que no ha de cumplir” y en ese caso podrá todos aquellos que presenten rasgos adhe-
operar la resolución. sivos quedan excluidos del procedimiento
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723) Lo que debe destacarse es que se torna de arbitral.
(*) El presente trabajo se realizó sobre la base de la cumplimiento imposible la resolución por “in- Pero, la gran diferencia está en que el de-
disertación del autor en la Comisión de Derecho Comer- cumplimiento esencial” si deben probarse los recho nacional no permite dar por conclui- Además, quedan por aclarar algunos al-
cial del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Ai- cinco presupuestos del art. 1084. Sobre todo do de manera unilateral el contrato —como cances de la regulación incorporada por el
res, el 3 de octubre de 2016. la intencionalidad del incumplimiento. cabe la posibilidad en la Convención—, sal- art. 1651: ¿es una norma de carácter impera-
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tivo? ¿la inoponibilidad del arbitraje, prevista la manera en que se interpreten y apliquen cación por su régimen especial de resolución Ejecución de Laudos Arbitrales (Nueva York,
para los contratos de adhesión, alcanza tam- estas normas seremos testigos, muy a nues- anticipada. Pero, además, no tiene en cuen- 1958) entre las más destacadas.
bién al que adhiere? ¿cuál será el efecto que tro pesar, de la ejecución del réquiem del ar- ta que la voluntad de resolver no debe meri-
produzca en un contrato con cláusulas de ad- bitraje. tuarse solamente desde la óptica económica 3) Se debe reformular el art. 1084 sobre
hesión? ¿que las partes pacten resolver sus (creemos que la “renegociación” a la que allí “Configuración del incumplimiento” contrac-
futuras cuestiones por el tribunal arbitral de No olvidar que el juez toma el caso por la se hace referencia es de tipo económico), sino tual, adecuando la norma al instituto del in-
una entidad de reconocido prestigio y sobra- ley y el bolillero; el árbitro es la consecuencia tener en cuenta que, con el paso del tiempo, cumplimiento esencial, “fundamental breach”,
dos antecedentes en la materia que es objeto de aplicar la libertad más excelsa para elegir las partes pueden haberse perdido la confian- regulado por la Convención de Viena de 1980
del contrato? quién nos juzgará. za y no querer continuar vinculadas más allá en los arts. 25 y concordantes.
de renegociar aspectos económicos.
Este desplazamiento del arbitraje cuando Los contratos de duración 4) Deben morigerarse los efectos de los
se trate de contratos de adhesión internacio- Desafortunado el camino que deberá to- contratos de adhesión diferenciando el gra-
nales, con personas físicas o jurídicas domi- Otro tema que, a nuestro entender, está marse, ya que obliga a una distinción subje- do adhesivo de los mismos y el poder de ne-
ciliadas en Estados que han adoptado la Ley tratado en el nuevo Código de manera des- tiva que no será igual en todos los casos ante gociación que las partes hayan tenido en la
Modelo de Uncitral al derecho interno, traerá acertada y que acarreará consecuencias el lógico criterio distinto de jueces y árbitros. etapa precontractual, más allá de la adhesión
un lógico desinterés a aplicar la ley nacional y negativas en materia de contratos interna- propiamente dicha de una de ellas al contra-
por ende preferir la jurisdicción del país más cionales es la regulación en el art. 1011 de los Si consideramos tan sólo que la locación to. Dependiendo de ello, se deberá establecer
benévolo, en cuanto a la forma de resolver los “contratos de larga duración”. habitacional puede tener un plazo de dura- en qué casos deberán ser considerados como
conflictos contractuales. ción máxima de 20 años (art. 1197), pudiéndo- equivalentes a los contratos paritarios.
En primer lugar la norma no los define, se resolver anticipadamente a los seis meses
No existen antecedentes en este sentido en sino que los caracteriza en relación con su ob- de celebrado el contrato (art. 1221, inc. a), nos 5) Se debe generar una regulación ade-
el derecho comparado; me atrevo a afirmar jeto y que el tiempo es esencial para el cum- encontramos con que: la locación nace como cuada para los contratos de larga duración,
que esta “capitis” obedece a una desconfian- plimiento del fin buscado. contrato de larga duración al que se le aplica- o simplemente de duración, no teniendo que
za en el instituto más que a una cuestión jurí- ría la norma del art. 1011, pero, de resolverse caracterizarlos según su objeto. Lo dispuesto
dica. Ni más ni menos: la posición del legisla- Caracterizados también como contratos de anticipadamente por contar con un régimen por el art. 1011 es desacertado e insuficiente.
dor se inclina, al igual que cierta jurispruden- colaboración, las partes deberán encuadrar especial de culminación considerado de or-
cia, a considerar la utilización del arbitraje su actuación conforme a ello y las obligacio- den público, el art. 1011 le sería inaplicable. 6) Cuando se apliquen usos internaciona-
con criterio restrictivo. nes se han de cumplir teniendo en cuenta la les se debe disponer que, domésticamente se
duración total del acuerdo. Creemos que, de Inquietudes y dudas como las expresadas han de aplicar tal como lo establece el orden
Se suma a estas novedades el alcance dado la manera que aborda este tipo de contratos, pueden presentarse en contratos de fidei- internacional.
a la revisión de los laudos arbitrales en el úl- la norma diferencia el contrato “de duración” comiso (hasta 30 años); suministro (hasta 20
timo párrafo del art. 1656 del CCyC. Allí, de del contrato “de larga duración”. Ahora bien: años); y en derechos reales, como el usufruc- 7) Debe reformularse la regulación en ma-
manera imperativa, se expresa que en el no define ninguno de los dos términos. to y la servidumbre que pueden alcanzar has- teria de arbitraje en especial, reformando los
contrato de arbitraje las partes no pueden ta 50 años de duración. arts. 1649, 1651 y 1656 y ajustar todo el capí-
renunciar a la impugnación judicial del lau- Sabemos que se diferencia del resto de tulo conforme la Ley Modelo de Uncitral. Se
do definitivo, cuando éste fuera contrario al los demás contratos legislados, porque la Creemos que el último párrafo del art. 1011 debe suprimir a la mínima expresión la posi-
ordenamiento jurídico. Esta postura, más prestación se caracteriza por ser periódica no es imperativo y podrá ser dejado de lado bilidad de apelar los laudos arbitrales. Sólo
allá de retornar al criterio sustentado en el y continuada (derechos latinos) o es la dila- convencionalmente por las partes para pa- podrán ser revisados ante posibles nulidades
fallo “Cartelone”, pero aún con mayor laxi- ción la esencia de su estructura (derechos liar, en parte, la desafortunada regulación o de haberse negado a las partes el ejercicio
tud que éste, nos lleva al art. 960 del mismo germánicos). Sea cual fuere el criterio a to- que trae dicha norma. del derecho de defensa.
ordenamiento que, referido a las “facultades mar, ninguno de ellos se refleja en los con-
de los jueces”, permite una revisión peligrosa trato de cambio. Ahora: cuando un contrato Conclusiones 8) Por la naturaleza del arbitraje, es incom-
y de gran inestabilidad respecto de los acuer- de duración se transforma en uno de larga patible posibilitar la revisión de los laudos
dos que las partes hagan al celebrar sus con- duración tampoco la norma del art. 1011 da 1) La doctrina general del contrato de- con la creación de un clima de seguridad jurí-
tratos. pautas para obtener a respuesta. Serán los berá ser reformada en artículos centra- dica y atraer inversiones. Lo contrario perju-
jueces quienes tendrán que evaluar e inter- les referidos a “Facultades de los jueces” dicaría el comercio internacional y el ingreso
La esencia del arbitraje es la de un siste- pretar, arbitrariamente, los precedentes del (art. 960); “Carácter de las normas legales” de divisas al país. Se debe aceptar y recono-
ma en el que dos partes en pugna se ponen acuerdo para poder ubicarlo en uno u otro (art. 962); “Prelación normativa” (arts. 150, cer la autoridad que tienen las partes al optar
de acuerdo para dirimir, pacíficamente, sus tipo contractual. 963 y 979); “Integración del contrato” la forma de resolver sus futuros conflictos y
desencuentros y “aceptar el laudo”. Hoy, los (art. 964); “Contratos unilaterales y bilate- el reconocimiento de la efectividad de los lau-
laudos dictados en la Argentina o los inter- Por último, el párrafo final del art. 1011 es- rales” (art. 966). dos.
nacionales son apelables ante las instancias tablece que la parte que decide la rescisión
judiciales y ello es incompatible con el desa- debe dar a la otra la oportunidad de renego- 2) Se deberán adecuar y coordinar las nor- 9) Teniendo en cuenta la contratación in-
rrollo del comercio internacional. ciar de buena fe, sin incurrir en un ejercicio mas del Código Civil y Comercial con efectos ternacional, se deberá establecer que el
abusivo de los derechos. sobre contratos internacionales y las regula- art. 765 es norma supletoria para todos los
Coincidimos con Roque Caivano cuando ciones de tratados y convenciones a las que acuerdos sobre pago en moneda extranjera. l
opina que el capítulo 29 del Título IV del Có- Norma que amplía la incertidumbre y pro- la República Argentina ha adherido en parti-
digo Civil y Comercial, al tratar el Contrato fundiza el desacierto del legislador, ya que cular: la Convención de Viena sobre Compra-
de Arbitraje, trae “lo mejor y lo peor de la re- se aplicaría a la rescisión unilateral y no a la venta Internacional de Mercaderías (Viena Cita on line: AR/DOC/140/2017
gulación arbitral”. Pero, agregamos que, de pactada y, también, quedará excluida la lo- 1980); Convención sobre Reconocimiento y
NOTA A FALLO
Sentencias Corte Suprema de Justicia de la Nación,
pasada en autoridad de cosa juzgada, a
y éste es el modo en que deben ser inter-
pretadas las obligaciones internacionales
a un mecanismo restitutivo que no se
encuentra previsto por el texto conven-
de la Corte raíz de publicaciones periodísticas. La Di-
rección General de Derechos Humanos del
asumidas por el Estado argentino. cional, por lo tanto es de imposible cum-
plimiento.
Interamericana de Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
de la Nación remitió a la Corte Suprema un
2. - Dejar sin efecto —sinónimo de revo-
car— la sentencia dictada por la Corte 4. - Las sentencias de la Corte Interameri-
Derechos Humanos oficio en el que se hace saber el pedido for-
mulado por la Secretaría de Derechos Hu-
Suprema de Justicia de la Nación en la
causa “Menem” —Fallos: 324:295; AR/
cana, dictadas en procesos contenciosos
contra el Estado argentino son, en prin-
manos de la Nación para que se cumpla con JUR/3292/2001—, en virtud de la or- cipio, de cumplimiento obligatorio para
Alcance de su obligatoriedad. Obligacio- la sentencia del organismo internacional. den de la Corte Interamericana de De- éste. Dicha obligatoriedad, sin embargo,
nes internacionales asumidas por el Esta- El Máximo Tribunal de la Nación, por ma- rechos Humanos en el caso “Fontevec- alcanza únicamente a las sentencias dic-
do argentino. Facultades de la Corte IDH. yoría, determinó que no correspondería ha- chia” —AR/JUR/81007/2011— impli- tadas por el tribunal internacional dentro
Sentencia dictada por la Corte Suprema. cer lugar a lo solicitado. caría transformar a ese tribunal en una del marco de sus potestades remediales,
Cosa juzgada. Obligaciones convenciona- “cuarta instancia” revisora de las senten- es decir, con ese alcance en que se ha obli-
les. Interpretación del artículo 63.1 de la 1. - Tratándose de una sentencia de la Corte cias dictadas por el Máximo Tribunal, en gado internacionalmente a acatar sus de-
CADH. Límite de la jurisdicción interna- Suprema de Justicia de la Nación pasada clara violación de los principios estructu- cisiones.
cional. Principios fundamentales del de- en autoridad de cosa juzgada, la orden de rantes del sistema interamericano y en
recho público argentino. Diálogo jurispru- la Corte Interamericana de Derechos Hu- exceso de las obligaciones convencional- 5. - El imposible cumplimiento de lo dispues-
dencial. Disidencia. manos de dejarla sin efecto es uno de los mente asumidas por el Estado argentino to por la Corte Interamericana de Dere-
supuestos en los que la restitución resul- al ingresar al sistema. chos Humanos en relación con la revo-
Véase en página 6, Nota a Fallo ta jurídicamente imposible a la luz de los cación de una sentencia de la Corte Su-
principios fundamentales del derecho pú- 3. - La Corte Interamericana, al ordenar de- prema de Justicia de la Nación que se en-
Hechos: La Corte Interamericana de De- blico argentino; el constituyente ha con- jar sin efecto la sentencia de la Corte Su-
rechos Humanos dejó sin efecto una indem- sagrado en el art. 27 de la Constitución prema de Justicia de la Nación pasada en
nización dispuesta en una sentencia de la Nacional una esfera de reserva soberana, autoridad de cosa juzgada, ha recurrido continúa en página 6
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viene de PÁGINA 5 Estado Argentino, en relación con la re- caso “Fontevecchia y D’Amico c. Argenti- da—, y de conformidad con lo dispuesto
vocación de una sentencia de la Corte Su- na” —AR/JUR/81007/2011— (del voto en en la Convención de Viena sobre el Dere-
prema de Justicia de la Nación, erigiría disidencia del Dr. Maqueda). cho de los Tratados de 1969, no pueden,
cuentra firme no implica negar carácter al organismo internacional como una ins- por razones de orden interno, dejar de
vinculante a las decisiones del organismo tancia “revisora” o “casatoria” de deci- 9. - Las sentencias de la Corte Interamerica- cumplir las obligaciones ya asumidas, so
internacional, sino tan sólo entender que siones jurisdiccionales estatales, catego- na de Derechos Humanos pronunciadas pena de verse comprometida la referida
la obligatoriedad que surge del art. 68.1 de ría que excede el carácter coadyuvante y en causas en las que el Estado argenti- responsabilidad (del voto en disidencia
la CADH debe circunscribirse a aquella complementario de la jurisdicción inter- no sea parte deben ser cumplidas por los del Dr. Maqueda).
materia sobre la cual tiene competencia nacional que se desprende del Preámbulo poderes constituidos en el ámbito de su
el tribunal internacional. de la CADH (del voto del Dr. Rosatti). competencia y, en consecuencia, son obli- 119.917 — CS, 14/02/2017. - Ministerio de Re-
gatorias para la Corte Suprema de Justi- laciones Exteriores y Culto s/informe sen-
6. - La revocación formal de un decisorio de 8. - Dada la obligatoriedad de las senten- cia de la Nación (del voto en disidencia del tencia dictada en el caso ‘Fontevecchia y
la Corte Suprema de Justicia de la Na- cias de la Corte Interamericana de Dr. Maqueda). D’Amico vs. Argentina’ por la Corte Intera-
ción violenta lo dispuesto en los arts. 27 Derechos Humanos, la Corte Supre- mericana de Derechos Humanos.
y 75, inc. 22 de la Constitución Nacional, ma de Justicia de la Nación debe de- 10. - El deber de cumplir con la decisión adop-
cláusulas por las que el Máximo Tribunal jar sin efecto la sentencia dictada en la tada por la Corte Interamericana respon-
debe velar (del voto del Dr. Rosatti). causa “Menem”—Fallos: 324:295; AR/ de a un principio del derecho sobre la res- [Cita on line: AR/JUR/66/2017]
JUR/3292/2001— en tanto condenó a dos ponsabilidad internacional del Estado,
7. - El cumplimiento de lo ordenado por la periodistas al pago de una indemnización según el cual los Estados deben acatar [El fallo in extenso puede consultarse en el Dia-
Corte Interamericana de Derechos Hu- por la difusión de una noticia, ello confor- sus obligaciones convencionales interna- rio LA LEY del 20/02/2017, p. 9, Atención al
manos en un pronunciamiento contra el me a lo dispuesto por ese organismo en el cionales de buena fe —pacta sunt servan- Cliente, www.laleyonline.com.ar o en Proview]
{ NOTAS }
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723) recho de los Tratados suscrita el 23/5/1969. Christian - URIBE, Patricia (eds.), “Convención Ameri- Corte IDH: serie C, nro. 238, fondo, reparaciones y cos-
(1) La reserva y las declaraciones interpretativas he- (2) Para una mayor información acerca de los funda- cana sobre Derechos Humanos”, Konrad Adenauer Stif- tas, 29/11/2011, http://corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/
chas al ratificar la Convención. El instrumento de rati- mentos y las conclusiones que se exponen en este trabajo tung - Programa Estado de Derecho para Latinoamérica seriec_238_esp.pdf.
ficación se recibió en la Secretaría General de la OEA el puede consultarse: PALACIO de CAEIRO, Silvia (dir.) - Ed. Plural, Bolivia, 2014; GARCÍA RAMÍREZ, Sergio, (4) Esta suma con más sus intereses, costas y hono-
5/9/1984, con una reserva y declaraciones interpretati- - CAEIRO PALACIO, María Victoria (coord.), “Trata- “La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Dere- rarios ascendió finalmente a un monto cercano a los
vas. Se procedió al trámite de notificación de la reserva dos de derechos humanos y su influencia en el Derecho chos Humanos”, Ed. UNAM, México, 2001. $ 245.000.
de conformidad con la Convención de Viena sobre el De- Argentino”, Ed. La Ley, Buenos Aires, 2015; STEINER, (3) Petición/caso ante la CIDH 775/01, caso ante la
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párrs. 1º y 2º del PIDCP, y 11, párrs. 2º y 30, rechos Humanos de la Nación y desestimán- Esta regla se aplica de manera constante, la reputación, así como otros derechos que
CADH, entre otras normas (5). Este fallo que- dose la señalada presentación. lo cual puede verificarse de manera particu- pudieran verse afectados por un ejercicio
dó firme y se cumplió la condena económica lar en los casos que podrían conllevar proble- abusivo de la libertad de expresión, en los
dispuesta. III. Aspectos principales del fallo mayoritario de mas en la competencia temporal de la Corte, límites fijados por la propia CADH, los que
la Corte Suprema la cual “está delimitada por el momento en deben responder en su ejercicio a criterios de
Llegado el caso ante la Corte IDH, la sen- que el Estado haya aceptado dicha com- estricta proporcionalidad.
tencia del 29/11/2011 declaró que el Estado La resolución mayoritaria desconoce ex- petencia, ya sea mediante una declaración
argentino había violado el derecho a la liber- plícitamente uno de los puntos de la parte especial o mediante un convenio especial, y Equivalente criterio fue aplicado en “Fon-
tad de expresión de los peticionantes (art. 13, resolutiva de la sentencia de la Corte IDH, mientras la misma permanezca en vigor” (10). tevecchia y D’Amico c. Argentina”, en el que
CADH), afirmándose allí que lo decidido allí que dispuso “dejar sin efecto la condena civil se afirmó que la necesidad de proteger los de-
constituía per se una forma de reparación (6). impuesta a los señores Jorge Fontevecchia y La aplicación y observancia de la juris- rechos que pudieran verse afectados por un
Héctor D’Amico”, considerando que la apli- prudencia internacional de la Corte IDH, en ejercicio abusivo de la libertad de expresión
La plataforma fáctica y jurídica impuso cación de la CADH, por la cual se compro- función de los indicados arts. 63, 68 y concor- requiere la debida observancia de los límites
que en la resolución de la Corte IDH se exa- meten los Estados a cumplir la decisión de la dantes de la CADH, halla su base en el haz fijados a este respecto por la propia Conven-
minaran conceptos tales como el derecho a Corte IDH en todo caso en que sean partes, de obligaciones y deberes hacia los Estados ción.
la honra, la intimidad, la dignidad y la vida carece de alcances revocatorios sobre las re- parte que dimana de dicho instrumento:
privada en su correlación con la libertad de soluciones firmes de la Corte Suprema. Por el efecto vinculante de la doctrina con-
pensamiento y expresión. i. Obligación de respetar y garantizar la sagrada por la Corte IDH en “Kimel c. Argen-
Dice la Corte Suprema en “Ministerio de normativa internacional conforme a un prin- tina”, el Congreso de la Nación de Argentina
Dentro del articulado de la Convención Relaciones Exteriores y Culto” que la obli- cipio de actualización que comprende tanto mediante la ley 26.551 (2009), procedió a mo-
Americana de Derechos Humanos se pre- gatoriedad “alcanza únicamente a las sen- los actos estatales como los de particulares, dificar los arts. 109 y 110 del Cód. Penal referi-
cisaron interpretaciones respecto de: art. 1 tencias dictadas por el tribunal internacional atendiendo especialmente a las situaciones dos a los delitos de calumnia e injuria respec-
(Obligación de respetar los derechos); art. 2 dentro del marco de sus potestades reme- de vulnerabilidad y previniendo las situacio- tivamente, despenalizándose las expresiones
(Deber de adoptar disposiciones de derecho diales. En efecto, es con ese alcance que el nes discriminatorias. sobre asuntos de interés público o que fueren
interno); art. 11 (Protección de la honra y de Estado argentino se ha obligado internacio- asertivas.
la dignidad); art. 13 (Libertad de pensamiento nalmente a acatar las decisiones de la Corte ii. Obligación de adoptar medidas positivas
y de expresión). Interamericana” (7). según los principios de efectividad y progre- De allí que la decisión mayoritaria que
sividad dinámica, que implica la remoción de efectúa la Corte Suprema, en “Ministerio de
Luego de las motivaciones se dispuso que Para ello recurre al argumento de la sub- los obstáculos legales y/o fácticos que pue- Relaciones Exteriores y Culto”, con relación
al Estado argentino le correspondía: sidiariedad de la legislación internacional de dan turbar, entorpecer, dificultar o impedir a la observancia diferenciada o parcial de la
derechos humanos, la inexistencia de una el reconocimiento y goce de los derechos con- resolución de la Corte IDH en “Fontevecchia
a) Dejar sin efecto la condena civil impues- “cuarta instancia” internacional y las cláusu- tenidos en los instrumentos de DDHH. Esto y D’Amico” no preserva tales obligaciones,
ta a Jorge Fontevecchia y Héctor D’Amico, las de la Constitución Nacional, derivando la lleva también al deber de suprimir prácticas pues no observa el sistema jurídico integrado
así como todas sus consecuencias; decisión de mantener la firmeza de la conde- y normas contrarias a ellos, como asimismo con la legislación nacional e internacional en
na ordenada en los autos “Menem, Carlos S. la obligación de adecuar la legislación inter- las condiciones del inc. 22 del art. 75 de la CN.
b) Publicar un resumen oficial de su sen- c. Editorial Perfil SA y otros s/daños y perjui- na —principio de effet utile— y las resolucio- Tampoco encuentra acogida en norma con-
tencia elaborado por la Corte Suprema, por cios - sumario” (8). nes judiciales. vencional ni constitucional alguna.
una sola vez, en el Diario Oficial y en un dia-
rio de amplia circulación nacional, así como III.1. El alcance del artículo 68.1 de la CADH iii. Obligación de respetar el principio de La Corte Suprema, como máximo tribunal
publicar la sentencia completa de la Corte legalidad y de retroactividad conforme al de la República, integra uno de los poderes
Interamericana en la página del Centro de La competencia admitida explícitamente art. 10 de la CADH y de prevenir, investigar y del Estado argentino y sus sentencias y pro-
Información Judicial de la Corte Suprema; por la Argentina respecto de la Corte IDH, sancionar las violaciones de derechos huma- nunciamientos comprometen sin lugar a du-
en los términos señalados precedentemen- nos, con investigación y sanción a los respon- das la responsabilidad internacional de éste.
c) Entregar las sumas reconocidas en di- te, queda enmarcada, entre otras disposicio- sables ex officio. Por lo cual su carácter de tribunal supremo
cho reintegro de los montos oportunamente nes, en lo reglado por los arts. 63 y 68 de la en el orden interno no la habilita a mante-
fijados en la sentencia de la Corte Suprema CADH, los que respectivamente disponen: iv. Obligación de asegurar debido proceso, ner decisiones que han sido descalificadas y
de Justicia, como de los correspondientes a “Competencia y Funciones. Artículo 63. 1. acceso a la justicia, plazo razonable, motiva- objeto de condena al Estado Nacional por la
las reparaciones admitidas en su decisión in- Cuando decida que hubo violación de un de- ción de las resoluciones, recursos judiciales e Corte IDH y, más aún, dejadas sin efecto por
ternacional (daño material, gastos derivados recho o libertad protegidos en esta Conven- imparcialidad contemplados por los arts. 8 y precisamente por oponerse a la doctrina e in-
del trámite del proceso interno como del pro- ción, la Corte dispondrá que se garantice al 25 de la CADH, lo que abarca, entre otras ma- terpretaciones de la CADH.
cedimiento internacional). lesionado en el goce de su derecho o libertad nifestaciones, el aseguramiento del acceso a
conculcados. Dispondrá asimismo, si ello la justicia, respeto del plazo judicial razona- El cumplimiento del art. 68.1 lleva así a una
Los puntos b) y c) fueron puntualmente fuera procedente, que se reparen las con- ble, consagración de recursos efectivos con conclusión opuesta a la conclusión mayorita-
cumplimentados quedando pendiente el pun- secuencias de la medida o situación que ha doble instancia penal o doble conformidad ria, tal como se expuso en el voto en minoría
to a), lo que dio ocasión a la presentación de configurado la vulneración de esos derechos judicial —doble conforme—, resguardo de del Dr. Juan C. Maqueda.
la Dirección General de Derechos Humanos y el pago de una justa indemnización a la procedimientos administrativos, motivación
del Ministerio de Relaciones Exteriores y parte lesionada. 2. En casos de extrema gra- y razonabilidad de las resoluciones. A nivel III.2. Responsabilidad internacional de Ar-
Culto de la Nación, organismo que remitió un vedad y urgencia, y cuando se haga necesa- judicial interno la CADH impone preservar gentina. El principio de unidad del Estado
oficio a la Corte Suprema haciendo conocer rio evitar daños irreparables a las personas, la independencia e imparcialidad de los jue-
el pedido formulado por la Secretaría de De- la Corte, en los asuntos que esté conocien- ces, las condiciones del juicio político, el cum- La responsabilidad internacional de Ar-
rechos Humanos de la Nación. do, podrá tomar las medidas provisionales plimiento a las sentencias internas, el control gentina por el cumplimiento de sus obligacio-
que considere pertinentes. Si se tratare de de convencionalidad ex officio de normas y nes (13), en el marco de la Convención Ame-
Ello originó la anotada causa “Ministerio asuntos que aún no estén sometidos a su actos internos, y los postulados de la repara- ricana, surge en el momento de la violación
de Relaciones Exteriores y Culto s/informe conocimiento, podrá actuar a solicitud de la ción e indemnización plena e integral (11). de las obligaciones generales recogidas en los
sentencia dictada en el caso ‘Fontevecchia Comisión”. arts. 1.1 y 2 de dicho tratado (14).
y D’Amico c. Argentina’ por la CIDH”. Pre- Dentro de las obligaciones positivas que
vio al pronunciamiento se confirió traslado “Artículo 68. 1. Los Estados Partes en la asumió el Estado argentino de remover los La responsabilidad internacional del Es-
al Dr. Carlos S. Menem de la presentación Convención se comprometen a cumplir la de- obstáculos legales y/o fácticos como asimis- tado se establece por “actos u omisiones de
efectuada, quien en su contestación señaló cisión de la Corte en todo caso en que sean mo las prácticas y normas que puedan tur- cualquier poder u órgano de éste, indepen-
que por no haber sido parte en el juicio inter- partes. 2. La parte del fallo que disponga in- bar, entorpecer, dificultar o impedir el reco- dientemente de su jerarquía, que violen la
nacional nada tenía que expresar al respecto. demnización compensatoria se podrá ejecu- nocimiento y goce de los derechos contenidos Convención Americana” (15), y se genera en
tar en el respectivo país por el procedimiento en los instrumentos de DDHH, se hallan com- forma inmediata con el ilícito internacional
Luego de lo cual se dicta el veredicto en interno vigente para la ejecución de senten- prendidas las decisiones judiciales en mérito atribuido al Estado.
14/2/2017, con la mayoría conformada por cias contra el Estado”. de las cuales ha resultado condenado en cau-
los votos de los Dres. Ricardo L. Loren- sas contenciosas. La verificación de la señalada responsabili-
zetti, Elena I. Highton de Nolasco, Carlos La Corte IDH es competente para pronun- dad exige determinar que el hecho sea ilícito
F. Rosenkrantz, el voto individual acorde ciarse sobre su propia competencia, siendo Un ejemplo de cumplimiento de tales obli- desde el plano internacional de derechos hu-
del Dr. Horacio Rosatti y la disidencia del ésta una facultad inherente de todo tribunal gaciones positivas se encuentra en “Kimel c.
Dr. Juan C. Maqueda, decidiéndose no hacer internacional, la cual se encuentra firmemen- Argentina” (12), donde también se examinó
lugar a lo solicitado por la Secretaría de De- te establecida en el Derecho Internacional (9). la protección de los derechos a la honra y a continúa en página 8
{ NOTAS }
(5) CS, “Menem, Carlos S. c. Editorial Perfil SA y FAÚNDEZ LEDESMA, Héctor, “El Sistema Interame- (dir.) - CAEIRO PALACIO, María Victoria (coord.), ob. beres y resoluciones”, en PALACIO de CAEIRO, Silvia
otros s/daños y perjuicios - sumario”, 25/9/2001, Fallos: ricano de Protección de los Derechos Humanos, aspec- cit., t. I, capítulo I, p. 11 y ss. Véase también GIALDINO, (dir.) - CAEIRO PALACIO, María Victoria (coord.), ob.
324:2895. tos institucionales y procesales”, 3ª edic., ps. 601 in fine Rolando, “Derecho Internacional de los Derechos Hu- cit., t., capítulo VII, p. 317 y ss.
(6) Parte resolutiva, pto. 1, de la sentencia “Fontevec- y 602. manos: principios, fuentes, interpretación y obligacio- (14) Cfr. “Masacre de Pueblo Bello”, párr. 111; “Masa-
chia y otros c. Argentina”, p. 40. (10) Ibíd. nes”, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2013. cre de Mapiripán”, párr. 111, y “Condición jurídica y de-
(7) Consid. 6 de la mayoría. (11) El contenido de estas obligaciones ha sido desa- (12) Cfr. “Kimel c. Argentina”, 2/5/2008 (Fondo, Re- rechos de los migrantes indocumentados”, opinión con-
(8) Ver consid. 8 de la mayoría. rrollado con detenimiento en “Argentina y sus obligacio- paraciones y Costas), párr. 51. sultiva OC-18/03 de 17/9/2003, serie A, nro. 18, párr. 140.
(9) NUÑO, Alejandra en AAVV, STEINER, Chris- nes internacionales en la Convención Americana sobre (13) El punto ha sido de examinado en “Responsabili- (15) Cfr. “Hermanos Gómez Paquiyauri”, párr. 71; “Juan
tian - URIBE, Patricia (eds.), ob. cit., p. 894, con cita de Derechos Humanos”, en PALACIO de CAEIRO, Silvia dad internacional del Estado por el cumplimiento de de- H. Sánchez”, párr. 142; “Cinco Pensionistas”, párr. 163.
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viene de PÁGINA 7 tivos a la interpretación o aplicación de la ci- La Corte IDH ejerce sus poderes de tu- Las obligaciones convencionales de los
tada Convención, con la reserva parcial y te- tela judicial internacional de los derechos Estados parte vinculan a todos los poderes
niendo en cuenta las declaraciones interpre- humanos y puede determinar si un reco- y órganos del Estado (29), es decir, todos los
manos, no interesando si resulta ajustado al tativas que se consignan en el instrumento de nocimiento de responsabilidad efectuado poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo,
derecho interno del país. ratificación”. Lo que implicó la aceptación de por un Estado demandado ofrece o no una Judicial y las restantes ramas del poder pú-
la competencia contenciosa de la Corte IDH. base suficiente para continuar con el cono- blico), u otras autoridades públicas o esta-
El art. 27 de la Convención de Viena sobre cimiento del fondo y la determinación de las tales, de cualquier nivel, incluyendo los más
el Derecho de los Tratados establece que los Por ello, la Corte Suprema, al participar del eventuales reparaciones y costas. El Tribu- altos tribunales de justicia de provincias o
Estados parte no pueden invocar disposicio- sistema de poderes de Argentina, se encuen- nal analiza la situación planteada en cada Estados. Ellos tienen el deber de cumplir de
nes de su derecho interno como justificación tra inmersa en el principio de la unidad del caso concreto (24). buena fe con el derecho internacional.
del incumplimiento de un tratado. Estado, según el cual “los actos u omisiones
de los órganos del Estado deben ser recono- La Corte IDH no es una instancia ordina- El art. 33 de la CADH establece que tanto la
En el caso “Gelman c. Uruguay” de cidos como actos u omisiones de ese Estado ria y el acceso a su jurisdicción exige que, Comisión como la Corte Interamericana son
20/3/2013 (16) se resaltan las condiciones obli- en su totalidad. La diversidad de las obliga- previamente, se hayan agotado los recursos “competentes para conocer de los asuntos
gatorias de cumplimiento de las sentencias ciones internacionales no permite hacer una internos e intervenido la totalidad de las ins- relacionados con el cumplimiento de los com-
de la Corte IDH, vinculándolas con el control distinción general entre órganos que puedan tancias judiciales competentes. promisos contraídos por los Estados Partes”.
de convencionalidad que está obligado a eje- cometer un hecho internacionalmente ilícito
cutar todo Estado parte sujeto a condena. y aquellos que no; no existe una categoría de La regla del previo agotamiento de los re- La competencia de la Corte IDH en los ca-
órganos estatales específicamente designa- cursos internos permite al Estado resolver el sos contenciosos comprende las facultades
Se reitera allí, que los Estados tienen la dos para la comisión de ilícitos, en este senti- problema según su derecho interno antes de de disponer lo concerniente para el cese de la
obligación general contenida en el art. 2 de la do cualquier órgano del Estado puede atraer verse enfrentado a un proceso internacional, violación y restablecimiento de los derechos
Convención de adecuar su derecho interno a la responsabilidad internacional del Estado lo cual es especialmente válido en la jurisdic- humanos involucrados, como asimismo las
las disposiciones de ésta (17), para garantizar (...). El art. 4º de la CDI (19) establece que: 1) ción internacional de los derechos humanos, reparaciones jurídicas y fácticas que sean ne-
los derechos en ella consagrados (18). la conducta de cualquier órgano del Estado por ser ésta “coadyuvante o complementaria cesarias para ello. Esas órdenes integran la
debe ser considerada un acto del Estado bajo de la interna” (25). parte dispositiva de los fallos, teniendo ade-
Se afirmó que la parte resolutiva de las derecho internacional, ya sea que el órgano más facultades interpretativas de sus pro-
sentencias debe ser cumplida, cuando ella re- ejerza funciones legislativas, ejecutivas o ju- Las reservas o condiciones que pueden pias sentencias y resoluciones concernientes
fiere expresa y directamente a la parte consi- diciales o cualquiera otra función, cualquiera establecer los Estados al aceptar la jurisdic- a su cumplimiento y supervisión.
derativa, ya que el razonamiento desplegado que sea la posición que mantenga en la orga- ción contenciosa de la Corte IDH no pueden
en los fundamentos es pieza integral de la nización del Estado, o cualquiera que sea su alterarla o desconocerla, habiendo señalado La Corte IDH considera que esto no im-
resolución, por lo cual el Estado concernido carácter como órgano del gobierno central o al respecto que “no tendría sentido suponer pide que sean analizadas legislaciones na-
también queda obligado a darles pleno cum- de la unidad territorial del Estado; 2) un ór- que un Estado que decidió libremente su cionales o internacionales que no hubieren
plimiento (la Corte IDH se refirió a los consi- gano incluye la persona o entidad que tenga aceptación a la competencia contenciosa de sido citadas por la Comisión IDH ni por el
derandos de la sentencia de fondo dictada en ese estatus de acuerdo con el derecho inter- la Corte, haya pretendido en ese mismo mo- Estado demandado, en función del princi-
el caso “Gelman”, Fondo, 2011). no del Estado” (20). mento evitar que ésta ejerza sus funciones pio general de derecho iura novit curia, “del
según lo previsto en la Convención” (26). cual se ha valido reiteradamente la juris-
Asevera el tribunal internacional que, “De El principio de unidad del Estado lleva prudencia internacional [entendiéndolo] en
lo contrario, sería incongruente que la parte a considerar comprendidos los actos y las El art. 25.2.c de la CADH establece la obli- el sentido de que el juzgador posee la facul-
resolutiva o dispositiva de la sentencia sea resoluciones de la Corte Suprema que han gación del Estado de garantizar “el cum- tad e inclusive el deber de aplicar las dispo-
obligatoria sin que se tome en consideración implicado la responsabilidad internacional plimiento, por las autoridades competentes, siciones jurídicas pertinentes en una causa,
la motivación y el contexto en que fue dicta- de Argentina por el incumplimiento de la de toda decisión en que se haya estimado aun cuando las partes no las invoquen ex-
da, máxime cuando se tiene presente que, al CADH. procedente el recurso”. presamente” (30). Está facultado el Tribu-
tenor de lo dispuesto en los artículos 66 a 69 nal para establecer las correspondientes y
de la Convención, el fallo constituye un todo o III.3. Responsabilidad internacional de la Ar- La Corte IDH sostiene que si bien el Con- justas indemnizaciones pecuniarias (conf.
una unidad. En atención a lo anterior, la obli- gentina. El sometimiento a la jurisdicción de la venio Europeo para la Protección de los De- art. 63.1 CADH).
gación de los Estados Parte de dar pronto Corte IDH y cosa juzgada internacional —res rechos Humanos y de las Libertades Funda-
cumplimiento a las decisiones de la Corte es iudicata— mentales no incluye un artículo equivalente Así no obstante reconocerse que los órga-
parte intrínseca de la obligación de cumplir al 25.2.c de la CADH, la jurisprudencia de nos del Sistema Interamericano de Derechos
de buena fe con la Convención Americana y En otro lugar se dijo (21) que los Estados la Corte Europea de Derechos Humanos se Humanos no funcionan como una instancia
vincula a todos los poderes y órganos esta- parte que han ratificado la Convención Ame- ha referido a las exigencias del mismo en su de apelación o revisión de decisiones o sen-
tales”. ricana sobre Derechos Humanos quedan pronunciamiento relativo al art. 6 del cita- tencias dictadas en procesos internos (31),
sometidos a la jurisdicción de la Corte IDH do Convenio, sobre el derecho a un proceso ni es una “cuarta instancia” como afirma el
Las afirmaciones precedentes ponen de re- y de la Comisión IDH en las condiciones se- equitativo (27). voto mayoritario en “Ministerio de Relacio-
lieve la necesidad de realizar una hermenéu- ñaladas en aquélla (22). En esta situación se nes Exteriores y Culto”, debido a la función
tica integral del texto de la sentencia de la halla la Argentina. La obligación de cumplir lo dispuesto en de la Corte IDH para determinar la compa-
Corte IDH a fin de dar acabado cumplimien- las decisiones del Tribunal corresponde a un tibilidad de las actuaciones realizadas en di-
to a lo allí dispuesto desde el Poder Judicial La Corte IDH en ejercicio de su función principio básico del derecho sobre la respon- chos procesos con la CADH y la competencia
de la Nación. contenciosa, conoce, aplica e interpreta la sabilidad internacional del Estado, respalda- para establecer condenas, los Estados par-
Convención Americana y, cuando un caso ha do por la jurisprudencia internacional, según te, incluyendo sus poderes judiciales, deben
La Argentina al tiempo de ratificar y hacer sido sometido a su jurisdicción, siempre que el cual los Estados deben acatar el tratado in- cumplir las decisiones de la Corte IDH cuan-
su Reserva respecto de la CADH reconoció los Estados parte hayan reconocido o reco- ternacional de buena fe (pacta sunt servanda) do resultan condenados por el principio res
específicamente “la competencia de la Comi- nozcan dicha competencia por declaración y, como lo dispone el art. 27 de la Convención iudicata.
sión Interamericana de Derechos Humanos y especial o por convención especial, está fa- de Viena sobre el Derecho de los Tratados
de la Corte Interamericana de Derechos Hu- cultada para declarar la responsabilidad in- de 1969, aquéllos no pueden, por razones de El principio res iudicata internacional que
manos por tiempo indefinido y bajo condición ternacional de un Estado por violación a las orden interno, dejar de asumir la responsabi- tiene valor, eficacia y autoridad de cosa juz-
de estricta reciprocidad, sobre los casos rela- disposiciones de aquélla (23). lidad internacional ya establecida (28). gada internacional impone el cumplimiento
{ NOTAS }
(16) Cfr. “Gelman c. Uruguay”, 20/3/2013, supervisión cipe allant de soi’; Echange des populations grecques et deón García”, párr. 38; “Gómez Palomino”, 22/11/2005, Comisión (A/56/589 y Corr.1)] 56/83, Responsabilidad
de cumplimiento de sentencia. turques, avis consultatif, 1925, C.P.J.I., série B, no. 10, serie C, nro. 136, párr. 28; y “Masacre de Mapiripán”, del Estado por hechos internacionalmente ilícitos, 85ª
(17) Cfr. “Instituto de Reeducación del Menor c. Pa- p. 20)”. Cfr. “Almonacid Arellano y otros c. Chile”, párr. 15/9/2005, serie C, nro. 134, párr. 65; “Ximenes Lopes c. sesión plenaria, 12/12/2001, Documentos Oficiales de la
raguay”, excepciones preliminares, fondo, reparacio- 117; “Instituto de Reeducación del Menor c. Paraguay”, Brasil”, 4/7/2006, fondo, párr. 62 y ss. Asamblea General, 54º período de sesiones, Suplemento
nes y costas, 2/9/2004, serie C, nro. 112, párr. 205; caso excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas, (25) Cfr. “Velásquez Rodríguez c. Honduras”, fondo, nro. 10 y correcciones (A/56/10 y Corr. 1 y 2).
“Bulacio c. Argentina”, fondo, reparaciones y costas, 2/9/2004, serie C, nro. 112, párr. 205, y “Bulacio c. Argen- 29/7/1988, párr. 61; “Godínez Cruz c. Honduras”, fon- (29) Cfr. “Castillo Petruzzi y otros c. Perú”, supervi-
18/9/2003, serie C, nro. 100, párr. 142, y caso “Cinco tina”, fondo, reparaciones y costas, 18/9/2003, serie C, do, 20/1/1989, párr. 64; “Fairén Garbi y Solís Corrales c. sión de cumplimiento de sentencia. Resolución de la Cor-
Pensionistas c. Perú”, fondo, reparaciones y costas, nro. 100, párr. 140. Honduras”, fondo, 15/3/1989, párr. 85. te Interamericana de Derechos Humanos de 17/11/1999,
28/2/2003, serie C, nro. 98, párr. 164. (19) Comisión de Derecho Internacional de la Organi- (26) Cfr. “Benjamin y otros c. Trinidad y Tobago”, ex- consid. 4, y “Barrios Altos c. Perú”, supervisión de cum-
(18) Cfr. “Almonacid Arellano y otros c. Chile”, ex- zación de las Naciones Unidas. cepciones preliminares, 1/9/2001, serie C, nro. 81, párr. plimiento de sentencia, resolución de la Corte Interame-
cepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas, (20) STEINER, Christian - URIBE, Patricia (eds.), ob. 81 y “Constantine y otros c. Trinidad y Tobago”, excep- ricana de Derechos Humanos de 7/9/2012, consid. 4º.
26/9/2006, serie C, nro. 154, párr. 118; caso “Ximenes cit., p. 15. ciones preliminares, 1/9/2001, serie C, nro. 82, párr. 81. (30) Cfr. “Godínez Cruz”, 20/1/1989, serie C, nro. 5,
Lopes c. Brasil”, fondo, reparaciones y costas, 4/7/2006, (21) “Responsabilidad internacional...”, cit., p. 333 y ss. (27) Cfr. “Acevedo Buendía y otros (‘Cesantes y jubi- párr. 172; “Hilaire, Constantine y Benjamin y otros”,
serie C, nro. 149, párr. 83, y caso “La Última Tentación (22) CADH, arts. 52 a 69. lados de la Contraloría’) c. Perú”, 1/7/2009, excepción párr. 107; “Durand y Ugarte”, párr. 76 y “Castillo Pe-
de Cristo” (Olmedo Bustos y otros), 5/2/2001, serie C, (23) Cfr. “Baldeón García”, párr. 37; “Blanco Romero preliminar, fondo, reparaciones y costas. truzzi y otros”, 30/5/1999, serie C, nro. 52, párr. 166.
nro. 73, párr. 85. La Corte ha afirmado en relación con y otros”, 28/11/2005, serie C, nro. 138, párr. 54; y “Gar- (28) Cfr. “Responsabilidad internacional por expedi- (31) Cfr. “Yvon Neptune c. Haití”, 6/5/2008 (fondo, re-
ello que, “[e]n el derecho de gentes, una norma consue- cía Asto y Ramírez Rojas”, 25/11/2005, serie C, nro. 137, ción y aplicación de leyes violatorias de la Convención paraciones y costas), párr. 37 y “Velásquez Rodríguez”,
tudinaria prescribe que un Estado que ha celebrado un párr. 173. (arts. 1 y 2 de la CADH), opinión consultiva OC-14/94 de fondo, párr. 134, y “Suárez Rosero c. Ecuador”, fondo,
convenio internacional, debe introducir en su derecho (24) Cfr. “Acevedo Jaramillo y otros c. Perú”, 9/12/1994, serie A, nro. 14, párr. 35, y “Barrios Altos c. 12/11/1997, serie C, nro. 35, párr. 37. Ver también “Boy-
interno las modificaciones necesarias para asegurar 7/2/2006, serie C, nro. 144, párrs. 169 y 173, “Vargas Perú”, supervisión de cumplimiento de sentencia, re- ce y otros c. Barbados”, excepción preliminar, fondo, re-
la ejecución de las obligaciones asumidas. Esta norma Areco”, 26/9/2006, serie C, nro. 155, párr. 42; “Servellón solución de la Corte IDH de 7/9/2012, consid. 4. Lo an- paraciones y costas, 20/11/2007, serie C, nro. 169 y caso
aparece como válida universalmente y ha sido calificada García y otros”, 21/9/2006, serie C, 152, párr. 52; y “Xi- terior ha sido recogido en “Resolución aprobada por la “Zambrano Vélez y otros c. Ecuador”, fondo, reparacio-
por la jurisprudencia como un principio evidente (‘prín- menes Lopes”, 4/7/2006, serie C, nro. 149, párr. 61, “Bal- Asamblea General [sobre la base del informe de la Sexta nes y costas, 4/7/2007, serie C, nro. 166, párr. 93.
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de la integralidad de la decisión como dijo la por intermedio de cualquiera de sus poderes te en el caso concreto, por lo que sería incon- apreciación nacional tiende a ser de uso muy
Corte IDH en el caso “Gelman” de 2013. u órganos estatales, asegure la ‘vinculatorie- gruente utilizar esa herramienta como justi- restringido (40), se admite pues que los siste-
dad’ y el cumplimiento de la sentencia de la ficación para dejar de cumplir con la misma”. mas europeos y latinoamericanos difieren en
En caso contrario, dicho postulado res iu- Corte, ya sea suprimiendo, modificando o co- ese aspecto, por su evolución histórica, razo-
dicata internacional queda enervado y en la rrigiendo normas jurídicas, sentencias judi- Esta comprensión desautoriza los argu- nes culturales, políticas, idiosincrasia de sus
práctica desconocido si se dispone mantener ciales o comportamientos y prácticas institu- mentos empleados por la Corte Suprema en pueblos, comunidades y naciones, etcétera.
la cosa juzgada interna, tal como afirma el cionales internos, en la medida en que consti- “Ministerio de Relaciones Exteriores y Cul-
pronunciamiento de la mayoría al insistir en tuyan la causa que ha provocado la violación to” que aluden a la subsidiariedad de la legis- Empero para lo que aquí interesa, ni el
la firmeza de la decisión recaída en “Menem, a las disposiciones de la CADH” (32). lación internacional de derechos humanos y principio de subsidiariedad o complementa-
Carlos S. c. Editorial Perfil SA y otros s/da- a la doctrina del margen de apreciación na- riedad ni la doctrina del margen de aprecia-
ños y perjuicios - sumario”, 25/9/2001, cuya “Así lo hizo en ‘Espósito’ (33) al resolver cional con sustento en criterios del Tribunal ción nacional conducen a desconocer la res
doctrina acerca de la libertad de prensa y que la decisión de la Corte IDH en el caso Europeo de Derechos Humanos (37). iudicata internacional, desde que los conteni-
expresión en su relación al derecho a la inti- ‘Bulacio c. Argentina’ sobre el concepto de dos de aquéllos apuntan a la hermenéutica de
midad quedó finalmente contradicha y deses- ‘secuela de juicio’ en los términos del art. 67, En primer lugar, la CADH en los términos las normas internas e internacionales para
timada por la Corte IDH en “Fontevecchia y párr. 4º, del Código Penal, resulta de cum- del reconocimiento argentino por la ley apro- su correcta y justa aplicación en los márge-
D’Amico c. Argentina. Fondo, reparaciones y plimiento obligatorio para el Estado Argen- batoria 23.054 y las reservas efectuadas, se nes interpretativos posibles.
costas”, 29/11/2011. tino (art. 68.1, CADH), por lo cual también encuentra vinculada al sistema jurídico ar-
esta Corte debe subordinar el contenido de gentino por el principio complementariedad, Y, en tal sentido se advierte que la propia
De tal modo se produce una situación de sus decisiones a las de dicho tribunal inter- que presenta estrecha relación con el control Corte Suprema por unanimidad, mayoría o
incongruencia en el plano jurídico argentino, nacional. Y luego en ‘Derecho, René J.’ (34), de convencionalidad, desde que “la responsa- en algunas disidencias, utilizó como doctri-
que ha sido complementado por la normati- confirma —por mayoría— la obligatoriedad bilidad estatal bajo la Convención sólo puede na válida la establecida en “Fontevecchia y
va de la CADH según el texto constitucional de los fallos dictados por la Corte Interame- ser exigida a nivel internacional después de D’Amico c. Argentina” y su análogo “Kimel
(inc. 22, art. 75 CN), al quedar consagradas ricana en aquellos procesos en que nuestro que el Estado haya tenido la oportunidad de c. Argentina” en variados precedentes. Pue-
dos resoluciones opuestas y en contradic- país es parte, en el caso acatando la senten- declarar la violación y reparar el daño ocasio- den citarse por ejemplo, los casos “Garrido,
ción, con autoridad ambas de res judicata o cia y por ello dejando sin efecto aquella otra nado por sus propios medios. Este principio Carlos M. c. EN - AFIP s/amparo - ley 16.986”
cosa juzgada, una interna y otra internacio- que dictara con anterioridad —que había de complementariedad (también llamado ‘de (21/6/2016) (41), “Grupo Clarín y otros c. Po-
nal, respectivamente. pasado en autoridad de cosa juzgada— por subsidiariedad’) informa transversalmen- der Ejecutivo Nacional y otro s/acción mera-
la que confirmara a su vez la decisión del in- te el Sistema Interamericano de Derechos mente declarativa” (29/10/2013) (42), “B., H.
Desde el plano institucional, la Corte IDH ferior, en cuanto había declarado extinguida Humanos, el cual es, tal como lo expresa el G. c. América TV SA y otros” (27/8/2013) (43),
está obligada a controlar y verificar si el Es- por prescripción la acción penal y sobreseído Preámbulo de la misma Convención Ameri- “C. C., R. A. c. A., S. E. y otros s/daños y per-
tado argentino ha respetado el mandato in- parcial y definitivamente a un imputado que cana, ‘coadyuvante o complementario de la juicios” (14/8/2013) (44), “Rodríguez Pere-
ternacional surgido de los convenios de dere- se le atribuyó el delito previsto en el art. 144 [protección] que ofrece el derecho interno yra, Jorge L. y otra c. Ejército Argentino”
chos humanos, desde que su incumplimiento bis del Código Penal” (35). de los Estados americanos’ (...). Así adquiere (27/11/2012) (45), “Quantin, Norberto J. c. Be-
le es plenamente imputable. sentido el mecanismo convencional, el cual nedetti, Jorge E. s/derechos personalísimos”,
Las autoridades estatales están en la obli- obliga a todos los jueces y órganos judiciales (30/10/2012) (46). Se alude y cita en ellos la in-
Los lineamientos expuestos anteriormen- gación de ejercer ex officio un “control de a prevenir potenciales violaciones a derechos terpretación realizada por la Corte IDH en el
te, referidos a la obligatoriedad de la juris- convencionalidad” entre las normas, actos humanos, las cuales deben solucionarse a ni- caso “Fontevecchia y D’Amico c. Argentina”,
prudencia de la Corte IDH, son plenamente internos y la Convención Americana, en el vel interno teniendo en cuenta las interpreta- concordándose con la jurisprudencia esta-
aplicables a la Argentina en su condición de marco de sus respectivas competencias y de ciones de la Corte Interamericana y, solo en blecida, expresándose que sirve de guía para
Estado parte de la Convención Americana. las regulaciones procesales correspondien- caso contrario, pueden ser considerados por la interpretación de los preceptos convencio-
tes. En esta tarea, deben tener en cuenta no ésta, en cuyo supuesto ejercerá un control nales (47).
Ello la hace responsable ante la jurisdic- solamente el tratado, sino también la exé- complementario de convencionalidad” (38).
ción internacional, por la sanción o el man- gesis que del mismo ha hecho la Corte IDH, Reafirmó la Corte Suprema en los men-
tenimiento de legislaciones, decisiones, con- intérprete última de la Convención America- Con relación a la doctrina del margen de tados antecedentes, con base en la exégesis
ductas u omisiones contrarias a la norma na (36). apreciación nacional, se ha explicado que “El del tribunal internacional, la protección a
convencional y violatorias de derechos hu- Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha la libertad de expresión respecto de las opi-
manos. Se aludió anteriormente a que la Corte hecho una contribución importante, que has- niones o informaciones sobre asuntos en los
IDH distingue las situaciones del control de ta este momento no ha sido seguida sino muy cuales la sociedad tiene un legítimo interés
A ello no se opone el art. 27 de la CN, que es convencionalidad obligatorio, lo que exige di- limitadamente por la Corte Interamericana, de mantenerse informada, de conocer lo que
reafirmado por el inc. 22 del art. 75, cuando es- ferenciar los casos en los que ha recaído una con la doctrina del margen de apreciación incide sobre el funcionamiento, del Estado,
tablece el compromiso internacional para el sentencia firme con alcance de cosa juzgada nacional que no es sino una de las tantas o afecta derechos a intereses generales o le
cumplimiento de los tratados en las condicio- internacional (res iudicata) en contra de un aplicaciones concretas del principio de sub- acarrea consecuencias importantes. En algu-
nes de su vigencia, que no son otras —como determinado Estado, de aquellos otros con- sidiariedad. Como primera aproximación a no hay citas textuales del caso “Fontevecchia
se dijo— que las Reservas, Declaraciones y textos en donde no hay sentencia directa en este concepto se dice que constituye una de- y D’Amico c. Argentina”.
Reconocimiento de Competencia realizadas contra del mismo sino respecto de un tercer ferencia de los tribunales regionales hacia la
por Argentina ante la OEA respecto de la Estado. interpretación de los derechos fundamenta- De ahí que los postulados de subsidiarie-
CADH —pacta sunt servanda—. les que hacen los Estados, en los casos en los dad, complementariedad y doctrina del mar-
En la primera de las hipótesis descriptas que no existe consenso internacional sobre gen de apreciación nacional no constituyen
III.4. El efecto vinculante de la res iudicata y se está en presencia de cosa juzgada inter- temas sensibles. Pero no es una deferencia obstáculos para el cumplimiento de una reso-
el control de convencionalidad nacional, en razón de lo cual el Estado está con la soberanía de los Estados, ni con sus lución con autoridad de cosa juzgada interna-
compelido a cumplir y aplicar la sentencia. potestades discrecionales, sino con la diver- cional, como lo es la del señalado precedente,
Con relación al efecto vinculante de las Esto obliga al Estado condenado a efectuar sidad cultural y las identidades locales (...). desde que la doctrina de la Corte IDH senta-
sentencias de la Corte IDH, la doctrina ha el control de convencionalidad según los di- La finalidad principal de esta doctrina es dar da en el mismo, ha sido seguida y observada
señalado que “cuando el tribunal interame- rectos términos y mandatos expuestos en la cabida a la diversidad cultural en la interpre- por la Corte Suprema en variados asuntos.
ricano resuelve un caso concreto donde la sentencia, sin que sea factible poder apartar- tación de los derechos humanos a la hora de
Argentina ha sido parte, su decisión es vincu- se ni de los razonamientos ni de los términos precisar su alcance, legitimidad de sus res- Interesa destacar además la fuerza vincu-
lante porque el Estado argentino ha aceptado decisorios. tricciones y solución de conflictos, cuando lante indirecta de las sentencias de la Corte
su jurisdicción transnacional y está directa- estas cuestiones tocan aspectos que afectan IDH que adquieren valor de res interpretata.
mente afectado. Si bien el tribunal regional Expresa la Corte IDH en caso “Gelman” contenidos esenciales de algunas culturas o
no ejerce un poder de decisión directo e in- (2013): “en el presente caso que existe cosa rozan su núcleo de creencias, principios y va- Se sostiene que “las sentencias interameri-
mediato sobre el ordenamiento jurídico pro- juzgada se trata simplemente de emplearlo lores no negociables” (39). canas tienen un efecto general o erga omnes,
pio del Estado condenado, sí lo lleva a cabo de (control de convencionalidad) para dar cum-
forma mediata, toda vez que posee facultades plimiento en su integridad y de buena fe a lo Reconociéndose que en el ámbito del siste-
convencionales para ordenar que el Estado, ordenado en la Sentencia dictada por la Cor- ma interamericano la doctrina del margen de continúa en página 10
{ NOTAS }
(32) ÁBALOS, María Gabriela, “La cláusula federal familiares c. Argentina”, párr. 303. Partes). Esto significa que los Estados Parte no sólo de- (39) BARRERA BUTELER, Guillermo E, “Derecho a
de la Convención Americana de Derechos Humanos”, (37) En el voto mayoritario y en el individual del ben ejecutar las sentencias de la Corte pronunciadas en la vida”, en PALACIO de CAEIRO, Silvia (dir.) - CAEI-
en PALACIO de CAEIRO, Silvia (dir.) - CAEIRO PALA- Dr. Horacio Rosatti. casos en que son parte, sino también deben tomar en RO PALACIO, María Victoria (coord.), ob. cit., t. I,
CIO, María Victoria (coord.), ob. cit., t. I, p. 293. (38) Cfr., en similar sentido, caso de la “Masacre de consideración las posibles implicaciones que las senten- cap. X, p. 529.
(33) Fallos: 327:5668. Santo Domingo c. Colombia”, párr. 144. La eficacia inter- cias pronunciadas en otros casos puedan tener en sus (40) Ibíd.
(34) CS, D. 1682. XL. Recurso de hecho, “Derecho, pretativa del tratado internacional se observa también propios ordenamientos jurídicos y prácticas legales [3. (41) CS, LA LEY, 2016-E, 113.
René J. s/incidente de prescripción de la acción penal”, en la práctica de autoridades y tribunales nacionales en The principle of solidarity implies that the case-law of (42) CS, LA LEY, 2013-F, 36.
causa 24.079, del 29/11/2011. el Sistema Europeo de Derechos Humanos. Al respecto, the Court forms part of the Convention, thus extending (43) CS, LA LEY, 2013-E, 270.
(35) ÁBALOS, María Gabriela, ob. cit. véase Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, the legally binding force of the Convention erga omnes (44) CS, LA LEY, 2013-F, 374.
(36) Cfr. “Almonacid Arellano y otros c. Chile”, párr. resolución 1226 de 28/9/2000, “Execution of judgments (to all the other parties). This means that the states par- (45) CS, Fallos: 335:2333.
124; “Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) c. of the European Court of Human Rights”: “3. El prin- ties not only have to execute the judgments of the Court (46) CS, LA LEY, 28/11/2012, 12.
Brasil”, párr. 176, y “Cabrera García y Montiel Flores c. cipio de solidaridad implica que la jurisprudencia de la pronounced in cases to which they are party, but also (47) Fallos: 318:514; 319:1840; 323:4130 y 330:3640.
México”, excepción preliminar, fondo, reparaciones y Corte [Europea de Derechos Humanos] forma parte de have to take into consideration the possible implications
costas, 26/11/2010, serie C, nro. 220, párr. 225. Véase asi- la Convención, extendiendo así la fuerza legalmente vin- which judgments pronounced in other cases may have
mismo “Gelman c. Uruguay”, 2011, párr. 193, y “Furlan y culante de la Convención erga omnes (a todas las otras for their own legal system and legal practice]”.
10 | miércoles 8 DE marzo DE 2017
viene de PÁGINA 9 que tiene en la actualidad la Corte Interame- sión, lo cual se refleja en la evolución que ha jurisdiccionales emanadas de la Corte IDH,
ricana en relación con los casos que le son tenido el tema en los distintos reglamentos que han quedado firmes y ejecutoriadas por
sometidos trascienden la adecuada interpre- de la Corte” (58). su valor de cosa juzgada, son ejecutables y
para todos los Estados parte de la Conven- tación los tratados de derechos humanos y el resultan de cumplimiento obligatorio para el
ción Americana, a la Comisión Interamerica- otorgamiento de las reparaciones debidas. La Corte IDH está facultada para verificar Estado argentino, en los términos del art. 68.1
na y para las víctimas. Así, la interpretación De manera cada vez más apremiante, la Cor- si se ha respetado y observado el holding, ra- de la CADH.
de la Convención Americana pasa a tener el te se enfrenta al desafío de garantizar que tio decidendum y aun las rationes obiter dictum.
efecto de cosa juzgada no sólo frente al caso sus resoluciones sean implementadas efec- En función de la señalada norma, aseve-
concreto decidido sino frente a futuros ca- tivamente. Las preocupaciones de este reto Asimismo, como se vio en líneas preceden- ró que debe subordinar el contenido de sus
sos” (48). compartido entre todas las partes del proce- tes, en el proceso de supervisión de senten- pronunciamientos a las del tribunal inte-
so contencioso (en especial, el Estado) se han cias el tribunal internacional tiene atribucio- ramericano, como se expresó entre otros,
Es decir la cosa juzgada inter partes —res visto reflejadas en la producción de artículos, nes para verificar el cumplimiento de las mo- en los casos “Nápoli” (1998) (62), “Espósito”
iudicata— se revela respecto de los demás Es- documentos, publicaciones, seminarios y dalidades reparatorias impuestas conforme (2004) (63), “Mazzeo” (2007) (64), “Cantos”
tados parte como la cosa interpretada —res otros eventos, que buscan hacer énfasis en a las particularidades y las situaciones por (disidencia del juez Maqueda) (65), “Derecho”
interpretata—, cuya eficacia erga omnes es un el cumplimiento de los fallos concretos, como las cuales el país ha resultado inculpado. (2011) (66), “Castañeda” (2011) (67), “Carranza
criterio que se va imponiendo paulatinamen- en la importancia de contar con herramien- Latrubesse” (68), entre otros (69). Estas cau-
te (49). tas al interior de los Estados (leyes, instruc- En la Argentina no existe a nivel nacional sas son citadas también en el voto disidente
ciones, decretos, manuales, etc.), que tracen normas constitucionales ni legales, que regu- del Dr. Juan Carlos Maqueda.
III.5. Supervisión de las sentencias una ruta clara cuando se emite un fallo contra len la forma de admisión de las sentencias de
el Estado. En tal sentido, una de las más mar- la Corte IDH, por lo que podría hablarse de IV. Consecuencias jurídicas de la decisión de la
Los arts. 67, 68 y 69 de la CADH rigen lo cadas diferencias entre el Sistema Interame- un esquema de recepción “lisa y llana” (59). Corte Suprema en el ámbito interno
relativo al cumplimiento de las sentencias de ricano y su homólogo europeo tiene que ver
la Corte IDH. con la instancia a cargo de que los fallos sean Tampoco se ha instrumentado un carril de Además de los aspectos internacionales
cumplidos de manera adecuada. Como se ha recepción de las sentencias ni reglas expre- comentados en torno al cumplimiento de las
En el supuesto de una sentencia estimato- mencionado previamente, aun no se ha pues- sas para que las provincias se incorporen de sentencias de la Corte IDH y la responsabili-
ria de condena a un Estado, todos los pode- to en práctica la disposición convencional que manera efectiva a este modelo obligatorio de dad de la Argentina, la decisión de la Corte
res, órganos y autoridades del mismo están faculta a la Corte para que remita un caso de cumplimiento interjurisdiccional e interna- Suprema en “Ministerio de Relaciones Exte-
obligados a cumplir con la sentencia, sin que incumplimiento a los órganos políticos de la cional. riores y Cultos” es susceptible de acarrear
se requiera algún procedimiento o interpre- OEA a fin de que éstos, en su investidura de gravosas consecuencias en el orden jurídico
tación interno o nacional para ello (50). garantes colectivos, realicen las gestiones Advierte Hitters que la problemática re- interno del país.
necesarias para que un Estado determinado lativa a los mecanismos de recepción de las
En la inteligencia de la Convención Ame- cumpla con sus obligaciones internacionales. sentencias de la Corte IDH “aparece con En primer lugar, debe anotarse la incon-
ricana, los propios Estados americanos han Tampoco se ha discutido con mayor seriedad ribetes más complicados en los Estados Fe- gruencia de mantener con autoridad de cosa
dispuesto un sistema de garantía colectiva la importancia de hacer eficaces en el ámbi- derales —en la Argentina hablamos de las juzgada dos resoluciones que son contradic-
y, en su mérito, deben procurar todos los es- to interno las normas convencionales, ya sea autonomías provinciales—, habida cuenta torias entre sí.
fuerzos que abonen el cumplimiento de las a través de la incorporación de las normas de que la responsabilidad que emana de los
sentencias de la Corte IDH (51). sustantivas como de la adopción de norma- arts. 1.1, 2 y 28 del Pacto de San José de Cos- Evidentemente en esta situación se encuen-
tividad o creación de instancias que garanti- ta Rica surgen por vía de principio contra el tran los pronunciamientos de la Corte IDH y
Según el principio de derecho internacional cen el adecuado cumplimiento de los fallos al Estado central, sin perjuicio de las medidas de la Corte Suprema, desde que en la senten-
de la identidad o continuidad del Estado, la igual que la implementación de las medidas o conductas que lleven a cabo las provincias cia internacional (2010) se estableció que la
responsabilidad subsiste para todos sus pode- de protección dictadas. Si bien es cierto que (...). Hemos visto que de la interpretación que Argentina, mediante sus resoluciones judicia-
res y órganos, con independencia de los cam- también hay una mayor dificultad en Estados se infiere del nombrado art. 28 (Convención les incluida la de la Corte Suprema, violó el
bios de gobierno en el transcurso del tiempo federales, con un gran territorio, o en hechos Americana), si bien el mismo atribuye una derecho a la libertad de expresión reconocido
y, concretamente, entre el momento en que se ocurridos fuera de las capitales o por fun- responsabilidad primaria para el Estado Na- en el art. 13 de la CADH, en relación con el
comete el hecho ilícito que genera la respon- cionarios de varias entidades públicas, ello cional, las provincias no pueden desligarse, art. 1.1 de la misma, en perjuicio de los señores
sabilidad y aquel en que ella es declarada (52). no debe tenerse nunca como un argumento ni la Nación valerse del referido precepto Jorge Fontevecchia y Héctor D’Amico, como
válido para justificar el incumplimiento esta- para disminuir la suya, ya que todo el país asimismo que incumplió la obligación general
La supervisión del cumplimiento de las tal. No obstante, dado que el control político sin distinción de competencias se encuentra de adoptar disposiciones de derecho interno
sentencias y decisiones se realiza conforme no ha sido eficaz, los dos órganos del Siste- obligado a asegurar la plena vigencia de los respecto de la libertad de pensamiento y de
a lo establecido por el art. 69 del Reglamento ma Interamericano han empezado a realizar derechos humanos que surgen de las Con- expresión, según el art. 2 de la CADH.
de la Corte IDH (53), siendo aquélla una facul- acciones para verificar el cumplimiento de venciones aprobadas y del ius cogens” (60).
tad inherente a las funciones jurisdiccionales sus resoluciones y para asentarlos, de alguna Mientras que en la resolución de la Corte
de ésta (54). manera, en sus informes anuales o resolucio- En este último aspecto, asevera el autor Suprema (2001), por el contrario, se sostuvo
nes. En tal sentido, vale la pena hacer una con acierto que “el art. 28 de la Convención que en ejercicio del derecho de expresión de
En congruencia, los Estados deben ase- valoración histórica del actuar del tribunal sirve para deslindar responsabilidades en las ideas u opiniones no puede extenderse en
gurar la implementación a nivel interno de interamericano en esta materia. Si bien des- distintas jurisdicciones en el ámbito domés- detrimento de la necesaria armonía con los
lo dispuesto por el Tribunal en sus decisio- de sus primeros fallos en los casos hondure- tico, pero nunca para eximir al Estado Federal restantes derechos constitucionales, entre
nes (55), de lo que se deduce el compromiso de ños la Corte determinó “que supervisará el del cumplimiento de las sentencias condenato- los que se encuentran el de la integridad mo-
cumplir las obligaciones internacionales (56). cumplimiento del pago de la indemnización rias” (61). ral, el honor y la intimidad de las personas
acordada y que sólo después de su cancela- (arts. 14, 19 y 33 de la CN), en cuya base con-
Respecto del proceso de supervisión de ción archivará el expediente”, la Corte ha ido La Corte Suprema argentina afirmó en firmó la condena impuesta a los Sres. Fonte-
sentencias se ha señalado (57) que “Los retos perfeccionando sus mecanismos de supervi- numerosos precedentes que las decisiones vecchia y D’Amico.
{ NOTAS }
(48) AYALA CORAO, Carlos M., “La ejecución de (50) Cfr. “Gelman c. Uruguay”, 20/3/2013, voto razo- cia para supervisar el cumplimiento de sus decisiones, y cana y tribunales internos”, en Corte IDH, La Corte In-
sentencias de la Corte Interamericana de Derechos nado del juez Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot. en ésta escuchará el parecer de la Comisión. 4. Una vez teramericana de Derechos Humanos: Un Cuarto de Siglo:
Humanos - The execution of the decisions of the Inter- (51) Corte IDH, Supervisión de cumplimiento de sen- que el Tribunal cuente con la información pertinente, 1979-2004, San José, Costa Rica, 2005, ps. 330, 379 y ss.
American Human Rights Court”, en La ejecución de sen- tencia, 23/11/2012, “Apitz Barbera y otros (‘Corte Pri- determinará el estado del cumplimiento de lo resuelto y (58) Corte IDH, “Supervisión de sentencias (Aplicabi-
tencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, mera de lo Contencioso Administrativo’) c. Venezuela”, emitirá las resoluciones que estime pertinentes. 5. Estas lidad del artículo 65 de la CADH)”, 29/6/2005, resolutivo
Estudios Constitucionales, año 5 nro. 1, Universidad de consids. 46 y 47. disposiciones se aplican también para casos no someti- 1; Cfr. Corte IDH, “Velásquez Rodríguez c. Honduras”,
Talca, 2007, ps. 127 a 201. El autor referencia diversos (52) Cfr. “Gelman c. Uruguay”, 20/3/2013; “Velás- dos por la Comisión”. Véase también en el Reglamento: reparaciones y costas, 21/7/1989, serie C, nro. 7, resolu-
casos del derecho comparado interamericano en los quez Rodríguez c. Honduras”, fondo, 29/7/1988, serie art. 17.2 (competencia de los jueces para la supervisión); tivo 5; y Corte IDH, “Godínez Cruz c. Honduras”, repa-
cuales máximos tribunales de diferentes países han ra- C nro. 4, párr. 184, y “Godínez Cruz c. Honduras”, fon- art. 27.7 (supervisión de medidas provisionales o caute- raciones y costas, 21/7/1989, serie C, nro. 8, resolutivo 5.
tificado las condición de la jurisprudencia vinculante de do, 20/1/1989, serie C, nro. 5, párr. 194. Véase asimismo, lares), art. 30.5 (acumulación de diferentes sentencias (59) HITTERS, Juan C., “Cláusula federal y supervi-
la Corte IDH. “Yvon Neptune c. Haití”, fondo, reparaciones y costas, para su supervisión). sión de las sentencias de la Corte IDH (control de con-
(49) Aunque vale aclarar que en la doctrina se escu- 6/5/2008, serie C, nro. 180, párr. 40 a 42. (54) Cfr. “Cabrera García y Montiel Flores c. México”, vencionalidad), en AA.VV., Tratado de derecho federal y
chan autorizadas voces críticas respecto de esta pos- (53) Reglamento de la Corte IDH. “Art. 69. Supervi- resolución de la Corte IDH Interamericana de Derechos leyes especiales, Ed. La Ley, Buenos Aires, 2013, t. I. p. 93.
tura, afirmándose que nada excluye que una sentencia sión de cumplimiento de sentencias y otras decisiones Humanos de 21/8/2013, supervisión de cumplimiento de (60) Ibíd.
internacional pueda ser contraria a las normas impera- del Tribunal. 1. La supervisión de las sentencias y demás sentencia. (61) Ibíd.
tivas del jus cogens. Véase en tal sentido, RABI BALDI decisiones de la Corte se realizará mediante la presenta- (55) Cfr. “Baena, Ricardo y otros c. Panamá”, com- (62) Fallos: 321:3630.
CABANILLAS, Renato, “Eficacia de las sentencia de la ción de informes estatales y de las correspondientes ob- petencia, 28/11/2003, serie C, nro. 104, párrs. 60 y 131, (63) Fallos: 327:5668.
Corte Suprema de Justicia de la Nación, frente a deci- servaciones a dichos informes por parte de las víctimas y “Abrill Alosilla y otros c. Perú”, supervisión de Cum- (64) Fallos: 330:3248.
siones internacionales”, en XXVII Congreso Nacional o sus representantes. La Comisión deberá presentar ob- plimiento de Sentencia, resolución de la Corte IDH Inte- (65) Fallos: 326:2968.
de Derecho Procesal - Ponencias generales y ponencias servaciones al informe del Estado y a las observaciones ramericana de Derechos Humanos de 22/5/2013, consid. (66) Fallos: 334:1504.
seleccionadas, Córdoba, 2013, p. 245 y ss. Véase también de las víctimas o sus representantes. 2. La Corte podrá 3. (67) Fallos: 334:1489.
la opinión de este autor en PALACIO de CAEIRO, Silvia requerir a otras fuentes de información datos relevantes (56) Mayores consideraciones relativas al proceso de (68) CS, LA LEY, 2013-E, 167.
(dir.) - CAEIRO PALACIO, María Victoria (coord.), ob. sobre el caso, que permitan apreciar el cumplimiento. supervisión de sentencias por la Corte IDH, véase PA- (69) Véase PALACIO de CAEIRO, Silvia (dir.) - CAEI-
cit., “El caso “Artavia Murillo c. Costa Rica” de la CIDH: Para los mismos efectos podrá también requerir los pe- LACIO de CAEIRO, Silvia (dir.) - CAEIRO PALACIO, RO PALACIO, María Victoria (coord.), ob. cit., t. I, p. 378
las técnicas de fertilización asistida; el estatuto del em- ritajes e informes que considere oportunos. 3. Cuando lo María Victoria (coord.), ob. cit., t. I, p. 337 y ss. y ss.
brión y sus efectos en el derecho interno”, tomo I, capí- considere pertinente, el Tribunal podrá convocar al Es- (57) NUÑO, Alejandra, ob. cit., p. 911; GARCÍA-SA-
tulo XI, p. 551. tado y a los representantes de las víctimas a una audien- YÁN, Diego, “Una viva interacción: Corte Interameri-
miércoles 8 DE marzo DE 2017 | 11
Esta incongruencia, además de producir puesto el Sr. Carlos Saúl Menem, quien en los Evidentemente el litigio civil entre dos escándalo jurisdiccional, pago indebido, en-
la ruptura del denominado diálogo jurispru- términos de las resoluciones nacionales per- particulares en los que finalmente el Esta- riquecimiento sin causa e imposibilidad del
dencia o diálogo interjurisdiccional entre los cibió los montos de la condena interna, ha- do fue encontrado responsable por las deci- Estado Nacional de requerir los montos abo-
tribunales supremos, conduce a una incerti- bría cobrado indebidamente y se produciría siones judiciales domésticas evidencia una nados a un tercero.
dumbre jurídica. a su respecto un pago indebido con enrique- problemática jurídica y económica no exa-
cimiento sin causa, figura expresamente con- minada en la sentencia de la Corte Suprema V. Conclusión
La reparación ordenada por la Corte IDH templada en el art. 1794 del Cód. Civ. y Com. en “Ministerio de Relaciones Exteriores y
implicó una condena consistente en el pago de vigente, que fuera reconocida por la doctrina Culto”. El criterio plasmado en el voto mayorita-
costas y gastos producidos en el proceso inter- y la jurisprudencia anterior a la reforma civil, rio y concurrente de la Corte Suprema en
nacional, el reintegro de las sumas abonadas lo que podría facultar al Estado Nacional a su La negativa de la Corte a revocar la senten- “Ministerio de Relaciones Exteriores y Cul-
como consecuencia de las sentencias internas repetición. cia de 2001 bajo el argumento de privilegiar to” presenta demasiadas implicancias para
(párrs. 128, 129, 131 y 105), dentro del plazo de el carácter de órgano supremo puede obrar Argentina en el cumplimiento de sus obli-
un año contado a partir de la notificación de Aquí se torna importante indagar acer- finalmente en detrimento de intereses pa- gaciones internacionales, según ha quedado
la sentencia. Lo que efectivamente Argentina ca de un resarcimiento por parte del Es- trimoniales del Estado argentino, quien de- señalado, y no condice con la línea que venía
cumplió según lo reconoce la Corte Suprema. tado Nacional debido a sumas pagadas a bió asumir una condena justamente por las sosteniéndose conforme lo pone de manifies-
un tercero que finalmente se benefició. resoluciones judiciales internas que ordena- to el voto disidente.
De allí que el beneficiado por el pronun- Al resultar condenas patrimoniales aquél ron un resarcimiento indebido a quien fuera
ciamiento de la Corte Suprema, en este su- debe tener la posibilidad de resarcirse. el presidente de la República, conforme a lo Parecería acercarse al principio secular
Pero tal contingencia se torna imposible establecido en el citado caso “Fontevecchia y de las Leyes de Indias: “Acato pero no cum-
al mantenerse la autoridad de la cosa juz- D’Amico c. Argentina”. plo” (70), largamente superado por la evolu-
{ NOTAS } gada interna del caso “Menem, Carlos S. ción del derecho contemporáneo. l
c. Editorial Perfil SA y otros s/daños y La causa entre particulares en que fue dic-
(70) BLANCO FOMBONA, Rufino, “El conquistador perjuicios - sumario”, cuyos efectos fue- tado el pronunciamiento de 2001 —condena
español del siglo XVI. Ensayo de interpretación”, Ed. ron dejados sin efecto y anulados por la civil— lo torna susceptible de producir ob- Cita on line: AR/DOC/498/2017
Mundo Latino, Madrid, 1922. Corte IDH. jeciones en torno a incongruencia jurídica,
jurisprudencia
Intereses los arts. 656 y 953 del mismo cuerpo legal,
disposiciones que facultan al juzgador a
en un mutuo celebrado el 16 de febrero de
2012—, la tasa no debe superar un inte-
nuncia formulada por una usuaria que
compró un par de zapatillas cuya des-
morigerarlas, reduciéndolas a límites razo- rés anual del 8% en concepto de compen- cripción no coincidía con el que le fue en-
Proceso de ejecución. Morigeración de nables. satorios y el 4% por punitorios (cfr. esta tregado por el vendedor. La Cámara re-
intereses en un mutuo en dólares. Facul- sala, expte. nº 20.734/2003 del 5 de julio chazó el recurso de apelación interpuesto
tades del juez. Normas del Código Civil y Tales principios han sido receptados en de 2013). por la multada.
Comercial el Cód. Civil y Comercial al consagrar ex-
presamente la facultad judicial de reducir En estos términos, pues, se admitirá la Una empresa dedicada a la intermedia-
1. - En un supuesto donde se reclama una los intereses, cuando la tasa fijada exceda pretensión recursiva intentada. ción de compras, ventas y pagos por In-
deuda en dólares con causa en un mu- sin justificación y desproporcionadamente ternet debe ser multada por infracción
tuo celebrado en el año 2012, la tasa no el costo medio del dinero para deudores y IV. En cuanto a las costas de alzada, te- a los arts. 4, 9, 11, 13 y 34 de la ley 24.240,
debe superar un interés anual del 8% operaciones similares en el lugar donde niendo en cuenta lo debatible de la cuestión, en virtud de la denuncia formulada por
en concepto de compensatorios y el 4% se contrajo la operación (art. 771). Incluso la existencia de criterios contrapuestos en una usuaria que compró un producto
por punitorios, ello teniendo en cuenta para el caso en que el exceso se presente la jurisprudencia y que los deudores no res- cuya descripción no coincidió con el que
las actuales condiciones económico-fi- en intereses punitorios, por imperio del pondieron el traslado de fs. 83, se impon- le entregó el vendedor, pues, en la me-
nancieras y las facultades del juez pre- art. 769 del Cód. Civil y Comercial rige lo drán en el orden causado. dida que cobra por publicitar y por la
vistas en el art. 771 del Código Civil y dispuesto por el 2º párrafo del art. 794 del concreción de las operaciones, deviene
Comercial. mismo plexo normativo que —de modo aná- En suma, por lo hasta aquí apuntado, el responsable en los términos del estatuto
logo a como lo disponía el art. 656 del Cód. Tribunal resuelve: 1) Admitir el recurso de consumeril, ya que se da una situación
2. - La decisión sobre el límite de los intere- Civil— permite al juez reducir las penas apelación interpuesto por el ejecutante y de conexidad contractual donde los in-
ses (arts. 771, 769 y 794, 2do párr., Código desproporcionadas. modificar la resolución de fs. 75 en lo que tervinientes asumen una garantía soli-
Civil y Comercial) no consiste en deter- a la tasa de los intereses refiere, fijándola daria.
minar una tasa de interés, sino en limi- En definitiva, nuestro ordenamiento en los términos indicados en el apartado
tar la pactada en la medida en que incre- continúa reaccionando contra las tasas de III del presente; 2) Imponer las costas de 119.919 — C 4 a C i v . y C o m . , C ó r d o b a ,
mente la deuda de una manera despro- interés que incrementan la deuda de una alzada en el orden causado. Regístrese, no- 29/12/2016. - Mercado Libre S.R.L. c. Di-
porcionada y sin justificación. manera desproporcionada y sin justifica- tifíquese y devuélvase. Se hace constar que rección de Defensa del Consumidor y Leal-
ción, de modo que habremos de expedirnos la publicación de la presente sentencia se tad Comercial s/ rec. apel. c/decisiones au-
119.918 — CNCiv., sala I, 22/11/2016. - sobre ello sin que la sucesión de normas — encuentra sometida a lo dispuesto por el toridad adm. o pers. jurídica púb. no esta-
Poliak, Raúl Ignacio c. Goldsztein s/ que brinda facultades morigeratorias aná- art. 164, 2º párrafo del Código Procesal y tal (civil).
ejecución. logas—, plantee un problema de aplicación art. 64 del Reglamento para la Justicia Na-
temporal de las leyes. cional, sin perjuicio de lo cual será remiti-
da al Centro de Información Judicial a los [Cita on line: AR/JUR/97601/2016]
[Cita on line: AR/JUR/85843/2016] Ahora bien, la decisión sobre el límite fines previstos por las Acordadas 15/13 y
de los accesorios exige tener en cuenta 24/13 de la C.S.J.N. La doctora Ubiedo no 2ª Instancia.- Córdoba, diciembre 29
que la materia a resolver no consiste en firma por hallarse en uso de licencia (art. 34 de 2016.
COSTAS determinar una tasa de interés, sino sólo inc. c) R.L.). — Patricia E. Castro. — Paola
en limitar la pactada, en la medida en que M. Guisado. Considerando: I. Una consumidora com-
En el orden causado. ésta resulte violatoria de la regla moral pró un par de zapatillas a través de Mer-
establecida por las normas antes señala- cado Libre, y recibió unas usadas y en
das. Y la determinación de ese punto es caja de otra marca, por lo que efectuó la
2ª Instancia.- Buenos Aires, noviem- esencialmente contingente, pues los tri- denuncia en la Dirección de Defensa del
bre 22 de 2016. bunales a ese fin no pueden sino decidir Consumidor.
viene de PÁGINA 11 De lo expuesto surge claro que no es po- y sin autorización, la imagen de una modelo, bien jurídico protegido, el interés público
sible acompañar a la apelante cuando pre- vinculándola a sitios pornográficos. De tal comprometido y la necesidad de prevenir
tende adjetivar su actividad como ajena a la modo, no es dable analogar ambas situacio- este tipo de inconductas en el futuro.
limita a publicitar la oferta, y a contactar a compraventa realizada. nes, porque presentan elementos esenciales
compradora y vendedora, sin que por ello diversos, por lo cual la cuestión relativa al Sin embargo, como no es posible incurrir
pueda imputársele responsabilidad alguna. Se trata de una situación de conexidad factor de atribución aplicable en la causa en una reforma en perjuicio de la apelante,
Alega que su parte sólo realiza una pres- contractual, donde los intervinientes asu- en examen no deja de tener el carácter im- el monto se mantiene. Por ello, y en virtud
tación de un servicio de “clasificados”, tal men una garantía solidaria para con la puesto legalmente, esto es: responsabilidad de lo dispuesto por el art. 382 in fine del
como los que se realizan tradicionalmente, damnificada. objetiva. C.P.C., se resuelve: Rechazar el recurso de
pero a través de un portal de Internet. El apelación. Protocolícese, incorpórese copia,
hecho de cobrar un precio por la publica- No es otra la visión de la Cámara Nacional VI. Por fin, y en lo que atañe al monto de hágase saber y bajen. Certifico que la reso-
ción y/o cobrar otro precio por las tran- de Apelaciones en lo Civil, Sala K, cuando la multa ($20.000) la impugnante no ha de- lución que antecede no fue suscripta por el
sacciones llevadas a cabo —prosigue— no señaló que “lo cierto es que Mercado Libre mostrado que tal cuantificación resulte lesi- doctor Miguel Ángel Bustos Argañarás por
importa participar en la compraventa, de interviene —y por ende es responsable— va a su derecho de propiedad, e irrazonable encontrarse de licencia anual correspon-
modo que la ajenidad en esta última justi- desde el mismo momento en que, creando en función de los hechos que dieron lugar diente al año en curso, desde el 01 al 31 de
fica —a su entender— la revocación de la una apariencia, logra atraer para sí la con- a su imposición. Como lo destaca el señor diciembre de 2016 (Arg. Art. 382 in fine del
sanción. fianza de sus clientes. Y, precisamente, esa Fiscal de Cámara, aquel monto luce insufi- CPC). — Raúl E. Fernández. — Cristina E.
confianza constituye la fuente primaria de ciente en función de las faltas cometidas, la González de La Vega.
Cuestiona la aplicabilidad del precedente sus obligaciones. También lo es de sus ga- posición en el mercado de la impugnante, el
“Claps...” por contener una doctrina diame- nancias. Sea cual sea el argumento que se
tralmente opuesta a la de la C.S.J.N. que no tomen, no es discutible que Mercado Libre
admite la responsabilidad objetiva. Afirma es un intermediario que integra la cadena
la inexistencia de infracción a los arts. 4, 9, comercial y, siendo tal, será solidariamente
11, 13 y 34 del estatuto consumeril, dado que responsable con los otros sujetos integran-
su parte no es proveedora. tes de esa red. Se puede afirmar que el in-
Propiedad de La Ley S.A.E. e I - Administración, Comercialización y Redacción: Tucumán 1471 (C. P. 1050 AAC) Teléfono: 54-11-4378-4765 - Bs. As. Rep. Arg. - Registro Nacional de la Propiedad Intelectual Nº 5074180
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