La Violencia
La Violencia
La Violencia
Por otro lado, el Gaitanismo se instauró como una corriente nueva dentro del
Liberalismo, originada en la figura de Jorge Eliécer Gaitán, el líder del extinto partido
UNIR, que aunque ni marxista o radicalmente revolucionario, concentraba diversos
matices del pensamiento original del Manifiesto Liberal de Ezequiel Rojas. Gaitán
era popular entre las masas, y aunque Turbay no era tan carismático, para
mediados de 1945, la Dirección Nacional Liberal escogió su candidatura como la
oficial, dejando el Gaitanismo como una tendencia independiente. En este clima
político, Mariano Ospina Pérez encabezaba un conservadurismo unido que arrasó
en las elecciones presidenciales de 1946. En el discurso de la toma de posesión,
realizado en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, Ospina Pérez pidió
comprensión a la extrema derecha conservadora, y a los sectores Gaitanistas que
sellaran diferencias, y que con su voluntad él formaría un gobierno de Unidad
Nacional. El gabinete fue distribuido entre ambas agrupaciones, si bien los
Ministerios más importantes fueron retenidos por el Partido Conservador.
No obstante, en las áreas rurales del centro y sur del país (en las regiones andinas),
pronto estallaron violentas luchas entre seguidores de uno y otro partido atizadas
por la creciente participación de la Policía (denominada PoPol -Policía Política- por
la oposición) en favor de las huestes conservadoras. Estas acciones dejaron 14.000
muertos ya en 1947. Sin embargo el verdadero punto de no retorno en la
confrontación llegaría poco después.7
El Bogotazo
Artículo principal: Bogotazo
El 9 de abril de 1948, fue asesinado en Bogotá el jefe liberal Jorge Eliécer Gaitán,
cuando en la ciudad se celebraba la IX Conferencia Panamericana que dio
nacimiento a la Organización de los Estados Americanos (OEA). El crimen de
Gaitán, Jefe Único del Partido Liberal , ocurrió a las 13:05 h, cuando el caudillo
después de trabajar en su oficina, salía a almorzar: en la calle un hombre se le
acercó, sacó un arma y le disparó. La conmoción general se transformó en una
turba, que mutiló y paseó por las calles el cuerpo del magnicida, Juan Roa Sierra.
El control del senado, le permitió al partido liberal adelantar las elecciones para
noviembre de 1949, pero cuando los legisladores trataron de juzgar al presidente
Ospina en el parlamento, este decidió declarar el Estado de sitio y asumir poderes
dictatoriales.8 En consecuencia para las elecciones presidenciales que se
celebrarían el 27 de noviembre, el liberalismo alegando falta de garantías, no
presentó su candidato, y con la complicidad de ciertos mandos del Ejército,
promovió un paro cívico que se daría paralelo a una sublevación militar que se
efectuaría dos días antes de las justas presidenciales. El golpe fue abortado a última
hora y solo se levantó la guarnición de Villavicencio, mientras en Bogotá la marcha
de los dirigentes liberales era tiroteada. Allí murió el hermano de Dario Echandia, el
líder del liberalismo.8 Esto facilitó el triunfo del Partido Conservador en cabeza de
Laureano Gómez, quien continuó y profundizó la política de seguridad de su
antecesor frente a la violencia partidista,8 política que no contemplaba negociar con
los rebeldes y claramente se orientaba hacia una verdadera guerra de exterminio
contra sus contradictores políticos. Pero el mismo día de las elecciones, más de 500
guerrilleros liberales al mando de Rafael Rangel, asaltaron San Vicente de Chucuri
y dieron muerte a más de 200 personas entre civiles, paramilitares conservadores
y policías. Además la rebelión del Capitán Alfredo Silva en Villavicencio había
encendido la Orinoquia. Era el anuncio de una nueva fase del conflicto bipartidista.
A partir de entonces las áreas rurales fueron aún más devastadas, debido a las
campañas de pacificación en las que unidades mixtas de Ejercito, Policía y
paramilitares conservadores practicaban la táctica de tierra arrasada, mientras que
las guerrillas respondían a su vez con creciente brutalidad y arrasaban con las
zonas de predominio conservador, robando, matando y saqueando lo que
encontraran. En el curso de una de las mayores campañas de contraguerrilla,
efectuada en abril de 1952 en zona rural de Líbano (Tolima), alrededor de 1500
personas fueron asesinadas por las fuerzas gubernamentales.10 Sin embargo, la
brutalidad de la represión solo redundo en el fortalecimiento de la insurgencia, que
se vio favorecida también por el hecho de que las FF.MM. no estaban preparadas
para un conflicto irregular de esa magnitud. La fuerza adquirida por estos grupos,
quedó de manifiesto el 12 de julio de 1952, cuando las cuadrillas del Llano al mando
de Guadalupe Salcedo, emboscaron a una columna de 100 efectivos del Ejército en
El Turpial (Puerto López, Meta) y dieron de baja a 96 soldados. 1112
Luego en agosto de 1952, y promovida por el Partido Comunista Colombiano, se da
la Conferencia Guerrillera Nacional en una vereda cercana a Viotá. A la denominada
Conferencia de Boyacá o Primera Conferencia del Movimiento Popular de
Liberación Nacional, asistieron guerrilleros liberales de Antioquia y Santander, y
otros grupos liberales y comunistas de Cundinamarca y sur del Tolíma. Los grupos
armados trataban de coordinar sus acciones hasta entonces limitadas a las áreas
de influencia de cada organización. El 31 de diciembre de 1952, una gruesa
columna de rebeldes trato de tomarse por asalto la base aérea de Palanquero,
corazón del dispositivo militar de las Fuerzas armadas. Y si bien fue un fracaso,
evidencio la creciente amenaza de la guerrilla liberal al establecimiento.13
Inmediatamente después del golpe, Rojas Pinilla buscó un acercamiento con los
líderes de las guerrillas liberales garantizándoles una amnistía parcial.14 La
mayoría se acogió a los términos de la misma y se desmovilizó entre agosto y
octubre de 1953, desactivando la aguda situación de Violencia; la excepción fueron
las cuadrillas marxistas que al mando de Jacobo Prías Alape, "Charro Negro",
siguieron combatiendo en el sur de Tolima y norte de Cauca, si bien eran bastante
marginales. Sin embargo, menos de un año después, la masacre de junio de 1954
en la cual perecieron una decena de estudiantes en Bogotá abrió un nuevo periodo
de guerra. El General Rojas prohibió al Partido Comunista, acusado de querer
desestabilizar su gobierno, e inicio una intensa persecución contra sus cuadros,
cercando y hostigando sus áreas de influencia: todo culminó en la llamada Guerra
de Villarrica entre noviembre de 1954 y junio de 1955. Producto de este choque las
fuerzas comunistas debieron replegarse desde el Sumapaz tolimense hacia
pequeños enclaves en la Cordillera Oriental: Alto Sumapaz cundinamarques, El
Pato, Ariari y Guayabero. El conflicto contra los grupos comunistas también se
agravó en el triangulo Huila - sur de Tolima - Norte de Cauca. Por añadidura el
asesinato de varios de los jefes liberales amnistiados y el incumplimiento de las
promesas oficiales, contribuyó a que en breve plazo muchas de las cuadrillas
subversivas liberales se rearmaran (excepto las llaneras) y volvieran a combatir
contra el gobierno, si bien esta segunda insurgencia estaba dirigida claramente
contra el Estado y no tenía ya móviles partidistas. En todo caso fue mucho más
limitada y se concentró en el sur del Tolima, el Magdalena Medio y las regiones
cafeteras (Viejo Caldas, Valle del Cauca y norte del Tolima), zonas que además se
vieron sometidas a la violencia terrorista de los denominados “Pájaros”, que estaban
al servicio de los terratenientes conservadores.
Los líderes de los partidos Liberal y Conservador finalmente acordaron que, durante
un nuevo período de transición iniciado en 1958 y que se extendería por los
próximos cuatro períodos presidenciales (16 años), ambas agrupaciones se
alternarían en el poder. Éste sistema se denominó el "Frente Nacional" y fue
concebido como una forma de terminar de una vez por todas con el conflicto
bipartidista de los años 50´s.
El frente Nacional
Véanse también: Frente Nacional (Colombia) y Pacto de Benidorm.
En el año 1957 para poner fin a la "Violencia" el Partido Liberal y el Partido
Conservador formaron una coalición llamada el Frente Nacional. Mediante este
acuerdo los dos partidos acordaban alternarse en el ejercicio del poder apoyando a
un único candidato presidencial y se dividían todos los cargos oficiales por igual. De
esta manera se logró estabilidad política por 16 años. Una oposición no esperada
se llevó a cabo por aquellos partidos que no habían sido involucrados en el acuerdo,
como la Alianza Nacional Popular organizado por el depuesto general Gustavo
Rojas Pinilla.