La Violencia

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La violencia

Durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo, quien reemplazó a Alfonso López


Pumarejo después de su renuncia, el Partido Liberal se vio afectado por la ausencia
de su líder natural, y entró en una pugna interior. Mientras tanto las toldas
conservadoras, que no llegaban al Palacio de San Carlos desde 1930, se
concentraban alrededor del presidente del directorio nacional conservador, Mariano
Ospina Pérez.

El discurso sosegado de la nueva tendencia conservadora encontró asidero en la


convulsionada sociedad colombiana, mientras que el liberalismo finalmente se
declaró dividido entre los seguidores de Alberto Lleras Camargo y los de Jorge
Eliécer Gaitán. El Llerismo representaba a las élites comerciales y al viejo
liberalismo elitista que instauró la República Liberal; en ultimas la continuidad del
proyecto de las Presidencias de Eduardo Santos y Enrique Olaya Herrera.

Por otro lado, el Gaitanismo se instauró como una corriente nueva dentro del
Liberalismo, originada en la figura de Jorge Eliécer Gaitán, el líder del extinto partido
UNIR, que aunque ni marxista o radicalmente revolucionario, concentraba diversos
matices del pensamiento original del Manifiesto Liberal de Ezequiel Rojas. Gaitán
era popular entre las masas, y aunque Turbay no era tan carismático, para
mediados de 1945, la Dirección Nacional Liberal escogió su candidatura como la
oficial, dejando el Gaitanismo como una tendencia independiente. En este clima
político, Mariano Ospina Pérez encabezaba un conservadurismo unido que arrasó
en las elecciones presidenciales de 1946. En el discurso de la toma de posesión,
realizado en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, Ospina Pérez pidió
comprensión a la extrema derecha conservadora, y a los sectores Gaitanistas que
sellaran diferencias, y que con su voluntad él formaría un gobierno de Unidad
Nacional. El gabinete fue distribuido entre ambas agrupaciones, si bien los
Ministerios más importantes fueron retenidos por el Partido Conservador.

No obstante, en las áreas rurales del centro y sur del país (en las regiones andinas),
pronto estallaron violentas luchas entre seguidores de uno y otro partido atizadas
por la creciente participación de la Policía (denominada PoPol -Policía Política- por
la oposición) en favor de las huestes conservadoras. Estas acciones dejaron 14.000
muertos ya en 1947. Sin embargo el verdadero punto de no retorno en la
confrontación llegaría poco después.7
El Bogotazo
Artículo principal: Bogotazo
El 9 de abril de 1948, fue asesinado en Bogotá el jefe liberal Jorge Eliécer Gaitán,
cuando en la ciudad se celebraba la IX Conferencia Panamericana que dio
nacimiento a la Organización de los Estados Americanos (OEA). El crimen de
Gaitán, Jefe Único del Partido Liberal , ocurrió a las 13:05 h, cuando el caudillo
después de trabajar en su oficina, salía a almorzar: en la calle un hombre se le
acercó, sacó un arma y le disparó. La conmoción general se transformó en una
turba, que mutiló y paseó por las calles el cuerpo del magnicida, Juan Roa Sierra.

Aun cuando el magnicidio no tuvo aparentemente un móvil político partidista, este


crimen generó un cruento levantamiento popular en la capital, que se extendió al
resto de la nación, conocido como el Bogotazo, dando inicio al periodo bélico de la
historia conocido como "La Violencia". Al menos 3500 personas murieron en los
combates que se extendieron por una semana. No obstante, el gobierno de Ospina
Pérez logró aplastar la revuelta y el primer mandatario culminó su periodo en 1950.

Guerra civil no declarada


Si bien en un principio, Ospina Pérez accedió a establecer un gobierno de coalición,
y se formó un nuevo gabinete de Unidad Nacional, el agitado periodo pre-electoral
de 1949, forzó su ruptura. En las elecciones parlamentarias de junio de ese año, los
liberales se alzaron con la victoria, por lo que los conservadores sintiéndose
amenazados de cara a las presidenciales de 1950, desataron una intensa ola de
denuncias en las que acusaban a los gobiernos de la hegemonía liberal de haber
expedido 1.800.000 cédulas falsas para ganar las justas. La violencia verbal
degeneró pronto en armada, cuando bandas de conservadores denominadas como
"pájaros", equipados con complacencia del gobierno, al lado de algunas unidades
de la policía departamental y municipal en manos de caciques conservadores,
desataron una cruenta campaña de masacres y asesinatos en numerosas partes
del país, sobre todo en el Valle del Cauca donde en el plazo de 3 meses perecieron
más de 2000 personas.

El control del senado, le permitió al partido liberal adelantar las elecciones para
noviembre de 1949, pero cuando los legisladores trataron de juzgar al presidente
Ospina en el parlamento, este decidió declarar el Estado de sitio y asumir poderes
dictatoriales.8 En consecuencia para las elecciones presidenciales que se
celebrarían el 27 de noviembre, el liberalismo alegando falta de garantías, no
presentó su candidato, y con la complicidad de ciertos mandos del Ejército,
promovió un paro cívico que se daría paralelo a una sublevación militar que se
efectuaría dos días antes de las justas presidenciales. El golpe fue abortado a última
hora y solo se levantó la guarnición de Villavicencio, mientras en Bogotá la marcha
de los dirigentes liberales era tiroteada. Allí murió el hermano de Dario Echandia, el
líder del liberalismo.8 Esto facilitó el triunfo del Partido Conservador en cabeza de
Laureano Gómez, quien continuó y profundizó la política de seguridad de su
antecesor frente a la violencia partidista,8 política que no contemplaba negociar con
los rebeldes y claramente se orientaba hacia una verdadera guerra de exterminio
contra sus contradictores políticos. Pero el mismo día de las elecciones, más de 500
guerrilleros liberales al mando de Rafael Rangel, asaltaron San Vicente de Chucuri
y dieron muerte a más de 200 personas entre civiles, paramilitares conservadores
y policías. Además la rebelión del Capitán Alfredo Silva en Villavicencio había
encendido la Orinoquia. Era el anuncio de una nueva fase del conflicto bipartidista.

Como efecto lógico, la política de represión a ultranza provocó la conformación de


guerrillas liberales para oponerse al autoritarismo del gobierno conservador.9
Pronto se levantaron en armas más de 10.000 hombres en los Llanos Orientales,
occidente de Cundinamarca, sur del Tolima, Sumapaz, Magdalena Medio
santandereano, sur de Cordoba y Antioquia. Además de dichas agrupaciones, en
Tolima y Cundinamarca se conformaron grupos armados irregulares, ligados al
Partido Comunista. Para enfrentarlos sectores afines al gobierno armaron a las
contraguerrillas o guerrillas de paz, mientras el Ejército, ajeno hasta entonces al
conflicto, era movilizado para enfrentar la caótica situación frente a la cual la Policía
se mostraba impotente.

A partir de entonces las áreas rurales fueron aún más devastadas, debido a las
campañas de pacificación en las que unidades mixtas de Ejercito, Policía y
paramilitares conservadores practicaban la táctica de tierra arrasada, mientras que
las guerrillas respondían a su vez con creciente brutalidad y arrasaban con las
zonas de predominio conservador, robando, matando y saqueando lo que
encontraran. En el curso de una de las mayores campañas de contraguerrilla,
efectuada en abril de 1952 en zona rural de Líbano (Tolima), alrededor de 1500
personas fueron asesinadas por las fuerzas gubernamentales.10 Sin embargo, la
brutalidad de la represión solo redundo en el fortalecimiento de la insurgencia, que
se vio favorecida también por el hecho de que las FF.MM. no estaban preparadas
para un conflicto irregular de esa magnitud. La fuerza adquirida por estos grupos,
quedó de manifiesto el 12 de julio de 1952, cuando las cuadrillas del Llano al mando
de Guadalupe Salcedo, emboscaron a una columna de 100 efectivos del Ejército en
El Turpial (Puerto López, Meta) y dieron de baja a 96 soldados. 1112
Luego en agosto de 1952, y promovida por el Partido Comunista Colombiano, se da
la Conferencia Guerrillera Nacional en una vereda cercana a Viotá. A la denominada
Conferencia de Boyacá o Primera Conferencia del Movimiento Popular de
Liberación Nacional, asistieron guerrilleros liberales de Antioquia y Santander, y
otros grupos liberales y comunistas de Cundinamarca y sur del Tolíma. Los grupos
armados trataban de coordinar sus acciones hasta entonces limitadas a las áreas
de influencia de cada organización. El 31 de diciembre de 1952, una gruesa
columna de rebeldes trato de tomarse por asalto la base aérea de Palanquero,
corazón del dispositivo militar de las Fuerzas armadas. Y si bien fue un fracaso,
evidencio la creciente amenaza de la guerrilla liberal al establecimiento.13

El fracaso de las políticas oficiales, su impotencia para aplastar la subversión, la


agudización del conflicto que derivaba hacia una completa guerra civil y la
desconfianza que inspiraban las actitudes personales de un Gómez proclive al
fascismo, llevaron a que este perdiera buena parte del apoyo del establecimiento, y
a que en junio de 1953 el Ejército colombiano secundado por la clase política
tradicional, le propinara un golpe de estado. El poder fue asumido por el general
Gustavo Rojas Pinilla.14

Dictadura de Rojas Pinilla


Artículo principal: Golpe de Estado en Colombia en 1953
El sábado 13 de junio de 1953, el General Gustavo Rojas Pinilla tomó el poder
derrocando al presidente Laureano Gómez y estableció un gobierno militar avalado
por el Ejército y otros miembros de la sociedad colombiana en lo que fue conocido
como el "golpe de opinión". Se puso término a la primera etapa de "La Violencia", al
llegarse a una tregua con las guerrillas liberales, pero la violencia partidista dio paso
a la represión dictatorial que incluyó la censura de prensa y el bloqueo a toda forma
de oposición así como la persecución al protestantismo.

Inmediatamente después del golpe, Rojas Pinilla buscó un acercamiento con los
líderes de las guerrillas liberales garantizándoles una amnistía parcial.14 La
mayoría se acogió a los términos de la misma y se desmovilizó entre agosto y
octubre de 1953, desactivando la aguda situación de Violencia; la excepción fueron
las cuadrillas marxistas que al mando de Jacobo Prías Alape, "Charro Negro",
siguieron combatiendo en el sur de Tolima y norte de Cauca, si bien eran bastante
marginales. Sin embargo, menos de un año después, la masacre de junio de 1954
en la cual perecieron una decena de estudiantes en Bogotá abrió un nuevo periodo
de guerra. El General Rojas prohibió al Partido Comunista, acusado de querer
desestabilizar su gobierno, e inicio una intensa persecución contra sus cuadros,
cercando y hostigando sus áreas de influencia: todo culminó en la llamada Guerra
de Villarrica entre noviembre de 1954 y junio de 1955. Producto de este choque las
fuerzas comunistas debieron replegarse desde el Sumapaz tolimense hacia
pequeños enclaves en la Cordillera Oriental: Alto Sumapaz cundinamarques, El
Pato, Ariari y Guayabero. El conflicto contra los grupos comunistas también se
agravó en el triangulo Huila - sur de Tolima - Norte de Cauca. Por añadidura el
asesinato de varios de los jefes liberales amnistiados y el incumplimiento de las
promesas oficiales, contribuyó a que en breve plazo muchas de las cuadrillas
subversivas liberales se rearmaran (excepto las llaneras) y volvieran a combatir
contra el gobierno, si bien esta segunda insurgencia estaba dirigida claramente
contra el Estado y no tenía ya móviles partidistas. En todo caso fue mucho más
limitada y se concentró en el sur del Tolima, el Magdalena Medio y las regiones
cafeteras (Viejo Caldas, Valle del Cauca y norte del Tolima), zonas que además se
vieron sometidas a la violencia terrorista de los denominados “Pájaros”, que estaban
al servicio de los terratenientes conservadores.

En todo caso la dirigencia tradicional del estamento bipartidista, preocupada por la


veleidades populistas de Rojas Pinilla -quien además pretendía extender su
mandato por 4 años más- promovió apoyada en las clases populares opuestas al
régimen militar, un paro nacional en mayo de 1957. Sin el apoyo incondicional del
Ejército, que le retiro su beneplácito en el último momento, el Teniente General tuvo
que renunciar a la presidencia el 10 de mayo. El poder fue asumido entonces por
una Junta Militar de transición mientras se reanudaba el sistema político
democrático tradicional colombiano. Se calcula que aproximadamente 175.000
personas fueron asesinadas,15 y más de dos millones de colombianos debieron
huir del campo hacia las ciudades durante La Violencia.14

Los líderes de los partidos Liberal y Conservador finalmente acordaron que, durante
un nuevo período de transición iniciado en 1958 y que se extendería por los
próximos cuatro períodos presidenciales (16 años), ambas agrupaciones se
alternarían en el poder. Éste sistema se denominó el "Frente Nacional" y fue
concebido como una forma de terminar de una vez por todas con el conflicto
bipartidista de los años 50´s.

El frente Nacional
Véanse también: Frente Nacional (Colombia) y Pacto de Benidorm.
En el año 1957 para poner fin a la "Violencia" el Partido Liberal y el Partido
Conservador formaron una coalición llamada el Frente Nacional. Mediante este
acuerdo los dos partidos acordaban alternarse en el ejercicio del poder apoyando a
un único candidato presidencial y se dividían todos los cargos oficiales por igual. De
esta manera se logró estabilidad política por 16 años. Una oposición no esperada
se llevó a cabo por aquellos partidos que no habían sido involucrados en el acuerdo,
como la Alianza Nacional Popular organizado por el depuesto general Gustavo
Rojas Pinilla.

Pronto el descontento de los campesinos, que habían visto defraudadas sus


esperanzas en el acuerdo bipartidista de 1958, fue asumido en parte por los
denominados “Bandoleros” y del otro por los proyectos políticos revolucionarios
emergentes o comunistas, que empezaron a proliferar basándose en la experiencia
cubana.

En efecto, la paz no vino acompañada por reformas de fondo en el sector agrícola


o la reparación a los millones de víctimas despojadas en La Violencia, lo que
provocó que el conflicto por la tierra siguiera latente. Las tensiones producto del
surgimiento de nuevos movimientos sociales, tampoco hallaron un marco de
respuesta adecuada desde el poder, ejercido por el pacto bipartidista del Frente
Nacional. Esto a la larga se convirtió en el caldo de cultivo para un nuevo conflicto
armado. Los temores propios de la Guerra Fría, y la idea de que la revolución
cubana se acabaría extendiendo por todo el continente, hicieron el resto. En efecto,
desde Estados Unidos se promocionó la denominada Doctrina de Seguridad
Nacional, un concepto utilizado para definir ciertas acciones de la política exterior
estadounidense tendientes a que las fuerzas armadas de los países
latinoamericanos modificaran su misión para dedicarse con exclusividad a
garantizar el orden interno, con el fin de combatir aquellas ideologías,
organizaciones o movimientos que, dentro de cada país, pudieran favorecer o
apoyar al comunismo en el contexto del enfrentamiento ideológico con la URSS. El
entrenamiento brindado a los distintos ejércitos latinoamericanos en tácticas de
contrainsurgencia en la Escuela de las Américas en Panamá, es uno de los
episodios ilustrativos de este fenómeno.16171819

Repúblicas independientes, bandolerismo y un nuevo conflicto


La caída del General Gustavo Rojas Pinilla en mayo de 1957 y la llegada al poder
del Frente Nacional en agosto de 1958, acrecentaron las esperanzas de paz.
Muchas de las cuadrillas liberales que quedaban activas se desarmaron y pactaron
con la administración de Lleras Camargo en virtud de un plan de rehabilitación, pero
a su vez otras bandas de combatientes, que tenían el patrocinio soterrado de
algunos terratenientes que buscaban proteger sus territorios, se constituyeron en
los famosos bandoleros, que devastaron buena parte del centro del país entre
finales de la década de los 50 y principios de los 60. Habiendo perdido para las
élites su carácter político, pues los dos partidos habían pactado la paz, en lo
sucesivo fueron considerados simples criminales comunes, bandoleros
desadaptados a la vida civil.

El otro factor de violencia en ese periodo, las denominadas Autodefensas


Campesinas, adscritas al Partido Comunista y replegadas a 4 pequeños enclaves -
dos en la Cordillera Central, Marquetalia y Riochiquito; dos en la Cordillera Oriental,
El Pato y Guayabero-, optaron por cesar sus acciones militares (entre finales de
1957 y principios de 1960) sin entregar sus armas pues desconfiaban de las
intenciones del gobierno, logrando de esta manera una tensa paz. Pero a corto
plazo el conflicto se reactivó en el sur de Tolima, donde los antiguos guerrilleros
liberales y terratenientes locales, empezaron a hostigar a los comunistas, dando
muerte a cabecillas amnistiados o que se hallaban inactivos. El 11 de enero de 1960
fue asesinado en las calles de Gaitania (Tolima) el principal líder comunista de la
región; Jacobo Prías Alape, alias Charro Negro. Después de este suceso, la lucha
contra el gobierno se reactivó en los territorios de las Autodefensas Campesinas en
el sur del Tolima, que estaban al mando del temido “Tirofijo”.

En respuesta a la difícil encrucijada y al acoso de las autoridades, se celebró en el


mes de junio de 1961 y en el más riguroso secreto el IX Congreso del Partido
Comunista, que aprobó por primera vez la tesis de combinar todas las formas de
lucha. Meses más tarde, el senador conservador Álvaro Gómez Hurtado, comenzó
a denunciar ante el Congreso de la República, la existencia de unas llamadas
repúblicas independientes en el interior de Colombia: Marquetalia, El Pato,
Sumapaz, Riochiquito, la región del Ariari y la intendencia del Vichada, (esta última
debido a los intentos del MOEC de crear en la zona un foco guerrillero); zonas que
según él se hallaban por fuera de la soberanía nacional y bajo el control de los
comunistas instruidos desde Moscú. En una intervención ante el parlamento
efectuada el 25 de octubre de 1961 señalo:

"...Hay en este país una serie de repúblicas independientes que no reconocen la


soberanía del Estado Colombiano, donde el Ejército Colombiano no puede entrar,
donde se le dice que su presencia es nefanda, que ahuyenta al pueblo, o a los
habitantes... Hay la República Independiente de Sumapaz. Hay la República
Independiente de Planadas, la de Río chiquito, la de este bandolero que se llama
Richard y ahora, tenemos el nacimiento de...la República Independiente de
Vichada”.
Alvaro Gomez Hurtado.
Transición hacia una nueva Violencia
Artículos principales: Bandolerismo en Colombia, Conflicto armado en Colombia y
Desplazamiento forzado en Colombia.
Una de las consecuencias del conflicto interpartidista en Colombia fue el
recrudecimiento de la delincuencia y del bandolerismo especialmente en zonas
rurales. Algunos personajes y líderes de las guerrillas liberales o de los grupos
armados conservadores, como Efraín González Téllez alias "Siete colores", Jacinto
Cruz Usma alias "Sangrenegra" o Teófilo Rojas Varón alias "Chispas", no
respetaron o se acogieron a las treguas y amnistías convirtiéndose en bandoleros
célebres que protagonizaron episodios sangrientos en la historia de Colombia hasta
ser abatidos por la policía o el ejército. Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo",
superó esa etapa y bajo ideología comunista fundó, junto a Ciro Trujillo Castaño, las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).2021

En efecto, la llegada a la presidencia del conservador, Guillermo León Valencia en


agosto de 1962, será el inicio de un esfuerzo masivo por alcanzar la "pacificación"
total del territorio nacional, y cerrar así de una vez por todas el capítulo de la
violencia política. En tres años los principales cabecillas del Bandolerismo (Efraín
González Téllez alias "Siete Colores", Jacinto Cruz Usma alias “Sangre Negra”,
William Aranguren alias “Desquite”, Teófilo Rojas Varón alias “Chispas”) fueron
dados de baja tras una ardua cacería, y las llamadas "repúblicas independientes"
fueron recuperadas después de sendos operativos realizados por el Ejército; el más
conocido la Operación Soberanía contra la "República de Marquetalia". Sin
embargo, la guerra contra estos territorios dio paso a un nuevo conflicto armado.

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