Beneficios Penitenciarios

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LOS BENEFICIOS PENITENCIARIOS

INTRODUCCIÓN

Necesario tema el que hoy nos toca estudiar, no sólo por la importancia
misma que atañe conocer en su real y entera dimensión a los beneficios
penitenciarios que conforman un sistema jurídico como el nuestro, sino
porque además gran parte de ella se encuentra diseminada en una
variopinta gama de disposiciones normativas que regulan cada quien
por su lado y con reglas propias los beneficios penitenciarios relativos a
delitos como terrorismo, traición a la patria, secuestro, extorsión,
violación sexual, tráfico ilícito de drogas, lavado de activos, trata de
personas, mermando la coherencia y concordancia que correspondería
tener una ley penitenciaria como la nuestra. Por otro lado advertimos
que nuestro propio Código de ejecución penal, poco o nada nos dice
respecto de la naturaleza jurídica de los beneficios penitenciarios, son
derechos, son incentivos, que eficacia tienen en el tiempo las leyes
penitenciarias, se aplican retroactivamente, y otros tópicos de esencial
importancia, que hoy por hoy todo operador del derecho necesita
conocer. En este sentido he aquí el aporte del presente ensayo, que
compendia todos estos temas de una manera concisa.

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CAPÍTULO I

NOCIONES GENERALES

1.1ANTECEDENTES.

Los beneficios penitenciarios en nuestro Derecho de Ejecución Penal


datan del 15 de abril de 1969, cuando el Decreto Ley Nº 17581, hoy
derogado, incluyó dentro del periodo de prueba a los “permisos
especiales de salida”, “redención de penas por el trabajo”, “trabajar fuera
del establecimiento” en el día y pernoctar en la cárcel (semilibertad), y la
“liberación condicional”, pero no utilizó el término de Beneficios
Penitenciarios. Años más tarde, en 1985, el primer Código de Ejecución
Penal, los reguló con algunos cambios, y agregó la “visita intima” y un
“sistema de recompensas”, bajo un solo capítulo denominado Beneficios
Penitenciarios, nomen juris no empleado por ninguno de sus
antecedentes con ese contenido, salvo la Resolución Ministerial Nº 334-
81-JUS, del 19 de marzo de 1982, “Reglamento Penitenciario”, que
utilizó por primera vez el nombre de “Beneficios Penitenciarios”, pero
considerando solo a la redención de penas, mientras que los permisos de
salida, la semilibertad, y la libertad condicional fueron regulados en otro
apartado.

El beneficio penitenciario más antiguo en nuestra legislación es la


“liberación condicional”, que ya figuraba en el Código Penal de 1924.
Los más nuevos, son la “visita íntima” y la recompensas a partir del
Código de Ejecución Penal de 1985.

1.2 DEFINICIÓN DE BENEFICIOS PENITENCIARIOS.

Puede definirse los beneficios penitenciarios como el conjunto de


mecanismos jurídicos que permiten el acortamiento de la condena o, al
menos, el acortamiento de su reclusión efectiva.

«Es el sistema de recompensas reglamentariamente determinados para


estimular los actos que pongan de relieve buena conducta, espíritu de

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trabajo y sentido de responsabilidad en el comportamiento personal y en
las actividades organizadas del establecimiento”1.

“Son incentivos que el Estado concede a efectos de dar bienestar al


interno para lograr su readaptación social, mediante la acción de
diversas acciones de terapia, educación y disciplina, basados en el
autocontrol que lo obligara a su reingreso de no conducirse, respetando
las normas de convivencia social”2.

El reglamento del
Código de Ejecución
Penal señala que los
beneficios
penitenciarios “Son
estímulos que se
otorgan a los internos
como parte del
tratamiento
progresivo aplicado
por nuestra
legislación y responde
a las exigencias de individualización de la pena, considerando la
concurrencia de factores positivos en la evolución coadyuvantes a su
reeducación y reinserción social. Los internos procesados o sentenciados,
podrán acceder, según el caso, a los beneficios penitenciarios siempre
que reúnan los requisitos correspondientes.

La ejecución de las penas privativas de libertad corresponde al Instituto


Nacional Penitenciario, quien a través de un adecuado tratamiento
penitenciario, tratará de alcanzar la rehabilitación del interno. Es el en el
transcurso de la ejecución de la pena que el interno goza del derecho a
peticionar ciertos beneficios. Estos beneficios son una suerte de premio o
gracia otorgada al interno, los mismo que acortan de cierta manera el
cumplimento de la pena impuesta al presentarse en el tratamiento del

1
SOLIS ESPINOZA, Alejandro; “Ciencia Penitenciaria y Derecho de Ejecución Penal”, Editora FECAT, 5ta edición,
Lima 1999, Pág. 292.

2
SMALL ARANA, German; “Los Beneficios Penitenciarios en el Perú”, Ediciones BLG. Perú, 2001, Pág. 279.

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interno ciertas características que denotan su rehabilitación; decisión que
se adopta por la autoridad judicial, ante la existencia de ciertos requisitos
exigidos por ley, y previo análisis de la situación de cada interno.

1.3 FUNDAMENTOS JURÍDICOS.

La fundamentación jurídica de los beneficios penitenciarios se halla en


los principios de reeducación y reinserción social que inspiran la
aplicación de la pena, en virtud del mandato constitucional del art. 139º,
inc. 22. Dado que se ha comprobado que la existencia de una serie de
beneficios que estimulen al penado para mejorar su condición dentro del
ámbito penitenciario, es uno de los elementos indispensables para la
consecución de la pretendida reintegración del recluso en la vida libre.
Se entiende, por lo tanto, que los beneficios penitenciarios constituyen un
elemento regimental importantísimo para la buena marcha del
establecimiento penitenciario, en la medida que el estímulo es
fundamental para lograr la convivencia ordenada en cuyo marco se
desenvuelven todas las actividades penitenciarias.

Los beneficios penitenciarios han sido elemento de vital importancia


para el recluso, dado que implican un acortamiento de la condena. Ello
induce al interno a cumplir los requisitos que facilitan la consecución de
dicho objetivo, para alcanzar así la libertad en un periodo más corto de
tiempo. Los beneficios penitenciarios responden a las exigencias de la
individualización de la condena en atención a la concurrencia de factores
positivos en la evolución del interno encaminados a conseguir su
reeducación y reinserción social.

El otorgamiento de los beneficios penitenciarios requiere, en todo caso, la


ponderación racionada de los factores que la motivan, así como la
acreditación de la concurrencia de buena conducta, el trabajo, la
participación del interesado en las actividades de reeducación y
reinserción social y la evolución positiva en el proceso de reinserción.

1.4 LOS BENEFICIOS PENITENCIARIOS Y SUS EFECTOS EN EL


TIEMPO

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Iván Meini3 manifiesta que la postura que se adopte tiene que asumir
como punto de partida, y de manera ineludible, el Art. 103 de la
Constitución Política del Perú. En él se establece que "ninguna ley tiene
fuerza ni efecto retroactivos, salvo en materia penal, cuando favorece al
reo". La claridad del citado precepto constitucional no deja, en principio,
lugar a dudas: sólo en materia penal y sólo cuando beneficie al reo se
puede aplicar retroactivamente una Ley.

Ahora bien la prohibición de retroactividad, refiere Roxín, goza de una


permanente actualidad político jurídico por el hecho de que todo
legislador puede caer en la tentación de introducir o agravar a posteriori
las previsiones de pena bajo la impresión de hechos especialmente
escandalosos, para aplacar estados de alarma y políticamente
indeseables4

1.4.1.- En lo referente a las normas penales materiales

Señala Zugaldía Espinar, el punto de partida para solucionar estos


problemas viene dado por el principio "tempos regit actum", esto es por
la regla general de que los hechos se enjuician con arreglo a la ley que
estaba en vigor en el momento de su realización (lo que comporta
irretroactividad de las leyes penales). La regla "tempus regit actum" se
eleva de este modo a exigencia básica del principio de legalidad,
íntimamente relacionado con el principio de seguridad jurídica: toda
persona tiene derecho a poder calcular la trascendencia jurídica de sus
actos en el momento en que los realiza, sin tener que contar con los
cambios de valoración que de esos mismos hechos pueda hacer
posteriormente el legislador.

1.4.2.- En lo referente a las leyes procesales penales

Dada la generalidad con que la norma constitucional se refiere a la "ley


en materia penal" (Art. 103), sin distinguir su naturaleza material,

3
Artículo publicado en la Revista Electrónica de la Universidad de Fribourg, “Aplicación temporal de la ley penal
y beneficios penitenciarios”

4
Claux Roxin, Derecho Penal: Parte General, Tomo I, Editorial Civitas S.A. Madrid 1997, p. 161

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procesal o penitenciaria, cabe, como bien sostiene Muñoz Conde, hacer
cierto tipo de "matizaciones" en cuanto se trata del estudio de la
problemática de la irretroactividad de la ley procesal. En principio señala
el profesor español, la ley procesal se aplica al desenvolvimiento de los
actos procesales en el momento en que éstos están teniendo lugar; por
tanto, no siempre es trasladable aquí el concepto de retroactividad de la
ley, tal y como hemos venido usando para leyes penales.

Como apreciamos, ello corresponde a la aplicación de la regla tempus


regit actum, en virtud de la cual, la ley procesal aplicable será la vigente
en el momento de cado uno de los actos procesales, no pudiéndose
concluir que de ello pueda derivarse una aplicación retroactiva de la ley.
San Martín Castro, por su parte considera que la aplicación inmediata de
una norma procesal está en función a la fecha de comisión del delito,
siempre que la variación de los trámites de procedimiento no altere el
sentido del proceso. Por consiguiente, si el proceso está en trámite y la
nueva norma no modifica el sentido político criminal del mismo ni
introduce normas desfavorables en comparación con la ley procesal
vigente al momento de la comisión del delito imputado, la norma
modificatoria será de aplicación inmediata.

1.4.3.- En lo referente a las leyes penitenciarias

Por su naturaleza, no corresponde a enunciados propios del derecho


material, pues su acción positiva se centra en reglamentar las
condiciones necesarias para la ejecución de la sanción impuesta, el
régimen penitenciario, el tratamiento penitenciario y demás condiciones
necesarias para lograr los efectos de reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad (conforme el postulado
principista contenido en el Art. II del T.P. del CEP).

En tal sentido, la norma penitenciaria también se ve influenciada por el


principio de temporalidad, ya que ella no puede ser eterna no menos
inmutable, y más bien, tiende a caracterizarse por una constante
mutación, ya que con ella se buscan las mejores condiciones que la
técnica y la ciencia pueden ofrecer a la política criminal, para lograr los
fines de readaptación deseados por el ordenamiento.

En este contexto, surge aquí también la problemática de la vigencia del


principio de irretroactividad, que si bien es cierto es de aceptación

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general, no puede aplicarse irrestrictamente, debiendo ser matizado bajo
los postulados del principio de favorablidad. Así el Art. VII del Título
Preliminar del CEP, establece que: "La retroactividad y la interpretación
de este Código se resuelven en lo más favorable al interno".

En opinión de Hurtado Pozo5la naturaleza especial del derecho de


ejecución y cuya finalidad es el logro del mejor resultado en la ejecución
de la sanción penal, hace particularmente difícil y delicada la aplicación
absoluta de esta regla. Por ejemplo, sin con posterioridad al hecho
delictivo la nueva ley impone condiciones más severas en el tratamiento
penitenciario, no se podría aceptar que el interno sea tratado con la ley
que estuvo vigente cuando cometió el delito. Ello podría traer como
consecuencia una distorsión en el sistema, ya que cada interno podría
exigir el tratamiento que le resulte más beneficioso, pudiéndose llegar al
extremo de tenerse que aceptar una multiplicidad de tratamientos, que
incluso generaría desigualdades entre los internos.

Así, al igual que para el caso de la ley procesal penal, la aplicación


inmediata de una norma penitenciaria, está matizada en función a los
lineamientos de política criminal que esbozan una determinada meta los
fines resocializadores del Estado, debiéndose atender además, a criterios
de favorabilidad.

Particular es el caso de las leyes que otorgan beneficios penitenciarios,


que en el transcurso del tiempo pueden mutar, determinando
condiciones más severas o gravosas para el interno solicitante. Siendo
estas normas de naturaleza eminentemente procedimental, se
encuentran regidas también por el principio del debido proceso,
conforme al cual se expresa la prohibición de ser sometido a
procedimiento distinto del previamente establecido en la ley (Art. 139. 3
Co.). En este sentido, la nueva norma, que se entiende aplicable de
inmediato, no puede ser aplicada al caso concreto, en cuanto ya se haya
iniciado el respectivo trámite en el que se solicita el beneficio. Aceptar lo
contrario sería fundamentar una forma de retroactividad "maligna", que
afectaría la seguridad jurídica y los derechos del interno.

1.4.4.- Posición del Tribunal Constitucional

5
HURTADO POZO, José, Manual de Derecho Penal: Parte General, Editorial y Distribuidora de Libros S.A

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El Tribunal Constitucional, ha dado pautas constitucionales ha seguirse
en supuestos de conflictos en el tiempo de normas penitenciarias. Así
tenemos en la sentencia recaída en el Exp. N° 2196-2006-HC/TC
(06.02.2002). considera la máxima instancia que cuando se presenta una
sucesión de leyes penales aplicables a un determinado supuesto de
hecho en el lapso que va desde la comisión del delito hasta su
enjuiciamiento, y , más allá hasta la finalización de la condena impuesta
surge la cuestión relativa a la selección de una de ellas para la resolución
del conflicto plateado. Específicamente, en el ámbito del Sistema Jurídico
penal, el problema de la Ley aplicable en el tiempo está supeditado a si la
disposición se deriva del derecho penal material, del derecho procesal
penal, o del derecho de ejecución penal. Al respecto, cabe afirmar que
nuestro ordenamiento jurídico reconoce como principio general que la
ley no tiene efectos retroactivos, conforme lo proclama el Art. 103.3 de la
Constitución, sin embargo esta cláusula constitucional se encuentra
matizada por el principio de favorabilidad, que establece una importante
excepción en el vaso de que la nueva ley sea más favorable al reo. Ello
precisamente porque la prohibición de retroactividad es una prohibición
garantista, y establece una referencia a las leyes que despenaliza una
conducta o que reducen la penalidad. De igual modo, el alcance de este
principio se manifiesta en la aplicación de la Ley más favorable al
procesado en caso de duda o conflicto entre leyes penales, como así lo
consagra el Art. 139.6 de la Constitución.

Precisada esta regla general, el Tribunal Constitucional indica que debe


aclararse que tratándose de normas de derecho penal material rige para
ellas el principio "Tempus delicti comissi", que establece que la ley
aplicable es aquella vigente al momento de cometerse el delito, lo que es
acorde con el Art. 2. literal "d", numeral 24° de la Constitución, que
prescribe que nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que
al tiempo de cometerse no este previamente calificado en la ley, de
manera expresa e inequívoca, como infracción punible, ni sancionado
con pena no prevista en la ley.

6
] Art. 4° de la Ley 26320

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En el caso de las normas procesales rige el principio "Tempus regis
actum"", cuyo enunciado es que la ley procesal aplicable en el tiempo es
la que se encuentra vigente al momento de resolverse el acto. Ello
supone la aplicación inmediata de la ley procesal, mas no que a través de
ella se regulen actos procesales ya cumplidos con la legislación anterior.

Señala por último el Tribunal Constitucional que en el caso de las


normas de ejecución penal, específicamente en lo que a la aplicación de
determinados beneficios penitenciarios, sus normas deben considerarse
como normas procedimentales, por cuanto a través de ellas se establecen
los presupuestos que fijan su ámbito de aplicación, la prohibición de
beneficios penales y la recepción de beneficios penitenciarios aplicables a
los condenados. En otras palabras las leyes penitenciarias se resuelven
bajo los alcances del principio "Tempus regis actum". Así entonces, el
Tribunal Constitucional considera que el momento que ha de marcar la
legislación aplicable para resolver un determinado acto procedimental,
como el que atañe a los beneficios penitenciarios, está representado por
la fecha en el cual se inicia el procedimiento destinado a obtener el
beneficio, esto es el momento de la presentación de la solicitud de
acogerse a éste.

1.5 LEYES PENITENCIARIAS ESPECIALES, DELITOS Y BENEFICIOS


PENITENCIARIOS
1.5.1.- Delitos contra la Administración pública

Mediante Ley N° 27770, del 28


de junio del 2002, se establece
que aquellos delitos contra la
administración pública,
concusión en todas sus
modalidades (Arts. 382, 383,
384, 385, 386), peculado en
todas sus modalidades, excepto

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en la forma culposa (Arts. 387, 388, 389, 390, 391,392), Corrupción de
funcionarios en todas sus modalidades, incluidas las cometidas por
particulares (Arts. 393, 394, 395, 396, 397, 398, 399, 400, 401, 401-A, 401-B),
Asociación ilícita para delinquir, cuando los hechos materia de condena
se hallen relacionados con atentados contra la Administración Pública,
contra el Estado y la Defensa Nacional o contra los Poderes del Estado y
el Orden Constitucional (Art. 317), se sujetarán a las siguientes formulas:

a) Redención de la pena por el trabajo y la educación a que se refieren los


Artículos 44 al 47 del Código de Ejecución Penal, a razón de un día de
pena por cinco días de labor efectiva o de estudio debidamente
comprobada.

b) Semilibertad a que se refieren los Artículos 48 a 52 del Código de


Ejecución Penal, cuando se haya cumplido las dos terceras partes de la
pena y previo pago del íntegro de la cantidad fijada en la sentencia como
reparación civil y de la multa o, en el caso del interno insolvente, la
correspondiente fianza en la forma prevista en el Artículo 183 del Código
Procesal Penal.

c) Liberación condicional a que se refieren los Artículos 53 a 57 del


Código de Ejecución Penal cuando se hayan cumplido las tres cuartas
partes de la pena y previo pago del íntegro de la cantidad fijada en las
sentencias como reparación civil y de la multa o, en el caso del interno
insolvente, la correspondiente fianza en la forma prevista en el Artículo
183 del Código Procesal Penal.

1.5.2.- Delitos contra la Libertad sexual

Con Ley 28704, se expidió una serie de dispositivos reguladores relativos


a los delitos Contra la libertad sexual7 entre los cuales aparecen que los
beneficios penitenciarios de redención de la pena por el trabajo y la
educación, semi-libertad y liberación condicional no son aplicables a los
sentenciados por los delitos previstos en los artículos 173 y 173-
A.(violación de menor) .

7
Es pertinente precisar que esta Ley 28704, prohíbe la concesión de indulto, conmutación de pena o derecho
de gracia a los sentenciados por los delitos previstos en los artículos 173 y 173-A.

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Del mismo modo precisa que los delitos previstos en los artículos 170,
171, 172 y 174, el interno redime la pena mediante el trabajo o la
educación a razón de un día de pena por cinco días de labor efectiva o de
estudio, en su caso. En cuyo caso podrá solicitar la semilibertad cuando
ha cumplido la tercera parte de la pena, a tenor de lo dispuesto por el
Art. 48 del Código de ejecución penal. Del mismo modo podrá solicitar la
liberación condicional cuando haya cumplido la mitad de la pena, según
lo acotado en el Art. 53 del mismo cuerpo legal antes acotado.

1.5.3.- Delitos de Terrorismo y Traición a la Patria

El Art. 2° de la Ley N° 29423 (14.10.09), dispone que los condenados por


delitos de terrorismo y/o traición a la patria no podrán acogerse a los
beneficios penitenciarios de redención de la pena por el trabajo y la
educación, la semilibertad y la liberación condicional.

1.5.4.- Delitos de Secuestro y Extorsión

La misma ley 29423 (14.10.09), en su Art. 3° establece que los delitos de


secuestro y extorsión, sólo podrán acogerse a los beneficios de redención
de la pena por el trabajo o la educación y liberación condicional, como
vemos se ha suprimido de manera definitiva al beneficio de semi-
libertad. Así tenemos:

 a) el interno por el delito de secuestro y/o extorsión redime la pena


mediante el trabajo o la educación a razón de un día de pena por
siete días de labor efectiva, bajo la dirección y control de la
administración penitenciaria. La redención de la pena por el
trabajo se acredita con la planilla de control laboral efectiva que
estará a cargo del jefe de trabajo.
 b) La redención de la pena por la educación se acreditará con la
evaluación mensual de los estudios con notas aprobatorias. El
informe trimestral será agregado al expediente personal del
interno.
 c) Los condenados a pena temporal por delito de secuestro y/o
extorsión podrán acogerse al beneficio penitenciario de liberación
condicional cuando hayan cumplido efectivamente los tres cuartos
de la pena impuesta siempre que no tengan proceso pendiente con
mandato de detención y previo pago del íntegro de la cantidad
fijada por reparación civil y de multa. En el caso del interno

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insolvente deberá adjuntar la correspondiente fianza en la forma
prevista en ley.

1.5.5.- Delitos de Tráfico Ilícito de Drogas

En este punto es pertinente aclarar que no todas las figuras delictivas que
constituyen tráfico ilícito de drogas, son sujetos de beneficios
penitenciarios, a saber:

 a) Art. 296, 300, 301 y 3028


 Procede la redención de la pena por el trabajo o la educación, semi-
libertad y liberación condicional siempre que se trate de la primera
condena a pena privativa de libertad.
 Se redime la pena a razón de cinco días de trabajo o educación por
uno de pena.
 b) Art. 296-A, 296-B y 297 del Código penal, no gozan de ningún
tipo de beneficios penitenciarios9
 c) Art. 298 del Código penal, Microcomercialización o
microproducción10
 Procede la redención de la pena por el trabajo o la educación semi-
libertad y liberación condicional siempre que se trate de la primera
condena a pena privativa de libertad.
 Se redime la pena a razón de dos días de trabajo o educación por
uno de pena.

1.5.6.- Delito de Lavados de Activos11

En este aspecto la ley es clara en señalar que los sentenciados por este
delito no podrán acogerse a los beneficios penitenciarios de redención de
la pena por el trabajo y la educación, semilibertad y liberación
condicional

8
Art. 4° de la Ley 26320

9
Parte in fine del Art. 4° de la Ley 26320

10
Art. 4° de la Ley 26320

11
Art. 7° de la Ley 27765

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4.7.- Delito contra la libertad, Trata de personas Arts. 153 y 153-A12

Los agentes del delito de trata de personas, previstos en el artículo 153


del Código Penal, podrán recibir a su favor los siguientes beneficios
penitenciarios:

a) Redención de la pena por el trabajo y la educación, a que se refieren


los artículos 44 al 47 del Código de Ejecución Penal, a razón de un día de
pena por cinco días de labor efectiva o de estudio debidamente
comprobada.

b) Semilibertad, a que se refieren los artículos 48 al 52 del Código de


Ejecución Penal, cuando se haya cumplido las dos terceras partes de la
pena y previo pago del íntegro de la cantidad fijada en la sentencia como
reparación civil y de la multa o, en el caso del interno insolvente, la
correspondiente fianza en la forma prevista en el artículo 183 del Código
Procesal Penal, promulgado mediante el Decreto Legislativo Nº 638 o en
su caso en el artículo 289 del Código Procesal Penal, promulgado
mediante el Decreto Legislativo Nº 957.

c) Liberación condicional, a que se refieren los artículos 53 al 57 del


Código de Ejecución Penal, cuando se hayan cumplido las tres cuartas
partes de la pena y previo pago del íntegro de la cantidad fijada en las
sentencias como reparación civil y de la multa o, en el caso del interno
insolvente, la correspondiente fianza en la forma prevista en el artículo
183 del Código Procesal Penal, promulgado mediante el Decreto
Legislativo Nº 638 o en su caso en el artículo 289 del Código Procesal
Penal, promulgado mediante el Decreto Legislativo Nº 957.

Los agentes del delito de trata de personas, en sus formas agravadas,


previstas en el artículo 153-A del Código Penal no podrán acogerse a
ninguno de los beneficios penitenciarios.

12
Ley 28950

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CAPÍTULO II
ASPECTOS CONSIDERATIVOS

2.1 CLASES DE BENEFICIOS PENITENCIARIOS:

Según nuestro Código de Ejecución Penal vigente, que sigue la misma


clasificación del Código de Ejecución Penal de 1985, con algunos
cambios, los Beneficios Penitenciarios son los siguientes: a) Permiso de
salida; b) Redención de la pena por el trabajo y la educación; c) Semi
Libertad; d) Liberación Condicional; e) Visita íntima; y f) Otros
(estímulos y recompensas)

2.1.1 PERMISO DE SALIDA.

La regulación del permiso de salida no es muy antigua. Podemos


encontrar entre sus antecedentes al Decreto Ley Nº 175881 de 1969
contemplado en su artículo 22º, posteriormente el Decreto Legislativo
Nº 330 de 1985 en su artículo 51º otorgaba el permiso de salida para
los internos por un término de hasta 48 horas; en la actualidad
nuestro Código de Ejecución Penal, Decreto Legislativo Nº 654, que en
su artículo 43º otorga el permiso de salida por un plazo de 72 horas.

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Es una institución del Derecho de Ejecución Penal, por el cual se
autoriza al interno a salir del centro de reclusión por un breve período
de horas o días.

Para ELÍAS NEUMANN el permiso de salida es “un avance


penológico considerable y sus resultados son provechosos, siempre
que se otorguen con tino mediante una adecuada fiscalización.
Consiste en permitir por distintos motivos a uno o más reclusos, el
abandono temporal del establecimiento donde se alojan, para trabajar
durante el día en oficinas, talleres e incluso organismos ministeriales o
municipales sin que nada denote su procedencia; en segundo lugar
pro razones de humanidad a fin de calmar la ansiedad del condenado
derivada de circunstancias familiares (enfermedades graves o
muertes); en tercer lugar, para armonizar las necesidades sexuales;
etc.”13

A. IMPORTANCIA.- El proceso de reinserción del interno a la sociedad


encuentra un apoyo importante en este beneficio. El tratamiento
penitenciario, se encuentra complementado con la interacción
efectuada por el interno con su familia o con la sociedad a través de
las salidas transitorias del establecimiento penitenciario motivadas
por el deseo de trabajar como una persona en libertad, o por
nacimiento de un hijo, enfermedad, entre otros.

Esta interacción ayuda al interno a no sentirse prisionero y lejano de


la sociedad, de tal forma que al momento de egresar del
establecimiento penitenciario los lazos con la sociedad no se vean
afectados y que su comportamiento en su nueva vida de libertad no se
vean perturbados por el hecho de verse privado de su libertad o el
recuerdo de su reclusión penitenciaria.

La concesión del permiso de salida no es una decisión tomada a la


deriva por la autoridad penitenciaria, es necesario que concurran en
ella ciertos requisitos y causales de procedencia; debido a que, lo que
se busca no es poner en riesgo a la sociedad con la presencia de un
recluso peligroso y lejano de ser rehabilitado, sino, que esta medida
contribuya a su tratamiento y le dé cierto avance en su rehabilitación.

13
NEUMAN, Elías; “Prisión Abierta”, Editorial De Palma, Buenos Aires, 1984

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B. MODALIDADES.- En la doctrina penitenciaria se distinguen dos
modalidades:

a) Salidas Transitorias o Permisos de Salida Ordinarios; por los que


se autoriza a los internos a salir del centro de reclusión, cada cierto
tiempo y por un número de horas determinado, para visitar a sus
familiares, generalmente en determinada fase del régimen
progresivo, siempre que no constituya un riesgo para la sociedad y
sea provechoso para su rehabilitación. Puede ser salidas cada fin
de semana que se conceden en la última etapa o el tercer grado del
régimen abierto.

b) Permisos de Salidas Extraordinarios; permiten la salida del


interno por causas humanitarias y en forma excepcional, en
cualquier etapa de la ejecución de la pena, de acuerdo al criterio
del Director del establecimiento.

En nuestra legislación, en la mayoría de los casos se trata de


permisos de salida extraordinarios para salir del centro
penitenciario hasta por un lapso de 72 horas.

C. CASOS EN QUE SE CONCEDE PERMISOS DE SALIDA EN EL


CEP. PERUANO.- Estos permisos se conceden al interno procesado o
sentenciado, por el Director del establecimiento penitenciario, en los
siguientes casos:

 Enfermedad grave, debidamente comprobado con certificado


médico oficial, o muerte del cónyuge o concubino, padres, hijos
o hermanos internos.

Evidentemente que los fundamentos de este permiso para salir


del establecimiento penitenciario son de carácter humanitario, y
debe ser autorizado por un plazo perentorio, siempre que se
cumpla los requisitos exigidos. Además hay que anotar que se
trata de un permiso especial o extraordinario, que no está
basado en hechos o necesidades frecuentes, permiso al que
probablemente muchos no se podrían acoger al no darse las
condiciones que la justifiquen.

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De las condiciones, la relativa a la enfermedad grave puede ser
materia de duda, ya que en este caso interpretamos que el
propósito del texto legal es facultad tal permiso cuando se halle
en riesgo la vida del familiar, aun cuando este estado sea
consecuencia por ejemplo de un accidente laboral, automotriz o
de cualquier índole. Mientras que puede darse el caso de
enfermedad grave como un cáncer, un TBC, entre otras, pero
que dada la evolución del mal en dicho momento no está en
peligro inmediato la vida del paciente, porque el mal está
controlado.

Otro aspecto problemático es el concerniente al vínculo familiar


de tipo conyugal. En el caso de estar conformado por las
formalidades legales del matrimonio no habría mayor dificultad
para acreditarse, pero en los casos de “concubinato”,
reconocidos tardíamente a partir de nuestra constitución del 79,
pero que no fue considerado por el CEP. De 1985 y si por el
vigente, su acreditación puede ser materia de discusión.

 Nacimiento de hijos del interno; la razón para concederse este


permiso es también comprensible, sin embargo existe algunas
situaciones de conflicto. En una interpretación extensiva se
entiende que se trata de hijos producto de un matrimonio o de
un “unión de hecho”, o de alguna otra forma de relación no
estable que da lugar al nacimiento de un vástago, y que por
tanto el interno padre se acoge a este permiso. Nosotros
consideramos que las dos primeras situaciones de paternidad
avalan claramente la posibilidad de este permiso, y que en el
tercer se tendría que acreditar fehacientemente en cada
situación, para evitar simulaciones.

 Para realizar gestiones personales de carácter extraordinario que


demanden la presencia del interno en el lugar de la gestión. Esta
es una condición probablemente sujeta a interpretaciones más
diversas y factible de ser aplicada irregularmente, como ha
ocurrido en diversos casos, dada la no precisión de que es
gestión personalísima de carácter extraordinario.

- 18 -
 Para realizar gestiones con el propósito de la obtención de
trabajo y alojamiento ante la proximidad de su liberación.
Debemos precisar en ese caso el tiempo que supone “la
proximidad de su liberación” que podría ser entre uno o dos meses
antes y no periodos más lejanos por razones compresibles.

Este es el único caso en que prácticamente casi todos los


reclusos podrían solicitar estos permisos de salida, excepto los
condenados a cadena perpetua. Sin embargo en la práctica es
relativamente poco requerido, probablemente debido a que un
número importante de internos sale del establecimiento
carcelario, meses o años antes de cumplir su condena, mediante
los beneficios penitenciarios de semilibertad o liberación
condicional, lo que da lugar a que muchos internos no recurran
a este permiso.

Los tres primeros casos son realmente extraordinarios o


excepcionales, y sobre todo los dos primeros son aleatorios. El
cuarto no es un permiso extraordinario sino que puede ser
considerado ordinario. Sin embargo, tales permisos regulados
por el CEP., son para casos excepcionales y debería ampliarse o
incluirse el permiso de salida ordinario o salida transitoria, de
tal forma que sea factible su accesibilidad para un mayor
número de internos y en forma más periódica.

Al respecto ALEJANDRO SOLIS ESPINOZA; “propone un


inciso adicional “5”que estipule lo siguiente; “para visitar a sus
familiares, siempre que tenga domicilio u hogar conocido, cada
treinta o setenta días, de conformidad con su conducta y el
tiempo de pena cumplido que no debe ser inferior al exigido
para la liberación condicional”.

D. AUTORIDAD QUE LA OTORGA.- La autoridad encargada de


otorgar estos permisos de salida es el Directo del establecimiento
penitenciario, pero dando cuanta al Ministerio Público y en su caso al
Juez que conoce del proceso. El CEP. De 1985 estableció dicha
potestad al Juez de Ejecución Penal, pero la vigente ley al eliminar
dicho magistrado y probablemente con la esperanza de alcanzar
mayor celeridad en el trámite de este beneficio, que por razones

- 19 -
obvias requería una resolución rápida, encargó al Director del
establecimiento carcelario, que se halla en contacto más cercano y
permanente con el interno, la decisión de resolver este pedido.

El Director puede conceder el permiso solicitado o bien denegarlo. En


el primer caso debe señalar ciertas reglas o recomendaciones, y sobre
todo adoptar las medidas necesarias de custodia durante la salida del
interno, bajo responsabilidad.

Generalmente el interno sale bajo vigilancia de dos miembros del


INPE o policías. Además es importante que se le otorgue una
constancia que justifique, ante cualquier autoridad que los requiera,
su permanencia fuera del establecimiento.

En caso que se le deniegue el permiso de salida, el interno puede


plantear un Recurso de reconsideración ante el mismo Director quien
debe resolver en un término perentorio.

2.1.2 REDENCIÓN DE LA PENA POR EL TRABAJO Y LA


EDUCACIÓN.

Este beneficio que permite redimir o perdonar la pena por los días de
trabajo o estudios realizados por el interno, tienen una larga
experiencia en diversos países, entre ellos España. En nuestro medio
fue instituido en 1969 por el Decreto Ley Nº 17581, en su versión de
“redención de penas por el trabajo” habiéndose incluido
posteriormente “la redención de penas por el estudio” mediante el
Decreto Ley Nº 23164 en julio de 1980, luego reglamentados por el
Decreto Supremo 025-81-JUS de setiembre de 1981. Más tarde fueron
recogidos en el CEP. de 1985 dentro el rubro de beneficios
penitenciarios y mantenidos en el Código vigente con algunas
variantes.

Los beneficios de redención de la pena por el trabajo y la educación,


son acumulables si se realizan simultáneamente.

“Es la libertad definitiva del interno por haber cumplido la pena


impuesta en la sentencia, a la que se ha computado los días redimidos

- 20 -
por el trabajo o educación realizada en el establecimiento
penitenciario.14”

El otorgamiento del beneficio de la redención de la pena por el trabajo


y la educación, permite obtener la libertad bajo vigilancia en
audiencia extraordinaria, cuando el tiempo de detención sumada a la
redención de la pena por el trabajo o la educación es igual a la pena
solicitada en la acusación fiscal; evitando de esta forma la
permanencia indebida de los internos en el penal. Asimismo permite
obtener la semi-libertad con anticipación del cumplimiento de la
tercera parte o dos terceras partes de la condena según el tipo penal
señalado por ley, sumado al tiempo de reclusión el computo laboral o
educativo; de igual forma permite alcanzar la libertad condicional
ante el cumplimiento de la mitad o las tres cuartas partes de la pena
impuesta, con la correspondiente disminución del computo laboral o
educativo; finalmente permite alcanzar la liberación definitiva con
anticipación a la fecha fijada en la sentencia siempre que no haya sido
beneficiado con anterioridad con un beneficio penitenciario.

A. IMPORTANCIA.- El beneficio de la redención de la pena por el


trabajo y la educación le ofrece al interno una mejor estancia en el
establecimiento penitenciario y le resulte importante para su
tratamiento porque le permite mantenerse ocupado y sentirse útil, e
incrementar sus conocimientos.

El trabajo en el campo penitenciario se convierte en un elemento


capaz de transformar la conducta del interno hacia una relación que
motive y valore la actividad, tendente a lograr no sólo el
sostenimiento del recluso sino que este pueda mantener a la familia,
haciendo del encierro una permanencia útil para él mismo y para los
suyos. El trabajo contribuye a la mejora espiritual y física del interno,
evitándola la serie de actos contrarios al tratamiento que se da en la
prisión como consecuencia de la prisionización.

A través de este beneficio se contribuye a la rehabilitación del


delincuente, de tal forma que permita asegurar que no volverá a

14
DE LA MORENA, V. “Problemática de la Redención de la Pena por el trabajo”. Revista de la Escuela de
Estudios Penitenciarios. Pág. 31

- 21 -
delinquir y que actuará en adelante por el buen camino. Su
importancia también radica en el esfuerzo de hacer del interno una
persona resocializada se ve complementada con el apoyo de la
sociedad cuando egrese del Penal; brindándole un ambiente no hostil
no delincuencial, que podría perjudicar su aprendizaje.

Un complemento de la contribución a la rehabilitación del


delincuente, s el ingreso económico que percibe por el trabajo
efectuado. Esta retribución le permite no sólo cooperar
económicamente con su familia, le sirve para pagar la reparación civil
impuesta en la sentencia y acortar el plazo en que se encontrará
privado de libertad.

La inclusión en nuestra norma de este beneficio, incentiva el proceso


de rehabilitación del delincuente; permite conservar la disciplina.

Para los internos representa un avance en su readaptación; le


incentiva a mantener una buena conducta, a trabajar y estudiar;
requisitos necesarios para el otorgamiento de este beneficio conforme
lo establece el vigente Código de Ejecución Penal.

El aprendizaje y el estudio reprimen en el interno la ociosidad y otros


hábitos que conviven en el comportamiento delincuencial.

De lo mencionado se desprende la importancia que tiene este


beneficio no sólo esta en el tratamiento penitenciario, sino en la
obtención de la libertad a través de otros beneficios, manteniéndolo
sujeto al cumplimiento de las normas internas del penal y al buen
comportamiento.

B. MODALIDADES.- La redención de la pena permite que mediante el


trabajo realizado o la educación recibida, el interno puede redimir o
reducir su pena. Nuestro Código de Ejecución Penal vigente ha
estipulado dos modalidades de redención, que podemos llamarlos
ordinarios en un caso y extraordinarios en el otro.

a) Redención de penas ordinaria o 2x1; Mediante dos días de


trabajo realizado o la educación recibida, el interno puede
redime o reduce un día de pena. Asimismo, si recibe educación
en sus diversas modalidades, bajo la dirección del Organo
Técnico del establecimiento penitenciario, redime un día de

- 22 -
pena por dos días de estudio, si aprueba la evaluación periódica
de tales estudios.

b) Redención de penas extraordinaria o 5 x 1; En los casos de los


artículos 129, 200 segunda parte, 325 a 332 y 346 del Código
Penal, el interno puede redimir su pena mediante el trabajo o la
educación a razón de un día de pena por cinco días de labor o
de estudio respectivamente.

C. APLICACIÓN Y PROHIBICIONES.- La redención de la pena se


aplicará para los siguientes casos:

a. Para el cumplimiento de la pena

b. Para la libertad bajo vigilancia de acuerdo al código de


procedimientos penales

c. Para el cómputo de pena cumplida Semilibertad.

d. Para el cómputo de pena cumplida en la liberación condicional

También hay que considerar que de acuerdo a la segunda parte del


numeral 47 del CEP., estos beneficios están prohibidos para los
agentes de los delitos tipificados en los artículos 296, 297, 301, 302 y
319 a 323 del Código Penal. Asimismo en los casos de algunos otros
delitos estipulados por ley posterior.

2.1.3 LA SEMI - LIBERTAD.

Mediante este beneficio se permite al interno egresar (durante el día)


del centro penitenciario, para efecto de trabajar o educación,
obligándose luego al término de la jornada respectiva a pernoctar en
su domicilio, sujeto a control e inspección de la autoridad
penitenciaria, del representante del Ministerio Público y del Juez
Penal respectivo. Para ello debe haber cumplido previamente un
tercio de su condena o tres cuartas partes de la misma, además de
otras condiciones.

La Semi-libertad es un mecanismo de pre libertad concedido por el


órgano jurisdiccional competente, observando la buena conducta del
interno, el tiempo de permanencia de interno en el establecimiento

- 23 -
penitenciario, y teniendo en cuenta la evolución del tratamiento
penitenciario, su avance positivo en su rehabilitación.

Este beneficio consiste en que se otorgue anticipadamente la libertad


al interno, cuando se considera que está próximo a su rehabilitación,
poniéndolo a prueba a efectos de saber si el tratamiento permitirá su
rehabilitación total.

En su versión ortodoxa, la Semi-Libertad permite la salida del interno,


generalmente en el día, para que trabaje o estudie, retornando en la
noche al establecimiento penitenciario o a una casa de semi libertad,
tal como se aplico en nuestro medio hasta antes de 1991.

Esta modalidad es similar al régimen de Reclusión Nocturna, el


mismo que se diferencia del presente beneficio penitenciario, porque
se estipula para casos de condenados a penas muy cortas y desde el
inicio de la condena.

El concepto de semi libertad se pone de manifiesto en nuestro


ordenamiento mediante la Ley Nº 10129 de 1945 que adoptaba la
libertad progresiva. En 1969 con el Decreto Ley Nº 17581 denominado
“Unidad de Normas para la Ejecución de Sentencias Condenatorias”,
que fortalece el sistema progresivo adoptado donde incluido el
beneficio de semilibertad.

Esta norma otorgaba el beneficio de semi libertad según la modalidad


de la pena impuesta al sentenciado, por ejemplo: podría acceder a este
beneficio cuando la pena sea de internamiento, al cumplir quince
años. Otras exigencias de esta norma al igual que en la actualidad era
que el condenado no debía tener proceso pendiente con mandato de
detención, habiéndose observado durante su permanencia en el Penal,
buena conducta y contar con contrato de trabajo, esta última exigencia
era porque, el beneficio de semilibertad se otorgaba cuando el interno
conseguía trabajo; debiendo, luego de terminar su jornada laboral
regresar al establecimiento penitenciario para pernoctar en él.

- 24 -
El Código de Ejecución
Penal de 1985 promulgado
mediante Decreto
Legislativo Nº 330, incluyo
la figura del Juez de
Ejecución Penal, el cual
resolvía la concesión de
beneficio de semilibertad
previo dictamen del
Ministerio Público (Fiscal
provincial); dicho juez tenia
su despacho en el propio establecimiento penitenciario.

Con la dación del Código de Ejecución Penal de 1991, la figura este


magistrado dejó de existir; permitiendo que el retraso en los
procedimientos para la concesión de los beneficios penitenciarios sea
aún mayor.

Así también hubo un cambio sustancial entre el código de 1985 y el


vigente de 1991, al reemplazarse la obligación de volver en la noche al
centro carcelario, por la “obligación de pernoctar en sus domicilio
quitándole el rastro de “semilibertad” y convirtiéndole en una
especie de “Liberación condicional”, bajo la condición de trabajar o
estudiar en el día.

A. IMPORTANCIA.- Mediante este beneficio se busca poner a prueba al


interno luego de aplicársele el tratamiento penitenciario; por lo que
durante el tiempo que goza de su libertad se encontrará sujeto a
control, y a reglas de conducta por lo que es denominada
comúnmente como “libertad vigilada”.

También constituye un incentivo al interno a seguir su tratamiento


con disciplina, y cooperando de este modo a la convivencia pacífica
con los demás internos.

B. MODALIDADES.- En nuestra legislación vigente podemos


diferenciar dos modalidades o tipos de este beneficio:

- 25 -
a) Una semi-libertad ordinaria que exige un tercio de la pena
cumplida, a la que pueden acogerse todos aquellos condenados
que no tienen restricciones para solicitarlo.

De este modo, si alguien es condenando a 18 años de pena


privativa de libertad, a los 6 años de pena cumplida un tercio
(1/3) puede tramitar este beneficio. Pero si este interno laboró
los primeros 4 años de su encarcelamiento habrá logrado
redimir 2 años de pena que adicionado a sus 4 años de pena
efectiva, se le computará como 6 años de carcelería, pudiendo
entonces a los 4 años efectivos de pena privativa de libertad
acogerse a este beneficio.

b) Una semi-libertad extraordinaria o especial que exige dos tercios


(2/3) de pena cumplida, así como el pago previo de la
reparación civil y de la multa respectiva en su caso, o señalar
fianza si es insolvente. En este caso, un condenado a 18 años de
privación de libertad, podrá solicitar este beneficio a los 12 años
de pena cumplida (2/3). En el supuesto que también se acoja a
la redención de penas tendrá que ser en la modalidad del 5x1, y
si ha trabajado desde el primer día de carcelería, a los 10 años de
pena efectiva habrá logrado redimir 2 años, que adicionados a
los años efectivos se le contará como 12 para acogerse a la semi-
libertad, de tal modo que con sólo 10 años de pena privativa de
libertad efectiva se le puede otorgar este beneficio.

C. REQUISITOS PARA SU CONCESIÓN.- El Código de Ejecución


Penal señala los siguientes requisitos documentales para solicitar este
beneficio:
a. Copia certificada de la sentencia (para acreditar un tercio o dos
tercios de pena cumplida en cada caso)

b. Certificado de conducta

c. Certificado de no tener proceso pendiente con mandato de


detención

d. Certificado de cómputo labor o estudio, si lo hubiere

- 26 -
e. Informe sobre el grado de readaptación del interno, de acuerdo a la
evaluación del Consejo Técnico Penitenciario.

f. Certificado policial que acredite el domicilio o lugar de


alojamiento.

La exigencia de acreditar el contrario el contrato de trabajo o la


matrícula en una institución educativa, que configuraba en el texto
original del CEP., fue eliminada por la Ley Nº 26861 (06-10-1997),
para evitar el problema que tenían los internos para obtener tales
documentos. Sin embargo, ello no es óbice para que se exija como
requisito una Declaración Jurada del trabajo o entidad laboral o
centro educativo donde estudiará, en base a que el artículo 48º que
permite la Semi-Libertad es sólo “para efectos de trabajo o
educación”

D. TRÁMITE ADMINISTRATIVO-JUDICIAL.- De acuerdo a la norma


vigente; el trámite se inicia en el centro penitenciario y luego se envía
al Juez Penal.

A. Fase Administrativa; Dentro del centro carcelario.

 Esta fase se inicia de oficio a cargo del consejo Técnico


Penitenciario, o bien ha pedido del interno interesado.

 La organización del expediente de semi-libertad debe


contener todos los requisitos enumerados en el rubro
anterior.

 El plazo para organizar el expediente es de hasta diez días.

B. Fase Judicial; El encargado de conceder este beneficio es el Juez


que conoció el proceso.

 El Juez Penal recibe el expediente de semilibertad, debe


correr traslado al Fiscal Provincial respectivo para que
emita dictamen.

 El Fiscal Provincial debe emitir dictamen respectivo,


dentro del tercer día de recibido el expediente.

- 27 -
 El Juez una vez decepcionado el expediente con el
dictamen fiscal, debe resolver la solicitud de semilibertad
dentro del tercer día.

 Contra esta resolución procede recurso de apelación.

En el caso que el Juez conceda el beneficio de la semi-libertad debe


señalar las reglas de conducta establecidas por el artículo 58º del
Código Penal, “en cuanto sea aplicable”. De tales reglas creemos
que son imprescindibles:

- Prohibición de ausentarse del lugar donde reside sin


autorización del juez

- Comparecer personal y obligatoriamente al juzgado, para


informar y justificar sus actividades

E. REVOCATORIA DEL BENEFICIO Y PROHIBICIONES.- La semi-


libertad se puede revocar por el juez competente, obligándose al
condenado a cumplir el resto de la pena pendiente, en los casos
siguientes:

a. La comisión de un nuevo delito doloso, o

b. El incumplimiento de las reglas de conducta establecidas

Asimismo se prohíbe la concesión de este beneficio para


determinados condenados, estipulados mediante leyes especiales.

2.1.4 LIBERACIÓN CONDICIONAL.

Es un beneficio penitenciario concedido a un recluso que ha cumplido


una parte de su condena en prisión. El penado que se encuentre ya en
el último periodo de la condena y que habiendo observado buena
conducta ofrezca además garantías de llevar una vida honrada es el
que con más frecuencia se beneficia de este precepto. El tiempo de
libertad condicional dura lo que a dicho preso le reste por cumplir de
condena. Está reglamentado que si durante ese plazo vuelve a
delinquir, regresará a prisión hasta finalizar dicha condena.

- 28 -
Este beneficio penitenciario se encuentra extendido en los sistemas
penales que contemplan la pena como algo más que un castigo, como
un mecanismo de reeducación y reinserción social del delincuente.

Consiste en la liberación anticipada del condenado que ha cumplido


la mitad de la pena privativa de libertad o tres cuartas partes (3/4) de
la misma en casos especiales, de tal modo que el saldo de la pena la
cumpla en libertad bajo ciertas reglas de conducta. Es una experiencia
con diversas particularidades en el derecho comparado.

Mediante este beneficio, “el liberado sigue siendo técnicamente un


penado, aunque su vida trascurre en libertad efectiva sólo recortada
en algunos sistemas por la vigilancia y sujeción de determinadas
restricciones y, en todo caso, sujeta a la condición de buen
comportamiento. De ahí, precisamente, la terminología de
“condicional” con que se recoge en los sistemas latinos, o “bajo
palabra” (on parole) en los sistemas anglosajones”.

Mediante este beneficio penitenciario el interno sentenciado puede


obtener su excarcelación cuando ha cumplido la mitad o las tres
cuartas partes de la pena impuesta según corresponda.

La libertad condicional “…no es una libertad definitiva, sino una pre-


libertad otorgada al penado durante el cumplimiento de la condena,
pues, el liberado condicional sigue siendo un condenado hasta el
cumplimiento total de la pena”.

Esta institución penitenciaria se acogió en nuestro medio por el


Código Penal de 1924, cuarenta y cinco años mas tarde, el Decreto Ley
17581 de abril de 1969, primera ley de Ejecución Penal autónoma del
Perú, la incorporó dentro de su texto sin modificar la norma penal que
exigía el cumplimiento de “dos tercios (2/3) del tiempo de su condena
y en todo caso no menos de un año de penitenciaria o relegación ni
ocho meses de prisión…”

El Decreto Ley 23164, del 16 de julio de 1980, que modifico al DL.


17581 en lo que respecta a la redención de penas por el trabajo, así
como el Decreto Supremo 025-81-JUS del 29 de setiembre de 1981,
dispusieron que el tiempo redimido por el trabajo o estudio se

- 29 -
tomaría en cuenta para contar el tiempo exigido para solicitar la
liberación condicional.

A. IMPORTANCIA.- Por medio de este beneficio penitenciario se busca


la rehabilitación y resocializacion eficiente del condenado, mediante
un mecanismo que permite anticipar la liberación del interno del
establecimiento penitenciario como parte readaptación social al haber
cumplido los requisitos legales que establece la norma para su
otorgamiento.

Con lo cual se busca reinsertar al recluso que reporta buena conducta


y síntomas de rehabilitación y ha cumplido una parte de la pena
efectiva establecida por la ley, de tal manera que constituye una
oportunidad para el condenado de demostrar a la judicatura que es
un sujeto socialmente útil, es por ello que dicha oportunidad esta
sujeta a su revocación inmediata por su naturaleza condicionante, si el
sentenciado incumple las normas de conducta a las que esta obligado.

B. MODALIDADES.- Según la legislación vigente podemos diferenciar


dos modalidades de liberación condicional:

a) Liberación condicional ordinaria: Se otorga en los casos


admitidos legalmente, cuando se ha cumplido la mitad de
la pena privativa de libertad.

En el supuesto de un condenado a 16 años de pena


privativa de libertad sin impedimento para acogerse a esta
modalidad, requerirá haber cumplido la mitad de la pena,
esto es 8 años para obtener este beneficio. Tiempo que
puede ser menor si redime la pena por el trabajo en su
modalidad del 2x1, de tal modo que a los 64 meses de
pena efectiva (5 años y 4 meses) puede redimir 32 meses (2
años y 8 meses), sumando 8 años, de tal modo que a los 5
años y cuatro meses de pena efectiva podrá tramitar su
liberación condicional.

b) Liberación Condicional extraordinaria; En casos de los


artículos 129, 200 segunda parte, 325 a 332 y 346 del
Código Penal, en los que se exige tres cuartas partes de la
pena cumplida.

- 30 -
Ejemplo, un condenado a 16 años de pena privativa de
libertad, que puede acogerse a la modalidad
extraordinaria, solicitará este beneficio al cumplir tres
cuartas (3/4) parte de su pena o sea a los 12 años. En caso
que también redima sus penas será en la modalidad del
5x1, y si trabaja desde el prime día de carcelería a los 10
años de pena efectiva podría solicitar su liberación
condicional.

C. REQUISITO PARA SU CONCESIÓN.- El Código de Ejecución Penal


vigente considera que se deben contar con los siguientes documentos:

 Testimonio de condena

 Certificado de conducta

 Certificado de no tener proceso pendiente con mandato de


detención

 Certificado de Cómputo laboral o estudio, si lo hubiera

 Informe sobre el grado de readaptación del interno, de


acuerdo a la evaluación del Consejo Técnico Penitenciario.

D. TRÁMITE ADMINISTRATIVO-JUDICIAL.- Al igual que en la


semi-libertad el trámite se inicia en el establecimiento penitenciario y
luego se remite el expediente al juzgado penal respectivo:

1. Fase Administrativa; En el establecimiento penitenciario.

a. Esta fase se inicia de oficio a cargo del Consejo Técnico


Penitenciario, o bien a pedido del interno interesado

b. El expediente de liberación condicional debe tener todos los


requisitos enumerados en el rubro anterior

c. El plazo para organizar el expediente es hasta de diez días

2. Fase Judicial; El encargado reconceder este beneficio es el juez


que conoció el proceso.

- 31 -
a) El Juez Penal que recibe el expediente de liberación
condicional, debe correr traslado al Fiscal Provincial
respectivo para que emita dictamen

b) El Fiscal Provincial debe emitir dictamen respectivo, dentro


del tercer día de recibido el expediente

c) El Juez una vez decepcionado el expediente con el dictamen


fiscal, debe resolver la solicitud de liberación condicional
dentro del tercer día.

d) Contra esta resolución procede recurso de apelación

En el caso que el juez conceda el beneficio de la liberación


condicional, debe señalar las reglas de conducta establecidas por el
artículo 58º del Código Penal, “en cuando sean aplicable”.

E. REVOCATORIA Y PROHIBICIONES DE ESTE BENEFICIO.- La


libertad condiciónala se puede revocar en los siguientes casos:

 Al cometer el liberado nuevo delito doloso, por lo que debe


cumplir el tiempo de la pena pendiente contando desde el
momento en que se le concedió el beneficio.

 Al incumplir las reglas de conducta señaladas al concederle la


liberación condicional. En este caso debe cumplir el tiempo
pendiente de la pena impuesta.

Asimismo se prohíbe la concesión de este beneficio en ciertos casos de


delitos estipulados por leyes diversas.

2.1.5 LA VISITA ÍNTIMA.

Este beneficio constituye una de las medidas de solución más


importante frente al problema sexual carcelario, la cual implica
castidad forzada de los internos casados o en convivencia. Nuestro
CEP. señala que esta visita intima tiene como objeto principal el
mantenimiento de las relaciones del interno con su cónyuge o
concubino, bajo recomendaciones de higiene y planificación familiar
así como de profilaxis médica.

- 32 -
Es el permiso de relación
sexual que según las
Naciones Unidas debe
otorgarse prescindiendo
de la calificación de la
conducta del reo, dado
que el preso está privado
de su libertad
ambulatoria; pero no, de
su libertad sexual15, así el
permiso consiste en el
ingreso de la esposa o
concubina a una celda o lugar especialmente acondicionado a tales
efectos para permitir a los esposos la relación sexual, no significando
un premio sino la satisfacción de una necesidad del interno y de su
cónyuge libre.

En nuestra legislación las visitas íntimas se encuentran permitidas


para los internos casados o convivientes; pero su implementación en
nuestras cárceles encuentra un problema ante la necesidad de contar
con personal especializado que realice las evaluaciones respectivas
antes de conceder este beneficio. No siendo posible en algunos casos,
que su acceso alcance para la población penal femenina.

La legislación prevé que la vista intima sea controlada por parte del
interno como de la visita relacionada a profilaxis, higiene y control de
natalidad, hecho que traerá la seguridad social, en los diferentes
Establecimiento penitenciarios las visitas conyugales ingresan hasta
los ambientes de los internos, los cuales tiene un respeto aceptable en
los horarios y en la privacidad.

A. IMPORTANCIA Y JUSTIFICACIÓN.- Lo que estima la ciencia


penitenciaria, es evitar que exista el problema sexual en el interno del
Establecimiento, por ello se debe buscar medidas alternativas a la
prisión, a fin de que las penas no sean muy largas y evitar las

15
SAGUES, Néstor Pedro. La libertad sexual de los detenidos y el Habeas Corpus correctivo, La Ley, Buenos Aires,
1987, Pág. 233

- 33 -
abstinencias sexuales prolongadas. La actividad sexual debe ser
controlada al interior de Establecimiento, el problema genera un
problema social, porque la población penal en su mayoría son de
estratos bajo y en descontrol.

Sabemos que desde que una persona es absorbida por el sistema


penitenciario toda su vida cambia sin más. Si bien desde la teoría, la
pena privativa de libertad solamente restringe la privación la libertad
ambulatoria, desde el momento en que una persona es encerrada por
el poder penal, la cárcel termina por tragarse al preso16, confiscándolo
y neutralizando todos sus derechos fundamentales; Así el interno
padece también una abstinencia sexual, como si fuese una accesoria
adscrita a la pena principal, tal tesis es incompatible con la
Constitución y los fines de rehabilitación y resocialización de la pena.

Es por ello que surge la necesidad de implementar mecanismos para


afrontar el problema sexual carcelario, en este sentido, las vistas
intimas constituye una medida destina a minimizar los efectos de la
abstinencia sexual del presidio en los internos, y así también controlar
las practicas sexuales investidas como la homosexualidad o prestación
de prostitutas a través de cupos al personal encargado de vigilar el
ingreso al Establecimiento penitenciario.

B. REQUISITOS PARA SU AUTORIZACIÓN.- El código vigente no es


muy explicito al respecto, solo indica algunas generalidades, dejando
al reglamento la precisión respectiva. Sin embargo consideramos que
su concesión requiere el cumplimiento de ciertas condiciones como las
siguientes:

a) El procedimiento se inicia con la solicitud dirigida al


director del establecimiento penitenciario indicando los
datos de identidad de su pareja;

16
Los que generalmente son producto del tipo de vida desequilibrada que tuvieron antes de entrar en prisión;
NEUMAN, Elías. El problema sexual en las cárceles, Editorial Universidad, Buenos Aires, Argentina, 1997, Pág.
60

- 34 -
b) Copia simple de partida del matrimonio civil o religioso o
cualquier otro documento que acredite la relación de
convivencia;

c) Observar buena conducta por parte del interno

d) Informe médico favorable, que certifique que el interno


no adolece de enfermedades de transmisión sexual, para
prevenir riesgos de contagio de alguna enfermedad

e) Certificado medico de fecha reciente expedido por el área


de salud en el que se indique que él o la cónyuge o
conviviente no adolezca de enfermedades de transmisión
sexual

f) Recomendaciones de higiene y planificación familiar a la


pareja

En la doctrina penitenciaria se recomienda que este beneficio se


cumpla en un ambiente especial que se denomina VENUSTERIO, bajo
supervisión del personal penitenciario encargado para ello. Sin
embargo, en nuestros centros carcelarios los internos no tienen una
actitud favorable frente a dicho ambiente especial, prefiriendo que las
visitas intimas se efectúen en sus propias celdas.

C. PROCEDIMIENTO.- Respecto a su procedimiento, éste se inicia con


la solicitud del interno al Director del Establecimiento Penitenciario,
quien lo remitirá al Órgano Técnico de Tratamiento para su
evaluación y verificación en un plazo no mayor de diez días. Con su
opinión, el director resolverá lo solicitado en un plazo no mayo de
tres días hábiles.

Si la solicitud fuera declarada improcedente el interno puede


interponer recurso de apelación, el mismo que será resuelto por el
Consejo Técnico Penitenciario en un plazo no mayor de cinco días
hábiles.

D. AUTORIDAD QUE CONCEDE ESTE BENEFICIO.- Según nuestro


CEP., es el Director del centro penitenciario, quien debe disponer lo
concerniente para que previamente se efectúen los exámenes médicos
y la orientación en planificación familiar.

- 35 -
2.1.6 OTROS BENEFICIOS – RECOMPENSAS.

Nuestra legislación penitenciaria estatuye, que cuando la conducta


del interno demuestre solidaridad y responsabilidad, bien es su
desenvolvimiento personal o en la actividad organizada del centro
carcelario, se le estimulará mediante recompensas.

A. ANTECEDENTES.- Se encontraba regulado en el Código de


Ejecución Penal de 1985, en su artículo 60º que ante la evidencia de
actos que denotan en el interno espíritu de compañerismo, trabajo y
sentido de responsabilidad tanto en el comportamiento personal
como en la actividad organizada del establecimiento, éstos serán
estimulados mediante un sistema de recompensas que se determinará
en el Reglamento. Este reglamento publicado el 16 de junio de 1985,
mediante Decreto Supremo Nº 012-85-JUS establecía en su Capítulo
IV, Sección 6, señalaba taxativamente las siguientes recompensas:

- Mención honorífica, cuyo acto de entrega se efectuaba con la


presencia de las autoridades del establecimiento, siendo de
público conocimiento.

- Autorización para trabajar horas extraordinarias.

- Concesión extraordinaria de comunicaciones y visitas

- Exoneración de servicios no retribuidos

- Empleos en comisiones auxiliares de confianza sin que éstos


impliquen funciones autoritarias por parte del interno.

- Obsequios de bienes que pueden ser utilidad para el interno

- Otros que determine el directos del establecimiento

Estas concesiones serán anotadas en el expediente personal del


interno con expresión de los hechos que la motivaron; y se otorgaban
por el Consejo Técnico de establecimiento penitenciario.

B. RECOMPENSAS QUE SE PUEDEN OTORGAR.- El código de


Ejecución Penal del 1991, mantiene el mismo lineamiento del anterior
código en cuanto a recompensas, las cuales son:

- Autorización para trabajar en horas extraordinarias

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- Desempeñar labores auxiliares de la administración
penitenciaria, que no impliquen funciones de autoridad. La que
debe realizar sin afectar las reglas de seguridad

- Concesión extraordinaria de comunicaciones y visitas

- Otros que determine el reglamento

A su vez el Reglamento menciona a parte de estas recompensas a las


siguientes:

- Mención honorífica, que será entregada en ceremonia pública


por el director del establecimiento penitenciario;

- Obsequios de bienes al interno;

- Prioridad en la participación de actividades de carácter cultural,


social y deportiva en el establecimiento penitenciario; y

- Las demás que determine el Consejo Técnico Penitenciario.

C. AUTORIDAD QUE LAS OTORGA.- En este caso se estipula que las


recompensas son otorgadas por el Consejo Técnico Penitenciario, y
además se debe anotar en el expediente o legajo personal del interno.

2.2 OBLIGACIONES DE UNA PERSONA LIBERADA POR


BENEFICIO PENITENCIARIO.

Si la liberación es por beneficio de semi libertad, las obligaciones son: a.


Acreditar la actividad laboral o educativa que se realiza b. Pernoctar en
su domicilio c. Informar personalmente cada treinta días de sus
actividades al área de tratamiento en el medio libre que corresponda de
acuerdo a su jurisdicción. d. Cumplir con las reglas de conducta
impuesta por el Juez Penal. Si la liberación es por beneficio de liberación
condicional, las obligaciones son: · Fijar un lugar de residencia habitual,
informando sobre el cambio de domicilio a la autoridad penitenciaria. El
incumplimiento es causal de revocatoria inmediata. · Informar
personalmente cada treinta días de sus actividades al área de tratamiento
en el medio libre. · Cumplir con las reglas de conducta impuesta por el
Juez Penal.

- 37 -
2.3 CONSECUENCIAS DEL INCUMPLIMIENTO DE LAS
OBLIGACIONES IMPUESTAS.

Si no cumple con las obligaciones impuestas, se informará al Juez con la


finalidad de requerir al liberado para el cumplimiento, bajo
apercibimiento de revocarse el beneficio.

2.4 CAUSAS DE REVOCATORIA DE LOS BENEFICIOS


PENITENCIARIOS.

También genera revocatoria del beneficio, la nueva condena por un


delito doloso.

2.5 EFECTOS DE LA REVOCATORIA DEL BENEFICIO


PENITENCIARIO.

El liberado es internado en un Establecimiento Penitenciario. Si la


revocatoria se sustenta en el incumplimiento de las reglas de conducta,
se computará el tiempo que el interno estuvo en semi libertad o
liberación condicional. Si es por una nueva condena por delito doloso,
obliga al liberado a cumplir el tiempo de la pena pendiente al momento
de la concesión del beneficio de semi libertad o liberación condicional.

CAPÍTULO III
ASPECTOS COMPLEMENTARIOS

3.1 DERECHO COMPARADO:

BENEFICIOS PENITENCIARIOS
BOLIVIA Existen dos beneficios penitenciarios:
 La libertad condicional, siempre que se haya
cumplido las dos terceras partes de la pena.
Además se requiere informe favorable de la
Dirección General de Establecimientos
Penitenciarios y del Juez de Vigilancia.
 El beneficio de pre-libertad bajo la modalidad
de extramuros. Para tal efecto el interno tiene
que haber cumplido más de la mitad de la

- 38 -
condena impuesta, exceptuando aquellos casos
en donde se haya impuesto al interno pena
privativa de libertad superior a los diez años.
Tratándose de delitos tipificados en el Código
Penal, y en el caso de delitos tipificados en la
Ley 1008 (Ley del Régimen de la coca y de
sustancias controladas), cuando el interno haya
sido condenado a pena privativa de libertad
que exceda los cinco años.
Resolución Biministerial 001/95 - 27-01-95, Art. 1.
Reglamento que norma el beneficio de pre-libertad
bajo la modalidad de extramuros
CHILE Los siguientes beneficios forman parte del
tratamiento penitenciario de reinserción social:

 La salida esporádica

 La salida dominical

 La salida de fin de semana

 La salida controlada al medio libre

Para el otorgamiento de los beneficios penitenciarios


se observa lo siguiente: la buena conducta, el espíritu
de trabajo, el compañerismo y el sentido de
responsabilidad en el comportamiento personal, así
como en la participación relativa en actividades
asociativas, comunitarias o de otro tipo, que se
organicen en los establecimientos penitenciarios.

Reglamento de Centros Penitenciarios, Decreto


Supremo N° 518 de 1998, Arts. 96º y 110º
COLOMBIA El tratamiento penitenciario en sus distintas fases
incluye los siguientes beneficios penitenciarios:
 Permisos hasta de setenta y dos horas. Consiste
en salidas del establecimiento, sin vigilancia. Se
exige haber cumplido algunos requisitos.
 Libertad preparatoria. El condenado que no

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goce de libertad condicional, de acuerdo con
las exigencias del sistema progresivo y quien
haya descontado las cuatro quintas partes de la
pena efectiva, se le puede conceder la libertad
preparatoria para trabajar en fábricas,
empresas, etc. que ofrezcan seguridad y control
del interno.
 Franquicia preparatoria. Superada la libertad
preparatoria y previa evaluación del Consejo
de Disciplina, el interno pasa a disfrutar de la
franquicia preparatoria. Esta consiste en que el
condenado puede estudiar, trabajar o enseñar
fuera del establecimiento, con presentaciones
periódicas ante el director del establecimiento
respectivo.
 Trabajo extramuros.
 Penitenciaría abierta.
Código Penitenciario y Carcelario, Arts. 146º a 149º
ECUADOR La norma prevé la existencia de los beneficios
siguientes:
 Pre-libertad. Es la parte del tratamiento en la
que el interno que ha cumplido los requisitos y
normas del sistema progresivo, desarrolla su
actividad controlada por el régimen, fuera del
centro de rehabilitación social.
 Libertad controlada. Este es un beneficio en el
cual el interno convive en su medio natural,
siendo necesario para ello que el interno haya
cumplido las tres quintas partes de la pena
impuesta.
 Rebajas. Es otorgado a aquellos internos que
durante el tiempo de la condena observan
buena conducta y demuestran interés por su
rehabilitación. Es así que en virtud de ello
pueden obtener como beneficio hasta ciento
veinte días anuales de reducción de pena.
Código de Ejecución de Penas y Rehabilitación

- 40 -
Social, Arts. 23º, 25º, 26º y 33º
PERU Los beneficios penitenciarios admisibles de
conformidad a la normatividad penitenciaria
peruana son los siguientes:
 Permiso de salida, el que puede ser concedido
al interno por un máximo de 72 horas, en
determinados casos.
 Redención de la pena por el trabajo y la
educación. Se efectivizada en razón de un día
de reducción de pena por dos días de labor.
 Semilibertad. Permite egresar al sentenciado
que ha cumplido la tercera parte de la pena.
 Liberación condicional. Se concede al
sentenciado que ha cumplido la mitad de la
condena impuesta.
 Visita íntima. Otorgado por el director del
establecimiento penitenciario.
 Otros beneficios. Integrado por recompensas,
tales como la autorización para trabajar en
horas extraordinarias, desempeñar labores
auxiliares de la administración penitenciaria, y
concesión extraordinaria de comunicaciones y
visitas.
Código de Ejecución Penal, Art. 42º
VENEZUELA  Las salidas transitorias. Los penados cuyas
conductas lo merecen y cuando su favorable
evolución lo permita, pueden obtener salidas
transitorias, hasta por cuarenta y ocho horas
debidamente vigilados y bajo caución.
Son fórmulas de cumplimiento de las penas:
 El destino a establecimiento abierto. Puede
concederse por el Ministerio de Justicia, a los
penados que hayan extinguido por lo menos
una tercera parte de la pena impuesta,
habiendo demostrado conducta ejemplar.
 El trabajo fuera del establecimiento. Es

- 41 -
organizado por grupos que con la
denominación de destacamentos y bajo la
dirección y vigilancia del personal de los
servicios penitenciarios, son destinados a
trabajar en obras públicas o privadas en las
mismas condiciones que los trabajadores libres.
 La libertad condicional como último período de
cumplimiento de la pena. Es acordada y está
sujeta a la supervisión y vigilancia del delegado
de prueba designado por el Ministerio de
Justicia.
Ley del Régimen Penitenciario, Arts. 69º al 80º

CONCLUSIONES:

A lo largo del estudio de legislación nacional sobre beneficios


penitenciarios, podemos observar que se ha establecido cinco
beneficios penitenciarios, correctamente identificados, sin contar las
recompensas que es materia de un análisis posterior, dichos beneficios
tiene como característica general, el objetivo de buscar reinsertar al
penado a la sociedad, y lograr así la ansiada rehabilitación, por medio
de actividades socio educativas y productivas que genere el habito al
trabajo licito y propicie labores de índole académico y/o cultural. Sin
embargo quienes hemos podido observar la realidad carcelaria,
sabemos que ello no es así, por una razón primordialmente de
idiosincrasia, la ley es claro, los mecanismos y el procedimiento
también lo son, más por el contrario no existe la infraestructura ni los
recursos que posibiliten el cumplimiento eficiente de los beneficios y en
consecuencia los fines de readaptación social, que se espera, no se
pueden concretar en la población penitenciaria.

Por ello debemos señalar a modo de conclusión, que se requiere mayor


inversión del Estado, proveyendo los medios necesarios para la
rehabilitación del delincuente, dado que de lo contrario, los
establecimientos penitenciarios seguirán siendo, como señala
ZAFFARONI; “local de seres humanos deteriorados”, al no lograr el fin

- 42 -
de la pena y propiciando un efecto inverso (antisocial) en la conducta
de los reclusos.

BIBLIOGRAFÍA

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Promulgado 02-08-91, Jurista Editores, 4ta edición, Lima, 2004.

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Ejecución Penal, Promulgado, 11-09-2003, Jurista Editores, 4ta edición,
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