Ensayo3 El Diacono y Sus Funciones (Victor Cardenas)

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Ensayo 3: El Diacono y Sus Funciones

Dios no mira donde estas sirviendo, El mira la disposición del corazón. La palabra Diacono (gr.
diakoneo: servir) empleada por Pablo para destacar el trabajo de los servidores en el momento
en el que se organizaba la iglesia de alguna manera. A su vez, describe en que condición
espiritual debía estar ese servidor.

El diacono deber ser probado para el servicio y que sea irreprensible (integro, transparente y
correcto), sujeto a la autoridad. (1 Timoteo 3:10). Dispuesto a servir en la iglesia, en las
reuniones (Marcos 1:31), y entendidos de que somos escogidos para suplir necesidades tanto
en oración como en ayuda a dar soluciones, tal como lo cita Hechos.

1 En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo


murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de
aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los
doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo
que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.
Hechos 6:1-2

En ocasiones el tiempo de nuestros pastores se ocupa en oficios del templo que les hace
cansancio, los lideres debemos suplir con nuestro apoyo a los pastores y que puedan
dedicarse reposadamente a la presencia de Dios y sean ministrados en la palabra que Dios
nos dará cada semana. Esto no es nuevo, los apóstoles sintieron esa necesidad en su
momento y lo expresaron.

También siendo buenos mayordomos en el buen manejo y cuidado de los recursos de la


iglesia, basado en las instrucciones dadas por las autoridades, y sean suplidas necesidades
básicas y de los hermanos de la iglesia. La atención a los invitados, la preparación de la cena
del Señor y hacerlo de manera continua es el principio que Romanos 13:6 establece como, el
Servidor de Dios es aquel que sirve continuamente.

El diácono debe tener buen testimonio, talento y vocación para cumplir sus funciones en las
diferentes áreas de la iglesia.

La palabra en Hechos 6:3 nos dice: …Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete
varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos
de este trabajo…

No solo el buen testimonio, el talento y la vocación hacen al diacono el servidor que agrada a
Dios, la llenura del Espíritu Santo marca el vínculo o conexión que va dar el peso o valor a
nuestro servicio.

Esto lo entendí hace mucho tiempo atrás, cuando me iniciaba en el ministerio de alabanza y
adoración, donde el Espíritu me reveló que el salmista y el pueblo no son los protagonistas en
la alabanza sino es Dios Padre, para llegar a entender esto tuve que dejar de ser salmista, ser
siervo y dejar que el Espíritu Santo actuara en mí.

Por lo que, en la Alabanza: existiendo los talentos para la música, la rítmica y el canto, es
necesario cumplir con tiempos devocionales que incluyan oración varias veces al día, ayuno,
vigilia y alabanza. Cumplir con los ensayos, sujetos al director de alabanza. Dispuestos al
cuidado, colocación y recogida de equipos multimedia, instrumentos, sonido y hacer estudios

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musicales.

En el ministerio infantil se debe, amar, valorar y atender los niños como Jesús los ama,
guiarlos en las clases, escucharlos, ayudarlos en sus necesidades dentro y fuera del templo,
asegurarse que quedaron en manos de personas responsables y capacitadas del ministerio
infantil.

Cuando se necesite consejería familiar, el diácono debe informar que nuestra Iglesia
dispone de un equipo de consejeros que puede ayudarle, comunicar oportunamente los
casos, remitir al consejero o, atenderlo el mismo. Necesita una preparación, orar, escuchar y
ministrar conforme lo dice la palabra, no basado en la opinión personal, ser imparciales al
atender parejas; no involucrarnos emocionalmente con ellos es parte de los requisitos en este
campo.

AI tener el conocimiento y las capacidades para administrar el servicio, hacerlo con


excelencia; es un privilegio y ello es demandado Señor, por medio de la parábola de los
talentos.

Trabajo honroso de buen conserje al Mantener las Instalaciones: del sitio donde nos
congregamos, ser el primero en llegar y el último en salir, verificar el orden de los
implementos en el templo: las sillas, el púlpito, los instrumentos musicales, la limpieza, el
aseo de los baños y el salón. Recordando que todo trabajo, por humilde que lo veamos, es un
privilegio ante los ojos del Señor.

La mejor carta de presentación de un ministerio es la Atención a las Personas, determina


muchas veces la estadía del que llega por primera vez: un caluroso recibimiento a los que
llegan al servicio (3 Juan 5-6), con una sonrisa dando la bienvenida y saber dónde hay un
lugar libre para acomodarlos con diligencia y proactividad.

Servir con el alma y con diligencia en nuestra casa de pastoreo, atendiendo muy bien a las
personas, tener lista la canasta del amor, orar por las necesidades de ellas.

En las Reuniones Programadas, vestirnos con decoro para el Señor y representarlo.


Atender cualquier necesidad que se presente en los cultos, al momento de ofrendar, para los
baños, en la vigilancia. En el llamado a ''recibir al Señor” facilitar el acceso al altar y tomar su
información. Al llamado de los testimonios, filtrar antes para verificar realmente sea un
testimonio. Atento a lo que sucede alrededor, durante la alabanza, la predica, y la
ministración; siendo ejemplo en todo, sin distraernos de la labor que nos fue encomendada.

Deslastrar peso de la espalda de nuestros pastores permite llevarle a la congregación una


buena palabra, un buen servicio de diaconado, en consecuencia la obediencia y el
crecimiento de su pueblo.

Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se


multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los
sacerdotes obedecían a la fe. Hechos 6:7

Hno. Victor Cárdenas


24/09/2019

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