Natación Terapéutica
Natación Terapéutica
Natación Terapéutica
por medio de los estilos de natación o ejercicios similares con adaptaciones (tanto en la forma del
movimiento como en la utilización de materiales) según la patología a la que nos enfrentamos, el
objetivo es liberar de la acción de la gravedad, relajar, flexibilizar y fortalecer la columna vertebral.
Es un tratamiento de larga duración, que requiere como mínimo para obtener resultados 4 meses
de trabajo, en lo que está implicado el alumno pues debe asistir con regularidad a 3 clases
semanales de una hora cada vez.
Especificación de los ejercicios que se realizan en el medio acuático con estas personas
Pararse en el agua: será un conjunto de acciones que permitan al individuo incorporase en este
medio, las primeras tres deberán efectuarse al unísono, para lograrlo con éxito:
Esto producirá el descenso de la cadera a una posición de silla, con lo cual los pies pueden
apoyarse en el suelo y se puede salir a respirar sin riesgo de desestabilizase ni de producir lesión a
nivel lumbar.
Precaución: evitar que el alumno realice el movimiento en forma brusca, en la medida que el
ejercicio se realice de forma lenta es muy difícil que sufra lesión por encontrarse disminuido el peso
en un 90 %.
Corchito: flotación en posición fetal tomándose las rodillas y con flexión de cuello. Para pararse
deberá soltar las piernas e incorporarse.
Flotación Ventral: Consiste en Flotar en posición decúbito ventral (Con o sin realce lumbar) con la
cabeza sumergida, los brazos extendidos adelante y mirando el fondo de la piscina.
Se insiste mucho en esta postura de la cabeza para forzar una postura en flexión y evitar una de
hiperextensión de la columna.
La mayoría de los ejercicios se realizarán con los brazos extendidos para tender a estirar la
columna.
• Descompresión de los discos intervertebrales en su porción posterior y de las raíces
nerviosas por la flexión de tronco, la extensión de los brazos y la nulidad de la acción de la
gravedad.
• Relajación.
Flotación Dorsal: Es una ventaja para aquél que tiene temor pues no necesita sumergir el rostro
en el agua, pues se realiza en posición decúbito dorsal. Donde el cuerpo adopta solo la posición
antálgica o indolora pues en la generalidad de los casos la cadera está más sumergida que el
tronco y las piernas.
Puede hacerse con o sin elementos auxiliares. Ej: flotar con flotaflota en cuello y rodillas.
Este ejercicio tendrá la bondad de otorgar fuerza y movilidad a los brazos para hacer tareas para
las que la columna está impedida.
Patada: Movimiento alternado de piernas que se realiza suavemente, tanto en Flotación Ventral
como Dorsal.
• Trabajo aeróbico (por el tiempo que puede ser mantenido) que va a aumentar la
capilarización de los músculos paravertebrales.
• Fortalecimiento de los músculos paravertebrales.
Caminar y movilizar las piernas: Importante en esta parte del programa de natación terapéutica
la altura del agua pues cuanto más cerca de las axilas será mejor para evitar la sobrecarga sobre
los discos dañados. Incluimos aquí ejercicios de aductores, abductores, cuádriceps, y sobre todo
glúteos los que deberán ser monitoreados bajo el agua para corroborar la posición de la columna
lumbar al realizarlos, la cual tendrá que ser con flexión de cadera o apoyándose en la pared.
Luego podrá incluirse variaciones de estos y cuando la persona posee mejoras en su estado físico
que le permitan una gran movilidad y por supuesto no tenga dolores aprenderá los estilos crol y
espalda, nunca pecho o mariposa por la fuerza y la movilidad que implican sobre toda la columna.
Podemos dar variedad o mayor resistencia con elementos como aletas, flotaflota, pull-boy, tablas,
manoplas, colchonetas, pelotas, etc.
No debemos olvidar actividades de gimnasia acuática con música y recreativas ya que estas
personas deben y pueden, siempre con los debidos recaudos, jugar, divertirse y disfrutar... ¿por
qué? Porque deben venir a olvidar sus problemas, gozar del agua y sus beneficios,
SOCIALIZARSE... darse cuenta que no son los únicos que pasan por esta situación. Sería ésta la
parte más importante de la actividad, pues dejan de concurrir por una enfermedad (obligación) y
comienzan a hacerlo por gusto, consideramos éste cambio de actitud como el inicio de la
recuperación, y en especial para las personas de edad que en su generalidad ya han sido
relegados de muchas cosas.
Estilos y ejercicios más adecuados para cada una de las patologías:
Hiperlordosis cervical: Crol con cabeza dentro, crol con un brazo y tabla, espalda con la
barbilla cerca del pecho, espalda con un brazo y el otro en el pecho.
Hipercifosis dorsal: Crol con cabeza fuera sin hiperextensión cervical, crol con cabeza
dentro, crol con un brazo, espalda con la barbilla alejada del pecho, espalda con un brazo.
Hiperlordosis lumbar: Crol con cabeza dentro, todos los ejercicios de espalda, espalda
con los dos brazos simultáneos, espalda con un solo brazo y braza vertical.
Rectificación cervical: Crol con cabeza fuera, crol normal, espalda normal y, sobre todo,
braza.
Rectificación lumbar: Crol con cabeza fuera, espalda y, sobre todo, braza.
Escoliosis patológica: Cualquier estilo siempre que no sea una escoliosis pura. Si está
combinada con cualquier otra patología atenerse a los ejercicios descritos más arriba.
Por último, existen otras causas de hipercifosis que no son realmente patologías mecánicas
del raquis, como infecciones tuberculosas de la vértebra, o aplastamientos vertebrales por
osteoporosis.
Tratamiento:
Crol con cabeza fuera sin hiperextensión cervical: No realizaremos ninguna rotación,
manteniendo siempre la mirada al frente. Los brazos deberán entrar en el agua delante del
hombro y el batido de las piernas deberá ser muy intenso para mantener el cuerpo en
flotación.
Crol con cabeza dentro: Puede utilizarse o no material auxiliar de flotación como una tabla
o pullboy.
Crol con un brazo: Mantendremos extendido delante uno de los brazos y trabajaremos
solamente con las piernas y uno de los brazos. Tendremos siempre en cuenta realizar la
respiración por el lado del brazo que trabaja.
Espalda con la barbilla alejada del pecho: El cuerpo deberá mantener la línea de flotación
lo más cerca posible de la superficie del agua. Elevaremos la barbilla y miraremos hacia
arriba, manteniendo la espalda extendida el mayor tiempo posible.
Espalda con un brazo: Igual que el ejercicio anterior, pero mantendremos uno de los brazos
flexionado sobre el pecho.
Espalda con dos brazos simultáneos o pájaro: Batido de piernas de espalda y trabajo
bilateral simultáneo. Es un ejercicio fácil de realizar y muy efectivo.
Brazos de espalda simultáneos y piernas de braza: Igual que el ejercicio anterior, pero esta
vez cambiamos el batido de las piernas por una patada de braza simétrica. Primero la patada
y luego la brazada.
Estos son los ejercicios más importantes que se deben hacer en la piscina. Dos o tres
sesiones a la semana sería un buen comienzo para percibir resultados a medio plazo, sin
embargo, como todo, es preferible empezar suave y mantenerlo a empezar con mucha
energía y abandonar a las pocas semanas.