La Etica: Un Compromiso
La Etica: Un Compromiso
La Etica: Un Compromiso
Con estas palabras subraya el Papa Juan Pablo II, la importancia primordial del
trabajo y nos enseña que el sujeto, el autor y el verdadero fin del trabajo -y de
todo el proceso productivo- es la persona humana vitalmente involucrada en el
mismo. Todo hombre trabaja para vivir. No sólo para satisfacer sus
necesidades materiales, también para cumplir el mandato divino de "dominar la
tierra" y hacerla producir todo lo necesario para su desarrollo y crecimiento,
para "llenar su existencia sobre la tierra".
Por eso el valor del trabajo humano no se mide por el tipo de actividad de cada
uno (carpintero, profesional, campesino...), sino por el hecho de ser persona
quien lo ejecuta. Entre todas las criaturas, sólo el hombre es capaz de trabajar
de manera "programada y racional", en forma "consciente y libre". Con su
trabajo humaniza y ennoblece a la naturaleza, modelándola de acuerdo a sus
intereses primordiales, en directa relación con su desarrollo y autopromoción
integral.
3. Plaga de la Desocupación
Por otra parte, frente a las "cosas", la persona humana debe actuar siempre
como "señor", jamás como esclavo. Por eso la técnica, creada por el cerebro
humano, es una aliada del hombre y debe permanecer bajo su control: le
facilita el trabajo, lo perfecciona, lo acelera, lo multiplica. Pero podría
transformarse en adversaria cuando la mecanización del trabajo lo suplanta,
quitándole toda satisfacción personal y el estímulo de la creatividad y
responsabilidad. Para que la máquina no esclavice ni aplaste a su constructor,
es indispensable un desarrollo proporcional de la moral de la ética.
5. El Derecho del Trabajo
Todas estas consecuencias que se derivan del ejercicio del trabajo humano
fundamentan el derecho de todo hombre a tener un trabajo adecuado,
remunerado con justicia, sin el cual quedaría prácticamente paralizado el
progreso de la humanidad y frustrado el plan de Dios sobre el hombre. Este
derecho fundamental está positiva y oficialmente reconocido en el Art. 23 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Toda persona tiene derecho
a tener un trabajo, a la libre elección del mismo, a condiciones equitativas de
trabajo y a la protección contra el desempleo".
El hombre participa en el trabajo no sólo con su vigor físico, sino con toda la
vitalidad de su espíritu. Mediante su fatiga y sudor, el cristiano participa en la
obra del Dios Creador y del sacrificio del Cristo Redentor. La viva conciencia de
esta realidad constituye el móvil más profundo para emprenderlo.
Por último -señala J. Pablo II- "el trabajo debe ser una expresión del amor
cristiano. Por eso, no puede ser privilegio de algunos mientras la mayoría se
consume en la inactividad. Para los que trabajan no debe ser un acto de
codicia ni búsqueda de un simple lucro, sino un servicio solidario y
desinteresado a una sociedad de hermanos..."
¿Y?......... ¿PARA QUÉ TRABAJAMOS?...............
La misma suerte y peor han corrido miles de jovencitos de 13, 16, 20 años, que
por ganarse unas monedas, unos billetes, se han acostado con homosexuales,
contagiándose de Sida.
Nada de esto hubiere ocurrido si todos estos jóvenes hubieren elegido trabajar.
Trabajar nos permite tener para vivir, sin necesidad de llegar al extremo de
vender el propio cuerpo, exponiendo nuestra vida e integridad física.
Nos llena de tanto orgullo poder comprar cosas, que nuestra personalidad se
fortalece, nos sentimos realizados, útiles, reconocidos, porque somos parte de
un engranaje que produce. La motivación aumenta en nosotros.
Es más. Tu familia, tu casa progresara más rápido si todos trabajan. Cada uno
debe poner un granito de arena, traer algo de dinero a casa. Así la alimentación
va mejorando, no se pasa privaciones. La unión hace la fuerza.
Pero junto al trabajo debe haber un afán de ahorro, de guardar dinero para
tiempos poco favorables.
No siempre hay épocas buenas, también hay temporadas malas, por eso, el
que trabaja y ahorra en los mejores tiempos, en los peores momentos no sufre
penurias y su vida continua igual.
El trabajo nos permite demostrar además al mundo, que somos importantes,
creativos, útiles, de provecho y por supuesto nos abre las puertas de la amistad
con grandes y pequeños.
Como dice el viejo adagio "el trabajo dignifica”. Esta aseveración es totalmente
cierta ya que realizando una labor podemos desarrollar nuestro intelecto y
nuestras habilidades tanto físicas como mentales. Al practicar una actividad
que requiera nuestro esfuerzo, estamos ayudándonos a nosotros mismos para
ser mejores y sentirnos bien y muy contentos por lo que se ha hecho.
Por tal razón, debe propenderse por parte del Estado, las empresas y de
nosotros mismos, porque la realización de una labor permita el desarrollo total
de todas nuestras potencialidades, anhelos, sueños y características que nos
definen como personas.
Recordemos que lograr que los objetivos de un empleado sean los mismos de
la empresa, ocasionará un aumento en el compromiso tanto del trabajador
como de la compañía y hará que las labores sean desarrolladas de forma
correcta, con total agrado y buscando siempre incrementar el beneficio de la
empresa que será también el del individuo.
Podemos decir que conocer bien la gente con la que se cuenta y ayudarla para
su desarrollo en todo sentido, son funciones muy importantes que deben
realizar todas las empresas del nuevo milenio, si quieren sobrevivir y tener
completo éxito.
ÉTICA PROFESIONAL
En algunos casos, la ética profesional tiene que ver con acciones específicas
de cada profesión. En este sentido, un abogado, un psicólogo o un médico
tienen como valores de ética profesional la confidencialidad de la información
recibida, la eficiencia ya que en algunos casos se trata de situaciones que
implican riesgo de vida, etc.
El contexto actual requiere con urgencia que los profesionales de las empresas
y organizaciones practiquen la responsabilidad social y sean éticos,
necesitamos que los actores de la innovación institucional sean competentes,
creativos, contextuales, conceptuales y que comprendan que la solidaridad es
la clave para lograr la sostenibilidad y para afrontar esta crisis de legitimidad
que vivimos.
Hoy se necesita que las personas en las organizaciones entiendan que la
Responsabilidad Social, Corporativa o Empresaria (Según el contexto de
aplicación); debe de la mano de la ética profesional dejar de ser sólo discurso y
reflejarse en la acción cotidiana, en los actos, en las actividades, en las tareas
y en nuestro trabajo diario.
Libertad: Es un privilegio de que gozan las personas, por vivir en un país libre
y les permiten actuar como deseen. En este sentido, suele ser denominada
libertad individual. El término se vincula a la soberanía de un país en su
vertiente de ‘libertad nacional’.
Sin embargo una libertad desbordada haría imposible la convivencia humana,
por lo que son necesarias e inevitables crear normas y leyes para hacer posible
dicha convivencia. La libertad se define como el derecho de la persona a actuar
sin restricciones siempre que sus actos no interfieran con los derechos
equivalentes de otras personas.
Extraído de: