Álvaro Mutis

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Álvaro Mutis

Álvaro Mutis Jaramillo. (Bogotá, 25 de agosto de 1923 - Ciudad de México, 22 de


septiembre de 2013). Poeta, novelista y periodista colombiano.Cursa sus primeros
estudios en Bruselas. Posteriormente se traslada a Bogotá y vive desde 1956 en
México, donde alterna la escritura con trabajos en diversas empresas. Los
recuerdos de su infancia en Bélgica marcan uno de los principales temas de su obra,
el contraste entre Europa y América.A principios de los 40 comienza a trabajar en
la radio, donde dirige un programa dedicado a la literatura y ejerce como locutor de
noticias. Inicia su carrera literaria, influenciado por los escritores surrealistas,
publicando sus primeros poemas y críticas en la revista Vida y en los suplemento
literarios de los diarios El Espectador y La Razón. En 1947 publica su primer libro
de poemas en colaboración con Carlos Patino, La Balanza.Mutis se vincula con los
jóvenes poetas que giran en torno a la revista Mito, fundada en 1955 y dirigida por
Jorge Gaitán Durán, y continúa publicando libros de poemas como Los elementos
del desastre (1953) - donde aparece por primera vez Maqroll el gaviero, el personaje
que ya nunca ha abandonado a Mutis - o Memoria de los hospitales de
ultramar (1959). Hacia 1960 comienza a operarse en él un viraje desde la poesía
hacia la prosa. Publica el Diario de Lecumberri (1960) y Los trabajos
perdidos (1961).En 1973 publica su novela La mansión de Araucaíma y presenta en
España su poesía Summa de Maqroll el gaviero. Al año siguiente obtiene el Premio
Nacional de Letras de Colombia, que supone el primer reconocimiento importante a
su obra. En años posteriores continúa compaginando la literatura y el periodismo,
iniciando Bitácora del reaccionario, su columna semanal, y colaborando en revistas
dirigidas por Octavio Paz. En televisión presenta el programa Encuentros, dedicado
a entrevistas con escritores.Sus siguientes libros son de
poesía: Caravansary (1982), Los emisarios (1984), Crónica y alabanza del
reino (1985), y Un homenaje y siete nocturnos (1987). En 1983 se le concede el
Premio Nacional de Poesía de Colombia, y tres años después el Premio Médicis a
la mejor novela extranjera en Francia por La nieve del almirante. La Universidad del
Valle le nombra Doctor Honoris Causa en Letras en 1988, y posteriormente lo hace
la Universidad de Antioquia. En estos años ven la luz sus novelas Ilona llega con la
lluvia (1988), Un bel morir (1989), La última escala del Tramp Steamer (1990) - obra
con la que recibió el Premio Javier Villa Urrutia -, Amirbar (1990) y Abdul Bashur,
soñador de navíos (1991). Entre otros, recibe el Premio Roger Caillois, otorgado por
la ciudad de Reims por el conjunto de su obra, la Orden de las Artes de Francia y el
Águila Azteca de México. Posteriormente publica obras como Tríptico de mar y
tierra o Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero, que recopila las distintas obras
dedicadas a Maqroll. En 1997 recibe el premio Príncipe de Asturias de las Letras y gana la
VI edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.En el año 2001 es
galardonado con el Premio Cervantes por su aportación a la literatura en lengua
española, y dos años después recibe la Legión de Honor en grado de oficial, la
mayor distinción que otorga el gobierno francés.El 22 de septiembre de 2013 Álvaro
Mutis muere en México, donde había residido más de cincuenta años.
Principales obras:
La muerte del estratega
Ficha técnica:
Género:
LITERATURA CONTEMPORÁNEA
Editorial:
FCEE
Año de edición:
1988
Idioma:
Español
Resumen:
el estratega de la historia es un griego llamado Alar, llamado también el Ilirio por sus
ojos. Este era un general que estaba al servicio del Imperio Bizantino que ese
entonces era gobernado por una mujer: Irene2. Alar era un gran general, un hábil
estratega y un leal súbdito, muy popular tanto dentro como fuera de Constantinopla,
la capital del Imperio BizantinoSiendo un hombre exitoso en su profesión (la militar),
bien considerado por su monarca, uno pensaría que era un hombre que lo tenía
todo. Sin embargo, la vida de Alar no era perfecta y él lo sabía; en su interior sentía
que le faltaba algo a su vida, algo que las interminables jornadas militares y sus
frecuentes viajes no podían llenar.Con el tiempo se dio cuenta de que ese algo que
le faltaba era el amor: una mujer a la cual amar. Aunque Alar ya estaba casado, su
matrimonio había sido realizado por conveniencias familiares. Él sentía respeto por
su esposa pero no amor, por lo que se mantenía siempre fuera de Constantinopla y
por lo tanto lejos de su hogar.Sin antes buscarlo, Alar encuentra el amor en Ana,
una joven perteneciente a una rica familia de origen sardo ya establecida desde
hace varias generaciones en Constantinopla, los Alesi, que junto a su hermano
fueron secuestrados por unos piratas. A causa de la posición de la familia Alesi, la
emperatriz Irene encomienda a Alar negociar con los piratas la liberación de los
hermanos Alesi.Cuando logra liberar a los hermanos, Alar socializa con ellos y se
enamora de Ana (a la que apoda la Cretense) por su inteligencia y su elocuencia. A
propósito, demora la entrega de los jóvenes para no separarse de Ana y en una
decisión precipitada, manda a todos a regresar al continente a excepción de Ana
con quien se queda.A raíz de la demora en la devolución de Ana, la Emperatriz Irene
junto a Andrónico, el hermano de Alar, le ordenan regresar a Constantinopla junto
a Ana. Pero Alar les envía una carta en la que les dice lo mucho que ama a Ana y
el significado que le ha dado a su vida vacía. Alar y Ana permanecen juntos durante
dos años hasta que la familia Alesi logra que ella vuelva con ellos. Con dolor que se
ve obligado a reprimir, Alar se ve obligado a acatar la orden.Un tiempo después, se
embarca en una misión suicida: enfrentarse en la frontera de Anatolia a los turcos.
Alar y sus hombres se enfrentan a ellos en clara desventaja, pues los turcos tienen
un ejército más grande que el de ellos. Sin embargo, Alar sigue al frente de sus
hombres hasta que es alcanzado por flechas. A medida que el final de su vida se
acerca, Alar empieza a pensar en una razón para pensar que su vida ha valido la
pena y finalmente la encuentra al pensar en Ana. Muere feliz sabiendo que haber
amado a Ana hizo que su vida valiera la pena.Una de las características de la obra
de Álvaro Mutis es la necesidad de los protagonistas de buscar y darle un significado
a su vida, así se enfrenten a lo que no conozcan. Precisamente es el caso de Alar
el Ilirio, que con frecuencia está de viaje y en batallas para escapar de la monótona
vida de Constantinopla y del vacío que hay en su vida, sin poder
conseguirlo.Finalmente Alar consigue algo que finalmente llena su sentimiento de
vacío: el amor, el amor de una mujer. Cuando ve y habla con Ana, Alar, que nunca
había amado a una mujer, se da cuenta que lo que faltaba en la vida era tener a
alguien a quien amar. Junto a Ana, parece que él vive los años más felices de su
vida hasta que se ve obligado a regresarla a su familia.Alar decide reprimir la tristeza
y la frustración que siente al haberse apartado de la única mujer a la que amó de
verdad. Decide fingir que ella nunca le importó y se sumerge de nuevo en su carrera
militar. Cuando es alcanzado por sus flechas, la última persona en la que piensa es
en Ana, porque fue ella la que le dio un nuevo significado a su vida.Me parece que
debido a lo ocurrido, Alar desarrolló con el tiempo una aversión por el Imperio al
cual juró proteger y por el que siempre mantuvo un sentimiento de lealtad. Por eso,
no sorprende que cuando se está muriendo, aunque derrotado, sabe de lo que son
capaces los turcos y que estos, muy pronto, podrían acabar con el Imperio
Bizantino, como eventualmente ocurrió.
Critica:
La muerte del estratega constituye una de las narraciones más hermosas de Mutis.
Es un cuento y en él no aparecen sus personajes de siempre. En principio, podría
ser considerado un mundo aparte, una incursión novedosa en preocupaciones
diferentes. El tiempo de la historia es un pasado remoto, hacia los orígenes del
cristianismo y su consolidación como credo en Occidente. El personaje protagonista
es un héroe militar, valiente y abnegado, cuyo nombre despierta en principio todos
los respetos. Nada más alejado del marginal Maqroll. Sin embargo, tras la lectura
de los primeros párrafos, en los que Mutis proporciona al lector unos minutos de
bellísima prosa, enseguida percibimos la presencia de las eternas preocupaciones
del autor. El sentido o sinsentido, más bien, de la existencia del hombre, su inanidad,
su anhelo siempre frustrado de trascendencia. En este caso este anhelo se traduce
en la búsqueda de una Esencia externa que le aporte sentido, de cuya permanencia
y solidez intentará nutrirse el protagonista, buscando sin tregua ahuyentar la
inevitable conciencia de futilidad que atormenta al hombre a través de los tiempos.
La mansión de araucaima
Ficha técnica:
Idioma:
Español
Fecha de publicación:
1973
Resumen:
La mansión de Araucaíma
El guardián
Era soldado, mercenario pagado por gobiernos y personas de vida un tanto dudosa.
Frecuentaba muchos bares, se llamaba Paul.Le faltaba un brazo y hablaba
correctamente 5 idiomas. Olía a un tipo de plantas dulce amargas de la selva; las
cuales al cortarlas esparcían un olor tanto molesto. Cuando llego a la mansión fue
asignadas las llaves de todas las habitaciones de la mansión, además de eso nadie
en la mansión ni siquiera el dueño, tomaba algo de algún lugar sin pedírselo a él.
El dueño
Era gordo o más bien colosal, había algo de de flojo y al mismo tiempo blando sin
ser grasoso, se llamaba Graciliano pero todos lo conocían por don Grací. Decía
haber obtenido la mansión por herencia de su madre; pero la verdad cayó en sus
manos por ciertas “trincas” legales.Acudía a la masturbación a la hora del baño, en
su juventud fue expulsado de muchos lugares públicos por acentuarse con los
jóvenes.
El piloto
Había sido aviador de una aerolínea que fue fundada por unos de sus viejos
compañeros de la escuela militar de aviación. Fue contratado por don Graci, para
exterminar una plaga que amenazaba con destruir sus naranjos y limosneros.Tenía
bigotito, frente estrecha, pelo oscuro, recio y abundante, se llamaba Camilo.
La machiche
Tenía piel blanca, amplios senos caídos, vastas caderas y grandes nalgas, ojos
negros, pómulos anchos y ávida boca.Vivía en el fondo de la mansión, y era la
encargada de todas las labores domesticas.Sueño de la machicheLa contrataron en
un hospital que estaba en medio de un lago, crecían una especie de plantasen los
corredores y salas; su labor era arrancar todas las plantas, de un momento a otro el
piloto sale de un balcón cerca de donde ella estaba trabajando y la empieza a
seducir con mucho respeto; el hombre se va ella sigue su labor, y al final el doctor
la felicita por su tabajo.
El fraile
Todos lo conocían como el <<fraile>> ya que nadie supo nunca su nombre. Era
hermoso y era consciente de su gran prestancia física.Sueño del fraileEstaba en un
corredor, cruzaba una puerta y entraba al mismo corredor anterior, pero con la
diferencia que él pensaba que el primer corredor era soñado y el segundo era real;
y así siguió sucesivamente, hasta que en un momento ascendió brevemente a la
vigilia y pensó que eso también es una forma de rezar el rosario.
La muchacha
La muchacha fue la víctima. Tenía diecisiete años y llego una tarde en bicicleta a la
mansión; el primero en verla, en “recibirla” fue el guardián. Se llamaba
Ángela.Sueño de la muchachaEstaba montado bicicleta entre los limosneros y
luego entra a una iglesia vieja y abandonada que encuentra, recorre toda la iglesia
en bicicleta hasta que encuentra una estatua con luces encendidas, era el dueño
con vestidos de mujer, y luego el abuelo del sirviente le dice que “ella perdonara los
pecados de todos y enciende una veladora.”
El sirviente
Cristóbal, era el sirviente, un haitiano gigantesco que no hablaba bien y se movía
en silencio como un primate, compraba los alimentos en el supermercado de la
urbanización vecina la del hotel y bajada a vender los limones y las naranjas a los
mayoristas que aparecían en la estación de tren.Los hechosLa noche anterior
Ángela estaba hablando con la mmachiche y a la mañana siguiente el guardián
encontró el cuerpo de Ángela colgada de una de las vigas en el cuarto de aparejos,
ella se ahorco pateando una silla para quedar colgada.
Critica:
Es una obra donde nos enseña que debemos olvidar todo de nuestro pasado,
recuerdos reprimidos y frustraciones y a la vez desatarnos todos nuestros temores
y deseos reprimidos.es una obra my buena, donde nos enseña a ver hacia el futuro
y no mirar hacia el pasado. En esta obra tambie nos muestra algo de la realidad,
que son los problemas, podemos ver como los personajes resuelven todo tipo de
problemas que se les presentan en la mansión. Es una obra muy buena.
Ilona llega con la lluvia
Ficha técnica:
Autor: Alvaro mutis
Editorial:
Diana
Año publicación:
1987
Temas:
Narrativa
Resumen:
Un primer narrador, que podría coincidir con Álvaro Mutis, presenta a Maqroll el
Gaviero como un contador de historias extraordinarias, llenas de misterio y
metafísica. La voz de ese narrador en tercera persona desaparece para darle lugar
al Gaviero, un marinero de un barco viejo que comanda un tal Wito, al que los malos
negocios lo llevaron a endeudarse a tal punto que vende hasta las valiosas joyas de
su difunta esposa, para salir de los apuros con las gasolineras marítimas. Tuvo una
hija que se casó con un pastor de iglesia; hecho que disgustaba sobremanera al
capitán. Gaviero cuenta, entre otras cosas, los tiempos en que conoció a Wito.
Rumbo a Panamá, cambian el rumbo hacia Cristóbal porque no tenían para pagar
el impuesto del Canal de Panamá. El capitán no soporta la presión de las deudas y
se suicida.Después de la muerte de Wito, Maqroll abordó en Panamá, y con el
dinero que ganó en la embarcación vivió por un tiempo en un hotel de paso, cuyo
dueño le enviaba mujeres a su habitación cuando veía que su inquilino bebía algún
trago, con el fin de sacarle dinero. En menos de nada, se quedó sin plata y accedió
a un trabajo no muy bien visto que le ofreció el dueño de ese hotel: vender cosas
robdas. Su amigo Álex, que atendía en el bar que frecuentaba y al ver el peligro que
corría su amigo, le aconsejó un nuevo hotel para su estadía en Panamá, a las
afueras. La ciudad turística lo estaba desintegrando poco a poco.Ilona llega a la vida
atormentada de Maqroll en tres ocasiones, según lo que él mismo cuenta. En plena
lluvia y con dos dólares en la mano, se refugió un momento bajo el techo de un hotel
y se encontró con Ilona. Recordaron el pasado, hicieron el amor, se dedicaron,
según lo que contaron, al contrabando. Y al ver que se agotó el dinero que ambos
tenían se vieron en la encrucijada de qué trabajo realizar para seguir sus vidas de
aventureros. Y allí fue donde nació la idea de Villa Rosa.Villa Rosa fue un prostíbulo,
ubicado en una de las calles más congestionadas de Panamá. Algunos
compañeros, como Longinos, por ejemplo, que trabajaban en hoteles cercanos
aconsejaban el lugar a los turistas. Villa Rosa lo conformaban mujeres que se
hacían pasar por azafatas; hecho que les trajo un par de problemas, pero que
supieron llevar con inteligencia. Se rescata la historia de un cliente que llegó a Villa
Rosa y que duró tres días seguidos gastando un dinero perteneciente a la empresa
en la que laboraba; todo porque la felicidad que nunca tuvo la encontró bajo las
sábanas y bajo el cuerpo de unas azafatas de lujo. Maqroll e Ilona ya habían
decidido cerrar el negocio porque la monotonía los aburría inmensamente... cuando
llegó Larissa para llevarse todo junto a la tormenta. Larissa era una chaqueña de
facciones muy similares a las de Ilona, pero un poco más desordenadas. A Maqroll
le impresionó el parecido físico de estas mujeres. Desde el primer momento, hubo
una química especial entre Larissa e Ilona. Es como si las dos se identificaran
mutuamente y que terminaran dependiendo la una de la otra. Larissa llegó a trabajar
a Villa Rosa, aconsejada por Álex, el del bar. Trabajó eligiendo con quién se
acostaba o no, haciéndose amiga de Ilona y de Maqroll y ocultando cosas. Entre
otras, el lugar en que vivía: un viejo barco abandonado de nombre Lepanto. En su
viaje marítimo conoce a un par de extranjeros que se habían quedado en el tiempo,
casi doscientos años de diferencia, según lo que afirma la misma Larissa. Eran
fantasmas corporeizados con los que copulaba todas las noches y por los que
decidió quedarse a vivir para siempre en Lepanto, un barco viejo, pobre y sucio.
Estas anécdotas que rayan en lo esotérico las contó a la pareja aventurera que la
había contratado; hecho que aumentó la intriga hacia Larissa. Lo que Ilona no había
sospechado es que con cada palabra, con cada acto, Larissa la estaba empujando
a un hondo abismo desconocido.Cerca del momento en que Ilona y Maqroll partirían
al rencuentro con un viejo amigo de negocios al que habían ayudado
económicamente para que saliera de una que otra deuda marítima, Larissa
aprovecha la visita de Ilona a Lepanto y prende fuego a la pequeña embarcación,
después de haber dejado abierta la llave del gas. Las dos mujeres mueren en la
explosión y se van junto a una fuerte tormenta que llega.
Critica:
Ilona llega con la lluvia es una bella novela de amor y de amistad, escrita con una
prosa rica y directa. Su historia tiene el poder de atrapar al lector a medida que
Álvaro Mutis nos va descubriendo la psicología de unos personajes bien
estructurados, entre los que sobresalen el apátrida Maqroll y la bella y
descomplicada Ilona, unidos por el profundo afecto que se profesan y por la
motivación de emprender juntos las empresas más descabelladas. Pero al final su
amiga vuelve a irse, esta vez para siempre, y a Maqroll no le queda otra salida que
sufrir esta vez su ausencia: “Ilona muerta. Ilona, muchacha, qué golpe rastrero
contra lo mejor de la vida. Empezaron a desfilar los recuerdos. Con los ojos secos,
sin el consuelo del llanto, transcurrieron largas horas en ese último intento de
mantener, intactas por un momento todavía, esas imágenes del pasado que la
muerte empezaba a devorar para siempre”.
3. artículo de opinión acerca de Álvaro mutis
Este poeta convertido en novelista es, hoy por hoy, el escritor colombiano mas leído
en el mundo después de García Márquez.Desde que cumplió 16 años, Álvaro Mutis
ha escrito religiosamente todos los días de su vida, a pesar de que hace sólo muy
poco tiempo pudo dedicarse de lleno a la literatura. Durante 50 años, mientras
recorría el mundo desempeñando los más diversos oficios, siempre encontró un
lugar y un momento para dedicarse a algo que en todo caso sabía que era su destino
final: escribir. Sin embargo, nunca había escrito tanto como en los últimos siete
años.En este lapso no sólo ha logrado dar a la luz seis narraciones -su serie de
novelas alrededor de Maqroll El Gaviero-, sino que además ha llegado a ubicarse
en los primeros lugares de ventas en Europa. Y en Estados Unidos, la editorial
Harper -la misma que lanzó a García Márquez en ese país- publicará próximamente
su obra. Sus representantes están tan entusiasmados que lo están comparando con
Joseph Conrad."La nieve del almirante", "Ilona llega con la lluvia" y "Un bel morir",
las tres primeras obras de esta catarata de producción -como califica el propio Mutis
su trabajo de los últimos años-, ya han sido traducidas al francés, al alemán, al
italiano, al portugués, al inglés y al holandés. Con ellas ha logrado récords como el
de hacerse al premio Medicis Etranger (Francia 1989), una de las distinciones
literarias más codiciadas de Europa, apenas siete meses después de la publicación
de la novela. "La nieve del almirante" convenció tan rápido a los franceses, que sólo
en ese país se han vendido a la fecha más de 170 mil ejemplares. Pero también
convenció de manera inusitada a los italianos, que le dieron el año pasado el Premio
Nonino, y la semana pasada el de la IILA, que se le otorga cada dos años a la mejor
novela latinoamericana publicada en Italia. El último en recibir este reconocimiento
había sido el mexicano Carlos Fuentes, y en la lista figuran nombres como los de
Borges, Cortázar y Vargas Llosa. En general, en Europa existe un gran boom
editorial alrededor de su obra.Pero el premio de la ILA no fue la única sorpresa grata
para Alvaro Mutis. Una llamada de la Academia Nobel y un fax de Carmen Balcells,
su agente literaria, fueron un nuevo indicio, la semana pasada, de que la obra de
Alvaro Mutis está en un innegable ascenso. La llamada de Estocolmo le solicitaba
a la editora de Mutis enviarle la totalidad de su obra. El fax de Barcelona, por su
parte, reproducía un nuevo contrato: el de la traducción al turco de todas sus
novelas. Paradójicamente, a Mutis lo emocionó más el fax de Carmen Balcells que
la noticia de la Academia Nobel. Para él, que pidan sus libros de Estocolmo no
significa que lo quieran postular al Premio Nobel de Literatura, sino que simplemente
desean actualizar la biblioteca. "Nunca he pensado que mi obra tenga el tamaño ni
la estructura necesarios como para un Nobel, asegura Mutis. Mis novelas están
basadas en personajes que llevan una vida irregular y que ofrecen un ambiente que
no se acomoda a los cánones ni a la filosofía que rigen este premio. Lo que ocurre
es que mi nombre figura entre el grupo de escritores contemporáneos que está
sonando en Europa, y ellos se sienten en la responsabilidad de tener mi obra. Pero
allí tienen, así mismo, la obra de muchos que jamás han sido ni serán propuestos
para alcanzar este galardón".
4.artículo de opinión sobre “El último rostro”
El narcisismo se conjuga con ego en "mí" mayor: yo, mi, me, conmigo... ¡Menuda
dentera!
No me refiero a la así titulada y magnífica obra sobre el Libertador del intelectual
colombiano Álvaro Mutis sino al recién habido rostro de Simón Bolívar, en la
investigación pluricientífica sobre su reconstrucción facial.
Ese encargo del Gobierno satisfizo a muchos, mas causó disensión y hasta disgusto
en algunos. Un adeco soltó la perla de que "dejen a Bolívar descansar en paz".
Desmiéntelo el sabio e historiador Uslar Pietri: "No es un héroe del pasado sino un
luchador activo de la actualidad. El Bolívar de hoy, que tanto tiene que hacer". El
columnista de El Universal e ilustrado historiador Elías Pino Iturrieta el 29-7-12
señaló, con acento crítico, que el rostro se parece mucho al pintado por Gil de
Castro. ¿Y qué? Eso no denigra la reconstrucción sino la acredita porque el propio
héroe distinguió a ese cuadro como el más parecido a él (pintado a golpe de pincel
seguro pero en Caracas, Salón Elíptico, con el misterio de la espada mutilada,
comentado en mi artículo "El retrato del Libertador" aquí el 11-4-03). Además es
lógico que se mostrara el airoso rostro normal y no el excepcional rostro en el ocaso
de su fulgurante vida. ¿Por qué habría de hacerse una patética especie de grisalla
como la del colombiano J.M. Espinosa en 1830? Era natural que ese artista dibujara
la realidad y los estragos que su odisea habían causado en su potente organismo;
pero buscar esa tan prematura cuan digna ancianidad para exhibirla como logro de
tánta ciencia, hubiera sido absurdo. Y, con curioso empeño, enfatizó en lo mucho
que Bolívar complacióse con ese retrato y lo "distribuyó". La verdad es que la
espléndida personalidad de Bolívar era antagónica del narcisismo. En una de sus
muchas entradas triunfales (creo que a Lima) le obsequiaron (además de un baúl
pletórico de oro que rechazó) banderines con sendas notas como "El valor", "La
honradez", etc. Hízolos dar a otros y él -que atesoraba esas virtudes en sumo grado-
sólo tomó la de "La constancia". En Filosofía el interesarse en los demás, la
"otredad", es el ser. Y la egolatría es el no ser. Bolívar renunció a lo placentero, todo
lo regalaba y de su inmensa riqueza al morir no tenía nada; no quiso coronarse y se
inmoló en aras de los demás y su libertad. ¡Vaya narcisismo!
Bolívar es único no sólo en grandeza sino en su inaudita actualidad, inexistente en
una mayoría de figuras universales de nula o lánguida vigencia y hasta en la
pululante envidia filicida que concita, muy trémula ante la ardiente admiración que
le profesa una legión de espíritus selectos. Del glorioso Ecuador el ilustre Montalvo
fulminó: "Los enemigos de Bolívar desaparecen de día en día sin dejar herederos
de sus odios"...

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