Tesis - Alberto Irineo Avendaño
Tesis - Alberto Irineo Avendaño
Tesis - Alberto Irineo Avendaño
MÉXICO
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PROFESIONALES
TESIS
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA
PRESENTA:
ALBERTO IRINEO AVENDAÑO
DIRECTORA DE TESIS:
DRA. ELDA ALICIA ALVA CANTO
REVISOR DE TESIS:
DR. JULIO ESPINOSA RODRÍGUEZ
COMITÉ TUTOR:
DRA. PATRICIA ROMERO SÁNCHEZ
DRA. MARIANA GUTIÉRREZ LARA
DR. ÁNGEL EUGENIO TOVAR Y ROMO
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PROFESIONALES
TESIS
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA
PRESENTA:
ALBERTO IRINEO AVENDAÑO
DIRECTORA DE TESIS:
DRA. ELDA ALICIA ALVA CANTO
REVISOR DE TESIS:
DR. JULIO ESPINOSA RODRÍGUEZ
COMITÉ TUTOR:
DRA. PATRICIA ROMERO SÁNCHEZ
DRA. MARIANA GUTIÉRREZ LARA
DR. ÁNGEL EUGENIO TOVAR Y ROMO
A todas y cada una de las personas que estuvieron a mi lado durante este proceso.
A la Dra. Elda, por brindarme la oportunidad de estar en ese espacio tan especial que es el
Laboratorio de Infantes. A la guía y apoyo de mi revisor el Dr. Julio Espinosa Rodríguez,
así como de mis sinodales la Dra. Patricia Romero, la Dra. Mariana Gutiérrez y el Dr. Ángel
Tovar.
A Tania Jasso por ser mi mentora y guía. Gracias por la paciencia y la disposición de
siempre estar allí.
A Karina por lo más importante, gracias por estar a mi lado en esta travesía, sin todo tu
apoyo esto no habría sido posible.
Índice General
Resumen .................................................................................................................................................. 7
Introducción ............................................................................................................................................ 8
Capítulo 4. Método................................................................................................................................ 32
Muestra .............................................................................................................................................. 32
Escenario ........................................................................................................................................... 33
Medidas ............................................................................................................................................. 33
Procedimiento .................................................................................................................................... 36
Referencias ............................................................................................................................................ 73
Apéndice ............................................................................................................................................... 77
Índice de Tablas y Figuras
7
Introducción
Como seres sociales, los humanos utilizan continuamente su capacidad de comunicación
lingüística para expresar ideas, compartir sentimientos, comunicar acontecimientos del mundo e
intentar comprender lo que piensan los demás (Brandone, Salkind, Golinkoff, & Hirsh-Pasek,
2006). El lenguaje es un elemento vital para el desarrollo de la vida humana ya que funge como
un poderoso medio para la interacción social y como herramienta infinitamente creativa para
Pero ¿qué es el lenguaje?, se puede definir al lenguaje como la capacidad que tenemos los seres
verbales o gestos manuales que tienen una forma convencional y un significado que se combinan
siguiendo reglas determinadas (Mariscal, 2008). Su estudio se puede abordar desde tres
escrito o hablado. La forma son los símbolos con los que se representa el contenido (sonidos y
palabras) junto con el modo en que combinamos las palabras para formar oraciones y párrafos.
Finalmente, el uso indica el intercambio social entre dos o más personas, el hablante y el
interlocutor, y los detalles del intercambio social dependen de la relación entre ambos, de sus
El desarrollo del lenguaje es posible gracias a una serie de determinantes que corresponden a
diferentes aspectos de dicho proceso; a los determinantes biológicos que, en términos generales,
provenientes del medio social e interactivo que rodean al infante, aspecto fundamental en el
desarrollo lingüístico del discurso (Sentis, Nusser, & Acuña, 2009). Este desarrollo abarca
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prácticamente toda la vida del ser humano, que comienza desde el ambiente intrauterino y se
Para comprender cómo llegamos a dominar el lenguaje es necesario dirigirse a los orígenes de
nuestros logros léxicos, los cuales comienzan en las primeras etapas del desarrollo (Goldfield,
2013). Desde los primeros años de vida los infantes deben aprender los elementos, las reglas, la
estructura y las convenciones de su lengua (Brandone et al., 2006); no obstante, esto lo hacen con
facilidad y no necesariamente requieren lecciones, sino que ocurre como una función del desarrollo
sirven como indicadores del desarrollo del lenguaje (Alva, 2004). La presente investigación
analizó la producción de palabras en el desarrollo temprano del lenguaje de los infantes a través
de las categorías sustantivo y verbo, con el fin de aportar al conocimiento sobre los cambios en el
lenguaje derivados del desarrollo. A continuación, se presentará una breve revisión sobre el
año de edad cuando produce sus primeras emisiones verbales denominadas palabras preléxicas,
éstas pueden ser de dos tipos: protopalabras y palabras ligadas al contexto (Ortega-Pierres, 2007).
Las protopalabras son formas fonéticas consistentes que preceden el surgimiento de las
primeras palabras. Aparecen entre los 10 y los 12 meses de edad y son usadas por una convención
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entre el infante y las personas más cercanas en su entorno (Golinkoff & Hirsh-Pasek, 2001), por
ejemplo, llamar bibi a su mamila. De forma simultánea, los infantes comienzan a emitir palabras
que están ligadas a contextos específicos, éstas pueden ser similares en pronunciación y significado
a las palabras que usan los adultos, pero no se consideran palabras genuinas pues el infante las
utiliza en un contexto único (Ortega-Pierres, 2007), por ejemplo, llamar coche únicamente a su
Posteriormente, entre los 12 y 18 meses de edad, las palabras ligadas al contexto comienzan a
descontextualizarse de forma gradual y así surgen las palabras genuinas (Golinkoff & Hirsch-
Pasek, 2001). Entonces, es a partir de que el infante aprende y produce sus primeras palabras
aisladas cuando comienza a acumular de manera gradual su repertorio léxico (Waxman &
Markow, 1995). Debido a que en este periodo los infantes tienen un repertorio limitado de palabras
y no han desarrollado un sistema sintáctico que facilite la comunicación, suelen emitir una palabra
a la vez y el lenguaje es referido a conceptos relacionados al aquí y ahora; sus emisiones son sobre
De esta forma, para que el infante aprenda una palabra es necesario que pueda asociar un sonido
infante ninguna pista sobre la identidad de lo que está siendo etiquetado, por lo tanto, aprender el
significado de las palabras implica identificar cómo los hablantes de determinada lengua asignan
la relación entre una palabra con un referente (Woodward & Markman, 1998). Para ello, los
10
así que, el conocimiento que el infante adquiere de las primeras palabras está determinado por el
contexto en donde se aprenden, ya que su uso es un reflejo de este (Campos, Campos & Barrett,
1989).
hispanohablante que el aumento del repertorio léxico de los infantes se mantiene más o menos
constante desde la producción de las primeras palabras hasta los 22 meses, a partir de esa edad y
hasta los 29 meses ocurre un aumento significativo en la tasa de producción de palabras, pasando
de una producción aproximada de 50 palabras a unas 200 o más en un corto periodo de tiempo
explosión de vocabulario (Schafer & Plunket, 1998). En la literatura es común encontrar como
explosion para investigaciones en inglés), esto se debe a que durante este proceso las palabras que
más incrementan en la mayoría de los infantes pertenecen a la categoría de los sustantivos comunes
Las palabras dejan de ser emisiones aisladas entre los 18 y los 24 meses de edad cuando los
infantes comienzan a hacer combinaciones de dos o más palabras en las que se aprecian o infieren
acción y de comparación. Dichas relaciones suelen ser: agente – acción (papá come), agente –
objeto (mamá pelota), acción – objeto (come pan), negación – entidad (no cama), entidad –
ubicación (perro cama), poseedor – posesión (zapato papá), entidad – demostrativo (este camión),
entidad - atributo (perro grande) (Brandone et al., 2006; Hernández-Padilla & Alva, 2015). Estas
primeras combinaciones son elaboradas por los infantes mediante principios que pueden
11
considerarse como semántico-sintácticos; semánticos debido a que las combinaciones se basan en
el significado y sintácticos porque están relacionadas con el orden de las palabras (Owens, 2003).
Siguiendo la línea del desarrollo sintáctico, es hacia los 30 meses de edad que los infantes
dominan el uso de oraciones simples que se caracterizan por tener una estructura sujeto-verbo-
objeto (SVO), en las que los elementos indispensables son un sintagma nominal y un sintagma
verbal. El sintagma nominal está constituido por un determinante y un nombre, las funciones
sintácticas que realiza son las de sujeto de la oración y complemento del verbo. Por otra parte, el
sintagma verbal o predicado se caracteriza por la presencia de un verbo, que puede ir acompañado
de otros constituyentes. Las formas verbales pueden ser simples o compuestas, y están constituidas
por lexemas y morfemas que proporcionan información de tipo semántico (Owens, 2003).
Las primeras oraciones que logran estructurar los infantes suelen ser utilizadas de forma
declarativa, interrogativa e imperativa, junto a las versiones negativas de cada uno de estos tipos,
además, los infantes son capaces de responder a las preguntas hechas por su interlocutor e
integrarse en pequeños diálogos. Comprenden y utilizan preguntas sobre objetos ¿Qué?, personas
¿Quién?, y sobre eventos básicos ¿Qué está haciendo x?, ¿A dónde va x? (Brandone et al., 2006).
Es también a los 30 meses que comienzan a aparecer las primeras formas de oraciones
compuestas, caracterizadas por tener más de un verbo conjugado en forma personal (Berman,
1995), aunque la consolidación de estas estructuras no se alcanza hasta por lo menos los 4 años.
Entre los 36 y 48 meses los infantes adquieren más conciencia de los aspectos sociales de una
12
capaces de utilizarlas para realizar una mayor variedad de funciones, intentan utilizar frases claras,
bien construidas, adaptadas al oyente y parecen darse cuenta de las convenciones que rigen la
adopción de turnos (Elias & Broerse, 1996). También, el tipo de verbos que utilizan parecen estar
relacionados con el cambio de un lenguaje más dirigido a los estados, actitudes y sentimientos, y
menos dirigido hacia las acciones (Bennett- Kaster, 1986). Durante este periodo, aproximadamente
el 60% de los intercambios entre el niño y su interlocutor están caracterizados por el intento de los
desarrollo del lenguaje se caracteriza por el aumento gradual del número de palabras que
comprenden y usan cotidianamente. En consecuencia, a medida que el infante crece, el uso del
lenguaje implica cada vez mayor complejidad y conocimiento de la función de cada palabra, así
como de los significados que expresan. Sustantivos y verbos son dos clases de palabras que
los infantes. A continuación, se abordará con detalle el papel de cada una en este proceso.
que se compone el vocabulario infantil. Por ejemplo, en un estudio realizado por Ortega-Pierres y
misma edad y con adultos encontraron que del total de palabras que emitieron, el 23% estaba
constituido por verbos y el 24% por sustantivos; lo cual evidencia que en el vocabulario temprano
de los infantes predominan ambas categorías gramaticales desde sus primeras palabras. Esta
13
predominancia resulta interesante ya que existen diferencias sintácticas y semánticas entre las
categorías de palabras clasificadas como sustantivos y como verbos (De la Vega, 2013).
generalmente involucran nueve categorías de palabras que son: sustantivo, verbo, adjetivo,
Brandone, 2006). Tanto sustantivos como verbos pertenecen a la categoría de palabras contenido,
que son palabras que están vinculadas arbitrariamente a un referente real, a diferencia de las
palabras función que sólo adquieren valor cuando forman parte de un arreglo en una oración y que
objetos concretos y tienen una función referencial a cosas que se pueden tocar o manipular. Sin
embargo, la variedad de significados que pueden expresar los sustantivos es mucho más amplia,
incluyendo abstracciones tales como amor, familia, tiempo, así como, nombres propios. En
contraste con los sustantivos, los verbos son utilizados para afirmar algo sobre entidades que los
funcional, los verbos pueden ser utilizados de tres maneras: indicativo para denotar un hecho real
u objetivo; subjuntivo como un hecho irreal o subjetivo e imperativo como una orden o mandato
(Bello, 1980).
morfología de los sustantivos porque las conjugaciones verbales deben tener en cuenta tanto a la
persona como al número y porque hay un gran número de verbos irregulares en español, hasta 900
14
(Green, 1990). Los verbos están compuestos por dos partes, el lexema, que expresa el valor léxico
o significado de la palabra, y el morfema, que indica la flexión del verbo que puede ser usada para
expresar características de número (singular o plural), de persona (1ª, 2ª, 3ª persona del singular y
plural), además del tiempo (presente, pasado y futuro) y de modo (las distintas maneras de expresar
el significado del verbo como el indicativo, el subjuntivo e imperativo) (Ibarra & Naves, 2005).
En español los verbos son un elemento fundamental en las oraciones, ya que toda oración lleva
lengua española se caracteriza por tener un orden de palabras relativamente libre, el orden de las
palabras SVO (sujeto-verbo-objeto) en una oración es el más regular, aunque también el orden de
las palabras VSO (verbo-sujeto-objeto) es común. También es una lengua prodrop, esto quiere
decir que puede prescindir del uso del sujeto dentro de una oración (Bornstein et al., 2004).
De manera general, mucho se ha debatido respecto al rol que pueden tener estas dos categorías
en el desarrollo del lenguaje y se han planteado hipótesis que intentan responder la pregunta sobre
el tipo de palabras que predominan en el lenguaje de los infantes. Durante décadas, desde un punto
de vista cognoscitivista, algunos investigadores han afirmado que existe una ventaja inicial por
aprender sustantivos más fácilmente que los verbos, se trata de una característica universal del
lenguaje. Esto debido a las diferencias fundamentales entre los conceptos que subyacen al
significado de sustantivos y verbos, señalando que los conceptos de objetos (etiquetados por
sustantivos) son perceptualmente y conceptualmente más estables, por lo tanto, más fáciles de
adquirir que los conceptos de acciones o eventos (etiquetados por verbos), que involucran
15
propuesto una visión diferente, en la que la ventaja nominal temprana no es
una característica universal del lenguaje, sino que la adquisición de sustantivos y verbos por parte
de los infantes refleja características del idioma particular que se aprende. A partir de estudios en
idiomas como el coreano, chino mandarín y turco donde se han reportado resultados mixtos e
Aun cuando actualmente se concibe al desarrollo lingüístico como una coparticipación entre el
organismo y el entorno donde se encuentra inmerso, no es del todo claro como convergen estos
elementos en el aprendizaje de palabras de las distintas categorías léxicas. Por ello, para tener una
mejor aproximación a lo propuesto por cada una de las posturas se desarrollarán con más detalle,
verbos
El enfoque cognoscitivista.
Diversas investigaciones han señalado una tendencia en los infantes a aprender nombres de
objetos antes que otra clase de palabras, siendo los sustantivos el componente principal del
vocabulario infantil. Dicha tendencia ha sido descrita por diversos autores en idiomas como inglés,
francés, holandés, alemán, italiano, español, hebreo, japonés, e incluso en idiomas autóctonos
como el kaluli, perteneciente a Nueva Guinea, y el navajo, perteneciente a América del Norte
La primera en proponer una explicación a dicho fenómeno fue la línea cognoscitivista, quien
16
denominó al predominio del uso de los sustantivos en el léxico temprano como tendencia al
sobre cualquier otro tipo de palabras (De la Vega, 2013). Basándose en estas observaciones se
planteó la hipótesis de las restricciones cognoscitivas (Gentner, 1982), que destaca que el
aprendizaje de sustantivos predomina sobre los verbos porque está mediado por ciertas
predisposiciones cognitivas del ser humano para aprender fácilmente palabras que codifican
lenguaje. Entonces, los sustantivos se adquieren antes que los verbos debido a una diferencia en la
complejidad del tipo de significado que codifican ambos términos; por ejemplo, el verbo dar pone
en relación tres elementos (el agente, el objeto y el receptor). Además, los verbos ponen en relación
nociones abstractas que no están situadas en el mundo concreto, tales como causa o posesión
(Rengifo, 2015).
Entonces, los objetos y las entidades concretas son más fáciles de individualizar en el mundo
ya que existe una distinción perceptual-conceptual entre ambas categorías. Mientras que la
categoría de los verbos codifica conceptos de actividad, cambio de estado o relaciones causales;
la categoría de los nombres es conceptualmente más simple o más básica que otros términos
predicativos debido a que los referentes de los sustantivos suelen ser más concretos (personas u
objetos) y más tangibles, además, dado que el referente verbal (evento o acción) es temporalmente
transitorio, se convierte en una tarea más compleja de procesar en términos cognitivos (Sandhofer,
17
De forma complementaria, también se ha atribuido a la ventaja nominal temprana los diferentes
significado de un verbo depende de los argumentos, es decir, de sustantivos, los infantes podrían
necesitar establecer un repertorio de sustantivos antes de poder aprender fácilmente los verbos. Por
ejemplo, para descubrir el significado del verbo dar es necesario identificar primero los objetos
relevantes que participan (agente, receptor), además, debe identificar una relación específica entre
distintos: español, holandés, francés, hebreo, italiano, coreano e inglés. Las participantes
fueron las madres de 269 niños de 20 meses de edad, monolingües de su lengua natal,
El reporte categorizaba las palabras como sustantivos, verbos, adjetivos y palabras de clase
cerrada (para todas las demás categorías). Estos idiomas fueron seleccionados ya que varían entre
sí según las dimensiones de la morfología (la estructura de las palabras y los elementos que las
veces que son utilizadas determinadas palabras en el vocabulario de los adultos) y la pragmática
(forma en que se ajusta el discurso al interlocutor con fines comunicativos); cabe señalar que estos
En el análisis se observó que las madres informaron de manera consistente que sus hijos decían
más sustantivos que verbos en cada uno de los 7 idiomas, y que cada categoría de palabra estaba
18
correlacionada positivamente con la misma categoría de palabra de los otros idiomas. Esto sugiere
Los hallazgos de Bornstein et al., (2004) son consistentes con otros estudios anteriores como el
realizado por Gentner (1982), quien recopiló y analizó los datos provenientes de estudios no
relacionados entre sí, realizados con distintas metodologías en 7 idiomas diferentes. Los estudios
fueron realizados en infantes con un rango entre los 14 y los 29 meses de edad. Los idiomas fueron
el alemán y el japonés en donde se usaron informes retrospectivos (se pidió a los padres que
escribieran las palabras que han escuchado en el vocabulario de sus hijos), en inglés con reportes
parentales (los padres u otros cuidadores respondieron listas de vocabulario) y en los idiomas
kaluli, el chino mandarín y el turco mediante transcripciones de sesiones con los infantes.
entre el 50% y el 85% de la producción total. Estos hallazgos apuntan a un sesgo nominal para los
infantes aprendices de las lenguas estudiadas al no mostrar diferencias significativas entre idiomas
parentales y no de la observación directa. Este aspecto es importante ya que los reportes parentales
aportan el conocimiento que los cuidadores tienen del léxico de los infantes, en contraste con otros
métodos como las muestras espontáneas del lenguaje, que proporcionan información acerca del
19
El enfoque lingüístico.
En contraste al planteamiento de la hipótesis de las restricciones cognoscitivas sobre el dominio
puramente cognitivos como determinantes en el desarrollo del lenguaje ya que en lenguas como
coreano, chino mandarín, turco, teztal y tzotzil se han reportado resultados mixtos en los que se
les han llegado a atribuir, incluso, un sesgo de producción a los verbos. Sugieren que la distribución
de sustantivos y verbos en el habla infantil puede estar relacionada con propiedades estructurales
del lenguaje al que está expuesto el infante durante su desarrollo (Dhillon, 2010).
Con este fundamento se planteó la hipótesis del enfoque específico del lenguaje, la cual propone
que lo que influye de una manera determinante en el desarrollo del vocabulario temprano es el
input lingüístico. Se denomina Input lingüístico a la lengua a la que el infante está expuesto en un
contexto comunicativo, es decir, la lengua que escucha y atiende diariamente y la cual contiene
información fonética, gramática y léxica (Wong, 2005; Schwartz (1993). Entonces, tanto las
características estructurales del lenguaje que los infantes estén aprendiendo, como el conocimiento
cultural y de socialización pueden tener un efecto en la preferencia nominal o verbal (Choi &
diferentes lenguas pueden afectar, también, la manera en que los niños perciben las palabras en la
producción temprana de sustantivos y verbos tanto en el habla infantil como en el habla dirigida a
niños en población angloparlante. Mencionan que el orden de los componentes de las oraciones
SVO (sujeto-verbo-objeto) influye en la percepción de los sustantivos en inglés ya que los coloca
20
en una posición saliente, señala también que los patrones interactivos entre cuidadores e infantes
favorece la preferencia nominal. De igual forma, Tardif (1996) sostiene que si los sustantivos
preceden a los verbos en la adquisición o viceversa, depende de los factores lingüísticos tales como
Por su parte, Brown (1998) describe que en tzetzal sustantivos y verbos emergen a la par y
posteriormente los types verbales sobrepasan a los sustantivos entre los 23 y 24 meses de edad.
Este efecto lo atribuye a la estructura misma del tztezal, que es una lengua prodrop que permite la
omisión del sujeto en las oraciones para codificarlo en el verbo, y que en la mayoría de las veces
tzetzal es rica en marcadores morfológicos, lo que los coloca en un mismo nivel de complejidad
Respecto a esta línea de discusión, Choi y Gopnik (1995) realizaron un estudio longitudinal en
el que analizaron el habla espontánea de nueve infantes coreanos en interacción con sus madres.
Los datos fueron recopilados de forma longitudinal de los 14 a los 22 meses de edad. Los resultados
mostraron que seis de los nueve infantes experimentaron un desarrollo más temprano de verbos
La primera se refiere a la estructura misma del idioma coreano que permite omitir el sujeto y
objeto de la oración mientras que el verbo es obligatorio y puede cumplir la función de una oración
completa. Además, por ser el coreano una lengua en la que la estructura oracional se presenta como
La segunda es una comparación con el idioma inglés, y resalta los distintos estilos
21
comunicativos y de interacción con los niños. Entre los cuidadores hablantes del inglés y hablantes
de coreano los autores encontraron que las madres coreanas utilizaban más verbos que sustantivos
en sus emisiones a diferencia de las madres hablantes de inglés. También encontraron que las
madres hablantes del coreano producían más enunciados orientados a la descripción de la acción
realizada “¿Qué estás haciendo?” o “pon el auto en el garaje” que las madres hablantes de inglés,
las cuales decían más enunciados orientados a producir nombres con referentes concretos “¿qué
importancia de las características estructurales de la lengua, hay también una influencia importante
de la interacción entre los infantes aprendices del lenguaje y los hablantes adultos. En el caso del
español, la mayoría de las investigaciones han apoyado esta línea explicativa y se han establecido
una serie de factores específicos sobre la predominancia nominal infantil en este idioma.
Se ha observado que el lenguaje de los adultos dirigido a infantes se caracteriza por adaptarse
sintáctica y semánticamente a las capacidades e intereses del niño. Los cuidadores hacen
modificaciones en el tipo de lenguaje que utilizan al hablar a los infantes según el grado de
madurez lingüística que éstos manifiesten. Según maduran los infantes, los cuidadores van
haciendo más complejas las sintaxis, amplían el vocabulario que utilizan, y aumenta la longitud
de sus enunciados a medida que mejora la calidad de la frase infantil (Acuña & Sentis, 2004).
Las características del lenguaje de los cuidadores dirigido al infante son muy llamativas y se
producen sobre todo en situaciones de interacción diádica, en los momentos precisos en que un
22
adulto, generalmente la madre, y el infante constituyen una auténtica pareja de interlocutores, esto
suele ocurrir cuando ambos interactúan alrededor de una tarea conjunta. Las propiedades
especiales del lenguaje de los cuidadores juegan un papel esencial en la adquisición del lenguaje
infantil, además de facilitar la comunicación al infante y con el infante, realizan esta función
Un ejemplo de esto es la investigación realizada por De la Vega (2013) quien, considerando los
infantes hispanohablantes de 16 a 36 meses de edad, para ello, realizó una comparación entre
infantes que acudían a guarderías particulares e infantes que acudían a guarderías públicas. En sus
resultados observó que los infantes de manera general produjeron más sustantivos que verbos y
La influencia del input destaca cuando se realizaron comparaciones entre los grupos de
guardería particular y guardería pública, siendo beneficiados los infantes pertenecientes al primer
grupo teniendo aumentos de producción mayores que los infantes del segundo grupo. Esto debido
procuraban estimular la participación de todos los niños y tener una comunicación más individual
con cada infante, mientras que en las guarderías públicas se caracterizaba por una atención dispersa
por parte de las educadoras a las necesidades de los infantes y a una estimulación limitada (De la
Vega, 2013). Con estas observaciones la autora concluye que la influencia del input lingüístico es
Un análisis más específico sobre la producción de sustantivos y verbos fue el realizado por
Casart e Iribarren (2007) quienes con la finalidad de identificar si hay influencia en relación a la
23
composición del vocabulario de los cuidadores dirigido a infantes sobre el desarrollo del lenguaje,
hispanohablantes en tres corpus de habla espontánea obtenidas de la base de datos del proyecto
CHILDES. Se trató de tres casos longitudinales, los tres infantes participantes tenían 21 meses al
comienzo de las mediciones, una segunda medición a los entre los 26 y 27 meses de edad y
finalmente una tercera entre los 33 y 37 meses de edad. Cabe mencionar que los registros del habla
fueron realizados en escenarios diversos como sesiones de juego o rutinas diarias en el hogar.
los infantes a los 21 meses estaba compuesto por un predominio en la proporción de sustantivos
sobre los verbos, en cambio, entre los 26 y 27 meses los niños produjeron un número mayor de
verbos variaban en cada niño, dos de los tres casos tenían una mayor producción de sustantivos
mientras uno tenía una predominancia en verbos (Casart & Iribarren, 2007).
Por otro lado, la producción de los cuidadores, en los tres casos, mostró un predominio
constante de los verbos sobre los sustantivos. Considerando la producción total de sustantivos y
verbos como el 100% de las emisiones analizadas, las frecuencias totales mostraron que en la
variable type (ocurrencias o palabras diferentes entre sí) los verbos representaban el 72.5% de la
producción mientras que los sustantivos 27.5%. Respecto a la producción token (total de palabras
emitidas sin importar que se repitan o no) los verbos representaron el 64% mientras que los
Casart e Iribarren (2007) concluyen que el predominio inicial de sustantivos o verbos en los
infantes parece ser independiente del input ya que los cuidadores siempre producen más verbos.
24
Explican que las variaciones en la predominancia entre sustantivos y verbos pueden estar
relacionadas con las características estructurales del español. Sin embargo, estos resultados
podrían deberse, más bien a una cuestión metodológica ya que las muestras pertenecen a tres líneas
así como la cantidad de verbos y sustantivos de los cuidadores, para ver si se relacionaban con las
de los infantes.
de California, Estados Unidos). Los registros del habla se obtuvieron mientras las madres jugaban
con los infantes usando diversos juguetes tales como: una granja con animales, una casa con
No hubo diferencias significativas entre los residentes de México y los residentes de Estados
verbos. El análisis general de la función comunicativa mostró que las madres usaban más
emisiones para guiar la actividad de sus hijos que en funciones mostrativas (que describían sus
actos o en nombrar objetos). Por otro lado, cuando solicitaban una respuesta verbal, las madres
solicitaban que los niños nombraran objetos y rara vez les pedían que se expresaran respecto de
una actividad. Cuando el objetivo era la producción de palabras, ésta se enfocaba hacia la
25
producción de un sustantivo, mientras que la petición de actividades implicaba respuestas no
Sobre la relación entre verbos y sustantivos en el lenguaje dirigido a los infantes, el hallazgo
principal es que las madres usaron más verbos y los niños usaron más sustantivos. Esto se podría
explicar porque las madres generalmente solicitan más respuestas de sustantivo que de verbo,
locación u otras funciones. En la estructura de las preguntas de las madres, necesariamente habría
un verbo, pero no solicitaban la producción de un verbo y las respuestas de los niños contenían
ejemplo:
presentan un sustantivo, en cambio, las respuestas sí requieren un sustantivo, salvo cuando se pide
que nombre una acción. Entonces, en español la estructura lingüística de las madres se caracteriza
por un alto porcentaje de verbos porque casi siempre son obligatorios (Jackson-Maldonado et al.,
2009).
Los hallazgos de Jackson-Maldonado, son consistentes con los descritos por Goldfield (2000)
quien observó a infantes de 20 meses en juegos con materiales lúdicos con sus madres. Describe
que en el habla materna los verbos son usados por los cuidadores y comprendidos por los infantes
en contextos que se centran en dirigir la conducta del infante más que en solicitar respuestas
verbales. Cuando las madres incitaban a los infantes a producir verbos pocas veces emitían
respuesta verbal, pero realizaban las acciones demandantes, lo que sugiere que desde etapas
26
Posteriormente Reginfo (2015) descarta que ciertos aspectos estructurales del español pudieran
tener influencia en la preferencia nominal infantil. Realizó un estudio longitudinal donde recopiló
actos de habla espontánea en diversos escenarios naturales de la convivencia de un infante con sus
cuidadores. Las recopilaciones fueron periódicas entre los 18 y los 24 meses de edad y analizó los
la frecuencia de los enunciados con sustantivo o verbo en posición final o prominente de los
de sustantivos o verbos.
Los resultados mostraron que el infante tuvo una producción de sustantivos mayor que de
verbos en types y tokens durante el lapso evaluado, mientras que, en cuidadores sólo la producción
token de sustantivos fue mayor que la producción de verbos ya que los verbos type tuvieron un
notable predominio sobre los sustantivos. Así mismo no hubo correspondencia entre el elemento
que ocupa la posición final en los enunciados del input y la preferencia infantil por la producción
tuvieron un mayor porcentaje que aquellos que incitaban a la producción de verbos (Reginfo,
2015).
prominente que ocupan los elementos lingüísticos en una oración tienen relación directa con la
producción infantil de sustantivos, lo que determina esta preferencia es cierto conjunto de patrones
interactivos entre los adultos y los infantes, que se pueden identificar en las emisiones que los
adultos utilizan para dirigir la atención del infante hacia los objetos de alrededor. Reginfo (2015)
explica estas observaciones recurriendo a la teoría basada en el uso de Tomasello (2001), en la que
27
el infante aprende el lenguaje no como un conjunto de reglas formales sino por medio de la
percepción y comprensión de las intenciones de los adultos. Sugiere que el infante en etapas
tempranas sólo puede acceder a los usos concretos de la comunicación lingüística, por lo que el
aprendizaje imitativo cultural será más importante en el desarrollo del lenguaje en las primeras
etapas de lo que normalmente se cree. Entonces, lo que el input aporta al infante, y que éste adopta
para sus propias emisiones lingüísticas, es el uso de las emisiones en determinados contextos.
infantil parece estar influenciada principalmente por aquellos actos comunicativos de los
cuidadores en donde solicitan a los infantes nombrar sustantivos antes que cualquier otro tipo de
palabra. No obstante, en investigaciones que usan escenarios de juego o interacción libre, los
resultados podrían no reflejar el significado asignado a una palabra o la facilidad con fueron
adquiridos los verbos o los sustantivos, sino la forma en que responden los infantes al habla que
se les dirige en un contexto específico (Jackson-Maldonado, 2009; Waxman, 2015). Así mismo,
Tardif y Gelman (1998) mencionan que el contexto tiene un amplio efecto en la producción
lingüista infantil. Estas consideraciones son importantes, ya que este tipo de observaciones dejan
aquellos de la línea cognoscitivista, por lo que es importante optar por otras alternativas
Se ha comparado el juego con material lúdico con la lectura de libros y se ha encontrado que el
habla materna durante la lectura de libros es estructuralmente más compleja, las madres utilizan
una mayor diversidad léxica y mayor tasa de producción verbal, e incluye un mayor número de
preguntas que generan verbalizaciones por parte de los infantes, frecuencia de preguntas, de
28
etiquetado y una menor frecuencia directiva y del discurso regulador social (Álvarez, 2006; Hoff-
Ginsberg 1991; Wiley, Shore & Dixon, 1989). A su vez, el habla materna durante las interacciones
de lectura de libros contiene una mayor frecuencia de predictores positivos del desarrollo del
lenguaje que en otros contextos como el juego libre, hora de la comida, las interacciones del
cuidado, y momentos en que las madres se ocupan de labores domésticas. (O’Brien y Nagle, 1987).
objetivo de estudiar la relación que tiene la producción verbal de los padres sobre la producción
léxica infantil, analizó la producción verbal de 30 díadas cuidador-infante durante una tarea de
lectura conjunta. El estudio se realizó con infantes de 30 meses de edad y sus padres, a quienes se
solicitaba leyeran de forma conjunta el libro A boy, a dog and a frog escrito por (Mayer, 1967).
de las palabras producidas (type) y el número total de palabras emitidas (token). Dichas medidas
pueden considerarse como indicadores de contenido; una mayor proporción de palabras diferentes
entre sí (types) implicaría una mayor cantidad de información y, por ende, una mayor riqueza de
De manera general, mostró mediante un análisis de correlación de Pearson, una relación positiva
en la cantidad de palabras y amplitud de vocabulario que usa el cuidador con las que produce el
infante, tanto en la medida type como token. Por lo que propone que la producción verbal de los
infantes se deriva de la producción verbal generada por el cuidador principal, considerando como
como un reflejo del aprendizaje el lenguaje producido por el infante durante la tarea de lectura
En lo que respecta a sustantivos y verbos, Valdés reporta que tanto infantes como cuidadores
29
produjeron más verbos respecto a la medida type; los cuidadores produjeron una media de 30.16
sustantivos y 88.56 verbos y los infantes una media de 8.66 sustantivos y 11 verbos. En la medida
token los cuidadores produjeron una media de 127.76 sustantivos y 208.46 verbos, mientras que
los infantes produjeron una media de 21.96 sustantivos y 19.5 verbos. Pese a que no realizó análisis
comparando sustantivos contra verbos, la producción de los cuidadores sí tuvo relación altamente
significativa con la producción de los infantes en las categorías sustantivo y verbo tanto en la
Con base en lo expuesto por Valdés, (2015) se optó por la lectura conjunta como una
herramienta que permitió analizar los cambios en el lenguaje productivo de los infantes durante su
desarrollo de los infantes mediante el análisis de las categorías sustantivo y verbo. Esto sustentado
en las correlaciones documentadas en las categorías gramaticales de interés, así como capacidad
predictora del vocabulario de los infantes en relación a la producción léxica de los cuidadores
En conclusión, los aportes teóricos revisados nos permiten entender que, en general, el
desarrollo del lenguaje está mediado por el desarrollo cognitivo de los infantes e influenciado por
el input. En español se ha descrito hasta los 36 meses una estructura léxica infantil
por verbos. Las explicaciones a dicho efecto apuntan a aspectos principalmente interaccionales
debido a los estilos directivos de los cuidadores que incitan a los infantes a producir sustantivos,
sin embargo, estos análisis de producción lingüística podrían no ser un indicador suficiente para
comprender si este tipo de respuestas son un reflejo del aprendizaje de palabras, lo que limita la
30
discusión sobre el papel de los factores lingüísticos y cognoscitivos.
Aunado a esto, aún no es claro hasta qué punto del desarrollo los infantes mantienen la
preferencia nominal, ya que se espera que la producción léxica eventualmente se incline hacia los
verbos por ser la estructura normalmente mostrada por los hablantes adultos en español. En la
presente investigación se espera que, dada la edad de los infantes participantes que es posterior a
la explosión del vocabulario, los verbos comiencen a predominar sobre los sustantivos.
Por otra parte, se ha descrito ya la influencia de los cuidadores en el lenguaje productivo de los
infantes, pero aún no es claro si la misma estructura léxica de los cuidadores presenta cambios
vocabulario productivo, encontrar tales diferencias puede ayudar a comprender los cambios en la
información lingüística que recibe el infante, y por ende, los cambios en el lenguaje productivo de
los infantes durante el desarrollo. Así mismo se espera que conforme aumenta la edad, la brecha
aspectos cognitivos y lingüísticos sobre el aprendizaje de sustantivos y verbos, así como de los
cambios estructurales del input y de las diferencias de producción entre infantes y cuidadores en
escenarios de interacción; el objetivo general de la presente investigación fue estudiar los cambios
de producción de sustantivos y verbos, así como las diferencias de producción con el input
sustantivos y verbos entre infantes de 30, 36, 42 y 48 meses durante una tarea de lectura conjunta.
31
El segundo objetivo fue identificar si existen diferencias en cuanto a la producción de
sustantivos y verbos entre los cuidadores de infantes de 30, 36, 42 y 48 meses durante una tarea
de lectura conjunta.
Capítulo 4. Método
Muestra
Se utilizó un diseño longitudinal con cohortes cada 6 meses. La muestra estuvo constituida por
un total de 120 díadas conformadas cada una por un cuidador principal y un infante. Las
42.33, = .56, rango 41.20 – 42.11) y 48 meses ( ̅ = 48.33 , = 1.00, rango 47.19 –
48.12).
Se consideró en la muestra a infantes mexicanos cuya lengua materna fuera el español, nacidos
a término y que tuvieran un desarrollo típico, es decir, que no hayan presentado problemas de alto
riesgo de tipo prenatal, perinatal o postnatal; sin problemas auditivos, visuales ni de tipo
neurológico. Además, se consideró que los cuidadores de los infantes participantes fueran
Se invitó a los participantes del presente estudio a asistir al Laboratorio de Infantes por medio
32
de carteles colocados en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, el Metrobús de la Ciudad de
México y en la GACETA de la UNAM, así como, por medio de visitas al Museo de las Ciencias
para posteriormente concertar una cita y acudir al laboratorio voluntariamente con el infante.
Escenario
Psicología de la UNAM, dicho espacio mide 4.0 x 3.0 metros y cuenta con una mesa circular de
1.45 metros de diámetro y dos sillas acomodadas lado a lado que permitía la interacción de las
díadas. Además, el espacio contó con juguetes con los cuales el infante tuvo la oportunidad de
interactuar para familiarizarse con el lugar y con el investigador. Se colocó una videocámara, la
cual estuvo ubicada en un soporte frente a los participantes con la lente orientada hacia ellos sobre
un soporte fijo a la pared a una altura de 1.60 metros del piso y a 1.90 metros de distancia de la
Medidas
Se utilizó la palabra como unidad de análisis bajo los criterios definidos por Alva y Hernández
(2001), en la que se consideraron como palabras independientes, cada una de las variaciones que
emplearon los infantes haciendo diferencias de una misma raíz con variantes de género, número y
tiempo. Bajo el supuesto que, los infantes exhiben sus habilidades como hablantes de una lengua
33
cuando se consideran todas las variaciones que ellos pueden hacer de una misma palabra.
Con el fin de analizar el vocabulario se utilizaron las medidas type y token. La medida type se
refiere a las palabras no redundantes (diferentes entre sí) que juntas generan la amplitud del
vocabulario, mientras que la medida token se refiere a las palabras redundantes, es decir el total de
palabras emitidas por un individuo sin importar si se repiten, que sumadas conforman el
base en las categorías gramaticales descritas por Alva (2004), las cuales toman en cuenta los
diferentes sentidos o significados que puede tener una palabras según el contexto en el que sean
definición de todas las categorías gramaticales, así como ejemplos de las mismas dirigirse al
variable type/token, obteniendo así la proporción individual por categoría de cada sujeto.
Instrumentos y Materiales
Con el fin de recabar los datos de los participantes se utilizó un cuestionario sociodemográfico
(Alva & Arboleda, 1992), para obtener información tal como la fecha de nacimiento del infante,
infante acude a la escuela, tiempo de asistencia y si le hablan en otro idioma, quién es el principal
34
cuidador con el que el infante pasa más tiempo, así como grado de escolaridad, ocupación actual
y edad del padre, la madre. Para la videograbación de la lectura conjunta se utilizó una cámara
digital Canon Vixia HF M40, la cual se instaló en el escenario experimental antes de cada una de
Se empleó un libro por edad que se proporcionó a la díada para la realización de una tarea de
lectura conjunta. Los libros, su asignación por edad y una breve descripción de contenido se
muestran en la Tabla 1.
Los títulos mencionados forman parte de una serie de libros para niños creados por Mercer
Mayer, los cuales carecen de contenido alfabético y presentan una secuencia de imágenes en un
rango de 28 a 30 páginas que tratan generalmente de las aventuras de un niño con sus amigos
animales. Estos libros de ficción constan de una serie de láminas ilustradas y sin palabras, cuya
trama involucra a un niño, un perro y una rana en las diversas aventuras que tienen. Las láminas
35
presentan una secuencia de eventos, con un cierto predominio de acciones simultáneas e imágenes
difusas. Esta complejidad visual obliga a establecer relaciones léxicas, con especial atención a los
Procedimiento
Una vez recabada la información otorgada por los cuidadores para el contacto con el
Laboratorio de Infantes se les llamó por teléfono o contactó vía correo electrónico para poder
agendar una cita. Previo a su llegada, se colocó una cámara en el soporte y se preparó el libro
correspondiente con la edad del participante. Al inicio de su visita se le informó al cuidador del
infante en qué consistiría su participación, la cual requería ser grabada en audio y vídeo, por esta
razón se solicitó a los cuidadores firmar un consentimiento en el que se les informaba que toda la
información recabada sería manejada de forma confidencial, sin acceso a terceros y únicamente
para los objetivos del estudio y en el que accedían ser grabados junto con el infante. Posterior a
Arboleda, 1992) con el fin de obtener datos que fueron utilizados para fines de inclusión o
exclusión de la muestra.
libro ilustrado que no contiene palabras, por favor narre a su hijo/a una historia con base en los
dibujos del libro y cuando haya terminado de contarle la historia, dé el libro a él/ella y pídale que
le cuente la historia a usted. Cuando terminen de contar ambas historias, por favor abra la puerta
del cubículo en señal de que han terminado.” Inmediatamente después de esto, el investigador
36
facilitó el libro antes citado, encendió la cámara para comenzar la grabación y salió de la habitación
Durante la participación de las díadas, se mantuvo la puerta del cubículo cerrada, así como
factores óptimos para el desarrollo del estudio, tales como la ausencia durante el estudio del
investigador, el cual únicamente accedió al cubículo para recabar los datos sociodemográficos,
propia de este estudio al cuidador, todo lo anterior, con el fin de no distraer ni influir en el
desempeño de la díada. Si por alguna razón los participantes deseaban salir de la habitación o el
haber concluido para que el investigador entrara al cuarto y detuviera la videograbación. Para
desarrollo en la que el infante se encuentra, así como un obsequio para el infante por haber
Una vez obtenido el vídeo, se realizó la transcripción y codificación de las emisiones verbales
para el análisis de la producción de verbos y sustantivos. Los corpora del habla obtenidos se
trabajaron en una base de datos en las que el investigador realizó la transcripción completa de las
cual se registraron todas y cada una de las palabras emitidas. En caso de que el investigador haya
encontrado una dificultad para transcribir alguna palabra que sea poco comprensible, se apoyó en
37
otros tres investigadores expertos en lenguaje para dilucidar e identificar la palabra emitida de
acuerdo al contexto, en caso de que no se llegue a un acuerdo entre expertos, esta fue categorizada
como ininteligible. Una vez realizada la transcripción, el total de las palabras emitidas fueron
Capítulo 5. Resultados
Los datos se analizaron a partir de la clasificación funcional de cada palabra emitida en una de
las nueve categorías gramaticales por medio de la variable token y la variable type. De las nueve
categorías gramaticales, las que fueron de interés central en este trabajo son los sustantivos y los
verbos, pero para tener un panorama completo de su predominancia las 7 categorías gramaticales
obtenidos.
En la Figura 1 se representan por variable type y variable token los porcentajes de sustantivos,
verbos y otros a partir de la suma total de palabras emitidas por los infantes en los 4 grupos de
representando en conjunto el 52.45% del total de las emisiones, mientras que en la variable token
ambas categorías representan menos de la mitad de las emisiones totales con el 36.25%. Sobre la
distinción sustantivo-verbo tanto para types como para tokens los verbos son predominantes siendo
en la variable type el 31.85% sobre el 20.06% de sustantivos, mientras que en la variable token los
38
Type Token
20.06 16.42
48.09
63.75 19.83
31.85
Figura 1. Porcentajes de producción de sustantivos, verbos y otros en las variables type/token por
parte de los infantes durante la tarea de lectura conjunta.
de sustantivos, verbos y otros a partir de la suma total de las palabras emitidas por los cuidadores.
En conjunto, sustantivos y verbos son predominantes en la medida type el 59.66%, mientras que
en la medida token ambos representan menos de la mitad de la producción total con el 38.02%. En
la distición sustantivo-verbo éstos últimos tienen una predominancia muy amplia en la variable
type siendo el 42.43% sobre el 17.23% de los sustantivos, mientras que en la variable token la
39
Type Token
17.23 15.68
40.34
61.98 22.34
42.43
Figura 2. Porcentajes de producción de sustantivos, verbos y otros en las variables type/token por
parte de los cuidadores durante la tarea de lectura conjunta.
Para poder realizar los análisis de los propósitos planteados, se obtuvieron las medias de
de la producción de sustantivos y verbos, que tanto infantes como cuidadores tuvieron en las
variables type/token por categoría gramatical y por grupo de edad durante la tarea de lectura
conjunta.
40
48 Type 23.33 (8.9) 36.20 (13.51) 52.63 (13.51) 122.83 (25.82)
meses (DE)
Token 47.30 (21.56) 53.77 (23.37) 147.03 (39.22) 189.10 (50.74)
(DE)
Media de producción; DE desviación estándar.
Sobre los datos obtenidos se aplicó la prueba de normalidad de Shapiro-Wilk en las categorías
de interés principal: sustantivo y verbo en las variables type y token. Los resultados mostraron que
para los cuidadores sólo el grupo de 36 meses no tuvo una distribución normal en las variables,
mientras que en el grupo de 42 meses la única categoría que no presentó una distribución normal
fue sustantivo type. Con base en los resultados de la prueba de normalidad se optó por realizar
análisis paramétricos.
Para cumplir con el primer propósito específico el cual fue identificar si existen diferencias de
producción de sustantivos y verbos en infantes en los grupos de edad de 30, 36, 42 y 48 meses, se
sustantivos type y token. Los resultados en la variable type para los sustantivos muestra que existen
post hoc de Bonferroni para analizar las diferencias entre las medias de producción verbal entre
los infantes de los grupos de edad 30, 36, 42 y 48 meses, los resultados muestran que hubo
diferencias estadísticamente significativas entre las medias de los intervalos 30-36 meses (M= -
6.520; p= .001), y 42-48 meses (M= -9.011; p= .001). Para la variable token mostró diferencias en
la producción de acuerdo a la edad [F (3) = 17.665; p= .001] la prueba post hoc Bonferroni muestra
41
que los intervalos 30-36 meses (M= -11.211; p= .026) y 42-48 meses (M= -15.033; p= .001)
mostró que existen diferencias en la producción de acuerdo a la edad [F (3,116) = 42.581; p=.001],
post hoc Bonferroni muestra que los intervalos 30-36 meses (M= -12.475; p= .001), 36-42 meses
(M= -6.544; p= .056) y 42-48 meses (M= -7.967; p= .010) tuvieron diferencias estadísticamente
la edad [F (3,116) = 25.354; p= .001], en la prueba post hoc Bonferroni sólo el intervalo 30-36
42
Figura 4. Diferencias de producción de verbos type/token en infantes.
†P ≤ .10, *p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
realizó una prueba t de Student para muestras relacionadas a cada grupo de edad en las variables
type y token. Como se puede observar en la Figura 5 los resultados en la variable type mostraron
que la producción de verbos comienza a ser significativamente mayor que la de sustantivos a partir
del grupo de 36 meses [t (29) = -5.768; p= .001], siendo también significativa a los 42 meses [t
43
Figura 5. Diferencias de producción de infantes entre sustantivos y verbos en la variable type.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
Para la variable token los resultados de las pruebas muestran que los cuatro grupos presentaron
diferencias estadísticamente significativas entre sustantivos y verbos, sin embargo (como se puede
apreciar en la Figura 6), para el grupo de 30 meses dicha diferencia favorece a la producción de
sustantivos sobre los verbos [t (29) = 2.229; p= .029], a partir del grupo de 36 meses [t (29) = -
manteniéndose a los 42 meses [t (29) = -5.850; p=.001] y a los 48 meses [t (29) = -1.849; p= .001].
44
Figura 6. Diferencias de producción de infantes entre sustantivos y verbos en la variable token.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
sustantivos y verbos de los cuidadores principales de los infantes pertenecientes a los grupos de
variable type hubo diferencias en la producción de acuerdo a la edad [ F(3,116) = 24.993; p= .001],
la prueba post hoc Bonferroni mostró diferencias significativas, siendo la más marcada en el
intervalo 30-36 meses (M= -18.326; p= .001), que en los intervalos 36-42 meses (M= 10.683; p=
.005) y 42-48 meses (M= -16.883; p= .001). Para la variable token mostró diferencias en la
producción de acuerdo a la edad [F (3,116) = 5.345; p= .002], la prueba post hoc Bonferroni mostró
una diferencia significativa sólo en el intervalo 30-36 meses (M= -31.850; p=.016).
45
Figura 7. Diferencias de producción de sustantivos type/token en cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
prueba post hoc Bonferroni mostró diferencias significativas en los intervalos 30-36 meses (M= -
6.520; p= .001), y en 42-48 meses (M= -9.011; p= .001). Para la variable token no se obtuvieron
46
Figura 8. Diferencias de producción de verbos type/token en cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
Para identificar las diferencias de producción de sustantivos y verbos se realizó una prueba t de
Student para muestras relacionadas a cada grupo de edad en las variables type/token. Los
resultados de la variable type muestran que los 4 grupos presentaron diferencias estadísticamente
.001], 36 meses [t (29) = -11.714; p= .001], 42 meses [t(29)= -12.893; p= .001] y, 48 meses [t(29)=
47
Figura 9. Diferencias de producción de cuidadores entre sustantivos y verbos en la variable type.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
Los resultados en la variable token (ver Figura 10) muestran que los 4 grupos tuvieron
el grupo de 30 meses [t (29) = -6.176; p= .001], 36 meses [t (29) = -7.373; p= .001], 42 meses [t
48
Figura 10. Producción de Sustantivo vs Verbo token cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
Finalmente, para cumplir con el tercer propósito de la investigación el cual fue analizar si
cuidadores, se obtuvo la proporción de producción de sustantivos y verbos a partir del total token
y type total de cada infante y cada cuidador, posteriormente se realizó una prueba t de Student para
muestras independientes.
observar que a los 36, 42 y 48 meses las proporciones de producción son similares.
49
Figura 11. Proporción de sustantivos token en infantes y cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
Para la producción de verbos de la variable token (ver Figura 12) los cuidadores presentaron
una proporción de producción mayor que los infantes en los grupos de 30 meses [t (58) = -5.734;
p= .001] y 48 meses [t (58) = -2.190; p= .033], y mostrando una tendencia de mayor proporción
50
Figura 12. Proporción de sustantivos token en infantes y cuidadores.
†P< .10, *p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
Por otra parte, los resultados de la prueba sobre la variable type muestran que los infantes en
los grupos de 30 meses [t (58) = 3.067; p= .003], 42 meses [t (58) = 2.914; p= .005] y 48 meses [t
(58) = 2.804; p= .007] tuvieron una producción significativamente mayor de sustantivos que los
51
Figura 13. Proporción de sustantivos type en infantes y cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
de producción, la prueba mostró que los cuidadores produjeron significativamente más verbos que
los infantes en los grupos de 30 meses [t (58) = -11.888; p= .001], 36 meses [t (58) = -6.247; p=
.001], 42 meses [t (58) = -5.067; p= .001] y 48 meses [t (58) = -4.171; p= .001]. Pese a que las
diferencias son significativas en los 4 grupos es posible apreciar que la brecha de producción se
52
Figura 14. Proporción de verbos type en infantes y cuidadores.
*p ≤ .05, **p ≤ .01, ***p ≤ .001.
Capítulo 6. Discusión
El objetivo general planteado en la presente tesis fue analizar los cambios en el lenguaje
productivo de infantes y cuidadores en interacción diádica durante una tarea de lectura conjunta a
partir del análisis de la producción de sustantivos y verbos. La palabra como unidad de análisis a
través de las categorías gramaticales sustantivo y verbo, permitió observar parte de los cambios en
la composición léxica infantil durante el desarrollo, así como del input lingüístico proveniente de
los cuidadores. Gracias a esto es posible discutir con más elementos acerca de la convergencia de
los posibles factores lingüísticos y cognitivos que influyen en el desarrollo del lenguaje.
que es notable la predominancia de sustantivos y verbos, tanto en el léxico de los infantes como
53
de los cuidadores. De manera conjunta en la variable type, sustantivos y verbos representan más
independiente cada una implica un porcentaje mayor a las categorías gramaticales agrupadas en la
categoría otros, que en el caso de los infantes (63.75%) y de los cuidadores (61.98%) se distribuyen
El hecho de que en todas las líneas de investigación sobre el desarrollo del lenguaje, sustantivos
y verbos sean las categorías de principal producción es debido a que cumplen una función de
& Markman, 1998). Ambas codifican diferentes tipos de significado, pero coinciden en que tienen
que ser enlazadas arbitrariamente a un referente real para poder ser aprendidas por los infantes,
por lo que se denominan también como palabras contenido (Alva & Hernández-Padilla, 2001).
Además, son fundamentales para el desarrollo sintáctico ya que sustantivos y verbos son los ejes
en la conformación de los sintagmas nominales y verbales, que son la base para la construcción de
oraciones simples y de gran parte de las posibles combinaciones de los elementos gramaticales en
cada categoría en los grupos de 30, 36, 42 y 48 meses. Por otra parte, si se consideran las medias
producción total de palabras (token), los datos obtenidos muestran que, a los 30 meses los infantes
(Figura 5) tienen una prominencia de producción de sustantivos, mientras los cuidadores (Figura
54
10) tienen una prominencia a la producción de verbos. Esta distribución de valores es similar a lo
naturales de interacción entre infantes y cuidadores a los 24 meses (Reginfo, 2015) y 28 meses
edad hasta los 36 meses (De la Vega, 2013), además, las medias de producción en type y token se
asemejan a las descritas a los 30 meses en lectura conjunta por Valdés (2015).
sustantivos y verbos en el léxico de los infantes y los cuidadores, son un elemento que hacen
confiable a la lectura conjunta como herramienta para el análisis del léxico temprano.
Comenzando con los objetivos específicos, el planteamiento del primero fue observar las
diferencias en la producción de sustantivos y verbos entre los infantes de los 4 grupos de edad,
número de palabras diferentes (type) como en el número total de palabras (token). Para cumplir
este objetivo inicialmente se analizaron los cambios de producción de ambas categorías de forma
graduales de producción type y token desde los 30 hasta a los 48 meses, además, entre estas dos
variables los cambios de producción coinciden en los mismos intervalos, por lo que tanto la riqueza
del contenido como la expresión léxica de los conceptos nominales aumentan de forma paralela.
Hay también una excepción en el intervalo entre los 36 y 42 meses, donde tanto para la producción
55
type como token no hay aumentos significativos e incluso las medias de producción se mantienen
en valores similares. Si bien, el resultado en este periodo difiere del patrón mostrado en el resto de
las edades, a su vez, coincide con el periodo donde los verbos comienzan a ser la categoría
En este análisis es claro que los infantes después del periodo descrito entre los 22 y 29 meses
que en los inicios de la comunicación lingüística el contenido de esta categoría se enriquece por el
nombramiento de aquellos conceptos que tienen un referente visual, pero en algún momento
posterior del desarrollo la categoría sustantivo puede ser usada más allá de la mera asignación
palabra-referente ya que también codifica palabras cognitivamente más complejas que denotan
conceptos abstractos, por ejemplo, aquellas referidas a emociones (Bassano, 2000). Por lo que
sería esclarecedor estudiar en lectura conjunta cómo y en qué edad los infantes comienzan a hacer
De forma similar a los sustantivos, en los verbos (Figura 4) hay aumentos significativos de
producción de los 30 a los 48 meses y distintas tazas de aumento de producción entre type y token,
siendo los verbos types quienes aumentan significativamente a lo largo de las 4 edades, mientras
que en token sólo es significativo entre los 30 y los 36 meses. Esto es notable ya que los verbos
han sido considerados como elementos más complejos por el tipo de significado que codifican
(Reginfo, 2015), pero su producción continúa aumentando gradualmente. Hay que aclarar que,
type y token proporcionan información distinta pero complementaria, en este sentido se puede
interpretar que los infantes utilizan gradualmente una mayor variedad de verbos distintos entre sí
56
y que, comparados con los sustantivos, hay menos repeticiones de la misma palabra durante la
realización de la tarea.
de los verbos, aspecto reflejado en los aumentos significativos en la variable type. Esto puede ser
indicio de una mejora gradual en el conocimiento del significado y uso de esta categoría, por lo
que sería esperable que la brecha entre la poca producción y una alta comprensión de verbos
descrita por Goldfield (2000) disminuya entre los 30 y 36 meses. Por otra parte, dado que en el
análisis utilizado se consideraron como palabras diferentes todas las posibles variantes derivadas
de una misma raíz, los infantes podrían estar añadiendo gradualmente elementos al repertorio
léxico de esta categoría con el uso de las distintas maneras de expresar el significado de los verbos
a través de las flexiones; como las características de número (singular o plural), de persona (1ª, 2ª,
3ª persona del singular y plural), tiempo (presente, pasado y futuro) y modo (como el indicativo,
productivo (Alva, 2004; Waxman, 1995), efecto esperado y observado tanto en sustantivos como
en verbos. No obstante, hasta este punto no es posible discutir sobre si esto se debe a una mayor
influencia del desarrollo cognoscitivo o de los aspectos interacciónales con el input lingüístico, el
aporte de estos análisis es que hace posible observar que los infantes aprenden estas dos categorías
verbos lo que brindó más elementos para discutir sobre las implicaciones de los cambios de
El segundo análisis del primer objetivo se centró en las diferencias de producción comparando
57
directamente sustantivos y verbos, lo que permite tener un panorama más claro de los cambios
sobre la composición del vocabulario en relación a la edad de los infantes. A los 30 meses en la
variable type (Figura 5) hay una mayor producción de verbos que de sustantivos, aunque esta
sustantivos es significativamente mayor que la de verbos, datos que concuerdan con la mayoría de
las investigaciones mencionadas que centraron su análisis en edades cercanas a los 30 meses
En el caso del idioma español, algunas investigaciones habían descrito una predominancia de
sustantivos type y token en el vocabulario infantil hasta los 30 meses y acuñaron estos resultados
a una serie de factores inclinándose hacia el planteamiento del enfoque específico del lenguaje,
donde se propone una mayor influencia de los aspectos pragmáticos y estructurales del input
lingüístico (Jackson-Maldonado, 2009; Casart & Iribarren, 2007; De la Vega, 2013) así como del
uso de las emisiones en determinados contextos (Tomasello, 1995) sobre el aprendizaje de palabras
Los cambios que contrastan con los aportes de las investigaciones anteriores (Jackson-
Maldonado, 2009; Casart & Iribarren, 2007; De la Vega, 2013) se hacen presentes desde el grupo
de 30 meses, dado que en la variable type no hay diferencias significativas entre la producción de
sustantivos y verbos, pero el cambio más destacable ocurre a partir de los 36 meses cuando en las
medidas type y token los verbos comienzan a ser significativamente mayores en comparación con
los sustantivos. Gracias a estos análisis, por primera vez es posible observar que, pese a que en
ambas categorías hay un aumento constante de producción con relación a la edad, una vez que los
58
sustantivos y verbos es constante, no aumenta, pero tampoco se reduce considerablemente,
mostrando desde los 36 y hasta los 48 meses pocas variaciones estructurales en el léxico de los
infantes.
Es precisamente el intervalo entre los 30 y los 36 meses, clave para comprender los cambios en
el aprendizaje de palabras durante el desarrollo. El español es una lengua que ha sido considerada
quienes tienden a enfatizar la atención y respuestas verbales de los infantes hacia la producción de
nombres de objetos (Choi & Gopnik 1993), esta característica concuerda con aquellas
investigaciones que explican a través del enfoque especifico del lenguaje la prominencia de los
sustantivos en infantes hasta los 30 meses (Goldfield, 2000; Jackson-Maldonado 2009; Reginfo,
2015).
especifico del lenguaje la prominencia de la producción de verbos a los 36 meses, ya que desde
esta perspectiva implicaría que sean los cuidadores quienes comiencen a orientar la atención y las
respuestas de los infantes hacia la producción de verbos y no hay una explicación desde esta
hipotésis que aclare por qué ocurriría este cambio en la interacción entre cuidadores e infantes de
30 y 36 meses. También hay que recordar que las condiciones entre los 4 grupos estudiados (a
excepción de la edad) en la presente investigación fueron las mismas, así como la instrucción dada
a los cuidadores sobre la narración de una historia, por lo que este cambio en la categoría
dominante no se debe a la influencia del contexto en donde se llevó a cabo la lectura conjunta.
Una propuesta teórica que se ajusta mejor para explicar la prominencia significativa de los
59
verbos desde los 36 meses es la división de dominio elaborada por Gentner y Boroditsky (2001),
la cual se basa en la clasificación clásica de palabras: palabras de clase abierta y de clase cerrada.
clase abierta ya que tienen funciones referenciales, mientras que las de clase cerrada cumplen
los términos clase abierta referenciales. La propuesta es que los sustantivos se aprenden gracias a
mediante la experiencia perceptiva, mientras que los verbos (incluso los verbos de movimientos
concretos) se encuentran entre las palabras de clase abierta (se tienen que enlazar a un referente) y
clase cerrada, ya que aprender las denotaciones de los verbos requiere cierta comprensión del
idioma (y por ende haber aprendido previamente cierta cantidad de repertorio léxico).
Hasta alrededor de los 30 meses, en lectura conjunta no hay una diferencia significativa entre
sustantivos y verbos type, mientras que en token hay una predominancia de sustantivos (Figuras 5
y 6), por lo que a esta edad el desarrollo cognitivo de los infantes podría tener mayor influencia en
la integración al léxico de conceptos que aquellos aspectos interaccionales con los cuidadores, a
pesar de que la tarea puede favorecer a la producción de verbos por la necesidad de establecer
secuencias entre eventos (Romero & Gómez, 2013), además de tener a disposición en los libros
Esto podría cambiar a partir de los 36 meses cuando los infantes comienzan a mostrar una
prominencia por la producción de verbos. Gracias a la acumulación del repertorio léxico de las
diferentes categorías gramaticales, pero sobre todo de sustantivos, a los 36 meses el dominio
lingüístico será más influyente para el aprendizaje de palabras y los infantes comenzarán utilizar
60
verbos con mucha más frecuencia, ya que la lectura conjunta requiere describir las secuencias de
acciones y metas de los personajes para la construcción de la historia (González 2015; Romero &
Gómez, 2013). Esto coincide con autores como Waxman y Lidz (2014) quienes argumentan que
los infantes pueden necesitar establecer un repertorio de sustantivos antes de tener la capacidad de
por Goldfield (2000) y Jackson-Maldonado (2009) quienes mencionan que los infantes
comprenden un mayor número de verbos de los que pueden producir. Lo que puede ser indicio que
en este periodo de tiempo las restricciones como herramienta cognitiva del aprendizaje de
sustantivos sea menos influyente para comenzar a dar una importancia prominente a la
type/token observada desde los 36 meses permite proponer que la mejora en la comprensión del
significado y uso de los verbos conlleva también un impacto en la sintaxis oracional. La necesidad
de establecer más relaciones entre conceptos nominales y verbales, motiva al infante a complejizar
el orden de las palabras en las oraciones simples que ya dominan a los 30 meses y, por ende, a
desarrollar una sintaxis cada vez más cercana en estructura a la utilizada por los adultos
(caracterizada por una producción predominante de verbos) en la que hay un uso constante de
subordinaciones y oraciones complejas que generalmente implican más de una conjugación verbal
en forma personal (Berman, 1995; Brandone, 2006; Owens, 2003). Por lo que sería esclarecedor
61
analizar en futuras investigaciones los cambios de la sintaxis en infantes durante la lectura
conjunta.
El segundo objetivo específico se centró en el input lingüístico que reciben los infantes. Se
analizó con los mismos criterios el lenguaje productivo de los cuidadores, es decir, las diferencias
de producción entre sustantivos y verbos en las variables type y token entre los grupos de infantes
de 30, 36, 42 y 48 meses de edad. Como se mencionó con anterioridad, el desarrollo cognitivo de
los infantes y el vocabulario de los cuidadores tiene gran influencia sobre la producción léxica de
los infantes y este último se caracteriza por una diferencia estructural al tener una predominancia
por la producción de verbos (Jackson-Maldonado, 2009; Casart e Iribarren (2007); Reginfo, 2015).
Aún con esta información, era desconocido si el input lingüístico tenía diferencias de
producción entre sustantivos y verbos en relación al desarrollo de los infantes, diferencias que no
pudieron ser observadas en estudios como los de Casart e Iribarren (2007), Goldfield (2002) y
se obtuvo información, que si bien, el vocabulario adulto a lo largo del tiempo tiene una estructura
aumentos de producción entre los grupos de edad, lo que implica que sí hay un efecto de la edad
El análisis de sustantivos de forma independiente (Figura 7), muestra que entre los 30 y 36
meses hubo aumentos significativos en la producción type y token, una reducción significativa de
producción token entre los 36 y 42 meses y nuevamente un aumento significativo entre los 42 y
62
48 meses. Por su parte, en verbos (Figura 8) los aumentos de producción significativos sólo se
encuentran en los intervalos 30-36 meses y 42-48 meses en la variable token. Por lo que los
infantes se corresponden concentrándose sobre todo en los intervalos 30-36 meses y 42-48 meses
(Figuras 3 y 4).
Aun cuando de forma gráfica se observa que en el lapso 36-42 meses hay una reducción en las
medias de producción en sustantivos y verbos (Figuras 7 y 8), los aumentos significativos en los
intervalos 30-36 y 42-48 meses muestran una tendencia a un aumento de producción con relación
a la edad. Los aumentos significativos reflejan que los cuidadores incrementan y diversifican el
contenido que expresan conforme aumenta la edad, muestra de la sensibilidad de los cuidadores al
desarrollo léxico de los infantes, siendo posible observar lo mencionado por Acuña (2004) sobre
a que no fue su objeto de estudio, Valdés (2015) menciona que a los 30 meses en lectura conjunta
los infantes tienden a dirigir su atención y hacer señalizaciones sobre los objetos concretos
denotados por sustantivos, a su vez, los cuidadores basan sus respuestas en estas señalizaciones
haciendo énfasis con la repetición de la palabra y añadiendo más elementos narrativos, como la
está fuertemente relacionada con el desarrollo del vocabulario (Olson & Masur, 2011, 2015),
63
siendo ésta una posible explicación sobre la dinámica que subyace a la correspondencia entre la
Gracias a estos análisis fue posible observar que existe una correspondencia de aumentos de
producción tanto de infantes como de cuidadores. Es decir, conforme los infantes muestran tener
un mayor aprendizaje de palabras los cuidadores responden a su vez con un mayor número de
El segundo análisis del segundo propósito fue observar si había diferencias entre la producción
de sustantivos y verbos en relación a la edad de los infantes (Figuras 9 y 10). Fueron los verbos
quienes en los 4 grupos de edad resultaron significativamente predominantes en las variables type
y token. Pese a que la diferencia de producción entre ambas categorías es uniforme y tiene pocas
variaciones en los grupos de edad, es notable que a comparación de la variable token en la variable
Los datos coinciden con lo observado por Jackson-Maldonado (2009), Casart e Iribarrén (2007)
y Reginfo (2015), quienes reportaron en escenarios de interacción libre que la estructura lingüística
de los cuidadores se caracteriza por un alto porcentaje de verbos. Para el caso de la lectura
pueda ser comprendido (González, 2017). También se ha descrito que los cuidadores emplean una
variedad de elementos de la historia cuando leen un cuento a un infante, haciendo énfasis en las
acciones de los personajes, el uso de diálogos y la referencia a las metas de la historia (Harris &
Rothstein, 2014).
64
a la capacidad lingüística de los infantes. Retomando los análisis de correlación reportados por
Valdés (2015), la relación de producción de sustantivos y verbos entre infantes de 30 meses y sus
cuidadores es significativa, aunado a ello, en la presente investigación es posible observar que los
coincidiendo en los mismos intervalos de edad. No obstante, aun cuando hay una correspondencia
esta parece no influir del todo en la preferencia nominal o verbal de los infantes ya que los
cuidadores son homogéneos en cuanto a la predominancia de verbos mientras que los infantes
En este punto los datos de la presente investigación concuerdan con investigaciones como las
de Casart e Iribarren (2007) y Reginfo (2015), que proponen que la cantidad de sustantivos y
verbos en el input lingüístico parece no tener influencia en la referencia nominal o verbal de los
infantes hasta los 30 meses, ya que, como se había propuesto, esto está regulado por el desarrollo
cognoscitivo. Se debe recordar que las investigaciones basadas en el enfoque específico del
lenguaje apuntaban a que el input también tiene un papel de énfasis y dirección sobre el tipo de
palabras que tendrían que producir los infantes (Choi & Gopnik, 1993; Goldfield, 2000; Jackson-
Maldonado, 2009); pero este énfasis ocurre en respuesta al desarrollo lingüístico de los infantes,
primero orientado hacia los sustantivos hasta los 30 meses y después de los 36 meses orientado
lingüística de los infantes y la adquisición de las primeras palabras había sido acuñado
intrínsecos del desarrollo de los infantes. Los resultados presentados permiten enfatizar aún la
65
importancia del desarrollo cognitivo del infante en la adquisición y expresión léxica y, por ende,
como eje en el cual los cuidadores se basan para complejizar gradualmente el contenido léxico
Es lógico suponer que, en algún punto del desarrollo, los infantes sean capaces de utilizar y
adopten formas de comunicación similares a la de sus interlocutores adultos, sin embargo, conocer
el desarrollo de cada una de las categorías puede ayudar a comprender cómo es que se llega al
dominio de la comunicación lingüística. Por ello, el último propósito específico fue equiparar la
producción léxica entre infantes y cuidadores; con el fin de observar los cambios de las diferencias
de producción de forma longitudinal y de poder hacer una comparación directa, se utilizaron las
Comenzando con la variable token, las proporciones de producción muestran la forma en que
para comunicarse, es decir representa el uso que se está haciendo de cada categoría. En los
resultados es observable que hay similitudes entre sustantivos (Figura 11) y verbos (Figura 12),
que consisten en que para ambas categorías a los 30 meses los cuidadores usan significativamente
una mayor proporción de sustantivos y verbos que los infantes. Esto cambia hacia los 36 meses
cuando los infantes equiparan su producción con la de sus cuidadores y estas diferencias
desaparecen, dichas similitudes son constantes en los consecuentes grupos de edad con la única
excepción de los verbos en el grupo de 48 meses en el que los infantes vueven a tener una
El hecho de que los infantes equiparen la proporción de sustantivos y verbos que utilizan con
66
la de sus cuidadores a los 36 meses parece estar relacionado y coincide con lo ya mencionado
sobre la mejora en el dominio lingüístico en esta etapa del desarrollo (Gentner & Boroditsky,
2001), además en este mismo periodo se ha documentado que los infantes comienzan a mostrar
una sintaxis oracional cada vez más similar a la utilizada por los adultos (Berman, 1995; Brandone,
2006; Owens, 2003). Este cambio en la distribución de proporción en ambas categorías refleja en
términos generales, que los infantes logran adquirir un considerable dominio sobre las
y que refleja la riqueza del repertorio léxico (Alva, 2004), ofrece un panorama distinto ya que en
los resultados es posible observar diferencias sustanciales entre sustantivos y verbos. Comenzando
con los sustantivos (Figura 13) los infantes tienen proporciones de producción significativamente
superiores a los cuidadores en tres de las cuatro edades, siendo la excepción el grupo de 36 meses.
Entonces, es posible observar que los infantes emplean una mayor proporción de diversidad léxica
de sustantivos para comunicarse que sus cuidadores y parece ser una tendencia que podría
Este análisis permite describir por primera vez que para los infantes parece tener más peso la
proporción de la diversidad de conceptos nominales que para sus cuidadores en edades posteriores
a la explosión del vocabulario (Figura 13), aun cuando la explosión del vocabulario ha sido descrita
hasta los 29 meses (Galván & Alva, 2007) y dejan de ser la categoría predominante a los 36 meses,
los sustantivos siguen siendo relevantes para el desarrollo léxico, ya que aprender conceptos
concretos es una herramienta imprescindible para aprender con mayor facilidad otros tipo de
67
En el caso de los verbos type, (Figura 14) son los cuidadores quienes tienen proporciones de
producción significativamente mayores en los 4 grupos de edad, también es notable que estas
tienen pocas variaciones de menos de un punto porcentual. Por otra parte, los infantes tienen
Pese a que los verbos, en términos de medias de producción, tienen avances considerables
rezagando a todas las demás categorías desde los 36 meses, cuando se considera la proporción
parecen tener un crecimiento notoriamente más pautado que los sustantivos. Por lo que el dominio
en la comprensión del significado de los verbos parece ser una tarea más compleja para los
infantes. Esta aproximación gradual puede ser reflejo que muchos de los aspectos del significado
de los verbos, como las flexiones utilizadas para denotar número, persona, tiempo, y modo (Ibarra
& Naves, 2005), podrían estarse añadiendo de forma gradual al repertorio léxico de los infantes.
Al ser los verbos unidades morfológica y semánticamente más complejas, para los infantes su
desarrollo es más dependiente de la forma de interactuar con sus interlocutores (Bennett- Kaster,
1986). Ibarra y Naves (2005) mencionan que la especialización en el significado del verbo ocurre
gracias a la práctica e interacción con los adultos, lo cual incrementa su capacidad de trasladarlos
a nuevas situaciones, momentos y personas. Entonces, para el desarrollo de los verbos el dominio
lingüístico es más necesario ya que este tipo de significados se adquieren principalmente por
aspectos interaccionales.
complejización en la expresión lingüística de los infantes y esto sólo es posible gracias a la guía
de una persona más experimentada, si bien, los infantes dependen de la cantidad de lenguaje que
68
escuchan para la construcción de su vocabulario (Karmiloff & Karmiloff-Smith, 2002), para su
ejecución, la lectura conjunta requiere por parte de los infantes habilidades lingüísticas y
sintetizarlos para formar ideas más globales que posibilitan la conexión entre las distintas partes
que lo componen (González, 2017). Es por ello que sería conveniente explorar mediante esta tarea
aspectos específicos en el desarrollo de cada una de las categorías gramaticales y del desarrollo
sintáctico en general.
Primer objetivo: que las palabras, dependiendo de su pertenencia a una u otra clase gramatical,
representan distintos niveles de complejidad al ser aprendidas por los infantes, para el caso de los
sustantivos y verbos, estas aumentan en la producción léxica de distinta forma a lo largo del
desarrollo. Además, desde los inicios de la comunicación lingüística y hasta los 30 meses, los
Las posibles causas de esta conformación léxica en el vocabulario de los infantes aprendices
del español es la influencia conjunta del desarrollo cognoscitivo del infante y del input lingüístico.
Siendo más influyente hasta los 30 meses de edad el desarrollo cognoscitivo para el aprendizaje
69
de sustantivos gracias a su simplicidad semántica y una vez adquirido un considerable repertorio
léxico el aprendizaje de conceptos relacionales como los verbos será más sencillo, por lo que a
partir de los 36 meses será mayor la influencia del input lingüístico tanto en los aspectos
interaccionales como del aprendizaje de las reglas gramaticales que subyacen las combinaciones
de palabras.
Segundo objetivo: que los adultos, mientras interactúan con los infantes presentan un
vocabulario compuesto predominantemente por verbos seguido por los sustantivos, aspecto que es
constante entre los grupos de edad. También presentan aumentos significativos de producción de
sustantivos y verbos en los mismos intervalos de edad que los infantes, sobre todo en la medida
Entonces, el input lingüístico que reciben los infantes no presenta variaciones estructurales, los
verbos siempre son la categoría gramatical más utilizada por los cuidadores aun cuando en la
producción léxica de los infantes el tipo de palabra más producida son los sustantivos, por lo que
la influencia del input lingüístico no se basa en el tipo de palabra que más se repita o sea más
enfática en el léxico de los cuidadores, por lo menos hasta los 30 meses de edad. También se
concluye que existe una correspondencia entre los aumentos de producción léxica de los infantes
dirigen hacia los infantes, muestra de la sensibilidad que tienen los cuidadores al desarrollo
misma medida de los adultos, los infantes siguen usando más sustantivos que sus cuidadores hasta
70
los 48 meses. Por otra parte, la brecha en el uso de verbos decrementa de forma gradual a lo largo
de las edades con una tendencia a disminuir las diferencias de producción con los cuidadores.
Para los infantes, los verbos representan una carga de información más amplia otorgada por el
input a comparación de los sustantivos, sin embargo, con lo ya planteado desde la perspectiva
cognoscitivista, son los sustantivos quienes representan un aprendizaje más rápido por simplicidad
semántica y por ello se ve reflejado en su producción léxica. Por lo menos en esta tarea, se propone
que las restricciones cognitivas de los infantes son más influyentes en el aprendizaje de palabras
considerable, los aspectos lingüísticos del input pueden comenzar a ser más influyentes sobre la
construcción de vocabulario y producción verbal del infante. Esta influencia es notable sobre todo
en la categoría verbos, ya que las aproximaciones a las proporciones de los cuidadores son
graduales.
Finalmente se puede afirmar que la lectura conjunta es un escenario que permite obtener
desarrollo de la comunicación lingüística. Entre otras ventajas, resulta en una actividad agradable
para los participantes, económica en contraste con algunos métodos experimentales y, por ende,
las categorías estudiadas; como el uso de conceptos abstractos para sustantivos y verbos, el análisis
sobre la evolución del uso de las formas verbales. Además, gracias a las características de la tarea
se pueden incluir aquellos factores tipológicos lingüísticos, desde los constituyentes oracionales
71
de nivel sintagma a las formas oracionales consolidadas como las de oraciones simples, oraciones
complejas y subordinaciones. El conjunto de estos datos podría aportar información para contribuir
72
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Apéndice
Apéndice A. Definición de categorías gramaticales (Alva, 2004).
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