El Nopal Tunero en San Luis Potosí

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CONTENIDO

CONTENIDO
Antecedentes 2
Principales resultados del diagnóstico 3
Ubicación de las zonas nopaleras 3
Sistemas de producción 4
Sistema de cultivo del nopal tunero 4
Manejo agronómico de las plantaciones 6
Prácticas recomendadas para la reha-
bilitación de huertos 12
Manejo de malezas 12
Medidas de control de malezas 13
Podas 14
Poda de formación 15
Poda de producción 15
Poda sanitaria 16
Poda de rejuvenecimiento 17
Fertilización y abonado 17
Abonado de fondo 19
Tasas de fertilización 19
Época de fertilización 20
Frecuencia de aplicación 20
Forma de aplicación del fertilizante 21
Requerimientos hídricos 21
Manejo de insectos plaga 23
Partes de planta afectadas por insectos 24
Algunas de las plagas mas importantes 25
Aspectos importantes a considerar en el
control de insectos 29
Principales enfermedades y su prevención 32
Comentarios finales 35
ANTECEDENTES
ANTECEDENTES

En San Luís Potosí, la cadena Agroalimentaria del Nopal Tunero es


considerada como una alternativa de apoyo al desarrollo rural en las
regiones productoras de este recurso en el Estado. Sin embargo, los
problemas que enfrenta la cadena en el entorno nacional se agudizan
en el ámbito estatal, lo cual frena su potencial productivo. Como re-
sultado de un diagnóstico realizado durante 2004 y 2005, se presenta
en este documento la problemática que enfrenta el cultivo del nopal
tunero en el Estado de San Luís Potosí y que ha contribuido a que el
mismo haya dejado de ser uno de los principales productores de tuna
a nivel nacional.

4
PRINCIPALES RESULTADOS DEL DIAGNÓSTICO
PRINCIPALES RESULTADOS DEL DIAGNÓSTICO

Ubicación de las zonas nopaleras

Las principales zonas del Estado donde se ubican la mayor parte de las
plantaciones cultivadas de nopal son las que se muestran en la Figura 1.

La zona centro, que comprende a los municipios de Villa de Arriaga,


Villa de Reyes, San Luis Potosí, Soledad de Graciano Sánchez, Ahualul-
co y Mexquitic. La otra zona importante es el Altiplano, considerando
principalmente los municipios de Cedral, Villa de Guadalupe, Matehua-
la, Catorce, Vanegas, Salinas y Villa de Ramos.

zonas productoras de tuna


1

Figura 1. Ubicación de las principales zonas productoras de tuna en


San Luis Potosí

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PRINCIPALES RESULTADOS DEL DIAGNÓSTICO

Sistemas de producción

En las regiones Altiplano y Centro de San Luís Potosí, los sistemas de


producción son marcadamente diversificados. Las actividades agrope-
cuarias siguen siendo primordiales para el sostén económico de las fa-
milias. Además, la venta de la fuerza de trabajo, aunada a la migración
dentro del mismo Estado, hacia las grandes ciudades de otros estados
del país (principalmente Monterrey y Guadalajara) o hacia los Estados
Unidos, se confirma como el medio más importante para allegarse
medios para la subsistencia en el medio rural.

Sistema de cultivo del nopal tunero

Un aspecto importante de resaltar a partir del diagnóstico realizado es


que la edad promedio del productor de tuna es de 56.3 años, con una
clara tendencia a la permanencia de la población con mayor edad en
la comunidad y el éxodo de los jóvenes para buscar empleos en las
grandes ciudades del país o en el extranjero. Esta situación dificulta la
receptividad al cambio tecnológico y la adopción de nuevas tecnologías.

En relación a la antigüedad de las plantaciones, un alto porcentaje de


los huertos son mayores de 20 años (53%), por lo que requieren de
la aplicación de prácticas culturales particulares de rehabilitación para
reincorporarlas a la producción. También, se detectó un alto porcentaje
(44.4%) de plantaciones en plena producción, que solo necesitan de
un adecuado manejo para que expresen su potencial productivo y
tengan un mayor aporte al volumen estatal y nacional.

Respecto a las superficies de las plantaciones de nopal tunero (Figura


2), se ha detectado que para el cultivo de nopal tunero la mayoría de
6
los productores dedican en promedio 2.8 has (el 60% de los produc-
tores tiene huertos menores a 5 has), lo cual indica que los ingresos
que obtienen complementan el sustento de la familia. Por lo anterior,
su cultivo se manifiesta como una de las actividades alternativas de
mayor importancia en el Estado. En la mayoría de las comunidades se
conservan los huertos de solar ubicados en los traspatios (43% de los
productores), con superficies que oscilan entre 0.25 y 1 ha y donde
se cuenta con una gran variedad de cultivares o variedades de nopal
que se utilizan para autoconsumo como nopal verdura y tuna, y como
forraje para la alimentación de ganado mayor. Aunque de superficies
promedio limitadas, la gran cantidad de huertos de solar existentes
aportan un importante volumen a la producción de tuna a niveles
local y regional. Además de la cuestión productiva, la diversidad gené-
tica detectada representa un importante reservorio de germoplasma
para el rescate y conservación de este recurso y su empleo potencial
en los programas de mejoramiento genético.

En San Luís Potosí, la superficie establecida con nopal está espacial-


mente muy dispersa y atomizada, lo cual dificulta implementar pro-
gramas de capacitación y asesoría para la mejora de la producción y
la agregación de valor. Una gran desventaja de tener una distribución
muy heterogénea de las plantaciones, en cuanto a espacio físico-geo-
gráfico, es la lejanía de las principales vías de comunicación. Además,
no existen áreas compactas o lugares específicos donde se aglutinen
suficientes plantaciones que permitan establecer un centro de acopio
de tuna, que facilitaría su venta y contribuiría a lograr, en el futuro
mediato, la consolidación de la cadena en aspectos productivos, de
comercialización del producto y de organización de los productores.

7
PRINCIPALES RESULTADOS DEL DIAGNÓSTICO

% % % % %
2
Figura 2. Tamaño de la parcela de nopal tunero en temporal que
usufructúa el productor en SLP (n=310).

Manejo agronómico de las plantaciones

Con relación a la aplicación de las diversas prácticas de manejo reco-


mendadas para este cultivo, se encontró que la mayor parte de los
productores (88%) lleva a cabo al menos una práctica de manejo agro-
nómico. De ellos, 56.1% podan, el 35.8% rastrean, el 59% deshierba,
el 43.2% abona y solamente el 4.8% combate plagas y enfermedades.
Llama la atención que sólo el 5.8% realiza todas las prácticas cultu-
rales recomendadas para el cultivo, además del aclareo de frutos, la
cosecha de agua y la aplicación de riegos de auxilio. Adicionalmente
a lo anterior, se observó que los productores, aunque mencionan que
realizan algunas prácticas, no todos lo hacen de manera oportuna y
eficiente; tal es el caso de la aplicación de abono orgánico (estiércol) y
el manejo fitosanitario. Lo anterior se debe en parte al desconocimien-
to y a la falta de orientación técnica al respecto.

8
Se detectó también una alta proporción de
huertos con invasión de plantas arbustivas
e incluso arbóreas que dificultan las labores
de mantenimiento y de recolección del fruto;
esto es ocasionado, en gran medida, por la
falta de labores de labranza como el rastreo.
Una de las prácticas a las que se presta muy
poca atención en el manejo de las huertas
es la reposición de plantas, que es necesario
llevar a cabo rutinariamente a fin de con-
servar la densidad de plantación planeada y
mantener la productividad adecuada de las
plantaciones. En la Figura 3 se observan al-
gunas huertas con fallas en las plantaciones.
El descuido de las plantaciones en las etapas
juveniles está muy relacionado con este tipo
de fallas.

Los motivos principales por los cuales no se


proporciona un manejo agronómico com-
pleto e integral a los huertos son la falta de
recursos económicos (26%) y la necesidad de
realizar otras actividades (43.8%) prioritarias
para el sostén familiar (agricultura y ganadería
intensiva). El resto de los productores (15.4%)

Figura 3. Diferentes vistas que demuestran el estado de abandono y descuido de


las nopaleras cultivadas.

9
PRINCIPALES RESULTADOS DEL DIAGNÓSTICO

menciona, entre otras razones, que no hay


apoyo gubernamental para el cultivo y que no
existe mercado para la tuna; razón por la cual
no se le proporcionan los cuidados y atención
requeridos.
Blanca gavia

A nivel comercial, en el Estado se encontraron


siete cultivares de nopal tunero. El cultivar
Gavia es el más importante pues ocupa el
45.8% de la superficie; le sigue el Rojo Pelón
Rojo pelón con un 35.2%. En proporciones menores se
cultivan los cultivares: Blanca, Amarilla, Cristali-
na, Burrona y Naranjona (Figura 4). La ventaja
competitiva que se tiene con este mosaico de
cultivares es que se reduce el problema de la
Naranjona estacionalidad de la producción, pues presen-
tan diferentes épocas de maduración, lo que
evita la saturación regional del mercado.

La falta de un manejo eficiente y tecnificado


de los huertos tiene como resultado que
Blanca cristalina el potencial productivo no se manifieste.
El rendimiento promedio estatal estimado
fue de 2880 kg/ha, con ingresos muy bajos
(Figura 5). Un aspecto que refleja fielmente la

Blanca burrona 4

Figura 4. Principales cultivares de tuna que se producen


en San Luis Potosí.

10
situación por la que atraviesan los productores de tuna a nivel esta-
tal es que, en promedio, el productor de la zona solo vende el 40%
de su producción; no vender la totalidad de la producción se debe,
entre otros factores, a la saturación de los mercados y la pérdida de la
cultura del consumo de la tuna. La baja calidad del producto también
determina las bajas ventas.

h
5
Figura 5. Rendimiento e ingreso promedio por variedad en San Luis Potosí

11
PRINCIPALES RESULTADOS DEL DIAGNÓSTICO

La baja producción y deficiente calidad del producto son debidas,


entre otras causas a la dimensión y diseño de las plantaciones y la
mala calidad de los suelos donde se establecen (degradados, infér-
tiles, someros, etc.). Como consecuencia de lo anterior, el cultivo
es poco rentable y consecuentemente el productor no invierte en
mejores tecnologías e insumos para incrementar la productividad de
sus huertos y la calidad de la fruta. Adicionalmente, el productor no
realiza una diferenciación de su producto por calidad, lo que se refleja
en bajos precios al momento de comercializar y se daña el prestigio
del producto.

Los sistemas de producción que se utilizan en la mayoría de los


huertos son los tradicionales y no han evolucionado a la integración
de tecnologías que los hagan más eficientes; lo anterior se debe a
diversos factores, como la falta de capacitación y asistencia técnica.
A esto se suma que la tuna recibe un manejo inadecuado durante
la cosecha y en postcosecha. Como consecuencia, el mercado no
reconoce con mejores precios la calidad del producto, deprimiendo
los precios en general, en la medida que la oferta es abundante y no
se cuida la calidad.

A lo anterior se suman, entre otros factores, la falta de recursos econó-


micos asignados por los programas estatales al fomento del cultivo, la
falta de iniciativa del productor para reconsiderar la reconversión pro-
ductiva de los cultivos de granos básicos a nopal tunero y la carencia
de una cultura frutícola del productor; esto conlleva a que se tenga un
manejo deficiente del huerto y como consecuencia bajos rendimien-
tos y baja calidad del producto. De esta forma se crea un círculo vicio-
so (mal manejo del huerto-baja producción y calidad de la tuna-bajos

12
precios-escasa incorporación de tecnología-baja producción) que no
ha permitido el desarrollo y consolidación del nopal tunero como una
alternativa viable para los pobladores del altiplano del Estado.

De manera puntual, para uso directo de los productores para la toma


de decisiones, y con la finalidad de ir dando solución a la problemática
que se presenta en los aspectos técnicos-productivos, se recomienda
la adopción de mejores prácticas productivas, tales como las que se
presentarán a continuación. Se abordan aspectos como el control de
malezas, las podas, fertilización y abonado y el combate de las plagas
de nopal tunero.

13
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

Dentro de las limitantes técnicas que causan que el rendimiento de la


tuna sea bajo y además inestable, destacan deficiente y en ocaciones
nulo manejo agronómico de los huertos. Ya que como se desprende
del diagnóstico, en las zonas productoras del Estado de San Luis Poto-
sí, quedó plasmado que solo un 6% de los productores entrevistados
lleva a cabo todas las prácticas de manejo; sin embargo, las realiza
solo ocasionalmente, o las hacen en forma deficiente. Dentro de los
factores que explican el comportamiento anterior destacan que los
productores no manejan sus huertos por la inseguridad en el mercado
para vender sus productos y en consecuencia existe la incertidumbre
de recuperar la inversión realizada en la aplicación de dichas prácticas.

Manejo de Malezas

En términos generales, las malezas (o malas hierbas) son plantas que


compiten con los cultivos, aunque en un sentido mas amplio se les
conoce así a aquellas plantas que interfieren con las actividades huma-
nas, dañando sus cultivos, sus animales o sus propiedades, afectando
directa o indirectamente los intereses o actividades de los productores.
En los sistemas agrícolas, las malas hierbas compiten con las plantas
cultivadas por los recursos que éstas usan para su crecimiento y desa-
rrollo. La competencia se da principalmente por el agua y los nutrientes
del suelo, la luz solar y el espacio que ocupan en la parcela. Por esa ra-
zón, es necesario implementar planes de manejo para que las plantas
cultivadas logren mayor ventaja en esta competencia.

Además de la competencia directa con las plantas cultivadas, las


malezas son también perjudiciales ya que son hospedantes de insec-
tos, ácaros, vertebrados, nemátodos, patógenos y otros organismos

14
perjudiciales para los cultivos. Por otra parte,
algunas malezas pueden ser tóxicas para el
ganado y los humanos y su presencia dificulta
las labores de cultivo y cosecha; es decir, no
solo afecta los rendimientos sino también la
calidad de las cosechas, además de aumentar
los costos de producción.

Como en el caso de cualquier cultivo, las


plantaciones de nopal también pueden ser
afectadas por la presencia de malezas que
no tienen un adecuado plan de manejo. Eso
dificulta el manejo de los huertos y reduce su
rendimiento potencial (Figura 6).

Medidas de control de malezas

El manejo de malezas se puede realizar a


través de medidas de prevención (impedir la
entrada y dispersión donde algunas especies
no se han diseminado) y mediante su erradi-
cación o control. El manejo debe hacerse de
forma integral a través de la combinación de
varios métodos. Pueden emplearse herbicidas
de contacto o residuales, pero se recomienda
llevar a cabo también el control de malezas
en forma manual o mecánica.

Figura 6. Nopaleras que muestran un nulo control de malezas

15
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

Una vez establecido el cultivo, se debe observar constantemente


la aparición de las malezas en las huertas, procurando eliminarlas
preferentemente en las etapas iniciales de crecimiento, que es cuando
los métodos de control resultan mas eficientes. En el caso del control
físico, éste se puede realizar mediante azadón para quitar aquellas
malezas que se encuentran sobre las hileras y con pasos de rastra
superficial para eliminar las que crecen en las calles.

Considerando que la presencia de las malezas en el cultivo del nopal


depende en gran medida de las condiciones climáticas de cada región,
las limpias se deben de llevar a cabo a partir del mes de marzo, una vez
que la temporada de frío ha pasado y las malezas empiezan a aparecer
en las huertas. El control debe continuar durante todo el ciclo de creci-
miento anual de las plantaciones de nopal, incluyendo la temporada de
cosecha y de ser posible aún posterior a ésta para reducir la producción
de semillas de malezas que contribuyen al reservorio de semillas de las
malas hierbas que se observarán en los años subsecuentes.

Podas

La poda, es una práctica de manejo que poco se aplica en las huertas


de nopal, pero cuando se realiza en forma eficiente permite aumentar
la productividad y la calidad del fruto y extender la vida productiva de
las plantas. Las labores de poda permiten lograr una buena arquitec-
tura de las plantas, prolongan la vida productiva del nopal, facilitan
las labores de manejo como la fertilización, deshierbes, aplicación de
agroquímicos y la de recolección del fruto y reduce los sitios de refu-
gio y postura de huevecillos de los insectos, al igual que disminuye la

16
incidencia y severidad de las enfermedades. Existen diferentes
tipos de poda que deben ser realizadas en una plantación de
nopal; las mas importantes son:

Poda de formación

Tiene por objeto dar la estructura deseada a la planta; para ello,


se eliminan las pencas que no se encuentran en condiciones
idóneas para obtener la bifurcación (orejas de ratón) deseada
durante los años sucesivos (Figura 7). También, se eliminan
aquellas pencas que no tuvieron un desarrollo normal y que son
improductivos (tocones), o bien aquellas dañadas o enfermas,
pero siempre teniendo en cuenta dejar la base de la planta libre
para reducir el sombreo entre las pencas.

Esta poda se debe efectuar desde la plantación, una vez iniciada


la brotación, hasta el inicio de la producción (3º ó 4º año) y debe
realizarse durante los meses de febrero y marzo.

Poda de producción

7 El criterio técnico fundamental a tomar en cuenta en este tipo de


poda es la edad de las pencas. De acuerdo a su edad se distin-
guen cuatro tipos:
Figura 7. Sistema de con-
ducción de poda que se
recomienda para facili-
tar las labores de cultivo
(al 3°y 4°año).

17
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

a) Pencas del mismo año, en las que generalmente no suele


aparecer fruto.
b) Pencas de un año (frutero).
c) Pencas de dos o tres años.
d) Pencas endurecidas de cuatro años o más (tallos).

La producción de frutos se obtiene en mayor proporción en pencas


de un año de edad y disminuye considerablemente en las de dos o
tres años. Por lo tanto, esta poda debe ir dirigida a disponer, de mane-
ra continua, con un número equilibrado de pencas de uno y dos años,
para asegurar una fructificación constante. Se recomienda mantener
la planta a una altura media de 1.6 a 1.8 metros, para facilitar la cose-
cha de frutos.

La poda de producción se debe realizar anualmente a partir del 4º


año, en los meses de febrero y marzo, después del invierno y antes
de la brotación.

Poda sanitaria

En conjunto con la poda de producción se debe realizar la poda


sanitaria (Figura 8), la cual consiste en eliminar pencas enfermas y
aquellas con daños de insectos.

La eliminación de estas pencas debe realizarse durante todo el año, al


momento de la aparición de los síntomas iniciales de alguna enferme-
dad o daño por insectos. Las pencas dañadas por insectos pueden ser
picadas e incorporadas al suelo (Figura 9) y las dañadas por enferme-

18
dades deben preferentemente ser quemadas
para eliminar los patógenos causantes y redu-
cir los riesgos de infecciones posteriores.

Poda de rejuvenecimiento

Esta poda se aplica cuando la planta presenta


síntomas de envejecimiento (más de 20 años
de edad), presenta síntomas severos de da-
ños por plagas o enfermedades y en aquellas
8 plantas sin o con poco manejo agronómico.
Figura 8. Eliminación de pencas dañadas por Esta poda consiste en cortar la totalidad de
enfermedades. la planta hasta unos 60 cm del suelo (Figuras
10 y 11). La poda debe ir acompañada de la
aplicación de al menos 15 kg de estiércol
seco por planta.

Fertilización y Abonado

Al hablar de fertilización y abonado hay que


tener presente que los rendimientos y la cali-
dad de la producción mantienen una relación
muy estrecha con el contenido, la disponibi-
lidad y el balance de los elementos nutritivos
9 que requiere la planta del nopal para su
desarrollo óptimo.
Figura 9. Residuos de poda que deben incor-
porarse al suelo, mediante un paso de rastra.

19
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

Durante el establecimiento y conducción de


trabajos de investigación en diversas zonas no-
paleras y en los foros de intercambios de expe-
riencias con productores de nopal tunero del
estado de San Luís Potosí, se ha constatado
que entre éstos existe un gran desconocimien-
to sobre la labor de fertilización y abonado. La
falta de atención a esta práctica determina en
gran medida la baja expresión del potencial
productivo del nopal tunero y como conse-
10
cuencia de ello la rentabilidad del cultivo.
Figura 10. Plantas a las que se les aplicó una
poda de rejuvenecimiento La nutrición del nopal es un proceso bastante
complejo y costoso que no depende única-
mente de la presencia o existencia de los
diferentes elementos nutritivos en el suelo,
sino también de interacciones entre la planta
y el ambiente. Las ventajas de una adecuada
aplicación de fertilizantes químicos y abonos
orgánicos, se reflejan en:
• Plantas más vigorosas y sanas.
• Aumento en la vida productiva de la planta.
• Mayor productividad de tuna.
• Incremento en la calidad del fruto (mayor
11 firmeza, color uniforme y mejora de la vida
postcosecha).
Figura 11. Las mismas plantas dos años después

20
• Reducción de la alternancia o terciado de la
producción.
• Disminución de la cuarteadora o rajadura
de la tuna.

Abonado de fondo

Es aquel que se aplica antes de la plantación


para que la planta lo tenga disponible en su
fase de establecimiento (Figura 12). Cuando
12 se decide aplicar el estiércol antes de la plan-
tación, éste debe incorporarse mediante un
Figura 12. Aplicación de abono antes de la
paso de rastra al suelo, cuidando de distribuir-
plantación o abonado de fondo.
lo solo sobre las camas o melgas donde se es-
tablecerán las líneas de nopal y mezclándolo
perfectamente. Es importante resaltar que el
estiércol que se va a utilizar debe estar bien
seco y descompuesto a fin de evitar daños
por microorganismos o larvas de insectos a
las plantas recién establecidas.

Tasas de fertilización

En la producción de tuna en forma convencio-


nal o tradicional, ante la ausencia de fuentes
orgánicas, se tiene la necesidad de aplicar
fertilizantes químicos.

21
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

La cantidad y fuente de fertilizantes para plantas jóvenes en etapa


preproductiva (uno a cuatro años) que se sugiere aplicar por planta, a
reserva de contar con los análisis respectivos de suelo y planta, son:
200 g de sulfato de amonio, ó 90 g de urea o en su caso 120 g de
nitrato de amonio.
200 g de superfosfato de calcio simple ó 90 g de superfosfato triple.
100 g de sulfato de potasio u 80 g de cloruro de potasio.

En el caso de plantas en edad productiva (mayores de cuatro años) se


sugiere aplicar por planta:
400 g de sulfato de amonio, ó 180 g de urea o bien 240 g de nitra-
to de amonio.
200 g de superfosfato de calcio simple ó 90 gramos de superfos-
fato triple.
200 g de sulfato de potasio ó 160 g de cloruro de sodio.

Época de fertilización

La mejor época es al inicio del periodo de lluvias. Los mayores reque-


rimientos de la planta se presentan durante los periodos de brotación
y llenado del fruto, por lo que también es posible fraccionar la adición
en éstos dos periodos, siempre y cuando exista disponibilidad de
humedad.

Frecuencia de aplicación

El fertilizante químico se debe aplicar cada año, para reponer al suelo


los nutrientes extraídos por las plantas. El abono orgánico se incorpora
cada dos o tres años.
22
Forma de aplicación del fertilizante

Para que las plantas lo aprovechen mejor,


se deben deshacer los “terrones” o grumos
formados por los fertilizantes y luego mezclar
todas las fuentes perfectamente antes de apli-
car la mezcla al suelo (Figura 13). Al aplicarlo,
el fertilizante se debe distribuir en forma
homogénea alrededor de la planta; donde se
concentran las raíces, como se puede obser-
var en la (Figura 14).

Para el caso de plantas adultas, el fertilizante


se puede aplicar en banda y cubrirlo unifor-
memente con una capa de suelo (Figura 15)

13
Requerimientos Hídricos

Figura 13. Mezclado perfecto de los fertili- En nuestro país, la mayor parte de las planta-
zantes a emplear.
ciones para la producción de tuna son de tem-
poral y solo en algunas regiones productoras
de los Estados de México, Puebla y Zacatecas
(región de Pinos) se tienen algunas planta-
ciones donde se aplica riego suplementario
rodado y por aspersión y goteo (Figura 16).

14

Figura 14. Aplicación del abono en la zona


de goteo de la planta.

23
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

Un aspecto importante es que mediante la


aplicación de riego la productividad puede
ser incrementada y el rendimiento puede ser
aún mayor si se combina con la adición de
fertilizantes. La frecuencia y la lámina de riego
recomendadas varían de acuerdo a la zona
de producción, pero en la literatura se señala
la aplicación desde cada seis días en los
meses cálidos del año (mayo-agosto) hasta un
riego al mes. Aunque no existe información
15
suficiente sobre los requerimientos de agua,
algunos estudios indican que en California
Figura 15. Aplicación mecanizada de abono
en bandas.
la lámina de agua consumida por el nopal
fue de 3.3 mm/día y en el Estado de México
(Milpa Alta) de 1.7 mm/día.

A pesar de que se conoce de la tolerancia del


nopal a la sequía y que este cultivo puede
sobrevivir largos periodos solo con el agua
de lluvia, es necesaria la aplicación de riegos
ligeros, sobre todo durante los meses mas
secos y de acuerdo a los periodos de produc-
ción, considerando principalmente las etapas
de floración y llenado de fruto. Es importante
destacar que es necesario aplicar un volumen
de agua suficiente para llevar el suelo a un
contenido de humedad equivalente a la Ca-
pacidad de Campo (CC). Los valores de CC y

24
Punto de Marchitamiento Permanente (PMP)
se estiman en laboratorios donde se lleven a
cabo análisis de suelos, o pueden ser estima-
dos a partir de la textura del suelo donde se
establezca la plantación.

Manejo de Insectos Plaga

A pesar de la importancia social y económica


que representa el cultivo del nopal tunero
en el estado de San Luís Potosí, su producti-
vidad se ve reducida por la presencia de una
numerosa y variada población de insectos
que causan daños al alimentarse de todas
las partes de las que se compone la planta
(raíz, tallo, pencas y frutos), durante la mayor
época del año.

Aunque la incidencia y la severidad de sus da-


ños varían entre las regiones productoras, por
diversas observaciones y estudios prelimina-
res se han detectado al menos 20 especies de
insectos que atacan al nopal. A medida que
el cultivo se extiende hacia nuevas regiones,
se detectan otros insectos que en un futuro
cercano pudieran ser potencialmente nocivas
16
para las plantaciones.
Figura 16. Ejemplos de captación de agua
y sistemas de riego por goteo.

25
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

Partes de la planta afectada por insectos

Considerando las diferentes especies de plagas, prácticamente toda la


planta es atacada, aunque algunos insectos en sus etapas de creci-
miento muestran preferencias por determinadas partes de la misma.

Raíz. Los estados juveniles (larvas) consumen directamente las raicillas


y las partes subterráneas de las plantas (gallina ciega y gusano de
alambre).

Tallo y pencas. La mayoría de los insectos que se alimentan del nopal


tienen hábitos perforadores o barrenadores, dando como resultado
galerías, agallas, minas en la epidermis, decoloraciones y secreciones
(gusano blanco, gusano cebra, barrenador negro, picudo barrenador,
picudo de la areola, picudo de la penca, picudo de la unión).

Pencas. Aunque algunos de los insectos antes mencionados pueden


dañar al mismo tiempo pencas y tallos, existen otros cuyos daños se
centran en renuevos y pencas de dos o tres años. La mayor parte de
éstos son de hábitos chupadores y pueden ser sedentarios (cochinilla,
minador y escamas) y de vida libre (chinche gris, chinche roja, trips).

Frutos. Los insectos que causan daños a los frutos pueden ser inter-
nos (mosca de la fruta, mosca del nopal, gusano cebra) o externos
(cochinilla, trips, chinches, picudo de la areola).

Tallo, pencas y frutos. Particularmente importantes por dañar toda


la parte aérea de la planta resultan el gusano cebra, cochinilla, picudo

26
de la espina y en condiciones muy especiales se ha detectado al barre-
nador negro y al picudo barrenador.

Algunas de las plagas más importantes

Grana o cochinilla
Dada su presencia endémica en todas las zonas nopaleras, este insec-
to es considerado el principal problema entomológico. Lo anterior se
debe a que presenta características tales como: una cubierta cerosa
protectora que dificultan su control, su resistencia a factores climáticos
adversos, muestra altas tasas de reproducción y tiene un ciclo de vida
muy corto (28-30 días) cuando existen condiciones de clima ideales
para su desarrollo. El daño es ocasionado por las hembras, tanto ninfas
como adultas, al extraer la savia. Causan amarillamientos en las penca
y cuando el daño es severo causa un debilitamiento general e incluso
la muerte de la planta (Figura 17).

El control debe ir dirigido a las ninfas recién emergidas y se puede


realizar mediante detergente de uso doméstico disuelto en agua al 5%
(50 gramos por litro).

Picudo Barrenador
El adulto de este insecto mide entre 2 y 2.5 cm. Su cuerpo es negro
con cuatro manchas anaranjadas. El daño es ocasionado por las larvas
al alimentarse dentro de la penca y generalmente solo se encuentran
de tres a cinco larvas por planta. Al ser dañada, la penca produce una
secreción cerosa que se endurece y es fácilmente visible. Los adultos
se observan comúnmente en la temporada de lluvias y se alimentan

27
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

de los nopalitos tiernos, causando un daño


estético importante (Figura 18), reduciendo
su calidad y las posibilidades de comercializa-
ción. El control de esta plaga debe enfocarse
en el adulto, procurando su captura ya sea
manualmente o mediante el empleo de tram-
pas apropiadas.

Gusano cebra
Los adultos son palomillas de color café pajizo
y son comúnmente observadas en los meses
de abril a octubre. Se pueden presentar hasta
dos generaciones al año, de acuerdo a la
región y a las condiciones climáticas.
El daño mas importante es causado por
la larva. Comúnmente solo se encuentran
una o dos larvas en la planta, debido a que
se comen entre sí por el canibalismo que
presentan. La larva bien desarrollada presenta
franjas blancas y negras intercaladas, de lo
cual recibe su nombre común (Figura 19).
Esta plaga tiene particular preferencia por
las pencas jóvenes. El daño mas evidente es
el ensanchamiento de la penca en la parte
central.
17

Figura 17. Acercamiento de la hembras de


cochinilla y planta con una alta densidad de
población de insectos.

28
Chinche gris
Adultos y ninfas de todos los instares de de-
sarrollo se alimentan de los brotes y pencas,
chupando la savia (Figura 20), por lo que
pueden ser transmisores de patógenos. La
mejor evidencia de sus daños son manchas
circulares claras y cuando el daño es fuerte se
presenta un debilitamiento general de la plan-
ta. Este tipo de insectos es de importancia
porque en condiciones ideales pueden estar
18 presentes hasta por diez meses, con varias
generaciones por ciclo de producción.

Gusano blanco
Durante agosto y septiembre, las palomillas
adultas, de color paja claro, depositan sus
huevos en grupos de entre 30 y 50 unidades
obre las pencas jóvenes, a fin de asegurar la
penetración de las larvas recién emergidas al
interior de la penca. Las larvas son de color blan-
co-cremoso, las que comienzan a alimentarse
18

Figura 18. Adultos del picudo barrenador y


daños que causan a las plantas.

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PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

sobre la superficie de los cladodios para des-


pués penetrarlos. Ya adentro, perforan la parte
central de la planta hasta llegar al cogollo y en
las galerías completan su ciclo de desarrollo.
Las plantas infestadas con este insecto pueden
mostrar un debilitamiento general, como
consecuencia del ataque larval en la parte
leñosa; en el caso de las infestaciones severas,
la planta puede doblarse e incluso quebrarse.
La manifestación del daño externo es que en
la base de la planta aparecen los excrementos
simulando “montones de arroz” (Figura 21).

Picudo de la areola
Los adultos son pequeños picudos que mi-
den alrededor de 0.3 cm., su cuerpo es gris y
presenta manchas obscuras y amarillas. Emer-
gen de las secreciones que los protegen entre
mayo y junio (Figura 22). Las larvas se alimen-
tan de la base de las areolas, lo que da como
19 resultado una secreción que parece “cera” de
una vela; por tal motivo en algunos sitios lo
Figura 19. Larva desarrollada del gusano llaman “velero”. Se presenta una generación
cebra y daños mas evidentes de su alimen-
anual. Su control debería ir preferentemente
tación.
dirigido a la larva.

30
Aspectos importantes a considerar en el
control de insectos

1. La voracidad, el comportamiento alimen-


tario y la especificidad de la mayoría de las
especies que dañan al nopal hacen particular-
mente difícil llevar a cabo su control.

2. Antes de aplicar cualquier medida de con-


trol, se debe identificar la especie problema;
es decir, conocer su biología y hábitos, así
como la etapa de desarrollo más susceptible
para combatirla.

3. Al momento de seleccionar una medida


de control, se deben preferir los mecanismos
de regulación natural, el cuidado del medio
ambiente, la salud de los productores y consu-
midores y la sostenibilidad de la producción.
Preferentemente, se deben anteponer las
medidas preventivas (selección rigurosa de
la planta, poda sanitaria, deshierbe, revi-
20 sión periódica de las plantas, destrucción
de residuos, etc.) sobre las curativas (control
Figura 20. Adulto y ninfa de la chinche gris
y penca con daños ocasionados por su químico).
alimentación.
Si la aplicación de algún producto químico
es inevitable, no hay que olvidar que solo se
pueden utilizar insecticidas autorizados.

31
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

21 22

Figura 21. Larvas del gusano blanco y daños Figura 22. Evidencias externas del daño del
externos que demuestran su presencia. picudo de la areola y vista de un adulto.

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Algunos productos que tienen como base la utilización de organismos
benéficos son aquellos que consideran el empleo de Bacillus turin-
giensis, Bauveria bassiana y Metarhizium anisoplae.

Ya existen en el mercado algunos productos orgánicos de mínimo


impacto ambiental que ayudan en el combate integrado de plagas del
nopal, que han sido probados con éxito en Milpa Alta. En la Figura 23
se presenta un diagrama que indica las principales plagas del nopal y
la época de mayor presencia en el ciclo de cultivo.
Principales enfermedades y su prevención

Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic.

Cochinilla

Picudo barrenador

Picudo de la areola

Gusano blanco

Chinche gris

Chinche roja

Trips
23

Figura 23. Presencia de los principales estados de desarrollo que causan daños a la planta y
su temporalidad.
33
PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

La mayoría de las enfermedades del nopal


son causadas por microorganismos que se
ven favorecidos por la presencia de hume-
dad en el cladodio y sobre todo, por heridas
causadas por insectos, roedores, aves por el
mismo hombre.

Al igual que para los insectos, la mejor acción


de control de las enfermedades es su pre-
vención, mediante una rigurosa selección del
material de propagación, la poda periódica y
bien realizada, la eliminación y quema de los
cladodios o plantas con síntomas de daños,
la destrucción de residuos (la acumulación
de residuos en el suelo o en los bordes de las
plantaciones mantiene a insectos y patógenos
entre un ciclo de cultivo y otro, y con el tiem-
po permite el incremento de las poblaciones
de insectos o representa el inóculo potencial
de los patógenos) y, lo más importante, la
detección oportuna de los daños asociados a
cualquiera de estas enfermedades. Se deben
hacer recorridos periódicos de revisión de las
plantaciones para la detección temprana y la
24 pronta intervención para interrumpir el desa-
rrollo de patógenos.
Figura 24. Vista de plantas con “engrosa-
Es necesario considerar que los problemas
miento de cladodios” o “chatilla”.
sanitarios del nopal están relacionados al medio

34
en el que se desarrolla la planta; por lo tanto, la
investigación para implementar una estrategia
de control debe ser diseñada para el manejo
integrado de las enfermedades que sean de
importancia económica en cada una de las
zonas productoras específicas.

A continuación se presentan algunos sínto-


mas de las enfermedades más comunes en
la región. Mención especial merecen sin duda
los daños asociados al “engrosamiento de
cladodios” o “chatilla” por sus altos niveles
de incidencia y severidad en las principales
zonas nopaleras (Figura 24), lo que la hacen
el principal problema fitosanitario de las plan-
taciones de nopal. Lo daños asociados a esta
enfermedad son un amarillamiento inicial,
reducción del tamaño del fruto y brotes, y
presentan brotación en las caras de la penca.

Otra enfermedad común en el nopal es la


25
conocida como “mal del oro” (Figura 25). Esta
Figura 25. Planta con síntomas del “mal del oro”. enfermedad se caracteriza por la pérdida pau-
latina del color de verde a un amarillo claro.

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PRÁCTICAS RECOMENDADAS PARA LA REHABILITACIÓN DE HUERTOS

Otra enfermedad es la “pudrición suave”


(Figura 26), cuyos síntomas característicos son
que las pencas se tornan suaves y viscosas y
luego negras. También es común la enfer-
medad de la “mancha negra” (Figura 27), que
presenta como daño inicial una mancha clara
y circular de 2 a 6 cm., que se va obscure-
ciendo hasta pudrirse. Las manchas pueden
traspasar la penca y se puede observar
26
comúnmente una perforación.

Figura 26. Pencas con “pudrición suave”.

27

Figura 27. Daño asociado a la “mancha


negra”.

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COMENTARIOS FINALES
COMENTARIOS FINALES

Este documento aborda de manera muy puntual la problemática


existente en el Estado de San Luis Potosí respecto al cultivo de nopal
tunero, pero también se exponen de manera holgada y sencilla alter-
nativas de solución desde el punto de vista técnico.
Visto así, el contenido del documento es un aporte valioso a consi-
derar en la toma de decisiones para el fortalecimiento de la cadena
productiva de nopal tunero en San Luís Potosí. En este sentido, a nivel
de políticas públicas del Estado, se considera que éstas deben estar
encaminadas a buscar el desarrollo de capacidades de los productores
de nopal tunero, de tal forma que se logre que el productor sea capaz
de proporcionar un manejo adecuado a las plantaciones y por ende
elevar los rendimientos y la calidad de la tuna. También, se debe bus-
car tener organizaciones gestoras de recursos para formar integrado-
ras que funcionen como empresas, que trasciendan y se diversifiquen
hacia otros eslabones de la cadena; sobre todo buscando la agrega-
ción de valor para una mayor rentabilidad y formato de este sistema
producto.

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