Realidad Problematica

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1.1.

Realidad Problemática

En la actualidad hablar de adolescente es tratar de un tema delicado y con


trascendencia en todos los ámbitos social, cultural y económico, pues se trata de
un periodo de vida que marca o pone fin a la infancia y es pues el inicio o traspaso
a la edad adulta.

Asimismo, si se trata de adolescentes infractores de la ley penal, hace que


el ámbito de estudio sea más escabroso y preocupante, pues ante
comportamientos que se consideren delitos cometidos por menores de edad o
adolescentes estos van hacer considerados infractores de las normas penales y
serán sancionados con penas que limiten la libertad ambulatoria del menor,
siendo así esto, es que existe un corte en el crecimiento y normal desarrollo del
ser humano en esta etapa trascendental, además de ello, la problemática actual
no solo es la sanción impuesta al menor, si no el tratamiento que este recibe con
la finalidad de ser rehabilitado y reinsertado en la sociedad, que es lo más
relevante en esta tesis a tratar.

En pues que interesa en esta investigación proponer un plan para mejorar la


rehabilitación de los adolescentes infractores a fin de mejorar su rehabilitación y
la no reincidencia en delitos.

Por lo que se busca enfoques respecto al tema en mención en el ámbito


internacional y local a fin de ver si existe tratamiento al respecto e integrar dicha
información, o en su defecto realizar un aporte a los próximos investigadores.

A nivel Internacional
En el ámbito internacional la directriz de toda norma legal en un país adscrito
a las Naciones Unidas que implique sanción contra adolescentes, tienen que
tener como base la Convención sobre los Derechos del Niño, la misma que tiene
como finalidad que los estados parte, aseguren o adopten medidas de protección
administrativa y legislativa, para garantizar medidas de supervivencia y el
desarrollo del niño y adolescente, quienes son considerados todos aquellos
menores de 18 años de edad.
Para el Observatorio Internacional de Justicia Juvenil, alternativas al
internamiento de menores infractores, Guía de buenas prácticas en Europa
(2016), concluye señalando que:

La libertad vigilada es una de las formas más comunes de medida alternativa


que se utiliza en muchos países de Europa. Se trata de una práctica asentada
en numerosos sistemas de justicia de menores en Europa y conlleva la
supervisión del joven en su comunidad. De las buenas prácticas identificadas
anteriormente se extraen una serie de conclusiones importantes. Un elemento
clave de las buenas prácticas extraídas de la supervisión de la libertad vigilada
en Europa es el uso de planes individualizados para los menores bajo
supervisión. Estos planes individualizados se emplean en Italia, España e Irlanda
del Norte. Al elaborar estos planes individualizados, adaptados a las
necesidades del joven, es mucho más probable que se dé una respuesta eficaz
para el joven en cuestión (p.34).

Asimismo, a menudo las medidas pueden facilitar que exista cierto nivel de
rendición de cuentas por parte del joven, ya que se le exige de algún modo que
preste un servicio en beneficio de la sociedad. Tal y como podemos ver en los
ejemplos de buenas prácticas analizados anteriormente, en todos los sistemas
judiciales, estos pueden tener un componente educativo o ser una tarea que
resulte beneficiosa para la comunidad. Este tipo de medida brinda al joven la
oportunidad de reparar parte del daño a la comunidad causado por su infracción.
Si la tarea asignada comporta también un beneficio a la víctima de la infracción,
esta aportará además un componente de justicia reparadora. Por último, este
tipo de medidas conlleva un aspecto positivo fundamental: se implementan
dentro de la propia comunidad a la que pertenece el menor infractor. La
aplicación de la medida dentro de la comunidad y el entorno social del joven son
un beneficio clave al ofrecerle una oportunidad de rehabilitación y reintegración
(p.34).

En relación a lo señalado en Europa y los países que aplican las buenas


prácticas en este continente, es preciso indicar que en el Perú el elemento
clave que ellos desarrollan, nosotros lo haces con la medida
socioeducativa de libertad restringida y libertad asistida, donde el estado
no priva de libertad al menor, sino más bien lo conduce a participar en un
proceso educativo y a su desarrollo personal a fin de evitar la reincidencia
de los mismos en otro tipo de delitos.
Asimismo, es necesario indicar que los esfuerzos por el estado peruano
no son los suficientes para detener el alto crecimiento de índice sobre
acciones de adolescentes que infrinjan la ley penal, sino más bien ha ido
acrecentando su accionar de manera incluso más violenta, no
satisfaciendo este sistema de control de la infracción penal en el país.
En el ámbito Nacional
La máxima norma sobre todas a nivel nacional es la Constitución Política
del Perú de 1993, la misma que en su artículo 4° precisa “La comunidad y el
Estado Protegen Especialmente al niño y al adolescente”
En ese sentido lo relevante en políticas públicas se encuentra en la
aprobación del “Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia -
PNAIA 2012-2021”, a través del Decreto Supremo N°01-2012, que tiene como
objetivos generales, crear condiciones favorables para su desarrollo humano
sostenible a lo largo de su ciclo de vida, y contribuir a la lucha contra la pobreza
y pobreza extrema en nuestro país, de modo que vayan formándose en el
ejercicio de la ciudadanía en una sociedad democrática que promueve la cultura
de derechos.

En ese sentido Condori (2002) en este encargo se propuso analizar la


relación efectiva entre el entorno familiar y cada uno de sus individuos que
pertenecen a él, con respecto de los adolescentes infractores para determinar la
respuesta de estos adolescentes ante problemas y situaciones fuera de control,
llegando a la conclusión de que al encontrarse ante situaciones que no puedan
intervenir y al no estar debidamente formados para tomar decisiones asertivas,
el adolescente tiende a apropiarse de una conducta antisocial como una salida
de su realidad, por lo que es necesario fomentar programas familiares que
apoyen al desarrollo del círculo familiar para que los padres puedan brindar una
educación de calidad a sus hijos evitando conductas indeseadas.
De lo expuesto se infiere que el comportamiento y actitudes de los
adolescentes que infringen leyes penales se encuentran estrechamente
relacionados al entorno familiar de estos, también no es ajeno el entorno
amical ni mucho menos el social, es a ello que la propuesta de un plan de
gestión a fin de mejorar la rehabilitación tiene que ver con el análisis de
estos factores y proponer pues lo que concluya la investigación de manera
positiva a fin de integrar mejores formas de vida familiar y evitar la
reincidencia en actos de trato penal.

En el ámbito Local

No existen investigaciones sobre las variables de estudio haciendo más


Relevante este estudio.
Es necesario, por tanto, realizar un estudio minucioso y acucioso respecto de la
rehabilitación de los adolescentes infractores de la ley penal y con ello proponer
un plan de proyecto para gestionar la mejor reinserción de los actores a una
sociedad de oportunidades.

1.2. Trabajos previos


Seijas (2013), en su artículo científico denominado “Interpretación indebida
de la norma por los jueces de familia en cuanto al internamiento de menores
infractores”, concluyendo; El código del Niño y Adolescente contiene un capítulo
referido a la medida de internamiento de los menores infractores; sin embargo
como no contiene pautas para una correcta interpretación respecto a la
aplicación de la medida de internamiento en el sistema penal juvenil. Debido a
este vacío, los Jueces de Familia las aplican de forma excesiva la medida de
internamiento, atentando con ello los derechos de los menores infractores, el
interés superior del niño y del adolescente, debido a su falta de preparación,
aunado al hecho de que no se cuenta con normas precisas, lo que trae
consecuencia el hacinamiento de los centros juveniles. (p.16)

A lo expresado líneas arriba, es cierto que la sanción ultima a imponer es


la medida de restricción de libertad efectiva, esto es la privación
ambulatoria del sujeto infractor, significando que es de ultima ratio la
sanción penal, pues hay ciertos comportamientos que no contienen
trascendencia penal, pero si así lo fuere esta debe ser discernida por un
Magistrado especializado, sin embargo, tal como se lee de las conclusiones
del artículo, existe hacinamiento en los centros juveniles el mismo que es
causado muchas veces por la reincidencia de los menores infractores esto
quiere decir que vuelven a cometer delitos del mismo tipo u otra índole pero
de carácter penal.

Por su parte Rojas (2017), en su tesis doctoral denominada “La remisión


fiscal como herramienta de justicia restaurativa para disminuir la reincidencia de
infracciones penales” concluye en el siguiente sentido; que el Modelo Garantista
basado en la Protección Integral está sustentado en el reconocimiento del
adolescente como sujeto de derechos y considera el enfoque restaurativo como
una forma de solución a los conflictos de la delincuencia juvenil,
responsabilizando al adolescente con la comunidad, a fin de restaurar el vínculo
con ésta y dando participación activa a la víctima en dicho proceso restaurativo
(p.162).
Del mismo modo, Rojas (2017) en el estudio realizado en la presente Tesis, se
ha determinado que el ilícito de mayor comisión por parte de los adolescentes
son los delitos contra el Patrimonio, que las edades de comisión de hechos
ilícitos predominante es de 16 a 17 años, los casos que se judicializan son en su
mayoría casos de robo agravado, violación de la libertad sexual, que los
adolescentes a quienes se les ha concedido la remisión fiscal, tiene entre 16 a
17 años de edad, cuentan con soporte familiar, son en su mayoría de ilícitos
contra el patrimonio (p.163).

A lo expuesto, la vinculación con el tema a tratar es precisamente la


responsabilidad del adolescente con la población o la comunidad, esto es
el cumplimiento de las normas de convivencia y sus obligaciones a fin de
evitar que se convierta en un infractor de la ley penal, es así que de
manera estadística se ha logrado determinar que los adolescentes oscilan
la edad de 16 y 17 años, que han cometido delitos contra el patrimonio y
a libertad sexual, y es el mismo índice que se maneja dentro del ámbito
local, o sea, en la región de Lambayeque, donde actualmente el índice de
mayor infracción penal es el delito de violación sexual de menor de edad,
por lo que este aporte servirá para realizar el observatorio sobre si estas
personas han reincidido o no en los mismos delitos.

El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a través del Consejo


Nacional de Política Criminal en su “Boletín VI-2017”, enfatiza concluyendo que
8 de los 9 Centros Juveniles (CJDR) en medio cerrado presentan problemas de
sobrepoblación. El CJDR Trujillo registra el mayor nivel de hacinamiento con
220%, seguido del CJDR Pucallpa con 125.7% y el CJDR Marcavalle con
102.1%. El hacinamiento genera una serie de condiciones que son opuestas a
la medida socioeducativa de internamiento. Afectan la integridad de los
adolescentes y se vulnera sus derechos por las condiciones de reclusión en las
que se encuentran (p.28)
Tal y como esta descrito el hacinamiento de los centro de reclusión a nivel
nacional provocan el intercambio de tratos de los infractores de diferentes
lugares que llegan a cumplir su sentencia, en el caso de Lambayeque
específicamente en José Quiñones tenemos un problema gravísimos
sobre el exceso de población y sobre la penalización que recae sobre
ellos, es importante explicar en ese sentido que las penas a menores de
edad se han agravado y estas se sancionan con penas restrictivas de
libertad hasta de 10 años, eso quiere decir que si existe un menor con 17
años y es sancionado con 6 años de pena privativa de libertad este se
encontrará recluido hasta los 23 años siendo ya una persona adulta,
situación que no se ha previsto por los legisladores y no se tiene en cuenta
con reformas sobre la infraestructura de los centros juveniles y la
repercusión que puede tener el trato directo de menores de edad con
personas adultas, escenario que es estudiado en esta investigación y que
se propondrá una alternativa de solución.

Así también tenemos a Díaz (2015), en su Tesis de Magister designada


como “Análisis de la formación técnico productiva del sistema de reinserción
social del adolescente en conflicto con la ley penal en el centro juvenil de
diagnóstico y rehabilitación de lima 2015”, concluyendo que se reconoció que la
plana docente no trabaja con una Guía Educativa específica, sino, desarrollan
un Plan Anual de Clases, donde colocan las actividades que han de realizar en
cada taller con una distribución de tres módulos al año. A la par de los diferentes
elementos materiales y contextuales que, como señalamos, contribuyen a definir
el éxito de los talleres dentro del Centro Juvenil, consideramos fundamental
medir la creación, utilización y actualización de guías educativas como material
de soporte en el proceso de enseñanza aprendizaje, es así que en contraste con
la información vertida por los adolescentes (p. 123 a 124).

CONCLUCIÓN

Por su parte Vásquez (2015), en su Tesis de Magister titulada “Las


políticas públicas los adolescentes en conflicto con la ley penal. Posibilidades y
limites en la aplicación de la remisión fiscal en el Perú”, en la conclusión de su
trabajo precisan que el sistema de justicia juvenil en el Perú, al igual que en los
distintos países de América Latina, está permeado por una cultura autoritaria que
privilegia la respuesta punitiva a los conflictos emergentes de la sociedad. La
pena o castigo es el mecanismo principal de control social, el instrumento
privilegiado de disciplinamiento social en nuestras instituciones como la familia,
la escuela, los medios de comunicación o las cárceles; situación que debilita la
cultura e institucionalidad democrática (p.203).

Agregado a ello, Vásquez (2015), indica que una expresión específica de esta
cultura autoritaria es el tratamiento extremadamente discriminador y punitivo que
se da a los adolescentes en conflicto con la ley penal. Si los adolescentes, en
general, por el solo hecho de ser menores de edad, tienen serias restricciones
en el ejercicio de sus derechos, y aquellos que provienen de familias
disfuncionales viven en barrios marginales y/o se encuentran excluidos de las
oportunidades educativas y laborales, con mayor razón, y peor aún, aquellos
que, como consecuencia de sufrir situaciones de abuso y maltrato, o
experimentar sentimientos de abandono, frustración y fracaso, desarrollan
conductas antisociales e infringen la ley penal son incriminados sin considerar
muchas veces las garantías mínimas del debido proceso (p.203).

Otra de sus conclusiones de Vásquez (2015), es señalar que lamentablemente


el Estado, en sus distintos niveles, carece de un sistema de protección que le
permita atender en forma oportuna, o mejor preventiva, a aquellos niños y
adolescentes que manifiestan este tipo de problemas; por el contrario, la
respuesta principal, cuando la situación ha devenido en infracción, consiste en
criminalizar y penalizar todas las infracciones a la ley penal, incluso las más
leves, sea por convicción, conveniencia o desidia (p.204).
CONCLUYE

Las investigaciones precitadas han contribuido a la materialización del


presente estudio, esto en razón de que señalan sobre la criminalización de los
actos de los menores infractores y su incidencia en la reincidencia en hechos
delictivos, habiendo ya purgado pena, eso quiere decir reincidentes, denotando
que existe falencias en el programa de rehabilitación de los adolescentes
infractores lo que infunde a proponer una propuesta de plan de gestión para
mejorar la rehabilitación y readaptación del joven infractor .

1.3. Teorías relacionadas al tema.

El presente trabajo de investigación se sustenta en las siguientes teorías:


1.3.1. Adolescencia en Conflicto con la Ley

De acuerdo con el Artículo 40, inciso 4 de la Convención Internacional de


Derechos de la Niñez, se menciona el establecimiento de una edad mínima antes
de la cual se presumirá que los niños no tienen capacidad para infringir las leyes
penales. Asimismo hace mención a la adopción de medidas para tratar a esos
niños sin recurrir a procedimientos judiciales, respetando plenamente los
derechos humanos y garantías legales.

Chunga, L. (2001), afirma que se deberán tomar medidas alternativas para tratar
a los jóvenes en conflicto con la ley, sin recurrir a procedimientos judiciales ni a
la internación en instituciones. Por ejemplo medidas de orientación y supervisión,
asesoramiento, libertad vigilada, colocación en hogares de guarda, programas
de enseñanza y formación profesional.

1.3.2. Garantías Procesales Para los Adolescentes en Conflicto con la Ley.

Momethiano (1999) señala que los jóvenes tienen y se le deben respetar las
mismas garantías procesales contenidas en la Constitución y además las que
les correspondan por su condición especial.

a) Principio de legalidad, es decir, el trato (la detención, conducción, etc.) ha


de proceder oven ha de) proceder según establecen las normas.
b) Principio de racionalidad y proporcionalidad, es decir, las medidas
aplicadas deben corresponder a la gravedad del hecho delictivo y a la
conducta esperada. Deben ser las adecuadas para hacer cumplir la ley
en cada momento. Presunción de inocencia
c) Respeto del derecho a la privacidad y principio de confidencialidad.
d) Derecho a la defensa.
e) Prohibición de incomunicación.
f) Derecho de abstenerse a declarar.
g) A ser escuchado en su idioma.
h) Principio de justicia especializada.
i) Derecho a la igualdad '/ no discriminación.
j) Principio de aplicación de la ley en la forma más, favorable.
k) Ningún joven puede ser perseguido más de una vez por el mismo hecho.
Es necesario realizar actividades de revisión y evaluación periódicas de las
causas y los problemas de la delincuencia y la criminalidad, así como las
necesidades del menor en custodia, para la prevención y combate de delitos, de
la misma manera la reinserción del joven en conflicto con la ley penal de una
manera responsable hacia la sociedad.

Se tiene que cumplir frente a la niñez y juventud desprotegida y en peligro un


papel asistencial, protector y mediador. En caso de que se deban detener a
jóvenes en conflicto con la ley, se les debe garantizar un trato humano basado
en el principio de legalidad e igualdad, con relación a sus garantías procesales

1.3.3. El Adolescente Infractor de la Ley Penal.

El Art. 183 del Código de los Niños y Adolescentes considera como adolescente
infractor a quien se le ha señalado responsabilidad como autor o partícipe en un
hecho punible tipificado como delito o falta en la ley. El Art. 23° del Código Penal
previene que serán reprimidos con la pena establecida, el que realiza por sí o
por medio de otro incita a cometer el hecho punible, y los que cometan
conjuntamente.
De otro lado, salvo en el caso flagrante infracción penal, no puede privarse de
la libertad al adolescente sin que exista orden judicial debidamente motivada
(Código de los Niños y Adolescentes, 2015). En el caso de privársele de
libertad, se puede impugnar dicha orden y ejercer la acción de habeas hábeas
ante el respectivo juez especializado, al amparo del Art. 200° cinc.1 de la
Constitución Política del Perú y la Ley N° 23506.

La privación de la libertad del adolescente y el lugar donde se encuentra


detenido, debe ser comunicado por la autoridad aprehensora al Juez, Fiscal y,
a sus padres o responsables, por escrito o indicando los motivos y los derechos
que le asisten; no puede ser privado del derecho de defensa.

Los incisos 14 y 15 del art.139 de la Constitución Política del Perú, establecen


los principios de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del
proceso y que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por escrito
sobre las causas o razones de su detención. Los adolescentes detenidos, deben
permanecer separados de los adultos privados de libertad.

En atención al principio de legalidad, ningún adolescente puede ser procesado


o sancionado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no se encuentre
previamente calificado en las leyes penales de manera expresa e inequívoca
como infracción punible, ni sancionado con medida socio-educativa que no esté
prevista en el Código de los Niños y Adolescentes. Dicho principio señalado en
el art.189 del aludido Código, proviene del inc. d), del art.25 de la Constitución
Política del Perú.
En los litigios deben observarse los principios de confidencialidad y reserva del
proceso. Mediante el primero, los datos que consignan la infracción de parte del
adolescente, son confidenciales o secretos, a fin de cautelar su imagen o
identidad. La reserva del proceso significa que las actuaciones judiciales no
pueden hacerse de conocimiento público y por lo mismo el acceso al expediente
es limitado.

La administración de justicia respecto de los adolescentes tiene como propósito,


no solamente resolver el conflicto de intereses, sino que el menor consiga una
pronta rehabilitación, encaminándolo adecuadamente para obtener su bienestar.

1.3.4. Doctrina de la Situación Irregular.

Doctrina que concibe al menor infractor como un individuo enfermo, que adolece
de una patología moral. Se le considera un individuo peligroso para sí mismo y
para la sociedad que debe ser aislado por tiempo indeterminado en orden a su
corrección.

Belfo, M. (Idem), señala que un menor en “situación irregular” es aquel que por
sus taras físicas, mentales o sociales no se presenta en condiciones regulares
de adaptación y exige medidas particulares para asegurar la integración correcta
del individuo en la colectividad. La doctrina de la situación irregular significó
considerar a los niños y adolescentes infractores personas enfermas o
inadaptadas a quienes el Estado debía tutelar mediante la intervención del Juez
de menores. Significó, además, extender tal intervención tutelar hacia aquellos
que por diversas razones estaban en situación de peligro o abandono moral,
quienes eran considerados potenciales infractores. Básicamente se trataba de
una intervención compasiva y represiva al mismo tiempo que desconocía los
derechos fundamentales de los niños y adolescentes definidos como irregulares.

Las leyes generadas bajo esta doctrina se caracterizaron por desconocer el


principio de legalidad de los delitos y las penas. Ellas autorizaban intervenir
coactivamente sobre quienes eran considerados potencialmente peligrosos (los
abandonados, los que carecían de familia o educación, los niños de la calle)
aunque no hubiesen cometido ninguna infracción. Interesadamente, estas
personas eran tratadas como potenciales delincuentes y no como personas
cuyos derechos estaban violados o amenazados por falta de familia, educación
o vivienda.

En el aspecto procesal de la investigación tutelar las leyes que se basan en la


situación irregular se inspiran en modelos procesales de tipo inquisitivo. En el
proceso inquisitivo el juez tiene amplísimas facultades, concentra la
investigación y la decisión del caso, se rige por el principio de investigación de
oficio y no está limitado por los derechos y garantías del investigado. En el
proceso inquisitivo, la privación de la libertad es la regla, no se respeta el
principio de igualdad procesal y el derecho a la defensa está limitado, al no existir
posibilidades de un debate contradictorio.

Bajo este sistema el juez de menores era concebido como un buen padre de
familia y no como un árbitro imparcial que debía resolver un conflicto de
intereses aplicando normas y categorías jurídicas.

1.3.5. La Doctrina de la Protección Integral de la Infancia.

Chunga, L. (Idem), Se trata de una nueva concepción, opuesta a la doctrina de


la situación irregular. Surgió como consecuencia de la adopción internacional de
la Convención sobre los Derechos del Niño. Se basa en la necesidad social y
jurídica de concebir a los niños y adolescentes como personas con derechos. La
principal y más importante contribución del modelo de la protección integral de
la infancia es reconocer que los niños y los adolescentes son sujetos plenos de
derechos. Los niños ya no son más meros objetos de “tutela” estatal, definidos
por sus carencias o incapacidades; ya no son considerados “menores de edad“,
sino personas completas y capaces –niños y adolescentes con derechos.

Se busca incluir a los niños en el mundo jurídico y social y tenerlos como lo que
son: seres humanos regulares, es decir, personas.

En la nueva concepción, la sociedad se organiza a través de mecanismos


sociales que incluyen a los niños y a las niñas en el sistema de convivencia social
de educación, de salud, de deporte, de cultura, de esparcimiento, de seguridad
pública, de justicia, de trabajo, de producción y de consumo, entre los principales.
Están incluidos en el sistema social no por mera voluntad de los padres o
responsables ni por la voluntad de una autoridad del Estado (que podrían hacer
lo contrario si lo quisieran), sino porque son lo que son en sí mismos, tienen una
voluntad propia que pueden manifestar y tienen un sentimiento personal acerca
del mundo.

El modelo de la protección integral de la infancia es el resultado de una nueva


consideración y valoración de la infancia y marca un punto de quiebre radical
frente al diseño de la situación irregular en el que se inspiraron las legislaciones
minoristas de las primeras décadas del siglo XX. El modelo de la protección
integral de la infancia es parte del moderno desarrollo de los derechos humanos
tanto en el ámbito del derecho internacional como en el derecho constitucional
de los Estados que se adhieren a los principios democráticos de respeto y
garantía por los derechos fundamentales de las personas. Los derechos de los
niños son también, conforme al nuevo paradigma, derechos humanos.

Los derechos humanos han pasado a ser concebidos como el contenido


esencial, la sustancia del sistema democrático. Ellos son, por un lado, un límite
infranqueable para cualquier forma de arbitrariedad, y por otro, una finalidad u
objetivo que orienta al conjunto del sistema político y la convivencia social. Un
principio básico de la teoría de los derechos humanos es que tanto los
instrumentos internacionales como nacionales son aplicables a todas las
personas con independencia de cualquier particularidad. Los derechos del niño
no dependen de ninguna condición especial y se aplican a todos por igual;
constituyen un conjunto de derechos-garantías frente a la acción del Estado y
representan, por su parte, un deber de los poderes públicos de concurrir a la
satisfacción de los derechos que contempla. En este sentido, el enfoque de los
derechos humanos permitirá organizar desde una perspectiva diferente las
políticas públicas de la infancia y la participación de los niños en la sociedad.

El modelo de la protección integral de la infancia está desarrollado,


principalmente en los siguientes instrumentos internacionales:

- La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño


- Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de
la Justicia de Menores, conocidas como Reglas Beijing.
- Las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores
Privados de Libertad.

Las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la


Delincuencia Juvenil, conocidas como las Directrices de Riadh.
1.3.6. Tratamiento de Adolescentes Infractores: Aplicación de Medidas
Socio-Educativas.

Con la aplicación de las medidas socio-educativas se persigue la rehabilitación


del adolescente infractor, dejándolo apto para continuar integrado con la
sociedad, sin el temor de ser sindicado como elemento al margen de la ley La
amonestación consiste en la recriminación o llamada de atención al adolescente,
y a sus padres o responsables; la prestación de servicios comunales conlleva la
realización de determinadas tareas de acuerdo con la aptitud del adolescente y
sin causar perjuicio a su salud, educación ni trabajo, por un periodo que no
exceda a los seis meses y bajo la supervisión o control de la gerencia de
operaciones de Centros Juveniles del Poder Judicial, en coordinación con los
municipios; la libertad asistida consiste en la designación en los Centros
Juveniles del Poder Judicial de un tutor que orienta al adolescente y aconseja a
su familia; la libertad restringida propicia la asistencia y participación del
adolescente en el Servicio de Orientación al Adolescente a cargo de la Gerencia
de Operaciones de Centros Juveniles del Poder Judicial, a fin de obtener
orientación, educación y reinserción.

La internación o propiamente internamiento, es una medida privativa de la


libertad, que se aplica como último recurso y por un periodo que no sobrepasará
los seis años, cuando se trata de un acto infractor doloso, tipificado en el código
penal, con una pena no mayor de cuatro años, porque se comprueba que el
adolescente es reiterante de otras infracciones graves, y por incumplir de
manera reiterada e injustificada la manera impuesta. Se cumple en los Centros
Juveniles, donde son ubicados de acuerdo a su edad, sexo, gravedad de
infracción.

En la internación, tienen carácter obligatorio las actividades pedagógicas y las


evaluaciones periódicas del equipo multidisciplinario.

Si durante la internación el adolescente llega a cumplir la mayoría de edad, el


juez tiene la potestad de prolongarla hasta el cumplimiento de la medida. Todo
el tiempo que dure la internación, el adolescente debe de recibir un trato digno,
ocupar establecimientos adecuados, recibir educación y formación profesional o
técnica, realizar actividades recreativas, profesar su religión, recibir atención
médica, realizar un trabajo remunerado, mantener contacto con la familia,
comunicarse con su abogado en forma reservada, tener acceso a los medios de
comunicación, impugnar las medidas disciplinarias, y recibir sus documentos,
cuando sea externado.

Cuando el menor haya cumplido las dos terceras partes de la medida de


internación, tiene expedito su derecho de solicitar el beneficio de semilibertad,
con miras a concurrir al trabajo o centro educativo ubicado fuera del centro
juvenil, como paso previo a su externamiento.

1.4. Marco conceptual

1.4.1. Adolescente.

Etapa de vida que va desde los doce hasta cumplir los dieciocho años de edad.
En las Reglas de Beijing, en las Reglas de Tokio y en las Directrices de Riadh
se utilizan los términos “niño” y “menor” para designar a los sujetos destinatarios
de sus disposiciones. De acuerdo con las Reglas de Beijing “menor es todo
niño o joven que, con arreglo al sistema jurídico respectivo, puede ser castigado
por cometer un delito en forma diferente a un adulto”. En las Reglas de Tokio
no se establece salvedad alguna al límite de dieciocho años de edad. El
término niño abarca, evidentemente, los niños, las niñas y los
adolescentes.
1.4.2. Adolescente Infractor.

Es el autor o partícipe de un hecho punible tipificado como delito o falta en la ley


penal. Se llama acto infractor, infracción o acto infraccional a la conducta o hecho
punible que es antijurídico, imputable, doloso o culposo, sancionado con una
pena y tipificado como delito o falta en la ley penal pero cometido por un
adolescente. No debemos olvidar que muchos adolescentes, no obstante su
inmadurez física, fisiológica y psicológica tienen una capacidad delictiva tan
igual como la de un adulto. Este concepto también prevalece sobre aquel que
habla de menores que cometen actos antisociales. Se ha producido pues un
cambio no solo de actitud sino también de los conceptos necesarios para
expresar dicho cambio.

1.4.3. El Adolescente Infractor de la Ley Penal.

El Art. 183 del Código de los Niños y Adolescentes, considera como adolescente
infractor a quien se le ha señalado responsabilidad como autor o partícipe en un
hecho punible tipificado como delito o falta en la ley.

1.4.4. Rehabilitación.

Se refiere al tratamiento que recibe la persona para superar una situación de


anomalía o deficiencia como consecuencia de una influencia negativa o
perniciosa, que bien pudo haber afectado su salud física, psicológica o mental.

Implica un proceso y una secuencia a partir del cual se ayuda a la persona a


desarrollar un tratamiento que le ayude a superar una enfermedad o dolencia.

1.4.5. Reincidencia.

Circunstancia agravante en el Derecho penal, que consiste en la realización de


un nuevo delito, por parte del delincuente después de dictada la sentencia, que
la haya sufrido en todo o en parte.

1.4.6. Propuesta de Plan de Gestión

1.4.7. TTTTTTTTTTTTTTT
1.4.8. VVVVVVVVVVVVV
1.4.9. GGGGGGGGGGGGGGG

1.5. Formulación del Problema.

¿De qué manera la propuesta de un plan de gestión mejorará el proceso


de rehabilitación de los adolescentes infractores a la ley penal del centro juvenil
de Chiclayo 2018?

1.4. Justificación del Estudio.

La investigación permite analizar el proceso de rehabilitación y sus niveles


aplicados en los menores infractores del Centro Juvenil de Chiclayo, y a su vez
identificar los factores que puedan incidir en la reincidencia por parte de los
actores, o sea, a infringir nuevamente la ley penal, de esta forma se realizará
una propuesta de plan de gestión para mejorar los procesos de resocialización.

En consecuencia, una vez propuesta un plan de gestión se verificará si esta


es viable en su aplicación para mejorar el proceso de rehabilitación de los
menores infractores.

1.5. Hipótesis.

Hipótesis de investigación

Las alianzas estratégicas interinstitucionales se relacionan de manera


significativa con la prevención del embarazo adolescente en Namora,
Cajamarca.

Hipótesis estadísticas

H0: p = 0: No existe relación significativa entre las alianzas estratégicas


interinstitucionales y la prevención del embarazo adolescente en Namora,
Cajamarca

H1: p # 0: Existe relación significativa entre las alianzas estratégicas


interinstitucionales y la prevención del embarazo adolescente en Namora,
Cajamarca

Dónde:

ρ = Rho (coeficiente de correlación poblacional)


Nivel de significación: α = 0,05

1.6. Objetivos.

1.6.1. Objetivo General.

Proponer un plan de gestión para mejorar el tratamiento de rehabilitación


de los adolescentes infractores a la ley penal del centro juvenil de Chiclayo.

1.6.2. Objetivos específicos.

Identificar los niveles de rehabilitación de los adolescentes infractores de


la ley penal en el centro juvenil de Chiclayo.

Diseñar un plan de gestión para mejorar el tratamiento de rehabilitación


de los adolescentes infractores a la ley penal del centro juvenil de Chiclayo.

Validar un plan de gestión para mejorar el tratamiento de rehabilitación de


los adolescentes infractores de la ley penal del centro juvenil de Chiclayo.

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