Apunte Teoria Del Caso

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TÉCNICAS DE LITIGACIÓN ORAL Y APLICACIÓN EN EL PROCESO PENAL

Por Christian Salas Beteta 

1. GENERALIDADES

1.1. El proceso judicial y el nuevo sistema

Es un método de razonamiento o un camino de reflexión que tiene como fin resolver un


conflicto jurídico llegando a un grado de certeza y con justicia, para lo cual es necesario
que el juzgador conozca los hechos y sus circunstancias. Es un método de
razonamiento, por cuanto indica cómo se debe proceder para investigar, acusar y juzgar a
una persona. Y dentro de este proceder se halla el debate oral (contradictorio o discusión
dialéctica). El debate oral está presente durante todo el proceso, incluso la prueba se
presenta oralmente en el juicio, en audiencia pública, por medio de testigos.

El nuevo modelo procesal penal:

Es acusatorio porque existe una distribución de roles:


- Fiscal: Ejerce la potestad persecutoria.
- Defensor: Se opone a la pretensión punitiva del fiscal.
- Juez: Decide.

Es adversarial porque la investigación y el juzgamiento discurre bajo el principio de


contradicción entre el fiscal y el defensor.

- Las partes deben diseñar su teoría del caso, desarrollar un conjunto de destrezas,
aportar pruebas y realizar interrogatorios.
- El juez tiene un rol relativamente pasivo, interviene para impedir que las
alegaciones se desvíen hacia aspectos impertinentes e inadmisibles, sin coartar el
razonable ejercicio de la acusación y de la defensa.

1.2. El Debate Oral

El debate oral no debe ser entendido en sentido negativo como discordia, al contrario, lo
entendemos en sentido positivo, de manera constructiva, como camino hacia una
solución.

En la controversia se exponen hipótesis opuestas que son objeto de una libre discusión,
ello permite que surja la verdad, se supere la duda y se resuelva el problema.

La oralidad tiene la ventaja de que pone a las partes frente a frente para que le hablen
directamente al juzgador, sin intermediarios. A su vez, el juez inmedia la práctica de la
prueba, observa y escucha con análisis crítico las intervenciones opuestas de las partes.


Abogado por la Universidad Privada San Juan Bautista, especialista en Derecho Penal y Procesal Penal. Profesor de los cursos de Lógica Jurídica en
la Universidad Privada San Juan Bautista. Profesor ad honorem de los Diplomados de Derecho Penal y Procesal Penal organizados por el Instituto
Peruano de Criminología. Profesor del Diplomado de Litigación Oral organizado por el Centro de Altos Estudios Profesionales. Profesor ad honorem de
Círculos de Estudios de Universidades como SJB, UNFV y UNMSM. Diplomado Internacional en Derecho Penal y Procesal Penal por la UCSE
(Argetina) y APECC. Diplomado en Derecho Penal y Procesal Penal por el CAL. Diplomado en la aplicación del Nuevo Código Procesal Penal por
ESDEN. Diplomado en Derecho Procesal Penal con mención en teoría de la prueba. Diplomado en Criminalística y Criminología. Conferencista y autor
de diversos artículos, ensayos e investigaciones jurídicas.
La controversia es útil para las partes en conflicto, ya que permite conocer otros puntos de
vista y así (de ser necesario) rectificar los propios.

En un proceso adversarial, el debate se torna necesario, pues al motivar su decisión, el


juez expresa sus razones o fundamentos. Tal motivación exige someter el derecho y la
prueba a controversia. Así tenemos que cada una de las partes al desarrollar su tesis se
convierten en colaboradores del juez, pues le aportan ideas y elementos para que pueda
fallar.

En el sistema acusatorio la actuación está orientada por la idea de debate, de


contradicción, de lucha de partes contrarias. Es un diálogo abierto entre los intervinientes
del proceso, sujeto a acciones y reacciones, quienes armados de la razón luchan por el
predominio de su tesis. El fallo final sintetiza esa dialéctica dirigida a defender la teoría del
caso que representan.

En el proceso las partes pueden discrepar acerca de la existencia o inexistencia de los


hechos, de la valoración de las pruebas, de la selección de la norma o puede suceder que
a pesar de que estén de acuerdo en dicha selección, diverjan en los métodos o teoría
escogidos para interpretar la norma jurídica.

Tenemos, pues, que el abogado, sea como funcionario público, juez o fiscal, defensor o
conciliador, tiene por función decidir, conceptuar, alegar, controvertir, impugnar. Todo lo
cual le exige capacidad para debatir, argumentar, refutar y dialogar; es decir, para
sostener o refutar una tesis, para convencer a otros acerca de su validez, de la
aceptabilidad de sus afirmaciones o negociaciones, puesto que en el trámite del proceso
se está en un constante cuestionamiento.

El abogado cuando va a intervenir en un juicio oral debe poseer habilidades narrativas,


demostrativas o probatorias, argumentativas, refutativas, hermenéuticas y dialógicas.

1.3. Principios que rigen el debate oral

Estos principios guían el debate y son de naturaleza ética y epistemológica. Ética por
cuanto guían la acción comunicativa de argumentar y dialogar. Y epistemológica porque el
proceso de adquisición del conocimiento también está sometido a pautas de
comportamiento para acercarse a la verdad de las hipótesis que son objeto de discusión.

1.3.1. Aceptación del debate.- El punto de partida cuando ingresamos a una discusión
es admitir que ese debate constituye la vía idónea para acercarse a la solución
pacífica y justa del conflicto. Obviamente para ello debemos de tener la intención
de hallar una solución. Admitido ese camino, las partes aceptan regirse por ciertas
pautas de comportamiento para que sea posible lograr la solución al conflicto.
Entre tales pautas o condiciones tenemos la imparcialidad del juez, la igualdad, el
respeto, la capacidad para escuchar, la falibilidad y la flexibilidad humanas, la
lealtad procesal, etc.

1.3.2. Orden en el debate.- El debate debe tener orden para que no se convierta la
audiencia en un escenario de caos y de riñas. Por eso el juez dirige el debate
siguiendo ciertas reglas para la discusión. Las partes no pueden hablar al mismo
tiempo. Cuando se discute hay sucesión en el uso de la palabra. Las
interrupciones tienen límites temporales y contenidos organizados. Sólo esto
permite discutir de manera serena a inteligente.

1.3.3. Respeto de la dignidad humana.- La acción del orador tiene la pauta ética de
evitar los ataques personales contra las personas que se oponen a sus ideas. La
vehemencia con la que se ejerce la defensa o la acusación puede dar lugar a que
las partes incurran en descortesías. Algunos abogados muchas veces olvidan la
moderación debida y mediante palabras duras e impropias acometen contra el
adversario con indignos ataques personales. La práctica de la argumentación y la
refutación debe ser respetuosa, jamás se deben utilizar expresiones injuriosas. La
argumentación debe ser sólida en razones y a la vez amable con el adversario. El
abogado que tiene buenos argumentos o sabe usar los que tiene, puede permitirse
ser cortés y comprensivo, lo cual le ayuda a merecer el respeto y a obtener
credibilidad. No debemos de confundir un argumento contra nuestras ideas con un
ataque hacia nuestra persona. Nuestra tarea debe dirigirse a enfrentar el
contenido de los argumentos, la valoración de las pruebas y no al ataque al
individuo. Para ello hay que evitar que los egos se vean involucrados en la
situación, de lo contrario serán las emociones (y no la razón) las que gobiernen
nuestro razonamiento. No obstante ello, al ser seres humanos somos susceptibles
de emocionarnos, pero esto no es justificación para que utilicemos expresiones
ofensivas, la burla, la ironía o cualquier otra de mal gusto.

1.3.4. Falibilidad y flexibilidad. La falibilidad es la posibilidad que tiene toda persona de


equivocarse, errar, engañarse. Todos podemos cometer errores, pero cometer un
error y no corregirlo es incurrir otro. Por ello, todo discurso racional debe ser
susceptible de crítica para que se detecten (si los hay) los errores o engaños en
los que se hallan incurrido.

Al ingresar al debate entendemos que éste es el medio adecuado para resolver el


conflicto y que los argumentos que se esgriman deben atenerse al asunto en cuestión,
alejado de cualquier ofensa personal contra el adversario. Ello supone tener una actitud
abierta y flexible frente a la conversación. Debemos de entender que la contradicción no
busca lastimarnos sino que constituye un reto para examinar si estamos equivocados. La
flexibilidad implica ingresar a la discusión concientes de que somos falibles, con una
actitud de autocrítica y de tolerancia a las ideas opuestas a las nuestras.

2. LA TEORÍA DEL CASO

2.1. Introducción

Hasta la fecha, seguramente habremos leído o escuchado que la teoría del caso es la
brújula del litigante, es un mapa sobre el que se ha diseñado el transcurso del proceso, es
el planteamiento que el fiscal y el abogado defensor hace sobre los hechos penalmente
relevantes, los fundamentos jurídicos que lo apoyan y las pruebas que los sustentan.

En suma, podemos decir que es una visión estratégica para afrontar el proceso que nos
permite:
- Tomar las decisiones pertinentes dentro del proceso.
- Advertir nuestras debilidades y las de la otra parte.
Para construir un discurso excelente y eficaz, que cumpla el fin de convencer a los jueces,
es necesario agotar un conjunto sistemático de pasos, que ya desde la antigüedad en las
obras de ARISTÓTELES y CICERÓN, comenzaron a ser explicados. Estos pasos que tienen
hoy pleno vigor nos servirán de guía para ser aplicados en las diferentes intervenciones
orales de un sistema penal acusatorio.

En primer lugar, debemos recordar que el fin de las alegaciones orales es persuadir al
juez, por eso para lograr ese propósito hay que ser claros. Y para lograr esa claridad es
necesario examinar los pasos que se siguen al crear la intervención oral, pues éstos luego
nos llevarán a la identificación de la estructura de los alegatos. Los pasos o las etapas
que hay que agotar son las siguientes:

 La invención (inventio): QUÉ DECIR. Tiene que ver con la acción y el efecto de
crear el discurso.
 La disposición (dispositio): DÓNDE DECIR. Tiene que ver con la organización, con
la construcción de la estructura del discurso.
 La expresión (elocutio): CÓMO DECIR. Tiene que ver con la búsqueda del lenguaje
apropiado.
 La memoria (memoria): Tiene que ver con la capacidad para recordar lo que se va a
decir.
 La práctica (praxis): Tiene que ver con el hecho de realizar ejercicios acerca del
discurso que se ha creado para llegar a pronunciarlo mejor.
 El diseño de apoyos audiovisuales. Tiene que ver con el uso de medios que
permitan transmitir, comprender y recordar la información.
 La pronunciación (pronuntiatio). Tiene que ver con la acción concreta de hablar.

La invención tiene que ver con la acción y el efecto de crear el discurso. En este primer
paso, el escritor o el orador busca qué es lo que va a decir. Es la parte creativa en la
producción de los alegatos, en la cual para persuadir, primero hay que definir el objetivo
u objetivos que se buscan con el discurso; luego, buscar la información, las fuentes
que sirvan de inspiración para alcanzar el fin propuesto.

El discurso judicial tiene un objetivo general y uno o varios objetivos específicos, que al
ser concretados permiten construir lógicamente el discurso. El objetivo general es
persuadir, convencer. Persuadir significa ganar la adhesión a la tesis o teoría del caso
que se plantea, es lo que se desea que el auditorio o público crea o decida. De ahí la
importancia que en esta fase se procure conocer al auditorio, en particular al juez y a los
jurados que desea convencer, esto le permitirá adaptarse a su público y precisar sus
objetivos. Es fundamental analizar el auditorio, por cuanto esto guía para determinar los
objetivos, desarrollar estrategias, seleccionar el material de apoyo, organizar el material y
pronunciar el discurso.

El objetivo u objetivos específicos versan sobre lo que de manera concreta se


desea que el auditorio comprenda, haga o decida. En los discursos persuasivos cada
una de las partes plantea una hipótesis de solución al problema debatido que permite
perfilar el discurso. El proceso es una contienda entre hipótesis en competencia que el
juez tiene la tarea de dirimir. Por ejemplo, la Fiscalía pretenderá que se declare
responsable al acusado, por homicidio intencional; mientras que el defensor, que el juez
se convenza de que el acusado actuó en defensa justa. Cada pretensión define los
contenidos del discurso, por esto, para que este sea eficaz es clave que en el proceso de
creación se tenga claro cuál es la Teoría del Caso o la hipótesis central que vamos a
defender, cuáles son los problemas jurídicos que el asunto plantea, pues esto nos
permitirá buscar las pruebas y las razones que soporten nuestra Teoría, organizar el
discurso y luego pronunciarlo con fundamentos sólidos.

2.2. ¿Qué es la teoría del caso?

El juicio oral es un espacio público mediante el cual un grupo de personas establecen una
relación jurídica, que permite que se reúnan para que un juez administre justicia. Para ello
existe un fiscal que acusa y un defensor que defiende. Cada parte aparece en el proceso
respaldando su teoría del caso, que orienta los objetivos y las estrategias que se han de
seguir en el desarrollo del proceso.

La Teoría del Caso es la tesis o la propuesta de solución que las partes dan a los
hechos que son objeto de controversia. Es lo que se pretende que el juez crea; es la
versión que de los hechos ofrece cada sujeto procesal. La Teoría del Caso supone que
cada parte toma una posición frente a los hechos, la evaluación de las pruebas y la
calificación jurídica de la conducta.

La Teoría del Caso es, pues, el planteamiento que la acusación o la defensa hace
sobre los hechos penalmente relevantes, las pruebas que los sustentan y los
fundamentos jurídicos que lo apoyan. Se presenta en el alegato inicial como una
historia que reconstruye los hechos con propósitos persuasivos hacia el juzgador. Esta
historia persuasiva contiene escenarios, personajes y sentimientos que acompañan toda
conducta humana. Es la teoría que cada una de las partes en el proceso penal
plantea sobre la forma en que ocurrieron los hechos, la responsabilidad o no del
acusado, según las pruebas que presentarán durante el juicio. Es el guión de lo que
se demostrara en el juicio a través de las pruebas.

En términos muy sintéticos, diremos que Teoría del Caso es el resultado de la


conjunción de las hipótesis fáctica, jurídica y probatoria que manejan el fiscal y el
defensor respecto de un caso concreto. O sea, es el conjunto de hechos que él ha
reconstruido mediante la prueba, y ha subsumido dentro de las normas penales aplicables
de un modo que pueda ser probado; este conjunto es el que defenderá ante el juez.

2.3. ¿Cuándo se construye la teoría del caso?

La teoría del caso se empieza a construir desde el primer momento en que se tiene
conocimiento de los hechos. Una vez que se tenga la información que servirá a cada
una de las partes, se debe definir cuál será la teoría del caso a demostrar. Se plantea
inicialmente como hipótesis de lo que pudo haber ocurrido. Estas hipótesis deben ser
sujetas a verificación o comprobación mediante las diligencias que se practican durante la
investigación. Las hipótesis de investigación se convierten en teoría al finalizar la misma.
Se modifica y se ajusta hasta que empiece el juicio.

La Teoría del Caso no se comienza a desarrollar en el momento de la audiencia,


sino desde la misma investigación. Con la notitia criminis y las primeras entrevistas,
tanto el defensor como el acusador están en posición de iniciar lo que será el borrador de
su teoría del caso. Las pruebas que vayan acopiando irán perfilando esa idea, hasta
hacerla tomar cuerpo de hipótesis.
No hay duda de que en la Teoría del Caso el abogado deberá ir añadiendo y desechando
elementos. Para cuando llegue al juicio, el litigante deberá haber acopiado todos los
elementos probatorios que demostrarán su hipótesis fáctica y jurídica, los cuales serán
muy importantes en la preparación del caso.

No todos los elementos de la historia son útiles, y algunos que parecen no serIo cobrarán
importancia después. La construcción de la Teoría del Caso es un continuo ir y venir por
los hechos, hasta armar el rompecabezas de una historia donde no todos los testigos
están, ni todas las evidencias se encuentran, o bien hasta ir armando una historia donde
es evidente que los hechos no se dieron de cierto modo y por esa razón la prueba de la
contraparte es inconsistente. Ahí adquiere fortaleza la hipótesis que el abogado ha forjado
para su caso.

2.4. Pasos para construir la teoría del caso

Paso 1. Relato de los hechos: El fiscal parte de lo expresado en el documento policial,


de la declaración de la víctima o de algún testigo. El abogado defensor parte de la
declaración del imputado y testigos.

Paso 2. Determinación de la teoría jurídica: Identificar el tipo penal y sus elementos.


Analizar las circunstancias modificatorias de la responsabilidad. Determinar supuestos de
dogmática penal (por ejemplo: el error de prohibición).

Paso 3. Construcción de proposiciones fácticas: Permiten unir el relato de los hechos


con la teoría jurídica. Son afirmaciones de hechos que pueden ser reproducidos en juicio
y que dan cuenta de un elemento de la teoría jurídica.

Paso 4. Determinación de las evidencias: Las proposiciones fácticas deben estar


acreditadas con pruebas declaradas admisibles y pertinentes.

Paso 5. Clasificación de la evidencia con miras al juicio oral: Antes de ingresar al


juicio oral debemos saber que es lo que vamos a emplear, en qué orden y cómo lo vamos
a formular.

Paso 6. Identificación de debilidades del caso: Debemos saber cuáles son aquellos
aspectos que podrían ser utilizados por la otra parte, ello nos servirá para cubrir
oportunamente nuestras debilidades.

Paso 7. Se debe generar un tema o una frase: Se debe buscar una frase a manera de
titular d diario.

2.5. Características de la teoría del caso

Como hemos señalado, la Teoría del Caso se comienza a elaborar desde el primer
momento de que se tiene conocimiento del hecho. Si es la Fiscalía, para definir hipótesis
e ir precisando cuales son los requisitos de hecho exigidos por la norma que
eventualmente habría que aplicar, para iniciar la búsqueda de la prueba que confirme la
existencia de esos hechos jurídicamente relevantes. Si es el defensor, para saber cual es
su estrategia defensiva, que fundamentos tiene el asunto para demostrar la inocencia o
cuál es el grado de compromiso del imputado para examinar la posibilidad de negociar. Es
decir, se deben considerar si están reunidos los requisitos de tipicidad, antijuridicidad y
culpabilidad, recordando que cada uno de estos supuestos exige a su vez requisitos que
hay que analizar y probar.

Para que la teoría del caso sea verdaderamente útil, debe cumplir con las siguientes
condiciones:

 Sencillez. Los elementos que la integran deben contar con claridad y sencillez los
hechos, sin necesidad de acudir a avanzados raciocinios.
 Lógica. Porque debe guardar armonía y debe permitir deducir o inferir las
consecuencias jurídicas de los hechos que la soportan.
 Credibilidad. Para lograrse explicar por si misma, como un acontecimiento humano
real, acorde con el sentido común y las reglas de la experiencia. Debe ser
fundamentalmente persuasiva. La credibilidad está en la manera como la historia logra
persuadir al juzgador.
 Suficiencia jurídica. Porque todo el razonamiento jurídico se soporta en el principio
de legalidad y por tanto debe poder llenar, desde el punto de vista del acusador, todos
los elementos de la conducta punible y de la culpabilidad. Desde el punto de vista del
defensor, debe determinar la falta de un elemento de la conducta o de la
responsabilidad, o de los antecedentes jurisprudenciales que fijan el alcance de la
norma o la violación o inexistencia de los procedimientos que garantizan la
autenticidad o admisibilidad de los medios de prueba (cadena de custodia).
 Flexibilidad. Ya que inicialmente se concibe cómo será el juicio pero este siempre
está sujeto a un conjunto de avatares e imprevistos como todo proceso adversarial. La
Teoría del Caso debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse o comprender los
posibles desarrollos del proceso sin cambiar radicalmente, porque el cambio de teoría
del caso da al traste con la credibilidad de cualquier sujeto procesal.

Una buena Teoría del Caso será entonces, aquella que contiene una hipótesis
sencilla sobre los hechos y una clara adecuación típica de los mismos, sin que se
entre en sofisticados razonamientos fácticos o dogmáticos, que sea creíble porque
su posibilidad de acaecimiento es notoria y su formulación es lógica, y que logre
explicar congruentemente la mayor cantidad de hechos que sustenten la propia
pretensión, e incluso aquellos que fundamentan la teoría del caso de la contraparte
y que han podido salir a luz en el transcurso del juicio.

2.6. Elementos de la teoría del caso

2.6.1. JURÍDICO. Lo jurídico consiste en el análisis de los elementos de derecho de lo


que queremos establecer. Para el defensor, ello significa examinar los elementos
de la conducta punible, para establecer si hace falta alguno de ellos. También
puede suceder que se plantea una teoría para que se disminuya la punibilidad. Por
ejemplo, se indica que el acusado actuó como cómplice o que realizó la conducta
punible en estado de ira o de intenso dolor. Es el punto de partida, todo gira en
torno de esto. Consiste en el encuadramiento jurídico de los hechos dentro las
disposiciones legales tanto sustantivas como procedimentales. Es la subsunción
de la historia en la norma penal aplicable.

2.6.2. FÁCTICO. Lo fáctico consiste en los “hechos” relevantes, o más bien, tiene que
ver con las afirmaciones fácticas que queremos que acepte el juzgador para
establecer lo jurídico. Por ejemplo, en un caso de homicidio: Lo jurídico
consistiría en establecer que aunque alguien mató a la víctima, no fue su cliente el
homicida. O sea, no disputaremos que “alguien” mató a la víctima con dolo. Nos
centraremos en demostrar que no fue el sindicado. Esto nos lleva a lo fáctico. El
defensor presentaría varios hechos para subsumirlos en la jurídico (“no fue el
cliente”): (i) El sindicado no estuvo en el lugar de los hechos; (ii) el sindicado
estaba en su casa cuando mataron a la víctima; (iii) el sindicado no tenía móvil
para matar a la víctima, y (iv) la policía no encontró la pistola que mató a la
víctima. Pero estos hechos no se demuestran solos, sino a través de pruebas, lo
cual nos lleva a la evaluación de lo probatorio (las pruebas que establecen la
existencia de los hechos que se alegan). El primer hecho se demuestra por medio
del testimonio del cliente que indica que no mató, por el testimonio del testigo
presencial que no observó bien al autor, y por la cinta de cámara de video del
lugar de los hechos que demuestra que el autor era más alto que el sindicado. El
segundo hecho se demuestra por el testimonio de la novia del sindicado que él
estuvo con ella en la casa. El tercer hecho se demuestra por testimonio de amigos
del sindicado y víctima que eran muy amigos los dos. Y por último el cuarto hecho
se demuestra por testimonio de la policía que manifiesta que nunca encontraron la
pistola. Así pues, tenemos que lo fáctico sustenta lo jurídico. Es la
identificación de los hechos relevantes o conducentes para comprobar la
responsabilidad o no responsabilidad del procesado, hechos que deben ser
reconstruidos durante el debate oral, a través de las pruebas. Los hechos
contienen las acciones con circunstancias de tiempo, los lugares o escenarios, los
personajes y sus sentimientos, el modo de ocurrencia, los instrumentos utilizados,
y el resultado de la acción o acciones realizadas.

2.6.3. PROBATORIO. Cuando se sabe cuales son los hechos relevantes, viene la
determinación y la clasificación de las pruebas que demuestran cada supuesto.
Esto me permite saber que fortalezas y debilidades tiene la Teoría del Caso, para
definir si hay lugar a formular acusación cuando se trata de la Fiscalía; o para
saber que tan comprometida está la responsabilidad del defendido, cuando se
trata del defensor. Es decir, lo probatorio consiste en examinar las pruebas que
queremos presentar para establecer lo fáctico, tal como ya se mencionó.
Sustenta la teoría fáctica y la jurídica. Permite establecer cuáles son las pruebas
pertinentes para establecer la certeza de la ocurrencia de la conducta punible y de
la responsabilidad del acusado como supuestos de una sentencia condenatoria
para la Fiscalía, o la ausencia o deficiencia de estos requisitos en el caso de la
defensa, fallas procedimentales esenciales o la ruptura de la cadena de custodia
que hace perder la autenticidad de la prueba. La teoría probatoria es el modo de
comprobar ante el juez los planteamientos formulados.

La Teoría del Caso, entonces, está compuesta por tres niveles de análisis: a) La teoría de
los hechos o teoría fáctica; b) La teoría jurídica o teoría del derecho aplicable al caso; y c)
La base probatoria. La razón de describir la Teoría del Caso como compuesta por tres
elementos, es que si se dejara por fuera la base probatoria, lo que tendría el litigante sería
una buena historia, pero no un buen caso, porque le faltarían los elementos de convicción
que lo demuestren. Para que haya caso penal, es necesario que tengamos prueba. Tanto
es así, que si en la etapa de investigación no es posible recoger los elementos de
convicción que demuestre el dicho del ofendido, el fiscal pasará a la etapa de formulación
de su requerimiento con una conclusión negativa, o sea, que no hay delito que perseguir.
La prueba es el elemento que permite formular un requerimiento acusatorio. Si el fiscal o
acusador no tiene suficientes elementos de convicción en dicha audiencia de control, el
juez encargado le rechazará su requerimiento por falta de fundamentación probatoria. La
relación entre los tres elementos de la teoría del caso es de continuidad: Primero
encontramos que los hechos (teoría fáctica) tienen relevancia penal. En segundo lugar,
los encuadramos dentro de las normas penales que creemos aplicables (teoría jurídica y
subsunción). En tercer lugar, contrastamos esos hechos con la prueba (teoría probatoria);
cada elemento, típico de la historia será demostrado por otro elemento de convicción.

En las situaciones fácticas, jurídicas o probatorias discutibles, será la habilidad del fiscal la
que pueda demostrarle al juez o al jurado que su hipótesis de la historia sí es una teoría
del caso admisible.

2.7. Funciones de la teoría del caso

La teoría del caso sirve para pensar organizadamente el caso y monitorear cada etapa del
juicio. Permite construir la historia persuasiva con significado penal relevante. En cada
fase del juicio oral la teoría del caso ayuda a:

2.7.1. Sirve de objetivo específico para que los servidores públicos y las partes
puedan planear y ejecutar las actividades de indagación e investigación y
luego las propias del juicio. Es decir, sirve para trazar el programa metodológico
de la investigación, los cuales han de tener relación con las hipótesis delictivas
que se van creando. Las hipótesis son objetivos específicos, que permiten a cada
parte construir su teoría del caso, y que luego cada parte expondrá con el
propósito de persuadir que la suya es la más creíble, por su veracidad y justicia.

2.7.2. Planear y organizar el alegato de apertura. La presentación inicial de la teoría


del caso se realiza en el alegato de apertura. Este, como se verá más adelante,
contiene la presentación del tema, la narración de los hechos, las pruebas que
sustentarán la teoría y se practicarán en el juicio, y lo que logrará probarse. La
teoría del caso es la esencia del alegato de apertura que permite organizarlo
lógica y persuasivamente en sus aspectos fácticos, probatorios y jurídicos.

2.7.3. Identifica la materia o el tema del asunto y los hechos jurídicamente


relevantes, por eso permite orientar y planear las estrategias de la acusación y de
la defensa.

2.7.4. Permite a partir del tema y de los hechos relevantes determinar las pruebas
conducentes que se deben buscar y pedir en la audiencia, excluyendo lo que
pueda resultar superficial.

2.7.5. Organizar la prueba que se presentará. La teoría del caso permite organizar la
prueba de la forma que mejor convenga para vivificar la teoría del caso. Estas
formas pueden ser cronológicamente que resulta ser la mejor forma para la
Fiscalía ya que permite presentar la historia paso a paso, o, sistemáticamente o
estratégicamente que es la mejor forma para la defensa ya que está dirigida a
probar un supuesto jurídico determinado. La organización de la prueba permite
eliminar las pruebas innecesarias y direccionar las pruebas que se presentarán
hacia el hecho que se quiere probar, relacionarlas con los supuestos jurídicos y
anticipar su contradicción por los demás sujetos procesales.

2.7.6. Permite establecer el orden en que los testigos y peritos serán presentados
privilegiando los testimonios fuertes al comienzo y al final para causar impacto
sobre el juzgador, bajo el principio psicológico que lo que se retiene es lo primero y
lo último. También permite organizar los interrogatorios orientando éticamente al
testigo sobre su declaración y la secuencia del examen, así como orientarlo frente
al contrainterrogatorio que vendrá después. Ayuda a analizar las debilidades de
los testigos propios y adversos y a preparar el contrainterrogatorio respectivo.

2.7.7. Facilita a partir de los hechos jurídicamente relevantes interrogar y


contrainterrogar a los testigos.

2.7.8. Preparar el alegato de conclusión. La culminación del debate oral es el alegato


final. Se aconseja siempre diseñar la teoría del caso a partir del alegato de
conclusión y devolverse para saber cuáles son las pasos que hay que dar y los
presupuestos fácticos jurídicos y probatorios que deberán presentarse para que
los argumentos establezcan las promesas realizadas en el alegato de apertura.

2.7.9. Adoptar y desechar estrategias de defensa. Con un buen diseño de la teoría del
caso, el defensor está en capacidad de identificar cuál es su mejor posibilidad de
defensa.

2.7.10. Define los temas y la organización de los alegatos de apertura y finales.

La teoría del caso consiste en subsumir los hechos (teoría fáctica), dentro de la normal
aplicable (teoría jurídica), según los elementos de convicción recopilados (teoría
probatoria), de modo que permitan construir una historia con significado penal relevante.
No importa si el significado penal relevante es condenatorio o absolutorio; basta con que
la teoría del caso concluya: Fulano es [o no es] autor responsable de tal delito, y lo
demuestre.

La Teoría del Caso identifica la acción, el sujeto activo, el sujeto pasivo, los objetos
involucrados, las circunstancias de modo, tiempo y lugar, y las compara con los requisitos
que en ese mismo sentido exige el tipo penal. Si se logra un encuadre significativo, se
relaciona con la prueba que se ha acopiado. Si cada elemento de la historia tiene un
referente en la prueba que así lo demuestre, se tiene una teoría del caso.

Desde la perspectiva de la acusación, la Teoría del Caso es una explicación jurídica de


por qué ciertos hechos ocurridos deben dar lugar a una sanción penal en contra de su
autor. Desde la óptica de la defensa, la Teoría del Caso es la explicación jurídica de por
qué no debe sancionarse a aquel a quien se tiene por autor. Según lo verá el órgano
jurisdiccional, la teoría del caso es la postulación que cada parte le presenta para que la
asuma como una verdad jurídica. El juez deberá, finalmente, admitir una y solo una teoría
del caso, la cual plasmarán en su decisión final.

En suma, la Teoría del Caso es el medio ideal para dirigir la investigación; planificar,
direccionar y ejecutar la práctica de pruebas en el juicio; tener un concepto claro de la
importancia de cada prueba y eliminar la prueba superflua e innecesaria; determinar la
forma en que se realizan los interrogatorios y contrainterrogatorios en el juicio; preparar
los alegatos; entre otros.

3. EL INTERROGATORIO DIRECTO
3.1. Introducción

En los sistemas acusatorios de naturaleza oral y adversativa se depende


fundamentalmente de la prueba testifical para establecer todas las alegaciones en el
caso. El mecanismo se denomina “interrogatorio directo”.

3.2. Concepto

Es el que efectúa el fiscal o el abogado que representa al testigo “protagonista”. El fiscal o


el abogado son los “directores de la película” y procuran que el interrogatorio de sus
testigos impresiones favorablemente al juzgador.

3.3. Objetivos

- Establecer todos los elementos de lo que se quiere probar.


- Ser creíble.
- Debe ser escuchado.

3.4. Pautas del interrogatorio

3.4.1. Acreditar al testigo. El juez debe conocer al testigo. Humanizarlo.

3.4.2. Sencillez. Debemos de formular preguntas y buscar respuestas que se entiendan.


Destacar lo indispensable, claramente, sin utilizar un lenguaje técnico que afecte la
interpretación que se de. Salvo el perito para impresionar significativamente al juez
o al abogado. Simplificará su contestación con nueva pregunta que el testigo
explique en términos sencillos.

3.4.3. Esclarecer la “jerga”. Aclarar los términos “jerga” que emplee el testigo.

3.4.4. Ser descriptivo. El fiscal o abogado debe ubicar al juez en el lugar más
importante de los hechos para que entienda mejor lo acontecido. La descripción
que el testigo haga debe comprender: iluminación, personas presentes, sonidos,
distancias, tiempo y conocimiento previo.

3.4.5. Controlar el ritmo del interrogatorio. El juez escuchará con detenimiento el


testimonio ameno e interesante. El ritmo es el detenimiento que emplea el testigo
en determinadas áreas de su declaración. El área importante se trabaja a ritmo, es
decir, el testigo la expone y profundiza con lujo de detalles o “en cámara lenta”. En
las áreas no importantes el ritmo del testimonio es acelerado. El fiscal y el
abogado tienen la obligación de lograr el ritmo adecuado del examen directo,
según sus intereses.

3.4.6. No hacer preguntas sugestivas. La pregunta sugestiva es aquella en la que se


sugiere la contestación. Crea interrogante sobre la capacidad de percepción o
recordar del testigo. No permite que se evalúe su expresión corporal, gestos,
maneras, miradas. Demuestra mala preparación del fiscal o del abogado, ya que
cuando al testigo se le sugiere contestaciones se le resta protagonismo. Por el
contrario, hay que utilizar preguntas abiertas (con qué?, cómo?, cuándo?, dónde?,
porqué?, explique?, describa?). Es durante la investigación del caso que el fiscal o
el abogado le explican al testigo acerca de la importancia de su declaración y le
informan sobre las preguntas que se le harán. El testigo hará ajustes necesarios
cuando se olvide de parte de su testimonio o el fiscal o el abogado cambien las
preguntas. La sugestividad es aceptada por razones de edad, pobre educación,
dificultad de expresión y pudor. Se debe de tener cuidado con el interrogatorio a
testigos hostiles e identificados con la parte contraria. La práctica permite
sugestividad en aspectos preliminares como preguntas introductorias,
acreditación, presentación de evidencia tangible.

3.4.7. Anunciar debilidades. ¿Debemos presentar a través del testigo información


perjudicial al caso? Sí, para restarle impacto cuando la presente la otra parte. Eso
será percibido favorablemente por el juez. No obstante ello, si bien se minimiza el
efecto adverso y se le resta impacto, podría proveer un dato beneficioso a la parte
adversa que no lo conocía. Entonces, debemos de presentar la evidencia adversa
de un testigo cuando sepamos que la otra parte tiene posibilidad de conocerla y de
utilizarla en su contra interrogatorio o en su turno de prueba. Los criterios a tomar
en cuenta son: a) Naturaleza del dato. Cuando es información de conocimiento
general; y b) Conocer al abogado contrario. Si es diligente, si investiga cabalmente
su caso, si es riguroso en procedimientos de descubrimiento de prueba.

3.4.8. Escuchar la contestación del testigo. Debemos escuchar prestando atención. Si


bien el testigo declara según la teoría del caso, puede omitir algún aspecto
esencial y para evitar ello hay que estar atento a lo que diga. Tenemos que
identificar si el testigo usa un tono de voz adecuado o si habla muy rápido o sin
claridad. Hay que estar atento a las objeciones de la otra parte que interrumpan
las respuestas. Si se declara no ha lugar a la objeción debemos de repetir la
pregunta, pues el testigo la puede haber olvidado.

3.4.9. Posición del Fiscal o el Abogado. El fiscal o el abogado defensor es el “director


de la película” y no puede quitarle la atención al testigo. El interrogatorio directo se
lleva a cabo tras el pupitre. Hay que elaborar un formulario o bosquejo de lo que
se va a preguntar al testigo. Por excepción el fiscal o el abogado sale del pupitre y
se mueve con el propósito de: a) Presentar evidencia tangible. Para la
presentación de evidencia tangible algunos jueces instruyen al fiscal o al abogado
defensor que lleven la evidencia al secretario para ser marcada como
identificación o para mostrársela al testigo y a la representación legal de la otra
parte. b) Enfatizar parte del testimonio. Si el testigo tiene que demostrar con
gestos el hecho narrado. c) En un momento emotivo o dramático. Cuando se
acerca al testigo para transmitirle tranquilidad o solidaridad.

3.4.10. Organización. Es recomendable seguir un orden cronológico. Empezar desde el


inicio de los hechos. Debemos de maximizar el principio y el final del interrogatorio,
destacando los más importante del testimonio. Ya que el juez recuerda con mayor
facilidad lo que escucha al principio y al final del testimonio. El formato del
interrogatorio directo es: a) preguntas de acreditación, b) preguntas introductorias,
c) narración principal, d) preguntas descriptivas, e) presentación de evidencia, f)
corroboración y g) final climático.

3.5. Orden de la Prueba testimonial

El juzgador retiene con mayor facilidad lo que escucha al principio y al final. Debemos de
seleccionar 2 testigos impactantes para el principio y el final. Hay que tener en cuenta que
el juez entenderá más fácil lo que es narrado cronológicamente. La admisibilidad de
varios testimonios o evidencias tangibles depende de que se establezcan determinadas
bases evidenciarias.

4. EL CONTRAINTERROGATORIO

4.1. Introducción.

El testigo fácilmente puede memorizar o regresar una narración durante interrogatorio


directo independiente que sea veraz. El contra interrogatorio lo hará salir del “libreto” ya
memorizado. Es muy difícil que un testimonio inventado o adornado sea inmune a un
contra interrogatorio efectivo. El contra interrogatorio es el motor más efectivo para la
búsqueda de la verdad.

4.2. Concepto.

Es la exposición por la contraparte al testigo sin número de preguntas para impugnar su


credibilidad.

Está limitado a las áreas cubiertas en el interrogatorio directo y a las relacionadas a la


credibilidad del declarante.

El contra interrogatorio tiene 3 propósitos:


- Aporta aspectos positivos a nuestro caso.
- Destaca aspectos negativos del caso de la parte contraria.
- Impugna la credibilidad del testigo de la parte contraria.

4.3. Pautas del contra interrogatorio

4.3.1. Ser breve. Debemos tener presente que el testigo (sujeto a contra interrogatorio)
está identificado con la parte contraria. En el contra interrogatorio hay que
identificar e interrogar sobre áreas beneficiosas a nuestra teoría. Para ello, el
Fiscal o el abogado deben haber investigado su caso a cabalidad, pues en el juicio
oral es muy tarde para ello. Todo lo que nos beneficia debe ser traído a
consideración del juez. Debemos desarrollar puntos sueltos que en conjunto
afecten la credibilidad del testigo. Hay que utilizar muchas preguntas generando
datos para el informe final. Cuando se presentan a declarar muchos testigos sobre
el mismo hecho, con un contra interrogatorio extenso a cada uno podremos hacer
surgir discrepancias, impugnado de esa manera la credibilidad de sus
declaraciones.

4.3.2. Formular preguntas sencillas. El juzgador debe de entender todas nuestras


preguntas. No debemos de formular preguntas compuestas (son aquéllas que
contienen más de una a la vez y su respuesta con un monosílabo no establece
con certeza a cuál se refiere, creando incertidumbre). No se deben hacer
preguntas en negativa, pues la contestación genera incertidumbre acerca de lo
que quiso expresar el testigo.

4.3.3. Formular sólo preguntas sugestivas. El abogado es el protagonista. Hacer


aseveraciones al testigo que debe afirmar o negar las mismas permiten tener el
control del testigo, porque no se le provee la oportunidad de que explique su
contestación. Ello nos permite cumplir con la brevedad. La sugestividad facilita
dirigirnos directamente a las áreas que queremos contra interrogar al testigo.
También facilita formular preguntas sencillas . la pregunta sugestiva por su
estructura es fácil de entender por el juzgador.

4.3.4. Sólo preguntar si sabemos la contestación. Terminada la investigación


preparatoria debemos saber lo que cada testigo de la parte contraria puede
aportar en beneficio nuestro. La norma general es que no se pueden hacer
preguntas cuyas respuestas no estén calculadas, por el riesgo de que una
respuesta pueda perjudicar nuestra teoría del caso. Se puede hacer excepciones
evaluando: a) La identidad de los testigos; b) No es recomendable hacer
preguntas cuyas respuestas no se saben; c) Si durante el interrogatorio al testigo
surgen datos importantes y favorables para el caso del abogado que lo formula; d)
El fiscal o el abogado que ha investigado exhaustivamente su caso podrá
pronosticar si se beneficiaría o perjudicará con el contra interrogatorio; y e) Si
surge algo nuevo en el contra interrogatorio. Se infiere que es favorable para
nuestro caso, pues si fuera desfavorable ya la otra parte lo hubiera presentado.
Ello surge por descuido o inadvertencia del testigo.

4.3.5. Escuchar la contestación. Hay que prestar la atención debida y escuchar la


contestación del testigo, pues éste puede sacar a relucir información con la que no
se contaba. No hay que distraerse mirando las notas o pensando en la siguiente
pregunta. Las preguntas y respuestas deben presentarse ininterrumpidamente, si
hay objeción, se repite la pregunta.

4.3.6. No “pelear” con el testigo. El fiscal y el abogado deben tener una conducta
respetuosa y decorosa hacia los testigos. Ante los ataques del testigo se recurre al
auxilio del juez o reaccionar directamente con moderación.

4.3.7. No permitir que el testigo explique. El abogado es el protagonista. Hay que


formular un interrogatorio con aseveraciones que requieren rechazo o aceptación
por parte del testigo, pues éste es hostil ya que está identificado con la otra parte y
tiene pocas cosas favorables para nuestro favor. Hay que limitar el interrogatorio a
esas pocas cosas favorables a través de lo siguiente: a) Hacer preguntas
sugestivas (no permiten que el testigo explique); b) Solicitar el auxilio del juez si el
testigo insiste en explicar. Para ello hay que solicitar al juez que instruya al testigo
para que limite sus respuestas. Se le permitirá expresar cualquier explicación
cuando la otra parte formule el re-directo; c) Si el testigo realizó su afirmación o
negación y empieza a explicar debemos de formular inmediatamente otra
pregunta, lo que lo obligará a hacer un alto y atenderla; d) Si la explicación del
testigo es nociva debemos de interrumpir al testigo; y e) Si el testigo no quiere
responder la pregunta, se le repite y repite, hasta que se vea obligado a
contestarla.

4.3.8. No repetir el interrogatorio directo. Repetir las preguntas formuladas en el


interrogatorio directo demuestra falta de preparación e inexperiencia. No se puede
improvisar o repetir el directo, pues ello genera una apreciación negativa al juez.
Salvo que el interrogatorio directo aporte evidencia favorable a nuestro caso o
adversa para la otra parte y convenga que el testigo la repita como parte del contra
interrogatorio. También como introducción a un tema favorable como impugnación
del testigo.

4.3.9. Saber cuándo preguntar. Sólo debemos de formular el contra interrogatorio


cuando tengamos la certeza de que con él vamos a obtener un dato favorable para
nuestro caso o desfavorable para la otra parte o impugnar al testigo.

4.3.10. Saber cuándo terminar. Hay que identificar la información que realistamente
podamos obtener. Hay que tener presente que el testigo está identificado con la
otra parte. La información debe de desarrollarse durante las argumentaciones o
con el informe final. Hay que confrontar al testigo con la inconsistencia de sus
declaraciones previas, ello impugnará su credibilidad. Si el testigo insiste hay que
concluir el contra interrogatorio, ello podría justificar razonable y creíblemente su
inconsistencia. El testigo no aceptará ser un mentiroso y que inventó todo. ¡No
buscar la yugular del testigo!

4.4. Orden de las preguntas

Iniciar y terminar el contra interrogatorio con los puntos más favorables a nuestro caso.
Dividir nuestro contra interrogatorio por temas, cada tema requiere un conjunto de
preguntas. No debemos limitarnos a un orden cronológico, pues ello permite prever las
preguntas.

4.5. Impugnación de testigo

Todo lo que el testigo conteste podría estar contaminado con falsedad.


Si el testigo se encuentra intimidado podrá tornarse más cooperador.

5. EL INTERROGATORIO RE-DIRECTO

5.1. Concepto.

Es el nuevo interrogatorio posterior al contra interrogatorio y la efectúa la parte que hizo el


interrogatorio directo al testigo.

Está limitado a las áreas cubiertas en el contra interrogatorio.

5.2. Tiene por finalidad:

- Aclarar las dudas que hubieran surgido en el contra interrogatorio.


- Rehabilitar al testigo impugnado, o sea devolverle credibilidad mediante prueba de
su carácter o sobre el contenido de su testimonio para explicar o negar la prueba
impugnatoria.

Debemos tener presente que el interrogatorio re-directo se efectúa cuando el testigo


“pueda” aclarar las dudas o rehabilitarse.

El re-directo puede producir un recontra-interrogatorio que puede perjudicar más a


nuestro testigo.
El re-directo se lleva a cabo bajo las mismas reglas y pautas del interrogatorio directo.

Debemos de dirigirnos al área a aclarar a través de preguntas de transición u orientación.

El re-directo NO puede repetir el interrogatorio directo, pues sería objetado.

6. EL RECONTRA INTERROGATORIO

6.1. Concepto.

Es el interrogatorio al testigo posterior al re-directo y está limitado a las áreas cubiertas en


el re-directo.

En el re-directo se siguen las pautas del contra interrogatorio.

Sólo se realiza cuando es necesario.

Las preguntas están dirigidas a cuestionar la explicación del testigo de la contraparte.

6.2. Hay dos formas:

- cuestionando la razonabilidad de la explicación.


- Volver sobre la impugnación original o los datos obtenidos durante el recontra
interrogatorio y hacer que el testigo se reafirme.

Si el re-directo es pobre es innecesario el recontra interrogatorio. Ello hay que


planteárselo así al juez.

7. IMPUGNACIÓN sobre la credibilidad de testigos

7.1. Concepto.

Es el propósito fundamental del contra interrogatorio.


Requiere mayores destrezas y técnicas.
El testigo, sin duda, que se resistirá a ser impugnado.

Sólo se puede impugnar la credibilidad del testigo conociendo la existencia de dato o


hecho con evidencia real y verosímil.
Debemos de identificar:
- La naturaleza de la impugnación. Se impugna la credibilidad del testigo o de su
testimonio.
- La modalidad de la impugnación.
a) Manifestaciones inconsistentes:
La impugnación debe seguir el siguiente orden:
. Comprometer al testigo con lo declarado en el interrogatorio directo.
. Establecer la importancia de la inconsistencia en el caso.
. Acreditar las circunstancias en que fue prestada la primera declaración del
testigo.
. Darle la oportunidad al testigo de que acepte o niegue su declaración anterior.
b) Impugnación por omisión:
Se presenta cuando el testigo declara en juicio algo que no hizo anteriormente.
Se deben de seguir los siguientes pasos:
. Comprometer al testigo con lo declarado en el interrogatorio directo.
. Establecer la importancia de lo omitido en el caso.
. Acreditar las circunstancias en que fue prestada la primera declaración del
testigo.
. Dar la oportunidad a que el testigo acepte o niegue la omisión incurrida.
. Confrontación con declaración anterior.
c) Carácter mendaz:
En forma de opinión: presentar a un testigo sobre ello.
. El testigo conoce al declarante a ser impugnado.
. El testigo establece las bases por las cuales conocer al declarante.
. Testigo que tiene una opinión formada relacionada al carácter mendaz del
declarante a ser impugnado.
. El testigo verbaliza su opinión.
- La evidencia necesaria para impugnar.

7.2. Impugnación de la reputación del declarante

Hay que presentar al testigo según pautas:


- El testigo es miembro de la misma comunidad (residencial, social, laboral) que el
declarante a ser imputado.
- El testigo indica su vinculación con la determinada comunidad.
- El testigo conoce la reputación relacionada a mendacidad que goza el declarante a
ser impugnado en dicha comunidad.
- El testigo verbaliza la reputación.

7.3. Impugnación por convicción del delito

Está relacionado con la deshonestidad o falso testimonio y no debe ser remoto.


Se le pregunta al testigo si fue condenado. En caso que lo niegue, se presentará el
certificado de antecedentes penales.

7.4. Impugnación por percepción

Ebriedad, drogadicción, nerviosismo o excitación.


La investigación psicológica establece criterios:
- Los testigos siempre sobreestiman la duración de los eventos.
- En los delitos con armas, las víctimas tienden a prestar atención a las armas más
que al sujeto que las porta.
- La violencia afecta la percepción y la memoria.
- La memoria de un testigo puede ser afectada por información que reciba con
posterioridad al evento.
- Una vez que un testigo se compromete públicamente con una identificación
insistirá en la misma, a pesar de que pueda ser errónea.

El juzgador establece criterios para evaluar al testigo ocular en ausencia de rueda de


detenidos:
- Oportunidad y tiempo durante el cual el testigo pudo observar al sospechoso.
- Grado de atención y capacidad perceptiva demostrada por el testigo.
- Grado de certeza demostrada por el testigo al realizar la identificación.
- Similitud entre la descripción inicial del sospechoso y las características físicas de
éste.
- Tiempo transcurrido entre la comisión del delito y la identificación del sospechoso.
- Momento en que se realizó la rueda d detenidos.

7.5. Parcialidad

Existencia o inexistencia de cualquier perjuicio, interés u otro motivo de parcialidad por


parte del testigo.
Entre ellos:
- Amistad
- Parentesco
- Interés pecuniario
- Venganza
- Inmunidad
- Interés sexual o afectivo
- Interés político
- Miedo
- Identificación con alguna de las partes (por raza, sexo, religión, etc.)

8. LAS OBJECIONES

8.1. Concepto.

Es el procedimiento utilizado para oponerse a la presentación de evidencia inadmisible,


así como para oponerse a un comportamiento indebido durante el juicio.
La objeción requiere más que conocimiento Derecho de la prueba.
Identificar que la pregunta o contestación es objetable, hallando los fundamentos
correctos y evaluar la conveniencia de objetar.

8.2. Pautas para las objeciones:

- Actuar rápidamente
- Ser cortés
- Conocer al juez
- Objetar solo cuando sea necesario
- Conocer el Derecho de la prueba
- Prever los incidentes objetables
- Discutir las objeciones sin la presencia del testigo
- Conocer a la parte contraria
- Utilizar guías:
. En el directo
. En el contra interrogatorio
. En la presentación de pruebas
. Por materia.
- Utilizar y maximizar las instituciones y remedios.

BIBLIOGRAFÍA
 ALESSANDRI R., Arturo, Curso de derecho civil, Ed. Nascimento, Santiago de Chile, 1961.
 BAYTELMAN, Andrés y DUCE, Mauricio, litigación penal en juicios orales, Eds. Universidad Diego Portales, 2ª edición, Santiago de Chile, 2001.
 CANO J., Carlos A., La redacción del texto jurídico, Bogotá D.C., 1996.
 Decreto Legislativo Nº 957 – Nuevo Código Procesal Penal
 ENGISH, Kart, citado por Eduardo García Máynez, “Teoría del Silogismo Jurídico”, en Hermenéutica del Derecho, Escuela Judicial Rodrigo Lara
Bonilla, Curso para jueces de la República, Bogotá 1988.
 FERRAJOLI, Luigi, Derecho y Razón (Teoría del Garantismo Penal), Ed. Trotta, Madrid, 1989.
 MONROY C., Marco G., Aplicación, interpretación e integración del derecho, en Hermenéutica del Derecho, Escuela Judicial Rodrigo Lara
Bonilla, Curso para jueces de la República, Bogotá 1988.
 NEYRA FLORES, José. Seminario Taller Técnicas de Litigación Oral. LyEJ. Lima, 2007.

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