Exagium

Revista Ergoletrías
Año 5. No. 5
Semestre B de 2018
ISSN: 2322-9977

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N o . 5 Semest 77
Año 5 . 322-99
ISSN: 2

Rector Ergoletrías
Omar Albeiro Mejia Patiño
Vicerrector Académico Director
Oscar Iván Cortéz Nelson Romero Guzmán
Vicerrector Desarrollo Coordinador Editorial
Humano Omar Alejandro González
Enrique Alirio Ortiz Guiza Comité Editorial de la
Director IDEAD Universidad
Carlos Arturo Gamboa Libardo Vargas Celemín
Bobadilla Carlos Arturo Gamboa
Secretaría Académica Bobodilla
IDEAD Jorge Ladino Gaitán Bayona
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Año 5. - No. 5 - Semestre B de 2018
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CONTENIDO
EXAGIUM
DE LA AUSENCIA AL EXCESO DE REALIDAD, DE LA VISIBILIDAD A LA
RANSPARENCIA, Y DE LA ENTRONIZACIÓN DEL OBJETO A LA ESTETIZACIÓN
DE LA VIDA COTIDIANA: UNA MIRADA A LA DESILUSION ESTÉTICA DE JEAN
BAUDRILLARD 7
Albeiro Arias

LA IDEALIZACIÓN DE LA MUJER EN LA CONSTRUCCIÓN POÉTICA DEL BOLERO 16

Nina Villarreal, Yudy Feria, Luz Aydee Rayo

NELSON ROMERO: EL ARTE DE PROVOCAR A LAS SOMBRAS 26

Álvaro Marín

CARTA A UN(A) ESTUDIANTE DE LICENCIATURA 33

Alex Silgado Ramos

MEMORIA DEL UNIVERSO CULTURAL YANACONA EN LA POESÍA DE FREDDY

CHICANGANA 36
Ligia Campos Rodríguez, Juan Camilo Cárdenas Guantiva, Gina Katherine Ardila Jovèl, Sandy
Mercedes Galeano Olmos

LA VEJEZ: MÁS ALLÁ DEL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA 45

Helen Hernández Páez

HA VUELTO: UN FÜHRER PARA “TIEMPOS LÍQUIDOS” 53

Jorge Ladino Gaitán Bayona

EL PODER Y EL CARNAVAL EN LA NOVELA LOS ALMUERZOS DE EVELIO ROSERO 59

Danny Patricia Cruz Oliveros

UN NUEVO TESTAMENTO EN LOS JUEGOS DES/GENERADOS DEL LIBRO

ARTEFACTO LUDENS DE CARLOS ARTURO GAMBOA 64
Juan Sebastián Lombo, María Fernanda Álvarez, Carolina Romero Otálora

CARICATURA, UNA NOVELA INFANTIL  72

Luz Stella Rivera Espinosa

LA DINÁMICA DE LOS SISTEMAS Y PROCESOS NEUROLÓGICOS HUMANOS EN EL

PROCESO DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE 85
Fabio Andrés Recalde Meneses

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¿ES NECESARIO TENER EN CUENTA LOS PROCESOS NEUROLÓGICOS HUMANOS
PARA OPTIMIZAR EL PROCESO DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE POR MEDIO DE
LAS TECNOLOGÍAS DIGITALES? 88
Angela María Carmona Lopez

NELSON ROMERO GUZMÁN, EL POETA DE LAS DOS MÁSCARAS EN MÚSICA

LENTA 91
Daniela Melo Morales

DE BOCA EN BOCA
CINE Y LITERATURA

DE LA PINTURA AL CINE: VINCENT VAN GOGH Y SU INFLUENCIA AL MUNDO

MODERNO 100
Sergio Quintero, Cynthia Julieth Torres Gómez

CUENTO CON VOZ

CUENTO LATINOAMERICANO CONTEMPORÁNEO

LA MUJER PARECIDA A MÍ 108

Felisberto Hernández

LA MOLICIE 116
Julio Ramón Ribeyro

LA CARNE 120
Virgilio Piñera

PÓCIMAS POÉTICAS
Tania Ganitsky 124
Omar Alejandro González Villamarín 129
Alex Silgado Ramos 131

SEPARATA
MEDIO PAN Y UN LIBRO 133
Federico García Lorca

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NELSON ROMERO GUZMÁN, EL POETA DE LAS DOS

MÁSCARAS EN MÚSICA LENTA

Daniela Melo Morales

Licenciada en Lengua Castellana de la Universidad del Tolima

exiliado. En esta parte del libro se encuentra

con personajes de la literatura que tienen
aspectos en común: habitan en la oscuridad
y a través del verso conversacional cuentan
sus destinos inciertos. El verso se convierte
en antítesis; es decir, el hombre desnuda a la
poesía, la confronta y ante ello, la escritura
se levanta para despojarlo de la catarsis.
El escritor deambula por el mundo
sin patria y sin palabra.

El poeta, ensayista y profesor de

literatura Nelson Romero Guzmán nació
en 1962 en Ataco (Tolima-Colombia). Es
profesor de la Universidad del Tolima, donde
integra el Grupo de Investigación en Literatura
del Tolima. Entre sus libros publicados se
destacan poemarios que han
obtenido premios a nivel nacional
e internacional: Rumbos (Premio
Nacional Fernando Mejía Mejía,
1992), Surgidos de la luz (Premio
Nacional de la Universidad de
Antioquia, 1999), Obras de
Mampostería (Premio Nacional
de Poesía Ciudad de Bogotá,
organizado por El Instituto Distrital
de Cultura y Turismo, 2007), Bajo
el brillo de la luna (Premio Casa de las
Américas, Cuba, 2015), y Música lenta
Introducción (publicado en 2014 y Premio Nacional de Poesía
del Ministerio de Cultura, 2015). Otros de sus

E
n el presente artículo se exploran las dos poemarios son: Grafías del insecto (2005), La
caras del yo poético de Nelson Romero Quinta de sordo (2006) y Apuntes para un cuaderno
Guzmán en Música lenta (2014). El poeta secreto (2011). En su producción ensayística están
asesino anda al acecho de personajes ficcionales y El porvenir incompleto, tres novelas históricas
reales en “Ceremonias” y “Música lenta”. Mientras colombianas (2012), y El espacio imaginario en la
que en “variantes” asume el protagónico de poeta poesía de Carlos Obregón (2012).

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El hombre de las dos caras sin palabra y sin biográfico” (2014, p. 13). El lector está frente a
patria una representación teatral y es en la oscuridad
donde las máscaras crean sus artíficos, puesto
En Música lenta el tempo es adagio. Marcha que están bajo sus propias leyes. El hombre de
al compás de las piezas musicales lentas y las dos caras también crítica a la ciencia porque
majestuosas. Sus puertas metafóricas se abren ha intentado conceptualizar al ser humano. Sin
con el prólogo ficcional de la poeta Sylvia Plath. embargo, si éste naciera de nuevo cometería las
La artista bostoniana, desde la otra orilla de la mismas acciones. La creación de este personaje
muerte, pide al poeta que renuncie a la escritura, da un toque distinto a la poesía colombiana:
pues su espíritu negro ha permeado sus letras,
su pasado y sus ánimos homicidas apuntan a Puerta caída de un mundo que arriba nunca
lectores y personajes literarios: “Pero quien pudieron cerrar, su hermosura nos cegó
escribe como tú, arruina. Se le debe prohibir la cuando dimos un giro en la plaza para
imprenta, escondérsele todo el papel. Mas no te mirar los altos portones, entonces, como una
enojes, no por eso la poesía te niega, aunque tú la aparición de la palabra, se abrió, pero no
traiciones” (Romero Guzmán, 2014, p. 9). Los había ningún mundo adentro, era el signo
poemas están bien entretejidos porque muestran roto, vaciado, figura en sí misma y borrón de
un hilo coherente entre las historias versificadas una arquitectura.
y las obras o personajes mencionados, dado que (Romero, Guzmán, 2014, p. 44)
obedecen a un fin: la decadencia y complejidad
humana. El poema “informe Darwin” es el vivo El poema anterior se titula “Puerta 3”. Este
retrato del humor negro: es un homenaje al ser como memoria. Lo único
que persevera del hombre en ruinas son los
Si un árbol cualquiera del bosque, el más fragmentos de su vida y cuando parte al otro
bondadoso, me domesticara entre sus ramas, mundo, en su equipaje solo hay espacio para los
¡qué dichosa sería la teoría de Darwin! recuerdos, como lo expresa Jorge Luis Borges
en los versos del poema “cambridge”: “somos
Con la tortuga, con el buitre, incluso con nuestra memoria, / somos ese quimérico museo
la serpiente, todo estaría bien, pero con el de formas inconstantes, / ese montón de espejos
hombre volvería a fracasar la teoría de la rotos (1969, p. 7). Cuando Nelson
evolución de las especies. Romero Guzmán vuelca la mirada
hacia sí mismo haya historias,
Mira, Darwin: Esos fantasmas que giran las evocaciones y personajes que se
hélices nunca dejarán de repetir el rapto de asemejan en su forma de percibir
Helena. la soledad, la negrura y la muerte.
Es un “escritor Catoblepas”
Con estos animales tanto raros, con la cola en (Vargas Llosa, 1997, p. 24) porque
la cabeza. “hurga en sí mismo, en su memoria y produce
(Romero Guzmán, 2014, p. 21) una recreación artística de su vida en totalidad
En Música lenta la tonalidad pasa del tedio a o ciertos aspectos” (1997, p. 24). Él indaga en
la sátira y el tono burlón. El profesor de Literatura los intersticios de su pasado para “disociar,
Jorge Ladino Gaitán Bayona dice: “El poeta pulir, deformar el tiempo ido” (p.
Nelson Romero Guzmán asume con seriedad el 24) propio y de los demás autores
juego de la máscara. Deja que en él surja para leídos. En el poema “Partitura” la
cada libro una voz poderosa que no es su yo noche es el peor aliado, no existe

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la ensoñación ni la belleza, sino un hombre Y en los bolsillos negrura.

que desea saciar su sed de apaciguamiento y Es el que me tiene a pan y agua.
templanza: Negrura.
(Romero Guzmán, 2014, p. 25).
Todo me impide ser. Se es difícilmente
hombre, aquí. Me añaden a un boquete, con El poemario revela dos yo poéticos que
mi materia completan el filo del muro. Estoy nunca desempacan sus maletas vacías, dado que
herido de creencias, ignoro si el sol existe. “la patria siempre queda en otro sitio” (Forster,
Condenado a las penas, vomito el árbol 1999, p. 12). En Música lenta abundan historias
oscuro. Me cuelgan el cencerro, debo soplar de seres ficcionales o fantasmas que circundan
el pututú. en la memoria del poeta. Estas imágenes viajan
(Romero Guzmán, 2014, p. 38) todas las noches a su imaginación y realizan su
representación, como lo afirma Mario Vargas
Estos yo poéticos entran en diálogo con la Llosa: “aquellas imágenes agazapadas en su
esencia del ser humano: no es lo que pasa en memoria –impuestas por la vida- que activaron
el exterior del lector, sino lo que vuelca en su su fantasía, alentaron su voluntad y lo indujeron
interior. Las sensaciones que crea el lenguaje a pergeñar aquella historia” (1997, p. 22). Allí
poético a través de versos agudos generan una circundan voces sombrías que no creen en
atmósfera en la que el hombre se reinventa y re- deidades y prefieren deambular en solitario.
significa en su diario vivir. Quien abra las puertas
El poeta asesino en “Ceremonias” y “Música
lenta”

El yo poético de Nelson Romero Guzmán

asume el rol de asesino serial en “Ceremonias” y
“Música lenta”. En estas dos partes del poemario
prima un poeta descentrado, con sed de venganza
e irritado. El yo poético despoja al yo biográfico
de la racionalidad y el autocontrol para dar paso
al desenfreno de su espíritu insaciable. Los versos
encarnan odio, bajos instintos y placer carnal.
Dichos sentimientos revelan a un poeta cuyo ser
obedece a dos entes: Uno externo (el demonio) y
otro interno (su psiquis). Frente a estos aspectos,
el psicólogo y analista criminal Jorge Jiménez
Serrano afirma:
de Música Lenta será recibido por
un poeta maldito, solo y exiliado Tras el crimen, el asesino consigue cubrir las
que muere en el día y cumple una necesidades psicológicas que buscaba y obtiene
unas sensaciones de poder, dominio, venganza que
cita a sus fantasmas y demonios
lo sacia. Las recreaciones llegan un momento en
todas las noches: que no son capaces de sustituir el paso al acto de
su fantasía y el asesino vuelve a matar (2014, p. 5).
En mi casa vive el demonio.
Me echa negrura en la sopa, El perfil psicológico de este protagonista se
Negrura en los zapatos ajusta a los rasgos de un asesino serial. Es una

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mente que ha cometido más de tres crímenes. La Yo no sabía que mi madre de tanto pelar cebollas
dinámica criminal es la misma en la mayoría de se había convertido en una envoltura de cielos
trasparentes; algo así como un cielo dentro de otro
los homicidios y cada uno ofrece un clímax. En el
cielo, y éste dentro de otro. Recuerdo que no comimos,
poema “Plagas” este asesino serial se caracteriza pero tampoco vimos a Dios. Ahora entiendo que
por ser meticuloso a la hora de ejecutar cada la demasiada religión es la peor de las culinarias
homicidio: (2014, p. 11).

La segunda vez que escribí en mi libreta “asesino”, La “demasiada religión” (p. 11) es concebida
fue porque me metí, por incauto, al poema titulado como la fe ciega y testaruda de los creyentes,
“Doctrina y opinión de Galileo” de Bertolt Brech,
y cuando transitaba por el círculo del verso No. 13,
quienes esperan con paciencia que a sus vidas
el que dice “alrededor de los obispos”, desocupé llegue un milagro que los salve o les brinde el
el insecticida en los ojos de aquel obispo […] Esta amparo que nadie otorgó en Tierra. De Nelson
mañana morí dentro de un diccionario. […] Sólo Romero Guzmán en “Ceremonias” y “Música
puedo contarles que los de la Academia de la Lengua lenta” se puede precisar que es un asesino serial
bajaron mi cuerpo de un coche y lo metieron en la de tipo “instrumental-cognitivo: Es racional,
palabra “Muerte”, justo me encajaron dentro de este
uso de su definición: Causa de ruina: la guerra es la
premeditado, planificado, su asesinato tiene una
muerte del comercio […] Sólo uno murió […] Hay intencionalidad, persigue la obtención de un
unos lectores duros de matar. A estos se les corta objetivo” (Canter y Salfati, citado por Jiménez
la respiración colgándoles un poema en el cuello, Serrano, 2014, p. 9). También se caracteriza
pesado como una piedra extraída de “El libro del por la frialdad con la que comete el crimen, no
desasosiego” de Fernando Pessoa […] (Romero hay piedad por su víctima y no experimenta
Guzmán, 2014, p. 14).
sentimiento de culpa. La música negra con todas
sus piezas acentúa otra perspectiva sobre el
El rasgo psicológico de éste asesino serial es
modo en que los intereses individuales priman y
“dominante: mata por la sensación de poder que
los valores humanos se desvalorizan. Ayudar al
le produce tener en sus manos la vida y la muerte
prójimo y convertirse en buen samaritano hacen
de una persona. Busca la sensación de control y
parte de leyendas: “no podemos creer de verdad
poder” (Holmes y De Berger, citado por Jiménez
en la felicidad y en el triunfo. Y quizá esta sea
Serrano, 2014, p. 9). Su modo operandi consiste
una de las miserias de nuestro tiempo” (Borges,
en escribir “asesino” en su libreta, luego, hace
2001, p. 68). Cada ser humano alimenta el ego
contacto visual con su víctima y le rocía lentamente
a su manera y con Música lenta se cuentan
el insecticida literario hasta causar su muerte.
historias de seres desencantados que deambulan
Las víctimas se caracterizan por ser ególatras y
entre palabras, espacios y silencios para suscitar
vanidosos. El total de crímenes son cuatro por
el hastío a la banalidad:
insecticida literario y uno por estrangulación:
“colgándoles un poema en el cuello, pesado como Toda la vida he vivido con una fiera adentro. La
una piedra extraída de El libro del desasosiego escritura se me ha transformado según la voracidad
de Fernando Pessoa” (Romero Guzmán, 2014, de sus apetitos, convirtiéndome en el dictado de sus
p. 14). A través del verso conversacional, el deseos. Un día de estos le construiré una trampa
primer yo poético de Romero Guzmán devela mortal: el poema con dos ruedas dentadas girando
sobre un molino de piedra, tan enorme que lo aplaste
su mundo lector. Da a conocer las voces que lo
en mi cuarto (2014, p. 12).
han influenciado cómo otras que no tolera. Los
primeros en figurar en su lista negra son Dios y
En este espacio literario abundan tonalidades
sus fieles creyentes, como es el caso del poema
del tedio hacía la religión, las creencias y actitudes
“Lección culinaria”, en el que surge una bella y a
déspotas de los seres humanos. En el poeta
la vez dura imagen de la divinidad:

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asesino al igual que en los asesinos seriales se da no podrá ya ni habitar en sus escritos” (1987,
esta condición: “Matar les hacía sentirse vivos. p. 86). El poeta exiliado deja a un lado su
Sentían un éxtasis eufórico, una ira violenta que, insecticida literario y se va por el mundo a narrar
cuando era descargada por medio del asesinato, la añoranza de su pasado, mofarse de ciertas
les provocaba una sensación de placer seguida de situaciones paradójicas de los seres humanos
una sensación de calma y finalmente una sensación y de los inventos de la ingeniería. En el poema
de alivio” (Jiménez Serrano, 2014, p. 11). El yo “Puente de la Variante” cada ser anónimo sueña
poético asesino camina entre fantasmas, obedece con el ideal perfecto para desarraigar sus males
al diablo, confronta enemigos y criaturas que de la Tierra:
salen de espejos o cajas y su ejercicio escritural
le permite liberar tensiones. […] Ay de los que se extraviaron en el
camino y milagrosamente tomaron el
El poeta exiliado en “Variantes” rumbo a la cantina.

En “Variantes”, el yo poético de Nelson Ay de los que juraron haber visto a Dios y

Romero Guzmán es un exiliado tanto de patrias se devolvieron a fundar un templo […]
como de palabra. Sylvia Plath lo declara en su ***
prólogo: “quien escribe como tú, arruina” (p. 9). Los crueles terminaron llamando a esta
La palabra niega estabilidad y conduce al poeta obra Puente de la Variante de Mirolindo.
a la ansiedad del abismo, es decir, la poesía En lo que a mí respecta, he pasado la vida
cierra sus puertas y se convierte en verdugo. colgado de la baranda de un puente, pero
La morada literaria es sinónimo no me he decidido a soltarme por temor a
de angustia, como lo expresa volar.
Theodor W. Adorno en (Romero Guzmán, 2014, p. 63)
Mínima Moralia: “Al
final el escritor Dicho puente se convierte en una paradoja
de la fama de los ingenieros. Más allá de la
comodidad vial, brinda una herramienta suicida
a espíritus desafortunados. El poeta cuenta
historias que los seres comunes y con buena
vista no lograrían ver porque se acostumbraron
a ser miopes. Él vive invisible en un mundo de
visibilidad, sin embargo, llega a cada rincón
del mundo. En “Variantes”, todos son sombras
que se mueven en la otra orilla espectral entre
sonidos y silencios. Éste último es usado por
el poeta para contemplar el panorama de los
seres solitarios como él. Los ojos le brindan la
posibilidad del extrañamiento y la reflexión,
como lo plantea Eduardo Galeano: “sólo los
tontos creen que el silencio es un vacío. No está
vacío nunca el silencio. Y, a veces, la mejor
manera de comunicarse es callando” (2012, p.
5). Es por medio de la música lenta que estos
seres se mecen entre tormentas y evocaciones.

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Ellos viven al acecho del yo poético de Nelson poeta las palabras tienen una fina plasticidad
Romero Guzmán para alcanzar su cometido, sin que se transforman en ráfagas de mordacidad
embargo, todos coinciden en el punto final del y crítica. Además, sus versos están lejos de
destino: convertirse en discurso filosófico, emotivo o
panfletario. El poemario está lleno de matices
Este último tramo del viaje lo hacemos y sus historias van desde un Fortissimo hasta
en el tren despedazado, hasta que en sus un pianíssimo. Al respecto, Jorge Luis Borges
vagones nos llega la hora de morir la dice: “no creo que los hombres se cansen nunca
muerte más cierta, / la más acabada: todo de oír y contar historias. Y si junto al placer de
se descarrila sin remedio, y por mucho que oír historias conservamos el placer adicional
soñemos colectivamente nos damos cuenta de la dignidad del verso, entonces algo grande
que hemos llegado a la estación última, habrá sucedido” (2001, p. 79). Esta forma de
a estos campos donde por fin los sueños contar historias redime la imagen poética de la
tienen final muerte. Los versos de Romero Guzmán poseen
(Romero Guzmán, 2014, p. 52). una forma equilibrada entre la metáfora, el tono
conversacional y las referencias literarias. La
En estos versos los personajes mueren en puesta en escena se mueve en medio de voces
la vida real y en sus sueños. Nelson Romero espectrales y su humanidad desencantada.
Guzmán por fin ha llegado a un lugar: la estación
de tren del mundo fantástico y de la memoria. El hombre de las dos caras desnuda y
Las tonalidades espectrales se escuchan más desenmascara a la poesía. Esta se rebela y exige
fuertes en el poemario cuando el hombre de las no ser escrita por el poeta. La lírica de Nelson
dos caras canta: “no somos de ningún lugar y Romero Guzmán trasciende de la palabra a los
por eso, nos dicen, siempre estamos dispuestos objetos y emociones cotidianas. Una cebolla, un
a hacer el equipaje” (Forster, 1999, p. 11). El yo violonchelo, una libreta o un libro no son sólo
poético de Nelson Romero Guzmán es un errante artículos que las personas usan en su diario
de tinte sombrío, un árbol sin raices. vivir. Por medio de la fantasía creadora, da vida a
objetos minados de humanidad, rabias, recuerdos
Apuntes finales y tintes de locura. La belleza de este poemario es
que crea dos máscaras para alcanzar una misión:
En Música lenta hay variedad en los “contar historias en las que podíamos encontrar
versos. En el libro se encuentran desde poemas todas las voces de la humanidad” (Borges, 2001,
conversacionales hasta los de enorme riqueza p. 61). De esta manera el lector también hace un
metafórica que también problematizan al ser y viaje por la poesía y la música de quienes dedican
su dolor universal, tal como se encuentra en el su destino al desencanto. La mente de Nelson
poema “Puerta 2”: “Detrás de esta puerta / hay Romero Guzmán nunca descansa, puesto que
unos geranios / nevándose, / hay un hombre siempre hay alguien que rasguña sus recuerdos
/ al que le llueven lágrimas de los testículos para no terminar en el olvido.
/” (Romero Guzmán, 2014. p. 43). Para este

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Referencias bibliográficas

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