Gallinazo Sin Pluma
Gallinazo Sin Pluma
Gallinazo Sin Pluma
JULIO RAMÓN RIBEYRO (n. Lima, 1929). Como los otros miembros de su generación,
Ribeyro impulsa la renovación de los géneros narrativos en el Perú. Por la elaboración de
una obra personal y versátil, arraigada a nuestra tradición narrativa, en la que muestra un
cabal dominio del lenguaje, finura sicológica y perfección artística, Ribeyro es sin duda el
cuentista más importante de nuestra patria y tal vez de Hispanoamérica- Aunque no se
puede desdeñar su producción en el campo del teatro, el ensayo y la crítica, debemos
reconocer que Ribeyro es básicamente un narrador y mucho más cuentista que novelista.
En su obra concurren los más diversos temas y tendencias creadoras. Así, en sus
primeras narraciones aparecidas en distintas revistas a partir de 1951, predominan los
temas fantásticos con una clara influencia de Kafka y de Borges Luego, con la publicación
de su primer libro. Los gallinazos sin plumas (Lima, 1955), viene la apertura hacia el
realismo, momento en el que con otros escritores de su generación empieza a cultivar la
temática urbana. Ribeyro acomete la descripción de variados tipos sicológicos y de las
clases sociales de la capital, en especial de la clase media y del estrato popular de las
zonas marginales. Los personajes de la gran ciudad son sometidos a un paciente análisis
psicológico que en ningún momento interfiere con la fantasía y el clima poético que
impregnan la recia estructura de sus relatos. Además del nombrado, Ribeyro es autor de
los siguientes volúmenes de cuentos: Cuentos de circunstancias (Lima, 1958), Las
botellas y ¡os hombres (Lima, 1964), Tres historias sublevan tez (Lima, 1964), Los
cautivos (Lima, 1973), E¡ próximo mes me nivelo (Lima. 1973), Silvio en el rosedal (Lima,
1977). Toda esta rica producción cuentística fue recogida finalmente, en tres tomos, bajo
el titulo general de La palabra del mudo (Lima, 1973-1977). Escribió, además, las
novelas: Crónica de San Gabriel (Lima, 1960), Los geniecillos dominicales (Lima, 1965) y
Cambio de guardia (Lima, 1976). El texto seleccionado es el hermoso cuento que dio
nombre a su primera obra.
Fundamentos de la Obra
A las seis de la mañana la ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros
pasos. Una fina niebla disuelve el perfil de los objetos y crea como una atmósfera
encantada. Las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que están hechas de
otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal. Las beatas se arrastran
penosamente hasta desaparecer en los pórticos de las iglesias- Los noctámbulos,
macerados por la noche, regresan a sus casas envueltos en sus bufandas y en su
melancolía. Los basureros inician por la avenida Pardo su paseo siniestro, armados de
escobas y de carretas. A esta hora se ve también obreros caminando hacia el tranvía,
policías bostezando contra los árboles, canillitas morados de frío, sirvientas sacando los
cubos de basura. A esta hora, por último, como a una especie de misteriosa consigna,
aparecen los gallinazos sin plumas.
A esta hora el viejo don Santos se pone la pierna de palo y sentándose en el
colchón comienza a berrear:
—¡A levantarse! ¡Efraín, Enrique! ¡Ya es hora!
Los dos muchachos corren a la acequia del corralón frotándose los ojos legañosos. Con
la tranquilidad de la noche el agua se ha remansado y en su fondo transparente se ven
crecer yerbas y deslizarse ágiles infusorios. Luego de enjuagarse la cara, coge cada cual
su lata y se lanzan a la calle. Don Santos, mientras tanto, se aproxima al chiquero y con
su larga vara golpea el lomo de su cerdo que se revuelca entre los desperdicios.
—¡Todavía te falta un poco, marrano! Pero aguarda no más, que ya llegará tu
turno,
Efraín y Enrique se demoran en el camino, trepándose a los árboles para arrancar
moras o recogiendo piedras, de aquéllas filudas que cortan el aire y hieren por la espalda.
Siendo aún la hora celeste llegan a su dominio, una larga calle ornada de casas
elegantes que desemboca en el malecón.
Ellos no son los únicos. En otros corralones, en otros suburbios alguien ha dado la
voz de alarma y muchos se han levantado. Unos portan latas, otros cajas de cartón, a
veces sólo basta un periódico viejo. Sin conocerse forman una especie de organización
clandestina que tiene repartida toda la ciudad. Los hay que merodean por los edificios
públicos, otros han elegido los parques o los muladares. Hasta los perros han adquirido
sus hábitos, sus itinerarios, sabiamente aleccionados por la miseria.
Efraín y Enrique, después de un breve descanso, empiezan su trabajo. Cada uno
escoge una acera de la calle. Los cubos de basura están alineados delante de las
puertas. Hay que vaciar los íntegramente y luego comenzar la exploración. Un cubo de
basura es siempre una caja de sorpresas. Se encuentran latas de sardinas, zapatos
viejos, pedazos de pan, pericotes muertos, algodones inmundos. A ellos sólo les interesa
los restos de comida. En el fondo del chiquero. Pascual recibe cualquier cosa y tiene
predilección por las verduras ligeramente descompuestas. La pequeña lata de cada uno
se va llenando de tomates podridos, pedazos de sebo, extrañas salsas que no figuran en
ningún manual de cocina. No es raro, sin embargo, hacer un hallazgo valioso. Un día
Efraín encontró unos tirantes con los que fabricó una honda. Otra vez una pera casi
buena que devoró en el acto. Enrique, en cambio, tiene suerte para las cajitas de
remedios, los pomos brillantes, las escobillas de dientes usadas y otras cosas semejantes
que colecciona con avidez.
Después de una rigurosa selección regresan la basura al cubo y se lanzan sobre el
próximo. No conviene demorarse mucho porque el enemigo siempre está al acecho. A
veces son sorprendidos por las sirvientas y tienen que huir dejando regado su botín.
Pero, con más frecuencia, es el carro de la Baja Policía el que aparece y entonces la
jornada está perdida. Cuando el sol asoma sobre las lomas, la hora celeste llega a su fin.
La niebla se ha disuelto, las beatas están sumidas en éxtasis, los noctámbulos duermen,
los canillitas han repartido los diarios, los obreros trepan a los andamies. La luz
desvanece el mundo mágico del alba. Los gallinazos sin plumas han regresado a su nido.
***
***
Fue al regresar de una de esas excursiones que Efraín sintió un dolor en la planta del pie.
Un vidrio le había causado una pequeña herida. Al día siguiente tenia el pie hinchado, no
obstante lo cual prosiguió su trabajo.
Cuando regresaron no podía casi caminar, pero don Santos no se percató deello
pues tenía visita. Acompañado de
un hombre gordo que tenía las manos manchadas de sangre, observaba el chiquero.
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vendré por acá —decía el hombre—,
Para esa fecha creo que podrá estar a
punto.
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***
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***
—Pedro. . . Pedro. . .
—¿Qué pasa?
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Nadie le respondió. El abuelo se-
guía inmóvil, con la mirada en la pa-
red. Enrique tuvo un mal presenti-
miento. De un salto se acercó al viejo.
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LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS
(Julio Ramón Ribeyro)
S ?• COMPREiNSION DE LA LECTURA
I. VOCABULARIO
1. Con ayuda del diccionario anota el significado de las siguientes palabras y luego con
cada una de ellas o con
un derivado escribe, en la línea correspondiente, una breve oración. Si la palabra tiene
dos o más significa-
dos, elige aquél que conviene al texto,
Infusorio;
(Infusorio)
Pescozón:
(Pescozón)
Carroña:
(Carrosa)
Sigilo:
(Sigilo)
2. Subraya, de las cinco palabras siguientes, la que tiene el mismo o parecido significado
de la que va en negrita.
Percalar: perdonar • entristecer - permitir - advertir - pernoctar
Patraña: locura - farsa - patata - palabra - abuso
Plañir: planear - platicar - gemir - sonreír - protestar
Trastabillar: trastornar - tambalear - fingir - encoger - sudar
3. Redacta con tus propias palabras las siguientes expresiones tomadas de la lectura.
Los noctámbulos, macerados por la noche, regresan a sus casas envueltos en sus
bufandas y en su melancolía.
La luz desvanece el mundo mágico del alba. Los gallinazos sin plumas han regresado a
su nido.
Parecía amasar dentro de si una cólera muy vieja, jugar con ella, aprestarse a dispararla.
2. ¿A quiénes llama el autor los gallinazos sin plumas? ¿Por qué los designa de ese
modo?
3. ¿En qué ciudad del Perú transcurre la acción? ¿Qué lugares de esta ciudad se
mencionan en el cuento?
6. Cita algunos rasgos físicos del abuelo y señala también algunos rasgos de su carácter
o temperamento.
8. ¿Cómo trabajan luego en el muladar? ¿Por qué afirma el autor que los niños pronto
formaron parte de la
extraña fauna de esos lugares?
9- ¿Qué pasó con Efraín en una de esas excursiones? ¿Qué ordenó el abuelo para
resolver el problema?
10. ¿Qué diálogo se desarrolla entre don Santos y Enrique, cuando éste llega al corralón
con un perro?
11, ¿Por qué razón don Santos se ve obligado a levantar las latas y salir a la calle en
busca de basura?
12, ¿Cómo fueron los días que sobrevinieron estando los dos niños en cama y el abuelo
imposibilitado de valer-
se por si mismo?
13. ¿Qué es lo que el autor nos quiere comunicar con la breve frase que cierra el relato:
"Desde el chiquero
llegaba el rumor de una batalla"?
ni. ARGUMENTO
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2. ¿A quiénes llama el autor los gallinazos sin plumas? ¿Por que los designa de ese
modo?
3. ¿En qué ciudad del Perú transcurre la acción? ¿Oué lugares de esta dudad se
mencionan en el cuento?
:f EXPLICACIÓN O (
I. DATOS GENERALES
5. ¿Qué tipo de relación existía entre los nietos y el abuelo? ¿Afectuosa, indiferente,
conflictiva, tirante?
6. Cita algunos rasgos físicos del abuelo y señala también algunos rasgos de su carácter
o temperamento.
8. ¿Cómo trabajan luego en el muladar? ¿Por qué afirma el autor que los niños pronto
formaron parte de la
extraña fauna de esos lugares?
9. ¿Oué pasó con Efraín en una de esas excursiones? ¿Qué ordenó el abuelo para
resolver el problema?
10. ¿Oué diálogo se desarrolla entre don Santos y Enrique, cuando éste llega al corralón
con un perro"
11. ¿Por qué razón don Santos se ve obligado a levantar las latas y salir a la calle en
busca de basura?
12. ¿Cómo fueron los días que sobrevinieron estando los dos niños en cama y el abuelo
imposibilitado de valer-
se por sí mismo?
13. ¿Qué es lo que el autor nos quiere comunicar con la breve frase que cierra el relato:
"Desde el chiquero
llegaba el rumor de una batalla"?
IV. ESTILO
IH. ARGUMENTO
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