El Imán
El Imán
El Imán
Los imanes naturales mantienen su campo magnético continuo, a menos que sufran
un golpe de gran magnitud o se les aplique cargas magnéticas opuestas o altas
temperaturas (por encima de la Temperatura de Curie).
Tipos de imanes
El imán es un objeto que posee una carga magnética que le permite atraer objetos ferro magnéticos. El imán de mayor
envergadura que se conoce es la tierra, esta funciona como un imán gigante natural y si bien en la actualidad todavía
no se sabe a ciencia cierta el porqué, lo cierto es que se supone que se debe al material ferroso de su centro y los
iones.
Hay una ley física que se denomina Ley de la Atracción y que dice que los polos opuestos se atraen y los polos iguales
se repelen entre sí. Esto sucede con los imanes, a menudo cuando acercamos dos imanes en sus mismas cargas
notamos que no podemos juntarlos, esto se debe a esta Ley.
El imán natural más grande y antiguo como vimos anteriormente es la tierra. Pero existen algunos otros materiales que
naturalmente pueden generar un campo magnético como es el caso de la magnetida un mineral que en su estado
natural puede atraer metales como el hierro. Los imanes naturales tienen la característica de no poseer la intervención
del hombre para su origen.
Imanes artificiales
Los imanes de este tipo a diferencia del anterior si poseen la intervención del hombre para su creación. Mediante
diferentes técnicas el hombre logra magnetizar industrialmente algunos materiales para emplearlos en algunos
dispositivos electrónicos y otras aplicaciones a nivel industrial.
Imanes temporales
Los imanes temporales son objetos materiales que poseen solo por un periodo de tiempo relativamente corto
propiedades magnéticas. El magnetismo lo obtienen a partir de la fricción o roce con un trozo de hierro dulce, se emplea
en la electrónica y justamente su magnetismo dura el tiempo en que se encuentra conectado el dispositivo a la corriente
eléctrica.
Imanes permanentes
Los imanes permanentes son aquellos que poseen un magnetismo que perdura en el tiempo. Hay que destacar que
en el caso de que estos imanes se golpeen o bien entren en contacto con otros imanes pueden sufrir una
desimantación.
Este tipo de imanes se caracteriza por su facilidad para maniobrarlos, son los más conocidos debido a sus ventajas
estos son muy fuertes (aunque su capacidad magnética varía con la temperatura) y no se desimantan con facilidad.
Dentro de sus desventajas encontramos que son bastante frágiles.
Imanes de alnico
Tal como su nombre lo indica está compuesto por una mezcla de aluminio, níquel y cobalto. No son demasiado fuertes,
pero a diferencia del tipo anterior poseen una mayor resistencia a las temperaturas elevadas.
Imán de hierro- neodimio y boro
Su composición es una mezcla excelente que le brinda resistencia para que no pueda ser desimantado y fuerza, aunque
no soporta temperaturas mayores a los 85ºC.
Este tipo de imán se caracteriza por tener mucha fuerza de atracción y ser resistente a la temperatura, solo que no es
muy empleado debido a sus altos costos de fabricación que determinan un precio de venta alto.
Polos de un imán:
Los polos de un imán son las zonas donde la atracción es máxima, existiendo
dos polos: el polo norte y el polo sur. La línea central donde no se produce
atracción se llama línea neutra.
Cuando acercamos libremente dos imanes, ocurre que los polos iguales se
repelen y los polos distintos se atraen.
Imán Recto
Las formas de las líneas del campo magnético de un imán de barra son cerradas.
Por convención, se toma la dirección del campo saliendo del polo norte y
entrando por el polo sur del imán. Con los materiales ferromagnéticos se pueden
hacer imanes permanentes.
El campo eléctrico de una carga puntual está dirigido radialmente hacia fuera del
centro, en el caso de una carga positiva.
Las líneas del campo magnético pueden considerarse como un mapa que
representa la influencia magnética de la fuente objeto en el espacio que lo
rodea. Las propiedades de las líneas de campo magnético se pueden resumir
en:
El origen del conocimiento de la interacción magnética o magnetismo se remonta a varios siglos antes de Cristo,
cuando el hombre observó que existen ciertos minerales de hierro que tienen la propiedad de atraer pequeños trozos
de hierro. Uno de estos minerales, la magnetita, es una roca negra de origen volcánico formada fundamentalmente por
óxidos de hierro y cuyo nombre proviene de la ciudad de Magnesia, en Asia Menor, donde se encontraban los
principales yacimientos. A pesar de que la magnetita es el único material donde se puede observar de forma natural el
magnetismo, existen también otros cuerpos, que después de someterse a la acción de un campo magnético externo,
lo que se conoce como proceso de imantación, son capaces de atraer trozos de hierro. Estos cuerpos se llaman imanes.
Se observa que el magnetismo se concentra en los extremos de un imán, que se designan polo norte y polo sur. Entre
los polos de dos imanes se ejercen fuerzas a distancia. Estas fuerzas son atractivas cuando la interacción se produce
entre polos de distinto nombre y son repulsivas si la interacción se produce entre polos de igual nombre. También es
posible observar la existencia de la fuerza magnética cuando se colocan dos imanes, uno a continuación del otro, en
un eje vertical. La fuerza entre los polos opuestos es tan grande que el segundo imán queda flotando en el aire, en
reposo en el punto donde la fuerza de repulsión entre los dos imanes es igual al peso del imán superior. Si acercamos
más los dos imanes, la fuerza de repulsión aumenta y se hace mayor que el peso, por lo que el imán asciende y se
para en el punto de equilibrio.
Otro de los fenómenos conocidos desde la antigüedad es que si una aguja magnética se deja girar libremente siempre
señala la dirección Norte-Sur. La primera explicación de este hecho fue dada hacia 1600 por Gilbert, médico de la
Reina Isabel I de Inglaterra, que publicó el libro “De Magnete”, primer estudio científico sobre el magnetismo terrestre
y el magnetismo en general. Gilbert consideró a la Tierra como un gran imán natural cuyos polos magnéticos son
próximos a los polos norte y sur geográficos. El polo sur de este gran imán que es la Tierra es el que está cerca del
polo norte geográfico y, por tanto, es el que señala el polo norte de la aguja imantada. El conocimiento de este
fenómeno dio lugar al desarrollo de la brújula, un dispositivo que señala siempre el norte.
Cuando se acerca un imán potente a la brújula podemos observar que el polo norte de la aguja de la brújula es atraído
por el polo sur del imán. Si se cambia la orientación del imán respecto a la brújula se puede observar que ahora el polo
norte del imán repele al polo norte de la aguja y atrae a su polo sur. Esto se debe a que la atracción del imán es más
fuerte que la que ejerce la Tierra sobre la brújula.
Magnetismo
Las fuerzas características de los imanes se denominan fuerzas magnéticas. El desarrollo de la física amplió el tipo
de objetos que sufren y ejercen fuerzas magnéticas. Las corrientes eléctricas y, en general, las cargas en movimiento
se comportan como imanes, es decir, producen campos magnéticos. Siendo las cargas móviles las últimas en llegar
al panorama del magnetismo han permitido, sin embargo, explicar el comportamiento de los imanes, esos primeros
objetos magnéticos conocidos desde la antigüedad.
El término magnetismo tiene su origen en el nombre que en la época de los filósofos griegos recibía una región del
Asia Menor, entonces denominada Magnesia; en ella abundaba una piedra negra o piedra imán capaz de atraer
objetos de hierro y de comunicarles por contacto un poder similar. A pesar de que ya en el siglo VI a. de C. se conocía
un cierto número de fenómenos magnéticos, el magnetismo como disciplina no comienza a desarrollarse hasta más
de veinte siglos después, cuando la experimentación se convierte en una herramienta esencial para el desarrollo del
conocimiento científico. Gilbert (1544-1603), Ampere (1775-1836), Oersted (1777-1851), Faraday (1791-1867) y
Maxwell (1831-1879), investigaron sobre las características de los fenómenos magnéticos, aportando una descripción
en forma de leyes.
Los fenómenos magnéticos habían permanecido durante mucho tiempo en la historia de la ciencia como
independientes de los eléctricos. Pero el avance de la electricidad por un lado y del magnetismo por otro, preparó la
síntesis de ambas partes de la física en una sola, el electromagnetismo, que reúne las relaciones mutuas existentes
entre los campos magnéticos y las corrientes eléctricas. Maxwell fue el científico que cerró ese sistema de relaciones
al elaborar su teoría electromagnética.
El magnetismo de los imanes
El estudio del comportamiento de los imanes pone de manifiesto la existencia en cualquier imán de dos zonas
extremas o polos en donde la acción magnética es más intensa. Los polos magnéticos de un imán no son
equivalentes, como lo prueba el hecho de que enfrentando dos imanes idénticos se observen atracciones o
repulsiones mutuas según se aproxime el primero al segundo por uno o por otro polo.
Para distinguir los dos polos de un imán recto se les denomina polo norte y polo sur. Esta referencia geográfica está
relacionada con el hecho de que la Tierra se comporte como un gran imán. Las experiencias con brújulas indican que
los polos del imán terrestre se encuentran próximos a los polos Sur y Norte geográficos respectivamente. Por tal
motivo, el polo de la brújula que se orienta aproximadamente hacia el Norte terrestre se denomina polo Norte y el
opuesto constituye el polo Sur. Tal distinción entre polos magnéticos se puede extender a cualquier tipo de imanes.
Las experiencias con imanes ponen de manifiesto que polos del mismo tipo (N-N y S-S) se repelen y polos de distinto
tipo (N-S y S-N) se atraen. Esta característica del magnetismo de los imanes fue explicada por los antiguos como la
consecuencia de una propiedad más general de la naturaleza consistente en lo que ellos llamaron la «atracción de
los opuestos».
Otra propiedad característica del comportamiento de los imanes consiste en la imposibilidad de aislar sus polos
magnéticos. Así, si se corta un imán recto en dos mitades se reproducen otros dos imanes con sus respectivos polos
norte y sur. Y lo mismo sucederá si se repite el procedimiento nuevamente con cada uno de ellos. No es posible,
entonces, obtener un imán con un solo polo magnético semejante a un cuerpo cargado con electricidad de un solo
signo. Dicha experiencia fue efectuada por primera vez por Peregrinus, sabio francés que vivió sobre 1270 y a quien
se debe el perfeccionamiento de la brújula, así como una importante aportación al estudio de los imanes.
El magnetismo de los imanes
El estudio del comportamiento de los imanes pone de manifiesto la existencia en cualquier imán de dos zonas
extremas o polos en donde la acción magnética es más intensa. Los polos magnéticos de un imán no son
equivalentes, como lo prueba el hecho de que enfrentando dos imanes idénticos se observen atracciones o
repulsiones mutuas según se aproxime el primero al segundo por uno o por otro polo. Para distinguir los dos polos de
un imán recto se les denomina polo norte y polo sur. Esta referencia geográfica está relacionada con el hecho de que
la Tierra se comporte como un gran imán. Las experiencias con brújulas indican que los polos del imán terrestre se
encuentran próximos a los polos Sur y Norte geográficos respectivamente. Por tal motivo, el polo de la brújula que se
orienta aproximadamente hacia el Norte terrestre se denomina polo Norte y el opuesto constituye el polo Sur. Tal
distinción entre polos magnéticos se puede extender a cualquier tipo de imanes.
Otra propiedad característica del comportamiento de los imanes consiste en la imposibilidad de aislar sus polos
magnéticos. Así, si se corta un imán recto en dos mitades se reproducen otros dos imanes con sus respectivos polos
norte y sur. Y lo mismo sucederá si se repite el procedimiento nuevamente con cada uno de ellos. No es posible,
entonces, obtener un imán con un solo polo magnético semejante a un cuerpo cargado con electricidad de un solo
signo. Dicha experiencia fue efectuada por primera vez por Peregrinus, sabio francés que vivió sobre 1270 y a quien
se debe el perfeccionamiento de la brújula, así como una importante aportación al estudio de los imanes.
Otra propiedad característica del comportamiento de los imanes consiste en la imposibilidad de aislar sus polos
magnéticos. Así, si se corta un imán recto en dos mitades se reproducen otros dos imanes con sus respectivos polos
norte y sur. Y lo mismo sucederá si se repite el procedimiento nuevamente con cada uno de ellos. No es posible,
entonces, obtener un imán con un solo polo magnético semejante a un cuerpo cargado con electricidad de un solo
signo. Dicha experiencia fue efectuada por primera vez por Peregrinus, sabio francés que vivió sobre 1270 y a quien
se debe el perfeccionamiento de la brújula, así como una importante aportación al estudio de los imanes.
Características de las fuerzas magnéticas
A diferencia de lo que sucede con una barra de ámbar electrizada por frotamiento -la cual atrae hacia sí todo tipo de
objetos con la condición de que sean ligeros-, un imán ordinario sólo ejerce fuerzas magnéticas sobre cierto tipo de
materiales, en particular sobre el hierro. Este fue uno de los obstáculos que impidieron una aproximación más
temprana entre el estudio de la electricidad y el del magnetismo. Las fuerzas magnéticas son fuerzas de acción a
distancia, es decir, se producen sin que exista contacto físico entre los dos imanes. Esta circunstancia, que excitó la
imaginación de los filósofos antiguos por su difícil explicación, contribuyó más adelante al desarrollo del concepto de
campo de fuerzas.
Experiencias con imanes y dinamómetros permiten sostener que la intensidad de la fuerza magnética de interacción
entre imanes disminuye con el cuadrado de la distancia. Representando por Fm la fuerza magnética, por r la distancia
y por F1 → 2 = μ·I1, I2·L/2·π·r el símbolo de la proporcionalidad directa, tal propiedad se expresa en la forma:
Fm = 1/r²
Espectros magnéticos
Cuando se espolvorea en una cartulina o en una lámina de vidrio, situadas sobre un imán, limaduras de hierro, éstas
se orientan de un modo regular a lo largo de líneas que unen entre sí los dos polos del imán. Lo que sucede es que
cada limadura se comporta como una pequeña brújula que se orienta en cada punto como consecuencia de las fuerzas
magnéticas que soporta. La imagen que forma este conjunto de limaduras alineadas constituye el espectro magnético
del imán.
El espectro magnético de un imán permite no sólo distinguir con claridad los polos magnéticos, sino que además
proporciona una representación de la influencia magnética del imán en el espacio que le rodea. Así una pareja de
imanes enfrentados por sus polos de igual tipo dará lugar a un espectro magnético diferente al que se obtiene cuando
se colocan de modo que sean los polos opuestos los más próximos. Esta imagen física de la influencia de los imanes
sobre el espacio que les rodea hace posible una aproximación relativamente directa a la idea de campo magnético.
El campo magnético
El hecho de que las fuerzas magnéticas sean fuerzas de acción a distancia permite recurrir a la idea física de campo
para describir la influencia de un imán o de un conjunto de imanes sobre el espacio que les rodea. Al igual que en el
caso del campo eléctrico, se recurre a la noción de líneas de fuerza para representar la estructura del campo. En cada
punto las líneas de fuerza del campo magnético indican la dirección en la que se orientará una pequeña brújula
(considerada como un elemento de prueba) situada en tal punto. Así las limaduras de hierro espolvoreadas sobre un
imán se orientan a lo largo de las líneas de fuerza del campo magnético correspondiente y el espectro magnético
resultante proporciona una representación espacial del campo. Por convenio se admite que las líneas de fuerza salen
del polo Norte y se dirigen al polo Sur.
La intensidad del campo magnético
Como sucede en otros campos de fuerza, el campo magnético queda definido matemáticamente si se conoce el valor
que toma en cada punto una magnitud vectorial que recibe el nombre de intensidad de campo. La intensidad del
campo magnético, a veces denominada inducción magnética, se representa por la letra b y es un vector tal que en
cada punto coincide en dirección y sentido con los de la línea de fuerza magnética correspondiente. Las brújulas, al
alinearse a lo largo de las líneas de fuerza del campo magnético, indican la dirección y el sentido de la intensidad del
campo b.
La obtención de una expresión para b se deriva de la observación experimental de lo que le sucede a una carga q en
movimiento en presencia de un campo magnético. Si la carga estuviera en reposo no se apreciaría ninguna fuerza
mutua; sin embargo, si la carga q se mueve dentro del campo creado por un imán se observa cómo su trayectoria se
curva, lo cual indica que una fuerza magnética Fm se está ejerciendo sobre ella. Del estudio experimental de este
fenómeno se deduce que:
1. Fm es tanto mayor cuanto mayor es la magnitud de la carga q y su sentido depende del signo de la carga.
2. Fm es tanto mayor cuanto mayor es la velocidad v de la carga q.
3. Fm se hace máxima cuando la carga se mueve en una dirección perpendicular a las líneas de fuerza y resulta
nula cuando se mueve paralelamente a ella.
4. La dirección de la fuerza magnética en un punto resulta perpendicular al plano definido por las líneas de fuerza
a nivel de ese punto y por la dirección del movimiento de la carga q, o lo que es lo mismo, F m es perpendicular
al plano formado por los vectores b y v.
Las conclusiones experimentales a, b y e quedan resumidas en la expresión:
Fm = q·v·B·sen φ (11.1)
donde B representa el módulo o magnitud de la intensidad del campo y φ el ángulo que forman los vectores v y b.
Dado que Fm, v y b pueden ser considerados como vectores, es necesario además reunir en una regla lo relativo a la
relación entre sus direcciones y sentidos: el vector F m es perpendicular al plano formado por los vectores v y b y su
sentido coincide con el de avance de un tornillo que se hiciera girar en el sentido que va de v a b (por el camino más
corto). Dicha regla, llamada del tornillo de Maxwell, es equivalente a la de la mano izquierda, según la cual las
direcciones y sentidos de los vectores Fm,v y b vienen dados por los dedos pulgar, índice y corazón de la mano
izquierda dispuestos en la forma que se muestra en la figura adjunta.
La ecuación (11.1) constituye una definición indirecta del módulo o magnitud de la intensidad del campo magnético,
dado que a partir de ella se tiene:
B = Fm/q·v·sen φ (11.2)
La dirección de b es precisamente aquélla en la que debería desplazarse q para que Fm fuera nula; es decir, la de las
líneas de fuerza. La unidad del campo magnético en el SI es el tesla (T) y representa la intensidad que ha de tener un
campo magnético para que una carga de 1 C, moviéndose en su interior a una velocidad de 1 m/s perpendicularmente
a la dirección del campo, experimentase una fuerza magnética de 1 newton.
1 T = 1 N/1 C. 1 m/s
Aunque no pertenece al SI, con cierta frecuencia se emplea el gauss (G): 1 T = 10 4 G
El movimiento de partículas en un campo magnético
Los campos eléctricos y magnéticos desvían ambos las trayectorias de las cargas en movimiento, pero lo hacen de
modos diferentes. Una partícula cargada que se mueve en un campo eléctrico (como el producido entre las dos placas
de un condensador plano dispuesto horizontalmente) sufre una fuerza eléctrica Fe en la misma dirección del
campo E que curva su trayectoria. Si la partícula alcanza el espacio comprendido entre las dos placas según una
dirección paralela, se desviará hacia la placa + si su carga es negativa y hacia la - en caso contrario, pero siempre en
un plano vertical, es decir, perpendicular a ambas placas. Dicho plano es el definido por los vectores v y E.
Si las dos placas del condensador se sustituyen por los dos polos de un imán de herradura, la partícula sufre una
fuerza magnética Fm que según la regla de la mano izquierda es perpendicular a los vectores v y b. En este caso la
trayectoria de la partícula cargada se desvía en el plano horizontal.
Campos magnéticos - El experimento de Oersted
Aun cuando los filósofos griegos presintieron que las fuerzas eléctricas y las magnéticas tenían un origen común, la
experimentación desarrollada desde William Gilbert (1544-1603) en torno a este tipo de fenómenos no reveló ningún
resultado que indicara que un cuerpo cargado en reposo es atraído o repelido por un imán. A pesar de su similitud,
los fenómenos eléctricos parecían independientes de los fenómenos magnéticos. Esta era la opinión de los colegas
de Oersted (1777-1851) y probablemente la suya propia hasta que un día de 1819, al finalizar una clase práctica en
la Universidad de Copenhague, fue protagonista de un descubrimiento que lo haría famoso. Al acercar una aguja
imantada a un hilo de platino por el que circulaba corriente advirtió, perplejo, que la aguja efectuaba una gran oscilación
hasta situarse inmediatamente perpendicular al hilo. Al invertir el sentido de la corriente, la aguja invirtió también su
orientación.
Este experimento, considerado por algunos como fortuito y por otros como intencionado, constituyó la primera
demostración de la relación existente entre la electricidad y el magnetismo. Aunque las cargas eléctricas en reposo
carecen de efectos magnéticos, las corrientes eléctricas, es decir, las cargas en movimiento, crean campos
magnéticos y se comportan, por lo tanto, como imanes.
Campo magnético debido a una corriente rectilínea
La repetición de la experiencia de Hans Christian Oersted con la ayuda de limaduras de hierro dispuestas sobre una
cartulina perpendicular al hilo conductor rectilíneo, pone de manifiesto una estructura de líneas de fuerza del campo
magnético resultante, formando circunferencias concéntricas que rodean al hilo. Su sentido puede relacionarse con el
convencional de la corriente sustituyendo las limaduras por pequeñas brújulas. En tal caso se observa que el polo
norte de cada brújula -que apunta siempre en el sentido del vector intensidad de campo b - se corresponde con la
indicación de los dedos restantes de la mano derecha semicerrada en torno a la corriente, cuando el pulgar apunta en
el sentido de dicha corriente. Esta es la regla de la mano derecha que aparece representada en la figura adjunta y que
permite relacionar el sentido de una corriente rectilínea con el sentido de las líneas de fuerza del campo
magnético b creado por ella. Experiencias más detalladas indican que la intensidad del campo b depende de las
características del medio que rodea a la corriente rectilínea, siendo tanto mayor cuando mayor es la intensidad de
corriente I y cuanto menor es la distancia r al hilo conductor. Todo lo cual queda englobado en la ecuación:
B = μ·I/2·π·r (11.3)
μ representa una constante característica del medio que recibe el nombre de permeabilidad magnética. En el vacío su
valor es μ0 = 4·π·10-7 T·m/A.
Campo magnético debido a una espira circular
El estudio del espectro magnético debido a una corriente circular, completado con la información que sobre el sentido
del campo creado ofrecen pequeñas brújulas, indica que las líneas de fuerza del campo se cierran en torno a cada
Campos magnéticos - El experimento de Oersted
Aun cuando los filósofos griegos presintieron que las fuerzas eléctricas y las magnéticas tenían un origen común, la
experimentación desarrollada desde William Gilbert (1544-1603) en torno a este tipo de fenómenos no reveló ningún
resultado que indicara que un cuerpo cargado en reposo es atraído o repelido por un imán. A pesar de su similitud,
los fenómenos eléctricos parecían independientes de los fenómenos magnéticos. Esta era la opinión de los colegas
de Oersted (1777-1851) y probablemente la suya propia hasta que un día de 1819, al finalizar una clase práctica en
la Universidad de Copenhague, fue protagonista de un descubrimiento que lo haría famoso. Al acercar una aguja
imantada a un hilo de platino por el que circulaba corriente advirtió, perplejo, que la aguja efectuaba una gran oscilación
hasta situarse inmediatamente perpendicular al hilo. Al invertir el sentido de la corriente, la aguja invirtió también su
orientación.
Este experimento, considerado por algunos como fortuito y por otros como intencionado, constituyó la primera
demostración de la relación existente entre la electricidad y el magnetismo. Aunque las cargas eléctricas en reposo
carecen de efectos magnéticos, las corrientes eléctricas, es decir, las cargas en movimiento, crean campos
magnéticos y se comportan, por lo tanto, como imanes.
Campo magnético debido a una corriente rectilínea
La repetición de la experiencia de Hans Christian Oersted con la ayuda de limaduras de hierro dispuestas sobre una
cartulina perpendicular al hilo conductor rectilíneo, pone de manifiesto una estructura de líneas de fuerza del campo
magnético resultante, formando circunferencias concéntricas que rodean al hilo. Su sentido puede relacionarse con el
convencional de la corriente sustituyendo las limaduras por pequeñas brújulas. En tal caso se observa que el polo
norte de cada brújula -que apunta siempre en el sentido del vector intensidad de campo b - se corresponde con la
indicación de los dedos restantes de la mano derecha semicerrada en torno a la corriente, cuando el pulgar apunta en
el sentido de dicha corriente. Esta es la regla de la mano derecha que aparece representada en la figura adjunta y que
permite relacionar el sentido de una corriente rectilínea con el sentido de las líneas de fuerza del campo
magnético b creado por ella. Experiencias más detalladas indican que la intensidad del campo b depende de las
características del medio que rodea a la corriente rectilínea, siendo tanto mayor cuanto mayor es la intensidad de
corriente I y cuanto menor es la distancia r al hilo conductor. Todo lo cual queda englobado en la ecuación:
B = μ·I/2·π·r (11.3)
μ representa una constante característica del medio que recibe el nombre de permeabilidad magnética. En el vacío su
valor es μ0 = 4·π·10-7 T·m/A.
Campo magnético debido a una espira circular
El estudio del espectro magnético debido a una corriente circular, completado con la información que sobre el sentido
del campo creado ofrecen pequeñas brújulas, indica que las líneas de fuerza del campo se cierran en torno a cada
porción de la espira como si ésta consistiera en la reunión de pequeños tramos rectilíneos. En conjunto, el espectro
magnético resultante se parece mucho al de un imán recto con sus polos norte y sur. La cara norte de una corriente
circular, considerada como un imán, es aquella de donde salen las líneas de fuerza y la cara sur aquella otra a donde
llegan dichas líneas.
La relación entre la polaridad magnética de una espira y el sentido de la corriente que circula por ella la establece
la regla de la mano derecha de la que se deriva esta otra: una cara es norte cuando un observador situado frente a
ella ve circular la corriente (convencional) de derecha a izquierda y es sur en el caso contrario. La experimentación
sobre los factores que influyen en el valor de la intensidad de campo B en el interior de la espira muestra que éste
depende de las propiedades del medio que rodea la espira (reflejadas en su permeabilidad magnética μ), de la
intensidad de corriente I y del valor del radio R de la espira, en la forma dada por la siguiente ecuación:
B = μ·I/2·R (11.4)
Campo magnético debido a un solenoide
Un solenoide es, en esencia, un conjunto de espiras iguales y paralelas dispuestas a lo largo de una determinada
longitud que son recorridas por la misma intensidad de corriente. Su forma es semejante a la del alambre espiral de
un bloc. El espectro magnético del campo creado por un solenoide se parece más aún al de un imán recto que el
debido a una sola espira. La regla que permite relacionar la polaridad magnética del solenoide como imán con el
sentido convencional de la corriente que circula por él es la misma que la aplicada en el caso de una sola espira. El
estudio experimental de la intensidad del campo magnético b debido a un solenoide en un punto cualquiera de su
interior pone de manifiesto que una mayor proximidad entre las espiras produce un campo magnético más intenso, lo
cual se refleja en la expresión de B a través del cociente N/L, siendo N el número de espiras y L la longitud del
solenoide. Dicha expresión viene dada por la ecuación:
B = μ·I·N/l (11.5)
N/l: representa el número de espiras por unidad de longitud, siendo su valor tanto mayor cuanto más apretadas están
las espiras en el solenoide.
El hecho de que B dependa del valor de μ, y por tanto de las características del medio, sugiere la posibilidad de
introducir en el interior del solenoide una barra de material de elevado y conseguir así un campo magnético más
intenso con la misma intensidad de corriente I. Este es precisamente el fundamento del electroimán, en el cual una
barra de hierro introducida en el hueco del solenoide aumenta la intensidad del campo magnético varios miles de
veces con respecto al valor que tendría en ausencia de tal material. Los timbres, los teléfonos, las dinamos y muchos
otros dispositivos eléctricos y electromecánicos utilizan electroimanes como componentes. Sus características de
imanes temporales, que actúan sólo en presencia de corriente, amplía el número de sus posibles aplicaciones.
Ejemplo de campo magnético debido a corrientes eléctricas: Se trata de calcular la intensidad del campo
magnético B creado por una corriente de 4 A de intensidad en cada uno de los siguientes casos: a) a 4 cm de un hilo
conductor rectilíneo e indefinido; b) en el centro de una bobina formada por 20 espiras circulares de 10 cm de diámetro;
c) en cualquier punto del interior de un solenoide de 2 cm de diámetro y de longitud indefinida que posee 40 espiras
por cada centímetro de longitud (Tómese μ0 = 4·π·107 T m/A).
a) El campo magnético B debido a una corriente rectilínea indefinida en un punto que dista r de dicha corriente, viene
dado por la expresión
B = μ0·l/2·π·r
Sustituyendo los datos del enunciado y recordando que todas las magnitudes se han de expresar en unidades SI,
resulta:
B = 4·π·107 T·(m/A)·4 A/2·π·4·10² m = 2·105 T
b) El campo B debido a una bobina formada por N espiras de igual radio R en su centro geométrico será igual a N
veces el campo debido a una sola, es decir:
B = μ0·l·N/2·R = 20,4·π·107 T·(m/A)·4 A/10·10² m = 3,2·π·104 T
c) En cualquier punto del interior de un solenoide el campo magnético es homogéneo, es decir, toma el mismo valor
B = μ0·I·N/l. Aún cuando no se conozca la longitud, para calcular B basta conocer el número de espiras por unidad de
longitud, que en este caso es N/l = 4·10² espiras/m sustituyendo, resulta:
B = 4·π·107·4,40·10² = 6,4·π·10³ T
Línea de fuerza:
Una línea de fuerza o línea de flujo, normalmente en el contexto del electromagnetismo, es la curva cuya tangente
proporciona la dirección del campo en ese punto. Como resultado, también es perpendicular a las líneas
equipotenciales en la dirección convencional de mayor a menor potencial.
Fueron introducidas por primera vez por Michael Faraday que consideraba la realidad
física de las líneas de fuerza como una posibilidad, aunque luego se convirtió en una
convicción (lo datan unos investigadores en 1838 y otros en 1852.
Ley de Biot-Savart
Los campos magnéticos pueden ser generados por cargas individuales en movimiento y en grupo (corrientes
eléctricas). Si bien en el apartado anterior nos centramos en el campo generado por cargas puntuales en movimiento,
en este abordaremos el estudio del campo creado por una corriente eléctrica.
Jean Baptiste Biot (1774-1862) y Félix Savart (1791-1841) establecieron poco después de que Oersted (1777-1851)
divulgara su experiencia, que al igual que una carga origina un campo eléctrico o una masa un campo gravitatorio, un
elemento de corriente genera un campo magnético. Un elemento de corriente es la intensidad que fluye por una porción
tangente al hilo conductor de longitud infinitesimal y cuyo sentido es el de la corriente eléctrica (dl→). Su expresión
viene dada por I⋅dl→
I⋅dl→=dqdt⋅dl→=dq⋅dl→dt=dq⋅v→ ⇒I⋅dl→=dq⋅v→
La ley de Biot y Savart establece que el campo magnético producido por una corriente cualquiera en un punto P viene
determinado por la siguiente expresión:
B→=μ0⋅I4⋅π∫ldl→×u→rr2
Donde:
Si en vez de una corriente eléctrica indefinida disponemos de una corriente en línea recta, el cálculo del campo
magnético creado por dicha corriente se simplifica enormemente.
El valor del campo magnético creado por una corriente rectilínea en un punto P se obtiene por medio de la siguiente
expresión:
B=μ0⋅I2⋅π⋅R
donde:
Las líneas de campo creadas por este tipo de corriente son circunferencias concéntricas al conductor y
perpendiculares a él. Esto implica que la dirección del campo magnético sea tangente a ellas en cada punto y su
sentido venga dado por la regla de la mano derecha. La regla de la mano derecha determina que, si usamos el pulgar
de dicha mano para indicar el sentido de la intensidad de corriente, el resto de dedos nos indicará el sentido del campo
magnético.
Comprobación:
Si aplicamos la definición de campo magnético en un punto P creado por una corriente cualquiera, obtenemos que:
B→=μ0⋅I4⋅π∫ldl→×u→rr2
Si observamos, el producto vectorial de dl→ y r→ provocará que B→ tenga la dirección perpendicular a tu pantalla
orientado hacia dentro. En este caso el módulo se obtiene por medio de la siguiente expresión:
B=μ0⋅I4⋅π∫l∣∣∣dl→×u→r∣∣∣r2⇒B=μ0⋅I4⋅π∫lI⋅dl⋅sin αr2
Estudiando de forma gráfica que ocurre con un elemento de corriente cualquiera, podemos representar la situación de
la siguiente forma:
De la figura anterior se pueden deducir las siguientes equivalencias:
Aplicando esta expresión al cálculo del módulo del campo magnético, podemos deducir que:
B=μ0⋅I2⋅R
donde:
Comprobación
El campo magnético B→ producido por distintos agentes en un punto del espacio es la suma vectorial de los campos
magnéticos producidos por cada uno de ellos individualmente (B→1, B→2, B→3, ..., B→n), de tal forma que:
B→=B→1+B→2+B→3+...+B→n
Calculamos el campo producido por un solenoide en un punto P situado en el eje del solenoide:
Aplicando la ley de Ampère, a un solenoide muy largo comparado con el radio de sus espiras
Vamos a calcular el campo producido por el solenoide en un punto P situado en el eje del solenoide sumando el
campo producido por las N espiras.
En la figura, tenemos un corte longitudinal de un solenoide de longitud L, formado por N espiras iguales de radio a.
En la página titulada, campo magnético producido por una espira, obtuvimos la expresión del campo magnético
producido por una espira de radio a en un punto P de su eje distante x.
B= μ 0 i a 2 2 ( a 2 + x 2 ) 3
Todas las espiras del solenoide producen en P un campo que tiene la misma dirección y sentido, pero distinto
módulo, dependiendo de su distancia x al punto P.
Estas espiras producen en P un campo que es el producto del campo producido por una espira por el número dn de
espiras
dB= μ 0 i a 2 2 ( a 2 + x 2 ) 3 N L dx
Para integrar, tenemos que hacer el cambio de variable a=x·tanθ y teniendo en cuenta que, 1+tan2θ =1/cos2θ,
simplificamos la integral
El campo magnético es prácticamente uniforme en el interior del solenoide, en los extremos del solenoide x=±0.5 se
reduce a la mitad del campo magnético en el centro.
Si suponemos que el solenoide es muy largo comparado con el radio de sus espiras, el campo es aproximadamente
uniforme y paralelo al eje en el interior del solenoide y es nulo fuera del solenoide. En esta aproximación, es aplicable
la ley de Ampère.
∮B → · dl → = μ 0 i
El primer miembro, es la circulación del campo magnético a lo largo de un camino cerrado y en el segundo miembro,
el término i se refiere a la intensidad que atraviesa dicho camino cerrado.
Para determinar el campo magnético, aplicando la ley de Ampère, tomamos un camino cerrado ABCD que sea
atravesado por corrientes. La circulación es la suma de cuatro contribuciones, una por cada lado.
Bx= μ 0 Nx L i B= μ 0 N L i
∮B → · dl → = ∫ A B B → · dl → + ∫ B C B → · dl → + ∫ C D B → · dl → + ∫ D A B → · dl →
Examinaremos, ahora cada una de las contribuciones a la circulación:
1. Como vemos en la figura, la contribución a la circulación del lado AB es cero ya que bien B → y dl → son
perpendiculares o bien, B → es nulo en el exterior del solenoide.
2. Lo mismo ocurre en el lado CD.
3. En el lado DA la contribución es cero, ya que el campo en el exterior al solenoide es cero.
4. El campo es constante y paralelo al lado BC, la contribución a la circulación es Bx, siendo x la longitud de
dicho lado.
Si hay N espiras en la longitud L del solenoide en la longitud x habrá Nx/L espiras. Como cada espira trasporta una
corriente de intensidad i, la corriente que atraviesa el camino cerrado ABCD es Nx·i/L.
Para visualizar las líneas de campo magnético, se emplean limaduras de hierro. Este procedimiento es muy limitado y
requiere bastante cuidado por parte del experimentador. Véase la fotografía al principio de esta página
En el programa interactivo se calcula, aplicando la ley de Biot-Savart, el campo magnético producido por cada espira
en un punto fuera del eje. Posteriormente, determina el campo magnético resultante, sumando vectorialmente el campo
producido por cada espira en dicho punto. Finalmente, se trazan las líneas del campo magnético que pasan por puntos
equidistantes a lo largo del diámetro del solenoide.
Dos espiras, esta disposición simula las denominadas bobinas de Helmholtz, utilizadas en el laboratorio para
producir campos magnéticos aproximadamente uniformes en la región entre las dos bobinas.
Se introduce
Inducción magnética
La inducción magnética es el proceso mediante el cual campos magnéticos generan campos eléctricos. Al generarse
un campo eléctrico en un material conductor, los portadores de carga se verán sometidos a una fuerza y se inducirá
una corriente eléctrica en el conductor.
Cualquier dispositivo (batería, pila…) que mantiene la diferencia de potencial entre dos puntos en un circuito se llama
fuente de alimentación.
La fuerza electromotriz ε (fem) de una fuente se define como el trabajo realizado por el dispositivo por unidad de carga,
por lo que las unidades de fuerza electromotriz son los voltios. Cuando decimos que un campo magnético genera una
corriente eléctrica en un conductor, nos referimos a que aparece una fem (llamada fem inducida) de modo que las
cargas del conductor se mueven generando una corriente (corriente inducida).
Este hecho se observa fácilmente en el siguiente experimento: si acercamos o alejamos un imán a un conductor que
no está conectado a ninguna fuente de fuerza electromotriz, se detecta con un amperímetro que aparece una corriente
eléctrica en el conductor. La corriente desaparece si el imán se mantiene en la misma posición, por lo que se llega a la
conclusión de que sólo una variación del flujo del campo magnético con respecto al tiempo genera corriente eléctrica.
La ley que explica esta interacción entre la fuerza electromotriz inducida y el campo magnético es la Ley de Faraday:
En donde Φm es el flujo del campo magnético. Por tanto, para que aparezca una fuerza electromotriz (fem) inducida
debe variar el flujo del campo magnético a través de la superficie delimitada por el conductor. De la definición de flujo:
se deduce que hay tres formas de variar el flujo del campo magnético: variar el módulo del campo, la superficie que lo
atraviesa o el ángulo que forman ambos.
En la siguiente animación se muestra un ejemplo: la superficie delimitada por la espira rectangular va aumentando o
disminuyendo al desplazarse la varilla; se produce entonces una variación del flujo magnético con lo que se genera
una corriente. El sentido de la corriente generada es tal que tiende a compensar la variación de flujo que la ha originado.
Cuando el lado móvil de la espira deja de moverse no hay variación del flujo del campo magnético, por lo que
desaparece la corriente.
Unidades de inducción magnética
El tesla (símbolo: T), es la unidad de inducción magnética (o densidad de flujo magnético) del Sistema Internacional de
Unidades (SI). Fue nombrada así en 1960 en honor al ingeniero e inventor Nikola Tesla. El nombre de la unidad debe
escribirse en minúsculas, mientras que su símbolo se escribe con mayúscula.
Definición:
Un tesla se define como una inducción magnética uniforme que, repartida normalmente sobre una superficie de
un metro cuadrado, produce a través de esta superficie un flujo magnético total de un weber.
También se define como la inducción de un campo magnético que ejerce una fuerza de 1 N (newton) sobre
una carga de 1 C (culombio) que se mueve a velocidad de 1 m/s dentro del campo y perpendicularmente a las líneas
de inducción magnética.
El tesla es el valor del total del flujo magnético dividido por el área, de lo que puede deducirse que si reducimos el área
afectada se incrementa la densidad del flujo magnético. Esto continuaría pasando hasta que el material llegara a un
punto de saturación magnética.
Equivalencias:
1 tesla es equivalente a:
Ejemplos:
En el espacio exterior la densidad del flujo magnético es de 0.1-10 nanoteslas (10−10 T - 10−8 T),
El campo magnético terrestre, a una latitud de 50° es de 58 µT (5.8×10−5 T) y en el ecuador, a una latitud de
0°, es 31 µT (3.1×10−5 T),
El campo magnético continuo más fuerte jamás producido en laboratorio (en el National High Magnetic Field
Laboratory de la Florida State University en Tallahassee, Florida) fue de 45 T.
Una estrella de neutrones genera de 1 a 100 megateslas (106 T a 108 T). Si es de tipo magnetar, genera de
0.1 a 100 gigateslas (108 a 1011 T).
El máximo campo magnético teórico para una estrella de neutrones, y por tanto el límite máximo para un
fenómeno conocido, es de 1013 T (10 terateslas).
En la imagen podemos ver que cada clavo sostiene a otro clavo, ya que todos tienen su propio campo magnético
(temporalmente).
También hemos notado que un imán atrae ciertos metales, esto se debe a que cuando un imán toca un metal,
INDUCE sus propiedades al metal, y ahora dicho metal puede atraer otro metal u otro imán. Los metales que pueden
adquirir la propiedad magnética del imán se llaman ferromagnéticos.
Para poder apreciar con más facilidad el campo magnético de un imán, utilizamos limadura de hierro, esta limadura
se acomodará de distintas maneras, descubriendo el campo magnético del imán. Las líneas que se forman de
acuerdo al campo magnético se llaman líneas de campo.
magnético estaba ligado al eléctrico. Descubrió que una corriente eléctrica genera una fuerza magnética.
¿Qué es un solenoide?
Un solenoide es una bobina de forma cilíndrica y helicoidal (como un resorte) que cuenta con un hilo de material
conductor enrollada sobre si a fin de que, con el paso de la corriente eléctrica, se genere un intenso campo
magnético. Cuando este campo magnético aparece comienza a operar como un imán.
El campo magnético de un solenoide es uniforme en su interior y nulo en su exterior.
En las imágenes observamos un solenoide con espiras separadas, y un solenoide con espiras juntas. En ambos el campo
magnético en su interior es uniforme, y no hay campo magnético en su exterior.
Un solenoide con un núcleo apropiado se convierte en un electroimán (un imán que produce su campo magnético
mediante una corriente eléctrica).
En la primera parte del video podemos observar los distintos campos magnéticos de los distintos tipos de imanes.
Después se demuestra cómo es que una corriente eléctrica genera un campo magnético.
Si una corriente eléctrica ha creado un campo magnético, en el vídeo vemos cómo es que mediante campos
magnéticos podemos producir corriente eléctrica.
La función principal de un solenoide es activar una válvula que lleva su mismo nombre, la válvula solenoide.
Una válvula solenoide tiene la misma función que una válvula de paso operada manualmente; pero la válvula
solenoide es accionada eléctricamente, así que se puede instalar en lugares remotos y se controla más fácilmente
mediante interruptores eléctricos.
Una válvula solenoide controla el flujo de líquidos o gases en posición completamente abierta o completamente
cerrada (no hay punto medio ni puede regular el flujo, o está abierto o está cerrado).
Una válvula solenoide se utiliza en bombas de agua, y en distintos mecanismos hidráulicos o mecánicos.
Como se menciona anteriormente al colocar limadura de hierro sobre un imán podemos observar fácilmente las líneas
de campo.
La densidad de flujo magnético en una región de un campo magnético es el número de líneas de flujo que pasan a
través de una unidad de área perpendicular en esa región.
En resumen:
1 T = 1 Wb/m2 = 104 G
NOTA: A la densidad de flujo magnético también se le conoce como “Inducción magnética”. Esta densidad se
representa con una B.
Permeabilidad magnética
Para nuestros cálculos necesitamos conocer una constante, que es la permeabilidad del medio a través del cual
pasan las líneas de flujo.
La permeabilidad magnética es la capacidad de una sustancia o medio, para atraer y hacer pasar a través de sí los
campos magnéticos; está dada por la relación entre la inducción magnética existente y la intensidad del campo
magnético que aparece en el interior de dicho material.
μ=B/H
En otras palabras, la permeabilidad (absoluta) es igual a la cantidad de líneas en un campo magnético entre la
intensidad que tiene ese mismo campo magnético.
La permeabilidad es una constante, y se ha mencionado que es la capacidad DE UNA SUSTANCIA O MEDIO, para
atraer y hacer pasar a través de sí los campos magnéticos. Si ese medio es el vacío, se representará como μ0 y puede
tener uno de los siguientes valores:
Si el medio no es el vacío, tenemos que conocer la permeabilidad del material respecto al vacío, a esta razón se le
llama permeabilidad relativa, y se representa como μ r
μ r = μ / μ0
μ = μ r • μ0
• La inducción magnética es lo mismo que densidad de flujo magnético, y se representa con una B.
B=(μ•N•I)/L
Donde:
L = Longitud (metros)
NOTA: La fórmula no es igual para un alambre, una espira o una bobina, es para un solenoide.
EJEMPLO 1:
B=(μ•N•I)/L
N = 10
Ocupamos encontrar la I, por lo que debemos despejar
L = 10 cm = 0.1m (Se convierte a metros)
La L que está dividiendo pasa multiplicando
μ = 4π x 10-7 T • m / A (Ya que está en el vacío)
B•L=μ•N•I
I=1A
La μ y la N que están multiplicando a I, pasan dividiendo
Fórmula:
(B•L)/(μ•N)=I
Buscamos B, así que no es necesario despejar
Que es lo mismo si le damos la vuelta
B=(μ•N•I)/L
I=(B•L)/(μ•N)
Sustitución: También necesitamos la permeabilidad absoluta
B = (4π x 10-7 Tm / A • 10 • 1 A) / 0.1m μ r = μ / μ0
Dividimos
Resultado: I = 0.0153 A
EJEMPLO 3:
Fórmula:
B=(μ•N•I)/L
1•(μ•N•I)/B=L
(μ•N•I)/B=L
L=(μ•N•I)/B
Sustitución:
Vectores normales a una superficie dada.
L = (4π x 10-7 T • m / A • 20 • 0.1 A) / 50.24 x 10-7 T Generalizando aún más, podemos tener en cuenta una
superficie irregular atravesada por un campo magnético
Multiplicamos 20 vueltas por 0.1 A, y 4 por π
heterogéneo. De esta manera, tenemos que considerar
L = (12.56 x 10-7 T • m / A • 2 A) / 50.24 x 10-7 T cada diferencial de área:
Ahora multiplicamos lo que falta
Dividimos
Resultado: L = 0.5m
Cuantización del flujo magnético
Como ya predijo Fritz London en 1948, es posible observar la cuantización del flujo magnético en
sustancias superconductoras. El cuanto de flujo magnético es una constante física:
El inverso del cuanto de flujo magnético KJ = 1/Φ0 se suele conocer como constante de Josephson, por Brian David
Josephson.
Empleando el efecto Josephson es posible medir con mucha precisión el cuanto de flujo magnético, lo cual se ha
empleado junto con el efecto Hall cuántico para medir la constante de Planck con la máxima precisión hasta la fecha.
Es bastante irónico el hecho de que la constante de Planck suela estar asociada a sistemas microscópicos, pero su
valor se calcule a partir de dos fenómenos macroscópicos como el efecto Josephson y el efecto Hall cuántico.
Los campos magnéticos generados por las corrientes y que se calculan por la ley de Ampere o la ley de Biot-Savart,
se caracterizan por el campo magnético B medido en Teslas. Pero cuando los campos generados pasan a través de
materiales magnéticos que por sí mismo contribuyen con sus campos magnéticos internos, surgen ambigüedades
sobre que parte del campo proviene de las corrientes externas, y que parte la proporciona el material en sí. Como
prática común se ha definido otra cantidad de campo magnético, llamada usualmente "intensidad de campo
magnético", designada por la letra H. Se define por la relación
H = B/μm = B/μ0 - M
y tiene un valor que designa de forma inequívoca, la influencia que ejerce la corriente externa en la creación del campo
magnético del material, independientemente de la respuesta magnética del material. La relación de B se puede escribir
de forma equivalente
B = μ0(H + M)
H y M tendrán las mismas unidades, amperios/metro. Para distinguir aún más B de H, a veces se le llama a B densidad
de flujo magnético o inducción magnética. A la cantidad M en estas fórmulas, se le llama magnetización del material.
siendo μ0 la permeabilidad magnética del vacío y Km la permeabilidad relativa del material. Si el material no responde
al campo magnético externo, no produciendo ninguna magnetización, entonces Km = 1. Otra cantidad magnética
comúnmente usada es la susceptibilidad magnética, la cual especifica en cuanto difiere de 1, la permeabilidad relativa.
Susceptibilidad magnética χm = Km - 1
La unidad para la intensidad del campo magnético H, se puede obtener de su relación con el campo magnético B,
B=μH. Como la unidad de permeabilidad magnética μ es N/A2, entonces la unidad para la intensidad del campo
magnético es: T/(N/A2) = (N/Am)/(N/A2) = A/m
El Oersted es una unidad más antigua de intensidad de campo magnético: 1 A/m = 0.01257 Oersted
Sustancias Ferromagnéticas
Materiales y su
Ferromagnetismo, propiedad de algunos materiales
temperatura
que hace que resulten intensamente imantados
Temp. Curie
cuando se sitúan en un campo magnético,
Material
(K)
y conserven parte de su imantación cuando Fe 1043
desaparece dicho campo.
Co 1388
Ni 627
Explicación
Gd 292
El ferromagnetismo es un fenómeno físico en el que se produce ordenamiento magnético
de todos los momentos magnéticos de una muestra, en la misma dirección y sentido. Un Dy 88
material ferromagnético es aquel que puede presentar ferromagnetismo. La interacción
ferromagnética es la interacción magnética que hace que los momentos magnéticos MnAs 318
tiendan a disponerse en la misma dirección y sentido. Ha de extenderse por todo un
sólido para alcanzar el ferromagnetismo. MnBi 630
Generalmente, los ferromagnetos están divididos en dominios magnéticos, separados MnSb 587
por superficies conocidas como paredes de Bloch. En cada uno de estos dominios, todos
los momentos magnéticos están alineados. En las fronteras entre dominios hay cierta CrO2 386
energía potencial, pero la formación de dominios está compensada por la ganancia en
entropía. MnOFe2O3 573
Al someter un material ferromagnético a un campo magnético intenso, los dominios Fe3O4 858
tienden a alinearse con éste, de forma que aquellos dominios en los que los dipolos están
orientados con el mismo sentido y dirección que el campo magnético inductor aumentan NiOFe23 858
su tamaño. Este aumento de tamaño se explica por las características de las paredes de
Bloch, que avanzan en dirección a los dominios cuya dirección de los dipolos no coincide; CuOFe2O3 728
dando lugar a un monodominio. Al eliminar el campo, el dominio permanece durante
cierto tiempo. MgOFe23 713
Materiales ferromagnéticos EuO 69
Hay muchos materiales cristalinos que presentan ferromagnetismo. En la tabla se Y3Fe5O12 560
muestra una selección representativa de ellos (Kittel, p. 449), junto con sus temperaturas
de Curie, la temperatura por encima de la cual dejan de ser ferromagnéticos.Como
el hierro, el níquel, el cobalto, el acero, etc.
Un trozo de hierro consiste en innumerables diminutos imanes elementales. Estos imanes ultramicroscópicos
pueden consistir en átomos o moléculas individuales o en grupos de átomos alineados en forma de cristalitos
elementales de hierro, mientras estan siendo magnetizados giran y se alinean paralelos entre sí y el campo
magnetizante, alineados de este modo los polos N y S son adyacentes y anulan entre sí los efectos sobre los objetos
externos.
Cuando se rompe un imán en algún punto, los polos S libres están expuestos en un lado de la rotura y los polos N en
el otro, por lo tanto, siempre existen en pares y no importa cuántas veces se rompa un imán cada trozo contendrá
un polo N en un extremo un polo S en el otro.
El electroimán se usa en la actualidad en muchos de los objetos cotidianos. En muchos de ellos, ni siquiera nos
habíamos planteado hasta ahora que pudieran tener uno dentro. Entre sus usos más frecuentes y en el que cuya
presencia no podría ser sustituida por ningún otro elemento es el motor eléctrico. También se utiliza para levantar
grandes pesos de metales como en los desguaces.
Qué es un electroimán
un electroimán es un imán artificial que consta de un núcleo de hierro dulce (hierro dulce se puede definir como el
hierro en su estado más puro) y está rodeado por una bobina (un cable enrollado) por la que pasa una corriente
eléctrica.
En la actualidad, los electroimanes se utilizan en multitud de situaciones, ya que tienen una ventaja muy importante
sobre los imanes naturales, y es que se pueden activar y desactivar cunado se desee y que además se puede variar
el campo magnético emitido por el electroimán fácil y rápidamente, y por lo tanto, su fuerza de atracción. Para ello,
únicamente es necesario variar la cantidad de energía eléctrica que lo atraviesa.
Así, se pueden fabricar frenos electromagnéticos (utilizado en algunos tranvías), embragues electromagnéticos de
automóviles, motores eléctricos y un sinfín de artilugios.
La única desventaja de un electroimán frente a un imán, es el consumo de energía necesario para “crear” la fuerza
de atracción que lo caracteriza.
Hacia el año 1820, un físico danés llamado Hans Christian Oersted, se dio cuenta de que al hacer circular la corriente
eléctrica a través de un conductor de la electricidad, como puede ser cualquier hilo de cobre, la aguja de una brújula
que se encontraba cerca del conductor y que inicialmente apuntaba al Norte, cambiaba de dirección, variando su
dirección en función de la intensidad de corriente que circulaba por el conductor. Sin embargo, cuando pulsaba
nuevamente el interruptor del circuito y dejaba de circular la electricidad por el conductor, la brújula volvía a su
posición original, marcando nuevamente el Norte. Este hecho, llamó notablemente la atención de Hans Christian
Oersted y se dedicó a estudiarlo. No llamó su atención simplemente por el hecho de que la posición de la brújula
cambiara de posición, sino porque se dio cuenta en ese momento de que la electricidad y el magnetismo están
íntimamente relacionados, relación desconocida hasta la fecha.
De la misma forma, y tras sus publicaciones, el resto de científicos de la época quedaron igualmente fascinados por
tan desconocida relación.
De entre ellos, y casualmente, el inglés William Sturgeon descubrió que al hacer circular una corriente eléctrica por un
conductor o cable enrollado en una barra de hierro en forma de herradura, éste atraía los objetos metálicos, o lo que
es lo mismo, se convertía en un imán, con una fuerza de atracción que, con la intensidad de corriente adecuada, era
capaz de levantar varias veces su peso. Descubrió con ello el primer electroimán.
Más tarde, pasados unos 11 años, hacia el año 1831, el físico de origen estadounidense Joseph Henry, empleó el
diseño de su antecesor, utilizando como conductor un hilo de cobre aislado con hilos de seda procedente de las
enaguas de su mujer, enrollando este cable alrededor de la barra de hierro un dándole varias vueltas. Tras realizar el
experimento, se dio cuenta de que al arrollarlo varias veces alrededor de la barra de hierro conseguía aumentar
enormemente la fuerza de atracción del imán creado.
Cómo funciona un electroimán
El funcionamiento del electroimán, es tan simple como importante. Al hacer pasar la corriente por un
conductor enrollado en un núcleo de hierro, se consigue que las moléculas que forman el núcleo se
reordenen y alineen, teniendo la carga positiva y negativa de cada molécula en el mismo sentido. De esta
forma, los campos magnéticos formados por todas las moléculas se suman dando lugar a una fuerza de
atracción con otros imanes y objetos metálicos (ferromagnéticos).
Al enrollar el cable y hacer pasar la corriente, no estamos haciendo sino simular lo que la naturaleza hace
con la magnetita, aunque de manera temporal, ya que al dejar de circular la corriente, las moléculas vuelven
a su estado original y la capacidad de atracción desaparece.
Construir un electroimán en casa
Aunque realizar experimentos científicos en nuestro hogar nunca es recomendable por los peligros que
entraña, la fabricación de un electroimán casero no entraña ninguna dificultad, peligro o misterio, sino que
por el contrario, se trata de uno de los experimentos más sencillos que podemos hacer.
1. Una barra de hierro dulce bastante fina. Como es algo difícil de encontrar, se puede utilizar un clavo, algo que hay en
todas las casas.
2. Un cable de cobre. Si el cable está “desnudo” mejor, es decir, es mejor quitarle el plástico que suelen llevar alrededor
(siempre y cuando lo conectes a una pila porque si lo conectas a otra fuente de energía se puede calentar, y sobretodo
no lo conectes a un enchufe porque te puedes electrocutar). Para conseguirlo, puedes pelar un trozo de cable eléctrico
que tengas por algún sitio. Si no lo encuetras, puedes utilizar un trozo de alambre (si tienes un cuaderno viejo, quítale la
espiral). Y si tampoco encuentras esto, utiliza un cable normal que no sea demasiado gordo para que puedas enrrollarlo
con facilidad.
3. Una pila. Si tienes una pila de petaca, mejor, sino la más grande que tengas (o también puedes poner varias en serie si
sabes como hacerlo).
1. Si el cable no tiene plástico alrededor, perfecto. Si tiene, lo primero que debes hacer es pelar los extremos para luego poder
conectarlos a los extremos de la pila.
2. Enrolla el cable alrededor del clavo. Cuantas más vueltas des, más fuerza tendrá el electroimán casero que estás fabricando.
En este punto es necesario asegurarse de no poner cable encima de cable, es decir, enrollarlo solo sobre el clavo.
3. Coloca un extremo del cable en uno de los polos de la pila y pégalo con cinta aislante. Cuanto mayor voltaje tenga la pila, mayor
será la fuerza de atracción del artilugio. El otro no lo conectes y así funcionará cuando quieras.
4. Y ya está.
Ahora para probarlo, con una mano sujetas el clavo y lo acercas a cualquier objeto. Cuando quieras activar el electroimán casero,
solo debes tocar, con el extremo libre del cable el polo de la pila que ha quedado también libre. Acércalo al clip y éste será atraído
por el clavo. Cuando quieras que deje de funcionar, simplemente deja de tocar la pila con el cable.
Circuito magnético:
En las máquinas eléctricas se usan circuitos de materiales ferromagnéticos para conducir los campos eléctricos
necesarios para su funcionamiento. El uso de material ferromagnético es porque tienen una permeabilidad mucho más
alta que el aire y por tanto el campo magnético tiende a quedarse dentro del material.
Un circuito magnético es un camino cerrado de material ferromagnético sobre el que actúa una fuerza magnetomotriz.
Estos circuitos magnéticos pueden ser:
Homogéneos: Una sola sustancia, sección uniforme y sometido a igual inducción en todo su recorrido.
CONCEPTOS BÁSICOS
Excitación: La excitación o alimentación no es más que la fuente de corriente con la cual se genera el flujo del
circuito. Esta fuente de suministro puede ser de muchos tipos dependiendo de la utilidad del dispositivo. Por lo general
se utiliza corriente alterna aunque en algunos casos también la continúa.
Bobinado: El bobinado rodea el núcleo, tiene forma de solenoide y somete al núcleo a un campo magnético constante
en toda su sección, en una dirección que dependerá de la corriente. Es importante en el bobinado el numero de espiras
N.
Núcleo: El núcleo está diseñado para transportar el flujo creado por la corriente en el bobinado. Suele estar fabricado
con materiales ferromagnéticos que tienen una permeabilidad mucho más alta que el aire o el espacio y por tanto, el
campo magnético tiende a quedarse dentro del material.
Entrehierro: El entrehierro no es más que una zona donde el núcleo o camino del flujo sufre un salto o discontinuidad
que se traduce en una zona con baja permeabilidad. Se representa tal y como se muestra en la Figura 3.
Figura 3. Entrehierro
Fuerza magnetomotriz: La fuerza magnetomotriz (F.m.m) es aquella capaz de producir un flujo magnético
entre dos puntos de un circuito magnético. La f.m.m se puede deducir de la ley de Ampere
Donde N es el número de vueltas de la bobina o solenoide que alimenta el núcleo, e i la intensidad que circula por
dicha bobina.
Reluctancia La reluctancia magnética de un material es la resistencia que éste posee al verse influenciado por
un campo magnético.
Depende de las características del material, en el caso que nos concierne, del material del núcleo y de su forma. La
reluctancia de un circuito magnético viene dada por
Donde l es la longitud del núcleo, µ la permeabilidad del material, y S la superficie, perpendicular al flujo, del núcleo. El
acoplamiento de la reluctancia en serie y/o paralelo en un núcleo, es idéntico al del acoplamiento de resistencias en un
circuito eléctrico.
Inducción magnética B: es un vector tal que en cada punto coincide en dirección y sentido con los de la línea de
fuerza magnética correspondiente. Se puede definir como el número de líneas de flujo por unidad de superficie que
existen en el circuito magnético perpendiculares a la dirección del campo.
Donde µ es la permeabilidad del núcleo o material en el cual esta aplicado el campo, H es la excitación
magnética, S la superficie, perpendicular al flujo, del núcleo y Φ el flujo en el núcleo magnético.
Donde l es la longitud del circuito magnético, i la intensidad que circula por la bobina y N el número de espiras de
dicha bobina.
Intensidad: Es la intensidad que aporta la fuente de alimentación a la bobina. Es la encargada de generar el campo
magnético que origina el flujo en el núcleo del circuito. Para su cálculo se emplean.
Superficie del núcleo: la superficie del núcleo es perpendicular al campo generado por la bobina. Se mide en m2
En ocasiones es necesario su cálculo para dimensionar el núcleo de las maquinas, para ello se emplea
Longitud del circuito: Es la longitud total del recorrido del campo, depende de la forma del núcleo al igual que la
superficie.
Figura 5.Longitud del circuito magnético
Si no nos dan los valores geométricos del núcleo podemos emplear la siguiente ecuación:
Número de espiras:Es el número de vueltas que tiene el bobinado de excitación. Si no nos dan este valor podemos
calcularlo mediante la Ecuación 12.
Permeabilidad del vacío: conocida también como constante magnética, se representa mediante el símbolo µ0 y tiene
como valor
En un circuito magnético se utiliza para el cálculo de la permeabilidad absoluta y/o como la permeabilidad del
entrehierro.
Los materiales se pueden clasificar según su permeabilidad magnética relativa en ferromagnéticos, diamagnéticos y
paramagnéticos.
Para los núcleos de los circuitos magnéticos se utilizan materiales ferromagnéticos, cuyo valor de permeabilidad
magnética relativa es muy superior a 1. Los materiales ferromagnéticos atraen el campo magnético hacia su interior.
Esa propiedad recibe el nombre de ferromagnetismo. Ejemplos de ellos son el hierro y el níquel.
Figura 7 : Gráfica de variación de la permeabilidad en los materiales ferromagnéticos.
Permeabilidad absoluta: Para comparar entre sí los materiales, se utiliza la permeabilidad magnética absoluta (µ)
como el producto entre la permeabilidad magnética relativa (µr) y la permeabilidad magnética de vacío (µ0):
µ =µ r·µo
Posee las mismas dimensiones que la permeabilidad del vacío, µ0 , esto es, se mide en T·m/A.
CAMPO MAGNÉTICO.
Introducción.
Se observa experimentalmente que un imán crea una zona de influencia a su alrededor que se manifiesta por la orientación que adquieren las
limaduras de hierro espolvoreadas entorno suyo. A esta zona de influencia generada por un imán se la denomina campo magnético, y se define
mediante una magnitud representativa denominada inducción magnética (su unidad es la Tesla).
En un imán se distinguen dos polos magnéticos, (norte y sur) que representan la propiedad de repelerse si son de la misma polaridad y de atraerse
si son de polaridad distinta.
Por convenio se admite que las líneas de campo salen del polo norte y entran por el polo sur del imán.
Cuando una partícula con carga q incide en un campo magnético de inducción con una velocidad actúa sobre ella una fuerza (fuerza de
Lorentz):
cuyo módulo: .
Posibles trayectorias de una partícula según el ángulo con que incide en el campo magnético:
o y perpendiculares:
La partícula describe circunferencias en un plano perpendicular a . Para calcular el radio de estas circunferencias:
y el periodo de revolución:
o y forman otro ángulo cualquiera: podemos imaginar esta situación como una superposición de las dos
anteriores: la velocidad tiene una componente perpendicular al campo y otra paralela: el movimiento resultante es un
movimiento helicoidal.
Si la carga en movimiento entra en una región donde además hay un campo eléctrico :
no serán desviadas: la fuerza de interacción del campo eléctrico y del campo magnético se
compensan entre sí:
Esto ocurrirá cuando (tomando módulos): es la velocidad de las partículas que no se desvían.
Espectrógrafo de masas.
Con el dispositivo anterior podemos seleccionar y por tanto conocer la velocidad de las partículas cargadas.
Si ahora estas partículas penetran en una región donde existe un campo magnético uniforme, actúa sobre ellas la
fuerza de Lorentz, como resultado describirán una trayectoria semicircular:
El detector nos permite determinar el radio de dichas trayectorias, y como conocíamos la velocidad y la carga,
obtenemos la masa de las partículas.
Actividad: Obtén las expresiones correspondientes para la masa de las partículas y el radio de la trayectoria.
Ciclotrón.
Permite acelerar partículas cargadas a altísimas velocidades.
Consta de dos cajas semicirculares (des) entre las que se establece una diferencia de potencial y que están sumidas
en un campo magnético uniforme perpendicular.
La diferencia de potencial acelera las partículas cargadas que como consecuencia del campo magnético describen
circunferencias de radio cada vez mayor (ya que su velocidad es cada vez mayor).
La frecuencia de la tensión aplicada debe coincidir con la frecuencia de giro del la partícula (frecuencia de ciclotrón).
La partícula sale disparada del dispositivo cuando alcanza la velocidad máxima (cuando el radio de la trayectoria es el
máximo posible = radio del ciclotrón, R).
Esta velocidad máxima es:
ACCIÓN DE UN CAMPO MAGNÉTICO SOBRE UNA CORRIENTE ELÉCTRICA.
Teniendo en cuenta que una corriente eléctrica es un conjunto de cargas en movimiento a través de un
conductor y de la ley de Lorentz, se obtiene que la fuerza sobre un conductor de longitud por el que circula una
corriente I que se encuentra sumido en un campo magnético :
Recordamos que es un vector cuyo módulo tiene el valor de la longitud del conductor y su sentido es el de la
corriente.
Si
Podemos definir la tesla como la intensidad de campo magnético que produce una fuerza de 1N cuando sobre un
conductor de longitud 1m circula una corriente de 1A.
ACCIÓN DE UN CAMPO MAGNÉTICO SOBRE UNA ESPIRA.
Actividad: Demuestra que la fuerza total sobre una espira sumida en un campo magnético uniforme es nula.
Dada la siguiente espira de dimensiones axb situada en un campo magnético uniforme:
o Por otro lado, la fuerza sobre un conductor por el que circula una corriente I 2 que se encuentra sumida en un
campo magnético :
Actividad: Calcula el campo magnético que crea una espira circular de radio a en cualquier punto de su
eje .
TEOREMA DE AMPÈRE.
“La circulación del campo magnético a lo largo de un recinto cerrado es igual a 0 por la suma de corrientes que
atraviesan una superficie apoyada en ese recinto”.
Algunos ejemplos de cálculo del campo magnético a partir del teorema de Ampère:
Campo magnético creado por un conductor indefinido:
Tomamos como recinto de integración una circunferencia de radio r con centro el hilo conductor. El campo magnético
es paralelo a (ambos son tangentes a esa circunferencia), y además tiene el mismo módulo en todos los puntos de
la circunferencia:
I b c
La inducción electromagnética es el fenómeno que origina la producción de una fuerza electromotriz (f.e.m.
o tensión) en un medio o cuerpo expuesto a un campo magnético variable, bien en un medio móvil respecto a un campo
magnético estático no uniforme, o la variación de las líneas de campo que atraviesan dicha superficie mediante un giro.
Es así que, cuando dicho cuerpo es un conductor, se produce una corriente inducida. Este fenómeno fue descubierto
por Michael Faraday en 1831, quien lo expresó indicando que la magnitud de la tensión inducida es proporcional a la
variación del flujo magnético (ley de Faraday).
Por otra parte, Heinrich Lenz comprobó que la corriente debida a la f.e.m. inducida se opone al cambio de flujo
magnético, de forma tal que la corriente tiende a mantener el flujo. Esto es válido tanto para el caso en que la intensidad
del flujo varíe, o que el cuerpo conductor se mueva respecto de él.
Ley de Lenz
Ley: “El sentido de la corriente inducida sería tal que su flujo se opone a la causa que la produce”.
la Ley de Lenz plantea que los voltajes inducidos serán de un sentido tal que se opongan a la variación del flujo
magnético que las produjo. Esta ley es una consecuencia del principio de conservación de la energía.
La polaridad de un voltaje inducido es tal, que tiende a producir una corriente, cuyo campo magnético se opone siempre
a las variaciones del campo existente producido por la corriente original. El flujo de un campo magnético uniforme a
través de un circuito plano viene dado por:
Donde:
Φ= Flujo magnético. La unidad en el SI es el weber (Wb).
B= Inducción magnética. La unidad en el SI es el tesla (T).
S= Superficie del conductor.
α= Ángulo que forman el conductor y la dirección del campo.
Si el conductor está en movimiento el valor del flujo será:
En este caso la Ley de Faraday afirma que el Vε inducido en cada instante tiene por valor: Vε=
El valor negativo de la expresión anterior indica que el Vε se opone a la variación del flujo que la produce. Este signo
corresponde a la ley de Lenz.
Esta ley se llama así en honor del físico germano-báltico Heinrich Lenz, quien la formuló en el año 1834.
REGLA DE FLEMING
Si el pulgar, el dedo índice y el dedo medio de la mano derecha se coloca en el ángulo recto entre sí, apuntando con
el pulgar en la dirección que se mueve el conductor y apuntándose con el índice en la dirección del campo (NaS), el
dedo medio apuntara en la dirección convencional de la corriente inducida.
Fuerza Electromotriz:
Fuerza Electromotriz. Se denomina fuerza electromotriz (FEM) a la energía proveniente de cualquier fuente, medio o
dispositivo que suministre corriente eléctrica. Para ello se necesita la existencia de una diferencia de potencial entre
dos puntos o polos (uno negativo y el otro positivo) de dicha fuente, que sea capaz de bombear o impulsar las cargas
eléctricas a través de un circuito cerrado.
En el sistema cgs de unidades, la unidad de fuerza electromotriz se define como la fuerza electromotriz que actúa
sobre un circuito cuando al circular una corriente de una unidad cgs electromagnética de intensidad, la potencia
desarrollada en un ergio por segundo. La unidad práctica de fem, denominada voltio, se define como 108 unidades cgs
electromagnéticas.
Métodos para producir una fuerza electromotriz
Todas las grandes centrales hidroelécticas y térmicas producen fem por inducción electromagnética. Cuando se
requieren grandes cantidades de energía, el coste de la energía eléctrica obtenida utilizando la inducción
electromagnética es muy inferior al de la obtenida por acción química en cualquiera de las baterías construidas.
Se produce una fem por acción térmica cuando se calienta dos soldaduras de dos materiales distiintos, y se denomina
par termoeléctrico al dispositivo quie produce una fem por este procedimiento. La fem que produce un par termoeléctrico
es muy pequeña para poderla utilizar con fines energéticos, pero los pares termoeléctricos son muy útliles como como
instrumentos de medida.
Inducción Electromagnética
Cuando se mueve un conductor en un campo magnético, en dirección tal que corte las líneas de fuerza, se engendra o
induce en el conductor una fem. Si se invierte el sentido de la corriente, la aguja se desviará en sentido opuesto, de
modo que el amperímetro indica tanto el sentido como la magnitud de la corriente.
Si el conductor de la figura 1 se mueve hacia abajo a través del campo magnético, se engendra en el conductor una
fem en el sentido indicado. Si el conductor se mueve hacia arriba, la fem engendrada es de sentido opuesto. Si se
mueve paralelamente a las línes de fuerza, no se engendra fem en el conductor. Es un hecho experimental que la fem
engendrada es proporsional a la cantidad de líneas de fuerza cortadas en la unidad de tiempo.
El fenómeno representado en la figura 1 y 2, son manifestaciones de este principio fundamental, esto es, que cuando
un electrón o protón se mueven en un campo magnético en dirección perpendicular al campo, están sometidos a una
fuerza que es a la vez perpendicular al campo y a la dirección del movimiento en el mismo.
El conductor de la figura 1 contiene billones de protones y electrones. Cuando este conductor se mueve hacia abajo a
través del campo, los electrones experimentan una fuerza que tienden a moverlos a lo largo del conductor en un sentido,
mientras que los protones están sometidos a una fuerza que tiende a moverlos a lo largo del conductor en sentido
opuesto.
Los protones quedan fijos en el conductor, pero algunos al menos de los electrones son libres de moverse y, por tanto,
se acumularán en uno de los extremos del conductor. Si el conductor se remplazase por un aislador, no se moverían ni
los protones ni los electrones, pero las fuerzas seguirían siendo exactamente las mismas.
Observese que lo que produce es una fem y no una corriente. De que la corriente circule o nó depende de que el circuito
esté o nó completo, y la intensidad de la corriente, caso de producirse, depende de la resistencia del circuito; pero la
fem existe siempre, ya que permite o no que la corriente circule.
La rueda de Barlow (Fig. 3) puede utilizarse como generador. Si se sustituye la batería por un aparato para medir fem,
y se hace girar la rueda, mediante algún dispositivo mecánico, a distintas velocidades, el aparato indicará que se
engendra una fem cuyo valor es proporsional a la velocidad de la rueda y cuyos sentidos se invierten si se invierten
los sentidos de rotación o del campo magnético.
Puede determinarse por la regla de la mano derecha, la cual establece que si el pulgar, el índice y el dedo medio de la
mano derecha se colocan perpendicularmente entre sí como para formar tres ejes de coordenadas en el espacio, con
el dedo pulgar apuntando en el sentido del movimiento del conductor con relación al campo magnético y el dedo índice
en dirección a las líneas de fuerza magnéticas, entonces el dedo medio señalará el sentido de la fem inducida.
Esta regla tiene la ventaja de la sencillez, pero es engorrosa de aplicar y fácil de olvidar. El método mejor es imaginarse
el campo magnético como lo representa la figura 3.
Si un conductor se mueve lateralmente a través del campo magnético, se engendra en él una fem, y si suministramos
una trayectoria exterior para completar el circuito a través de este conductor, circulará una corriente.
Esta corriente deformará el campo magnético, y el campo deformado ejercerá una fuerza sobre el conductor para
oponerse a su movimiento, como se indica en la figura 3 (a). El hecho de que la fuerza se oponga al movimiento y no
lo favorezca es una consecuencia del principio de conservación de la energía. Si la fuerza ayudara al movimiento una
vez que el generador fuera puesto en marcha, se impulsaría a sí mismo y, en consecuencia, se aceleraría muy
rápidamente hasta hacerse pedazos, suministrando a la misma vez corriente a un circuito exterior y realizando trabajo.
El razonamiento a seguir es, por tanto, el siguiente: cuando un conductor que forma parte de un circuito cerrado es
obligado a moverse lateralmente en un campo magnético, el campo se deformará de forma que se oponga al
movimiento del conductor, como indica la figura 3 (a). El sentido que la corriente ha de tener para ocasionar esta
distorsión se imagina fácilmente en cualquier caso dado, como se hace en la figura 3 (b), si se recuerda que los campos
magnéticos se componen vectorialmente, y este sentido tiene que ser el de la fem inducida que impulsa la corriente.
Con un poco de práctica se puede imaginar los esquemas de las figura (3) en uno o dos segundos.
Obsérvese que si no se permite que la corriente circule, el campo no se deformará y no se producirá ninguna fuerza
que se oponga al movimiento del conductor, pero la fem engendrada es exactamente la misma. Se requiere el
movimiento para engendrar la fem, pero no es necesaria ninguna fuerza mecánica para mantener este movimiento, a
menos que se permita circular a la corriente.
Si el campo es uniforme, el flujo magnético es el producto de la intensidad del campo en gauss por el área de la
superficie perpendicular en centímetros cuadrados. Si el campo no es uniforme, la superficie perpendicular puede
dividirse en un número infinito de áreas elementales dA y el flujo magnético es la suma de los productos de cada área
por el valor mediop de B sobre cada área, o con la notación del cálculo integral: Φ= ƒBdA.
En el sistema cgs electomagnético la unidad de flujo magnético es el maxwell, que puede definirse como el flujo a
través de una superficie de un centímetro cuadrado perpoendicular al campo, cuando la inducción magnética es un
gauss. El término gauss puede paracer superfluo, puesto que la inducción magnética puede expresarse igualmente
como B maxwell por centímetro cuadrado, B gauss o B líneas por centímetro cuadrado. Es evidente que el maxwell y
la línea de flujo magnético son idénticos.
e = flujo cortado por segundo, (Ecuación 2) estando e medida en unidades cgs electromagnéticas y el flujo en líneas o
maxwells. La unidad cgs electromagnética y el maxwell son ambas unidas pequeñas. El voltio, igual a 10 8 unidades
cgs electromagnéticas, es de uso general y su empleo introduce el factor 10 - 8 en la ecu 2 con objeto de eliminar esta
ecuación se adoptó en 1935 una nueva unidad de flujo magnético , denominado weber. El weber resulta, naturalmente,
igual a 10 8 maxwuells y, por consiguiente, la ecua. 2 se cumple lo mismo para voltios y webers que para unidades
cgs electromagnéticas y líneas.