La Migracion
La Migracion
La Migracion
Migración
La migración es el desplazamiento de una población que se produce desde un lugar de
origen a otro destino y lleva consigo un cambio de la residencia habitual en el caso de las
personas o del hábitat en el caso de las especies animales migratorias. De acuerdo con lo
anterior existirán dos tipos de migraciones: migraciones humanas y migraciones animales.
Las migraciones de seres humanos se estudian tanto por la demografía como por la
geografía de la población. Y las de especies de animales se estudian en el campo de la
zoología, de la biogeografía y en el de la ecología. Los artículos que se pueden consultar al
respecto son:
• Migración humana, que integra dos procesos: el de la emigración, desde el punto de
vista del lugar o país de donde sale la población; y el de la inmigración, desde el punto de
vista del lugar o país a donde llegan los "migrantes". Ellos migran por variadas causas, por
ejemplo: motivos económicos, gobierno, falta de trabajo, etc. La migración se convierte en
una práctica cotidiana y tradicional de los pueblos que llega a configurar toda una cultura.1
• En la prehistoria se inició la expansión de la humanidad, alcanzando casi todas las
regiones habitables.
• En la antigüedad, Grecia, Cartago y Roma organizaban flujos emigratorios como
método para establecer las colonias para expandir el comercio de la metrópoli, el cual
constituía su principal medio de subsistencia.
• La Edad Media duró un milenio en Europa y fue testigo de tres procesos migratorios
masivos: las invasiones bárbaras, la expansión del Islam y la formación del Imperio
bizantino, el cual vino a ser sustituido, ya en la Edad Moderna, por el Imperio turco (u
otomano).
• A partir del descubrimiento de América, millones de personas emigraron a los
nuevos territorios. Los Estados Unidos en América del Norte son el mejor ejemplo de un
territorio poblado por sucesivas olas de inmigración.
• En el siglo XIX, con la Revolución Industrial, ya iniciada en el siglo anterior en
Europa, se inició una época de extraordinario crecimiento del colonialismo con el fin de
obtener, por parte de los países europeos en proceso de industrialización, las materias
primas que necesitaban para esa industrialización.
• Y en el siglo XX (continuado en el presente siglo), un extraordinario desarrollo de los
medios de comunicación y transporte (automóviles, ferrocarriles, aviones, barcos, etc.) han
hecho posible las migraciones masivas de personas en una escala global nunca antes vista.
Se trata de migraciones de tipo socio-económico, estimuladas por un proceso de
desigualdad creciente entre los países desarrollados y subdesarrollados y acentuados, en
especial en este último caso, por malos y hasta pésimos gobiernos. En Japón, durante la
Restauración Meiji, se produjo un fuerte proceso de tecnificación que generó excedente de
Los migrantes —personas que viven y trabajan fuera de su país de origen— son
particularmente vulnerables a violaciones de derechos humanos. Los trabajadores
migrantes en fábricas y haciendas agrícolas pueden estar expuestos a condiciones de
trabajo extremadamente precarias, mientras que los trabajadores del hogar migrantes a
menudo enfrentan todo tipo de abusos en las viviendas de sus empleadores. La trata de
personas con fines de trabajo forzado es un problema de proporciones globales. Human
Rights Watch investiga violaciones de derechos que ocurren cuando los países intentan
contener o desviar a migrantes, refugiados y solicitantes de asilo en sus fronteras o dentro
de su territorio, y asignan a adultos y menores a centros de detención abarrotados e
insalubres, a veces por períodos indefinidos. Numerosos migrantes que huyen de
situaciones de criminalidad, pobreza y catástrofes ambientales no tendrán las garantías
reconocidas a la condición de refugiado. En cualquier supuesto, todos los migrantes
deberían recibir un trato digno.
Los migrantes —personas que viven y trabajan fuera de su país de origen— son
particularmente vulnerables a violaciones de derechos humanos. Los trabajadores
migrantes en fábricas y haciendas agrícolas pueden estar expuestos a condiciones de
trabajo extremadamente precarias, mientras que los trabajadores del hogar migrantes a
menudo enfrentan todo tipo de abusos en las viviendas de sus empleadores. La trata de
personas con fines de trabajo forzado es un problema de proporciones globales. Human
Rights Watch investiga violaciones de derechos que ocurren cuando los países intentan
contener o desviar a migrantes, refugiados y solicitantes de asilo en sus fronteras o dentro
de su territorio, y asignan a adultos y menores a centros de detención abarrotados e
insalubres, a veces por períodos indefinidos. Numerosos migrantes que huyen de
situaciones de criminalidad, pobreza y catástrofes ambientales no tendrán las garantías
reconocidas a la condición de refugiado. En cualquier supuesto, todos los migrantes
deberían recibir un trato digno.
Las personas migrantes representan 3,2% de la población mundial. Esta cifra tiene en cuenta
tanto a los refugiados y refugiadas que huyen de persecuciones o a causa del temor a las
persecuciones, a los desplazados ambientales, a quienes salen de su país en busca de trabajo e
incluso a los jubilados y jubiladas del norte, que parten en busca de lugares más soleados en
los que vivir. Si bien este porcentaje ha permanecido estable de forma general desde hace
años, los factores de la movilidad, obligada o elegida, son hoy más complejos y los países de
destino se han diversificado. Teniendo en cuenta la atracción que ejercen los países
emergentes (Brasil, India, China), los países petroleros como los del Golfo o ciertos países de
África, la mayoría de las migraciones se efectúan hoy día hacia el sur (sur-sur o norte-sur) o
del norte al norte. A pesar de esta diversificación de los flujos migratorios y del hecho de que
la movilidad humana sea un fenómeno inherente a nuestro mundo globalizado
Se calcula que en la actualidad 244 millones de personas viven fuera de sus países de origen
y se sabe que han emigrado por diversos motivos, con los cuales la búsqueda de protección y
de oportunidades está entrelazada de manera indisociable.
Aunque para algunos individuos la migración sea una experiencia positiva y fortalecedora,
resulta cada vez más evidente que la falta de un sistema de coordinación de la migración
basado en los derechos humanos de ámbito mundial, regional y nacional está creando una
crisis de derechos para los migrantes, tanto en las fronteras como en los países de tránsito y
destino.
Los migrantes, en particular los que están en situación irregular, suelen vivir y trabajar
clandestinamente, con miedo a quejarse, se ven privados de derechos y libertades y son
mucho más vulnerables que el resto de la población a la discriminación, la explotación y la
marginación.
Las vulneraciones de los derechos humanos de los migrantes, que abarcan la negación de
acceso a derechos fundamentales, como el derecho a la educación y el derecho a la salud,
suelen estar estrechamente vinculadas a leyes y prácticas discriminatorias y a actitudes muy
arraigadas de prejuicio y xenofobia en su contra.
Los mecanismos de derechos humanos, tales como el Relator Especial sobre los
derechos humanos de los migrantes y el Comité sobre los derechos de los trabajadores
migratorios, han declarado de manera inequívoca que, si bien los países tienen el
derecho soberano de decidir las condiciones de entrada y residencia en sus territorios,
también tienen la obligación de respetar, proteger y cumplir con los derechos humanos
de todas las personas que estén bajo su jurisdicción.
● Causas políticas.
● Causas culturales.
● Causas socioeconómicas.
● Causas familiares.
● Causas bélicas y otros conflictos internacionales.
● Catástrofes generalizadas.
● Efectos de la migración en los países de origen.
● Efectos de la migración en los países de destino.
El fenómeno migratorio es muy antiguo. Los desplazamientos de la población en las sociedades
primitivas se debían principalmente a fenómenos climáticos, que la llevaban estacionalmente de un
lugar a otro. Hoy los motivos son diferentes. Obedecen a causas políticas, económicas o religiosas.
La persecución, el terrorismo, las guerras, el desempleo, la inseguridad y la pobreza desplazan a las
personas fuera de sus fronteras nacionales. Se atribuye a José Martí la ingeniosa frase de que,
“cuando los habitantes de un pueblo emigran, no son ellos los que debían emigrar sino sus
gobernantes”. A comienzos de este siglo se calculaba que 192 millones de personas vivían fuera de
sus países de nacimiento, con inclusión de refugiados y exiliados políticos, de modo que el 3% de la
población mundial es migrante. La dirección de la migración es invariablemente sur-norte, o sea de
los países pobres hacia los prósperos. Sus motivaciones son siempre: huir del desempleo, la
pobreza y el hambre. El principal destino de los emigrantes son Estados Unidos, a donde llega una
de cada cuatro personas que salen de sus países de origen. Y Europa es el principal destino de la
emigración africana. Los tres países que envían al mundo mayor número de emigrantes son: China
con el 35%, India 20% y Filipinas 7%. Más del 80% de la inmigración en Estados Unidos y el 46% en
Europa provienen de los países subdesarrollados. Todo esto potenciado por los traficantes de
emigrantes ilegales —llamados “coyotes” en América Latina— que, a cambio de remuneración,
organizan y tramitan la salida de personas. La violenta disgregación del imperio soviético en los años
90 lanzó hacia Europa occidental y EEUU oleadas de emigrantes que huían de la pobreza, el
desempleo y la violencia. A comienzos de este siglo cundió en los países receptores la
animadversión e intolerancia contra los inmigrantes, especialmente los que procedían de África y
América Latina, y empezaron a diseñarse políticas migratorias restrictivas. Los líderes europeos
consideran que la masiva inmigración musulmana constituye una amenaza para la seguridad de
Europa. Sostienen que el islamismo, antes que una religión, es una ideología política con designios
de dominio universal, y que hay una “islamización” de Europa por la vía de la inmigración árabe, que
es una inmigración “colonizadora”. En el año 2014 vivían en Europa 54 millones de
musulmanes.Todo esto lleva a afrontar un tema ineludible: la creciente impopularidad en la opinión
pública estadounidense y europea de la inmigración africana, asiática y latinoamericana, que se
vuelca a favor de los políticos que plantean la prohibición o limitación del ingreso de inmigrantes.
Los migrantes y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible reconoce por primera vez la contribución de la migración al
desarrollo sostenible. 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contienen metas e indicadores que
son pertinentes para la migración o el desplazamiento. El principio básico de la Agenda es "no dejar a nadie
atrás” y esto incluye a los migrantes.
La principal referencia a la migración en los ODS se establece en la meta 10.7: Facilitar la migración y la
movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de
políticas migratorias planificadas y bien gestionadas. Otros objetivos tratan también distintos aspectos de la
migración tales como la trata de personas, las remesas y la movilidad internacional de estudiantes, entre otros.
Cabe añadir que la migración es indirectamente relevante para otros muchos objetivos.