Deidad

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Deidad

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Este aviso fue puesto el 26 de febrero de 2012.
Para un listado de «dioses» en el contexto de las religiones politeístas, véase
Anexo:Deidades.
Para el concepto de «dios» en el contexto de las religiones monoteístas, véase
Dios.
Krishna
Skanda
Beaker
Orisha
Itzamna e Ixchel
Janus
Ejemplos de representaciones de deidades en diferentes culturas. En sentido horario
desde la esquina superior izquierda: Hinduismo, Budismo, Yoruba, Romana, Maya,
Inca.
Una deidad,1 o un dios,2 es aquel al que normalmente se le atribuyen poderes
importantes (aunque a algunas deidades no se les atribuye poder alguno). Puede ser
adorado, concebido como santo, divino, sagrado o inmortal, tenido en alta estima,
respetado o temido por sus adeptos y seguidores.

Las deidades se representan con gran variedad de formas, pero con frecuencia con
forma humana o animal; se les asignan personalidades y conciencias, intelecto,
deseos y emociones como los humanos. Se le atribuyen fenómenos naturales tales como
rayos, inundaciones y tormentas, así como milagros.

Las deidades pueden ser concebidos como las autoridades o controladores de cada
aspecto de la vida humana (tales como el nacimiento, la muerte o la otra vida).
Algunas deidades son consideradas las directoras del tiempo y el destino, los
dadores de la moralidad y las leyes humanas, los jueces definitivos del valor y el
comportamiento humanos y los diseñadores y creadores de la Tierra y/o Universo.

Índice
1 Etimología
2 Relación con la humanidad
3 Véase también
4 Referencias
Etimología
La palabra española «deidad» procede del latín deitas, ‘naturaleza divina’. Al
igual que el sánscrito deva, ‘ser celestial’ o ‘dios’, proviene de la raíz
protoindoeuropea *deiwos, ‘brillar’.3 De esta misma raíz derivan varias palabras
relacionadas con el cielo: dies, ‘día’ o divum, ‘cielo abierto’.3

Relación con la humanidad


De algunas deidades se piensa que son invisibles o inaccesibles para los humanos
(morando principalmente en lugares sobrenaturales, remotos o apartados y sagrados,
tales como el Cielo, el Infierno, el firmamento, el inframundo, bajo el mar, en la
cima de montañas altas, en bosques profundos o en un plano sobrenatural o esfera
celestial; o incluso en la mente y/o el subconsciente humano), revelándose o
manifestándose en raras pero escogidas veces a los humanos y dándose a conocer
principalmente por sus efectos.

En el monoteísmo, suele creerse que un único dios que mora en el Cielo también es
omnipresente e invisible.
En el politeísmo, los dioses se conciben como un contrapunto a los humanos. En el
reconstruido e hipotético protoindoeuropeo los humanos eran descritos como tkonion,
‘terrenales’, en oposición a los dioses, que eran deivos, ‘celestiales’. Esta
relación casi simbiótica está presente en muchas culturas posteriores: los humanos
son definidos por su posición de súbditos a los dioses, a los que nutren con
sacrificios, y los dioses son definidos por su soberanía sobre los humanos,
castigándoles y recompensándoles, pero también dependientes de su adoración y en
ocasiones la gente trata a su dios como alguien que les sirve a ellos.

El límite entre humano y divino no es en modo alguno absoluto en la mayoría de las


culturas. Los semidioses son la descendencia de la unión entre un humano y una
deidad, y las mayoría de las casas reales de la Antigüedad reclamaban ascendencias
divinas. Comenzando con Neferirkara (siglo XXV a. C.), los faraones del Antiguo
Egipto se hacían llamar «Hijos de Ra». Algunos gobernantes humanos, tales como los
faraones del Imperio Medio, los emperadores japoneses y algunos emperadores
romanos, han sido deidades adoradas por sus súbditos incluso en vida. El primer
gobernante de quien se sabe que reclamó su divinidad es Naram-Sin (siglo XXII a.
C.). En muchas culturas se cree que gobernantes y otras personas prominentes o
santas se transforman en deidades tras su muerte (véase Osiris y canonización).

Se destaca también, que los panteones de diversas culturas cuentan tanto con
deidades benefactoras como mundanas.

Véase también
Anexo:Deidades
Referencias
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2014).
«deidad». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa. ISBN
978-84-670-4189-7.
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2014).
«dios». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa. ISBN 978-
84-670-4189-7.
Roberts, Edward A.; Pastor, Bárbara (2005). «deiw-». Diccionario etimológico
indoeuropeo de la lengua española. Alianza. p. 34. ISBN 84-206-5252-0.

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