Trabajo de Cosmetologia y Estetica

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LA CUPEROSIS

Es una alteración de la piel relacionada con problemas de microcirculación y que


afecta a los vasos sanguíneos de la piel del rostro. Como consecuencia de este
problema, se forman pequelas várices o telangiectasias en la zona de los pómulos
y en las aletas de la nariz. Puede presentarse también enrojecimiento, poca
elasticidad de la piel y acné rosáceo.

¿Por qué aparece la cuperosis?


Hay factores internos y externos que pueden resultar en este tipo de alteración de
la piel. Dentro de los primeros podemos mencionar las situaciones emocionales
intensas, el estrés, el cansancio excesivo y los trastornos nerviosos. También
pueden presentarse patologías que afecten la circulación periférica como la
hipertensión a la diabetes. Otros desencadenantes son la comida picante, muy
caliente o muy especiada, una ingesta rápida, el alcohol y el tabaquismo o la
herencia familiar.
Como factor externo podemos mencionar las variaciones térmicas o cambios
bruscos de temperatura ambiente que provoca vasodilatación y vasoconstricción
periférica, los traumatismos o heridas en la piel, la aplicación de productos
químicos irritantes y la exposición a sustancias contaminantes del ambiente
(humo, dióxidos, etc.).
¿Se puede prevenir?
Sí, si se evitan los factores que la ocasionan, es decir, se sigue una dieta
equilibrada y con poco picante, sal y exceso de azúcar, se protege la piel del sol y
del frío y se utilizan productos hipoalergénicos o para piel sensible, entonces se
podrá prevenir la cuperosis.
¿Qué tratamiento se recomienda?
La higiene facial es lo más recomendable. Debe ser suave, con hidratantes y
calmantes. Se pueden utilizar leches, geles limpiadores o syndets extragrasos,
tónicos faciales, agua termal y panes dermatológicos. Se deben aplicar en el
rostro y cuello dos veces al día, por la mañana y por la noche. El uso de
exfoliantes está desaconsejado.
La idea de la higiene facial es quitar las impurezas, la suciedad ambiental y las
células muertas. En el mercado existen muchos productos de limpieza facial. Es
importante recurrir a fórmulas altamente hidratantes que no solo aporten agua
esencial, sino que ayuden a mantenerla en su interior nutriéndola. También que
ofrezcan cualidades de-sensibilizantes y protectoras, creando una ligera capa en
su superficie que ejerza de "escudo". Sería bueno complementarlos con otros que
nos permitan mejorar la circulación, calmar la piel y tonificar las paredes de los
vasos sanguíneos.
También se utiliza el láser decolorante pulsado que tiene afinidad con el color rojo,
con la hemoglobina y cuando dispara sobre el capilar el color rojo absorbe la
energía del láser, rompe el endotelio- la capa interna que recubre el vaso
sanguíneo- y provoca el colapso del vaso. El organismo se ocupa de reabsorber
los vasos sanguíneos dañados hasta que desaparecen sin dejar rastro. El
tratamiento es definitivo, ese vaso sanguíneo nunca vuelve a aparecer, pero sí
pueden dilatarse otros nuevos por lo que habrá que seguir unas pautas para
prevenir que vuelva la cuperosis.
El número de sesiones se decide en función de cada piel, pero la media está entre
1 y 3, en intervalos de 30 días. Cada sesión dura unos 15 minutos y, tras la
aplicación del láser, es normal que la piel quede un poco enrojecida e incluso
puede aparecer algún pequeño hematoma, que se reabsorberá en pocos días y
que se puede disimular con maquillaje.
Un consejo
Siempre llevá un limpiador, una crema hidratante y maquillaje corrector para
disimular las zonas enrojecidas.

ROSACEA
Mal llamado acné rosácea, estamos ante una enfermedad que en ocasiones
desconcierta al médico que no es dermatólogo.

En muchos casos, algunos pacientes están incorrectamente diagnosticados de


acné, pero la rosácea es una enfermedad vascular, de la circulación sanguínea de
la cara. Se presenta con una excesiva tendencia al enrojecimiento de la piel, que
puede acabar desencadenando granitos o bultos dolorosos que pueden recordar
al acné.

1. Diagnóstico
2. Causas
3. Tratamiento

La rosácea puede entremezclarse con otras dermatosis, como la dermatitis


seborreica, y puede ser difícil de diferenciar de un lupus eritematoso u otras
enfermedades de la piel de la cara, y por ello debe ser diagnosticada por un
dermatólogo.

¿Cómo se diagnostica la rosácea?

Los pacientes tienen una forma de ser de su piel caracterizada por la tendencia a
la rubefacción y la dilatación vascular, en forma de telangiectasias (capilares), con
o sin lesiones en forma de pápulas o pústulas (granitos o bultos dolorosos). Es
más frecuente en las mujeres, y más grave en los hombres, y aparece entre los 20
y los 60 años. Afecta mucho a la zona de la nariz y los pómulos. En casos de duda
con otras enfermedades de la piel, el dermatólogo puede indicar la toma de una
muestra para biopsia.

¿Cuál es la causa de la rosácea?

La causa de la rosácea no está clara. Parece estar determinada en ciertos tipos de


piel (piel clara, ojos claros), y tiene tendencia a ser hereditaria. En algunos países
con población de piel muy blanca, como Irlanda o Reino Unido, es muy frecuente
(se la ha llamado “la maldición de los celtas”). Se exacerba con el calor, la
exposición al sol, el consumo de alcohol y el estrés, es decir, situaciones que
aumentan la circulación sanguínea en la cara aumentando en enrojecimiento y la
inflamación.

Es frecuente la asociación con síntomas oculares: chalazión (orzuelos),


conjuntivitis, blefaritis (picor o inflamación de los párpados y las pestañas). Es la
llamada rosácea ocular. Se pueden observar formas mixtas de rosácea-dermatitis
seborreica, que denominamos rosácea seborreica. En estos casos hay
enrojecimiento, pero predomina la descamación y el picor sobre la aparición de
“granos” parecidos a los del acné.

Las pacientes relatan de forma muy característica “que no toleran ningún tipo de
crema”. Efectivamente, en la rosácea es característica la sensación de sequedad
facial que es difícil de aliviar mediante las cremas hidratantes habituales. Es lo que
llamamos “piel intolerante” o “piel con cuperosis”, muy típica de las personas con
rosácea.

En los hombres es más frecuente que la cara se vaya hinchando con el tiempo, y
que la nariz pueda aumentar de tamaño si la rosácea no se trata. Es lo que
denominamos “rinofima”, y puede ser muy antiestético y necesitar tratamientos
para reducir el tamaño nasal.

¿Cómo se trata?
 El control de los factores desencadenantes es esencial para abordar la
enfermedad: evitar el sol, el calor, la sofocación, el alcohol, el chocolate, los
alimentos ricos en especias, u otros factores individualizados (pueden variar
entre unas personas y otras). Algunos de ellos, como los cambios de
temperatura, son difíciles de evitar. Algunos pacientes, conociendo su piel,
trabajan en zonas frescas o se protegen del sol con gorras o sombreros.
 El metronidazol tópico, en una crema o gel, suele ser la base del
tratamiento. Se suele aplicar por la noche, y puede irritar o resecar la piel,
por lo que se combina con cremas hidratantes para la piel sensible o
cuperósica. Puede alternarse con antibióticos y otros medicamentos. En la
actualidad usamos vasoconstrictores (medicamentos que regulan la
circulación en los capilares de la cara) en forma de cremas, como la
brimonidina, que pueden ayudar a mantener la cara sin el rubor y el calor
que resulta molesto y antiestético.
 Los casos más graves pueden requerir tomar tandas de antibióticos en
pastillas, o la isotretinoína (un medicamento derivado sintético de la
vitamina A que se usa para el acné) a dosis bajas.
 El rinofima puede ser muy antiestético, y su tratamiento suele acometerse
con láser o cirugía, reduciendo el volumen de la nariz que ha aumentado.

Factores psicogénicos
Es posible que el estrés y otros factores psicológicos influyan sobre la
rosácea, pero no es una causa primaria.

Patogénesis vascular:
Los pacientes con rosácea tienen predisposición a enrojecer y a
ruborizarse. Se conocen muchos desencadenantes: el calor, el frío, la
radiación ultravioleta, las emociones, el alcohol, las especias o las bebidas
calientes. El enrojecimiento facial después de una bebida caliente, como
café o té, se debe al calentamiento en la faringe de la sangre que perfunde
al hipotálamo en respuesta a la corriente de calor, que a ese nivel afecta a
la vena yugular y a las arterias carótidas. En los pacientes con rosácea, la
hipertermia provoca una disminución del flujo sanguíneo de la cara al
cerebro. Esta disfunción parece deberse a una alteración en la
microcirculación de las venas angulares de la cara (Vena facialis sive
angularis), que están implicadas en el sistema de enfriamiento vascular del
cerebro. Esto puede provocar una congestión venosa y conducir al fracaso
en la termorregulación. Las venas faciales angulares irrigan las partes de la
cara que suelen verse más afectadas por la rosácea incluyendo la
conjuntiva, lo que explicaría que los ojos resulten frecuentemente dañados.
La disfunción vascular también podría ser la razón del aumento de las
migrañas entre los pacientes con rosácea. La piel afectada por la rosácea
reacciona de una forma normal ante diferentes sustancias químicas
vasoactivas como la cafeína, o ante mediadores químicos como la
epinefrina, la acetilcolina o la histamina. El péptido intestinal vasoactivo
(VIP) y su receptor, son importantes para la regulación de la circulación
sanguínea. En el rinofima se constató una concentración elevada de este
receptor, por lo que se ha sugerido que este factor podría contribuir a las
alteraciones vasculares y dérmicas de la rosácea. Y tal vez la
hiperproducción de sustancias vasoactivas originaría las alteraciones
vasculares tan características de esta enfermedad y tal vez la disminución
de la expresión del Factor de Crecimiento Endotelial (VEGF) en los
queratinocitos por el tratamiento con retinoides podría relacionarse en parte
con su efecto beneficioso en esta afección.

Genética:
Cada vez es mayor la sospecha de que existe una predisposición genética
en la rosácea. Entre el 30% y el 40% de los pacientes con rosácea tienen
un familiar con esta enfermedad. Sin embargo, no hay pruebas de un
marcador genético asociado a la rosácea como el HLA.

Seborrea:
Los estudios experimentales no han probado una asociación entre la
rosácea y la seborrea. La localización de las lesiones y la eficacia de
la isotretinoina han llevado a algunos autores a pensar que la seborrea
pueda ser un factor relacionado con la rosácea, a pesar de que la
producción de sebo no suele estar aumentada en los pacientes con
rosácea, excepto en la rosácea fulminans.

Luz Ultravioleta:
La luz ultravioleta juega un papel esencial en el desarrollo de la rosácea.
Afecta al tejido conectivo dérmico y a los vasos linfáticos y sanguíneos,
además podría contribuir a la vasodilatación pasiva. La piel aefctada por el
sol es un antecedente constante en la rosácea. El daño solar es un hallazgo
habitual en pacientes con rosácea que tienen la piel blanca.

Temperatura ambiental:
Fluctuaciones en la temperatura ambiental empeoran la enfermedad.
Especialmente las crisis de rubor (flushing) y el eritema facial se hacen más
marcados al entrar el sujeto en ambientes cerrados y calurosos,
explicándose por estar alterado el tono vasomotor de los vasos sanguíneos
faciales.

Factores endocrinos:
Se ha constatado una agudización de la rosácea durante el embarazo, la
menstruación y especialmente en el periodo climatérico. Algunos estudios
han evidenciado mejoría de la enfermedad con la toma de Anticonceptivos
orales.

Alteraciones en el sistema linfático:


Se cree que el linfedema juega un papel esencial en el rinofima,
especialmente en su forma severa. En los pacientes con rinofima se ha
confirmado una dermatitis fibrótica con muchas similitudes con la
elefantiasis. En algunos casos se ha identificado un linfedema crónico en la
piel facial y en el Síndrome de Morbihan el síntoma predominante de esta
rara variante clínica de rosácea es un severo linfedema sólido facial
crónico.

Medicaciones:
Algunos fármacos como la amiodarona o los fármacos del tipo de la
nitroglicerina (p. ej. nifedipino) pueden influir sobre la rosácea por sus
efectos vasodilatadores, que induce a un aumento del enrojecimiento facial.
Los Corticoides tópicos aplicados durante un cierto tiempo en la región
facial, pueden inducir un cuadro similar a la rosácea (Rosácea esteroidea).

Factores inmunológicos:
Algunas investigaciones han evidenciado algunas alteraciones
inmunológicas, tales como títulos bajos anticuerpos antinucleares en la
sangre o depósitos de inmunoglobulinas o complemento en la unión dermo-
epidérmica. También se han detectado anticuerpos de tipo IgG frente a los
ácaros Demodex folliculorum en la piel afectada por la rosácea. La rosácea
parece ser más habitual en los pacientes inmunocomprometidos y
especialmente en los afectados por el virus VIH, tal vez por aumento de la
concentración de Demodex y/o estar alterada la respuesta inmune.
Los estudios inmunopatológicos ponen de manifiesto la presencia
significativa de linfocitos T cooperadores pudiendo pensarse que los
cambios observados correspondan aun mecanismo de reacción de
hipersensibilidad retardada tipo IV.

Alteraciones gastrointestinales:
Se supuso una asociación entre la rosácea y los síntomas
gastrointestinales como la hiperclorhidria gástrica, la didpepsia, la diarrea,
el estreñimiento y los síntomas alimentarios, pero actualmente no existe
ninguna evidencia que pruebe ninguna de estas asociaciones, pero
remitimos al lector al apartado de la rosácea en relación con la infección
gástrica por Helicobacter pylori. Que la rosácea se agrave por la toma de
alcohol o especias es probable que sea debido a que provocan cambios en
la vascularización cutánea por su efecto vasodilatador.
LAS TELANGIECTASIAS

(capilares o arañas vasculares) que van apareciendo con el tiempo en la cara


pueden resultar antiestéticas. El mejor tratamiento para ellas es el láser vascular o
la luz pulsada, siempre aplicados por un dermatólogo, que somos el especialista
que conoce la enfermedad. Por desgracia, sus efectos no son permanentes, ya
que siguen formando capilares dilatados. Por ello, el tratamiento debe repetirse
periódicamente.

El término telangiectasia proviene del griego tele-angéion: "vaso lejano = capilar",


y ectasia o ectasis: "dilatación o expansión". Se refiere a vasos cutáneos
superficiales y visibles al ojo humano.

Estos vasos miden entre 0,1 - 1mm de diámetro y representan una vénula (vena
de calibre menor de 1 mm de diámetero) capilar o arteriola dilatada.

Según el International Consensus Committe of Venous Disease del año


2004, estos pequeños vasos fueron clasificados como telangiectasias y ubicados
dentro de la Clasificación CEAP de la insuficiencia venosa crónica (clínica,
etiológica, anatómica, fisiopatológica) como un grado clínico inicial C1.

El color de las telangiectasias según su origen

Las telangiectasias que son arteriolares en su origen son de pequeño diámetro,


de color rojo brillante y no protuyen o abultan en la superficie de la piel.

Las telangiectasias que se originan de vénulas son de mayor diámetro que las
anteriores. Son de coloración azulada y con frecuencia protuyen en la superficie
de la piel.

Las telangiectasias originadas de capilares, son finas inicialmente y de color rojo,


pero con el tiempo pueden aumentar de tamaño. Tienen una coloración púrpura o
azul debido al flujo retrógrado venoso debido al incremento de la presión
hidrostática.

Un problema fundamentalmente femenino

Las telangiectasias, arañas vasculares o capilares representan


una problemática femenina muy frecuente. Una de cada dos mujeres tendrá
este tipo de vasos superficiales, habitualmente por herencia familiar o relacionado
a cambios hormonales y/o de peso o a várices y/o insuficiencia venosa.

En los hombres es muy poco frecuente y por lo general asociado a várices y/o
insuficiencia venosa.

Los picos de incidencia se producen entre los 7-10 años de edad. El 40% de las
niñas y el 32% de los niños tienen más de una lesión. Como la incidencia en las
personas adultas es del 15%, significaría que del 50% al 75% de las lesiones
observadas entre los jóvenes regresan o desaparecen.

Clasificación de las telangiectasias

De acuerdo a su forma o apariencia clínica, las telangiectasias se clasifican en


cuatro grupos:

- Lineales.

- Arborizadas.

- Aracniformes.

- Papulares.

Las telangiectasias lineales rojas y arborizadas son muy comunes en la cara,


especialmente en nariz, mejillas y mentón. Estas lesiones son igualmente
frecuentes en las piernas.

Las telangiectasias lineales azules y las arborizadas se ven con más frecuencia
en las piernas, pero pueden observarse también en la cara.

Las telangiectasias papulares son, con frecuencia, parte de síndromes genéticos.


Como ser, por ejemplo: enfermedad de Rendu, síndrome Osler-Weber o
enfermedades vasculares del colágeno.

Las llamadas aracniformes son las telangiectasias con una arteriola central que
las alimenta. Suelen aparecer en edad escolar y pre-escolar.

Se cree que todas las formas de telangiectasias ocurren a través de una liberación
de sustancias vasoactivas bajo la influencia de una variedad de factores, tales
como anoxia (falta de oxígeno), estrógenos, corticoesteroides (tópicos y
sistémicos), sustancias químicas irritantes de la piel, múltiples tipos de infecciones
bacterianas y virales y numerosos factores físicos (traumatismos, exposición solar,
etc). El resultado: una neogénesis vascular, tanto capilar como de vénulas.

Telangiectasias faciales

Las telangiectasias en la cara (faciales), se observan con más frecuencia en


aquellos pacientes con tipos de piel claros, fototipos de I y II de Fitzpatrick.

Estas lesiones son especialmente frecuentes en ala nasal, nariz y mejillas.

Están causadas probablemente por una vasodilatación arteriolar persistente que


da origen a la debilidad de la pared del vaso.
Los vasos se dilatan cuando sufren una alteración del tejido conectivo y elástico
que los rodea. La exposición solar crónica y el empleo de corticoides de uso tópico
pueden ser algunas de ellas.

Sin embargo, estas lesiones suelen tener una clara predisposición genética.

Factores de riesgo

Se ha podido determinar que entre las probables causas de la aparición de las


telangiectasias, las más frecuentes son: historia familiar, obesidad, uso de
anticonceptivos orales, embarazo, el permanecer mucho tiempo de pie o sentado,
sedentarismo, uso de ropa ajustada y traumatismos.

Prevención

- Evitar la obesidad al ingerir una alimentación sana.

- Evitar el sedentarismo manteniéndose activo al realizar ejercicios aeróbicos.

- Evitar el estar mucho tiempo de pie o sentado sin movilizarse.

- Evitar el uso de prendas de vestir ajustadas.

Tratamientos más habituales de las telangiectasias

Escleroterapia. Es el tratamiento más difundido. Consiste en inyectar una


solución en las venas que hace que estas se encojan y desaparezcan de la
superficie de la piel. En algunos casos, puede ser necesario tratar más de una vez
una misma vena. Posibles efectos secundarios: dolores y manchas en la piel.

Cirugía láser. Un láser envía fuertes explosiones de luz sobre las venas
haciéndolas desaparecer poco a poco. Posibles efectos secundarios: heridas en la
piel y descoloramiento.

Técnicas endovenosas (radiofrecuencia y láser). Son metodos usados


generalmente en várices profundas. Se coloca un catéter en la vena a través del
cual se envía la radiofrecuencia o la energía del láser para encoger y sellar las
paredes de la vena. Posibles efectos secundarios: contusiónes leves.
Ultrasonido. Puede usarse para llevar un control a medida que las válvulas van
creando insuficiencia venosa.

Actualmente existen modalidades láser muy eficaces para el tratamiento de estas


lesiones.

Principales alteraciones de la estética facial

ALTERACIONES DE QUERATINIZACIÓN

La queratinización es una conversión que se produce en el tejido córneo. Existen


alteraciones que afectan a la renovación normal de la epidermis. Estas
alteraciones se denominan queratosis y suelen manifestarse produciéndose una
hipertrofia de la capa córnea (hiperqueratosis) o bien por el desprendimiento de
grandes escamas aumentando el número de células en la capa basal, Malphigi y
granulosa al no complementarse correctamente la queratinización.

HIPERQUERATOSIS

Es una hipertrofia de la capa córnea por lo que hay un aumento del grosor de la
misma, al incrementarse el número de células córneas.

PSORIASIS

Es una dermatosis eritemato-escamosa formando placas de escamas blancas


situadas sobre un fondo rojizo; se da normalmente en personas de raza blanca.
Afecta a un 2% de la población. Es una enfermedad crónica, no es contagiosa
pero resulta difícil de soportar por ser ante todo una afección antiestética.
Normalmente los queratinocitos se renuevan cada 28 días, en las lesiones
psoriásicas lo hacen cada 8 días, dividiéndose las células del estrato basal con
demasiada rapidez y evolucionando rápidamente hacia la superficie, por lo que la
maduración está afectada y no llega a completarse, persistiendo los núcleos en los
corneocitos. Las células de la capa córnea no se fijan sólidamente unas a otras
por lo que se descaman rápidamente. Sus causas son desconocidas, pero es una
alteración que se ve favorecida por estados de ansiedad y nerviosismo.

DERMATITIS SEBORREICA

Son placas eritematosas que están cubiertas de escamas amarillentas


acompañadas de prurito frecuente. Se localiza normalmente en el cuero cabelludo,
cejas y surco nasogeniano zonas donde hay una gran secreción sebácea.

MILIUM

Son pequeños quistes cutáneos de color blanco, duros, formados por queratina
densa de la epidermis; aparecen espontáneamente y aparecen sobre todo en
mejillas, párpados, de forma más o menos simétrica.

ALTERACIONES DE LA PIEL O DISCROMIAS (HIPERCROMIAS, ACROMIAS)

Son alteraciones por exceso o defecto de la producción de melanina. Están


representadas por las Hipercromías y por las Acromías.

HIPERCROMÍAS

Son pigmentaciones excesivas, anormales de la piel, por una producción excesiva


de melanina. Pueden ser congénitas o adquiridas. Cloasma Son placas
hiperpigmentadas más o menos simétricas que aparecen en la parte superior del
rostro. Son muy frecuentes en mujeres gestantes, y en algunos casos en mujeres
que toman píldoras anticonceptivas. En algunos casos con el tiempo tienden a
desaparecer, pero no siempre lo hacen al completo Hipercromía por
fotosensibilización Se trata de una aparición de manchas hiperpigmentadas tras la
exposición solar, secundarias a una sensibilización de la piel originada por alguna
sustancia (medicamentos, colonias, perfumes, etc). Manchas seniles Son máculas
de color pardo que aparecen normalmente en el dorso de las manos, algunas
veces en el rostro; a partir de los cincuenta años.

ACROMIAS

Falta de coloración cutánea debida a una disminución o falta de pigmento


(melanina) localizada o generalizada como por ejemplo el Vitíligo o el albinismo.
TRATAMIENTO DE LAS HIPERCROMIAS

Las manchas pigmentarias, en razón de la profundidad a que se localice el


pigmento (epidermis-dermis) son siempre delicadas de tratar y el tratamiento debe
ir siempre asociado a cosméticos despigmentantes. Los léntigos seniles del dorso
de las manos y las finas manchas múltiples de la cara o brazos representan una
buena indicación.

ENVEJECIMIENTO CUTÁNEO

INTRODUCCIÓN

El término rejuvenecimiento se aplica a todo aquel procedimiento destinado a la


mejora de la textura y calidad de la piel (cosméticos, microdermoabrasión,
electroestética…), mientras que fotorejuvenecimiento implica el uso de terapias
basadas en la luz para conseguir estos objetivos.

ENVEJECIMIENTO CUTÁNEO. DEFINICIÓN

El envejecimiento es un proceso fisiológico que se inicia en el momento del


nacimiento. Se presentan una serie de modificaciones, como consecuencia del
paso del tiempo. Sus primeras repercusiones estéticas, empiezan a ser evidentes
entre los 25 y 30 años y a partir de este momento evolucionan lenta pero
irreversiblemente, convirtiendo a la piel en el órgano que más rápidamente delata
la edad cronológica de la persona. Histológicamente, este proceso afecta tanto a
la epidermis, como a la dermis e hipodermis, dando lugar a la aparición progresiva
de una flacidez cutánea con atrofia, alteraciones vasculares y pigmentarias,
acentuación de pliegues y surcos, caída del cabello, etc. Pero sin duda, es la
aparición de flacidez y arrugas lo que constituye el signo más importante del
envejecimiento, y por tanto el que despierta mayor preocupación en el ser humano
deseoso de ofrecer una apariencia estética joven, sana, y agradable ante sí mismo
y ante el resto de la sociedad.

ALTERACIONES HISTOLÓGICAS DEL ENVEJECIMIENTO CUTÁNEO

El envejecimiento es un proceso fisiológico que afecta a todos los órganos del


cuerpo humano, produciendo alteraciones histológicas características. A nivel
cutáneo produce modificaciones a nivel de epidermis, dermis e hipodermis.
Alteraciones a nivel de la epidermis: Adelgazamiento progresivo de la
epidermis. Disminución de las mitosis celulares. Aumento de la descamación.
Aumento del espesor del estrato córneo (mayor número de células muertas).
Aplanamiento de la membrana dermoepidérmica, con pérdida progresiva de sus
ondulaciones.
Alteraciones a nivel de la dermis: Desorientación y desorganización de las fibras
de colágeno que trae como consecuencia una disminución de su poder hidratante
(retención de agua). Alteración de las propiedades mecánicas de las fibras de
colágeno. Disminución de su resistencia a la ruptura y disminución de su
extensibilidad. Degeneración de las fibras elásticas, con disminución de la
producción de elastina. Alteraciones celulares y de la sustancia fundamental.
Disminuye la capacidad mitótica de los fibroblastos y el contenido en ácido
hialurónico de la sustancia fundamental, con lo que disminuye su grado de
hidratación y permeabilidad. Se produce una pérdida de elasticidad, asociada con
los efectos de la gravedad, responsable de los pliegues caídos en las mejillas,
cuello, párpados, etc. Disminución de la secreción de las glándulas sudoríparas
ecrinas (falta de agua). Disminución de la secreción de las glándulas sebáceas
(falta de sebo). El conjunto de todos estos fenómenos va a desencadenar una
pérdida de la elasticidad cutánea, que junto a la alteración en la distribución del
tejido adiposo sometido a las fuerzas de la gravedad y la pérdida de tono del tejido
muscular, favorece la acentuación de los pliegues cutáneos y la formación de las
arrugas Todo este proceso de envejecimiento puede verse agravado o acelerado
por numerosos factores exógenos y/o endógenos.

FACTORES QUE INFLUYEN Y ACELERAN EL ENVEJECIMIENTO CUTÁNEO:

Existen una serie de factores tanto internos como externos, que alteran el proceso
fisiológico, transformando y alterando las cadenas de ADN (ácido
desoxirribonucleico), por lo que crea desajustes en el metabolismo celular.
Factores endógenos: Nutrición y hábitos alimenticios desequilibrados. Ciertas
enfermedades como la diabetes y trastornos cardiovasculares como principales
agravantes del proceso de envejecimiento.
Factores exógenos: Agresiones ambientales (sol, viento, frío, sequedad,…).
Ambientes contaminados que dificultan la oxigenación de los tejidos. Estrés.
Bebidas alcohólicas. El tabaco (la nicotina tiene una actividad vasoconstrictora,
por lo que se produce una disminución de la oxigenación cutánea).
MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL ENVEJECIMIENTO:

Desde el punto de vista clínico, etiológico e histológico, y en función de los


factores de influencia en su desarrollo y evolución, se pueden distinguir dos tipos
de envejecimiento:

Envejecimiento intrínseco (cronológico y biológico): Viene determinado por la


carga genética del individuo y por la edad, y afecta a toda la piel. En todos estos
procesos de envejecimiento celular, participan los radicales libres (moléculas
altamente reactivas) que dan lugar a una peroxidación de los lípidos de
membrana. De éste y otros procesos, resulta la aparición de alteraciones en las
células, que pierden la capacidad de la mitosis y por esto, no pueden compensar
(aumentando su número de descendientes) las diferencia en el número, estructura
o función celulares, esto se llama senectud duplicativa.

Envejecimiento extrínseco: Resultantes de las agresiones externas que recibe el


organismo, tales como: el sol, la polución ambiental, temperaturas extremas, que
aumentan los daños fruto de otros factores. Este tipo de en vejecimiento se
manifiesta en las zonas expuestas a la acción de los elementos. El envejecimiento
producido por el sol da lugar a una pigmentación no homogénea, arrugas en
mayor cantidad y más marcadas y relajamiento cutáneo. La radiación solar,
principalmente cuando se abusa de ella, contribuye a acelerar y avanzar el
proceso de envejecimiento cutáneo. Este envejecimiento resultante o propiciado
por la radiación solar, recibe distintos nombres: fotoenvejecimiento, daño actínico
(inducido por la acción solar) o envejecimiento prematuro, porque todos los rasgos
clínicos (manifestación externa, visible y palpable) con arrugas y color amarillento
son similares a los observados en el proceso de envejecimiento natural. El
fotoenvejecimiento de la piel es fruto de los efectos sumatorios y sinérgicos (que
se potencian) de los rayos UV A, UV B y los infrarrojos. La trascendencia así como
su momento de aparición será distinto entre las personas en función de factores
tales como: el tipo de piel (o fototipo), intensidad de la radiación recibida, el estilo
de vida, etc. Cuanto menor sea la capacidad de adaptación de la piel, mayor y
más precoces serán los efectos nocivos del sol sobre ésta, por esto los individuos
con un fototipo claro muestran signos de envejecimiento temprano, mientras que
los que tienen la piel más oscura los presentan más tarde. El fotoenvejecimiento
implica el desarrollo de arrugas, telangiectasias, queratosis y elastosis actínica
(degeneración del tejido elástico). A estos fenómenos hay que añadirles la
formación de atrofias, máculas híper- e hipomelánicas, pápulas y placas amarillas.
Las pieles como cuero, arrugas, se ven frecuentemente en personas de piel clara
y con poca capacidad para broncearse y que están constantemente expuestas al
sol. El resultado del daño actínico, se le llama .piel de campesino o de marinero.,
claros exponentes del resultado final de una exposición prolongada a la radiación
UV solar.

EL ACNÉ

ACNÉ VULGARIS.

El término acné proviene del griego akme que significa punta. Esta enfermedad de
la piel está representada en su forma más frecuente, por el acné vulgar o acné
polimorfo juvenil que afecta en la adolescencia. Tiene mayor incidencia en el sexo
masculino que en el femenino. El acné es un problema muy común que afecta en
distintos grados a la mayor parte de la población adolescente. En el 20% de los
casos, el grado de acné reviste importancia clínica. Se inicia habitualmente en la
pubertad, alcanzando un pico en la incidencia y severidad entre los 17 y 20 años,
resolviéndose en el 93% de los casos alrededor de los 25 años de edad. En ese
7% restante, la enfermedad se puede prolongar hasta los 45 años. El acné es una
enfermedad de un apéndice de piel especializado -el folículo pilosebáceoque está
presente predominantemente en la cara, espalda y pecho. Esta revisión comenta
brevemente la etiología, el cuadro clínico, y la terapia del acné.

ETIOLOGIA

Los cuatro factores etiológicos cardinales del acné son:


– Una producción de sebo excesiva

– La hipercornificación del conducto pilosebáceo

– Colonización del conducto con propionibacterium acnes (P. acnes)

– Inflamación

SEBORREA

La glándula sebácea es una glándula diana endocrina; los andrógenos


desempeñan un importante papel sebo-estimulador, mientras que los estrógenos
ejercen una acción relativamente pequeña sebo-supresora. La gente con acné
produce más sebo que aquellos que no padecen esta enfermedad. Este hecho se
relacionada a menudo con la severidad del caso y se manifiesta como seborrea.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes no padecen ningún tipo alarmante de
alteración endocrina y, solamente en casos excepcionales, es necesario investigar
en el paciente la posibilidad de que exista una alteración como por ejemplo el
síndrome de ovario poliquístico.

HIPERCORNIFICACIÓN DEL CONDUCTO

La hipercornificación del conducto se manifiesta clínicamente en forma de puntos


blancos(granos) y puntos negros (espinillas). En ambas situaciones, el primer
cambio histológico evidente en estas lesiones es la formación de
microcomedones. La acumulación excesiva de corneocitos ductales en la luz de
tales lesiones se produce a consecuencia de la hiperproliferación de los
queratinocitos ductales, aunque se desconoce si esto se debe asimismo a un fallo
de la separación de los queratinocitos ductales. Los queratinocitos ductales están
regulados por los andrógenos, por la composición del sebo, y por las citoquinas
que se producen en el interior del conducto.

COLONIZACIÓN DEL P. ACNES

El acné no es una enfermedad infecciosa, si bien la bacteria P. acnes, mediante


su colonización del conducto, juega un papel determinante en la aparición de
inflamación. Las bacterias P.acnes no tienen motilidad. No se sabe con certeza
cómo colonizan el conducto y llegan a producir sustancias biológicas, tales como
los mediadores inflamatorios y porfirinas, si bien es probable que dichos eventos
estén relacionados con el microambiente reinante en el conducto.
INFLAMACIÓN

La inflamación es la respuesta de los glóbulos blancos circulantes a los


mediadores inflamatorios que se liberan desde el interior del conducto. En las
pápulas, las células “T-helper” tienen una importancia vital y la rotura del conducto
no es en absoluto esencial para la formación temprana de pápulas. En las
pústulas, el polimorfonucleocito es el tipo de célula más importante. La inflamación
en una fase avanzada comporta la rotura del conducto y, en la etapa más
significativa de la inflamación, es habitual que se produzca una reacción celular
masiva.

ACNÉ POLIMORFO JUVENIL

El nombre de acné polimorfo juvenil se da al brote acneico, que predomina en la


adolescencia. Se caracteriza por la asociación simultánea de diferentes lesiones
en un mismo individuo. Se basa en una alteración primaria de la unidad
pilosebácea, inducida por un mecanismo hormonal y un factor genético. Se
localiza en las regiones ricas en glándulas sebáceas: cara, en particular en la
región mediofacial, la parte superior del pecho y de la espalda con extensión hacia
los hombros. El factor desencadenante del acné es la acción de la
dehidrotestosterona, derivado de la testosterona (hormona masculina). Esta
hormona estimula las células epiteliales en especial en su parte superior
provocando una hipertrofia y una hiperplasia; lo que conduce a una obstrucción
del folículo pilosebáceo. También produce un aumento del tamaño y de la
secreción de las glándulas sebáceas tanto cuantitativamente como
cualitativamente (seborrea).

LESIONES DEL ACNÉ POLIFORMO JUVENIL

 Comedones cerrados: pequeños puntos blancos elevados de 1 a 2 mm de


diámetro.
 Comedones abiertos o puntos negros: que miden de 1 a 5 mm de diámetro.
Cuando se extraen aparece un .gusano. de piel (demodex) de color blanco
amarillento, que corresponde a la columna de células córneas embebidas en el
sebo. Los comedones están formados por: queratina, restos celulares, sebo,
pelos, bacterias y hongos, que en contacto con el aire se oscurecen, sobre todo
por el gran número de melanocitos cargados de melanina formándose los
puntos negros.
 Pápulas: que son los elementos más visibles del acné, elevaciones rojas, duras
y de pequeño tamaño.
 Pústulas: se desarrollan sobre las pápulas cuando se cubren de un punto
purulento.
 Nódulos: son las lesiones de mayor tamaño, rodeados de una zona
inflamatoria. Se produce una inflamación prolongada y profunda de la dermis.

CLASIFICACIÓN CLÍNICA DEL ACNÉ

 Superficial.
 Profundo.
 Inflamatorio.
 No inflamatorio.

ACNÉ SUPERFICIAL

 Acné comedónico: como su nombre indica, se caracteriza porque presenta gran


número de comedones (puntos negros, blancos y microquistes).
 Acné papuloso: los comedones sufren reacciones inflamatorias que se
manifiestan primero con la aparición de máculas y posteriormente por pápulas
de color rosado quedando en el centro los comedones.
 Acné pustuloso: aparece un número variable de lesiones purulentas que se
asientan sobre una base inflamatoria. Este tipo de lesiones se desarrollan
sobre un comedón o sobre pápulas ya existentes.

Cuando se combinan estas lesiones en áreas afectadas, se habla de acné


poliformo.

ACNÉ PROFUNDO

 Acné tuberoso: también llamado acné indurado, está formado por lesiones
granulomatosas, profundas, de color violáceo; dolorosas, induradas y de
evolución lenta a la supuración.
 Acné furunculoso: se trata de un proceso inflamatorio profundo, de evolución
aguda semejante a un furúnculo.
 Acné flemonoso: este tipo de acné se caracteriza por la aparición de abscesos
profundos de gran tamaño, fluctuantes, dolorosos de color violáceo y de
evolución muy lenta.
 Acné mentoniano: básicamente se localiza en el mentón, sobre todo en
mujeres, y se relaciona en la mayoría de los casos con los trastornos
menstruales.

CLASIFICACIÓN DEL ACNÉ SEGÚN SU EVOLUCIÓN

 Grado I: Comedónico y máculo-papuloso.


 Grado II: Pápulo-pustuloso.
 Grado III: Quístico-tuberoso.
 Grado IV: Nódulo-quístico con cicatrices residuales.

CLASIFICACIÓN DEL ACNÉ DE ACUERDO A SUS CARACTERÍSTICAS


GENERALES

 Polimorfo juvenil.
 Papuloso.
 Pustuloso.
 Escoriado.
 Quístico.
 Mentoniano.
 Frontalis.
 Furunculoso.
 Flemonoso.
 Neonatorum.
 Tropical.
 Conglóbata.

NECESIDADES CUTÁNEAS:

 Mantenimiento de la higiene
 Favorecer la renovación celular
 Reducir el espesor córneo y la obstrucción folicular
 Regular la seborrea
 Protección frente a microorganismos
 Descongestionar las áreas inflamadas
 Mejorar la hidratación y emoliencia de la piel
 Disimular las alteraciones y secuelas

DESHIDRATACIÓN CUTÁNEA

Es difícil mantener un nivel correcto de hidratación, puesto que son muchos los
factores que inciden en este importante proceso. La aportación de agua a nivel
cutáneo debe ser continua ya que su pérdida también es continua debida a la
sudoración, a los procesos metabólicos, a la acción de los agentes atmosféricos y
a otros muchos factores que contribuyen constantemente al empobrecimiento
hídrico de la piel.
TRASTORNOS VASCULARES

Son bastante comunes y pueden causar patologías que pueden ser graves, por lo
cual es mejor identificar el problema y encontrar soluciones en fases iniciales.
¡Prevenirlos es todavía mejor! Pero
¿Cuáles son las posibles causas? ¿Qué medidas se pueden tomar? ¿Cuáles los
remedios que pueden usarse?

Enfermedades vasculares: una primera definición

La sangre circula por el organismo a través de un complejo sistema de vasos.


Las arterias llevan la sangre enriquecida con oxígeno del corazón al resto del
cuerpo; las venas, por su parte, transportan la sangre carente de oxígeno de la
periferia del organismo hasta el corazón.

Los problemas vasculares surgen cuando estos vasos se obstruyen total o


parcialmente, a causa, por ejemplo, de depósitos de grasa y de las placas
denominadas "ateromas".
El obstáculo al flujo normal de la sangre puede llevar a problemáticas serias, como
la isquemia, ictus y aneurismas.

¿Cuáles son los factores que causan estas patologías?

Entre los factores de riesgo asociados a la mala circulación, se pueden citar:

 hipertensión;
 altos niveles hemáticos de triglicéridos y de colesterol "malo" (LDL);
 bajos niveles hemáticos de colesterol "bueno" (HDL);
 tabaco;
 diabetes mellitus;
 obesidad;
 inactividad física.

Frente a eso, una primera prevención para combatir la aparición de estos


trastornos se aplica en la mesa: es importante seguir una dieta lo más sana
posible, comiendo frutas y verduras y reduciendo al mínimo el consumo de grasas
y azúcares.

También se aconseja dejar de fumar y realizar actividades de movimiento y


ejercicio físico, útil para mejorar la circulación y hacer frente a la insuficiencia
venosa. Esta última es una trastorno patológico de la circulación, por cuya causa
las venas no transportan las cantidades adecuadas de sangre de las extremidades
al corazón.
¿Cuáles son las posibles consecuencias?
La varicosis, que da lugar a que surjan venas gruesas y bien visibles en las piernas
con la consiguiente sensación de pesadez de las extremidades inferiores, ardor,
hinchazón y calambres nocturnos.

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