Resumen Tyc
Resumen Tyc
Resumen Tyc
El concepto de comunicación es muy complejo, no se puede definir con una frase, ni alcanza
con el significado que indica el diccionario. En este capítulo vamos a trabajar con el concepto
de comunicación: cómo se la concibe, en qué consiste y qué casos podemos considerar como
comunicativos.
Una primera manera es pensar en el acto comunicativo como un circuito básico, en el que un
emisor transmite un mensaje a su receptor.
La comunicación humana
El lingüista francés Emile Benveniste, destaca que el mensaje es un conjunto de signos que
se refiere a determinados objetos. Los signos no tienen una relación necesaria con aquello
que representan, no hay una continuidad entre el objeto y el signo, sino que los signos son
entidades diferentes creadas para la comunicación. La palabra “casa” no tiene nada que ver
con el objeto casa; podría haberse usado otro signo.
Estos signos sólo pueden ser comprendidos porque pertenecen a un código. Tanto los
hablantes de una lengua como los insectos usan un código, es decir, un sistema de
convenciones mediante el cual los miembros de una comunidad pueden entenderse. Por lo
tanto, dos características del lenguaje humano: el mensaje como conjunto de signos y el
código.
Las abejas envían mensajes pero no dialogan, en cambio, los humanos hablamos a otros que
hablan.
Solo el lenguaje que usan los humanos para comunicarse puede funcionar como
metalenguaje. El metalenguaje es un lenguaje que habla, no acerca de las cosas, sino sobre
otro lenguaje. El lenguaje verbal humano puede ser metalenguaje de sí mismo. Esta
posibilidad de hablar acerca de los menajes es condición de la comunicación humana. Esto
es importante porque permite transmitir, estudiar, discutir y cuestionar los mensajes de otros.
El código de la comunicación humana es mucho más complejo y les permite a las personas
crear a partir de él (un código infinito) infinitos mensajes y decir cosas que hasta el momento
no habían sido dichas.
En resumen, en la comunicación humana los mensajes son conjuntos de signos que
representan cosas o ideas y que se construyen sobre un código, a partir del cual se pueden
crear infinitos mensajes. ASimismo, el lenguaje humano permite hablar acerca de los
mensajes y, por lo tanto, dialogar, discutir y transmitir lo qeu otros dijeron.
Los signos
Desde el principio de este capítulo definimos los mensajes como conjuntos de signos.
Veremos ahora se ha definido el signo. En general, se trabaja con dos definiciones.
Ferdinand de Saussure se centró en los signos lingüísticos. Así definió la lingüística como la
ciencia que estudia estos signos verbales y la incluyó dentro de una ciencia más general, que
se ocupa de la totalidad de los signos en la vida social, la Semiología.
El signo lingüístico
El primer problema con el que se encontró Sassure al estudiar el lenguaje fue su
extraordinaria complejidad. El lenguaje pertenece a la vez al dominio individual y al social e
incluye elementos físicos fisiológicos y psicológicos. Sassure diferencia dos entidades: la
lengua y el habla.
La lengua es la parte social del lenguaje el conjunto de convenciones necesarias para
comunicarnos es decir el código. El aula por su parte es el acto individual de puesta en uso
apropiación y actualización de este sistema de convenciones que constituye la lengua.
La semiotica
A Pierce no le preocupaba el funcionamiento de la lengua su preocupación era más general
ya que le interesaba Cómo el hombre conoce la realidad. La semiótica que para él debía
constituir el marco de referencia para cualquier investigación permitiría indagar en la relación
que el hombre establece con el mundo.
Q signo es algo que está para alguien en lugar de otra cosa en algún aspecto o carácter.
Como vemos no hay nada que lleve a algo a ser un signo cualquier cosa puede hacerlo
siempre que se establezca la siguiente relación: que esté para alguien en lugar de otra cosa.
Esa otra cosa se denomina el objeto del signo. El signo es la relación no la entidad.
Además para que algo sea signo de otra cosa esa otra cosa ya debe ser un signo. El
conocimiento siempre tiene como objeto otro conocimiento y nunca accede a una realidad
anterior al pensamiento.
Pierce niega la existencia del mundo sino que rechaza la posibilidad de conocerlo fuera de
los signos.
Según la teoría de peirce toda la experiencia humana se organiza en tres niveles: primeridad
el orden de las cualidades segundidad el orden de la realidad y terceridad el orden de los
signos.
Entre las diferentes clasificaciones de los signos nos interesa que ya que los agrupa de
acuerdo con la relación que tienen con el objeto que representan.
Los signos que representan a sujeto por similaridad se llaman iconos muestra la misma
cualidad o conjunto de cualidades que su objeto entablan con él una relación analógica.
Cuando el vínculo se produce por proximidad este tipo de signos se denominan índice llama
la atención sobre su objeto lo indican.
Las palabras no se asemejan ni se aproximan al objeto su relación se establece por
convención por hábito o por una ley. En este caso Pierce habla del símbolos las palabras de
la lengua son símbolos porque su relación con el objeto es por convención.
Ahora bien en la comunicación social no es posible encontrar casos puros de iconos de
índices o de símbolos. Qué otras palabras en la vida social cada signo no establece una única
relación con su objeto
Distintas formas de comunicación
En la vida social podemos encontrar formas de comunicación muy variadas. Existen
Asimismo distintas calificaciones para dar cuenta de las mismas. Veremos las diferencias
entre comunicación directa que incluyen la conversación interpersonal y la institucional y la
comunicación mediada o mediática.
1) la comunicación interpersonal
La comunicación interpersonal tiene lugar en forma directa entre dos o más personas que se
hayan físicamente próximas. Esto posibilita que puedan participar los cinco sentidos y por
esta razón se denomina participación perceptual. Otra característica importante de la
comunicación interpersonal es lo que algunos autores denominan la interdependencia
comunicativa: cada uno de los participantes produce mensaje que son una respuesta directa
a los mensajes elaborados por el otro.
El estudio de la comunicación no verbal ofrece la posibilidad de conocer desde las
características personales hasta las pautas culturales de los que participan en una
comunicación cara a cara. Signos no verbales varían considerablemente en las distintas
culturas. Además los signos normales ofrecen elementos acerca de la Relación que existe
entre los interlocutores sobre la situación comunicativa o sobre el mensaje.
2) comunicación intitucional
Una institución desarrolla básicamente dos tipos de comunicación. La comunicación interna
entre las personas que pertenecen a ella y que cumplen distintos roles. Por otro lado la
institución se comunica con la sociedad de la que forma parte.
Dentro de la institución la comunicación puede abarcar una gama relativamente amplia de
modalidades. En las normas que organiza la comunicación están claramente reguladas y
muchas de ellas escritas y sus miembros tienen la obligación de comunicarse mediante
determinadas formas establecidas.
Estas normas varían de acuerdo con los roles que las personas desarrollan en estas
instituciones. Todas las personas que interactúan en una institución desempeñan roles
diferentes y acuerdos con ellos tienen derechos obligaciones y prohibiciones.
La comunicación no verbal es importante en el contexto institucional Aunque Allí se encuentra
más regulado que en los contactos interpersonales. Por otra parte una gran cantidad de
gestos o expresiones pueden estar directamente prohibidos en este contexto.
3) La comunicación mediada
Cuando definimos una comunicación como mediada estamos poniendo de relieve el papel
mediador que tiene la tecnología en la comunicación.
Cuando hablamos de medios de comunicación estamos habituados a pensar inmediatamente
en la radio y la televisión. Sin embargo a partir de la definición que producimos podemos dar
cuenta de otras posibilidades: el teléfono los libros y las revistas son entre otras formas de
comunicación técnicamente mediadas.
Los medios masivos de comunicación tienen algunas características comunes: por un lado
todos requieren de la intervención de un dispositivo tecnológico e instalar una relación
impersonal entre emisor y receptor. Permiten emitir mensajes que llegan simultáneamente a
gran cantidad de receptores que no se conocen entre sí y qué tal vez viven en lugares muy
distantes unos de otros.
La unidireccionalidad de los mensajes entre un emisor fuerte y muchos receptores anónimos
y aislados deja de lado la posibilidad de la respuesta. Por lo tanto algunos pensadores
reconocen que los medios masivos serían fundamentalmente instrumentos de difusión. Esto
pone en cuestión el carácter principalmente difusor de los medios y la posibilidad de los
receptores de la respuesta.
Los lenguajes de la comunicación mediática
Podemos advertir que están hechos sobre distintos materiales que se denominan soportes.
Difieren en sus temas en sus destinatarios o las estructuras de sus discursos diferencias que
no permiten hablar de distintos géneros son evidentes las diferencias entre un programa para
chicos y un noticiero.
De la fascinación al rechazo
La explosión de popularidad de los medios masivos en el siglo 20 suscitó distintas posturas
entre los autores que se dedicaban analizarlos: algunos los recibieron con fascinación y
entusiasmo mientras que otros los criticaron y rechazaron abiertamente.
Los que celebraron la llegada de los medios masivos pensaban que el acceso a bienes
culturales como las obras de arte del pensamiento se volvería más democrático. Los medios
llevarían a la universalización de la cultura que permitiría aminorar las diferencias sociales y
contribuirían a formar ciudadanos más participativos y responsables en la vida política.
Por el contrario otros pensadores mantenían una postura pesimista señalaban que las
grandes masas estaban indefensas frente al bombardeo informativo a manos de unas pocas
empresas del estado. Creían que los medios sólo iban a servir para entretener a la población
distrayendo la de los verdaderos problemas y para manipular su opinión.
Otros autores críticos consideran que la comunicación masiva contribuye a la degradación de
la cultura e incluso a la muerte del arte.
Colombia masivos El arte de la cultura también se convirtieron en materia de producción
industrial. Estos críticos argumentaban que en las obras de arte o culturales destinados al
consumo lo más importante pasaba a ser que estén de acuerdo con el gusto masivo y no con
el buen gusto o la creatividad.
También pensaban que los mensajes de los medios alentaban una visión pasiva y acritica del
mundo. No promovía la reflexión sino sólo la emoción y que privilegia la información sobre el
presente entorpeciendo la capacidad de reflexionar sobre el pasado.
En síntesis consideraban que los medios masivos de comunicación fomentaban a las
personas el consumismo y el conformismo y mantenían y hasta fortalecían la desigualdad
sociales
La aguja hipodermica
Durante la década del 20 la difusión a gran escala de las comunicaciones de masas incluyo
el aumento de las acciones de propaganda de los gobiernos y los partidos políticos.
La propaganda resultó una de las armas más novedosas ensayadas en la Primera Guerra
Mundial. Gran Bretaña Francia Alemania y los Estados Unidos dedicaron importantes
esfuerzos en producir afiches proclamas actos y panfletos con el fín de formar actitudes y
opiniones favorables tanto en las personas de su propio país como las tropas del país
enemigo.
Mismo tiempo la propaganda utilizada con frecuencia por los movimientos obreros de los
países europeos y cumplió un papel significativo en el triunfo de la revolución rusa y la Guerra
Civil Española. Las experiencias totalitarias como el fascismo y el nazismo hicieron de la
propaganda una herramienta cotidiana. A medida que avanzaba el siglo la propaganda y va
utilizando los nuevos medios.
en este contexto los enormes efectos que provocaba la propaganda permitían pensar que
algo análogo podía estar ocurriendo con los mensajes de los medios masivos en general.
Con el tiempo Estas ideas recibieron el nombre de la teoría de la aguja hipodérmica también
llamada de La bala mágica o en la transmisión en cadena.
Los mensajes en los medios son recibidos de manera uniforme por todos los miembros del
público y que las reacciones inmediatas y directas son disparadas por esos estímulos.
Los mensajes de los medios fueron concebidos como estímulos capaces de provocar
respuestas en los individuos es decir los mensajes eran pensados como una inyección ante
la cual el cuerpo reacciona. Estas reacciones podrían decirse incluso calcularse se considera
que existió la conexión directa entre la exposición a los mensajes y los comportamientos u
opiniones.
De esta manera creían que las respuestas de los individuos sean automáticas inmediatas.
Tenían en mente un modelo comunicacional simplista y lineal con otro sector concebido como
una persona pasiva y manipulable.
En esta teoría no se tenía en cuenta el contexto social en el que tenía lugar el proceso
comunicativo y por esta razón los papeles de comunicador y destinatario se concebían
independientes de las relaciones sociales y culturales. La audiencia era caracterizada como
débil e influenciable por la propaganda de esta manera se pensaba que los medios serán
portadores de un poder prácticamente ilimitado.
La hipótesis de la persuasión
A partir de los años 30 los psicólogos de la época llegaron a la conclusión de que un mismo
estímulo no se asocia mecánicamente con una respuesta. Un mensaje puede producir efectos
diferentes según característica de las personas así como de las circunstancias durante las
cuales se recibe.
Por un lado comenzaron a investigar si los procesos psicológicos que intervienen en los
destinatarios antes de que se produzca una respuesta. Por otro se pretendía descubrir Cuáles
eran las formas de organización óptimas para que los mensajes resultaron eficaces como
elementos de persuasión.
Los psicólogos identificaron cuatro factores que los receptores ponen en juego en una
comunicación.
- El interés la motivación del destinatario para adquirir información sobre el tema en
cuestión.
- La exposición selectiva prestar atención principalmente a los mensajes más acordes
con sus actitudes y valores
- La percepción selectiva La interpretación de los mensajes depende de la
predisposición los valores y las actitudes destinatario.
- La memoria selectiva recuerda fundamentalmente aquello que favorece sus propias
opiniones y puntos de vista.
Teniendo en cuenta las características de la características psicológicas del público se podía
manejar los efectos del mensaje.
La escuela de Frankfurt
Los alemanes de la escuela de frankfurt no se porpondrían producir conocimientos de utilidad
inmediata, sino una teoría de caracter general que pudiera explicar la situacioin que se había
ido configurando durante el siglo XX, sobre todo durante la segunda guerra, preocupados
básicamente por el estado de barbarie en el que había caído la humanidad.
Adorno y Horkheimer explicado en esta situación afirmando que la racionalidad que había
impulsado la Ilustración terminó convirtiéndose en racionalidad instrumental. En la sociedad
de masas la razón que había proclamado de los pensadores ilustrados había cedido espacios
a la razón instrumental que contribuyen al progreso y el bienestar sino la manipulación de los
individuos para volverlo funcionales al sistema capitalista. De esta manera se perpetua el
estado de dominio de una clase social sobre otra.
Los medios masivos jugaban un papel importante en esta situación uno de los conceptos
clave de los estudios de la escuela de Frankfurt sobre los medios masivos era el de Industria
cultural.
La teoría de la información
En el arte es donde, por excelencia se verifica este hecho, y la palabra poética se considera
comúnmente como aquella que, poniendo en una relación absolutamente nueva sonido y
concepto, uniendo frases de manera no común, comunica, al mismo tiempo que un significado
dado, una emoción inusitada; hasta el punto de que la emoción surge incluso cuando el
significado no está inmediatamente claro.
Examinando la posibilidad de dar una información que no sea “significado” habitual a través
de un empleo de las estructuras convencionales de un lenguaje, que se oponga a las leyes
de probabilidad que lo regulan desde el interior.
En tal caso, en consecuencia, la información se asociaría no al orden, sino al desorden,
por lo menos a cierto tipo de no-orden-habitual-previsible. Pero si la entropía es el desorden
al grado máximo y, en el seno de la misma, la coexistencia de todas las probabilidades y de
ninguna, entonces la información dada por un mensaje organizado intencionalmente
(mensaje poético o común) aparecerá solo como una forma particularísima de desorden: un
desorden que resulta tal como parte de un orden preexistente.
La transmisión de información
Las medidas que había que adoptar cuando se declaraba la peste en una ciudad era, en
primer lugar, una estricta división espacial: cierre, naturalmente, de la ciudad y del "terruño",
prohibición de salir de la zona bajo pena de la vida, división de la ciudad en secciones distintas
en las que se establece el poder de un intendente. Cada calle queda bajo la autoridad de un
síndico, que la vigila; si la abandonara, sería castigado con la muerte. Cada familia habrá
hecho sus provisiones. No circulan por las calles más que los intendentes, los síndicos, los
soldados de la guardia, y también entre las casas infectadas, de un cadáver a otro, los
"cuervos", que es indiferente abandonar a la muerte. Espacio recortado, inmóvil, petrificado.
Cada cual está pegado a su puesto. Y si se mueve, le va en ello la vida, contagio o castigo.
La inspección funciona sin cesar. La mirada está por doquier en movimiento: "Un cuerpo
de milicia considerable, mandado por buenos oficiales y gentes de bien", cuerpos de guardia
en las puertas, en el ayuntamiento y en todas las secciones para que la obediencia del pueblo
sea más rápida y la autoridad de los magistrados más absoluta, "así como para vigilar todos
los desórdenes, latrocinios y saqueos". En las puertas, puestos de vigilancia; al extremo de
cada calle, centinelas. Todos los días, el intendente recorre la sección que tiene a su cargo,
se entera de si los síndicos cumplen su misión, si los vecinos tienen de qué quejarse; "vigilan
sus actos". Esta vigilancia se apoya en un sistema de registro permanente: informes de los
síndicos a los intendentes, de los intendentes a los regidores o al alcalde. El registro de lo
patológico debe ser constante y centralizado. La relación de cada cual con su enfermedad y
su muerte pasa por las instancias del poder, el registro a que éstas la someten y las
decisiones que toman.
Este espacio cerrado, recortado, vigilado, en todos sus puntos, en el que los individuos
están insertos en un lugar fijo, en el que los menores movimientos se hallan controlados, en
el que todos los acontecimientos están registrados, en el que un trabajo ininterrumpido de
escritura une el centro y la periferia, en el que el poder se ejerce por entero, de acuerdo con
una figura jerárquica continua, en el que cada individuo está constantemente localizado,
examinado y distribuido entre los vivos, los enfermos y los muertos —todo esto constituye un
modelo compacto del dispositivo disciplinario. A la peste responde el orden; tiene por función
desenredar todas las confusiones: la de la enfermedad que se trasmite cuando los cuerpos
se mezclan; la del mal que se multiplica cuando el miedo y la muerte borran los interdictos.
Contra la peste que es mezcla, la disciplina hace valer su poder que es análisis. Pero ha
habido también un sueño político de la peste, que era exactamente lo inverso: no la fiesta
colectiva, sino las particiones estrictas; no las leyes trasgredidas, sino la penetración del
reglamento hasta los más finos detalles de la existencia y por intermedio de una jerarquía
completa que garantiza el funcionamiento capilar del poder; no las máscaras que se ponen y
se quitan, sino la asignación a cada cual de su "verdadero" nombre, de su "verdadero" lugar,
de su "verdadero" cuerpo y de la "verdadera" enfermedad. La peste como forma a la vez real
e imaginaria del desorden tiene por correlato médico y político la disciplina. Por detrás de los
dispositivos disciplinarios, se lee la obsesión de los "contagios", de la peste, de las revueltas,
de los crímenes, de la vagancia, de las deserciones, de los individuos que aparecen y
desaparecen, viven y mueren en el desorden. Si bien es cierto que la lepra ha suscitado
rituales de exclusión que dieron hasta cierto punto el modelo y como la forma general del gran
Encierro, la peste ha suscitado esquemas disciplinarios. Más que la división masiva y binaria
entre los unos y los otros, apela a separaciones múltiples, a distribuciones individualizantes,
a una organización en profundidad de las vigilancias y de los controles, a una intensificación
y a una ramificación del poder. El leproso está prendido en una práctica del rechazo, del exilio-
clausura; se le deja perderse allí como en una masa que importa poco diferenciar; los
apestados están prendidos en un reticulado táctico meticuloso en el que las diferenciaciones
individuales son los efectos coactivos de un poder que se multiplica, se articula y se subdivide.
El exilio del leproso y la detención de la peste no llevan consigo el mismo sueño político. El
uno es el de una comunidad pura, el otro el de una sociedad disciplinada. Dos maneras de
ejercer el poder sobre los hombres, de controlar sus relaciones, de desenlazar sus peligrosos
contubernios. La ciudad apestada, toda ella atravesada de jerarquía, de vigilancia, de
inspección. es la utopía de la ciudad perfectamente gobernada. La peste es la prueba en el
curso de la cual se puede definir idealmente el ejercicio del poder disciplinario. para ver
funcionar las disciplinas perfectas, los gobernantes soñaban con el estado de peste. En el
fondo de los esquemas disciplinarios la imagen de la peste vale por todas las confusiones y
los desórdenes; del mismo modo que la imagen de la lepra, se halla en el fondo de los
esquemas de exclusión. corresponde al siglo XIX haber aplicado al espacio de la exclusión
cuyo habitante simbólico era el leproso, la técnica de poder propia del reticulado disciplinario.
servirse de los procedimientos de individualización para marcar exclusiones. el asilo
psiquiátrico, la penitenciaría, el correccional, el establecimiento de educación vigilada, y por
una parte los hospitales, de manera general todas las instancias de control individual,
funcionan de doble modo: el de la división binaria y la marcación (loco-no loco; peligroso-
inofensivo; normal-anormal); y el de la asignación coercitiva, de la distribución diferencial
(quién es; dónde debe estar; por qué caracterizarlo, cómo reconocerlo; cómo ejercer sobre
él, de manera individual, una vigilancia constante, etc.). De un lado, se "apesta" a los leprosos;
se impone a los excluidos la táctica de las disciplinas individualizantes; y, de otra parte, la
universalidad de los controles disciplinarios permite marcar quién es "leproso" y hacer jugar
contra él los mecanismos dualistas de la exclusión. la existencia de todo un conjunto de
técnicas y de instituciones que se atribuyen como tarea medir, controlar y corregir a los
anormales, hace funcionar los dispositivos disciplinarios a que apelaba el miedo de la peste.
Todos los mecanismos de poder que, todavía en la actualidad, se disponen en torno de lo
anormal, para marcarlo, como para modificarlo, componen estas dos formas, de las que
derivan de lejos.
I. Historia
Foucault situó las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX; estas sociedades
alcanzan su apogeo a principios del XX, y proceden a la organización de los grandes espacios
de encierro. El individuo no deja de pasar de un espacio cerrado a otro, cada uno con sus
leyes: primero la familia, después la escuela ("acá ya no estás en tu casa"), después el cuartel
("acá ya no estás en la escuela"), después la fábrica, de tanto en tanto el hospital, y
eventualmente la prisión, que es el lugar de encierro por excelencia. Foucault analizó muy
bien el proyecto ideal de los lugares de encierro, particularmente visible en la fábrica:
concentrar, repartir en el espacio, ordenar en el tiempo, componer en el espacio-tiempo una
fuerza productiva cuyo efecto debe ser superior a la suma de las fuerzas elementales. Pero
lo que Foucault también sabía era la brevedad del modelo: sucedía a las sociedades de
soberanía, cuyo objetivo y funciones eran muy otros (recaudar más que organizar la
producción, decidir la muerte más que administrar la vida. Pero las disciplinas a su vez
sufrirían una crisis, en beneficio de nuevas fuerzas que se irían instalando lentamente, y que
se precipitarían tras la segunda guerra mundial: las sociedades disciplinarias eran lo que ya
no éramos, lo que dejábamos de ser.
Estamos en una crisis generalizada de todos los lugares de encierro: prisión, hospital,
fábrica, escuela, familia. Los ministros competentes no han dejado de anunciar reformas
supuestamente necesarias. todos saben que estas instituciones están terminadas, a más o
menos corto plazo. Sólo se trata de administrar su agonía y de ocupar a la gente hasta la
instalación de las nuevas fuerzas que están golpeando la puerta. Son las sociedades de
control las que están reemplazando a las sociedades disciplinarias.
II. Lógica
Los diferentes internados o espacios de encierro por los cuales pasa el individuo son
variables independientes: se supone que uno empieza desde cero cada vez, y el lenguaje
común de todos esos lugares existe, pero es analógico. Mientras que los diferentes aparatos
de control son variaciones inseparables, que forman un sistema de geometría variable cuyo
lenguaje es numérico. Los encierros son moldes, módulos distintos, pero los controles son
modulaciones, como un molde autodeformante que cambiaría continuamente. la fábrica era
un cuerpo que llevaba a sus fuerzas interiores a un punto de equilibrio: lo más alto posible
para la producción, lo más bajo posible para los salarios; pero, en una sociedad de control, la
empresa ha reemplazado a la fábrica, y la empresa es un alma, un gas. La fábrica constituía
a los individuos en cuerpos, por la doble ventaja del patrón que vigilaba a cada elemento en
la masa, y de los sindicatos que movilizaban una masa de resistencia; pero la empresa no
cesa de introducir una rivalidad inexplicable como sana emulación, excelente motivación que
opone a los individuos entre ellos. El principio modular del "salario al mérito" no ha dejado de
tentar a la propia educación nacional: en efecto, así como la empresa reemplaza a la fábrica,
la formación permanente tiende a reemplazar a la escuela, y la evaluación continua al
examen.
En las sociedades de disciplina siempre se estaba empezando de nuevo (de la escuela
al cuartel, del cuartel a la fábrica), mientras que en las sociedades de control nunca se termina
nada: la empresa, la formación, el servicio son los estados metastables y coexistentes de una
misma modulación, como un deformador universal. Las sociedades disciplinarias tienen dos
polos: la firma, que indica el individuo, y el número de matrícula, que indica su posición en
una masa. Porque las disciplinas nunca vieron incompatibilidad entre ambos, y porque el
poder es al mismo tiempo masificador e individualizador, es decir que constituye en cuerpo a
aquellos sobre los que se ejerce, y moldea la individualidad de cada miembro del cuerpo. En
las sociedades de control, por el contrario, lo esencial no es ya una firma ni un número, sino
una cifra: la cifra es una contraseña, mientras que las sociedades disciplinarias son
reglamentadas por consignas. El lenguaje numérico del control está hecho de cifras, que
marcan el acceso a la información, o el rechazo. Ya no nos encontramos ante el par masa-
individuo. Los individuos se han convertido en "dividuos", y las masas, en muestras, datos,
mercados o bancos. El dinero es lo que mejor expresa la diferencia entre las dos sociedades,
puesto que la disciplina siempre se remitió a monedas moldeadas que encerraban oro como
número patrón, mientras que el control refiere a intercambios flotantes, modulaciones que
hacen intervenir como cifra un porcentaje de diferentes monedas de muestra. El hombre de
las disciplinas era un productor discontinuo de energía, pero el hombre del control es más
bien ondulatorio, en órbita sobre un haz continuo.
Las viejas sociedades de soberanía manejaban máquinas simples, palancas, poleas,
relojes; pero las sociedades disciplinarias recientes se equipaban con máquinas energéticas,
con el peligro pasivo de la entropía y el peligro activo del sabotaje; las sociedades de control
operan sobre máquinas de tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo peligro
pasivo es el ruido y el activo la piratería o la introducción de virus. Es una evolución
tecnológica, pero, más profundamente aún, una mutación del capitalismo. En la situación
actual, el capitalismo ya no se basa en la producción, es un capitalismo de la superproducción.
Lo que quiere vender son servicios, y lo que quiere comprar son acciones. Ya no es un
capitalismo para la producción, sino para el producto, es decir para la venta y para el mercado.
Así, es esencialmente dispersivo, y la fábrica ha cedido su lugar a la empresa. La familia, la
escuela, el ejército, la fábrica ya no son lugares analógicos distintos que convergen hacia un
propietario, Estado o potencia privada, sino las figuras cifradas, deformables y
transformables, de una misma empresa que sólo tiene administradores. El marketing es ahora
el instrumento del control social, y forma la raza impúdica de nuestros amos. El control es a
corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado, mientras que la disciplina
era de larga duración, infinita y discontinua. El hombre ya no es el hombre encerrado, sino el
hombre endeudado.
III. Programa
No es necesaria la ciencia ficción para concebir un mecanismo de control que señale a cada
instante la posición de un elemento en un lugar abierto, animal en una reserva, hombre en
una empresa (collar electrónico). Lo que importa no es la barrera, sino el ordenador que
señala la posición de cada uno, lícita o ilícita, y opera una modulación universal.
Puede ser que viejos medios, tomados de las sociedades de soberanía, vuelvan a la
escena, pero con las adaptaciones necesarias. Lo que importa es que estamos al principio
de algo. En el régimen de prisiones: la utilización de collares electrónicos que imponen al
condenado la obligación de quedarse en su casa a determinadas horas. En el régimen de las
escuelas: las formas de evaluación continua, y la acción de la formación permanente sobre
la escuela, la introducción de la "empresa" en todos los niveles de escolaridad. En el régimen
de los hospitales: la nueva medicina "sin médico ni enfermo" En el régimen de la empresa:
los nuevos tratamientos del dinero, los productos y los hombres, que ya no pasan por la vieja
forma-fábrica. Son ejemplos bastante ligeros, pero que permitirían comprender mejor lo que
se entiende por crisis de las instituciones, es decir la instalación progresiva y dispersa de un
nuevo régimen de dominación.
Es claro que el hombre o la mujer que compran algo lo hacen por una razón absolutamente
identificable. Partiendo de este aserto, la Publicidad y la psicología se dieron un día la mano
para averiguar y establecer: 1) Que el comprador actúa de acuerdo con una serie de
necesidades innatas en toda persona y 2) Estas necesidades puedes ser recordadas y
realzadas apelando a una serie de deseos o motivos existentes en todo ser humano.
Las necesidades innatas del individuo se dividen en dos clases: necesidades innatas o
heredadas y necesidades adquiridas. Comer es una necesidad innata, el deseo de ver la
televisión es una necesidad adquirida. Sobre la base heredada de las necesidades innatas,
el individuo desarrolla por sí mismo ciertas maneras de proceder que pueden llegar a tener
casi la misma fuerza que una necesidad básica o innata. Es difícil establecer de manera
concreta las necesidades adquiridas, dado que un individuo que reside en una pequeña
localidad no tendrá las mismas que quien vive en la ciudad.
No podemos sentarnos a dibujar un anuncio sin antes haber estudiado las características del
producto o servicio, las necesidades o deseos que pretende cubrir, cómo se presenta o cómo
se ofrece, cuál es su precio, cómo y a través de quien llega al cliente.
Será necesaria una investigación cerca del fabricante y el vendedor, sin olvidar al consumidor
o usuario.
¿Qué es? ¿Cómo se usa o se consume? ¿Cuándo, dónde? ¿Qué características generales
y particulares ofrece?
Es necesario verlo, tocarlo, tenerlo en las manos o mirarlo por los cuatro costados. Ver el
producto o el servicio a través de una simple fotografía no es suficiente. En este y en todos
los casos un análisis visual directo podrá sugerir ideas y enfoques más efectivos. Es
necesario ponerse en el lugar del cliente para descubrir sus puntos de vista. Después de usar
una marca se esta mejor preparado para escribir o dibujar sobre estos artículos.
Convendrá averiguar cuando y donde se consume, teniendo en cuenta que el lugar y la época
pueden condicionar la elección de periódicos o revistas de un determinado sector.
Interesa, por último, conocerlo por dentro, saber de qué este hecho y como este hecho,
tratando con ello de averiguar y realzar sus características, sus ventajas y aplicaciones. El
investigador deberá visitar la fábrica, interesándose por el proceso de producción tratando y
descubrir nuevas ideas o argumentos de venta.
Hace algunos años el sistema tradicional para fijar un dibujo consistía en soplar a través de
un aparatito pulverizador. La marca holandesa Talens lanzó un frasco de fijador cuyo envase
lleva ya incorporado el aparato y el soplo del consumidor. Desde aquel día las restantes
marcas siguieron el ejemplo, facilitando así la labor de fijar un dibujo (innovación). Este es un
caso típico de un envase cuya forma física está vinculada íntimamente con el mod de utilizar
el producto, un ejemplo de como el envase en su aspecto físico puede constituir un buen
argumento de venta. Pertenece también a este aspecto físico la forma del envase, la manera
de abrirlo y cerrarlo, la facilidad de cogerlo o sostenerlo. Interesa pues preguntarse, que
aspectos de tipo funcional ofrece el envase que puedan ser comentados e ilustrados
realzando sus ventajas. Conviene además estudiar la posibilidad de mejorar el envase en
este sentido considerando que en muchos caos el fabricante, preocupado por el contenido,
olvida el poder de venta continente.
Por ultimo el aspecto publicitario del envase en cuando que la forma, el dibujo y el color han
de ser suficientemente llamativos como para crear el deseo de compra.
Tratemos de resumir estos factores en las siguientes normas.
Durante 1890 y 1900 empezaron a aparecer una serie de cambios todavía más notables.
En 1896 apareció la primera patente de radio y tuvo lugar, además, la primera proyección
cinematográfica. El cambio crucial que realizó la “revolución Northeliffe” fue en la organización
económica de la prensa.
Durante los siglos XVIII y XIX los periódicos dependieron, con ciertas variaciones en el
grado, de lo que sacaban de la publicidad. Tal publicidad era sobre todo del tipo “clasificado”.
Fuera de estas se habían desarrollado otro tipo, como programas de festejos, viajantes de
productos farmacéuticos. Sus métodos fueron publicados en los periódicos, pero también en
anuncios y carteles. Durante la primera mitad del siglo XIX los carteles de anuncio se
convirtieron en un comercio organizado y muy difundido. Se utilizaron todo tipo y edificio, a
menudo sin permiso. Se seguían repartiendo por las calles folletos de propaganda en
cantidades extraordinarias y se alquilaban hombres y vehículos para exhibir pancartas
publicitarias. A esto le siguieron otros métodos: los anuncios en paneles, en globos inflables
y en las fachadas y edificios en construcción. Finalmente, a partir de 1880 nuevos tipos de
publicidad comenzaron a aparecer al mismo tiempo que los cambios en el sistema de ventas
y el desarrollo de la venta al por menor. Northeliffe vieron aumentar sus ingresos gracias a la
nueva publicidad considerada como la clave de la modera empresa periodística y en particular
como un medio para reducir el precio por ejemplar y alcanzar así una mayor tirada. Durante
este tiempo se había alterado radicalmente la estructura global de la prensa del siglo XIX. El
periódico típico de este siglo, si bien se servía de las ganancias proporcionadas por los
anuncios, no dependía en modo alguno de ellas. El periódico representativo del siglo XX pasó
lentamente a depender de a las ganancias provenientes de la publicidad. Si actualmente el
típico periódico comercial no obtiene ingresos suficientes, está condenado a la desaparición.
Una segunda parte de esta reorganización general la constituyó el desarrollo de grupos
o cadenas de periódicos y revistas. La forma de propiedad en el siglo XIX estuvo representada
por una impresión, una familia de impresores o una pequeña compañía. Constituían grupos
que publicaban carias revistas ilustradas y luego pasaron a crear o adquirir periódicos. Este
proceso ha continuado durante todo lo que va del siglo y todos los periódicos y revistas han
pasado ya de su estatus anterior como empresas privadas independientes al de miembros de
este nuevo tipo de complejo capitalista.
Durante este siglo ha crecido notablemente el número de lectores. Al mismo tiempo el
número de periódicos existentes ha disminuido rápidamente. Han aumentado mucho las
horas de lectura y se han limitado de modo muy serio las posibilidades de elección. Los
periódicos sobreviven o sucumben no según el número de persona que los solicitan, sino de
hasta qué punto sean adecuados como medios de publicidad.
¿Qué lección podemos sacar de este examen general? Aparecen claramente dos
factores principales en la historia moderna de los medios de comunicación. Está en primer
lugar, la importante expansión del número de auditores. Se ha producido una expansión en
el ámbito de los periódicos, revistas, libros radiodifusiones, televisión y discos que ha
superado todas las previsiones, y continúa todavía. En su totalidad, este proceso tiene le
efecto de una revolución cultural.
Al mismo tiempo, se ha producido otro hecho de igual importancia. La propiedad de los
medios de comunicación, viejos y nuevos, ha pasado o está pasando, en su mayor parte, a
una especie de organización financiera desconocida en etapas precedentes y con unas
características específicas que se asemejan a las principales formas de propiedad en la
producción industrial general. Los métodos y las actitudes de los negocios capitalistas se han
establecido en el mismo centro de las comunicaciones. Estas dependen cada vez más del
dinero que proporciona la publicidad, lo cual conduce a una política de alcanzar un público
numeroso lo más rápidamente posible. De ahí uno de los objetivos principales de la
comunicación sea vender un determinado periódico o programa. Todos los fines
fundamentales de la comunicación pueden subordinarse a este impulso de vender.
En este capo las presiones crecen incesantemente. El viejo propietario de un periódico
que quería poseer control para propagar sus ideas va siendo reemplazado por un nuevo tipo
de propietario que die que no está interesado en ninguna clase de opinión sino, simplemente
en vender el mayor numero de ejemplares. Lo que una vez fue un medio para llevar a cabo
una actividad política más amplia se ha convertido en muchos casos en la política misma. La
organización de los medios de comunicación está en función no de su uso, sino de sus
beneficios.
Este desplazamiento se extiende inevitablemente a la esencia de la comunicación. Los
métodos descubiertos en la venta de las cosas pueden aplicarse a las personas. Puede existir
una especie de manufactura y mercado de personalidades como en el mundo de la publicidad
o, también, puede darse un empaquetamiento de la experiencia: exhibiéndola con la correcta
explicación, o incluso haciendo de la explicación un subtítulo de la experiencia. Los efectos
sobre el hombre han de ser necesariamente muy serios, se puede desprestigiar el hecho de
prestarles atención tildándolo de “idealismo” mentira que dar importancia a la venta es
considerado como algo normal y práctico. El único uso práctico de la comunicación está en
que permite compartir la experiencia real.
La interacción entre estos dos procesos principales (la expansión popular y la importancia
de las ventas) es sumamente complicada. Uno está unido al otro en nuestras mentes, porque
ocurren sincrónicamente.
El análisis histórico correcto es doble. La expansión de los medios de comunicación ha
formado parte de la expansión de la democracia. Sin embargo, mientras ha aumentado el
público, la propiedad privada y l control de los medios de comunicación se ha reducido. Pero
puede haber muchos tipos de control. En la moderna tendencia de a la propiedad privada
limitada, se niegan de modo efectivo las condiciones culturales de la democracia: a veces,
irónicamente, en nombre de la libertad.
En segundo lugar, la expansión ha sido y es un proceso del crecimiento humano. Todo
crecimiento es difícil y requiere tiempo y cuidado. Aparecen inevitablemente muchos tipos de
confusión y duda. Si se intenta conservar todas las viejas formas intactas y acusar en su
nombre a las nuevas. Puede ocurrir entonces que el control de las nuevas formas pase a
manos de unos hombres a quienes no interese el crecimiento de la sociedad, o los objetivos
humanos que persogue la expansión. En vez de ayudar a la aparición de una nueva cultura,
se proyectará una cultura sintética que estimule las ventas. Mientras gobiernen hombres de
tal índole, existirá ciertamente una expansión, pero no un crecimiento real.
Una cultura sintética es cómoda. Una cultura vieja es extraña. Nos encontramos cogidos
en esta tensión, sin embargo, las fuerzas del crecimiento, los impulsos reales de la expansión,
no pueden ser negadas indefinidamente. Ha habido ya un crecimiento real y valioso, tenemos
que reconocer las contradicciones que hemos expuesto entre democracia y propiedad privada
limitada, entre una expansión auténtica y el impulso de vender. La historia real del medio de
comunicación, al mostrarnos las contradicciones, nos muestra también la necesidad de
escoger entre orientaciones genuinamente alternativas para el futuro.
Resumen de “El ADN de la información” de Nicolas Negroponte
Bits y átomos
En la digitalización nos permite transmitir una señal con información adicional para corregir
errores tales como la estática en los teléfonos, la lluvia en la televisión. Estos inconvenientes
pueden ser eliminados de la señal digital, utilizando algunos bits adicionales y una técnica de
corrección de errores cada vez más sofisticada.
La corrección de errores y la compresión de datos son las dos razones obvias para la
implementación de la televisión digital. Es posible ubicar cuatro señales digitales de tv con
calidad de estudio, en el mismo ancho de banda en el que antes se ubicaba una sola y ruidosa
transmisión análoga. Se logra una mejor imagen y utilizando el mismo canal potencialmente
se cuadriplica la audiencia, como así también los ingresos por publicidad.
A partir de la digitalización, aparecerán competidores, nuevos modelos económicos y
probablemente, una nueva industria integrada por proveedores de información y de
entrenamiento.
Dos consecuencias básicas e inmediatas:
1. Los bits se combinan sin esfuerzo. Se pueden entremezclar y, adema, ser utilizados
y reutilizados juntos o por separados. La mezcla de audio, video y datos se denomina
multimedia.
2. Aparece un nuevo tipo de bit: un bit que le dirá todos sobre los demás bits. Son una
especie de identificadores, llamados “encabezamientos” (headers). Estos bits de
identificación o encabezamiento podrán ser un índice de contenido o una descripción
de los datos que se ofrecen a continuación. Estos bits no son ni visibles ni audibles,
pero le informan a usted, a su computadora o al artefacto reproductor especifico
acerca de esa señal.
Estos dos fenómenos, bits entremezclados y bits que informan sobre otros bits cambian el
paisaje de los medios en forma fundamental. Las consecuencias que podrían tener un
espectáculo televisivo transmitido en forma de datos, que incluya una descripción de sí
mismo. Usted lo podría grabar sobre la base de su contenido y no por la hora el día o el canal.
La digitalización crea el potencial para que se originen nuevos contenidos a partir de una
combinación nueva de las fuentes.
El ancho de banda es otra cosa. No se entiende muy bien que es, en especial ahora, que la
fibra óptica nos está llevando desde un ancho de banda relativamente modesto hasta otro,
prácticamente infinito. El ancho de banda es la capacidad de transmitir información a través
de un canal determinado. LA mayoría piensa en este concepto comparándolo con el diámetro
de un caño. Estas comparaciones omiten diferencias sutiles e importantes que existen entre
los distintos medios de transmisión (cobre, fibra, ondas aéreas). Ignoran nuestra capacidad
de enviar más o menos bits por segundo a través del mismo conductor de cobre, fibra o “aire”,
según como se diseñe la señal.
Los cables telefónicos de cobre llamado “par telefónico trenzado” se consideran un canal de
ancho de banda reducido, capaz de transmitir hasta seis millones de bits por segundo con un
modem apropiado (modem: modulador-desmodulador convierte los bits en formas y onda y
reconvertirlos en bits)
Hay que pensar en la capacidad de la fibra óptica como infinita. No sabemos cuántos bits por
segundo podemos llegar a enviar a través de una fibra. Cerca de la capacidad de 1 billón de
bits por segundo. Al transmitir datos a semejante velocidad, una fibra puede enviar un millón
de canales de televisión simultáneamente, a una velocidad unas doscientas mil veces mayor
que un par telefónico.
LA capacidad de transmisión del “el éter” (ondas de aire) es infinita. Es de suponer que tanto
éter puede transmitir muchísimos bits sin que estos choquen entre sí. En cierto sentido es
cierto. Sin embargo, cuando utilizamos el éter para las telecomunicaciones y transmisiones
de alta potencia, ya tenemos que tener mucho cuidado de que las señales no se interfieran
entre sí. Respetar sectores predeterminados del espectro. A diferencia de lo que sucede con
la fibra óptica, no podemos fabricar más.
Hay muchas formas de ser eficientes. El ancho de banda disponible en el éter es reducido,
propongo que la información por cable y la información inalámbrica intercambien posiciones.
El ancho de banda en tierra es infinito, y que el del éter no lo es. Tenemos un solo éter contra
una cantidad ilimitada de fibras. Si bien nosotros podemos ser cada vez más hábiles en el
manejo del éter, no nos quedará otro remedio que guardar todo el espectro del éter para
aplicarlo a las comunicaciones con elementos en movimiento y, por lo tanto, no pueden ser
cableados, como un avión.
Hoy en día la fibra es más barata que el cobre, incluso contando el coste de las instalaciones
eléctricas que deben ir en cada extremo de la línea. Los precios de las conexiones,
interruptores y transductores están bajando a una velocidad sorprendente.
La única ventaja del cobre respecto de la fibra es su capacidad de proporcionar energía. Si
el teléfono funcionara con fibra en lugar de cobre, tendría que recibir energía de la
correspondiente compañía eléctrica de la zona y sería vulnerable a los apagones. Por esta
razón, es probable que acabe apareciendo un producto intermedio: fibra recubierta de cobre
o cobre recubierto de fibra. Desde la perspectiva de los bits, el cableado del planeta será de
fibra.
No necesitamos esos enormes anchos de banda para obtener la mayoría de los servicios de
información y entretenimiento. Se olvidaron de estudiar el potencial de la enorme
infraestructura que ya existía: el par trenzado.
Pocos se dan cuenta de las ventajas de las líneas telefónicas de cobre. Una técnica llamada
ADSL (buque suscriptor digital asimétrico) permite desplazar gran cantidad de información a
través de líneas de cobre relativamente cortas. Aunque el futuro sea la fibra, aún hay mucho
por hacer y aprender con el tendido de cobre que existe actualmente.
De todas formas, el desconocimiento de la importancia coyuntural del cobre es enrome. SE
está creando una industria de necesidad inmediata y de abastecimiento de fibra para anchos
de banda ilimitados sólo para mantener el liderazgo de las compañías telefónicas en el
mercado. Para instalar las redes de elevado ancho de banda, como si éstas fuesen una
necesidad nacional o un derecho civil. El ancho de banda ilimitado puede tener el efecto
negativo y paradójico de inundar de bits a las personas y desaprovechar las máquinas. Yo
me planteo si de verdad queremos o necesitamos todos esos bits.
Menos es mas
Con el tiempo y gracias a la experiencia adquirida aprendemos a utilizar esta libertad con
inteligencia y moderación. Del mismo modo, el exceso de libertad también es nocivo para el
manejo de las opciones de salida del disco duro del ordenador a la impresora láser.
Con el ancho de banda existe la idea equivocada de que tenemos que utilizar un elevado
ancho de banda solo porque disponemos de él. Sin embargo, enviar más bits de los
necesarios es tan absurdo como subir el volumen del receptor del radio para obtener más
información. Es difícil encontrar un uso para más de seis millones de Bps por persona que
proporcione servicios muy nuevos e imaginativos, si es que éstos existen. Así que los nuevos
servicios de información y entretenimiento no nos los proporcionará la fibra sino la
imaginación.
Resumen de “Técnica y civilización” de Mumford
Desde mediados del siglo pasado se esta llevando a cabo un cambio tan profundo y
radical en el ambiente del hombre.
Este cambio se trata de un cambio determinado por la ciencia y la técnica del hombre.
Esta alteración del ambiente secular es la causa profunda, aunque generalmente oculta, de
todos los acontecimientos importantes que tienen lugar en el mundo moderno: guerras crisis
económicas y revoluciones políticas y sociales. Por lo tanto, la interpretación del significado
de la técnica constituye el tema más candente y palpitante de la actualidad. Dicho cambio se
ha producido con tal rapidez que no ha sorprendido y desconcertado, no permitiéndonos
hacer la composición de lugar adecuada por carecer de métodos apropiados para evaluar los
sucesos y el acontecer en función del hombre y del ambiente, así como de la acción recíproca
que ejercen el uno sobre el otro.
En este preámbulo se intenta definir a grandes rasgos el significado de la técnica desde
el punto de vista de la interacción de la vida del y del contorno.
Los nuevos aparatos, maquinas y dispositivos, fabricados por el hombre moderno vienen
a ser otros tantos “emergentes”. De acuerdo a la doctrina de la evolución que lleva ese
nombre, la vida evoluciona mediante “emergentes”, produciendo nuevas cualidades en los
organismos. Ahora, dado que la aparición de emergentes es lo que cambia la estructura de
los organismos, así como su destino, este acontecimiento constituye la peripecia máxima de
la vida de las especies.
Cuando aparece un emergente importante el organismo rompe con su pasado, deja de
hacer lo que hicieron incontables generaciones anteriores y emprende una nueva aventura
biológica. Por eso un concepto “histórico” de los organismos vivientes, es decir una teoría que
pretendiera predecir el porvenir de tal o cual especie, partiendo de la experiencia que de ella
se tiene, solo será certero mientras no aparezca en esa especie un emergente importante ya
que ese acontecimiento determinará en ella un cambio radical en su naturaleza y en su
comportamiento.
Estos emergentes fueron las herramientas y armas primitivas, y fue la acción recíproca
ejercida durante milenios entre estos instrumentos y la criatura que los manejaba lo que
determinó la transformación de la semi-bestia en hombre.
Considerada la técnica como productora de emergentes (el vapor, la electricidad, el
control de las ondas hertzianas) presenta una perspectiva desconcertante, debido a las
consecuencias trascendentales e insospechadas que puede tener. Una de las más importante
es la que atañe al tempo o frecuencia de aparición de los emergente. En la vida de las
especies, la aparición de un emergente importante solo ocurre muy de tarde en tarde. Este
emergente introduce un desequilibrio en el organismo, y se necesitan siglos para que la
especie afectada se amolde a esta intromisión.
El hombre moderno está desbordado por una marea de emergentes. El hombre se
encuentra dentro de un sistema de emergente. Los emergentes se apilan y se superponen
sin dar tiempo para que se lleve a cabio el proceso de consubstanciación en el organismo.
Pero llegados a este punto comprobamos que la técnica o el progreso técnico no sólo
está relacionado con la amplitud y complejidad del exo cuerpo del hombre, sino que influye
unas veces con efecto creador y otras negativo sobre su psicología.
En efecto la acción de ciertos instrumentos métodos o productos de la técnica se hace
sentir hasta en los ámbitos más recónditos de nuestra sensibilidad de nuestra psicología de
nuestra alma de nuestro yo introducir cambios profundos y definitivos en nuestra íntima
sustancia.
Esto que los ejes de nuestra psicología y de nuestros estímulos tengan su punto de apoyo
en la percepción y no en el sentimiento se traduce en lo real y en lo concreto. El conflicto
entre el hombre de complexión histórica que antaño vivía en un mundo físico y el hombre
moderno que vive en un mundo súper físico.
Pero ahora nos toca comprobar que las perspectivas y las consecuencias de la técnica
presentan un doble aspecto: positivo y negativo. Nadie pone en tela de juicio la utilidad de las
herramientas en la formación del hombre. Cabe preguntarse si ocurre lo propio con la
máquina. Para Mumford la herramienta tiene un efecto creador en tanto que la máquina unas
veces lo tiene y otras no, ello se debe a que la herramienta se presta a la manipulación en
tanto que la acción de la máquina es automática. La manipulación sería creadora porque está
sometida a la voluntad y regida por el discernimiento. por lo tanto, la herramienta por el hecho
de ser una prolongación del hombre no entraña O implica peligro de ruptura; en cambio el
automatismo y hasta la autonomía de la máquina implicaría una solución de continuidad Entre
ella y el hombre que la ópera el cual en la mayoría de los casos ignora su origen su naturaleza
y sus secretos.
El comportamiento inesperado de la máquina parecería deberse al hecho de que el
conjunto de las funciones coordinadas que forman un organismo obedece a ciertas leyes de
acción y desarrollo que no se ajustan del todo el proyecto que la originó. No es quizá Un mero
capricho asumido o presuponer que en este vasto y complicado conglomerado de órganos
naturales y artificiales Qué es el hombre moderno donde la naturaleza se funde con lo artificial
las máquinas vendrían a desempeñar un papel análogo al de los órganos vegetativos en el
cuerpo de un animal.
La técnica ha creado una criatura nueva a la cual En rigor debería corresponder una
cultura de cuada su nueva complexión. La cultura que conocemos es una cultura donde lo
histórico prima sobre lo ambiental mientras que la nueva cultura si es que llega a crearse será
una cultura condicionada no sólo sobre la histórico sino también sobre lo ambiental.
Los términos hombre y cultura encierran un significado anticuado de esta idea que él
porque damos por sentado que el hombre es el representante de una especie estable cuando
en realidad lo es de una especie en pleno proceso de transición organológico y funcional.
La gran variedad de órganos artificiales que el hombre moderno logra insertar sobre los
naturales Estableciendo una trama continua entre aquellos y él lo transforma en una extraña
criatura que no está regida como se supone por una sola clase de patrones los culturales sino
también por patrones de otra índole los funcionales.
Hasta hace poco no existían patrones funcionales ahora en cambio fabricamos con gran
facilidad toda suerte de dispositivos que nos permiten desempeñar un gran número de
funciones y por lo tanto se ha ido creando en el orden físico un ambiente propicio a la voluntad
y el deseo del hombre como en el orden psíquico.
Con el desarrollo de la ciencia y de la técnica Durante este último siglo los patrones
funcionales han adquirido extraordinaria importancia en su acción formadora del hombre y ha
llegado el momento de tenerlos en cuenta y liberarnos de la hipnosis que ejerce sobre
nosotros la palabra hombre esto es de la representación del hombre rígido únicamente por
patrones culturales.
Esta es la paradoja de la época moderna nos concebimos de muy distinta manera de lo
que somos si bien el hombre siempre ha vivido en un mundo fabuloso le permitían conciliar
sus creencias con la realidad supuesta de ese mundo, pero hoy en día la fauna mítica que
albergamos en nuestras almas está casi siempre en conflicto con nuestro conocimiento
científico lo cual obstaculiza en grado larga y delicada tarea de poner nuestra cultura a Tono
con nuestra nueva complexión.