En Busca de Primitivos
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El propósito de esta ponencia es presentar brevemente las cuestiones centrales que se plantean en
la interfaz (o interficie) léxico-sintaxis y ofrecer una panorámica general de los modelos que se
han propuesto desde mediados de los 80, y sobre todo en las dos ultimas décadas, en las
gramáticas formales para buscar respuestas a los interrogantes en torno a la representación léxica
de los predicados y su realización sintáctica. Aunque se incluyen algunos comentarios al
respecto, no es tarea de este trabajo analizar el alcance de las distintas propuestas y su relevancia
para un programa de investigación cuyo objetivo es el de caracterizar la facultad del lenguaje.2
Esto se debe, en parte, a la relativa juventud de los modelos de interfaz léxico-sintaxis dentro de
la teoría lingüística general; más que modelos desarrollados, se trata sobre todo de hipótesis de
trabajo, sin el suficiente grado de elaboración como para poder evaluar su adecuación como
modelos explicativos. Ni qué decir tiene que la complejidad añadida de dicha tarea excede en
mucho los límites y objetivos de un trabajo como éste.
En su uso corriente, una interfaz es un lugar o zona de encuentro, de contacto o de
interacción entre dos sistemas independientes y, por lo general, de naturaleza distinta – una
frontera común que permite la transferencia o flujo de información y comunicación (en una o dos
direcciones). En teoría gramatical, el concepto de interfaz ha ido adquiriendo una importancia
cada vez mayor en el modelo de Principios y Parámetros: Forma Lógica (FL) y Forma Fonética
(FF) son los niveles de interfaz - niveles de representación pertenecientes al sistema
1 Agradezco a los organizadores de la 2ª Xarxa Temàtica de Gramàtica Teòrica la invitación para presentar este
trabajo durante la reunión celebrada en noviembre de 2004 en la UAB. Los lingüistas Jaume Mateu y Myriam
Uribe-Etxebarria proporcionaron valiosos comentarios al contenido de este trabajo, como se puede ver en los
artículos que presentan a este volumen. Jaume Mateu, al igual que Isabel Pérez, han aportado también
observaciones muy pertinentes a la primera versión, mejorándola sustancialmente, por lo que les estoy muy
agradecida. Los errores que este artículo pueda contener son responsabilidad únicamente mía.
(E-P)
|
(E-S)
FF FL
Al contrario que las interfaces de (1), la interfaz entre el léxico y la sintaxis en (2) es
interna a la gramática en cuanto que conecta sus dos componentes básicos, desde que se
postulara el léxico como un componente independiente de la sintaxis en Aspectos (Chomsky
1965).
(2)
LÉXICO
SISTEMA COMPUTACIONAL
Sintaxis
FF FL
y funcionales de una lengua, y un sistema computacional o sintaxis, que opera con los elementos
del léxico para construir unidades gramaticales más grandes: sintagmas y oraciones.3
(3) Una asunción estándar es que las lenguas constan de dos componentes: un léxico y un sistema
computacional. El léxico especifica aquellos elementos que operan en el sistema computacional, con
sus propiedades idiosincrásicas. El sistema computacional usa esos elementos para generar
derivaciones y D(escripciones)-E(structurales). La derivación de una expresión lingüística concreta,
supone, entonces, una selección de elementos del léxico y una computación que construye pares de
representaciones de interfaz. [traducido de Chomsky 1995: 169]
3 En la articulación más reciente del Programa Minimista (véase Chomsky 2001, 2004) se insiste en la idea de que,
en un diseño óptimo del lenguaje, los dos componentes fundamentales son el léxico y la sintaxis. Las Descripciones
Estructurales (o expresiones lingúísticas) son el resultado de los mecanismos de una gramática interna mínima: el
sistema computacional o sintaxis estrecha (narrow syntax) es un conjunto de principios combinatorios que opera con
la que las unidades léxicas del diccionario mental (conjuntos de rasgos interpretable y no interpretables extraídos de
un inventario universal). Los dos operaciones fundamentales de la sintaxis son Fusión y Movimiento, que dependen
de las restricciones y rasgos de las piezas léxicas. Todas las condiciones que determinan la arquitectura del lenguaje
son condiciones de interfaz
4
sintáctica y pragmática (para aquellos modelos en los que la información contextual es parte del
análisis gramatical). En lo que concierne a la interfaz léxico-sintaxis, éste es el caso de la
Gramática Cognitiva de Langacker (1987, 1991) y la Gramática de Construcciones (Goldberg
1995, Fillmore and Kay 1997 y Croft 2001), en los que la relación entre el léxico y la gramática
se contempla como un ‘continuum’. Aunque no me voy a referir aquí expresamente a estos
modelos, sí voy a tratar con algo de detalle un conjunto de hipótesis que se pueden denominar
‘(neo)construccionistas’, y que comparten con los modelos propiamente construccionistas la idea
de que las que ciertos aspectos de las construcciones sintácticas determinan aspectos del
contenido semántico de los predicados (4.1.3.2.) (véase, sin embargo, la nota 8), en contraste con
la idea central de modelos proyeccionistas semántico-céntricos de que la semántica de los
predicados determina su sintaxis (4.1.3.1). En concreto, en trabajos como el de Borer (1994,
2005) y Ritter y Rosen (1998), la interpretación eventiva de un predicado viene determinada (de
forma composicional) por la asignación de papeles aspectuales a los argumentos que ocupan el
especificador de determinados núcleos funcionales en la sintaxis, como veremos.
En general, los modelos de interfaz léxico-sintaxis se ocupan de determinar la forma de
las construcciones léxicas y cómo se proyectan en la sintaxis. Las tres cuestiones fundamentales
son las siguientes:
En la sección 2 examinaré algunos de los problemas que se plantean a la hora de intentar dar una
respuesta adecuada a estas preguntas. Me voy a centrar en el problema de la proyección y, en
concreto, en tres cuestiones empíricas que complican la empresa de definir la relación entre la
forma y el significado: las alternancias verbales (2.1), la polisemia regular (2.2) y los verbos de
comportamiento inestable (2.3). En la sección 3, se ofrece una panorámica general de los
modelos de interfaz léxico-sintaxis centrada en la dicotomía entre los llamados modelos
‘proyeccionistas’ y los modelos ‘(neo-)construccionistas’. La sección 4 trata brevemente de la
variación interlingüística en los patrones léxicos y su realización sintáctica. Por último, la
sección 5 ofrece una serie de consideraciones finales.
5
(5) LÉXICO
↓
Principio de Proyeccion
↓
SINTAXIS
Así, según el Principio de Proyección, la E-P no es más que una representación sintáctica de las
propiedades argumentales de los verbos, de modo que si un verbo como ver en Juan vio el
accidente aparece asociado a dos argumentos, la E-P ha de proporcionar dos posiciones
argumentales. A pesar de su importancia, la formulación del Principio de Proyección es
excesivamente vaga en cuanto a la especificación del mecanismo por el cual las representaciones
léxicas se convierten en representaciones sintácticas, para lo cual es imprescindible identificar
aquellos aspectos o componentes del significado léxico de un predicado que determinan el tipo de
estructuras sintácticas en las que puede, lo que se ha llamado el >problema de proyección= (en
inglés the mapping problem).
En relación a los verbos, que son los elementos que más atención han recibido en la
interfaz léxico-sintaxis, si concebimos el léxico verbal como un conjunto amplio de significados
verbales, cada uno con su especificación léxica entre corchetes ([..]), la función de mapping
asigna a cada especificación léxica del significado de un verbo una (o más de una) configuración
sintáctica. La hipótesis más aceptada es que el número de configuraciones verbales disponibles
en la gramática es pequeño (seis en (6)), que difieren en cuanto al número de argumentos y en
cuanto a la la distribución de sus posiciones argumentales:
Hay tres cuestiones empíricas que hacen que la función de mapping sea más complicada de lo
que puede parecer en la representación simplista de (6), que no es más que un representación
abstracta, independientemente de cómo formulemos el mecanismo de mapping:
(10)El hablante de una lengua tiene acceso a información detallada sobre las palabras de esa lengua.
Toda teoría del lenguaje ha de reflejar este hecho; por lo tanto, toda teoría del lenguaje debe incluir
algún tipo de léxico, depositario de todas las propiedades (idiosincrásicas) de los elementos léxicos
concretos. Estas propiedades han de incluir una representación de la forma fonológica, una
especificación de su categoría sintáctica y sus propiedades semánticas.
[traducido de Chomsky 1995: 30]
Los modelos de interfaz que vamos a examinar aquí coinciden, sin embargo, todos en señalar
que, si bien es evidente que hay propiedades de los elementos léxicos que son idiosincrásicas y
deben listarse, el léxico es un módulo de la gramática regido por principios y no un simple
inventario (una lista) de entradas léxicas.
Lo que diferencia fundamentalmente a un verbo de otro es su significado y por lo tanto el
significado de un verbo ha de aparecer representado en su entrada léxica. Una de las razones por
las que el problema de la proyección es en efecto un problema es porque sabemos muy poco
sobre cómo aparece representado el significado de un verbo en el léxico; es decir, cuáles son los
primitivos léxicos. Ésta es una cuestión clave para determinar las razones por las cuales unos
verbos aparecen en ciertas configuraciones sintácticas y otros verbos de significado
aparentemente similar no. Para abordar esta cuestión, tenemos, en primer lugar que establecer
una distinción fundamental entre aspectos idiosincrásicos del significado y aspectos estructurales
8
del significado. Los aspectos estructurales del significado son los que permiten determinar clases
semánticas verbales relevantes para la gramática y son, por lo tanto, fundamentales a la hora de
determinar por qué unos verbos difieren unos de otros en cuanto al tipo de configuración
sintáctica (marcos verbales) en los que aparecen. Según Rappaport Hovav y Levin (1998)
(RHyL, a partir de este momento), esta distinción, que se encuentra, de forma implícita o
explícita, en muchos de los modelos de interfaz léxico-sintaxis, es uno de los logros principales
de la semántica léxica actual.5 Son los aspectos estructurales del significado los responsables de
que romper participe en la alternancia causativa y estallar no; es decir los que determinan que
estos dos verbos pertenezcan a clases semánticas distintas, a pesar de que ambos verbos se
pueden considerar como ‘verbos de cambio de estado’. La búsqueda de los aspectos estructurales
del significado es, al menos en modelos proyeccionistas, como el de RHyL, la búsqueda de los
primitivos léxicos, como veremos en la sección 3.1.3., en la que volveremos sobre esta distinción.
5 Las alternancias no sólo afectan al número de argumentos (1 ó 2), como es el caso de romper en (8), sino a su
realización sintáctica. Este es el caso de la alternancia locativa, que también ha sido ampliamente estudiada en la
bibliografía (véase Levin 1993 para una visión general del tipo de alternancias)
(i) a. Juan cargó las botellas en el camión
b. Juan cargó el camión de botellas
9
Tampoco permite break objetos no subcategorizados, como se ve en (13b), al contrario que scrub
‘frotar’ (13a) (y sweep en (11c), (11d) y (11f)). Así, mientras (13a) se interpreta como ‘Los
dedos de Cenicienta se desgastaron hasta los huesos de tanto frotar’, (13b) es agramatical con el
mismo sentido ‘Los nudillos del niño se desgastaron hasta los huesos de tanto romper’ (ejemplos
de RHyL: 103):
Para dar cuenta del fenómeno de la polisemia regular hay que determinar las propiedades
que restringen el abanico de significados asociados a un verbo (o clase verbal) particular – un
reto que tienen que afrontar la mayoría de las aproximaciones actuales a la interfaz léxico-
sintaxis. Como dicen RHyL, para un correcto entendimiento de estos fenómenos es necesaria la
comparación entre lenguas. En español, y en las lenguas romances en general, no hay forma de
expresar los significados de (11c-f) con construcciones equivalentes a las del inglés, cuestión que
trataremos en la sección 4 de este trabajo.
Para Perlmutter y Postal (1984), la Hipótesis de la Inacusatividad parece ser una manifestación de
un principio de carácter general, según el cual los argumentos que aparecen en cierta relación
semántica con un predicado se proyectan en una cierta proyección sintáctica con respecto a ese
predicado (la Universal Alignment Hipótesis (UAH) en Gramática Relacional).
Ahora bien, son numerosos los estudios que han mostrado de la distinción entre
inacusatividad e inergatividad no es tan estable como parece desprenderse de esta presentación.
Uno de los diagnósticos más comunes para distinguir los verbos inacusativos de los inergativos
es el de la selección de auxiliar en aquellas lenguas que lo permiten (véase, por ejemplo, Arad
1998b). Así en holandés e italiano los verbos inacusativos seleccionan el auxiliar equivalente a
‘ser’ (zijn, essere), mientras los verbos inergativos seleccionan ‘haber’ (hebben, avere). Sin
11
embargo, hay verbos típicamente inergativos como springen ‘saltar´en holandés y correre en
italiano que en presencia de un SP direccional se comportan como verbos inacusativos:
seleccionan zijn o essere y exhiben otras propiedades típicas de estos verbos (ejemplos de
Hoekstra y Mulder 1990):
Los hechos descritos de forma somera en la sección anterior indican que es necesario postular un
nivel gramatical donde reciban expresión formal las relaciones observadas entre propiedades
léxicas y estructuras sintácticas. Para empezar a dar una respuesta adecuada a los problemas de
(19), es necesario construir una teoría/modelo/hipótesis de cómo se proyectan en la sintaxis las
unidades léxicas. Independientemente de cuestiones más generales sobre su ubicación en la
gramática y los mecanismos que la configuran, esta teoría ha de tener, desde un enfoque
proyeccionista y derivacional, al menos tres componentes básicos:
en la concepción de una teoría del léxico, al igual que viene sucediendo en la sintaxis y esa
tensión es evidente en la dicotomía entre las propuestas de corte semántico-léxico y las que se
conoce como propuestas sintácticas En efecto, una crítica común a los modelos semántico-
léxicos desde los proponentes de las hipótesis sintácticas es el de su carácter fundamentalmente
descriptivo, carente de fuerza explicativa. En realidad se trata, como veremos, de una cuestión
relacionada con los objetivos que se persiguen desde los distintos enfoques y del papel otorgado a
la descripción en el proceso de llegar a un entendimiento de los mecanismos que operan en la
relación entre forma y significado, como sugiere la siguiente cita de RHyL (el subrayado es mío)
(21)El estudio de casos que se presenta es un primer intento de explicitar cómo se estructuran los
significados de los verbos, cómo se expresan esos significados en la sintaxis, y cómo los verbos
adquieren otros significados por extensión. En este sentido, es un intento de confeccionar una teoría
generativa del significado, Aunque a primera vista, el abanico de significados puede variar de forma
casi ilimitada, un examen más detallado revela que ése no es el caso. Como sucede en la sintaxis,
tenemos mucho que aprender de las restricciones que operan en estos fenómenos. Pero tales
restricciones serán reveladas únicamente cuando se haya completado el trabajo de detallar todos los
tipos de alternancias recogidas. Confiamos en que nuestro trabajo, que se asienta sobre el trabajo
pionero de otros autores, contribuya a proporcionar un marco en el que acometer tal tarea.
[traducido de RHyL: 126]
Sin perder de vista estas consideraciones, vamos a examinar brevemente algunas de las
propuestas más interesantes, partiendo de la dicotomía que está en el centro del debate actual
entre modelos ‘proyeccionistas’ y modelos ‘(neo)construccionistas’. Esta división nos permite de
una forma excesivamente simple (incluso, simplista) encuadrar los distintos enfoques para
proceder a la exposición de forma ordenada en un campo extremadamente complejo, donde a
menudo nos movemos en zonas grises o intermedias. Teniendo esto en cuenta, los modelos
proyeccionistas parten de la idea general del Principio de Proyección de Chomsky (1981) – los
verbos aparecen listados en el léxico con una representación léxico-semántica de su significado,
de la que se proyecta su estructura sintáctica.6 La idea es que la entrada léxica de un verbo
contiene toda (o casi toda) la información necesaria para determinar las propiedades sintácticas
de ese verbo y, en concreto, la posición en la que se proyectan sus argumentos. Esta hipótesis se
conoce como también como la ‘hipótesis del determinismo léxico’ y los modelos que se
6 Como apuntan RHyL (nota 20), el Principio de Proyección incluye dos afirmaciones distintas: (i) las entradas
léxicas de los verbos incluyen información sobre el número y tipo de los argumentos asociados a un verbo, y (ii) esa
información debe aparecer codificada en todos los niveles de representación sintáctica. La Lexical Mapping Theory
de la Gramática Léxica Funcional de Bresnan y Kanerva (1989) es también proyeccionista de acuerdo a la primera
de estas afirmaciones, pero niega la segunda de ellas.
14
7 Entre los modelos proyeccionistas de corte sintáctico habría que considerar también el modelo de Estructura
Aspectual Escueta (Bare Aspectual Structure) de Erteschik-Shir y Rapoport (2000). Gumiel (2002) utiliza en su tesis
una versión modificada de este modelo para dar cuenta de ciertas variaciones interlingüísticas entre las lenguas
románicas y las germánicas (véase la sección 4 de este artículo).
8 Según Borer (2005a, Vol 1, sec. 2.1) una diferencia fundamental entre su propuesta y la de la Gramática de
Construcciones de Goldberg (1995) y Fillmore y Kay (1997) es que para los (neo)construccionistas, las
construcciones son fragmentos de estructuras sintáctico-semánticas disponibles en la Gramática Universal (GU), en
contra de la idea de que se trata de construcciones específicas de lenguas particulares como proponen Goldberg
(1995) y Croft (2001), entre otros.
15
Voy a exponer brevemente los problemas de a) y b), para centrarme en c) y describir en más
detalle distintas propuestas de modelos de descomposición de predicados.
La estructura temática ofrece información sobre (i) la adicidad o valencia de los predicados (el
número de argumentos asociados a un predicado) y (ii) la naturaleza semántica de los argumentos
(el papel temático de los argumentos: agente, tema…).9 En cuanto a la adicidad, es innegable que
los verbos difieren en cuanto al número de argumentos que requieren, como veíamos en el
esquema de (6): uno (e.g. dormir), dos (e.g. asustar) y tres (e.g. dar). El problema aquí es el de
definir la noción de argumento En TRL, los argumentos se entienden, como en lógica, de forma
general e intuitiva, como “los ‘participantes’ en el evento que designa un predicado”, pero como
apunta Williams (1995: 100): “the notion “argument” has an intuitively clear content, though the
boundaries of the concept and the correct characterization are not only not agreed upon, but
seldom discussed.”. En realidad, no podemos determinar ‘en abstracto’ qué es y qué no es un
argumento, sino que la teoría es la que nos obliga a tomar decisiones.
9 La idea de que los distintos argumentos de un verbo están asociados a distintos papeles temáticos o casos
semánticos se introduce en la gramática generativa a partir de los trabajos de Gruber (1965; 1976), Fillmore (1968) y
Jackendoff (1972).
16
Más espinosa aún es la cuestión de los papeles temáticos como expresión de la naturaleza
semántica de los argumentos. La introducción de la estructura temática en la entrada léxica de un
verbo se basa en la idea de que nociones como, por ejemplo, ‘agente’, ‘tema’ y ‘meta’ juegan un
papel determinante en la interpretación de las estructuras sintácticas a nivel de Forma Lógica en
Chomsky (1981). En la Teoría Temática de TRL, los verbos asignan a sus argumentos los
papeles temáticos que aparecen en su entrada léxica, según los dictados del Criterio Temático: (a)
A cada argumento se le asigna un solo papel temático y (b) Cada papel temático se asigna a un
solo argumento. De esta forma, es posible seguir el rastro de los argumentos en la derivación,
por sus ‘etiquetas’ como agente, tema, etc., y distinguir los argumentos de los expletivos, que
carecen de tal etiqueta.10
El problema es que la definición de estos elementos en TRL es, como la definición de
argumento, intuitiva: así ‘agente’ se define habitualmente como ‘el que inicia o el que instiga la
acción’, mientras que ‘tema’ es ‘la entidad que sufre el efecto de la acción’. El resultado es que
hay grandes desacuerdos, como apunta Dowty (1991), en lo que se refiere a la lista de papeles
temáticos (¿cuántos hay?) y la definición de incluso los más usados, como el argumento tema que
incluye nociones como cambio de lugar, cambio de estado, posición, estado, etc.11 Ésta no es una
cuestión menor si se tiene en cuenta que desde que se introdujera la estructura temática en la
entrada léxica de los predicados se ha argumentado que hay una serie de fenómenos sintácticos
que se pueden explicar de forma más precisa aludiendo a los papeles temáticos (procesos que
afectan a agente, temas, etc.).12
Los papeles temáticos juegan también un papel fundamental en la proyección del léxico a
la sintaxis. La función de mapping en TRL consiste en atribuir, a través del Principio de
Proyección, a la representación semántica de (23) una representación sintáctica y esto se hace de
acuerdo a principios generales, como la UTAH de Baker (1985, 1998) (24), que no es sino una
formulación de la UAH de Perlmutter y Postal (1984) en términos de papeles temáticos:
10 Esta aproximación a los papeles temáticos en TRL es a la que Dowty (1991) se refiere como ‘argument-indexing
view’ (señaladora de argumentos).
11 Para Gruber (1965) ‘tema’ está asociado a cambio de posición, mientras que para Anderson (1977) la noción de
‘afectación’ es central a la definición de tema. Jackendoff (1987, 1990) intenta combinar las dos.
12 Se ha aludido a los papeles temáticos para explicar, entre otros, procesos como la posición pronominal del
genitivo en inglés (Anderson 1971) o la elección de controlador para PRO (Culicover y Wilkins 1986, y Jackendoff
1987)
17
13 Grimshaw (1990) sugiere que la Jerarquía determina la organización estructural de la estructura temática
(relaciones de prominencia) e introduce el papel-temático de Experimentante, a la vez que apunta que el problema
con la Jerarquía Temática es que no tiene un estatus teórico real. El mismo Jackendoff establece en Semantic
Structures (Jackendoff 1990: 258) un orden distinto con Tema por encima de Lugar/Meta/Origen. Agradezco a
Jaume Mateu esta última observación.
18
Los predicados pueden entrañar todas o simplemente algunas de las propiedades de (26) y
(27): cuantas más propiedades de Proto-Agente entrañe un predicado con respecto a uno de sus
argumentos, más prototípicamente agentivo será ese argumento y mayores sus posibilidades de
ser el sujeto. La relación entre los entrañamientos y la realización sintáctica de los proto-roles
está regida por el ‘Principio de Selección de Argumentos’ (traducido de Dowty 1991: 576):15
Con este aparato teórico, Dowty (1991) da cuenta de los patrones de lexicalización de
algunas construcciones de difícil explicación en el modelo de TRL (los verbos psicológicos, la
alternancia locativa y las diferencias interlingüísticas en cuanto a la naturaleza inacusativa/
inergativa de los verbos con un sólo argumento). La hipótesis de los proto-roles de Dowty
(1991) ha influido notablemente en algunos modelos de interfaz léxico-sintaxis, como el de Role
and Reference Grammar, en el que las nociones de ACTOR y UNDERGOER (anteriores a los
proto-roles de Dowty) tienen muchas similitudes con las nociones de Proto-Agente y Proto
Paciente, respectivamente (véase Van Valin 1990 y Van Valin y LaPolla 1997). La noción de
Tema Incremental (Incremental Theme), el segundo entrañamiento de Proto-Paciente, como el
argumento que ‘mide’ en una escala el progreso del evento es central a las teorías de interfaz
centradas en el aspecto (e.g. Tenny 1992, 1994) (véase la sección 3.2 de este trabajo)
No han faltado, sin embargo, las críticas respecto a dos aspectos fundamentales de la
hipótesis de los proto-roles: (i) la no-discreción de los rasgos y (ii) la cuestión de si algunos
rasgos son más prominentes que otros. Dowty (1991) quiere evitar que la lista de entrañamientos
se vea como una descomposición de rasgos de los papeles temáticos. En primer lugar porque no
son rasgos ‘discretos’- los límites entre un entrañamiento y otro no son siempre claros - y, en
segundo lugar, porque se reserva la posibilidad de que algunos de estos rasgos tengan más peso
que otros. La no-discreción de los rasgos se debe a que estos entrañamientos provienen, en
último término, de distinciones entre tipos de eventos del ‘mundo real’-son relevantes para la
vida humana y no hay razón para pensar que sean entidades discretas. La discreción es una
característica de los componentes formales del lenguaje que se utilizan para la codificación de
significados: sintaxis, fonología y morfología, pero no del significado, según Dowty (1991).
Estas dos cuestiones han sido motivo de crítica. Grimshaw (1990) critica lo que define
como una aproximación ‘probabilística’ a la selección del sujeto y establece la necesidad de
establecer un ranking de propiedades. Hay propiedades que no pueden ser anuladas o superadas
por otras: los agentes y las causas van a ser siempre sujetos, no importan cuáles sean sus otras
propiedades. En cuanto a la concepción no-discreta de los entrañamientos y las razones que
arguye Dowty para defender la no-discreción, es evidente que el hecho de que la lista de
entrañamientos sea más relevante para la vida humana no quiere decir que tengan más ‘entidad’
lingüística que los papeles-temáticos. Como dice Mateu (2002a), los papeles temáticos son
relevantes para nuestro ‘mundo interno’ porque son nociones de la Semántica-I(nterna) (frente a
la Semántica-E(xterna)).16 La gente no habla de agente, paciente, etc. porque estas nociones no
son accesibles a la conciencia. Su principal objeción a la teoría de Dowty es la siguiente: si los
16 La distinción entre Semántica-E y Semántica-I de Jackendoff (1990) se basa en la distinción chomskyana entre
lenguaje-E y lenguaje-I (Chomsky 1986). A la Semántica-E corresponderían los significados en el mundo real - las
distinciones semánticas en el mundo real (tipos de eventos en el mundo real), mientras que a la Semántica-I
corresponderían los constructos mentales asociados al significado, creaciones de nuestra mente que son inaccesibles
a la conciencia. Para la Semántica-E, sólo los aspectos ‘externos’ del significado son relevantes para las teorías de
verdad y referencia, mientras que para la Semántica-I, sólo son relevantes los aspectos interno para su (sub)teoría
cognitiva.
20
17 Esta concepción del significado no es, por supuesto, aceptada de forma universal. (Jackendoff 1990: 1.3).
18 En palabras de Jackendoff (1990: 10-11): “most if not all lexical concepts are composite, that is, they can be
decomposed in terms of the primitives and principles of combination of the innate “grammar of lexical concepts” ”.
21
determinar las clases semánticas verbales que son relevantes para la gramática, mientras que la
parte idiosincrásica la componen aquellos aspectos del significado que sirven para distinguir
entre los verbos pertenecientes a una misma clase y, por lo tanto, no es relevante desde el punto
de vista gramatical.19 Así, saltar y correr pertenecen a la clase semántica de verbos de manera o
modo de movimiento, por lo que comparten aspectos estructurales de su significado; lo que los
distingue es el modo mismo en el que se produce el movimiento: saltos o carreras.20 Como
apunta Mateu (2002b), lo que distingue a los investigadores es si el componente estructural del
significado de un verbo está definido de forma semántica o de forma sintáctica. Mateu (2002a)
se refiere los primeros como modelos como semántico-céntricos (e.g. Jackendoff 1990, Pinker
1989, Levin y Rappaport Hovav 1995; RHyL 1998) y los contrasta con modelos sintáctico-
céntricos (e.g. Hale y Keyser 1992, 1993, 1997, 1998, 1999, 2002). Mientras que para los
primeros, como hemos dicho, los papeles o relaciones temáticas se definen a partir de una
representación léxico-semántica del significado, para los segundos, como en el modelo
desarrollado por el mismo Mateu (2002a), los papeles temáticos se definen respecto a la posición
que ocupan en una estructura sintáctica, en una aproximación ‘configuracional’ a la estructura
argumental. A continuación, examinamos las dos aproximaciones centrándonos en algunos de
los trabajos más relevantes, especialmente en el modelo desarrollado por RHyL.
19 Grimshaw (1993) proporciona una larga discusión sobre esta distinción y sus consecuencias. Taylor (1996), por
el contrario, defiende la idea de que el significado de una verbo no se puede dividir en una parte relevante para la
gramática y otra no (véase la contestación de Jackendoff 1996a).
20 Ahora bien, como apunta Mateu (en este volumen) la separación entre aspectos estructurales e idiosincrásicos del
significado no implica necesariamente que hay ‘clases semánticas’ como las de Levin (1993), por ejemplo.
22
Para ver cómo se construye la EC de (30) tenemos que examinar las entradas léxicas de run e
into. El léxico es en Jackendoff (1990, 2002) parte de las reglas de correspondencia que
relacionan distintos niveles de representación. Las entradas léxicas incluyen información
categorial, subcategorización y EC (funciones y posiciones argumentales). La P into
subcategoriza un SN coindizado con la posición argumental abierta en la EC (argumento de
PLACE). El verbo run expresa la función del predicado GO. El primero de sus argumentos tiene
el subíndice Xi que no está coindizado con ningún elemento en el marco de subcategorización y
que se interpreta como el ‘argumento externo’. El segundo argumento está coindizado con el SP
del marco de subcategorización y, en el caso de run, puede quedar implícito (sin expresión
sintáctica).21 22
23
into
P
___ SNj
[PATH TO ([PLACE IN ([THING ]j)])]
run
V
__ <SPj>
[EVENT GO ([THING ]i, [PATH ]j )]
La entrada léxica no contiene una Estructura Argumental (EA) clásica - una lista de
papeles temáticos del tipo que encontramos en TRL (cf. 23), sino un conjunto de índices que
relacionan los argumentos de la EC con los argumentos sintácticos. En el modelo que propone
Jackendoff, son argumentos los elementos que aparecen en ciertas configuraciones estructurales
en la EC y que están coindizados con posiciones sintácticas, además del sujeto, que tiene un
estatus especial (no es un argumento del predicado, siguiendo a Williams 1981). Es en este
marco en el que hay que situar la noción de papel temático. Para Jackendoff, los papeles
temáticos son ‘etiquetas’ que expresan nociones relacionales que se definen por el lugar que
ocupan en una EC (por eso Jackendoff prefiere el término ‘relaciones temáticas’ para referirse a
estos conceptos).
(33)“___ los términos Tema, Agente, etc. no son primitivos de la teoría semántica. Son nociones
relacionales definidas estructuralmente en la estructura conceptual, con un estatus comparable al de
las nociones de Sujeto y Objeto en muchas teorías sintácticas.” [traducido de Jackendoff 1987: 378-9]
Por ejemplo, mientras que para Gruber (1965), el papel temático de ‘tema’ es el objeto en
movimiento o al que se le coloca en un lugar (cf. nota 11), para Jackendoff, ‘tema’ se define
como el primer argumento de las funciones GO, STAY, BE, ORIENT. Ésta es la única forma en
21 Como apunta Mateu en su comentario, el ejemplo de run para explicar el sistema de Jackendoff no es muy
afortunado, ya que el análisis de este verbo como un verbo de movimiento con dirección es, ciertamente,
problemático (pero véase Jackendoff (1990: Part II) para un intento de codificar el componente de manera con los
verbos de movimiento). Agradezco a Jaume Mateu esta observación.
22 El modelo aquí descrito ha sido aplicado a los verbos de movimiento en español en los trabajos de Morimoto
(1998, 2001).
24
la que podemos determinar el estatus de los papeles temáticos en los casos que no son claros –
tarea imposible con una lista basada en definiciones intuitivas. Las restricciones sobre su número
y tipo se siguen de restricciones sobre las EC necesarias para expresar el significado de los
verbos.
La hipótesis de Jackendoff (1990, 2002) de que la EA se deriva de una representación
léxico-semántica del significado de los predicados está presente también en los modelos que
vienen desarrollado Levin y Rappaport Hovav desde mediados de los años 80, si bien su
propuesta representa una versión más débil de esta hipótesis (según Demonte 2004). Mateu
(2002b: 146) señala dos características del modelo de descomposición léxica de estas autoras que
lo distinguen de modelos similares y que hacen que se dedique relativamente más espacio en este
artículo a este modelo: (i) énfasis en distinguir aquellos aspectos del significado léxico que son
relevantes desde el punto de vista de la gramática de los que no lo son y (ii) es una de las teorías
más restrictivas en cuanto al análisis de clases verbales semánticamente coherentes. En Levin y
Rappaport Hovav (1995) (LyRH, desde este momento), estas lingüistas distinguen dos niveles de
representación léxica relacionados por una serie de reglas de enlace. Ninguna de estas
representaciones es una ´lista’ de papeles temáticos como la de TRL en (23). La representación
léxico-sintáctica es una Estructura Predicativa-Argumental (EPA) que contiene información
sobre la valencia (o adicidad) del predicado (número de argumentos) y su organización jerárquica
(argumento externo, interno directo o interno indirecto). La representación léxico-semántica
(RLS) es una descomposición de predicados que codifica aquellos aspectos del significado que
son relevantes para la sintaxis. 23
Las RLS se componen de dos elementos primitivos: los predicados primitivos, que
forman un conjunto fijo, y las constantes, que pertenecen a un conjunto limitado de tipos
semánticos. Los verbos que pertenecen a la misma clase semántica comparten los mismos
subcomponentes en la RLS. Lo único que los distingue es las constantes, que pueden aparecer
23 Esta distinción aparece ya en Rappaport y Levin (1988), donde se muestra que una lista de papeles temáticos no
es una representación adecuada del significado de un verbo porque nos impide reconocer componentes del
significado de los que los papeles temáticos son una simple manifestación. Conviene señalar, como hacen estas
autoras que, aunque su representación léxico-semántica toma la forma de una descomposición de predicados,
cualquier otra representación es compatible con su aproximación “if it recognizes that verb meanings include certain
common elements that tie verbs together into semantically defined classes, but at the same time allows for the cross-
classification of verbs.” (LyRH).
25
bien en posiciones argumentales, bien como modificadores.24 Por ejemplo, todos los verbos de
cambio de estado de causa externa tienen una RLS como las de (34i). En (34ii) la constante
ROTO es un argumento del predicado LLEGAR-A-ESTAR (en inglés BECOME) y representa el
componente del significado de romper que lo distingue de otros verbos de cambio de estado
como secar, abrir, arrugar, etc. y que no es relevante para su comportamiento sintáctico
La RLS de (34ii) se proyecta, por medio de una serie de reglas de enlace, en una
estructura léxico-sintáctica, que es la EA (35):
reglas de enlace | |
EA: x <y>
La EA establece una relación trivial (isomórfica) con la E-P en la sintaxis. Lo que cuenta para la
proyección sintáctica de los argumento no es su contenido semántico, sino su organización
jerárquica, de modo que x (asociado a CAUSAR) se va a proyectar como argumento externo e <y>
(asociado a LLEGAR-A-ESTAR) como argumento interno.25 Las reglas de enlace que determinan la
proyección de los argumentos de la RLS en la EA son formulaciones de tipo descriptivo como las
de (36) y (37):26
24 Las constantes como modificadores aparecen por ejemplo con verbos de modo o manera de movimiento: saltar,
correr, etc., cuya representación léxico-semántica es la misma, a excepción de la forma en la que se produce el
movimiento. Pinker (1989) da ejemplos de cómo incluir las constantes como modificadores en la descomposición de
predicados.
25 Para su variante inacusativa (El cristal se rompió), Ly RH postulan la existencia de una operación de ligamiento
existencial entre la RLS y la EA que tiene como consecuencia que no se proyecte el argumento externo en la EA. En
Mendikoetxea (2000) se propone, sin embargo que oraciones como El cristal se rompió implican también la
proyección del argumento externo. Véase también Mateu (2002a. cap. 2), que adopta la idea central de este análisis.
26 No son éstas las dos únicas reglas de enlace. Véase LyR H (4.1.3 y 4.1.4) para la Regla de Enlace de la
Existencia y la Regla de Enlace por Defecto.
26
La noción de ‘causa inmediata’ incluye la noción de causa externa (Juan en Juan rompió
el cristal, o el viento en El viento secó la ropa) y también la de causa interna, como el sujeto de
verbos de emisión de luz (brillar) o sonido (sonar, repicar). De todos éstos, sólo Juan se puede
considerar como un agente, por lo que ‘causa inmediata’ (interna o externa) es una noción más
amplia, definida estructuralmente por su posición en la descomposición de predicados En cuanto
a la noción de cambio directo (o dirigido) está asociada al argumento que introduce el predicado
LLEGAR-A-ESTAR.27
En suma, las reglas de enlace persiguen lo mismo que mecanismos como la UTAH en
(24) que buscan determinar las regularidades en la proyección entre el léxico y la sintaxis, si bien
a diferencia con la UTAH, las reglas de enlace se encargan de la proyección entre dos niveles de
representación léxica. La intención de LyRH no es la de ofrecer un inventario completo que
cubra todos los casos. Las cuatro reglas que postulan (en (36), (37) y las dos de la nota 26) sirven
para los casos que tratan en su trabajo sobre la inacusatividad. Sin embargo, conviene señalar,
como hace Mateu (2002b: 160), que el número de reglas de enlace ha de ser finito, si partimos de
la hipótesis de que los aspectos léxicos del significado que son relevantes para la sintaxis son
también finitos.
En Rappaport Hovav y Levin (1998) (trabajo al que nos venimos refiriendo como RHyL,
desde la sección 2.2), este modelo de léxico aparece más especificado en lo referente a la
representación léxico-semántica. El objetivo de este trabajo es el de dar cuenta, desde un modelo
proyeccionista, de la cuestión de la polisemia regular. En un modelo proyeccionista puro, un
verbo como sweep en (11) aparecería asociado a seis estructuras léxico-semánticas distintas, lo
que no parece muy intuitivo. Necesitamos una teoría que pueda predecir la variedad de
expresiones argumentales y significados con los que puede aparecer un verbo concreto - las
27 Si bien este argumento también se puede considerar una causa inmediata en el caso de los verbos de estado de
causa interna (florecer, crecer,hervir…). Véase LyRH (cap. 3 y 4) para el tratamiento de los verbos de
‘comportamiento variable’.
27
distintas entradas léxicas se generarían por medio de principios generales que determinarían el
tipo de significados asociados con un verbo (en la misma línea que el léxico generativo de
Pustejovsky 1991, 199528 29).
La descomposición de predicados en RHyL es una plantilla de estructura de eventos. La
GU proporciona un inventario de plantillas como las de (38) (RHyL: 108), que corresponden a
tipos de eventos, según la clasificación aspectual de Vendler-Dowty (Vendler 1957, Dowty
1979):
28 Véase Fernández Lagunilla y De Miguel (1999) para una adaptación y extensión de las teorías de Pustejovsky a
los verbos del español.
29 También en la cita de (21) se menciona el intento de “confeccionar una teoría generativa del significado”. Como
apunta Jaume Mateu (comunicación personal), es precisamente la noción de ‘generatividad’ en el léxico lo que
separa los modelos que aquí hemos llamado proyeccionistas (incluido el de Hale y Keyser, con todas las salvedades)
de los modelos sintácticos neocontruccionistas del apartado 3.2.
28
La asociación de una constante a una plantilla de estructura de eventos, a través de las reglas de
realización canónica, es una ‘estructura de eventos’ (EE), que denota el significado básico de un
verbo (RHyL: 109-110). La constante es la que determina el significado básico de un verbo, así
la constante sweep ´barrer’ indica modo o manera (manner) y, por lo tanto, está asociada a una
estructura eventiva de actividad, que representa el significado básico de este verbo, tal y como
aparece en las oraciones de (11a) y (11b), que repetimos en (40):
En sus usos derivados, sweep denota una realización, que expresa cambio de lugar (11c, d), de
estado (11e) o creación (11f), como mostramos en (42):
(42) a. Terry swept the crumbs into the corner (=11c) cambio de lugar
Terry barrió las migas en la esquina
b. Terry swept the leaves off the sidewalk (=11d) cambio de lugar
Terry barrió las hojas fuera de la acera
c. Terry swept the floor clean (=11e) cambio de estado
Terry barrió el suelo limpio
d. Terry swept the leaves into a pile (=11f) creación
Terry barrió las hojas en una pila
Las realizaciones son eventos complejos que consisten en dos subeventos: el subevento causante
(actividad) y el subevento resultativo (véase también Pustejovsky 1991, 1995). La plantilla de
(43) representa una realización de cambio de estado:
Si (40) representa el significado básico de sweep, sus usos ‘derivados’ suponen la adición
de un logro, para conseguir una ‘realización’. La plantilla de (43) representa, pues, el significado
29
de (11e) en (42c). Estamos ahora en disposición de entender por qué los verbos que denotan
actividades son más flexibles que los que en su significado básico denotan realizaciones, como el
verbo break ‘romper’, que está asociado a una plantilla como la de (43) en su entrada léxica (44):
30 La realización sintáctica de las estructuras eventivas ha de observar también una serie de condiciones de buena
formación como la Subevent Identification Condition y la Argument Realization Condition (RHyL: 112). El caso de
break es problemático porque en su uso intransitivo (The window broke ‘La ventana se rompió’) tenemos dos
subeventos y un solo argumento. Este problema no surge en el análisis propuesto en Mendikoetxea (2000), dentro de
la misma línea, en el que el verbo romper(se) aparece asociado a dos argumentos en la sintaxis tanto en su uso
transitivo como en su uso intransitivo, como decíamos en la nota 25). Nótese que en RHyL, al contrario que en
LyRH, no se contempla una regla de ligamiento existencial entre dos tipos de representaciones léxicas, por lo que la
derivación de The window broke es problemática (cf. Mendikoetxea 2000).
30
B. Estructuras Sintácticas
- Se relacionan con las estructuras sintácticas por medio de unas reglas de enlace
Veamos brevemente cuáles son los componentes del modelo que han venido proponiendo HyK
en sus distintos trabajos. Para HyK (1998, 1999), un núcleo x puede aparecer en las siguientes
relaciones estructurales:
31
(47) a. x b. x c. α d. x
x y z x z α
x y α x
La realización morfosintáctica prototípica (no marcada) del núcleo x en las estructuras de (47) es
V(erbo) en (47a), P(reposición) en (47b), A(djetivo) en (47c) y N(ombre) en (47d). La
estructura de (47a), por ejemplo, es la representación léxica (ELR) de un verbo inergativo como
laugh ‘reir’ en (48):
V N
laugh
Un verbo transitivo deadjetival como clear ‘limpiar/despejar’ en They cleared the screen
‘Limpiaron/despejaron la pantalla’ estaría asociado a una ELR como la de (49), que es una
combinación de (47c) con (47a):
V V
N V
screen
V A
clear
(50) Suponemos que es correcto decir que los sujetos en cuestión están asociados a un papel
semántico, típicamente, el papel denominado ‘agente’ y nos atenemos al uso tradicional al decir que
a estos sujetos “se les asigna el papel temático de agente”. Sin embargo, en nuestra propuesta, esta
asignación es “configuracional” en el sentido de que se produce en una configuración estructural
definida en la sintaxis-s. Este modo de asignación, afirmamos, es completamente distinto ddel
asociado con los papeles semánticos (tema, paciente, meta, etc.) que corresponden a las relaciones
en la sintaxis-l que se definen en las proyecciones de ELR. El papel temático agente es fruto de una
relación de predicación en la sintaxis-s.
[traducido de HyK 1993: 81]
Los verbos denominales como laugh y deadjetivales como clear se forman mediante un
proceso de ´conflación´ - una operación que copia la matriz fonológica del N y el A en la matriz
vacía del V y que tiene lugar en una configuración local: entre un núcleo y su complemento. Esta
operación supone un paso en (51) y dos en (52):33
V N
laugh h
31 Véase Kratzer (1996) para una posición similar con respecto al argumento externo. Marantz (1984) también
sostiene que el argumento externo no aparece listado en la entrada léxica de un verbo.
32 La ausencia del argumento externo en la ELR es responsable de que el léxico no incluya verbos como *(to) cow
en *It cowed a calf (en el sentido de A cow had a calf = A cow calved ‘Una vaca tuvo una ternera’) (véase Hy K
1993 para la explicación de estos ejemplos y similares).
33 El domino empírico del modelo de HyK incluye, además de los verbos denominales como laugh y deadjetivales
como clear (y las alternancias en las que participan), los verbos de lugar (shelve) y verbos ‘locatum’ (saddle). Estos
dos últimos suponen la combinación de la estructura de (47b) (donde x = P) con la de (47a).
33
34 La aproximación configuracional de HyK están también en la base de la teoría temática en el Programa Minimista
de Chomsky de forma explícita, como se manifiesta en las siguientes citas:
A θ-role is assigned in a certain structural configuration: β assigns that θ-role only in the sense that it is the
head of that configuration [Chomsky 1995: 313]
Uncontroversially, theta-theoretic properties depend in part on configuration and the semantic properties
SEM (H) of the head (label). In the best case, they depend on nothing else (the Hale-Keyser version of
theta-theory). Assuming so, there are no s-selectional restrictions or theta-grids distinct from SEM(H),
34
(53)
Categorías Tipos nocionales Tipo de relación Papel-Th
which is typically a rich and complex structure…Elimination of s-selection an related notions is motivated
by other considerations beyond redundancy in pure-configurational theta theory. [Chomsky 2001: 8-9]
35
No debe confundirse la tarea emprendida por HyK, en la que la descomposición léxica está guiada por la
sintaxis, con la de la semántica generativa de Lakoff (1971) y McCawley (1971), entre otros. HyK (1992: 118)
reconocen que existe, en efecto, cierta relación entre los dos modelos en el sentido de que ‘un elemento léxico
posible’ se define o restringe de acuerdo a ciertos principios de la gramática que son también los que definen las
estructuras sintácticas. Apuntan, sin embargo, que las críticas de Fodor (1970) a esta aproximación (sus razones en
contra de la derivación de kill de cause to die) no son aplicables a su modelo en el sentido de que, para HyK, los
elementos léxicos que se crean por operaciones sintácticas en la sintaxis-l son el ‘input’ para la sintaxis-s. Además,
el significado de los elementos léxicos incluye únicamente aspectos lingüísticos y no aspectos de carácter
enciclopédico o pragmático-contextual. Por ejemplo el verbo saddle ‘ensillar’ es un verbo ‘locatum’ sintético en
comparación con un verbo como put ‘poner’ y su ELR es similar a la de este verbo, pero está claro que ‘ensillar un
caballo’ es algo más que poner la silla en el caballo: si la silla está del revés, sin las cintas, etc. el caballo no está
‘ensillado’. Para HyK, sin embargo, esto pertenece al conocimiento enciclopédico y no es parte del significado
léxico: en el léxico la variante analítica y sintética tienen la misma ELR:
(i) Una propiedad central de un elemento léxico es que es un “nombre”. El verbo ingles saddle nombra
una clase de eventos, y la tarea de aprender cómo usar ese verbo de forma apropiada – en el sentido de
usarlo con la referencia apropiada, en contraposición a usarlo de forma apropiada en la gramática, como
un simple verbo transitivo – implica el problema, esencialmente cultural y etnográfico, de determinar
qué tipo de eventos pertenecen a la clase de eventos que este verbo nombra. Éste no es un problema
que tengan que afrontar los gramáticos, sino que entra dentro del conocimiento enciclopédico y
cultural.
[traducido de HyK 1992: 119]
35
Siguiendo la misma línea de trabajo, Mateu (2002a: 1.3) propone reducir el inventario de
estructuras posibles en (47) a tres, eliminando (47c) bajo la idea de que la categoría A tiene un
carácter relacional y se puede descomponer en dos elementos léxico-sintácticos primitivos. Esta
reducción, además de sus ventajas empíricas, es también deseable desde una perspectiva teórica
en el sentido de que refuerza el argumento de que existe homomorfismo entre el léxico y la
sintaxis.36 Con la eliminación de (47c), Mateu (2002a: 29) defiende que el núcleo x está asociado
a una relación eventiva en (47a), a una relación no eventiva en (47b) y es un elemento no-
relacional en (47d).
Estas representaciones están asociadas a un sistema de rasgos binarios que codifican las
propiedades semánticas no-configuracionales de los núcleos relacionales: [± R] indica si la
relación eventiva tiene, o no, un Originador (o Fuente) (construir = [+R], temer = [-R]); [±T]
indica los valores semánticos positivos y negativos de las relaciones transicionales (carentes de
Originador) (ir = [+T], estar/permanecer = [-T]); y [±r] los valores semánticos positivos y
negativos de las relaciones no-eventivas, con [+r] asociado a la relación de coincidencia terminal
de HyK (1993) (‘trayectoria’ en Jackendoff 1990) y [-r] asociado a la relación de coincidencia
central de HyK (1993) (‘lugar’ en Jackendoff 1990). Los pares mínimos de (54) tendrían, pues,
las representaciones de (55), donde F es la categoría funcional que introduce el argumento
externo en la sintaxis (Mateu 2002a: 33)
36 Véase también Bouchard 1995, Baker 1997 y Mateu y Amadas 2001 en relación a la cuestión del
homomorfismo.
36
37 ‘Figura’ y ‘Fondo’ son los papeles temático Figure y Ground que Mateu (2002a) adapta de Talmy (1985) y que
en (55) corresponden al especificador y al complemento de una relación no-eventiva.
37
(56) El significado es una función del contenido conceptual (no transparente desde el punto de
vista sintáctico) y de la construcción semántica (semantic construal) (sintácticamente
transparente).
Mientras que los modelos semántico-céntricos se caracterizan, como hemos dicho, por su
fuerza descriptiva, el énfasis en los modelos sintáctico-céntricos es en la fuerza explicativa. En
realidad, esta diferencia en cuanto a la adecuación de los modelos está relacionada con los
objetivos que persiguen las dos aproximaciones. Los enfoques semántico-céntricos buscan
disponer de inventarios lo más completos posibles de clases léxicas de predicados que nos
permitan establecer distinciones relevantes para la sintaxis, sin entrar en cuestiones relativas a la
fuerza explicativa de los mecanismos que se proponen. Un modelo en el que se distingan menos
clases es ciertamente preferible a un modelo con más clases a igual grado de explicación, pero,
como apunta Demonte (2004: 10), “un modelo reduccionista no puede renunciar a la necesidad
de que sus mecanismos representen o abarquen clases “naturales” desde un punto de vista
lingüístico.” Para Mateu (2002b), desde otra perspectiva, la teoría que mejor explique los límites
de la descomposición léxica y que mejor defina las restricciones estructurales sobre los
significados posibles en las lenguas naturales acabará imponiéndose como la teoría de la
descomposición léxica más adecuada para tratar los aspectos estructurales del significado léxico.
El debate, dentro de modelos proyeccionistas (si es que el modelo de HyK se pueden
considerar proyeccionista en sentido estricto), entre las aproximaciones semántico-céntricas y las
aproximaciones sintáctico-céntricas es extrapolable, a la dicotomía entre los enfoque
proyeccionistas y los enfoques (neo)construccionistas a la interfaz léxico-sintaxis, ya que las
cuestiones que se suscitan son las mismas.
38 La distinción entre estos dos componentes del significado (si eliminamos los paréntesis de (56)) está tomada de la
Gramática Cognitiva de Langacker (1987, 1991, 1999), según apunta Mateu (2002a: 47). Las consecuencias
empíricas y teóricas de adoptar esta hipótesis como punto de partida se pueden analizar en el excelente trabajo que
constituye la tesis de Mateu (2002a). Véase también Mateu (1999) para un intento de incorporar algunas de los
postulados de Langacker en el paradigma generativista.
38
39 Véase Rapppaport Hovav y Levin (2002) para una exposición de las distintas hipótesis, también recogidas en
Demonte (2004).
40 También Mateu (2002a) destaca el papel de las nociones aspectuales como la (a)telicidad en la interficie léxico-
sintaxis (véase, asimismo, Grimshaw 1990, Pustejovsky 1991, 1995 Davis y Demirdache 1995, entre otros muchos).
39
Algunas de las ideas centrales de las hipótesis aspectual de Tenny y la hipótesis (neo)
construccionista van juntas de forma natural, si bien el modelo de Tenny es proyeccionista en el
sentido de que los verbos aparecen listados en el léxicos con sus papeles aspectuales.41 Los
modelos de Arad y Borer, por ejemplo, defienden que las propiedades aspectuales de los verbos
se derivan de forma composicional en la sintaxis: los argumentos se proyectan libremente en la
sintaxis y su interpretación aspectual es el resultado del cotejo o interpretación de sus rasgos
aspectuales en una proyección funcional (véase también Ritter y Rosen 1998). Según Borer
(1994), la entrada léxica de un verbo sólo especifica el número de argumentos asociados a un
predicado (su adicidad) y no su relación semántica con ese predicado (ni en términos de papeles
temáticos, ni en términos de decomposición de predicados). Los argumentos no están
organizados jerárquicamente: no hay distinción en la entrada léxica entre argumento externo e
interno. Esto significa que no se distinguen los verbos inacusativos de los inergativos - ambos
aparecen listados en el léxico como verbos intransitivos (con un sólo argumento). Los
argumentos de un verbo se mueven al especificador de una categoría funcional: <ESPEC, ST>
(‘originador’) y <ESPEC, SASP> (‘delimitador’), donde se mide el evento (ME). Las diferencias
entre las distintas clases de verbos dependen (i) de si se proyecta o no el especificador de ASP y
(ii) de si se asigna/coteja Caso en esa posición o no (Borer 1994):42
41 Si bien, como señala Borer (2005: 10, nota 6), la asociación entre los modelos ‘construccionistas’ y las nociones
aspectuales no es necesaria. En Marantz (1997) la estructura funcional en la que se insertan los predicados y
determina su estructura argumental no es de carácter aspectual. Agradezco a Isabel Pérez estas observaciones y las
referencias que las acompañan.
42 Arad (1998a) adopta una sintaxis más ´minimista’ que supone la eliminación de los núcleos aspectuales como
categorías funcionales que proyectan en la sintaxis. Distingue dos dominios aspectuales: (1) ‘lower shell’ =
medición del evento, cambio de estado y (2) ‘upper vP’, donde se proyectan causantes, agentes y ‘originadores’. En
Borer (2005a), los argumentos se generan directamente en los especificadores de los nudos funcionales relevantes
(véase la nota 43).
40
T’
ESPEC 2 ASP’
+Caso
ASP SV
|
V, SN, SN
ST inacusativo
T’
ESPEC 2 ASP’
-Caso
ASP SV
|
V, SN
41
ST
T’
ASP’
ASP SV
|
V, SN
43 En Borer (2005a) no cabe la posibilidad de que se proyecte o no ESPEC en el núcleo funcional relevante. En a
estructura inergativa, este núcleo no se proyecta, al carecer de información semántica de cuantificación del evento y
de propiedades formales (de Caso). Una vez más, agradezco a Isabel Pérez sus observaciones sobre el modelo de
Borer (2005a).
44 El término ‘degree achievements’ se debe a Dowty (1979). Hay, Kennedy y Levin (1999) ofrecen un análisis en
el que estos verbos aparecen asociados a una escala que mide el progreso de un evento. Para Rappaport Hovav y
Levin (2002) los correspondientes verbos en inglés son inacusativos. El mismo análisis se ofrece en Mendikoetxea
1999, 2000) y Demonte (2002) para los verbos de realización gradual en español. Para Pérez Jiménez (2003), sin
embargo, los verbos de realización gradual son bien inergativos (verbos no agentivos de movimiento), bien tienen
un comportamiento sintáctico variable (verbos de dirección inherente y verbos de cambio de estado).
42
Este modelo tiene ventajas tanto de carácter teórico como empírico en comparación con
los modelos del apartado anterior. Las ventajas de carácter empírico se refieren a las respuestas
que estos modelos ofrecen a los retos que plantea el estudio de la proyección léxico-sintaxis que
reseñamos en la sección 2 de este trabajo: (i) las alternancias verbales; (ii) la ‘elasticidad’ o
‘flexibilidad’ del significado verbal y (iii) el comportamiento inestable de algunos verbos. En
los modelos proyeccionistas (o de determinismo léxico) necesitamos múltiples entradas léxicas
para dar cuenta de las diferentes realizaciones sintácticas de los argumentos. Éste sería el caso de
correre que hemos visto que en italiano se puede construir como inacusativo o inergativo, como
vimos en los ejemplos de (16) que repetimos en (61).
En un modelo a la Borer, correre aparecería listado una sólo vez en el léxico con su único
argumento sin especificar. En la sintaxis, este verbo estaría asociado a las estructuras de (59) y
(60), dependiendo de si su único argumento Gianni mide o no el evento, es decir de si es un
verbo inacusativo télico (61b) o un verbo inergativo atélico (61a).45
Desde una perspectiva teórica, esta aproximación nos permite reducir el ‘aparato’
necesario para la proyección léxico-sintaxis de los modelos proyeccionistas (semántico-
céntricos), que han de contar con al menos tres entidades que participan en la proyección del
léxico a la sintaxis (Arad 1998b): (i) Un nivel de representación léxica que contenga toda la
información relevante para la sintaxis (ELC, EA...); (ii) Un nivel de representación sintáctica en
el que se proyecta la información léxica (E-P, Estructura base), y (iii) Un sistema de proyección
(mapping system) que relacione los dos niveles. Para Arad (i) no es necesario si damos la vuelta
al proceso: el argumento X se interpreta como ‘tema’, por ejemplo, en virtud de que ocupa una
posición estructural determinada, como en la aproximación configuracional de HyK; no
45 El argumento Gianni es tema incremental ‘holístico’ en el sentido de Dowty (1991). En una oración como (61b)
lo que realmente mide el progreso del evento es la trayectoria que ha recorrido Gianni. La trayectoria es, según
Dowty (1991), el verdadero tema incremental (cf. Hay, Kennedy y Levin 1999 para un análisis unitario de la noción
de tema incremental).
43
necesitamos un nivel de representación léxica en el que ese elemento aparece especificado como
tema, por lo que se simplifica enormemente el léxico.
La ejecución más reciente y la presentación más explícita de los postulados de la hipótesis
(neo)construccionista está en los volúmenes que recientemente ha publicado Borer (2005) bajo el
título general Structuring Sense.46 Borer (2005) utiliza el término “endo-skeletal”, para referirse
a los modelos proyeccionistas o de determinismo léxico: el punto de partida para la proyección de
la estructura argumental en la sintaxis es la entrada léxica de un núcleo que selecciona
argumentos; este elemento léxico es la base alrededor de la cual se construye el esqueleto
sintáctico. A la aproximación (neo)construccionista (o hipótesis computacional) se refiere con
el término“exo-skeletal”: la estructura argumental se determina en la sintaxis. Las dos
aproximaciones aparecen esquematizadas en (62):
(62) i. Endo-skeletal
(Semántica del elemento léxico →) Estructura Argumental→ Estructura (Léxica o Sintáctica)
ii. Exo-skeletal
Estructura sintáctica→ Estructura de eventos → Interpretación de los argumentos
(63)En un extremo del continuum del léxico a la computación, tenemos una perspectiva de la capacidad
lingüística humana anclada fundamentalmente en nuestra habilidad demostrable de adquirir un
lexicón intricado, basada, al menos en parte, en un sistema conceptual complejo. (…). En el otro
extremo, tenemos una perspectiva anclada en nuestro comportamiento regido por reglas, que es
igualmente demostrable. Tal aproximación supone una habilidad lingüística que es, sobre todo,
computacional, a la que se adjunta un almacén (el léxico) con la menor cantidad de información
idiosincrásica posible, más allá de la asociación claramente arbitraria entre significado y significante.”
[traducido de Borer 2004: 2]
46 Para una versión resumida de sus postulados, veáse el artículo en prensa de Borer (2004)
44
47 En realidad, como dicen RHyL el término ‘polisemia verbal’ no tiene mucho significado dentro de los modelos
construccionistas. Los verbos no tienen ‘significados múltiples’ sino que nombran un concepto común a todos los
significados del verbo en sus usos múltiples. Hay muchos verbos que nombran conceptos compatibles con más de
una construcción sintáctica y son éstos los verbos que pueden aparecer en varias construcciones sintácticas con
significados que varían de una a otra.
48 Isabel Pérez (comunicación personal) apunta un problema adicional: los aparentes desajustes en algunos casos
concretos en las correlaciones entre estructura sintáctica y estructura eventiva. Hablamos en concreto de verbos que
45
(64)De hecho, aunque la teoría que hemos presentado en este trabajo es de corte proyeccionista, los
componentes de esta teoría se pueden incorporar con facilidad a una aproximación no-
proyeccionista. La Expansión de Plantillas, las reglas de realización canónica y las condiciones de
buena formación de la realización de argumentos (…) se pueden entender como pasos iniciales para
explicar qué significa que las constantes han de ser compatibles con las estructuras sintácticas en las
que aparecen. Es decir, los componentes centrales de nuestra teoría pueden incorporarse a una
aproximación construccionista si se postula que las plantillas de estructuras de eventos no son parte
de las entradas léxicas y la asociación entre las constantes y las plantillas no es en el léxico, sino que
se coteja de forma interpretativa tras una reformulación de las reglas y condiciones que hemos
articulado. [traducido de RHyL: 130]
Es decir, para estas autoras, las dos aproximaciones son igualmente capaces de proporcionar una
explicación a cuestiones empíricas como el fenómeno de la multiplicidad de significados
asociados a un verbo (si bien los modelos no-proyeccionistas no explican por qué algunos verbos
son más ‘elásticos’ y otros más rígidos’ en sus significados) y, desde el punto de vista teórico, la
diferencia fundamental tiene que ver con si el concepto que representa el verbo (la constante) se
asocia a una plantilla léxica (modelos proyeccionistas) o a una sintáctica (modelos
construccionistas).49
4. Patrones de lexicalización
Decíamos en la sección 2 que una de las cuestiones que deben plantearse los modelos de interfaz
léxico-sintaxis es cómo dar cuenta de la variación interlingüística (i.e. ¿por qué el ‘mismo’ verbo
son aspectualmente logros y que pueden tener o no un OD con distintas propiedades cuantificacionales (descubrir
oro vs. decubrir el oro). Borer (2005) propone recurrir al léxico en estos casos, añadiendo información adicional en
las entradas léxicas de estos predicados.
49 Rappaport Hovav y Levin (2002) adoptan una postura más beligerante en contra de las hipótesis que subyacen a
los modelos construccionistas: (i) Aunque la expresión de los argumentos no viene totalmente determinada desde el
léxico, el significado léxico de un verbo es importante a la hora de determinar y restringir la expresión de sus
argumentos y (ii) Los aspectos más relevantes del significado no se corresponden con nociones aspectuales.
46
puede aparecer en ciertas estructuras con ciertos significados en una lengua y en otra no?). Ésta
es una asignatura pendiente para los modelos de interfaz. Un análisis pionero de los patrones de
lexicalización es el del lingüista cognitivista Talmy (1985), que se centra en estudiar cómo se
codifica en distintas lenguas la representación conceptual de una escena de movimiento (véase
también Slobin 1996). Una escena de movimiento tiene cuatro componentes fundamentales: (i)
Figura (elemento en movimiento o reposo que se sitúa en el espacio con respecto a un fondo), (ii)
Movimiento (iii) Trayectoria (posición espacial de la figura con respecto al fondo) y (iv) Fondo
(punto de referencia para localizar la figura) y, además, dos componentes opcionales: Modo y
Causa. La trayectoria es lo que relaciona la figura y el fondo. Es precisamente la codificación
del componente central de la trayectoria lo que distingue a las distintas lenguas: a) Verb-framed
languages: codifican la trayectoria en el verbo (lenguas romances) y b) Satellite-framed
languages: codifican la trayectoria como un satélite del verbo (lenguas germánicas).
(66) a. John danced into the room. a.’John entró en la habitación bailando.’
b. John rode out of the courtyard b.’John salió del patio cabalgando/a caballo.’
Esto se debe a que el componente de trayectoria aparece fusionado en el verbo romance, con lo
que no se puede fusionar el componente de modo, que se ha de expresar como adjunto verbal o
preposicional.
da con los verbos en lenguas romance.50 Una situación paralela es la que se observa en las
construcciones resultativas, que no son posibles en las lenguas romances:51
(68) a. John pushed the door open a.’ John abrió la puerta de un empujón
*John empujó la puerta abierta
b. John hammered the metal flat b.’ John aplanó el metal con un martillazo
*John martilleó el metal plano
50 Aunque, curiosamente, en español sí que es posible decir ‘barrer las migas’ o ‘frotar la mancha’, con objetos no
subcategorizados, mientras que en inglés, la presencia de un objeto no subcategorizado sólo es posible con un
predicado secundario, según RHyL (*John swept the crumbs vs. John sewpt the leaves into the corner (11c)).
51 El paralelismo entre las construcciones con verbos de modo de movimiento y verbos con construcciones
resultativas ha sido observado entre otros por Jackendoff (1990, 1997), Morimoto (1998, 2001) y recientemente por
Mateu (2002a) y Gumiel (2002).
52 Tanto Mateu (2002a) como Gumiel (2000) proporcionan referencias detalladas a los trabajos más relevantes sobre
los patrones de lexicalización.
48
5. Notas Finales
El presente trabajo es sólo una muestra de algunas de las hipótesis más interesantes en la interfaz
léxico-sintaxis. No he pretendido aquí ofrecer un listado exhaustivo de los distintos modelos,
sino que me he centrado, sobre todo, en los modelos que se pueden considerar ‘formalistas’ y he
dejado de lado las aproximaciones que se suelen encuadrar dentro de una perspectiva
‘funcionalista’ (e.g. la Gramática de Construcciones de Goldberg 1995 y Fillmore y Kay 1997 y
la Gramática del Papel y la Referencia (Role and Reference Grammar) de Van Valin y LaPolla
1997) para dotar de una mayor coherencia a la exposición.53 Una panorámica de este tipo da idea
de la diversidad de aproximaciones y formalismo en un área que puede parecer en exceso
fragmentada. Coincido, sin embargo, en parte con Demonte (2001) en que las diferencias son a
menudo ‘notacionales’. Muchos de los descubrimientos de una aproximación pueden ser
incorporados, sin modificar substancialmente la teoría, a la aproximación que se puede considerar
como contraria. Ya hemos visto, por ejemplo, que RHyL no consideran que las aproximaciones
construccionistas sean tan distintas de la aproximación proyeccionista que ellas proponen como
pretenden hacer creer los que defienden estas hipótesis y reconocen su deuda con el trabajo de
Goldberg (1995), que les ha llevado a un mejor entendimiento de la variación en el significado de
los verbos (véase su nota 22). Jackendoff (1997) explora también las posibles confluencias entre
las hipótesis lexicistas y construccionistas. Ek trabajo de Mateu (2002a), como ya hemos dicho,
es un ejemplo de cómo incorporar nociones y elementos de teorías aparentemente dispares de
corte funcionalista y cognitivista dentro de un modelo fuertemente formalizado y restringido por
la sintaxis (véase también Mateu 1999).
Dicho esto, una vez que la hipótesis (neo)construccionista se lleva a sus últimas
consecuencias, como en el trabajo de Borer (2005), lo que se revela es una diferencia
fundamental entre la manera en la que se dividen el trabajo el léxico y la sintaxis en las dos
aproximaciones fundamentales sobre las que hemos articulado este trabajo, que no se puede
reducir a algo meramente terminológico o notacional. Determinar lo que se puede considerar
‘léxico’ y lo que se puede considerar ‘sintáctico’ en la interfaz léxico-sintaxis es fundamental en
una concepción que persigue el diseño óptimo de la facultad del lenguaje, en la línea del
53 Mairal Usón (2000) proporciona un resumen de las principales ideas de estas dos teorías en relación a la interfaz
léxico-sintaxis (véase también Mairal Usón 1999 y Olbertz, Hengeveld y Sánchez García 1998). Demonte (2001)
también proporciona comentarios y resúmenes de las principales propuestas funcionalistas .
49
Programa Minimista chomskyano. Para Demonte (2004: 16), el léxico en este modelo podría
tener dos dimensiones ‘internas’, específicas a la facultad del lenguaje (una puramente léxica y
otra sintáctica en el sentido propuesto por HyK y Borer) y una ‘externa’, relacionado con el
sistema conceptual-intencional y encargada de asignar referencia de las expresiones lingüísticas,
que contiene aspectos del significado léxico que no se pueden expresar por medio de una sintaxis
léxico-relacional. Si es así, nos hacen falta, en palabras de esta autora, “tanto los estudios
sintácticos como los estudios semánticos y léxico-semánticos pormenorizados si queremos llegar
a entender la esencia de la relación formas-significados.”(Demonte 2004: 16).
En todo caso se trata de un campo muy abierto, tremendamente dinámico, en el que
resulta difícil evaluar los logros de las distintas teorías, que carecen aún de madurez suficiente, a
pesar de los grandes esfuerzos que se están haciendo por dotarlas de mayor fuerza explicativa.
Tendremos que esperar unos años para ver cómo evoluciona la tensión entre descripción y
explicación y cuál es en suma la teoría de la interfaz más adecuada, que, sin duda, habrá de
incluir elementos de todas las teorías aquí citadas.
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Amaya Mendikoetxea
UAM
Facultad de Filosofía y Letras
Departamento de Filología Inglesa
Cantoblanco, Madrid 28049