MaSacre de Pasco

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Masacre de Pasco

Por Patricia Rodríguez

El 21 de marzo de 1975 a las 21.30 hs, ocho vehículos, varios Ford Falcon color gris, otros negros, también
Torinos blancos, frenaron intempestivamente en la calle Donato Álvarez, a escasos metros de la Avenida
Pasco, en el barrio San José de Temperley. Algunos autos llevaban balizas sobre el techo, al igual que los
utilizados por la policía, otros traían valijas sobre el portaequipajes. Los automóviles transportaban entre
quince y veinte personas de civil con capuchas negras. Llamativamente, uno llevaba una máscara de
carnaval y otros dos la cara descubierta.

Sobre la calle Donato Álvarez, la gente de la zona solía acudir al Bar El Recreo, porque también funcionaba
como almacén, aunque fundamentalmente como lugar de encuentro de parroquianos. Lo atendía Don
Pascual, un italiano que decía haber hablado con Perón. Esa noche de verano la rutina del boliche se vio
interrumpida por la entrada inesperada, violenta de los encapuchados. Llevaban armas largas y cortas de
distinto calibre, entre ellas itakas, pistolas y ametralladoras que usaron para apuntar a Don Pascual y al
mozo, Luis Ortiz, los amenazaron de muerte, gritaban preguntando por Lencina, lo miraban al mozo Luis
Ortiz. El concejal no estaba allí, fue la respuesta del empleado, por eso arremetieron con ráfagas de
ametralladoras sobre las paredes, el mostrador, la estantería, la heladera del establecimiento, mientras
rompían mesas y sillas. Pero antes de retirarse robaron relojes, dinero y otros objetos de valor a los
presentes. También según el parte policial de la época se apropiaron de un colectivo.

Héctor Lencina, Coca, y Alejandro, el hijo de ambos vivían en Donato Álvarez 47, justo al lado del bar. Un
largo pasillo conducía al departamento del concejal.

Esa tarde, Hugo Sandoval y Héctor se habían encontrado. Ellos compartían mucho tiempo juntos,
actividades, reuniones, asambleas. A veces la gente les cambiaba el nombre para señalar desde el humor la
entrañable amistad, casi simbiótica que los unía. Esa tarde se habían abocado a los quehaceres propios de
sus cargos, ya que ese día no había sesión en el Concejo Deliberante. Terminada la tarea, se separaron.

Estaba oscureciendo cuando Héctor decidió invitar a otro compañero, Aníbal Benítez, cafetero del Concejo
Deliberante de Lomas de Zamora y a su esposa a cenar en su casa. El matrimonio llevó a la bebita de
ambos, recién nacida. La idea era reunirse para mirar un partido de fútbol. Jugaba Independiente y
Chacarita, lo televisaban. Aníbal y Héctor aprovecharon el momento de distensión para ver el partido, los
acompañaban Gloria, la esposa de Aníbal Benítez, Cristina Rapari y Alejandro Lencina. Cristina Rapari
cuidaba al niño de sólo 4 años cuando Coca Rapari se ausentaba.

La tranquilidad doméstica fue interrumpida por unos hombres con máscaras que ingresaron violentamente
en Donato Álvarez 47, se apoderaron del edil y de su amigo Aníbal Benítez, los introdujeron por la fuerza en
uno de los autos, mientras otros revisaban el departamento buscando papeles, información que se llevaron.
Destruyeron casi totalmente el lugar, luego arrojaron bombas incendiarias. Durante la gran confusión,
Cristina Rapari, tía de Alejandro, lo tomó fuertemente y junto a Gloria Benítez corrieron para resguardarse
de la lluvia de balas que se había desatado dentro de la vivienda. Un rato antes, Cristina había forcejeado
con los captores, decididos a llevársela. Se salvó porque uno de ellos gritó que no era Coca Rapari, a quien
buscaban.

En esos días Hilda Coca Rapari de Lencina debía viajar a Córdoba y resultaba necesario organizar una
reunión política con los militantes de la zona. Había que conseguir una casa para el encuentro y Chavella
(militante de la JP desaparecida) era la encargada, pero cuando llegaron a Pasco y Santa Ana, Chavella le
informó que no había logrado dar con una casa. Eso la preocupó mucho, porque debía viajar y no podía
levantar la reunión, para colmo un miedo terrible se había apoderado de ella. Le confesó a Claudia Istueta
(militante-desaparecida de la JP) con quien caminaba hacia la casa de Mirta Musante (militante-
desaparecida de la JP) el feo presentimiento que tenía, de que algo malo iba a ocurrir. Al rato, de vuelta al
hogar, Coca tomó el colectivo y decidió bajar unas cuadras antes de Donato Álvarez para observar si la
seguían, porque esa era la consigna que usaban para protección propia y de los familiares. Esa noche, de
regreso le pidió a Claudia Istueta que la acompañara hasta la barrera de Pasco y Caaguazú porque se
sentía aterrorizada. Eran las 10 hs. de la noche y Pasco era un caos, se veía un gran embotellamiento de
autos. Presa de la desesperación comenzó a correr y cuando estaba llegando, algunos de los vecinos le
dijeron que no fuera a su casa porque aparentemente unos ladrones habían entrado. Desde donde estaba
escuchó tiros y no tuvo dudas de que se trataba de la AAA.

Coca seguía avanzando por Pasco,


aunque en realidad quería escapar por
miedo a lo que iba a encontrar y a la
altura de Pasco al 4600, justo donde
El material reproducido en esta sección
estaba ubicada la Unidad Básica 22 de pertenece al libro Masacre de Pasco de la docente e
agosto vio a la caravana de la AAA investigadora Patricia Miriam Rodríguez Heidecker, cuya
detenerse. exhaustiva investigación corrigió datos históricos erróneos
sobre aquellos sucesos que los medios de difusión, incluido
este sitio, reprodujeron durante décadas, ante la carencia de
Más tarde los vecinos le contaron que la
una información completa y rigurosa. Agradecemos la
patota entró tiroteando con generosidad de la autora tanto por el contenido de texto como
ametralladoras y gritándole a Héctor que gráfico y animamos a los lectores e interesados a leer el libro
se entregara o sino mataban a completo, que puede conseguirse, entre otros sitios, en
Alejandro. En un principio, había logrado la Librería de las Madres, Hipólito Irigoyen 1584, Buenos Aires.
escapar por el techo, ya que la parte de
Contacto: Patricia Miriam Rodríguez Heidecker
atrás de la casa no estaba cercada, pero
[email protected]
cuando escuchó que amenazaban con
matar a Alejandro decidió entregarse.Mientras los vecinos llamaban a los Bomberos Voluntarios de Bernal
que al poco tiempo acudieron para extinguir las llamas, sin resultados, porque no lograron evitar la
destrucción de la vivienda; la patota se detenía en la avenida Pasco al 4600 donde vivía la vicepresidenta
del Concejo Deliberante, Irma Santa Cruz. La misma metodología de barbarie se repitió en todos los casos,
los parapoliciales ingresaron violentamente, destruyendo puertas, ventanas. Allí capturaron a Héctor Flores,
ex-secretario de la concejal Irma Santa Cruz, lo obligaron a ingresar a uno de los automóviles, mientras el
resto del grupo revisaba la casa y se llevaba documentación y varios objetos de valor. Héctor Flores
pertenecía a la agrupación “Patria soberana” de Osvaldo Mércuri. Militaba en el barrio Los Pinos de
LLavallol, había participado y organizado sucesivas marchas al Ministerio de Bienestar Social, cuya
autoridad máxima era El Brujo López Rega con el propósito de conseguir las escrituras de los
departamentos.

Esa noche, Héctor Flores había sido convocado a una reunión en el barrio San José, no estaba organizada
de antemano, recibió un llamado en la casa de su madre a último momento. Flores había sido el secretario
de Irma Santa Cruz hasta diciembre de 1974, estaba en la casa de ella cuando irrumpió la patota. Intentó
escapar, defenderse, pero se entregó sin oponer resistencia, porque temía por la vida de Héctor Ricardo, su
hijo mayor, quien lo acompañaba y a quien tenían de rehén. La banda de la Triple A amenazó a Flores con
matar al niño. Esto motivó la entrega sin resistencia. Padre e hijo se cruzaron cuando liberaron al muchacho
quien comenzó a correr mientras escuchaba los tiros. El niño estuvo gran parte de la noche dando vueltas
por Donato Álvarez. Pasaron más de treinta años y aún persisten, en su cabeza, imágenes traumáticas de
aquella noche. Héctor Ricardo no habla, sólo gesticula. Los hermanos Flores viven en el mismo barrio de la
infancia, pero ni remotamente se comunican, el horror los fragmentó.

A continuación, la banda armada se dirigió a las calles Sargento Fariña y Pasco, al lado del departamento
de Irma donde funcionaba hasta hacía unos pocos meses atrás, la Unidad Básica 22 de agosto, un lugar
emblemático para la Tendencia Revolucionaria de San José, porque desde allí se centralizaban las
actividades políticas de la zona. Los hombres encapuchados revisaron minuciosamente el local,
Otras obras de la autora

secuestraron documentación y
luego lo ametrallaron. La
caravana de automóviles se puso
en marcha por la avenida Pasco y
desde uno de los autos abrieron
fuego contra un automóvil
Rambler, año 1963 con patente
oficial y una inscripción que
rezaba “Vicepresidente del
Concejo Deliberante de Lomas de
Zamora”, propiedad de la concejal
del FREJULI, Irma Santa Cruz.

Ya había muestras de sobresalto


entre los pobladores de la zona.
La osadía de construir poder popular. Este trabajo recopila
Varios salieron de sus viviendas
testimonios de diferentes actuantes-protagonistas del proceso político,
para averiguar qué estaba cultural y social de Lomas de Zamora durante las décadas del 60-70.
ocurriendo, mientras otros Rearma la trama social en los diferentes espacios donde se resistía al
observaban cautelosos detrás de poder hegemónico: los barrios, la Universidad, las Fábricas, las
las persianas. Según testigos, los Escuelas; todos estos, escenarios en donde se reprodujeron los
acontecimientos acaecidos a nivel nacional. La compilación se
terroristas, a punto de pistola
enmarca en un breve relato del clima político vivenciado en el resto del
obligaron a varios de los vecinos mundo: las luchas por la liberación que encuadraron los sucesos
a despejar la calle y permanecer históricos más importantes de aquel tiempo en nuestro país, en
dentro de sus casas. nuestra localidad. Reconstruye las identidades y las especificidades
del tejido social y local que se fueron organizando a partir de las
necesidades básicas insatisfechas como el asfalto, la luz eléctrica, el
Mientras tanto, en el Concejo
agua corriente. Rearma el proceso que partió del vínculo con el otro
Deliberante, esa noche se iba a en la cuadra, la Sociedad de Fomento, la Iglesia, la Fábrica, la
presentar en sesión ordinaria, el Escuela y que derivó hacia la toma de posiciones políticas definidas.
proyecto de Ley: “Ampliación del Refleja cómo la participación desde lo colectivo hizo posible la
cementerio municipal” cuyo autor construcción de un sujeto social, con una identidad propia que fue
creciendo al amparo de las luchas que cuestionaban el orden desigual
Jorge Infantino del Partido
e injusto, pero también las relaciones cotidianas familiares, escolares,
Federal proponía utilizar las religiosas, de pareja. También recupera, a través de testimonios, las
dieciséis hectáreas del Campo identidades silenciadas de los compañeros secuestrados-
Tongui para crear un cementerio desaparecidos de Lomas de Zamora
similar al de la Recoleta,, Por último plantea la idea de que la memoria no tiene olvido,
reaparece cuantas veces es clausurada y negada. Tampoco es única,
cobrando honorarios por su uso y
porque los recuerdos son pequeños y contrapuestos fragmentos de la
paralelamente, el cementerio realidad, por lo tanto propone el desafío de juntar esos fragmentos
municipal tradicional, gratuito. desde la diversidad, haciendo una sincera evaluación a partir de
Carmelo Pellegrini, concejal por la interrogar al pasado desde el presente.
UCR, en cambio planteó trasladar
el cementerio a Garibaldi al 3000.
Calabró, el gobernador había
cedido el alambre perimetral, la
vereda y se le pediría la extensión
del agua corriente para concretar
alguno de los dos proyectos. Sin
embargo, Sandoval, concejal de
la JP recuerda que ese día no
hubo sesión en el Consejo
Deliberante.

Las ideas no se matan

Recopila la historia de los desaparecidos de Temperley, en el sur del


Duhalde quería tratar el tema según relata Infantino, pero hacía falta un concejal, así que Julio Sibara
(Subsecretario del Concejo Deliberante) fue a buscar a Irma Santa Cruz, porque hacía falta dar quórum.
Alrededor de las 20.00 hs de la noche la había ido a buscar. En su casa se habían quedado Héctor Flores y
su hijo junto a la hija, el yerno y la nieta de Irma, mirando un partido de fútbol. Cuando regresó de la sesión
en el Concejo Deliberante, cerca de la medianoche, vio su auto corrido de lugar, en el carril de enfrente y
pensó: “Mi yerno corrió el auto”.

Julio Sibara la acompañaba y ni bien se iban acercando vieron el coche totalmente baleado, las gomas
desinfladas, las ventanas rotas. Cruzó la calle, se dirigió a abrir la puerta de su casa, mientras Julio Sibara,
le decía que no lo hiciera. La hija de Irma vivía en una casa que colindaba por el fondo con la suya, allí no
encontró a nadie, tampoco en la calle ni en su casa. A eso de la 23.00 hs fueron con Julio a la comisaría que
estaba cerrada, los atendieron por una ventanita. Luego los hicieron ingresar y se encontraron con el padre
de los hermanos Díaz y un hijo de éste. El Sr. Díaz les preguntó:

-¿Ustedes vienen por lo mismo?


-¿Lo mismo qué…?- contestó Irma
-Por los chicos que se llevaron-agregó el Sr Díaz
-Yo no sé nada-respondió la concejal
-Se llevaron a Lencina, Flores, Germán, mis hijos-aclaró el Sr DíazIrma estaba preocupada por su hija,
porque no la había visto.

Le pidió a Julio que la acompañara hasta su casa y un policía le sugirió que mejor no fuera, porque quizás
todavía estaban ahí. Entonces les exigió a los policías que le dieran una custodia para su casa. Le
contestaron que no había policías porque todos estaban afectados a la Masacre.

Julio e Irma regresaron a la casa. Ella le pidió a Julio que caminaran juntos hasta la casa de los padres de
su yerno, pensando que quizás se habían refugiado ahí, pero el padre les dijo que no sabía nada, que sólo
había escuchado tiros.

Posteriormente se dirigieron a la casa de Coca, en Donato Álvarez. Allí vieron mucha gente agolpada y
muchos policías. Entró al domicilio de Coca y observó pasmada todo el desastre que habían hecho, habían
baleado la heladera, la cocina, prendieron fuego a toda la casa. Cuando salió alguien le avisó que su hija
estaba con Doña Teresa, la vecina de enfrente. Rápidamente se dirigió hasta la casa de su vecina, se
reencontró con su hija quien le contó que se habían llevado a Flores y que la patota pretendía que su yerno
los transportara en el auto, pero como no pudo manejar, porque estaba muy nervioso, lo dejaron. Contó que
se presentaron como policías, estaban algunos encapuchados, llevaban el pelo corto, eran muy grandotes.
Revisaron toda la casa, los obligaron a acostarse boca abajo en las camas. Cuando golpearon la puerta,
Flores tenía un revólver arriba del televisor y en el momento de abrir la puerta portaba el arma en la mano,
pero lo agarraron igual. Cuando la banda terrorista se retiró, Doña Teresa les ofreció su casa para
resguardarse y para que estuvieran seguros.

Al rato, Irma partió con Sibara hacia la casa de Sandoval, concejal de la Juventud Peronista, porque debía
avisarle lo sucedido.

La siguiente etapa de la cadena de secuestros fue una finca ubicada entre las calles Lules y El Hornero, allí
se apoderaron de los hermanos Alfredo Díaz y Rubén Eduardo Díaz de 18 y 16 años, respectivamente, los
que pasaron a engrosar el contingente de cautivos dentro de los automóviles.
También introdujeron en los vehículos a Pedro Rubén Maguna y Germán Gómez donde ya se encontraban
Lencina, Benítez y Flores.

Del mismo modo, los terroristas derribaron la puerta de entrada de la casa de Germán Gómez, se
apoderaron de papeles, publicaciones y otros objetos. Luego destruyeron los muebles y artefactos
domésticos con ráfagas de ametralladora antes de abandonar la vivienda.
Esa tarde del 21 de marzo, casi de noche, los Díaz habían organizado un asado en la casa de Germán
Gómez. Había un partido de fútbol y decidieron ir a verlo a la casa de Germán, el padre de los Díaz, los
hermanos Díaz y Puchero. Todos eran del barrio, se conocían casi de la niñez.

Esa noche, el mayor de los Díaz se había retirado de la reunión por unos segundos, porque había ido a
saludar a su cuñado que había venido de Florencio Varela a visitarlos. La casa de los Díaz quedaba a unas
pocas cuadras de la vivienda de Germán, casi a la vuelta, en el trayecto escuchó disparos. En el momento
en el que regresó a la casa de Germán, durante el camino, un vecino lo tironeó y lo introdujo en su casa. El
hombre había presenciado el operativo en la cuadra y su intención era resguardar a Díaz. Ya a salvo, dentro
de la vivienda del vecino, observó detrás de la ventana cómo pasaban militares que vestían uniforme de
gendarmería controlando los movimientos en el barrio. También vio a gente de civil como parte del operativo
y escuchó ruidos de sirenas, iguales a las que usaba la policía.

Con posterioridad se enteró que en ese ínterin en el cual estuvo ausente, sus hermanos Alfredo y Eduardo
regresaban asustados, corriendo rumbo a la casa de Germán, porque habían presenciado el secuestro y los
destrozos ocurridos en el departamento de Lencina, a unas escasas tres cuadras. Seguidamente, hubo un
despliegue de autos, también de un colectivo. Todos los vehículos se detuvieron en la casa de Germán,
venían a buscarlo y al ver a los hermanos Díaz que corrían hacia la casa de este, los interceptaron y los
detuvieron para que no alertaran a los demás. Con el tiempo y atando cabos, los Díaz llegaron a la
conclusión de que Alfredo y Eduardo reconocieron a alguien, por eso los secuestraron.

Los vecinos les contaron que en el momento en el que se llevaron a Germán y lo introdujeron en el
colectivo, éste gritó:”Eras vos, flaco hijo de puta…”, “Bajen a los pibes que no tienen nada que ver”.
Aparentemente se refería a un policía soplón que vivía en la calle Monteros de apellido Salazar que
trabajaba en la Comisaría 1era de Lanús. Los propios vecinos de Salazar, tiempo después les relataron a
los Díaz que cada vez que el policía se peleaba con su mujer, ella le gritaba: “Asesino, hiciste matar a los
Díaz”.

Germán sentía un odio visceral hacia los policías y militares. En varias oportunidades
Presentación de
había discutido con Salazar, sin abusar de su capacidad de boxeador. Los Díaz La Masacre de
ignoraban si hubo enfrentamiento físico. Sí, sabían que Salazar era un tipo soberbio, Pasco, el
autoritario, finalmente emigró a Paraguay hace más de 20 años.Cuando Díaz llegó a la 26/11/10, en el
casa de Germán se encontró con Oscar, uno de sus hermanos, totalmente lastimado, le Instituto Lomas
habían pegado un culatazo, también halló a Puchero muy golpeado. Les habían de Zamora.
ordenado tirarse boca abajo, a su padre, su hermano Sergio de once años, a Oscar de
22 años, a Puchero, a la esposa de Germán y a las hijas.

Cerca de las once de la noche, buscó los documentos de sus hermanos y se encaminó a la comisaría de
San José para suplicarles que salieran a buscarlos. Ellos se excusaron diciendo que no contaban con
unidades. Agregaron que posiblemente el operativo fuera de la propia policía. Mientras estuvo en la
comisaría escuchó el ruido de la dinamita estallando sobre los cuerpos de todos ellos.

Al lado de la casa de Germán vivía la familia Maguna. Cacho era el apodo con el que conocían en el barrio
a Rubén Maguna, un joven que había intentado cumplir lo más cómodamente posible el servicio militar
forzoso, alistándose en las fuerzas policiales. Concluida la obligación comenzó a trabajar en una
metalúrgica de la calle Pasco. Se había casado no hacía mucho, su esposa estaba embarazada cuando
irrumpieron en el domicilio de la pareja. Algunos dijeron que estaban buscando a un tal Chacho y lo
confundieron a Rubén por su apodo Cacho. La patota utilizó la misma metodología de destrucción y
violencia con la familia Maguna. Rubén no resistió ver el maltrato que ejercían sobre su esposa
embarazada, reaccionó defendiéndola, entonces los encapuchados se lo llevaron.
Continuando con el raid de atentados en cadena, los coches de la patota se dirigieron seguidamente a una
vivienda ubicada en la calle Amenedo al 3900 casi esquina Santiago del Estero, barrio San José, ya en
jurisdicción de José Mármol, partido de Almirante Brown y a no muchas cuadras de los lugares antes
registrados, en donde entraron con el mismo despliegue de violencia que en los casos anteriores.

En esa vivienda de la calle Amenedo, que constaba de una sola habitación de mampostería vivían Guillermo
Omar Caferatta, maestro mayor de obra con su concubina Gladys Martínez de 21 años, empleada
doméstica. Esa noche, Omar Guillermo Caferatta no se encontraba en el lugar. Su hijo afirma que unos
pocos días antes había viajado a Australia en búsqueda de un bienestar económico para la pareja. Caferatta
falleció en Australia, en el año 1993 de muerte natural.

Los vecinos relataron a los periodistas que se congregaron en el lugar esa mañana, que los obligaron a
ingresar por la fuerza a sus respectivas viviendas. Mientras tanto Gladys resistió como pudo, dando vivas
voces de auxilio por lo que fue baleada y rematada ferozmente en el interior de la vivienda. El cadáver de la
mujer fue hallado tendido sobre la cama junto a dos artefactos explosivos que no estallaron.

Finalmente concluyeron la serie de


capturas, entonces la caravana de
automóviles siguió viaje con los siete
secuestrados hasta detenerse en la
calle Santiago del Estero y Sánchez, a
una cuadra de la vivienda de Caferatta.
Los hombres fueron bajados a
empujones y colocados sobre la calle de
tierra. El movimiento inusual en ese
tranquilo barrio, determinó que salieran
a la puerta de sus casas muchos
vecinos, que en ese momento veían
algún programa de televisión o se
aprestaban a dormir, pero los asesinos
los obligaron a retornar a sus casas
amenazándolos con sus armas,
aparentemente el que parecía dar las
Presentación de La osadía de construir poder popular.
órdenes a los comandos los intimaron Fuente: agoratv
para que se replegaran dentro de sus
casas.

Allí, mediante el empleo de diversas armas, los siete secuestrados fueron obligados a arrodillarse. Se
escuchó la voz de uno de ellos que gritaba que si lo tenían que matar lo hicieran de pie. Otra voz gritó: “Viva
la patria”.

Los balearon hasta que cayeron acribillados. Por último colocaron los cuerpos juntos e hicieron estallar dos
poderosas granadas que al detonar hicieron volar los cuerpos, arrojando a gran distancia a varios de los
cadáveres horriblemente mutilados La carga habría sido colocada junto al cuerpo del concejal Lencina, ya
que éste apareció horrorosamente mutilado. Su cuerpo, al ser proyectado hacia arriba cayó sobre un cable
eléctrico provocando un corte de energía en un amplio radio del lugar.

En la intersección de las calles Sánchez y Santiago del Estero yacía uno de los cuerpos, únicamente con el
tronco, sin extremidades, asimismo a unos 40 metros de dicho lugar sobre la calle Canale, junto al pilar de
la última finca, otro cuerpo presentaba únicamente la parte superior del tronco faltándole en consecuencia,
el resto de los miembros. Además a unos 25 metros de la intersección de dichas calzadas, sobre Santiago
del Estero y junto al alambrado de una finca, yacía un cuerpo completamente destrozado, hallándose
asimismo, diseminados por las inmediaciones restos de extremidades de los cadáveres mencionados.Dos
cráteres producidos por los artefactos explosivos que originó la mutilación de los cadáveres se veían sobre
la calle de tierra.

Según el relato de los propios vecinos, la onda expansiva provocó la rotura de cristales hasta diez cuadras a
la redonda. Otro vecino del matrimonio Caferatta refería que la explosión había causado la rotura del
televisor.

Los autores del asesinato concluyeron su macabra tarea colocando cerca de los cuerpos destrozados,
sobre un baldío, una bandera de 2mts de largo por 0,65 cm de alto, color blanca con la siguiente inscripción:
“Fuimos Montoneros, fuimos del ERP” en aerosol rojo y un estrella de seis puntas. La inscripción hacía
referencia a la ideología de los asesinados, a quienes según ese texto se los señaló como miembros de la
agrupación autoproscripta y de la organización declarada ilegal.

Poco tiempo después de la fuerte explosión, mientras llegaban


los efectivos policiales a tres cuartos de hora de iniciarse el
operativo, según una estimación había un millar de parroquianos
angustiados y ansiosos por averiguar lo que había sucedido,
todos ellos cubrían la calzada. Se encontraron entonces con un
horroroso espectáculo, los cuerpos de los siete hombres
secuestrados estaban completamente mutilados.

Intervinieron efectivos policiales de la Unidad Regional de


Lanús, y ocho patrulleros de las Comisarías de Temperley y
Adrogué, cuyos efectivos fueron tomando datos del sangriento
raid, tanto en el bar el Recreo como en los domicilios del
concejal Lencina, de la concejal Santa Cruz, de Germán Gómez,
Rubén Maguna, Caferatta y en la misma unidad básica donde
se concretó la incursión. Hallaron tanto en el lugar del
fusilamiento como en la casa de Caferatta alrededor de veinte
proyectiles, calibre 9 mm. Y veintiséis cápsulas servidas del
mismo calibre y de un proyectil de calibre 11,25 mm.

Esa mañana en el lugar donde aparecieron los cadáveres de los


siete hombres y de la mujer acribillada que hasta ese momento
permanecía en su domicilio apareció un joven de alrededor de
14 años que en un momento determinado se separó de la
muchedumbre para acercarse a uno de los cuerpos que se
encontraba en la calle Santiago del Estero y se echó a llorar al reconocerlo. El mismo joven reconoció a
Germán Gómez de 31 años, obrero portuario que de hecho fue la primera identificación después del
asesinato colectivo. También creyó reconocer entre los cuerpos mutilados a un joven de 17 años de nombre
Langone (apodo con el que llamaban a uno de los hermanitos Díaz). Dicho muchacho manifestó que los
hermanos Díaz contaban con otro hermano que estaba ausente en el momento que se realizó el atentado,
lo que habría permitido que salvara su vida.

Esa noche, Carola, una vecina del barrio se acercó hasta la casa de Caferatta, temía encontrar entre las
víctimas a alguno de sus hermanos, militantes populares por aquella época. La vio a Gladys, sin vida,
también el cuerpo de un joven alto de pelo ondulado, tirado al lado de la heladera. Nunca supo de quién se
trataba, ni siquiera los diarios del momento registraron el nombre de esa persona. En concordancia con los
dichos de Carola, el hijo de Caferatta conjetura que alguien se refugió en la vivienda de su padre. Imagina
que venía escapando, lo agarraron en la casa y se lo llevaron junto con los demás al baldío donde los
masacraron. Esta hipótesis explicaría el desplazamiento de la patota desde el barrio Santa Rosa hasta las
calles Santiago del Estero y Sánchez, distantes unas treinta cuadras un lugar del otro.

Alrededor de las 11 hs del día siguiente culminó la tarea de recoger los despojos, los que fueron trasladados
a la Morgue Judicial de Avellaneda.Sábado 22 de marzo de 1975

Irma Santa Cruz, luego de constatar que su familia se hallaba bien se dirigió, acompañada por Sibara a la
casa de Hugo Sandoval, concejal de la Juventud Peronista para avisarle del hecho y pedirle que se
protegiera.

Días antes, la esposa y la hija de Sandoval se habían refugiado en la casa paterna del concejal.
Aproximadamente a las tres de la madrugada, en el auto de Sibara, junto a Irma viajaba Sandoval, lo
llevaban hasta el barrio Los Generales. Antes de partir, Sandoval había tomado recaudos, llevaba un “fierro
gande” y ya fuera del auto caminaba rumbo al lugar donde vivía Dolinsky. Le iba a dar la mala noticia y
compartir con el tercer concejal de la Juventud Peronista la angustia que tenía. Los dos emprendieron
camino hacia Villa Albertina para encontrarse con Celso Viola, Secretario del bloque de la JP, pero en el
trayecto, un patrullero los persiguió. Apresuraron el paso por el barrio Itatí, sin resultados, porque los
policías los levantaron a los golpes, cerca del arroyo y los introdujeron en el patrullero. Los llevaron hasta el
Pozo de Banfield a fuerza de culatazos y patadas.

La golpiza recrudeció
cuando les encontraron
los fierros. No hubo
credencial de
funcionario público
que los protegiera. En
el Pozo de Banfield
pidieron hablar con el
comisario Alí.
Finalmente
consiguieron ser
liberados. Retomaron
el camino emprendido
en búsqueda de Celso
Viola. Una vez
reunidos los tres fueron
Imagen de la masacre publicada en El Auténtico Nº 8, vocero del Peronismo a la casa de un pollero,
Auténtico (Montoneros), suplemento fotográfico anual, 24 de diciembre de
1975.
amigo de Celso, que
vivía colindando con la
plaza de Santa Marta.
Él los trasladó en su camioneta hasta el siguiente destino, el barrio San José. Ya de madrugada
llegaron Sandoval y Dolinsky. El primero observaba impávido la destrucción y muerte en el
departamento de Lencina. En el bar contiguo encontró a Gloria Benítez y a su bebé. Ella estaba
lívida, impávida, totalmente bloqueada. La llevó a su casa y durante una semana su esposa la cuidó.
En cambio Dolinsky se acercó hasta las calles Sánchez y Santiago del Estero.
Irma y Sibara, luego de dejar a Sandoval en el barrio Los Generales se dirigieron a la casa de
González Lozano, presidente del Concejo Deliberante. Muy de madrugada regresaron a la casa de
Irma. La esposa de un concejal le hizo compañía el resto de la noche. Ya amanecía cuando Irma fue
al descampado donde dinamitaron los cuerpos. Había policías por todos lados, en las esquinas.
Vinieron los periodistas a eso de las 7 de la mañana. “Esto fue peor que la Masacre de Trelew
“pensó para sus adentros. Guardaba la esperanza de que Flores estuviera vivo, que hubiera podido
escapar, pero lo reconoció enseguida, estaba boca abajo, tapado por un diario, era el único más o
menos intacto.

También, Francisco Maríncola, ex-concejal del FREJULI junto con González Lozano llegaron hasta
el baldío, con dudas más que con certezas, porque hasta ese momento sólo circulaba el rumor de
que podían ser los jóvenes de la J.P. que la noche anterior habían sido secuestrados en varios autos.

Lamentablemente se encontraron con un cuadro dantesco del cual les costó desprenderse por
muchos años, porque era algo horroroso, que no se entendía, que superaba toda realidad. Algo así
como querer destruir más allá de la muerte. Un odio homicida, irracional que no se comprendía.

Todo el perímetro se encontraba vallado por la policía. Aquello era una montaña de restos humanos,
pedazos de ropa desperdigados. Maríncola les decía a González Lozano y a Dolinsky que no se
apresuraran en emitir conjeturas, aunque intuía que se trataba de Lencina, y el resto de los
compañeros, porque entre esos pedazos de tela vio uno marrón, con dibujos oscuros, muy parecido
al pantalón que solía llevar Lencina. Aproximadamente a 20 mts de donde se encontraba Maríncola
había un bulto cubierto con diarios. Tuvo la mala idea de aproximarse y quitar los diarios. Hizo un
gran esfuerzo para resistir tanto horror. Se trataba de Flores, había quedado un poco más entero que
el resto, pero de la boca hasta las piernas estaba abierto. Comenzó a tambalearse, casi se cae. Flores
era un pibe jovencito, ojitos claros y verlo allí lo paralizó. Benítez era un buen muchacho que
luchaba por el barrio, los hermanos Díaz, unos chicos que militaban con Coca.

Maríncola le dijo a González Lozano. “Son ellos porque reconocí a Flores y también el pantalón de
Lencina”
Se sentían destruidos, todos querían a Lencina, pero César Dolinsky estaba peor, porque Lencina
era su compañero de la J.P. Fue un hecho gravísimo que antecedió al golpe militar, fue su antesala.

Los días sábados por la mañana, como de costumbre, solían reunirse algunos concejales afines, en
el despacho del intendente Duhalde. Entre ellos, González Lozano, Infantino. Tomaban mate y
charlaban sobre algunos temas municipales. Esa mañana, Infantino subía las escaleras rumbo al
despacho de Duhalde cuando vio bajar a González Lozano, consternado, llorando, entonces se
enteró de lo sucedido.

Esa madrugada, también uno de los Díaz se acercó hasta el descampado de Sánchez y Santiago del
Estero, algunos les decían que no fuera. La verdad es que los recuerdos le llegaban muy borrosos,
había pasado toda la noche en vela. Los restos de sus hermanos, amigos y vecinos habían sido
llevados a la morgue y devueltos el día sábado a las cuatro o cinco de la tarde. La familia Díaz veló
a Alfredo y Eduardo en la propia
casa, sobre la calle Monteros y el
padre Bernardo hizo un responso.

Al día siguiente, el padre Bernardo


acompañó al mayor de los Díaz
hasta la clínica donde se hallaba
internada la madre de los hermanos
Díaz, para darle la noticia, la habían
operado el jueves anterior. La
señora Díaz nunca pudo
recuperarse de la pérdida de sus
hijos, se abandonó, avanzó su
diabetes y su ceguera, falleció a los
dos años, no logró resistir la
ausencia.

El mayor de los hermanos Díaz,


nunca pudo comentar lo que le
había ocurrido, siente que lo
destrozaron moralmente y
psicológicamente. Fue una forma
de matarlo. Desde marzo hasta
septiembre de ese año no pudo
dormir más de dos horas, se Imagen de la masacre publicada en El Auténtico Nº 8, vocero del
despertaba sobresaltado con Peronismo Auténtico (Montoneros), suplemento fotográfico anual,
espantosas pesadillas. Trataba de 24 de diciembre de 1975

trabajar duramente para que le


ganara el cansancio y así poder dormir. A lo largo de su vida pasó por muchas situaciones dolorosas,
pero nunca como lo ocurrido aquel 21 de marzo de 1975.

La abuela y las tías paternas de Poly Flores se encargaron de reconocer el cuerpo de Héctor Flores,
lo velaron en la casa de la abuela, en el barrio Los Pinos de LLavallol. La mamá de Poly, Dora
Núñez, no pudo asistir, no la dejaron entrar, pero sí lo hizo otra señora con quien Héctor Flores tuvo
una hija en el año 1974. A ella la presentaron como la esposa era amiga de una de las hermanas de
Héctor Flores. En cambio los cuatro hijos de Flores y su madre fueron negados y relegados.

Primero, uno de los hermanos de Lencina se acercó hasta el baldío de Sánchez y Santiago del
Estero. Con posterioridad, otra hermana de Héctor, apodada Susy junto a su esposo Cacho fueron
hasta la morgue de Avellaneda para reconocer el cuerpo.

Ya estaba clareando el día cuando el padre de Rubén Maguna acudió al descampado de Santiago del
Estero y Sánchez. Esa tarde. Casi de noche fue a buscar los restos de su hijo a la Morgue de
Avellaneda. Allí se encontró con el resto de los familiares de las víctimas. Todos ellos fueron
maltratados por parte de las autoridades de la morgue, los obligaron a pararse contra la pared en una
actitud intimidatoria. Los familiares de Rubén decidieron enterrarlo en el cementerio de Avellaneda.
Actualmente sus cenizas las conservan las hermanas.

Domingo 23 de marzo de 1975Los restos del Concejal Lencina fueron entregados el sábado 22 de
marzo. Tuvieron que enfrentarse al gobernador Calabró para que les restituyeran los cuerpos. Esa
noche del día sábado, Héctor fue velado en el Salón de los Pasos Perdidos del Concejo Deliberante y
conducido al Cementerio de Lomas, poco antes del mediodía del domingo. Se habían tomado rígidas
medidas de seguridad. En el cementerio hizo uso de la palabra un representante de la Juventud
Peronista y seguidamente, González Lozano, Presidente del Concejo Deliberante.

Horas antes del entierro, la esposa de Lencina, por una cuestión de seguridad se hallaba refugiada
en la casa de unos compañeros en Lanús. Gente del Partido Intransigente y Comunista hicieron la
custodia de Coca, porque la Juventud Peronista era objeto de persecución y vigilancia por parte de
los servicios. Tito Garcia (Concejal del Partido Intransigente en la APR) y Ramón Morán (Concejal del
Partido Comunista en la APR) se responsabilizaron de trasladarla hasta el Concejo Deliberante,
donde velaban los restos de Lencina, los acompañaban otros militantes de la Alianza Popular
Revolucionaria. Un kilómetro antes de llegar a la casa de Lanús, se quedaron sin nafta. Íban en dos
autos y uno de ellos, sin combustible dejó de funcionar, por lo tanto comenzaron a empujar. Al
hacerlo, a un grandote que los acompañaba se le cayó el revólver. La gente que lo vio, salió
corriendo. Quedaron solos. Llegaron a la casa donde estaba Coca, la subieron al auto y la sentaron
entre Tito García y Ramón Morán. Coca llevaba un pañuelo en la cabeza y anteojos negros.

La esposa de Lencina hubiera querido que Héctor fuera velado en la capilla del barrio San José.
Aquella capilla del padre Gerardo que funcionaba en un tranvía, pero el Dr Alende (Alianza Popular
Revolucionaria) la hizo reflexionar, le dijo: “A vos te están buscando. No hagas que saquemos el
cuerpo de Héctor de acá para llevarlo al barrio San José, porque se va a armar otra masacre”. Del
mismo modo, Sandoval, Dolinsky, Celso Viola y Clarita de la J.P. coincidían en señalar la
peligrosidad de trasladar los restos de Lencina al barrio San José.

Ya, en la Municipalidad de Lomas de Zamora, Coca, García y Morán ingresaron al hall del Concejo
Deliberante, donde se hallaba el cajón con los restos de Héctor. Había policías por todos lados.
Entonces el comisario lo llamó a Morán y le dijo:” ¿Qué me hizo?”

Le respondió que cumplía con un acto humanitario, que sólo era una actitud personal y así se lo
habían pedido

No hubo incidentes. Inmediatamente, después del entierro llevaron a Coca hasta el Parque de Lomas
en el coche de Tito García (Partido Intransigente). La hicieron bajar y cambiar de auto.

En un Fiat rojo de Rodolfo Barbeito (Democracia cristiana en la APR) la trasladaron hasta Morón, a la
casa de Susy y Cacho, sus cuñados. Alejandro, su hijo la acompañaba. Tenía 3 o 4 años y
preguntaba por su padre. Coca trató de explicarle que estaba en el cielo, pero Alejandro la desmintió
con el convencimiento de que su padre se había ido a trabajar para construir una nueva casa, ya que
la gente mala había destruido la de ellos. Alejandro lloraba y Coca con él.

Durante la dictadura militar, los restos de Héctor Lencina fueron robados y enterrados como NN en
una fosa común. Recién en el año 1984, la mamá de Héctor se enteró, juntamente con los
compañeros y el resto de los familiares de Lencina. Procedieron a investigar y dieron con un
compañero que trabajaba en el cementerio quien tuvo la precaución de pintar el féretro para
distinguirlo.
Todos los 21 de marzo, en el cementerio de Lomas se recuerda a las víctimas de la Masacre de
Pasco y a los más de cuatrocientos compañeros caídos de Lomas.

ALFREDO ELÍAS Y EDUARDO RUBÉN DÍAZ

Mi hermano Alfredo tenía 18 años y demostraba un temple fuerte, tenía personalidad, sabía imponerse sin
llegar a ser agresivo, ni violento, en cambio Eduardo, menor que Alfredo era más tranquilo, más bonachón.
Sabía cocinar muy bien, le había enseñado a preparar ciertos platos a mi esposa y la cargaba por eso.
Ambos estudiaron en la escuela N° 80 que queda a la vuelta de casa. Alfredo trabajaba con mi cuñado en
un corralón. Ninguno de los dos tenía militancia política. Eduardo sólo contaba con 16 años.

Néstor Díaz (hermano)

RUBÉN ANTONIO MAGUNA

Rubén trabajaba conmigo en la metalúrgica Hidrodinámica que funcionaba en la rotonda de Pasco. El día
jueves habíamos compartido el turno y al finalizar la jornada nos despedimos con la idea de reencontrarnos
el sábado. El viernes pasó todo eso.

Cachito Maguna era como un hermano para mí. Él no participaba políticamente. Entre las versiones que se
corren hay una que indica que se lo llevaron por error, pues estaban buscando a un tal Chacho y el apodo
de él era Cacho.

Néstor Díaz (amigo)

Rubén había cumplido 21 años en diciembre de 1974. Recientemente había concluido el servicio militar que
era obligatorio por aquella época. Decidió realizarlo prestando servicio en la policía, porque le resultaba
menos complicado.

Se había casado en el mes de octubre y vivía en la casa de los suegros, al lado de la vivienda de Germán
Gómez. Su esposa estaba embarazada.

Norma Maguna (hermana)

Acto JP Quilmes, 27/02/74

GERMÁN GÓMEZ

Germán era una persona muy querida, tenía un corazón grande y siempre se jugaba por la gente, en
cualquier lado sacaba la cara por quien lo necesitara. Tenía la valentía de reconocer cuando se equivocaba
y lo reconocía.

Trabajaba como chofer de la línea 266. Cierto día, manejaba el ramal que va a Bernal y a la altura de
Lamadrid cuando sube una mujer embarazada a punto de tener a su bebé. Germán habla con los pasajeros
y les explica que va a desviar su recorrido, pero quien quisiese podía tomar el colectivo siguiente. Así lo
hace, lleva a la mujer hasta el hospital y luego retoma el recorrido. Al llegar a la Terminal del 266, en Lomas
lo despiden. Germán acciona legalmente, pero la empresa se niega a pagarle la indemnización
correspondiente, buscando excusas. Finalmente le pide a dos o tres muchachos del barrio que lo
acompañaran hasta la empresa y a punto de pistola retira el dinero que le pertenecía.

Germán era boxeador, llegó a pelear por el título sudamericano y siempre tenía la hinchada del barrio que
iban alentarlo.

Así como te cuento todo lo bueno de Germán también cuento lo que no me agradaba

Solía ir con algunos muchachos del barrio a interceptar los camiones de La Serenísima o de algún frigorífico
para apropiarse de la mercadería y repartirla entre los vecinos.

Germán era muy amigo de Héctor Flores

Néstor Díaz (amigo)

Germán era una persona muy honesta, trabajadora, muy querido en el barrio, él se crió en el barrio. Trabajó
como maquinista del puerto, fue colectivero y también boxeador. Estaba casado y tenía dos nenas. Su
esposa rehizo su vida y lamentablemente nunca más las volví a ver. El día que ocurrieron los hechos yo
estaba durmiendo, vivía a pocas cuadras de la casa de Germán, cerca de las vías. La policía me avisó lo
que había pasado, ellos llevaron los restos a la morgue de Avellaneda, luego los familiares fuimos a buscar
los cuerpos. Lo velamos en mi casa. Tenía 32 años cuando lo mataron.

ANIBAL NELSON BENÍTEZ

Era una persona muy callada, reservada.


No se vinculaba con mucha gente en el
barrio. Era un militante de base, solidario
e incondicional. Comenzó a trabajar en el
Concejo Deliberante, el 25 de mayo de
1973 como ordenanza. Vecino del barrio
San José vivía a escasas cuadras de la
casa de Lencina, sobre la calle Monteros,
junto a su esposa Gloria y su bebé recién
nacida.

En la sesión del Concejo Deliberante del


El terreno de Sánchez y Santiago del Estero, donde día , el ex – concejal por la Alianza
dinamitaron los cuerpos, en 2010. Popular Revolucionaria, Ramón Morán
recordó a Benítez: “… con su sinceridad,
trabajo, abnegación y honradez ayudó
como lo hacen los demás compañeros ordenanzas y empleados a que el Cuerpo pudiera funcionar mejor.
Diariamente Benítez demostraba sensibilidad y honradez política, porque siendo peronista jamás hizo una
discriminación con ninguno de los bloques, jamás preguntó a quienes solicitaban su colaboración si eran
radicales, comunistas, socialistas o peronistas, pues se brindaba por entero a todos por igual, por eso duele
esta muerte y quiero rendirle este homenaje, cuyo destino es la gente sencilla y de pueblo, la que
notoriamente trabaja la grandeza del país y que no merece por respuesta estos actos de barbarie” Juan
Bordacahar, ex concejal de tuvo las siguientes palabras recordatorias: “… siempre nos atendió con todo
respeto, con toda diligencia. Era un hombre modesto pero con sentido de la responsabilidad en todo cuanto
hacía. Quiero para él tener este pequeño recuerdo, porque en definitiva se trata de otro hermano que
también cayó”.
HÉCTOR EDELIO LENCINA

Héctor nació en Formosa, llegó a Buenos Aires solo, tiempo después arribamos el resto de la familia. En un
principio nos radicamos en Morón, durante la década del 70 nos mudamos al barrio San José, en San Juan
y República Argentina. Héctor vivía en la calle Donato Álvarez y estudiaba de noche en la Escuela
Passalacqua de Banfield. Había conocido a Coca por intermedio de mi cuñado, en un baile de la Sociedad
de Fomento.

Él consiguió el agua para el barrio de la calle Senillosa, era muy solidario, ayudaba siempre que podía.

Nunca hablaba de política con mi mamá, sí con mi cuñado que militaba en la Juventud Peronista y con mi
hermano policía. Se armaban grandes discusiones entre los tres.

Los días previos a la tragedia se lo veía algo nervioso, nos decía que las cosas no andaban bien. Creo que
por algún tiempo, durante el mes de febrero se fue a vivir con mi hermana en Morón. Comenzaron a seguir
a mis hermanos e incluso alguien ingresó a la casa de mis padres, pero mi hermana, asustada, gritó,
entonces, el intruso huyó por el fondo.

La última vez que ví a Héctor fue en el cumpleaños de Alejandro, en esa oportunidad, recuerdo que estaba
desocupada y le pedí que me consiguiera un trabajo. Me contestó con el tono risueño que solía tener que
necesitaba una secretaria para que se sentara en sus piernas.

Cuando ocurrieron los hechos yo no sabía nada, me enteré por la radio, por lo que rápidamente fui a ver a
mis padres. Mi madre estaba esperando a Héctor, porque tenía que ponerle el tejido que solía usarse como
medianera. Él siempre iba a visitarla, era muy contenedor con mi madre.

Durante la dictadura, los milicos se robaron el cadáver y lo trasladaron a otro lugar del cementerio. En el año
84, recuperamos su cuerpo y en la exhumación mi madre fue testigo con sus 84 años. Ella sufrió tanto que a
partir de ese momento se vino abajo.

Gladys Lencina (hermana)

Acá, en Lomas de Zamora, eran todos militantes jóvenes, ellos querían un verdadero cambio revolucionario.
El proceso fue sumamente complejo y lo cierto es que Lomas fue una de las zonas más avanzadas
ideológicamente.

Nosotros manteníamos reuniones con Héctor Lencina, el principal dirigente de la Juventud Peronista de
Izquierda, Dolinsky, Hugo Sandoval y Turner, con este último hasta mucho después de su separación del
cargo. Héctor Lencina era el presidente del Bloque del PJ., era muy simpático, amplio, tratable, hablaba muy
bien, muy educado e inteligente. Reunía las condiciones de un dirigente. Con él hicimos una amistad
personal, y luego política.

Cierta vez se suscitaron ciertos problemas a causa de las inundaciones. Entonces, la Municipalidad planeó
hacer un desagüe, por debajo del Camino Negro, que condujera al Riachuelo, pero la promesa no se
cumplió. Por lo tanto, convocaron a una asamblea y llamaron a la Alianza. La gente enardecida, manejados
por ellos, no nos permitieron hablar. Entonces les sugerí que fueran a la Municipalidad y exigieran el
cumplimiento de la promesa, al intendente de ese momento, Duhalde. Así lo hicieron, pero no fueron
escuchados.

Ramón Morán (ex - concejal de la Alianza Popular Revolucionaria)

Era el presidente del bloque en un momento. Alguien con un gran futuro político, una persona con una gran
capacidad intelectual. Era un lujo trabajar con él.
Julio Sibara (ex -Subsecretario del Concejo Deliberante).

En un homenaje póstumo, el concejal Eduardo Zabalegui diría de Lencina:”…Quiero evocarlo en las


reuniones nocturnas de la Comisión de Presupuesto, en las que se mostraba en mil gestos, preguntas y
comentarios, con la sencilla naturalidad con que lo definía. Su personalidad se volcaba hacia los problemas
que le interesaban con esa misma generosidad vital que trasuntaba lo físico. Vivía en su piel, en sus
maneras, ese interior criollo del que provenía. Era hombre de campo y también de ciudad, este centro
nervioso de la comunidad al que lo llevó su vocación política. Vivía modestamente y sentía, desde su actitud
humilde, la curiosidad y el serio afán de perfeccionar sus conocimientos. Recuerdo aún, con sorpresa, como
al comenzar a formarse la biblioteca del Consejo, leyó un trabajo sobre Derecho Administrativo y al día
siguiente, me asombró por su asimilación de conceptos fundamentales de esa especialidad. Era su primera
lectura sobre el tema.

La de Lencina, como tantas otras que la precedieron, ha sido una muerte absurda. Puedo decir que a simple
nivel humano tenía para conmigo confidencias, efusiones con que reflexionaba sobre el destino del país. Me
hablaba con confianza, sabiendo que nunca utilizaría sus palabras con sentido partidista. Debo decir en su
honor que sus reflexiones apuntaban siempre más al país que a su movimiento o sector…”

HÉCTOR FLORES

Vivía en LLavallol, en el barrio Los Pinos,


donde realizó un intenso trabajo en función de
conseguir las escrituras de las viviendas que
habían sido creadas por el plan Fonavi., ente
dependiente del Ministerio de Acción Social
cuya autoridad máxima era López Rega. Había
organizado y participado en sucesivas
marchas al ministerio, en búsqueda de
respuestas a sus reclamos. Era muy encarador
y frontal. Nunca se quedaba callado, yo le
decía “Todo lo que quieras, pero no lo digas en
voz alta”
Entrevista completa a Duhalde por la revista El
Era muy inquieto, trabajador, me tenía de un Caudillo, vocero no oficial de la banda terrorista Triple
lado para el otro, tratando de conseguir cosas A. Clic para agrandar.
para la comunidad, porque sabía lo qué se
necesitaba, Trabajó para la escuela, solía venir
buscando y reclamando cosas para el barrio .Militaba en el grupo Patria soberana de Osvaldo
Mércuri, Juan Carlos Álvarez, Gonzalito. La agrupación lo trajo y lo puso como secretario mío. Era
incansable, inteligente. Siempre me decía:” A vos no te va a pasar nada”

Juan Carlos Salas decía sobre él: ”Es un diamante en bruto”

Yo era concejal por la rama femenina del partido Justicialista en el Frejuli, me conecté con la
Juventud peronista aunque nunca pertenecí a Montoneros.. En la planta baja de mi casa había un
local grande donde funcionaba una Unidad Básica.

Irma Santa Cruz (ex -concejal del PJ)

Mi viejo era muy frontal, no sentía miedo, si tenía que romper la puerta del Municipio en función de
conseguir mejoras para Los Pinos, lo hacía. En esa época Mércuri era Secretario de Acción Social y
mi papá le pidió una audiencia, pero como tardaba mucho en concederla, se enojó y le pateó la
puerta. Le dijo que había gente que no podía esperar. A continuación, Mércuri le ofreció mercadería
que no aceptó, en cambio le exigió que lo acompañara al barrio Los Pinos para que personalmente
viera las necesidades de la comunidad. Mercuri así lo hizo y cuando hubo regresado a la
Municipalidad hizo cargar un camión con mercaderías para repartir entre la gente. Mi papá era quien
movilizaba a la gente y Mércuri era el ideólogo de la organización a la cual pertenecían ambos. Sin
embargo llegó a pelearse con Duhalde, Mércuri, el comisario si consideraba que se cometían
injusticias. Tabano siempre lo aconsejaba:” guardá no des todo” en el sentido de que se preservara.

Yo tenía una carnicería en el barrio Los Pinos y a través de una clienta me enteré que en aquella
época, mi viejo le había conseguido la vivienda, porque ella estaba al punto de la indigencia.
También un colectivero del barrio me describió el poder de convocatoria que tenía, porque cuando
los vecinos escuchaban un bocinazo, acudían a determinado lugar, porque sabían que Flores los
necesitaba. Todas las entradas a los monoblock tenían tachos con fuego para impedir el ingreso de
los militares. Nunca jugó en contra del barrio.

En el 2000, la crisis nos encontró a mis hermanos y a mí, desocupados, vendedores ambulantes,
entonces me acerqué a Mercuri para tratar de hablar con él, pero la respuesta fue que pensaba que
los hijos de Flores se encontraban bien y que no estaba en condiciones de ofrecer nada ni siquiera
una recomendación, porque no se podía arriesgar con nadie. Aún así recordaba cuando mi padre le
salvó la vida. Fue un día en el que ambos caminaban por la calle y desde un auto los tirotearon.
Seguidamente, Flores lo empujó hacia un pozo para protegerlo.

También intenté entrevistarme con Duhalde. Cierto día aproveché la ocasión de una visita suya a la
cancha de Banfield. Una caravana de autos lo seguía, resultaba imposible llegar a él por la custodia
que tenía. Le grité desde donde estaba que yo era hijo de Flores, hijo de la Masacre de Pasco.
Entonces giró e hizo señas para que me dejaran pasar. Luego me pidió el teléfono y me dijo que no
tenía nada que ver con Flores.

Al tiempo recibí un llamado de Mao a quien le reiteré la necesidad de oír hablar sobre mi papá,
porque sabía que habían sido compañeros de militancia y agregué que mis hermanos y yo
necesitábamos un trabajo. Pero nunca respondieron.

Tavano quería poner el nombre de mi viejo a una cuadra del barrio, pero murió antes de concretar la
idea. Tiempo después Walter Bezuzo cuando era concejal le puso al barrio Campanario el nombre de
mi papá, también a una calle.

Yo nací en el 72´ a mi papá lo mataron en el 75´, mi mamá, Dora Núñez murió en el 82´. Entonces
después de su muerte, mis hermanos se criaron con un amigo de mi papá y los dos más chicos
quedamos a cargo de un Juez de Menores. Nosotros vivíamos en el mismo barrio y tuve que
deambular de casa en casa, de escalera en escalera. Siempre reproché que nadie me fuera a buscar,
que no se preocuparan si estudiaba. Tuve que empezar a los 14 años a trabajar en una carnicería y
luego pedí trabajo y no me lo dieron. Sentía que quería estudiar, tener un título, emprender algo. Los
cuatro sentimos lo mismo.

Una hermana de mi mamá me sacó de ese lugar después de cinco años, pero mi hermano se quedó
hasta la mayoría de edad. Nosotros cuatro vivimos en el mismo barrio, pero no nos reunimos como
familia. Crecimos separados, no tenemos vínculo familiar, no tenemos amor filial ni trato con
abuelos o tíos. Mi familia son mi esposa y mis hijas. Hace poco falleció la hermana de mi papá y mi
primo que viajaba a Italia me trajo una caja con recortes y fotos de mi viejo. Entre los papeles
encontré una constancia de nacimiento de Vanesa Flores, nacida en 1974. Entonces, con mi señora
supusimos que se trataba de mi hermana. Mi hija mayor la conectó a través de facebook. Yo retomé
el diálogo, me enteré que vivía en Chubut. Ella pensaba que su padre la había abandonado.

Yo quiero que la Masacre de Pasco se haga pública y reciba una condena social, que se cierre el
tema con la verdad, que se sepa la verdad
Cada vez que hay un recordatorio de la Masacre de Pasco yo cuestiono la actitud de quienes ni se
acercaron para saber si nos faltaba algo, si pasábamos necesidades luego del asesinato de mi
padre.

Poly Flores (hijo)

OMAR GUILLERMO CAFERATTA

En ese tiempo mis padres se habían separado, yo vivía con mi mamá aproximadamente a doce cuadras de
donde tenía la casa mi papá. Él estaba en pareja con Gladys Martínez, vivían en la calle Amenedo y
Santiago del Estero. Mi papá había programado un viaje a Australia, no se encontraba en la casa ese día,
se salvó por ese motivo. La idea era viajar solo y luego mandarle el dinero a Gladys para el pasaje.

Era maestro mayor de obras, tenía planeado jubilarse y regresar luego de un tiempo para estar con mi
hermana y conmigo, ver crecer a los nietos. Falleció de muerte natural en 1993, en Australia.

Mi abuela me contó que esa noche Gladys, que pertenecía a la Iglesia Bautista estaba leyendo la Biblia
cuando la acribillaron desde la ventana. Aparentemente, alguien se refugió en la vivienda, venía escapando
y lo agarraron en la casa de mi papá, se lo llevaron junto con los demás al baldío donde los masacraron y lo
confundieron con él.

Mi padre se llamaba Guillermo Omar Caferatta era maestro mayor de obras y tenía una oficina en Claypole,
quizás hayan encontrado volantes de propaganda del negocio donde daba planes de pago, facilidades con
el nombre de mi padre, por ese motivo haya habido una confusión y lo registraron como víctima de la
masacre.

Cuando amaneció me enteré que los explosivos con los que dinamitaron los cuerpos movieron ventanas,
esparcieron restos humanos por todos lados, pendían de los cables de luz. Esa mañana me acerqué al
baldío y vi los cuerpos tapados, regresé a mi casa. Tal vez si hubiera llegado hasta la casa de mi padre
hubiera visto lo sucedido, pero me enteré de lo ocurrido por mi abuela. En el colegio, mis compañeros
pensaban que me había ocurrido algo a mí, porque en las noticias apareció el apellido Caferatta.

Lo único que recuerdo de Gladys es que era correntina y no tenía parientes en Buenos Aires. Esa noche, mi
tía, la única hermana de mi papá la iba acompañar a Gladys y no sé qué pasó que no fue.

Sé que mi abuela se encargó de los trámites de reconocimiento del cuerpo y del entierro.

Al día siguiente acompañé a mi abuela hasta la casa para limpiar los restos de sangre vi las marcas de los
balazos en la pared
Guillermo Caferatta (hijo)
Las causas de la masacre
Por Patricia Rodríguez

Un golpe al espacio del peronismo revolucionario

Roberto Cirilo Perdía, miembro de la Conducción de


la JP- Montoneros describiría el contexto político de
Lomas durante los años 70´:
“Lomas de Zamora tenía una dinámica diferente al
resto de los distritos de Buenos Aires e incluso del
país. La Juventud Peronista de Lomas tenía una
influencia enorme sobre el Partido Justicialista, cosa
que no había en otros lados. Lomas tuvo un
asentamiento político en el territorio con diferencias
respecto a otras realidades. La incidencia de las
distintas agrupaciones, que expresaban la política
de Montoneros, sobre el aparato del Partido
Justicialista era muy importante. Es uno de los
motivos, por los cuales en el armado de
candidaturas, para las elecciones de 73, quienes
tuvieron un peso gravitante fueron los grupos de la
Juventud Peronista del Distrito. La Juventud
Peronista en Lomas tenía un peso enorme dentro del aparato del PJ. El camino que allí se transitó fue
diferente. No era lo común la proporción de fuerzas que tuvimos en ese Distrito, respecto a otros de la
Provincia.

Mientras en muchos distritos las buenas relaciones iniciales con los intendentes se iban deteriorando, en
Lomas se recorrió un camino inverso y se fortaleció la presencia política de la llamada Tendencia en el
Municipio.

Luego, durante el año 74, algunas contradicciones entre compañeros montoneros con Turner y el PB.
(Peronismo de Base), nos debilitaron a todos. En ese contexto se fortalece un dirigente del peronismo
ortodoxo, Manolo Torres, uno de sus “pichones”, Eduardo Duhalde, se va quedando con el poder en Lomas
hasta erigirse, con el paso de los años, en el más poderoso dirigente del justicialismo bonaerense.

La Masacre de Pasco la tomamos como un golpe hacia nosotros, al espacio del peronismo revolucionario.

La ocupación de los espacios públicos por parte de la izquierda peronista, molestaba a la derecha peronista,
quienes se aprovecharon de las debilidades internas, de las contradicciones y no hicieron diferencia, nos
pegaron a todos El grupo que ejecutó la “Masacre de Pasco” era un grupo local, con la apoyatura de López
Rega que representaba el aparato nacional. El marco político lomense no podía escapar a las reglas
generales de los que estaba pasando a escala nacional. Sin embargo el importante avance y desarrollo de
fuerzas revolucionarias hizo que los sectores reaccionarios estuvieran más exaltados que en otros distritos.
Por eso puede decirse que, dentro del marco general de la acción lopezrreguista, fue un hecho puntal muy
ligado a fenómenos locales”.

El genocidio como un proceso social se va dando en varias etapas. En principio la producción y circulación
discursiva del otro como el enemigo, luego el hostigamiento legal y material del rebelde no normalizado.
Una tercera etapa corresponde al aislamiento político de las fuerzas progresivas. Finalmente el
aniquilamiento.

Para el año 1973, Lomas de Zamora resultaba el reflejo de lo que acaecía a nivel nacional. Los barrios, la
Iglesia, las fábricas, la Universidad, el Municipio fueron los escenarios donde se cuestionaba un orden
desigual e injusto.

Durante 1974, la resistencia en la Universidad y el Municipio, dos bastiones de las fuerzas progresistas de
Lomas habían conseguido imponer una estructura propia. Pero durante el segundo semestre del año, la
brutal embestida que los sectores reaccionarios que nunca dejaron de ejecutar se hizo más notable.
Entonces se va dando la pérdida de los espacios políticos: la destitución de Turner y a principios de 1975, el
cambio de autoridades de la UNLZ.

Finalmente, al aislamiento político le continúa la aniquilación de los militantes populares. Masacre de Pasco
fue la prueba que desnuda la índole de un poder desaparecedor. No fue un hecho aislado ni azaroso, sino
“una tecnología represiva adoptada racional y centralizadamente” según caracteriza el poder desaparecedor
Pilar Calveiro.

Desarmar la organización territorial a través del miedo


Del mismo modo, algunos funcionarios del
municipio coinciden en señalar que la elección
del barrio San José para perpetuar la masacre
no fue azarosa, respondió a una estrategia de
parálisis y miedo orientada hacia la comunidad.
Pasco era un lugar clave, un lugar desde donde
se movilizaba mucha gente, era la parte que
congregaba a una gran cantidad de militantes
era una de las zonas más organizada. Allí vivía
un concejal de la Juventud Peronista, Héctor
Lencina, un joven cuadro de amplio
reconocimiento territorial, un nexo entre el
movimiento popular y el proyecto político. La
aniquilación o amedrentamiento de parte de la
AAA hacia quienes articulaban la organización Pablo Turner, intendente provisorio de Lomas de
territorial buscaba desmovilizar, resquebrajar Zamora derrocado por la alianza de Duhalde, la
Triple A y la burocracia sindical.
los lazos solidarios, paralizar los movimientos
barriales, sociales.

El aniquilamiento de la oposición

Entre los espacios políticos de influencia ocupados por la Juventud Peronista- Montoneros durante
1973 figuran las universidades. Habían ganado nueve de los trece centros de estudiantes de la UBA.
La relación entre los funcionarios de las universidades y los jóvenes de la Tendencia era estrecha y
de cooperación. Lo mismo ocurría en la UNLZ. Julio Raffo, rector de la UNLZ en aquellos tiempos,
diría: “Durante el gobierno de Lastiri, ponen a Pedro Bustos como Secretario Académico. Se
sanciona la ley de Universidades y se nombra a los rectores normalizadores. Me eligieron a mí con
apoyo total y completo de la comunidad educativa. No tenía inserción territorial, de organización, ni
lazo con el territorio. Carlos Couto, Secretario de Extensión Universitaria, hombre de la J.P.
Regional, respondía a la conducción Montoneros. Me relaciona con la J.P., así me conecté con
Lencina y el Colorado Roberto (Secretario de Turner). Ambos muy cordiales, muy representativos
del ámbito territorial, venían a los actos universitarios. Un día les dije que me gustaría tener un
ámbito de encuentro con la gente de la zona. Carlos me dice que la Universidad tiene buena línea y
lamentablemente tenían otras prioridades, otras cosas de qué ocuparse. Me honró, pero me aisló”.

El rector Julio Raffo había aplicado una política de ingreso irrestricto, y llamado a concurso de los
docentes del establecimiento, esto significaba una clara contradicción con los cambios propuestos
por Ivanisevich.

Raffo se encargó de hacer pública su desavenencia con el ministro Ivanissevich. La medida fue
reafirmada por los concejales Héctor Lencina, César Dolinsky, Hugo Sandoval (J.P.), Ramón Morán
y Barbeito (APR). A la vez que el Centro de estudiantes de la UNLZ declaraba su apoyo a la gestión
del rector Raffo y su oposición a las medidas del ministro.

El 20 de febrero de 1975 intervienen la UNLZ y Raffo es reemplazado por Vitar, un farmacéutico


tucumano.

El concejal Lencina, la más conocida de las víctimas había suscripto hacía siete días, junto con los
concejales Dolinsky y Sandoval, miembros como él del bloque de la Juventud Peronista de las
Regionales en el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora, una declaración de repudio a la
intervención de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En la declaración los concejales se
solidarizaban con el anterior rector Julio Raffo y denunciaban la intervención como una medida
destinada a limitar el ingreso de los alumnos y contraria al espíritu de la Ley Universitaria.

La represalia

La Masacre de Pasco entre muchas interpretaciones fue entendida como una represalia por la
muerte de los policías de la comisaría N° 1 de Lomas.
Exactamente un mes antes de la masacre, Sergio Alberto Escot, militante montonero de 23 años,
casado, empleado bancario fue secuestrado-desaparecido en la vía pública, en la zona de Banfield.

La agrupación Montoneros en un operativo de recupero de armamento y ajusticiamiento de policías


torturadores, responsables de secuestros, torturas y desapariciones concreta la acción el 18 de
marzo. El comunicado de Montoneros, publicado en la revista Evita Montonera describe los sucesos
del 18 de marzo.

Al pueblo de la Patria

Compañeros:

En el día de la fecha a las 16.15 hs., la Unidad de Combate Montonera Chacho Peñaloza, integrada
por los pelotones de combate Carlos Capuano Martínez y Hugo Hansen realizó una emboscada de
aniquilamiento y recuperación en la calle Loria entre Italia y España del centro de partido de Lomas
de Zamora a un patrullero de la Comisaría N°.

El armamento que pasó a manos del pueblo y del auténtico Movimiento peronista para continuar
con la lucha, por la Liberación Nacional es el siguiente: dos pistolas Browning 8 mm. con tres
cargadores cada una y una ametralladora Uzi con un cargador. Estos policías de la comisaría N° 1
de Lomas de Zamora se han destacado en encarcelar y torturar a combatientes peronistas y de otras
organizaciones, haciendo desaparecer a compañeros de los que no quedan rastros como sucede con
el caso del compañero Sergio Alberto Escot.

Son lo mismos policías mercenarios que se ensañan contra los compañeros villeros de la zona, en
razzias, allanamientos y atropellos contra nuestras casas, mujeres y niños, contra trabajadores y
hombres del pueblo son iguales que los asesinos de Liliana Ivanoff y Hugo Hansen.
Perón vive. El
Peronismo vuelve.
Revista Evita Montonera
N° 3, marzo de 1975

El 18 de marzo de 1975,
tres policías mueren y
uno quedó gravemente
herido al ser embestido
un patrullero en el que
viajaban, por un grupo
de combate de
Montoneros. Nuestros compañeros aguardaban el paso del patrullero en Loria al 200 de Lomas de
Zamora a sólo tres cuadras de la estación y en pleno centro. Revista Evita Montonera N° 3, marzo
de 1975

Al día siguiente de ocurridos los hechos, la Municipalidad de Lomas publicó una solicitada en el
diario local La Unión. En ella expresaba su consternación y calificaba a los policías caídos como
humildes servidores del orden público. Brindó sus condolencias al Comisario de la primera de
Lomas, Enrique A. Paillard, al Jefe de la Unidad Regional II de Lanús, Comisario Luis Rodolfo
Ventini, y al Jefe de la policía Comisario General Enrique Silva e invitó al pueblo de Lomas al
velatorio que se llevó a cabo en 1° piso de la Municipalidad.

Otra solicitada del mismo día, emitida por el intendente Duhalde, el bloque del FREJULI, la
Delegación de la CGT y la Regional de las 62 Organizaciones expresaba un contundente repudio
contra los antipatria que respondían a intereses antinacionales.”

En esa oportunidad, Duhalde brindaría sus respetos a policías sospechados, entre ellos a Paillard.
Actualmente, juzgado según la causa N°1 caratulada “Causa incoada en virtud de decreto 280/84
del Poder Ejecutivo Nacional, del Juzgado N°1 , Secretaría Especial quien solicita indagatoria a los
responsables políticos y materiales de los delitos de privación ilegítima de la libertad u homicidio.
Entre los integrantes de la cadena de mandos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires
sospechados de delitos de lesa humanidad figura Enrique A. Paillard, Comisario General que se
desempeñó en dictadura como responsable de la Dirección de Inteligencia. Años más tarde,
Duhalde, genuflexo a las fuerzas represivas, repetiría en 1994 la misma actitud condescendiente al
calificar a Klodzyck como “el mejor jefe de la mejor policía del mundo” conceptos que se
trastocarían al visibilizarse la responsabilidad mafiosa de Klodzyck, luego de la muerte de José Luis
Cabezas.
Algunos detalles

En la sesión del Concejo Deliberante del 10 de marzo de 1975, el intendente Duhalde había sido
citado para informar al cuerpo legislativo municipal el motivo por el cual no se llevó a cabo el
tendido de una cañería de agua potable y la habilitación de seis grifos para la zona de Villa
Albertina y Santa Marta. La obra demandaba cinco millones de pesos y la partida de dinero había
sido concedida a Duhalde el 30 de octubre de 1974. En la sesión del 10 de marzo, con la obra sin
hacer, Duhalde volvió a solicitar doscientos millones para cubrir los servicios de camiones
aguateros, luego pasó a explicar que la obra no se inició porque se había firmado un convenio entre
el Ejército Argentino y Bienestar Social para la provisión de cañerías. En el proyecto también había
participado Obras Sanitarias, por lo que ante dos proyectos de provisión de agua, el plan
emprendido por el municipio era pequeño y casi sin razón de ser, por lo tanto Duhalde determinó
que quedara sin efecto. Agregó:”Si el día de mañana Bienestar Social reparte agua gratis en Lomas
de Zamora y ustedes me han concedido una partida de 200 millones de pesos, póngale la rúbrica
que no voy a gastarlos”.

Al término del pedido de informe pasó a votarse la moción de Pellegrini, concejal de la UCR que
solicitaba que todas las actuaciones motivadas como consecuencia del pedido de informes pasen a
la Comisión de Servicios Públicos. Por la afirmativa votaron diez concejales: Abuin, Bordacahar,
Fernández, y Pellegrini por la UCR, García, Verón, Barbeito por la Alianza Popular Revolucionaria,
y H. Sandoval, Dolinzky y Lencina, por la Juventud Peronista. Por la negativa, trece: González
Lozano, Hernánez, López, Maríncola, Martínez, Richiuto, Sandoval F, Santa Cruz y Zabalegui por
el Frejuli, Lorenzini, Pittier por la Democracia Cristiana y Scalerandi e Infantino por el Partido
Federal.

La segunda moción presentada por Scalerandi (concejal del Frente Conservador del Partido Federal)
sugería aprobar directamente el informe de Duhalde. Trece concejales (los trece anteriores) votaron
afirmativamente y diez se negaron a aprobar directamente el informe.

La barra se hallaba presente en el recinto, manifestándose reiteradas veces, al punto que el


Presidente del Concejo, González Lozano pidió silencio una gran cantidad de veces.

La siguiente sesión del Concejo Deliberante, se llevó a cabo el 12 de marzo de 1975, diecinueve
concejales participaron con la intención de tratar las mejoras urbanas en Villa Fiorito. Para Héctor
Lencina sería la última vez. Sentía una gran aflicción por el rumbo que iban tomando las cosas, las
amenazas y secuestros de compañeros. En esa reunión del Concejo Deliberante debía hacer públicas
las agresiones que habían sufrido en la sesión anterior, entonces pidió la palabra para formular una
cuestión de privilegio. Era necesario relatar a nivel institucional lo ocurrido en la sesión del día
lunes 10 de marzo. Narró como un grupo de personas que se encontraban en la barra increpó
violentamente al concejal de la Juventud Peronista, Hugo Sandoval, en forma verbal primeramente
y luego, a puntapiés. Prosiguió, pero esta vez solicitando que el Concejo Deliberante expida su
repudio enérgicamente. También denunció que el hecho no era más que una parte de la larga cadena
de insultos, amenazas, atentados y agresiones de que fueron víctimas los concejales de la Juventud
Peronista desde el 25 de mayo de 1973 hasta la fecha. El concejal señaló la indecorosa actitud de
funcionarios del Departamento Ejecutivo y de amigos de esos funcionarios, que en forma abierta
incitaron a la gente de la barra, directamente desde el recinto, en contra de los concejales. Exigió
que las conductas de los funcionarios se ajusten a lo estipulado en la carta orgánica de las
Municipalidades y Reglamentos internos. Culminó diciendo que más adelante aclararía con mayor
precisión.

Luego, el concejal García (Concejal del Partido Intransigente) amplió los conceptos anteriores y
adhirió a la cuestión de privilegio planteada por Lencina, ya que él también había sido víctima de
agresiones al término de la sesión. Responsabilizó a funcionarios del Departamento Ejecutivo por
incitar a gente de la barra y por abrirles la puerta del salón de los pasos perdidos. Ambos bloques,
ese día habían votado en contra de aprobar el informe de Duhalde.

Habían pasado nueve días de aquella sesión dónde se denunciaban las agresiones, exactamente el 21
de marzo, esa noche, la de la tragedia se abría el Concejo Deliberante para concretar una sesión
ordinaria, según lo dicho por los ex-concejales Jorge Infantino, Irma Santa Cruz y el Subsecretario
del Concejo Deliberante, Julio Sibara. Relata Jorge Infantino del Partido Federal, que esa noche
presentaba en sesión ordinaria, el proyecto de Ley: “Ampliación del cementerio municipal y
Carmelo Pellegrini, concejal por la UCR, en cambio planteaba trasladar el cementerio a Garibaldi al
3000. Duhalde quería tratar el tema, pero hacía falta un concejal, así que Julio Sibara fue a buscar a
Irma Santa Cruz, porque hacía falta dar quórum.

Sin embargo, el ex-concejal Sandoval afirma que esa noche no hubo sesión dentro del Concejo
Deliberante, sí reconoce que pudo haber existido una reunión de Comisión. Por otro lado, en los
archivos de la Municipalidad de Lomas de Zamora donde se encuentran las versiones taquigráficas
de las sesiones del Concejo Deliberante, entre otras, las correspondientes a la etapa 1973-1976, no
consta ninguna versión de la supuesta sesión del 21 de marzo. En el año 1975, la Sesión
Extraordinaria del 12 de marzo donde Lencina hace pública las agresiones padecidas por la gente de
su bloque lleva el N° 6, abruptamente la consecutiva es la Sesión Extraordinaria del 2 de abril de
1975 donde se rinden los homenajes al concejal víctima de la masacre y lleva el N° 8. Por lo tanto
no aparece la N° 7. En el Libro de Actas, donde se asientan las fechas de las convocatorias a
Sesiones Ordinarias, Extraordinarias o Especiales figura en el Acta N° 19 la convocatoria a sesión
para el 20 de marzo a fin de tratar la necesidad de adquisición de materiales para el Municipio y el
Acta N° 20 del 26 de marzo cita a los concejales para el 2 de abril.

Aproximadamente a las 21.30 hs del 21 de marzo comenzaron los secuestros y las muertes en la
zona de Pasco.

La sesión siguiente a la Masacre de Pasco corresponde al 2 de abril de 1975. En esa oportunidad


diecinueve concejales se congregaron para homenajear al concejal Héctor Lencina.

Sucesivamente los concejales Jorge López (FREJULI), Jorge Infantino (Partido Federal), Carmelo
Pellegrini, Scalerandi, Alfonso González Lozano (FREJULI), Ramón Morán (Alianza Popular
Revolucionaria), Rodolfo Barbeito (Alianza Popular Revolucionaria) fueron expresando
sentimientos, recuerdos, ideas en torno a la muerte y figura de Lencina. En su exposición, Barbeito
concluyó dando un alerta respecto a las causas de la violencia que se vivía en ese momento.
Consideraba que el sistema, sus estructuras se encontraban enfermos, por lo tanto enfermaban a la
sociedad, por lo que resultaba necesario aunar esfuerzos para cambiar el sistema capitalista, el
sistema del poder del dinero que todo lo destruye.
César Dolinzky (Juventud Peronista) pidió la palabra
para recordar a Lencina, pero también para denunciar
la impunidad con la que actuaban las bandas armadas
y sus cómplices, asesinos de militantes populares.
Aquellos que instigaban o protegían a las bandas de
asesinos. También señalaba como responsables a los
que desde sus cargos no denunciaban y sostenían un
silencio cómplice o los que señalaban dónde vivían y
trabajaban los compañeros. Continuó diciendo que no
es reprimiendo, o a través de la violencia o
proscribiendo cómo se combate una idea. Agregó que
el gobierno dice hacer cosas para erradicar la
violencia, pero los únicos detenidos que existen son
del ERP y Montoneros, sin embargo, que no existen
detenidos de la Triple A o de las bandas armadas que
asesinan compañeros. El Caudillo vio la luz el 16 de noviembre de
1973 para representar la voz de la derecha
fascista peronista y contrarrestar la línea
Reconoció que todo militante corría riesgos y que la editorial de El Descamisado, órgano de
única garantía posible estaba dada en la medida en que prensa de Montoneros. El Caudillo actuó
como vocero oficioso de la Triple A. La
los partidos políticos pudieran entender la situación y colección completa de El Caudillo puede
estuvieran dispuestos a defender los auténticos descargarse en el sitio Ruinas Digitales
derechos de poder expresar las propias ideas. Luego,
expresó un ferviente anhelo, el de poder tener en la
patria una auténtica democracia. Evaluaba imprescindible que se permitiese a los militantes
populares participar libremente, que pudiesen vivir como el resto de la gente y no esperando a cada
paso la bala traidora y encapuchada que los eliminase.

Morán, pidió no sólo recordar a Lencina sino que se hiciera extensivo el homenaje a Benítez. Luego
hizo un llamado a todas las fuerzas políticas por más disímiles que fuesen, a civiles y militares,
aunados en un frente común, sin darle importancia a cómo se piense, para terminar con los males
estructurales de la sociedad. Agregó que esos hechos de muerte y horror no son exclusivos de
Lomas, se registran casi en todo el país. Recalcó que los responsables de los asesinatos nunca se
encuentran ni reciben castigo. Señaló las experiencias cercanas a nuestra frontera como el caso de
Chile donde quedó demostrado quienes son los interesados en que la Argentina no se libere, porque
ése es el quid de la cuestión: Frenar el proceso de liberación.

El método

Los informantesRodolfo Walsh reconstruyó la estructura de la Triple A, un organización


parapolicial, jerárquica cuya conducción política (López Rega) y operativa (Morales, Almirón y
Rovira) decidían las operaciones de terrorismo llevadas a cabo por un sector dedicado a la
inteligencia y recolección de datos y un cuerpo operativo.
En consecuencia, se puede deducir que la orden de secuestrar y asesinar en Temperley partió de una
disposición del poder centralizado, a partir de los datos aportados por informantes locales. Los
vecinos del barrio donde vivían los hermanos Díaz y Germán Gómez aseguran que en el momento
del secuestro, Germán pudo reconocer entre sus captores a un vecino policía de apellido Salazar que
trabajaba en la Comisaría 1era de Lanús. Los propios vecinos de Salazar, tiempo después,
escucharon cuando en las peleas matrimoniales de Salazar, su esposa lo acusaba de haberlos hecho
matar a los Díaz.

El cuerpo operativo de la Triple A intensificó sus acciones luego de la muerte de Perón hasta las
luchas sindicales del denominado Rodrigazo. Durante ese tiempo, la Triple A centró su actividad en
el asesinato de militantes populares y atentados con bombas. Las fuerzas represivas estaban
integradas por policías, sindicalistas de derecha, personal retirado de seguridad, militares, algunos
por cuenta propia, otros inspirados y dirigidos oficialmente según describe el documento
desclasificado enviado desde Buenos Aires a Estados Unidos, tres meses antes del golpe. El
accionar de la Triple A no menguó luego de la fuga del López Rega, sino que recrudeció con la
reaparición de la revista El Caudillo, primero bajo la influencia de López Rega y en un segundo
momento, bajo el dominio de Lorenzo Miguel. De tal manera que el incremento de la violencia de
extrema derecha, en el segundo semestre de 1975 tuvo como auspiciante a Lorenzo Miguel y la
UOM.

Fusilamientos y voladura de cuerpos. Represalias

Las fuerzas represivas de la dictadura militar absorbieron a los grupos de la Triple A. La


Superintendencia de Seguridad Federal, a cargo del comisario Lapuyole y del jefe del grupo de
secuestradores, Gallone, quien se rodeó de los peores criminales salidos de la Triple A y llevó a la
Superintendencia de Seguridad Federal fueron algunos de los responsables de la Masacre de Fátima,
el 19 de agosto de 1976. Días antes había sido asesinado el general Omar Actis y en represalia
seleccionaron a treinta personas que estaban detenidas ilegalmente en la Superintendencia de
Seguridad de la Policía Federal -conocida como Coordinación. Fueron trasladadas hasta Fátima,
Partido de Pilar. Los acribillaron y en la zona de Pilar apilaron los cuerpos y los hicieron detonar.
Los restos se encontraron esparcidos en un radio de treinta metros con un papel que indicaba treinta
por uno haciendo referencia a la venganza por la muerte de Actis.

Los fusilamientos y la voladura de cuerpos fue la marca de la Triple A. Las mismas prácticas, el
mismo método empleado en la llamada Masacre de Fátima prueba la presencia de grupos de la
patota de la Triple A dentro del aparato represivo de la dictadura militar. El mismo procedimiento
fue empleado un año antes en el baldío de Sánchez y Santiago del Estero.

Días antes, un grupo operativo de Montoneros había ajusticiado a tres policías torturadores de la
Comisaría Primera de Lomas, por lo que se presume que la Masacre de Pasco pudo haberse
efectuado, entre otros muchos motivos por un ajuste de cuentas.

La paraestatalidad
Por otro lado, el funcionamiento de las bandas paraestatales actuaba al margen de la ley, pero
íntimamente ligadas al estado. Operaban en la clandestinidad para garantizar la protección de sus
miembros de futuras acusaciones legales o presiones internacionales. Sin embargo gozaban de una
notable impunidad y connivencia con el poder que confundía a la sociedad y tornaba su accionar
incomprensible.

Los integrantes de la banda armada que llevó a cabo la Masacre de Pasco cubrían sus rostros con
máscaras o capuchas negras. Los autos en los cuales se desplazaban llevaban balizas sobre el techo,
al igual que los utilizados por la policía.

Uno de los hermanos Díaz recuerda haber visto esa noche desde la ventana de su vecino cómo
pasaban militares que vestían uniforme de fajina controlando los movimientos en el barrio.

Del mismo modo, las denuncias de Dolinsky en la sesión de homenaje al concejal Lencina
resaltaba: “… la impunidad con la que actuaban las bandas armadas y sus cómplices, asesinos de
militantes populares. Aquellos que instigaban o protegían a las bandas de asesinos”. También
señalaba como responsables a los que desde sus cargos no denunciaban y sostenían un silencio
cómplice o los que señalaban dónde vivían y trabajaban los compañeros. Agregó que el gobierno
decía hacer cosas para erradicar la violencia, pero no existían detenidos de la Triple A o de las
bandas armadas que asesinaban compañeros.

Zonas liberadas

La instalación de zonas liberadas que luego serían prácticas sistemáticas durante la dictadura data
de la época de la Triple A. Las fuerzas paramilitares cuando iban a secuestrar a los supuestos
opositores al régimen le ordenaban a la policía no intervenir en caso de recibir un llamado de
alarma en la zona del operativo. Y así lo hacían, cuando no participaban activamente en el mismo.
La noche del 21 de marzo, Irma Santa Cruz y un familiar de los hermanos Díaz acudieron a la
Comisaría de San José para denunciar los hechos ocurridos. Néstor Díaz les suplicó que salieran a
buscar a sus hermanos, pero los policías se excusaron diciendo que no contaban con unidades. Irma
Santacruz les exigió la custodia de un patrullero, pero le dijeron que estaban afectados a la
masacre.

La Triple A buscó romper las redes de solidaridad social para desactivar los conflictos sociales a
través de las amenazas primero, luego, de la violencia.

Los responsables

A un mes de ocurrida la Masacre de Pasco, un grupo de aproximadamente diez jóvenes colocaron


un cartel de tela blanca de 2 metros por 1,50 entre las calles Jujuy y Salta. La leyenda que contenía
el cartel decía: Isabel, López Rega y la cana mataron a ocho compañeros, la justicia llegará”.
Rápidamente se dispersaron porque sabían que serían víctimas del hostigamiento legal (1.infracción
a los Artículos 211 y 213 Bis del Código Penal). Los jóvenes utilizaron bombas de estruendo para
llamar la atención de los transeúntes y distribuyeron volantes.

En el volante que la Juventud Peronista arrojara en la calle Pasco aparece denunciado el hecho, al
mismo tiempo que revelan los posteriores hostigamientos a los militantes de la Juventud Peronista
de la zona, a través de los allanamientos a los domicilios de varios de ellos. También manifiestan su
disconformidad con el velatorio de los restos del concejal Lencina en la Municipalidad, en
oposición al resto de los compañeros asesinados y velados en el propio barrio.

En el volante identifican a los responsables del hecho. Marcan en primer lugar a la Comisaría Nº 1
de Lomas de Zamora por encarcelar y torturar a militantes peronistas, además de la desaparición del
militante Sergio Alberto Escot. Aducen que los Torinos blancos utilizados el día de la masacre son
los mismos coches de civil que usan en esa comisaría.

Además responsabilizan al intendente Duhalde por fomentar desde la Municipalidad la aparición de


grupos parapoliciales. Denuncian que durante el gobierno de Duhalde se produjeron la mayor
cantidad de encarcelamientos y asesinatos a militantes populares en la historia de Lomas de
Zamora. Agregan que la relación de Duhalde con la policía queda en claro cuando dos meses atrás
había prestado el salón de la Municipalidad para que fueran velados allí, los tres policías
torturadores ejecutados por Montoneros.

Finalmente repudian al gobierno encabezado por Isabel. López Rega y la burocracia sindical, a los
cuales llaman tránsfugas y los igualan con los gobiernos de las dictaduras gorilas que hambrean a la
clase trabajadora, reprimen y asesinan a los verdaderos peronistas que denuncian su traición.

La comisaría Nº 1 de Lomas

Ubicada en la calle Laprida al 662 de Lomas de Zamora. Según el volante de la Juventud Peronista,
arrojado en las calles Pasco y Salta, a un mes de la Masacre, adjudican a la Comisaría N° 1 la
responsabilidad de encarcelar y torturar a militantes peronistas y de la desaparición de compañeros.
También agregan que los autos usados el día de la masacre son los mismos coches de civil que
emplea la comisaría para detener y torturar a militantes populares.

La Juventud Peronista, a través de un comunicado publicado en la Revista Evita Montonera de


marzo de 1975 responsabiliza del secuestro de Sergio Alberto Escot a la Comisaría N° 1 de Lomas,
especialmente a los policías torturadores: Roque Fredes, Nicolás Cardoso y Eugenio Rodríguez.

Eduardo Duhalde

[Duhalde con los editores de “El Caudillo”, portavoz oficioso de la Triple A. Año 1974]

Corría el año 1964 y Juan Carlos Cibelli, militante fundador de las FAL (agrupación de origen marxista),
trabajaba en el Banco Provincia de Lomas de Zamora. Había sido elegido delegado de la Sección de
Contaduría, conjuntamente con Eduardo Duhalde, delegado de la Secretaría de la Gerencia y estudiante de
abogacía, por aquellos años. Ambos entablaron una amistad que duró poco tiempo, porque Cibelli debió
jubilarse anticipadamente. Sin embargo continuó su militancia dentro de las FAL. En 1969 organizaron el
asalto al Regimiento Nº 1, para lograr el recupero de armas, esto llevó a la detención de varios integrantes
de las FAL, incluyendo a Cibelli. Entonces, una comisión de veinte abogados, entre ellos Duhalde, toma la
defensa. Su esposa recuerda la preocupación de Duhalde por tener noticias del detenido. Le había pedido
que una vez por semana le llevara información. Cibelli lo recuerda como una buena persona, querida por los
trabajadores, caso contrario no hubiera sido elegido delegado por los compañeros del banco en asamblea.

Para 1971, durante la dictadura de Lanusse, consigue trabajo en el despacho de Asuntos Legales de la
Municipalidad de Lomas, gracias a un tío de su esposa Chiche. Ya se había recibido de abogado. La oficina
de Asuntos Legales le permite conectarse con los conflictos territoriales más álgidos. Chamorro del PRT-
ERP, militante del barrio San José Obrero de Budge rememora aquella época:

“Nosotros participamos junto a los compañeros en la toma de tierras, en Ingeniero Budge, formamos el
barrio San José Obrero, hoy Budge Sur. Fueron las primeras experiencias de tomas de tierra en forma
organizada, allá por el año 69/70. Esas tierras tenían varios dueños y Duhalde vendía a la gente la posesión
treintañal. Muchos provenían del interior, necesitaban una vivienda, por lo que ante la necesidad y el
desconocimiento no percibían la estafa de Duhalde, quien vendía terrenos que no le pertenecían. Así que
tomamos las tierras, las repartimos y comenzamos la autodefensa, porque nos querían desalojar.
Formamos la Junta Vecinal de San José Obrero, organizada cuadra por cuadra, con un delegado por
manzana.

“En relaciòn a la expropiación de las tierras, nuestra posición era expropiar sin pagar. Duhalde y Aramoundi
(2) proponían abonar un 10 % por grupo familiar a cargo del estado. En la Asamblea de vecinos se votó y
ganó nuestra posición. Igualmente enviaron la ley que ellos querían. En el 74, durante el gobierno de
Calabró, la ley llegó al Congreso, votaron a favor. La expropiación se llevó a cabo, pero Calabró nunca
depositó el dinero, como acordaba la ley. Después llegó la dictadura. Ellos no pudieron anularla, pero si
modificaron algunos aspectos. Se produjeron algunos pocos desalojos.

También Mingo de la JP de Budge recuerda la llegada de Duhalde al barrio:

“Hacia el año 70, la gente había rellenado tierra bajas para armar sus casas. Entonces aparecieron los
dueños para rematar esos terrenos. En realidad, los propietarios como López Salas, dueños de medio
Budge y Villa Albertina trabajaban en el banco Hipotecario, tenían acceso a la documentación e información
necesaria para quedarse con las tierras haciendo uso de la posesión treintañal. Los domingos se remataban
las tierras a un precio irrisorio. Ponían la bandera roja y no sé como todo el mundo iba al remate para
impedir que alguien ofrezca otro precio. Así se evitaba el desalojo. Era una lucha constante todos los
domingos. La iglesia de la calle Bariloche comenzó a organizar asambleas y desde allí se creó la Comisión
de tierras. El cura Miguel Bianchi invitó a Duhalde como abogado recién recibido. También estuvieron
Alberto Aramouni y Augusto Conte (3), por la Democracia Cristiana y José Antonio Romero. Bianchi nos
decía que eran abogados, que no nos iban a cobrar por asesorarnos e iban a armar la Ley de Expropiación.
Esto produjo la división de la Comisión de tierras, porque nosotros sosteníamos asesorados por Duhalde
que no se podía expropiar sin indemnizar y la gente del ERP pretendía expropiar sin indemnizar “
Duhalde inicia su
militancia en el Sindicato
de Empleados Municipales
como delegado, luego
como Secretario
Administrativo, a la par
que se desempeñaba en la
oficina de Asuntos
Legales. Se afilia al
Partido Justicialista.
Algunos meses después
consigue la confianza de
los principales dirigentes
de las 62 Organizaciones
local.

En aquel momento
Rodolfo Illescas era el
Secretario Gremial de la
regional que abarcaba la
CGT y las 62, dominaba el
sindicato municipal.
Illescas tenía una La derecha peronista. Buenos muchachos
agrupación muy
importante, la 17 de
octubre. González Lozano, abogado, luego camarista, al igual que Jorge López, obrero de la
Firestone, formaban parte de esa agrupación, constituía la parte ortodoxa del peronismo. Illescas lo
postula a Duhalde como concejal por la rama sindical. Al mismo tiempo participaba en el Centro
Doctrinario, organización de corte ortodoxo que integraban Toledo, Graciela Giannettasio,
Labollita, Alberto Trezza, Pedro Gutiérrez, Rubén Miguel Citara, Raúl Álvarez Echagüe.

Destituido Ortiz, en el mes de julio de 1973, lo reemplaza Turner, en consecuencia, Duhalde ocupa
la Presidencia del Concejo Deliberante.

Pero la intendencia de Turner no llega al año. Será sometido a continuas maniobras por parte de las
autoridades del gremio de municipales, la línea ortodoxa del peronismo. Ellos trabaron la gestión
municipal de Turner y lo acusaron de haber entregado ladrillos a una unidad básica en lugar de a
una sociedad de fomento, como se había votado en el Concejo Deliberante

La intendencia de Turner atraviesa un sinnúmero de barreras intencionales, no le perdonan al


hombre de Budge asumir la conducción del Municipio, por eso decide separar del cargo a Carlos
Rosende, Secretario de Economía y Hacienda, hombre de la derecha peronista. Luego, Luis María
Roberto (actualmente desaparecido), Secretario Privado de Turner, explicaría públicamente la
medida, diciendo que Rosende era el responsable del sucesivo boicot que trababa el accionar
municipal para la obtención y distribución de finanzas.

Al día siguiente, un grupo de concejales del Frejuli elevaron a la Secretaría del Concejo Deliberante
el pedido de juzgamiento de la labor de Turner.

El CD votó mayoritariamente la suspensión del intendente por noventa días y su reemplazo por el
presidente del CD Eduardo Duhalde. Según el exconcejal Jorge Infantino:” Duhalde era el hombre
indicado en ese momento, apoyado por el Sindicato de Municipales, por la Iglesia. Defendió los
intereses del sindicato y demostró ser un hombre de fortuna, ese toque de fortuna”.

El peronismo ortodoxo, personificado en la figura de Illescas, Secretario gremial del sindicato de


municipales impulsa a Duhalde como reemplazo de Turner. Otros sectores reaccionarios le dan el
visto bueno y brindan su apoyo como el golpista gobernador Calabró y Manolo Torres, delegado
interventor del PJ de Lomas.

Cuatro días después de asumir sus funciones, rápidamente Duhalde contrató veinticinco vehículos
para levantar los restos de poda que fueron trasladados hasta el vivero municipal.

En una de las sesiones de interpelación a Turner, la Juventud Peronista hizo oír sus voz, en la figura
de César Dolinsky, quien expreso:”Se habla de que la ciudad está sucia y se “para” en la comisión
de Servicios Públicos la contratación de camiones para la recolección de ramas. Y miren señores
concejales. Observen qué rápido se puede hacer cuando hay apoyo y afán de colaborar”.

Durante los primeros días, Duhalde prometió, luego concretó la rebaja de las tasas municipales,
gracias a la ayuda recibida por el gobernador Calabró, a partir de contribuciones provinciales a las
intendencias.

A días de haber asumido Duhalde como intendente de Lomas de Zamora, el delegado interventor
del Partido Justicialista, Manuel Torres, publica en el diario local una solicitada en la que hace un
llamado a legisladores, miembros de la CGT 62 Organizaciones, a la Rama Femenina, Rama
Política y a todo peronista que quiera participar en la resistencia para acabar con los gobiernos de
minorías antipopulares. Apunta a la necesidad de reconstruir la Nación para liberarla. Agrega:”nos
toca vivir una instancia histórica y a ella debemos contribuir con fervor, apartando a los infiltrados
de nuestras filas, cuyas mentes caotizadas albergan un proyecto extraño a la Nacionalidad que es el
del peronismo concebido por Perón y los millones de argentinos plenamente consustanciados con su
doctrina quieren una Argentina libre, poderosa, justa.

En abril de 1975, a un mes de ocurrida la Masacre de Pasco, un grupo de la Juventud Peronista


organiza un acto relámpago en la intersección de las calles Pasco y Salta. Arrojan volantes en donde
denuncian el hecho y los posteriores hostigamientos padecidos por los militantes de la Juventud
Peronista de la zona, también los allanamientos de los domicilio de varios de ellos.

En el volante identifican a los responsables del hecho. Marcan en primer lugar a la Comisaría Nº 1
de Lomas de Zamora. También responsabilizan al intendente Duhalde por fomentar desde la
municipalidad la aparición de grupos parapoliciales. Denuncian que durante el gobierno de Duhalde
se produjeron la mayor cantidad de encarcelamientos y asesinatos a militantes populares en la
historia de Lomas de Zamora. Agregan que la relación de Duhalde con la policía queda en claro
cuando dos meses atrás prestó los salones de la Municipalidad para que fueran velados allí los tres
policías torturadores ejecutados por los Montoneros.

El 17 de octubre de 1975, el día de la lealtad, Duhalde organiza y preside la columna que parte
desde la plaza de Lomas, ya que hablaría Isabel de Perón. La columna, según relatan algunos
asistentes al acto, ingresaron a la Plaza de Mayo cantando:” A la lata al latero, queremos la cabeza
de los jefes montoneros”.

Masacre de Avellaneda

En el año 2002, Eduardo Duhalde asume la presidencia de la Nación, en forma similar al golpe
palaciego dado en el 74´, en Lomas. Su intención como dirigente máximo era impedir las
movilizaciones populares y demostrar su dureza ante el poder económico nacional y el FMI. Los
días previos a la Masacre de Avellaneda, Duhalde se reunió con representantes de las Fuerzas
Armadas, de la Policía Federal y Provincial, miembros del gabinete, representantes del Poder
Judicial, Servicios de Inteligencia del Estado, el gobernador de Buenos Aires, Felipe Sola, entre
otros para instruir sobre la decisión política de reprimir el conflicto social y organizar el operativo.
El mismo 26 de junio, Duhalde se citó con Soria, titular del SIDE, Atanasoff, Jefe del Gabinete y
Juan José Álvarez, Secretario de Seguridad para armar el discurso argumental que justificara el
terrorismo de estado desde su presidencia. El comisario Franchiotti repitió la versión mentirosa de
que la policía sólo usó balas de goma, en cambio los piqueteros portaban palos y balas asesinas.

Duhalde fue el responsable de las muertes de Darío Santillán, Maximiliano Kosteki y treinta y tres
heridos de balas de plomo, su propósito, desarticular las luchas sociales. Álvarez garantizó la
masacre, el poder económico y los medios de comunicación justificaron la represión y las muertes,
Franchiotti fue la mano de obra. Pero la reacción popular lo obligó a cambiar de estrategia, luego a
adelantar las elecciones. A partir de ese momento comienza la persecución a militantes. Los
punteros del PJ, matones a sueldo o patotas de la policía secuestraban, amenazaban o golpeaban a
militantes de base con el fin de desarmar a las organizaciones populares y garantizar el orden, en un
clima social de movilización.

“La forma en que actuaron las fuerzas provinciales, coordinadas con las nacionales de Gendarmería,
Prefectura y Policía Federal, demuestra que la emboscada estaba preparada y que no hubo aquí
ningún exceso, sino la recalcitrante adhesión de las fuerzas de seguridad para repetir los
procedimientos de la dictadura militar. Y un mensaje inequívoco del poder central. Si no fuera como
queda escrito, ¿cómo podrían haber ingresado efectivos de la Federal cuatrocientos metros en
terreno bonaerense?, ¿cómo podría haberse llevado a cabo el asalto sin orden judicial al local de
Izquierda Unida donde hirieron y secuestraron militantes de un partido del arco parlamentario?
¿Cómo podría la bonaerense haber ocupado el Hospital Fiorito para secuestrar gente?” Página 12,
27 de junio de 2002.
Años antes, exactamente en 1991, Duhalde asumía la gobernación de Buenos Aires, sus hombres de
confianza lo rodeaban, entre ellos, Alberto Trezza ( compañero de militancia de la década del 70´
que se había desempeñado como empleado del Ferrocarril Roca) quien había comandado la primera
etapa de desguace de Ferrocarriles Argentinos, en ese momento lo nombra titular de Ferrobaires.
Trezza arma una estructura de poder que aún se mantiene intacta, un grupo que también activa
como barras bravas de Banfield, Lanús y Defensa y Justicia, entre los integrantes de ese grupo
figura Héctor Carruega, vinculado a la muerte del militante del PO, Mariano Ferreira. (Diario
Tiempo Argentino 30-01-11).

Victorio Calabró

En el armado de las listas del Frejuli, la burocracia sindical del peronismo, representada por las 62
organizaciones proponían la fórmula Anchorena- Guerrero y la Juventud Peronista pretendía
postular a Bidegain. La discusión se dirimió en el Congreso de Avellaneda. Juan Manuel Abal
Medina, Secretario del movimiento llevaba la orden de Perón de repartir el 25% para la rama
sindical de Miguel y Rucci y había designado a Bidegain como cabeza de lista por la rama política.
Calabró llegó porque accedió a romper el frente sindical de las 62 organizaciones y negociar con el
frente político.

No obstante, mientras ocupó el cargo de vicegobernador se encargó de desgastar al gobierno de


Bidegain, obligarlo a largas batallas legislativas estériles. Otro de sus recursos era crear gastos que
no figuraban en el Presupuesto de la Provincia, comprometiendo así partidas ya aprobadas. Solía
enviar a sus emisarios a hablar de infiltración y de marxismo dentro del gobierno de la provincia,
ante los editorialistas de La Prensa y La Nación.

En enero de 1974 aprovechó la destitución de Bidegain, quien era proclive a la política de


Montoneros, para asumir como gobernador de Buenos Aires, los dirigentes metalúrgicos lo
apoyaron, necesitaban el espacio de poder. Victorio Calabró era un dirigente metalúrgico, miembro
de las 62 organizaciones. Durante su gobernación se produjeron la mayor cantidad de atentados,
secuestros, detenciones y masacres.

Mantenía estrechas relaciones con el brujo López Rega y con las Fuerzas Armadas, sobretodo con el
general Viola. Según el periodista López Echagüe, ocurrido el golpe, Calabró pudo instalarse
libremente en un departamento de Cabildo al dos mil, en la Capital Federal, donde nunca jamás fue
importunado, ya que el general Viola, haciendo gala de fidelidad al compromiso asumido, lo
protegió Calabró fue la apoyatura provincial de Duhalde, le giró partidas de dinero para apaciguar el
explosivo Municipio.

1) Artículo 211. (Intimidación pública contra la población) en el Código Penal, así como el art. 149
(coacción agravada, para obligar a funcionarios a dictar alguna medida o abstenerse). Figuras como
los Art. 211 y 149 se utilizan clamorosamente para reprimir la protesta social.

Art.213 Bis.- Será reprimido con reclusión o prisión de tres a ocho años el que organizare o tomare
parte en agrupaciones permanentes o transitorias que, sin estar comprendidas en el artículo 210 de
este Código, tuvieren por objeto principal o accesorio imponer sus ideas o combatir las ajenas por la
fuerza o el temor, por el solo hecho de ser miembro de la asociación.

2) Alberto Aramouni: legislador provincial en la provincia de Buenos Aires por la Democracia


Cristiana (73/76 y 85/87).

3) Augusto Conte: dirigente de la Democracia Cristiana, Padre de Plaza de Mayo, uno de los
fundadores del CELS, Diputado Nacional. Se suicidó en 1992.

La AAA

Los orígenes de la triple A deben rastrearse a comienzos del 73, como una respuesta de la derecha
peronista, la burocracia sindical y la CIA a la gran movilización de los sectores populares, ideada
para frenar las demandas populares y preparase para una agudización de la lucha de clases y de la
creciente actividad política. La banda, dirigida por José López Rega, secretario personal de Juan
Domingo Perón , quien había sido designado Ministro de Bienestar Social nombró al teniente
coronel Jorge Manuel Osinde, experimentado represor durante el primer gobierno peronista, como
secretario de Deportes y Turismo. De la mano de Osinde, llegaron al Ministerio de Bienestar Social,
Morales y Almirón, dos policías expulsados de la fuerza por corruptos, proxenetas, ladrones y
traficantes de drogas. A su vez Morales y Almirón conectan a López Rega con Villar, el círculo de
muerte se cierra. La estructura de la triple A, según Paino constaba de ocho grupos cuyo jefe
máximo era López Rega y el enlace entre ellos, Conti. Cada grupo formado por cuatro hombres,
más otro de apoyo respondían a las órdenes de un jefe. Así Almirón, Rovira (descubierto
recientemente por los trabajadores de Metrovías como Jefe de Seguridad de la empresa), inspector
Coquibus, sargento primero López, Farweson, Pascucci, Taequini y Escobar eran los jefes de
diversos grupos y sustentaban un poder ilimitado, sobre la vida y sobre la muerte de los que
consideraban sus enemigos. Aunque en teoría, antes de decidir cada operativo, una vez filtrada la
información de boca de los infidentes, se la procesaba y era López Rega quien decidía la ejecución.
Pero como eran los jefes de grupos quienes recibían la información y la verificaban, hubo casos en
el que la ejecución respondió a rencillas personales de cada jefe.

El servicio de inteligencia recolectaba la información de un jefe de manzana quien recibía la


información de toda la manzana, porteros, inmobiliarias, porteros de facultades etc. Una vez
corroborada la información, los colaboradores eran recompensados. El jefe del sector tomaba datos
de 6 manzanas y el jefe de zona tenía a su cargo dos sectores y era quien filtraba la información y la
comunicaba al Ministerio de Bienestar Social.

Rodolfo Walsh hacia fines de 1974 sistematizó sus investigaciones y reconstruyó la estructura de la
Triple A del siguiente modo: Conducción política (López Rega), Conducción operativa (Morales,
Almirón y Rovira). El grupo terrorista estaba dirigido por un cuerpo nacional general del cual
dependía un cuerpo ejecutivo, con secciones de inteligencia, justicia y operaciones.

Además, según Walsh, la procedencia de los miembros de la triple A eran los siguientes: Grupo
original (Villar, Morales, Almirón, Rovira) Custodia personal de López Rega, Sectores políticos
adictos a López Rega, Custodia presidencial, Policía Federal, Otras policías, Ejército, Marina,
Gremios.

Walsh detecta como sectores políticos a López Rega a la Juventud Peronista de la República
Argentina (Jotaperra) liderada por Julio Yessi, consignatario de armas, a la revista El Caudillo de
Felipe Romeo (partícipe de exterminios) y a Norma Kennedy.

Walsh advirtió la repetición de la metodología utilizada por la triple a en Bahía Blanca y Mar del
Plata a través de tres grupos responsables: Uno encabezado por Gregorio Minguito, dirigente de la
UOM, zona norte, otro organizado por el dirigente del Automóvil Club Argentino, Carlos
Sanguinetti y el otro formado por custodio de Luz y Fuerza, vinculados directamente con Morales.

Asimismo la banda contaba con un comando especializado en asesinar exiliados políticos a partir de
un acuerdo firmado en el 74 con otros dictadores latinoamericanos y la CIA.

Entre julio y agosto de 1974, se contabilizó un asesinato de la AAA cada 19 horas. Se había iniciado
la práctica de la desaparición de personas. La banda terrorista hizo su aparición el 20 de junio de
1973, en la llamada Matanza de Ezeiza donde fueron identificados trece muertos y más de
trescientos heridos, luego en noviembre del 73 pasaron a atentar contra la vida del senador Hipólito
Solari Irigoyen. La primera víctima mortal fue el diputado nacional Rodolfo Ortega Peña en julio de
1974. También asesinaron a Silvio Frondizi, Julio Troxler, Atilio López, Alfredo Curutchet, Carlos
Mugica. Algunos sostienen que ultimaron entre mil quinientos y dos mil militantes y referentes
populares, otros aseguran que fueron cinco mil víctimas en todo el territorio. Desde el mismo riñón
de la Triple A se adjudican la desaparición de Raúl Alfredo Bonafini en febrero de 1977, Carlos
Gustavo Cortiña el 15 de abril de 1976, Héctor Chaves el 29 de marzo de 1976, Dante Guede el 9
de octubre de 1976, estos datos corroborarían que esta organización parapolicial siguió trabajando
como tal, luego del golpe de estado del 24 de marzo de 1976.

La Triple A y los grupos de influencia

La Triple A en algunos casos accionará en conjunto con los diversos grupos de ultraderecha que
actuaron con la complicidad y colaboración de policías y militares. Las bandas (CNU, CDO, JPRA,
JSP) habían surgido en las décadas del 60´ y 70´ y luego de ocurrido el golpe, la mayoría de sus
miembros se incorporarán a las patotas represivas.

El órgano oficial de difusión de la Triple A era la publicación “El Caudillo” que surgió en 1973. Su
director, Romeo, se encargaba de bajar línea en contra de la izquierda peronista, volcaba su
ideología de derecha, antisemita y emitía pedidos de castigos para figuras políticas y culturales,
también publicaba las listas negras de la AAA. El lema de sus responsables:”El mejor enemigo es el
enemigo muerto”.

Comando Nacional Universitario (CNU)

La CNU nació en La Plata. Para 1968 era un grupo de centroderecha que se fue convirtiendo en un
movimiento parapolicial, ilegal, clandestino de ultraderecha. En 1971 asesinaron a la estudiante
Silvia Filler; cinco miembros fueron encarcelados, pero recuperaron la libertad para 1973. Durante
la tercera presidencia de Perón, secuestraron, torturaron y mataron con la cooperación de las fuerzas
militares y policiales. Ex miembros de la Concentración Nacional Universitaria de Mar del Plata,
integraron después del golpe de Estado de 1976 patotas del Grupo de Artillería de Defensa Aérea
601, unidad del Ejército responsable de secuestros, torturas y desapariciones.

Comando de Organización (CDO)

Alberto Brito Lima, exdiputado nacional, fue el jefe del Comando de Organización. En el año 1973,
Brito Lima protagonizó junto a Alejandro Giovenco, Noma Kennedy y Osinde la matanza de
manifestantes, pertenecientes a la columna sur de la Juventud Peronista, en Ezeiza, tras la llegada de
Perón. En Lomas de Zamora, el local central de CDO funcionaba en un chalet cercano a la estación
de Turdera, participaban muchos de los que hoy pertenecen al oficialismo, también gente de Monte
Grande que venían mandados por Giovenco., Brito Lima.

Juventud Peronista de la república Argentina (Jotaperra)

Surgió para contrarrestar la acción de la Juventud Peronista, Montoneros. La Jotaperra como la


llamaban los miembros de la Juventud Peronista se hallaba encabezada por Julio Yessi quien era
responsable de un organismo dependiente del Ministerio de Acción Social. En el año 1974, el
uruguayo Antonio Acosta fue perseguido, torturado y secuestrado por la patota de Coordinación
Federal y grupos de tarea que pertenecían a la Juventud Peronista de la República Argentina de
Julio Yessi.

Según relata Julio Raffo, Exrector de la UNLZ:” la AAA había puesto a Julio Yessi de la J. Perra,
para contrarrestar a la J.P. Solía pasar por la casa de Julio Yessi cada vez que debía hacer trámites,
cambiaba de camino continuamente por una cuestión de seguridad, a veces por Camino Negro, o
Autopista Ricchieri, pero cuando pasaba por la casa de Julio Yessi siempre había cuatro autos
parados, hombres parapetados y un gran movimiento.
Si bien gran parte de los operativos salían de la quinta de Olivos bajo las órdenes de Almirón, la
casa de Yessi en la calle Mitre del partido de Lomas, era grande, operativa y se veía gente armada.
Era una casa operativa que respondía a las órdenes de López Rega. Creo que la AAA actuaba en
función de la información y los requerimientos locales. No había una inserción de la AAA en todos
lados, pero atentaban contra los referentes barriales que molestaban. Tenían una lista con los
militantes y había un dedo que decidía quién moría.

Juventud Sindical Peronista

Fue una estructura juvenil de gremios incorporados a las 62 Organizaciones, fundada en 1972 por
José Ignacio Rucci, funcionó como fuerza de choque contra los militantes de la Juventud de los
Trabajadores Peronistas a la que calificaban como grupos de infiltración marxista. La Juventud
Sindical Peronista reclutaba a los matones que actuaban en los operativos de la AAA
Comando Nacionalista del Norte

Fue una organización paramilitar surgida a comienzos de 1974 bajo el control y la Dirección del
Comando de la V Brigada de Infantería de Tucumán. Su jefe fue el Inspector Roberto Heriberto
Albornoz (El Tuerto), conocido torturador que actúo con total impunidad durante las dictaduras de
Onganía, Levingston y Lanusse. Tiempo después el Comando Nacionalista del Norte se incorporará
a la Triple A.

Comando Libertadores de América

Durante el año 75, comenzó en funcionar, en Córdoba, el Comando Libertadores de América,


organización responsable de secuestros, torturas y muerte. Tanto la AAA como los Comandos
Libertadores tenían el mismo modo operacional y los mismos objetivos, pero estos últimos no
tenían conexión con López Rega. Los Comandos Libertadores estaban integrados por militares,
policías y civiles cuyo jefe era Héctor Vergez, alias “Vargas” y su mano derecha Pedro Raúl
Telleldín (padre de Carlos Telleldín. Implicado en la voladura de la AMIA) suboficial retirado que
fue puesto a la cabeza del Departamento de informaciones de la provincia.

Los centros de operaciones elegidos eran los locales de sindicatos intervenidos, organismos
oficiales como el Banco Social y las dependencias del D2, donde se interrogaba y torturaba a los
detenidos que luego eran llevados a la cárcel de San Martín o al campo de concentración La Rivera,
primer centro ilegal en Córdoba...

Durante 1975 recrudecen las detenciones ilegales, asesinatos, atentados como la voladura que
padece el diario “La voz del interior”, el secuestro, fusilamiento y voladura de los cuerpos de la
familia Pujadas (Mariano Pujadas, uno de los presos fusilados en Trelew).

Las estructuras ilegales y las formales, las clandestinas y las regulares, actuaban en el marco de una
estrategia única y bajo una conducción unificada. Los grupos de tareas conformaban una
organización paralela, subsumida en la estructura policial, pero que respondía a sus propios
mandos.

Ocurrido el golpe del 76, las bandas represivas se sumaron a los grupos de tareas bajo las órdenes
de los militares.

Antecedentes de la AAA

Los cardenales de La Forestal

La Forestal, empresa de capitales ingleses, franceses y alemanes, en 1872 se instaló en el norte de


Santa Fe, el sur del Chaco y el noreste de Santiago del Estero. Esas, tierras fueron cedidas a cambio
de pagar un empréstito contraído por el gobierno.
Crearon colonias que contaban con leyes, bandera y dinero (vales) propios. Aproximadamente
20.000 trabajadores absorbía la empresa, entre sus empleados figuraban diputados, comisarios,
jueces y otros funcionarios que recibían importantes beneficios a cambio de favores.

La superexplotación de los obreros hizo posible el enriquecimiento de los distintos dueños. El 90 %


de la población sufría de paludismo, tuberculosis. El 80 % de las muertes correspondía a menores
de 35 años. Las condiciones de vida precaria, en chozas construidas por los propios obreros podían
ser quemadas, y las familias perseguidas hasta que morían o abandonaban los territorios de La
Forestal, en el caso de detectarse la participación del trabajador en huelgas. .La jornada laboral de
12 horas a cambio de pan, mate y unos vales que se cambiaban en la misma proveeduría de la
empresa fueron el contexto en el que se produjo la primera huelga de La Forestal, en julio de 1919.
Los anarquistas de la FORA, socialistas y sindicalistas independientes cooperaron en el armado de
la huelga cuyos reclamos fueron “jornada de 8 hs., aumento salarial, suspensión de los despidos. La
segunda huelga se produjo entre diciembre de 1919 y enero de 1920 la huelga de hacheros,
reprimida salvajemente por la gendarmería de La Forestal, por la argentina y por bandas civiles
contratadas en Buenos Aires; aquello dejó una cifra nunca revelada de muertos.

La tercera huelga en La Forestal del año 1921 fue la más importante y culminó con una salvaje
represión, donde la "gendarmería volante" y otras formaciones parapoliciales impunemente
patrocinadas por el gobierno de Hipólito Yrigoyen actuaron despóticamente con un saldo de
centenares de muertos y 19 dirigentes huelguistas condenados a la cárcel. En el cuaderno del
capataz Aniceto Barrientos registraba lo siguiente: “a los muertos los apilaban uno sobre otro, le
clavaban el cuchillo en la nuca por si estaban vivos, desde ese día tenía miedo de volver a trabajar
porque nos miraban con odio, como si fuéramos perros sarnosos”.La Forestal además tenía una
fuerza propia de represión: la "gendarmería volante" (popularmente conocida como "los
cardenales"), financiada por la propia empresa, y armada y uniformada por el gobierno provincial.
Esta ¨fuerza policial¨ hacía cumplir las leyes propias de la empresa incluso violando la propia
Constitución Argentina y los Derechos de los trabajadores. La Forestal acabó con el potencial
argentino de quebracho y se trasladó a África, para explotar mimosa. En Chaco y Santa Fe quedaron
un millón de hectáreas incultivables, pueblos fantasmas y mucha gente en la miseria.

Ramón Falcón

Fiel representante de la oligarquía argentina, mantuvo una coherencia en la lucha y exterminio del
otro, el diferente. En un principio participó junto a
Sarmiento, en Entre Ríos combatiendo a las montoneras de López Jordán, luego Roca lo nombra
inspector del batallón de guardia cárceles de la campaña al Desierto en el exterminio del indio.
Reaparece como represor en julio del 93. En 1906 fue nombrado por Alcorta, Jefe de la Policía de la
ciudad de Buenos Aires.

El 1 de mayo de 1905, frente al estado de sitio impuesto por Quintana, las posibilidades de recordar
el día de los trabajadores son inciertas. A pesar de todo la FORA y la UGT deciden llevar adelante
el acto sin las banderas rojas que la oligarquía rechazaba por ser foráneas, extranjerizante. La
multitud parte de Plaza Constitución y a la altura del teatro Colón comienzan a hablar los oradores,
pero rápidamente la represión policial los detiene.

Grupos de civiles y policías bajo sus órdenes habían clausurado en incendiado locales sindicales,
censurado la prensa anarquista y socialista, quemado sus imprentas, bajo el grito de “Viva la patria”.
En 1907 desalojó a familias que se resistían a pagar el aumento exorbitante de sus alquileres, en esa
oportunidad arrasó contra mujeres y niños.

El 1 de mayo de 1909 reprimió a miles de trabajadores que se habían dado cita en plaza Lorea, el
resultado 11 muertos y 105 heridos, muchos de los cuales fallecieron al día siguiente. Esto desató la
decisión sindical de pedir su renuncia y largaron la huelga con movilización. Nuevamente reprimió
una columna de 60.000 personas que acompañaban el féretro de los masacrados al cementerio de
Chacarita.

Finalmente hacia fines de 1909, el anarquista ruso Simón Radowitzky arrojó una bomba de
fabricación casera en el carruaje donde viajaba Falcón, quien murió a las pocas horas.

La Semana Trágica

La Argentina recibe a principios de siglo una importante masa inmigratoria, entre ellos anarquistas
y socialistas. Durante el gobierno de Hipólito Irigoyen (1916-1922) impotente ante el capital
oligárquico, ordena reprimir las huelgas sin titubear. Los círculos más reaccionarios entran en una
suerte de pánico, de histeria ganaderil, denunciando la existencia de soviets en cada sindicato o en
cada actitud de rebeldía de los trabajadores, lo que los lleva a tomar la decisión de crear una fuerza
parapolicial que reprima con mayor eficiencia que la policía.

El 7 de enero de 1919 comenzó la huelga en los Talleres metalúrgicos Vasena. El reclamo por las 8
hs. laborales, aumento salarial fue reprimido por un grupo de rompehuelgas, junto a la policía que
comenzaron a disparar, e ingresaron a las casas matando a cuatro personas dentro de sus viviendas.

El 9 de enero, una muchedumbre acompañó el cortejo fúnebre hasta el cementerio de la Chacarita.


Mientras los distintos referentes de la FORA hicieron uso de la palabra, la policía y el ejército
surgieron de entre los muros del cementerio disparando sobre los obreros.

El 11 de enero, el gobierno radical concedió aumento salarial, la libertad de los 2000 presos y la
jornada laboral de 9 horas. La FORA (comunistas y socialistas) aceptó, pese a que un sector
(anarquistas) exigía la continuación de la huelga hasta lograr el esclarecimiento de más de 700
muertes y 4000 heridos registrados a lo largo de esa semana.

El 20 de enero los obreros de Vasena se incorporaron a la fábrica, después de corroborar que habían
sido satisfechas sus demandas.

El clima de tensión llegó a su punto más álgido, durante la Semana Trágica. Fue el bautismo de
fuego de la Liga Patriótica Argentina, aunque habían participado antes en represiones (como un acto
pacífico en Gualeguaychú, o un ataque a una reunión de la FORA), nunca habían tenido la
posibilidad ofrecida en aquel enero, en el que, junto a la policía y el ejército, dejaron un tendal de
700 cadáveres, 2.000 detenidos y 4.000 heridos.

La creciente conflictividad obrera (huelgas) es percibida por la clase dominante como el otro, el
peligroso que ocasiona la ruptura del orden establecido, pues la clase trabajadora podía adueñarse
de un pensamiento democrático que hiciera tambalear el predominio de la burguesía. Estas nuevas
formaciones son amparadas y actúan con total impunidad por el estado, son los nuevos aliados de la
policía y del ejército, provienen, en su mayoría de familias del Barrio Norte. La reacción de los
sectores que veían amenazada su posición se materializó en las siguientes organizaciones:

La Asociación del Trabajo

La Asociación del Trabajo, una banda de rompehuelgas que surge en 1918 y se dedicaban a reprimir
cualquier manifestación de protesta obrera.

La Liga Patriótica Argentina

La Liga Patriótica Argentina, banda parapolicial de derecha, fue el primer grupo nacionalista. Se
fundó en 1919, para “ordenar” la patria de los agitadores izquierdistas, hacer respetar las
instituciones ante el peligro de un cambio social, otorgar un lugar privilegiado a la iglesia y a las
fuerzas armadas. Presidida por el Yrigoyenista Manuel Carlés, e integrada por estancieros,
militares, empresarios, hombres del clero como Miguel A. Martínez de Hoz, Antonio Lanusse,
Federico Leloir, el perito Francisco P. Moreno, Joaquín S. de Anchorena, monseñor Miguel de
Andrea, Carlos Tornquist, Federico Leloir, Jorge Mitre, Dardo Rocha etc. Nacen al amparo del
estado y actúan con total impunidad, reprimen a obreros, los expulsan, les disparan, conforman un
sindicato paralelo, un sindicato de la patronal. Se reúnen en comisarías reparten armas y brazaletes,
utilizan autos último modelo para incendiar locales anarquistas, bibliotecas populares, sindicatos
con la venia de la policía. Las ideas de la Liga Patriótica. Dios, familia, propiedad, tradición, eran
utilizadas como mero chantaje emocional.

La Patagonia rebelde

En 1921 comienzan la huelga, los trabajadores de las estancias de Santa Cruz, impulsados,
fundamentalmente, por los sindicatos anarquistas. Reclamaban mejoras en las condiciones
laborales, aumento de salario, un paquete de velas mensuales a cada obrero, mejoramiento en las
raciones de alimentos. El pedido fue rechazado por la Sociedad Rural de Santa Cruz que nucleaba a
estancieros y terratenientes. Los trabajadores declararon la huelga. El presidente Irigoyen mandó al
teniente coronel Varela y un batallón del ejército El asunto concluyó con el silencio y la negativa a
investigar la verdad por parte del gobierno, para no avivar el escándalo. Carlés en persona se dirigió
a Río Gallegos con la intención de crear brigadas para asistir al ejército en la represión de los
obreros. En total, fueron 298 brigadas en las áreas de Ushuaia, Río Gallegos, San Julián, Puerto
Deseado, Comodoro Rivadavia y Puerto Madryn. El resultado fueron 1500 obreros muertos por las
brigadas de Carlés sumados al ejército comandado por el teniente coronel Héctor Benigno Varela,
un militar que participó en la represión durante la Semana Trágica.
Años después, en 1923, el teniente coronel Varela sería ajusticiado por el anarquista alemán Kart
Wilckens, en el barrio de Palermo, Buenos Aires.

Leopoldo Lugones (hijo)

Se desempeñó como director del Reformatorio de Menores Olivera, pero acusado de corrupción y
abuso de menores fue condenado a diez años de prisión. Su padre, intercede ante el presidente
Irigoyen por “el honor de la familia” y logra salvarlo. Durante la dictadura de Uriburu, es nombrado
comisario inspector de la misma repartición de la calle Las Heras, donde había sido acusado de
pederasta y sádico. Comenzó a investigar y practicar distintas formas de tortura en el sótano de la
comisaría, utilizó los nuevos adelantos tecnológicos de la época: la electricidad, la mecánica.
Tristemente célebre por la invención de la picana eléctrica, a la que recurrió en sesiones de tortura
dentro de la repartición. Uriburu, para sostener el régimen de terror, utilizó a algunos militares
nacionalistas y prefirió a funcionarios de su confianza para eliminar a sus opositores, encarcelar y
torturar. Uno de esos sujetos fue Lugones, quien manifestaba placer por los castigos físicos y
morales partidos a sus víctimas. Bajo su gestión llegó a tener trescientos agentes a su cargo que
caminaban las calles en busca de cualquier frase de café en oposición al gobierno como argumento
de una detención por “conspiración” que luego se pagaba con cárcel y torturas. No sólo obreros,
estudiantes, radicales, anarquistas o comunistas fueron objeto de la represión del régimen militar. El
gobierno de Uriburu también torturó a sus camaradas de armas. Se suicidó en 1971.

La Liga republicana

La Liga Republicana fue organizada desde la publicación La Nueva República en el año 1929. Los
hermanos Irazusta, Juan Carulla y Ernesto Palacios iniciaron la publicación en 1928 y basaron su
prédica en las consignas: “orden, jerarquía y autoridad”, al año siguiente pasaron de lo discursivo a
la acción directa conformando la fuerza de choque: Liga Republicana. Para 1930 definían
abiertamente la intención de luchar contra el enemigo interno. Rodolfo Irazusta, Roberto Laferrere,
Daniel Videla Dorna, la dirigían. Fue una liga de acción y milicia voluntaria, tal como se
autodefinían.

La legión de Mayo

La Legión de Mayo grupo de choque creado por iniciativa de Uriburu en agosto de 1930 surgió para
respaldar el golpe de estado perpetuado por él mismo. Su fundador, Alberto Viñas, diputado
conservador, hombre de Uriburu, postuló un basamento ideológico similar al de La Liga
Republicana. Tanto la Legión de Mayo como la Liga Republicana actuaron conjuntamente
reprimiendo a obreros rebeldes.

La Legión Cívica Argentina

La Legión Cívica Argentina fue una banda paramilitar con personería jurídica, creada en 1931 por
decreto gubernamental y constituyó el apoyo militar al gobierno de facto de Uriburu. La Legión
nació para vigilar, reprimir el accionar de los trabajadores, sobre todo extranjeros de ideas foráneas,
de izquierda. Eran civiles armados y uniformados cuya misión era mantener la seguridad del orden
establecido a fuerza de represión levantar las banderas de la argentinidad colaborar con las
autoridades en el mantenimiento de la seguridad y del orden interno, trabajar por el afianzamiento
de la argentinidad, consolidar el culto a la patria eliminando todo acto o persona que atente contra la
unidad social y moral del pueblo argentino.

La Legión Cívica estaba presidida por Floro Lavalle, Federico Leloir, como vicepresidente, Jorge
Lavalle como secretario, otros miembros militares (Coronel Nicolás Accame, Juan Jones y el
capitán Juan Ezquerra).

En junio de 1931, escolares argentinos reciben adiestramiento militar a cargo de instructores


militares, queda así aprehendida la idea de la patria vinculada con la violencia institucional

En 1935, Juan Enrique Ramón Queraltó, integrante de la Legión Cívica e hijo de un comerciante
español importador de juguetes, funda la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios, como ala
estudiantil de la Legión Cívica. La UNES había surgido para contrarrestar las prédicas de izquierda
de la Federación Universitaria Argentina. Rápidamente en el lapso de dos años pasó de 5 miembros
a 20.000, por lo tanto decidieron la creación de una organización que nucleara a jóvenes de todos
los niveles, nació así la Alianza de la Juventud Nacionalista (1941).

Por primera vez una organización nacionalista celebra el 1 de mayo, en competencia con
anarquistas, socialistas y comunistas. Queraltó decía al respecto:…” Nosotros decidimos hacerla
netamente argentina, llevando en alto el emblema nacional frente al trapo rojo de comunistas y
socialistas. Salimos desde Santa Fe y Pueyrredón. Éramos cerca de 2000 personas; cuando llegamos
a la plaza San Martín, la columna tenía 20.000. Ese acto demostró que existía una conciencia
nacional” “Éramos -y lo seguiremos siendo- decididos anticomunistas, porque el marxismo ateo e
internacionalista es nuestro mayor enemigo. También estábamos contra toda colectividad que
perjudique los intereses nacionales.”

En 1951, Patricio Kelly asume la conducción de la agrupación y le cambia el nombre por Alianza
Popular Nacionalista.

La Liga Republicana, La Legión de Mayo y la Legión Cívica Argentina tuvieron en común, al


principio, una manifiesta admiración por Uriburu, pero no lograron aunarse detrás de un proyecto
homogéneo, porque sostenían diferentes enfoques sobre religión, economía y modelos políticos

Los Comandos Civiles

Los Comandos Civiles eran grupos de jóvenes de clase media e incluso de la aristocracia que
manifestaban un profundo desdén por los sectores populares que caracterizaban como incultos e
incapaces. Entre los que integraron este grupo figura Mariano Grondona. Actuaron como grupos de
choque y de apoyo a la Revolución Libertadora que derrocó a Perón.
Tacuara (Movimiento Nacionalista Tacuara)

Hacia 1945, la UNES (Unión nacionalista de estudiantes secundarios), era una rama de la Alianza
de la Juventud Nacionalista fundada por Juan Queraltó publicaba un periódico llamado “Tacuara”
bajo la responsabilidad de un grupo de jóvenes provenientes de barrios de alto poder adquisitivo,
estudiantes de escuelas religiosas, liceos militares. El grupo liderado por Alberto Ezcurra Uriburu y
Joe Baxter tenía como mentor ideológico al sacerdote Julio Ramón Meinvielle y a Jaime María de
Mahieu.

Los lineamientos ideológicos de la agrupación podían resumirse en una fuerte inspiración


falangista, Resaltaban las figuras de Hitler, Mussolini y Franco. Rechazaban las elecciones y el
sistema parlamentario, eran antimarxista, revalorizaban la patria y la religión católica como valores
supremos y exaltaban la violencia como forma suprema. Lograron desarrollo organizativo en
Rosario, Santa Fe y Tandil.

En 1958 participaron en los enfrentamientos “por una educación laica o libre”, no sólo a través de
pintadas y volanteadas, sino también como fuerza de choque y en apoyo de una educación libre.
Tacuara se especializaba en romper manifestaciones de estudiantes.

Las distintas tendencias presentes en Tacuara


se hicieron visibles para 1960 a partir de la revolución cubana lo que generó una de las primeras
fricciones entre Joe Baxter quien veía con simpatía el fenómeno cubano y Ezcurra, enemigo del
socialismo. Para 1961. Tacuara condena la invasión norteamericana a Bahía Cochinos, sin apoyar al
régimen, aunque el padre Meinvielle hace público su repudio a los sectores izquierdistas de Tacuara
que manifiestan consignas y doctrinas sospechosas.

En 1961 el grupo de Dardo Cabo se separa de Tacuara para formar el Movimiento Nueva Argentina,
una organización de derecha que luchaba por el regreso de Perón.

En las elecciones de 1962, Joe Baxter decidió apoyar al peronismo proscripto, mientras la otra
fracción de Tacuara presentaba candidatos propios en Entre Ríos y Capital a través del partido
Unión Cívica Nacionalista. Muchos jóvenes que se habían acercado a la agrupación movidos por
una vaga tendencia nacionalista y un fuerte deseo de acción se inclinaron por participar
paralelamente en la Juventud Peronista.

En 1963 el sector cuyos referentes eran José Nell y Joe Baxter crearon el Movimiento Nacionalista
Revolucionario Tacuara que rompe con la iglesia, el antisemitismo y la derecha y se inclina hacia
posiciones más cercanas al marxismo y hacia el peronismo de izquierda. Muchos de los cuadros de
las FAP y PB, también de Montoneros y ERP pasaron por el MNRT.

Guardia Restauradora Nacionalista

Ante las divergencias presentes en Tacuara, Meinvielle consideró que la agrupación se inclinaba
hacia posiciones marxistas y le resultaba intolerante las vinculaciones con el peronismo, por lo que
decide organizar la Guardia Restauradora, organización mucho más reaccionaria que la anterior.

Meinvielle exigía a sus miembros ascendencia europea y más de cinco generaciones en el país.
Sostuvieron una línea ultracatólica, antisemita. Su referente ideológico fue José Antonio Primo de
Rivera y la consigna que utilizaban; ” Dios, patria y hogar”. Sus primeros líderes fueron Roberto
Etchenique, Roberto Estrada y Augusto Moscoso.

PUBLICIDA

El genocidio como un proceso


social
Por Patricia Rodríguez

El autoritarismo en la Argentina, durante la década


del 70 es el resultado de un largo proceso que
comienza con la génesis de nuestra sociedad
misma. El verticalismo, el autoritarismo, arraigados
en la organización familiar, escolar, en las
construcciones políticas, sociales afloran tanto en
las situaciones cotidianas, como en la
superestructura. Tienden a caracterizar al otro, al
que no se ajusta al orden establecido como al
enemigo. Se trata de una concepción binaria de la
política, vigente en espacios del pasado, pero
también del presente. Sin embargo, el escenario
nacional de ayer y de hoy demuestran que la
diversidad cultural, las diferentes lecturas de la
realidad abren un abanico heterogéneo, por lo tanto,
reducir y forzar a una uniformidad de ideas conlleva
un sesgo autoritario y antinatural. Nuestra sociedad,
desde siempre estuvo imbuida de una cultura no
democrática, de alternancia de gobiernos militares y
democráticos, en donde la mayoría de las veces, los partidos políticos apoyaron los golpes de estado. Por
otro lado, las clases hegemónicas, para sostener el orden social de dominación, cuando no lo lograban por
consenso, hacían uso de la herramienta surgida en el seno mismo de la Nación: las fuerzas represivas,
quienes delimitaron sus objetivos desde su génesis misma: la eliminación del enemigo interno mientras que
paralelamente se profesionalizaban. La larga tradición de prácticas de torturas, asesinatos por parte de las
fuerzas armadas y la policía, en la creencia de que son los garantes del orden permiten que el sistema
político delegue institucionalmente el poder represivo a las tres armas y a la policía. Sintomatología
presente, aún en la actualidad.

Por otro lado, el continuo aislamiento de las fuerzas progresistas de los 70´, la crisis vivida durante el tercer
gobierno peronista se tradujo en frustraciones y decepciones hacia el sistema democrático que las clases
hegemónicas y el autoritarismo militar supieron capitalizar en un país con poca cultura democrática.

Pilar Calveiro analiza los regímenes autoritarios y llega a la conclusión de que las dictaduras existen en
tanto tengan cierto apoyo popular. Aclara que:” Toda la sociedad ha sido víctima y victimaria; toda la
sociedad padeció y a su vez tiene, por lo menos, alguna responsabilidad. El golpe del 76 tuvo un carácter
ordenancista y disciplinador, una forma de organizar el poder y la dominación para implementar un sistema
económico, un incipiente neoliberalismo”.

Para Feierstein, Bartolo, Levy y Montero, el extermino sufrido en nuestro país es el resultado de un proceso
social constituido por diferentes etapas: 1) La construcción del otro negativo 2) El hostigamiento 3) El
aislamiento 4) El debilitamiento 4) El exterminio.

En principio, el poder disciplinador se abocó a la producción, acumulación y circulación de un discurso


descalificante del militante popular. La construcción del otro como negativo, en función de diferenciar al
enemigo peligroso- no normalizado que estuvo dirigido a la base social constituyó el primer eslabón de la
cadena, luego, la reproducción del discurso descalificante.

En un segundo momento, la acción estuvo dirigida en función de concretar el Hostigamiento del otro, el
peligroso, desde un plano legal y de materialización de la violencia física, para amedrentar y producir un
Aislamiento Político del ámbito social, destruyendo los lazos solidarios. Finalmente el Debilitamiento y el
Exterminio, las últimas etapas que apuntan a la desaparición material y simbólica del otro negativo.

Algunos autores entienden que el terrorismo de estado, cristalizado en un plano legal y material fue un plan
implementado con anterioridad al golpe del 76´ y este accionar produjo la derrota política de las fuerzas
populares. Rápidamente, el Proceso de Reorganización se encargó de la Aniquilación de los luchadores
populares.

1 La construcción del otro como enemigo

La construcción semántica del término”enemigo” en función de justificar el exterminio data desde los
orígenes de la Nación misma. Así, el indio, el gaucho, los diferentes, no normalizados fueron llamados
“bárbaros,”, “incivilizados”, “delincuentes”, “vagos”, etc. Durante la década del 30´ la persecución a obreros
anarquistas se argumentó bajo la calificación del otro diferente como “comunista apátrida”, “enemigo
internacional”, “marxista foráneo”. Luego, la Libertadora, el Plan Conintes y el Onganiato utilizaron los
vocablos “terrorista”, “subversivo”, “enemigo interno”. Pero la palabra “subversivo”, en su acepción más
cruda fue orientada a la demonización de los militantes populares y de los sectores armados durante la
década del 70´. Se institucionalizó el término y se internalizó en el imaginario colectivo.

En el plano discursivo se construyó la imagen negativa del otro, el que cuestionaba o proponía una nueva
estructura social. Así, los genocidios, masacres, exterminios sistemáticos fueron prácticas que acompañaron
el arsenal teórico de las clases hegemónicas, desde la génesis misma de nuestro país. Grupos de civiles y
militares encararon un poder autoritario y desaparecedor, adjudicándose la representación del estado
mismo, en detrimento y aniquilación del otro, el diferente: el indio, el gaucho, el anarquista, el peronista, el
militante, el subversivo, etc. Pero el poder represivo y genocida que data desde siempre en nuestro país,
adquirió formas nuevas durante las décadas de los 60´ y los 70´. Ya que la represión y el genocidio,
instrumentos disciplinadores de las clases dominantes se hacían visibles para la comunidad como una
forma disciplinadora, pero al mismo tiempo se mantenían secretas, ocultas y negadas. Pilar Calveiro analiza
las características del poder y aclara;”La violencia se exhibe como una amenaza perpetua, como un
recordatorio constante para el conjunto de la sociedad… Siempre el poder muestra y esconde y se revela a
sí mismo tanto en lo que exhibe como en lo que oculta”. Además agrega que el accionar del poder
desaparecedor surge como consecuencia de una lógica binaria que piensa al mundo desde una perspectiva
de dos grandes sectores enfrentados entre sí, por un lado lo propio y por el otro lo ajeno. De la misma
manera, consideran que todo lo que no es igual a ellos mismos constituye el enemigo. Este pensamiento
autoritario entiende lo diferente como peligroso y en consecuencia como factible de ser eliminado. Se
confieren a sí mismos la representación de la única verdad, reduciendo la realidad a una sola versión y por
lo tanto, aniquilando todo aquello que no es idéntico a sí mismo.

Las prácticas genocidas tuvieron su legitimación no sólo en un plano jurídico, sino también en un plano
simbólico que logró instalarse en el imaginario social. Un sistema de pensamiento aún vigente en las
construcciones políticas y sociales actuales, también en los ámbitos cotidianos, familiares, laborales, etc.
MASACRES EN ARGENTINA ANTERIORES AL GOLPE DEL 76

1903- MASACRE DE ONAS. TIERRA DEL FUEGO. Cientos de onas mueren tras ingerir carne de una
ballena que había sido envenenada

1905- MASACRE DE ONAS. TIERRA DEL FUEGO. Estancieros y criadores de ovejas liderados por
Alexander Maclennan invitan a una tribu Ona a un banquete para concertar un acuerdo de paz. Los
emboscan y los matan a todos, hombres, mujeres y niños.

1909- MASACRE DE PLAZA LOREA. Miles de obreros, sobretodo anarquistas, convocados por la FORA
(Federación Obrera Regional de Argentina) se concentraron en la Plaza Lorea para festejar el 1° de mayo.
En esa oportunidad, Ramón Falcón, jefe de la policía arremete contra hombres y mujeres y fusila a cuatro
personas, hiere a cuarenta manifestantes gravemente. Algunos mueren al día siguiente

1910- PROTESTAS CHACARERAS DE MACACHÍN. LA PAMPA. Los trabajadores rurales junto a los
agricultores se rebelaron contra la explotación de los terratenientes, esto significó la represión más feroz.
Los dueños de las tierras fueron sanguinarios, tanto con los trabajadores del campo como con los
aborígenes. Organizaban cacerías, donde se abonaba por las orejas, senos de mujer o los órganos
genitales de los varones.

1919- LA SEMANA TRÁGICA. Los obreros de los Talleres Metalúrgicos Pedro Vasena, en la Capital
Federal, estaban en huelga desde diciembre de l9l8. Son reprimidos violentamente. Se calculan setecientos
muertos.

1919- LAS HUELGAS EN MENDOZA. Durante el gobierno de José Néstor Lencinas participan en las
protestas, trabajadores mendocinos de distintos sectores, liderados por los maestros. En estas huelgas, la
mujer es la vanguardia, se destacan las figuras de Rosario Vera Peñaloza y Florencia Fossati, presidenta de
Maestros Unidos. Son reprimidas bárbaramente en Tunuyán, Fray Luis Beltrán, Maipú, la ciudad de
Mendoza, y en otros lugares.

1919- MASACRE DE FORTÍN YUNKÁ-FORMOSA. El ejército arrasa una aldea Pilagá y mata a setecientos
indígenas como represalia por la muerte de quince colonos.

1920- LAS HUELGAS EN LA FORESTAL. SANTA FE. La Forestal, empresa inglesa recordada por las
formidables represiones armadas que se implementaron en la provincia de Santa Fe, para dominar los
levantamientos obreros que en luchas épicas resistieron la explotación más despiadada. La Forestal
desplegaba la violencia más descarnada a ojos del poder central y provincial, que la consentía y protegía.
Creó con consentimiento de los estados provinciales y nacional, el destacamento rural-parapolicial, Los
Cardenales, personajes reclutados en las cárceles, comisarías, asesinos de la más baja calaña.

1920-1921- LA PATAGONIA TRÁGICA EN SANTA CRUZ. El Ejército Argentino impone "la pena de
fusilamiento" contra mil quinientos peones y obreros patagónicos que estaban en huelga. Persiguieron a los
huelguistas y los fusilaron.

1921- LA MASACRE DE JACINTO ARÁUZ. LA PAMPA. Ante la huelga iniciada por los trabajadores del
campo, el comisario Basualdo los manda a llamar, los encierra en el patio de la comisaría e inicia la
masacre matando al delegado. Los trabajadores enfrentaron la represión y tomaron la comisaría, pero no
pudieron sostener la toma, tuvieron que huir. Grupos de la Liga Patriótica, provenientes de Bahía Blanca
llegaron en apoyo de la policía. Desataron una feroz cacería de obreros a campo traviesa.

1924- MASACRE DE NAPALPÍ. CHACO. Los pueblos Quom y Mocoví reclamaban la justa retribución por la
cosecha de algodón, en consecuencia ciento treinta policías y grupos de estancieros matan a doscientos
indígenas. Al cacique mocoví, Pedro Maidana le arrancaron las orejas y los testículos para exhibirlos como
trofeo

1932- Asume el gobierno del general Justo. Se levanta el estado de sitio, pero el control policial sobre el
movimiento obrero continúa. Los tranviarios se declaran en huelga el l5 de marzo; los agricultores el 18 de
abril; el 20 de mayo se inicia la Huelga de la Carne, dirigida por la Federación Obrera de la Industria de la
Carne, integrada por los obreros de Zárate, Berisso, y de cuatro frigoríficos de Avellaneda. Se pliegan los
desocupados de Puerto Nuevo (Villa Desocupación), llamados a carnerear, en vez de ello, se solidarizan
con los obreros de los Mataderos Municipales. Los frigoríficos en huelga son ocupados militarmente,
reprimen a los piquetes de huelga, detienen a unos seiscientos trabajadores y deportan a otros por la Ley de
Residencia. En Berisso, se ocupan los barrios obreros. Se acentúa la represión en toda la zona de Berisso,
Ensenada y La Plata.

1936- MASACRE DE OBERÁ. MISIONES. Cientos de colonos son reprimidos por las fuerzas del Gobierno
en una manifestación que reclamaba un precio justo para los productos agrícolas. Hubo un número
indeterminado de muertos y también se constata la violación de mujeres por estas mismas fuerzas.

1947- MASACRE DE RINCÓN BOMBA FORMOSA. Mil quinientos aborígenes pilagá, (incluidos niños,
mujeres y ancianos) que intentaban realizar una marcha, son ametrallados por la Gendarmería Nacional

1955- BOMBARDEO A LA PLAZA DE MAYO. Los militares bombardean a civiles movilizados a la Plaza de
Mayo para defender a un presidente legal.

1956- FUSILAMIENTOS DE JOSÉ LEÖN SUÄREZ civiles y militares (General Juan José Valle), que
defendieron el orden constitucional y fueron fusilados en el baldío de José León Suárez, ocurridos antes de
que se decretase la Ley Marcial firmada por el General Aramburu.

1960- PLAN CONINTES, represión sistemática del estado durante el gobierno constitucional del Dr. Arturo
Frondizi. El plan Conintes autorizaba a los militares a hacerse cargo de los civiles opositores políticos
participantes de huelgas obreras para reprimir, encarcelar, torturar.

1962- PRIMERA DESAPARICIÓN, sin conocimiento de destino, del obrero metalúrgico Felipe Vallese.

1972- MASACRE DE TRELEW. Dieciséis luchadores populares, miembros de las agrupaciones FAR.
Montoneros y ERP, presos en el penal de Rawson fueron ametrallados en la Base Aeronaval Almirante Zar,
cerca de Trelew

1973- MASACRE DE EZEIZA. La llegada definitiva de Perón, luego de años de exilio, suscitó el ataque de
la derecha peronista a los sectores de FAR y Montoneros por el control de la situación. Jorge Manuel
Osinde, hombre vinculado a la AAA tenía la orden de impedir el acercamiento de la izquierda peronista.
Cuando las columnas de la FAR y Montoneros intentaron ingresar, fueron sorpresivamente atacadas a tiros
desde el palco por los hombres de Osinde. Hubo trece muertos y trescientos sesenta y cinco heridos.

1974- MASACRE DE PACHECO. La noche del 29 de mayo de 1974, el local del Partido Socialista de los
Trabajadores en Gral. Pacheco fue asaltado por una banda de la Triple A. “Sonó primero un silbato, similar a
los que usa la policía. Luego un disparo y tras un diminuto intervalo, una ensordecedora ráfaga de
ametralladora. De inmediato, violentando la puerta y saltando desde los techos y la terraza, quince matones
asesinos, provistos de armas largas, entraron a golpes e insultos. Los seis compañeros que se hallaban
reunidos fueron arrojados al suelo y pateados, mientras los otros entraban a las salas y quemaban y
destruían todo a su paso. Luego con la cabeza llena de sangre por los golpes, los seis compañeros fueron
obligados a entrar a los autos. A pocas cuadras del lugar, las tres compañeras fueron bajadas del auto y
obligadas a retirarse. Los coches prosiguieron viaje con rumbo desconocido, llevándolos en sus baúles. El
30 a la mañana, los cadáveres de Meza, Zidda y Moses, aparecieron en Pilar, acribillados a balazos. Tres
compañeros pudieron escaparse por los fondos” (Avanzada Socialista 4/6/74).

1974- MASACRE DE CAPILLA DEL ROSARIO, Catamarca. La “Masacre de la Capilla del Rosario” del 11 de
agosto de 1974 fue ordenada por el segundo jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, general Antonio Vaquero.
Las autopsias y testimonios acreditan que dieciséis combatientes del PRT- ERP se entregaron con vida tras
rendirse y junto a tres militantes de la Juventud Obrera Católica fueron arrojados desde un helicóptero al
lado de la Capilla del Rosario. Una acción en la que participó entre otros, el teniente Nagakama. La masacre
ocurrida en el “Cañadón de los Walther”, como realmente se conoce al lugar ubicado al oeste de la ruta
provincial Nº 1 y a unos 15 kilómetros de la capital provincial, se produjo un par de años antes de la
dictadura militar, en pleno gobierno constitucional, que tenía en la provincia a Hugo Mott como gobernador y
en la Nación a Isabel Martínez de Perón como presidenta.

1974 MASACRE DE LA PLATA Hace 32 años se llevaba a cabo un duro conflicto en Petroquímica
Sudamericana (Hilandería Olmos), la actual Mafissa donde continúan los mismos dueños, los Curi. El 4 de
septiembre, cinco jóvenes militantes del PST (grupo trotskista) se dirigían a la fábrica a llevar lo recaudado
para el fondo de huelga. Fueron interceptados y secuestrados. Aparecieron en la madrugada del 5
acribillados a balazos en el paraje La Balandra de Berisso. Tres compañeros que enterados de su secuestro
salieron a denunciar el hecho fueron secuestrados a metros del local central del PST en pleno centro de la
ciudad de La Plata, y aparecieron horas después también fusilados.

1975- MASACRE EN VILLA CONSTITUCIÓN. El 20 de marzo la patota de la UOM, junto con el jefe de
producción y de personal de Acindar, policías, militares y miembros de la Juventud Sindical Peronista
utilizaron más de cien autos para allanar domicilios, secuestrar y torturar a activistas, la mayoría obreros
integrantes del sindicato clasista de gran influencia en la zona. Se registraron más de veinte muertos y
varios desaparecidos. Hubo doscientas detenciones, entre ellos delegados paritarios. El mismo día que fue
intervenido el sindicato de la UOM en Villa Constitución, también lo fue la Fotia de Melitón Vazquez, últimos
baluartes del sindicalismo clasista y combativo.

21 DE MARZO DE 1975- MASACRE DE PASCO, Temperley

21 DE MARZO DE 1975- MAR DEL PLATA. En la madrugada del 21 de marzo grupos operativos de La
Plata y Buenos Aires, se sumaron a la CNU de Mar del Plata para secuestrar y asesinar al militante de la
Juventud Peronista, Enrique “Pacho” Elizagaray. Esa noche, alertado de la cacería organizada por la CNU
local decide refugiarse en la casa de su tío Jorge Enrique Videla. A pesar de las medidas adoptadas fue
secuestrado junto a su tío y sus dos primos Guillermo Enrique de 22 años y Jorge Lisandro de 16 años. Sus
cuerpos fueron hallados en el barrio Montemar. También el médico Bernardo Goldenberg fue llevado de su
domicilio y hallado muerto en las afueras de Mar del Plata. Según testimonios, los crímenes fueron hechos
para vengar el homicidio del CNU Ernesto Piantoni

AGOSTO DE 1975- En la zona de Punta Lara fueron encontrados cinco cadáveres de jóvenes militantes de
Partido Socialista de los Trabajadores

1 DE DICIEMBRE DE 1975- Siete cadáveres, una mujer entre ellos fueron acribillados a balazos y
colocados dentro de un automóvil que dinamitaron. La organización que se atribuyó el atentado fue Dios,
Patria o Muerte

4 DE DICIEMBRE DE 1975- El Comando Libertadores de América, Pelotón General Cáceres Monié fusiló a
nueve estudiantes a pocos kilómetros de Córdoba capital. Los cuerpos fueron hallados con las manos y los
pies atados y un lienzo cubriéndoles los rostros. Una nota firmada por el comando decía que los nueve
jóvenes fueron acribillados por pertenecer a una organización subversiva, apátrida e internacional
11 DE DICIEMBRE DE 1975- Seis cadáveres fueron encontrados en las cercanías de La Plata con no
menos de cincuenta impactos de bala en el cuerpo. Las víctimas eran obreros de frigoríficos de la zona y de
la destilería YPF. Todos eran jóvenes y habían sido secuestrados la noche anterior en la zona de Berisso.

2 Hostigamiento

En esta etapa comienzan a acorralar al “otro”, al diferente mediante una normativa jurídica que cercenaba
derechos constitucionales, pero también, a través de marcajes, detenciones, persecuciones, provocaciones,
acciones directas de violencia, secuestros y asesinatos. El objetivo era lograr que el otro, el diferente no
logre difundir su visión de la realidad alternativa, simultáneamente instalaron en la sociedad, la idea de que
a través de una violencia contundente podían imponer su propia forma de percibir la realidad.

La Triple A fue una de las bandas parapoliciales responsables de esta fase del genocidio, en concomitancia
con las otras fuerzas represivas y civiles afines.

HOSTIGAMIENTO LEGAL

El hostigamiento y la violencia estatal se llevaron a cabo en el plano legal. Se implementó una normativa
jurídica que legitimó el principio de exclusión y eliminación, cercenando derechos civiles, libertades
democráticas. En enero de 1974 se promulgó la Reforma del Código Penal que contemplaba severas penas
contra los terroristas. Así hubo leyes de purga en la administración pública, leyes de intervención
universitaria, clausura de casas de estudio, cierre de medios de prensa, prohibición de circulación de
literatura marxista.

En octubre de 1973 se dictó el decreto 1774/73 por el que se prohibían alrededor de 500 títulos de literatura,
presuntamente subversiva. Entre otros autores censurados figuraban: Mao Tse Tung, Lenin, Trotsky, Rosa
de Luxemburgo, Eduardo Galeano, José María Rosa, Jorge Amado y León Tolstoy.

El 4 de enero de 1974, la Policía Federal allanó en Buenos Aires las librerías Fausto, Atlántida, Rivero y
Santa Fe. Los empleados fueron detenidos por difundir libros de Héctor Lastra, Marcelo Pichón Riviere,
Enrique Medina, Manuel Puig. Todos los ejemplares fueron secuestrados.

En febrero de 1974, clausuraron el diario del PRT-ERP, “El mundo”, días previos la Jotaperra, había
tiroteado el diario durante veinte minutos. Otro caso de censura se registró durante el mes de abril de 1974,
cuando clausuraron la revista “El Descamisado”, semanario montonero que había publicado la foto de un
policía matando a un manifestante en una movilización hacia la Casa Rosada. La continuación del
semanario fue “El Peronista” que sólo logró sacar a la luz unos pocos números, porque también fue
censurada, aunque logró cubrir el acto del 1 de mayo y la expulsión de los Montoneros de la plaza bajo el
título:”General: El Peronismo no está de acuerdo” Luego, “El Peronista” fue reemplazado por “La Causa
Peronista” que tras la publicación del secuestro y muerte de Aramburu fue clausurada.

También cerraron, en el mes de junio de 1974, la revista” Militancia Peronista para la Liberación”, dirigida
por Eduardo Duhalde y Ortega Peña. La revista fue sustituida por otra llamada “De Frente”, igualmente
clausurada a los pocos meses.

En septiembre de 1974 se promulgó la ley antisubversiva o de Seguridad Nacional que habilitaba a combatir
al otro, al diferente, al subversivo. En el mismo mes, el diario montonero “Noticias” fue clausurado por una
nota que denunciaba la represión a cargo del comisario Villar en el cortejo fúnebre a Ortega Peña,
asesinado por la AAA.
Mediante un decreto del Poder Ejecutivo declaran ilegal a la organización Montoneros.

En noviembre de 1974 se impuso el estado de sitio, hasta la llegada de la democracia, en 1983. Finalmente
en el mes de febrero de 1975 se firmó el decreto del Poder Ejecutivo, suscrito por Ruckauf y López Rega en
el que se dio la orden de aniquilar la subversión en la provincia de Tucumán. El llamado operativo
Independencia estaba comandado por el general de brigada Acdel Vilas, por lo tanto, quedaba legitimado y
sistematizado el exterminio.

Hostigamiento o violencia física

La etapa de violencia durante el período democrático, en Lomas de Zamora, comenzó con la muerte de
Germán Gabio, un joven militante de la Juventud Peronista de Banfield que recibió heridas de extrema
gravedad, el día de la asunción de Cámpora. Se había ubicado en un sector aledaño a la Plaza de Mayo y
desde allí fue masacrado. Entre otros hechos de amedrentamiento, en Lomas de Zamora, se registró el 19
de febrero de 1974, el secuestro del militante de la Juventud Peronista, Hugo Kuhlman. Ocho hombres que
dijeron ser de la policía, se lo llevaron de su casa en la calle San Roque, casi 25 de mayo, al lado de la
Unidad Básica Gustavo Ramos. La denuncia en contra de los militantes la hicieron los padres del comisario
Beto Aranguren, conocido torturador de la Comisaría de Temperley. En el mismo mes balearon la casa del
concejal de la JP Hugo Sandoval.

El 25 de marzo de 1974 se sancionó la Ley 20.654 o Ley Taiana, Esto significó la renuncia de todos los
rectores de las universidades nacionales, entre ellos Pedro Bustos y su reemplazo por Máximo Osvaldo
Bezzi, funcionario actuante durante la dictadura de Onganía, quien suscitó el repudio de los jóvenes
estudiantes a través de la movilización y ocupación de la universidad. Más de ochocientos alumnos se
concentraron frente al Ministerio de Educación para apoyar la gestión de Bustos y la continuidad de su
política. El 31 de marzo de 1974, Hugo Hansen, militante de la Juventud Universitaria Peronista y estudiante
de la carrera de Comunicación Social, golpeó la puerta del edificio de la universidad, en la calle Hipólito
Yrigoyen al 8300, con la intención de incorporarse al grupo que sostenía la toma de la universidad, cuando
desde un automóvil le dispararon. Hugo Hansen falleció a las horas de ocurridos los hechos. Los
responsables: La Triple A. En esa oportunidad, el delegado de la zona sur de la JP, Pablo Ventura,
responsabilizó al gobierno popular, porque permitía la existencia de grupos parapoliciales y de personajes
como Margaride y Villar. También aclaró que se trataba de maniobras tendientes a desvirtuar un proceso de
liberación y que se utilizaban a sectores infiltrados dentro del movimiento.
Patricia Romero, relata que su padre Pitaco, junto a sus tías y otros compañeros tenían una Unidad Básica
en la calle 25 de Mayo, en la bajada del puente que une Turdera con Temperley, y que un día la
ametrallaron, por eso tuvieron que cerrarla. Anteriormente su padre había sido víctima de persecuciones y
seguimientos. En esa época, Ana María Romero y Cristina que sólo contaba con 15 años, ambas hermanas
de Pitaco fueron secuestradas, maltratadas y luego liberadas. En realidad se trataba de un aviso para
Pitaco.

En el mes de septiembre de 1974, la policía, en una actitud persecutoria como en las peores épocas de la
dictadura, requisó una camioneta que se encontraba estacionada en la plaza Grigera y encontró volantes
del PRT-ERP. En ella viajaban Ricardo Mónaco y Raúl Batallés. La detención y encarcelamiento de los
militantes dio con la imprenta del ERP en la calle Fymba 78 y Garibaldi, cercana a la Algodonera LLavallol,
allí detuvieron a Alicia Bello. En el mes de noviembre de 1974 la policía encarceló a un grupo de militantes
de la Juventud de Trabajadores Peronistas que solían reunirse en la pizzería “Los gordos”, ubicada entre las
calles Balcarce y Alsina. Su propietario, Juan Modugno, era un soplón de la policía.

Mario Vicente Fernández Rodríguez y su esposa Adriana Drangosh eran militantes de PRT Fracción Roja.
Vivían por la zona de Villa Galicia con su beba Lirolay. El 13 de diciembre de 1974, Coordinación Federal
intentó allanar la casa, se produjo un tiroteo, en el cual antes de caer, el gallego Fernández baleó a un oficial
de Coordinación. Adriana logró salvar a la bebé, arrojándola a la casa del vecino.
Otro caso de violencia directa en manos de la Triple A lo constituye el asesinato de Yolanda Mezza. Ella
tenía 20 años, vivía en el barrio El Faro, cerca de la Escuela Nº 48 de Lomas de Zamora. Provenía de una
familia peronista. Sus hermanos eran militantes de la Juventud Peronista. Yolanda era una activa militante
de la zona de capital. Tuvo que escaparse, porque la seguían, finalmente la secuestraron en General
Pacheco, Tigre el 6 de enero de 1975, junto a Haydee Reynoso de la Agrupación Evita, José Vera, el
matrimonio Abundio Barraza y Olga Rodríguez, de la agrupación Montoneros, mientras repartían juguetes a
los chicos del barrio. El 10 de enero de 1975 fueron asesinados por la policía, sus cuerpos aparecieron en
Reullane y la Ruta Provincial 205, Roque Pérez. La J.P. y sus familiares la buscaron por todas partes hasta
que les informaron dónde estaba. Héctor Lencina fue a buscar su cuerpo.

El 20 de febrero de 1975 asesinaron a Sergio Alberto Escot, militante de la J.P.En abril de 1975 apareció sin
vida el cuerpo de Mario Vilote, oriundo de Temperley en una zanja de la zona de Calzada.

Julio Montoto tenía 22 años, había nacido en Lomas de Zamora y era militante del PRT- ERP. El 12 de
septiembre de 1975 se encontraba en su casa de Florencio Varela junto a su esposa, su bebé y otros
compañeros de militancia cuando los acribillaron con una bazooka.

La hija de Ignacio Rodríguez recuerda que a su papá lo perseguían y que regresaba a su casa lastimado
hasta que finalmente lo secuestraron de su domicilio en la calle Santiago del Estero, barrio San José, en
octubre de 1975, a la semana siguiente asesinaron a su vecino el señor Cuello, en un colectivo. Ambos eran
militantes peronistas

Mario Alfredo Stirnemann de la JP de Olavarría fue secuestrado, desaparecido, el 3 de Noviembre de 1975


en una calle de Temperley, cuando caminaba rumbo a su trabajo. Sus parientes denunciaron el caso
pidiendo su liberación, o información sobre que le había pasado, sin ningún resultado.

El 19 de diciembre, Coty, María del Valle Santucho participaba de una de las reuniones de célula del PRT-
ERP con otros dos compañeros en una casa operativa de Lomas de Zamora. Sorpresivamente irrumpió una
unidad policía y los tres fueron detenidos-desaparecidos.

Hugo Francisco Colautti pertenecía al PRT-ERP. Lo detuvieron hacia fines de diciembre de 1975 y antes de
desaparecer estuvo secuestrado en varios centros de reclusión ilegal. Su hermana logró verlo, luego de
muchos percances. Él tenía los brazos con quemaduras de cigarros. Los genitales marcados por las torturas
con la picana eléctrica. Los ojos amoratados. Y le faltaban dientes.

El 29 de diciembre de 1975, Carlos Alberto Lago viajó a Córdoba representando a la empresa donde
trabajaba. Lo secuestraron en el micro, junto a cinco personas más. Ni los pasajeros, ni el chofer quisieron
hablar. Él estaba en el área de finanzas. Trabajaba en una empresa de la organización cuya ganancia no se
distribuía entre los socios; ellos tenían un sueldo y el resto era para financiar a la organización Montoneros.

El 5 de enero del 76 se llevaron a Pitaco Romero, Héctor Segura, Susana Segura y parte de su familia,
porque requisaron la casa y hallaron un mimeógrafo. Ellos pertenecían a la agrupación Montoneros. Susana
estuvo cinco años presa, la liberaron junto al resto, menos a Héctor Segura y a Pitaco. Contó que Héctor,
Pitaco y ella fueron trasladados a Puente 12, cada uno en celdas contiguas. La rutina era la siguiente: por la
mañana se llevaban a uno para torturarlo, lo devolvían a su celda y se llevaban al otro, hasta que al tercer
día uno no regreso, al siguiente el otro.

El 20 de enero de 1976, un grupo de policías de civil (probablemente pertenecientes a la Triple A) irrumpió a


plena luz del día en la casa de La Plata de Guillermo Savlof. Tiempo después encontraron su cadáver
acribillado a balazos en un descampado. Guillermo Savlof fue el primer director del turno noche del Instituto
Lomas, pedagogo y profesor de la UNLP
Según el ex-concejal Infantino por el partido Federal: “Cada dos por tres aparecía un muerto en el Camino
Negro, nadie sabía nada. Todo era producto de la guerra interna entre el lopezreguismo y otros sectores del
peronismo. Lomas era el nudo más fuerte en donde ocurrían estos hechos”.

3 El aislamiento político de las fuerzas contrahegemónicas

Las prácticas sistemáticas de debilitamiento y aniquilación del diferente, del otro comenzaron con el
aislamiento político, inhabilitando las actividades, los cargos de los sectores más progresistas dentro del
espacio institucional, a la par que iban construyendo el discurso del enemigo subversivo en el plano
simbólico y jurídico para arremeter contra la fracción social a exterminar.

Luego del 25 de mayo de 1973 comenzaron a distribuirse espacios de poder dentro del orden institucional
nacional y regional. Los ministerios fueron ocupados por Ricardo Otero, vandorista, secretario de la UOM,
en Defensa y Justicia Ángel Robledo y Antonio Benítez, peronistas tradicionales, ortodoxos. En Economía
José Gelbard, representante de la burguesía nacional. José López Rega en Bienestar Social. Por otro lado,
Jorge Taina, en Educación mantenía buenas relaciones con la J.P. Esteban Righi en Interior y Juan Carlos
Puig en Exteriores, ambos fueron los más jóvenes del ministerio y los más afines al camporismo, resultaron
ser los mejores aliados a la Juventud Peronista. De tal modo que de ocho ministerios, sólo tres fueron afines
a la Juventud Peronista. Luego de la renuncia de Cámpora, Lastiri, presidente de la Cámara de Diputados y
yerno de López Rega, asume como presidente provisional y resuelve destituir a Righi y a Puig para
reemplazarlos por Benito LLambí y Alberto Vignes. Según Pigna el 13 de julio de 1973, Cámpora y Lima
fueron forzados a renunciar por los sectores tradicionales del peronismo con la anuencia de Perón.

Con respecto a las bancadas en la legislatura, la Tendencia ocupaba el 25 % de las mismas, el resto era
manejado por el sector político y sindical más ortodoxo. La dirección de la UBA estaba a cargo de Rodolfo
Puiggrós y en EUDEBA, Arturo Jauretche.

Los gobiernos de cinco provincias comenzaron a ser jaqueadas en la disputa por el poder hegemónico. En
noviembre de 1973 emprendieron el ataque contra Formosa, desde el gobierno central ordenaron la
intervención de los tres poderes en la provincia a partir de una compulsa por la repartición de cargos entre
sectores del sindicalismo ortodoxo, ligado a los terratenientes y por el otro lado, el gobernador Gauna, afín
con sectores de la juventud peronista.

El ataque al cuartel de Azul, el 19 de enero de 1974 perpetrado por el PRT-ERP da pie a reacciones por
derecha y facilita la pérdida de los espacios
institucionales de poder de la Tendencia Revolucionaria.

A los pocos días del ataque al cuartel de Azul, Oscar Bidegain resulta desplazado, ya que lo consideraban
proclive a la subversión, y lo reemplazan por Victorio Calabró, hombre de derecha, apoyado por el
sindicalismo ortodoxo, la patronal y la iglesia.

Durante el mismo mes, Perón lanza la Reforma del Código Penal. Esto ocasiona un encuentro entre ocho
legisladores de la tendencia y Perón para discutir la Reforma del Código Penal, sobre todo dos artículos que
aludían a la asociación ilícita, condenando las actividades guerrilleras a penas mucho más duras que las
vigentes en la dictadura. Los legisladores temían que fuera una maniobra para perseguir a las
organizaciones armadas. Perón les responde: “El que no está de acuerdo se va”. Esto motivó la renuncia de
los ocho diputados nacionales a sus bancas: Armando Croatto, Santiago Díaz Ortiz, Jorge Giellel, Anibal
Iturrieta, Carlos Kunkel, Diego Muñiz Barreto, Roberto Vidaña y Rodolfo Vittar. Luego, el Consejo Superior
Peronista los expulsó.

El 28 de enero Alberto Villar, oficial retirado es nombrado Subjefe de la Policía Federal y Luis Margaride,
Jefe de Superintendencia de Seguridad.

Al mes siguiente, el jefe de la policía de Córdoba, Antonio Navarro organiza un golpe de estado en la
provincia con apoyo de empresarios, sectores sindicales burocráticos, de la iglesia, militares. Destituyen al
tercer gobernador popular Ricardo Obregón Cano y a su vice, Atilio López (protagonista del Cordobazo),
proclives a la vanguardia obrera-estudiantil. En realidad era una disputa por el aparato del estado que
trascendía la lucha entre peronismo de derecha y de izquierda. Perón envía al Ministro del Interior Llambi,
quien destituye a Navarro pero no recupera los cargos para Obregón Cano y López, también los destituye y
designa interventor al brigadier Lacabanne quien expulsa a Salamanca y sus partidarios por orden de los
empresarios del SMATA.

En junio de 1974, el gobernador de Mendoza, Alberto Martínez Bacca, renuncia a partir del juicio político
pedido por los sectores de derecha, luego intervienen la provincia, sería la cuarta provincia aislada de los
sectores más progresistas.

Cepernic, gobernador de Santa Cruz fue destituido, acusado de propiciar la infiltración de elementos
antinacionales, de ser líder de la Tendencia y de los grupos marxistas, finalmente la provincia fue intervenida
en octubre de 1974.

En menos de un año, los espacios políticos que ocupaba la Tendencia se fueron desmoronando, en cambio
se intensificó la ofensiva desde los sectores reaccionarios de derecha.

La muerte de Perón, el 1 julio de 1974 hizo recrudecer la persecución y el desplazamiento de los espacios
institucionales que aún cubrían los sectores combativos, así el ministro Taiana fue reemplazado por el
derechista Ivanissevich y Puiggrós sustituido por el reaccionario Ottalagano
En noviembre, Miguel Ragone, gobernador de Salta corre la misma suerte que sus antecesores (Obregón
Cano, Cepernic, Martínez Bacca, Bidegain y Antenor Gauna) la derecha peronista y la burocracia sindical
vandorista califican a Ragone de marxista infiltrado y militante montonero, así que desde el gobierno central
ordenan la intervención de la provincia y la destitución de Ragone.

Hacia fines de 1974 comenzó a funcionar el Centro clandestino la Escuelita de Famaillá y el Conventillo de
Fronterita, en la provincia de Tucumán.
En el lapso de un año los espacios políticos participativos fueron cerrándose para la Juventud Peronista-
Montoneros. Paralelamente, el accionar de la AAA con la anuencia del estado, sumado a la construcción del
discurso del otro como terrorista-subversivo desde el plano jurídico y comunicacional resultaron unos de los
factores decisivos en la lucha por dos modelos de país opuestos

El aislamiento político en Lomas de Zamora

En el año 72, la J.P. de Lomas tenía el Comando electoral, fruto del poder y de la capacidad de convocatoria
y movilización que habían conseguido, así que a partir de distintos acuerdos entre ellos con la Agrupación
Evita lograron que Turner entrara como concejal, pudiendo haber designado a gente de la J.P. Pero ellos
respetaban lo que se acordaba, según recuerda Hugo Sandoval, ex concejal de la JP.

Asimismo, Perdía describe la fuerza política con la cual contaba Lomas, diferente a otros distritos e incluso
al resto del país. Tenía gran influencia sobre el partido justicialista, cosa que no había en otros lados, Lomas
contaba con un asentamiento territorial, grupos de la UES (estudiantes secundarios), de JUP (estudiantes
universitarios), JTP (trabajadores peronistas), etc., es decir todas las organizaciones presentes en otros
lugares, pero con la diferencia de que en Lomas, la incidencia de estas agrupaciones sobre el aparato del
Partido Justicialista era muy importante. Es uno de los motivos, por los cuales en el armado de la lista, para
las elecciones de 73, quienes manejaron la contienda fueron los grupos de la Juventud Peronista de Lomas.
Perdía reconoce que la agrupación Montoneros no se abocó de lleno a la contienda política, porque
orgánicamente no le dieron mucha importancia, no tenían mucha fuerza para dar esa pelea, no la conocían,
no tenían experiencia en ese campo. La mayoría no sabían cómo moverse políticamente en ese espacio
desconocido. Además, hicieron poco esfuerzo en ese sentido, y las escasas energías que pusieron fueron
muy débiles como para contrarrestar el aparato que habían montado ellos, quienes cambiaron las listas, las
trucaron. En cambio, en Lomas de Zamora se pudo dar esa pelea, porque la Juventud Peronista tenía un
peso enorme dentro del aparato del P.J Del mismo modo que las tensiones nacionales se cristalizaban en el
país, las regiones reproducían la misma dinámica. Lomas de Zamora contaba con un importante desarrollo
político de la Juventud Peronista.

El ex concejal Sandoval diría:” Hacia fines del 72, nosotros como J.P. fuimos los que armamos la lista del
FREJULI en Lomas de Zamora, convocando a todos los sectores: Impusimos el 25% para cada rama
(política, gremial, femenina y la juventud).

A los dos meses de ocupar el cargo de intendente, Ricardo Alberto Ortiz, fue suspendido en sus funciones,
sólo permaneció en el cargo dos meses, por denuncias en contra de los secretarios de Bienestar Social,
Osvaldo Mércuri y de Obras Públicas, el ingeniero Daniel Ríos y el exdirector de Asuntos Legales de la
comuna, Pablo Surraco. Las denuncias se basaban fundamentalmente, en los sucesivos problemas sufridos
por los empleados públicos y contribuyentes, que ocasionaba una guardia armada dentro del Municipio,
quienes portaban armas de guerra, compradas a través de la Municipalidad. Duhalde pidió la suspensión del
intendente. Todos los concejales votaron afirmativamente. Una comisión investigadora, integrada por los
concejales titulares, presidida por Héctor Lencina y Francisco Maríncola como secretario sería la encargada
de observar y analizar los hechos. Turner reemplazó a Ortiz y Duhalde se hizo cargo de la presidencia del
Concejo Deliberante.

Pedro Pablo Turner, intendente provisional, comenzó su amplia labor tomando contacto con los más
necesitados y sus urgencias. Así, visitó el barrio Santa Rosa, en Temperley, la sala de primeros auxilios y la
escuela del barrio que se habían levantado con el esfuerzo de los vecinos. La Juventud Peronista local lo
recibió y entre todos le hicieron saber los problemas de la zona. En la visita, saludó a todos diciendo:”Pese
al puesto que ocupo, soy hombre del pueblo y con función de tal trabajaré para todo Lomas. El gobierno del
pueblo será a puertas abiertas y nadie dejará de ser atendido con la deferencia y el calor que se merece,
cualquiera sea el problema o la preocupación que exponga”.

Pese a las trabas que desde la Secretaría de Finanzas y otros puestos de trabajo no afín con el sector de
Turner, logró gestionar un trabajo conjunto entre Segba y el Sindicato de Luz y Fuerza. Para el 22 de
diciembre del 73 se inauguró la iluminación del Camino Negro que conduce a Puente La Noria. Doscientos
operarios trabajaron durante veintiocho días en una extensión de ocho kilómetros, instalando trescientos
sesenta focos a lo largo de la ruta.

Los primeros días de enero, Turner separó del cargo al director de Acción Social, Carlos Álvarez. Esto
ocasionó, por un lado, la manifestación de disconformidad por parte de las agrupaciones Falcón y Brandaza
del barrio Los Pinos, Cogorno de LLavallol, Soberanía y Libertad de Ingeniero Budge, Eva Perón de Villa
Independencia, Josè Valle de Villa Albertina. También la Rama Femenina del Movimiento Justicialista
reaccionó rápidamente interpelando a Turner e imponiéndole la necesidad de integrar la Secretaría de
Bienestar Social. Estos hechos profundizaron los enfrentamientos sectoriales y desencadenó la reacción de
adherentes a la línea política de Turner, quienes movilizaron un millar de personas al Palacio Municipal, para
brindar su apoyo a Turner. Las columnas integradas mayoritariamente por jóvenes, entonaron cánticos
partidarios y adversos a ciertos sectores. El grueso de los manifestantes se congregó en el despacho de
Turner, a quien ovacionaron cuando ingresó. Un representante hizo explícita su adhesión a Turner y a sus
colaboradores. Francisco Léster, secretario de gobierno respondió:”Se trata de una acción palanidista,
concretada por un grupo determinado, cuya finalidad es conseguir la intervención del distrito”. La Unión Pag
1 del 9 de enero de 1974. Luego, Turner informó que la Rama Femenina sería integrada a la Secretaría de
Acción Social y agregó que los miembros del Departamento Ejecutivo gozaban de su plena confianza”.Los
manifestantes, luego se trasladaron hasta el CD y se ubicaron en el sector destinado al público. Allì
siguieron entonando cánticos y expresiones de apoyo a Turner, solicitaron el juzgamiento de cuatro
concejales del FREJULI por su participación sectorizada en el conflicto
Duhalde, Lencina y Hernández consignaron la necesidad de tomar la denuncia e investigar los hechos.

Durante el mes de marzo y abril del 74, Turner fue interpelado reiteradas veces por el CD, debió responder
a las requisitorias de los concejales en cuanto a “la habilitación de un maduradero de bananas y un subsidio
a un estadio de atletismo”. Dichas cuestiones suscitaron un largo debate, cuyas conclusiones pasaron a
estudio y despacho de la comisión investigadora. Las sesiones se llevaron a cabo con un gran despliegue
de efectivos policiales que impidieron la presencia del público. No obstante las continuas requisitorias,
Turner continuó con su labor y para el mes de mayo concretó el plan de electrificación en los barrios de Villa
Albertina y Santa Marta. El convenio firmado con Segba permitió recibir los materiales necesarios para llevar
a cabo el operativo.

Los últimos días de abril, distintos pedidos realizaron las instituciones populares, entre ellas, la Sociedad de
Fomento Villa La Perla, quienes reclamaron por el aumento desproporcionado de los impuestos. Exigían
que se cumpla lo pautado en el CD:”cobrar más a quines más tienen” y pidieron la fiscalización a las
grandes empresas evasoras por parte de las Sociedades de Fomento.

El intendente Turner, atento a las inquietudes populares solicitó a la semana siguiente, una reunión general
con el contador Ángel Sormani, con el Secretario de Economía y Hacienda, Carlos Rosende, el Director de
Ceremonial, Juan Valdez y el Subdirector de Asuntos Municipales, Sr Garófalo, planteando los temas
preocupantes de la comuna.

A los dos días de ocurrida la reunión, Turner decidió separar de sus funciones a Carlos Rosende, Secretario
de Economía y Hacienda, a pesar de su resistencia a abandonar el cargo. La medida según consta en un
comunicado posterior, hecho público por Luis María Roberto, Secretario privado de Turner, se basaba en el
sucesivo boicot que realizaba Rosende para la obtención y distribución de finanzas, trabando el accionar
municipal. Luego designó a Elías Fort como su reemplazante.

Al día siguiente, un grupo de concejales del Frejuli elevaron a la Secretaría del CD el pedido de juzgamiento
de la labor de Turner
Dos días después de la destitución de Rosende, el Sindicato de Municipales se declaró en estado de alerta
y calificó como un solapado ataque al gremio por parte del DE de la Municipalidad ante la respuesta a los
dieciocho puntos presentados por el gremio con represalia en la persona de Rosende.

La Comisión directiva y el cuerpo de delegados resolvieron en la reunión del 10 de mayo:1) Declarar al


gremio en estado de alerta 2) Declarar al cuerpo de delegados en sesión permanente 3) Difundir el temario
de los dieciocho puntos 4) Solidarizarse con Rosende 5) Informar de la situación al CD. A esta situación los
municipales denunciaron la inseguridad en el cobro de haberes del mes de marzo, la negativa del pago de
aumentos dados por el Poder Ejecutivo Nacional y las anomalías ocurridas en el hospital Gandulfo.

El enfrentamiento entre el Sindicato de Municipales y el DE de la Municipalidad derivó en un paro parcial de


los trabajadores municipales para el 13 de mayo, quienes acudieron al segundo piso en busca de
respuestas a sus pedidos. Turner, en compañía de Lèster, titular de gobierno, los recibió y les dijo:”Como
peronista y obrero no podía dejar de hablar con el personal, instándolo a deponer su actitud e indicando que
los dieciocho puntos ya tienen respuesta y que en los próximos días iba a ver una reestructuración del DE”
La Unión pag 1 14 de mayo de 1974.

Hubo aplausos de un sector y réplicas de otro. Luego, Léster intentó hacer uso de la palabra, pero el griterío
se lo impidió. Turner se retiró del recinto dejando a Javier Rodríguez, director de Cultura, en su lugar. La
confusión y la situación caótica impidieron a Rodríguez expresarse. Ese mismo día, el secretario del
Sindicato de Municipales, Carlos Fernández, acudió a la Federación Bonaerense, ente que nuclea a los
trabajadores municipales de toda la provincia. La Federación manifestó su apoyo y garantizó gestionar el
tema en La Plata. El conflicto suscitó la división de fracciones en el seno del municipio. Inmediatamente, el
secretario privado del intendente, Luis María Roberto, a través de un comunicado hizo pública la evaluación
político-institucional. I) Turner dispone la cesantía de Rosende, fundamentada por el desmanejo de dicha
secretaría en lo que a política para la obtención de créditos para obras de infraestructura se refiere, mucho
más grave es la defectuosa efectivización de todo el organismo municipal, llegando a ocasionar graves
inconvenientes financieros con respecto a los trabajadores municipales en lo referente al pago de sueldos,
horas extras y aumentos salariales. Por ello, el intendente entiende que el accionar de Rosende atenta
directa y gravemente contra el pacto social. La Comisión directiva del sindicato de trabajadores municipales
pergenia un paro del personal en defensa del secretario Rosende, argumentando el incumplimiento de los
dieciocho puntos, de justificados reclamos gremiales que ya el ejecutivo había aprobado, implementando
muchos de ellos y disponiendo de común acuerdo la formación de una comisión que evaluase las formas de
poner en vigencia alguno de ellos”.

Como respuesta al comunicado del Departamento Ejecutivo, el sindicato de municipales, lanzó otro en el
que decía:”… cursa sus actuaciones la Federación y establece un compás de espera resolviendo: I)
Declarar personas no gratas a los secretarios de gobierno Francisco Léster, de Obras Públicas, Jorge
Magide, de Bienestar Social, Arturo Payaslian, al Director de Cultura, Javier Rodríguez, Director de
Inspecciona general Carlos Gugliamelli, Subsecretario de Promoción y asistencia a la comunidad, Roque
Gioia, Director de ceremonial, Juan Valdez 2) No aceptar las proposiciones de los matones y mantenernos
unidos en estado de alerta en nuestros puestos de trabajo, esperando las resoluciones de la Federación
Bonaerense hasta conseguir la aprobación de los dieciocho puntos…, manteniendo la solidaridad con
Rosende 3) Apoyo unánime al CD.

Al día siguiente el CD se reunió para juzgar la conducta de Turner. La destitución del secretario de
Hacienda, Rosende, marcó un punto de tensión y
fragmentación de distintos sectores. La guardia policial, con armas largas y perros adiestrados distribuidos a
lo largo de la Plaza Grigera, impidieron la presencia del público. La sesión programada para esa noche
comenzó una hora más tarde a fin de que los bloques pudieran acordar criterios. Ni bien comenzó la sesión,
la comisión investigadora integrada por los concejales Jorge Infantino, Horacio Gallardo y Jorge López
enumeraron los cargos contra Turner: Higiene, Seguridad y Salubridad. El CD votó mayoritariamente la
suspensión del intendente por noventa días y su reemplazo por el presidente del CD Eduardo Duhalde.
Hubo veinte votos positivos y tres pertenecientes a la Juventud Peronista, por la negativa.

En esa ocasión, el concejal Dolinsky de la J.P. expresó la opinión de su bloque separado recientemente del
Frejuli.:”No estamos de acuerdo con la suspensión del compañero intendente municipal, no porque no
hayan existido fallas administrativas, sino porque se utilizaron para ella elementos netamente políticos”…

“Se interpeló con respecto a los puestos callejeros y hay concejales con intereses en algunos de ellos: han
sido vistos atendiendo al público”.

“Con respecto al caso del hospital Gandulfo, se habla de cuidar el dinero del pueblo y se compran
elementos no imprescindibles, como si ese dinero no fuera del pueblo”.

“Que garantía tenemos de tener justicia, cuando todo ha sido preparado con anterioridad y cuando ya se
está montando a través de funcionarios del DE el aparato de mentiras e infamias a través de trascendidos y
rumores”.

“Como avalar la formación de una comisión investigadora o eventualmente integrarla cuando se realizó una
interpelación para averiguar porque no se cumplen algunas ordenanzas y luego en la reunión de la comisión
de obras públicas, la primera de este año se dice que hay cosas más importantes que esa ordenanza ?.
“Caso concreto el de la Granja Integral”.

“Se dirá de evitar enfrentamientos con grupos antagónicos, pero resulta que los provocadores de esos
enfrentamientos son asiduos concurrentes a los despachos más altos de este honorable CD, incluso se les
da dinero”…

El 16 de mayo asumió Duhalde en compañía del secretario del CD, Enrique Gutiérrez, el subsecretario de
gobierno, Rogelio Policarpo, el director de personal, Juan Severino. Luego, designó a Rogelio Policarpo, en
la titularidad de gobierno, Roberto Locieiro en la secretaría de Bienestar Social, Alberto Larcamón en Obras
Públicas, Carlos Rosende en Economía y Finanzas, Carlos Labollita secretario de prensa. El DE de Turner
renunció en bloque.
Cuatro días después de asumir sus funciones, rápidamente Duhalde contrató 25 vehículos para levantar los
restos de poda que fueron trasladados hasta el vivero municipal.

En una de las sesiones de interpelación a Turner, la Juventud Peronista hizo oír sus voz, en la figura de
César Dolinsky, quien expreso:”Se habla de que la ciudad está sucia y se “para” en la comisión de Servicios
Públicos la contratación de camiones para la recolección de ramas. Y miren señores concejales. Observen
qué rápido se puede hacer cuando hay apoyo y afán de colaborar”.

En la misma semana de asumir, Duhalde manifestó su intención de privatizar la recolección de basura, hoy
considerada uno de los negocios más rentables para unos pocos. En tal ocasión, a raíz de las sucesivas
interpelaciones a Turner, el concejal Dolinsky argumentó:”Se habla de la municipalización del barrido y
limpieza de calles y no se dice que en la comisión de Servicios Públicos durmió en el mes de marzo el
proyecto de municipalización del barrido y limpieza de calles. Es cierto, la ciudad está sucia, pero no está
sucia de ramas y basura, está sucia de procedimientos e intenciones”.

Durante los primeros días, Duhalde prometió, luego concretó la rebaja de las tasas municipales, gracias a la
ayuda recibida por el gobernador Calabró, a partir de contribuciones provinciales a las intendencias.

Finalmente dispuso la capacitación de agentes municipales, a fin de que obren como inspectores
municipales para controlar la evasión de impuestos, cuando diversas instituciones de bien público
(sociedades de fomento) reclamaban esa función para garantizar protagonismo popular y transparencia.

El 8 de agosto se comenzó a tratar la situación del intendente Turner. Ese día, un sector del peronismo y el
sindicato de municipales fueron recibidos por Duhalde que se hallaba acompañado por Mércuri, Tolosa,
Rosende e Irma Santa Cruz. El Secretario de organización del gremio de municipales, Rodolfo Illescas,
expresó su apoyo a Duhalde y la decisión de mantener al gremio en estado de alerta, hasta tanto se expida
el CD. El 10 de agosto, la Comisión investigadora, leyó el informe realizado, en el que se acusaba a Turner
de un vaciadero clandestino, de la entrega de materiales de construcción a unidades que no revestían
carácter de bien público, del pago por servicios no efectuados, de la existencia de personas que cumplían
servicios en dependencias municipales sin estar designadas para tales efectos. Luego del informe dieron su
opinión los concejales Jorge López (Frejuli), Juan Bordachar (UCR), Jorge Infantino (Partido Conservador),
César Dolinsky (JP) Jorge García (APR), Juan Scaleandri (Demócrata Progresista).

Los concejales votaron la destitución, con la excepción de Hipólito Sandoval (Frejuli) que votó por la
negativa.

En esa última sesión, donde se definía la destitución de Turner se escucharon las palabras de la JP a través
de Dolinsky, explicando el voto a favor de la destitución : “ Estamos de acuerdo con la política desarrollada
por los compañeros del DE, aún admitiendo la posibilidad de que hayan cometido errores, no estamos de
acuerdo con la posición asumida por el titular del DE que se expresa a través de los argumentos de la
defensa…, adelanto el voto positivo para que se produzca el alejamiento definitivo del intendente
suspendido, sin que ello signifique estar de acuerdo con la actual conducción municipal que sigue
cometiendo los mismos errores que los que se achacan al intendente suspendido”.

Agregó: “No podemos ser consecuentes con quien no se juega con quienes fueron colaboradores
inmediatos y que hasta último momento estuvieron defendiéndolo a muerte”.

Finalmente, el abogado defensor de Turner, Sr. Riva aludió al grado de complicidades y responsabilidades
que se tejieron en el CD, diciendo: “los sectores que integran los distintos bloque de la oposición van a ser
los conejitos de india y se prestarán al juego del bloque oficialista”.

Ante tal declaración, el concejal por la UCR, Carmelo Pellegrini manifestó su enojo, por lo que el abogado
Riva se disculpó y asumió la responsabilidad de la frase.

Al concluir la sesión del CD, Duhalde se hizo presente en el local del Sindicato de Trabajadores Municipales

A días de haber asumido Duhalde como intendente de Lomas de Zamora, el delegado interventor del
Partido Justicialista, Manuel Torres, publicó en el diario local una solicitada en la que hacía un llamado a
legisladores, miembros de la CGT 62 Organizaciones, a la Rama Femenina, Rama Política y a todo
peronista que quisiera participar en la resistencia para acabar con los gobiernos de minorías antipopulares.
Apuntó a la necesidad de reconstruir la Nación para liberarla. Agregó:”nos toca vivir una instancia histórica y
a ella debemos contribuir con fervor, apartando a los infiltrados de nuestras filas, cuyas mentes caotizadas
albergan un proyecto extraño a la Nacionalidad que es el del peronismo concebido por Perón y los millones
de argentinos plenamente consustanciados con su doctrina quieren una Argentina libre, poderosa, justa”.

Para el año 1974, los sectores progresistas en Lomas van cediendo terreno a la derecha peronista por
desavenencias internas, según marca Perdía: “algunas contradicciones entre compañeros montoneros con
Turner y el PB. (Peronismo de Base), nos debilitaron a todos. En ese contexto se fortalece un dirigente del
peronismo ortodoxo, uno de los“pichones” de Manolo Torres, Eduardo Duhalde, quien se va quedando con
el poder en Lomas hasta erigirse, con el paso de los años, en el más poderoso dirigente del justicialismo
bonaerense”.

También hubo equivocaciones, fruto de la inexperiencia de la juventud. El concejal Sandoval reconocería las
siguientes decisiones:”Cuando fuimos conducción decidimos darle a la rama gremial, la Secretaría de
Hacienda, creíamos que la Secretaría de Gobierno, la Secretaría Privada y la Secretaría de Obras Públicas
serían una garantía para tener el control. Éramos muy inocentes, no nos dábamos cuenta que el verdadero
poder estaba en la Secretaría de Hacienda, porque cada vez que queríamos generar trabajo, u otras obras
de bien público, Rosende de la Secretaría de Hacienda nos frenaba”.

A pesar de los errores, la Juventud Peronista simbolizaba una nueva forma de hacer política, los impulsaba
un fuerte idealismo que orientaban en función de construir la patria justa y equitativa a diferencia de los que
se iban quedando con el poder para instalar el vaciamiento político, las prácticas punteriles, el mercantilismo
de la política. Sandoval recuerda a los militantes de aquella época: “Éramos trabajadores y defendíamos
una causa que era lógica, no veníamos de la facultad. Sabíamos lo que era el peronismo y lo amábamos.
Éramos de alma y corazón puros, pero de accionar impetuoso. Éramos los "obreros de la política". Cuando
asume Duhalde llegan los "profesionales de la política", entonces comienza a repartir chupetes. Algunos se
pasan al bando de Duhalde. Nosotros íbamos perdiendo terreno. En el marco nacional, nuestros diputados
deciden renunciar, por lo tanto, se va perfilando el comienzo de la decadencia. A esa altura habíamos
conformado un bloque independiente del FREJULI totalmente reconocido por unanimidad por los
veinticuatro concejales del Concejo Deliberante de Lomas de Zamora. Hicimos la presentación del caso. En
Lomas nos piden la renuncia y no aceptamos, seguimos sosteniendo el bloque de la J.P. y encima armamos
el Partido Auténtico cuyo lanzamiento se realizó en Villa Centenario”.
Así, los espacios políticos dentro del ala municipal en Lomas se van replegando en consonancia con lo que
ocurría en el resto del país. Duhalde capitaliza dichos espacios, primero el bloque del FREJULI, luego la
intendencia. Asimismo, la UNLZ, otro bastión de la Juventud Peronista que había llegado, tras una ardua
lucha a consagrar a un rector afín a la Tendencia Revolucionaria comienza un camino descendente que
marca un hito histórico en febrero de 1975, con la intervención de la UNLZ y la destitución del rector Julio
Raffo.

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