Practicamedicaiiunidadii 180609055323 PDF
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1) I Par Craneal
1.1) Generalidades
Los axones de las neuronas del bulbo olfatorio forman la llamada cintilla olfatoria, de curso anteroposterior,
la cual, al alcanzar los límites anteriores de la sustancia perforada anterior, se divide en:
Estría olfatoria medial: que conecta con el bulbo olfatorio del lado opuesto.
Estría olfatoria lateral: que conecta con el área periamigdalina y prepiriforme (área 28) de la
circunvolución del hipocampo.
Los axones de estas estrías van a hacer sinapsis directa o indirectamente con neuronas del complejo
rinencefálico, especialmente la región del uncus del hipocampo.
Entre las estructuras rinencefálicas con las que establece relación la vía olfatoria, citemos: el hipocampo, el
núcleo amigdalino, el área piriforme, el tálamo, los cuerpos mamilares, el núcleo habenular, el trígono y
otras. Se establecen así conexiones reflejas con los núcleos de los otros nervios craneales y espinales que
tienen actividad funcional en la deglución y la digestión.
La corteza olfatoria primaría, esta constituida por la corteza prepiriforme y el área periamigdalina cercanas
al uncus del hipocampo. La corteza entorrinal se considera como la segunda área olfatoria cortical.
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Las terminaciones periféricas de las células de Schultze son estimuladas químicamente por partículas
odoríferas, que se encuentran suspendidas en el aire que circula por las fosas nasales.
La exploración de estas alteraciones solamente se debe hacer en los casos en que se sospecha una alteración
específica del primer nervio craneal.
No es infrecuente que los pacientes con alteraciones de la olfacción manifiesten trastornos del gusto, que se
deben exclusivamente al compromiso olfatorio.
Las alteraciones olfatorias pueden, a su vez, clasificarse en: parciales, generalizadas, placenteras
(agradables) o displacenteras (desagradables).
El olfato se altera fácilmente con el humo del tabaco, reacciones alérgicas, infecciones respiratorias, etc.
Las causas más frecuentes que pueden generar cualquiera de los compromiso del I par son:
Los traumatismos craneales o secuelas quirúrgicas: los primeros debido al mecanismo de contragolpe,
lo que facilita el movimiento de los lóbulos frontales y fácilmente se arranca los bulbos olfatorios de
la lámina cribosa del etmoides, los segundos por lesión directa del nervio.
Los tumores primarios o secundarios (meningiomas, metástasis, adenomas hipofisarios)
Las enfermedades de las fosas nasales
El envejecimiento
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La enfermedad de Parkinson: los niveles disminuidos de dopamina, conllevan a la disminución de la
percepción de los olores.
La utilización de algunos fármacos o drogas (corticoides, quimioterapia, cocaína, anfetaminas)
Causas psicógenas.
En ciertos tipos de epilepsias suelen aparecer alteraciones olfatorias paroxísticas, denominadas crisis
uncinadas, que constituyen verdaderas alucinaciones olfatorias, debidas a la irritación del
hipocampo.
Otra causa importante de alteraciones del olfato, sobre todo en niños, son la presencia de cuerpos
extraños en las fosas nasales.
En un 45% de los casos no se llega a determinar la causa de la afección del par craneal.
Para las alteraciones de la olfacción solo se describirá la anamnesis el examen físico y los paraclínicos, en la
anosmia, debido a que en las distintas alteraciones, la exploración es similar y los cambios se dan es en la
anamnesis debido a que ellas tienen leves variaciones en su etiología.
a) Anosmia
Ausencia de olfacción, independientemente de la intensidad del estímulo utilizado. Puede ser unilateral o
bilateral.
a.1) Etiología
La anosmia bilateral puede ser causada por una enfermedad de la membrana de la mucosa olfatoria
(por lo general inflamatoria), como el resfrío común o una rinitis alérgica.
La anosmia unilateral puede ser resultado de una enfermedad que afecte los nervios olfatorios, el
bulbo olfatorio o el tracto olfatorio.
Es poco probable que una lesión de la corteza olfatoria unilateral produzca anosmia completa porque las
fibras de cada tracto olfatorio viajan hacia ambos hemisferios cerebrales.
Las fracturas de la fosa craneal anterior que afectan la lámina cribosa del etmoides podrían desgarrar los
nervios olfatorios.
Los tumores cerebrales de los lóbulos frontales o los meningiomas de la fosa craneal anterior pueden producir
anosmia al comprimir el bulbo olfatorio o el tracto olfatorio.
Otro agente causal importante es el abuso de descongestionantes nasales, los cuales pueden tener un efecto
irritante en la mucosa respiratoria.
a.2) Anamnesis
En la anamnesis se deben realizar preguntas relacionadas a identificar alguno de los agentes etiológicos que
puedan originar la anosmia, la rinitis y los resfriados que son de las causas más comunes.
A la hora de realizar el interrogatorio es importante dividir las anosmias producidas por algún agente
irritante, de las que pueden ser producto de un tumor.
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Anosmia asociada a irritación o lesión Anosmia asociada a un LOE (lesión ocupante de
espacio)
Suele estar acompañada de Rinorrea y No están acompañadas de Rinorrea o
síntomas de resfriado. síntomas de resfriado a menos que curse con
Su aparición es aguda uno.
Suelen ser bilaterales La anosmia por lo general es crónica
Mejora tras la descongestión nasal Suelen ser unilaterales (si el LOE se ubica
Aparecen posteriores a traumatismo u en el tracto o en el bulbo olfatorio)
obstrucción de vías.
En caso de sospechar de una anosmia producto de un LOE, se deben buscar la presencia de algún signo
neurológico distinto.
a.4) Paraclínicos
Los exámenes paraclínicos solo se deben realizar si se sospecha de un LOE, para ubicarlo una tomografía o
resonancia magnética.
b) Hiposmia
Las causas de la Hiposmia bilateral son similares a las de la anosmia (irritaciones de la mucosa)
La anosmia crónica está asociada a pólipos nasales, a la exposición permanente de pesticidas y olores fuertes,
cirugía craneal, cáncer o enfermedad de Parkinson.
c) Parosmia
La Parosmia en la mayoría de los casos es una afectación crónica, sus causas son similares a las de las
alteraciones previamente mencionadas.
Pero cabe destacar que la Parosmia está fuertemente asociada a la epilepsia del lóbulo temporal, debido a
que la transmisión incorrecta de la información neuronal puede producir percepción alteradas de los olores.
d) Cacosmia
Es un tipo de Parosmia, en la que todos los olores se perciben como desagradables, la cacosmia está asociada
con la ocena
e) Fantosmia
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f) Hiperosmia
Es la menos común de todas las alteraciones del olfato. Está asociada a la exposición prolongada a olores de
hidrocarburos (trabajadores de gasolineras, y petroleras) este es un dato de interés relevante en la
anamnesis.
Las causas pueden ser genéticas, ambientales o se manifiesta por el síndrome de abstinencia de
benzodiacepinas.
La Hiperosmia aguda está asociada al embarazo, (debido al aumento de los niveles de estrógeno,
2) II Par Craneal
2.1) Generalidades
La luz es captada en la retina por los conos y los bastones, los cuales envían una prolongación a una neurona
bipolar, que sirve de conexión entre los mismos y las fibras de las neuronas ganglionares multipolares que
convergen en la papila para formar el nervio óptico.
Al emerger del globo ocular, las fibras son recubiertas por una vaina de mielina y penetran en la cavidad
craneal a través de los agujeros ópticos.
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En el quiasma se produce un entrecruzamiento parcial de las fibras: las nasales se dirigen hacia el lado
opuesto, mientras que las temporales presentan un curso homolateral.
La visión
La medialuna monocular del campo visual se proyecta a los receptores de la retina sólo en la parte más
medial de la retina nasal derecha e izquierda.
En el quiasma
En el quiasma, las fibras de estas dos porciones de la retina se combinan para formar la cintilla óptica
izquierda y derecha.
Mediante esta disposición. Todo el campo visual derecho se proyecta al hemisferio izquierdo del cerebro. Y
el campo visual izquierdo al hemisferio derecho.
Cintillas Ópticas
Cada una de las cintillas ópticas circunda el hipotálamo y las porciones rostrales del pie del pedúnculo
cerebral. La mayor parte de sus fibras terminan en el cuerpo geniculado externo.
Vía extrageniculada
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Unas porciones continúan como brazo conjuntival hasta el tubérculo cuadrigémino superior y el área
pretectal (esta ultima regula el reflejo fotomotor).
El área pretectal se relaciona con el reflejo fotomotor, y el tubérculo cuadrigémino superior con el movimiento
reflejo de los ojos y la cabeza y el seguimiento de estímulos visuales.
Coordinan el reflejo optocinético: aparecen cuando las imágenes de los objetos del campo visual se desplazan
sobre la retina, mantienen la estabilidad.
Recibe fibras de la retina y fibras del colículo superior (capas superiores, las que representan el campo
visual).
Haz Geniculo-Calcarino
El cuerpo geniculado externo da origen al haz gcniculocalcarino, que forma el último relevo de la vía visual.
En el labio superior termina la información visual correspondiente a la mitad inferior del campo
visual.
En el labio inferior termina la información visual correspondiente a la mitad superior del campo
visual
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2.2) Alteraciones del II Par Craneal
Como la exploración del nervio óptico y su semiología fueron estudiados en IV semestre, aquí haremos solo
un recordatorio de sus cinco aspectos semiológicos y su significación clínica, además de las alteraciones de
la visión que pueden consistir en:
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2.2.1) Disminución de Agudeza visual y Campimetría (Causas asociadas al nervio).
Recuerde que para determinarla se usa la tabla de Snellen. O la lectura, las alteraciones pueden consistir
en:
Errores de refracción.
Opacidad de los medios transparentes del ojo.
Lesiones de la retina.
Lesiones de las vías ópticas.
Los errores de refracción, y las alteraciones en la opacidad de los medios transparentes del ojo, por lo general
producen una disminución de la agudeza que puede ser visión de cuenta dedos, visión en bultos o visión de
luz.
En cuanto a lo que compete a este tema solo se hablara de las disminuciones de la agudeza visual asociadas
a lesiones de la retina o lesiones de la vía óptica, estas lesiones suelen ser más graves y producen algún tipo
de anopsias, así que aunque llegan a afectar la agudeza visual (capacidad de distinguir objetos, colores y
lectura) son alteraciones propias del campo ocular.
a) Anopsia
Es la disminución del campo visual.
Las causas de Anopsia dependientes del nervio son las lesiones de la vía óptica, las cuales pueden ser
causadas por muchas patologías. Los tumores expansivos del encéfalo y las estructuras vecinas, como la
glándula hipófisis y las meninges, y los accidentes cerebrovasculares son causas frecuentes; pero también se
pueden producir por infecciones, y traumatismos.
Los efectos más difusos sobre la visión ocurren donde las fibras nerviosas de la vía visual están densamente
apretadas, como en el nervio óptico o el tracto óptico. Es necesario tener en cuenta 2 cosas:
Total: ceguera, puede ser unilateral, o bilateral (derecha e izquierda), por lo general es secundaria a
la sección de un nervio óptico (por traumatismos, o intervenciones quirúrgicas)
Parciales:
Anopsia circunferencial: Puede ser causada por histeria o neuritis óptica. La neuritis óptica puede
seguir a la propagación de una infección desde los senos esfenoidales y etmoidales; el nervio se
infecta cuando atraviesa el conducto óptico para entrar en la cavidad orbitaria. Esta suele
diagnosticarse con equipo especializado de oftalmología.
Hemianopsias: pérdida parcial de un segmento del campo visual pueden ser:
Unilaterales: nasales, temporales, en cuadrantes y horizontales.
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Bilaterales:
Homónimas: se pierde el mismo segmento del campo visual (lado izquierdo de
ambos campos visuales), estas siempre son contralaterales (ya que se pierde la
mitad nasal de uno y la mitad temporal del otro).
Sigue a la sección del tracto óptico o de la radiación óptica o a la destrucción de
la corteza visual de un lado; la lesión produce la misma hemianopsia en ambos
ojos, o sea, hemianopsia homónima. Por ejemplo, si se secciona el tracto óptico
derecho se producen hemianopsia temporal izquierda y hemianopsia nasal
derecha.
La hemianopsia homónima se debe a lesiones retroquiasmáticas que asientan
en la cintilla óptica, en el pulvinar o en el lóbulo occipital, en la región de la
cisura calcarina. producidas por tumores, inflamaciones o infartos, consecutivos
a trombosis o embolia de la arteria cerebral posterior.
Heteronimas: se pierden lados contrarios del campo visual, pueden ser:
o Binasales: La hemianopsia binasal es de muy rara observación porque
requiere lesiones separadas que afecten a ambas partes externas del
quiasma. (se puede dar en dilataciones de ambas carótidas internas, o
en lesiones aisladas de cada nervio óptico en su porción lateral)
o Bitemporales: La hemianopsia bitemporal es producida por lesiones
quiasmáticas centrales, y se observa en tumores de la hipófisis, que al
mismo tiempo pueden determinar acromegalia, síndrome de Fröhlich,
etcétera.
o En cuadrantes (cuadrantanopsia), (por ejemplo cuadrantopsia, temporal
superior derecha) que puede deberse a: una lesión en un segmento del
nervio óptico, una lesión de la cintilla radiada, o una lesión de solo una
porción de la cisura calcarina
o La hemianopsia horizontal o altitudinal puede ser causada por lesiones
de la cisura calcarina, cuyo labio superior corresponde al campo visual
inferior y viceversa; también se observa en compresiones uniformes de
la parte superior o inferior del quiasma.
Para distinguir las hemianopsias dependientes de lesiones situadas por delante de los tubérculos cuadrigé-
minos y de las producidas por detrás, se señala la reacción pupilar hemianóptica de Wernicke, que consiste
en iluminar la mitad de la retina que no ve y observar si reacciona o no a la luz. En las lesiones
precuadrigeminales no hay reacción pupilar y, en cambio, sí existe en las reirocuadri gemínales.
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a.1) Anamnesis
Debido a que las causas mas comunes de estas patologías son los tumores o lesiones vasculares dependiendo
del tipo de hemianopsia o cuadrantanopsia que refiera el paciente se deben enfocar las preguntas en los
antecedentes, orientadas a los accidentes del tipo cerebro vasculares, patologías tumorales, sobre todo los
que están a nivel de la hipófisis y cualquier tipo de intervenciones quirúrgicas, radiaciones ópticas o a nivel
cerebral.
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b) Amaurosis
Es un tipo de ceguera, se defina como la pérdida de visión que ocurre sin una lesión visible en el ojo. Esta
anomalía puede ser temporal o permanente, congénita o adquirida. especialmente falta de visión debida a
una causa extraocular, como en las enfermedades cerebrales o del nervio óptico, en la diabetes, en las
nefropatías o en las intoxicaciones sistémicas producidas por consumo excesivo de alcohol o de tabaco.
b.1) Tipos
Este trastorno se divide en varios tipos diferentes, que se clasifican de acuerdo con las causas y los síntomas
específicos. Estos tipos incluyen:
b.2) Anamnesis
En la anamnesis se deben realizar preguntas relacionadas a identificar los tipos de amaurosis, de acuerdo a
su aparición, la duración, y la edad del paciente. Algunas etiológicas que puedan originar la amaurosis son:
enfermedades arteriales de base, por algún fármaco como la quinina, o de origen hereditario.
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b.3) Examen Físico
Se debe realizar la prueba de la visión con la tabla de Snellen (la cual se explicó en IV semestre), además de
esto se debe hacer una exploración de la visión cercana en busca de alteraciones.
c.2) Ambliopía.
Es el defecto de la agudeza visual, o sea, la disminución de la visión, en la que el cerebro solo procesa la
imagen del ojo sano y que solo se manifiesta si se ve únicamente con el ojo afectado.
c.3) Hemeralopía.
Ceguera diurna; la máxima visión se produce con luz tenue (síndrome de fatiga).
c.4) Nictalopía.
Ceguera nocturna, asociada a veces con un déficit de vitamina A.
d) Discromatopsias
Así se denomina a las alteraciones de la visión de los colores
Pueden ser de varios tipos: adquirida y congénita; esta última se trasmite con carácter recesivo, relacionado
a veces con el sexo.
Daltonismo: es un defecto genético que ocasiona dificultad para distinguir los colores. Varia entre un
ligero grado de dificultad para distinguir algunos matices de rojo, verde y ocasionalmente azul . Es
decir, que son adquiridos por lesiones de la parte posterior de la vía visual (región occipital ínfero-
medial), con compromiso particular para la visión del color rojo. Cuando existe un trastorno en la
percepción del color azul es probable un daño de los fotorreceptores de la retina. El daltonismo afecta
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al 8% de los varones y al 0.4% de las mujeres. La alteración cromática siempre afecta subjetivamente
la visión de dos colores opuestos, el rojo y el verde o el amarillo y el azul, predominando la primera.
Acromatopsia : cuando se visualizan los objetos sin color (lesión occipital).
Metacromatopsia: cuando los objetos se ven de color diferente al real.
Monocromatopsia: cuando todo se ve de un mismo color, por ejemplo, amarillo (xamtopsia).
La agnosia cromática se caracteriza por un trastorno en la identificación de los colores (lesión del
lóbulo occipital subdominante). El trastorno en la nominación de los colores es causado por un
compromiso occipital del hemisferio dominante.
Las principales retinitis son: simple, albuminúrica, sifilítica, diabética, hemorrágica y hereditaria.
Las personas con retinitis, suelen referir visión borrosa, con escotomas, y dolor retro ocular constante.
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b) Neuritis óptica retrobulbar
Se halla como manifestación precoz en la esclerosis múltiple (50%), en afecciones del seno esfenoidal por
aracnoiditis crónica circunscrita y en la atrofia óptica de Leber, que es una neuritis óptica retrobulbar de
carácter familiar. En la encefalitis epidémica, en la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth y en los estados
postencefalíticos también se ha descrito la aparición de este tipo de neuritis.
La edad promedio de los enfermos era de 32 años; 77% era mujer; 92% refería dolor ocular (en particular con
los movimientos oculares), y 35% mostraba papiledema. El episodio desmielinizante en la mayor parte de
los casos fue retrobulbar y el fondo de ojo pareció normal en el primer examen, pese a que en los meses
siguientes se observó palidez progresiva de la papila óptica.
Prácticamente todos los enfermos recuperan de manera gradual la visión después de un episodio aislado de
neuritis óptica, incluso sin tratamiento. Esta norma es tan fiable, que si la visión no mejora después del
primer ataque de neuritis óptica, debe dudarse del diagnóstico original.
Los pacientes refieren distintos niveles de perdida de la visión, por lo general repentina, acompañada de
algún tipo de discromatopsia, todas caracterizadas por evolucionar rápidamente.
En algunos casos se pueden inflamar los nervios oculares lo que originaría una dificultad a la hora de realizar
los movimientos oculares.
El diagnostico se hara por medio del oftalmoscopio, y por la correlacion de las alteraciones de la visión con
lo observado por el mismo.
Palidez de la papila, estrechamiento de las arteriolas y destrucción de la capa de fibras nerviosas, producida
por muy diversas oftalmopatías, en particular las neuropatías del óptico.
d) Edema de papila.
Es manifestación fundamental de hipertensión endocraneana, y. por consiguiente, puede depender de un
tumor de cerebro, hidrocefalia, hipertensión arterial maligna, etcétera.
Se caracteriza por el edema que se observa en el fondo de ojo, acompañado de disminución de la agudeza
visual.
Todas las demás formas de tumefacción de la papila óptica, ya sea por neuritis óptica o neuropatía óptica
isquémica, deben designarse como “papiledema”. Esta convención es arbitraria pero evita confusiones. Con
frecuencia resulta difícil diferenciar el papiledema, de otras formas de papiledema, únicamente por el
examen del fondo de ojo. El oscurecimiento transitorio de la visión representa un síntoma clásico del
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papiledema y puede afectar a uno o a los dos ojos al mismo tiempo. Por lo regular dura muy pocos segundos,
pero a veces persiste más.
El papiledema no modifica la agudeza visual, salvo que sea grave o se acompañe con edema y hemorragia
de la mácula. La campimetría revela aumento del punto ciego y constricción periférica. En caso de edema
progresivo de papila, los defectos periféricos del campo visual evolucionan de manera insidiosa, mientras
que el nervio óptico se atrofia. En estas circunstancias, la disminución de la hinchazón de la papila óptica
constituye un signo ominoso de necrosis del nervio, más que un signo favorable de desaparición del
papiledema.
Clásicamente, el sistema KWB se divide en cuatro grados; esta clasificación morfológica ha sido muy
utilizada. Sin embargo, se ha propuesto una división más fisiopatológica que parece más lógica. Esta
clasificación consta de tres grados: leve, moderado y grave (Wong y Mitchell, 2004). En esta escala de
clasificación, se han fusionado los grupos 1 y 2 del sistema KWB.
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Grado de Signos retinianos Asociaciones sistémicas
retinopatía
Ausencia Sin cambios detectables Ninguna
Leve Estrechamiento de arteriolas retinianas, muescas Asociación débil con riesgo de accidente cerebrovascular
arteriovenosas, opacidad (en hilo de cobre) de la (ACV) clínicamente significativo, ACV subclínico,
pared arteriolar cardiopatía isquémica y muerte
Moderada Hemorragias (en mancha, punto o llama), focos Fuerte asociación con ACV clínicamente significativo,
blancos algodonosos, exudados duros y deterioro cognitivo y muerte de origen cardiovascular
microaneurismas
Maligna Parte de los síntomas anteriores o todos, más Fuerte asociación con muerte, la presencia de papiledema
edema de la papila óptica (papiledema) requiere una reducción rápida de la presión arterial
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3) Para Craneales Motores Oculares (III, IV y VI)
3.1) Generalidades
Origen Real
Tiene 2 núcleos motores, y un núcleo accesorio (parasimpático), por lo que es un nervio eferente
somático general, y eferente visceral general. Inerva:
Rama motora superior: los músculos recto superior y elevador del párpado superior.
Rama motora inferior: destinada a los
músculos recto interno, recto inferior y
oblicuo menor.
Rama parasimpática: para el constrictor de
la pupila (miosis) y para el musculo ciliar
(midriasis)
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Las fibras preganglionares parasimpáticas que se originan en el núcleo de Edinger-Westphal, se distribuyen
con este par; hacen sinapsis en el ganglio ciliar correspondiente y las fibras posganglionares que emergen
de este último inervan el constrictor de la pupila y el músculo ciliar.
Aferencias: fibras corticonucleares (de ambos hemisferios), fibras tectobulbares del colículo superior
(información visual), fascículo longitudinal medial (conecta con IV, VI y VIII).
El Anillo de Zinn se ubica sobre la pared interna, ensanchada de la hendidura esfenoidal, dividiendo esta
hendidura en 3 orificios secundarios para el paso de los elementos vasculonerviosos destinados a la órbita.
b) Patético (Troclear) IV
También llamado troclear debido a que se dirige al oblicuo mayor (el cual posee una polea o tróclea de
refracción)
Luego, llega a la fosa craneal media, se sitúa en el canal cavernoso y llega a la órbita pasando por la
hendidura esfenoidal, termina inervando al músculo oblicuo mayor.
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c) Nervio Motor Ocular Externo (VI) Abducens
También llamado abducens, es un pequeño nervio que inerva el músculo recto externo del globo ocular.
Origen Real: posee un solo núcleo, es motor, se encuentra profundo al colículo facial.
Tiene un solo núcleo motor por lo que al igual que el anterior es un nervio eferente somático general, inerva
el recto externo.
Interconexiones nerviosas
El complejo nuclear del III par recibe impulsos desde la corteza cerebral, el cerebelo, los núcleos vestibulares,
el tubérculo cuadrigémino superior, la formación reticular y algunos núcleos accesorios del motor ocular
común.
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Los núcleos vestibulares originan una gran cantidad de fibras, que ascienden por el fascículo longitudinal
medial y se distribuyen en los cúmulos celulares somáticos laterales del III par.
Las fibras vcstíbulo-oculo- motoras son las encargadas de establecer la correlación entre la posición de la
cabeza y la de los ojos, mientras que las del fascículo longitudinal medial integran las funciones del motor
ocular externo y el motor ocular común, interviniendo en los movimientos oculares horizontales.
Al igual que la anatomía y fisiología de los pares craneales, está ya ha sido descrita en semestres anteriores
se explica a modo de resumen en la siguiente imagen:
3.2) Alteraciones
Se va a evaluar:
Se debe mencionar que las lesiones supra nucleares pueden paralizar movimientos de la mirada pero no
músculos aislados, por lo cual generan desviaciones cruzadas (si son de rápida instalación), pero no existe
ruptura del paralelismo de los ejes ópticos (no hay estrabismo).
Las parálisis oculares se denominan oftalmoplejías, que pueden ser internas, cuando sólo está afectada la
pupila, externas, cuando únicamente lo están los músculos extraoculares, y completas cuando coexisten
ambas alteraciones.
a) Nistagmo
Se denomina nistagmo al movimiento oscilatorio involuntario de ida y vuelta, ritmico y repetitivo de los ojos.
Puede ser fisiológico, en respuesta a estímulos ambientales o a cambios posturales, pero en general expresa
una patología del sistema nervioso central, del vestibular periférico o bien de la visión.
En las formas patológicas vinculadas con alteraciones neurológicas puede ser manifestación de asimetrías
en el tono vestibular o diferencias en los estímulos responsables de la fijación.
a.1) Etiopatogenia
Generado por la falta de balance de tono entre músculos extraoculares (externos del ojo) opuestos. Cuando
esta falta de balance ocurre, se produce la desviación del ojo, y rápidamente es corregida por un movimiento
que vuelve a colocar al ojo en su posición original.
Esto se produce cíclicamente. El delicado mecanismo de balance de tono de los músculos externos del ojo, es
influido por estímulos retinianos, de los propios músculos extraoculares, de los núcleos vestibulares y de sus
conexiones centrales y periféricas, y de impulsos propioceptivos de otros músculos del cuerpo, como los del
cuello.
De una manera general, su origen podría estar en defectos de las vías vestibulares centrales, o de las
periféricas, en lesiones musculares y en defectos oculares.
I) Nistagmo Ocular
Puede ser:
Fisiológico, cuando hay un movimiento continuo ante los ojos, por ejemplo, cuando se mira por la ventanilla
de un tren en marcha.
Patológico se produce cuando existe un defecto visual importante desde el nacimiento, ya que la fijación
macular de la visión y la habilidad para mantenerla se desarrolla en los primeros meses de vida. Obedece a
lesiones craneales, catarata congénita, albinismo lesiones retinianas, miopía infantil severa, y de origen
hereditario.
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III) Nistagmo producto del SNC
Se produce casi siempre por lesiones que afectan la región del cuarto ventrículo y más raramente en
afecciones cerebelosas.
Por consiguiente se presenta en, lesiones del tallo cerebral lesiones neuronales, esclerosis múltiple, en las
enfermedades que afectan las porciones centrales del cerebelo, en la isquemia cerebral transitoria del
territorio vertebrobasilar; en la toxicidad por fármacos (difenilhidantoína y carbamazepina).
Cada tipo de nistagmo tiene características clínicas distintivas las cuales se expresaran a la hora de hablar
del examen Físico.
a.2) Anamnesis
Debido a que el nistagmo, es un signo y no un síntoma, rara vez va a ser un motivo de consulta, ya que la
mayoría de las veces las personas ni siquiera se dan cuenta que lo tienen, los motivos de consulta a los que
se suele asociar el nistagmo y por lo tanto en los que por medio de la exploración se debe buscar su existencia
son: el vértigo, afecciones oculares desde temprana edad, traumatismos craneoencefálicos o infecciones
(oculares, del oído o del SNC).
El abanico de motivos de consulta en los que se puede presentar el nistagmo es amplio, pero es necesario
correlacionar los datos de la anamnesis con un posible nistagmo, ya que la presencia de alguno de los tipos
certificaría la existencia de una patología ocular, vestibular o del SNC
A la hora de que en el interrogatorio surja alguna de las causas previamente descritas es necesario pensar
la posible presencia de un nistagmo.
Observando al paciente con luz adecuada, en la mirada de frente, en la mirada extrema a izquierda y a
derecha, así como en el eje vertical, hacia arriba y abajo.
Se invita al enfermo a que lleve la mirada hacia el extremo nasal o temporal de cada ojo, o sea la extrema
mirada hacia la derecha o hacia la izquierda.
En el primer caso, si existe un nistagmo rítmico horizontal, se notará que el ojo efectúa un movimiento lento
a la izquierda. sucedido de otro rápido a la derecha, pero de menor extensión que el primero (fase rápida),
para volver luego a retroceder a la izquierda en forma lenta (fase lenta), y así sucesivamente.
El nistagmo rotatorio leve no suele ser fácil de descubrir. Con esta finalidad se toma como reparo un vaso
sanguíneo de la conjuntiva bulbar y se observa si éste presenta algún movimiento.
Debe buscarse el nistagmo en distintas posiciones: decúbito dorsal, decúbitos laterales, posición sentada,
observando si no se manifiestan diferencias en el movimiento con estos cambios posturales. En ciertos casos,
el nistagmo no existe espontáneamente y es necesario provocarlo.
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I. Si es espontaneo o provocado
II. Simetría del movimiento:
a. Simétrico: cuando la dirección del movimiento es igual en ambos ojos; puede ser:
b. Asimétrico: Cuando la dirección es distinta en ambos ojos.
III. Fase:
a. es rítmico o en resorte cuando existe una fase lenta seguida de otra rápida sacudida correctora
en sentido opuesto;
b. pendular, cuando ambas fases tienen la misma duración y velocidad.
IV. Dirección: por convención se lo denomina de acuerdo con la dirección de la fase rápida. Puede ser
a. Horizontal (hacia izquierda o derecha)
b. Vertical (hacia arriba o abajo)
c. Rotatorio, si los globos oculares oscilan alrededor de su eje anteroposterior, y es nominado de
acuerdo con el desplazamiento de la hora 12, en horarios u anti horarios (Ejemplo 6 horas en
sentido de las agujas del reloj). Este último también puede ser circular y elíptico, según se
combinen en oscilaciones horizontales y verticales.
V. Amplitud: describe el rango de excursión de los globos oculares y se mide en grados.
VI. Frecuencia: se determina de acuerdo con el número de sacudidas por minuto, se lo denomina lento
cuando el número de batidas por minuto es menor de 40, mediano, entre 40 y 100, y rápido, cuando
superan las 100.
VII. Intensidad: se lo designa.
a. Grado I cuando el nistagmo sólo se manifiesta al dirigir la mirada en el sentido de la fase
rápida,
b. Grado II en la mirada al frente
c. Grado III cuando también aparece al mirar en el sentido de la fase lenta.
Tipos de nistagmo
Ocular
Vestibular
El nistagmo vestibular es en resorte, tanto cuando se debe a lesión periférica como a lesión central.
Es unidireccional, horizontal o rotatorio.
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El nistagmo cerebeloso es bidireccional y se incrementa cuando se dirige la mirada hacia el lado del
hemisferio cerebeloso dañado.
El opsocloonus se caracteriza por la presencia de movimientos oculares conjugados multidireccionales
sin intervalo intersacádico, generalmente espontáneos, que se asocian con mioclonias cefálicas o de
las extremidades, y está presente en lesiones troncales y cerebelosas (encefalitis, intoxicación por
lirio, talio y amitriripilina, hemorragia talamica, manifestación de síndromes paraneoplásicos).
La mioclonia ocular es un movimiento rítmico, pendular, vertical, asociado con mioclonias sincrónicas
del paladar, la lengua, los músculos faciales, la laringe y el diafragma. Estos movimientos se deben
a alteraciones de la conexión con el núcleo dentado, el núcleo rojo contralateral y el núcleo olivar
inferior.
El Fluutter o aleteo ocular es un movimiento en el plano horizontal de ida y vuelta, sin espacio
intersacádico, que suele observarse en enfermedades cerebelosas.
El bobbing ocular se distingue por movimientos oculares espontáneos, conjugados, en el plano
vertical, de descenso rápido y lento retomo a la posición original, asociados con parálisis de los
movimientos horizontales. Suele observarse en lesiones protuberanciales, hidrocefalias y
encefalopatías metabólicas. Una variante de éste es el dipping ocular, caracterizado por un
movimiento lento de ambos ojos hacia abajo, seguido por otro, rápido, hacia arriba, asociado con
movimientos horizontales errantes espontáneos. Se observa en pacientes con encefalopatía anóxica.
b) Oftalmoplejías
b.1) Generalidades
(Oftalmo=ojo Plesiin= golpear) Representan un número de patologías caracetizadas por disminución total o
parcial de los movimientos oculares (también son llamadas paralisis de los nervios motores oculares).
Clasificación
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A) Anamnesis
La paralisis del III par suele ser un motivo de consulta por sí sola al igual que todas parálisis de los nervios
motores oculares, debido a la preocupación que despierta en el paciente (el no poder controlar los
movimientos oculares ni abrir el o los ojos).
Suele producirse en casos de herniación uncal, compresión por aneurismas de la arteria carótida interna y
de comunicante posterior. Lesiones de ocupación de espacio de la base del cráneo. Accidentes vasculares de
la porción superior del tallo cerebral. Enfermedades desmielinizantes. Diabetes.
Las parálisis intranucleares pueden ser el resultado de causas congénitas o adquiridas (tumores,
traumatismos, isquemias, hemorragias, infecciones) de la zona que se extienden hasta el nervio.
Las parálisis internucleares que involucran al III par suelen ser asociadas con relativa frecuencia en
afecciones desmielinizantes como la esclerosis múltiple.
B) Examen Físico
Se evaluara únicamente por medio de la inspección, empleando las técnicas aprendidas en el IV para evaluar
los movimientos oculares.
Las lesiones supranucleares producen parálisis de la mirada pero no paralizan músculos aislados, por lo que
se observan desviaciones conjugadas en las que se mantiene el paralelismo de los ejes oculares,
En cambio, en las lesiones nucleares e infranucleares, se producen parálisis de los músculos extraoculares,
que condicionan estrabismo y diplopía, y compromiso pupilar.
El lado lesionado está determinado por la parálisis de la aducción. Es signo de compromiso troncal, y esta
alteración puede ser unilateral o bilateral.
Los procesos que involucran al espacio subaracnoideo (aneurismas de comunicante posterior, meningitis
basal, carcinomatosis meníngea, enclavamiento. tumores y Traumatismos) pueden producir la parálisis del
III par con compromiso pupilar.
Cuando está lesionado a nivel del seno cavernoso o de la hendidura esfenoidal por lo general se encuentra
asociado con lesión de los pares IV y VI, así como de las ramas sensitivas del V par. En estos casos, las causas
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pueden ser adenomas de hipófisis, aneurismas, tumores, metástasis, carcinoma nasofaríngeo, fístulas
caroridocavernosas, síndrome de Tolosa-Hunt o tromboflebitis del seno cavernoso.
Cuando se observa compromiso aislado de uno o dos músculos extraoculares, asociado con proptosis, la causa
de la parálisis generalmente es orbitaria.
A) Anamnesis
El paciente refiere diplopia cuando intenta mirar hacia
el lado del músculo paralizado. Puede ser provocada
por una neuropatía (mononeuritis) u obedecer a causas
tumorales y vasculares (síndrome alterno de Millard-
Gubler).
B) Examen Físico
Al paciente le resulta imposible realizar el movimiento hacia el exterior.
(Millar gubler)
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c) Alteraciones de la motilidad ocular intrínseca (Pupila)
Hay que recordar que la anisocoria es aparente cuando ambos ojos no reciben luz de igual intensidad.
congénita;
por anisometría (diferencia grande de refracción entre uno y otro ojo);
en báscula: la pupila de intermitente; mayor diámetro unas veces es del lado derecho y otras del lado
izquierdo;
Intermitente
permanente. En los tres últimos casos se la observa en la sífilis nerviosa.
A) Anamnesis
La Anisocoria suele estar asociada al alcoholismo crónico.
Y se presenta de manera concomitante en tumores cerebrales vecinos a los centros ópticos, en comas
supratentoriales que determinan herniación uncal, en la parálisis unilateral del motor ocular común, en
lesiones del simpático cervical y en el ataque de jaqueca.
Siempre es importante interrogar a los pacientes sobre la posibilidad de instilación de colirios que puedan
alterar el tamaño pupilar.
B) Examen Físico
La pupila normal presenta pequeñas contracciones y dilataciones
fásicas, que cuando son visibles, se denominan hippus, estas no deben
confundirse con la anisocoria.
Eliminadas estas posibilidades, la anisocoria por midriasis se observa en las hernias del uncus temporal y
en la parálisis completa del III par.
Al evaluar las pupilas se observara que tras la exposición a la luz la respuesta es distinta.
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c.4) La miosis
Se denomina así (del griego niveo, guiñar el ojo) la disminución del tamaño de la pupila por debajo de 2 mm.
Se distinguen en:
Miosis espasmódica, dependiente de la irritación del motor ocular común (excitación del
parasimpático)
Miosis paralítica, producto de la parálisis del simpático.
Para resolver si se trata de una u otra se recurre a las pruebas farmacológicas como la de la atropina,
instilando en el fondo de saco conjuntival una o dos gotas de solución de atropina al 1/300; si la miosis es
espasmódica, la pupila se dilata, y si es paralítica, no se dilata, o sólo muy poco.
La instilación de adrenalina o cocaína no dilata la pupila si la miosis es paralítica, en tanto que la eserina o
la pilocarpina la exagera.
La miosis paralítica por lo general es unilateral y se observa en la parálisis del simpático cervical o torácico,
motivada por compresión extrínseca, o en las lesiones que obran sobre los centros hipotalámicos (accidentes
encefalo- vasculares) o sobre el núcleo intermediolateral de la médula (traumas, hemorragias o tumores de
la médula espinal cervicodorsal).
El síndrome de Claude Bernard-Horner, producido por una lesión del simpático a cualquier nivel, se
caracteriza por: miosis. la anisocoria con respecto a la otra
pupila se hace más evidente en la oscuridad; disminución de la
hendidura palpebral: por paresia del músculo liso de Muller,
inervado por el simpático, del cual depende parcialmente la
elevación del párpado superior; alteraciones homolaterales de
la sudoración de la frente, la cara y el cuello; moderada
congestión conjuntival por alteración de la función
vasoconstrictora, y enoftnlmía.
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c.5) La midriasis
(del griego mydriasis, dilatación). Es el aumento del tamaño de la pupila por encima de 4 mm. Puede ser
igualmente:
La midriasis paralítica se observa en el botulismo y en hemorragias o tumores que lesionen los núcleos de
origen del motor ocular común, o en lesiones traumáticas, inflamatorias o
tumorales de la bÇase del cráneo que afectan al tronco del citado par; también
en las meningitis y en las compresiones por aneurismas.
Suele verse midriasis bilateral en el coma por intoxicación con cocaína, anticolinergico, anfe-taminas
o glutetimida.
Suele ser unilateral, por lesión del III par como consecuencia de una hernia del uncus, o bien por
compresión de ese nervio, por
malformaciones vasculares
(aneurismas de la carótida
supraclinoidea, de la comunicante
posterior).
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Signo Pourfour du Petit Claude Bernard- Horner
Origen Irritación del Simpático Lesión del Simpático
Pupila Midriasis unilateral espasmódica Miosis acentuada en la oscuridad paralitica
Hendidura Exoftalmia, con aumento de la Enoftalmia, con disminución de la Apertura
Palpebral hendidura Palpebral
Parpado Ausencia de Ptosis palpebral Ptosis (paresia del musculo de Muller simpático)
Sudoración Es seca De manera homolateral en cara, cuello y frente
Conjuntivas Normales Hiperemicas
Evolución Evoluciona a síndrome de
Bernard-Horner
Asociada a Tumores del mediastino en el Enfermedad de lyme, lesión en la carótida, o en la
vértice pulmonar pleura, presencia previa de Sd. Porfour du Petit.
La exageración del hippus fisiológico: se encuentra a veces en las meningitis, en la parálisis del motor
ocular común en vías de curación y en el bocio exoftálmico.
Disminución del hippus fisiológico en caso, de la tabes y en la parálisis general progresiva.
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El hippus provocado puede verse en la pupila miotónica, esclerosis múltiple, corea de Sydenham y
sífilis cerebral.
B) Bradicoria
Es el reflejo fotomotor perezoso, o sea, la contracción sumamente lenta de la pupila al ser estimulada por la
luz. Se observa en la tabes frustra, en la ambliopía alcohólica o diabética, en la coriorretinitis y en la
hemorraia de la mácula lútea.
La pupila tónica es un estado generalmente unilateral, caracterizado porque en el lado afectado la pupila no
se contrae a la luz, y en la acomodación lo hace con mucha lentitud y queda contraída aun transcurrido
mucho tiempo del esfuerzo acomodativo, para relajarse luego con lentitud, en contradicción con lo que ocurre
en el signo de Argyll- Robertson. La pupila tónica, unida a la falta del reflejo patelar o aquiliano, constituye
el síndrome de Adié, observable predominantemente en mujeres y con carácter familiar.
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d) Síndrome de Parynaud
Se produce cuando hay una lesión en una zona superior del mesencéfalo, lo que origina alteraciones de la
motilidad intrínseca y extrínsecas, con una oftalmoplejia total supranuclear conocida como “ojos de muñeca”,
en la que la mirada se queda fija en una dirección, y los movimientos oculares no acompañan a los
movimientos de la cabeza. Recordar que los ojos de muñeca se dan cuando el reflejo oculocefalico esta abolido.
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Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
Origen Aparente : cara anterior de la protuberancia, con una pequeña raíz motora y una gran raíz
sensitiva.
Origen Real: es un nervio mixto con 4 núcleos, de los cuales 3 son sensitivos y uno es motor:
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Componentes sensitivos del trigémino: el trigémino tiene un núcleo para garantizar la funcionalidad de cada
uno de estos tipos de sensibilidad:
Cada uno de los núcleos sensitivos del trigémino es responsable de cada uno de los tipos de sensibilidad:
Las sensaciones propioceptivas son transmitidas por fibras que evitan el ganglio de Gasser, llegando
directamente al núcleo de la raíz ascendente o mesencefálico. Por lo tanto es la única raíz que no hace
sinapsis en el ganglio de Gasser.
Los axones de las neuronas en los núcleos sensitivos ascienden como el lemnisco trigemini, para terminar
en las células nerviosas del núcleo ventro-postero-medial del tálamo, luego, los axones de estas células
discurren a través de la cápsula interna hasta el giro post-central de la corteza cerebral.
Ubicado en la protuberancia, internamente al núcleo sensitivo principal. Las células del núcleo motor dan
origen a los axones que forman la raíz motora. El núcleo motor inerva:
Músculos masticadores.
Músculos tensores del tímpano.
Músculo milohioideo.
Vientre anterior del digástrico.
Aferencias: El núcleo motor recibe fibras cortico-nucleares de ambos hemisferios cerebrales, también recibe
fibras de la formación reticular, el núcleo rojo y el fascículo longitudinal medial.
Abandona la cara anterior de la protuberancia como una pequeña raíz motora y una gran raíz sensitiva.
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El nervio se dirige hacia adelante, descansa sobre la superficie superior del vértice del peñasco del temporal
en la fosa craneal media. La gran raíz sensitiva se expande ahora para formar el ganglio de Gasser, luego
se divide en sus tres ramos terminales, la raíz motora, que se ubicó debajo del ganglio de Gasser, no penetra
en él y se prolonga en el nervio mandibular.
a) Nervio oftálmico (sensitivo): origina los nervios nasociliar (nasal), frontal y lagrimal.
-Nervio Frontal: el más superior de los ramos. Atraviesa la parte lateral de la hendidura por fuera del anillo
de Zinn y sigue la pared superior de la órbita hacia adelante. Al llegar al borde orbitario se divide en nervio
supratroclear y nervio supraorbitario.
-Nervio Nasociliar: atraviesa la hendidura y penetra en la órbita a través del anillo de Zinn. En la pared
medial de la órbita se bifurca. Sus ramos colaterales van al ganglio ciliar constituyendo la raíz sensitiva del
ganglio; al globo ocular formando los nervios ciliares largos, y a la mucosa de las celdas etmoidales y del
seno (ramo etmoidal posterior). Sus ramos terminales: etmoidal anterior e infratroclear.
-Nervio Lagrimal: en la pared lateral del seno cavernoso. Se sitúa por debajo del frontal que lo separa del
troclear y por encima del ramo superior del III PC. Da el ramo comunicante con el nervio cigomático para la
glándula lagrimal.
Ganglio Ciliar u oftálmico: está situado en la cara lateral del nervio óptico. De tamaño y forma variable. Sus
ramos aferentes son: la raíz sensitiva del ganglio, la raíz parasimpática del III PC, y la rama simpática,
motora, iridiodilatadora, proveniente del plexo carotideo interno. Sus ramos eferentes son los nervios ciliares
cortos que se dirigen a la órbita.
b) Nervio maxilar superior (sensitivo): origina los nervios infraorbitario, cigomático-facial y cigomático-
temporal.
Sus ramos aferentes provienen de: ramos colaterales del nervio maxilar y un ramo posterior, el nervio del
conducto pterigoideo: q resulta de la unión de: petroso mayor del facial con el petroso profundo, formado por
fibras simpáticas del plexo carotideo interno. Como ramos eferentes se limita a enviar filetes nerviosos a los
ramos del nervio maxilar.
c) Nervio maxilar inferior (mixto): resulta de la unión de los ramos sensitivos del trigémino con su raíz
motora. El más voluminoso. Es el nervio de la mandibula, del mentón, del 1/3 anterior de la lengua, así como
de la masticación. En su cara medial se encuentra el ganglio ótico.
Sale del agujero oval se divide. Todas sus ramas son exocraneales.
Origina los nervios mentoniano, bucal y auriculo-temporal. El nervio maxilar inferior se crea por la unión
de fibras sensitivas del ganglio de Gasser y la raíz motora del trigémino.
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En cuanto al segundo, se indica al paciente que apriete ambas arcadas dentarias y se palpa al mismo tiempo
el endurecimiento que determinan el masetero y el temporal al contraerse. Después se ordenan movimientos
activos de masticación y diducción.
La exploración del trigémino se completa indagando los reflejos córneo, nasopalpebral, superciliar y
maseterino, descritos en la exploración de los reflejos, por formar parte de su arco el nervio trigémino.
Es también conocida como prosopalgia, tic doloroso o dolor facial de Fothergill. se caracteriza por dolores
espontáneos que siguen el trayecto de una o varias ramas del nervio, de carácter paroxístico.
La neuralgia total es rara; la más común es la de la rama maxilar superior, siguiéndole luego la de las ramas
maxilar inferior y oftálmica.
a) Etiología
Locales: caries dentarias, molares incluidos, sinusitis, tumores del ángulo pontocerebeloso y del
ganglio de Gasser, compresión por tumores óseos y meníngeos.
Generales: diabetes, paludismo, período preatáxico de la tabes, esclerosis múltiple.
El V par puede estar afectado también en el herpes zoster oftálmico y en la neuralgia del ganglio esfeno-
palatino, caracterizada por dolores en la raíz de la nariz, acompañados de accesos de coriza espasmódica.
b) Epidemiologia
Afecta sobre todo a sujetos en etapa media de la vida y ancianos, y alrededor de 60% de los casos se observa
en mujeres.
c) Fisiopatología
Los síntomas son consecuencia de la generación ectópica de potenciales de acción en fibras aferentes
sensibles al dolor, de la raíz del V par craneal, antes que penetren en la cara lateral de la protuberancia. La
compresión o cualquiera otra alteración del nervio causa desmielinización de gruesas fibras mielínicas que
por sí mismas no transportan la sensación de dolor, pero se tornan hiperexcitables y eléctricamente
acopladas con fibras más finas amielínicas u oligomielínicas muy cercanas; ello puede explicar por qué los
estímulos táctiles, transportados por gruesas fibras mielínicas, estimulan paroxismos de dolor. La
compresión de la raíz del nervio trigémino por un vaso sanguíneo, muy a menudo la arteria cerebelosa
superior o a veces una vena flexuosa, es el origen de la neuralgia del trigémino en una proporción importante
de pacientes.
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En casos de compresión vascular, el combamiento encefálico por el envejecimiento y el mayor espesor de la
pared de vasos y su flexuosidad pueden explicar la prevalencia de neuralgia del trigémino en etapas
ulteriores de la vida
d) Evolución
El comienzo de manera típica es repentino y las crisis tienden a persistir semanas o meses antes de mostrar
remisión espontánea. Las remisiones pueden durar largo tiempo, pero en muchos pacientes el trastorno
finalmente reaparece. Se suele controlar con carbamacepina.
e) Diagnostico
e.1) Anamnesis
Manifestaciones clínicas
El dolor rara vez dura más de unos segundos o 1 o 2 min, pero puede
ser tan intenso que el individuo gesticule, razón por la cual se le ha
llamado tic. Inclusive puede llegar a ser tan fuerte que genera
pensamientos suicidas en las personas.
Otro signo característico es la presencia de zonas desencadenantes, típicamente en la cara, los labios o la
lengua, que originan los ataques; los pacientes pueden indicar que los estímulos táctiles, como lavarse la
cara, cepillarse los dientes o quedar expuestos a una corriente de aire, generan dolor intensísimo.
Junto con el dolor puede observarse congestión conjuntival, hipersecreción nasal, salival y lagrimal, y
alteraciones tróficas de la piel, de los cabellos y de la córnea.
Un signo esencial de la neuralgia del trigémino es que en la exploración no se identifican signos objetivos de
pérdida sensitiva.
Existen puntos de Valleix, o sea. puntos del trayecto nervioso, donde la presión ocasiona especialmente dolor;
los más caracterizados de estos son:
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para la del maxilar inferior, el punto mentoniano (a nivel del agujero mentoniano).
e.3) Diferencial
La neuralgia del trigémino debe diferenciarse de otras causas de dolor en cara y cabeza, y del dolor que surge
de enfermedades del maxilar inferior, dientes o senos paranasales.
El dolor por jaqueca (migraña) o cefalea en racimos tiende a ser profundo y constante, a diferencia de la
neuralgia del trigémino, que genera una sensación transfictiva y superficial; en raras ocasiones, la cefalea
en racimos acompaña a la neuralgia del trigémino, síndrome conocido como agrupamiento (cluster-tic).
En la arteritis temporal aparece dolor superficial de la cara, pero no es similar al choque típicamente, y la
persona suele quejarse de mialgias y otros síntomas generalizados, y también suele haber incremento de la
velocidad de eritrosedimentación (ESR, erythrocyte sedimentationrate).
Si la neuralgia del trigémino aparece en un adulto joven o es bilateral, una de las entidades que debe
considerarse de manera decidida es la esclerosis múltiple; en tales casos proviene de una placa
desmielinizante en la zona de penetración de la raíz del V par en la protuberancia; a menudo se identifica
en la exploración cuidadosa algún signo de pérdida sensitiva en la cara.
Los casos que son consecuencia de masas patológicas, como aneurismas, neurofibromas o meningiomas, por
lo común producen signos objetivos de pérdida sensitiva en la distribución del trigémino.
En casos típicos de neuralgia del trigémino, casi nunca son necesarios los estudios de imágenes, aunque
pueden ser valiosos si la esclerosis múltiple es una posibilidad, así como para valorar lesiones vasculares
suprayacentes a fin de planear el procedimiento quirúrgico para descompresión.
También conocida como parálisis del trigémino, son un conjunto de alteraciones que se pueden presentar de
manera conjunta o aislada y se traducen en la parálisis del nervio que puede ser total o parcial.
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En el primer caso se caracteriza por anestesia que compromete la piel de una mitad de la cara y de las partes
correspondientes de la mucosa nasal, bucal y lingual, y paresia o parálisis de los músculos masticadores;
además, trastornos auriculares por parálisis del músculo del martillo, abolición de los reflejos córneo y
superciliar de ese lado y trastornos tróficos, tales como ulceración de la córnea, hinchazón de las encías y
caída de los dientes.
La causa puede ser periférica o central, según que el nervio sea afectado en su trayecto por la base del cráneo
o a nivel de su núcleo de origen y conexiones corticales.
Es necesario destacar que en las lesiones nucleares, la topografía segmentaria suele distribuirse por la
superficie cutánea en forma de “catáfilas de cebolla”; la zona perioral corresponde a la protuberancia, la
intermedia al bulbo y la más posterior al segmento cervical.
Entre las causas infecciosas hay que pensar en herpes zoster y lepra. Los tumores de la fosa craneal media
(meningiomas), del nervio trigémino (schwannomas) o de la base del cráneo (metástasis) pueden producir
una combinación de signos motores y sensitivos.
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La norma es la recuperación gradual.
Un síntoma del tétanos es el espasmo tónico de los músculos de la masticación, conocido como trismus; puede
aparecer en individuos que reciben fenotiazinas.
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Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
Aferencias: El núcleo salivar superior, recibe fibras aferentes del hipotálamo a través de las vías
autónomas descendentes. La información relacionada con el gusto proveniente de la cavidad bucal
también es recibida por el núcleo del tracto solitario. El núcleo lagrimal recibe fibras aferentes del
hipotálamo para las respuestas emocionales y de los núcleos sensitivos del nervio trigémino para la
lagrimación refleja secundaria a la irritación de la córnea o la conjuntiva.
Núcleo del tracto solitario (sensitivo): parte superior de este núcleo. el núcleo solitario está dividido
en tres porciones: una superior (para el VII), una media (para el IX), y una inferior (para el X).
Se encuentra cerca del núcleo motor.
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Las sensaciones gustativas se propagan a través de los axones periféricos de las células nerviosas
situadas en el ganglio geniculado sobre el séptimo nervio craneal. Las prolongaciones centrales de
estas células establecen sinapsis sobre las células nerviosas en el núcleo. Las fibras eferentes
atraviesan el plano medio y ascienden hasta el núcleo ventral posteromedial del tálamo opuesto y
también hasta algunos núcleos hipotalámicos. Desde el tálamo los axones de las células talámicas
pasan a través de la cápsula interna y la corona radiada y terminan en el área gustativa de la corteza
en la parte inferior de la circunvolución poscentral.
Trayecto: como se mencionó, el nervio facial consiste en una raíz motora y otra sensitiva. La raíz motora
rodea al núcleo del MOE y se dirige hacia adelante, mientras que la raíz sensitiva (nervio de Wrisberg) está
formada por las prolongaciones del ganglio geniculado, también contiene fibras preganglionares eferentes
de los núcleos parasimpáticos.
Las dos raíces del nervio facial salen del tallo encefálico por el surco bulboprotuberencial.
Ambos nervios situados en la fosa craneal posterior, se dirigen hacia arriba y lateralmente y penetran en el
conducto auditivo interno y luego en el acueducto de Falopio o canal facial, en cuyo primer codo o curva,
termina el nervio intermediario a nivel del ganglio geniculado. El nervio gira hacia atrás y en la pared
posterior de la cavidad timpánica, se dirige abajo en el lado medial del antro mastoideo y emerge a través
del agujero estilomastoideo. Penetra de inmediato a la celda parotídea, y pasa a formar parte del van yugular
externo. En el interior de esta celda, se divide en sus dos ramas terminales.
Distribución:
A.1.- Nervio Petroso Superficial Mayor: Nace a nivel del ganglio geniculado, sale del peñasco por el
hiato de Falopio y llega a su cara anterior; en este punto recibe el nervio petroso profundo mayor,
procedente del glosofaríngeo, y forma, uniéndose con el ramo carotideo, el nervio vidiano, el cual
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termina en el ganglio esfenopalatino. Contiene en toda su extensión fibras vegetativas,
parasimpáticas.
A.2.- Nervio Petroso Superficial Menor: Nace un poco más abajo del ganglio geniculado y penetra en
un pequeño canal especial que lo conduce a la cara anterior del peñasco (hiato de Falopio y accesorio).
Recibe el petroso profundo menor, procedente del glosofaríngeo, y termina en el ganglio ótico.
A.3.- Nervio del músculo del estribo o nervio estapedio: Nace en la tercera porción del canal facial y
penetra en el conducto que lo lleva a la eminencia piramidal y llega al musculo del estribo en la
cavidad timpánica.
A.4.- Nervio Cuerda del Tímpano: se origina por encima del agujero estilomastoideo, se introduce en
un canal óseo que lo conduce al oído medio. Lo atraviesa aplicado contra la cara profunda de la
membrana timpánica y sale del cráneo cerca de la espina del esfenoides, luego de recorrer un
conducto situado por encima de cisura de Glaser o petrotimpánica. Al salir del cráneo, se dirige hacia
el nervio lingual y se confunde con él. Termina en la glándula submaxilar y en los dos tercios
anteriores de la mucosa lingual.
A.5.- Ramo comunicante con el nervio vago: nacido a nivel de la cuerda del tímpano, se dirige hacia
atrás, recorre un pequeño canal que lo conduce a la fosa yugular y termina en el ganglio superior del
vago. es el ramo auricular del vago, que da un ramo al pabellón auricular.
A.6.- Ramo Sensitivo del CAE: inerva parte de la membrana del tímpano, la pared posterior del CAE,
y parte del pabellón auricular. Este territorio de inervación cutánea corresponde a la zona de Ramsay-
Hunt.
A.7.- Ramos Comunicantes con el plexo timpánico: se dirige a la pared medial de la cavidad
timpánica, se une al plexo cerca de la salida del nervio petroso menor.
B.1.- Ramo comunicante del glosofaríngeo: rodea la vena yugular interna, formando la llamada asa
de Haller y penetra en el glosofaríngeo.
B.2.- Ramo auricular posterior: se dirige hacia arriba, rodea el borde anterior de la apófisis mastoides
y termina en los músculos auriculares superior y posterior, el musculo occipital y en la piel de la
región mastoidea.
B.3.- Ramo del digástrico: destinado al vientre posterior del digástrico, penetrando en él cerca de su
tercio posterior.
B.4.- Ramo del estilohioideo: se dirige abajo y adelante y termina después de un trayecto corto, en el
musculo estilohioideo.
B.5.- Ramo lingual: inconstante, se dirige a la base de la lengua y se distribuye en la mucosa lingual
y por los dos músculos palatogloso y estilogloso.
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C.- Ramas Terminales
C.1.- Rama
temporofacial o
superior: Se aloja en
el espesor de la
glándula parótida, se
dirige arriba hacia el
cuello del cóndilo,
recibe una doble
anastomosis del
auriculotemporal y se
divide en una serie de
ramos:
1.- ramos temporales
(musculo auricular
posterior), 2.- ramos
frontales (musculo
frontal), 3.- ramos
palpebrales
(orbicular de los
parpados y
superciliar), 4.-
ramos nasales
(músculos de la nariz,
canino y cigomático),
5.- ramos bucales
superiores
(buccinador y mitad
superior del
orbicular).
C.2.- Rama Cervicofacial: Situada cerca de la parótida, se dirige abajo y adelante, se anastomosa con
el plexo cervical superficial y se divide en tres o cuatro ramos:
1.- ramos bucales inferiores (mitad inferior del orbicular de los labios, risorio, buccinador), 2.- ramos
mentonianos (músculos de la región mentoniana: depresor del ángulo de la boca, el depresor del labio
inferior y el mentoniano), 3.- ramos cervicales (plastysma, depresores del labio inferior.
Se pasa después a la ejecución de movimientos con los músculos de la cara: se ordena arrugar la frente,
elevar la ceja, ocluir y abrir los ojos (motilidad del facial superior), abrir las fosas nasales, desviar a uno y
otro lado las comisuras labiales, silbar, soplar, abrir y cerrar la boca. A nivel del cuello se observa si se
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contrae el músculo cutáneo; para esto se hace que el enfermo lleve el mentón con fuerza hacia abajo y el
observador se opone 1 movimiento; normalmente, el cutáneo del cuello se contrae y hace relieve.
La exploración concluye con la búsqueda de los reflejos córneo, nasopalpebral y superciliar, de cuyos arcos
forma parte el facial superior.
Las demás funciones del nervio: sensitiva, gustativa, etc., se exploran en la forma que se indica para estas
vías.
3) Parálisis Facial
La parte superior del núcleo motor controla los músculos de la
parte superior de la cara. La parte inferior del núcleo motor
controla los músculos de la parte inferior de la cara. La parte
superior del núcleo recibe información del hemisferio cerebral
del mismo lado y el del lado opuesto. La parte inferior del
núcleo recibe información solo del hemisferio opuesto.
Si las fibras afectadas son las que van desde la corteza al núcleo, se dice que es
una parálisis facial central, en esta parálisis se observará daño en la mitad
inferior de la cara del lado opuesto a donde sea la lesión.
Si las fibras afectadas son las que van desde el núcleo hacia la periferia, se denomina una parálisis facial
periférica, va a estar afectada toda la hemicara del mismo lado del daño.
Si la parte superior del núcleo es la afectada, por ejemplo, por la corteza del mismo lado, no sucede nada, ya
que recibe fibras de la parte contralateral, esta regula la función motora.
Se caracteriza por abarcar tanto al facial inferior como al superior, y puede depender de una lesión que
interesa al nervio en todo o parte de su trayecto, desde su núcleo de origen bulbo-protuberancial a la
periferia.
51
a) Etiología
Neuritis del facial, metabolica, carencial, tóxica o infecciosa: diabetes, gota, beriberi, síndrome de
Guillain-Barré, lepra, lúes;
compresiones: por tumores o infiltrados leucémicos;
otitis aguda o crónica;
traumatismos, por ejemplo, una fractura de la base del cráneo puede lesionar al nervio;
afri-gore: designa a la parálisis facial sin causa aparente;
lesiones protuberanciales: tumores, hemorragias, infartos, que afectan al núcleo de origen del facial.
No es raro que se asocie con hemiplejía del lado opuesto, constituyendo la hemiplejía alterna del tipo
Millard-Gubler.
Algunas de estas lesiones pueden motivar una parálisis facial también bilateral (diplejía facial).
Cuando se le ordena cerrar el ojo, el globo ocular se dirige hacia arriba y queda
la esclerótica del lado comprometido al descubierto (signo de Bell).
El ojo del lado paralizado, cuando se indica al enfermo que dirija su mirada
hacia arriba lo más que pueda, excursiona más que en el lado sano (signo de Negro).
El lóbulo de la nariz, así como la comisura labial del lado enfermo, se hallan desviados hacia el lado sano.
Puede haber derrame de saliva gota a gota por la comisura labial paralizada.
El paciente no puede silbar y al soplar abulta más la mejilla del lado enfermo. Falta la contracción del
cutáneo del cuello en el lado lesionado y puede haber embotamiento de la sensibilidad en la piel de la mitad
paralizada y aun ser asiento de edema y trastornos vasomotores.
Si el nervio es lesionado entre su emergencia del neuroeje y el ganglio geniculado existen, asimismo,
trastornos en la lacrimación del lado de la lesión.
52
c) Pronostico
Si la parálisis facial periférica ha persistido durante algún tiempo y la recuperación de la función motora es
incompleta, se puede producir una especie de contractura difusa continua de los músculos faciales. La
hendidura palpebral se estrecha y los pliegues nasolabiales aparecen hundidos.
Los intentos para mover un grupo de músculos faciales provocan la contracción de todos ellos (movimientos
asociados o sincinesia). Pueden aparecer espasmos faciales, iniciados por movimientos faciales (espasmo
hemifacial).
La regeneración anómala de las fibras del VII nervio puede ocasionar otros trastornos molestos. Si las fibras
que originalmente conectaban con el músculo orbicular de los ojos terminan inervando al músculo orbicular
de los labios, el cierre de los párpados puede provocar la retracción de la boca; o bien, si las fibras que antes
inervaban a los músculos de la cara terminan inervando a la glándula lagrimal, tras la realización de
cualquier actividad con los músculos faciales, como el comer, se produce un lagrimeo anormal (“lágrimas de
cocodrilo”).
Otra sincinesia facial poco frecuente consiste en que al abrir la boca se cierran los párpados del lado de la
parálisis facial (guiño mandibular).
a) Etiología
Son las mismas lesiones señaladas para la protuberancia, pero que pueden actuar desde la corteza rolándica
hasta aquélla; lo habitual es que en este caso la parálisis facial se acompañe de hemiplejía directa.
Sólo está afectado el facial inferior, aunque en rigor el facial superior participa muy
discretamente, pues siempre se observa una ligera debilidad de los músculos inervados
por éste, lo cual se pone de manifiesto en que la oclusión del ojo del lado paralizado,
aunque posible, es menos enérgica que la del lado sano, y además en que el enfermo no
puede cerrar aisladamente el ojo del lado paralizado, sin cerrar a la vez el ojo del lado
sano (signo de Revilliod). Faltan los signos de Bell y de Negro.
c) Evolución
Si la parálisis facial no sana, se instala una contractura que modifica el aspecto de la cara, pues ahora
reaparecen y se exageran los pliegues cutános antes borrados, la comisura labial queda desviada hacia el
lado enfermo y el ojo del lado paralizado está menos abierto que el del lado opuesto.
La forma más común de la parálisis facial es la llamada parálisis de Bell. La incidencia anual de este
trastorno idiopático se sitúa en aproximadamente 25 casos por 100 000 personas al año o en promedio una
de 60 personas durante toda la vida.
53
a) Etiopatogenia
En la parálisis aguda de Bell hay inflamación del nervio facial con células mononucleares, consistente con
una causa infecciosa o inmunitaria.
Con frecuencia se detecta DNA del virus del herpes simple (HSV) tipo 1 en el líquido endoneural y el músculo
auricular posterior, lo que sugiere que una reactivación de este virus en el ganglio geniculado podría ser la
causa en la mayoría de los pacientes.
La reactivación del virus de varicela zoster se relacionó con parálisis de Bell hasta en un tercio de los casos
y podría ser la segunda causa más frecuente.
También se reportó una mayor incidencia de parálisis de Bell entre los receptores de la vacuna intranasal
desactivada para influenza, se formuló la hipótesis de que esto podría deberse a la enterotoxina de
Escherichia coli usada como coadyuvante o a la reactivación del virus latente.
Otras causas
El trastorno también ha sido asociado con la influenza o una enfermedad parecida a la misma, dolores de
cabeza, infección crónica del oído medio, alta presión arterial, diabetes, sarcoidosis, tumores, enfermedad de
Lyme y traumas tales como fractura de cráneo o lesión facial.
Los cambios bruscos de temperatura de frio a calor pueden afectar los vasos sanguíneos del nervio facial y
al estos dejar de funcionar generan una hipoxia transitoria, en estos casos la recuperación suele ser mas
rápida.
b) Manifestaciones clínicas
El comienzo de la parálisis de Bell es bastante brusco y como norma general alcanza el nivel máximo de
debilidad pasadas 48 h.
Uno o dos días antes de la parálisis, el paciente puede presentar dolor detrás del oído. Suele haber pérdida
unilateral de la sensibilidad gustativa e hiperacusia. En algunos casos se observa una ligera linfocitosis en
el líquido cefalorraquídeo.
La resonancia magnética (MRI, magnetic resonance imaging) puede poner de manifiesto un aumento de
tamaño y un refuerzo uniforme del ganglio geniculado y del nervio facial y, en algunos casos, atrapamiento
del nervio hinchado dentro del hueso temporal.
Alrededor de 80% de los pacientes se recupera al cabo de unas cuantas semanas o meses.
La electromiografía puede tener algún valor; si aparecen signos de desnervación al cabo de 10 días, éstos
indican que se ha producido una degeneración axónica y que pasará mucho tiempo (tres meses, como regla)
antes que se produzca la regeneración, que en todo caso puede ser incompleta.
La presencia de una parálisis incompleta en la primera semana es el signo pronóstico más favorable.
54
c) Diagnóstico diferencial
Hay muchas otras causas de parálisis facial aguda que deben considerarse en el diagnóstico diferencial de
la parálisis de Bell.
La enfermedad de Lyme puede causar parálisis facial unilateral o bilateral; en áreas endémicas es
probable que 10% o más de los casos de parálisis facial se deban a la infección con Borrelia
burgdorferi.
El síndrome de Ramsay Hunt, causado por la reactivación de herpes zoster en el ganglio geniculado,
consiste en parálisis facial grave acompañada de una erupción vesicular en el conducto auditivo
Hemiespasmo facial o tic convulsivo. Consiste en accesos de contracciones convulsivas de uno o varios
músculos inervados por el facial, por ejemplo, el orbicular de los párpados, que origina el
blefaroespasmo.
Acinesia psicògena metaparalítica. Aparece cuando ha existido una parálisis que curó y sin embargo
el enfermo no puede contraer voluntariamente sus músculos faciales.
4) Otras Alteraciones
Consiste en contracciones involuntarias irregulares indoloras en un lado de la cara. La mayor parte de los
casos parecen causados por compresión vascular del nervio facial emergente de la protuberancia anular.
Otros casos se desarrollan como secuela de la parálisis de Bell o son secundarios a la compresión,
desmielinización o ambas del nervio por un tumor, infección o esclerosis múltiple.
Los casos leves pueden tratarse con carbamazepina, gabapentina o, si estos fármacos fallan, con baclofeno.
Las inyecciones locales de toxina botulínica en los músculos afectados alivia los espasmos durante tres a
cuatro meses y las inyecciones pueden repetirse.
Los casos rebeldes causados por compresión vascular suelen mejorar con la descompresión quirúrgica del
nervio facial.
4.2) El blefaroespasmo
Denota los sacudimientos finos de los músculos de la cara; puede ser causada por esclerosis múltiple o surgir
después del síndrome de Guillain-Barré.
55
4.4) La hemiatrofia facial (síndrome de Parry-Romberg)
No existe otro tratamiento más que el trasplante de piel y grasa subcutánea con
fines estéticos.
Parálisis facial periférica unilateral, ocasionalmente bilateral, con remisiones y recurrencias (puede variar
el facial comprometido en cada recurrencia, asociado con edema facial, sobre todo labial) y lengua escrotal o
plegada.
En ocasiones, de origen familiar, más frecuente entre los 20 y los 40 años, sin tratamiento específico, puede
retrogradar espontáneamente sin nuevas recurrencias.
56
Causas: síndrome de Guillain-Barré; síndrome de Heerfordt: diplejía
facial (la parálisis puede ser también unilateral) asociada con
uveoparotiditis sarcoidótica; síndrome de Möbius (diplejía facial
congénita, ocasionalmente hereditaria, asociada con parálisis de otros
pares craneales, en especial oculomotores y malformaciones
musculoesqueléticas. Las lesiones suelen ser nucleares).
57
Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
Este es un nervio netamente sensorial así que al igual que el visual y el olfatorio él no se origina en el SNC,
sino que se origina en el órgano efector.
En este caso:
Conexiones centrales. Los núcleos de origen de la raíz vestibular empalman con varias zonas del neuroeje
por medio de fibras que van a la formación reticulada, al cerebelo, al haz longitudinal medio y a la médula
(haz vestibuloespinal;).
Los núcleos de origen de la raíz coclear están unidos por medio del cuerpo trapezoide con la oliva superior
del lado opuesto, así como también por medio de las estrías acústicas con la oliva superior del mismo lado y
del opuesto. A su vez, desde la oliva estas fibras toman conexión con los tubérculos cuadrigéminos posteriores
58
y anteriores y con la parte media de la cara superior de la primera circunvolución temporal, donde radica el
centro acústico cortical.
Mientras el nervio coclear es el nervio de la audición que conduce los impulsos recogidos por el órgano de
Corti, ubicado en el caracol membranoso, él nervio vestibular es el nervio del equilibrio que informa al
organismo de la posición y de los movimientos corporales en el espacio.
A nivel de los conductos semicirculares, del utrículo y el sáculo, los estímulos impresionan por intermedio
de las crestas auditivas y de los otolitos a las terminaciones del nervio vestibular. Estas impresiones llegan
a los núcleos vestibulares, que, por sus conexiones con el cerebelo, con los núcleos oculomotores y con los
centros espinales y corticales, aseguran en todo momento el equilibrio del organismo.
Debe recordarse que los dos aparatos vestibulares funcionan sinergicamente y basta una excitación o una
inhibición en el vestíbulo de un lado para que provoque una ruptura del equilibrio entre ambos y aparezcan
así diversas manifestaciones, como el vértigo, el nistagmo y el titubeo.
2) Recuento de la Exploración
Función auditiva Función vestibular
Prueba del susurro/reloj Evaluación del nistagmo: natural, inducdo
Prueba de Rine y pruebas caloricas
Prueba de Weber Reflejos:
Prueba de Swabach Vestíbulo-ocular (si se pierde, se dan los
ojos de muñeca)
Vestíbulo-Cervical
Equilibrio
Romberg
Índice Nariz/Índice de Barany
Marcha
Estrella de Babinski
Por tanto, la lesión de las células ciliadas, células de soporte, neuronas auditivas o la vía auditiva central
pueden causar hipoacusia neurosensitiva.
a) Características
Las lesiones pueden ser productos de ciertas anomalías congénitas (rubéola materna durante el embarazo,
aplasia hereditaria), la enfermedad de Pagel, los tumores del glomus yugular, el síndrome de Méniére, los
tumores del ángulo pontocerebeloso, las meningitis y las fracturas de la base del cráneo.
Cualquier sordera nerviosa sin causa aparente debe hacer pensar al semiólogo en un tumor del ángulo
pontocerebeloso.
59
El daño a las células ciliadas del órgano de Corti puede ser resultado de ruido intenso, infecciones virales,
fármacos ototóxicos (p. ej., salicilatos, quinina y sus análogos sintéticos, aminoglucósidos, diuréticos de asa
como furosemida y ácido etacrínico, y algunos quimioterapéuticos para cáncer, como cisplatino), fracturas
del hueso temporal, meningitis, otoesclerosis coclear y envejecimiento.
Las malformaciones congénitas del oído interno pueden ser la causa de la hipoacusia en algunos adultos.
Otra causa posible es la predisposición genética, sola o en conjunto con exposiciones ambientales.
La hipoacusia neurosensitiva también puede ser resultado de cualquier enfermedad neoplásica, vascular,
desmielinizante, infecciosa o degenerativa, o también de un traumatismo, que afecte las vías auditivas
centrales.
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) lleva a trastorno tanto del sistema auditivo periférico como del
central y produce daño auditivo sensorioneural.
Las enfermedades primarias del sistema nervioso central (SNC) también se manifiestan por daño auditivo.
Por lo general, la disminución en la claridad de la audición y la comprensión del habla son mucho mayores
que la pérdida de la capacidad para oír un tono puro.
La prueba auditiva es congruente con una neuropatía auditiva; son típicas las emisiones otoacústicas
normales (OAE, otoacoustic emissions) con respuesta auditiva anormal en el tallo encefálico (ABR, auditory
brainstem response)
La esclerosis múltiple puede presentarse con hipoacusia aguda unilateral o bilateral; por lo general, la
prueba de tonos puros se mantiene relativamente estable, la comprensión del habla fluctúa. El infarto
aislado del laberinto puede presentarse con pérdida aguda de la audición y vértigo por un accidente vascular
cerebral que afecta la circulación posterior, casi siempre la arteria cerebelosa inferior anterior; también
puede ser un signo que anuncia un infarto catastrófico inminente de la arteria basilar
b) Variantes
b.1) La presbiacusia
(hipoacusia relacionada con el envejecimiento) es la causa más frecuente de hipoacusia neurosensitiva en
adultos. En las etapas iniciales se caracteriza por hipoacusia a las frecuencias altas, simétrica, de avance
lento o rápido, con ausencia de zumbidos y vértigos.
Conforme progresa, la hipoacusia afecta a todas las frecuencias. Lo más importante es que el daño auditivo
se relaciona con pérdida significativa de la claridad. Disminuye la discriminación de fonemas, reclutamiento
(aumento anormal de la intensidad) y hay una dificultad particular para comprender el habla en ambientes
ruidosos, como un restaurante o actos sociales.
60
Los auxiliares auditivos son útiles para aumentar la proporción entre señal y ruido mediante la
amplificación de sonidos más cercanos al oyente.
Aunque los auxiliares auditivos pueden amplificar los sonidos, no restauran la claridad de la audición. Por
tanto, la amplificación con estos dispositivos sólo brinda una rehabilitación limitada una vez que la
calificación del reconocimiento de palabras se deteriora a menos del 50%. Los implantes cocleares son el
tratamiento de elección cuando los auxiliares auditivos resultan inadecuados, incluso cuando la hipoacusia
es incompleta
Búsqueda del reflejo cocleopalpebral: se explora causando un ruido fuerte, súbito e imprevisto a
algunos pasos del sujeto; éste hace un movimiento de cierre de los párpados; está presente en el
simulador y falta en el sordo real.
Ensordeciendo gradualmente mediante un dispositivo especial y haciendo hablar al sujeto, se observa
que el sordo real no eleva la voz, en tanto que el simulador como el normal hablarán cada vez más
fuerte. Es importante destacar asimismo que la respuesta normal de los potenciales evocados
auditivos descarta organicidad (sordera real)
b) Diagnostico
3.2) Acufenos
Se define como la percepción de un sonido cuando éste no existe en el ambiente. Puede tener calidad de
zumbido, rugido o campanilleo (tinitus), y puede ser pulsátil (sincrónico con el latido cardiaco).
Los acúfenos pueden ser el primer síntoma de un trastorno grave, como un schwannoma vestibular.
61
La variante pulsátil amerita valoración del sistema vascular de la cabeza para descartar tumores vasculares,
como los del glomus yugular, aneurismas, fístulas arteriovenosas durales y lesiones estenóticas arteriales;
también puede ocurrir en la SOM.
Por lo general se relaciona con cierta anomalía del bulbo yugular, como un bulbo yugular grande o divertículo
del bulbo yugular.
a) Vértigo
La orientación espacial está dada por la información proveniente de la visión, las vías propioceptivas y el
sistema vestibular.
La sensación de desorientación espacial se denomina mareo: Este síntoma es, no obstante, poco orientador
y puede ser descrito como una sensación de flotar en el aire, desvanecimiento, falta de equilibrio, visión
borrosa, vacío cefálico, etc. Su etiología es variada.
Cuando el aparato vestibular está comprometido, el mareo es percibido como una ilusión de rotación o a
veces de desplazamiento lineal del ambiente o de uno mismo. A esta sensación se la llama vértigo. Y puede
ser objetivo o subjetivo.
b) Nistagmo
Ya fue estudiado, cuando se hablo de patologías de los motores oculares, algunos puntos a recordar:
Es un movimiento oscilatorio, rítmico e involuntario de los ojos, que aparece en forma espontánea o
provocada por algunas pruebas que se describen al hablar de exploración.
La presencia de este signo se relaciona habitualmente con una alteración en las interconexiones
vestibulares, cerebelosas, centros corticales o troncoencefálicos de la mirada conjugada y los núcleos
oculomotores.
El nistagmo de origen vestibular periférico suele ser unidireccional, horizontal o rotatorio, y se inhibe con la
fijación de la mirada. La fase lenta se dirige hacia el lado hipofuncionante. En caso de irritación laberíntica,
la fase rápida se dirige hacia el laberinto comprometido.
La afección de las vías vestibulares en el tronco del encéfalo puede acompañarse de nistagmo vertical, más
frecuente en la mirada hacia arriba.
El nistagmo de origen cerebeloso es bidireccional y en sacudidas, con su fase rápida hacia afuera. Se
incrementa con la mirada hacia el cerebelo lesionado y posiblemente se produce por daño en las vías
vestibulocerebelosas.
62
Otros nistagmos: el nistagmo optocinético es en sacudidas y aparece normalmente al observar objetos en
movimiento, como al mirar a través de la ventana de un tren.
Se llama opsoclonus a movimientos conjugados multidireccionales sin intervalo intersacádico. Se asocia con
mioclonías y ataxia y con neuroblastomas en los niños.
En adultos puede ser posinfeccioso, paraneoplásico o inducido por drogas o sustancias como el litio, la
amitriptilina, el talio, etc. El llamado nistagmo en “sube y baja” se caracteriza por la elevación e intorsión
de un ojo mientras el opuesto desciende y extorsiona, seguida de la inversión del movimiento de cada ojo,
con lo que se cierra la secuencia que luego se reitera.
Que aparecen en los trastornos vestibulares son náuseas, vómitos, transpiración y oscilopsia, término que
define a la sensación de que los objetos oscilan.
Se presenta en lesiones del tronco del encéfalo o laberinto y aparece sobre todo al intentar fijar la mirada
con el cuerpo en movimiento, como al intentar leer mientras se viaja en un vehículo.
Completan el cuadro el signo de la desviación espontánea de los índices y las alteraciones de la marcha y la
bipedestación.
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4.2) Síndromes vestibulares
a) Etiología
Se debe a lesiones de la parte terminal o del mismo nervio vestibular como laberintitis aguda infecciosa o
supurada, hemorragias laberínticas de cualquier origen, vértigo de Méniére, congestiones laberínticas
agudas, laberintitis crónica o esclerosis laberíntica, tumores de la vaina del acústico, traumatismos, osteítis
del conducto auditivo interno, etc.
La proximidad de los receptores cocleares hace que el síndrome vestibular periférico se integre también con
trastornos auditivos.
b) Cuadro clínico
El laberinto puede ser inexcitable o hiperexcitable.
En el primer caso hay vértigo permanente, tendencia a la caída, desviación espontánea del índice o
de la marcha del lado lesionado y nistagmo espontáneo del lado sano, sin respuesta a las pruebas
rotatoria, calórica y galvánica del lado enfermo.
En el segundo caso existen grandes crisis de vértigo, que reducen al sujeto a la inmovilidad durante
horas o días; las caídas y desviaciones se hacen hacia el lado sano y hay nistagmo espontáneo del lado
enfermo. Las pruebas rotatoria y calórica generalmente no se pueden efectuar.
El vértigo de Méniére constituye una variedad clínica de este síndrome, de gran importancia.
c) Enfermedad de Meniere
La enfermedad de Meniere se caracteriza por vértigo episódico, hipoacusia neurosensitiva fluctuante,
zumbidos y sensación de plenitud auricular.
Es posible que durante los ataques iniciales de vértigo no haya zumbidos ni sordera, pero siempre aparecen
conforme la enfermedad progresa y aumenta de intensidad durante los ataques agudos.
Epidemiologia
La incidencia anual de enfermedad de Ménière es 0.5 a 7.5 por 1 000; la edad de inicio más frecuente es la
quinta década, aunque puede ocurrir en adultos jóvenes o en ancianos. En el examen histológico existe
distensión del sistema endolinfático (hidropesía endolinfática), lo que conduce a la degeneración de las
células ciliadas vestibulares y cocleares.
Etiopatogenia
Esto puede ser resultado de la disfunción del saco endolinfático por infección, traumatismo, enfermedad
autoinmunitaria, procesos inflamatorios o tumores; la forma idiopática constituye la categoría más grande
y se denomina de manera más precisa como enfermedad de Ménière.
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Cuadro clinico
Aunque puede observarse cualquier patrón de hipoacusia, por lo general hay daño sensorioneural unilateral
de bajas frecuencias. Es necesario obtener una imagen por resonancia magnética (MRI) para descartar
patología retrococlear, como un tumor en el ángulo pontocerebeloso o un trastorno desmielinizante.
El tratamiento se dirige al control del vértigo. La dieta baja en sal con 2 g al día es la base terapéutica para
controlar el vértigo rotatorio. Los diuréticos, un curso corto de glucocorticoides y la gentamicina
intratimpánica pueden ser medidas adjuntas útiles en casos rebeldes.
El tratamiento quirúrgico del vértigo se reserva para aquellos casos sin respuesta al tratamiento; incluye
descompresión del saco endolinfático, laberintectomía y sección del nervio vestibular. Tanto la
laberintectomía como la sección del nervio vestibular eliminan el vértigo rotatorio en >90% de los casos.
a) Etiología
Se debe a lesión de los núcleos vestibulares y sus conexiones centrales: esclerosis múltiple, siringobulbia,
tumores del ángulo pontocerebeloso, tumores del suelo del cuarto ventrículo, lesiones cerebelosas, síndrome
de Wallenberg, hipertensión endocraneana.
b) Cuadro clínico
Por la dispersión de los centros vestibulares, las manifestaciones suelen ser parciales y disarmónicas y no
hay trastornos auditivos.
Existe vértigo, pero no sistematizado, o sea que el sujeto no lo experimenta en una dirección determinada,
como en el síndrome vestibular periférico. La desviación espontánea del índice se limita a un solo brazo, que
puede desviar en un sentido, mientras el cuerpo lo hace en sentido opuesto. Hay discordancia en las
respuestas de las pruebas laberínticas y suelen encontrarse signos de orden cerebeloso, piramidal o bulbar.
65
Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
1) IX Par craneal
El nervio glosofaríngeo está integrado por fibras motoras (ambiguo), sensitivas (solitario), secretorias y
vasodilatadoras (salivatorio inferior).
Las fibras sensitivas arrancan del núcleo del ala gris y del fascículo solitario,
Las fibras motoras se originan en el núcleo ambiguo junto con las del neumogástrico y el espinal.
Las fibras convergen hacia la porción superior del bulbo, de donde emergen entre el auditivo y el
neumogástrico, reuniéndose en un solo tronco que sale del cráneo por el agujero rasgado posterior, y después
de llevar anexo el ganglio de Andersch
66
Función deglutoria
Reflejo del seno carotideo
1.3) Alteraciones
El IX par rara vez se lesiona solo. Su compromiso aislado determinará homolateralmente pérdida de la
sensibilidad en el tercio posterior de la lengua y pared posterior de la faringe, abolición del reflejo nauseoso
y pérdida del gusto en el tercio posterior de la lengua.
No suele haber disfagia por la indemnidad de los demás músculos faríngeos. Ésta puede presentarse en
lesiones bilaterales o cuando se asocia el compromiso del X par.
Causas: supranucleares, nucleares o en su trayecto periférico, semejantes a las que comprometen al X par
(véase más adelante).
Se caracteriza por dificultades leves de la deglución y trastornos del gusto en la base de la lengua.
Las alteraciones deglutorias se ponen de manifiesto a través del signo de la cortina de Vernet: cuando el
enfermo pronuncia la letra a, por la parálisis del constrictor superior de un lado, se observa el
desplazamiento de la pared faríngea hacia el lado sano, como si fuera una cortina.
Síndrome de Wilfred-Harris.
Consiste en la producción de abcesos dolorosos, producidos por la deglución y también por la tos, el bostezo
o los movimientos de la cabeza, que se localizan en la parte posterior de la lengua y se propagan a las fauces
y a veces al oído.
Se asemeja a la neuralgia del trigémino en algunos aspectos, aunque es mucho menos frecuente.
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Etiología
Como se dijo el glosofaríngeo rara vez se lesiona aisladamente y ello puede ser consecuencia de neuritis,
traumatismos o compresiones que afectan su trayecto periférico o de lesiones centrales que generalmente
alteran también el X par.
El diagnostico se centra en la anamnesis, ya que lo que se refiere es el dolor, pero no suele observarse
alteración orgánica a la inspección, sino que el paciente curso con algún proceso infeccioso en días pasados.
Evolución
Las medidas médicas son similares a las que se siguen contra la neuralgia del trigémino y la carbamazepina
por lo común es el fármaco preferido.
La neuropatía glosofaríngea junto con la parálisis de los nervios vago y raquídeo puede deberse a un tumor
o a un aneurisma situado en la fosa posterior o en el agujero rasgado posterior.
Disfonía por parálisis de una cuerda vocal, dificultades en la deglución, desviación del paladar blando hacia
el lado intacto, anestesia de la pared posterior de la faringe y debilidad de la parte superior de los músculos
trapecio y esternocleidomastoideo constituyen el síndrome del agujero rasgado posterior
2) X Par craneal
El neumogástrico o vago tiene su origen en tres núcleos: el ambiguo, el solitario y el dorsal propiamente
dicho, ubicados en el suelo del cuarto ventrículo.
De estos núcleos salen las fibras que, emergiendo por el surco lateral, constituyen el tronco del nervio que
abandona el cráneo por el agujero rasgado posterior y luego, siguiendo un trayecto vertical, atraviesa el
cuello, el tórax y el abdomen.
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Presenta en su trayecto el ganglio yugular, situado a nivel del agujero rasgado posterior, y un poco por debajo
el ganglio plexiforme; a nivel de éste se le adosa la rama interna del espinal y queda constituido así el nervio
vagoespinal.
La distribución es muy compleja; los ramos más importantes son los destinados a la faringe y a la laringe
(nervio laríngeo superior y recurrente), los cardíacos, pulmonares, esofágicos, gástricos y hepáticos.
2.3) Alteraciones
Las causas de las alteraciones de este par son similares a las del glosofaríngeo, aunque este tiene la
característica que puede verse afectados por tumores retro faríngeos.
El nervio vago puede lesionarse en su trayecto periférico por neuritis, traumatismos o compresiones (sobre
todo mediastínicas), o en sus centros y conexiones corticales, como ocurre en la parálisis ascendente aguda
o síndrome de Landry, en la parálisis labioglosolaríngea, en la sirin- gobulbia y en la parálisis seudobulbar.
Puede ser pura o asociarse a parálisis de otros pares, unilateral o bilateral, parcial o completa, según esté
afectado el tronco o alguna de sus ramas.
Si es bilateral, se produce parálisis del velo del paladar, inmovilidad de las cuerdas vocales y
trastornos cardíacos y respiratorios muy acentuados, que llevan pronto al enfermo a la muerte;
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Si es unilateral, hay parálisis de la mitad del velo del paladar y de la cuerda vocal del mismo lado,
hemianestesia laríngea, hiperestesia alrededor del conducto auditivo y signo del trago de Escat, que
consiste en que la presión del trago ocasiona tos.
3.2) Exploración
70
En los primeros días hay algunos trastornos de la palabra y de la masticación, que luego desaparecen.
Lesiones supranucleares: va a generar una paralisis bilateral, se debe tener en cuenta lo siguiente:
La afección cortical o de las fibras de proyección cortical (haz geniculado) hacia el núcleo del
hipogloso origina paresia de la hemilengua contralateral, que se encontrará desviada hacia el lado
opuesto al de la lesión. No obstante, dicha desviación puede no presentarse (inervación bilateral
de ambos núcleos del hipogloso) o bien ser leve y transitoria.
Las lesiones supranucleares no producen atrofia ni fasciculaciones
(representan la lesión de la primera neurona de la vía motora).
La lesión bilateral de las vías supranucleares (haz geniculado) provoca
debilidad global de la lengua, que no puede ser protruida, junto con
manifestaciones de disartria.
Las lesiones corticales pueden producir apraxia lingual. El paciente no
podrá sacar la lengua cuando se lo solicite o se lo proponga, pero podrá hacerlo en forma
involuntaria.
La parálisis bilateral produce una disartria muy acentuada y dificultades de la deglución y de la masticación.
Cuando la parálisis es de origen supra- nuclear, falta la atrofia. Sus causas son similares a las del IX, X y
XI par. Es de advertir que lesiones bilaterales de los haces corticonucleares originan una parálisis
glosolabial. denominada seudobulbar, a diferencia de la parálisis glosolabiolaríngea o bulbar, dependiente
de lesiones bulbares.
71
4) XI Par craneal
4.3) Alteraciones
El estemocleidomastoideo no se contrae cuando el sujeto rota la cabeza hacia el hombro opuesto, dejando de
formar el relieve que caracteriza su contracción y atrofiándose. La parálisis del trapecio determina la caída
del hombro hacia adelante y abajo, y la desviación del omóplato hacia abajo y afuera; el enfermo no puede
elevar el hombro ni abducirel brazo hasta la línea horizontal. Las causas son análogas a las citadas para el
IX y el X par, y es frecuente que se asocie su parálisis a la de estos últimos y a la del hipogloso.
Creemos oportuno consignar aquí que la integridad de cierto número de fibras musculares del esternocleido-
mastoideo, inervadas por el segundo nervio cervical, y la de las fibras medias del trapecio, que reciben su
inervación del III y del IV nervio cervical, no alcanzan a introducir modificaciones significativas a las
alteraciones señaladas para la parálisis de uno y otro músculo.
Causas: puede dañarse a nivel de su origen medular en lesiones de la motoneurona periférica o siringomielia.
En su recorrido intracraneal y en el orificio de salida, por las mismas causas que los pares IX y X (véase mas
adelante Síndrome del agujero rasgado posterior).
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5) Síndromes asociados a los pares IX, X, XI y XI
Se afectan los pares IX, X y XI. Los pacientes presentan disfagia, disfonía y, homolateralmente, parálisis del
velo del paladar y ausencia del reflejo nauseoso y palatino, pérdida del gusto en el tercio posterior de la
lengua, anestesia del tercio posterior de la lengua, el paladar, la úvula, la faringe y la laringe, y parálisis del
ECM y del trapecio.
(síndrome de Collet-Sicard)
Se comprometen los pares IX, X, XI y XII junto con el simpático cervical. Se manifiesta por parálisis de estos
nervios más un síndrome de Horner homolateral.
Tanto los pares craneales bajos como los altos pueden ser afectados también en forma simultánea, como
consecuencia de algunos trastornos que se manifiestan mediante polineuropatías craneales múltiples. Son
ejemplos las meningitis tuberculosa, micótica, por HIV, carcinomatosis meníngeas, sarcoidosis, amiloidosis,
granulomatosis de Wegener, paquimeningitis craneal hipertrófica, disecciones arteriales, síndrome de
Guillain-Barré, etcétera.
73
Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
Laura Novoa, Santa Novoa y Karin Nieto, modificado y ampliado por Samuel Reyes UNEFM
1) Generalidades
En la práctica médica el análisis clínico de pacientes inconscientes y comatosos, como expresión sintomática
de enfermedad usualmente grave, se convierte en una necesidad cotidiana que demanda de una pronta
acción diagnóstica y terapéutica. Para definir los estados de alteración de la conciencia no ha existido
acuerdo unánime en la literatura médica, asignándosele tantos y tan diferentes significados, que es casi
imposible evitar cierta ambigüedad en su uso.
La siguiente clasificación de los estados de alteración de la conciencia es según los criterios de Plum, Posner
y Sabin unificados por Silverio.
Niveles de La conciencia
I. Conciencia Integra (Vigilia): despierto, alerta y orientado. Comprende y puede expresarse en forma
verbal y escrita.
II. Letargo (lentitud): funciones mentales, motoras y de habla conservadas pero muy lentas, sin embargo
orientada.
III. Somnolencia (adormecimiento): estado en el cual el paciente tiende a permanecer dormido, y puede
ser despertado con cualquier estímulo sensorial o sensitivo llegando fácilmente al estado de alerta.
IV. Obnubilación: es la depresión completa de la vigilia de la cual el paciente puede ser despertado con
estímulos leves, el paciente yace en cama, moviliza los globos oculares. "Entreabre perezosamente los
párpados", pero no muestra ningún interés por lo que le rodea. Las respuestas obtenidas son breves,
vacilantes, pero a menudo correctas.
V. Estupor: depresión completa de la vigilia en la cual el paciente puede ser despertado únicamente con
estímulos intensos.(es el mal llamado “coma vigil”)
74
VI. Coma: depresión de la vigilia, en la que el paciente no recobra el estado de conciencia ni si quiera tras
la estimulación profunda, puede ser superficial (si hay respuesta muscular a estimulos) o profundo
(si no hay respuesta de ningún tipo de estimulos)
Es conveniente aclarar que quedan excluidos del concepto de coma los siguientes estados que pueden
simularlo:
Crisis histéricas.
Crisis epilépticas que se acompañan de pérdida de conocimiento.
Narcolepsia, enfermedad que provoca un sueño profundo e irrefrenable, por lo que el sujeto puede
dormirse en las situaciones más impropias (comiendo, de pie, etc.), pero puede ser despertado.
Crisis sincopales de diversas causas (hipotensión ortostática, crisis vagales, síndrome de Stokes-
Adams y otras arritmias, síndrome del seno carotídeo), que son por lo general de duración breve.
2) Síndrome Comatoso
Se conoce con el nombre de coma (del griego kóoma: letargo, sueño profundo) un estado de inconsciencia en
el que se han perdido las funciones de la vida de relación (motilidad y sensibilidad), pero se conservan las de
la vida vegetativa. Es un estado grave y frecuente, que puede deberse a las más variadas causas, tanto
intracraneales como extra craneales.
Estado patológico caracterizado por inconsciencia resistente a estímulos externos (abolición completa de la
conciencia, motilidad voluntaria y sensibilidad) y con conservación de las funciones vegetativa (respiración,
circulación, etc.).
El estado de coma no es una enfermedad en sí misma, sino un síndrome, es decir, la expresión de una
enfermedad subyacente que puede ser tratable.
3) Fisiopatología
El estado de conciencia depende de la activación de la corteza cerebral por un complejo sistema que se sitúa
a lo largo del tallo cerebral: el sistema reticular activador ascendente (SRAA) localizado entre el tercio medio
de la protuberancia y la porción más alta del mesencéfalo.
La activación de la corteza depende del arribo de estímulos sensoriales diversos a través de la sustancia
reticular y de las múltiples vías colaterales que brindan a este sistema las vías sensitivas y sensoriales.
En el tálamo existen núcleos inespecíficos, representativos de este sistema activador. En la línea media del
tálamo se origina un sistema de fibras que se distribuye difusamente en la corteza cerebral, de esta parten
fibras que a su vez tienen acción sobre la sustancia reticular.
Que se puede afectar por procesos intrínsecos del tallo cerebral que lo destruyen, por procesos extrínsecos
que lo comprimen o desplacen y por procesos metabólicos que lo alteran o inhiben.
75
Una lesión hemisférica produce coma directamente por su volumen o de manera indirecta por compresión,
isquemia o hemorragia en el mesencéfalo y tálamo.
La herniación, que ocurre cuando la lesión de tipo compresivo provoca desviaciones del tejido cerebral a
través de la hendidura del tentorio, puede ser transtentorial o central al producirse por masas medias o
bilaterales.
En todos los trastornos de tipo tóxico y metabólico, el metabolismo o el flujo sanguíneo cerebral están
reducidos. Se desconoce la razón por la que determinadas funciones son más vulnerables que otras a los
trastornos metabólicos específicos.
En los animales, la sección de este sistema reticular activador ascendente, sin lesión de los lemniscos, priva
permanentemente a la corteza cerebral de estímulos y produce somnolencia constante, un estado similar al
del coma. En cambio, las lesiones de los lemniscos causan anestesia, pero no inconciencia o somnolencia.
Los comas dependen de la afectación (sea por lesión directa, por impregnación tóxica, etc.) del sistema
reticular activador ascendente o de las proyecciones que lo continúan, así como de los sistemas de regulación
vegetativa central igualmente situados en el eje diencéfalo-tronco encefálico.
A nivel del tronco encefálico se encuentran intrincados, los sistemas que regulan el despertar y la vida de
relación (el ya mencionado, sistema reticular activador ascendente SRAA), y por otro lado grupos neuronales
que intervienen en los mecanismos reguladores de las grandes funciones vegetativas, lo que explica la
asociación casi constante en el curso del coma, de trastornos de la conciencia y alteraciones neurovegetativas.
Los dos polos del tronco encefálico las partes superior e inferior desempeñan un papel en el mecanismo de
estas perturbaciones.
El polo superior del SRAA, con el complejo hipotalámico y los núcleos paraventriculares, son los
responsables de: temperatura, TA,
control hídricos, alteraciones del
EEG.
El polo inferior del SRAA,
bulboprotuberancial, es el
encargado de mantener en correcto
funcionamiento el carreffour
(intersección) aerodigestivo
evitando trastor obstrubtivos
laríngeotraqueobronquiales por
deglución
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3.3) Variedades del Coma
Se pueden obtener distintos grados de coma que se pueden evidenciar a la semiología del paciente como:
Coma Superficial: perdida de la motilidad, sensibilidad con funciones vegetativas conservadas, solo
hay respuesta a estímulos dolorosos profundos con movimientos de las extremidades que suelen ser
leves. (No hay afectación de la vía lemniscal pero si de la vía extralemniscal)
Coma Profundo: no hay respuesta a
estímulos dolorosos, ni presencia de
ningún tipo de reflejos, perdiéndose
incluso los reflejos patológicos y el tono
muscular. (afectación de la vía
lemniscal + la vía extralemniscal)
Este a su vez puede ser:
Carus: paciente insensible a todo
estimulo, con función vegetativa
conservada.
Sobrepasado (desspase): alteración
de la función vegetativa (necesita
medidas de reanimación para
mantenerse con vida)
b) Según la reversibilidad
Solo se puede hablar de coma irreversible cuando se comprueba que hay muerte cerebral,
I. Coma profundo,
II. Midriasis bilateral paralítica (paralisis parasimpática)
III. Ausencia de todo reflejo profundo o superficial.
IV. Ausencia de todo movimiento y respiración.
V. Trazado electroencefalográfico plano, sin ningún tipo de onda cerebral.
Este criterio ha surgido de los avances en terapia intensiva y resucitación que permiten mantener
artificialmente, pero de manera efectiva y durante algún tiempo, la respiración, la nutrición, el equilibrio
hidromineral, etc., a pesar de la existencia de muerte cerebral. El coma irreversible se corresponde con el
coma “sobrepasado” de otros autores.
4) Etiología
El síndrome comatoso puede ser causado principalmente por alteraciones de las estructuras cerebrales, o
alteraciones metabólicas. En el siguiente cuadro se representan algunas causas, y posteriormente se
detallara la diferenciación del coma según la etiología
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Enfermedades del SNC Traumatismos, epilepsia, ECV, tumor cerebral/meníngeo encefalitis,
absceso cerebral.
Sustancias toxicas. Alcohol, barbitúricos, morfina, cocaína, atropina.
Trastornos metabólicos Coma diabético, coma hepático, coma hiperosmolar, coma hipo glicémico.
Trastornos endocrinos Coma mixedematoso, Enfermedad de Addinson.
Infecciones Septicemia, tétanos, neumonía del anciano.
Existe lesión evidente en estructuras neurológicas y puede ser por lesiones supratentoriales o
infratentoriales.
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b) Coma metabólico
Son muchas patologías extracerebrales que alterando el metabolismo encefálico pueden llegar a producir
coma.
Coma Diabético: causado por cetoacidosis, la mayoría de las ocasiones estallando en forma brusca.
En cuanto a sus características semiológicas y clínicas la veremos más adelante
Coma Urémico: depende de un estado de acidosis por insuficiencia renal
Coma Hepático: se debe a insuficiencia hepática, en las hepatopatías difusas avanzadas o a la
anastomosis entre la circulación portal y la circulación general (encefalopatía portisistemica difusa).
Se le atribuye principalmente al incremento del amoníaco en sangre.
Coma Hipoosmolar: se origina por desequilibrio electrolítico o ácido/básico puede inducir coma,
también se encuentra denominado como el coma hiponatremico o acuoso, dada por diversas
patologías: deshidratación, insuficiencia suprarrenal y nefropatías.
Coma Hiperosmolar: los diabéticos o pacientes no diabéticos con quemaduras graves pueden
experimentar una hiperglicemia intensa sin cetonemia, cetonuria ni acidosis, caracterizado por una
grave deshidratación.
Coma Hipercapnico: producido por una acidosis respiratoria, en cuya producción interviene una
hipoxia asociada. Ocurriendo principalmente en una insuficiencia respiratoria.
Coma Endocrino: originada por la enfermedad de Addison y el hipotiroidismo.
Coma Opiáceo: opioides de abuso como heroína e iatrogénica: morfina
Coma barbitúricos y otros sedantes: principalmente con fines suicidas o accidentales
5.1) Anamnesis
Ante todo es preciso interrogar a las personas que traen al enfermo para extraer los datos posibles sobre las
circunstancias de aparición del evento.
Forma de inicio y de instauración: El inicio del cuadro puede ser súbito (paro cardiaco, hemorragia o
embolias cerebrales) o progresivo (intoxicaciones, tumores, trombosis cerebral, meningoencefalitis,
encefalopatía hepática, encefalopatía urémica).
Sintomatología Neurológica previa
Antecedentes patológicos del paciente
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Ingesta de fármacos o estupefacientes: barbitúricos, alcohol, etc.
Traumatismos craneales: reciente puede sugerir un hematoma epidural o una contusión cerebral y
si es de más tiempo orienta hacia un hematoma subdural crónico.
El enfoque neurológico de los estados confusionales y del coma, está determinado por el estado y
características de cada paciente. Siempre debe realizarse completa por aparatos, ya que puede aportar datos
muy útiles.
a) Signos Vitales
Temperatura:
Fiebre: debemos sospechar de una infección del SNC o enfermedad sistémica.
Hipotermia: Intoxicación exógena (alcohol o barbitúricos) hipoglucemia, hipotiroidismo,
mixedema e insuficiencia cardiocirculatoria.
Presión arterial:
Hipertensión: orienta hacia una hemorragia cerebral, una encefalopatía hipertensiva o una
nefropatía con coma urémico.
Hipotensión arterial: puede aparecer en multitud de procesos, como Diabetes mellitus,
alcoholismo, intoxicación barbitúrica, hemorragia interna, infarto de miocardio.
Pulso arterial:
Taquicardia: con frecuencia cardiaca superior a los 140 l/min., sugiere la existencia de un ritmo
cardiaco ectópico con insuficiencia vascular cerebral.
Bradicardia: debe sugerir una hipertensión intracraneal o bloqueo auriculoventricular.
Frecuencia respiratoria:
Ritmo de cheyne-stokes: es clásica de las acidosis metabólicas (Diabetes mellitus e insuficiencia
renal) se observa en casos de afección de ambos hemisferios o ganglios basales y en los comas
metabólicos o tóxicos.
Respiración atáxica o de Biot: aparece en las lesiones bulbares, al igual que la respiración
voluntaria por pérdida de automatismo de la respiración (Síndrome de Ondine)
Respiración apnéusica: suele ser secundaria a una lesión protuberancial baja por infarto o
hemorragia. Está caracterizada esencialmente por períodos de apnea durante la inspiración que
pueden durar entre 2 y 3 segundos seguidos por una espiración que también puede tener un
período corto de apnea.
Hiperventilación Neurogena Central: por lesiones mesencefalicas y otros trastorno; se caracteriza
por presion arterial de oxigeno aumentado, presion arterial de dioxido de carbono disminuida, pH
aumentado y ausencia de enfermedad pulmonar.
R. Acidotica o de Kussmaul
b) Piel
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Cianosis (Insuficiencia cardiaca o respiratoria),
Estigmas de hepatopatía e ictericia (Coma hepático),
Coloración rojo-cereza (intoxicación por Co)
Palidez (Hemorragia interna)
Melanodermia (Enfermedad de Addison)
Coloración urinosa (Insuficiencia renal)
Signos de venopunción (drogadictos).
c) Examen Neurológico
Servirá para orientarnos acercas de lesiones encefálicas, a través del examen de conciencia, pupilas,
motilidad ocular y general.
La presencia o ausencia del reflejo pupilar es uno de los signos físicos mas importantes para distinguir el
coma metabólico (en el que está presente) del estructural (en el que está ausente). El hallazgo de pupilas
simétricas, reactivas y de 2 a 2,5 mm de diámetro, excluyen casi con seguridad la presencia de una lesión
mes encefálica.
Motilidad Ocular
Los hallazgos pupilares en los pacientes en coma por lesión cortical no son característicos al igual que la
lesión bulbar, aunque en este último las pupilas suelen ser midriáticas, no reactivas y existe paro
respiratorio. Los hallazgos más constantes son:
Pupilas reactivas y pequeñas: pueden deberse a lesiones diencefalicas, coma metabólico o hemorragia
pontina
Pupilas fijas o pequeñas: se observa en el síndrome de
Claude Bernard-Horner (ptosis y miosis paralitica del
simpático) por compromiso de la primera neurona de la
vía simpática de la inervación pupilar situada en el
hipotálamo. O en el diencefalo.
Pupilas fijas grandes: indican lesión mesencefálica
tectal.
Pupilas fijas y medianas: propia de la lesión
mesencefálica nuclear
Pupilas en punto de alfiler: intoxicación por opiáceos o
lesion protuberancial.
Dilatación unilateral (Pourfour du Petit o uncus
cerebral)
81
Motilidad extrínseca
Motilidad General
En la exploración del sistema motor deben valorarse los movimientos espontáneos y la postura que adoptan
las extremidades antes y después de una estimulación.
Los movimientos espontáneos pueden ser convulsivos o mioclónicos e indican indemnidad del sistema
motor.
La presencia de movimientos espontáneos focales debe interpretarse como signo de focalización
neurológica, al igual que la ausencia de movimiento de una extremidad.
Los movimientos generalizados espontáneos son sugestivos de enfermedad metabólica.
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Postura De Decorticación: (brazos flexionados, en abducción y rotación externa y piernas extendidas) indica
lesiones altas, por encima del mesencéfalo, que afectan la sustancia blanca cerebral, la cápsula interna o el
tálamo.
Postura En Diagonal: con flexión de un brazo y extensión del brazo y de la pierna contraria, indica lesión
supratentorial.
“Otra exploración útil es el fondo de ojo donde se puede detectar la presencia de datos sugestivos de
hipertensión intracraneal (edema de papila), hemorragia subaracnoidea (hemorragias retinianas) o
encefalopatía hipertensiva (retinopatía hipertensiva)”
d) Abdomen
La presencia de circulación complementaria y de estrellas vasculares con ascitis sugiere una cirrosis
hepática.
Ascitis con edemas generalizados e hipertensión venosa (venas yugulares distendidas) sugiere una
cardiopatía derecha descompensada.
El bazo es frecuentemente hipertrófico en los comas hepático (por cirrosis descompensada) e
infeccioso.
El globo vesical, que se debe buscar en todos los sujetos comatosos, es muy patente, sobre todo en
varones ancianos con adenoma prostático, en las intoxicaciones por opio, morfina, atropina y
barbitúricos.
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Gran deshidratación
Poliuria
Coma hiperosmolar
Hipertonía
Hiperreflexia
Nistagmo
Coma hipercapnico Evoluciona como Somnolencia, estupor hasta llegar el coma.
Edema de papila
Coma endocrino Reflejos profundos ausentes
Flaccidez muscular
Coma barbitúrico Miosis (puede avanzar a midriasis)
Respiración superficial
Hiperemias y eritemas
Coma por opiáceos Intensamente Mioticas (pupilas en alfiler)
Depresión respiratoria
Hipotermia
7) Diagnostico
Ante un paciente en estado de coma, el médico debe tratar de responder una serie de preguntas:
En la evaluación del estado de conciencia se tiene en cuenta la respuesta motora, y cuando esta es
inadecuada o inexistente se puede realizar un diagnóstico erróneo. Hay circunstancias en las cuales la
respuesta motora ante ciertos estímulos puede ser inadecuada: Cuadros no orgánicos (simulación y
conversión) y pacientes con trastornos motores.
Simulación y conversión: Los reflejos oculocefalicos y oculovestibulares preservados son útiles, ya que
muestran el patrón de respuesta de una persona en vigilia. Al apoyar los dedos sobre los párpados cerrados
se puede evidenciar una tenue vibración característica de la contracción voluntaria del músculo orbicular de
los párpados en lugar de la ausencia de contracción habitual en el estado de coma.
Si se eleva el brazo del paciente en coma y se lo deja caer sobre la cara, éste la golpeará, mientras que en un
paciente con coma psicógenos la mano evitará golpear la cara al caer. Uno de los comas psicógenos más
frecuente son las llamadas pseudocrisis epilépticas.
La lesión del tronco que compromete las vías motoras, incluyendo los pares craneales bajos, con indemnidad
de la formación reticular: El paciente esta cuadripléjico, con compromiso de la comunicación oral, por lo que
simulará un estado de coma.
Este cuadro puede observarse en casos de neuropatías, como el síndrome de Guillain-Barré, la crisis
miasténica y el bloqueo neuromuscular, como en el botulismo o en la esclerosis lateral amiotrofia. El
trastorno se denomina Síndrome de enclaustramiento, cautiverio o “encerrado en sí mismo”. En estos casos
el estado de vigilia y alerta están conservados, pero la respuesta motora es prácticamente inexistente. La
causa más frecuente de este síndrome es la trombosis de la arteria basilar, que produce infarto de la región
ventral de la protuberancia
84
¿Se trata de un coma estructural o metabólico?
Los datos más orientadores provienen del examen de los movimientos oculares, reflejos oculocefalicos y
oculovestibulares, el tamaño y la respuesta pupilar, el tipo de respiración y las respuestas motoras ante los
estímulos nociceptivos.
Es posible que no basten sólo el interrogatorio y el examen físico, por lo cual deben solicitarse estudios
complementarios adecuados que aclaren este interrogante (laboratorio completo de sangre y orina,
investigación de tóxicos, radiografía de cráneo, TC, punción lumbar).
¿Cuál es el pronóstico?
Dentro de los factores pronósticos, uno de los más importantes es la duración del coma, los de peor pronóstico
son los que duran más de una semana; la causa también es un factor; tienen mejor pronóstico los metabólicos,
aunque siempre se trata de un evento
RESPUESTA MOTORA
grave. Los puntajes bajos en la escala de
El paciente obedece una orden correctamente 6
Glasgow (menos de 5) desde el inicio son Localiza un estímulo doloroso 5
índice de mal pronóstico. (Ej: presión de una punta roma sobre el lecho ungueal)
Evita el estímulo doloroso retirando el segmento corporal explorado 4
Para la evaluación y seguimiento del
Responde con una flexión anormal de los miembros 3
paciente con coma se usa la escala de
Responde con una extensión anormal de los miembros 2
Glasgow, empleada en un inicio para la
Ausencia de respuesta motora 1
evaluación del coma por traumatismo pero RESPUESTA VERBAL
debido a su excelente utilidad pronostica es El paciente se halla orientado correctamente 5
aplicado a los distintos tipos de coma. El paciente se halla confuso 4
El paciente tiene un lenguaje inapropiado ( 3
¿Cuál es el pronóstico del paciente?
El paciente tiene un lenguaje incomprensible (Ej: gruñidos, suspiros) 2
Buen pronóstico: 12 – 15 puntos. Carencia de actividad verbal 1
Lo normal es que en un adulto presente un resultado de 15/15 en niños 11/11 y se considera un paciente en
coma cuando el resultado es 3/15
85
Pronóstico del paciente en coma: Por lo general, las encefalopatías de origen metabólico tienen el mejor
pronóstico. Enfermos que padecen hemorragia subaracnoidea o infartos cerebrales hasta el grado de coma
profundo tienen mal pronóstico, los que presentan un coma debido a lesiones hipóxicas-isquémicas difusas
tienen pronóstico intermedio.
Los reflejos fotomotor, corneal y oculocefalico aclaran notablemente el pronóstico. En el examen del día
inicial, si están abolidos 2 de los 3 reflejos, la probabilidad de recuperación importante es casi cero. Con la
abolición de 1 de los 3, la posibilidad de recuperación es inferior al 5 %.
Pruebas paraclínicas
A todo paciente en coma se le deberá realizar un estudio analítico básico para descartar una causa
metabólica de coma:
En los pacientes en los que se sospeche una causa neurológica del coma deberá practicarse una prueba:
Radiografía de cráneo: La radiografía del cráneo en diversas posiciones es, a veces, decisiva. Puede
mostrar líneas de fractura y dislocaciones en la región cervical; el agrandamiento de la silla turca es
típico en los tumores hipofisarios; las neoplasias proucen modificaciones osteolíticas u osteoblásticas
en el cráneo, o calcificaciones intracraneales; los aneurismas pueden calcificarse. Para descartar
traumatismo.
Solo resulta útil ante la sospecha de estados epilépticos no convulsivos, coma hepático, encefalitis herpética,
enfermedad de Creutzfeldt- Jakob e intoxicación barbitúrica. En los casos restantes, aunque no resulta de
gran ayuda diagnóstica, puede dar información sobre la gravedad del coma
Punción lumbar y estudio del LCR: infección del SNC. Cuya obtención puede estar containdicada en
la estasis papilar y la hipertensión endocraneana.
86
Arteriografía cerebral.
87
Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
1) Sistema Motor
Como objetivo de este tema, se especifica que el estudiante debe conocer donde se encuentra la lesión a nivel
de la vía piramidal; si se encuentra en corteza, mesencéfalo, capsula interna… de acuerdo a la clínica del
paciente y se confirma con imagenología.
Antes de iniciar con la patología, es necesario hacer un recuento acerca de la motilidad y de la vía piramidal.
El Sistema Motor comprende todo el conjunto de neuronas presentes en corteza cerebral, cerebelo, órganos
inferiores (como la médula espinal) que forman fibras y todo el conjunto de órganos y sistemas relacionados
con la producción de movimiento.
El Sistema Motor comprende las neuronas y vías de conexiones que participan en la planificación,
coordinación y ejecución de los movimientos. El movimiento se refiere a aquella actividad que permite
desplazarnos de un lugar a otro.
I. Vía Directa o Sistema piramidal : Regido por la Corteza Cerebral. Regula los movimientos
voluntarios. Es Monosináptico, es decir, está
formado por una única vía, corticoespinal.
88
II. Motilidad cinética
Nivel cerebral: corteza y cuerpo estriado, rigen los movimientos voluntarios, automáticos y asociados
Vía principal de los movimientos fásicos, discretos, diestros (delicados), elaborados y voluntarios de las
partes distales de las extremidades así como de los movimientos de la mímica y movimientos de la lengua.
Le confiere a los movimientos aquellas cualidades que los hacen precisos, adecuados a la finalidad
perseguida y pasibles de modificación en el curso de su ejecución.
I. Neurona central o piramidal: Conduce el impulso motor voluntario. Situada en la corteza motora
prerrolandica cerebral (células gigantes de Betz)
II. Neurona motriz periférica o segunda neurona: Neurona efectora del movimiento voluntario.
Formada por las células de los núcleos grises del tronco cerebral y en las astas grises anteriores de
la médula espinal.
Corteza Corona Radiada Brazo posterior de la Capsula interna Pie del Pedúnculo Protuberancia
(haz separado en varias fibras debido a las fibras pontocerebelosas transversas) Bulbo, donde las fibras
se unen y pasan a formar las Pirámides Bulbares.
89
De aquí puede seguir dos direcciones:
Se decusa y llega a la medula decusado, formando el Fascículo Cortico Espinal Lateral. Por este
fascículo descienden el 80-90% de las fibras. Sus fibras terminan en el asta gris anterior de todos los
segmentos de la M.E.
Sin decusación por vía directa, formando el Fascículo Cortico Espinal Anterior. Por este fascículo
descienden el 10-20% restante de las fibras. Estas fibras finalmente cruzan la línea media y
terminan en el asta gris anterior de los segmentos de la M.E en las regiones cervical y torácica
superior.
El resto de las fibras piramidales se dirigen a los centros motores medulares y constituyen el haz piramidal
propiamente dicho, que gobierna la motilidad voluntaria del tronco y las extremidades.
Facilita la acción de las motoneuronas α y γ, que inervan los músculos flexores distales.
Es el encargado de realizar los movimientos habilidosos rápidos y finos o precisos de los músculos
distales de los miembros.
Movilidad de la cara y la lengua (gesticulación)
La bipedestación es coordinada por la vía piramidal
Los movimientos voluntarios y conscientes son coordinados por dicha vía
Junto con el sistema extrapiramidal, regula la motilidad muscular.
Transmite estímulos que provocan contracción de músculo estriado.
90
1.4) Características importantes de las neuronas de la vía piramidal
La neurona central envía sólo incitaciones motoras voluntarias y tiene acción inhibidora sobre las
otras clases de motilidad: refleja, automática y postural.
La segunda, en cambio, es un agente efector que cumple todas las incitaciones de cualquier clase de
motilidad y además tiene bajo su dependencia el trofismo de los músculos.
Por lo que:
III. Los movimientos de la cadera, la rodilla y el tobillo están representados en las áreas más altas de la
circunvolución precentral
IV. Los movimientos de los dedos del pie se ubican en la cara medial del hemisferio cerebral en el
lobulillo paracentral. Los movimientos de los esfínteres anal y vesical también se ubican en el
lobulillo paracentral.
91
En el tronco cerebral, los núcleos grises de origen de los pares craneanos constituyen los centros motores de
las fibras respectivas.
En el segmento cervical de la médula se disponen los centros motores de los músculos del cuello, diafragma
y miembro superior; en el segmento dorsal, los de los músculos del tronco; en la médula lumbar y sacra, los
de la pelvis y miembros inferiores, así como los de los esfínteres vesical, anal y genésicos.
Cada músculo está ordinariamente inervado por tres raíces (ley de las tres raíces). De ahí que habrá
diferencias en la extensión de las parálisis según dónde radique la lesión; por ejemplo, la lesión de la raíz
anterior 6 cervical determina la parálisis del bíceps, del braquial anterior y del supinador largo.
2) Síndrome Piramidal
Se define como el conjunto de signos y síntomas derivados de
la lesión de la vía piramidal desde su origen en la corteza
cerebral hasta su terminación en las astas anteriores de la
médula espinal.
Este síndrome, no hay que confundirlo con una hemiplejia, puesto que ésta es un síndrome aún mayor
donde siempre está presente el síndrome piramidal, pero al que hay que añadir muchas otras
manifestaciones clínicas.
Lesión de la primera neurona provoca una parálisis central o espástica (supranuclear, cortico
espinal): Se observa hipertonía e hiperreflexia, así como el reflejo de Babinski. La lesión se suele
ubicar por encima de la decusación (principalmente en capsula interna).
92
I. Congénitas: II. Adquiridas:
Sigue en importancia al infarto cerebral como factor de hemiplejía, la hemorragia cerebral cuyo punto de
predilección lo constituyen las dos ramas perforantes de la arteria silviana, la lenticular y la
lenticuloestriada, que irrigan la cápsula interna, el núcleo lenticular y el tálamo; por esta razón la
hemiplejía que produce es generalmente de tipo capsular. La hemorragia tiene a su vez como causas más
comunes la hipertensión arterial, las malformaciones vasculares (aneurismas u otras) o, más raramente, la
angiopatía amiloide.
Las causas más frecuentes de espasmo vascular arterial son; el espasmo asociado a la ruptura de aneurisma
o a crisis migrañosa (migraña hemiparética).
Las mismas lesiones vasculares, afectando los vasos pedunculares, protuberanciales o bulbares, son los
agentes etiológicos más comunes de las hemiplejías alternas.
Los traumatismos y las compresiones obran sobre todo a nivel de la corteza, destruyendo las células
piramidales, más rara vez, son motivo de hemiplejías capsulares o alternas.
93
4) Fisiopatología del Síndrome piramidal
Se distinguen diversos síntomas y signos dependiendo de cuál neurona está siendo afectada:
Hipertonía, que en este caso se llama espasticidad. La espasticidad se caracteriza por: afectar
fundamentalmente a los músculos antigravitatorios (flexores de extremidades superiores, extensores de
miembros inferiores). La espasticidad puede tardar unas dos semanas en aparecer.
Signo de la navaja de muelle: cuesta mucho vencer la resistencia muscular al principio pero luego
marchas con facilidad.
Hipotonía
Leve atrofia muscular por desuso.
Hiperextensibilidad.
Movimiento involuntario de una parte del cuerpo cuando se realiza un movimiento voluntario con otra. En
la sincinesia imitativa se pueden detectar movimientos en los músculos paralizados cuando se mueven los
músculos normales, y viceversa. Se producen por la liberación de la inhibición de los centros motores
subcorticales y medulares por afectación de la vía piramidal.
Sincinesia de imitación: El miembro enfermo imita el lado sano. Afecta a las porciones más distales
Sincinesia Global: Consiste en la contracción global de los músculos del lado hemipléjico que
sobreviene consecutivamente a un esfuerzo, sea éste voluntario o inconsciente. Si se ordena a un
hemipléjico con contractura. efectuar un movimiento con el lado sano y el observador se opone al
mismo, se observará que el lado hemipléjico realiza un movimiento de flexión en el miembro superior
y de extensión en el inferior. La sincinesia global se diferencia de la sincinesia de imitación en que
ésta se realiza aun con miembros fláccidos paréticos.
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De coordinación: Al realizar una contracción voluntaria de ciertos grupos musculares, se efectúa la
contracción involuntaria sincinética de otros grupos musculares funcionalmente sinérgicos de los
anteriores. Dentro de las sincinesias de coordinación entran:
El signo de la flexión combinada del tronco y del
muslo. El hemipléjico en decúbito dorsal, al querer
flexionar el tronco sobre el muslo, eleva en extensión
el miembro inferior paralizado. Este signo es de valor
en caso de simulación.
Fenómeno del tibial anterior o signo de Strümpell. Si
estando la pierna en extensión se invita al enfermo a
que la levante (en extesión) y el observador hace, una
ligera oposición" al movimiento apoyando su mano
sobre la cresta tibial, se produce, frecuentemente en los estados éspásticos piramidales una
contracción del tibial anterior, cuya cuerda hace procidencia y a veces también el signo de
Babinski.
Signo de Neri. Hemipléjico de pie. Al flexionar el tronco sobre la pelvis, el miembro paralizado se
flexiona a nivel de la rodilla.
Fenómeno de Hoover o de oposición del talón . El
enfermo en decúbito dorsal; el médico coloca la yema de
sus dedos debajo del talón del lado sano; al ordenar que
el enfermo levante el lado hemipléjico, se nota que el
talón del lado sano presiona netamente contra los dedos.
Esto vale para la hemiplejia fláccida. En la hemiplejía
espástica presiona también el lado enfermo, cuando se
hace levantar el lado sano.
La parálisis no implica siempre una lesión orgánica, pues puede deberse también a mecanismos funcionales
o psicogénicos.
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Las consecuencias clínicas de las lesiones de la vía piramidal dependen del nivel en que se encuentre la
lesión. En general podemos distinguir las afectaciones de esta vía en los siguientes niveles:
Hemiplejia del lado contrario a la lesión (en lesiones cerebrales antes de las pirámides bulbares)
Hemiplejia homolateral (lesiones por debajo del bulbo raquídeo, con las fibras ya decusadas)
Tetraplejia (en lesiones bilaterales altas)
Paraplejia (lesión bilateral baja en la médula espinal)
Monoplejia homolateral (si la lesión es baja y unilateral)
5) Hemiplejías
La hemiplejía constituye un síndrome paralítico caracterizado por la pérdida de la motilidad voluntaria de
una mitad del cuerpo. Si sólo hay disminución de la motilidad voluntaria, se denomina hemiparesia.
La hemiplejía puede presentarse en forma brusca, como ocurre en el ictus apoplético (ictus: golpe; apoplejía:
pérdida súbita de la conciencia por lesión cerebral); los signos que se pueden encontrar en el examen físico
son:
Motilidad: Asimetría facial: Signo del fumador de pipa (parálisis del buccinador), pupilas asimétricas
por miosis del lado lesionado (Sx de Claude Bernard Horner). Hay desviación conjugada de cabeza y
los ojos hacia el lado de la lesión, si hay destrucción; mientras que la desviación será en sentido
opuesto a la lesión si hay irritación del centro oculocefalógiro frontal. Comprimiendo con energía el
borde posterior de la rama ascendente del maxilar inferior, se excita el nervio facial; en este caso
sólo se contrae la mitad sana de la cara, mientras que la mitad paralizada quedará inmóvil
(maniobra de Foix).
Fuerza y tono muscular: Si se elevan los miembros por encima del plano de la cama y se los deja caer
bruscamente, se observa que el del lado paralizado cae más pesadamente.
Reflejo córneo ausente en el lado hemipléjico debido a la parálisis facial (signo de Milian); asi como
los demás reflejos (cutaneoabdominales y cremastericos). Los reflejos profundos suelen estar
ausentes. Hay signo de Babinski del lado comprometido y los reflejos de automatismo medular están
muy acentuados.
Pueden existir ciertos pródromos, como cefalea, vértigos, trastornos de conciencia, parestesias y
modificaciones del carácter, que preceden a la parálisis; cuando la hemiplejia se constituye sin ictus.
a) Fláccida
Este estado es transitorio, lenta e insidiosamente el individuo pasa al estado de espasticidad. Una vez que
ha desaparecido el coma o el estado de obnubilación más o menos leve:
Parálisis facial central: el territorio del facial superior está sólo muy levemente afectado; el enfermo
puede ocluir voluntariamente el ojo del lado paralizado junto con el del lado sano, pero lo hace con
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menos amplitud y fuerza que en éste; además, no puede ocluir el ojo del lado paralizado aisladamente
(signo de Revilliod).
La parálisis en la lengua se manifiesta sólo por desviación de la punta hacia el lado enfermo, debido
al predominio del geniogloso del lado sano.
Abolición o disminución de los reflejos cremastérico y abdominales y los profundos están disminuidos
y hay signo de Babinski.
b) Espástica
Hemiplejia del lado paralizado con hipertonía del musculo, con incapacidad de
la marcha y la bipedestación.
El trastorno motor es generalmente más acentuado en el brazo que en la pierna (Ley de Wernicke y
Mann). Los musculos del tronco y del cuello son poco afectados.
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Arreflexia superficial (cutáneos abdominales y el cremastérico), y persiste el signo de Babinski en el
lado paralizado.
Trastornos accesorios del lado hemipléjico: cambios del trofismo de piel y uñas, edemas de los
miembros (blancos y blandos), a veces cianosis, descenso de la tensión arterial con respecto al lado
sano, en ocasiones artropatías dolorosas y anquilosantes, sobre todo del hombro y la muñeca; la
sensibilidad superficial presenta leves trastornos. Al cabo de un tiempo puede aparecer atrofia, sobre
todo en los músculos del hombro, en los pequeños músculos de la mano y en los glúteos.
Marcha helicópoda o de Todd (del griego helix, espiral; podos. pie): andar de segador, marcha en
guadaña.
El cuadro que hemos trazado corresponde a una hemiplejía producida por una lesión situada en la cápsula
interna, donde se agrupan en una pequeña extensión, todos los conductores de la motilidad de la mitad
opuesta del cuerpo, por lo cual son fácilmente interesados por la lesión, que no requiere mucho volumen.
La intensidad de la hemiplejía varía en gran medida, ya que va, desde las hemiplejías discretas o
hemiparesias y las hemiparesias transitorias (ataque isquémico transitorio), a la hemiplejía total y
completa.
El diagnostico topográfico tiene por objeto determinar el nivel y el lado en que asienta la lesión, lo que se
realiza conociendo las distintas variedades que presenta el síndrome hemipléjico de acuerdo a la topografía
lesional.
a) Hemiplejías directas
Son aquellas en que la parálisis ocupa totalmente la misma mitad del cuerpo. Se observa antes de que se
produzca la decusación o cuando se ha producido por completo la decusación.
La hemiplejía directa, de acuerdo con el nivel en que radica la lesión causal, puede ser:
I. Cortical. Rara vez tiene suficiente extensión como para abarcar la totalidad del área motriz, la
hemiplejía suele ser incompleta y a veces sólo se reduce a la existencia de una monoplejía.
II. Subcortical. Lesión en el centro oval, y afecta a las fibras motoras que se dirigen hacia la cápsula
interna. Menos frecuente que origine monoplejias, y suelen faltar los accesos convulsivos.
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III. Capsular.
IV. Talámica.
V. Tronco cerebral
VI. Medular
b) Hemiplejías alternas
Se dividen según la altura de la lesión en pedunculares, protuberancial y bulbares, las que a su vez
comprenden distintos síndromes según la localización del proceso en cada uno de los órganos del tallo
cerebral.
Por lo que hay que tener en cuenta que cuando se identifica una hemiplejia alterna la lesion se encuentra
en tallo cerebral, y de acuerdo a que par craneal se encuentre afectado, se identifica el nivel:
No hay sindrome tecmental sin compromiso de las vias sensitivas y cerebelosas. La hemianestesia sera
contralateral (a la lesión) y los signos cerebelosos son ipsilaterales. El V PC se decusa antes del bulbo,
de manera que dicha hemianestesia se considera alterna.
99
100
6) Síndromes: De acuerdo a la ubicación de la lesión
Hemiplejía disarmónica.
Una pequeña lesión en el brazo posterior y en la rodilla de la cápsula interna afectará a toda la vía,
debido a la compactación de las fibras en la capsula interna.
El tronco es difícil que se paralice.
Parálisis de extremidades porque sólo están relacionadas con un sólo hemisferio (hemiplejía
contralateral).
Se acompaña de déficit sensitivo y campimétrico visual contralateral
Más frecuente.
Hemiplejia Facio-braquio-crural o directa total contralateral. La parálisis facial es central.
Hemianestesia.
Movimientos atetósicos.
Dolor residual
101
Cuando se asocia a lesión del hemisferio dominante se presenta la afasia. En las hemiplejias
infantiles no presenta la afasia así la lesión sea doble, la razón de este fenómeno, es por la falta de
consolidación funcional en las áreas del lenguaje.
Síndrome Talámico
Existe una hemiparesia transitoria pues la lesión es talámica, y ataca al haz piramidal, indirectamente,
por contigüidad. Se agregan una serie de manifestaciones que constituyen el síndrome de Déjerine-Roussy;
así como trastornos de los movimientos oculares (Sindrome de Parinaud, depresión y convergencia de la
mirada) y anisocoria.
La lesión afecta al haz piramidal a nivel del pie del pedúnculo cerebral y a las fibras
radiculares del III par, que, próximas al haz
piramidal, provienen del núcleo del MOC,
ubicado en la calota del pedúnculo.
102
6.3.3) Síndrome de Foville superior.
Es una variedad del síndrome de Weber en la que a la hemiplejía y a la parálisis del III PC se añade la
parálisis de la dirección de la mirada hacia el lado opuesto a la lesión, o sea la parálisis de la mirada es
hacia el lado de la hemiplejia (el paciente mira hacia el lado de la lesión).
La lesión se ubica a nivel del pedúnculo que afecta también al haz longitudinal medio (cintilla longitudinal
posterior), elemento de asociación entre los núcleos de origen de los pares craneanos y encargado de la
coordinación de la mirada conjugada de ojos y cabeza.
La razón por la cual el Foville superior “mire la lesión”, se debe a que al comprometer el fascículo
longitudinal medio, se produce parálisis del MOC homolateral y parálisis del MOE (VI par) contralateral.
Este fascículo une ambos núcleos de los pares craneales.
6.3.4) Otros
Pero en cambio existe parálisis facial periférica homolateral, debido a la afectación de las fibras
radiculares del VII par craneal.
Puede haber parálisis del motor ocular externo del mismo lado de la lesión, debido a la cercanía con
el VII par craneal.
La causa de este síndrome consiste en que la lesión afecta a la vez a las fibras radiculares del VI y VII par
craneano. Ocurre por oclusión de una de las ramas de la arteria Basilar.
103
6.4.2) Síndrome de Foville inferior.
La lesión asienta en la parte anterior del bulbo e interrumpe al haz piramidal antes de su decusación y
compromete a las raíces del hipogloso.
Por lo cual se halla una hemiplejía contralateral que respeta la cara y por vecindad del XII par,
hemiparálisis con hemiatrofia de la lengua en el mismo lado de la lesión.
b) Otros
104
6.6) Lesión de la decusación piramidal
En este punto consideraremos que las fibras de la extremidad inferior se decusan antes (o por encima) que
las destinadas a los miembros superiores, según esto las fibras de las extremidades inferiores quedan
externamente a las fibras de los miembros superiores.
Debido a su disociación en vía piramidal directa y cruzada (a un lado y otro) una lesión
no afecta a la totalidad de la vía.
Si se lesiona el fascículo cruzado hay parálisis de los músculos inervados por debajo de
la lesión. Sin embargo, es posible la recuperación de parte de la funcionalidad de la
extremidad afecta, gracias al 10-20% de las fibras directas, que con tratamiento
fisioterapéutico puede restablecerse.
Síndrome de Brown-Séquard
En el lugar correspondiente al límite de la lesión puede observarse una pequeña franja de hiperestesia;
sobre ésta una banda de con disminución o abolición de la sensibilidad total y por encima, otra franja de
hiperestesia. Esta última también se halla en el límite superior del lado opuesto.
105
Respeta cara y lengua
Lesión cervical, torácica, lumbar
Es el caso de la poliomelitis:
106
8) Reglas útiles para establecer la etiología de una hemiplejía.
Tomando como base la edad, se puede inferir que ciertas causas son más probables que otras en el
determinismo de una hemiplejía.
En los niños. Se trata de una hemiplejía cerebral infantil congénita o de los primeros meses de la
vida (parálisis cerebral), o de una hemiplejía por encefalitis, por corea paralítica o por endocarditis
bacteriana. Estas tres últimas causas van acompañadas de fiebre.
En los adultos de más de 40 años. Prácticamente sus causas son las mismas de las anteriores, con el
agregado de los tumores cerebrales.
9) Paraplejías
Paraplejía significa parálisis de ambos miembros inferiores, y para su aparición se requiere una lesión
bilateral de la vía motriz, que puede radicar a nivel de la protoneurona o de la neurona motriz periférica.
Pueden ser de grados variables, desde la paresia leve a la parálisis más acentuada. En general hay más
espasticidad que parálisis. A veces pasan previamente por una fase de flaccidez.
Cuando la parálisis espástica es acentuada, el enfermo se presenta con los miembros inferiores en extensión,
los muslos y rodillas juntos y apretados y los pies en equinismo; las masas musculares tensas y resistentes
a la motilidad pasiva. En ambos lados se encuentran los signos de piramidalismo: hiperreflexia profunda,
clonus inagotable, signo de Babinski.
Los reflejos cutaneoabdominales varían según la causa: faltan casi siempre en la esclerosis múltiple; pueden
faltar el inferior, medio y/o superior en la compresión medular, según el nivel de ésta. Los reflejos de
automatismo medular están exagerados y hay trastornos esfinterianos más o menos acentuados; la marcha
depende del grado de hipertonía: corresponde al tipo paretoespástico, con sus diversas variedades. Los
trastornos sensitivos son variables según la etiología. A veces la paraplejía puede ser en flexión, caso en el
cual las piernas se encuentran flexionadas sobre el muslo, en lugar de extendidas.
a) Causas:
a) Lesiones encefálicas: en los ancianos por estado lacunar, denominada paraplejía de Lhermitte. y en los
niños por enfermedad de Little, caracterizada por la detención del desarrollo de la vía piramidal;
b) por lesiones medulares, que son las causantes más comunes de paraplejías espásticas. Comprenden:
107
Compresión medular lenta, dependiente de mal de Pott, espondilitis, tumores vertebrales primitivos
o metas-tásicos; tumores meníngeos, aracnoiditis espinal crónica; tumores medulares.
Traumatismos que causan luxación, fractura vertebral o hemorragia intrarraquídea; existe una fase
de paraplejía fláccida inicial.
Se dividen en medulares y neuríticas, según que la lesión afecte a la neurona motriz periférica a nivel de la
médula o de los nervios periféricos.
Se debe a una lesión que afecta a las células motoras de las astas anteriores medulares o a su prolongación
cilindroaxial intramedular. Su causa más común es la sección completa o total de la médula (traumatismos,
herida de la médula por bala de arma de fuego). Con menos frecuencia se debe a mielitis aguda transversa,
hematomielia, mielomalacia, compresión brusca de la médula o poliomielitis anterior aguda (parálisis
infantil).
Se asiste a la aparición brusca de una parálisis de ambos miembros inferiores, con hipotonía acentuada,
parálisis de los esfínteres, arreflexia profunda, anestesia total (aunque los trastornos de la sensibilidad
varían según la etiología), trastornos tróficos precoces: atrofia muscular considerable de los músculos
afectados, escaras sacras o glúteas: pueden hallarse el signo de Babinski y los reflejos de automatismo
medular muy manifiestos.
Es motivada por una lesión que obra sobre las raíces anteriores de la médula o sobre los mismos nervios
periféricos. Sus causas son las polineuritis infecciosas o tóxicas, alcohólicas, saturninas, o los procesos
traumáticos o tumorales que ejercen la compresión de las raíces anteriores en su trayecto intrarraquídeo
(síndrome de la cola de caballo). No suele ser completa, pues los músculos de los miembros inferiores no
están todos atacados de la misma manera por la parálisis, que predomina en los extensores.
Se presenta una atrofia más o menos rápida de los músculos paralizados, acompañada de reacción de
desnervación; hay dolor a la presión de las masas musculares y abolición de los reflejos. Con frecuencia
existe ataxia; no se presentan trastornos esfinterianos, lo cual permite diferenciarla de la paraplejía fláccida
medular. Aparecen trastornos tróficos y vasomotores y también alteraciones de la sensibilidad.
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También puede haber paraplejía por alteraciones graves de la sensibilidad, como ocurre en la tabes.
Hay igualmente una forma de paraplejía funcional que es la paraplejía histérica, en la que faltan los signos
de piramidalismo y los trastornos esfinterianos y tróficos, y en cambio se comprueba una seudoanestesia
completa superpuesta a la parálisis.
10) Cuadriplejías
Cuadriplejía es la parálisis de los cuatro miembros. Requiere de una lesión que interese a la médula en su
porción cervical; las parálisis son fláccidas o espásticas, según la causa. Son muy graves por las
perturbaciones respiratorias que ocasionan por afectarse los nervios de los músculos respiratorios.
Las causas más frecuentes de cuadriplejías fláccidas son las secciones completas o totales de la médula
(traumatismos con fractura de la columna cervical, herida de la médula por bala).
La parálisis ascendente aguda tipo Landry, los infartos ventrales protuberanciales, la mielitis aguda, la
hematomielia, la mielomalacia. Los infartos ventrales protuberancíales presentan asimismo diplejía facial
y parálisis de los pares craneanos inferiores, de manera que es imposible la ejecución de movimiento alguno.
No obstante el paciente conserva su conciencia, pero solamente puede mover los ojos en sentido vertical y
los párpados. Se conoce este cuadro con el nombre de síndrome de cautiverio (Plum y Posner) o “locked-in"
de los autores de habla inglesa; se describe asimismo en ciertos tumores y en la mielinólisis central pontina.
Como causas frecuentes de cuadriplejías espásticas se mencionan la compresión medular lenta (mal de Pott
cervical, tumores vertebrales cervicales primitivos o metastásicos, etc.) y los traumatismos, en donde
después de un período de cuadriplejía fláccida se pasa al de cuadriplejía espástica. Asimismo, la cuadriplejía
se encuentra presente con carácter francamente espástico en la enfermedad de Little, la luxación crónica
de la apófisis odonioides, la esclerosis lateral amiotrófica y, a veces, la siringomielia.
11) Monoplejías
Monoplejía es la parálisis limitada a un miembro que puede depender de lesiones cerebrales, medulares,
radiculares o neuríticas (sólo excepcionalmente).
Las monoplejías cerebrales se producen por lesiones vasculares (infarto, hemorragia) o tumor cerebral. Las
medulares pueden ser consecuencia de la poliomielitis anterior aguda; las radiculares, de lesiones
generalmente compresivas de las raíces anteriores, y las neuríticas, de mononeuritis o traumatismos. La
monoplejía cerebral es espástica, en tanto que las medulares, radiculares y neuríticas son fláccidas.
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Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
Los núcleos grises que se incluyen son: caudado, putamen, globo pálido, con sus porciones interna y externa,
núcleo subtalamico, sustancia negra del tronco cerebral (pars compacta y reticulata). Algunos autores
también incluyen en este sistema el núcleo rojo o locus nigger, a la formación reticular del tronco cerebral
y ciertas vías medulares descendentes (haces vestibuloespinal, rubroespinal, tectoespinal, retículoespinal).
Los componentes corticales y subcorticales del sistema motor se hallan ricamente interconectados, ya sea
de forma directa y reciproca o a través de circuitos complejos.
Los distintos núcleos subcorticales; se encuentran organizados en grupos más grandes que los engloban,
los cuales son:
Neoestriado (núcleo caudado + putamen): Refuerza el tono, lentifica los movimientos y lleva los
músculos a la rigidez.
Globo o paleoestriado (sustancia nigra+ globo pálido): Influye en el tono muscular.
Núcleo lenticular (putamen +globo pálido),
Núcleo subtalamico del diencefalo
Núcleo rojo y locus nigger o sustancia negra, en el mesencéfalo.
En el sistema extrapiramidal se
distinguen tres niveles:
I. Nivel superior: formado por las áreas corticales extrapiramidales, sobretodo ubicadas en la
región premotora, delante de la circunvolución frontal ascendente
II. Nivel intermedio: que engloba los distintos núcleos subcorticales; los cuales son, el neoestriado
(núcleo caudado + putamen) ; el globo o paleoestriado (sustancia nigra+ globo palido); el núcleo
subtalamico del diencefalo y el núcleo rojo o locus nigger , en el mesencéfalo
III. Nivel inferior: en donde existe la formación reticular del lecho del mesencéfalo y del rombencefalo
110
1.1) Vías del sistema Extrapiramidal
El vasto conjunto de fibras que unen estos núcleos entre sí y a otras formaciones del neuroeje puede
sintetizarse así:
I. Fibras internunciales, que nacen y terminan en el mismo cuerpo estriado. Son fibras que unen: a) el
núcleo caudado con el putamen; b) el núcleo caudado con el globus pallidus; c) el putamen con el
globus pallidus.
II. Fibras estriopalidopetales. Son fibras que van a terminar en el cuerpo estriado, pero que se originan
en otra parte. Comprenden: a) fibras que van del tálamo óptico al núcleo caudado, al putamen y al
globus pallidus: b) fibras que van del locus niger al núcleo caudado, al putamen y al globus pallidus:
c) fibras que van de la corteza cerebral (área pre- motora) al núcleo caudado, al putamen y al globus
pallidus: d) fibras que del cuerpo de Luys van al globus pallidus. Las fibras corticocaudadas llegan
al núcleo correspondiente por el fascículo subcalloso, las corticoputaminales por la cápsula externa
y las corticopalidales por la cápsula interna.
III. Fibras estriopalidofugales. Son fibras que naciendo del cuerpo estriado van a terminar en otras
partes. Comprenden: a) fibras que del globus pallidus van al tálamo óptico (fibras palido- talámicas);
b) fibras que del globus pallidus van a las formaciones subtalámicas, esto es, al núcleo rojo, al locus
niger, ai cuerpo de Luys, a los núcleos vestibulares y de la formación reticulada. Este contingente de
fibras palidosubtalámicas es muy importante y constituye el asa lenticular. Algunas fibras pasan al
núcleo rojo del lado opuesto. Las fibras que van al núcleo rojo se ponen en conexión con el importante
fascículo rubroespinal, por el que las incitaciones paíidales Hegan a los centros motores espinales.
IV. Conexiones del núcleo rojo. El núcleo rojo constituye, dentro del sistema extrapiramidal, una
importante estación de enlace entre la corteza cerebral, el cuerpo estriado, el cerebelo y- los centros
motores bulboespinates. Por eso sus conexiones son de gran importancia y comprenden dos grandes
grupos de fibras, unas que van a terminar en él (fibras rubropetales) y otras que se originan en él
(fibras rubrofugales).
b. Fibras rubrofugales. Comprenden: a) el haz rubroespinal; b) fibras que del núcleo rojo van al
tálamo óptíco; c) fibras que del núcleo rojo van a la formación reticulada del puente.
V. Otras conexiones. El locus niger recibe fibras de la corteza cerebral (área premotora) y del globus
pallidus y envía al núcleo caudado, al putamen y al globus pallidus, y a la formación reticulada. El
cuerpo de Luys recibe fibras de la corteza cerebral (área premotora) y del globus pallidus y envía al
tálamo'yal globus pallidus: Los núcleos intersticial de Cajal y. comisural de Darkschevvitsch
proyectan fibras hacia el tálamo. '
111
1.2) Vías extrapiramidales medulares.
Los centros extrapiramidales hacen llegar sus incitaciones a los núcleos motores bulboespinales por medio
de una serie de haces que descienden por el tronco cerebral y la médula espinal:
Inicia en los núcleos de la formación reticular donde establece enlaces con los núcleos de los nervios
cranealessu trayecto por la medula espinal se divide en dos hacesun directo (homolateral) que
desciende por el funículo lateralotro cruzado que desciende por el funículo anterior ambos establecen
contacto con las células de los núcleos motores de la medula espinalLos fascículos reticuloespinales
influencian por éstos medios a los movimientos voluntarios y a la actividad reflejaActualmente se cree
que las fibras reticuloespinales incluyen fibras autónomas descendentes. Así pues, los fascículos
112
reticuloespinales proporcionan una vía mediante la
cual el hipotálamo puede controlar las eferencias
simpáticas y las eferencias parasimpáticas sacras.
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Los núcleos o centros y sus conexiones constituyen una serie de circuitos cerrados dentro de los cuales se
distinguen los siguientes: 1) Córtico-estrio-pálido-tálamo-cortical; 2) Córtico-nigro-pálido-cortical, y 3)
Córtico-ponto-dento-rubro-tálamo-cortical.
2) Síndrome Extrapiramidal
Los síndromes extrapiramidales se deben al compromiso desde el punto de vista anatómico y fisiológico, del
sistema extrapiramidal que está constituido por ganglios basales (núcleos grises) y sus conexiones.
Los síntomas que integran el llamado síndrome extrapiramidal tiene como característica común, una
perturbación del tono muscular, que se expresa principalmente durante la actividad del individuo, para
mejorar o desaparecer cuando se pasa al reposo muscular completo o casi completo, como ocurre en el sueño
aunque no es así en todos los casos.
Integrando los conocimientos acerca de la función del sistema extrapiramidal, al lesionarse se produce:
3) Síndromes hipercineticos
Son por lesión predominante del sistema neoestriado, se caracteriza por la aparición de movimientos
anormales, no deseados voluntariamente que se injertan sobre la actividad del individuo dificultando con
su aparición la motilidad voluntaria o automática.
114
3.1) Temblores
Aparecen en situaciones fisiológicas y patológicas (fiebre). Puede ser igualmente la consecuencia de efectos
medicamentosos no deseados (tratamiento con neurolépticos), de una respuesta al frio (el escalofrió es una
forma de temblor) o de una reacción emocional de miedo o placer.
El temblor puede ser simple cuando afecta a un solo grupo muscular o compuesto cuando entran en acción
varios grupos de músculos. De acuerdo con el número de oscilaciones que se comprueba se lo clasifica en
rápido (9 a 12 oscilaciones por segundo), mediano (6 a 8 por segundo) o lento (4 a 6 oscilaciones por segundo).
La amplitud puede ir desde las oscilaciones apenas visibles, insignificantes (temblor fino), a las grandes
oscilaciones (temblor grosero). Se localiza de preferencia en las extremidades superiores, en sus diferentes
segmentos, en la cabeza y labios, pero también afecta a los miembros inferiores, al tronco, a los párpados o
a la lengua. Puede ser localizado o bien generalizado a todo el cuerpo.
Temblor postural o de actitud: Se presenta cuando se ponen los miembros en una actitud fija; es una
forma intermedia entre el temblor en reposo y el temblor intencional, por lo que se encuentra en la
mayoría de los casos, en todos los tipos de temblores. Es generalmente muy rítmico y evidencia una
periodicidad de amplitud. (Ejm: el temblor fino del hipertiroidismo, estados de ansiedad).
Temblor intencional, cinético o locomotor: Su ejemplo más típico se encuentra en las lesiones
cerebelosas. Aparece mientras se efectúa un movimiento, especialmente al acercarse al objetivo. En
general es un poco más rápido que el temblor en reposo, es irregular y de amplitud muy variable.
115
3.1.2) Causas de temblor
3.1.3) Exploración
El temblor puede ser reconocible a primera vista o bien sólo demostrable mediante ciertas pruebas.
I. Exploración del temblor de reposo: Estando el enfermo sentado con las piernas colgando sin
apoyar los pies en el suelo, se le indica que apoye sus manos por el dorso sobre sus muslos..
II. Exploración del temblor de actitud: Haciendo extender horizontalmente las manos al sujeto,
manteniéndolas con los dedos separados (posición de juramento); si el temblor no es evidente se
puede reforzar la observación colocando sobre los dedos una hoja de papel y se verá entonces, si
existe temblor, que las oscilaciones de éstos se trasmiten a la hoja de papel. Otra maniobra es la
prueba de confrontación de ambos Índices: se ordena al enfermo que enfrente ambos dedos índi-
ces en oposición, colocando sus brazos en abducción. En caso de temblor, los índices oscilan y
describen círculos.
116
III. Exploración del temblor cinético: Ordenándole que tome un vaso y lo lleve a la boca. Si existe
temblor intencional se verá que el vaso experimenta una serie de oscilaciones y aun vuelca su
contenido antes de llegar a la boca (signo del vaso para la exploración del temblor intencional).
Indicándole al paciente que lleve sus dedos a la punta de la nariz o sobre el lóbulo de la oreja, como cuando
se explora la taxia. Se exploran de este modo el temblor intencional y de actitud (en este último caso el dedo
tiembla al quedar fijo en la nariz).
Finalmente, se hace colocar el extremo de los dedos extendidos sobre la palma de la mano del observador y
en forma perpendicular a la misma. Se percibe en estos casos, si hay temblor, una trepidación. Esto
constituye el signo de Quinquaud, que se halla en el alcoholismo crónico.
La exploración del temblor puede completarse por medio del examen del
dibujo y la escritura del sujeto. Se le hace al paciente dibujar una espiral,
que se vaya abriendo desde el centro, o un círculo. En el caso de que exista
temblor intencional, la espiral se inscribirá en forma oscilante o tembloro-
sa.
El temblor intencional debe ser, a veces, diferenciado de una ataxia de miembro. Esta última consiste en
una descomposición del movimiento (braditeleocinesia) y no en un temblor rítmico y oscilatorio.
Las emociones y la fatiga obran exagerando el temblor, lo que puede aprovecharse para descartar casos de
simulación; por ejemplo, si un sujeto simula un temblor y se le somete a una observación muy prolongada
se notará que su temblor disminuirá por sobrevenir la fatiga, y si se realiza con la extremidad que no tiembla
algún movimiento, dejará de temblar la extremidad en que simula el temblor.
a) Temblor parkinsoniano:
Causas Características
117
Enf. de Wilson, Corea de Huntington, La lesión de este temblor se encuentra en la
Atrofias multisistemicas) vía dopaminérgica nigro estriatal
b) Temblor esencial
d) Temblor de hipertiroidismo:
118
Puede observarse también en la lengua y en los músculos de la cara. Se presenta en el delirium
tremens, junto con las demás manifestaciones (agitación, desorientación, alucinaciones,
sudoración, taquicardia y fiebre).
g) Temblor postraumatico:
h) Temblor cerebeloso
Temblor intencional puede representar una lesión a nivel del pedúnculo cerebeloso
Constituye uno de los elementos del síndrome cerebeloso y así se lo observara en la esclerosis
multiple, en la enfermedad de Friedreich, en la heredoataxia, cerebelosa y otras degeneraciones
espinocerebelares.
También en tumores, abscesos, infartos, hemorragias o atrofias del cerebelo
Al realizar la prueba del vaso, el temblor aumenta a medida que se acerca el vaso a la boca
Algunos pacientes pueden tener temblor de actitud sobreagregado
El temblor intencional, es un hecho que se debe tener en cuenta en pacientes a quienes se les suministra
terapéutica anticonvulsivante. Puede asociarse a ataxia y nistagmo
119
3.2) Corea
Se deriva de una palabra griega (danza); corea se refiere a los movimientos arrítmicos, involuntarios,
enérgicos, rápidos y con sacudidas. Estos movimientos pueden ser simples o muy elaborados y de
distribución variable, con pequeña y mediana amplitud. Aunque son movimientos sin propósito alguno, el
paciente puede integrarlos en actos deliberados, como si quisiera hacerlos menos notables.
Generalmente lo hacen a nivel distal y fundamentalmente existe un fluir del movimiento, sucesión
permanente de movimiento que pasa sin transición de un grupo muscular a otro (permanente sucesión del
movimiento).
La corea desaparece durante el sueño y aumenta con el estrés. Los movimientos voluntarios pueden ser
distorsionados por la superposición con los involuntarios. La fuerza esta conservada. Puede afectar grandes
grupos musculares (corea generalizada) o pequeñas partes del cuerpo (corea focal: en la lengua, en la mano)
o comprometer un hemicuerpo (hemicorea).
Apertura y cierre de la mano acompañados con pronosupinación y extensión del miembro, con
subsecuente flexión del antebrazo sobre el brazo por detrás del tronco
120
Desplazamiento del mentón hacia abajo, protrusión de los labios, apertura y cierre de la boca,
seguidos por flexión y extensión del cuello con retracción comisural. Estos movimientos coreicos
cefálicos pueden estar acompañados por ruidos realizados con la boca, la lengua, e inspiraciones
profundas.
También se pueden presentar movimientos inferiores (levanta la punta del pie, flexiona la rodilla).
La marcha se hace irregular e inestable, y el paciente bruscamente se inclina o se sacude de un lado
a otro (marcha danzante o marcha de payaso). El habla se vuelve irregular en volumen y velocidad,
y puede ser incluso impulsiva, parecen los trastornos deglutorios y la respiración se hace arrítmica.
Tumor
Malformación vascular
Enfermedad de Huntington:
121
Su iniciación es en la adultez
Afecta a hombres y mujeres por igual
Con carácter hereditario (autosómico dominante de penetración completa)
La corea es influible por la voluntad al inicio de la enfermedad.
Asociación de perturbaciones mentales (irritabilidad, agresividad) que llegan a la demencia (por
atrofia cerebral e hidrocefalia)
Corea de Syndenham:
3.3) Balismo
Se trata de movimientos involuntarios, de gran violencia y masividad, que proyecta brusca y violentamente
los miembros afectados, recordando vagamente el gesto de lanzamiento, de donde viene su nombre.
Puede ser unilateral (hemibalismo) más rara vez bilateral (bibalismo) o abarcar un solo miembro
(monobalismo). El tono muscular se encuentra disminuido como en la corea, los reflejos son normales y con
frecuencia existen trastornos psíquicos con agitación y estado confusional.
La causa se encuentra a nivel del cuerpo de luys, por una insuficiencia vertebrobasilar. Por lo general, la
causa se resuelve espontáneamente después de su inicio al cabo de unas semanas. Cuando es el
hemibalismo es progresivo, hay que sospechar acerca de causas expansivas (tumores).
3.4) Atetosis
Parece estar relacionado con una falla del núcleo estriado para suprimir la actividad de grupos musculares
indeseados.
Consisten en movimientos involuntarios, irregulares, limitados, generalmente, a los dedos de la mano y del
pie, que se verifican con gran lentitud, sucediéndose continuamente y dando la sensación de reptación; se
acentúan con los movimientos voluntarios que se practiquen en el miembro enfermo y cuando el enfermo
122
intenta hablar (efecto “desborde” o “rebalsamiento”). Pueden comprometerse los músculos faringo- laríngeos
produciendo trastornos de la deglución y la palabra.
No pueden ser dominados por la voluntad y persisten, a veces, durante el sueño. En esencia no difieren
mucho de los movimientos coreicos, de los que constituyen, en realidad, una variedad. El carácter
fundamental es la lentitud con que se verifican.
La enfermedad se caracteriza por incapacidad para mantener una sola posición de los dedos de las manos
y pies, lengua o cualquier otra parte del cuerpo.
La postura que se intenta mantener se interrumpe por movimientos relativamente lentos, sinuosos y sin
propósito que muestran una tendencia a fluir uno dentro del otro. Como regla los movimientos anormales
más pronunciados son los de los dedos de las manos y las propias manos, cara lengua y faringe y no se
respeta grupo muscular alguno.
Como rasgos básicos del movimiento se puede reconocer una alternancia entre extensión –pronación y
flexión -supinación del brazo y entre flexión y extensión de los dedos de la mano y el dedo pulgar flexionado
y en aducción queda atrapado entre los dedos flexionados conforme la mano se cierra. Otros movimientos
característicos son inversión y eversión del pie, retracción y fruncimiento de los labios, torsión del cuello y
el torso, arrugamiento y relación alternativos de la frente.
Aparece en los primeros meses de la vida. La atetosis puede afectar las cuatro extremidades o puede ser
unilateral, particularmente en niños que algunas vez sufrieron de hemiplejia.
Atetosis doble: Congénito en el síndrome de Cecilia Vogt y también en las diplejías espásticas de la
infancia con signos de piramidalismo por compromiso simultaneo de los sistemas piramidal y
extrapiramidal
3.5) Mioclonias
Son contracciones musculares bruscas, rápidas, e involuntarias de un segmento corporal, de parte de este
o de varios segmentos al mismo tiempo, originadas en el SNC.
Se observan mioclonias en los miembros y también en el tronco, la cara, los ojos, el velo del paladar, la
faringe y el diafragma. Ordinariamente se localiza en los miembros y con preferencia, en las extremidades
inferiores de modo simétrico.
Aumenten con la relajación muscular y se atenúan o desparecen con la contracción voluntaria del musculo.
Suceden rítmicamente de modo regular e irregular y su frecuencia varia de 10 a 15 por minuto. Se difieren
de los movimientos voluntarios en que en estos nunca participan en la contracción los músculos sinérgicos
ni antagonistas.
123
Se producen por descarga espontánea de motoneuronas que están hiperexcitables por fallo en el cualquier
punto de control del movimiento causado por:
Déficit de Serotonina.
Hipoxia.
Enfermedades de depósito lipídico.
Encefalopatías.
Enfermedad de Creutzfeld-Jakob.
Enfermedades metabólicas.
3.5.1) Clasificación
Pueden ser focales (comprometen una sola parte del cuerpo), multifocales, segmentarias (dos o más zonas
contiguas) o generalizadas (afectan múltiples regiones).
c) De acuerdo a su etiología:
Mioclonias fisiológicas: puede ocurrir como fenómeno normal en personas sanas. Relacionadas
con el sueño, la ansiedad, el ejercicio
Mioclonias esenciales: Puede ocurrir como una anomalía aislada. hereditarias o esporádicas
Mioclonia epiléptica: como una manifestación de epilepsia. mioclonias epilépticas aisladas,
epilepsias mioclónica progresiva
Mioclonia sintomáticas o secundarias: se presentan a veces como un síntoma de diversas
enfermedades de generativas (enfermedad de Wilson, enfermedad de Huntington, paralisis
supranuclear progresiva), infecciosas (enfermedad de Creutzfeldt-jakob, complejo SIDA-
demencia, encefalitis letárgica) o metabólicas (intoxicación con fármacos: penicilina,
antidepresivos, bismuto. Hipoglucemia, hiponatremia), daño cerebral focal ( traumatismos,
accidente cerebrovascular, tumores)
El hipo es una mioclonia refleja del diafragma que se pueden presentar en la hipokalemia (muy frecuente),
en irritaciones digestivas y peritoneales, pulmonares y pleurales, o ser de origen central (ECV del territorio
vertebrobasilar, encefalitis).
124
3.6) Tics
Los tics son movimientos anormales involuntarios, bruscos, recurrentes, rápidos, que abarcan determinado
grupos musculares. En ocasionen remedan una movimiento coordinado normal pero tienen una intensidad
variable y falta de ritmo. Pueden ser incluso violentos. Usualmente es posible imitarlos sin dificultad.
El mismo movimiento ocurre una y otra vez. El paciente lo percibe como una necesidad irresistible de
producir el movimiento, pero pueden ser suprimidos por la voluntad durante periodos cortos (aunque esto
produce una ansiedad y a veces, un fenómeno de rebote con incremento de los tics). Empeorar con el estrés,
disminuyen durante la actividad voluntaria o la concentración mental y desaparecen durante el sueño. Se
presentan en forma crónica (persisten durante más de un año) o transitoria (desaparecen antes del año)
Las regiones cerebrales que se han implicado en la fisiopatología de los tics son los ganglios basales y la vía
córticoestriado- tálamo-cortical (CSTC).
Un tic aparece cuando un grupo de neuronas estriadas se activa de forma anormal y produce una inhibición
no deseada de un grupo de neuronas de las proyecciones talámicas, activando un generador cortical motor,
lo cual desencadena un movimiento involuntario.
3.6.1) Causas:
La tensión extrema
Algunas medicaciones incluso Ritalin, Dexedrine, y Adderall (estimulantes), o Tegretol
En raras ocasiones, algunas infecciones que implican el cerebro (encefalitis)
Las infecciones de Estreptococos han tenido que ver con el desarrollo de tics y comportamientos
obsesivos compulsivos (Síndrome de PANDAS).
También las infecciones virales (raramente)
Otros desórdenes genéticos y metabólicos, sobre todo aquellos que afectan los ganglios basales
Los tics motores simples: Localizados en pequeños grupos musculares. Pueden ser guiñar un ojo,
olfatear, parpadear, arrugar la frente, sacudir la cabeza, hacer muecas faciales, encogerse de
hombros, retraer el abdomen. Etc.
Los tics motores complejos: Implican una secuencia repetitiva de movimiento coordinado que
demuestra la existencia de un patrón interno. Por ejemplo: frotarse las manos, rascarse la
cabeza, tocar en forma compulsiva objetos o personas, patear, hacer gestos obscenos
(copropraxia), ponerse en cuclillas. Pueden llegar a confundirse con movimientos voluntarios. Se
presenta en forma tónica (parapadeo), o distonica (blefarospasmo).
Los tics vocales simples: Son sonidos como carraspera, gruñido, ladrido, silbido, tos.
Los tics vocales complejos: Palilalia, ecolalia, coprolalia
Simples transitorios: Son muy comunes en los niños, por lo general desaparecen en forma
espontanea al cabo de un año, y no suelen requerir tratamiento
125
Simples crónicos: A cualquier edad, frecuentes en la niñez; el tratamiento no es necesario en la
mayoría de los casos
Tics crónicos motores complejos y vocales: Sindrome de Guilles de la Tourette. Los tics motores
comienzan en la cara y luego se generalizan al tronco y a los miembros; se presentan así tics
motores complejos: copropraxia, ecopraxia. Se asocian con trastornos psíquicos (comportamiento
fóbico, TOC, déficit de atención, agresividad sexual, automutilación) y tics vocales simples
(carraspeo, ruidos nasales) o complejos (coprolalia, palilalia ecolalia). La mayoría de los casos
parecen heredarse en orma autosómica dominantes, a los hombres. Se ha postulado que se
producen por una hipersensibilidad dopaminérgica en el estriado.
3.7) Convulsiones
Son sacudidas musculares bruscas, involuntarias, generalmente extendidas, que suelen abarcar a todo el
cuerpo, mal coordinadas y de breve duración. Pueden ser tónicas y clónicas. La primera se caracteriza por
contracciones musculares sostenidas que movilizan las articulaciones, mientras que la segunda son
contracciones que se repiten y suceden muy rápidamente, dando lugar a desplazamientos de los distintos
segmentos corporales en que asientan.
Las convulsiones según su extensión, son parciales o generales, en el primer caso afectan a zonas
circunscritas. Las convulsiones tónicas se diferencian de la hipertonía muscular o contractura por su
transitoriedad, o sea que pasan después de un periodo muy breve, sucedidas a veces, como ocurre en la
epilepsia, por las convulsiones clónicas.
Epilepsia: es una afección crónica que se caracteriza por la aparición paroxística de crisis de breve
duración, generalmente convulsivas, con pérdida o no de la conciencia, recuperación posterior y
tendencia a la repetición. Puede haber amnesia del periodo crítico.
Epilepsia parcial o Jacksoniana: las convulsiones están en su comienzo limitadas a una parte del
cuerpo y se propagan luego a toda la mitad correspondiente o aun a todo el cuerpo, o quedan
limitadas al lugar de origen. Se distinguen, según su asiento inicial el tipo facial, braquial, y crural,
según las convulsiones comiencen por la cara o por las partes distales del miembro superior o del
miembro inferior para propagarse en sentido ascendente hasta la raíz del miembro respectivo.
Histeria: Las convulsiones de la histeria se caracteriza por su polimorfismo, por la diversidad de las
actitudes que llegan a lo grotesco, por el influjo de la sugestión, por la falta de mordedura de la
126
lengua, la falta de relajación de esfínteres, la conservación de los reflejos pupilares y la falta del
signo de babinski.
Tetania: En este síndrome, los accesos convulsivos son exclusivamente tónicos y afectan a la cara, a
las manos y a los pie, determinando actitudes característica como la contracción de la mitad de la
cara, la mano de partero o la flexión plantar de los dedos del pie, con flexión dorsal y abducción de
este.
3.8) Calambres
Es una contracción muscular dolorosa de evolución paroxística, que afecta ordinariamente un musculo, pero
en ocasiones solo una parte de él, o varios músculos. Los espasmos se presentan a veces aislados, pero en
ocasiones se repiten con gran frecuencia, hasta varios en una noche y en días consecutivos, constituyendo
lo que se llama neurosis del calambre.
El exceso de calambres es de comienzo brusco y de corta duración, rara vez es mayor de un minuto. Se
localiza de preferencia en la pantorrilla, en los extensores de los dedos del pie, en los flexores del muslo o
en los plantares. Mucho más raro son los localizados en los miembros superiores y muy discutibles los
radicados en la cara.
La aparición es corrientemente, nocturna y no suele descubrirse una causa desencadenante, aunque parece
presentarse más fácilmente después de un día de intensa fatiga física o mental, de excesos alimentarios, o
cuando se ha producido una perdida excesiva de agua y electrolitos (diarrea, vómitos, sudación, diuresis
copiosa, entre otros).
127
4) Síndromes hipocinéticos o bradicinéticos
Se manifiesta por la dificultad para la iniciación de un movimiento voluntario, los pacientes se mueven con
lentitud, torpeza y hacen gran esfuerzo para realizar los movimientos. Es característica de la enfermedad
de Parkinson y la enfermedad de Huntington, son por lesión predominantemente del palidonigrico (globo
pálido + sustancia negra).
5.1) Hipertonía
La gran mayoría de las enfermedades extrapiramidales cursan con hipertonía acompañada por
movimientos anormales y posturas anómalas (distonías). Se observa en la enfermedad de Parkinson y en
los otros tipos de parkinsonismos.
La lesión afecta a los centros o vías inhibitorias del tono, el resultado será que los centros subyacentes
liberados exageren su acción y se produzca la hipertonía. Tal es el caso de las lesiones de la vía piramidal y
del locus nigger.
Rigidez
Es una forma de alteración del tono muscular, los músculos se encuentran firmes y tensos de manera
continua o intermitente se puede lograr periodos breves de silencio electromiográfico en músculos
seleccionados mediante intentos persistentes de relajar la extremidad, pero es obvio que existe un umbral
bajo para la contracción muscular involuntaria sostenida y esta se presenta durante la mayor parte del
estado de vigilia, incluso cuando el sujeto parece quieto y relajado.
A diferencia de la hipertonía espástica que presenta el “fenómeno de la navaja” (fase inicial de resistencia
seguida de una relajación brusca) se llama así porque a la hora de abrir una navaja de pesca la cuchilla
ejerce resistencia pero luego de vencerla se abre drásticamente;
La rigidez tiene una resistencia homogénea o uniforme a lo largo de todo el desplazamiento (rigidez cerea)
o puede ofrecer resaltos intermitentes que le confieren la cualidad denominada (fenómeno de la rueda
dentada de negro). Al extender pasivamente el miembro superior se encuentra una resistencia al
estiramiento que hace que la hipertonía pueda ser vencida en forma intermitente, como si fueran escalones
o etapas o los dientes de una rueda de engranaje, al soltar el miembro este se queda en la posición en que
se deja.
128
Cuando se explora la resistencia a los movimientos pasivos, en un lado se puede pedir al paciente que haga
un determinado movimiento con el otro, por ejemplo cerrar y abrir el puño
lentamente y de esta manera intensifica la rigidez en el miembro contralateral
(signo de Ford) o inclusive la pone en manifiesto cuan no se halla presente en
forma espontánea.
5.2) Hipotonía
Se produce por una lesión en las vías aferentes sensitivas o sensoriales, lo mismo si se destruyen
los centros medulares o supramedulares, así como la vía motriz periférica, se producirá
hipotonía. Por ello, existe hipotonía en la polineuritis, en la poliomielitis, en la tabes, en las
afecciones cerebelosas, entre otras.
La hipotonía es la disminución del tono muscular, que puede deberse a lesiones a nivel de los
músculos, del SNP o SNC. En este último se puede observar hipotonía por afectación, por
ejemplo, del sistema extrapiramidal, como en la corea de Huntington y en la corea de Sydenham.
Existe reducción en la resistencia al desplazamiento pasivo de un segmento corporal.
Se manifiesta en forma espontánea, como una exagerada movilidad de ese segmento corporal
(balanceo exagerado de los brazos al caminar).
La postura prevalente es la de flexión involuntaria del tronco y las extremidades y del cuello. Se advierte
disminución neta de los reflejos anticipatorios y compensatorios de enderezamiento; ello se observa en el
129
comienzo de la evolución de la parálisis supranuclear progresiva y en etapa ulterior de la enfermedad de
Parkinson.
La incapacidad de la persona para efectuar los ajustes posturales apropiados al inclinarse o caerse y la
imposibilidad de cambiar de la posición reclinada a la erguida son fenómenos estrechamente vinculados.
Un leve empujón sobre el esternón o la espalda puede iniciar una pequeña serie de pasos correctivos que el
individuo no puede controlar (marcha festinante). Estas anormalidades de la postura no son resultado de
la debilidad o de defectos de las funciones propioceptivas, laberíntica o visual, que son las principales
fuerzas que controlan la postura normal de la cabeza y el tronco.
6.1) Distonia
Los movimientos distonicos pueden ser rápidos o lentos y pueden remedar el temblor (temblor
distonico), las mioclonias o los tics (tics distonico)
Los movimientos distonicos pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo, en reposo o durante
la ejecución de un acto motor (distonía de acción). Un ejemplo de ésta última es la incurvación del
pie al cambiar (forma de comienzo de la distonia idiopática de la infancia). En los adultos se
manifiesta como “blefarospasmo” (cierre forzado de los ojos), torsión cefálica, tortícolis espasmódico,
etc.
En los pacientes jóvenes suele comenzar en los miembros inferiores, luego evolucionan a formas
generalizadas.
En los adultos son más frecuentes las distonias focales que quedan circunscriptas a ese segmento
corporal.
130
o Hemidistonias. Está comprometido un hemicuerpo: se producen por lesiones contralaterales de
los ganglios de la base. Casi siempre son sintomáticas, causadas por un accidente
cerebrovascular, un tumor o un traumatismo;
Otras distonías observadas en la práctica clínica habitual, son las distonías y disquinesias fármaco
inducidas en los pacientes con enfermedad de Parkinson que usan I-dopa.
También la medicación antiemética como el Torecan de uso tan difundido en nuestro país, la
metoclopramida también pueden inducir síndromes extrapiramidales con distonia.
El término "postura distònica" se refiere a una deformidad postural, por lo común de torsión sobre un eje
del segmento corporal afectado, que es en algunos casos permanente o sostenida durante vanos minutos.
Las definiciones previas reemplazan ciertos términos semiológicos que han perdido vigencia en la
actualidad, como la atetosis: movimientos distónicos involuntarios, lentos, sinuosos, con contorsiones,
reptantes, en la porción distai de las extremidades.
Algunos ejemplos de posturas distónicas fijas que se presentan en cierras afecciones de los ganglios basales
son: la distonia flexora de la enfermedad de Parkinson (acritud encorvada del tronco, flexión de los
miembros), el “pie y la mano estriados1’ de la enfermedad de Parkinson y de la enfermedad de Wilson (en
la mano: postura similar a la mano en ‘'ráfaga” de la artritis reumatoidea; en el pie: extensión del dedo
gordo y flexión de los restantes -seudo Babinski-) y la postura en extensión del cuello y el tronco de la
parálisis supranuclear progresiva.
Etiología:
Encefalopatía perinatal
Hereditarias:
Enf. De Wilson
Enf. De Huntington
7) Enfermedad de Parkinson
Es una enfermedad neurodegenerativa que afecta estructuras como la sustancia negra y el núcleo estriado,
cuyas manifestaciones clínicas cardinales son:
La bradicinesia,
131
El temblor de reposo,
La rigidez,
Trastornos posturales y de la marcha
7.1) Etiologia
Causa desconocida.
o Envejecimiento acelerado
a) Primario
132
b) Parkinsonismo secundario
a) Bradicinesia
Efectos.
133
b) Rigidez
Efectos
Afecta todos los grupos musculares, pero tiene predilección por los
músculos antigravitacionales o axiales, y en los miembros, por los
músculos proximales, más que por los distales.
Se evidencia una rigidez cerea; esto es una rigidez continua, tiene el fenómeno de la “rueda dentada”.
134
A consecuencia de la rigidez se les produce dolores musculares, torpeza
motora, no tienen trastornos de la sensibilidad.
d) Inestabilidad postural
Los pacientes parkinsonianos tienen dificultad en ponerse de pie desde una posición sentada, mantener la
estabilidad postural y adoptar una postura erecta, pueden hasta perder espontáneamente el balance .
e) Otras manifestaciones
Incluyen rigidez de la marcha, dificultad del habla, perturbaciones del sistema autónomo, alteraciones de
la función sensitiva, cambios en el ánimo, insomnio, deficiencias cognitivas y demencia senil, depresión
(50%), trastornos que integran el llamado cuadro no dopaminérgico, porque no ceden ni mejoran con la
administración de fármacos dopaminérgicos.
135
7.4) Criterios que apoyan el diagnostico
Se requieren de 3 o más:
Comienzo unilateral
Temblor en reposo
Cuadro progresivo
Asimetría persistente que comprometa más el lado donde comenzó
Respuesta excelente a la L-dopa (70-100%)
Corea severa inducida por la L-dopa
Respuesta a la L-dopa por más de 5 años.
Curso clínico de 10 o más años.
7.5) Evolución
136
7.6) Diagnóstico diferencial:
Depresión.
Temblor esencial, como en los pacientes con problemas tiroideos.
Hidrocefalia.
Enfermedad de Huntington.
Paralisis supranuclear progresiva: Forma leve de parálisis de los músculos inervados por los
pares craneales y que afecta fundamentalmente a la cara, garganta y lengua. Se caracteriza por
movimientos oculares lentos o sacudidas oculares, apraxia palpebral y restricción de
movimientos oculares con deficiencia particular en la mirada hacia abajo. Las personas suelen
presentar hiperextensión del cuello con perturbaciones tempranas de la locomoción y caídas. En
fases ulteriores se manifiesta la
dificultad del habla y la deglución y
la demencia de tipo senil.
Enfermedad difusa con cuerpos de
Lewy: Afectación de los ganglios
subcorticales, desde el punto de
vista anatomopatológico.
Enfermedad de Creutzfeldt-Jacob.
Enfermedad de Alzheimer.
8.1) Anamnesis:
Historia detallada de los fármacos que ha consumido a lo largo de los años. Ejemplo: fenotiacidas y las
butirofenonas, Causan movimientos anormales durante y después de su consumo. Se puede presentar una
discinesia reversible en pacientes que toman otro tipo de fármacos, como los anticonceptivos orales, la
levodopa y la fenitoína. El temblor puede aparecer con fármacos como el lirio, los antidepresivos triciclicos,
el ácido valproico y los broncodilatadores.
137
8.2) Examen físico
El examen físico indicará la naturaleza del movimiento anormal, la extensión del compromiso neurológico
y presencia de enfermedad concomitante.
Debe evaluarse:
Además, se llevaran a cabo pruebas especiales para evaluar el sistema extrapiramidal, como:
Pruebas Girar sobre sí mismo: normalmente se necesita 1 o 2 pasos, en Parkinson se requieren hasta
20 pasos o se congelan.
Dibujar una espiral que se expande: Parkinson esta actividad se dificulta.
Retropulsión (maniobra del empellón): el examinador se coloca detrás del paciente. Lo toma de los
hombros y lo empuja vigorosamente hacia atrás. Normalmente el paciente recupera el centro de
gravedad con uno o dos pasos hacia atrás y flexión del tronco. El paciente con Parkinson se tambalea
en forma rígida, hacia atrás o cae. En enfermedad de Wilson y Huntington también hay alteraciones
en los reflejos posturales.
Reflejo glabelar: se dan de manera reiterada golpes entre las cejas del paciente.
Normal: parpadeo repetido, y luego cesa.
Anormal: si el paciente sigue parpadeando con cada golpe mientras se mantiene el estímulo.
Reflejo palmomentoniano (de Merinesco): contracción de los musculos del menton y periorales,
cuando se raspa con un objeto romo la region tenar de la mano desde la base del pulgar hasta la
muñeca. Respuesta homolateral. Se observa en trastornos extrapiramidales, lesiones difusas
corticales y en sujetos normales.
b) Tono muscular
Se debe observar si hay atrofia (enfermedades de las neuronas del asta anterior). Puede asociarse con la
presencia de fasciculaciones
d) Marcha
Al observar la marcha se puede obtener información importante del SNC y SNP. Observar: Inicio, ritmo,
equilibrio, postura y termino de la marcha; como realiza los giros, longitud de los pasos, movimientos
asociados. El paciente caminará: Normal, Puntas de pie y sobre los talones. Un pie delante del otro sobre
una línea.
138
I. Evaluación del perfil neuropsicológico: Ya que algunas patologías psiquiátricas o su tratamiento;
pueden producir movimientos anormales.
El laboratorio sanguíneo también puede revelar una disfunción hepática relacionada con la
enfermedad de Wilson o la degeneración hepatocerebral adquirida, hipertiroidismo, o hipocalcemia
como causas de corea.
Estudios genéticos: la tecnología del DNA genera pruebas que permiten identificar los genes que
determinan ciertas enfermedades hereditarias con movimientos anormales ejem: Gen que causa la
enfermedad de Huntington en cromosoma 4 y enfermedad de Wilson en el 13.
Las infecciones del sistema nervioso central y los traumatismos también deben formar parte del
diagnóstico diferencial.
En caso de una reacción distónica aguda, el diagnóstico diferencial debe incluir las distonías
primarias, convulsiones, accidente cerebro vascular, encefalitis, tetanos, hipocalcemia,
intoxicaciones por drogas (fundamentalmente estricnina y fármacos anticolnérgicos), reacciones
histéricas de conversión, meningitis, hipomagnesemia y alcalosis. En cuanto a la acatisia, ésta puede
confundirse con diferentes estados de ansiedad o agitación relacionados con algún problema
psiquiátrico de base. Con respecto al parkisonismo, debemos valorar otras causas como la encefalitis,
traumatismos y tumores del SNC, accidentes vasculocerebrales
139
140
9) Diferencias entre parkinsonismo y la enfermedad de Parkinson.
El parkinsonismo es un síndrome caracterizado por presentar:
Responden peor a los fármacos con levodopa. Existe Respuesta excelente a la L-dopa, por más de 5 años
una respuesta buena al inicio y luego es más breve
Se presentan fluctuaciones en el estado motor, que
y no supera los 3 años; o no hay ninguna respuesta.
varían dependiendo del grado de degeneración, y
No hay fluctuaciones en el estado motor pueden aparecer al cabo de 10 años del tto.
Predomina la acinesia intensa, con escaso temblor. El temblor en reposo es el que predomina.
Presenta una evolución más rápida que el Evolución crónica por más de 10 años a partir del
párkinson típico. diagnóstico.
Tiene mayor riesgo de deterioro físico (invalidez) y Se presenta depresión, demencia (20%), y solo en
mental (demencia) las fases finales se presenta la invalidez.
141
Atrofia multisistémica. Incluye varios síndromes que antes se conocían como atrofia
olivopontocerebelosa, degeneración estrionígrica y síndrome de Shy-Drager. Las diferencias entre
ellos estriban en la severidad y el momento de aparición de las alteraciones neurovegetativas, así
como su combinación con otros síntomas parkinsonianos. Lo habitual es que se inicie con un
parkinsonismo, con grado variable de alteraciones autonómicas desde el principio o muy
precozmente en el curso de la enfermedad. Algunos pacientes muestran también signos de alteración
del cerebelo o de la vía motora piramidal. La conjunción de estas alteraciones, junto con la simetría
de la afectación parkinsoniana, ausencia de temblor y escasa o nula respuesta a levodopa, apoyan
este diagnóstico.
Degeneración corticobasal. Es una condición poco habitual en la que los pacientes tienen una
afectación muy asimétrica y muestran bradicinesia, rigidez y alteraciones sensitivas complejas por
afectación de la corteza cerebral sensitiva. En ocasiones pueden tener el fenómeno de “la mano
alien”, con movimientos en los que la extremidad realiza una acción sin la voluntad del paciente por
realizarla. Los pacientes no tienen respuesta a levodopa, y en las pruebas radiológicas y de SPECT
cerebral existen signos de ayuda diagnóstica.
Parkinsonismos secundarios
Existen diferentes condiciones que pueden causar un parkinsonismo secundario pero, las más frecuentes,
son los fármacos y la patología vascular en personas con factores de riesgo y múltiples lesiones vasculares
cerebrales de pequeño vaso. En general los fármacos de riesgo son los neurolépticos o fármacos
antipsicóticos, muchos fármacos que se emplean en problemas digestivos (aerofagia, para prevenir vómitos,
etc.), algunos que se pautan para el vértigo y algún ansiolítico.
- Temblor esencial. Es la causa más común de temblor de acción, que habitualmente afecta a las manos,
cabeza y voz. Suele ser bilateral, comienza en personas jóvenes y suele haber un mayor número de personas
en la familia que lo presentan.
- Demencia por cuerpos de Lewy. Es la segunda causa más común de demencia después de la enfermedad
de Alzheimer, y se caracteriza por alucinaciones visuales precoces, alteración cognitiva fluctuante y
parkinsonismo. Otros síntomas asociados son las caídas de repetición, disfunción autonómica con síncopes,
sensibilidad a los neurolépticos y alucinaciones de otras modalidades aparte de las visuales, así como
trastornos del sueño y depresión.
142
Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
1) Generalidades
El cerebelo es la parte del S.N.C que controla de manera inconsciente la contracción regular de músculos
voluntarios y coordina sus acciones, hay que tener en cuenta que dicho control es ipsilateral.
Está en íntima relación con los integrantes motores piramidales y extrapiramidales y la sustancia reticular
del tronco encefálico, desempeñando un importante papel en el control e integración de su función motora.
Esta distinción en las funciones del órgano se acompaña de una diferenciación semiológica entre los
trastornos cerebelosos del vermis y de los hemisferios que se enuncia
a) Aferencias
Las vías espinocerebelosas que transmiten información propioceptiva desde los músculos y
articulaciones en relación con la postura corporal y la dinámica de los miembros;
El aparato vestibular a través del cual se informa sobre postura y desplazamiento de la cabeza;
Fibras procedentes de la corteza o frontopontocerebelosas, con información sobre movimientos en
marcha o de ejecución próxima.
b) Eferencias
Las vías eferentes por medio de las cuales el cerebelo cumple sus funciones son las que lo conectan con otros
centros neurológicos, como por ejemplo el tálamo y la corteza cerebral, el núcleo rojo, los núcleos de la
formación reticulada, los núcleos vestibulares y las vias rubroespinal, retícu-loespinal y vestibuloespuial,
haciendo del órgano una verdadera central de acciones regulatorias.
Todas las Eferencias del cerebelo tienen que pasar siempre por uno de los núcleos grises internos.
143
Filogenia Función Vermis Hemisferios Núcleos Aferencias Eferencias
Arqui- Equilibrio Nódulo Floculo Del techo 1N Sistema 1N corteza cerebelosa/
cerebelo estático vestibular del techo 2N núcleo
(pedúnculo dentado 3N núcleos
inferior) vestibulares se dirige a
2N Núcleos la medula (vestíbulo
vestibulares espinal cruzada)
Paleo Tono Lingula Ala del lóbulo Globoso Propiocepcion Del techo
cerebelo muscular y LC central embolifor inconsciente por Haz rubro espinal:
sentido Culmen Lob. Cuadrado me fasciculos para musculatura
postural Piramide anterior cerebelosos extrínseca del ojo
Uvula Amígdalas directos Nucleos Vestibulares
Los datos útiles para el clínico son los siguientes: el cerebelo se compone de una parte medial, estrecha,
alargada de delante atrás, que es la más antigua filogenéticamente (vermis), y de dos lóbulos laterales y
voluminosos, los hemisferios cerebelosos, cuyo desarrollo filogenético va paralelo al de los miembros
anteriores y posteriores, en cuanto a su capacidad para realizar actividades independientes.
Distinguimos:
144
Una parte posteroinferior, medial y paramedial, que es la más antigua (arquicerebelo), cuyas
conexiones son vestibulares, y que interviene en el mantenimiento del equilibrio.
Una parte media y anterior, medial y paramedial, más reciente (paleocerebelo), que module la
actividad de los músculos del eje corporal y, por tanto, el tono y los movimientos en la estación erecta
y en la marcha.
Dos porciones laterales, que constituyen la mayor parte de los hemisferios, que son los más recientes
(neo-cerebelo), y que controlan la actividad motora independiente de los miembros.
La organización de las vías aferentes y eferentes del cerebelo es tal que los trastornos son ipsilaterales
respecto a las lesiones. La única excepción a esta regla la constituyen las lesiones situadas entre la
decusación de los pedúnculos cerebelosos superiores y el núcleo rojo.
2) Definición de Sd Cerebeloso
El síndrome cerebeloso es el conjunto de síntomas y signos ocasionados por las enfermedades del cerebelo.
Puede presentarse en forma aislada o asociarse con otros trastornos neurológicos, por ejemplo, signos
piramidales o sensitivos, lo cual depende de la enfermedad causal.
3) Patogenia
La regulación cerebelosa de la motilidad, en gran parte, se efectúa a través del sistema gamma.
Esencialmente, las lesiones del cerebelo determinan:
Al existir la perturbación del control cerebeloso sobre la motilidad estática y cinética, aparecen los siguientes
trastornos que fácilmente pueden ser evidenciados en el examen físico:
4) Etiología
Las etiologías del síndrome cerebeloso pueden dividirse en dos grandes grupos:
145
Enfermedades con síndrome cerebeloso puro o dominante. tumores, hemorragias, infartos o lesiones
isquémicas, procesos inflamatorios o cerebelitis infecciosas de etiología diversa, abscesos, quistes,
lesiones traumáticas, degeneraciones o atrofias del cerebelo de carácter primario o secundario, entre
estas últimas, las que pueden acompañar a enfermedades neoplásicas.
Enfermedades con síndrome cerebeloso asociado con manifestaciones piramidales o
extrapiramidales: esclerosis múltiple y esclerosis combinadas con la médula espinal, diversas
enfermedades heredo-degenerativas del cerebelo, síndromes del tronco o tallo cerebral y atrofia
cerebelosa del alcoholismo, la cual puede asociarse con signos neuropsiquiátricos de tipo
encefalopático y poli-neuropatía.
5) Manifestaciones Clínicas
a) Síntomas
Puede ocurrir en bipedestación o en decúbito lateral, sobre todo si se adopta el del lado opuesto a la lesión.
Dependen más bien del síndrome de hipertensión endocraneana que acompaña a lesiones expansivas del
cerebelo.
b) Signos
Los signos del síndrome cerebeloso son homolaterales respecto del lado de la lesión. Pueden dividirse en:
b.1.1) Ataxia
Incapacidad para realizar movimientos coordinados.
Es el trastorno capital del síndrome; es una ataxia tanto estática como dinámica.
En la postura firme se comprueban oscilaciones amplias y continuas del tronco, que se acompañan también
de tambaleo, en relación con contracciones excesivas, alternantes, de los músculos de las piernas; a pesar de
ello el enfermo no cae si cierra los ojos, (Romberg simple negativo).
Recordaremos que es un andar vacilante, como de ebrio; la base de sustentación está ampliada (piernas
separadas), y los brazos abiertos; la marcha se realiza en zigzag, con frecuentes desviaciones hacia uno u
otro lado, como si el enfermo fuera a caer; da pasos desproporcionados y se detiene y comienza con retraso;
pero a pesar de lo inseguro de la marcha, casi nunca se cae, y el trastorno no aumenta al cerrar los ojos, en
lo que respecta a la descomposición del movimiento, pero sí en cuanto a la desviación de la dirección de la
marcha.
146
La marcha en estrella (estrella de babinski +) se caracteriza por esta desviación sistemática hacia un mismo
lado.
b.1.3) Desviaciones
El paciente de pie puede inclinarse hacia adelante (propulsión), hacia atrás (retaropulsión) o hacia los lados
(lateropulsión derecha o izquierda);
b.2.3) Dismetría
Los movimientos exceden en medida el punco o fin buscado (hipermetria), lo cual es visible en las pruebas
del índice-nariz, talón-rodilla, de la raya horizontal y de André-Thomas
b.2.4) Asinergia
Los movimientos complejos se descomponen, no están coordinados en el
tiempo. En el sujeto normal, si inclina la cabeza y el tronco hacia atrás, se
produce una flexión sinérgica de los pies y las rodillas para no caer. En el
enfermo cerebeloso, al hacer la misma inclinación hacia atrás, las piernas
se mantienen en extensión y si no se le sujeta, se cae
147
Prueba de la flexión del tronco: el paciente en decúbito dorsal con los miembros superiores abrazando
el tórax no puede flexionar el tronco para sentarse sin flexionar al mismo tiempo los miembros
inferiores sobre la pelvis. (debe levantarse con las piernas)
Prueba de la flexión de la pierna, estando en decúbiro dorsal, si el paciente intenta tocar el glúteo
con el talón levanta este último en exceso y al bajarlo golpea el plano de la cama.
b.2.5) Adiadococinesia
Se trata de la pérdida de la diadoco-cinesia, condición normal que permite la realización de movimientos
alternantes con rapidez por existir un adecuado sinergismo entre músculos agonistas y antagonistas.
Prueba de a marioneta +
b.2.7) Braditeleo-cinesia
O descomposición del movimiento este signo consiste en la división de un movimiento complejo en otros más
simples y sucesivos.
El fenómeno puede registrarse durante la realización de alguna de las maniobras citadas, por ejemplo la
prueba del índice, o bien si se le pide al paciente que estando en decúbito dorsal toque la punta de la nariz
luego de elevar el miembro superior al cénit (vertical).
Un sujeto sano realiza el movimiento en una sola maniobra mientras que un paciente cerebeloso primero
extiende lateralmente el miembro superior, luego flexio-na el antebrazo sobre el brazo y recién al final busca
la nariz con el dedo.
La prueba de Holmes-Stewart o del rebote consiste en invitar al enfermo a flexionar el antebrazo sobre el
brazo, mientras el que explora se opone a dicho movimiento; en un sujeto normal, cuando se suelta
148
bruscamente el antebrazo este se dirige hacia el hombro, pero vuelve hacia delante por el tono de los
antagonistas; en el enfermo cerebeloso, la mano choca fuertemente con el hombro
Escando el paciente de pie, el médico se coloca por detrás y tomándolo de la cintura le imprime al
tronco movimientos de rotación hacia derecha e izquierda, lo cual permite observar un movimiento
de vaivén más amplio de los miembros superiores en el lado afectado.
Los movimientos que se imprimen al antebrazo y a la mano del lado de la lesión cuando éstos se dejan
colgar desde los sectores proximales del miembro, son más amplios que los que se consiguen del lado
opuesto (movimientos pendulares).
6) Sd Topograficos
Según los signos detectados, pueden distinguirse las siguientes formas clínicas
149
6.1) Sd cerebeloso medio
Es bilateral y predominan los trastornos estáticos, existe asinergia del tronco con retro pulsión, hay
trastornos de la bípedestación y en los miembros inferiores, nistagmo y disartria.
Los trastornos antes enunciados son marcados en el tronco y en los miembros inferiores.
Es homolateral respecto de la lesión y predominan los trastornos cinéticos, hay incoordinación motriz de los
miembros, lateropulsión e hipotonia muscular, si es el lado dominante para la escritura macrografia.
Medio Lateral
Paleo cerebelo Neo cerebelo
Trastornos Estáticos (inestabilidad) Cinético
Bilaterales Signos y síntomas ipsilaterales al lado afectado
Retropulsión Lateropulsion
Nistagmo vertical Nistagmo lateralizado al lado afectado
Se produce por lesión del vermis y de los hemisferios. En este síndrome se imbrican los síntomas de los dos
anteriores.
Existen signos sensitivos, motores o dependientes de los pares craneanos. Corresponde a los síndromes del
tallo o tronco cerebral con lesión combinada de las vías cerebelosas descritos en el síndrome piramidal.
7) Paraclínicos
Los estudios complementarios de diagnóstico que pueden utilizarse en la exploración del paciente con
síndrome cerebeloso son iguales a los enunciados para el síndrome piramidal, con especial énfasis en el
empleo de los métodos neurorradiológicos (tomografía computarizada y resonancia magnética)
150
Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
1) Generalidades
La sensibilidad es la capacidad de sentir, transmitir o reaccionar frente a un estímulo.
Conceptos basicos
barestesia (de baros: presión; aisthesis: sensibilidad), apreciación de la presión ejercida en diferentes
partes del cuerpo;
barognosia, reconocimiento del peso de los objetos;
palestesia (del griego pallein; agitar), que consiste en la percepción de estímulos vibratorios, como el
del diapasón;
batiestesia, conocimiento de las actitudes segmentarias por medio de la cual la persona es capaz de
conocer la posición exacta en que se encuentran las diversas partes de su cuerpo, sin el auxilio de la
visión
estereognosia, mejor llamada percepción estereognóstica (del griego stereos: sólido; gnosis:
conocimiento) permite al sujeto el reconocimiento de un objeto por medio de los distintos tipos de
sensibilidad que hemos expuesto.
Sensibilidad visceral. Este tipo de sensibilidad es generalmente dolorosa, como la del testículo, mama,
tráquea o globo ocular, cuya compresión despierta dolor; pero incluye otras sensaciones, como la de plenitud
o vacuidad del estómago, que induce al rechazo o apetencia de los alimentos; o el de repleción vesical, que
induce a la micción.
La función sensitiva de piel, viene dada por la estimulación de los receptores cutáneos de sensibilidad
dolorosa, temperatura, presion
Las neuronas de primer orden pueden clasificarse en 3 grupos dependiendo de la longitud de sus fibras antes
de llegar a la medula.
152
Cortas (Vía termoalgesica) Medianas (vía táctil) leve/grueso-presión Largas ( tacto discriminativo y propiocepción)
Amielínicas o escasamente mielinizadas Recorren varios pisos o segmentos medulares Las fibras largas ascienden por el cordón posterior de la médula sin
penetran por la zona de Lissauer. antes de hacer sinapsis con hacer sinapsis en el asta posterior ni cruzar al lado opuesto, formando
2da Neurona 2da neurona los fascículos de Goll y Burdach (gracilis y cuneiforme)
Neuronas de la sustancia gelatinosa de Rolando Neuronas del vértice del asta posterior de la Para finalmente hacer sinapsis en:
en el extremo del asta posterior de la médula. médula ( sustancia gelatinosa de rolando) 2da Neurona
Los axones de esta segunda neurona cruzan al Los axones de estas neuronas cruzan la línea Los núcleos gracilis y cuneiforme de la médula oblongada.
lado opuesto a través de la comisura gris media a través de la comisura gris o de la Envía sus axones al lado opuesto de la médula oblongada y formando el
anterior, comisura blanca. lemnisco medial o cinta de Reil medial, ascienden hasta el tálamo
En su trayecto en la médula forman el haz Formando el haz espinotalámico anterior en la terminando también en
espinotalámico lateral, que asciende hacia mitad medular contraria a su entrada. 3ra Neurona
centros superiores. Al igual que el anterior, el haz espinotalámico Núcleo posterolateroanterior. A partir de aquí su conexión con la
Al llegar a la médula oblongada este haz medular asciende por la médula y el tallo corteza cerebral es similar a la descrita para las otras formas de
espinotalámico se mantiene situado cerebral, terminando en sensibilidad (4ta Neurona)
lateralmente, cerca de las fibras ascendentes de 3ra Neurona Otro grupo de estas fibras largas establece sinapsis en un sector del
la rama sensitiva del trigémino. Luego de su El núcleo posterolateroanterior del tálamo. Las asta posterior (columnas de Clarke y núcleos de Stilling); las fibras de
ascenso por el tallo cerebral, luego hace sinapsis neuronas talámicas, al igual que las otras esta segunda neurona forman el haz espinocerebeloso directo (haz de
con la. conexiones sensitivas específicas, envían sus Fleching) y el haz espinocerebeloso cruzado (haz de Gowers); ambos
3ra neurona axones a través de la cápsula interna (brazo están situados en el cordón lateral y al llegar a la médula oblongada y
En el núcleo anteroposterolateral del tálamo. A posterior) hasta al puente penetran en el cerebelo por los pedúnculos cerebelosos,
partir de esta tercera neurona se produce la vía 4ta Neurona terminando en la región del vermis.
que establece la conexión con: El área sensitiva de la corteza cerebral, giro Conducen la sensibilidad profunda inconsciente y son responsables de
4ta Neurona poscentral (circunvolución parietal ascendente). las informaciones profundas (muscular, huesos, articulación)
Corteza cerebral, en la circunvolución parietal, En su ascenso por el tallo cerebral el fascículo necesarias para mantener la actitud del cuerpo, el equilibrio y la
pasando antes por el brazo posterior de la espinotalámico anterior se incorpora al lemnisco coordinación.
cápsula interna medial o cinta de Reil medial
El lemnisco medial se sitúa, después de su entrecruza-miento (decusación sensitiva o decusación del lemnisco medial) detrás del fascículo
piramidal. Ambos entrecru-zamientos, el sensitivo y el motor, se sitúan más o menos al mismo nivel de la médula oblongada, el sensitivo,
ligeramente más alto que la decusación piramidal.
Está claro, además, que la sensibilidad táctil y la profunda consciente siguen una vía común a partir del tallo cerebral (lemnisco medial); en
tanto que la sensibilidad termoalgésica se mantiene separada (en el haz espinotalámico lateral) hasta alcanzar el tálamo óptico.
153
Como el entrecruzamiento de las vías de la sensibilidad superficial tiene lugar a nivel de la médula, mientras
que el de las vías de la sensibilidad profunda ocurre en la médula oblongada, se comprende que una
hemisección medular izquierda interesará las vías de la sensibilidad termoalgésica y táctil grosera que
proceden del lado derecho del cuerpo (ya entrecruzadas) y las de la sensibilidad profunda y táctil epicrítica
que proceden del izquierdo (aún no cruzadas), por lo que habrá anestesia profunda del lado de la lesión y
anestesia superficial del lado opuesto a la lesión.
Esto es lo que sucede en el llamado síndrome de Brown-Sequard. Las vías de las sensibilidades táctil y
termoalgésica que acabamos de describir, constituyen la llamada vía lemniscal o sistema lemniscal con pocas
sinapsis y que de manera más o menos directa llega a los centros sensitivos corticales. Este sistema posee
una rápida velocidad de conducción, 90 m/s y conduce estímulos sensitivos específicos con gran precisión que
terminan proyectándose sobre las áreas SI y SII (área parietal ascendente retrorrolándica y bordes parie-
torrolándicos del valle silviano, respectivamente).
A lo largo de la sustancia reticular del tallo cerebral, se sitúa un sistema de proyección ascendente cuya
función está relacionada con el estado de conciencia vigil, con el sueño y los comas. Este sistema es
multineuronal, polisináptico y resulta formado y enriquecido por colaterales que le van cediendo los sistemas
ascendentes sensitivos (Barraquer-Bordás).
De este modo, a él se integran fibras de las vías sensitivas térmica y dolorosa, y del lemnisco lateral (vía
acústica).
Los impulsos que parten del sistema lemniscal salen por dos polos: el polo inferior que suministra vías
descendentes inhibitorias o facilitadoras, que se proyectan sobre las interneuronas y motoneuronas de la
médula espinal regulando su actividad; el polo superior, del cual parten vías ascendentes difusas que
desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento del estado de vigilia y en el nivel de la actividad de
las estructuras de integración del cerebro (sistema reticular activador ascendente: SRAA).
Este auténtico motor del sistema nervioso basa su energía en el aporte de factores químicos, que actúan por
vía humoral, especialmente la adrenalina y el CO2, y factores físicos, aportados por las descargas
sensitivosen-soriales, motoras y vegetativas. Los impulsos de estos diferentes orígenes pierden su carácter
específico cuando se funden en neuronas integradoras, convirtiéndose en factores únicamente energéticos,
más o menos potentes, según su naturaleza e intensidad.
La sustancia reticular realiza así una correlación armoniosa entre los factores de la vida de relación y los de
la vida vegetativa, constituyendo una auténtica vía final común para el conjunto de informaciones de los
medios interno y externo. Al funcionar como un todo, ajustará la actividad del conjunto de las funciones
nerviosas y endocrinas que preside, para el mantenimiento de la vida.
Este sistema forma parte del sistema extralemniscal, y se caracteriza por ser inespecífico, y tener su
representación también en núcleos talámicos, y al igual que el sistema lemniscal se proyecta a la corteza
cerebral, pero no hacia áreas específicas, sino a toda la corteza. Su activación en el animal dormido, lo hace
despertar (“reacción del despertar”). La lesión de este sistema, por el contrario, produce un estado similar al
del coma.
154
De esta manera la sensibilidad puede alcanzar la corteza cerebral por estos dos sistemas produciendo la
activación del sistema reticular activador ascendente, no una percepción específica, sino un estado de
conciencia o de alerta; en tanto que el sistema lemniscal permitiría percibir las sensaciones específicas que
lo estimulan.
Vías de la sensibilidad visceral. Difieren, en parte, de las anteriores. Los estímulos que despiertan la
sensibilidad visceral siguen los nervios simpáticos y parasimpáticos, alcanzan los ganglios simpáticos
laterovertebrales o craneanos, para luego, por el rami comunicante, alcanzar la raíz posterior de los nervios
raquídeos y la columna de Clarke de la médula; de aquí en adelante continúan por las vías de la sensibilidad
general.
El centro sensitivo de la cara ocupa la parte inferior de la giro poscentral (circunvolución parietal
ascendente); el centro del miembro superior, la parte media de la parietal ascendente y el centro del miembro
inferior, la parte superior de la parietal ascendente y el lóbulo paracentral. En síntesis, los centros sensitivos
corticales tienen la misma disposición que los centros motores corticales, de los que están separados solo por
el surco central (cisura de Rolando). Se discute mucho cuál es el funcionamiento de estos centros corticales
y el papel que les corresponde en la apreciación de las sensaciones. Head ha sostenido que el área somestésica
cortical corresponde al poder discriminativo y la estereognosia.
155
1.4) Distribución radicular de la sensibilidad
2.1) Anestesia
156
2.2) Hiperestesia
La hiperestesia puede aumentar la sensación percibida o bien alterarla, por ejemplo, transformar el tacto
en dolor o la percepción de la temperatura en una sensación de quemadura. Puede ser:
Generalizada como en el tétanos o en la intoxicación por estricnina, donde el contacto puede causar
espasmos dolorosos,
Localizada como en la región pubiana en la meningitis, o en zonas radiculares del tronco o los
miembros en la cabes dorsal.
Hay hiperestesia lateral disociada en el síndrome talámico, con hemianestesia táctil y profunda, y hemihipe-
restesia al dolor y la temperatura (algias talmicas). En las compresiones medulares existe hiperestesia a
nivel de las raíces lesionadas por irritación de éstas.
2.3) Disestesia
Decimos que existe una disestesia cuando la sensación está perturbada y la persona siente distinto a lo
esperado, y generalmente resulta desagradable. Por ej. Al tocar suavemente un objeto, su textura se siente
diferente a lo que debiera y provoca una sensación desagradable, un poco dolorosa.
2.4) Hiperpatía
Cuando habiendo hipoestesia en una zona, (o sea que se precisa de un estímulo mayor para alcanzar el
umbral), una vez aplicado un estímulo lo suficiente mente fuerte para sobrepasar el umbral de dolor, la
sensación se hace mayor a lo que corresponde a la intensidad del estímulo.
2.5) Parestesia
Es una sensación en una parte del cuerpo que no está siendo estimulada, y frecuentemente se sienten como
"hormigueo".
2.6) Disociación
Se pierde una modalidad de sensación y se conserva otra, en la misma región del cuerpo.
3) Etiología
Las etiologías de los síndromes sensitivos son similares a las enunciadas al analizar los síndromes motores
de la primera y la segunda neurona en sus diversas formas de presentación y localizaciones. De hecho, los
síndromes sensitivos acompañan a los trastornos motores (síndromes sensitivo-motores) en el cuadro clínico
de muchas de las enfermedades causales. Otras etiologías específicas se citan como ejemplos al analizar los
distintos síndromes sensitivos; es el caso de la siringomielia o de la tabes.
La siringomielia es un trastorno en el cual se forma un quiste dentro de la médula espinal. Este quiste se
conoce como siringe o syrinx. Con el tiempo, el syrinx se expande y alarga, destruyendo el centro de la médula
157
espinal con propensión a incrementar de tamaño y producir mielopatía progresiva. Puede afectar tanto al
bulbo (siringobulbia) como a la médula espinal, y lo más frecuente es que lo haga en los segmentos cervicales
bajos y dorsales altos.
Estos quistes se extienden por algunos segmentos, interrumpiendo la decusación de las fibras sensitivas del
haz espinotalámico en la comisura anterior, causando anestesia de dolor y temperatura en un segmento
"suspendido" del cuerpo, y por supuesto, con conservación el tacto y propioceptividad, de allí el nombre de
disociación siringomiélica de la sensibilidad. Pero obviamente no es la siringomielia la única causa de este
trastorno, puesto que un tumor intramedular ventral puede causar una lesión semejante, o un proceso
inflamatorio, o un trauma, neuritis leprosas, o lesiones del puente, etc.
Diagnostico
El déficit sensitivo muestra una distribución “suspendida” sobre la nuca, hombros y extremidades
escapulares (distribución en capa), o en las manos.
La mayor parte de los casos inicia de manera asimétrica con pérdida sensorial unilateral en las manos que
conduce a lesiones y quemaduras que no son apreciadas por el paciente.
158
Paraclínicos
Es importante practicar MRI del encéfalo y toda la médula, para definir la extensión longitudinal completa
de la siringomielia, estudiar las estructuras de la fosa posterior del cráneo en busca de una malformación de
Chiari y saber si existe hidrocefalia.
159
4.2) Disociación tabética
160
Si la lesión alcanza las radiaciones ópticas, puede existir hemianopsias homónimas
Los trastornos sensitivos pueden ir desapareciendo luego de algunas semanas de iniciado el cuadro.
Igual que para las hemiplejías, se divide a las hemianestesias cerebrales por la ubicación de la lesión en:
corticales, subcorticales, capsulares o talámicas.
161
del lado de la lesión: hemianestesia
facial de igual tipo, parálisis
palarofaringolaríngea (IX y X par),
síndrome cerebeloso y a veces
síndrome de Claude Bernard-
Horner.
162
7.2) Síndrome de Brown-Sequard
7.3) Síndrome de los cordones posteriores medulares (también denominado síndrome de las fibras
163
El síndrome se completa con ataxia de tipo tabético (ataxia cordonal posterior), es decir, a la vez estática y
dinámica, arreflexia o hiperreflexia profunda, según la lesión que motiva el síndrome; en algunos casos de
iniciación aguda, se ha observado hiperpatía contralateral, esto es, estímulos no dolorosos en sí son
percibidos por el enfermo como fuertes dolores.
Causas: neoplasias y traumatismos limitados a los cordones posteriores, tabes y esclerosis combinadas del
tipo del síndrome de Lichtheim en la anemia perniciosa.
La diferencia es que:
Causas: procesos que comprimen desde afuera la médula, como son tumores extramedulares, lesiones
meníngeas o lesiones óseas, tuberculosas o tumorales.
La lesión del cono medular determina una anestesia en silla de montar, además de trastornos esfinterianos
y genitales.
164
7.6) Síndrome de la cola de caballo
Las raíces lumbares y sacras, antes de abandonar el canal raquídeo forman un manojo que discurre por este,
desde la segunda vértebra lumbar (donde termina la médula) hasta los respectivos agujeros de salida.
Este manojo de nervios se denomina cola de caballo por su similitud y puede ser comprimido o lesionado por
traumatismos, meningitis o tumores.
Se produce entonces una anestesia semejante a la del cono medular, esto es, en silla de montar, ano-perineo-
escrotal, y además existen bandas de anestesia que se disponen a lo largo de la cara posterior del muslo y
de las piernas; también se observan síntomas paralíticos, esfinterianos y genitales.
8) Sindromes Radiculares
Las raíces pueden estar comprometidas en el canal vertebral o raquídeo, en el agujero de conjunción o
foramen, o por fuera de este último.
Los síndromes radiculares sensitivos pueden ser puros si sólo está afectada la raíz sensitiva o sensitivo-
motor cuando hay compromiso asociado de la raíz motora.
Es frecuente que estos síndromes se asocien con radiculalgias, consistentes en dolores vivos en el territorio
afectado, con parestesias y exageración de éstos con los movimientos y los esfuerzos espiratorios bruscos,
tales como la ros o el estornudo (signo del estornudo).
La hipoestesia, a veces con disociación tabética, tiene distribución radicular, la cual se corresponde con la
raiz afectada, adoptando una distribución en franjas perpendiculares a la línea media en el tronco y paralelas
a ella en los miembros.
En los síndromes radiculares sensitivos, los trastomos adoptan las siguientes distribuciones:
En estos casos, los trastornos de la sensibilidad se refieren al territorio del nervio comprometido Si la lesión
afecta un nervio cutáneo, habrá solo trastornos de la sensibilidad superficial con conservación de la
sensibilidad profunda, esto es, disociación periférica.
Si las lesiones afectan troncos nerviosos, como ocurre en las polineuritis o en los traumatismos, la anestesia
es completa, pero con topografía periférica, es decir, abarcando el territorio de inervación o distribución de
los nervios afectados.
165
En algunos casos, solo existe disminución o retardo en la percepción de las sensaciones superficiales, a veces
más para unas que para otras.
En las polineuropatías, el cuadro es más a menudo sensitivo motor o mixto. La sensibilidad suele
ofrecer un patrón de disociación siringomiélica y predominar en la región distal de los miembros,
adoptando la distribución llamada “en boca, guante o calcetin”.
En casos especiales, como en la neuropatía de la lepra, la distribución puede ser en placas o islotes
suspendidos.
En la neuralgia ciática, el cuadro obedece a una patología de los discos intervertebrales entre la 4ta
y 5ta vértebra lumbar o entre esta última y la 1ra sacra; por lo tanto, compromete las dos últimas
raíces lumbares.
El dolor es lumbar y se irradia hacia la cara posterior del muslo y las regiones anteroexterna y
posteroexterna de la pierna, llega hasta el pie y se exacerba con la tos, el estornudo y la defecación.
Las maniobras de estiramiento ciático suelen ser dolorosas:
El Signo de Lasegtte. con el paciente en decúbito dorsal, la elevación del miembro inferior por el pie,
impidiendo que la rodilla se flexione, despierta dolor en el territorio ciático, en forma tanto más precoz cuanto
mayor es el compromiso del nervio.
Maniobra de Gotvers-Bragard la maniobra precedente puede sensibilizarse efectuando la flexión dorsal del
pie, lo cual incrementa el dolor ciático.
En este caso existe anestesia total, que se extiende a toda la zona inervada por el plexo.
1) Generalidades
El flujo arterial principal al cerebro humano deriva de cuatro arterias: dos carótidas internas y dos
vertebrales. Las arterias carótidas tienen mayor importancia cuantitativa (transportan más sangre).
En el cerebro estas cuatro arterias se unen para dar origen al polígono de Willis
Carótida interna (80% de la irrigación cerebral): rama terminal de la carótida primitiva desde su
origen sobre el cartílago tiroides se dirige al cráneo relacionándose con múltiples estructuras a nivel
del cuello. Penetra en el cráneo por el agujero carotideo, luego sigue al seno cavernoso donde termina,
dando las ramas para formar el polígono de Willis
Cerebral anterior (que se une a la del lado opuesto por la comunicante anterior)
Cerebral media (susceptible a los eventos tromboticos)
Comunicante posterior
Arteria vertebral (20% de la irrigación cerebral): rama de la subclavia, ascienden por los agujeros
vertebrales de las vertebras cervicales y entra al cráneo por los agujeros occipitales, se une con la
contraria para formar la arteria basilar; ésta termina en 2 ramas (cerebrales posteriores) que junto
con las comunicantes posteriores de las
carótidas forman el polígono de Willis debajo del
hipotálamo.
167
Dicho polígono es el origen de seis grandes vasos que riegan la corteza cerebral,
Poligono de Willis: estructura anatómica ubicada en la base del cráneo. Esta constituido en la parte anterior
por la cerebral anterior, la comunicante anterior. Parte media: arteria carótida interna y cerebral media
(más común de sufrir colapso). Parte posterior: arteria cerebral posterior y comunicante posterior. Por último
el tronco basilar.
En estados normales no hay cruzamiento de la sangre de un hemisferio a otro, ya que ambos sistemas
trabajan con presiones iguales, pero en casos patológicos la sangre de un sistema puede pasar al otro.
El flujo sanguíneo cerebral promedio en adultos jóvenes es de 54 ml/100 g/min.
El cerebro del adulto promedio pesa 1.400 g, por lo que el flujo cerebral completo es cercano a 756
ml/min
La circulación cerebral está regulada de tal modo que el flujo total permanece relativamente
constante.
En las personas en reposo, el flujo sanguíneo promedio en la sustancia gris es de 69 ml/100 g/min, en
comparación con 28 ml/100 g/min en la sustancia blanca.
El cerebro consume cerca del 20% del oxígeno de un cuerpo en reposo; y cerca del 15% del GC.
10 seg de hipoxia encefálica conllevan a perdida de la conciencia (las células encefálicas son
excesivamente sensibles a la hipoxia), pero el tallo encefálico es mas resistente a dicha hipoxia esto
explica por que en la mayoría de las patologías cerebro vasculares, si la persona se recupera, la
alteración cognitiva existe en la mayoría de los casos, pero la función vegetativa casi nunca se ve
alterada.
El cese de la circulación cerebral además conlleva a hipoglicemia (que brinda el 90% de la energía
cerebral) y acumulación de aminoácidos toxicos.
Una gota de sangre que fluya a través del encéfalo tarda alrededor de 7 segundos para pasar de la
arteria carótida interna a la vena yugular interna. Este flujo continuo se requiere debido a que el
cerebro no almacena oxígeno ni glucosa,
168
1.3) Territorios vasculares
b) Territorio de la basilar
169
2) ECV
Antes de comenzar a hablar de los síndromes por arterias es necesario hablar de la ECV ya que los síndromes
son producto de algún tipo de enfermedad vascular en alguna de las distintas zonas de irrigación.
Se entiende por enfermedad cerebro vascular, cualquier afectación de los vasos que se encuentran en el
cerebro.
La Organización Mundial de la Salud define la ECV como el desarrollo de signos clínicos de alteración focal
o global de la función cerebral, con síntomas que tienen una duración de 24 horas o más, o que progresan
hacia la muerte y no tienen otra causa aparente que un origen vascular.
Estas enfermedades son conocidas como apoplejías y se caracterizan porque la clínica aparece súbitamente
y por lo general de manera focalizada.
2.1) Epidemiologia
Modificables: No modificables:
2.2) Fisiopatogenia
Hipoxia
Disminución de nutrientes
Acción irritante de los elementos sanguíneos sobre el cerebro
Y esto puede ser producto de una isquemia o en el último caso de una hemorragia.
171
2.3) Clasificación de acuerdo al mecanismo de producción
a) Isquémico
Hay un proceso isquémico que impide el correcto flujo sanguíneo al cerebro (con los cambios fisiopatológico
que eso conlleva, puede ser,
a.1) Tromboticos
Las arterias cerebrales sirven de fuente de crecimiento para los
trombos ateromatosos (epidemiologia similar a la
ateroesclerosis); y esta representa la principal causa de
isquemia trombotica.
172
Los paraclínicos similares a los de la aterosclerosis coronaria.
a.2) Embolicos
Aunque los émbolos pueden provenir de cualquier parte (inclusive pudiese ser metástasis de un cáncer), lo
más común es una migración de un embolo cardiaco, y por tal motivo será la que se describirá.
Apoplejía cardioembólica
Los émbolos provenientes del corazón causan, en promedio, 20% de los accidentes de tipo isquémico.
Se debe casi siempre a la embolia del material trombótico que se formó en la pared auricular o ventricular
o en las válvulas de la mitad izquierda del corazón.
Clínica
Tienden a ser de inicio repentino e inmediatamente se alcanza la deficiencia neurológica máxima. Después
de la isquemia prolongada, el tejido se irriga de nuevo y se forman hemorragias petequiales dentro del
territorio isquémico.
A diferencia de en otros tipos de ECV en este las hemorragia post infarto son de la microvasculatura y no
son lo suficientemente grandes como para producir clínica. La clínica es causada por la hipoxia.
Arterias comunes: Los émbolos provenientes del corazón se alojan en la arteria cerebral media (MCA),
arteria cerebral posterior (posterior cerebral artery, PCA) o alguna de sus ramas; rara vez se instalan en el
territorio de la arteria cerebral anterior (ACA).
Los émbolos que son lo suficientemente grandes como para obstruir el tallo de la MCA (3 a 4 mm)
son causa de infartos más grandes que abarcan sustancias blanca y gris además de algunas porciones
de la superficie cortical y la sustancia blanca subyacente.
Los émbolos más pequeños casi siempre obstruyen las ramas más pequeñas de las arterias corticales
o penetrantes. La ubicación y el tamaño de los infartos en determinado lecho vascular dependen de
la circulación colateral.
En casi todo el mundo, las causas principales de enfermedad cardioembólica las constituyen la fibrilación
auricular no reumática (llamada a menudo no valvular), el infarto del miocardio, las prótesis valvulares, la
cardiopatía reumática y la miocardiopatía isquémica. (Es importante descartar estos procesos ya sea por
anamnesis o clínica)
La causa más común es la fibrilación no reumática. La formación de los embolos cardiacos han sido
estudiados en otras cátedras por lo que no viene directamente al caso mencionar sus mecanismos
patogénicos.
173
a.3) Diagnostico
La sintomatología inicial y los datos de la exploración física son los elementos que a menudo señalan el
origen del accidente o limitan las posibilidades a unas cuantas causas. El empleo sensato de los análisis de
laboratorio y estudios imagenológicos completa la evaluación inicial. Sin embargo, cerca de 30% de los
accidentes vasculares permanece sin explicación pese a la evaluación extensa.
Anamnesis:
Factores de riesgo + para enfermedad cardiovascular, factores de riesgo + para ECV, episodios previos de
isquemia, enfermedad isquémica en otras regiones. Signos y síntomas a evaluar de déficit neurológico por
zonas (esto se explicara más adelante en el tema)
La exploración clínica
Se debe orientar al sistema vascular periférico y cervical (auscultación carotídea en busca de soplos, presión
arterial y comparación de la presión en ambos brazos); el corazón (disritmias, soplos), las extremidades
(émbolos periféricos) y la retina (efectos de la hipertensión y de los émbolos de colesterol [placas de
Hollenhorst]).
Paraclínicos
Casi siempre está indicado algún estudio imagenológico del encéfalo y es necesario en sujetos en quienes se
piensa usar trombolíticos; se puede combinar con angiografía CT o angiografía por MRI para explorar el
cuello y los vasos intracraneales.
Además se piden varios estudios, como radiografía de tórax, electrocardiograma (ECG), análisis de orina,
biometría hemática completa, velocidad de sedimentación globular, electrólitos séricos y nitrógeno ureico en
sangre, creatinina, glucemia, los estudios serológicos de sífilis, perfil de lípidos séricos, tiempo de
protrombina y tiempo parcial de tromboplastina (PTT, partial thromboplastin time). El ECG exhibe
normalidades de la conducción y arritmias o bien datos de infarto reciente del miocardio (MI, myocardial
infarction).
b) Infarto cerebral
Se produce luego de una isquemia prolongada (> a 10-15 min ya que el cerebro es altamente sensible al daño
por hipoxia)
Se puede deber a las dos causas en estos casos no habrá recuepracion del paciente.
c) Hemorrágico
La ECV hemorrágica constituye alrededor del 10% de todos los casos de ECV pero es más mortal que el
isquémico. Se presenta generalmente en personas mayores de 50 años, hipertensas, en las cuales suele
iniciarse de manera abrupta hasta en un tercio de los pacientes, o de forma gradual en minutos a horas (en
dos tercios de los pacientes), con pérdida de la conciencia (50%), letargia (25%), estupor (25%), cefalea (50%),
náuseas, vómito (50%), y déficits neurológicos de acuerdo a la presentación de la hemorragia en el SNC.
174
Las lesiones hemorrágicas cerebrales son petequiales, en forma de cuñas, masivas en ganglios basales, o
lobares.
El factor etiológico más importante es la hipertensión arterial (70-90%) la cual predispone a la ruptura de
vasos penetrantes de pequeño calibre (80-300 micras), que se derivan de manera directa de grandes arterias
(cerebral media, cerebral anterior, basilar), y que por las características especiales de su pared arterial son
susceptibles al daño por la hipertensión.
Estos factores anatómicos condicionan que la ubicación de las hemorragias intracerebrales asociadas a
hipertensión sean más frecuentes en los ganglios basales (35-45%), sustancia blanca subcortical (25%),
tálamo (20%), cerebelo (15%), y puente (5%).
En 10% a 30% de los pacientes no se encuentra asociada la hipertensión. Las hemorragias de origen no
hipertensivo ocurren en cualquier área del cerebro, pero frecuentemente están localizadas en la sustancia
blanca subcortical lobar, y se asocian a aneurismas, malformaciones arteriovenosas, tumores,
Clínica
La clínica de los pacientes con hemorragias suele ser más severa debido a la que la sangre es altamente
irritante para las neuronas y al haber hemorragia se suele dispersar por áreas muy grandes, en cambio la
isquemia puede estar reducida incluso a zonas tan específicas como el área del habla únicamente.
En la evaluación inicial del paciente con hemorragia intracerebral algunos signos y síntomas pueden
orientar hacia la localización y las características del sangrado:
Afasia no fluente: localización en hemisferio dominante.
Deterioro progresivo de la conciencia: pequeñas hemorragias en tallo cerebral o cerebelo.
Coma desde el inicio: hemorragias extensas, con herniaciones.
Hemiplejía y alteraciones sensitivas discretas: Tálamo.
Pupilas puntiformes: Puente.
Hemorragia capsular o putaminal: Estos pacientes presentan una hemiplejía con compromiso facial
y hemianestesia contralateral, hemianopsia homónima, y alteración de la mirada conjugada. En estos
pacientes es posible encontrar que la hemorragia drena al sistema ventricular, lo cual compromete
aún más el pronóstico (alta mortalidad >90%).
Hemorragia talámica: El paciente puede presentar hemiparesia y hemianestesia contralateral, de
menor intensidad que en los pacientes con hemorragia capsular, y en algunos casos hay alteración
de la mirada vertical por compromiso de la placa tectal. Cuando la hemorragia es extensa se observa
en algunos casos, descarga al sistema ventricular.
Hemorragias del tallo cerebral: La mayoría se ubican en el puente. Lesiones pequeñas causan cuadros
devastadores con descerebración, pupilas mióticas, oftalmoplejía, y nistagmus en varias direcciones.
Causas:
El Aneurisma Sacular:
más frecuente, (4to lugar ¨ ACV ¨).
Común en mujeres.
90% se observa en la circulación anterior.
Hematoma traumático.
Rotura Hemorrágica intracerebral Hipertensiva.
Malformación Vascular.
Tumor.
Características Generales
Epidemiología .Origen :esporádico
Patogenia :desconocida
Factores: genéticos (poliquistosis renal, Síndrome de Marfan), cigarrillo, HTA (54%)
25-50% fallecen.
La clínica similar a lo descrito, se caracteriza por dar origen a sintomatología de tipo HTE.
Sin embargo, los individuos con una apoplejía no suelen acudir con el médico por voluntad propia, puesto
que rara vez sienten dolor y no siempre se dan cuenta de su padecimiento (anosognosia).
En estos casos, quien solicita ayuda es por lo general algún familiar o espectador fortuito.
176
En consecuencia, se debe aconsejar a los pacientes y sus familiares que soliciten los servicios de urgencia en
cuanto perciban la aparición repentina de alguno de los signos siguientes: pérdida de la función sensitiva,
motora o ambas en una mitad del cuerpo (prácticamente 85% de las personas con accidente isquémico tiene
hemiparesia); cambios de la visión, marcha, habla o comprensión; o cefalea intensa inesperada.
Diferenciar de:
Las crisis parciales complejas continuas sin actividad tónico-clónica pueden simular una enfermedad
cerebrovascular.
Los tumores se manifiestan en ocasiones con algunos síntomas agudos del sistema nervioso como
hemorragia, convulsión o hidrocefalia.
La migraña puede simular una isquemia cerebral incluso en personas sin antecedente migrañoso. Si
no se acompaña de cefalea (migraña acefálgica) es difícil corroborar el diagnóstico. El diagnóstico de
migraña se torna más firme conforme la perturbación cortical comienza a cruzar límites o fronteras
vasculares o si aparecen los típicos síntomas visuales como escotomas centelleantes.
Las encefalopatías meta-bólicas originan cambios mentales sin signos neurológicos focales. Sin
embargo, en caso de apoplejía o lesión encefálica previa,
Fiebre o septicemia presenta hemiparesia, que desaparece rápidamente cuando se elimina la
infección. La enfermedad metabólica sirvió para “desenmascarar” una deficiencia previa.
Una vez que se hace el diagnóstico de apoplejía se necesita un estudio imagenológico del encéfalo para saber
si se debió a isquemia o hemorragia. El método más utilizado para identificar la presencia o ausencia de
hemorragia intracraneal es la tomografía compu-tarizada (CT, computed tomography).
El pronóstico y la evolución van a depender de: las zonas afectadas, el tiempo de la lesión, el tratamiento
oportuno, la mayoría de los casos suelen dejar secuelas de algún tipo.
177
3.1.2) Arteria cerebral media
Esta arteria irriga la parte medial de estructuras subcorticales, (ganglios basales, tálamo y cápsula interna),
mediante ramas perforantes, y también suministra sangre a los lóbulos frontales, circunvoluciones superior
y media del lóbulo temporal y zonas laterales de los lóbulos parietal y occipital.
Síndrome superficial de la arteria cerebral media: Solo afecta las ramas corticales de la cerebral
media
178
IV. Afasia: cuando el lóbulo dominante es el afectado puede aparecer afasia (defecto o pérdida de la
capacidad de expresarse por palabras, por escrito o por signos o incapacidad para comprender el
lenguaje escrito o hablado), o disfasia (trastorno del habla que consiste en la falta de coordinación
e incapacidad para ordenar las palabras debidamente).
a. La afasia de Wernicke (fluida sin pérdida de la fuerza para generar sonidos) identifica un
daño en la rama inferior de la arteria del hemisferio dominante.(Jergafasia e incapacidad
para comprender lenguaje escrito y hablado)
b. La de Brocca (no fluida) en la rama superior
V. Alteraciones del área no dominante:
a. Apraxia (alteración mas relevante), “apraxia” de vestirse, “apraxia” de construcción.
b. Apractognosia del hemisferio no dominante (amorfosíntesis),
c. Anosognosia: incapacidad de percibir la paralisis de una mitad del cuerpo.
d. Hemiasomatognosia, indiferencia por la mitad del cuerpo, agnosia de la mitad izquierda
del espacio externo, ,
e. Alteraciones visuales: distorsión de las coordenadas visuales, localización inadecuada en
el hemicampo, alteración de la capacidad para medir distancias, lectura de arriba a abajo,
ilusiones visuales (p. ej., puede parecer que otra persona camina por encima de una mesa):
lóbulo parietal no dominante (área que se corresponde en el hemisferio dominante con el
área del lenguaje);
f. Amnesia topográfica: se suele deber a una lesión del hemisferio no dominante y sólo en
raras ocasiones al dominante
179
Síndrome profundo de la arteria cerebral media: la afectación se da en las ramas perforantes de esta
arteria, comúnmente es la lenticuloestriada, produce:
I. Hemiparesia (paralización de un hemicuerpo) o hemiplejía motora alterna que afecta cara, brazo y
pierna, (Por afección de la capsula interna tipo infarto lacunar)
II. No hay alteración sensitiva ni visual.
Síndrome completo de la arteria cerebral media: en este síndrome se asocian los dos anteriores, es
decir, aparece hemiplejía que afecta cara, brazo y pierna, asociada a alteraciones sensitivas y
visuales.
Los síndromes por obstrucción completa de la MCA tienen lugar cuando un émbolo ocluye el tronco de la
arteria, en tanto los de obstrucción parcial quizá resulten de la circulación cortical colateral y las diferentes
configuraciones arteriales.
Otra causa es el émbolo que penetra en la porción proximal de la MCA sin ocluirla por completo y que
obstruye sus ramas distales o que se lisa y desplaza en dirección distal.
Esta arteria nace de la carótida interna e irriga el brazo posterior de la cápsula interna y la sustancia blanca
posterolateral a ella, a través de la cual pasan algunas de las fibras geniculocalcarinas.
Propagación de un trombo, una embolia o flujo reducido son las causas mas comunes
180
Por lo general se lesiona la corteza del territorio irrigado por la arteria cerebral media (MCA).
Si la arteria cerebral posterior (PCA) nace de la carótida interna (fenómeno poco frecuente denominado
arteria cerebral posterior fetal), también se obstruye y origina los síntomas que corresponden a su territorio
periférico
Además de irrigar ipsolateralmente al cerebro, la arteria carótida interna nutre al nervio óptico y la retina
a través de la arteria oftálmica. Cerca de 25% de los casos de obstrucción sintomática de la carótida interna
se acompaña de episodios recurrentes de ceguera monoocular transitoria (amaurosis fugaz) que advierte el
problema.
En algunos casos raros la isquemia o infarto de la arteria oftálmica o las arterias centrales de la retina
aparece al mismo tiempo que una TIA o infarto cerebral.
En presencia de una estenosis apretada se ausculta un soplo carotídeo prolongado de tono alto que se
desvanece con la diástole. A medida que la estenosis se acentúa y el flujo distal disminuye, el soplo se debilita
y desaparece cuando la oclusión es ya inminente.
Todos los síntomas y signos neurológicos que acompañan a la oclusión de la arteria carótida interna aparecen
también en la oclusión de la arteria carótida común. La claudicación mandibular podría ser resultado del
flujo disminuido en las ramas de la carótida externa. En la arteritis de Takayasu algunas veces la
obstrucción es bilateral al formarse en el origen de ambas arterias carótidas comunes.
La circulación posterior está formada por las dos arterias vertebrales, la arteria basilar y las dos arterias
cerebrales posteriores. Cada una de estas arterias principales da lugar a ramas circunferenciales largas y
cortas y a pequeñas ramas penetrantes profundas que irrigan al cerebelo, bulbo raquídeo, protuberancia,
mesencéfalo, subtálamo, tálamo, hipocampo y la cara interna de los lóbulos temporal y occipital. La oclusión
de cada uno de estos vasos produce un síndrome clínico distinto.
En 75% de los casos, ambas arterias cerebrales posteriores nacen de la bifurcación de la arteria basilar; en
20%, una nace de la carótida interna ipsolateral a través de la arteria comunicante posterior y en 5% ambas
proceden de la carótida interna ipsolateral.
En estos casos existe atresia del segmento precomunicante, o P1, de la verdadera arteria cerebral posterior.
181
Los síndromes de la arteria cerebral posterior (PCA) por lo general son consecuencia de la formación de
ateromas o émbolos que se alojan en la porción más alta del tronco basilar; la disección de las arterias
vertebrales y la displasia fibromuscular también son causas de obstrucción de la arteria comunicante
posterior.
Su afectación produce pérdida visual y alteración hemisensorial contralateral. A veces, y según la zona
afectada, aparecen defectos motores.
Síndrome de P1: signos del mesencéfalo, zonas subtalámica y talámica que provienen de la
obstrucción del segmento P1 proximal de la PCA o de sus ramas penetrantes (talamogeniculada, de
Percheron y arterias coroideas posteriores), la lesión del segmento P1 puede dar origen a:
Síndromes protuberanciales: Sd de Weber,
Síndrome de Claude (parálisis del III con ataxia contralateral)
Afección del núcleo rojo Ataxia
síndrome de P2: signos de los lóbulos temporal y occipital (corteza) por oclusión del segmento P2 en
sentido distal a la unión de la PCA con la arteria comunicante posterior.
Es típico de estos síndromes la alteración del mismo lado de los pares craneales (ipsilateral), una
hemiparesia cruzada (contralateral o del lado contrarío), en asociación con nistagmo (movimiento rítmico,
rápido e involuntario de los globos oculares que puede ser horizontal, vertical, rotatorio y mixto), y
alteraciones del nivel de conciencia (amnesia y cuadros confusionales).
A menudo se observa cefalea de intensidad moderada que dura horas o días, alteraciones vestibulares
(vértigo), alteraciones oculares (diplopia o percepción de dos imágenes en presencia de un solo objeto), y
ataxia (fallo en la coordinación muscular o acción muscular irregular). Si la isquemia es severa, a los
síntomas anteriores se les asocian alteraciones del nivel de conciencia, tetraparesia o debilidad muscular
que afecta a las cuatro extremidades y parálisis de pares craneales.
Síndrome de Wallenberg. Este síndrome se produce por la oclusión de la arteria cerebelosa postero-
inferior. Dicha oclusión produce ataxia cerebelosa, nistagmo, disfagia, disartria (articulación
imperfecta del habla por trastorno del control muscular), alteración sensorial facial, síndrome de
Horner ipsilateral (hundimiento del globo ocular, caída o ptosis del párpado superior, leve elevación
del párpado inferior, constricción pupilar, estrechamiento de la fisura palpebral, sequedad o
anhidrosis y rubefacción del lado afectado de la cara).
Síndrome del cautiverio: así se denomina una afectación motora a nivel de la protuberancia con la
sustancia reticular intacta que hace que el paciente quede consciente y tetrapléjico.
Síndrome de la punta de la basilar: en este caso se producen alteraciones en las estructuras distales
que irriga esta arteria; Los síntomas que se ocasionan en este casos son alteraciones talámicas,
hipotalámicas y mesencefálicas altas, (alteración supranuclear de la motilidad ocular, trastorno del
nivel de conciencia y distintos rasgos del síndrome de la arteria cerebral posterior). No se afectan las
182
vías largas ni los pares craneales. Lo más típico es el síndrome talámico caracterizado por pérdida
contralateral de la sensibilidad, alteraciones mentales y oculares, hiperpatía y distintos grados de
amnesia/confusión. La alteración motora no es muy frecuente, pero si se produce es contralateral.
Infarto cerebeloso: aparecen signos de hemiataxia (ataxia que afecta a la mitad del cuerpo) e
hipotonía (disminución del tono muscular) ipsilateral asociados a alteraciones de los pares craneales,
vías largas y conciencia.
Síndrome del robo de la subclavia: en esta caso, la sangre se desvía desde la arteria vertebral hacia
la subclavia cuando se realiza ejercicio físico con el brazo ipsilateral; este desvío se produce por
estenosis severa de la arteria subclavia antes de salir la arteria vertebral. A veces, esta situación
puede causar una isquemia usualmente asintomática.
183
Práctica Médica II – Unidad II Introducción al Estudio del Paciente con Patología Neurológica
1) Síndrome Meníngeo
Se le denomina síndrome meníngeo al cuadro clínico causado por la invasión o agresión aguda de las
meninges cerebroespinales como consecuencia de algún proceso patológico, generalmente infeccioso.
Muchas veces no se trata de un problema puramente meníngeo, sino que se le asocia un cuadro encefálico,
constituyéndose así las meningoencefalitis.
Recordamos que estamos hablando de síndrome meníngeo en general y no de meningitis, ya que para hacer
este último diagnóstico es obligatorio la punción lumbar con el objeto de demostrar la existencia de
alteraciones inflamatorias a nivel del líquido cefalorraquídeo.
De tal modo que el síndrome meníngeo o en un sentido más amplio, meningoencefalico, implica la existencia
de un Trastorno irritativo de las meninges y de las porciones del tejido nervioso adyacentes a ellas. Este
síndrome puede concebirse como integrado por tres elementos:
Dentro del síndrome meníngeo, el médico general debe distinguir las siguientes circunstancias:
Las meninges forman una envoltura membranosa que separa la sustancia nerviosa de la cavidad
craneorraquídea donde está contenida.
Cuando existe una reacción meníngea acompañada de hiperproducción de LCR, se origina un aumento de la
presión endocraneana que da lugar a un síndrome de hipertensión endocraneana (cefalea, vómitos); lesiones
de la corteza cerebral subyacente (parálisis de nervios oculares, fenómenos de excitación, convulsiones,
monoplejías, etc.); irritación de las raíces raquídeas (contracturas) que afectan a músculos de la nuca, el
raquis, los miembros inferiores y que fijan al enfermo en posturas que impiden el estiramiento de las raíces
raquídeas inflamadas (actitud en gatillo de fusil, rigidez de nuca, y otras).
1.2) Etiología
Muchos son los factores capaces de ocasionar un síndrome meníngeo, dentro de los cuales destacamos los
infecciosos, los tóxicos y los vinculados a procesos vasculares, como las hemorragias meníngeas por ruptura
de aneurismas congénitos o adquiridos.
1.3) Anamnesis
Los antecedentes de infecciones, traumatismos o neoplasias son importantes para tener en cuenta.
La anamnesis del paciente con Síndrome Meníngeo, debe orientarse la llamada tríada meníngea: cefalea,
vómitos y constipación.
La contractura del tronco puede llegar a un grado pronunciado determinando el opistótonos; otras veces el
sujeto está en una posición llamada en gatillo de fusil.
Estas posiciones son para algunos autores, antálgicascomo hemos señalado en la fisiopatología.
Otras veces, sin embargo, el cuadro es solapado y entonces son útiles una serie de maniobras, para poner en
evidencia la contractura muscular dolorosa, que deben ser realizadas con delicadeza, ya que provocan fuertes
dolores.
a) Rigidez de nuca
Es precoz en las meningitis agudas, por ejemplo, las bacterianas producidas por neumococo o meningococo.
Puede ponerse en evidencia pidiendo al paciente que se toque el pecho con el mentón, maniobra que no puede
realizar sin recurrir a la apertura de la boca (signo de Lewinton).
Si se intenta flexionar o extender pasivamente la cabeza, esto despierta dolor. Cuando la contractura de los
músculos de la nuca es extrema, el paciente puede tomar la actitud de opsitonos (de opisto = detrás), forma
de espasmo tónico de los músculos de la nuca y del dorso en la cual la cabeza se halla hacia atrás y el cuerpo
adopta una actitud de arco en la región posterior (habitualmente se ve en los niños).
186
La rigidez de los músculos de la nuca y del raquis permite en ocasiones levantar al paciente del plano de la
cama tomándolo por la región occipital, como si formara una pieza única
Se localiza en la pared anterior del abdomen y puede producir su retracción o depresión (vientre en baten).
Explorar la existencia de estos signos son las más importantes en el examen físico del paciente con síndrome
meníngeo.
Estos signos se deben a la contractura de los músculos flexores, si bien algunos los consideran reflejos de
flexión de origen medular.
Signo de Kernig
Tiene dos variantes:
Signo de Brudzinski
Existen varios signos con este nombre:
187
Signo de la pierna o contralateral de Brudzinski se busca con el paciente en decúbito dorsal,
flexionando una pierna sobre el muslo y éste sobre la pelvis. El signo consiste en la producción, en el
orto miembro inferior, de un movimiento que imita la flexión del primero.
Por el contrario, es raro el edema de papila, cuya presencia debe sugerir HTE, absceso cerebral o un empiema
subdural
En los niños los signos meníngeos pueden ser escasos, y predominan las convulsiones y los vómitos. Por
último, en pacientes ancianos o con procesos consuntivos, predomina la obnubilación, con escasa
temperatura, sin gran cefalea ni rigidez de nuca.
Los paraclínicos sirven para hacer el diagnostico etiológico, ya que la clínica es más que suficiente para hacer
diagnóstico de síndrome meníngeo.
Sin duda, el examen del líquido cefalorraquídeo es el más útil. La rareza del edema de papila hace que en
general no exista impedimento para la punción lumbar. (El edema indica HTE y no se puede hacer puncion
lumbar con HTE)
En el manejo inicial del síndrome meníngeo, cuando se sospecha como causa una meningitis bacteriana, se
debe realizar una punción lumbar para estudio del líquido dentro de los treinta minutos del primer contacto
con el paciente, y de inmediato iniciar un tratamiento empírico sobre la base de los datos clínicos y el aspecto
del líquido obtenido. La precocidad del inicio del tratamiento mejora notablemente el pronóstico del paciente.
Si existieran signos de foco neurológico que hicieran sospechar la presencia de una masa intracraneal, la
conducta ideal es comenzar el tratamiento empírico, realizar una TC tarazada de cerebro y, si no se
comprueba la existencia de una lesión ocupante de espacio, efectuar la punción para concretar el examen
del lìquido.
188
a) Punción Lumbar
La obtención de líquido cefalorraquídeo se hace habitualmente mediante punción lumbar. Debe efectuarse
con técnica aséptica, utilizando guantes estériles. Deberán extraerse 10 mL de líquido en tres tubos, o por
lo menos dos, los cuales deben numerarse.
El último de los tubos servirá para el examen bacteriológico y los primeros, para el físico, químico y citológico.
Los tubos se mantendrán a temperatura ambiente y se enviarán al laboratorio lo antes posible.
El líquido cefalorraquídeo puede ser además hemorrágico o xantocrómico si tiene contenido hemático.
El hemorrágico puede serlo por ruptura vascular traumática durante la punción, en cuyo caso el
aspecto hemático decrece francamente del primero al último tubo, en el cual puede aclararse
totalmente. Si, en cambio, se trata de una hemorragia subaracnoidea verdadera, el aspecto
sanguinolento permanece invariable en codos los tubos.
La xantocromía (xanthos = amarillo) consiste en el color amarillento del líquido, lo que implica cierto
grado de degradación de la hemoglobina en concordancia con un sangrado que ha precedido en
algunos días al momento de la punción.
Proteinorraquia
En los líquidos claros inflamatorios, cuando se deja reposar la muestra puede formarse un delicado retículo
de fibrina con el aspecto de un velo de novia que flota al mover el tubo. Este fenómeno se conoce como ~ red
189
o signo de Mya y es más común en la meningitis tuberculosa, aunque ésta puede tener sólo líquido claro y
carecer de este hallazgo.
Siempre que aumenta la proteinorraquia se produce un incremento del componente globulínico del líquido.
La existencia de una proteinorraquia superior a 1.000 mg/dL sugiere bloqueo del espacio subaracnoideo.
Cuando esto ocurre, suele aparecer el llamado síndrome de Nonne-Froin, que consiste en:
xantocromía;
hipercoagulabilidad, que a veces produce la coagulación masiva de la muestra;
biperproteinorraquia;
celularidad normal o escasamente aumentada.
Este síndrome puede hallarse en tumores u ortos procesos que bloquean el conducto raquídeo. En los
tumores, la proteinorraquia puede superar los 300 mg/dL.
Glucorraquia
Para evaluar con precisión La glucorraquia debe obtenerse una glucemia en el momento de la punción
lumbar. Una glucorraquia de valor normal en un paciente hiperglucémico debe interpretarse correctamente
como un descenso de la glucosa en el LCR y asignarle al dato el valor que le corresponda. Toda modificación
de la glucemia se refleja en el líquido cefalorraquídeo en un lapso de 2 horas.
Cloruroraquia
Para una fiel apreciación de la cloruroraquia conviene tener medido el cloro en sangre en el momento de la
punción. Se debe recordar que los vómitos pueden formar parte de este síndrome, y una hipocloremia
secundaria a este signo podría ser causa de descenso del cloro en el líquido.
Pleocitosis
Se observa pleocitosis leve como respuesta a procesos de vecindad, como abscesos cerebrales, mastoiditis o
sinusitis. El líquido casi siempre carece de gérmenes, por lo que a estos procesos se los designa “reacciones
meníngeas puriformes asépticas o meningitis simpáticas”.
La pleocitosis moderada o intensa se observa en procesos infecciosos, con predominio de polinucleares en los
de etiología bacteriana, o de linfocitos en las meningitis virales, tuberculosa o luética.
En las fases iniciales de una meningitis supurada o en los pacientes neutropénicos, la pleocitosis puede no
sobrepasar los 10 a 20 elementos. En el otro extremo, una celularidad de más de 50.000 elementos debe
hacer pensar en la ruptura de un absceso en la cavidad ventricular.
190
Examen microbiológico
El examen del líquido cefalorraquídeo debe completarse mediante la búsqueda de microorganismos, sea por
medio de cultivos o a través de procedimientos de diagnóstico rápido. El aislamiento en cultivos puede
superar el 80% de los casos en los pacientes no tratados con antimicrobianos.
Los métodos de diagnóstico rápido incluyen la coloración de Gram, la tinción con tinta china para el
diagnóctico de criptococosis, la determinación de antígenos bacterianos mediante contra-
inmunoelectroforesis, radioinmunoanálisis, enzimoinmuno análisis o, especialmente, prueba de látex-
aglutinación, y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Se han preconizado otros métodos menos específicos, como la prueba del limulus, para la detección de toxinas
de gérmenes gramnegativos.
Además podrá recurrirse, cuando el contexto clínico lo haga necesario, a exámenes microbio lógicos directos
o por cultivo de sangre (hemocultivos) u otros medios, para identificar la presencia de bacterias, virus,
hongos o parásitos, y también a la búsqueda en idénticos medios de sus respecdvos antigenos.
Cuando se justifique podrán también efectuarse los correspondientes exámenes serológicos en diversos
humores o en el propio líquido cefalorraquídeo, aplicables, por ejemplo, ante la presunción de sífilis, infección
por HIV, micosis o afecciones parasitarias.
Por último, el examen del líquido cefalorraquídeo puede tener utilidad en el control evolutivo de la patología
en juego. En tal sentido, en la meningitis bacteriana, la punción efectuada a las 24 horas de comenzado el
tratamiento puede mostrar modificaciones de los parámetros, en especial ascenso de la glucorraquia, que
avalan la evolución inicial favorable del cuadro.
b) Estudios imagenologicos
191
2) Síndrome de Hipertensión Endocraneal
El LCR se secreta principalmente en los plexos coroideos de cada ventrículo lateral y se produce en la
superficie del encéfalo.
Los plexos coroideos están formados por ovillos de arteriolas y capilares de la tela coroidea (unión de la
piamadre con el epéndimo) que se evaginan hacia la luz ventricular. El LCR formado circula de los
ventrículos laterales al III ventrículo (agujeros interventriculares), de ahí al IV ventrículo (por el acueducto
de Silvio), sale del cerebro a través de los agujeros de Luschka y de Magendi y entra en el espacio
subaracnoideo.
2.1) Sd de HTE
Hipertensión endocraneana es el aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo dentro de la cavidad del
cráneo. Este síndrome se caracteriza por un conjunto de manifestaciones subjetivas u objetivas (o ambas a
la vez) que resultan de la perturbación en el equilibrio que normalmente existe entre la caja craneana
(continente) y el encéfalo (contenido), incluyendo en este último los vasos y el LCR.
Dado que el cráneo es una formación ósea que limita los cambios de volumen, sólo la sangre y el LCR pueden
compensar parcialmente un proceso expansivo de los órganos intracraneales. Si esta capacidad adaptativa
se ve superada, puede producirse un aumento de las presiones intracraneal y del LCR cuya magnitud
determine la instalación de este síndrome, que a su vez implica el riesgo de aparición de daño cerebral.
192
2.2) Etiología
Las causas más frecuentes del SHE pueden dividirse en tres grandes grupos:
Debe consignarse que muchas de las causas mencionadas actúan mediante la intervención de más de un
mecanismo a la vez, por ejemplo los tumores, que son masas expansivas pero pueden causar obstrucción en
la libre circulación del LCR y congestión venosa al mismo tiempo.
Los tumores pueden ser primarios del tejido nervioso o secundarios a neoplasias extranerviosas, con mayor
frecuencia de pulmón, mama, riñón, proseara o tracto gastrointestinal.
Los abscesos pueden estar causados por gérmenes comunes, aerobios o anaerobios; en la actualidad deben
considerarse los de origen toxoplasmico, muy comunes en los pacientes con infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana.
El edema cerebral puede ser localizado o difuso; el primero puede rodear una lesión vascular hemorrágica o
trombótica, o un tumor cerebral, y el segundo puede ser secundario a un traumatismo craneoencefalico, una
alteración metabólica o anóxica o una encefalopatía hipertensiva.
Un párrafo aparte merece la llamada hipertensión endocraneana benigna o idiopática, también conocida
como meningitis serosa ventricular o pseudotumor cerebral. Este trastorno consiste en un SHE que suele no
reconocer ninguna de las causas enunciadas. Es frecuente en mujeres jóvenes obesas y puede ser idiopático
o asociarse con trastornos de diverso tipo, rafes como hipofunción corticosuparrenal o paratiroidea, síndrome
de amenorrea-galactorrea, cortico terapia prolongada, policitemía o ingesta de medicamentos como
anticonceptivos, vitamina A, tetraciclinas, sulfamidas o nitrofuranos. El diagnóstico de este trastorno se
hace al excluir mediante los estudios correspondientes las causas habituales del SHE clásico. La expresión
hipertensión endocraneana benigna se apoya en la posible regresión espontánea del cuadro, lo cual no
excluye la eventual aparición de trastornos visuales como secuelas.
2.3) Fisiopatología
Su incremento, asociado con el desplazamiento del tejido nervioso secundario a la existencia de lesiones
expansivas dentro del cráneo, es un actor capaz de generar signos de lesión ocupante y comprometer al
mismo tiempo la perfusión cerebral global.
193
Esto último ocurre cuando la presión endocraneana alcanza valores de 15 a 40 mm Hg.
Las lesiones cerebrales que pueden instalarse son de carácter isquémico y se relacionan con la presión de
perfusión cerebral. Esta está determinada por la diferencia entre la presión endocraneana y la existente en
las arterias cerebrales principales. Cuando la presión de perfusión cerebral es menor de 20 a 30 mm Hg
puede considerarse que el aumento de la presión endocraneana es capaz de producir daño.
Este último cumple una función protectora respecto de los órganos del neuroeje, distribuyéndose en el
espacio subaracnoideo, las cisternas y el sistema ventricular.
Formado en los plexos coroideos ventriculares, circula a través de los orificios de Luschka y Magendi, alcanza
las cisternas basales y el espacio subaracnoideo y se reabsorbe en las vellosidades aracnoideas de la
superficie de los hemisferios en contacto con los senos venosos durales.
Se comprende que tanto un disbalance entre la secreción y la reabsorción del LCR como la existencia de
bloqueos que impidan su libre circulación o distribución, pueden ser causa de aparición del SHE, sea que
estos factores actúen de manera aislada o conjunta.
2.4) Clínica
Desde el punto de vista semiológico, el SHE está constituido por una tríada de cefalea, vómitos y edema de
papila.
194
a) La cefalea o cefalalgia
Es el síntoma más frecuente y se debe a congestión vascular, hipertensión del LCR y tracción sobre vasos
sensibles al dolor, en especial los ubicados en la duramadre.
En el comienzo del cuadro puede persistir durante 20 a 40 minutos y luego ceder, para reaparecer en forma
episódica durante el día en relación con ascensos de la presión endocraneana.
En ocasiones puede despertar al paciente 60 a 90 minutos después de acostarse o bien predominar por la
mañana como consecuencia de ondas de ascenso en meseta de la presión endocraneana ocurridas durante el
sueño.
Cuando la presión endocraneana se eleva de manera estable, la cefalea adquiere sus rasgos característicos,
que pueden resumirse como sigue:
es intensa y persistente;
tiene carácter gravativo, es decir, la acompaña una sensación de peso en la cabeza;
es holocefálica, pero a veces predomina en la región frontal, temporal o parietal;
es continua o intermitente y, con menos frecuencia, pulsátil;
se exagera con los cambios de decúbito, posición o rotación de la cabeza, con la tos, el estornudo o la
defecación, así como con cualquier circunstancia que altere la tensión del LCR, por ejemplo, las
sacudidas durante un viaje en un vehículo;
no se alivia con analgésicos comunes;
es más intensa en los adultos que en los niños en quienes puede ser mínima en virtud de la mayor
distensibilidad del cráneo;
suele aliviarse temporariamente con la punción lumbar (Pero ojo que la puncion lumbar debe evitarse
a toda costa en pacientes con HTE por el riesgo de producir enclavamiento).
b) Vómitos
Los vómitos se producen sólo en la mitad de los pacientes. Suelen acompañar a la cefalea, en especial cuando
ésta alcanza gran intensidad, aunque a veces existen en forma aislada.
Por su producción brusca, sin esfuerzo previo y con posible proyección a distancia del contenido.
No obstante, a veces pueden ser precedidos por arcadas o náuseas. Pueden presentarse en forma de
paroxismos separados por períodos de calma y son frecuentes cuando existe patología tumoral de la fosa
posterior.
c) Edema de papila
El edema de papila, papiledema o estasis papilar es el hallazgo más importante del SHE y obliga a la
realización sistemática del examen del fondo de ojo en cualquier paciente en quien se sospeche que lo padece.
Puede comprobarse su existencia en un 80% de los casos, y es más frecuente y temprano en los tumores del
cerebelo y de la fosa posterior.
195
El edema de papila se debe a la hipertensión de la vaina del nervio óptico (que es una prolongación del
espacio subaracnoídeo) y a la estasis de la vena oftálmica.
I. Existe hiperemia, la papila es rojiza con arterias delgadas que contrastan con la franca dilatación
venosa; la relación normal del calibre venoarterial del fondo de ojo 3:2 se altera, y puede llegar a y.2.
II. Los bordes de la papila se esfuman, las arterias de calibre reducido se hacen cada vez menos
perceptibles y las venas dilatadas se incurvan, formando ángulos en los bordes de la papila; el nervio
óptico se eleva en su sitio de entrada, dando lugar a la llamada “neuritis óptica edematosa”.
III. Si la estasis papilar perdura, se produce la atrofia de las fibras del nervio óptico, cuya imagen se
borra, e incluso puede desaparecer, o bien adquiere un aspecto alargado, de color grisáceo, surcado
por estrías blanquecinas.
En resumen, estas alteraciones pueden dividirse en tres etapas: hiperémica, edematosa y atrófica.
Es necesario diferenciar el papildema del llamado “seudopapiledema”, que consiste en una elevación
anormal del disco óptico no relacionada con hipertensión endocraneana.
El edema de papila bilateral es el que tiene valor diagnóstico en la hipertensión endocraneana, ya que el
unilateral puede deberse a tumores o abscesos de la órbita. El lado donde el edema aparece primero puede
sugerir el sitio de la lesión, si bien existen discrepancias respecto del valor de esta afirmación.
Los trastornos subjetivos de la visión que pueden acompañar al edema de papila son las llamadas moscas
volantes (myodesopsias), que consisten en la percepción de puntos, filamentos, telarañas o cuerpos que flotan
en el aire, fotopsias, es decir, sensaciones luminosas en forma de ráfaga o chispa, disminución de la agudeza
visual o ambliopía, escotomas o manchas oscuras que cubren una parte del objeto que se mira, o cegueras
transitorias.
No siempre hay paralelismo entre la intensidad de los síntomas visuales y el grado de la estasis papilar, o
entre esta última y la magnitud de la hipertensión endocraneana.
d) Otras manifestaciones
196
No hay que esperar para sospechar el diagnóstico de hipertensión endocraneana que ésta se presente con la
totalidad de sus manifestaciones posibles, ya que esto no es lo habitual en la práctica. Una dilación en el
reconocimiento de esta patología puede significar la instalación de lesiones graves a nivel de las estructuras
nerviosas comprometidas.
Sobre la base de los síntomas y signos expuestos, conviene consignar algunas modalidades de presentación
del SHE.
Cabe recordar que los síntomas preceden a los signos, por lo cual la cefalea es la molestia que debe suscitar
la sospecha diagnóstica.
Aguda: Cuando la instalación del cuadro es rápida, dominan la cefalea, los vómitos y los trastornos
del sensorio.
Subaguda: si el proceso aparece en forma subaguda, pueden surgir cambios en la conducta y
alteraciones neurológicas, como ataxia y compromiso de los nervios oculomotores. Esto último puede
incluir parálisis o paresia del VI par craneal por compresión del nervio a nivel del borde libre del
peñasco temporal, a lo cual se deben, en estos casos, la diplopía y el estrabismo convergente.
Otro hallazgo posible es el llamado síndrome de Foster-Kennedy, vinculado con la existencia de un
tumor de la base craneana de la región frontal, que consiste en neuritis óptica retro bulbar con
escotoma central y atrofia del nervio óptico del lado de la lesión, asociado con edema de papila
contralateral.
En ocasiones, la hipertensión endocraneana puede producir signos de foco neurológico, no como consecuencia
de la enfermedad causal, sino a partir de las complicaciones del proceso hipertensivo, razón por la cual a
estos signos se los denomina de “falsa localización”.
Así, por ejemplo, la hidrocefalia puede generar apatía, ataxia e incontinencia urinaria, el enclavamienro
transtentorial del lóbulo temporal puede dar origen a parálisis de los nervios oculomorores y hemiparesia
homolateral por compromiso piramidal, y el enclavamiento occipital de la amígdala cerebelosa, a
convulsiones y signos de compromiso corticoespinal.
El diagnóstico del SHE como tal es de carácter clínico y se basa en el reconocimiento de sus síntomas y
signos, ya mencionados.
Pese a que el diagnóstico es clínico, existen estudios complementarios para establecer la etiología del proceso.
Éstos son el examen del LCR y los estudios neurorradiológicos.
Puede hacerse por punción ventrícular, cisterna], cambien llamada suboccipital, o, con más frecuencia,
lumbar.
197
Si se sospecha que la hipertensión endocraneana está causada por un tumor, no debe realizarse la punción
lumbar debido al riesgo de enclavamiento del cerebelo a través del agujero occipital con compresión bulbar
ulterior, lo cual es consecuencia de la brusca caída de la presión del líquido en el espacio subaracnoideo que
puede ocasionar el procedimiento. En tales casos debe realizarse previamente el estudio por imágenes para
determinar la existencia o no de una masa ocupante.
Cuando se obtiene por punción lumbar, el LCR fluye, en condiciones normales gota a gota. Si existe
hipertensión endocraneana, puede fluir en chorro continuo. Las diferentes presiones se resumen en el
cuadro.
Luego de 10 segundos de compresión, y después de cesar ésta cae a su valor normal en no más de 10
segundos. Si existe un bloqueo completo para la circulación del líquido, la presión no cambia durante la
maniobra. Si el bloqueo es incompleto, la presión se eleva normalmente, peto la caída es lenca y se detiene
en un valor superior al inicial.
Las contraindicaciones para la realización de la punción del LCR son las siguientes:
198
b) Estudios neurorradiológicos
La tomografia computarizada de cerebro es el método de elección que permite el examen del sistema
ventricular, la localización de la obstrucción y la detección de las lesiones subyacentes causales.
La resonancia magnética puede superar a la anterior al mostrar la presencia de lesiones isodensas respecto
del tejido nervioso adyacente a éstas.
199
Índice
200
3.2) Parálisis facial central. .......................................................................................................................... 53
3.3) Parálisis de Bell ..................................................................................................................................... 53
4) Otras Alteraciones ........................................................................................................................................ 55
4.1) El espasmo hemifacial ........................................................................................................................... 55
4.2) El blefaroespasmo .................................................................................................................................. 55
4.3) La miocimia facial .................................................................................................................................. 55
4.4) La hemiatrofia facial (síndrome de Parry-Romberg) .......................................................................... 56
4.5) Reinervación anómala del nervio facial ............................................................................................... 56
4.7) Síndrome de Melkersson-Rosenthal ..................................................................................................... 56
4.8) Diplejía facial ......................................................................................................................................... 56
Tema # 4 Exploración del Par Craneal VIII ....................................................................................................... 58
Samuel Reyes UNEFM ........................................................................................................................................ 58
1) Recuento anatómico del VIII par (vestíbulo-coclear) ................................................................................. 58
2) Recuento de la Exploración .......................................................................................................................... 59
3) Alteraciones de la función coclear (Hipoacusia) ......................................................................................... 59
3.1) Sordera nerviosa .................................................................................................................................... 59
3.2) Acufenos .................................................................................................................................................. 61
4) Alteraciones de la función vestibular .......................................................................................................... 62
4.1) Signos y síntomas comunes de la afección vestibular ......................................................................... 62
4.2) Síndromes vestibulares ......................................................................................................................... 64
Tema # 5 Pares craneales IX, X, XI, XII ............................................................................................................. 66
Samuel Reyes UNEFM ........................................................................................................................................ 66
1) IX Par craneal ............................................................................................................................................... 66
1.1) Recuento anatómico del IX Par............................................................................................................. 66
1.2) Recuento de exploración ........................................................................................................................ 66
1.3) Alteraciones ............................................................................................................................................ 67
2) X Par craneal ................................................................................................................................................ 68
2.1) Recuento anatómico ............................................................................................................................... 68
2.2) Recuento de la exploración .................................................................................................................... 69
2.3) Alteraciones ............................................................................................................................................ 69
3) XII Par craneal.............................................................................................................................................. 70
3.1) Recuento Anatómico .............................................................................................................................. 70
3.2) Exploración ............................................................................................................................................. 70
3.3) Alteraciones (Paralisis) ......................................................................................................................... 70
201
4) XI Par craneal ............................................................................................................................................... 72
4.1) Recuento anatómico ............................................................................................................................... 72
4.2) Recuento de Exploración ....................................................................................................................... 72
4.3) Alteraciones ............................................................................................................................................ 72
5) Síndromes asociados a los pares IX, X, XI y XI .......................................................................................... 73
5.1) Síndrome del agujero rasgado posterior (síndrome de Vernet) .......................................................... 73
5.2) Síndrome del agujero rasgado posterior-condíleo anterior (síndrome de Collet-Sicard) ................. 73
5.3) Síndrome del espacio retroparotídeo (síndrome de Villaret) .............................................................. 73
Tema # 6 Síndrome Comatoso ............................................................................................................................. 74
Laura Novoa, Santa Novoa y Karin Nieto, modificado y ampliado por Samuel Reyes UNEFM ................... 74
1) Generalidades ............................................................................................................................................... 74
2) Síndrome Comatoso ...................................................................................................................................... 75
3) Fisiopatología ................................................................................................................................................ 75
3.1) Conciencia y vida de relación ................................................................................................................ 75
3.2) Alteraciones vegetativas........................................................................................................................ 76
3.3) Variedades del Coma ............................................................................................................................. 77
4) Etiología......................................................................................................................................................... 77
Coma Estructural Vs Coma Metabólico ...................................................................................................... 78
5) Examen del paciente con Coma ................................................................................................................... 79
5.1) Anamnesis .............................................................................................................................................. 79
5.2) Exploración Física .................................................................................................................................. 80
6) Comas según su etiología ............................................................................................................................. 83
7) Diagnostico .................................................................................................................................................... 84
Pruebas paraclínicas ..................................................................................................................................... 86
Tema # 7 Síndrome Piramidal............................................................................................................................. 88
Alejandra Alvarado UNEFM ............................................................................................................................... 88
1) Sistema Motor ............................................................................................................................................... 88
1.1) Niveles de integración de la motilidad ................................................................................................. 89
1.2) Sistema Piramidal ................................................................................................................................. 89
1.3) Función del Sistema Piramidal ............................................................................................................ 90
1.4) Características importantes de las neuronas de la vía piramidal ..................................................... 91
1.6) Localizaciones motoras centrales ......................................................................................................... 91
2) Síndrome Piramidal ..................................................................................................................................... 92
Lesión de la vía piramidal ............................................................................................................................ 92
202
3) Etiología del Síndrome Piramidal ............................................................................................................... 92
4) Fisiopatología del Síndrome piramidal ....................................................................................................... 94
a) Síntomas directos, negativos o de déficit. ............................................................................................... 94
b) Síntomas indirectos, positivos o por liberación: ..................................................................................... 94
5) Hemiplejías ................................................................................................................................................... 96
6) Síndromes: De acuerdo a la ubicación de la lesión .................................................................................. 101
6.1) A nivel del área motora ....................................................................................................................... 101
6.2) A nivel de la cápsula interna y otras estructuras subcorticales ...................................................... 101
6.3) A nivel del mesencéfalo o Hemiplejias Pedunculares ....................................................................... 102
6.4) A nivel de la protuberancia ................................................................................................................. 103
6.5) A nivel del Bulbo .................................................................................................................................. 104
6.6) Lesión de la decusación piramidal ...................................................................................................... 105
6.7) Lesión medular de la vía piramidal (Hemiplejía medular) .............................................................. 105
6.8) Lesión de la motoneurona ................................................................................................................... 106
7) Diagnóstico diferencial de parálisis cortico espinal y espinomedular ................................................. 106
8) Reglas útiles para establecer la etiología de una hemiplejía. ................................................................. 107
9) Paraplejías................................................................................................................................................... 107
9.1) Paraplejías espásticas.......................................................................................................................... 107
9.2) Paraplejías fláccidas. ........................................................................................................................... 108
10) Cuadriplejías ............................................................................................................................................. 109
11) Monoplejías ............................................................................................................................................... 109
Tema # 8 Síndrome Extra-Piramidal ................................................................................................................ 110
Alejandra Alvarado UNEFM ............................................................................................................................. 110
1) Sistema Extra piramidal ............................................................................................................................ 110
1.1) Vías del sistema Extrapiramidal ........................................................................................................ 111
1.2) Vías extrapiramidales medulares. ...................................................................................................... 112
1.3) Funciones del sistema extrapiramidal: .............................................................................................. 114
2) Síndrome Extrapiramidal .......................................................................................................................... 114
3) Síndromes hipercineticos ........................................................................................................................... 114
3.1) Temblores ............................................................................................................................................. 115
3.2) Corea ..................................................................................................................................................... 120
3.3) Balismo ................................................................................................................................................. 122
3.4) Atetosis ................................................................................................................................................. 122
3.5) Mioclonias ............................................................................................................................................. 123
203
3.6) Tics ........................................................................................................................................................ 125
3.7) Convulsiones......................................................................................................................................... 126
3.8) Calambres ............................................................................................................................................. 127
4) Síndromes hipocinéticos o bradicinéticos ................................................................................................. 128
5) Alteraciones del tono muscular ................................................................................................................. 128
5.1) Hipertonía............................................................................................................................................. 128
5.2) Hipotonía .............................................................................................................................................. 129
6) Trastornos de fijación de la postura, equilibrio y enderezamiento......................................................... 129
6.1) Distonia ................................................................................................................................................. 130
7) Enfermedad de Parkinson ......................................................................................................................... 131
7.1) Etiologia ................................................................................................................................................ 132
7.2) Tipos de Parkinsonismo ...................................................................................................................... 132
7.3) Manifestaciones clínicas ...................................................................................................................... 133
7.4) Criterios que apoyan el diagnostico .................................................................................................... 136
7.5) Evolución .............................................................................................................................................. 136
7.6) Diagnóstico diferencial: ....................................................................................................................... 137
8) Diagnóstico de los Síndromes Extrapiramidales ..................................................................................... 137
8.1) Anamnesis: ........................................................................................................................................... 137
8.2) Examen físico ....................................................................................................................................... 138
9) Diferencias entre parkinsonismo y la enfermedad de Parkinson........................................................... 141
Tema # 8 Síndrome Cerebeloso ......................................................................................................................... 143
Samuel Reyes UNEFM ...................................................................................................................................... 143
1) Generalidades ............................................................................................................................................. 143
1.1) Filogenia del Cerebelo ......................................................................................................................... 143
1.2) Aferencias y Eferencias ....................................................................................................................... 143
1.3) Datos clínicos relevantes ..................................................................................................................... 144
2) Definición de Sd Cerebeloso ....................................................................................................................... 145
3) Patogenia ..................................................................................................................................................... 145
4) Etiología....................................................................................................................................................... 145
5) Manifestaciones Clínicas............................................................................................................................ 146
a) Síntomas .................................................................................................................................................. 146
b) Signos ....................................................................................................................................................... 146
6) Sd Topograficos ........................................................................................................................................... 149
6.1) Sd cerebeloso medio ............................................................................................................................. 150
204
6.2) Síndrome cerebeloso lateral hemisférico o neocerebeloso................................................................. 150
6.3) Síndromes mixtos................................................................................................................................. 150
6.4) Síndrome cerebeloso asociado con otros síndromes neurológicos .................................................... 150
7) Paraclínicos ................................................................................................................................................. 150
Tema # 8 Síndrome Sensitivo ............................................................................................................................ 151
Andrelys Partidas, Santiago Tandioy, Samuel Reyes UNEFM ...................................................................... 151
1) Generalidades ............................................................................................................................................. 151
1.1) Vías de la sensibilidad cutanea .......................................................................................................... 152
1.2) Relación entre la sensibilidad y la conciencia ................................................................................... 154
1.3) Centros sensitivos corticales. .............................................................................................................. 155
1.4) Distribución radicular de la sensibilidad ........................................................................................... 156
2) Signos y síntomas comunes en alteraciones de la sensibilidad .............................................................. 156
2.1) Anestesia .............................................................................................................................................. 156
2.2) Hiperestesia .......................................................................................................................................... 157
2.3) Disestesia .............................................................................................................................................. 157
2.4) Hiperpatía............................................................................................................................................. 157
2.5) Parestesia ............................................................................................................................................. 157
2.6) Disociación ............................................................................................................................................ 157
3) Etiología....................................................................................................................................................... 157
4) Síndrome de disociación sensitiva ............................................................................................................. 157
4.1) Disociación siringomiélica ................................................................................................................... 157
4.2) Disociación tabética ............................................................................................................................. 160
4.3) Disociación periférica. .......................................................................................................................... 160
5) Síndromes Sensitivos Cerebrales (superiores) ......................................................................................... 160
6) Síndromes del tronco cerebral ................................................................................................................... 161
7) Síndromes sensitivos medulares ............................................................................................................... 162
7.1) Síndrome sensitivo parapléjico. .......................................................................................................... 162
7.2) Síndrome de Brown-Sequard .............................................................................................................. 163
7.3) Síndrome de los cordones posteriores medulares (también denominado síndrome de las fibras
radiculares largas de Dejerine). ................................................................................................................. 163
7.4) Síndrome sensitivo de los cordones anterolaterales. ........................................................................ 164
7.5) Síndrome del cono medular. ................................................................................................................ 164
7.6) Síndrome de la cola de caballo ............................................................................................................ 165
8) Sindromes Radiculares............................................................................................................................... 165
205
9) Síndromes sensitivos periféricos ............................................................................................................... 165
9.1) Síndromes sensitivos por lesiones de los nervios. ............................................................................. 165
9.2) Síndromes sensitivos por lesión total de un plexo. ........................................................................... 166
10) Síndromes Histericos................................................................................................................................ 166
Tema # 9 Síndrome Vascular Cerebral ............................................................................................................. 167
Samuel Reyes UNEFM ...................................................................................................................................... 167
1) Generalidades ............................................................................................................................................. 167
1.1) Características Anatómicas de la circulación cerebral ..................................................................... 167
1.2) Fisiología de la circulación cerebral ................................................................................................... 168
1.3) Territorios vasculares .......................................................................................................................... 169
2) ECV .............................................................................................................................................................. 170
2.1) Epidemiologia ....................................................................................................................................... 171
2.2) Fisiopatogenia ...................................................................................................................................... 171
2.3) Clasificación de acuerdo al mecanismo de producción ...................................................................... 172
2.4) Clasificación clínica de los ECV .......................................................................................................... 176
2.5) Manejo del paciente con ECV y evolucion .......................................................................................... 176
3) Síndromes topográficos vasculares arteriales .......................................................................................... 177
3.1) Zona anterior ........................................................................................................................................ 177
3.2) Zona posterior....................................................................................................................................... 181
Tema # 10 Síndrome Meníngeo y Síndrome de HTE....................................................................................... 184
Samuel Reyes UNEFM ...................................................................................................................................... 184
1) Síndrome Meníngeo .................................................................................................................................... 184
1.1) Breve recuento anatómico ................................................................................................................... 184
1.2) Etiología ................................................................................................................................................ 185
1.3) Anamnesis ............................................................................................................................................ 185
1.4) Examen físico ....................................................................................................................................... 186
1.5) Paraclínicos y manejo del paciente ..................................................................................................... 188
2) Síndrome de Hipertensión Endocraneal ................................................................................................... 192
2.1) Sd de HTE............................................................................................................................................. 192
2.2) Etiología ................................................................................................................................................ 193
2.3) Fisiopatología ....................................................................................................................................... 193
2.4) Clínica ................................................................................................................................................... 194
2.5) Formas Clínicas De Presentación ....................................................................................................... 197
2.3) Pruebas complementarias ................................................................................................................... 197
206
Índice ................................................................................................................................................................... 200
207