Ayllu Y Tributo
Ayllu Y Tributo
Ayllu Y Tributo
Dos tipos de transacciones económicas Sus organizaciones sociales son muy diferentes, a pesar de que
pueden darse en los mismos contextos sociales.
1. Reciprocidad Relaciones viceversa entre dos partes.
2. Redistribución o comunidad Recolección por parte de los miembros de un grupo, a menudo bajo un solo
mando y redistribución dentro de este grupo.
2. Redistribución:
Su variedad más común es la comunidad familiar de alimentos: la producción resultante del trabajo de todos es
llevada a un pozo común y luego es redistribuida entre sus miembros.
Aplicable a grupos más numerosos y complejos que la unidad doméstica Ej.: Cacicazgos.
Doble propósito Función práctica Mantiene a la comunidad en un sentido material + Función instrumental
Sirve como ritual de comunión y de subordinación a la autoridad central, es decir, mantiene a la comunidad en
un sentido social.
1. Reciprocidad:
Es toda una clase de intercambios Reparto y contrarreparto de comida, hospitalidad, intercambios
ceremoniosos afines, transferencia que sella un acuerdo de paz, préstamos y devoluciones, compensación por
servicios ceremoniales o especializados, etc.
Es un continuo de formas, definida por sus extremos y por su punto medio Reciprocidad generalizada,
equilibrada y negativa La distancia entre los polos de reciprocidad es una distancia social.
Esquema de las reciprocidades:
COCK CARRASCO
El ayllu es un ELEMENTO DE COHESIÓN SOCIAL. Nuclea a un grupo bajo relaciones expresadas
de forma ritual, económica, social, pues provee sustento (alimento, bases), lo rigen principios
de solidaridad interna vinculados a los principios de reciprocidad comunal y se relaciona con
otros ayllus.
AYLLU Y TRIBUTO
Cada ayllu tributaba a su curaca y al Inca, según las posibilidades materiales de sus
comunidades. Tal costumbre siguió en época colonial
El ayllu, unidad organizada y grupo solidario, asumía las responsabilidades del conjunto de
individuos, quienes individualmente participaban en la contribución tributaria mediante el
trabajo comunal (ya sea individual o por turnos –mita–).
Van Buren encuentra que las colonias lupaqa ubicadas en los valles costeros, es decir en
las tierras bajas, continuaron funcionando como tales durante el siglo XVI tardío (período
colonial). Este hecho le sirve para abrir frentes de discusión con 2 autores:
1) con MURRA: este autor –al igual que lo haría más tarde Pease– atribuyó la
persistencia de estas colonias a su larga tradición preincaica. Ante tal idea, Van Buren sostiene
la variabilidad entre las sociedades andinas. Murra había caracterizado a la
COMPLEMENTARIEDAD VERTICAL como una forma económica característica y única de los
Andes, y al intercambio, como periférico. Con respecto a este último, la autora considera que el
trueque y el intercambio pueden haber sido más importantes en tanto prácticas de subsistencia
prehistórica de las unidades domésticas andinas de lo que comúnmente se cree.
2) con JULIEN: esta autora asevera, por un lado, que la adquisición de productos de las
tierras bajas por los lupaqas estaba motivada principalmente por su ubicación marginal desde
el punto de vista agrícola y, por el otro, que los colonos producían comida para la población
lupaqa en su conjunto. (La última es una posición compartida con Murra.)
Julien toma como fuente para su trabajo de un informe de una inspección secreta hecha
por un tal Pedro Gutiérrez Flores de 1572 a 1574 (la fecha coincide con el momento de las
reformas toledanas, que exigen que una proporción de la población debe trabajar anualmente
en las minas de Potosí). En ese documento, se recomienda que los indios lupaqas residentes en
los valles costeros establezcan campos comunitarios para producir maíz para el consumo de
altura como contribución a la leva tributaria sobre la población como un todo.
Frente a lo expresado en el párrafo anterior, Van Buren dice que un examen sobre las
referencias de obtención del maíz sugeriría que los mecanismos usados para adquirir recursos
no pueden ser tratados como solamente una búsqueda de alimentos. También basándose en la
fuente de Gutiérrez Flores, asegura que:
-los curacas y unos pocos principales fueron los únicos que tenían el control sobre estas
tierras trabajadas por indios de servicio;
-no hay evidencia de que los curacas distribuyeran los bienes de las tierras bajas a los
pobres o en beneficio de la población como totalidad. Durante el régimen inca, el maíz era
únicamente redistribuido en tanto compensación de prestaciones laborales (en forma de chicha
para los sujetos que trabajaran las tierras del curaca). Más tarde, con la conquista española, las
tierras bajas en cuestión devendrían también una fuente para la provisión de maíz y trigo para
los frailes dominicos.
A partir de estas 2 realidades, la autora sugiere que LAS COLONIAS PARECEN HABER
ESTADO LIGADAS A LAS OBLIGACIONES POLÍTICAS DE LAS ÉLITES DE LAS TIERRAS ALTAS, siendo
la provisión de los frailes y la compensación de los trabajadores de las tierras del curaca no
hechos meramente económicos, sino políticos. Por consiguiente, en contraposición al punto de
vista defendido por Murra y Julien, LAS COLONIAS NO PUEDEN SER CONCEBIDAS COMO
ADAPTACIONES ECOLÓGICAS CUYO OBJETIVO FUERA REALIZAR UN BALANCE ENTRE RECURSOS
Y POBLACIÓN.
Finalmente, Van Buren describe un asentamiento lupaqa: TORATA ALTA. En él,
encuentra que su forma y trazado habían sido el resultado de planificación por parte de
funcionarios incas y españoles y, en consecuencia, una prueba de la existencia de control
imperial más que de la etnicidad de la población residente.
Esta situación especial favoreció a todas las partes involucradas en determinar el destino de
estos asentamientos:
1) a los curacas de Chucuito, quienes se beneficiaban del continuo acceso al maíz y al
trigo, lo que les habilitaba tanto para afrontar obligaciones políticas como para mantener su
riqueza personal, y
2) a los líderes de los asentamientos lupaqas de los valles costeros, cuya posición de
intermediarios entre la población indígena y la sociedad europea les permitió acumular
riquezas para beneficio propio o de sus comunidades.
- Era Preimperial
- La historia mítica temprana contiene rasgos de sociedades complejas no estatales: papel central del ayllu
como unidad social y económica básica. Un ayllu era un grupo corporativo de parientes que mantenía recursos
en común y dividía los derechos de uso entre sus miembros.
- La frecuencia de los matrimonios interétnicos descripta en las leyendas sugiere un camino por el cual los inkas
pudieron lograr sus intereses políticos iniciales (construcción de relaciones políticas, las uniones reforzaban el
status de la elite ampliando la base de poder).
- Los mitos enfatizan la generosidad de los ancestros, lo que ayudaba a legitimar los reinados. La entrega de
regalos podía entenderse como capacidad productiva y status y como medio de forjar relaciones colaterales.
- Las referencias al liderazgo hacen hincapié en campañas militares. El simple saqueo de los primeros tiempos
fue aumentando con demanda de tributo y la captura directa de recursos (+ adquisición de mano de obra).
Restos arqueológicos
Testimonios de los recursos y artesanías utilizadas en las propiedades reales.
Propensión inka para mejorar los terrenos y elaborar estructuras complejas.
Exhibición de terrazas, canales, represas, trabajos en piedra
Conclusiones
Exploración de la dinámica del desarrollo de las relaciones políticas y económicas del
imperio inka. Parece probable suponer según el autor que la política inka temprana fue
progresivamente de alianzas e invasiones, a la dominación y finalmente a la anexión
directa.
Hacia 1532, los inkas habían dado importantes pasaos destinados a ubicar su imagen
sobre las sociedades andinas. La estabilidad de las economías locales proveyó las bases
de la economía estatal.
Principales cambios: desarrollo de recursos privados. Enriquecimiento de individuos o
linajes. El resultado fue la transferencia de los mejores recursos a manos privadas, lo
que provocó un aumento de la competencia al nivel más alto.
Creación de una nueva sociedad (colonial), conquista española del imperio inca en 1532.
Estudio regional, que se centra en Huamanga fundada en 1539, como no era una ciudad capital
nos habla de las experiencias de las sociedades andinas mas allá de la excepción del Cuzco. Una
estratégica ubicación económica, minas de mercurio y plata, y grandes poblaciones indias.
Pretende ver la resistencia de los pueblos andinos frente a los colonizadores.
Autonomía económica y comunidad: dispersión por el territorio según la diversidad de zonas
ecológicas adaptadas a la producción de recursos diferentes. Vemos un sistema de
asentamiento no contiguo, archipiélagos que explotaban zonas ecológicas complementarias.
Salpicado por diversidad ecológica y autonomía económica. Al enviar colonizadores (mitmag)
desde las zonas nucleares, o mediante la conquista de pueblos preexistentes en zonas
ecológicas estratégicas, las comunidades incorporaban en sus dominios una serie de colonias o
islas cuyas condiciones naturales permitían cultivar coca, pastorear animales, extraer sal, etc.
De esta forma la dependencia al truque con otros grupos étnicos era limitada. Hogares y grupos
de parientes, intentaban ser autosuficientes, y redujeron al máximo la dependencia de grupos
especializados de trabajadores externos al grupo de parentesco. Esta autonomía freno la
aparición de división del trabajo compleja. El impulso a la autonomía implicaba el control
directo de microambientes dispersos. Existencia de trabajo en equipo, de relaciones de
cooperación. Los vínculos de parentesco definían la identidad de los sujetos en términos de
familias mas amplias, que en si mismos eran componentes de una comunidad o familia étnica.
Esos vínculos de comunidad entre parientes unieron a los productores dispersos en un régimen
de cooperación que proporcionaba la autonomía económica a todos los integrantes de la
familia colectiva. Traba de parientes de hogar se unía con otros grupos para formar un ayllu
mayor, que era la unidad de parentesco básica de la estructura social andina. Ayllu era un linaje
endógamo que afirmaba descender de mismo antepasado. En la práctica mucho más flexible. El
parentesco era para definir los límites de una comunidad, de una tribu o de un grupo étnico.
Las tierras no existían como propiedad enajenada sino más bien como dominio colectivo de sus
ayllus. Era por pertenecer a un ayllu mayor que un hogar tenía el derecho de acceder a tierras,
animales o mano de obra. Existencia de intercambios recíprocos (equitativos) de mano de obra
entre parientes, unía a los productores dispersos en un sistema de cooperación. La riqueza de la
sociedad andina procedía del acceso a mano de obra basado en la construcción de esa red de
parentesco y obligaciones mutuas.
Estratificación social y rivalidad: las relaciones de reciprocidad funcionaban como una
institución cultural manipulada por diversos grupos en sus relaciones sociales. El ayllu con
menos hogares o menos parientes, debía trabajar por más tiempo para realizar sus tareas en la
comunidad. Existencia de alianzas entre hogares competitivos y linajes a menudo desiguales. El
mismo impulso hacia la autonomía económico que hacia que el intercambio entre parientes
fuera el medio de cooperación engendró rivalidades que enturbiaron las relaciones entre
hogares desiguales o hermanos del ayllu. Señor kuraka simbolizaba la unidad de identidad y
de intereses del pueblo. Heredaba su cargo gracias a una relación de parentesco con el kuraka
anterior. Representaba al grupo, y lo defendía contra las intrusiones de otros ayllus o
comunidades, también redistribuía los derechos a la tierra, se encargaba de la circulación y el
almacenamiento de productos, organizaba el trabajo y los rituales y distribuía regalos. A su vez
él adquiría derechos especiales a servicios laborales. Pero este intercambio entre los jefes y sus
parientes debía parecer equivalente para que gozara de legitimidad. Por ejemplo redistribuían
los productos excedentes en forma de reglaos de los almacenes personales y comunitarios. El
kuraka principal no solo contaba con ayuda temporal, sino con rotaciones de trabajo de mit´a e
incluso con yanas (servicios permanentes). Mediante la gestión y la redistribución, el jefe
ganaba legitimidad1. Buena gestión, reglaos y hospitalidad a cambio de trabajo. En la medida
que las elites autóctonas adquirían la capacidad de ampliar o transformar los principios de
parentesco comunitario en una dominación basada en su organización de la fuerza militar,
política, económica y religiosa, las relaciones sociales iban adoptando un carácter más señorial
o autoritario. Se va pasando a un nivel de reinos regionales en gran escala y por ultimo al
estado inca, de esta forma la reciprocidad se va haciendo menos íntima y más jerárquica. Con
la conquista Inca, se limito la autonomía de las elites locales, y las comunidades quedaron
subordinadas a entregar excedente para sustentar el Imperio. Pero las contradicciones y
enfrentamientos entre comunidades tendían a plasmarse más en términos étnicos que en
diferencias de clase.
Religión: poder de los dioses sobre la vida material, una fuerte fuerza de control social, que
reforzaba los privilegios y la autoridad de las elites políticas y religiosas de la comunidad.
Grupos de parentesco rendían homenaje a huacas, que eran seres o fuerzas sagradas (montes,
piedras, cuevas, agua, momias de antepasados). Como fundadoras-creadoras mitológicas, eran
antepasados en un sentido social más que genealógico. Cada ayllu tiene sus huaca principal y
sus huacas secundarias. Enfrentamiento no solo entre pueblos rivales sino también entre sus
huacas. En los andes las relaciones de reciprocidad también se plasman en los rituales y
ceremonias. Idealmente, el ritual restablecía el equilibrio en las relaciones recíprocas con los
dioses percibidos como antepasados. Huacas, como tutores y guardianes del bienestar de la
comunidad, tenían derechos de posesión sobre tierras, animales y trabajo. Se interpretaban los
desastres naturales como símbolo de venganza de dioses ofendidos. Instituciones religiosas,
eran instrumentos de control social en la sociedad local. El huacamayoc, como agente de un
huca, dirigía los rituales y administraba los derechos sobre tierras, ganado y trabajo. Jefe y
sacerdote se confundía. Vínculos muy fuertes entre elite religiosa y elite política, que
1
Durante el trabajo generaban ambiente festivo donde distribuían comida y chicha a los trabajdores.
supervisaban conjuntamente la sociedad. Movilización de actividades laborales comunes en un
contexto de festividad (chicha: cerveza de maíz).
Los incas: conquistaron Huamanga en 1460, los convirtieron en campesinado que sustentaba al
Estado expansionista. Observamos fuertes resistencias por parte de los pueblos. Los incas,
intensificaron las rivalidades étnicas, e instalaron centros de control político y administrativo. El
Estado se baso en las relaciones de generosidades para reforzar las obligaciones y lealtades. El
Estado intentaba mostrar las nuevas relaciones como extensiones de las antiguas. Permitió que
se mantuviera la autarquía y los modos locales de organización y de producción, a cambio de
lealtad y servicios. Figura de un Estado redistribuidos, que absorbía la mano de obra
excedentaria. Las obligaciones de trabajar para el estado, disminuyo la producción de los ayllus
y su posible acumulación. El Estado creo una clase servil, los yanas. Permitió la continuidad de
las relaciones internas de cada comunidad, pero las integró a una formación económica más
amplia y explotadora.
Conquista inca Rápida y superficial, basada en 1) lazos personales de adhesión o alianza entre el
inca y los jefes provinciales.
Los ayllus ligados con sus propios jefes, aunque también es probable que cada integrante del ayllu
mantuviera una relación directa de lealtad con el Sapa – Inca y sus representantes personales.
Al morir el Inca, los lazos directos de alianza entre el Cuzco y las provincias se interrumpían
Oportunidad casi legítima de intentar alcanzar su independencia política.
Forma de afirmar estos lazos Entrega de “dones recíprocos” por parte del Estado a los jefes
étnicos ( Textiles finos, rebaños de llamas, metales y mullu + Mujeres de nobleza + Yanas) con el
fin de ganar su obediencia y obtener del pueblo sometido, la mano de obra que el Estado necesitaba
para mantenerse.
Ligeras diferencias locales en lo que respecta a la valoración de algunos objetos de obsequio
Chinchasuyu Valoran los rebaños de llama ≠ Collasuyu Valoran el mullu.
De esta manera, los Incas convertín capital económico en capital simbólico → Produce
relaciones de dependencia que tiene una base económica pero están disfrazadas bajo un velo de
relaciones morales.
Regalo principal Mujeres de nobleza:
Importancia determinada por “riqueza” que implicaba tener muchas mujeres y muchos hijos.
Utilizadas por el Inca como dones y la unión entre señores locales y los incas gobernantes para
crear lazos de parentesco (lo cual reforzaría 1) Los Incas ofrecían a sus hermanas, hijas o
parientes cercanas para casarlas con los señores principales locales más importantes, y en
retribución, los Incas tomaban como esposas secundarias a las hijas o hermanas de los jefes
locales.
Acllas y yanas:
La educación en la corte:
2) Los Incas exigían a los jefes provinciales que mandaran a sus hijos y otros parientes al Cuzco,
donde aprenderían quechua e ideología inca Herederos que sucedían a sus padres en las jefaturas de
los curacazgos locales.
Educación, consistente en Cada heredero, recibía su educación de un hombre mayor que era su
maestro y tutor. Aprendía oyendo, mirando y practicando.
Uno de los medios más efectivos para ejercer el control indirecto de los territorios conquistados.
Territorios parcialmente despoblados y luego repoblados, con colonias de mitimaes.
Inicio de esta práctica con Pachacuti, que se generaliza con Topa Inca y Huayna Capac.