España, Tres Milenios de Historia. Madrid.
España, Tres Milenios de Historia. Madrid.
España, Tres Milenios de Historia. Madrid.
Para muchos españoles el franquismo es pura historia; pero para otros muchos es todavía una mezcla
de historia y vivencias. Francisco Franco. La psicología ha sido analizada desde diversos ángulos y hay
coincidencias que se imponen; la muerte de Calvo Sotelo, Sanjurjo, Mola y José Antonio apartó de su
camino hacia el poder supremo los rivales más cualificados. No surgió en España ninguna oposición que
pudiera inquietarlo, y cuando los sucesos internacionales llegaron a un punto en el que parecía
imposible que no fuera derrocado, el panorama evolucionó de tal manera que encontró apoyos
inesperados. Fue un caso singular y quizá irrepetible. Franco carecía de calor humano. No fue un asceta,
con frecuencia abandonaba su mesa de despacho para dedicarse a la caza o a la pesca; su verdadera
pasión era el poder. Tuvo apariencias fascitoides el franquismo por motivos históricos y por
oportunismo muy dentro del gusto de la época. El poder de franco no emanaba de la falange, sino, del
ejército, luego de amplios poderes lácticos y de grandes masas populares poco interesadas en la política
y que ansiaban paz y orden. Las relaciones entre Estado, Falange y Movimiento nunca fueron claras
porque la única fuente real de poder era el caudillo. Nunca cedió nada de poder. Tenía que prestar gran
atención a generales monárquicos y la Iglesia. Franco fue un creyente sin problemas, poco practicante
aunque esto aumentó con el tiempo; este asumía plenamente los principios del llamado
nacionalcatolicismo, la unidad del ideal religioso y del patriótico. Falange sin llegar a la identificación con
los ideales católicos propia del carlismo quedaba muy lejos no sólo del claro sentido anticristiano del
nazismo, sino del moderado anticlericalismo del fascismo italiano.
En la postguerra el Estado aflojó su talante represivo, pero la iglesia se hizo más exigente. Las
confesiones no católicas volvieron a una semiclandestinidad. Deseaba la diplomacia franquista afirmar
un concordato con la Santa Sede, pero esta no quería comprometerse con un régimen que estaba
siendo objeto de un amplio acoso diplomático, cuando la situación internacional mejoró Franco se
procedió a redactar y firmar el concordato. Se discute sobre sus verdaderas intenciones cuando la
fulminante victoria de la Wehrmacht llevó las tropas alemanas hasta los pirineos. Franco y su entorno
pensaron que la guerra estaba decidida y que España podría ganar. Pero el paso decisivo no se dio
probablemente por el agotamiento del país, la indefensión de nuestras costas, el nulo entusiasmo de los
militares de volver a empuñar armas, la indecisión de franco y su innata desconfianza. Italia ya había
manifestado su interés por Gibraltar y Alemania por Canarias pero no franco no estaba por la labor de
ceder terreno nacional. Estas circunstancias que agobiaban la existencia de los que vivían se devolvió en
forma de emigración de todo tipo 8 casi el 12% de catedráticos), también se constituyeron sociedades
de apoyos. A la par España también fue excluida de la ONU. Don Juan intentó promulgar la restauración
monárquica. Franco respondió con reformas puramente teóricas porque nuca se llevarían a cabo.
Pasaron muchísimas cosas que debilitó el gobierno de Franco pero este se negó a dimitir en ningún
momento, aunque después de una grave enfermedad le obligara a ceder temporalmente. Aunque siguió
el crecimiento: seguían inaugurándose pantanos y hoteles: la afluencia de la juventud y se precisaba la
actividad de ETA con rasgos cada vez mas sangrientos.
Franco murió tras una larga y penosa agonía, el 20 de noviembre de 1975. Había gobernado durante
mucho tiempo como para que a la generación que sufrió directamente las consecuencias de la guerra
sucediere otra que conocía aquellos terribles hechos por relatos, no por vivencias personales.
La proclamación de Juan Carlos y doña Sofía no fue acogida con grandes manifestaciones porque
durante años la organización de prensa y propaganda había extendido sobre ellos la institución que
encarnan un velo de silencio no exento de insinuaciones malévolas. El sentimiento monárquico estaba
maltrecho. La primera fase de aquel reinado fue la transición. España se benefició de unas
circunstancias favorables y de un deseo muy extendido de evitar los errores y tragedias del pasado
porque el fin de la transición fue la aprobación del referéndum de la constitución de 1978. Fueron 3
años bajo el gobierno de Arias Navarro, seguida de otra plena etapa de cambios fundamentales bajo el
liderazgo de Adolfo Suarez fue en ese momento cuando no pocos de los que habían intervenido en la
primera fase de la transición se llamaron a engaño al comprobar que el cambio era mucho más radical
de lo que habían previsto, y este estado de espíritu de una minoría decepcionada explica el fallido golpe
del 23F.