La Ecuación de Fisher
La Ecuación de Fisher
La Ecuación de Fisher
La ecuación de Fisher sostiene que la tasa de interés nominal de mercado esta formada por dos
componentes; por un lado, el rendimiento real del capital y por otro la compensación por la
depreciación del poder adquisitivo del dinero. Es decir, define la tasa de interés aparente o
nominal como el producto de la tasa de interés real y la tasa de inflación esperada de la economía.
(1 + 𝑖𝑎 ) = (1 + 𝑖𝜋 )(1 + 𝑖𝑟 )
Donde:
Fisher vincula entonces: la inflación (esperada o efectiva, según el análisis), tasa de interés
nominal (definida como tasa aparente) y tasa de interés real (o tasa de rendimiento real del
capital). Al ser un instrumento necesario para evaluar el rendimiento de las inversiones; no solo la
variación absoluta del valor de sus componentes sino también su inestabilidad determina que se
lleve a cabo o no un conjunto de opciones de inversión por parte de los agentes económicos (no
solo pensemos en los empresarios que invierten maquinas nueva, sino también en los particulares
que con sus ahorros constituyen plazos fijos en instituciones financieras).
Al observar la ecuación podemos inferir que las tasas de interés reales deberían ser positivas, o en
su defecto la tasa aparente debería compensar la inflación; tasas de rendimiento reales negativas
para los depósitos indiscutiblemente estarían fomentando la fuga de dichos capitales a opciones
más atractivas.