Un Siglo de Fernando Benítez PDF

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ISSN: 0185-3716

D E L F O N D O D E C U LT U R A E C O N Ó M I C A  E N E R O 2 0 1 2

Lo mexicano con
trascendencia universal
y lo universal que fecunde
lo mexicano podría servir
como un lema

—FERNANDO BENÍTEZ

UN SIGLO DE
F ERNANDO
B E N Í T EZ

Además 
EN MEMORIA DE
493 JAVIER PRADERA
(1934-2011)
493
E D I TO R I A L

D E L F O N D O D E C U LT U R A E C O N Ó M I C A

Joaquín Díez-Canedo Flores


D I R E C TO R G E N E R A L D E L F C E

Tomás Granados Salinas


D I R E C TO R D E L A G AC E TA

Moramay Herrera Kuri


J E FA D E R E DAC C I Ó N

Ricardo Nudelman, Martí Soler,


Gerardo Jaramillo, Alejandro Valles
Santo Tomás, Nina Álvarez-Icaza,
Juan Carlos Rodríguez, Alejandra Vázquez
C O N S E J O E D I TO R I A L

H
Impresora y Encuadernadora ace 100 años, el 16 de enero, nació Fernando
Progreso, sa de cv Benítez. La redondez de la cifra motivará una
IMPRESIÓN
variedad de homenajes, como el que hacemos
León Muñoz Santini desde estas páginas al recordar su trayectoria
ARTE Y DISEÑO como fundador del periodismo cultural que
Rogelio Vázquez
sigue practicándose en nuestro país, como
F O R M AC I Ó N constructor de un acervo bibliográfico que
por estas fechas abrirá sus puertas al público,
Juana Laura Condado Rosas, María Antonia
Segura Chávez, Ernesto Ramírez Morales
como autor de libros que se mantienen en el
V E R S I Ó N PA R A I N T E R N E T gusto de los lectores contemporáneos.
Benítez fue un eficaz político entre los hombres de letras. Y decimos
Suscríbase en
www.fondodeculturaeconomica.com/editorial/
político en referencia a la cosa pública, a la cultura literaria que durante
laGaceta/ buena parte del siglo xx él animó desde la privilegiada tribuna de
los suplementos que Novedades, Siempre!, Unomásuno y La Jornada
[email protected]
alojaron entre sus páginas. Su labor consistió en estimular y encausar
La Gaceta del Fondo de Cultura Económica ese bien común que es el intelecto nacional. Rafael Vargas, aprendiz
es una publicación mensual editada por el Fondo especialmente dotado del oficio que profesaba don Fernando, revisa de
de Cultura Económica, con domicilio
en Carretera Picacho-Ajusco 227,
entrada la génesis de su labor editorial. Le sigue un breve fragmento
Bosques del Pedregal, 14738, de un libro sobre la revista Plural que acabamos de poner a circular, en el
Tlalpan, Distrito Federal, México. que se describe el valor que diversos autores atribuían a los suplementos
Editor responsable: Tomás Granados Salinas.
de Benítez. (Del primero de ellos se escaparon los gatos, obra de Vicente
Certificado de Licitud de Título 8635 y de Licitud Rojo, que corretean por estas páginas.)
de Contenido 6080, expedidos por la Comisión Jorge von Ziegler, director de la Fundación Vázquez Santos —que nació
Calificadora de Publicaciones y Revistas
Ilustradas el 15 de junio de 1995.
para contribuir a la preservación de la riqueza bibliográfica nacional—,
La Gaceta del Fondo de Cultura Económica es explica en seguida por qué es necesario conservar la biblioteca de Benítez
un nombre registrado en el Instituto Nacional y cómo lo están haciendo desde esa fundación. Aplaudimos desde aquí
del Derecho de Autor, con el número 04-
2001-112210102100, el 22 de noviembre de
esta generosa iniciativa, que no surge del Estado y sin embargo beneficia
2001. Registro Postal, Publicación Periódica: a la nación.
pp09-0206. Cerramos la sección de homenaje con cuatro reseñas, todas escritas
Distribuida por el propio
por becarios de la Fundación para las Letras Mexicanas —de la que
Fondo de Cultura Económica. puede hacerse el mismo encomio del párrafo precedente—, con las que
ISSN: 0185-3716 buscamos someter parte de la obra de Benítez a la prueba de la lectura
entre generaciones. ¿Qué dice hoy el autor de El agua envenenada, La
P O R TA DA ruta de Hernán Cortés, Viaje al centro de México y Morelos a los jóvenes
Retrato de Fernando Benítez autores? He aquí cuatro respuestas parciales.
por Héctor García, 1969
Cierra el número un escueto mas no por ello menos emocionado
homenaje a Javier Pradera, el periodista español fallecido en noviembre
pasado al que, con pleno derecho, en el Fondo consideramos de casa, pues
fue el primer director de la sede madrileña de esta editorial. Recordarlo
aquí sirve para evocar, entre otras, sus dotes como editor. W

SUMARIO

REINO  José Kozer 0 3


PREHISTORIA DE UN SUPLEMENTO  Rafael Vargas 0 8
SUPLEMENTOS Y MAFIA  John King 1 1
LA BIBLIOTECA DE FERNANDO BENÍTEZ  Jorge von Ziegler 1 3
DUDOSOS VENENOS  Ingrid Solana 1 5
ESCALERA Y ABISMO DE MÉXICO  Jorge Mendoza Romero 1 6
VIAJE DE AYER, VIAJE DE HOY  Paola Velasco 1 7
MORELOS Y SU MISIÓN INCONCLUSA  Penélope Córdova 1 8
CAPITEL  2 0
NOVEDADES DE ENERO DE 2012  2 0
EN MEMORIA DE JAVIER PRADERA, 1934-2011  Marcelo Díaz 2 2

2 ENERO DE 2012
POESÍA

Con su usual audacia para variar la clave en que compone música, Kozer nos da la bienvenida
al nuevo año con este elogio de la poesía como aventura, esta celebración de la camaradería
entre hacedores de versos. Dos poemarios de este escritor y crítico cubano nutren
el catálogo del Fondo: Bajo este cien y Ánima, así como Medusario, la en su momento
renovadora antología que preparó junto con Roberto Echavarren y Jacobo Sefamí

Reino
JOSÉ KOZER

Vengan las lluvias, con estridencias del agua,


crecidas los ríos
(rabiones) mayores
caudales: capas de
hule azul, ver correr
aguas, surtas las
embarcaciones,
pudrirse las arcas,
los muelles de
madera.

¿Éste cómo es de nombre, Meng? Yo, Kozer,


ése Sosa, éste Espina,
ése Castañón, ahí
Echavarren, aquél
Jiménez, acérquense,
acérquense, somos
los chicos de la
poesía.

No parará de llover: guiados por Meng diremos


el Sutra del Diamante,
ahora, mañana, entre
las aguas cayendo
(corriendo) los pies
firmes en el suelo
de madera, capas
azules de hule, voces
bajas (obstinadas)
en la estridencia
repicando del agua
sobre los pies
descalzos, la madera
aguardando el proceso
de putrefacción: el
agua aguanta (doliente)
la vertiginosidad del
agua en su rumbo
(irreversible).

ENERO DE 2012
a 3
Fotografía: LUIS MIGUEL CRUZ

POESÍA

J O S É KO Z E R

Mezclar dulce con salado. Poesía tradicional y


experimental. Lenguaje
barroco y coloquial.
Oriente y Occidente.
Dios uno y trino y
dioses paganos. La
perfecta casada y
las huríes. Lo insólito
con lo acostumbrado.
Frugalidad con
banquetes en días
festivos. Muchachas,
toda índole de trapos,
gallardetes, turbantes,
pañoletas, el rojo más
vivo, los colores más
chillones, al terminar
de recitar el Sutra,
hacer una cadena de
flores, aves, bestias
de tiro y carga, animales
domésticos, todo
entreverado de gentes
(los hombres rapados)
(las mujeres de percal,
hilo blanco, trenzas
gruesas) (gris rojo
negro gualda bajo sus
pañuelos de cabeza):
ver (abrazos) (aplausos)
surgir el arco iris, doble.

Once mil vírgenes, once mil efebos: y once garañones.


A las casas, a secarnos,
mirar secarse la tierra
desde nuestras buhardillas
o sentados por parejas en
los caballetes de los
techos de dos aguas:
meses y meses hemos
de ser intransigentes
con el agua. Tal vez

4
a ENERO DE 2012
POESÍA

J O S É KO Z E R

esta vez se dé algo


semejante quién quita
a la utopía. Meng
Hao-jan nos oriente a
lo mejor de la tradición
montañas y ríos de
la poesía china.

Nos juntemos a la medianoche en uno de sus poemas,


o en aquel cuadro del que
habla Benjamin donde
un chino escala una
montaña, vadea la
crecida de un río,
toca a una puerta,
aparece una muchacha
de trenzas y batilongo
recamado (rojo; negro)
se saludan (dos, tres
veces) entra (incluso
se oye trancar la puerta,
afincar una barra de
madera) desaparecieron
(Benjamin, incluido):
queda, sólo, el brillo
(moderado) del cocuyo
libando la negrura
circunstancial del
momento en la gota
de rocío (negra,
asimismo) reverberando
en el último cáliz del
verano, haya o no
utopía (mejor no) el
mar pacífico amarillo
(blanco, veteado de
rojo) se desprende. W

ENERO DE 2012
a 5
Fotografía: HÉCTOR GARCÍA

6
a
ENERO DE 2012
Fotografía: HÉCTOR GARCÍA
UN SIGLO DE
F ERNANDO
B E N Í T EZ Testigo y constructor
de la cultura en México, de México
en la cultura, su trabajo como escritor,
investigador y editor mantiene una notoria
vitalidad. En estas páginas visitamos tres
caras de su ruta profesional: los suplementos
culturales que creó, su biblioteca personal,
cuatro de sus obras publicadas por el Fondo.
Este siglo de vida es uno de los
más edificantes de nuestra
república literaria

ENERO DE 2012
a 7
U N S I G LO D E F E R N A N D O B E N Í T E Z

Prehistoria
de un suplemento
Largos años de gestación vivió Fernando Benítez antes de parir el
primero de sus grandes suplementos culturales. Lo que aprendió a su paso
por el gobierno de la República y por el diario cardenista El Nacional, su
don de gentes, su ambición editorial —alimentada por el conocimiento que
tenía de las publicaciones extranjeras—, la generosa anchura de lo que
siempre entendió por cultura: todo ello confluyó en 1949, cuando puso a
rodar ese portento que fue México en la Cultura
R A FA E L VA R G A S

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a ENERO DE 2012
U N S I G LO D E F E R N A N D O B E N Í T E Z

DESDE EL MOMENTO EN QUE EMPEZÓ A TRABAJAR


EN EL NACIONAL, EN 1936, BENÍTEZ TUVO OPORTUNIDAD

DE LEER PERIÓDICOS DE DIVERSAS PARTES DEL MUNDO. LOS
SUPLEMENTOS CULTURALES DE LOS DOS PRINCIPALES DIARIOS
ARGENTINOS, LA PRENSA Y LA NACIÓN, LO FASCINABAN: ‘SOÑABA
CON QUE ALGÚN DÍA, MÉXICO, ABRUMADO DE BASURA
PERIODÍSTICA, PODRÍA HACER ALGO DE ESA CALIDAD’


A
comienzos de 1934, un jo- sitiva, profunda: ‘¿Tú quién eres?’ […] Le di mi nombre. mento cultural mexicano desde los años treinta,
ven estudiante de leyes Siguió hablando: todavía en los cuarenta parecía un sueño difícil-
con 22 años de edad, Fer- ”—Mañana a las once de la mañana tomo posesión mente cristalizable.
nando Benítez Gutiérrez del cargo. Los espero. No falten, quiero llegar con to-
—seducido por las sirenas dos mis cuates —y dándome la mano añadió: —No fal- El Nacional surgió como vocero oficial del Par-
del periodismo desde que tes, hermanito.”2 tido Nacional Revolucionario con la clara inten-
era estudiante de prepa- La estampa entrega muchos de los rasgos que carac- ción de legitimar las acciones que sus miembros en
ratoria, en San Ildefon- terizaban a Benítez: irreverencia, gracia, entusiasmo, el poder realizaban como política de Estado. Con
so—, abandona las aulas alegría, la capacidad de hacer amigos y su veneración Cárdenas el diario se propuso también difundir
de la Escuela Nacional de por la amistad pero, sobre todo, su devoción al oficio pe- conocimientos de todo tipo para educar a los lecto-
Jurisprudencia de la Universidad Nacional para co- riodístico. Es probable que el baile de Benítez encima de res —no hay que olvidar que bajo su gobierno exis-
menzar a trabajar en Revista de Revistas, el semanario su escritorio haya sido una danza en gratitud al dios de tía un proyecto de educación socialista— y contri-
de Excélsior fundado en 1910. En sus páginas publi- los reporteros, una deidad que, como él mismo lo asentó buir a su formación intelectual y política. Debido a
cará sus primeras crónicas, semblanzas y reportajes, en su Viaje al centro de México,3 sin duda existe. ello muy pronto se invitó a participar en sus pági-
trece de los cuales son fácilmente accesibles hoy gra- nas editoriales a escritores mexicanos y extranje-
cias a la compilación que Ediciones Era publicó hace Desde el momento en que empezó a trabajar en El ros, y se publicaron secciones dedicadas a la reseña
doce años bajo el título de La ciudad que perdimos. Nacional, en 1936, Benítez tuvo oportunidad de leer de libros y de otras actividades culturales.
Trabaja para esa publicación casi dos años. En periódicos de diversas partes del mundo. Los suple- Así fue como, en agosto de 1936, llegó a las pági-
septiembre de 1936 se integra al equipo de El Nacio- mentos culturales de los dos principales diarios ar- nas de El Nacional Luis Cardoza y Aragón, invitado
nal, que se ha convertido en el órgano de difusión del gentinos, La Prensa y La Nación, lo fascinaban: “so- por Froylán C. Manjarrez —“a quien apenas tra-
gobierno de Lázaro Cárdenas. Allí conoce a Héctor ñaba con que algún día, México, abrumado de basura té”, según recuerda—. “Mi relación más próxima
Pérez Martínez, quien forma parte de ese diario des- periodística, podría hacer algo de esa calidad”.4 la tuve con Raúl Noriega y sobre todo con Héctor
de 1929 (año en que se fundó con el nombre de El Na- Su aspiración en aquel momento debe haber pareci- Pérez Martínez. Encuentro para toda la vida a Fer-
cional Revolucionario) y ahora se desempeña como do desmedida a quien se la haya confiado. No sólo por nando Benítez, encuentro inolvidable.”5
secretario de redacción bajo la dirección general de la diferencia de edades entre esos diarios, fundados en A Cardoza y Aragón le corresponderá “cuidar”,
Froylán C. Manjarrez. Al igual que ellos, Benítez es 1869 y 1870, respectivamente, y los periódicos mexica- como él mismo aclara, los primeros suplementos
cardenista por convicción. nos más grandes y antiguos, Excélsior (1916) y El Uni- dominicales que se intentaron en El Nacional. (“No
Seis años mayor que Benítez, el versátil Héctor versal (1917), que apenas bordeaban los veinte años de digo que los dirigí porque los hubiera hecho de otra
Pérez Martínez —odontólogo, periodista, narrador, vida, sino, para comenzar, por la enorme diferencia de manera.”) Él aparece como encargado del primer
político— tendrá una influencia decisiva en la vida sus recursos. número de Los Suplementos (así es su título), que El
de su joven amigo, quien se convertirá en su secre- En los años treinta, Argentina, con 12 millones de Nacional publica el 11 de junio de 1944. Sin embar-
tario particular en enero de 1943, cuando Miguel habitantes, era uno de los diez países más ricos del go, los lineamientos de la publicación los establece
Alemán, secretario de Gobernación, nombre a Pérez mundo gracias a su poderosa agricultura, y La Prensa, Raúl Noriega, director del periódico desde enero
Martínez como su oficial mayor. Y en esa misma cali- por ejemplo, alcanzaba una circulación diaria de me- de 1938, tras la muerte de Froylán C. Manjarrez,
dad continuará colaborando con éste cuando Miguel dio millón de ejemplares (por suerte todavía no exis- ocurrida tres meses atrás.
Alemán llegue a la presidencia de la República y de- tía la televisión). México en cambio, con 16.5 millones En octubre de 1944 Cardoza y Aragón deja el
signe a Pérez Martínez, en diciembre de 1946, secre- de habitantes, apenas se recuperaba económicamente suplemento porque vuelve de manera clandestina
tario de Gobernación. después de la Revolución y el tiraje de los periódicos a Guatemala para participar en la revolución que
En marzo de 1947, nombrado por Héctor Pérez citados no rebasaba los 50 mil ejemplares por día. derroca al gobierno de Jorge Ubico Castañeda. Al
Martínez, Benítez vuelve a El Nacional convertido Por lo demás, el suplemento cultural de La Nación, frente queda el poeta español Juan Rejano, exilia-
en director general. Henrique González Casanova el primero que existió en lengua española, venía edi- do en México desde 1939, quien poco tiempo antes
recuerda así el día en que tuvo lugar ese nombra- tándose, bajo diferentes nombres, desde el 4 de sep- había dirigido la primera época (febrero a octubre
miento: “Un día de 1947, Bernardo Jiménez Monte- tiembre de 1902 —su único antecedente internacional, de 1940) de Romance. Revista Popular Hispanoame-
llano1 me dijo que lo acompañara a la Secretaría de el Times Literary Supplement, empezó a publicarse el ricana, espléndidamente diseñada por su paisano
Gobernación; tenía que ver al secretario particular 17 de enero de ese mismo año—, y para los años trein- Miguel Prieto.
de Héctor —así se refería a Pérez Martínez— para ta su caudal de colaboradores, además de los más re-
algún trámite migratorio. Subimos las escaleras del nombrados autores argentinos de la época, como Paul Benítez asume la dirección de El Nacional el 11
viejo palacio […] hasta llegar a la puerta abierta de Groussac, Leopoldo Lugones o el propio fundador de de marzo de 1947. Una de sus primeras medidas
una oficina umbría. La Nación, Bartolomé Mitre, incluía a extranjeros tan es transformar el suplemento cultural que edita el
”Vi entonces algo inesperado e imprevisible: Fer- destacados como Rubén Darío, Miguel de Unamuno, diario. El 6 de abril aparece el primer número de
nando Benítez, el secretario particular del ministro, Ramón Gómez de la Serna, Federico García Lorca, la nueva publicación: Revista Mexicana de Cultu-
bailaba encima de su escritorio. Ante él, sentadas en Anatole France, André Gide, Thomas Mann, Luigi Pi- ra, cuyo título es un eco del subtítulo de la revista
un sofá, dos jóvenes y ya hermosas poetisas reían randello, George Bernard Shaw y Gilbert Keith Ches- Contemporáneos.
sonrojadas. terton, entre muchos otros. El cambio es más que notable: las ocho páginas
”Al vernos Fernando saltó al suelo […] para decir- En cambio, en el México de mediados de los treinta dedicadas casi por completo a la literatura se dupli-
nos sin más: Excélsior y El Universal tenían como principal objeti- can para dar espacio no sólo a poemas, cuentos y re-
”—¡Me acaban de nombrar director de El Nacio- vo atacar al gobierno cardenista, y cuando ocurrió la señas de libros sino también al teatro, la filosofía, la
nal!—. Estaba feliz; apenas reparó en mí, al hablar se expropiación petrolera sus páginas dieron lugar a los vida científica, la reflexión histórica, la música, las
dirigía a Bernardo, decía todo lo que se proponía ha- partidarios más convencidos de los intereses de las artes plásticas, la sociología. Entre los textos prin-
cer. De pronto me miró con su mirada miope e inqui- compañías afectadas. cipales destaca, por el tema que examina (el agota-
Si Benítez se desvelaba imaginando un gran suple- miento de la Revolución), un artículo de Leopoldo
Zea: “Critica y autocrítica de la Revolución mexi-
cana”, y entre los textos más breves se distingue el
1 Poeta, al igual que su tío, Bernardo Ortiz de Montellano, e hijo
de Julio Jiménez Rueda y Guadalupe Ortiz de Montellano, Bernardo 2 Henrique González Casanova, en Homenaje a Fernando Benítez, varios
Jiménez Montellano (1922-1950) fue amigo íntimo de Henrique González autores, Miguel Ángel Porrúa, México, 1997, 32 pp.
Casanova, José Luis Martínez, Francisco Giner de los Ríos y Jaime García 3 La séptima reimpresión de este libro, publicado originalmente por el
Terrés. Murió ahogado en una playa de Acapulco. Los dos libros que fce en 1975 en su Colección Popular, apareció en 2009. 5 Este y otros recuerdos de Cardoza y Aragón sobre Benítez, Pérez
reúnen sus poemas se publicaron de manera póstuma: El arca del ángel 4 Fernando Benítez, “Los españoles en la prensa cultural”, en El exilio Martínez y su trabajo en El Nacional se encuentran en diversas páginas
(fce, 1952) y Poemas (edición privada, 1953). español en México, 1939-1982, fce-Salvat, México, 1982, pp. 623-631. de El río. Novelas de caballería, fce, Tierra Firme, 1986.

ENERO DE 2012
a 9
Fotografía: ARCHIVO DE SILVIA MOLINA

U N S I G LO D E F E R N A N D O B E N Í T E Z

nombre de un flamante colaborador de Benítez —que recibir sus honorarios que en derrocharlos, y con fre- El otro pilar de su proyecto son los escritores espa-
en lo sucesivo será uno de los más cercanos y constan- cuencia tenía que recurrir a préstamos y anticipos”, ñoles exiliados en México: Francisco Pina, José Mo-
tes—: Henrique González Casanova, quien reseña Al como recordó hace poco uno de sus grandes amigos: reno Villa, Luis Cernuda, Manuel Pedroso, Ceferino
filo del agua, de Agustín Yáñez. Fernando Canales), la pobreza triplicaba su capaci- Palencia, Margarita Nelken, Eduardo Ontañón, Ben-
Puesto que la dirección del periódico reclama gran dad de dispendio. jamín Jarnés, José Herrera Petere, Max Aub, Adolfo
parte de su tiempo, a partir de abril Benítez deja la di- En esas condiciones un día a finales de 1948 acu- Salazar, León Felipe… la lista es muy extensa.
rección de la Revista Mexicana de Cultura en manos dió a ver a su amigo, Luis Manjarrez, político pobla- Su participación, junto con la de algunos de los más
de Juan Rejano. Admira el trabajo de éste en Romance no, sobrino de Froylán C. Manjarrez, para pedirle un distinguidos escritores mexicanos —en primerísimo
—en más de una ocasión habrá de señalar que ésa fue préstamo de cincuenta pesos con los que quería lle- lugar Alfonso Reyes, pero también Enrique Gonzá-
una de las publicaciones en que se inspiró para hacer var a pasear a su novia. Manjarrez, sorprendido por lez Martínez, Carlos Pellicer, Salvador Novo, Maria-
las suyas— y le da su pleno apoyo. Hacen juntos cin- los apuros de Benítez, consciente de su talento como no Azuela, Rodolfo Usigli…—, conformó una plana de
cuenta y nueve números. Benítez sintetiza así esa ex- periodista, lo llevó a conocer a un paisano e íntimo colaboradores imbatible. Sesenta años después aún
periencia y la razón por la que llegó a su término: “Co- amigo suyo: Rómulo O’Farril, que un par de años an- se lee con deleite la mayor parte de las colaboraciones
laboraron en el diario y en el suplemento notables pe- tes había adquirido la empresa periodística Publica- de aquellos primeros números del suplemento, cuyas
riodistas y escritores mexicanos y españoles, y creo ciones Herrerías, S. A., a la cual pertenecía el diario páginas se enriquecían además con los grabados y di-
que hicimos algo de buena calidad, pero a la muerte Novedades. Benítez le propuso la creación de un nue- bujos de Elvira Gascón, de Alberto Beltrán, del propio
prematura de Héctor Pérez Martínez, mi único apo- vo suplemento cultural que se llamaría La Cultura en Prieto y de Moreno Villa… Habrá que hacer alguna vez
yo en el gobierno alemanista, comprendí que nave- México y contaría con las firmas de grandes autores, a un catálogo de las obras plásticas (dibujos, grabados,
gábamos en aguas tormentosas. Como director, no lo que O’Farril accedió, según el propio Benítez, “sin fotografías) realizadas ex profeso para el suplemento.
podía traicionar al reportero cardenista y mantuve la saber de qué se trataba”. La gran calidad del proyecto de Benítez está a la
línea obrerista y campesina de los antiguos tiempos. O’Farril lo envía a ver a Alejandro Quijano, quien vista desde el primer número. Muchas publicaciones
Los conflictos hicieron crisis y se me aceptó la renun- dirige el periódico desde 1946. Quijano es asimismo periódicas mejoran conforme sus contenidos litera-
cia presentada a la muerte de Héctor Pérez Martínez. director de la Academia Mexicana de la Lengua des- rios y visuales se afinan y su cuerpo de colaboradores
Pasé varios meses cesante y demonizado.”6 de 1939 y presidente de la Cruz Roja Mexicana desde crece y se depura, y México en la Cultura no es la ex-
En este recuento Benítez omite el episodio que re- 1940 pero, como Benítez advierte de inmediato, no cepción, pero su primer número es ya un espejo fiel
presentó el punto final de su gestión como director de sabe nada de periodismo. Por necesidad, la relación de lo que se propone y de lo que conseguirá a lo largo
El Nacional. En gran medida, él mismo se encargó de entre ambos se limitará a ser cortés y distante, aun- de sus 665 apariciones.
ponerlo. Es fácil imaginar su hartazgo ante el asedio que Benítez, con su extraordinario y agresivo sentido Hay, en esa primera entrega, un breve ensayo de
de sus críticos (que veían en él a un enemigo del pri), del humor, al paso del tiempo habrá de gastarle algu- Antonio Castro Leal sobre T. S. Eliot; un ensayo más
acentuado seguramente tras la inesperada muerte de nas bromas con las que no dejaba de poner en juego extenso de Ramón Menéndez Pidal sobre los viejos
Pérez Martínez, el 12 de febrero de 1948. su cabeza, como ésta que solía contar Jaime García romances épicos; un texto de Henrique González Ca-
Uno o dos días antes de ese desenlace Benítez le ha- Terrés: “Acompaño a Fernando al periódico para ver sanova sobre Germán Díaz Arciniega; un cuento de
bía pedido a su jefe de redacción, Francisco Martínez al director, cuya oficina estaba en el tercer o cuar- Juan de la Cabada; cinco sonetos de Pellicer; ensayos
de la Vega, que separara a un reportero de la fuente de to piso, y una secretaria nos informa que temporal- sobre asuntos de artes plásticas de Ceferino Palen-
la presidencia de la República, a la que había estado mente don Alejandro despachará en una oficina de la cia, José Moreno Villa, Arturo Sotomayor y Enrique
asignado durante mucho tiempo, porque descubrie- planta baja. Allá vamos. En la provisional oficina en- Gual; ensayos de filosofía de Leopoldo Zea y Emi-
ron que aceptaba sobornos. “Una noche que acordába- contramos a Quijano y Fernando le pregunta la razón lio Uranga; textos diversos sobre ciencia, psicología,
mos sobre la primera plana Paco y yo —recuerda Bení- por la que mudó su despacho. cine, reseñas de libros, noticias literarias, además de
tez— sonó el teléfono de la red privada. Era Uruchurtu ”—Es que he tenido los pies inflamados toda la se- anuncios de conferencias y otras actividades cultura-
que me hablaba. Me dijo que me rogaba reponer en su mana —se duele el director. les en la Ciudad de México. Miguel Prieto se las arre-
fuente a ese redactor. Le dije: ‘Señor licenciado, deseo ”—Con razón no has escrito nada últimamente gla para hacer caber en ocho páginas una multitud de
aclararle que las fuentes son de la exclusiva competen- —responde Fernando.” cuartillas —tal vez ocho por página.
cia del director y yo no le tengo confianza a este repor- Cuando Benítez llega a Novedades el panorama de Pero el texto más importante del primer número
tero.’ El licenciado Uruchurtu, que después fuera lla- las publicaciones culturales luce casi desierto. Las es, en realidad, una nota sin firma —redactada por
mado el ‘Regente de Hierro’, era un hombre difícil y me que existen se cuentan con los dedos de una mano. Fernando Benítez, por supuesto— que aparece en la
contestó: ‘Pues si usted no acepta un ruego aceptará La Revista Mexicana de Cultura sobrevive en El Na- tercera página bajo el escueto encabezado “El suple-
una orden.’ Yo le dije: ‘Mi respuesta, licenciado, es que cional gracias a los esfuerzos de Rejano, pero su perfil mento de Novedades”. Contiene aseveraciones que
vaya usted a chingar a su madre.’”7 ha disminuido. El Departamento de Divulgación de denotan la época en que fueron hechas y que dejan
En algo debe haber contribuido esa respuesta a la la Secretaría de Educación Pública edita la estupen- ver a quiénes se quería dirigir y enfrentar la nueva
“demonización” del gran periodista. da revista semestral antológica América, animada publicación, y algunas de sus líneas, a la luz del ci-
por Marco Antonio Millán y Efrén Hernández, y en nismo en que se vive hoy día, quizá provoquen una
Benítez enfrentó un año difícil escribiendo su her- Guadalajara Emmanuel Carballo publica Ariel, una sonrisa irónica. Pero lo que desataca por encima de
moso libro La ruta de Hernán Cortés y colaboran- revista bimestral que busca dar a conocer a jóvenes todo es la lucidez con que se mira la cultura como un
do aquí y allá, en revistas amigas como Cuadernos escritores de Jalisco y otras partes del país. conjunto integral —que abarca no sólo las artes y las
Americanos. Por fin tenía tiempo para escribir (“yo Precisamente por ello el momento es propicio. Hace humanidades, como convencionalmente lo hicieron
sentía que tenía una vocación literaria que no ha- falta un espacio visible, de periodicidad frecuente, en durante mucho tiempo las revistas y publicaciones
bía tenido posibilidad de emplearse por el quehacer el que se publiquen colaboraciones de gran nivel y ac- culturales de su tipo, sino también las ciencias, las
periodístico”8), pero su situación económica era di- tualidad, que animen a la reflexión y el debate sobre lo ciencias sociales y la vida política nacional— y la vo-
fícil. Si de suyo era un manirroto (“más tardaba en que sucede en esa hora. Es el momento para capitali- luntad de transmitir esa visión a sus compatriotas y
zar la experiencia acumulada en El Nacional. conciudadanos.
“Yo tenía varios ases en la mano —ha escrito Bení- Son tan pocas las oportunidades de acceder a una
tez—. El primero que puse sobre la mesa fue el de Mi- colección de México en la Cultura (la que se resguarda
6 Benítez, “Los españoles en la prensa cultural”.
7 En Francisco Martínez de la Vega, Personajes, Océano-Fundación guel Prieto. Prieto era sin duda mejor diseñador grá- en la Hemeroteca Nacional está sumamente deterio-
Manuel Buendía, 1986, 240 pp. fico que pintor. Sabía componer una página de gran rada, al punto de ser casi inmanejable) que no parece
8 Julia de la Fuente, Gabriela Peyrón y Luz del Carmen Valcárcel, expresividad y vigor. Jugaba con los negros y los blan- descabellado cerrar este balance sobre sus orígenes
“Entrevista a Fernando Benítez”, noviembre de 1981, apéndice de la
tesis de licenciatura Índice del suplemento México en la Cultura y estudio cos del modo más armonioso y hacía valer los graba- citando in toto ese escrito que demuestra que su autor
preliminar, presentada ante la Universidad Iberoamericana en 1985. dos dispuestos en forma sobresaliente.” sabía perfectamente qué clase de PA S A A L A PÁ G I N A 1 9

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U N S I G LO D E F E R N A N D O B E N Í T E Z

Ventana que miraba simultáneamente dentro y fuera de México, forja de escritores,


vanguardia estética y política, los suplementos animados por Fernando Benítez labraron
una tierra que habría de ser fecunda. Este texto está tomado de un libro que comienza a
circular: Plural en la cultura literaria y política latinoamericana. De Tlatelolco a
El ogro filantrópico”, puesto en español por David Medina Por
“El Portillo

F R AG M E N TO

Suplementos y Mafia
JOHN KING

E
n 1956, en el número 8 de mediados de los años cincuenta, cuando menos de del buen gusto’.”2 Pacheco se convertiría en jefe de
de la Revista Mexicana diez mil personas leían y compraban libros regular- redacción de La Cultura en México, cargo que ocu-
de Literatura, José Luis mente, según la cifra de Daniel Cosío Villegas citada pó hasta diciembre de 1971, “cuando Benítez me
Martínez traza un pano- en una nota por José Luis Martínez. hizo director y yo, como el duque de Windsor, ab-
rama de la cultura mexi- Al referirse a los suplementos culturales, Martínez diqué inmediatamente la corona a favor de Carlos
cana en ese momento. En piensa en México en la Cultura, publicación semanal Monsiváis. La renuncia me parece un acierto: per-
él subraya la importancia del periódico Novedades, fundada y dirigida por Fer- mitió que el suplemento se renovara por completo
de las publicaciones cul- nando Benítez entre 1949 y 1961. Cuando un conserva- gracias a la llegada de una nueva generación.”3 Los
turales: “La proliferación dor Novedades objetó la actitud prorrevolucionaria de suplementos culturales de periódicos y revistas
extraordinaria de las re- Benítez y su equipo después de 1959, éste renunció y ofrecieron empleo a los escritores, un público para
vistas culturales está condicionada en México por emigró con su grupo al semanario Siempre!, encabeza- sus ensayos, poemas o cuentos más amplio que
la tradicional pobreza —de recursos, de público, de do por José Pagés Llergo. El nuevo suplemento, La Cul- cualquiera de las revistas pequeñas —audiencias
‘mercado’— en que ha vivido nuestra cultura y por la tura en México, publicado durante los años sesenta y de decenas de miles en lugar de los, cuando mucho,
necesidad que experimenta el escritor de hacer pú- setenta, se volvió el foro principal de escritores y críti- mil o menos lectores—, así como la posibilidad de
blica su obra inmediata, de conocer la producción y cos. Ambas publicaciones representaron para muchos, difundir sus libros entre ese amplio público. Aun
las opiniones de sus contemporáneos y de registrar o en palabras del poeta y ensayista José Emilio Pacheco, cuando alguna voz aislada expresó sus reparos —el
conmemorar los acontecimientos que interesan a la “nuestra universidad abierta, nuestra invitación a leer, poeta Tomás Segovia alertó en contra de la influen-
actividad de su espíritu.” Registra 64 revistas, aun- a escribir, a pensar”. Pacheco ofrece una instantánea cia del periodismo—,4 pocos escritores le darían la
que también anota que la mayoría de ellas son preca- de México en la Cultura en 1956, cuando él tenía ape- espalda a esta aventura creada tanto para exponer
rias económicamente y —de acuerdo en esto con Oc- nas diecisiete años: “Cada sábado yo esperaba la lle- a los escritores y artistas mexicanos como las acti-
tavio Paz— de calidad muy desigual, con ocasionales gada del suplemento y lo leía palabra por palabra sin vidades de las editoriales mexicanas, en particular
destellos de inteligencia y “auténtica pasión intelec- omitir los anuncios. Aquel año se referían a la antigua las del Fondo de Cultura Económica, entonces bajo
tual”. Habla también de la aparición de suplementos colonia Juárez como la ‘zona rosa’ o ‘la zonadel arte y
culturales en algunos periódicos y de varias revistas
editadas por jóvenes escritores.1 Tal es el panorama 2 José Emilio Pacheco, “El Puente de Nonoalco y el avión de
Balderas”, La Jornada, 8 de octubre de 1995, p. 28.
3 Idem.
Revista Mexicana de Literatura, 8, noviembre-diciembre de 1956, pp. 39-45 4 Tomás Segovia, “Periodistas y escritores”, Revista de la Universidad
1 José Luis Martínez, “Los confl ictos de la cultura mexicana actual”, y 55-56 de México, 12, 10 de junio de 1959, p. 28.

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Collage: "Lo que la mafia se llevó", 1965, HÉCTOR GARCÍA, cortesía Museo del Estanquillo

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la dirección del argentino Arnaldo Orfila. Estos su- Las críticas Kristine Vanden Berghe y Deborah descubrí la existencia de la Mafia, a quien entonces
plementos fomentarían también un “nuevo perio- Cohn han analizado a los escritores que participaron mi epatamiento adolescente consideraba inaccesi-
dismo”, con entrevistas y crónicas como las de Elena en estas dos revistas y sus vínculos con el amplio cam- ble y mortal, rodeada de fosas y puentes levadizos y
Poniatowska, las mordaces incursiones de Monsi- po intelectual, dominado por un conjunto de institu- coronada por la figura de una princesa, desde lue-
váis en la alta cultura y la cultura popular, o los inge- ciones culturales financiadas por el Estado. Ambas go Elenita Poniatowska. Después entendí que la
niosos e irreverentes ensayos del poeta Gabriel Zaid. están convencidas, en palabras de Cohn, de que “la Mafia era sólo el nombre que quienes fracasaban
De hecho, cuando Fernando Benítez escribió la literatura y la actividad cultural mexicanas fueron la o quienes aspiraban adjudicaban a quienes traba-
presentación del primer número de La Cultura en materia prima de los suplementos: columnas semana- jaban y tenían éxito.”8 Al tenor de Monsiváis, los
México en 1961, apeló al apoyo de una comunidad les… dedicadas a reseñar lo que los autores mexicanos mismos nombres se repiten en los suplementos,
de lectores que se extendía desde los estudiantes y estaban haciendo; a dar seguimiento a la recepción de las revistas y las diferentes empresas culturales de
editores de revistas al mismo presidente López Ma- los libros mexicanos en casa y en el extranjero; a sa- la unam. Pero era un grupo que se renovaba, inte-
teos: “Los científicos, los artistas, los escritores, los ber qué y a quiénes publicaban los diarios y editores grando a nuevos miembros todo el tiempo.W
hombres liberales, los estudiantes de provincia, to- mexicanos; y cómo la industria editorial mexicana es-
dos los que entendieron la significación de una tarea taba floreciendo tanto en el plano nacional como en el
modesta pero animada por el deseo de exaltar los va- internacional.”7 Como Vanden Berghe ha señalado, al- John King, profesor de The University of Warwick,
lores esenciales de México, estuvieron con nosotros gunos nombres aparecen con regularidad en esas pá- ha escrito sobre la revista Sur y sobre el cine en
cuando afrontábamos una dura prueba. Debemos ginas: el crítico de cine Emilio García Riera, el crítico América Latina.
decir que el primero en acudir desinteresadamente Emmanuel Carballo, los escritores Juan Vicente Melo,
en nuestra ayuda, sin otro deseo que el de continuar Carlos Monsiváis, Juan García Ponce, Carlos Fuen-
una obra cultural interrumpida, fue el Presidente de tes, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska y Julieta
la República.” Campos, y los poetas Alí Chumacero, José Emilio Pa-
En la página siguiente, una serie de saludos de checo y Gabriel Zaid. Tales nombres se repetirán en
los escritores e intelectuales de Europa y América las diferentes instituciones culturales de la ciudad de
—Wright Mills, Alejo Carpentier, Juan Goytisolo, México. […]
Pablo Neruda, Augusto Roa Bastos, Arnaldo Orfila Estos escritores y artistas serían conocidos como la
Reynal— se unió a mexicanos como Paz, Yáñez, Ta- “mafia”. En 1967 el escritor argentino Luis Guillermo
mayo, Siqueiros y Alfonso Caso, celebrando y apo- Piazza consagró el término en La mafia, título apenas
yando la nueva empresa de Benítez.5 Un admirador disfrazado de su roman-à-clef sobre los escritores que
temprano, quien iba a retirar su apoyo cuando La colaboraban principalmente en La Cultura en México.
Cultura en México publicó una crónica del asesina- Se trató de un título que corrió con suerte debido a que
to del líder campesino Rubén Jaramillo junto con contenía algunos elementos de verdad. Por supuesto,
su familia en 1962 a manos del ejército, fue el presi- ya pasado ese tiempo varios de los principales prota-
dente López Mateos. En efecto, de acuerdo con Ga- gonistas tomarían con humor esa acusación. Carlos
briel Zaid —en un ensayo publicado por primera vez Monsiváis escribió en 1965: “Fue leyendo México en la
en Plural en abril de 1975— el presidente intentó, sin Cultura, en la gran época en que la dirigían Fernando
éxito, cerrar el suplemento, pero Pagés Llergo resis- Benítez, Gastón García Cantú y Vicente Rojo, cuando
tió tan abierta intervención.6

7 Deborah Cohn, “The Mexican Intelligentsia”, pp. 158-159. Para un 8 Carlos Monsiváis, La Cultura en México, 202, 1965, p. iv. Citado en
5 La Cultura en México, 1, 1961. detallado análisis de los dos suplementos véase Kristine Vanden Berghe, Kristine Vanden Berghe, “Los mafiosos del boom. Literatura y mercado
6 Gabriel Zaid, “Tres momentos de la cultura en México”, Plural, 43, La cultura en México (1959-1972) en dos suplementos: México en la Cultura en los años setenta”, en Literatura y dinero en Hispanoamérica, N. Lie
abril de 1975, p. 14. Incluido en Cómo leer en bicicleta: problemas de la de Novedades, y La Cultura en México de Siempre! (tesis de maestría, unam, y Y. Montalvo Aponte (comps.), Vlaams kennis-en Cultuurforum,
cultura y el poder en México, Joaquín Mortiz, México, 1975, p. 189. México, 1989). Bruselas, 2000, pp. 54-55.

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a ENERO DE 2012
Ilustración: VICENTE ROJO
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Fundamental herencia de todo hombre de letras es su biblioteca personal. La de Fernando


Benítez ha encontrado un destino feliz, que no sólo le permitirá mantenerse unida sino que
potenciará su riqueza al ponerse al alcance del público gracias a las herramientas de la
tecnología contemporánea. Aquí, quien encabeza la fundación que asumió la preservación del
acervo que Benítez conformó en vida explica las razones y el porvenir de ese tesoro cultural

A RT Í C U LO

La biblioteca
de Fernando Benítez
JORGE VON ZIEGLER

E
n El libro de los desastres, de nuestros mejores libros y manuscritos… Quizá esta ca básica de historia mexicana. No me falta ningún
que publicó cerca del fi- historia incompleta, si es leída, podrá servirnos para libro importante de la literatura universal. Podría
nal de su vida, Fernando cuidar y preservar lo que se ha logrado retener. Es cier- leer mis libros doce horas diarias hasta los ochenta
Benítez incluyó un capí- tamente una luz roja de peligro. Dejamos atrás el pa- o los ochenta y cinco años y sé que al final podrán
tulo dedicado a hablar del sado. Defendamos el resto de nuestro legado. ¿Quién bastarme veinte, treinta, quizá cincuenta libros.”
“destino fatal de todas las piensa ya en libros cuando nos falta el pan?” Acabó reuniendo un número de ejemplares que
bibliotecas mexicanas”. En varios momentos de este capítulo, Fernando Be- son importantes por lo que cada uno lleva escrito
Recordó allí las pérdidas nítez no dejó de pensar en su propia pasión por los li- y también por lo que en conjunto dicen. Sin propo-
y los maltratos sufridos bros y en su biblioteca. Tuvo siempre una conciencia nérselo, y aun queriendo evitarlo, Benítez dejó uno
en el siglo xix por las bi- exacta de la naturaleza de su colección al lado de esos de esos ricos legados que llamaba a defender.
bliotecas conventuales a raíz de las leyes de Reforma; tesoros bibliográficos, al punto de juzgar que en com- Escéptico sobre el valor y el destino de sus li-
la suerte de los libros del editor y librero José María paración no valía nada; la consideraba sólo una herra- bros, hoy se sentiría quizá complacido de saber que
de Andrade, extraídos de México por Agustín Fis- mienta de trabajo, no la obra de un bibliófilo, a la que no han tenido la suerte de otros que tanto le dolió. A
cher, capellán de la corte de Maximiliano, y rema- desde joven se había resistido. De un lado veía las bi- su muerte en el año 2000, su biblioteca no escapaba,
tados en París y Londres; la dispersión de las biblio- bliotecas de un José Luis Martínez o un Andrés He- en la casa que habitó en Coyoacán, a las dificultades
tecas de José Fernando Ramírez y Joaquín García nestrosa, la mano del coleccionista dominada por la —espacio, restauración, cuidados preventivos, cata-
Icazbalceta; los acopios de documentos mexicanos exhaustividad y el afán de valor y rareza; del otro, las logación— que enfrenta el cuidado de casi todos los
hechos por los coleccionistas extranjeros Bancroft, de intelectuales, escritores y estudiosos, como él, que legados documentales de carácter personal. Su fa-
Carter Brown, Sutro, Huntington y muchos otros; la sólo contaban con lo que sus gustos y sobre todo su milia tenía el comprensible interés de asegurar que
venta de la biblioteca de José María de Ágreda y Sán- quehacer iban dictando. este importante legado tuviese el mejor destino y se
chez; el mercantilismo del bibliógrafo Nicolás León, Subestimaba, sin duda, la importancia de las biblio- conservara en México íntegro y en condiciones óp-
por quien “México perdió bibliotecas enteras de un tecas de trabajo, que suelen ir mucho más allá de su timas. De este modo aceptó, diez años después, a fi-
gran valor”; y, ya en el siglo xx, la venta al extranjero condición utilitaria. Él mismo, en un párrafo tachado nes de 2009 y principios de 2010, la propuesta de un
de las bibliotecas de Genaro García y Luis González en el manuscrito de El libro de los desastres, dice: “Tra- grupo empresarial de Monterrey de adquirirla y ga-
Obregón. “Lloramos la pérdida asombrosa de Gena- té de dominar mi heredada pasión de coleccionista… rantizar no sólo su protección y preservación, sino
ro García”, dice Benítez, “pero el gran público ignora Sin embargo, muero rodeado de libros debido a una de darle un sentido social, reconociendo su carácter
que fue un riachuelo en el torrente de la emigración fatalidad. Tengo códices, libros de arte, una bibliote- de patrimonio cultural de México.

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Fotografía: HÉCTOR GARCÍA

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Dicho grupo cedió el acervo Benítez a la Fun- les de Mesoamérica, desde olmecas y mayas hasta az- personal de Fernando Benítez se da en la forma de
dación Dr. Ildefonso Vázquez Santos (Biblio-Red), tecas y mixtecos. la exposición Benítez en la cultura que, con motivo
creada como asociación civil en febrero de 2011 para El archivo personal consiste en más de doce metros del centenario del escritor, se presenta en el Pala-
constituirlo en el proyecto piloto de un plan de largo lineales de documentos de toda índole que registran cio de Bellas Artes, y para la que la fundación ha
plazo enfocado a contribuir a la conservación y la va- partes considerables de la vida, los procesos intelec- prestado alrededor de cincuenta piezas, entre ma-
loración del patrimonio bibliográfico y documental tuales y los hábitos creativos del escritor. Se subdivide nuscritos, originales de libros, cartas, fotografías,
de México, sin excluir otras clases de patrimonios y en varias clases de piezas y documentos: cartas, docu- dibujos, libros, periódicos y recortes de prensa. El
manifestaciones culturales de igual importancia. mentos personales, manuscritos, originales de libros, interés de la fundación reconoce la necesidad de
Así, la biblioteca de Fernando Benítez, coincidiendo hemerografía, fotografía, gráfica y otros materiales. establecer alianzas permanentes con las institu-
con el centenario de su nacimiento, se convierte en La correspondencia abarca un periodo de más de 60 ciones y los organismos, tanto públicos como pri-
el primero de otros acervos culturales que, de acuer- años, que va de 1936 a 1999, y en ella destaca la sosteni- vados, que tienen bajo su responsabilidad acervos
do con el cometido explícito que asume la fundación, da con escritores como Paz, Fuentes, Pacheco y Mon- del patrimonio cultural, para llevar a cabo proyec-
puedan ser recuperados y depositados en distintos siváis, y artistas como Vicente Rojo, José Luis Cuevas tos conjuntos, sumar recursos materiales y hu-
lugares del país, en espacios adecuados y bibliotecas y Juan Soriano, cuyas cartas, ilustradas, constituyen manos, colaborar en materia de asesoría técnica,
creadas ex profeso, enlazadas mediante el trabajo verdaderas obras plásticas por sí mismas. Esta corres- intercambiar información y compartir experien-
cooperativo y la tecnología. pondencia permite recrear y reconstruir pasajes rele- cias, pensando siempre en el deber de permitir el
La biblioteca de Fernando Benítez ejemplifica con vantes y aún desconocidos de la vida de Benítez o de la acceso del público, de la sociedad, a ese patrimonio
perfección el alto valor que tienen, frente a las patri- historia contemporánea de México, como sus inicios que de otro modo no puede llamarse común.
moniales, las bibliotecas personales o de trabajo. En en el periodismo, en especial su paso por El Nacional Los dispositivos tecnológicos, la automatiza-
primer lugar, como reflejo o retrato intelectual de en la década de 1940; las primeras reacciones de los in- ción y estandarización de los modelos de descrip-
quienes las formaron y utilizaron, así como material telectuales mexicanos cercanos a Benítez a los hechos ción bibliográfica y los sistemas de administración
de estudio de las fuentes y la historia de su obra y de de 1968, o su gestión diplomática en República Domi- de colecciones digitales han vuelto irrelevantes el
sus procesos creativos. La de Benítez consta de tres nicana en la última década de su vida. lugar donde se encuentran los acervos y las perso-
núcleos cuya conjunción le da su singularidad entre Dentro del archivo personal, la parte más exten- nas y organizaciones que los poseen y administran.
las colecciones de grandes intelectuales mexicanos: sa la ocupan los cuadernos y libretas de apuntes (más No existe ninguna razón por la que las bibliotecas
sus libros, su colección de arte prehispánico y su ar- de 260), al igual que los manuscritos y los borradores personales valiosas deban concentrarse en un solo
chivo personal. La biblioteca propiamente dicha se y originales mecanográficos de las obras de Benítez, recinto o una sola ciudad, o reservarse al ámbito
compone de 9 130 volúmenes y, aunque incluye títu- desde sus obras de juventud (los cuentos de Caballo y público o el privado. Los repositorios digitales ga-
los de prácticamente todas las materias, se concen- Dios y las crónicas reunidas póstumamente en La ciu- rantizan la preservación, si no del soporte físico de
tra en historia y etnografía de México, antropología, dad que perdimos) hasta los libros de la madurez (diver- los objetos culturales, sí de sus copias y por tanto
ciencias sociales y literatura. sas partes de Los indios de México; Lázaro Cárdenas y de sus contenidos; las llamadas interfaces posibi-
En esos libros está escrita gran parte de la histo- la Revolución mexicana; Morelos; Un indio zapoteco lla- litan la conexión en distintos niveles de todos los
ria personal de Fernando Benítez: sus pasiones inte- mado Benito Juárez; Los demonios en el convento y El repositorios y la coexistencia de puntos de acceso
lectuales, sus lecturas y hábitos de lector, su escritu- peso de la noche). En su mayoría, se trata de las versio- tanto individuales como federados o comunes.
ra, sus ideas y sus amistades. Un considerable núme- nes de trabajo de las obras, corregidas y anotadas am- Las bibliotecas, los archivos, los museos, los cen-
ro lleva notas y marcas de lectura en las que Benítez pliamente por el autor. Seguramente se trata de uno de tros de investigación y las organizaciones de patri-
plasmó sus dudas, sus descubrimientos, sus coinci- los acervos de manuscritos más extensos dejados por monio cultural en México tienen hoy la responsa-
dencias y objeciones, en un diálogo íntimo y abier- algún escritor mexicano. Será una labor de años leer bilidad de reflexionar no sólo en la manera en que
to con otros autores. Diálogo contenido también en y transcribir la totalidad de los borradores y las notas, conservan sus acervos físicos o los han puesto al
más de seiscientos libros dedicados y autografiados pero incuestionablemente el conjunto contiene un vas- servicio del público, sino en la posibilidad de crear
por sus autores, desde los Nobel Yasunari Kawaba- to número de textos inéditos, entre los que destacan catálogos colectivos, definir y adoptar estánda-
ta, Gabriel García Márquez y Octavio Paz, y premios los fragmentos de una autobiografía y de una última res que hagan interoperables los sistemas que al-
Cervantes como Carlos Fuentes, Álvaro Mutis, Ser- novela, narraciones, textos ensayísticos y reflexiones macenan y publican sus colecciones digitales, dar
gio Pitol y José Emilio Pacheco, hasta un catálogo diversas. tratamiento común a los derechos de autor y crear
ampliamente representativo de la literatura mexi- En su sede en Monterrey, la Fundación Vázquez plataformas de acceso común que permitan dar
cana del siglo xx, con autores como Alfonso Reyes, Santos, además de haber iniciado la catalogación de visibilidad a sus materiales en la red y facilitar las
Manuel Maples Arce, Enrique González Martínez, todo el acervo, lo ha dotado del mobiliario para su res- búsquedas de los lectores. La proverbial tenden-
Rodolfo Usigli, Agustín Yáñez, Juan Rulfo, Jaime Sa- guardo y ha concluido ya su restauración. Al mismo cia al aislamiento, la dispersión y aun la rivalidad
bines, Salvador Elizondo, Juan García Ponce, Carlos tiempo, adquirió el equipo necesario para iniciar su de los acervos, las colecciones y las instituciones
Monsiváis y Elena Poniatowska, entre muchos otros. digitalización como punto de partida del proyecto de mexicanas, debiesen ser sustituidos, como ocurre
En cuanto a los códices mexicanos que citaba en crear un repositorio digital de todas sus colecciones y en las regiones del mundo y las naciones que hoy
primer lugar y con tanto orgullo, Benítez reunió un portal electrónico para su publicación en internet. están logrando dar acceso universal a su patrimo-
una colección de más de cien ediciones facsimilares Esto permitirá que este patrimonio de ideas, formas, nio, por un verdadero espíritu de compartir lo que
de códices mexicanos y libros acerca de ellos, que creaciones, conocimientos y valores esté, como sin —se dice tanto— es de todos. Eso evitará, como lo
comprende la totalidad de los códices prehispánicos duda lo hubiera querido Fernando Benítez, al alcance pedía con su inolvidable vehemencia Fernando Be-
existentes, algunos en varias ediciones, y alrededor de todos. nítez, que se sigan escribiendo más páginas y capí-
de cuarenta de los códices coloniales. La fundación, asimismo, ha dado sus primeros pa- tulos de nuestro libro de los desastres.W
Por otro lado, la colección de arte prehispánico, sos en la colaboración con otras instituciones y biblio-
calificada por Carlos Fuentes de “asombrosa”, reúne tecas, como es el caso del Instituto Nacional de Bellas Jorge von Ziegler, escritor, dirige la Fundación
piezas de prácticamente todas las culturas principa- Artes. El primer acercamiento del público al acervo Vázquez Santos.

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RESEÑA

Sin aspavientos,
El agua quemada retrata
la urgente sublevación
de un pueblo sometido.
Fernando Benítez
condensó en esta novela
su opinión sobre la
explotación y la justicia,
sobre el valor colectivo
y la podredumbre del
régimen emanado de
la Revolución. En su
estructura simple y sus
personajes sin claroscuros
se manifiesta el deseo del
novelista de presentar
una situación límite que
confronte al lector y lo
involucre

COLECCIÓN POPULAR
1ª ed., 1961, 182 pp.
978 968 16 0635 0
$78
El agua envenenada /
Dudosos venenos
INGRID SOLANA

N
adie encarna nuestras en la Reina Margot o con El libro de los venenos de An- compasión religiosa lo incita a la no tan sorpresiva
emociones como no- tonio Gamoneda; la sorpresa es que el agua envene- obediencia católica de poner la otra mejilla. Ahora
sotros mismos, así que nada de Benítez sólo alcanza a marearme y a dejar la bien, toda esa escena final de un pueblo enardecido
expresivamente están impresión ambigua de una sensación a medias. Esta incendiando la casa del poderoso, aventando piedras
condenadas a la opaci- novela se inscribe en la literatura testimonial, pero y armada, hasta los dientes con cuchillos y metra-
dad. Las masticamos también tiene algo de diario, de memorias y, por su- lletas caseras, tiene mucho de thriller y es una de las
a través del lenguaje, puesto, mucho de confesión, aunque ésta no la senti- partes más dinámicas de El agua envenenada, quizá
pero nunca se ofrecen mos sino hasta el final, cuando se relatan los hechos donde realmente sentimos transcurrir la acción. Di-
tan nítidas como fue- más violentos de la trama. gamos que lo anterior, la descripción morosa, el es-
ron experimentadas. Narrada en primera persona, con una estructura crutinio contextual y demás, es un poco más lento,
El arte sublima la emoción cuando es tan sutil que simple, relata la historia de Tajimaroa, un poblado aunque no está exento de prodigios poéticos como
apenas nos roza. Y, por segundos, olvidamos quié- en Michoacán que asesina a su cacique explotador éste: “Los hombres, como la luna, tienen dos caras.
nes somos y podemos contemplar, por fin, la alteri- después de treinta años de sometimiento. El relato Una permanece voluntariamente sustraída de las
dad. El testimonio literario funciona por una cons- es contado por un cura compasivo, excesivamente miradas y a las más finas inquisiciones; otra, la visi-
tante explotación de ciertas sutilezas. La literalidad plano por momentos, que todo, absolutamente todo, ble, es de tal modo compleja, encierra tantas contra-
casi nunca conmueve y la insinuación alcanza mu- lo ve con la lupa de la bondad y la misericordia. Los dicciones bajo los accidentes comunes del rostro, que
cho más el contexto, siempre particular y único, del otros personajes, quizá porque él mismo es así y así aun para los que tenemos acceso a la mitad vedada, es
lector. De ahí que nos someta la culpa que recorre la los mira, son iguales: o muy buenos o muy malos, casi imposible penetrar en el sentido de esos dos ros-
Trilogía de Auschwitz de Primo Levi o la compleja pero lo que es un hecho es que la postura política del tros sin incurrir en graves deformaciones.”
sinceridad de Rousseau en sus Confesiones. cura es muy clara: el pueblo oprimido debe liberarse. Aquí sí, con estas anotaciones de carácter univer-
Con la idea de que todo libro abre el mundo y nos Él simpatiza con los feligreses, pero, cuando tienen sal, la novela de Benitez alcanza un esplendor, lumi-
sumerge en su marasmo expresivo destinado a hora- cercado a don Ulises —el terrible cacique, caricatura nosidad extinguida por la poca complejidad de los
dar un interior, me acerco a El agua envenenada de del hombre poderoso que piensa que el pueblo es fe- personajes, por su ausencia de dudas, por su com-
Fernando Benítez. Espero sucumbir a su intoxica- liz bajo su látigo porque no sabe vivir en la libertad—, plexión rotunda y fija como si fueran los prototipos
ción tal y como me sucedió con aquel tratado de caza se pone de parte del opresor y lo defiende, porque su de la picaresca. En cambio, el  PA S A A L A PÁ G I N A 1 9

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RESEÑA

Algunos de los temas que


obsesionaron a Fernando
Benítez se expresan en
este libro de carácter
misceláneo. Crónica,
historia, libro de viajes
—por el tiempo, por la
geografía que recibió
a los conquistadores
en el siglo XVI —, este
volumen es asimismo un
acercamiento al problema
indígena, escrito en
un momento en que
México vivía una dudosa
metamorfosis de lo rural
hacia lo urbano

COLECCIÓN POPULAR
3ª ed., 1964, 308 pp.
968 16 0959 X
$99
La ruta de Hernán Cortés /
Escalera y abismo de México
JORGE MENDOZA ROMERO

Q
uien decide narrar la conquis- al indígena de 1519 lo apartan 430 años (el libro se pu- LA RUTA DE FERNANDO BENÍTEZ
ta de los pueblos subordinados blicó durante los primeros días de 1950). Benítez es-
al imperio azteca y el arrasa- cribe desde el México de Miguel Alemán, responsable Indignante y ominosa fue la distancia entre la glo-
miento de Tenochtitlan se en buena medida del cambio del país campesino al país ria pasada y la pobreza con la que se topó Fernan-
abre paso entre las versiones urbano donde no tienen cabida los pobres, mestizos y do Benítez y que sería determinante para el cono-
legadas por los cronistas, los mucho menos los indígenas. cimiento del mundo indígena contemporáneo. A
documentos de los nobles in- sus 38 años, con La ruta de Hernán Cortés, inicia el
dígenas y los testimonios periodo más productivo de su obra. En el próximo
recogidos por frailes e his- BAJO EL SIGNO DE PLUTÓN medio siglo novelas, crónicas, reportajes y ensayos
toriadores del siglo xvi. abarcarán prácticamente todos los periodos histó-
Preferentemente se narra desde el ángulo de los En el México de 1950 también culminaron varios es- ricos del país hasta 1970: la Conquista, la Colonia,
españoles en compañía del silencioso avance de sus tudios sobre lo mexicano que se habían iniciado déca- la Independencia, la Reforma, la Revolución y la es-
aliados cempoaltecas y tlaxcaltecas. Los relatos das atrás. De un lado los estudios del grupo Hiperión tela cardenista.
indígenas de azoro e incredulidad son la minoritaria como Los grandes momentos del indigenismo en Mé- El conocimiento orgánico del pasado y el pre-
contraparte. xico de Luis Villoro, de otro El laberinto de la soledad sente se dilatará en los cinco tomos de Los indios de
Fernando Benítez opta por un régimen de seve- de Octavio Paz. Por su parte Benítez se pregunta si la México, del que conviene recordar este pasaje aho-
ridad frente al aparato crítico en La ruta de Hernán mexicana es una cultura plutónica. Los volcanes, las ra que el gobierno dio autorización a trasnaciona-
Cortés. Los sucesos vuelven a contarse en el orden pirámides y el nacimiento del Paricutín en 1943 se les canadienses para que exploten las minas donde
cronológico de quien envió la relación de la conquis- adunan para sugerir una hipótesis sobre el carácter se encuentra Wirikuta, la zona sagrada de peregri-
ta de México a Carlos V y que Benítez complementa del mexicano. nación de los huicholes: “Lo que debemos entender
con el relato de las expediciones que precedieron a la A diferencia del ánimo crepuscular y el tono me- es que los indios no pueden ser vistos aisladamen-
de Cortés: los viajes de Colón y las exploraciones de nor asignados desde Vicente Riva Palacio, Luis G. te. No son pequeños o grandes grupos que viven
las islas y de la tierra firme. Junto al valor de los con- Urbina o Pedro Henríquez Ureña, no es el melancóli- de acuerdo con determinados patrones culturales,
quistadores se acumulan los atropellos; junto a la fe, co Saturno, sino su hijo, el incendiario Plutón, quien sino que son ellos y algo más: los indios y los bos-
la insaciable sed de oro. mejor refleja lo que durante los años del nacionalis- ques, los indios y las tierras, los indios y los som-
Benítez rompe la dependencia con el discurso his- mo cultural se convirtió en una fiebre. Para Benítez, breros, los indios y el café, los indios y el henequén,
toriográfico gracias a un cruce de miradas y tempo- la centenaria opresión en que ha vivido el indígena los indios y el ganado.”
ralidades: los viajes, las exploraciones, las matanzas no alcanza a explicar “los súbitos sacudimientos del La obra indigenista de Fernando Benítez dio voz
son referidos bajo la perspectiva del historiador pero alma nacional”. Es el paisaje que promueve la exa- a quienes no tenían voz en una época que, como
la presencia de Benítez en los escenarios habilita las cerbación inesperada; subterránea corriente sin la nuestra, amenazaba con su exterminio, de la
evocaciones instantáneas de la crónica. El primer ademanes. que La ruta de Hernán Cortés es el primer capítu-
capítulo retiene la brújula ficticia de mitos y ciuda- El perfil dado al indígena por Villoro otorga atribu- lo. Su lectura se vuelve necesaria porque hasta el
des fantásticas que alimentaron la imaginación y la tos semejantes a los de Benítez. Nuestro pensamien- día de hoy no hemos pagado la deuda con el mundo
codicia del europeo. Columbra todos sus cuadran- to, incapaz de comprenderlo a través de las categorías indígena.W
tes: desde la legendaria Atlántida hasta los sueños occidentales, intuye al indígena como dimensión de
de islas de la Edad Media. Los momentos más plás- su existencia que corre inconscientemente y que sólo
ticos del libro se deben a la eficaz pintura del paisaje puede ser recuperada a través de la praxis y no a través Jorge Mendoza Romero es uno de los antologadores
a pesar de una traducción sin matices. Para Benítez del pensamiento. de La luz que va dando nombre. Veinte años de la
el ascenso de la costa al altiplano coordina una la- Las insuficientes políticas del Estado y las prácticas poesía última en México y de El oro ensortijado.
bor civilizatoria, “lo mismo con el vegetal que con el sociales de discriminación convirtieron en profecía Poesía viva de México. Es coeditor de la revista
hombre”. autocumplida el carácter plutónico a través de la lla- electrónica Círculo de Poesía (www.circulodepoesia.
Ante el imaginario que acompañaba al español y marada indígena de 1994. com).

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RESEÑA

Hay una sabrosa ambigüedad


en el título de estas crónicas. Es
al mismo tiempo el testimonio de
un recorrido y una invitación a
emprender otro, cuyo destino es
también vago, pues la capital, sin
serlo geográficamente, es el polo
en torno al cual orbita buena parte
de los problemas sociales del país.
O al menos así era cuando Benítez
emprendió este fascinante periplo
alrededor de la ciudad de México

Viaje al centro de México /


COLECCIÓN POPULAR
1ª ed., 1975, 388 pp.
978 968 16 0906 3
$126
Viaje de ayer, viaje de hoy
PAOLA VELAS CO

A
lgo queda en los cuadros mación de Ciudad Nezahualcóyotl, Chalma, Metepec, rra, aprovechamiento del terreno, riego, asistencia
de Velasco, otro poco en Tenancingo, Malinalco, Ozumba, Chimalhuacán, en- técnica, gestión de créditos, distribución equitati-
la sentencia con que don tre muchos otros, y de los pequeños poblados que se va de las ganancias, una escuela y una granja que
Alfonso Reyes saludó a apiñan a su alrededor, imaginándoles un futuro espe- permitiera a los niños comer un huevo diario. Al
los viajantes del altiplano ranzado, mientras el lector se asombra de que Chal- parecer su pequeña utopía rural resultó ejemplar.
central. El pincel del pri- co, inundada cada año por las aguas negras, haya sido Especie de apuesta y de reto propio “para demos-
mero la hace visible; el se- bautizada por el jesuita Landívar Civitas Argentea trarle al país que los campesinos no son atávica-
gundo la evoca mediante Chalcis, por estar al lado de una hermosa laguna pla- mente perezosos, ni son irresponsables, ni son
la palabra, pero en el siglo teada de agua dulce. incompetentes como lo han propalado sus explo-
xxi apenas si podemos Para un lector contemporáneo, ignorante a detalle tadores”, Benítez tuvo el apoyo del ejecutivo y del
imaginar la cualidad que tuvo esa “luz resplande- de las transformaciones del altiplano y del sufrimien- gobernador sin el cual parecería irrealizable su
ciente que hace brillar la cara de los cielos”. La rever- to que conllevaron para una gran mayoría excluida del proyecto.
beración solar en las montañas “donde el aire se pu- progreso, Viaje al centro de México y su autor se con- Treinta y seis años después de que El Rosal fue-
rifica” y que tanto sorprendió a Humboldt se opaca vierten en una suerte de Beatriz que lo guía a través de ra inaugurado, mucho tememos que el esfuerzo se
ahora al contacto con la densa nata, tristemente fa- la historia de su tierra y sus pobladores, no para con- haya perdido, que no fue éste el punto de partida
miliar, que compone el aire de un territorio ensom- formarlo con la idea nostálgica de que todo pasado fue para que otros ejidatarios continuaran el prototi-
brecido. Fernando Benítez nos muestra la ruina de mejor, sino para obligarlo a reconocer la responsabili- po comunal que Benítez reproducía, en parte, de
la región más transparente del aire al internarse en dad que los individuos tienen en el destino común del la experiencia china de la Tachai de Young Kui, la
este viaje por el centro de México. Región central no valle de México y la añeja raíz de nuestros problemas: comuna más famosa del mundo por haber unido a
por su geografía, sino por ser el núcleo poblacional el campo mal atendido, la educación deficiente, la ri- sus pobladores en la labranza de un terreno pedre-
más denso y por ello una de las zonas más conflicti- queza desigual, la falta de servicios, el sometimiento goso e infértil y del que, aun así y gracias a la coo-
vas del país, con una historia larga de héroes y mitos de los más débiles a manos de los poderosos. peración, lograron una importante cosecha. No,
prehispánicos que se funde con la Conquista y la Co- La misma compasión analítica que Benítez expresó el campo mexicano está vacío y su depauperación
lonia; donde se acendran los sentimientos religiosos en Los indios de México por los indígenas —aquella que continúa agravándose. En varias páginas Benítez
y la desesperanza de un pueblo fatalista, la desigual- mantiene su raíz etimológica de padecer con el otro— advierte sobre el riesgo de que, por no producirlos,
dad, el abuso y los intermitentes intentos de unos se dirige aquí hacia los campesinos, para quienes la pe- tengamos que traer alimentos de regiones cada vez
cuantos por girar en contra las manecillas de la des- queña parcela que les dio la Revolución es una tierra más lejanas. Y, sin embargo, se refiere a regiones de
trucción, encabezada por caciques, fraccionadores, muerta (se tiene la tierra pero no los medios para culti- la propia república. Hace treinta y seis años (per-
políticos, acaparadores; por el caos y la corrupción. varla) suficiente apenas, si bien les va, para el consumo mítaseme machacar con la cronología) le preocu-
Aunque el mismo Benítez lo define como repor- propio y que más ganancias les otorga si la alquilan, o paba que el arroz o el jitomate llegara a la capital
taje, su Viaje al centro de México forma un bien en- se alquilan ellos mismos como peones aun cuando la- procedente de Chiapas o de Coahuila, señal de una
tretejido tramado de ensayo, narrativa, testimonio bren su propia tierra para otros, o terminen por ven- crisis en el campo.
personal, crónica e investigación histórica que hace derla como parte de los ejidos donde dentro de poco Fernando Benítez cumple cien años de nacido
de éste un libro revelador —por la tragedia sobre la se alzarán exclusivos conjuntos residenciales para los en este 2012 y demuestra con este libro la vigencia
que vuelve a poner el dedo al denunciarla y los datos que sí habrá agua, donde sí crecerán los árboles fruta- de su obra. Hoy —que dependemos de las importa-
que aporta— y agradecible por la amenidad de su es- les, decoración de las verdes zonas de pasto inglés. ciones extranjeras para garantizar el abasto, que
critura, pues si de pronto recurre a cifras, montos de En este caso, extendiendo el círculo de ignorancia incluso la trinidad alimenticia de los campesinos:
inversión o de producción es sólo como método ilus- y miseria, nos dice Benítez, el campesino gasta su di- maíz, frijol, chile, proviene de otros países y que
trativo del asunto prioritario de su obra: los millones nero en un auto último modelo, en una parranda me- cada día se ven más grupos de campesinos (forma-
de seres desplazados del campo a la ciudad a partir, morable, en adquirir objetos suntuarios —e innecesa- dos por abuelas, madres y una cuadrilla de bebes,
sobre todo, de la segunda mitad del siglo xx, tiempo rios— siguiendo los patrones de la burguesía mexica- niños, niñas y adolescentes) mendigando en el me-
de la orgullosa entrada a la modernidad de un país na: “O los robamos o los imbecilizamos con reclamos tro porque sus parcelas están secas y el precio del
que mantenía una deuda secular con su medio rural. comerciales, telenovelas y crímenes. […] ¿Cómo impe- frijol sube— leer el Viaje al centro de México resulta
Migrantes internos que atestaron los centros ur- dirles que aspiren a vivir como nosotros?” necesario no sólo para revalorar la obra de Benítez
banos para más tarde ser expulsados por no haber Dignificar al campesino y con ello al campo; jus- sino para hacerse cargo de las consecuencias que
podido encontrar un empleo o pagar el alquiler; que tipreciar sus costumbres, sus fiestas, rituales, arte- acarrea, para todos, el abandono del campo.W
se asentaron en las orillas fundando poblaciones de sanías y hacer que ellos también valoren lo suyo, em-
barracas sin luz ni agua ni ningún otro tipo de ser- pezando por el reconocimiento de la tierra y la po- Paola Velasco, maestra en Letras Latinoamericanas
vicio, luego de que defraudadores les vendieran tres sibilidad de trabajarla uniendo el esfuerzo de varios por la UNAM, es autora de Las huellas del gato.
o cuatro veces el mismo terreno. Así, con panóptica propietarios, llevó a Benítez a crear una comuna ejidal Ensayos sobre arte y literatura (CNCA, 2006) y
mirada, Benítez recorre los orígenes y la transfor- en El Rosal, Estado de México: regularización de tie- Veredas para un centauro, de próxima aparición.

ENERO DE 2012
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RESEÑA

Biografía que recurre a licencias


novelísticas, ensayo sobre el
nacimiento de la nación, homenaje
a un héroe favorito: el breve
volumen que Benítez dedicó a
Morelos contiene un vigentísimo
llamado a la acción social. Duele
comprobar que buena parte
del proyecto de transformación
planteado por el cura de
Carácuaro sigue siendo pertinente;
acaso por ello Benítez lo eligió
como pretexto para reflexionar
sobre México

Morelos / Morelos
COLECCIÓN POPULAR
1ª ed., 1998, 225 pp.
y su misión inconclusa
978 968 16 5527 3
$95 P E N É L O P E C Ó R D OVA

D
urante los festejos de ”—¿Cómo se llama? ción de fortunas, civilización, cultivo de la tierra
aniversario, las figuras ”—No recuerdo, pero se cuentan de él muchas y población”. Estos contrastes se veían en las altí-
esenciales de la historia extravagancias. simas rentas que percibían los clérigos de puestos
de un país, semejantes ”—Es un hombre ‘oscuro, sin carrera’. superiores, los comerciantes, terratenientes —es-
a piezas de museo, son ”—Dicen que es hijo de un carpintero, que se dedica- pañoles—, y la miseria, esclavitud y desprecio a
debidamente pulidas y ba hace unos años a la arriería, que en uno de sus viajes los que estaban sometidos los criollos e indígenas
sacadas al aire, para en- compró en México un Nebrija, y después de estudiarlo, —en realidad cualquiera que no fuera español pe-
seguida colocarlas de cuando tenía veinticinco años, se le metió en la cabeza ninsular—. El sistema de castas fue eliminado y la
vuelta en la vitrina y de- ser clérigo.” soberanía del país, encumbrada, pero, a doscien-
jarlas dormir durante un En este ensayo biográfico que combina una prosa tos años, la corrupción y la desigualdad social to-
año —o cien— más. Pero para conocer la verdadera elocuente y apasionada, figuras literarias y datos his- davía forman parte del mismo mosaico; la riqueza
importancia y vida de un personaje histórico se ne- tóricos, Benítez también señala la importancia que ha cambiado de manos, pero aún se distribuye bajo
cesita una profunda comprensión del pensamiento tuvo para los pioneros la religión. No sólo fue un cura similar esquema.
de la época que le dio vida. Escribir una biografía so- en Dolores quien hizo sonar la campana para llamar al Como afirma Teja Zabre, Morelos tuvo “los gol-
bre José María Morelos no es sólo retratarlo a él, es pueblo a luchar por su libertad, también fue uno quien pes de genio que le faltaron a Hidalgo; el prestigio
sobre todo alzar una topografía política y social del reunió el ejército del que saldrían las figuras más im- militar que no conoció Juárez; la victoria, que negó
México naciente y de la agonía de la Nueva España; portantes de la insurgencia: Nicolás Bravo, Hermene- a Degollado sus laureles; la muerte tremenda y lu-
analizar los pasajes conocidos y aventurar conjetu- gildo Galeana, Mariano Matamoros (cura de Jantetel- minosa en aras de la Patria que no fue concedida ni
ras donde hay oscuridad, y en esas regiones donde co), Guadalupe Victoria. Durante los años que duró su a Juárez ni a Zaragoza para coronamiento de sus
la información es incierta o nula, dejar que la imagi- carrera, Morelos nunca disminuyó su fervor católico vidas heroicas.”
nación haga lo suyo. Fernando Benítez, en Morelos, ni dejó de levantar como estandarte la imagen de la A la muerte de Morelos, la guerra de Indepen-
quita en poco más de doscientas páginas el moho que virgen de Guadalupe. En los Sentimientos de la nación, dencia se ramificó y tomó otras vías que no coinci-
siempre termina por cubrir a los héroes. primera osamenta de la ley mexicana, se prohíbe es- dían del todo con el ideal que Hidalgo y él habían
El cura criollo originario de Valladolid llevó hasta trictamente practicar cualquier otro culto —evidente vislumbrado. Sin embargo, los cimientos eran
el límite de sus fuerzas la tarea que Hidalgo le enco- referencia a las religiones prehispánicas—. En ese sen- hondos. Si a esas alturas ya no había marcha atrás,
mendó en la hora de su muerte. La causa insurgente tido, quizás Morelos no era el visionario que demostró también es cierto que con la desgracia del cura mi-
tomará entonces un camino del que ya será impo- ser en el aspecto político, pero en 1813 su fe inquebran- choacano terminó una etapa del movimiento in-
sible dar marcha atrás. En la lucha, Morelos se re- table le ganó la colaboración de numerosos clérigos surgente, y que hasta la fecha nadie ha podido rea-
veló como un hombre de convicciones y honestidad que, tras la amenaza del virrey Venegas de castigar con lizar enteramente el proyecto con el que José Ma-
inalterables, fiel a sus principios, pero sobre todo se pena de muerte a cualquier sacerdote simpatizante ría Morelos soñó.
mostró como un brillante estratega. Fueron las de- con la independencia, sintieron violada su inmunidad Señala Benítez que “pocos fueron los periodos
cisiones que tomó las que condujeron la voluntad in- y decidieron unirse definitivamente a la insurrección, históricos en los que México conoció la democra-
dependentista hacia su realización, y su carisma, su aunque no fuera ya por la libertad, sino para proteger cia: durante el régimen de Madero y durante el de
amor al pueblo y su integridad los que lo hicieron ca- sus propios intereses. Juárez. Pero habría que volver al proyecto de repú-
paz de reunir un ejército en dos o tres días. Al final de Pero es el legado político y la proyección a futu- blica que diseñó José María Morelos, quien perdió
su carrera, fueron también las decisiones erróneas, ro de la nación mexicana lo que vuelve indispensable la vida para salvar la legalidad.” La propuesta es
sucedidas en un efecto dominó, las que posibilitaron la lucha de Morelos. El eje del libro es fundamentar y pertinente. Cada época genera sus propios caudi-
su captura y desembocaron en su fusilamiento. comprender dicho testamento. Dice Benítez que “lo llos y héroes; quizá valdría la pena preguntarse, a
Sirviéndose de recursos literarios para presentar inolvidable de Morelos [es] habernos legado una Cons- dos siglos de distancia, si aún es posible concluir su
a Morelos en tanto que personaje, Benítez imagina titución en donde el poder legislativo frenaba el del misión inacabada o si volvemos a meter en la vitri-
escenarios posibles basados en datos o registros de ejecutivo; un poder judicial autónomo y la anulación na la efigie petrificada del héroe que nos dejó a la
otros autores, principalmente Francisco Bulnes, Lu- del sistema de castas, sustituido por un orden en que mitad del camino, para intentar resolver proble-
cas Alamán y Alfonso Teja Zabre. Narra el autor que, todos eran mexicanos. Se trataba de convertir la Nue- mas inmediatos, resultado también de otros efec-
cuando Morelos supo que Hidalgo se había alzado en va España en México.” tos dominó.W
armas, fue inmediatamente a buscarlo. Al llegar, los El panorama de 1810 presentaba situaciones lamen-
oficiales se burlaron de él. tablemente cercanas a las de hoy en día. Benítez res- Penélope Córdova es colaboradora del suplemento
“—¿Han visto ustedes una figura más poco mili- cata una cita del barón de Humboldt de principios del Laberinto y ha publicado textos en Este País y Casa
tar?, ¿quién lo conoce? siglo xix: “México es el país de la desigualdad. Acaso del Tiempo. Es autora del libro de cuentos Yo maté
”—Es el cura de Carácuaro. en ninguna parte la hay más espantosa en la distribu- al emperador.

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a ENERO DE 2012
U N S I G LO D E F E R N A N D O B E N Í T E Z

P R E H I STO R I A D E U N S U P L E M E N TO DUDOSOS VENENOS


Visita nuestra
V I E N E D E L A PÁ G I N A 1 0  empresa acometía, y que una

obra bien hecha nunca es producto del azar.


Dejemos la palabra a Benítez:
V I E N E D E L A PÁ G I N A 15  párrafo anterior nos toca, habla de

nuestra intimidad; sacude. Cada quien, en efecto, se ha


sentido vulnerado por un rostro lunar. Es en esos pa-
Librería Virtual
“Novedades, con la colaboración de los más gran-
des artistas, hombres de ciencia y periodistas de Mé-
sajes cuando la novela alcanza su dimensión justa y ya
habla de nosotros mismos incitándonos a un diálogo y
con miles de
xico, presenta hoy su nuevo suplemento. Este nuevo
esfuerzo permitirá a nuestro diario igualar, con una
característica propia y un espíritu esencialmen-
a una reflexión interminables. En cambio, cuando los
personajes se enfrascan en la sujeción histórica —tal
y como si llenáramos un álbum de estampas—, no nos
títulos a tu
te mexicano, lo que en ese aspecto de la prensa mo-
derna más prestigiada del mundo es ya un servicio
abruman con esa existencia sobreexcedida que au-
menta nuestra realidad como un espejo convexo. Ve-
disposición.
insustituible.
”Hasta hoy, la casi totalidad de nuestros suplemen-
tos eran simples desvanes donde iban a verterse los
mos entonces al tirano chato y empequeñecido detrás
de las letras, al libertario convertido en una efigie páli-
da de un gran héroe, a la mujer enfrascada en el patrón
Te esperamos
desechos de los diarios. Novedades ha superado esta
deficiencia y abre una nueva perspectiva. Aspira, en
sin profundidad existencial. Armamos el puzzle con
las piezas chatas, quemadas en los bordes. Esa dimen-
con los libros
primer término, a convertirse en un resonador de la
cultura nacional. Estamos viviendo una época de ex-
traordinaria importancia en la creación espiritual,
sión interior del personaje, ese trasfondo inhumano,
demasiado humano, construido a partir de las pala-
bras, como una suerte de homenaje a una ficción que
abiertos
pero ni dentro ni fuera de nuestras fronteras se sabe lo forzosamente se interiorizará cuando otro lea, está
que México realiza, por ejemplo, en física, en medici- volcado en esos grandes caracteres que nos han hecho
na, en pintura o en literatura. No existe publicación al- vibrar en todo tiempo, en toda historia. El Señor Presi-
guna que recoja en forma organizada y periodística las dente de Miguel Ángel Asturias es el tirano que todos
ricas y variadas manifestaciones de la cultura mexica- llevamos dentro; Kirillov de Los endemoniados es la
na. Nuestra idea consiste en ofrecer al lector una am- dimensión profunda del hombre frente a la muerte; la
plia información sobre lo que se está haciendo en artes inocencia de la Cossette de Victor Hugo no se cansa de
plásticas, teatro, música, ciencia, filosofía, literatura y mancharnos, después de habernos ofrecido su corrup-
cine. Las investigaciones que se llevan a cabo en ins- tible bondad.
titutos, laboratorios, universidades y sociedades cien- Un personaje es arrastrado por las palabras, fi-
tíficas, la labor de las orquestas sinfónicas y las agru- surado por ellas, y a su vez nos hace volcarnos en un
paciones musicales, la ejecución de los conciertos, las universo nuevo, total, cuando lo anhelamos todo: ser
exposiciones de pintura y las actividades de las gale- cada catástrofe, cada placer, cada deseo. Es imposible
rías de arte, serán expuestas por eminentes técnicos no convertirnos en Madame Bovary o en la regenta,
del periodismo especializado. En materia de letras, el o no dejarnos transitar por Marcel y su tiempo perdi-
suplemento de Novedades no sólo ofrecerá reseñas que do; es inaudito olvidar el cuchillo de Farabeuf sobre
describan el contenido de los últimos libros, sino que nuestra mirada o la mediocridad de José García y su
presentará notas de nuestras mejores publicaciones y libro vacío; tampoco podríamos ya obviar la sensación
un resumen de todo aquel suceso que caiga en el domi- inconclusa de Susana San Juan recordándonos cada
nio de la literatura o de las actividades editoriales. En muerte. Hemos sido esas miradas, esas picaduras, esos
modo alguno se excluyen de estos panoramas de con- desastres y fracasos. Lo hemos tomado todo de allí y
junto la personalidad del artista o del científico. Una no se agota. Volvemos a leer, a escribir y lo infinito se
serie de entrevistas y de análisis nos permitirá seguir nos escurre para siempre. Lo que, simplistamente, los
las corrientes fundamentales que informan y dan vida manuales literarios llaman “dimensión psicológica”,
a nuestra evolución cultural. corresponde a una alteración del sí mismo, fruto de
”En otro aspecto, el suplemento ofrecerá regular- una lectura implicada, deseante: lectura perversa que
mente el ensayo, el cuento, el poema, el fragmento de determina al lector y que lo hace comprender su pro-
novela de los escritores ya consagrados y de los que pio yo e imbricarse en una emoción probablemente,
luchan por tener un nombre en las letras. No será en aún desconocida. Me asomo, palpo y soy la catástrofe
modo alguno la expresión de un grupo. La puerta se de otro. He sido seducida en el desorden expuesto, me
abre para todos porque la cultura en México reclama revuelco en la alegría de la diferencia y salgo transfor-
ante todo generosidad y comprensión, libertad y opor- mada; olvido mis convicciones anteriores; destruyo mi
tunidades. Los periodistas, a través de crónicas y de propia dimensión psicológica. Deseo atrapar la otra
reportajes, se encargarán de darle al lector la visión ca- voz y anulo mi realidad para entrar en el universo de lo
bal de problemas y de aspectos del diario acaecer que distinto. Una lectura de este tipo exige una intimidad
posean un interés permanente. De esta manera, con el compartida que es historia, literatura, existencia: todo
auxilio de los mejores, trataremos de constituir un en- a la vez. La novela de Benítez no me ha envenenado ni
lace fecundo entre las altas manifestaciones del espíri- pervertido, únicamente constata las convicciones que
tu y el pueblo. Creemos que el noble propósito de satis- tenía antes: que la fuerza tiránica no doblega a un pue-
facer los afanes de conocimiento y el deseo de belleza blo sino que lo induce a rebelarse.
connaturales al mexicano sólo se logra con el aprove- Contemplo así esta historia como un paisaje de las
chamiento irrestricto de sus hombres de excepción. ruinas que han edificado un presente histórico que,
”Pensamos también que nuestra cultura no se de- sin duda, arrastra los abrojos de un pasado que se re-
fiende con el aislamiento. Las más relevantes ma- siste a permanecer atrás. En este sentido, por supues-
nifestaciones de la cultura en el extranjero tendrán
eco en el suplemento de Novedades. El ballet, la obra
teatral, el libro sobresaliente, el artículo excepcio-
nal, serán objeto de traducciones y de constantes
to, se vuelve necesario leer El agua envenenada, para
recordar las raíces de un poder que todavía en la ac-
tualidad habla nuestra historia. Pero la novela perma-
nece en esa planicie en la que no hay nada más que un
www
comentarios.
”La forma, es decir, la presentación gráfica del
suplemento, tiene una ceñida relación con su conte-
horizonte lejanísimo sin proporciones justas. Echa-
mos en falta esas dimensiones que nos arrastran ha-
cia una nueva experiencia irreconocible en la que so-
fondo
nido. Se ha confiado a los técnicos y a los dibujantes
más ilustres de México su formato y sus ilustracio-
nes. Es este primer número un planteo de posibilida-
mos el cacique, el libertario, la mujer sumisa; todo a
un tiempo. Es fundamental conocer nuestra historia,
pero es aún más importante implicarnos en ella, re-
decultura
des, pues la imagen definitiva de una publicación, el
mejoramiento de sus servicios, se logra sólo después
de haberse vencido los obstáculos iniciales a que se
volcarnos en el color del pavo real —el animal que el
propio Benítez utiliza para simbolizar al vencido—, y
ser envenenados por la tinta que escribimos y leemos.
economica
enfrenta una empresa editorial animada por este
ambicioso espíritu.
”Abrimos una ventana al paisaje entrañable de
México, al de su cultura, que es en nuestros días con-
Parece, al final, que esta comunión absoluta con una
obra plantea el complicado asunto de la estetización
de la política; la novela sublima la ideología cuando la
vuelve sospechosa hasta para el personaje que la cree
com
turbados un motivo de orgullo y una lección de ca- y, entonces, duda.W
llado heroísmo. Lo mexicano con trascendencia uni-
versal y lo universal que fecunde lo mexicano podría
servir como un lema.
”Las ideas, las artes y las ciencias, puestas al alcan-
ce de todos. Instruir deleitando es asimismo una de las
finalidades, y no la menor, de la prensa moderna.”W

Rafael Vargas tuvo el privilegio de ser alumno de Ingrid Solana ha escrito cuentos, reseñas, artículos,
Fernando Benítez en la Facultad de Ciencias Políticas guiones para cine y radio. Es autora de los poemarios
y Sociales de la UNAM en 1976. Este texto es parte de un De tiranos (Limón Partido, 2007) y Contramundos
trabajo más extenso sobre México en la Cultura. (Instituto Mexiquense de Cultura, 2009).

ENERO DE 2012
a 19
Ilustración: E M M A N U E L P E Ñ A

CAPITEL

Noticias de Francia
DE ENERO DE 2012
E
l optimismo con que suelen enco-
miarse las bondades del libro, de to-
dos los libros, dificulta ver cuán a
menudo una obra es considerada pe-
ligrosa por alguien que percibe en ella algún
tipo de amenaza: moral, política, estética. Ese
carácter potencialmente dañino de la palabra
impresa ha engendrado numerosos avatares
de la censura, desde la explícita lista de anti-
rrecomendaciones que El Vaticano produjo
durante más de 400 años hasta los onerosos
procesos judiciales en que un pillastre afir- no obstante, este libro pionero así como sobre los “misterios”
ma haber sido víctima de daño moral por la sigue siendo una útil brújula para que rodean a los purépechas,
publicación de un texto que lo describe con iniciarse en la navegación por que pasaron de ser sedentarios
objetividad. nuestro pasado prehispánico. a practicar el nomadismo. Los
también llamados tarascos dejaron

D
urante las últimas semanas del año antropología una huella profunda en la región,
7ª ed., 2011, 204 pp.
pasado y las primeras de éste, una 978 968 16 0871 2 que sigue viva al día de hoy, por
exposición en la parisina Biblioteca $390 lo que conocer esta ciudad de
Pública de Información del Centro imponentes dimensiones y sutil
Georges Pompidou —por suerte consultable composición es acercarse al rico
en línea: editeurslesloisdumetier.bpi.fr— re- corazón de Michoacán.
cordó algunos de los más sonados casos del
uso de la ley para frenar la circulación de li- Fideicomiso Historia
De Las Américas
bros en Francia. “Editores, las leyes del ofi- 1ª ed., 2011, 118 pp.
cio. Costumbres, economía, política” muestra 978 607 16 0810 9
una gran variedad de intentos de censura, ya $150

porque el libro en cuestión —por ejemplo INRI,


una insolentemente iconoclasta recreación fo- LOS ANTIGUOS
tográfica de los momentos clave de los Evan- MEXICANOS A TRAVÉS
gelios, realizada por Serge Bramly y Bettina DE SUS CRÓNICAS Y
Rheims, o un potente Suicide, mode d’emploi. CANTARES
Histoire, technique, actualité, de Claude Gui-
llon e Yves Le Bonniec— atentaba contra las M IGU EL L EÓN-P ORTI L L A
creencias de una inasible mayoría o facilitaba
un comportamiento considerado deplorable. A medio siglo de haber visto la
En momentos de auténtico cisma dentro de la luz, esta edición conmemorativa
sociedad gala, como el mitológico mayo del 68 de uno de los clásicos de León-
o la amarga guerra de Argelia, menudearon los Portilla exalta, además de la lírica TZINTZUNTZAN
obstáculos a la libre circulación de textos que náhuatl, las bellas ilustraciones a Capital del reino purépecha
cuestionaban el rol del Estado, e incluso edito- color que preparó Alberto Beltrán
res como François Maspero pisaron la cárcel a partir de las que figuran en JOSÉ A RTU RO
por el mero hecho de publicar obras como Los una gran variedad de códices. El OLI V EROS MOR A LES
condenados de la tierra, de Franz Fanon, cuya libro es un recuento glosado de
versión en español halló cobijo en el Fondo. muchos textos provenientes de las La arquitectura característica
Hace no muchas décadas en Francia regía una pocas fuentes que sobrevivieron del célebre sitio arqueológico LA GRAN
ley que protegía a los jóvenes de los libros que al cataclísmico encuentro de de Michoacán bastaría para TRANSFORMACIÓN
pudieran corromperlos, excusa que sirvió en culturas de hace poco más de 500 atraer la atención de los viajeros, EN EL GUSTO MUSICAL
más de una ocasión para dificultar la circula- años. A sus dotes de historiador, pero las singulares evidencias La programación de conciertos
ción de algunos cómics. don Miguel agrega su sensibilidad que tenemos de quienes lo de Haydn a Brahms
poética para volcar a nuestra construyeron estimula aún más el

L
a exposición habría agradado a Hubert lengua un sinnúmero de versos y deseo por acercarse a esta ciudad W ILLI A M W EBER
Nyssen, fallecido a los 86 años el re- pequeñas prosas que dan cuenta en las inmediaciones del lago de
ciente 12 de noviembre. El fundador de de la imagen que de sí tenían los Pátzcuaro. Este pequeño libro Los conciertos de música sinfónica
la editorial Actes Sud, una de las casas pensadores y creadores mexicas. sobre Tzintzuntzan es en realidad suelen ser sesiones solemnes, en
francesas que más apuestan por la literatura Es por ello un invaluable acervo un apretado estudio de la cultura las que se interpretan
extranjera —y que tuvo la fortuna de contratar de literatura azteca, pero sobre en que surgió este asentamiento, —completas— unas cuantas obras,
los libros de Stieg Larsson antes de que póstu- todo el testimonio de las creencias con énfasis en su lengua, “anómala” y en las que, desde luego, autores
mamente se convirtiera en el Midas sueco—, es y los hechos que dieron forma a entre las que prosperaron en el e intérpretes son claramente
autor de varios libros, entre ellos La sabiduría la cultura dominante poco antes occidente y el centro de México. El identificables por el público.
del editor, que está disponible para los lectores de la Conquista. En los 50 años lector encontrará aquí información Pero esto no ha sido así siempre.
en castellano en la cada vez más entrañable que han pasado desde su primera sobre las yácatas y demás restos Este libro recorre siglo y medio
serie Tipos Móviles, de Trama Editorial. De publicación, sin duda sabemos arqueológicos, sobre la estructura de programación musical en las
origen belga, Nyssen fundó Actes Sud en la su- más de los antiguos mexicanos; política del reino, sobre el comercio, grandes capitales de la música

20
a ENERO DE 2012
N OV E DA D E S
reña ciudad de Arles, en 1978, gracias a la cual
se han publicado en Francia autoras mexica-
europea, entre finales del siglo cómo se practica la filosofía de la nas como Elena Poniatowska, Vilma Fuentes
xviii y comienzos del xx; ese ciencia. Es fruto de una década y Guadalupe Nettel; no es una exageración
inusual recorrido, en el que de discusiones académicas, que considerar ese sello como el origen de la fama
aparecen figuras conocidísimas no necesariamente produjeron mundial de Paul Auster, pues antes de recibir
como Beethoven o Brahms, sirve una opinión unificada sobre los el reconocimiento en su país de origen lo obtu-
para ver las transformaciones temas que aquí se plantean —y por vo en Francia. En el libro mencionado Nyssen
en el gusto de melómanos y de ello los autores decidieron firmar afirma que en su oficio no hay más que “cora-
la gente de a pie, en la relevancia cada capítulo—, pero que expresan zonadas, golpes de gracia, proezas, cabezona-
de los ejecutantes, en lo que se una concepción viva de cómo se das” y confiesa no poder imaginar que “alguien
entendía por música seria y por genera el saber de las ciencias pueda llamarse editor si no ha sido contamina-
música popular. Al comienzo de y cómo éste llega a la sociedad. do por el turbulento deseo de la escritura”.
la época estudiada los programas El primer tramo se ocupa del

A
eran misceláneos, con retacería conocimiento en sí; el segundo l cierre del año falleció también otra
que agradaba al público y permitía de las preguntas que surgen de figura de la República de las Letras
la exhibición de los virtuosos, al LA HUELLA DEL AGUA las ciencias de la materia, de los francesa, acaso una con menos re-
tiempo que reunía obras históricas seres vivos y de los seres humanos; lumbrón. Se trata del estadunidense
con otras contemporáneas; al M A N UEL GUER R ERO concluye el tomazo con visitas a George Whitman, quien animaba la pintores-
final, se impuso la obra íntegra, E ISA AC SCHIFTER tres conceptos clave a decir de los ca aunque no muy buena librería Shakespeare
sobre todo de compositores del autores: causalidad, emergencia y and Co., en la margen izquierda del Sena y a un
pasado, en sesiones menos largas y La bien conocida paradoja forma. lado de la catedral en que se quitó la vida An-
más formales. Quien frecuente hoy planteada por Adam Smith tonieta Rivas Mercado. El nombre de ese esta-
la sala de conciertos encontrará respecto del valor que solemos filosofía blecimiento proviene en realidad de la tienda
Traducción de José María Ímaz Gispert y
aquí varios porqués al ritual que atribuir al agua (bajo) y a los Mariano Sánchez-Ventura que hacia 1919, en otro punto de la Ciudad Luz,
en ella se desarrolla. diamantes (alto) expresa un 1ª ed., 2011, 775 pp. estableció Sylvia Beach, quien con una mez-
peligroso error común, pues por 978 607 16 0733 1 cla de gran ingenuidad y audacia aún mayor
historia $580
barato que pueda parecernos el publicó en 1922 la primera edición de Ulysses;
Traducción de Silvia Villegas
1ª ed., Buenos Aires, 2011, 472 pp. líquido su importancia para la el breve libro de memorias que escribió esta
978 950 557 874 0 vida —la de nosotros, los miopes sacrificada librera es el por momentos doloro-
$425 seres humanos, pero también so testimonio de una amistad casi unidirec-
la de todo lo demás que habita cional, pues Joyce parecía frecuentarla sin la
el planeta— supera toda escala simpatía que su mecenas le profesaba. Whit-
de medición. En este opúsculo man había incursionado en el comercio de li-
nada alarmista y generosamente bros con Le Mistral, llamada así no tanto por
provisto de información, dos el viento como por la poeta chilena, y en 1964
reputados químicos llevan al lector bautizó su local en homenaje a Sylvia —home-
a recorrer la ruta que sigue el agua naje que continuaría al ponerle a su hija ese
en la naturaleza y como parte de nombre, con Beach como middle name— y con
los procesos a que la somete la el tiempo se mudó a la desvencijada casa donde
humanidad, lo que les permite comerciaba con libros usados y donde alojaba a
explicar conceptos estrujantes escritores en ciernes, poniendo en práctica un
como el Índice de Pobreza del Agua jipismo festivo y un tanto trasnochado: a cam-
o la compleja relación del líquido bio de un espacio donde pasar la noche sólo
con la energía. Este decurso por LA DISMINUCIÓN exigía unas horas de trabajo y cooperar con la
la faceta económica de los usos DE LA DESIGUALDAD limpieza.
del agua, por las amenazas que las EN LA AMÉRICA LATINA

M
sociedades han ido construyendo ¿Un decenio de progreso? enos hogareñas son las noticias
para sí mismas, no apunta a una fiscales que aguardan a la edición
relación edénica con este recurso L U I S F. L Ó P E Z - C A LVA francesa. Por un lado, en abril de
UNA HISTORIA DE LA sino a asumir compromisos Y NOR A LUSTIG este año se incrementará el iva
FERIA DE FRÁNCFORT factibles. Imposible salir indemne a los libros en papel —de 5.5 a 7 por ciento—,
de la lectura de esta obra. Tal vez América Latina no sea lo que ha provocado cierto oleaje de angustia
PETER W EIDH A A S la región más pobre, pero sí la entre productores y comerciantes de papel
la ciencia par a todos que peor distribuye la riqueza. impreso, que presagian el colapso de una in-
1ª ed., 2011, 139 pp.
Hoy la feria del libro más 978 607 16 0781 2 Este dato desolador ha cambiado dustria que siempre parece colgada con alfile-
importante del mundo tiene su $150 ligeramente en los últimos res, situación que del otro lado del Atlántico
sede en Fráncfort. Y aunque el años, a decir de los autores de nos parece difícil de creer: en comparación,
comercio editorial en esa ciudad este conjunto de artículos, pues acá ni alfileres tendríamos. Pero ese cambio
se remonta más de cinco siglos, gracias a una variedad de razones en las tasas impositivas va acompañado de
el auge de su actual feria sólo se —entre las que destacan la otro en sentido contrario, esta vez para los li-
originó en las últimas décadas mayor cobertura de la educación bros electrónicos —el comprador pagará aho-
del siglo pasado, cuando una básica y la aplicación correcta ra sólo ese mismo 7 por ciento, en vez del 19.6,
modesta reunión anual de libreros de programas estatales por los como venía ocurriendo con las obras de bits,
alemanes se expandió hasta ser el que se transfieren recursos a la consideradas hasta ahora como artículo de
principal escenario del comercio gente más pobre— parece haber lujo—. Así, las autoridades fiscales galas pare-
libresco. Escrita por quien tal vez una ligera mejoría en lazona. cen apostar, acaso sin proponérselo, por el li-
haya sido el principal artífice de Nada espectacular, pero mejoría bro desmaterializado, en un momento en que
esta transformación, esta historia al fin. La mala noticia es que el Kindle avanza imparablemente en buena
es una invitación a mirar el esa tendencia difícilmente se parte de Europa (por cierto que Amazon ope-
mundo del libro desde un ángulo sostendrá, pues ya no basta con ra desde Luxemburgo, pues el iva en ese país
singular, pues en esa feria del libro que todos los jóvenes accedan es todavía más bajo: sólo 3 por ciento).
importa tanto la literatura en sí a la educación sino que ésta

H
misma como su promoción, tanto mejore en su conjunto; además, istoria de la censura, decesos, ries-
la calidad de la escritura como sería necesario transformar de gos fiscales: el año editorial en
la complicidad entre editores, FILOSOFÍA manera importante el sistema de Francia estuvo signado además por
agentes literarios, libreros. Como DE LAS CIENCIAS recaudación —para que paguen sonados casos de plagio; uno de los
autor, Weidhaas practica una sana mucho más los más favorecidos—, imputados, Joseph Macé-Scaron, director
modestia, que le permite mostrar DA N I EL A N DL ER , A N N E cambio que parece políticamente de Magazine Littéraire, esbozó como excusa
aciertos suyos como si fueran FA G O T- L A R G E AU LT Y imposible. El libro arranca con la “intertextualidad” y su afán de honrar a
los de una institución que, en B E R T R A N D S A I N T- S E R N I N dos artículos teóricos: uno sobre los autores que admira incorporándolos a su
principio, busca sólo el progreso la influencia de la tecnología y la propia obra. A diferencia de lo que se exhibió
de los comerciantes de libros No busque el lector en este educación en la desigualdad, otro en el Pompidou, no hay en estos casos una ley
teutones; las entretelas que nos amplio volumen una exposición sobre las instituciones y políticas que contenga al infractor. Sólo el buen nom-
invita a conocer contienen pistas exhaustiva de las principales públicas; y se cierra con estudios bre de cada cual resentirá la acusación. Ésa
de por qué la industria editorial de escuelas que se han ocupado de caso para Argentina, Brasil, es otra de las leyes del oficio del hacedor de li-
Alemania es hoy tan sólida. de la naturaleza filosófica del México y Perú. bros: el prestigio se construye con cada obra
conocimiento científico. En publicada, sea por sus méritos o por sus fla-
libros sobre libros cambio, lo que le ofrece la obra es lectur as de el trimestre económico grantes traspiés.W
Traducción de Claudia Baricco Traducción de Karina Azanza
1ª ed., 2011, xiv + 293 pp. una vía de acceso singular a una y Brian McDougall
978 607 16 0838 3 de las más frondosas ramas del 1ª ed., 2011, 339 pp.
$280 pensamiento contemporáneo, 978 607 16 0800 0 Tomás Granados Salinas
$200
pues busca mostrar sobre todo

ENERO DE 2012
a 21
Fotografía: JULIO CÉSAR, 1975

En
memoria de
Javier Pradera
1934-2011
MAR CELO DÍAZ
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22
a ENERO DE 2012
Fotografía: CASA DEVESA, 1963
J AV I E R P R A D E R A (1934 -2011)

El 20 de noviembre pasado falleció Javier Pradera, uno de los intelectuales más influyentes
de la España posterior a la dictadura de Franco. A comienzos de los años sesenta y por
iniciativa de Arnaldo Orfila, creó y dirigió la filial madrileña del Fondo (y luego continuaría
una brillante trayectoria como editor en Siglo X X I y Alianza). Sirvan estos párrafos
para honrar a un hacedor de libros de primera línea. Adiós, don Javier

N
o sé por dónde empezar ahora que todo acabó. Quizás No sin antes proclamar, en ese mismo acto y una vez más, algo que siempre afirmó y
por el final, que aclara todo principio y los principios”, siempre reiteraba: “Creo que el oficio de editor es el mejor oficio del mundo.”
escribió en El País Francisco Calvo Serraller el pasado En septiembre de 2009, en su intervención en el marco del Congreso Inter-
21 de noviembre, enfrentado el día anterior a la muer- nacional del Mundo del Libro, organizado en la ciudad de México por el fce, con
te de Javier Pradera. También enfrentado a esa muer- motivo de su 75 aniversario, dijo Javier Pradera: “Trabajé en el Fondo de Cultura
te atestiguó Joaquín Estefanía el mismo día: “Dejó di- Económica entre 1963 y 1966 como primer director de su sucursal en España, que
cho que quería vivir pero no durar.” Y contó que Javier abandoné con gran pesar por mi parte para incorporarme a Alianza Editorial en
Pradera había muerto trabajando y pensando hasta el protesta ante el inicuo despido de su director general, Arnaldo Orfila.”
último momento, y que poco antes de morir había dic- “Fondo de Cultura Económica configuró mi vocación de editor como arqueti-
tado a Natalia, su compañera, su último artículo. “Es- po de una industria editorial constituida como fideicomiso o fundación bajo con-
taba convencido de que vivimos hasta el final y que a la muerte no hay que darle el trol público y movida por criterios que van más allá del afán de lucro. […] Como
gusto de que nos encuentre esperándola atónitos, de modo que su último artículo en tantos otros ámbitos de nuestra vida cultural, la historia editorial de nuestra
apareció su último día”, escribió Fernando Savater. área idiomática adolece de ese grado mínimo de institucionalización que sirve
Muchas y sentidas palabras se han escrito desde aquel día sobre esa extraor- de cuna a las buenas tradiciones. […] A finales del xix y primeros del xx, en Es-
dinaria persona —y personalidad— que fue Javier Pradera. Sobre el insustituible paña prosperaron editoriales de ciencias sociales y de ensayo como La España
maestro y amigo, y sobre el excepcional e imprescindible referente intelectual y Moderna y Daniel Jorro, que desparecieron sin dejar rastro y cuyos libros —con
político que él era. A lo largo de todos esos escritos se han destacado sus enormes traducciones de Unamuno y otros notables intelectuales de la época— todavía se
dotes como analista, editorialista, lector, crítico, pensador, escritor, ensayista, ges- vendían en Madrid en los años cuarenta. La Guerra Civil desertizó el paisaje edi-
tor de sus ideas. Unas dotes —y unas vivencias— extraordinarias que conforma- torial español hasta términos indescriptibles. Y es de temer que la actual crisis
ron una personalidad excepcional sin cuya existencia sería difícil comprender el económica de alcance mundial complete algunos de los letales efectos ya produ-
transcurso del último medio siglo de la historia de España. Todo lo cual no fue óbi- cidos durante las últimas décadas a causa de incontrolados procesos de concen-
ce para que cierta vez, hace ya años (y fue en el ámbito editorial), alguien en una tración empresarial que ignoran la necesidad de planteamientos a medio y lar-
reunión y a sus espaldas dijera: “Pradera ya no es el que era.” Cuando alguien se lo go plazo en términos de rentabilidad y la imposibilidad de tratar a los libros sólo
comentó, Pradera —que a todos sus méritos unía una suprema ironía— contestó la- como mercancías y valores de cambio. El Fondo tiene 75 años de vida y constitu-
cónicamente: “Yo nunca fui el que era.” ye un ejemplo de institución comparable con las editoriales centenarias de Ingla-
En prácticamente todos los escritos de los días posteriores a su fallecimiento terra, Francia y los Estados Unidos.”
se destacó, de entre todas sus dotes y actividades, una: la de editor, la cual siempre Seis años antes de eso, en abril de 2003, cuando Javier Pradera recibió el Pre-
emerge como una especie de hilo conductor en su vida. José María Guelbenzu es- mio Trayectoria por parte de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, dijo
cribió sobre esa faceta esencial de Pradera y, después de mencionar a grandes pro- que “la naturaleza híbrida o mestiza del libro, como bien cultural y como mercan-
tagonistas internacionales del oficio, que “son ya leyenda”, vinculó su nombre al de cía, puede venirse abajo, puede desnaturalizarse si los vientos y las tempestades hi-
ellos: “Lo que los unía a todos, cada uno con sus características, era la convicción de permercantilistas que estamos viviendo en los últimos años llegasen a imponerse.”
que una editorial ha de ser una contribución necesaria al desarrollo intelectual del Agregó que interpretaba ese premio a su persona como un premio “a una forma de
país, de una parte, y vehículo de conocimiento universal de otra; es decir: un cons- entender la edición”. Y, una vez más, reivindicó ese oficio como “el mejor del mundo”.
tante flujo cultural de ida y vuelta.” Haber sido en ese campo en España —y tam- “Bienvenido al fce, ese magma primordial del que todos venimos y al que to-
bién en Latinoamérica— uno de los principales artífices, desde 1963, de los sucesi- dos volvemos”, fue su mensaje escrito, personal y amistoso, en enero de 2005, con
vos desarrollos del Fondo de Cultura Económica, de Siglo xxi Editores, de Alianza ocasión de mi incorporación al Fondo de España. Era, además de un gesto, un gui-
Editorial y haber dirigido y editado en los últimos veintiún años, y también hasta ño inconfundiblemente suyo, motivado por el hecho de haber “coincidido” (cada
su último momento, la revista mensual Claves (ese “juguete soñado, el instrumen- quien en su sitio, y Pradera era un maestro de los sitios, de los propios y de los aje-
to que le permitía reconciliar todas sus aficiones e inquietudes”, como escribió Fer- nos) en Siglo xxi, en Alianza Editorial y en el fce. Tres editoriales mucho más inte-
nando Vallespín en esos días) constituye prueba extraordinaria de ello. rrelacionadas, en su íntima historia, de lo que muchos quizá supondrían.
Sin dejar de destacar su carácter fundacional —en solidaridad una vez más con “Me abrazo a su memoria”, concluyó Francisco Calvo Serraller su escrito del pa-
Arnaldo Orfila Reynal— en Siglo xxi de España, o su absolutamente decisiva y des- sado 21 de noviembre, con cuyas palabras iniciales se abre esta nota. Dos o tres días
collante actividad de más de veinte años al frente de la mítica Alianza Editorial, se después, por esas vueltas del destino, salió publicado en el fce de España su libro
impone ahora al fce su propia circunstancia para hacer referencia a la permanente Extravíos, dedicado a Natalia Rodríguez Salmones y Javier Pradera. En uno de los
relación personal y profesional de Javier Pradera con la casa. “Cuando Arnaldo Or- artículos incluidos ahí, “Vertical”, incluye una cita de Hannah Arendt: “El temor a
fila me ofreció hacerme cargo de Fondo en España tuve la mayor satisfacción de mi la muerte y lo inadecuado de la vida son las fuentes del deseo, mientras que, por el
vida”, dijo Javier Pradera en junio de 2003, en un homenaje a su trayectoria editorial contrario, la gratitud por el hecho de que la vida nos haya sido concedida […] es la
que se le brindó en Madrid con motivo de la celebración del 40 aniversario del fce fuente de la memoria. En última instancia, no son la esperanza o el deseo las que
de España. “Mi trabajo en el Fondo, por lo tanto, fue para mí llegar a la culminación alivian el miedo a la muerte sino la memoria y la gratitud.” Javier Pradera cultivó
de un sueño. Yo no he tenido nunca un trabajo que me despertase tanta pasión como siempre y con excelencia la memoria y la gratitud. Y esperó siempre, además; con-
Fondo de Cultura. Era como llegar a lo máximo, que en aquel momento en el mundo tra toda esperanza.W
editorial era Fondo”, expresó en septiembre de 2004, también en Madrid, en las jor-
nadas “Un viaje de ida y vuelta: la edición española e iberoamericana (1936-1975)”. Marcelo Díaz, editor, dirige la filial española del Fondo.

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