Cartografías de La Emoción. Joan Nogué.

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Miércoles, 12 diciembre 2007
Cultura|s La Vanguardia
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Vista de la rosa de los vientos del Monumento a los Descubrimientos en Belem, Lisboa HANS GEORG ROTH / CORBIS

Mapas, una reflexión

Cartografías de la emoción
JOAN NOGUÉ moria de los lugares, rasgo substan- primordiales de la cartografía, an- bre los objetivos de carácter ideoló-
Pocos objetos son tan habituales cial e inherente a cualquier civiliza- tes y ahora, han sido y son las de gico de muchos mapas temáticos
como los mapas, presentes en nues- ción desde los albores de la huma- orientarnos geográficamente en es- que presentan, aparentemente, un
tra vida cotidiana de manera tan re- nidad, lo que explica que existan te mundo y conservar la memoria aspecto bastante inocuo. El estu-
currente que casi nos pasan des- mapas desde tiempos inmemoria- de los lugares. Con el tiempo, se dio de la denominada cartografía
apercibidos. Los contemplamos a les en cualquier rincón del planeta añadieron a ellas otras dos funcio- propagandística es cautivador y es-
diario y sin apenas darnos cuenta y en todo tipo de soportes materia- nes que en estos últimos siglos han tá dando lugar a obras de enorme
en la prensa, en revistas y anuncios les. El valor de estos antiguos ma- adquirido una importancia capital: interés, como la de Dennis Wood,
publicitarios de todo tipo, en los pas es excepcional, como nos re- la transmisión a través del mapa The Power of Maps, o la de Mark
servicios informativos de la televi- cuerdan desde una perspectiva –y de manera más o menos sublimi- Monmonier, How to Lie with
sión, en la calle, por la carretera, en científica los cartógrafos históri- nal– de contenidos de carácter Maps? , entre muchas otras.
las agencias de viaje y, por descon- cos y, desde una óptica más bien ideológico y su papel como instru-
tado, en la escuela, ya desde muy crematística, los anticuarios y co- mentos de primer orden para una Ordenación del territorio
pequeños. Crecemos y vivimos ro- leccionistas. Museos y cartotecas mejor ordenación y gestión del te- En relación con la función vincula-
deados de mapas, como si necesitá- de todo el mundo los exponen al rritorio. Se ha escrito bastante so- da a la ordenación del territorio,
semos estar situados en todo mo- público como auténticas reliquias hay que señalar que ésta adquiere
mento, como si aún arrastrásemos y el precio que por ellos se paga en una relevancia especial con el acce-
un miedo atávico a perdernos en el las tiendas de anticuarios y en las so de la burguesía al poder y la
espacio geográfico. Parece como casas de subastas (en Christie's, creación de los estados-nación mo-
si, con ellos en la mano, o a la vista, sin ir más lejos) es equiparable al dernos, que precisan, como esta-
conjurásemos y escapásemos del de cotizadas obras de arte. Como dos territorializados que son, no só-
horror vacui. éstas, pero quizá de una manera lo de un control territorial en el
El mapa, sin embargo, es bastan- más precisa y directa, los mapas an- sentido más literal de la palabra, si-
te más que un objeto. Es, de hecho, tiguos nos hablan de la sociedad y no, sobre todo, de una ordenación
un lenguaje basado en unos códi- de la cultura que los vió nacer, esto y gestión del territorio eficaces.
gos de representación gráfica muy es de las tierras exploradas hasta Sin ellas, el estado moderno naci-
claros y pautados que ayudan al in- aquel preciso momento, del nivel do hace dos siglos sería inviable.
dividuo a comprender el mundo científico y tecnológico al que ha- Dado su carácter estratégico para
en el que vive a través de su tras- bía llegado aquella sociedad, de la supervivencia del sistema, esta
cripción geográfica más básica. El sus valores y creencias y, sobre to- última función del mapa ha adqui-
mapa estimula el pensamiento es- do, de su visión del mundo. rido una importancia fundamental
pacial y, a la vez, conserva la me- Así pues, las funciones básicas y ‘El geógrafo’, de Vermeer, 1669 y casi hegemónica, hasta el punto
que, en mi opinión, nos ha coarta- y emocionales y, en ellas, el azar tie-

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do la imaginación cartográfica, es- ne su papel. La ciudad es, para
L'escultura

Lusaka Colonial Club


to es la capacidad de elaborar otro ellos, el resultado de una percep-
tipo de mapas, de intentar cartogra- ción psicogeográfica en la que los
fiar otro tipo de dimensiones geo-
gráficas, quizá menos visibles y,
sin duda, más intangibles.
espacios son percibidos en función
de la empatía, el magnetismo o la
pasión. He ahí una forma ni lineal
makonde
Existe un sinfín de relaciones ni continua, sino fragmentada, de XAVIER MONTANYÀ
del individuo con su entorno geo- entender el plano de la ciudad. Por
gráfico que no tienen su correspon- su parte, los artistas del land art no
diente traducción cartográfica. Se sólo se sirvieron de los mapas para Els makonde no tenen Déu. Adoren l'esperit de les
aduce que, al tratarse de relacio- localizar los lugares en los que se mares. El seu ritu original remet a un home estrany,

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nes de carácter más bien existen- podían hallar sus acciones artísti- que no es banyava, ni es tallava els cabells. Un dia,
cial, subjetivo y a menudo intangi- cas, sino que muchas de ellas, co- aquest ésser es va aturar prop del riu Rovuma per a fer
ble, no son cartografiables. Cada mo las de Richard Long, podrían, nit. Amb un tros de fusta, va esculpir un ésser molt
vez lo dudo más y me inclino por de hecho, ser consideradas como similar a ell. El va deixar dret i es va posar a dormir.
pensar que, sencillamente, la carto- verdaderos mapas inscritos en el L'endemà, l'estàtua havia cobrat vida. Era una dona.
grafía de estas relaciones no ha si- territorio. L'escultura és l'arrel d'aquesta cultura. Han establert
do prioritaria por muchas y muy di- un diàleg permanent amb l'univers a través de
versas razones. Pocos son los cartó- La visión del arte l'escultura. Estan considerats dels millors d'Àfrica.
grafos, por ejemplo, que hayan ni En estos últimos años, otros mu- L'escultura per a ells té un sentit filosòfic radical.
pensado siquiera en la posibilidad chos artistas, como el británico Si- “Veure-hi clar en el cant dels gripaus / en el desordre
de elaborar mapas de olores o de mon Patterson, se han fijado en el dels insectes / en el vent dur del vell hivern / en un

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sonidos que vayan más allá de los mapa como tema central de su món mort i viu” (Paul Eluard). La colonització, la lluita
habitualmente utilizados para re- obra. Su cuadro The Great Bear per l'alliberament i, després, els enfrontaments provo-
flejar la contaminación acústica u (1992), por ejemplo, representa cats pel Renamo, milícia dretana creada a Sud-Àfrica
odorífica de una zona determina- una lectura totalmente distinta del per a boicotejar el nou país independent, han desplaçat
da. Me refiero a aquellos mapas plano del metro de Londres. Por l'escultura del cen-
que tenía en la cabeza Francis Gal- su parte, el israelí Joshua Glotman tre de l'univers
ton, un cartógrafo británico de fina- recrea, a través de una reinterpre- makonde. Tot i
les del siglo XIX que soñaba con tación del mapa de Israel (Untit- això, s'està produ-
dibujar algún día un mapa de olo- led, 1993), el drama que vive esta int un lent procés
res y de sonidos de cada lugar. región del Próximo Oriente desde per a reformular-la

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Estoy pensando también en la hace medio siglo. Finalmente, des- en clau d'art con-
posibilidad –¿por qué no?– de dis- de el net art nos llegan constante- temporani entre
poner algún día de mapas emocio- mente interesantes creaciones ar- els artistes de Ma-
nales, en los que se refleje lo que tísticas que giran alrededor del ma- puto, capital de
realmente aquel territorio carto- pa no sólo por su poder iconográfi- Moçambic.
grafiado despierta en nuestro inte- co, sino como instrumento de vi- He conegut un
rior; o de mapas simbólicos, que sualización e incluso de denuncia escultor. Jose Sa-
propaguen no un accidente geográ- de determinadas situaciones. He liundi. Fa un any
fico determinado, sino lo que éste ahí, por ejemplo, la magnífica expe- que treballa en una
evoca y sugiere, desde un punto de riencia llevada a cabo por Antoni obra. És una escul-
vista simbólico, al colectivo que lo Abad en el Centre d'Art Santa Mò- tura vertical,
contempla a diario; o de mapas ca- nica hace poco más de un año, en d'eben, de l'alçada
paces de transmitir el sentido de lu- la que un grupo de discapacitados d'una persona, que
gar, es decir el enraizamiento de iban modificando on line el plano explica una histò-
una sociedad en una porción con- de Barcelona a partir de los obstá- ria de dalt a baix,
creta del espacio geográfico, paso culos físicos que se encontraban per pisos, com
fundamental para llegar a conse- por el camino y que enviaban a di- vinyetes de còmic.
guir algún día una ética territorial, cho centro a través de sus teléfo- Tinc la sensació
imposible sin el desciframiento nos móviles; o la iniciativa Arte, re- que si la pogués-
adecuado del significado de los lu- des y cooperación, de Jaume Ferrer sim fer girar sobre
gares. y David Gómez; o la instalación el seu propi eix
Geograffiti as the digital production funcionaria com
Los situacionistas of nomadic space (2003), de Marc una llanterna màgi-
Precisamente por su desconoci- Tuters; o el interesante trabajo Iti- ca. Ell me l'explica
miento de los convencionalismos nerario de Cuatro Tierras, de la ar- José Saliundi. com si fos una pel·lícula. Escena per escena. Tot és ple
del oficio y de los constreñimien- gentina Teresa Pereda, que parti- Escultor. Mueda, de ritme i d'acció. Les idees li apareixen en somnis.
tos del quehacer cartográfico, los cipó, por cierto, en la excelente Mozambique Són dels esperits dels avantpassats. Quan riu, mostra
FOTOGRAFÍA DE XAVIER
artistas sí se han atrevido a entrar muestra Nuevas Cartografías (Bue- MONTANYÀ les dents esmolades, una característica dels makonde,
en esta resbaladiza cartografía nos Aires, 2003), junto con otros antic poble ferotge i salvatge, fama que ells han mantin-
aquí reclamada. Así, por ejemplo, tantos creadores argentinos. gut amb tota mena de símbols externs, com el plat
para los situacionistas de media- A lo mejor resulta (y no nos ha- labial de les dones i les dents caníbals dels homes. De
dos del siglo pasado, las distancias bíamos dado cuenta) que el mapa sobte, assenyala el cel, amb un dit d'advertència. Hi
entre dos lugares, pongamos en no se asienta tanto sobre una base falta una cosa!, diu. D'un sac, treu dues talles de fusta
una misma ciudad, no guardan re- topográfica, sino más bien autobio- blanca. Les úniques blanques. Semblen dos colonitza-
lación con la distancia proporcio- gráfica, es decir sobre una malla so- dors amb salacot, però em diu que no, que són els
nal de un plano hecho a escala geo- portada por nodos que estructuran blancs d'avui, els cooperants. Significativa transfigura-
métrica, sino con la distancia entre nuestra memoria individual y co- ció. Van de Coronel Tapioca, una disfressa que els afri-
dos polos emotivos. Los mapas si- lectiva, a través de los cuales pode- cans consideren ridícula. Quin serà el seu lloc? Estaran
tuacionistas, ajenos a las reglas de mos iniciar un viaje sentimental y mirant com nosaltres carreguem el camió de mandio-
oro de la cartografía oficial, aspi- personal que nos remite a la enig- ca, em diu. Són els únics que duen les mans a les butxa-
ran a describir la dimensión emo- mática mirada del protagonista del ques. Fan cara de babau. Em ve al cap la història que
cional del espacio geográfico, y no magnífico cuadro de Jan Vermeer, m'explicaven ahir nit. Els primers portuguesos van
la topológica o geométrica. Es ilus- El Geógrafo (1669). Y también a arribar a Mueda l'any 1924. La gent els deia “els
trativa en este sentido la Guide psy- aquellos versos de T.S. Eliot: peixos” perquè venien del mar i duien bigotis com la
chogéographique de Paris (1957), “Y al final de nuestra exploración, / “tilàpia”. Els vells creien que eren morts resuscitats. En
de Guy Debord. Se parte de la base Llegaremos al lugar de donde parti- poc temps, els blancs van destruir la seva harmonia
de que las relaciones entre los indi- mos, / Y lo descubriremos por prime- social i cultural. Avui encara lluiten per a retrobar-la.
viduos y los lugares son aleatorias ra vez”. |

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