Nia 200
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Requerimientos:
1. Escepticismo profesional
2. Discusión entre los miembros del equipo del encargo
3. Procedimientos de valoración del riesgo y actividades relacionadas
4. Identificación y valoración de los riesgos de incorrección material debida a fraude
5. Respuestas a los riesgos valorados de incorrección material debida a fraude
6. Evaluación de la evidencia de auditoría
7. Imposibilidad del auditor para continuar con el encargo
8. Manifestaciones escritas
9. Comunicaciones a la dirección y a los responsables del gobierno de la entidad
10. Comunicaciones a las autoridades reguladoras y de supervisión
11. Documentación
NIA 250 - Responsabilidad que tiene el auditor de considerar las disposiciones legales y
reglamentarias en la auditoría de estados financieros
El NIA es la normativa sobre la responsabilidad del auditor, considerar las disposiciones
legales y reglamentarias.
Esta Norma Internacional de Auditoría (NIA) trata de la responsabilidad que tiene el auditor de
considerar las disposiciones legales y reglamentarias en la auditoría de estados financieros. Esta
NIA no es de aplicación en el caso de otros encargos que proporcionan un grado de seguridad en
los que al auditor se le contrata específicamente para comprobar el cumplimiento de
disposiciones legales o reglamentarias específicas e informar al respecto de manera separada.
Requerimientos:
Consideración por el auditor del cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias
NIA 260 - Responsabilidad del auditor de comunicarse con los responsables del gobierno
El NIA es la normativa sobre la responsabilidad del auditor, de comunicarse con los
responsables del gobierno.
Esta Norma Internacional de Auditoría (NIA) trata de la responsabilidad que tiene el auditor de
comunicarse con los responsables del gobierno de la entidad en una auditoría de estados
financieros. Aunque la presente NIA se aplica con independencia de la dimensión o estructura de
gobierno de la entidad, su aplicación presenta particularidades cuando todos los responsables del
gobierno de la entidad participan en su dirección, y en el caso de entidades cotizadas.
Esta NIA no establece requerimientos relativos a la comunicación del auditor con la dirección de
una entidad o con sus propietarios a menos que sean a la vez responsables del gobierno de la
entidad.
El ámbito de aplicación de esta NIA es la auditoría de estados financieros, pero también puede
aplicarse, adaptada en la medida en que las circunstancias lo requieran, a las auditorías de otra
información financiera histórica, cuando los responsables del gobierno de la entidad sean los
responsables de supervisar la preparación de dicha información financiera histórica.
Dada la importancia de la existencia de una comunicación recíproca eficaz durante la realización
de una auditoría de estados financieros, esta NIA proporciona un marco general para la
comunicación del auditor con los responsables del gobierno de la entidad e identifica algunos
asuntos específicos que deberán ser objeto de comunicación. En otras NIA (véase el anexo 1) se
enumeran otras cuestiones adicionales que deberán ser objeto de comunicación y que
complementan los requerimientos de la presente NIA. Asimismo, la NIA 2651establece
requerimientos específicos relativos a la comunicación a los responsables del gobierno de la
entidad de aquellas deficiencias significativas en el control interno que el auditor haya
identificado durante la realización de la auditoría. Adicionalmente, la comunicación de otras
cuestiones no previstas en esta o en otras NIA puede venir exigida por las disposiciones legales o
reglamentarias, por acuerdos celebrados con la entidad o por otros requerimientos que resulten
de aplicación al encargo, como, por ejemplo, normas emitidas por una organización profesional
nacional de contabilidad. Esta NIA no impide al auditor comunicar cualquier otro asunto a los
responsables del gobierno de la entidad.
Requerimientos:
Responsables del gobierno de la entidad
Objetivo:
El objetivo del auditor es comunicar adecuadamente a los responsables del gobierno de la
entidad y a la dirección las deficiencias en el control interno identificadas durante la realización
de la auditoría y que, según el juicio profesional del auditor, tengan la importancia suficiente
para merecer la atención de ambos.