614-Texto Del Artículo-1168-1-10-20170717 PDF
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ocu
des
ste ensayo constituye una propuesta de tra ción hebrea y griega, entendiendo que han sido fun un
bajo en elaboración. Pretende plantear la damentales dichas lenguas para configurar nuestra sed
posibilidad de buscar claves hermenéuticas comprensión teológica, no tan sólo de América Lati ver,
que nos permitan entender los hechos histórico-reli na, sino de todo Occidente. A partir de esta compren
giosos a la luz de un elemento no considerado nor sión se han dado diversas instancias históricas, que
ner
malmente: el lenguaje como factor decodificador y analizadas desde la perspectiva de la comprensión
ver,
condicionador de nuestro entorno político-religioso. teológica nos dan una visión un poco más amplia que
las
la que vemos sólo a partir del hecho histórico.
Desde la lectura de autores como Humberto lo e
Maturana, y Michael Foucault, es posible afirmar que Introducción al problema la t
nuestra comprensión de la realidad es eminentemen El concepto verdad y el uso del término son talr
te epistemológica, o dicho de otro modo, nuestros constantes en el lenguaje teológico, filosófico, histó en
conceptos e ideas condicionan nuestra manera de rico y científico. La correcta comprensión de esta pa
interactuar con la realidad. No pensamos lo que ve labra, es de vital importancia para cualquier discipli
ce
mos, sino al revés, vemos lo que pensamos. na, y en particular en el estudio teológico alcanza gran
ció
relevancia, pues la utilizamos para referirnos a ideas
En este contexto, nos abocaremos a realizar cor
que no necesariamente están de acuerdo con el con
-siguiendo la propuesta de Foucault- una "arqueo dac
texto bíblico. Es fundamental entender con exactitud
logía" del concepto verdad. Dicho concepto tiene al got
su significado porque la cuestión sobre la esencia de
menos tres acepciones histórico-semánticas: la versión cos
la verdad está, como dice el teólogo alemán Wolfhart
griega, la hebrea y la latina. Sería interesante hacer
un análisis de estas tres vertientes. Ya algo ha ade
Pannenberg 0976), "conectada con la profunda cri Ve
sis no sólo de la teología, sino de las iglesias cris- ·
lantado Julián Marías en su Introducción a la Filoso
tianas y de la fe cristiana en el presente" (p. 53).
Jta 0985); sin embargo, como nuestra lectura de la par
historia y la realidad es a partir de la teología, nos Hay por lo menos dos dimensiones históricas to
interesa resaltar el concepto de verdad en la concep- distintas respecto de esta idea: el significado griego y pe1
el hebreo. Estos dos puntos de vista han estado pre ne1
sentes en la cultura occidental configurando las imá
genes que nos hacemos de Dios, de la naturaleza, de
Miguel Angel Nuñez es Licenciado en Teologla y en Filosofía. Actualmente difi
se desempeña como profesor titular de la Escuela de Teología de la Universidad las personas y de nosotros mismos. Al respecto Thor
bie
Adventista de Chile y además Capellán de la misma casa de estudios. leif Boman 0970) nos dice que en este caso "no sólo
en
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son dos lenguas esencialmente diferentes, sino que [de los sentidos] no somos capaces de discernir la ver
también hay envueltos en ellas dos tipos de imáge dad" (p. 64), lo que implica que la información sen
y
nes y pensamientos distintos" (p. 19). Como conse sorial nos impide discernir lo verdadero, lo cual es
cuencia de esto resulta indispensable realizar una velado por lo aparente. Así nace, desde muy tempra
arqueología de la expresión con el fin de aclarar no, una convicción que llegaría a ser muy importante
cómo esta historia del sentido de la verdad se rela para la explicación griega posterior y que se asentaría
ciona con su esencia misma. de manera decisiva en el inconsciente colectivo
occidental: la certeza de que sólo a la razón le es
Historia del concepto verdad accesible lo oculto, es decir, la verdad original de las
cosas.
El término griego aletheia
Para Parménides (nac. ca. 540/539 A.C.) el ser
La palabra griega que se usa para verdad es ale
verdadero es permanente e imperecedero, por lo tan
theia, que ha sido entendida -a partir de la propia
to uno y único. El ser es estable tras el devenir (Vern
interpretación griega- como una voz derivada del
aux, 1982, frag. 2), es lo que perdura inamovible fren
verbo "lamthano" que significa encubrir, ocultar, es
te al cambio, es lo "inmóvil y eterno" (frag. 8), en
conder. Al anteponérsele la partícula privativa "a" lle
suma el ser es. Visto así, la verdad aletheia no acon
ga a significar lo contrario, es decir, lo que no está
tece: es. Es, en identidad consigo misma, como lo
oculto o escondido, lo que está patente, manifiesto,
oculto y velado tras la cambiante apariencia senso
descubierto o develado -todo entendido dentro de
fun rial. La posibilidad de llegar a la plenitud de la ver
un proceso de descubrimiento. Por el contrario, la fal
estra dad se logra por medio del conocimiento intelectual.
sedad, el "pseudo", es el acto de ocultar la evidencia
Lati verdadera. La verdad en la Edad Media
)ren-
El pensamiento griego afirma que las cosas tie . Este concepto de permanencia del ser y de
que
1sión nen una realidad esencial. Desde este punto de vista, conceptualizar la verdad como lo permanente tras el
que verdad es, en griego, patencia o descubrimiento de devenir perdura sin grandes matices hasta la Edad Me
las cosas, es decir, develamiento o manifestación de dia. Sin. embargo, en esta época hay un cambio muy
lo que son. De allí que el griego, cuando piense en sutil producto de la mezcla del pensamiento cristiano
la expresión verdad, estará reflexionando fundamen y el griego, tal como se da en autores como San Agus
son talmente en lo que las cosas son y secundariamente tín (354-430) o Santo Tomás de Aquino (1225-1274).
istó- en lo que se dice de las cosas, en el logos. Para Agustín de Hipona "la verdad es Dios". Esta
pa
De esta forma, la noción griega de verdad care definición esconde una explicación griega de carác
ipli
ce de un carácter histórico. Inicialmente tiene la acep ter platónico al afirmar que el carácter fundamental
�ran
ción de sacar algo a la luz y permitir que se vea tal de la verdad reside en que el ser se revela e ilumina
ieas
como es. De acuerdo con esta apreciación, la reali al intelecto humano con su luz y le suministra la nor
:on
dad verdadera es puesta en evidencia mediante el lo ma de todo juicio y la medida de cualquier valora
itud
gos que "muestra, es decir, deja ver, la aletheia de las ción. "En esta revelación del ser hecha al hombre en
t de
cosas" (Link, 1984, vol. 4, p. 332). su interior, en este valor suyo para el hombre como
nart
principio que ilumina su investigación, consiste la ver
cri
Verdad en el pensamiento griego antiguo dad" (Abbagnano, 1978, vol. 1, p. 279). Hay aquí lo
:ris-
Visto el carácter etimológico del término, es útil que algunos llaman una concepción "inmanente" de
para nuestro estudio realizar a continuación un sucin la verdad.
.cas to resumen de cómo fue concebido el término en el
La filosofía de Santo Tomás, por otra parte, se
oy pensamiento griego clásico, al menos en sus expo basa en determinar en forma precisa la relación entre
>re nentes más representativos.
el raciocinio y la revelación. Siendo que el hombre
ná
Ya desde los más antiguos griegos se percibe la es un ser finito y sujeto a error, es necesario que el
de
dificultad que implica desentrañar lo que está encu hombre sea instruido por la orientación divina. Hasta
.or-
bierto. Anaxágoras (ca. 499-428 A.C., 1973) sostiene aquí, al igual que el ejemplo agustino anterior pare
510
en el fragmento veinte que "a causa de la debilidad ciera que el aquinatense estuviese repitiendo las
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palabras del Evangelio; sin embargo, lo que es cierto cepto de Dios, que es una "sustancia infinita, eterna,
es que este autor sigue de cerca la explicación que omnisciente, omnipotente y creadora, es difícil supo ha
da al respecto Aristóteles (384-322 A.C.). Santo To ner que pueda haberla creado yo mismo" (Abbagna ce
más (citado por Link, 1984) formula el adagio: "veri no, 1978, vol.2, p. 173). La idea "Dios" es tan perfec aL
tas est adaequatio rei et intellectus [la verdad es la co ta, que -según Descartes- es imposible que haya el
incidencia entre lo que se piensa y la realidad]" (p. nacido en mí como ser humano, pues tiene una ple sa
332). nitud que como humano no poseo. Para este autor P:;
Hasta allí tampoco el discurso de Santo Tomás francés la causa de una idea debe siempre tener al Al
aparece como contradictorio al razonamiemto bíbli menos tanta perfección como la representada por di to
co; sin embargo, luego afirma lo que se ha llegado a cho concepto. Siguiendo esta línea de reflexión él afir d;;
conocer como la "autonomía de la razón" (Schaeffer, ma la existencia de Dios con el argumento de que la al
1969, p. 13). La palabra divina no anula ni inutiliza la simple presencia en mí de la idea de Dios demuestra ni
mente. Tomás afirma que "la gracia no elimina la na su existencia. Visto así, Dios se convierte en garante at
turaleza, sino que la perfecciona". (Abbagnano, 1978, de la verdad toda vez que el hombre no puede ser "E
Vol.1, p. 458). Esto abre la puerta para encontrar creador de un juicio infinito ni sustentar ningún con es
"verdades naturales", lo que después derivó en la lla cepto absoluto, como sería la idea verdad. di
mada "teología natural", concepto que el filósofo Bo er
En el caso de Leibniz la situación es más o me
gumil Jasinowski 0968) llama "verdad bigradual" (p. nos similar. Este autor busca una causa libre en el
181): la separación de las verdades de fe y las verda D
universo. Llega a la conclusión de que existe sólo un
des de razón. m
fundamento sin contingencia, el cual no está en el
Para evitar una línea de interpretación distinta mundo tal como lo conocemos, sino fuera de él. La
del concepto bíblico (que efectivamente luego se dio), única sustancia necesaria es Dios, quien -entre otras
Santo Tomás (citado por Link, 1984) tuvo la precau cosas- es el sustentador absoluto de la verdad.
se
ción de señalar que si alguien descubre una verdad,
El caso de Kant, si bien más complejo, refleja la bi
siendo que Dios es el autor de la naturaleza humana,
misma orientación. El nóumeno, que contiene lo in d(
esa verdad nunca podría ser opuesta a la verdad re
mutable, lo que no cambia y aquello de lo cual no cr
velada. Eso porque la verdad no puede contradecir
puedo dar una descripción suficiente, es el ámbito de al
la verdad. En este caso, la fe se convierte en "la regla
la divinidad, que, sustenta a su vez al fenómeno, que ll(
del recto proceder de la razón" (p. 332).
es el espacio dentro del que se puede dar justificación fe
La verdad en la época moderna y por ende, hacer ciencia. Al respecto, Kant conside b,
Con San Agustín y Santo Tomás se marca una ra a Dios como aquel ser que siendo todo, "no es ce
época que logra mantener su influencia hasta la épo cognoscible ni demostrable en el pensamiento sobre G
ca moderna. En este período queda en evidencia que Él" (Rossman, 1974, p. 3). Haciendo un análisis al res
para sustentar una verdad subjetiva es necesaria una pecto, Frederick Copleston 0981) afirma que en Kant C<
base objetiva. De allí que sutja la necesidad de algo "el concepto de Dios no es el concepto de algo que je
que no cambia. Esto es claro en las exposiciones que aparece, pero considerado aparte de su aparecer, pues g1
hacen René Descartes 0596-1650), G. W. Leibniz no puede decir que Dios aparezca" (Vol.6, p. 259). "t
(1646-1716) e incluso Enmanuel Kant (1724-1804), en De allí que la divinidad sea circunscrita exclusiva tr
las cuales el soporte de la verdad es Dios. En la era mente al nóumeno. Como elemento final, podemos rE
moderna llega a ser claro que "sin el presupuesto de decir que, si bien Kant 0958) piensa en Dios como p
Dios, la verdad como conformidad no resulta ya pen fundamentación y sustento, es un ilustrado en el sen b
sable" (Pannemberg, 1976, p. 68). tido de convertir a la razón en el único tribul).al váli p
do de la verdad (p. 42). De allí que pretenda poner a b
René Descartes -siguiendo un planteamiento
la religión dentro de los límites de la mera razón v
que ya había hecho anteriormente San Anselmo (ca.
0969). E
1033-1109)- sostiene que las ideas que representan
las cosas naturales y a los otros hombres, no contie Al margen de este planteamiento de Descartes, b
nen nada tan perfecto que no pueda ser reproducido Leibniz y Kant está otro autor alemán que viene a p
por un ser humano. Sin embargo, respecto del con- proponer una solución para un problema que ya se C
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�terna, visualizaba en el tiempo de los griegos, quienes se de los fines y circunstancias del que habla, y aun del
supo habían visto enfrentados a la aporía de tener que auditorio al cual se dirige. Así las cosas, la verdad
)agna considerar a la verdad en proceso de descubrimiento, termina siendo algo totalmente relativo.
,erfec- aun cuando la entendiesen como lo permanente tras
haya el cambio. G. W. F. Hegel (1770-1831) aportó el en La dimensión hebrea
a ple sayo de solución más interesante a este problema. El término hebreo emet
autor Para este filósofo alemán: "La verdad es la totalidad". Para referirse a verdad los hebreos usan el vo
1er al Al final del proceso dialéctico está el "espíritu absolu cablo emet de la misma raíz de la expresión emunah
or di- to", la verdad total. Por lo tanto, la verdad es reafirma (fe). El verbo que se halla en la base de esta voz es
1 afir- da como algo que se da en "progresión gradual"; sólo amen que denota algo firme, sólido e inquebrantable
1ue la al final se obtiene la síntesis total y se llega a lo defi en una cosa o en una palabra. (Quell, 1976, Vol.1, p.
restra nitivo que para él, entre otras cosas, significa "Dios 232). En general el término tiene una connotación le
rante absoluto". O tal como lo expresa Abbagnano (1978): gal o jurídica y también religiosa.
e ser "El reino del pensamiento puro es la verdad, tal como
con- es en sí y por sí, sin velo. Esto se puede expresar Connotación jurfdica
diciendo que es la exposición de Dios, tal como es En el ámbito jurídico describe la "verdad actual
me en su eterna esencia" (vol.3, p. 102). de un proceso o causa" (p. 233). Al mismo tiempo,
·n el señala la certeza de una investigación. La verdad es
) un Desarrollo del concepto griego de verdad en el vista como producto de un proceso de indagación y
mundo contemporáneo búsqueda.
n el
l. La Las ideas griegas llegan al mundo contemporá
También se usa la palabra para pedir validez o
>tras neo tamizadas por el pensamiento medieval y mo
seguridad ante una promesa, para un reporte válido,
derno. En la época contemporánea la verdad deja de
para probar si lo que se dice es válido o no, como en
ser, como sostenían los griegos, una cuestión encu
a la bierta y permanente y pasa a ser expresión tan sólo el caso de Génesis 42:16, cuando José "prueba" la va
in lidez de las palabras de sus hermanos.
del hombre mismo, de su situación y de su libertad
no creadora. En esta dirección, y especialmente bajo el La expresión emet también está asociada a la
, de alero del existencialismo, se busca "la verdad propia" 1 veracidad de las normas o principios (Ruth 3:12), a la
:¡ue no la verdad como tal.2 Incluso, en el ámbito de la validez de las conductas (Génesis 24:49) y al cumpli
ión fe -nos dice Pannenberg (1976)- a la verdad "se la miento de promesas (2 Samuel 7:28).
de- buscará únicamente como expresión existencial,
es Por otra pa1te, la verdad es relacionada con la
como realización suya que los cristianos· lleven a misericordia (Génesis 47:29), con la justicia (Nehemías
Jre cabo, y no ya como aquello en lo que la fe cree", y
es 9:13; Isaías 59:14) y con la sinceridad Qosué 24:14).
es éste el aspecto básico para entender muchas
int corrientes teológicas actuales. 3 Hay aquí una sub La expresión emet implica, además, la justicia de
ue jetivación de la verdad que -según Martín Heideg Dios. El salmista afirma: "los juicios de Jehová son
1es ger (1889-1976)- comienza con los mismos griegos verdad, todos justos" (Salmo 19:9). Según G. Bromi
9). "toda vez que al pensamiento se lo hizo escala y pa ley 0991), hay en este uso de la expresión un doble
,a trón de lo verdadero" (p. 64). En cierto modo es una sentido. "Lo que Dios demanda es correcto; El esta
os resucitación de la corriente sofista, especialmente de blece y garantiza una norma justa. Pero Dios también
no Protágoras (481 A.C.), quien afirmaba que "el hom juzga la conducta humana en una forma que corres
n bre es la medida de todas las cosas"4 (Platón, citado ponde a la realidad" (vol. 4, p. 926). Nuevamente,
.li por Protágoras, 1973, p. 74), lo cual quiere decir, en encontramos el mismo significado que venimos consi
.a derando: "Dios es aquel en quien se puede confiar
buenas cuentas, que cada cual determina lo que es
5n verdadero o falso, de acuerdo con su propio parecer. plenamente, sobre quien se puede edificar la vida pro
Ello lleva irremediablemente a la negación de un sa pia con toda seguridad" (Gnilka, 1979, p. 446), por
:s, ber común. En la actualidad hay autores que no tre que Él no varía.
a pidan en sostener, muy en consonancia con el dis Cuando se aplica al ser humano significa lo que
,e curso de Protágoras, que la verdad depende, en suma, caracteriza su conducta o sus palabras. "La palabra de
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un hombre es verdadera en la medida en que expre
Coi
to de una relación comunitaria, y "significa que una
sa llanamente, sin reticencias, lo que piensa; un hom persona o cosa que tenga como característica suya la
bre es veraz en la medida en que es capaz de mante fidelidad, es también para los demás merecedora de El f
ner de modo efectivo el compromiso que ha confianza" (p. 57). En este sentido, como señala dad
adoptado" (Giblet, 1973, p. 340). acertadamente el filósofo español José Ferrater Mora tren
(1981), hay una diferencia de percepción que se vive heb
Connotación religiosa distinto en el ámbito de la experiencia personal. "Lo tem
contrario de la verdad es para el hebreo la decep can
En el ámbito religioso esta locución es usada
como parte del lenguaje metafórico. Por ejemplo, en ción; lo contrario de ella es para el griego la desilu
Salmo 51:6: "He aquí tu amas la verdad en lo íntimo, sión" (vol. 4, p. 3398). las
y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría". La,
Esta concepción hebrea de la verdad como ex
periencia, a diferencia del griego, no es una certidum son
En el pensamiento bíblico se entiende que Dios
bre sólo de tipo cognitiva, o dicho de otro modo, no sien
es la fuente de la verdad y su palabra y la ley son
hay aquí la pretensión de alcanzar el saber "total" de las,
para el hombre no sólo "la verdad" sino también el
la verdad. Para el hebreo verdad es la confianza en ceb
fundamento de la misma: "La suma de tu palabra es
la fidelidad de Dios. Aquel que se abandona en Dios emt
verdad" (Salmo 119:160), nos dice el salmista, con la
y busca a la divinidad, tiene permanencia y seguri lo e
convicción de que la verdad no es un atributo que
dad.· "Si vosotros no creyereis, de cierto no permane sab1
reside en el hombre sino que es revelado desde Dios.
ceréis" (Isaías 7:9). ya
Esto implica que todo acto divino es verdadero. "Los
evic
juicios de Jehová son verdad, todos justos" (Salmo Este creer se basa en la seguridad que se ha ciór
19:9): justicia y verdad son homologables. incrementado en ese Dios que permanece y no cam vice
bia (Malaquías 3:6). La plena satisfacción de esta con for2
Hacía una definición hebrea de verdad fianza está siempre en el futuro, y el discernimiento Dio
En síntesis, la verdad en la conceptualización que se tiene de Dios es contingente; en este sentido,
hebrea encierra un aspecto personal: se trata de la es Revelación. Tal como sostiene Pannenberg (1976)
verdad en el sentido de la confianza; el Dios verda "el que Dios permanezca y sea fiel, es algo que ha grie
dero es, fundamentalmente, el que cumple lo que ido mostrándose hasta el presente en una serie de lo e
promete. Es la referencia al amigo con quien se pue manifestaciones totalmente concretas y seguirá mos de·
de contar. Por el contrario, un compañero falso, no trándose también en el futuro mediante esas concre rnie
es alguien inexistente, sino alguien muy estimado que tas manifestaciones" (p. 57). Esa verdad que se mani nad
falla, alguien en quien no es posible seguir confian festará en el futuro, tal como lo hizo en el pasado, no te, e
do. está determinada por ningún logos; esto marca la di apa
ferencia con la postura griega.
La expresión hebrea es alusiva fundamentalmen
te al futuro. La voz 'emet remite, pues, a un cumpli Por otra parte, para el hebreo, la verdad de Dios de·
miento, a algo que se espera y que será. Para el he es toda la verdad. Cualquier "verdad" que se piense nen
breo "verdad" no es algo que esté ya plenamente debe estar en referencia al Dios que permanece. con
concluido y que posea un valor desconectado del Aquel Dios cuyas obras son ciertas (Salmo 111:7). Ese ciór
tiempo; por el contrario, va aconteciendo y se gesta Dios es el único que puede ofrecer seguridad plena heb
de rnanera permanente. Haciendo alusión a esto, Hans en el futuro, su fidelidad (verdad) es "escudo y adar gua
von Soden señala que "verdad" no es lo que se en ga" (Salmo 91:4). Todo lo permanente, sea en las le psic
·cuentra "por debajo o por detrás de las cosas y deba yes naturales, "en la vida de los pueblos, o en la de viar
ser encontrada mediante una penetración en la pro los individuos, se halla abarcada por la verdad de Dios inac
fundidad, en el interior de ellas; verdad es aquello y tiene en ella su fundamento" (p. 60). tidc
que se pondrá de manifiesto en el futuro" (citado por La experiencia hebrea tiene una profundidad
Pannenberg, 1976, p. 55) con amplitud eterna; en constraste, el concepto grie tém
Hay además, como hemos dicho, un carácter go se nos aparece como reducido a las capacidades rnin
experiencia!. La fidelidad se da siempre en el contex- finitas del lagos humano. guc
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-- ---- -- - ·- --
- -- - -·-
'
Contrastes definitorios mino (p. 926). Esto se observa, por ejemplo, en Juan,
: una
ya la Toda raíz idiomática esconde una cosmovisión. quien es el autor del Nuevo Testamento que más usa
,a de El gran problema del asunto es que en la voz "ver la expresión "verdad" (aletheia). Para el teólogo Juan,
:ñala dad" que usamos en el mundo occidental se han en su comprensión de la verdad no procede del uso grie
\1ora tremezclado dos perspectivas distintas: la griega y la go sino de la connotación hebrea. Por eso el signifi
vive hebrea. Cuando no hacemos una clara diferenciación cado de la aletheia en Juan "no puede ser completa
"Lo terminamos con un concepto ambiguo, o al menos mente apreciado aparte del significado del sustantivo6
cep carente de sentido. hebreo 'emeth" (Lindsay, 1993, p. 130).
silu- En este punto, por ejemplo, es útil señalar que Conclusión
las dos dimensiones hacen una referencia al tiempo.
Cuando leemos en el Evangelio: "conoceréis la
, ex La verdad como aletheia se refiere a lo que las cosas
verdad y la verdad os hará libres" (Juan 8:32), mu
um son; de allí deriva la suposición de que la ciencia es
chas veces pensamos en la idea griega, es decir, po
, no siempre presente. La "episteme" griega enuncia lo que
niendo énfasis en el logos, en el contenido y en el
'' de las cosas son ahora, de allí la ilusión de llegar a con
aspecto cognitivo. En este sentido tendemos a esta
en cebir lo que la cosa sea en realidad. 5 En cambio, la
blecer la verdad en términos nominales o literales, es
)ios emunah hebrea apunta hacia el porvenir, al futuro, a
decir, si la verdad reside pura y simplemente en la
uri- lo que viene. Examinado de este modo, la forma de
manera en cómo se hallan. unidos o separados ciertos
1ne- saber hebrea con exactitud corresponde a la profecía
signos que nos permitirían estructurar el lagos, el con
y a la revelación. No obstante lo anterior, de un modo
tenido o el pensamiento. El que una serie de signos
evidente también en el hebreo está implícita la no
ha lingüísticos sean declarados verdaderos o falsos de
ción de presente y pasado. "Hoy" confirmo la con
im penderá únicamente de los signos mismos. Sin em
vicción que tengo acerca de Dios y que ha sido re
on bargo, la verdad pensada por los escritores neotesta
forzada anteriormente por la permanencia fiel de
nto mentarios tiene una connotación ligada a la visión de
Dios que "no cambia" (Malaquías 3:6).
do, mundo del Antiguo Testamento, es decir, su énfasis
76) Lo que se esconde en el pensamiento hebreo y está puesto en el "conocer a Dios", no en su aspecto
ha griego es una manera distinta de ver el mundo. Hay cognitivo solamente, sino relacional y experiencia!.
de lo que llama Boman (1970) "un binomio contrastante Esto quiere decir que finalmente una concepción no
os de pensamiento dinámino versus estático". El pensa minal o semántica de la verdad puede resultar en mu
re miento hebreo suele ser "dinámico, vigoroso, apasio chos aspectos y ocasiones incompatible con la con
ni nado y en aigunos casos hasta explosivo"; por su par cepción hebrea de verdad.
no te, el griego aparece como un pensamiento "estático,
Al decir que tal o cual afirmación es verdad,
di- apacible, moderado y armonioso".
muchas veces lo hacemos en términos de nominali
Es eso precisamente lo que está detrás de la idea dad o énfasis semántico. Si realmente siguiéramos en
os de verdad. Por una parte, la búsqueda de lo perma rigor dicho pensamiento, entonces para verificar la co
Se nente tras el cambio (concepto griego), y por otra, la rrespondencia plena de la verdad, deberíamos cotejar
:e. confianza que se va renovando día a día en la rela nuestro planteamiento con el Absoluto, es decir con
se ción permanente y dinámica con la verdad (concepto Dios mismo, y en ese caso, lo que hoy decimos que
na hebreo). Tiene razón Boman al afirmar que en el len es verdad sólo será atisbo de verdad y verdad total
ir guaje se esconde la idiosincracia de un pueblo y la sólo en el futuro, en el encuentro con "LA" Verdad.
e psicología particular de toda una nación (p. 27). Ob
La Biblia entiende que toda verdad es verdad
:le viar esto cuando tratamos el concepto de verdad es
de Dios. Sostiene que las habilidades cognitivas hu
os inadmisible, si queremos entender claramente el sen
manas son "creación divina", lo que el intelecto ve
tido y significado de los vocablos. en la naturaleza tiene significado y eso implica que
id Tal como Bromiley 0991) lo señala, el uso del lo cognitivo y el orden natural dan testimonio de la
e término "verdad" en el Nuevo Testamento está deter sabiduría divina. En este sentido el conocimiento que
es minado más por la imagen que se tiene en el Anti Dios mismo posee es "arquetípico" y el humano, "mo
guo Testamento que por el desarrollo secular del tér- delo o copia"; eso implica que, cuando el hombre
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declara que algo es verdadero, sólo afirma algo que política, tal como ha reseñado el sociólogo chileno
está de acuerdo con el conocimiento verdadero y per Humberto Lagos Schuffeneger (1988, pp. 23-38). nos
fecto de Dios. Sin embargo, el modelo humano de elen
verdad es contingente, limitado, y provisional. El hom Cuando se ha enfatizado la visión griega ha sido pan:
fácil caer en dogmatismos ideológicos, políticos y re esta.
bre "conoce en parte" (1 Corintios 13:12). En cons
ligiosos. Por otra parte, cuando ha sido concebida sólo mor
traste, la verdad de Dios no tiene límites, no cambia
y es absoluta. La verdad "humana" tiene que ser des en términos de experiencia, se ha privilegiado la que
cubierta pero sólo la verdad de Dios es permanente y
praxis sobre la gnosis, y en ese caso, ha habido una prer
reacción de grupos marginales a veces, y masivos nos
completa.
otras, que han querido hacer oír su voz experiencia!, pret:
Cuando se afirma tener la verdad pensando con en contraste con lo que ha sido visto como una voz de s
ello en términos cognitivos, se está razonando como estéril y desértica, la voz de la gnosis, del lagos al
griego, toda vez que cuando el griego pregunta so servicio del dogma.
bre la verdad apunta al conocimiento del ser verda exp<
Hebreos y griegos han configurado una forma to d
dero en sentido absoluto. Cuando se dice conocer la
de ver el mundo. Nosotros, en Latinoamérica, hemos nos
verdad en la acepción de relación, seguridad y expe
estado bebiendo alternativamente de dos fuentes. Por No,
riencia con Dios, se está pensando como hebreo y
una parte, de la explosión anímica del descubrimiento barg
por ende, bíblicamente.
personal, que está asociada a la visión hebrea, y por cia.
T. F. Torrance (1957), haciendo un estudio de otra, la mesura y armonía del conocimiento asociada que
la Septuaginta, sugería que al traducir los setenta sa a la visión griega. Ambas nociones han configurado que
bios la expresión emet por aletheia no estaban pen una manera de ver el mundo. cóm
sando en "una verdad abstracta o metafísica, sino en pern
La propuesta que hacemos en este ensayo es
aquello que se apoya sobre la fidelidad de Dios, es la V(
que para hacer una nueva lectura de fenómenos tales
decir, la verdad considerada no como algo estático, cam
como los excesos del dogmatismo religioso (persecu
sino como una realidad activa, eficaz, la realidad de apol
siones religiosas, sectarismo, inquisición y otras) y los
Dios en la relación de alianza" (p. 114). Es decir, se Pam
resultados de la ideologización (dictaduras, tanto de
asegura que el fundamento de toda verdad es única
izquierdas como de derechas, mantenimiento de ma
mente el encuentro con la fidelidad de Dios. El IE
sas en la ignorancia cultural, etc.); es necesario hacer
La verdad --desde el punto de vista hebreo- una lectura a partir de la comprensión de dos visio
la sil
nunca se deja reducir a una posibilidad inmanente nes de mundo opuestas: la visión griega y la hebrea.
gam
del ser humano. El hombre está en condiciones de Estas dos perspectivas han estado configurando lo que
más
comprender la verdad -al menos parcialmente somos y lo que decimos ser. Están en nuestro con
jo Cl
pero siempre el fundamento de esa comprensión ra ciente colectivo. Son un material contructo de nues
abar
dica, finalmente, en la verdad misma y no en la hu tra personalidad latinoamericana.
el a1
manidad.
Me he preguntado si no tendría razón Nietzsche exte:
cuando sugería una lectura parecida de la realidad a n ue�
Implicaciones político-religiosas en cons
partir de su binomio Apolos versus Dionisia, es decir,
Latinoamérica
una forma de ser armónica y estructurada versus una Hanc
Al llegar a las conclusiones anteriores, estamos
explosiva y espontánea. Tal vez, el alemán transgre-. com
en condiciones de afirmar que la historia de Occi
sor veía más de lo que nosotros vemos hoy. mate
dente ha sido un constante fluctuar entre dos opcio
raría
nes: la teoría y la praxis, la gnosis y la experiencia. La historia de nuestra América nos demuestra imp(
Este desarrollo de la comprensión de la verdad ha que vivimos inmersos en una cultura con raíces reli do re
marcado la forma de hacer religión y, como conse giosas. Aun más, me atrevería a decir que es una cul
cuencia, la manera de hacer política, ya que religión tura religiosa que de un modo u otro, en todo su ac
y política han configurado desde siempre un matri cionar sustenta principios e ideas que de algún modo gene
monio difícil de divorciar, toda vez que la religión ha se refieren a la concepción que de verdad tenían los uso e
sido el instrumento histórico para legitimar la acción griegos y los hebreos. lidac
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j¡\
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ello, no es raro que considere a todos los indígenas enriquecer aún más los datos históricos que posee
rár:
que no abracen el cristianismo como "infieles e idó mos. De ese modo podremos dar una interpretación res
latras" y desde su teología, "considerados como ene que nos permita acercarnos a la realidad en términos (ce
VO�
migos" a los cuales es necesario hacer la guerra y, comprensivos y analíticos reales, toda vez que -si rea
"como prisioneros de guerra" convertirlos en escla guiendo a Pierre Chaunu (1988)- "el pasado es algo la,
ver
vos (p. 17). En este sentido se da una legitimación vivo, algo que se desarrolla en forma permanente, no ere
del conquistador sobre la base de una "discriminación es algo muerto ni definitivamente fijado" (p. 75). za,
Bai
ideológica", en la cual el cristianismo se ubica en un
Terminemos con las palabras de Maturana y Va
plano superior, por sobre el conquistado. dis1
rela (1984) que nos revelan la complejidad de la
nec
Deducida la superioridad del español "será tam interpretación de la realidad, cuando nos dice que tier
bién deducido el derecho a conquistar y a dominar a "toda experiencia cognoscitiva involucra al que co ser'
"ve
los inferiores" (p. 21). Hay aquí una visión de la rea noce de una manera personal, enraizada en su es este
lidad teñida con una comprensión de la verdad reli tructura biológica, donde toda experiencia de certi fidt
dar
giosa que impone una forma de ver el mundo que dumbre es un fenómeno individual ciego al acto de
no admite contrarios. Los detractores de esta noción, congnoscitivo del otro, en una soledad que [. . .] sólo cor:
como Bartolomé de las Casas, por ejemplo, sostienen se trasciende en el mundo que se crea con él" (p. 7).
una posición distinta sobre la base de una compren ¿No será hora ya de crear ese mundo para salir de la
sión de Dios y de la naturaleza humana discordante soledad conceptual y cognoscitiva en que estamos?
RE
con el manejo conceptual del momento. De Las Ca ¿No será tiempo de que indaguemos en nuestra his
toria las claves para entender lo que fuimos, somos y Abt
sas (1942) propone una evangelización del convenci
miento. Para él "la fe consiste en el asentimiento que seremos? Am
da la voluntad a las proposiciones que se creen, por An¡:
que es asentir en lo que con propiedad se llama creer"
(p. 19). Lo mismo ha puesto en evidencia el historia
Ben
dor chileno José Bengoa (1992) con su análisis de al
gunas cartas de frailes que se dirigían al monarca para Notas Bor:
denunciar los atropellos contra el indio, pero, que
l. Esto comienza a gestarse en la Epoca Moderna, cuando los
nunca tuvieron eco (pp. 81-99). Bro:
autores de la modernidad empezaron a sustentar paulatinamente la
verdad en el hombre mismo. Este proceso se inició poco a poco con
Esto que se vivió en el siglo XVI se siguió dan el "cogito" cartesiano. En la época modema -nos dice Krings
(1979}- "el principio de la verdad es el principio de razón Bun
do durante la oscura noche de la inquisición, donde suficiente; su criterio, la deducción lógica 1igurosa; su fundamento, l
en nombre de una verdad religiosa se instauró una la unidad del sistema lógico. Por ou·a pa11e, se llega a un acerca
Cha
miento extremo de empina y "verdad" (empirismo, posi!ivismo,
tiranía espiritual (cf. Burman, 1988; Japas, 1992; Me pragmatismo). La experiencia es el fundamento absoluto de la J
dina, 1952). Luego vinieron otras tiranías que poco a verdad; su criterio es la obse1vación, que puede ser elevada por
medios lógicos a la objetividad y validez universal". Cop
poco han mantenido a América con las "venas abier 1
2. La raíz de esta idea es posible encontrarla en Martín Heidegger.
tas", en el decir de Eduardo Galeano (1985). El análisis que hace este filósofo de la verdad como el "descu Del
brimiento" del Ser, sigue la línea de pensamiento griega. Sin 1
Recientemente David Stoll 0990), investigador embargo, su análisis del Ser (Dasein) en télminos de nuestro propio 1
de la Universidad de California, en su libro "¿América ser-en-el-mundo tiende a confinar la verdad en el ámbito del propio Gal<:
descubrimiento, que es, a la postre, la autenticidad de sí mismo, lo (
Latina se Vuelve Protestante?" (p. 363), nos advierte cual nos lleva a una subjetivación de la verdad. Es posible ver la
influencia de Heidegger en autores como Paul Tillich (1886-1965), Gert
de la relación religión-política que se está dando en
Rudolf Bultmann (1884-1976) y en J. P. Sa11re (1905-1980), por
Latinoamérica, especialmente en Centroamérica, don ejemplo. Véase Heidegger (1968), capítulo 4. E
de la evangelización está al servicio de un modo de 3. Un botón de muestra se encuenu-a en un texto de G. Angelini Gibl,
(1983), que se titula: "El Desarrollo de la Teología Católica en el Siglo (
vida, de una interpretación del mundo, de una visión
XX. Breve Reseña Crítica", que contiene una sección titulada: Gnill
sobre la verdad. "Teología y Pensamiento Antropocéntrico", en el cual analiza a dos j
influyentes teólogos contemporáneos: K.arl Rahner de la llamada
Podemos abundar en muchos ejemplos más. "escuela heideggeriana católica" y Edward Schillebeeckx, fundador Harn
de la revista teológica internacional "Concilium". e
Queda la intención de analizar el desarrollo religio
4. También aparece en Sexto Empírico: Hipot. Pirron, I, 216ss; Heid
so-político de Latinoamérica a la luz de dos visiones Contrn Matemat., VII, 60; Platón, Teetetos, 166D y ss y Atistóteles, E
del mundo contrapuestas, claves, que nos permitirán Metafísica K.6, 1062 b. Japa:
h
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- ---- --- --- ------- ---- -- --- ------ ----
"
osee- 5. Esto se observa en la pretensión de los científicos contempo Jasinowski, Bogumil. (1968). Renacimiento italiano y pensamiento
ráneos humanistas, por ejemplo Abraham Maslow (1993),quien moderno. Santiago: Ediciones de la Universidad de Chile.
1ción resume esta posición de la siguiente fotma: "Los métodos científicos
Kant, Immanuel. 0958). Filosofía de la historia. Buenos Aires: Nova.
unos (considerados en un sentido amplio) son los únicos medios decisi
vos de que podemos disponer para estar seguros de poseer Kant, Immanuel. (1969). La Religión dentro ele los límites de la mera
-si real.mente la verdad. [...] La ciencia es el único camino para introducir razón. Madrid: Alianza.
algo la verdad en quien se muestra remiso a ella. Sólo la ciencia puede Ktings, H. 0979). Verdad. En Henrich Fries (ed.), Conceptosfunda
vencer las diferencias caracterológicas en los modos de percibir y las mentales de la teología. (2' ed., v. 2, pp. 860-861). Madrid:
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6. En rigor hay autores que presentan una postura ligeramente Reunida.
le la distinta. Por ejemplo J. Gnilka (1969) sugiere que el concepto
neotestamentario de alétheia refleja la riqueza de contenido que Lindsay, Dennis R. 0993). What is Tiuth?: in the Gospel of John.
que tiene en su prehisto1ia (en el judaísmo y helenismo) y afama que Restoration Quaterly, 35, 130.
ca sería erróneo traducir siempre en el Nuevo Testamento alétheia por Link, H. G. (1984). Verdad. En Lothar Coenen, Erich Beyreuther y
"verdad". "Dentro de la diversidad de significaciones que encie1rn Hans Bietenhards, Diccionario teológico del Nuevo Testamento.
es- este vocablo, en algunos casos sugiere una idea de veracidad, (Vol.4, pp. 332-343). Salamanca: Sígueme.
:erti fidelidad, rectitud, que se identifica con el hebreo emet'. Concor
damos con el autor y pensamos que el pioblema se suscita a la hora Marías, Julian. 0985). Introducción a la Filosofía (3'· ed.). Madrid:
acto de olvidar el contenido contextual de la expresión siguiendo el Alianza.
sólo contexto global del libro en cuestión y de la Biblia en general. Maslow, Abraham. El hombre autorealizado.- Hacia una psicología
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