Keynesianismo
Keynesianismo
Keynesianismo
Hacia principios de los años 30 del siglo pasado el mundo entraba en una crisis muy
profunda, los niveles de desempleo y marginación se extendieron por la debacle
conocida como la “Gran Depresión” que, iniciada en Estados Unidos, se dilató a todo
el mundo capitalista. Por aquel entonces reinaba en el mundo académico económico
las teorías de los denominados clásicos, expresión que Karl Marx usó para envolver
las ideas de economistas como Adam Smith y David Ricardo; a los que Keynes
sumará los nombres de John S. Mill, Francis Edgeworth, Alfred Marshall y Arthur
Pigou.
Los pensadores clásicos cuponían pleno empleo para todos los factores de la
producción, si bien hay momentos de la vida económica en que esto no sucede así,
afirmaban que hay una clara tendencia a su cumplimiento. Si la economía demora en
llegar a su equilibrio, esto sucede por la existencia de intervenciones por parte del
gobierno o de poderes monopólicos que impiden el correcto funcionamiento de la
competencia. Sólo admitían la existencia de paro voluntario, es decir, los individuos
que deciden por propia voluntad no ofrecer sus servicios en el mercado laboral al
salario vigente; y paro friccional, que incluye los individuos que cambian de trabajo y
al hacerlo transcurre un tiempo desde el cese de la última ocupación hasta el
comienzo de la nueva.
Entonces la teoría clásica intentaba
explicar cómo asignar los recursosproductivos, el desempleo no era un problema a
resolver y como los mercados son autorregulables, los niveles de desempleo pronto
serían reducidos por las mismas fuerzas que operan en el mercado, evitando así un
gran desempleo. Estos economistas pronto caen en descrédito puesto que se hace
casi imposible sostener dichas teorías ante la abrumadora realidad de la crisis de
1929.
Por otro lado, no sólo el desempleo, también la inflación depende del volumen de
demanda efectiva; cuando la demanda es deficiente se produce el desempleo y
cuando la demanda es excesiva se produce la inflación. Keynes acepta la conclusión
tradicional de que los aumentos de la cantidad de dinero llevarán a aumentos en el
nivel de precios, pero difiere en el proceso causal. El impacto inicial del aumento en la
cantidad de dinero disminuye los tipos de interés, lo que aumenta la demanda efectiva
por inversión, asociada a un aumento de la renta, del empleo y de la producción. Es a
causa del incremento en el costo de la mano de obra que los precios también
comienzan a subir.
Como los mercados no son autorregulables, se hace necesaria la aplicación por parte
de las autoridades económicas de políticas fiscales y/o monetarias para contrarrestar
el ciclo, esto es medidas expansivas en el presupuesto público y en la oferta
monetaria durante los períodos de estancamiento del producto. Pues si existe
desempleo, esto es por una demanda efectiva deficiente, ésta a su vez se da por un
nivel bajo de inversión; ante ello caben dos acciones por parte del gobierno: una es la
política fiscal a través de la expansión en inversión pública que suplante a la privada y
otra es la política monetaria a través de la variación en la cantidad de dinero que
modifique la tasa de interés3 y haga atractivas nuevas inversiones por parte de los
privados.
Esto dio lugar, por un lado, al surgimiento a nuevas teorías que atacaban los
postulados keynesianos y, por otro, a principios de los años 80 una nueva generación
de economistas hiciera una revisión de las ideas keynesianas originarias, sobre todo
en el Instituto Tecnológico de Masachusset (MIT) y en la universidad de Harvard, los
que pasaron a denominarse neo-keynesianos.
Entre sus ideas podemos destacar: Las explicaciones de fondo de las causas por las
cuales ocurre la rigidez de precios introduciendo la competencia imperfecta en los
mercados, por una parte. Y por otra la enumeración de más factores que originan el
ciclo económico como la existencia de fallos de mercado, fricciones nominales en la
demanda o rigideces reales en los precios, además de reconocer que las oscilaciones
en la oferta monetaria provocan fluctuaciones y generan ciclos, de forma que el dinero
no es neutral.