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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE MEXICO

FACULTAD DE MEDICINA
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL
CURSO DE ESPECIALIZACION EN MEDICINA FAMILIAR PARA MEDICOS
GENERALES DEL IMSS

ETAPA ESCOLAR
RESUMEN

DR. PEDRO ACOSTA AGUAYO


R1MF
ETAPA ESCOLAR

Es la etapa comprendida entre los 7 y 11 años de edad, también llamada


niñez intermedia.

Adquieren razonamiento lógico con respecto a sus experiencias personales, más


concentración, crecimiento a un ritmo lento y constante, los varones son más
pesados y altos que las niñas, los sistemas de su cuerpo maduran más, desarrollo
cerebral casi completo. En este periodo establece su sentido de independencia,
define su papel social, pasa la mayor parte del tiempo fuera de casa, participa en
actividades de la comunidad, presentan el conflicto de laboriosidad- inferioridad Si
encuentran fracasos o desalientos constantes experimentaran sentimientos de
inferioridad, coordinados y auto controlados, forma valores.

- Propensos a las diversas enfermedades de la niñez:


- Puede aparecer sepsis urinaria, que los lleva a la desnutrición.
- Trastornos del crecimiento y desarrollo.
- Mal nutrición por exceso, o defecto.
- Pueden aparecer procesos morbosos en estos niños sanos.
- Anemia
- Parasitismo intestinal
- mellitus,
- Cardiopatías congénitas o adquiridas, errores genéticos del
metabolismo, visceromegalias
- Defectos visuales y auditivos. etc.

Sus necesidades calóricas de los nutrientes en el escolar son :

De 6 a 11 años: Energías: 25oo k. calorías por día, proteínas: de 61 - 67 gramos


por día, grasas: 59- 74 gramos por día

El período de desarrollo que va de los seis a los doce años, tiene como
experiencia central el ingreso al colegio. A esta edad el niño debe salir de su casa
y entrar a un mundo desconocido, donde aquellas personas que forman su familia
y su mundo hasta ese momento, quedan fuera. Su éxito o fracaso en este período
va a depender en parte de las habilidades que haya desarrollado en sus seis años
de vida anteriores. Este hecho marca el inicio del contacto del niño con la sociedad
a la que pertenece, la cual hace exigencias que requieren de nuevas habilidades y
destrezas para su superación exitosa, y es, a través del colegio, que se le van a
entregar las herramientas necesarias para desenvolverse en el mundo adulto. El
colegio puede ser una prueba severa de si se han logrado o no las tareas del
desarrollo de las etapas anteriores, ya que el período escolar trae a la superficie
problemas que son el resultado de dificultades previas no resueltas.

La entrada al colegio implica que el niño debe enfrentar y adecuarse a un


ambiente nuevo en el cual deberá lidiar con demandas desconocidas hasta ese
momento para él, aprender las expectativas del colegio y de sus profesores y lograr
la aceptación de su grupo de pares. La adaptación y ajuste que el niño logre a este
nuevo ambiente, como veremos posteriormente, tiene una importancia que
trasciende lo inmediato. El grado en que el niño se considera confortable e incluido
en el colegio es expresión del éxito en su adaptación. Reacciones como ansiedad,
evitación o actitudes negativas pueden ser signos tempranos de dificultades en su
ajuste y que pueden tornarse en problemas futuros.

Por otro lado, la relación con los padres cambia, iniciándose un proceso
gradual de independencia y autonomía, y aparece el grupo de pares como un
referente importante y que se va a constituir en uno de los ejes centrales del
desarrollo del niño en esta etapa.

El desarrollo del niño lo podemos separar por áreas; sin embargo, existe una
estrecha relación entre los aspectos intelectual, afectivo, social y motor. Lo que vaya
ocurriendo en un área va a influir directamente el desarrollo en las otras, ya sea
facilitándolo o frenándolo o incluso anulándolo, y provocando el regreso del niño a
conductas o actitudes ya superadas.

AREA MOTORA: con relación al crecimiento físico, entre los 6 y 12 años,


comienza a disminuir su rapidez. En términos generales, la altura del niño en este
período aumentará en 5 o 6% por año, y el peso se incrementará en
aproximadamente un 10% por año. Los niños pierden sus dientes de leche y
comienzan a aparecer los dientes definitivos. Muchas niñas comienzan a desarrollar
entre los 9 y 10 años las características sexuales secundarias, aun cuando no están
en la adolescencia.

Por otro lado, los niños de esta edad se vuelven más fuertes, más rápidos,
hay un continuo perfeccionamiento de su coordinación: muestran placer en ejercitar
su cuerpo, en probar y aprender nuevas destrezas. Su motricidad, fina y gruesa, en
esta edad muestra todas las habilidades posibles, aun cuando algunas de ellas aún
sean ejecutadas con torpeza.

AREA COGNITIVA: En el ámbito cognitivo, el niño de seis años entra en la


etapa que Piaget ha denominado OPERACIONES CONCRETAS. Esto significa que
es capaz de utilizar el pensamiento para resolver problemas, puede usar la
representación mental del hecho y no requiere operar sobre la realidad para
resolverlo. Sin embargo, las operaciones concretas están estructuradas y
organizadas en función de fenómenos concretos, sucesos que suelen darse en el
presente inmediato; no se puede operar sobre enunciados verbales que no tengan
su correlato en la realidad. La consideración de la potencialidad (la manera que los
sucesos podrían darse) o la referencia a sucesos o situaciones futuros, son
destrezas que el individuo logrará al llegar a la adolescencia, al tiempo de llegar a
las operaciones formales.

Uno de los principales hitos del desarrollo intelectual mencionado en la Teoría


de Piaget, es que el niño alcanza en este período del desarrollo, la noción de
CONSERVACIÓN, es decir, es la toma de conciencia de que dos estímulos, que
son iguales en longitud, peso o cantidad, permanecen iguales ante la alteración
perceptual, siempre y cuando no se haya agregado ni quitado nada.

Existen varios principios que van a caracterizar la forma en que los niños de
esta edad piensan:

IDENTIDAD: Es la capacidad de darse cuenta de que un objeto sigue siendo


el mismo aún cuando tenga otra forma.

REVERSIBILIDAD: Es la capacidad permanente de regresar al punto de


partida de la operación. Puede realizarse la operación inversa y restablecerse la
identidad .

DESCENTRADO: Puede concentrarse en más de una dimensión importante.


Esto se relaciona con una disminución del egocentrismo. Hasta los seis años el niño
tiene un pensamiento egocéntrico, es decir, no considera la posibilidad de que exista
un punto de vista diferente al de él. En el período escolar va a ser capaz de
comprender que otras personas pueden ver la realidad de forma diferente a él. Esto
se relaciona con una mayor movilidad cognitiva, con mayor reflexión y aplicación de
principios lógicos.

En términos generales el niño en esta edad va a lograr realizar las siguientes


operaciones intelectuales:

- clasificar objetos en categorías (color, forma, etc.), cada vez más


abstractas.
- ordenar series de acuerdo a una dimensión particular (longitud, peso, etc.)
- trabajar con números
- comprender los conceptos de tiempo y espacio
- distinguir entre la realidad y la fantasía

Por otro lado, hay un perfeccionamiento de la memoria, tanto por que


aumenta la capacidad de ella, como porque mejora la calidad del almacenamiento
y la organización del material. Se enriquece el vocabulario, hay un desarrollo de la
atención y la persistencia de ella, en la tarea. El lenguaje se vuelve más socializado
y reemplaza a la acción.

AREA EMOCIONAL AFECTIVA: La etapa escolar, se caracteriza en lo


afectivo, por ser un periodo de cierta calma. La mayor parte de la energía del niño
está volcada hacia el mejoramiento de si mismo y a la conquista del mundo. Hay
una búsqueda constante de nuevos conocimientos y destrezas que le permitan
moverse en el futuro en el mundo de los adultos.

De acuerdo a la teoría de Erikson la crisis de esta etapa es Industria v/s


Inferioridad, e implica el logro del sentimiento de la Competencia. El tema central es
el dominio de las tareas que se enfrentan, el esfuerzo debe estar dirigido hacia la
productividad y, por lo tanto, se debe clarificar si se puede realizar este tipo de
trabajo. El niño debe desarrollar sus cualidades corporales, musculares y
perceptivas, debe alcanzar progresivamente un mayor conocimiento del mundo al
que pertenece y en la medida en que aprende a manejar los instrumentos y
símbolos de su cultura, va desplegando el sentimiento de competencia y reforzando
su idea de ser capaz de enfrentar y resolver los problemas que se le presentan. El
mayor riesgo en esta etapa es que el niño se perciba como incapaz o que
experimente el fracaso en forma sistemática, ya que esto va dando lugar a la
aparición de sentimientos de inferioridad, los cuales van consolidándose como eje
central de su personalidad. Los hitos centrales de esta etapa, son el desarrollo del
autoconcepto y la autoestima del niño.

AREA SOCIAL: La etapa escolar también está marcada en el área social por
un cambio importante. En este período existe un gran aumento de las relaciones
interpersonales del niño; los grupos de amistad se caracterizan por ser del mismo
sexo. Entre los escolares pequeños (6 y 7 años), hay mayor énfasis en la
cooperación mutua, lo que implica dar y tomar, pero que todavía está al servicio de
intereses propios (nos hacemos favores). En los escolares mayores (8 a 10 años),
la amistad se caracteriza por relaciones más intimas, mutuamente compartidas, en
las que hay una relación de compromiso, y que en ocasiones se vuelven posesivas
y demandan exclusividad.
El grupo de pares, en los escolares, comienza a tener una centralidad cada
vez mayor para el niño, ya que es en la interacción con ellos donde descubren sus
aptitudes y es con ellos con quienes va a medir sus cualidades y su valor como
persona, lo que va a permitir el desarrollo de su autoconcepto y de su autoestima.
Las opiniones de sus compañeros acerca de sí mismo, por primera vez en la vida
del niño, van a tener peso en su imagen personal.

El intercambio con los compañeros permite al niño poder confrontar sus


opiniones, sentimientos y actitudes, ayudándole a examinar críticamente los valores
que ha aceptado previamente como incuestionables de sus padres, y así ir
decidiendo cuáles conservará y cuales descartará. Por otro lado, este mayor
contacto con otros niños les da la oportunidad de aprender cómo ajustar sus
necesidades y deseos a los de otras personas, cuándo ceder y cuándo permanecer
firme.

El aspecto negativo en este ámbito es que los niños de esta edad son muy
susceptibles a las presiones para actuar de acuerdo con los pares. Esto
principalmente afecta a los niños de baja autoestima y habilidades sociales poco
desarrolladas. En términos generales, la relación con los pares, contrapesa la
influencia de los padres, abriendo nuevas perspectivas y liberando a los niños para
que puedan hacer juicios independientes.

Existe consenso en que el logro de relaciones positivas con pares y la


aceptación por parte de ellos, no son sólo importantes socialmente para los niños
sino también dan un pronóstico acerca de su ajuste social y escolar posterior. El
aislamiento social, durante el periodo escolar es un indicador importante de
desajuste o trastorno emocional. Con respecto a los padres, el niño va aumentando
su nivel de independencia y distancia, como consecuencia de su madurez física,
cognitiva y afectiva. El tiempo destinado por los padres a cuidar a los niños entre 6
y 12 años es menos de la mitad de lo que ocupan cuando son preescolares. Sin
embargo, los padres siguen siendo figuras muy importantes; los niños se dirigen a
ellos en busca de afecto, guía, vínculos confiables y duraderos, afirmación de su
competencia y valor como personas

Progresivamente, se va tendiendo a una corregulación de la conducta del


niño, entre él y sus padres. Éstos realizan una supervisión general en el control, y
el hijo realiza un control constante. La eficiencia de esta regulación está
determinada por la claridad de la comunicación entre padres e hijos, las reglas
claras, sistemáticas y consistentes.
Los profesores comienzan en este período a tener una mayor importancia,
se convierten en sustitutos de los padres en el colegio; sin embargo, el valor que le
asignen al niño va a estar dado por la demostración de sus capacidades. Los
profesores imparten valores y transmiten las expectativas sociales al niño y a través
de su actitud hacia él colabora en el desarrollo de su autoestima.

Se ha demostrado que aquellos profesores que muestran confianza en la


capacidad del niño, incentivan el trabajo y el desarrollo de potencialidades en el
niño, a la vez que favorecen un autoconcepto y una autoestima positivos.

Otro elemento del área social es el juego. El rol del juego es dar
oportunidades de aprendizaje. En él, el niño puede ir ganando confianza en su
habilidad para hacer una variedad de cosas, entra en contacto con el grupo de pares
y se relaciona con ellos, aprendiendo a aceptar y respetar normas. El juego ofrece
modos socialmente aceptables de competir, botar energía reprimida y actuar en
forma agresiva. Durante este período, hay dos tipos de juegos que predominan:

- juego de roles: (6-7 años) tiene un argumento que representa una


situación de la vida real. Se caracteriza por ser colectivo, tener una
secuencia ordenada y una duración temporal mayor. Hay una
coordinación de puntos de vista, lo que implica una cooperación. El
simbolismo aquí se transforma en colectivo y luego en socializado, es una
transición entre el juego simbólico y el de reglas.
- juego de reglas: (8-11 años) implica respeto a la cooperación social y a
las normas, existiendo sanción cuando ellas se transgreden. Este juego
es el que va a persistir en la adultez.

AREA MORAL SEXUAL: En esta etapa comienza la aparición de la moral


vinculada a la consideración del bienestar del otro, lo que puede ocurrir debido al
desarrollo cognitivo que se produce en esta edad y que permite que el niño
considere puntos de vista diferentes a los suyos, producto de la disminución del
egocentrismo de etapas anteriores. Esto implica que el niño puede imaginar como
piensa y siente otra persona.

Moral de Cooperación o Autónoma: Se caracteriza por cierta flexibilidad, por


la capacidad de darse cuenta de los diferentes puntos de vista. Logra hacer juicios
más sutiles que incluyen las intenciones del que cometió la falta y no tan sólo las
consecuencias del hecho. Los juicios de niños menores solamente consideran el
grado de la falta.

Respecto al ámbito sexual: hace algunas décadas se consideraba que esta


etapa se caracterizaba por la ausencia absoluta de interés sexual; sin embargo, en
la actualidad se ha constatado que se mantiene cierto interés por parte de los niños,
tanto en preguntar y hablar acerca del tema como por experimentar y participar en
juegos sexuales, pero la intensidad y el tiempo destinados a ellos son notoriamente
menores que en la etapa anterior y a los que se va a destinar durante la
adolescencia. Esto ocurre debido a que el foco central del niño durante la niñez
intermedia está puesto en el aprendizaje y adquisición de herramientas que le
permitan integrarse al mundo adulto.

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