Despido Sin Justa Causa

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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN LABORAL

GERARDO BOTERO ZULUAGA


Magistrado ponente

SL6231-2016
Radicación N°. 42219
Acta 16

Bogotá, D. C., once (11) de mayo de dos mil dieciséis


(2016).

Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por


HUGUETTE JAMILE LUNA JARA, contra la sentencia
proferida por la Sala Laboral del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá, el 27 de febrero de 2009, en el
proceso que instaurara el recurrente contra la
FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS DE
COLOMBIA.

I.-ANTECEDENTES

Huguette Jamile Luna Jara demandó a la Federación


Nacional de Cafeteros de Colombia para que se declarara (i)
que entre las partes en contienda existió un contrato de
trabajo a término indefinido, que se ejecutó entre el 21 de
septiembre de 1998 y el 31 de diciembre de 2006 y (ii) que
dicho contrato fue terminado «intempestivamente» por la
demandada, en forma unilateral, ilegal e injusta. Como
consecuencia de lo anterior pidió que la sociedad llamada a
juicio fuera condenada a: 1º) reintegrarla al mismo cargo
que tenía en el momento en que fue despedida de modo
unilateral y sin justa causa, o a uno de iguales o mejores
condiciones laborales, en aplicación de las normas
convencionales 2º) liquidarle y pagarle los salarios dejados
de percibir, incluidos todos los aumentos legales,
convencionales o empresariales de carácter general,
ocurridos entre la fecha del despido y la data en que se
produzca el reintegro; 3º) liquidarle y pagarle las primas
legales y extralegales de servicios, las vacaciones anuales y
las primas convencionales de vacaciones, durante el tiempo
mencionado, y 4º) cancelar a la entidad a la cual se
encontraba afiliada al momento del despido, el valor de los
aportes para la seguridad social, incluidos los riesgos
profesionales por accidente de trabajo y los aportes para la
pensión por vejez. Subsidiariamente, para que se le
reliquide la cesantía y sus intereses, las primas extralegales
de servicios de junio y diciembre de cada año, así como las
de vacaciones acordadas en las convenciones colectivas de
trabajo, correspondientes al tiempo de servicios de los tres
últimos años de vigencia del contrato; la indemnización
moratoria; la sanción del artículo 99 de la Ley 50 de 1990;
la indemnización por despido sin justa causa; la indexación
y los salarios ilegalmente descontados.
En lo que en estricto rigor concierne al recurso
extraordinario, fundamentó sus peticiones en que laboró
para la demandada desde el 21 de septiembre de 1998
hasta el 31 de diciembre de 2006; que el último cargo fue el
de «asistente I de extensión», con un salario mensual de
$1.401.474,oo; que la demandada no le canceló las primas
convencionales, por lo que no consignó la cesantía en forma
completa; que la sociedad llamada a juicio le prestó un
dinero para adquirir un vehículo y por ello le cobró
intereses, sin autorización alguna y que es beneficiaria de
las convenciones colectiva de trabajo.

Al dar respuesta a la demanda, la parte accionada se


opuso a las pretensiones y formuló las excepciones de
inexistencia de la obligación, cobro de lo no debido,
inconveniencia del reintegro, buena fe, compensación y
prescripción.

II.-SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Dieciséis Laboral del Circuito de Bogotá, al


que correspondió el trámite de la primera instancia,
mediante fallo del 18 de julio de 2008 (fls. 797 a 808),
condenó a la demandada a reintegrar a la actora al «cargo
de extensionista o a uno de superior categoría y al pago de
los salarios dejados de percibir con los aumentos legales y
convencionales, desde el momento del despido y hasta que
se haga efectivo el reintegro» y a pagar los aportes al
sistema de seguridad social. Declaró sin solución de
continuidad el vínculo laboral entre las partes, así como no
probadas las excepciones propuestas. Costas a la parte
vencida.

III.-SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Bogotá, mediante fallo del 27 de febrero de
2009, revocó la sentencia del juez de primer grado y, en su
lugar, absolvió a la sociedad convocada a juicio. Condenó
en costas a la demandante.

El juzgador de segundo grado primeramente indicó,


que la actora estuvo vinculada con la demandada a través
de un contrato a término fijo de un año, que inició el 31 de
septiembre de 1998

Enseguida distinguió la terminación unilateral del


contrato de trabajo de los modos de fenecimiento del
mismo, para colegir que la finalización del vínculo laboral
«por vencimiento del plazo fijo pactado, en manera alguna constituye
un despido unilateral sino que se funda en un modo autorizado por la
ley sustantiva que no reporta sanción alguna, de suerte que si la
accionada mediante escrito del 24 de noviembre de 2006 le anuncia al
demandante que, por vencerse el término del contrato pactado a un
año, es su decisión de no prorrogarlo, no puede deducirse de este
derecho patronal un despido unilateral y sin justa causa».

Tras copiar el artículo 411 del Código Sustantivo del


Trabajo, la sala sentenciadora adujo que la terminación de
los contratos por expiración del plazo fijo pactado, «no
requiere calificación judicial», puesto que las relaciones laborales

surgidas con estos contratos guarda íntima relación con el


principio de la buena fe, postulado sobre el cual se refirió,
para concluir que «aceptada la existencia del contrato del contrato
de trabajo a término fijo suscrito con la accionada, se halla que el
proceder de esta fue ajustado a la ley, por lo que se revocará la
decisión apelada y en su lugar se absolverá a la Federación Nacional
de Cafeteros».

IV.-RECURSO DE CASACIÓN

Interpuesto por la actora concedido por el tribunal y


admitido por la Corte, se procede a resolver.

V.-ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Persigue que esta Sala de la Corte CASE la sentencia


impugnada para que, en sede de instancia, confirme en
todas sus partes el fallo dictado por el juez A quo y en «el
evento de no atender favorablemente la petición anterior, despachar
favorablemente las pretensiones subsidiarias de la demanda
introductoria, contenidas entre los numerales 8 a 17 del mismo escrito
demandatorio».

Con tal propósito formula dos cargos, replicados, que


serán estudiados conjuntamente por cuanto están dirigidos
por igual vía, denuncian similares normas legales,
persiguen un objetivo común y se valen de argumentos
complementarios.
VI.-CARGO PRIMERO

Acusa la sentencia por violar indirectamente la ley, en


el concepto de aplicación indebida de las disposiciones
contenidas en el artículo «411 del C.S.T. modificado por el art. 9o
del D. 204/57, en relación con las disposiciones contenidas en los
artículos 29, 53, 58, 228 y 230 de la Constitución Nacional; los
artículos 13, 43, 467, 468, 469, 470, 471 y 472 del C.S.T; con violación
medio de los artículos 60 y 61 del C.P.T. y 177 del C de P. C, aplicable
por analogía por disposición del artículo 145 del C.P.L., el primero
artículo por haberlo aplicado indebidamente y los segundos por no
haberlos aplicados, siendo necesario aplicarlos».

Relaciona 10 errores de hecho que se pueden


condensar en que el juzgador no observó que las cláusulas
convencionales que hacen referencia a la aplicación y
continuidad de prestaciones y derechos permiten entender
que el parágrafo del artículo 8º de la convención colectiva de
trabajo de 1976 permaneció vigente, por lo que el contrato
de trabajo terminó sin que mediara justa causa y, por ende,
tiene derecho a ser reintegrada y/o al pago de la
indemnización correspondiente.

Como probanza erróneamente valorada, acusa el


contrato de trabajo a término fijo (fls. 359 y 360). Y Como
pruebas no apreciadas la demanda (fls. 331 a 347), la
contestación de la misma (fls. 614 a 636), el otro si al
contrato (fls. 361 a 365), la carta de terminación del
contrato de trabajo (fl. 366), liquidación de acreencias
laborales (fl.367), la resolución de aprobación por
Mintrabajo del Reglamento Interno de Trabajo de la
accionada (fls. 263 a 299), constancias de trabajo expedidas
por la demandada (fls. 308 y 309) y las convenciones
colectivas de trabajo suscritas por la sociedad llamada a
juicio con su sindicato de trabajadores SINTRAFEC, en los
años de 1976, 1978, 1980, 1982, 1984, 1988, 1990, 1992,
1994, 1996 y 1998, así como el laudo arbitral de 1986 (fls.
15 a 262 y 384 a 441).

La recurrente luego de copiar apartes de la sentencia


impugnada, sostiene que el tribunal erró al apreciar la
prueba y, además, supuso que en el expediente obran
varios contratos de trabajo puesto que solo existe uno, «por
un término fijo de 3 meses y 10 días contados entre el 21 de
septiembre y el 31 de diciembre de 1998. A partir del día 1o de enero
de 1999, este mismo contrato fue prorrogado en forma ininterrumpida
hasta su terminación el 31 de diciembre de 2006, mediante la firma por
las partes contratantes de varios OTRO SI al contrato inicial, como se
acredita con los documentos vistos a folios 361 a 365».

Aduce que el contrato de trabajo tuvo una duración


ininterrumpida superior a 8 años, transcurridos entre el 21
de septiembre de 1998 y el extremo de su terminación el 31
de diciembre de 2006, y por ministerio de la convención
colectiva de trabajo de 1976, parágrafo de la cláusula
octava, «dicho contrato mutó su naturaleza de término fijo a término
indefinido y como lo certificó la demandada en las constancias de
trabajo expedidas a la trabajadora - vistas a folios 308 y 309, toda vez
que su duración ininterrumpida sobrepasó el año exigido por la norma
convencional», norma convencional que se encontraba vigente

para la data del fenecimiento del vínculo laboral.

Para la recurrente la aplicación de la convención


colectiva de trabajo y «la continuidad de prestaciones y derechos»,
está consagrada en los consecutivos «contratos colectivos de trabajo
suscritos por la demandada Federación Nacional de Cafeteros de
Colombia con su sindicato de trabajadores SINTRAFEC», desde la

misma convención de 1976.

Agrega que esta Corporación tiene definido que la


convención colectiva de trabajo de la Federación Nacional
de Cafeteros se extiende a todos sus trabajadores (sentencia
CSJ SL del 22 de jul. 2008, rad. No. 35.135), y al haberse
mutado el contrato de trabajo de término fijo en contrato de
trabajo a término indefinido, «las normas que lo rigieron, también
cambiaron».

VII.-CARGO SEGUNDO

Ataca la sentencia por violar indirectamente la ley, en


el concepto de aplicación indebida «de las disposiciones
contenidas en el artículo 411 del C.S.T. modificado por el art. 9o del D.
204/57, en relación con las disposiciones contenidas en los artículos
29, 53, 58, 228 y 230 de la Constitución Nacional; los artículos 13, 43,
467, 468, 469, 470, 471 y 472 del C.S.T; con violación medio de los
artículos 60, 61 y 66 A del C.P.T., el primer artículo por haberlo
aplicado indebidamente y los segundos por no haberlos aplicado,
siendo necesario aplicarlos».
Describe 4 errores protuberantes, que, en esencia,
apuntan a que el juez de segundo grado pasó por alto que
en el escrito inicial de la contienda se solicitó el reintegro
dado el contrato de trabajo a término indefinido que ató a
las partes, por lo que no podía invocarse para su
fenecimiento la expiración del plazo pactado.

La recurrente asevera que para el 31 de diciembre de


2006, ya gozaba del amparo convencional de la acción de
reintegro, «en los términos del artículo 3o de la convención
colectiva de trabajo de 1982, literales d) y e) y del artículo 4o
de la convención colectiva de trabajo de 1984».

Afirma que con fundamento en el artículo 66 A del


Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social el
tribunal debió pronunciarse sobre las materias «propuestas
por el apelante -en el recurso de apelación- sin que pueda eludir en esta
forma las pretensiones de la demanda, especialmente la consignada en
pretensión 3a de la demanda introductoria» y en el presente caso,
«no se quiso pronunciar sobre el reintegro de la trabajadora al cargo
que desempeñaba el día de su despido o a uno de mejor categoría»,

puesto que «no expuso juicios de valor absoluto, se limitó a exponer


juicios de valor amparados en la buena fe, como erradamente lo
entiende el Tribunal; pues lo que en puridad de verdad dijo la
accionada en dicho escrito, fue que no procedía el reintegro, en tanto la
actora fue vinculada mediante un contrato de trabajo a término fijo y
para quien no había beneficios en virtud de la convención colectiva de
trabajo» cuando la obligación legal del juez colegiado era
«producir una sentencia consonante con el recurso de apelación
propuesto por la demandada contra la sentencia de primera instancia
que fulminó el reintegro de la actora atendiendo el debido proceso de
quien resultó vencedora en la instancia respectiva».

Para finalizar la impugnante manifiesta que


«Respetuosamente, remito a los señores magistrados al cargo anterior
para el análisis de los demás presupuestos formulados».

VIII.- LA RÉPLICA

Al confutar los cargos la sociedad demandada aduce,


en síntesis, que: (i) no se atacan los verdaderos pilares de
la decisión impugnada; (ii) no hay error alguno en las
conclusiones centrales del tribunal que consisten en
sostener que el contrato a término fijo no cambia en
contrato a término indefinido por razón de prorrogarse
repetidamente y en que la expiración del plazo es diferente
como modo de terminación del contrato de trabajo a la
decisión unilateral del empleador que configura el despido,
y (iii) el argumento de la parte actora de encontrarse
pactado en la convención colectiva esa conversión del
contrato a término fijo en uno a término indefinido no es
correcto porque si bien esa figura se incluyó en un
momento en el acuerdo colectivo, «a los dos años desapareció
porque se negoció por una elevación del monto de la indemnización por
los despidos injustos, tema que ha sido repetidamente aceptado por el
mismo Tribunal y por otros despachos judiciales, por lo que puede
considerarse que ha llegado a ser un punto pacífico».

IX.-CONSIDERACIONES
La disconformidad de la recurrente con el acto
jurisdiccional controvertido gira alrededor de dos pilares: a)
que en virtud de la convención colectiva de trabajo el
contrato de trabajo a término fijo mutó su naturaleza a
indefinido, y b) que, en consecuencia, tiene derecho a ser
reintegrada.

Para resolver lo planteado en los cargos, es menester


traer a colación los apartes pertinentes de los diferentes
acuerdos colectivos de trabajo:

-La cláusula octava de Convención colectiva de 1976,


dispone:

«ESTABILIDAD LABORAL Y CONTRATOS DE TRABAJO

En caso de terminación unilateral de contratos de trabajo sin


justa causa, por parte del patrono, éste pagará al trabajador la
siguiente indemnización según el tiempo de servicios (…)

PARAGRAFO.: Todo trabajador de contrato a Término Fijo que


cumpliere o hubiere cumplido un (1) año de servicio contínuo (sic) será
vinculado como trabajador permanente con contrato de Tiempo
Indefinido» (fl.242)

Por su parte los artículos 3º y 30 de la Convención


Colectiva de 1978, prevén en su orden:

«Artículo 3º.- ESTABILIDAD LABORAL.


En caso de terminación unilateral de los contratos de trabajo sin
justa causa, por parte del Patrono, éste pagará al trabajador las
siguientes indemnizaciones según el tiempo se servicio (…)» (fl. 200).

«Artículo 30.- CONTINUIDAD DE PRESTACIONES Y DERECHOS.

Los derechos, las prestaciones legales y extralegales del


trabajador y de Sintrafec, que las Empresas están reconociendo y
pagando, respectivamente, en los momentos de firmarse la presente
convención, continuarán en vigencia siempre y cuando no sean
modificados por esta Convención (…)» (fl. 218).

Pues bien, una vez analizadas de manera individual y


en conjunto las cláusulas convencionales transcritas, en
sentir de la Corporación el acuerdo colectivo suscrito en el
año 1978, modificó la cláusula sobre estabilidad estatuida
en la convención colectiva de trabajo de 1976, es decir,
eliminó la posibilidad de que los contratos de trabajo a
término fijo pudiesen mutar a indefinido.

Repárese en que en la convención colectiva de trabajo


de 1978 no solo incrementó la tabla de indemnización para
los casos de terminación unilateral de los contratos de
trabajo sin justa causa, por parte del empleador, sino que
consagró la posibilidad del reintegro para los trabajadores
despedidos sin justedad alguna luego de 8 años de
servicios.

Por manera que esta última disposición es el


resultado del querer de los protagonistas sociales que, en
virtud, del principio de autocomposición acudieron a un
proceso de negociación colectiva y que estimaron excluir del
acuerdo final suscito en el año 1978, la trasformación de
los señalados vínculos jurídicos, ya que empleador y
organización sindical se encargaron de regular de forma
integral la figura de la estabilidad.

Ciertamente, y en vía de corroborar lo discurrido, del


contenido mismo de la convención colectiva de trabajo de
1982, se nota aún más la intención de las partes de excluir
tal mutación contractual, toda vez que allí se pactó un
capitulo conformado por 5 artículos, que reglamenta de
manera completa y amplía todo lo concerniente a la
estabilidad, disposición en donde precisamente brilla por su
ausencia la tantas veces mencionada posibilidad de cambio
en la modalidad contractual de fijo a indefinido.

Para abundar en este preciso aspecto, véase que el


capítulo II, artículo 4º de convención colectiva de trabajo de
1984, dispuso: «ESTABILIDAD LABORAL. En los términos del
Artículo 3º de la convención colectiva de julio de 1982, se
incrementarán en dos días cada uno de los rangos allí contemplados
para el caso de terminación unilateral de los contratos de trabajo sin
justa causa», lo que permite inferir con mayor agudeza que
tampoco incluyó el parágrafo en mención y que la intención
de las partes desde la firma de la convención colectiva de
trabajo suscrita en el año 1978, fue excluirlo de cualquier
pacto posterior.

Ahora, si se tiene en cuenta que la figura bajo estudio


estaba consagrada en el parágrafo de la norma
convencional de 1976 y si entendemos por parágrafo un
«Fragmento de un escrito que tiene una unidad temática», quiere

decir que la posterior convención colectiva-1978- al no


consagrarla modificó tal precepto, en el sentido de
suprimir de la convención la posibilidad de variarse la
naturaleza jurídica del contrato y, en ese horizonte, la
normativa convencional no podía ser escindida, como lo
pretende la recurrente. En otras palabras, dicho parágrafo
no consagra una materia diferente a la de la estabilidad
laboral, por lo que no se puede entender como un precepto
autónomo o un beneficio independiente de la propia
regulación de la estabilidad, cuando por su naturaleza es
dependiente o inherente a ella, es decir, guarda una
relación directa de conexidad con la figura de la estabilidad.

En el anterior contexto, las partes suscribientes de la


convención colectiva de trabajo de 1978, en virtud de los
principios de unidad de materia y el de las cosas se
deshacen como se hacen, acordaron excluir lo concerniente
a que «todo trabajador de contrato a Término Fijo que cumpliere o
hubiere cumplido un (1) año de servicio contínuo a LAS EMPRESAS,
será vinculado como trabajador permanente con contrato de Tiempo
Indefinido».

Pero hay más. Aquí bien puede traerse a colación lo


estatuido en el artículo 3º de la Ley 153 de 1887, en cuanto
a estimar «insubsistente una disposición legal por (…) existir
una ley nueva que regula íntegramente la materia», y ese fue
el mensaje de las partes al acordar el punto de estabilidad
en la convención colectiva suscrita en 1978, en lo atinente,
itérese, a excluir el parágrafo pactado otrora en el acuerdo
de 1976.

De suerte que no es aplicable lo dispuesto en el


artículo 30 de la convención colectiva de 1978,
CONTINUIDAD DE PRESTACIONES Y DERECHOS-, en la
medida en que el susodicho parágrafo de la cláusula 8ª de
la convención colectiva de 1976, efectivamente sí fue
excluido por las partes del acuerdo colectivo.

En conclusión, examinadas las acusaciones


enrostradas en los dos cargos, desde diversas perspectivas,
no se equivocó el juzgador de segundo grado, dado que el
contrato que ató a las partes en contienda fue a término fijo
y, por ende, no era procedente el reintegro en los términos
solicitados en la demanda inicial.

En lo que concierne a las pretensiones subsidiarias


vale decir que a más de que el juzgador no se pronunció en
torno a ellas, la recurrente en la demostración de los cargos
igualmente guarda mutismo al respecto.

Siendo consecuentes con lo discurrido, los ataques


no salen triunfantes.

Las costas en el recurso extraordinario serán a cargo


de la parte recurrente, por cuanto su acusación no salió
avante y hubo réplica. Como agencias en derecho se fija la
suma de $3.250.000, que se incluirán en la liquidación con
arreglo en lo dispuesto en el artículo 366 del C.G.P.
X.- DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO
CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, el 27 de
febrero de 2009, en el proceso que instaurara HUGUETTE
JAMILE LUNA JARA, contra la FEDERACIÓN NACIONAL
DE CAFETEROS DE COLOMBIA.

Costas como se indicó.

Cópiese, notifíquese, publíquese, cúmplase y


devuélvase el expediente al tribunal de origen.

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN


Presidente de Sala

GERARDO BOTERO ZULUAGA


JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

FERNANDO CASTILLO CADENA

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

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