La Función Del Ujier en La Iglesia
La Función Del Ujier en La Iglesia
La Función Del Ujier en La Iglesia
— Perfume y desodorante
— Boca aseada
— Cabello arreglado
— Zapatos limpios
Su tarea
— Ser puntual
— Nunca dejar su puesto
Su actitud
— Siempre dispuesto a recibir, acatar y ejecutar las ordenes que le dé el líder de Ujieres,
los Pastores y el ministerio de Consolidación.
— Conversación agradable
— bondadoso
— Humilde
Ÿ Adultos
Ÿ Niños
Ÿ Visitas
Estos datos nos ayudarán a realizar un buen seguimiento de la actividad de nuestra iglesia
en el tiempo. Pero requiere de ujieres disciplinados que tengan la paciencia identificar,
contar y anotar estos datos en cada culto.
La amabilidad en la conversación es algo que puede desarrollarse por los ujieres que lo
intentan. Declaraciones negativas que tienden a juzgar y parecer críticas son lo opuesto a
la amabilidad. Tampoco utilices las bromas o los chistes, si no tienes la confianza suficiente
con una visita, ya que te pueden malinterpretar. Aquí hay algunos ejemplos:
1. Negativo: “¡Imposible, usted no puede pasar ahora!” Positivo: “Permítanos un momento
y le buscamos asiento”.
2. Negativo: “Llegó tarde, ahora tiene que sentarse en la parte de atrás”. Positivo: “Como el
culto ha comenzado, tenemos un lugar para usted cerca”.
3. Negativo:” No se puede quedar aquí por donde todos pasan”. Positivo: “¿Podría pasar
para acá donde los demás no interfieran ?”
4. Negativo: “A su edad, me imagino que no puede oír bien”. Positivo: “Tenemos buenos
lugares en la parte de adelante donde todos pueden ver y oír mejor”.
5. Negativo: “¡Eh chicos, cállense!” Positivo: “Muchachos, por favor ¿podrían ayudarnos a
mantener el orden y reverencia en el culto?”
Hay una palabra final de precaución acerca de expresar amabilidad: Los ujieres deben tener
cuidado de no colocar las manos sobre las personas con el fin de persuadirlas o expresar
familiaridad, porque puede ser malinterpretada. Deja que la amabilidad proceda del corazón
y no de las manos.
Sentando a las personas
Una de las principales funciones del ujier, es sentar a las personas. Se les debe sentar así:
En primer lugar, los ujieres deben llegar por lo menos treinta minutos antes de la hora del
culto para recibir instrucciones y su tarea concreta en la puerta y pasillo o área
correspondiente, de parte del líder de ujieres y recordar los procedimientos de consolidación
de parte del líder de Consolidación.
Después de revisar el archivo para asegurarse de que hay suficientes sobres de diezmos,
Biblias, mantos de intimidad, bolsas plásticas, pañuelos desechables y otros materiales, y
que éstos están en su lugar, el ujier toma su paquete de auxiliar de servicios de la iglesia,
toma su puesto previamente designado y comienza sus responsabilidades de sentar a las
personas con la llegada de las primeras personas. Esas asignaciones de posiciones y áreas
de responsabilidad siguen hasta el final del culto.
En segundo lugar, los ujieres sentarán a las personas lo más cerca posible del frente y del
centro, como parezca apropiado. Los asientos de atrás siempre pueden llenarse con las
personas que se han retrasado, pero a menudo es difícil lograr la cooperación de los que
llegan tarde para sentarlos en frente. Acomodar a las personas de atrás hacia el frente es
una técnica muy pobre. Muchas iglesias emplean cuerdas para reservar los últimos tres
bancos para los que llegan tarde. Sin embargo, si alguien insiste en sentarse cerca de la
parte posterior, es mejor tenerlo atrás que no tenerlo en ningún lugar.
En tercer lugar, cuando las personas llegan al pasillo para que se les siente, el ujier les dará
un amistoso saludo y les sugerirá su plan para sentarlos. Por ejemplo, puede decirles: “Me
gustaría sentarlos cerca de la mitad.” O: “Tengo dos lugares al lado del pasillo”. “Creo que
disfrutará del culto si está sentado cerca de la parte de adelante”. Las personas
normalmente cooperan cuando se les ofrece amablemente una sugerencia.
Sin embargo, un ujier tiene problemas si cae en la trampa de preguntarle a alguien:
“¿Dónde le gustaría sentarse?” Eso puede llevar al visitante a la misma clase de dilema
que algunos enfrentan al elegir el menú. Por tanto, la iniciativa en la sugerencia debe
hacerla el ujier.
En cuarto lugar, el ujier caminará lentamente por el pasillo deteniéndose en la fila de sillas
donde sentará a las personas y formará una pequeña puerta en el lugar donde va a
sentarlas, poniendo la mano en el respaldo de la silla de enfrente. Si el ujier camina
demasiado rápido, las personas se quedarán detrás y se sentirán muy solas. Entonces
buscarán un lugar más cerca de la parte de atrás y dejarán al ujier caminando solo. Hay
dignidad en caminar despacio, y las personas están lo suficientemente cerca para susurrar
alguna pregunta o palabra de instrucción al ujier, si es necesario.
En quinto lugar, hay dos reglas fundamentales para sentar a la congregación:
1. El ujier nunca permite que ninguna distracción le impida estar al tanto de las personas
que llegan a su pasillo. El nunca deja su lugar o cae en la desatención.
2. Un ujier nunca señala a un lugar y envía a las personas a sentarse por sí mismas, él les
muestra personalmente los asientos.
En sexto lugar, hay varias maneras de estar seguro, de que un ujier está disponible a la
cabeza del pasillo, a cualquier hora, para sentar a las personas. En las iglesias grandes
que tienen largos pasillos, se necesitan dos ujieres para cada pasillo. En esos casos, un
ujier, algunas veces, está a la cabeza del pasillo saludando a las personas y dirigiéndolas
luego, al otro ujier que está a mediación del pasillo, preparado para sentarlas. En otras
iglesias, se coloca un ujier ambulante en medio de dos pasillos y camina para ayudar a sus
colegas cuando es necesario. Este ujier ambulante, en realidad trabaja en dos pasillos de
la iglesia. En las iglesias pequeñas sólo se necesita un ujier por pasillo. El líder de ujieres
es el responsable de definir el número de posiciones y áreas de responsabilidad de cada
ujier.
La ofrenda de la iglesia
Al menos desde los días de Pablo, recoger una ofrenda en la iglesia ha sido parte de la
adoración: “En cuanto a la ofrenda…cada primer día de la semana cada uno de vosotros
ponga aparte algo, según haya prosperado” (1 Co16:1,2).
La ofrenda de la iglesia consta de los siguientes tres factores:
En primer lugar, es pasar al frente en orden: En un culto normal, la ofrenda la deben pasar
al menos dos ujieres. Durante el tiempo de la ofrenda, la congregación suele distraerse y
aprovechan para conversar. Con el fin de que esto no suceda generándose un cierto
desorden, los ujieres pasarán al frente con rapidez, recogiendo los cestos. En la mayoría
de las iglesias, los ujieres que sientan a las personas reciben la ofrenda de su pasillo. No
obstante, algunas iglesias usan un grupo separado de ujieres que están sentados en el
banco del frente, listos para su tarea cuando llega la hora de levantar la ofrenda.
Regularmente, el pastor usará algunos comentarios introductorios o pasajes bíblicos para
preparar la recogida de la ofrenda y motivar al pueblo a dar. Entonces con una señal dada
por el líder de los ujieres, o el pastor, los ujieres pasan de forma inmediata a ofrecer los
sobres de ofrendas y le indicaran a las visitas como llenar el sobre y como depositar su
ofrenda.
Dependiendo del tamaño de la iglesia, dos o más ujieres se ubicarán frente al pulpito y en
centro del pasillo principal, con el fin de orar y cubrir las ofrendas, ya que la bendición de
estas estará a cargo de un pastor o líder elegido para llevar la palabra de la ofrenda.
En segundo lugar, es la distribución de los alfolí o cestos de la ofrenda: En algunas iglesias
el líder de los ujieres distribuye las cestas de la ofrenda a los ujieres en la parte de atrás del
templo, y ellos las llevan en la mano hacia el frente. En otras iglesias, están visible en el
pulpito como símbolos de adoración. El pastor o un Líder, uno de ellos hará una oración
antes de recoger la ofrenda. Mientras los ujieres pasan los sobres ofrenda, otro ujier puede
leer un texto bíblico o el grupo de alabanza cantara alabando con alegría al Señor. Un texto
bíblico podría ser:
1 Cr 29:11-18 “11Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el
honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh
Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 12Las riquezas y la gloria proceden de
ti, y tú dominas, sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer
grande y el dar poder a todos. 13Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu
glorioso nombre. 14Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos
ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano
te damos. 16Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para
edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo. 17Yo sé, Dios mío, que tú
escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón
voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido
aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente. 18Señor, conserva perpetuamente esta
voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti”. En el nombre de Jesús.
En tercer lugar, el guardar el alfolí, siempre un ujier será el asignado para esto y una vez
terminado el culto, ese mismo ujier, conjuntamente con su líder, procederá a entregar el
alfolí a las personas de contabilizarlos en la Tesorería de la iglesia.
Niños que abandonan el culto:
Antes de ser llevados a la escuela de niños, Los niños debieran aprender muy pronto que,
durante su permanencia dentro de la iglesia, no se permite pasear alrededor de los asientos
del templo. Esto es especialmente cierto si los niños proceden de hogares que no
pertenecen a la iglesia y están sentados lejos de la supervisión de los adultos. Los ujieres
deben tratar a estos niños con mucha amabilidad, pero no pueden permitirles que distraigan
el culto. Pueden sentar a los niños en la parte de delantera permaneciendo al lado de ellos
o llevarlos a la parte de atrás si están especialmente revoltosos, de modo que ellos no
distraigan a las demás personas al hacerlos volver a sus asientos. Además, cuando un niño
deja el culto esto tiende a iniciar una procesión de otros. Propiedad y comprensión son
necesarias en el manejo de este delicado problema. Pero con tacto y amabilidad los niños
pueden aprender a permanecer en el templo durante todo el culto si así lo deciden sus
padres o adultos que los acompañan.
Las personas que tienen problemas físicos y que por ello necesitan salir del culto deben
sentarse cerca de la parte de atrás y lo más próximo posible a la puerta de salida.
Sentando a los que llegan tarde:
Los que llegan tarde deben sentarse durante el tiempo de la alabanza, pero nunca durante
un llamamiento o durante el ministerio de alguna música especial. Los que llegan
demasiado tarde, después que el sermón ha comenzado, deben sentarse lo más
inadvertidamente posible. Haber reservado los últimos lugares ha sido una gran ayuda en
el alivio de este problema en muchas iglesias.
Inscripción de los invitados y visitas:
Los ujieres, como ya se comentó, serán instruidos por los líderes del ministerio de
Consolidación para hacer llegar las fichas de bienvenida a los invitados y visitas. En algunas
iglesias, el Ministerio de consolidación, tiene bajo su supervisión un grupo específico de
ujieres, que son preparados de manera muy especial para la atención de los invitados y las
visitas.
Debe tener en cuenta que algunas personas no quieren ser identificados; y en ese caso
debe respetarse su privacidad. Una buena sugerencia es que la persona que ha traído al
invitado le entregue personalmente la hojita de bienvenida. Lo importante es hacer que los
invitados se sientan bienvenidos.
Tratar con personas problemáticas:
Borrachos, pandilleros y otros tipos de sujetos algunas veces entran en la iglesia con la
esperanza de obtener los beneficios del humanitarismo cristiano. Esas situaciones deben
manejarse con amabilidad cristiana, pero con firmeza, sin involucrar al pastor. Muchas
iglesias de ciudad, que han tenido una gran cuota de esa clase de problemas, tienen
procedimientos de seguridad ya establecidos y los ujieres los deben conocer bien.
Procedimientos de emergencia;
La actuación de los ujieres en situaciones de emergencia como una enfermedad física,
fuego, un apagón y otras, deben estar planificadas de antemano, de forma que todos saben
lo que hay que hacer. Los teléfonos de la policía, bomberos, ambulancias y servicios
médicos deben estar accesibles. Extintores de incendios, luces de emergencia, linternas,
etc deben estar a la mano. Y aún más importantes son los procedimientos a seguir por los
ujieres en cada caso.
Problemas de estacionamiento:
Cuanto más grande sea la iglesia, tanto mayores serán los problemas de estacionamiento.
Hay situaciones en que algún vehículo queda mal estacionado y comienza a escucharse el
molesto sonido del claxon. Los ujieres deben avisar rápida y discretamente al propietario
del vehículo para que proceda a retirarlo y estacionarlo correctamente.
La Santa Cena:
En algunas iglesias los ujieres participan en la distribución de los elementos de la Santa
Cena. se requieren más personas debido a la doble distribución de pan y vino. Deben
prepararse totalmente los detalles de ese culto entre el pastor y el líder de los ujieres. El
propósito de esa distribución es servir a todos lo más pronto posible, pero en una atmósfera
reverente.
Control de registros.
Los registros exactos de asistencia se consideran responsabilidad de los ujieres en muchas
iglesias y debe ser coordinado por el liderazgo de Consolidación. Es importante tomar ese
registro de la manera más discreta posible. A algunas personas no les gusta que se les
cuente y el proceso puede también llegar a ser una distracción al culto.
Presentación de niños.
En los cultos en los que hay presentación de niños, suelen haber bastantes visitas. Es
importante que el Ministerio de Consolidación coordine con los ujieres, como será la
atención de los familiares y visitas para que puedan disfrutar del culto, reservando
previamente los asientos de familiares y amigos de la criatura que va a presentarse,
recibiéndolos y orientándolos de forma especial a su llegada al templo.
Bodas:
Los ujieres de la iglesia deben conocer cómo se desarrolla la ceremonia habitualmente y
cuál debe ser su función en cada una de sus partes. Todo comienza sentando a los
invitados. Hay que mantener siempre despejado el pasillo central, ya que éste está
reservado para la novia y su cortejo. El pasillo a veces se cubre con una alfombra roja. A
los invitados de la novia se le sienta a la izquierda del pasillo central y a los invitados del
novio a la derecha. Los parientes del novio y la mamá de la novia se sientan en la misma
fila en lados opuestos del pasillo. Nadie se sienta delante de ellos. La última persona en
sentarse antes que la boda comience es la madre de la novia. Para sentar a los invitados
en una boda debe seguirse un procedimiento muy formal. Los ujieres deben preguntar a las
personas cuando van llegando si son invitados del novio o de la novia, y entonces dirigen
a los invitados al lugar apropiado. El ujier ofrece su brazo a la dama mientras su compañía
lo sigue por el pasillo al lugar que el ujier ha escogido para que ellos se sienten. Como ese
es un proceso más lento que la tarea normal de sentar a las personas en el templo, es sabio
poner varios ujieres en servicio para evitar un embotellamiento al comienzo del pasillo. Si
los invitados dicen que vienen en honor de ambos novios, entonces debe ubicárseles en la
parte donde hay menor número de personas. Al final de la ceremonia nupcial, todos deben
permanecer sentados hasta que los novios salgan
Funerales:
Los que portan el féretro por lo regular son familiares, aunque los ujieres deben estar
prestos a ayudar si les fuera requerido. En todo caso, en un funeral de la iglesia se necesita
que los ujieres asistan a las personas asistentes, prestando máxima atención a los
familiares de la persona fallecida. Los funerales en la iglesia con frecuencia son más largos
que los que se realizan en las capillas de las funerarias. En muchos casos, una persona
muy conocida puede tener el tributo de una nutrida congregación en el culto fúnebre. Será
necesario un culto sosegado y eficaz bajo la supervisión general del pastor, quien
comunicará al líder de ujieres cualquier información especial sobre arreglos de acomodo y
programa que la familia desee.