Los satélites geoestacionarios se mantienen fijos en el cielo desde la perspectiva de un observador terrestre debido a que orbitan la Tierra a una altura de 36,000 km y a una velocidad de 10,900 km/h que iguala la rotación de la Tierra de 24 horas. Para mantener esta órbita geoestacionaria, los satélites también deben situarse directamente sobre el ecuador terrestre, lo que crea una especie de lazo invisible entre la Tierra y el satélite.
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Los satélites geoestacionarios se mantienen fijos en el cielo desde la perspectiva de un observador terrestre debido a que orbitan la Tierra a una altura de 36,000 km y a una velocidad de 10,900 km/h que iguala la rotación de la Tierra de 24 horas. Para mantener esta órbita geoestacionaria, los satélites también deben situarse directamente sobre el ecuador terrestre, lo que crea una especie de lazo invisible entre la Tierra y el satélite.
Los satélites geoestacionarios se mantienen fijos en el cielo desde la perspectiva de un observador terrestre debido a que orbitan la Tierra a una altura de 36,000 km y a una velocidad de 10,900 km/h que iguala la rotación de la Tierra de 24 horas. Para mantener esta órbita geoestacionaria, los satélites también deben situarse directamente sobre el ecuador terrestre, lo que crea una especie de lazo invisible entre la Tierra y el satélite.
Los satélites geoestacionarios se mantienen fijos en el cielo desde la perspectiva de un observador terrestre debido a que orbitan la Tierra a una altura de 36,000 km y a una velocidad de 10,900 km/h que iguala la rotación de la Tierra de 24 horas. Para mantener esta órbita geoestacionaria, los satélites también deben situarse directamente sobre el ecuador terrestre, lo que crea una especie de lazo invisible entre la Tierra y el satélite.
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Satélites geoestacionarios
¿Por qué los satélites geoestacionarios se
mantienen fijos en el cieloi? Para un observador terrestre, los satélites geoestacionarios son un punto fijo en el cielo. Sin embargo, esto solo es una mera ilusión óptica, pues giran junto con la tierra en su viaje por el universo. Ahora bien, para un aparato de este tipo mantenga constante su órbita sobre nuestro planeta, ha de cumplir una serie de requisitos básicos. El primero es que hay que lanzarlo a una altura de 36.000 kilómetros, ya que a esta altitud la fuerza de atracción terrestre y centrifuga se equilibran. También se consigue que el satélite que viaja a una velocidad de 10.900 kilómetros por hora, acompañe a nuestro planeta en su movimiento de rotación, que dura 24 horas. A un a altura más baja, la nave se adelantaría al giro terrestre.
Órbita del Satélite
Esquema
Representativo. Tierra
Señal transmitida
Satélite
En segundo lugar, la órbita del satélite siempre debe
situarse sobre el ecuador terrestre, ya que a este nivel se establece una especie de lazo o varilla invisible que une nuestro planeta con el satélite geoestacionario.
i “Datos sustraídos de estudios realizados por el observatorio de Moscú”.