Valentina Caceres
Valentina Caceres
Valentina Caceres
1
INDICE
Índice……………………………………………………………………………………………………….....
Introducción…………………………………………………………………………………………………..
2.2.2.-Consecuencias que se derivan del hecho que los artículos 1344 y 718
2
3.4.2.- Efectos de la cesión de cuota indivisa…………………………………………
Capítulo IV: Acciones del comunero frente a los demás comuneros y frente a terceros…….
Conclusión…………………………………………………...……………………………………………….
Bibliografía…………………………………………………...……………………………………………….
3
INTRODUCCIÓN
La cuota, definida como la porción ideal determinada o determinable que cada comunero
en la comunidad, ha sido objeto de los más diversos análisis por parte de los estudiosos del
derecho, tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, en nuestro país, la
investigación relativa a esta materia legal ha tenido un título que sobresale de entre los demás,
tanto por su calidad y consistencia, como por la extensa manera en que cubre cada aspecto
jurídico del citado tema. Nos referimos al libro “Acciones, actos y contratos sobre cuota”: el
problema jurídico y practico de las acciones y derechos, publicada en el año 1970 por la Editorial
En dicha obra, don Enrique Silva estudia la temática de la cuota en todo el amplio
determinar cuál se sigue en nuestra legislación. También trata las teorías que explican la
naturaleza jurídica de la cuota en nuestro país, así como la disposición de la cuota indivisa y
todas las formas en que esta se puede dar, tanto a título oneroso como gratuito, por acto entre
vivos y por causa de muerte, constitución de derechos reales, entre otras problemáticas
doctrinarias y teóricas, convirtiéndolo en uno de los textos más completos sobre el tema y objeto
de cita por todos quienes la han estudiado desde su publicación hasta el día de hoy, siendo
Es por ello que el principal objetivo de la presente tesina será analizar la jurisprudencia
nacional en los últimos años, examinando los principios en que se fundaron los jueces para
resolver las cuestiones sometidas a su decisión, comparando aquellos fundamentos con las tesis
4
expuestas por el profesor en el libro respecto a cada temática particular relacionada con la cuota,
para de esta forma, tener una mirada amplia sobre de que forma el criterio jurídico presente en
Copropiedad romana
físicamente y los copropietarios no tienen sino un derecho que llamaban pars o pars rei o pars
dominii o, más precisamente, pars pro indiviso, siendo su actual equivalente el de cuota parte o
cuota indivisa.1
de una cuota indivisa en el todo común y en las más pequeñas partes de él; luego puede
enajenarla y gravarla. Llegada la partición, como se entendía que los comuneros se traspasaban
sus cuotas indivisas para poder determinar sus derechos incorporales o cuotas indivisas, existía
el peligro de que se adjudicaran a los copartícipes bienes gravados en todo o en parte por
Copropiedad Germánica
cosa. No pueden, pues, por actos individuales enajenarla ni gravarla con derechos reales, ni aun
1 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.42.
2 Ibídem, p.41.
5
bienes comunes no figuran en los patrimonios de los diferentes copropietarios, sino que
El copropietario por tanto, no puede celebrar ningún acto jurídico sobre la cosa entera, ni
Copropiedad moderna
del cual se ha establecido la ficción del efecto declarativo de la partición, tema que será tratado
más adelante.
En la doctrina existe una confusión conceptual entre estos tres términos: comunidad,
copropiedad e indivisión.
La Indivisión
La palabra indivisión, se refiere al estado en que se encuentra una cosa que es objeto de
un derecho con pluralidad de titulares. Esa relación jurídica puede ser cualquier derecho común
a varios o, lo que es lo mismo, con pluralidad de sujetos, de tal manera que permaneciendo la
cosa no dividida entre los cotitulares de la relación, se dice que está en la indivisión y que hay
comunidad respecto del derecho que se trata. Un elemento de gran relevancia en esta materia
es que la cosa, sobre la que se ejerce el derecho, deber ser una, es decir debe conservar su
3SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985,p.45.
6
La Copropiedad
Colin y Capitant, “es el derecho de propiedad que corresponde a la vez a varias personas sin
que exista división material de la cosa”; para Audry y Rau, “La copropiedad es el derecho de
propiedad que compete a varias personas sobre una sola y misma cosa, no perteneciente a cada
una de ellas sino de una cuota ideal o abstracta”; Planiol y Ripertse expresan de la siguiente
manera: “una cosa perteneciente a varios copropietarios están en indivisión cuando el derecho
de cada propietario recae sobre el conjunto y no sobre una porción determinada de la cosa
común; por su parte para Claro Solar “la copropiedad, o también llamada comunidad, es el
derecho de propiedad en dos o más personas sobre una sola y misma cosa, pro indiviso, y que
La Comunidad
Hay comunidad cuando dos o más sujetos tienen un derecho de idéntica naturaleza
sobre la totalidad de un mismo objeto; y hay copropiedad o condominio cuando dos o más
sinónimos, pues cada uno de ellos es consecuencia necesaria del otro. La comunidad requiere
de indivisión para ser tal, y para hablar de indivisión es necesario que el derecho del cual la cosa
4SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.28.
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indivisa es objeto tenga pluralidad de titulares, pues de lo contrario carece de sentido distinguir
Esta clasificación, además de ser la única que está consagrada en nuestra legislación,
es la más importante ya que la naturaleza jurídica de la cuota, varía entre ambas clases de
comunidades. 5
derecho, universitates facti y universitates juris, cuya distinción se hace desde un triple punto de
legal. En lo relativo a la composición, la universalidad jurídica está formada por bienes corporales
formada de elementos activos. Y, atendiendo a sus efectos, se dice que las universalidades
jurídicas pueden producir ciertos efectos de derecho, como por ejemplo, el dar lugar a una actio
Ahora bien, para que una cosa sea común y se pueda hablar de comunidad es necesario
que esta cosa esté indivisa, pues si el objeto se divide ipso jure entre los diversos titulares, cada
5SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985,p.53.
6Ibídem, p.56.
8
titular pasa a ser único sujeto del derecho que recae sobre una porción física, material y
En cuanto a las comunidades sobre cosas singulares, se presentará siempre que varias
personas sean condueñas de una cosa singular, sea que la hayan comprado o la hubieren
recibido en donación conjuntamente o en legado, o cuando en una herencia haya un solo bien
La cuota de un comunero en una indivisión sobre cosa singular es una fracción del
derecho de dominio sobre una parte indivisa de la cosa, parte que se extiende aun a los átomos
de la cosa. Será mueble o inmueble, según lo sea la cosa indivisa sobre que recaiga. El
Existen tres doctrinas que intentan explicar la naturaleza jurídica de la cuota indivisa. La
primera establece que, pendiente la indivisión, el derecho del comunero en las cosas comunes
copropiedad con el derecho real de herencia, y, la última, que es acogida por la jurisprudencia
actual y que nosotros sostenemos, la cual postula que cada comunero es dueño de su cuota y,
7. SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.58.
8 Ibídem, p.60.
9Ibídem, p.119.
9
Las primeras dos doctrinas han sido superadas por la jurisprudencia actual, lo cual se
evidencia en los fallos que se han pronunciado sobre la materia en los últimos años.
considerar que las cuotas de los comuneros son indeterminadas mientras no se realice la
partición que declarará quiénes son dueños absolutos desde la formación de la comunidad.10
“Que existe una comunidad hereditaria formada al fallecimiento de J.C.F. respecto de una serie
remate de 24 de julio de 2007 resultado del juicio ejecutivo seguido ante el 23° Juzgado Civil de
Santiago rol N° 1049-2002 “Caratulada “G.E. con C. y otra” seguida por E.G.S. –demandado de
autos- en contra del hermano del actor P.C.L., se procedió al remate de los derechos del
comunero sobre las propiedades ubicadas en calle San Francisco N° 621 y en calle San
Francisco N° 6223 al 627 ambas de la comuna de Santiago, derechos que a su vez adquirió por
herencia en los bienes de su padre J.C.F. y la cesión de derechos realizada por su madre L.L..
Los sentenciadores delimitan la controversia a que pese a que la masa hereditaria dejada al
De lo anterior, estiman los jueces que el demandado al accionar en contra de P.C.L. actuó en
virtud de su legítimo derecho de prenda general que lo habilita para perseguir su acreencia sobre
10SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.118.
10
todos los bienes del deudor, exceptuándose aquellos que son inembargables, entre los cuales no
se encuentran los derechos que le correspondan a una persona dentro de una herencia.
encuentre en estado de indivisión no obsta a que los herederos de la misma sean dueños y
poseedores de ella, toda vez que la naturaleza jurídica del dominio sobre la herencia es un
derecho dual, por una parte de forma ideal sobre la totalidad de la herencia y respecto de todos y
cada uno de los herederos, y por otra real, sobre la porción que corresponde a cada asignatario
de la herencia y es por ello que cada uno de los herederos puede disponer de su cuota en la
“El autor, don E.S.S., en su obra “Acciones, Actos y Contratos sobre Cuota”, dice: “La cuota de
un comunero en una indivisión sobre cosa singular, es una fracción del derecho de dominio
sobre una parte indivisa de la cosa, parte que se extiende aún a los átomos de la cosa. Será
mueble o inmueble, según lo sea la cosa indivisa sobre que recaiga. El comunero es dueño de
su cuota y, por consiguiente, puede enajenarla, gravarla, etc.”. Así, cada comunero dueño de su
cuota puede venderla y enajenarla. Hoy nadie pone en duda que una cuota indivisa puede ser
objeto mediato de un contrato de compraventa. La cosa vendida en este caso es una cuota
indivisa en una cosa común entre dos o más personas y se podrá decir que se trata de un
contrato de compraventa que tiene por objeto mediato una cuota en una cosa común y
proindiviso.
sobre un inmueble, como ocurre en sub lite, es rescindible por lesión enorme, cuando se dan los
presupuestos antes referidos. El autor S.S., sobre lo expuesto manifiesta en su obra antes
citada: “En general, podemos decir que siempre una cuota determinada e indivisa en una cosa
11 CORTE SUPREMA. Causa rol C-7040-2015. Caratulado C.L., A. con G.S., E. 23 de noviembre del 2015.
11
inmueble tiene un valor que se puede apreciar al tiempo del contrato y permite hacer la
comparación entre el justo precio de la cosa y el dinero que se paga por ella. En todo caso, ésta
“Que el autor E.S.S., en el Libro mencionado en la letra a) de este razonamiento, acota que no
cuota parte en el condominio que tiene por objeto los bienes que eran de propiedad del causante
y que los herederos adquieren en común por el modo de adquirir, sucesión por causa de muerte.
El derecho de herencia recae sobre una universalidad jurídica o una parte alícuota de ella, como
es la herencia, la cual es una abstracción jurídica, pero no en los bienes determinados que la
muerta, tomado como una universalidad jurídica, la única que reglamenta como tal nuestra
legislación. En cambio, cuando se enajena una cuota de dominio en una cosa universal indivisa y
común, lo cedido es la cuota intelectual que se extiende hasta los átomos de las cosas
singulares que forman la universalidad. El cedente entiende traspasar la cuota de dominio que
tiene en el todo indiviso y en cada una de las partes que lo forman y no un derecho sobre una
universalidad jurídica como el derecho de herencia que recae sobre una abstracción distinta que
“Lo relevante es, para el caso que se analiza, que el comunero puede disponer libremente de su
cuota, ya sea por actos entre vivos (por ejemplo, en los casos regulados en los artículos 1320,
1812, 2417 del Código Civil), ya sea por causa de muerte (artículo 1110). Puede reivindicarla
(artículo 892) y también es susceptible de embargo (artículo 524 Código de Procedimiento Civil).
En efecto, siendo cada comunero dueño de su cuota puede venderla y enajenarla y sobre ello
12 CORTE SUPREMA. Causa rol C-23180-2014. Caratulado I.G.D. con Corporación Nacional del Cobre. 4
de diciembre del 2014.
13 CORTE SUPREMA. Causa rol C-6526-2009. Caratulado R.S., L. con L.O., L.. 24 junio del 2011.
12
hoy no cabe ya discusión. En la actualidad nadie pone en duda que una cuota indivisa puede ser
objeto de un contrato de compraventa. La cosa vendida, en este caso, es una cuota indivisa en
una cosa común entre dos o más personas y se podrá decir que se trata de un contrato de
compraventa que tiene por objeto mediato una cuota en una cosa común y proindiviso.
Que en la materia que se decide, doña M.I.O.U. declaró ser “titular de derechos en una extensión
de treinta y dos hectáreas de hijuela o predio S.P., ubicado en la comuna de G.”. En la cláusula
segunda del título agregado a fojas 188 informó también que “adquirió dichos derechos por
transfirió a don L.R.A.T.M. “la nuda propiedad de los derechos singularizados en las cláusulas
O.U. declaró que la sucesión de don O. del C.R.J., que ella integra junto a otros comuneros, es
dueña del sitio Número 80 del Fundo Achupallas. En la cláusula tercera expresa que cede y
transfiere a doña B. del C.R.O. “…los derechos que le corresponden o pudieren corresponderle
en el bien raíz individualizado en las cláusulas precedente. Se trata, como se observa en ambos
Es necesario partir por entender que éste tiene lugar cuando nos encontramos frente a
sino que además en una serie de situaciones jurídicas. Se está en presencia de un estado de
indivisión cuando tienen derechos de cuota sobre una misma cosa dos o más personas, siendo
fundamental para su existencia que los derechos de sus titulares sean de análoga naturaleza.
14CORTE SUPREMA. Causa rol C-1623-2014. Caratulado Ríos Orrego, M.A. y otro con O.U., M.I. 29 de
enero del 2015.
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Las doctrinas extranjeras al tratar de encontrarle una explicación jurídica al efecto
sostiene que al fallecimiento del de cujus, los herederos no tienen derecho a una cuota parte de
cada uno de los bienes indivisos; sobre esos bienes individualmente considerados, sólo tienen
hereditaria de la misma. 15
creen que cada copropietario es propietario exclusivo de todos los bienes comunes bajo
aquella que ve en el efecto declarativo una verdadera ficción, contraria a la realidad; se sostiene
por consiguiente, que en la partición no hay declaración de un dominio existente, sino traslación
Son los artículos 1344 y 718 los que se encargan, en nuestra legislación, de establecer
exclusivamente al difunto en todos los efectos que le hubieran cabido, y no haber tenido jamás
parte alguna en los otros efectos de la sucesión. “La expresión “cada asignatario se reputará”
15 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.97.
16Ibídem, p.100.
17 Ibídem, p.101.
14
indica que se trata de una ficción. Por consiguiente, la frase “no haber tenido jamás parte alguna
en los otros efectos de la sucesión”, encabezada por la palabra “se reputará”, indica que la
realidad es: cada asignatario siempre ha tenido una parte o cuota en los efectos de la sucesión. 18
EL artículo 718 por su parte, establece que : “cada uno de los partícipes de una cosa
que se poseía proindiviso, se entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la
división le cupiere, durante todo el tiempo que duró la indivisión. Podrá pues añadir este tiempo
al de su posesión exclusiva, y las enajenaciones que haya hecho por si solo de la cosa común, y
los derechos reales con que la haya gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido
adjudicatarios.”
2.2.2.-Consecuencias que se derivan del hecho que los artículos 1344 y 718 establezcan
una ficción
Si lo dispuesto por los artículos 134 y 718 es una simple ficción, el derecho, o mejor
dicho, la cuota indivisa de cada comunero se extiende a cada bien y cada parte de éstos. Si la
cosa es singular, la cuota tiene por objeto una parte indivisa de la cosa, formada por la suma de
las partes que tiene aún en las porciones más pequeñas que la forman. Tratándose de una cosa
universal, el copropietario del todo lo es también de las partes que lo forman, de la misma
Ahora bien, por la partición no se altera la naturaleza jurídica del dominio indiviso, ni
hace condicional el derecho en la cuota, con la ficción solo se ha querido dejar sin efecto las
comunes. Por tanto, el comunero es dueño de su cuota en el todo común, sea una cosa singular
18 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.103.
19Ibídem, p.107.
15
o universal, y en las partes más pequeñas de él. Puede hacer lo que quiera con su cuota indivisa
en el todo común o en las partes ciertas que lo forman, pero cualquiera enajenación o gravamen
que realice en su cuota o en los bienes comunes está sujeto, para subsistir, a los resultados de
la partición.20
Que enseguida denuncia la infracción de los artículos 706, 707, 1344, 1440, 1698, 1699, 1700,
1712 en relación con articulo 47 incisos 1DEG, 2DEG, 3DEG; 1723, 1776, todos del Código Civil
y 341, 342 NDEG 1, 426, 427 y 428 del Código de Procedimiento Civil, al concluir los
pese a que el pacto de separación de bienes no tiene por objeto que los contrayentes se
obliguen a dar, hacer o no hacer alguna cosa, sino que conviniendo la sustitución de la sociedad
conyugal divide los bienes que conforman la comunidad que deriva de dicho régimen. Esta
revisión de los bienes se rige por las normas legales que revela la partición de los bienes
hereditarios y específicamente el artículo 1344 del Código Civil, en virtud del cual la cónyuge y
demandada de autos, Sra .M.A., ha sido dueña del inmueble en cuestión no solo desde la fecha
Propiedad del año 1999 del Conservador de Bienes Raíces de A., fecha en que su cónyuge lo
adjudicación que establece el artículo 1344 del Código Civil, no habiendo estado nunca este bien
20 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.109.
21 CORTE SUPREMA. Causa rol C-9426-2010. Caratulado Consejo de defensa del Estado con Castillo
16
Causa rol C-58-2208, Corte de apelaciones Punta Arenas
Procedimiento civil, como recién antes ha quedado dicho; y no sólo eso, pues de la lectura del
Dictamen impugnado, en su párrafo vigésimo, se advierte un error jurídico conceptual, pues allí
se sostiene que en la cosa común cada comunero es dueño de una porción; en circunstancias
que la doctrina civilista ampliamente aceptada, postula que el derecho del comunero en la cosa
común tiene carácter ideal y recae en todas y cada una de sus partes, al punto que, al producirse
la partición, ésta tiene efecto declarativo, y en consecuencia, por una ficción legal, tal como lo
establece el artículo 1.344 del Código Civil, se entiende que en los bienes adjudicados a cada
asignatario, éste tuvo siempre el derecho real de dominio y jamás tuvo derecho alguno en las
aparente contradicción jurídica entre los artículos 1344 y el artículo 1526 Nº4. Tal controversia
consiste en que si del articulo 1526 nº 4, inciso final, confirmado por el artículo 1357, se
desprende que los créditos se dividen de pleno derecho entre los coparticipes, se dejaría sin
aplicación lo dispuesto por el artículo 1344, que emplea el término “efectos”, que comprende las
cosas corporales e incorporales, y estas últimas, los derechos o créditos. Se concluye que de
22CORTE DE APELACIONES PUNTA ARENAS. Causa rol C-58-2008. Caratulado Salinas Soto Mayor
Juan Con Da silva Reveco Janio. 22 de septiembre del 2008.
17
acuerdo a este artículo, los créditos estarían indivisos, no se dividirían de pleno derecho, toda
En opinión del profesor Silva, en contraposición de lo dicho sobre el tema por el profesor
Alessandri, (quien señaló al respecto que “los créditos no se dividen de pleno derecho entre los
herederos del acreedor por el hecho de su muerte; si así fuere no se podría producir el efecto
señalado en el artículo 1344, ya que en virtud de esa división cada heredero pasaría a ser dueño
de su cuota desde la delación de la herencia”), dice que no hay tal discordancia entre ambos
citados artículos, ya que el articulo 1526 Nº4, confirmado por el artículo 1357, dispone que “los
deuda si no a prorrata de sus cuotas”. Por su parte, el artículo 1357 se pone en el caso de que
“si uno de los herederos fuere acreedor o deudor del difunto, solo se confundirá con su porción
hereditaria la cuota que en este crédito o deuda le quepa, y tendrá acción contra sus
coherederos a prorrata por el resto de su crédito, y les estará obligado a prorrata por el resto de
su deuda”, esto confirma la opinión del autor respecto a que los créditos se dividen, al igual que
De otro lado, el artículo 1344 consagra la ficción del efecto declarativo de la partición, la
que es una manera de la cual se valió el legislador para mantener la igualdad entre los
comuneros. De esta forma, en opinión del autor, no hay contradicción entre la ficción antes
señalada y la divisibilidad de los créditos entre los herederos del acreedor, pues ni el artículo
1344 ni ninguno otro del código civil disponen que los créditos deban entrar a la partición,
aquellos pueden entrar en la partición por voluntad de los comuneros. De esta forma, durante la
indivisión los créditos pertenecen a los comuneros por partes, a prorrata de sus cuotas; pero si
habiendo partición los comuneros acuerdan adjudicar a uno o más de ellos el total de un crédito,
23 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.127.
24.Ibídem p,129.
18
Claro Solar y Gonzalo Barriga concluyen que los preceptos antes señalados tienen
ámbitos de aplicación propios. El artículo 1526 N° 4 reglamenta las relaciones de los herederos
con el deudor, y el artículo 1344 regula las relaciones de los herederos entre sí.25
De esta forma, no habría que hacer conciliar ambos artículos, pues no hay contradicción
entre ellos. El articulo 1526 Nº 4 expresa que los créditos hereditarios se dividen entre los
herederos, el artículo 1344 no dice nada que permita concluir que no se dividen. La expresión
“efectos” no hace más que ampliar el alcance de dicha ficción, pero no obliga a que los créditos
entren en la partición. 26
Las deudas que el causante tenía en vida y los créditos hereditarios se dividen de pleno
derecho entre los herederos a prorrata de sus cuotas en la herencia, aunque la deuda sea
solidaria, pues la solidaridad no pasa a los herederos. Esto es un principio que proviene desde el
que contempla el inciso segundo Nº 4º del artículo 1526, que dispone: “si expresamente se
hubiere estipulado con el difunto el pago no pudiese hacerse por partes, ni aun por los herederos
del deudor, cada uno de estos podrá ser obligado a entenderse con sus coherederos para pagar
misma es divisible; pero, en virtud de la convención, ella sólo puede ser pagada en total. Es un
25SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985,, p.219.
26 Ibídem, p.130.
19
Al contrario de lo que sucede con los créditos, si los herederos de común acuerdo hacen
una división distinta de las deudas, los acreedores no están obligados a respetar esta división,
sino que tienen un derecho alternativo, según dispone el artículo 1359 en relación con los
artículos 1358 y 1340. El acuerdo no afecta a los acreedores. Ellos pueden o perseguir a cada
heredero por su cuota, o aceptar el acuerdo de ellos y perseguir a quien se le haya encargado
pagar la deuda.27
Derecho Romano, nuestra legislación consagra la división ipso jure de los créditos y deudas
hereditarias.
“En la sentencia, el considerando cuarto hace presente que “los herederos responden de
las deudas hereditarias transmisibles a prorrata de sus cuotas, de conformidad con lo que prevé
el artículo 1354 del Código Civil, salvo que se haya pactado indivisibilidad, caso en el cual,
siendo la obligación indivisible, cada heredero puede ser obligado al pago total de la deuda”.En
el considerando quinto la corte hace presente que al fallecer doña I.M., pasó a ser un bien que
forma parte de la comunidad habida entre el cónyuge sobreviviente (el ejecutado) y los hijos de
aquélla, entre los cuales se encuentran las terceristas, éstos como herederos y continuadores de
la fallecida. En consecuencia, cada uno de ellos posee sólo una cuota en la mentada comunidad
y no sobre ese bien determinado u otro. En el considerando sexto se hace énfasis en que la
propiedad es un bien común y el banco ejecutante no hizo uso de la indivisibilidad a que tenía
derecho, la cual sólo surge precisamente al momento de perseguir el cumplimiento; por ende,
todos los comuneros han mantenido sus derechos en la citada comunidad y, tratándose de una
acción seguida sólo en contra de uno de aquéllos por la falta de solución de un instrumento por
27SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.132.
20
él suscrito, correspondía se trabara embargo únicamente en relación con la cuota representativa
de los derechos que el ejecutado mantiene sobre el citado inmueble y respecto de los cuales es
dueño, desde que los demás comuneros tienen, a su vez, la misma calidad en relación con las
cuotas que les corresponden. En el considerando séptimo, se señala que habiendo acreditado
las demandantes ser dueñas de sus cuotas de los derechos del bien embargado y que, por su
parte, al ejecutado sólo le corresponde una participación en los mismos, procede acoger la
“En esta causa se apeló una sentencia de primera instancia que denegó la aprobación de la
escritura pública de partición de los bienes. En ella se pide dicha aprobación por R.V.G. respecto
de la comunidad formada por él y su madre R.G.P. y sus hermanos M., I., M. (interdicta), J. y D.
(menores de edad), todos V.G. y por la Sociedad Agrícola Rosa M.G.P. y Compañía. No se
incapaces; que sólo se habría provocado la partición de los bienes raíces y maquinaria agrícola,
no incluyendo en ella los valores mobiliarios (fondos mutuos y dineros); que se habría reconocido
y pagado una deuda hereditaria, cuya existencia sería dudosa, y porque habría una diferencia de
expreso reconocimiento de aquella deuda hereditaria por todos sus hijos, lo que no resulta
pertinente, más aún de aquellos menores de edad y de la interdicta, los que obviamente no
tienen la capacidad legal para ello, y porque, además, la norma que menciona, esto es,
el Artículo 951 de Código Civil, señala que se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos y
obligaciones transmisibles, o en cada cuota de ellos. Por ello, las deudas hereditarias deben ser
satisfechas por los herederos, las que automáticamente se dividen a prorrata de la cuota que les
28CORTE SUPREMA. Causa rol C-3351-2007.Caratulado Banco Santander Con Electa Aguilera Héctor. 9
de septiembre del 2008.
21
Así y todo, por impropio que sea tal reconocimiento a la luz de lo prescrito en dicha disposición
legal, resulta irrelevante al mismo tiempo, porque lo que interesa para los efectos particionales
lo que efectivamente se hizo en la cláusula séptima. Lo que sí importa es que la referida deuda
fue prorrateada legalmente y se dio por pagada en forma íntegra y total por parte de todos los
herederos, incluyendo a los menores y a la interdicta, según consta de la cláusula décima sexta.
La corte, al comprobar que no hubo ningún menoscabo o perjuicio a los incapaces, revoco lo
“Refiere también que su representada no tiene noticias del padre de su hijo desde que éste tenía
un año de edad, y que le ha resultado imposible contactarlo para hacer efectivos los derechos
que poseen sobre la herencia del causante; que la actuación de la recurrida importa una
imposición de una condición arbitraria, abusiva y contraria a derecho, que lesiona su derecho de
propiedad porque es una decisión interesada, dado que invierte los fondos cobrando la
respectiva comisión, conviniéndole mantener los fondos el mayor tiempo posible; porque la
naturaleza jurídica del dinero es esencialmente fungible y divisible, de suerte que si la masa
hereditaria está conformada sólo por el dinero, ésta es esencialmente liquidable, sin que necesite
adjudicaciones formales ni juez partidor, pues basta efectuar una simple operación matemática
para determinar el monto que a cada heredero corresponde; y, que su petición se encuentra
respaldada por lo dispuesto en el número 4 del artículo 1526 del Código Civil, cuando trata del
heredero que puede ser obligado a pagar el total de una deuda cuando el difunto así lo pactó con
el acreedor, y que en su inciso final prescribe: “pero los herederos del acreedor si no entablan
conjuntamente su acción, no podrán exigir el pago de la deuda, sino a prorrata de sus cuotas”,
de lo que aquel caso es aplicable en la especie, pues cada heredero puede cobrar su cuota en el
crédito, y si el deudor (en el caso, la AFP) paga a dicho heredero su parte en el crédito, el pago
29 CORTE DE APELACIONES RANCAGUA. Causa rol c-339-2015. Caratulado Valdés González Rafael
Elías. 6 de julio del 2015.
22
es válido, agregando que la recurrida conculca su derecho de propiedad sobre el 50% de los
República, por lo que pide que el recurso sea acogido, ordenándose a la AFP Provida la emisión
del cheque a nombre de su presentada, por la cantidad que a la época deba liquidarse por
aquella, dentro del plazo de 15 días hábiles a contar de la fecha de la sentencia que así lo
30CORTE DE APELACIONES IQUIQUE. Causa rol C-120-2014. Caratulado Sara María Cea Arancibia Con
AFP Provida. 17 marzo del 2014.
23
CAPITULO III: ACCIONES, ACTOS Y CONTRATOS SOBRE CUOTA
contratos en que se dispone de la cuota. Primero hay que recordar que para adquirir el dominio,
de las cosas en nuestra legislación se requiere de un título y de un modo. El Cogido Civil sólo
trata uno de los títulos traslaticios de dominio, que es al mismo tiempo el más relevante de estos,
la compraventa. El legislador, a la vez, utiliza el término cesión, para el cual la doctrina nacional
Se puede definir la compraventa de cuota como aquella que tiene por objeto mediato
una cuota en una cosa común y proindiviso. Desde el Derecho Romano se le reconoce el
derecho al comunero, dueño de su cuota el poder venderla. La cosa vendida en este caso es
una cuota indivisa en una cosa común entre dos o más personas. Nuestro Código civil contempla
esta facultad en el artículo 1812. Los requisitos de esta compraventa son: el precio y la cosa
vendida, la cual debe ser comerciable, existente, determinada y que no pertenezca al comprador.
La venta de cuotas no reviste ninguna de las modalidades de la venta de cosa futura, a pesar de
poder creerse que por ser materializable la cuota, en bienes determinados por la partición, eso
sería errado, pues lo que se vende no está sujeto a condición suspensiva ni se vende la suerte,
sino que se vende una cosa incorporal, intelectual, que existe al contratar: la cuota indivisa en
Además deben cumplirse las solemnidades en los casos que la ley señala. Así, la venta
de una cuota indivisa en un bien raíz debe hacerse por escritura pública. Si los inmuebles en los
cuales se vende una cuota están comprendidos en una universalidad, tal regla no cambia, pues
31SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.204-208.
32Ibídem, p.222.
24
3.1.1.- Los efectos de la compraventa de cuota indivisa
Son las consecuencias, es decir, los derechos y obligaciones nacen para las partes.
Siendo un contrato bilateral, sus efectos son crear derechos y obligaciones para ambas partes.
vendida.
Las obligaciones del comprador son la de pagar el precio y recibir la cosa, produciendo
para el vendedor los derechos correlativos de exigir el precio y la entregar la cosa. La obligación
concurren todos los requisitos legales. Así, la venta de cuota sirve de título a la cesión (tradición)
que, cumpliendo la obligación de entregar, realiza el vendedor. Tanto la obligación del vendedor
de entregar una cuota vendida en alguna cosa común, como la que tendrían los herederos del
comprador de restituir esa misma cuota en caso de rescindirse el contrato, son perfectamente
divisibles, porque ambas recaen sobre una cosa susceptible de división intelectual o de cuota,
como lo es una cuota indivisa. La venta de cuota se refiere no solo a la cuota de una cosa
singular, sino también de una cuota en una cosa universal, y en ambos es necesario cumplir con
La entrega de la cosa vendida debe entregarse con todos sus accesorios, obligación que
disposiciones, como del artículo 1546, el cual dispone que los contratos obligan no sólo a lo que
en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la
obligación o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella. También se desprende del artículo
1830, para el cual la venta de una finca comprende todos sus accesorios.34
33 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.223.
34 Ibídem, p.225.
25
3.1.3.- Sentencias que se han pronunciado al respecto:
“El autor, don E.S.S., en su obra “Acciones, Actos y Contratos sobre Cuota”, dice: “la cuota de un
comunero en una indivisión sobre cosa singular, es una fracción del derecho de dominio sobre
una parte indivisa de la cosa, parte que se extiende aún a los átomos de la cosa. Será mueble o
inmueble, según lo sea la cosa indivisa sobre que recaiga. El comunero es dueño de su cuota y,
por consiguiente, puede enajenarla, gravarla, etc.”. Así, cada comunero dueño de su cuota
puede venderla y enajenarla. Hoy nadie pone en duda que una cuota indivisa puede ser objeto
mediato de un contrato de compraventa. La cosa vendida en este caso es una cuota indivisa en
una cosa común entre dos o más personas y se podrá decir que se trata de un contrato de
compraventa que tiene por objeto mediato una cuota en una cosa común y proindiviso” 35
que la concede, para la enajenación de los inmuebles el N° 2 del artículo 688 exige las
denominadas inscripciones especiales de herencia, que son aquéllas a que se refieren los
incisos 1° y 2° del artículo 687 antes citado. En virtud de estas inscripciones especiales los
herederos pueden disponer de consuno, esto es, de común acuerdo, de los inmuebles
hereditarios. Ahora bien, la exigencia de proceder de esta forma va dirigida a impedir que uno
cualquiera de los herederos, y no todos, enajene un bien raíz de que es dueño toda la
comunidad hereditaria, pero no obsta a que uno cualquiera de los herederos enajene la cuota
artículo 1812 del Código Civil, de acuerdo al cual si la cosa es común de dos o más personas
proindiviso, entre las cuales no intervenga contrato de sociedad, cada una de ellas podrá vender
su cuota, aun sin el consentimiento de las otras. Sólo en virtud de la tercera inscripción a que se
26
Refiere el artículo 688 que alude al acto de partición puede el heredero (adjudicatario) disponer
indiviso. Que, en consecuencia, al estimarse ajustada a derecho la enajenación por parte de uno
de los miembros de la comunidad hereditaria, de la cuota que a éste correspondía en uno de los
inmuebles hereditarios, sin que hubieran consentido en ello los demás coherederos, no han
cometido los sentenciadores de la instancia los errores de derecho que se les atribuye en el
recurso, motivo suficiente como para que la casación en el fondo intentada sea desestimada.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en las normas legales citadas y en los
artículos 764, 765, 767 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de
“Que de conformidad con lo reseñado en el motivo que precede, se observa que los
sentenciadores del grado han hecho una correcta aplicación de la normativa atingente al caso de
que se trata. En efecto, luego de constatar que el objeto del contrato de cesión de derechos -o
de compraventa de los mismos como lo califican los jueces del fondo- recae sobre el porcentaje
de los derechos que le corresponden al demandado en el resto de la parcela 2-A, de los cuales
es dueño en comunidad con sus siete hijos y que adquirió por sucesión por causa de muerte en
resultaba ajustado a derecho calificar el contrato de marras como una cesión o compraventa de
derechos hereditarios, pues cuando hay pluralidad de herederos, cual es el caso, lo que
realmente se cede es la cuota en una comunidad hereditaria, debiendo esta cesión regirse por
las reglas establecidas para el cuasicontrato de comunidad, más los dos preceptos específicos
36CORTE SUPREMA. Causa rol 2579-2006.Caratulado SANCHEZ ORELLANA LIANA CON FUENZALIDA
SANCHEZ PATRICIA. 13 de agosto del 2007
27
En este sentido, esta Corte Suprema en los autos Rol 7090-2013, compartiendo lo expresado
por el profesor don Luis Claro Solar ha afirmado que la única comunidad a título universal que se
condóminos de los bienes que la forman. En consecuencia, deben aplicarse a esta materia las
alguna particular, sino ese derecho proindiviso que tiene en la comunidad, transferencia que le
comunidad a fin de que se le entere la parte que ha adquirido con bienes singulares o con los
valores, que podrían haber correspondido al cedente o vendedor (Claro S., Luis, Explicaciones
Poligráfico Roma, Santiago, 1944, p. 12 y 21).De esta forma, considerando que el demandado
poseían dicha calidad sus siete hijos, según se consignó en el acápite primero de la propia
escritura de cesión, resulta palmario que la venta o cesión del 14,28571428 por ciento de los
derechos de Delicio Catalán Arce en el resto de la parcela 2-A -aunque parte de éstos
comunidad de que era partícipe, la que no transfiere propiedad alguna sobre bienes en
particular, sino ese derecho proindiviso que tiene en la comunidad. Que los raciocinios
expresados en los párrafos que preceden llevan necesariamente a concluir que el recurso de
casación que se analiza adolece de manifiesta falta de fundamento, motivo por lo que no puede
prosperar. Por estas consideraciones y de conformidad además con lo dispuesto en los artículos
772 y 782 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo
interpuesto” 37
37CORTE SUPREMA. Causa rol 16596-2016. Caratulado CHANDIA SALINAS LEONARDO CON
CATALAN ARCE DELICIO. 13 de junio del 2016
28
Causa rol 6526-2009, Corte suprema
“Que nuestra legislación considera la herencia como un derecho real independiente del dominio,
con acciones propias y susceptible de adquirirse, a más de sucesión por causa de muerte, por
Pero, pese a esto, nuestro legislador no lo definió ni se preocupó de darle una reglamentación
adecuada a su naturaleza” Que de lo que se viene narrando queda en claro que el objeto de la
Es por esta razón que el artículo 1909 del Código Civil dispone que cediéndose a título oneroso
determinados. Por esto, el profesor S., en la obra ya indicada, señala que si el heredero cede a
sino lisa y llanamente una compraventa, regida por otras disposiciones legales. H.- Que el autor
en el condominio que tiene por objeto los bienes que eran de propiedad del causante y que los
herederos adquieren en común por el modo de adquirir, sucesión por causa de muerte. El
derecho de herencia recae sobre una universalidad jurídica o una parte alícuota de ella, como es
la herencia, la cual es una abstracción jurídica, pero no en los bienes determinados que la
muerta, tomado como una universalidad jurídica, la única que reglamenta como tal nuestra
legislación. En cambio, cuando se enajena una cuota de dominio en una cosa universal indivisa y
común, lo cedido es la cuota intelectual que se extiende hasta los átomos de las cosas
29
El cedente entiende traspasar la cuota de dominio que tiene en el todo indiviso y en cada una de
las partes que lo forman y no un derecho sobre una universalidad jurídica como el derecho de
herencia que recae sobre una abstracción distinta que los bienes que la forman“. 38
Para que la venta sea rescindible por lesión enorme debe reunir los requisitos
establecidos en el artículo 1889, además que la cosa vendida no haya sido enajenada por el
comprador, no haya perecido fortuitamente en poder del comprador y que la acción se entable
dentro del plazo legal y que también debe ser de aquellas que puede rescindirse por lesión
enorme.
Sólo es procedente la lesión enorme en la venta de una cuota indivisa que se tenga en
un bien raíz, pues la cuota en estos bienes tiene un valor que se puede apreciar la tiempo del
contrato y permite hacer la comparación entre el justo precio de la cosa y el dinero que se paga
por ella, aunque es una cuestión de hecho que resuelve el juez apreciando la prueba. 39
Se señala que hay otro requisito que se deriva de los principios generales de la lesión
enorme, el de poder hacer una comparación entre el precio de la venta y el justo precio de la
cosa. Por esta causa no se admite la lesión enorme en las ventas del derecho real de herencia y
del derecho de usufructo, pues pueden durar sólo horas o gran número de años, faltando un
término de comparación, el valor de la cosa. Sin embargo, se indica que si de los hechos del
proceso se dan los términos del artículo 1889, procedería la lesión enorme. Así, finalmente es
indivisa vendida y el precio pagado por ella, pero no será necesario esperar una probable
partición para saber el justo precio de la cuota indivisa vendida, pues esta es una cosa incorporal
38 CORTE SUPREMA. Causa rol 6526-2009, Caratulado RECABARREN SANHUEZA LUIS CON
LEDESMA OCARES LUCAS. 24 de junio de 2011
39 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
30
3.2.1.-Sentencias que se pronuncian al respecto:
La jurisprudencia sobre el tema en particular, acoge y aplica en gran medida lo postulado por el
autor en el libro, salvo algunos casos en específico, siendo una fuente doctrinal importante para
“La doctrina y jurisprudencia, ampliamente mayoritarias, afirman que la venta de cuota indivisa
sobre un inmueble, como ocurre en sub lite, es rescindible por lesión enorme, cuando se dan los
presupuestos antes referidos. El autor S.S., sobre lo expuesto manifiesta en su obra antes
citada: “En general, podemos decir que siempre una cuota determinada e indivisa en una cosa
inmueble tiene un valor que se puede apreciar al tiempo del contrato y permite hacer la
comparación entre el justo precio de la cosa y el dinero que se paga por ella. En todo caso, ésta
sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago que confirmó el fallo de primer grado que
rechazó la acción por lesión enorme, refiriendo que era esencial que los actores acreditaran cuál
era el justo precio de la cosa vendida a la fecha de celebración del contrato y la circunstancia de
que el precio recibido del comprador es inferior a la mitad de aquel; sin embargo, la prueba
Los demandantes, que eran dueños en común y por partes iguales del predio agrícola
Inversiones S.A. y Euroamérica Seguros de Vida S.A un porcentaje equivalente al 33,88% del
41CORTE SUPREMA. Causa rol 23180-2014, Caratulado IBAÑEZ GANDOLFO DANIEL JORGE CON
CORPORACION NACIONAL DEL COBRE. 4 de diciembre de 2014.
31
Luego, los demandantes cedieron y transfirieron a Codelco Chile S.A División Andina, todos los
derechos de que son titulares en el predio Hijuela El Sauce, ascendentes al 66,12% del total del
predio, en el precio total de $191.372.243 y luego las sociedades FL Fondo de Inversión Privado
y Euroamérica Asesorías S.A., vendieron, cedieron y transfirieron a Codelco Chile S.A. División
$235.404.370.
Los demandantes estiman que debió declararse nulo el contrato de cesión de derechos
celebrado entre los demandantes y Codelco División Andina por lesión enorme, toda vez que sus
representados recibieron un precio inferior a la mitad del justo precio, esto es, menos de 30 U.F.
por hectárea, en circunstancias que el precio justo era superior a las 60 UF. por hectárea.
séptimo que “El arbitrio en estudio se construye sobre la base de una premisa que es incorrecta.
En efecto, la parte recurrente esgrime que en la especie sí probó el justo precio de los derechos
cuotativos en el dominio del 66,12% del inmueble Hijuela El Sauce, puesto que a su juicio ello
fluye de la diferencia de precio entre esta venta, que fue celebrada por los actores con la
Asesorías S.A., el 30 de septiembre de 2008, en que se pagó por el 33,88% de los derechos
el justo precio fluya de estos actos jurídicos, porque en la especie, como se consignó en el
considerando séptimo, en nuestro derecho cada comunero es dueño de la cuota ideal, sin que
sus derechos se radiquen en una parte determinada de la especie o cuerpo cierto en que recaen.
Así, todos los comuneros en conjunto son propietarios de este inmueble, pero individualmente
éstos no son dueño de ninguna parte determinada de la cosa. Lo anterior es relevante, porque
en el caso concreto al adquirir Codelco Chile el 66,12% de los derechos de la Hijuela El Sauce,
32
está adquiriendo una cuota ideal, lo que es determinante en el establecimiento del precio, toda
vez que al adquirir esa porción Codelco Chile queda en indivisión, sin que pueda aquel usar el
inmueble si no es con anuencia del resto de los comuneros. En cambio, al celebrar la segunda
compra de derechos, termina la comunidad, quedando aquél como único dueño del inmueble,
por lo que desde ese momento puede usar, gozar y disponer libremente del inmueble, a
diferencia del estado anterior, en que solo podía realizar actos de disposición respecto de su
cuota, estando limitados los actos de uso respecto del inmueble. No existe así una unidad
comparativa que tenga características idénticas que permita determinar a través de una simple
operación aritmética el monto del justo precio. Así, la incidencia de la particularidad referida en el
celebrado el 11 de enero de 2008 es lo que debía ser acreditado en autos, cuestión que, como lo
señalan los jueces del grado, los actores no realizaron eficientemente. En este aspecto, se debe
consignar que tampoco es posible arribar a la conclusión que los actores recibieron menos de la
mitad del justo precio por la cesión de sus derechos a la demandada al comparar tal valor con
consta que Codelco Chile pagó más de 60 U.F por hectárea, porque, como se refirió
artículo 1891 del Código Civil el que sólo admite la referida acción respecto de compraventa de
diferencia entre el precio y el justo precio que incida en lesión enorme. La cuestión que se
somete a debate es, por ende, si procede o no la lesión enorme en la compraventa de una cuota.
33
Sobre este asunto es usual citar la obra de E.S.S., quien sostiene sobre este asunto que “En
general, podemos decir que siempre una cuota determinada e indivisa en una cosa inmueble
tiene un valor que se puede apreciar al tiempo del contrato y permite hacer la comparación entre
el justo precio de la cosa y el dinero que se paga por ella. En todo caso, ésta es una cuestión de
hecho que resolverá el juez apreciando la prueba rendida.” (S.S., E., Acciones, Actos y Contratos
sobre cuota (El problema jurídico y práctico de las acciones y derechos), Concepción, editorial
Samver, s/a, p. 288). Y agrega “…el problema se reduce más bien a una cuestión de hecho que
de derecho. En cada caso será necesario analizar el proceso y ver si es posible hacer la
comparación entre el valor de la cuota indivisa vendida y el precio pagado por ella. No obstante,
no será necesario, como se sostiene en las últimas sentencias citadas, esperar una probable
partición para saber el justo precio de la cuota indivisa vendida, pues ésta es una cosa incorporal
distinta de la cuota divisa en que se puede transformar por la partición. Por esta razón otras
sentencias, probado el justo precio de la cuota y concurriendo los demás requisitos legales, han
acogido demandas de rescisión por lesión enorme en venta de cuota indivisa en bienes raíces”.
De ahí que debemos analizar si las condiciones para que se verifique la procedencia de la acción
rescisoria en la especie se cumplen atendida la compraventa de cuota indivisa que recae sobre
cuya rescisión se solicita. En la cláusula primera se explicita que la demandante y su padre son
“dueños de un predio de ciento sesenta y una hectáreas catorce áreas, ubicado en la comuna de
Asimismo en la cláusula segunda se indica que don P.S.C.E. “vende, cede y transfiere la cuota o
hay, en consecuencia, incertidumbre acerca del objeto de la cuota que se vende, dado que se
compraventa. Tampoco es posible advertir dudas acerca del porcentaje de la cuota de dominio
que le cabía al vendedor en el inmueble individualizado. Por último, los antecedentes de autos y
así lo estimó el fallo impugnado posibilitaron la necesaria comparación entre el precio de venta
34
de la cuota recaída en el inmueble y su justo precio, conforme la prueba aportada en el proceso.
ajusta a derecho al haber acogido una acción rescisoria por lesión enorme de una compraventa
Décimo Tercero: “Que en la situación en estudio resulta controvertido el primer punto antes
entre las partes del pleito. La doctrina y jurisprudencia, ampliamente mayoritarias, afirman que la
venta de cuota indivisa sobre un inmueble, es rescindible por lesión enorme, cuando se dan los
presupuestos indicados en la reflexión que antecede (A.R., obra antes citada, N° 1971; R.D.D.,
del Código Civil, T.V., artículo 1889, páginas 402 y siguientes). S.S., sobre lo expuesto
manifiesta: En general, podemos decir que siempre una cuota determinada e indivisa en una
cosa inmueble tiene un valor que se puede apreciar al tiempo del contrato y permite hacer la
comparación entre el justo precio de la cosa y el dinero que se paga por ella. En todo caso, ésta
es una cuestión de hecho que resolverá el juez apreciando la prueba rendida;Que, anotado lo
anterior, corresponde que sea confrontado con el caso en examen y al efectuar esa labor se
advierte, de manera inconcusa, que don L.A.F.C. procedió a la transferencia cesión de derechos;
empero, aquéllos no pueden radicarse de manera específica en una parte material del bien raíz,
como pretende la parte actora, circunstancia ésta que impide valorar los derechos que se ceden.
referidos a un inmueble determinado, en que el cedente tenga radicados los derechos; que se
trate del único bien hereditario, ni que se estén cediendo íntegramente los derechos que se
35
Causa rol 8018, Corte suprema
“Que en la situación en estudio resulta controvertido el primer punto antes anotado y, además, si
cabe o es procedente la institución en referencia en el contrato celebrado entre las partes del
rescindible por lesión enorme, cuando se dan los presupuestos indicados en la reflexión que
antecede (A.R., obra antes citada, N° 1971; R.D.D., La Compraventa, N° 388; E.S.S., Libro ya
mencionado, N° 140; fallos referidos en el Repertorio del Código Civil, T.V., artículo 1889,
páginas 402 y siguientes).S.S., sobre lo expuesto manifiesta: En general, podemos decir que
siempre una cuota determinada e indivisa en una cosa inmueble tiene un valor que se puede
apreciar al tiempo del contrato y permite hacer la comparación entre el justo precio de la cosa y
el dinero que se paga por ella. En todo caso, ésta es una cuestión de hecho que resolverá el juez
apreciando la prueba rendida. Que los jueces recurridos en el fallo impugnado, en el motivo
undécimo, establecieron que no existían antecedentes en los autos que permitieran acreditar con
hecho de la causa.” 44
“La parte demandada solicitó el rechazo de la acción deducida, alegando la falta de legitimación
fondo sostuvo la improcedencia de la figura de la lesión enorme en los contratos aleatorios como
además, argumentó que al haber renunciado las partes a la condición resolutoria tácita en el
44CORTE SUPREMA. Causa rol 8018-2010, Caratulado BORQUEZ RICCI CARLOS GUILLERMO CON
LEIGHTON GONZALEZ ALEX IVAN. 22 de septiembre de 2011
36
Por sentencia de primera instancia de dieciocho de enero de dos mil catorce, escrita a fojas 265,
se rechazó la demanda de rescisión por lesión enorme, por falta de legitimidad activa de los
sentencia de veintidós de julio de dos mil catorce, confirmó el fallo apelado. Contra esta última
En esta causa se rechazó la acción por lesión enorme por el Juzgado de Letras de Victoria por
las razones antes señaladas. Luego se apeló a la Corte de Apelaciones de Temuco quien
confirmó el fallo de primera instancia y después se recurrió por Casación en el Fondo a la Corte
Suprema. Sin embargo en esta instancia la corte revocó el fallo recurrido por las siguientes
razones “Expone que la existencia de esta facultad emana de lo que la doctrina denomina
“mandato tácito y recíproco”, el que permite a cada uno de los comuneros, por separado, el
ejercicio de acciones encaminadas a salvaguardar ese patrimonio indiviso, efecto propio que se
busca al ejercer la acción rescisoria por causa de lesión enorme. Señala que de este modo,
yerran profundamente los jueces del fondo al estimar que la acción rescisoria debió, en todo
caso, ser ejercida por la totalidad de los indivisarios y se equivocan más todavía al estimar que la
acción rescisoria por lesión enorme es una acción diversa a la administración y conservación de
los bienes comunes”. De este modo la corte acepta el mandato tácito y reciproco en este caso,
no siendo necesario que todos los comuneros demanden en conjunto la acción, al ser este un
autor en el libro.
Como se ha señalado, todo comunero tiene la libre disposición de su cuota, y así, como
45CORTE SUPREMA. Causa rol 27485-2014, Caratulado ARREPOL CORREA MIRIAM Y OTROS CON
ARREPOL SEGURA GLADYS.10 de agosto de 2015
37
A diferencia de otras legislaciones, la chilena acepta sin cuestionamientos este contrato,
en el artículo 2417, el cual dispone “El comunero puede, antes de la división de la cosa común,
hipotecar su cuota, pero verificada la división, la hipoteca afectará solamente los bienes que en
Debe ser sobre un bien inmueble, por expresa disposición de la ley, y la cuota indivisa es
susceptible de Hipoteca, cualquiera que sea el origen de la comunidad, pues la ley no distingue.
46
bienes raíces, aplicación de la ficción del efecto declarativo de la partición, la cual tiene por
objeto evitar lo que pasaba en el Derecho Romano, en el que se establecía que la hipoteca
hipotecario.47
sobre cosa ajena en la parte de los demás y sobre una cosa propia de la cuota que el comunero
tiene en los inmuebles hipotecados. Considerando la validez de la hipoteca de cosa ajena, tal
Mientras dure la comunidad, la hipoteca produce iguales efectos legales como toda
46 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.310-311.
47 Ibídem, 1985, p.314.
48 Ibídem, p.318.
38
El autor señala que la hipoteca de cuota es actual, no sujeta a condición suspensiva,
solo depende, para subsistir de los resultados de la partición e caso de que esta se realice,
evento que podría considerarse condición resolutoria, pero prefiere no calificarla entre las
modalidades, por ser elementos accidentales o naturales de los actos jurídicos, agregados o
suprimidos por las partes mediante clausulas especiales. Si el legislador la considerara así, lo
Si se ha enajenado una cuota indivisa de una finca hipotecaria en total por un acreedor,
este, aplicando los principios generales, deberá proceder en distinta forma en contra de cada
uno de los dueños de la finca, y se observara el procedimiento ejecutivo en la cuota del deudor
de la finca hipotecada. 50
La hipoteca de cuota está totalmente excluida de las garantías que aceptan las
Esta incertidumbre está dada porque la garantía puede dejar de existir si en la partición se le
adjudica el o los inmuebles cuyas cuotas se han hipotecado, a otro de los comuneros y no al
deudor hipotecario. Una forma de hacer más efectiva la caución sería establecer que si bien la
hipoteca caduca al adjudicarse a los demás comuneros los inmuebles gravados en cuotas
49SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.318-319.
50 Ibídem, p.323.
39
La única manera de eliminar todo riesgo sería hacer concurrir a todos los comuneros, de
modo que todos ellos hipotequen sus cuotas en el inmueble común; así se evita toda posibilidad
primera hipoteca a favor del banco Santander sobre un inmueble, cuyo dominio se encuentra
inscrito a nombre de él y de su mujer, por partes iguales. Sin que hubieren pagado el crédito
esgrimido por la actora ni abandonado la finca hipotecada, ésta solicitó que aquéllos sean
desposeídos del inmueble hipotecado y, con el producto del remate del mismo, se pague el
contra, al tiempo que impetró la declaración de nulidad de la hipoteca referida por el demandante
cuota que a su parte toca en el dominio del inmueble hipotecado. Hizo presente que la
artículo 1749 del Código Civil, a objeto de autorizar a su cónyuge para gravar el cincuenta por
ciento de los derechos de dominio adquiridos por él; pero en ningún caso autorizó aña señora
P.P. para hipotecar su cuota en la parcela materia de la Litis. De lo precedente, esta demandada
colige que el contrato de hipoteca carece de valor en lo que afecta su cuota de dominio. Por su
parte, el señor P.L. hizo presente, que el mandato otorgado a doña P.P. no la autorizaba para
artículo 2417 del Código Civil, en cuanto a que no cabe la hipoteca de cuota, mientras la
51SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.337.
40
La Corte Suprema al fallar señalo: “El señor P.L., constituyó hipoteca sobre sus derechos de
dominio correspondiente al cincuenta por ciento del inmueble; gravamen inscrito con los datos
conservatorios que se pormenorizan, con lo que se tiene por demostrada la existencia de dicha
caución real; Que, con el sustrato fáctico recién descrito y en lo que al recurso de casación en el
fondo interesa, los jueces del fondo determinaron que la declaración efectuada en el mandato de
don P.L., en cuanto a que lo otorgaba por sí y como administrador de la sociedad conyugal para
lo que fuera necesario de conformidad con la ley chilena, necesariamente conlleva la existencia
de dicho régimen matrimonial, circunstancia que es concordante con el propio mandato que en
para otorgar el poder a doña P.P., conforme al artículo 1749 del Código Civil, esto es, como
dicho inmueble. Lo anterior, lleva a los sentenciadores a concluir que la hipoteca recayó sobre la
totalidad del inmueble. Asimismo, se acude a lo preceptuado en el artículo 1560 del Código
sustantivo, en relación a lo pactado en las cláusulas segunda, cuarta y decimocuarta del contrato
de hipoteca de la Litis, de cuyos términos, claros y explícitos a juicio del tribunal, se deduce
propiedad,52
.Así, la Corte Suprema rechazó la casación en el fondo por no tener lugar las alegaciones de los
interpretación del 2417 del actor, lo que está en concordancia con lo dicho por el profesor Silva.
Además, al estar constituida por ambos, se aplica lo señalado en el libro, en orden a que la única
manera de eliminar todo riesgo para el acreedor hipotecario seria hacer concurrir a todos los
comuneros, de modo que todos ellos hipotequen sus cuotas en el inmueble común; así se evita
52CORTE SUPREMA. Causa rol 9860-2010, Caratulado. BANCO SANTANDER CHILE CON LOFFLER
PILAR, JOHANNES LOFFLER PAUL PETER 29 de noviembre de 2011.
41
3.4.- CESION O TRADICIÓN DE CUOTA INDIVISA
La cesión del derecho real de herencia, el cual se define como la enajenación que hace
el heredero de su derecho a suceder en el patrimonio del causante o en una parte alícuota de él,
A juicio del profesor Silva Segura para establecer la forma en la cual debe efectuarse la
tradición, debe distinguirse entre el derecho real de herencia, cuya cesión recae sobre una
comunero, hace de ella a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir y por
la otra la capacidad e intención de adquirir la cuota indivisa, según se desprende del artículo 670
que trata la tradición. En cuanto a las formalidades a que se sujeta la cesión, se sostiene que es
válida siempre y cuando cumpla con los requisitos de toda tradición y sin que concurra ninguna
otra formalidad. El cedente no necesita del consentimiento de sus copartícipes para ceder su
La tradición del dominio de los bienes raíces se efectúa por la inscripción del título en el
Registro del Conservador de Bienes Raíces donde esté situado el inmueble, de lo que se deduce
que la cesión de cuota indivisa de un inmueble debe hacerse por la inscripción del título 54
53 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.245.
54 Ibídem, p.246.
42
Ahora bien, el artículo 688 del código civil establece una limitación a la facultad de ceder
una cuota en un inmueble hereditario al expresar que: “La posesión legal de la herencia no
herencia, y la inscripción especial del inciso tercero del artículo 687. Se ha sostenido que a pesar
de que el citado artículo 688 se encuentra en el párrafo titulado “De las otras especies de
dominio de los bienes del causante lo adquieren los herederos por el modo de adquirir sucesión
por causa de muerte, por tanto las mencionadas inscripciones se exigen solamente como medio
Por lo demás, la enajenación de una cuota indivisa en un inmueble común y hereditario inscrito a
nombre de todos los comuneros, por uno de los herederos, no atenta contra la historia de la
propiedad raíz, ni contra el régimen de la posesión inscrita. En efecto, el heredero que cede su
cuota en un inmueble hereditario, inscrito a nombre de todos, deberá hacer tradición de dicha
cuota y para hacerlo deberá inscribir el título en el Registro del Conservador respectivo,
transfiere al cesionario con todas las prerrogativas y gravámenes que comporta. El cesionario
ocupa el lugar del cedente en la comunidad, y como ella produce efectos actuales, el cesionario
podrá ejercer todas las facultades del copropietario, sin ser obligado a esperar la partición.
55 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.248.
56 Ibídem, p.249
43
Por tanto, la facultad de solicitar la partición de los bienes comunes se traspasa al
intervenir en ella. En cuanto a los efectos de la cesión de cuota indivisa en partes ciertas de la
cosa común, al igual que en la cesión en el todo común, el cesionario adquiere dicha cuota
indivisa en forma actual y definitiva. 58, pero no puede el cesionario solicitar la partición del todo e
intervenir en ella, ni puede participar en la administración de toda la cosa indivisa, solo tiene
dándolos en pago del precio de la renta vitalicia materia de esta causa, no requería de
inscripción conservatoria y, por tanto, la entrega de dicho precio se perfeccionó con la sola
celebración de la escritura pública que contiene dicho contrato, razones que descartan la
referido contrato, se dispuso que el precio de la renta vitalicia se pagará por la beneficiaria con la
transferencia del sesenta por ciento de sus derechos hereditarios quedados al fallecimiento de
su cónyuge, recaídos sobre determinados bienes raíces. Agrega que de este modo, en el
contrato se efectúa una cesión de derechos hereditarios pero con una determinación precisa de
los bienes raíces sobre los cuales recaen tales derechos, de modo tal que la transferencia de los
de Bienes Raíces, la que al no haberse efectuado en este caso antes del fallecimiento de la
beneficiaria, hace que el contrato de renta vitalicia no lograra perfeccionarse, siendo por tanto
44
Agrega que según los autores A. y S., en su obra Tratado de Los Derechos Reales-Bienes,
página 287, cuando la cesión de derechos hereditarios se hace no sobre la universalidad sino
sobre bienes raíces determinados de la sucesión, como ocurre en este caso, la tradición se
Denuncia infracción al artículo 1909 del Código Civil, por cuanto el fallo aplica esta norma
herencia, sin embargo, dicha disposición legal no resulta aplicable ya que los derechos materia
jurisprudencia, estiman que no existe tradición del derecho de herencia, sino lisa y llanamente
una compraventa, regida por los artículos 1793 y siguientes del Código Civil. Ello porque el
artículo 1909 requiere que la cesión del derecho de herencia se haga sin especificar los efectos
de que se compone. Agrega que también se violenta el artículo 686, por cuanto se dejó de
aplicar por los jueces del fondo, en circunstancia que cuando la cesión de derechos hereditarios
conservatoria.” 60
“La cesión de derechos hereditarios es la tradición de los mismos. Dicho de otra manera, el
objeto de una cesión del derecho real de herencia es una universalidad o cuota que al cedente
corresponde en el conjunto de bienes que comprende el haber hereditario. Por consiguiente, los
bienes individualmente determinados no son el objeto de esta cesión y, por ello es que se ha
sostenido que se trata de un contrato aleatorio para el cesionario, puesto que de lo único de que
Que sin bien se ha prestado a discusión la manera en que se perfecciona la tradición del
45
De allí, entonces, que no sea una exigencia para la tradición del derecho real de herencia
proceder a la inscripción del título respectivo, aun cuando involucre bienes raíces, puesto que el
herencia. Al respecto, se ha dicho: basta cualquier medio que revele la intención del tradente de
escritura pública de 18 de junio de 1952, entre don S.S.C.R. y dona G.C.R., no hacia menester
“Que los autores R.D.B. y R.D.A. (Derecho Sucesorio, Tomo I, Editorial Jurídica de Chile, página
118), manifiestan que es posible que el heredero ceda, a cualquier título, la herencia, esto es, la
universalidad, sin considerar bienes determinados, Es lo que se conoce como la cesión del
derecho de herencia y que puede resultar de una compraventa, de una permuta, de una
Que don M.S.U. (versión de R.A.M., Derecho Sucesorio, Tomo I, página 79, Sexta Edición
Actualizada) dice que existe tradición o cesión del derecho de herencia en el caso de que el
heredero, una vez fallecido el causante, transfiera a un tercero ya sea la totalidad de la herencia,
ya sea una cuota de ella. Consiste, entonces, en que el heredero ceda sus derechos en la
herencia a un tercero y éste adquiere por tradición los derechos hereditarios que el heredero
Añade que para que estemos en presencia de una cesión de derechos hereditarios, es necesario
que concurran las siguientes circunstancias: 1) La tradición del derecho de herencia que debe
61
CORTE SUPREMA. Causa rol 662-2012, Caratulado URBINA CAÑETE DELIA MARINA CON CAÑETE
GUERRERO ALDA SOLIVINA. 14 de mayo de 2012
46
realizarse una vez fallecido el causante; 2) La cesión de derechos hereditarios, como tradición
“Imposibilidad absoluta para ejercer el actor la acción de nulidad absoluta, argumentando que en
el Código Civil los artículos 1909 y 1910 señalan que hablar de tradición del derecho de herencia
es lo mismo que decir cesión de derechos hereditarios, existiendo dicha figura en el caso que el
heredero una vez fallecido el causante transfiere a un tercero la totalidad o una cuota de ella, y el
ocupar la misma situación jurídica del cedente pasa a tener los mismos derechos y obligaciones,
heredero no podía hacerlo y conforme al artículo 1683 del Código Civil no puede alegar la
nulidad absoluta quien ejecutó un acto o contrato sabiendo o debiendo saber el vicio del que
adolecía, en consecuencia, ocupando el cesionario la misma situación del cedente y éste la del
causante, por lo que la imposibilidad absoluta para alegar la nulidad se transfiere igualmente al
cesionario, e) tiene derecho al acrecimiento. Indica que una vez producida la apertura de la
sucesión se produce la delación de las asignaciones conforme el artículo 956 del Código Civil,
siendo éste el llamamiento que hace la ley al asignatario para aceptar o repudiar la asignación, lo
asignatario a una persona es un acto unilateral del testador y para que produzca efecto jurídico
debe existir aceptación del asignatario, por cuanto impone al asignatario también
62
CORTE SUPREMA. Causa rol 6526-2009, Caratulado RECABARREN SANHUEZA LUIS CON
LEDESMA OCARES LUCAS. 24 de junio de 2011
47
Esta aceptación o repudiación se caracteriza por: a) ser un derecho transmisible, b) no puede
estar sujeta a liberalidades, c) es un derecho indivisible conforme al artículo 1228 inciso primero
del Código Civil que exige que ésta sea total, d) la aceptación o repudio puede ser expresa o
tácita conforme el artículo 1241 del mismo cuerpo legal, siendo tácita según el artículo 1230 del
mismo cuerpo normativo la producida cuando el heredero ejecuta un acto que necesariamente
supone su intención de aceptar y que sólo podría haberlo hecho en su calidad de heredero, e) es
irrevocable, conforme lo señala el artículo 1234 del Código Civil , f) la aceptación o repudiación
opera retroactivamente, en el caso de marras con fecha 20 de diciembre de 2007 don D.B.E.G.
compareció en calidad de cesionario en los autos sobre posesión efectiva testada de doña
con beneficio de inventario junto a los otros herederos y excluyendo a doña M.L.G.G., posesión
efectiva que se concedió por sentencia definitiva de fecha 05 de febrero de 2008 en la que se
incluyó como cesionario a don D.B.E.G. y se inscribió a fojas 179 vuelta N°285 del Registro de
Luego, en juicio particional Rol N°1555-2009 iniciado en el Tercer Juzgado de Letras de Iquique
y seguido ante el Juez Partidor don J.Z. compareció el actor de autos pidiendo copia simple de
todo lo obrado, por lo cual conforme lo expuesto concluye que el actor como cesionario ocupa la
misma situación jurídica del cedente que se encuentra absolutamente impedido de ejercer acción
de nulidad más aun cuando ambos aceptaron la herencia testada y la asignación testamentaria
improcedencia absoluta de acción de nulidad absoluta contra una cláusula del testamento, la
cual descansa en que conforme los artículos 1216 y siguientes del Código Civil, la acción que el
actor debió ejercer es la de reforma del testamento, la que se diferencia de la ejercida en autos
reforma del testamento, la cual hace subsistir el testamento en todo aquello que no perjudique
las asignaciones forzosas, lo último es lo que pretende el actor lo que se desprende del libelo de
demanda, sin embargo sostiene que no se ejerció la acción de reforma del testamento porque el
48
actor renunció a dicha acción al momento de aceptar la herencia con beneficio de inventario y
también porque dicha acción se encuentra prescrita, citando al profesor M.S.U. quien al referirse
vida pago determinadas deudas cede sus derechos hereditarios a un tercero, éstos desembolsos
deberán ser imputados a la legítima que recibe el cesionario, es lógico que este cesionario
pueda intentar la acción de reforma del testamento por cuanto ocupa la misma situación jurídica
del cedente.”63
49
CAPITULO IV ACCIONES DEL COMUNERO FRENTE A LOS DEMÁS COMUNEROS Y
FRENTE A TERCEROS.
Las acciones posesorias son aquellas que tienen por objeto conservar o recuperar la
Para que procedan las acciones posesorias deben cumplirse algunas exigencias. Es
necesario ser poseedor, el objeto debe ser susceptible de acción posesoria y debe interponerse
en tiempo oportuno, se exige un año de posesión para tener acción posesoria, se concede el
por objeto conservar la posesión de los bienes raíces y derechos reales constituidos en ellos. La
querella de restitución, es la que tiene por objeto recuperar la posesión de bienes raíces o
Para estudiar las acciones posesorias entre comuneros, primero debemos referirnos a la
64 PEÑAILILLO ARÉVALO. Daniel. Los bienes, la propiedad y otros derechos reales. 4ed. Santiago:
Editorial Jurídica, 2006. p.243.
65 Ibídem, p.247
50
4.1.1.- Prescripción entre comuneros
comuneros, siempre que se pruebe posesión exclusiva durante el tiempo legal, sea con un título
o con otros antecedentes, en otros términos, no hay prescripción entre coposeedores, pero sí
Somarriva estima que, en principio, no caben las acciones posesorias entre comuneros,
por carecer el comunero que la deduce de posesión exclusiva y porque entre ellos no hay
prescripción.
En la opinión del profesor Silva, sólo las llamadas acciones posesorias propiamente
tales, amparo y restitución, proceden entre comuneros. Las demás acciones posesorias, como
denuncia de obra ruinosa y denuncia de obra nueva no proceden, pues ellas no se adaptan a las
66 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.152.
67 Ibídem, p.155.
51
4.1.3.- Sentencias que se pronuncian al respecto
ordene la restitución de la plena posesión material del inmueble ubicado en calle J.P.N., Comuna
momento en que sean notificados de la presente sentencia, o dentro del plazo que el Tribunal
estime pertinente fijar, bajo apercibimiento de lanzamiento de todos, con la fuerza pública; b) se
condene a la demandada a restituirle todos los enseres, frutos naturales y civiles y todos los que
el suscrito habría podido obtener si hubiera tenido el bien raíz en su poder y; c) se condene a la
derecho de pedir la determinación de los frutos naturales, deterioros y daño moral señalados en
formulada por un comunero en contra de quien detenta idéntica calidad en relación con el bien
Sobre este punto se debe precisar que la posesión en que se funda la acción intentada debe ser
comunero en contra de los otros, no estamos en presencia de una posesión que reúna la
característica aludida. En efecto el comunero posee la cosa común tanto en su nombre como en
el de los demás coparticipes: si pretendiera sostener una posesión exclusiva, su posesión seria
equivoca, aparecería vinculada a la de la comunidad, a menos que comenzara una posesión con
distinto título del de simple comunero. Que de lo anterior aparece que mientras dure el
restitución.
52
De manera que los sentenciadores no han incurrido en los yerros que se les imputa al resolver
el rechazo de la querella enderezada en estos autos, toda vez que al así determinarlo han
aplicado e interpretado correctamente las normas que regulan ese interdicto y por cuanto no
basta, como arguye el recurrente, con que se haya verificado el despojo para que la acción deba
prosperar”.68
“Que en estos autos, con fecha veintiuno de enero de dos mil quince se dictó sentencia de
primera instancia, por el Sr. Juez Titular del Primer Juzgado de Letras de San Fernando don
G.R.L.P. En dicho fallo se resolvió: que se rechaza en todas sus partes, la querella posesoria de
restitución deducida, conforme los artículos 916 y siguientes del Código Civil y 549 y 551 inciso
cuarto y siguientes del de Procedimiento Civil, por doña N. Del C.O.G. en contra de doña C.J.B.
que no proceden las acciones posesorias entre comuneros, incluida la de restitución, porque la
comunero, con respecto a los otros no lo es, pues posee la cosa común en su nombre y en el de
caso de la demandante de autos, alega que ha sido privado en todo o en parte del uso y goce en
la cosa común, por otro comunero, puede entablar en contra de este la acción personal
correspondiente, para hacer respetar su derecho. Y visto además lo dispuesto por los artículos
186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil se declara: Que SE CONFIRMA la sentencia
68 CORTE
SUPREMA. Causa Rol 7925-2012. Caratulado A.F., D. con A.F., J. delC.22 noviembre de 2012.
69
CORTE APELACIONES RANCAGUA. Causa Rol 1224-2015.CaratuladoOSORIO GAETE NANCY DEL
CARMEN CON JARA BAEZA CARMEN 23 diciembre de 2015.
53
Causa Rol 3914-2012, Corte Suprema
“El 15 de enero de 2.009 dona S.C. y don J.R.A.N. interpusieron demanda en procedimiento
ellas, subsistiendo únicamente como demandada dona Z.F.A.O., para que se declare
Explican que en sus calidades de hijos de don A.A.M. son comuneros, conjuntamente con su
madre, doña Z.N.G. y con otros hermanos de una propiedad, cuya posesión les fue otorgada
mediante auto de posesión efectiva inscrito a fs. 2350 Nº 2754. Desde entonces son los únicos
El año 2.000 los inicialmente demandados de los que, como se dijo, solo mantiene esa calidad
dona Z.F.A.O, obtuvieron para sí, en otro tribunal y prescindiendo de la referida posesión
efectiva, la del mismo bien, que corre inscrita a fs. 4099 Nº 7138 del Registro de Propiedad del
Conservador de Bienes Raíces de San Miguel. Esa inscripción, sostienen, es nula, por habérsela
obtenido de la manera que se lo hizo, a sabiendas que, en razón de la que favorecía a los
demandantes desde 1.958, estos habían adquirido el dominio por prescripción. Nunca los
perseguidos solicitaron ampliar, dentro de plazo, la posesión efectiva del año 1.958 ni intentaron
la acción de petición de herencia. La inscripción dominical que han obtenido el año 2.000 está
completamente desligada de la de 1.958. De acuerdo con el artículo 730 del código de derecho
oponérsele con legitimidad y, menos, para servir de base para una prescripción adquisitiva
contra aquel título inscrito, punto de vista este que refrenda, sin ninguna duda a juicio de los
impugnantes, el artículo 728 del mismo cuerpo legal. Es este el motivo de la acción dirigida a que
la prescripción adquisitiva del dominio sobre la propiedad de Curinanca 893, así como la nulidad
de las inscripciones que rolan a fs. 4099 Nº 7138 y fs. 4099 Nº 7139.
54
La magistrada de primera instancia comienza recordando el tenor del artículo 956 del código en
causante, por lo que el traspaso de los bienes de este opera por el modo de adquirir llamado
sucesión por causa de muerte. Por otra parte, existiendo una comunidad no parece posible que
uno de los comuneros adquiera para si solo el derecho sobre la cosa común, toda vez que de
conformidad con lo que preceptúan los artículos 2305 y 2053, cada comunero posee a nombre
propio y el de los demás, lo que hace que los pretendientes no puedan justificar la existencia de
una posesión exclusiva para ellos e independiente de la de los demás, requisito indispensable
para adquirir por prescripción, instituto este último que no puede tener lugar en tanto dura la
indivisión. También discurre el fallo por la senda del artículo 1317, que siempre reconoce al
comunero el derecho a liberarse a través del ejercicio de la acción de partición; una razón más
para desechar la prescripción entre comuneros. Por tanto, no hace lugar a la demanda;
Contra esa sentencia se ha deducido recurso de casación en el fondo por los demandantes,
quienes lo estructuran en torno a la vulneración de los artículos 704, 1269, 2512 y 2517 del
cuerpo de leyes en permanente referencia. Desarrollan su queja expresando que según el inciso
segundo del artículo 2512, el derecho de herencia se adquiere por la prescripción extraordinaria
plazo para adquirir la herencia por prescripción se reduce a cinco años, de conformidad con los
artículos 1269 y 704.La aplicación del artículo 1317 no viene al caso. La juzgadora sostiene que
no puede existir prescripción entre comuneros por cuanto siempre se encuentra a su disposición
la acción de partición. Pero cuando uno cualquiera de los comuneros posee con ánimo de
exclusivo dueño durante el plazo requerido por la ley, sin que los demás ejerzan acción de
cuanto junto con la prescripción del derecho real de herencia por parte de aquellos, se extingue,
también por prescripción, la acción de partición, siguiendo la regla general del artículo 2517”.70
70CORTE SUPREMA. Causa Rol 3914-2012.Caratulado SC. Con J.R.N. del C.31agosto de 2012
55
ACCIONES DEL COMUNERO FRENTE A TERCEROS
que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela. Esta
acción es real y protege el derecho de propiedad, el dominio en las cosas singulares. Así como
el dueño tiene acción para reivindicar su derecho, el codueño también goza de una acción que
protege su cuota. El artículo 892 dispone que “se puede reivindicar una cuota determinada
proindiviso, de una cosa singular”. Esto es, un comunero puede reivindicar su cuota intelectual
Que la cuota este determinada significa que su extensión o cuantía este claramente
fijada. Será una cuota determinada un tercio, un cuarto o un séptimo de una cuota determinada
que autoriza para reivindicar, como ha señalado la corte suprema. Que la cuota sea proindiviso,
significa que debe ser intelectual y no material, ósea que la cuota no sea pro diviso sino pro
indiviso, como decían los romanos. Esto no quiere decir que el titular de una parte material no la
pueda reivindicar. Así, si después de la partición cada ex comunero tiene un dominio exclusivo
71SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota: El problema jurídico y práctico de las
acciones y derechos. 2 ed. Santiago: Editorial jurídica, 1985, p.139.
72Ibídem, p.141
56
Que la cuota recaiga en cosa singular, significa que recae en cosas particulares,
mal interpretado dicha exigencia, entendiendo como una primera tesis que solo es posible
reivindicar una cuota determinada proindiviso de una cosa singular que no forma parte de una
universalidad, pero se aclara que si bien la jurisprudencia participó en la primera tesis antes
reivindicación de una cuota determinada proindiviso de una cosa singular que no ha salido de la
universalidad, teoría que se basa en que lo único que prohíbe la ley es la reivindicación de una
por los tribunales de justicia del país para resolver las causas sometidas a su juicio.
En esta causa los actores dedujeron recurso de casación en el fondo en contra de la sentencia
de la Corte de Apelaciones de Talca, que revocó la sentencia del Juzgado de Letras de Parral, la
cual había dado lugar a la reivindicación. En esa sentencia los actores dedujeron acción
reivindicatoria contra D.C.S. sobre un inmueble adjudicado en remate, que según sus
pues las supuestas cuotas de dominio no son objeto de reivindicación al no indicarse en el libelo
reivindicación. Expone que la jurisprudencia exige que la cosa de que se trata sea determinada,
es decir, requiere que el actor indique a cuánto asciende la cuota reclamada, lo que no ocurre en
73Ibídem, p.141-143
57
estos autos. Además, señaló que los demandantes no tenían la calidad de herederos, ya que no
acompañaron documento alguno que permita demostrar tal calidad, como tampoco que la
propiedad sea parte de la supuesta masa hereditaria, cuestionando que el bien pertenezca a
dicha comunidad, indicando que éste era de dominio exclusivo del padre, el que fue embargado,
rematado y adjudicado en un juicio ejecutivo seguido ante el mismo tribunal, cumpliendo dicha
La Corte Suprema indicó que el tribunal de segunda instancia señaló en sus considerandos
quinto y sexto que los actores debieron en su oportunidad expresar la cuota específica que
detentaban en la cosa singular. Dice el fallo recurrido que “una acción como la intentada en
autos supone necesariamente fijarse para cada una de las partes (un tercio, un cuarto, un
décimo) en la cosa singular hereditaria, lo que necesita de una petición concreta de los actores
sobre el particular” (considerando sexto). Que de la lectura del expediente se constata que ni en
los escritos de demanda, contestación, réplica y dúplica ni en la prueba presentada por los
singular, en fracciones o porcentajes, que se pretendía reivindicar por los demandantes. De tal
manera que la acción interpuesta en autos no cumplió con las exigencias impuestas en los
artículos 1268 y 892 del Código Civil. Cabe hacer presente que en materia de reivindicación de
una cuota, el artículo 892 del Código Civil al disponer que “se puede reivindicar una cuota
determinada proindiviso, de una cosa singular”, ha establecido claramente tres requisitos para tal
reivindicación, además de los requisitos generales para la acción de dominio. Estos son: a) cuota
determinada; b) cuota proindiviso; y c) que la cuota recaiga en cosa singular. Respecto del
primer requisito, “que la cuota sea determinada, quiere decir que su extensión o cuantía esté
claramente fijada (…). Si la cuota del reivindicante es indeterminada, esto es, si sólo alega,
según la expresión forense, ‘acciones y derechos’ sobre la cosa, la demanda deberá ser
74
CORTE SUPREMA, Causa rol 27046/2014, Caratulado HERNÁNDEZ MONROY ABEL Y OTRAS CON
CONCHA SEPÚLVEDA DANIEL., 11 de junio de 2015
58
Causa rol 15910/2015, Corte Suprema
demandante C.M. con P.A.F.M., quedando pendiente la liquidación del bien común ya
individualizado. Luego por escritura pública P.A.F.M. vendió a P.A.F.G. el inmueble en cuestión
Sobre la base de tales hechos el fallo recurrido de segundo grado, que hizo suyos los
cincuenta por ciento que la actora reclama en la propiedad del inmueble objeto de la
compraventa celebrada en el año 2010 entre P.A.F.M. y P.A.F.G., por considerar, en primer
lugar, que no se encuentra acreditada la cuota proindiviso que se reivindica, pues si bien como
determinar los bienes que la componen ni el derecho cuotativo que corresponde a cada uno de
los comuneros sobre los mismos. En segundo término estima que la actora tampoco probó que
La Corte Suprema, señaló: “Que en cuanto a la acción intentada en autos cabe tener presente
que el artículo 892 del Código Civil, al disponer que “se puede reivindicar una cuota determinada
proindiviso, de una cosa singular”, ha establecido claramente tres requisitos para tal
reivindicación, además de los demás requisitos generales para la acción de dominio. Estos son:
a) cuota determinada; b) cuota proindiviso; y c) que la cuota recaiga en cosa singular. Respecto
del primer requisito, “que la cuota sea determinada, quiere decir que su extensión o cuantía esté
claramente fijada (…). Si la cuota del reivindicante es indeterminada, esto es, si sólo alega,
según la expresión forense, ‘acciones y derechos’ sobre la cosa, la demanda deberá ser
desestimada” (E.S.S., “Actos y contratos sobre cuotas”, Editorial Jurídica de Chile, Santiago,
“Resulta palmario que la actora tiene la calidad de dueña no poseedora de la cuota que
reivindica, que ésta se encuentra determinada, que recae sobre una cosa singular y que el
59
demandado tiene la calidad de poseedor no dueño de la misma, circunstancias que emanan de
los hechos establecidos en el proceso y que, en consecuencia, revelan una falsa aplicación por
parte de los jueces del fondo de los artículos 889 y 892 del Código Civil, al haberse dejado de
aplicar tales preceptos legales a un caso en el que se reúnen todos los presupuestos que hacen
sentencia dictada por la corte suprema, pero se previene que el abogado integrante don Daniel
Peñailillo concurre al acuerdo sin compartir las motivaciones contenidas en los párrafos 5º y 6º
del considerando cuarto, pues estima que aun cuando hubieren otros bienes o se tratare de una
comunidad sobre cosa universal, siempre la demandante tendría la reivindicatoria sobre su cuota
cosa incluida en ella -y a cada parte de cada cosa-, (así, el autor S.S. en la obra antes citada)”.75
En la causa rol 5689-2010, la Corte Suprema rechazó el recurso de casación en el fondo contra
sentencia de Corte de apelaciones de Talca, que a su vez había confirmado el fallo de primera
reconocido el derecho sobre la cuota proindiviso, como asimismo, que recae sobre el inmueble
ocupado por los demandados, pero se había rechazado la petición en orden a la desocupación
Considerando Cuarto: Que, así las cosas, cuando la partición de la comunidad hereditaria se
adjudicación, por la cual cada inmueble o una parte del mismo, que hasta entonces estaba
inscrito a nombre de “todos” los herederos, quedará ahora inscrito a nombre del respectivo
heredero o cesionario, a quien se le adjudicó dicha partición; y desde ese momento el referido
75
CORTE SUPREMA, Causa rol 15910/2015, Caratulado CALVO MARIN MARGARITA DEL CARMEN
CON FUENTES GOMEZ PEDRO ARIEL.(O) , 11 de mayo de 2016
60
heredero o cesionario podrá disponer por sí solo del inmueble comunitario; partición que, de
puede servir de base para sustentar que los demandados deban restituir la propiedad en
cuestión, toda vez que al no haberse realizado la división de la reseñada comunidad no se puede
se adjudicará en dominio al demandante con el acto particional; más aún, considerando que el
resto de los comuneros no han comparecido en este juicio haciendo alguna manifestación
endicho sentido”. Que los hechos alegados por el actor en su demanda corresponden, en rigor, a
efectiva y concreta, los títulos y derechos que conciernen a los distintos comuneros y
coherederos que ocupan, detentan o poseen, según el caso, el inmueble sub- lite, para luego,
adjudicar a cada uno lo que en derecho corresponda; finalidades que no pueden alcanzarse,
Considerando Sexto: Que queda en claro que tanto en el caso del artículo 889 como en el del
artículo 892, ambos del Código Civil, la acción solamente puede ejercitarse respecto de cosas
tocante a cuotas de él, debe ser singular, determinado. Por ello, la singularidad de la cosa
casación sustancial formulado por el demandante no pueda tener acogida. En efecto, tanto en la
acción reivindicatoria del artículo 889 del Código Civil como en la reivindicación de cuota que
acción, que el o los demandados sean poseedores del bien cuya reivindicación se pretende y,
esta calidad, que requiere ánimo de señor y dueño, es incompatible con la ocupación de él por la
mera tolerancia de los dueños o por ser arrendatarios de la misma” Situación que acontecía en
61
Considerando Decimotercero Lo que realmente ha intentado en la especie, en su condición de
comunero o codueño de la propiedad, es la acción reivindicatoria del artículo 889 del Código en
referencia y no la que estatuye el artículo 892 y, tanto es así, que en tal demanda no determina
su cuota - lo que es un presupuesto esencial para la procedencia de ésta- y que la cuota sea
determinada quiere decir que su extensión o cuantía esté claramente fijada: un tercio, un cuarto,
la mitad, etc. (C.S., RDJ., Tomo XI, Sección 1ª., página 319). Tampoco solicita se le reivindique
esa cuota, sino que la totalidad de los terrenos que dice ocupan los demandados.
exigencia de singularizar, con la claridad y precisión requerida por la ley, según se acotó en las
motivaciones quinta, sexta, séptima y novena de este fallo, cada uno de los retazos de terreno
demandado a restituir a cada uno de los actores una extensión de terreno equivalente a los
derechos que sobre el mismo detentan los actores, porque al no existir partición, tales cuotas no
cumplimiento a lo resuelto dado que las cuotas cuyo dominio alegan los actores no están
- Que tratándose de la acción del comunero que reivindica su parte o cuota en la cosa común, la
doctrina más autorizada ha señalado que la petición que debe formularse en la demanda es que
se declare que es dueño de tal cuota proindiviso en el bien poseído en total por el demandado y
que de acogerse esta petición, se declare que él es coposeedor con el demandado (Silva S., E.,
"Acciones, actos y contratos sobre cuota", Editorial SAmver, 1970, N° 92, pp. 188-9).
-Que esta misma Corte ha tenido oportunidad de pronunciarse sobre esta situación jurídica,
76CORTE SUPREMA, Causa rol 5689/2010, Caratulado) CACERES SAAVEDRA LAUREANO CON
SANTANDER ALVAREZ MARIA, 9 de septiembre de 2010
62
resolviendo que “Es evidente que si se reivindica cuota, no se puede ordenar que el demandado
sea condenado a restituir dentro de tercero día su derecho cuotativo en un bien determinado,
28 de octubre de 1992, en Rev. Der. y Jur., T. 89, 2ª parte, sec. 2ª, p. 166); 77
perjuicio de no haber sido planteada dicha alegación en la instancia por la parte recurrente, es
dable precisar que dicha posibilidad está expresamente prevista por el legislador en el artículo
892 del Código Civil que dispone: “Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso, de
una cosa singular”.- En opinión del profesor E.S.S. “La disposición transcrita establece
reivindicatoria, como que el actor sea dueño de la cosa reivindicada. Los requisitos especiales
que establece el artículo 892 son: a) cuota determinada; b) cuota proindiviso; y c) que la cuota
recaiga en una cosa singular”. (E.S.S., Acciones, Actos y Contratos sobre Cuota; Editorial
fundada en la calidad de comunero del demandado, será también desestimada, por las mismas
razones expresadas por el sentenciador del grado en los motivos décimo noveno a vigésimo
ocupa una porción de terreno de media hectárea en el sector denominado “El Mirador” de la
comuna de Puerto Octay, la que se encuentra dentro de una porción de terreno de mayor
extensión correspondiente al Lote Tres de dominio de la actora, no cabe exigir a aquella que
dirija su acción en contra de otros comuneros que eventualmente puedan tener derechos sobre
dicha porción de terreno, pues como bien lo establece el J. a quo “la acción reivindicatoria debe
63
dirigirse en contra del actual poseedor, es decir, aquel que personalmente o por intermedio de
otro posee la cosa, materialmente o bajo su poder y con ánimo de señor y dueño, y no contra
conformidad a los artículos 889 y 892 del Código Civil, que la actora es dueña de parte o cuota
del retazo que pretende reivindicar; que la porción de terreno de media hectárea ocupada por el
suficientemente determinada según la cabida y superficie del predio; y que la acción que se
pretende se ejerce respecto de predio singular, es posible concluir que concurren todos los
presupuestos para dar lugar a la acción reivindicatoria entablada, por lo que el recurso de
Decimo Segundo: “Que, el artículo 892 del Código Civil señala: "Se puede reivindicar una cuota
sustantiva permite reivindicar una cuota determinada proindiviso de una cosa singular, la que, a
su turno, atendido que la ley no distingue, puede constituir un bien común único o formar parte
reivindicación de cuota, aparte de los generales de la acción reivindicatoria, como que el actor
sea dueño de la cuota reivindicada. Los requisitos especiales que establece el artículo 892 son:
a) cuota determinada; b) cuota proindiviso; y c) que la cuota recaiga en cosa singular. De esta
manera, como primer requisito de esta acción, se contempla que la cuota sea determinada, lo
que quiere decir que su extensión o cuantía esté claramente fijada “Así, por ejemplo, será una
una cuota determinada, que autoriza para reivindicar. Si la cuota del reivindicante es
indeterminada, esto es, si sólo alega, según la expresión forense, "acciones y derechos" sobre la
78CORTE DE APELACIONES DE VALDIVIA, Causa rol 206/2013, Caratulado. QUEVEDO SCH ILCE CON
KAHLER B JOSE, 25 de junio de 2013
64
cosa, la demanda deberá ser desestimada” (Acciones, actos y contratos sobre cuota. E.S.S..
Editorial jurídica de Chile). De esta manera, y conforme a lo prevenido en el artículo 892 del
Código Civil, procede la reivindicación de una cuota indivisa de una cosa singular, que podrá ser
el único componente de una comunidad, sin embargo, ella requiere de la determinación precisa
Considera décimo quinto: “Que, las circunstancias antes anotadas impiden que se acoja la
presente acción de dominio, toda vez que, en primer término no se ha acreditado de manera
indubitada el dominio exclusivo de los comparecientes respecto del inmueble cuya reivindicación
pretenden o, a lo menos, que la suma de sus cuotas proindiviso que recaen sobre la cosa
singular signifiquen un 100% de los derechos existente respecto a ella, y, además, se ha omitido
comuneros, éstos debieron accionar solamente por su cuota o la suma de las mismas en el
El autor responde que no, por varias razones. Primero, por no ser esta acción la única
manera que tiene el comunero para proteger su cuota, pues precisamente la ley lo ha facultado
para que pueda reivindicar su cuota determinada proindiviso si la cosa común está en poder de
un tercero. Segundo, el artículo 893 ordena: “la acción reivindicatoria o de dominio corresponde
al que tiene la propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa”, después que el artículo
892 consagró y reglamentó la situación del titular de una cuota proindiviso de un bien común.
Luego la acción solo protege al dueño de la cosa, representando en una comunidad por el
80Ibídem, p.162
65
Respecto al heredero, el profesor hace un alcance. Un comunero no puede reivindicar toda la
cosa común, pero si es heredero, puede hacerlo, aunque solo le corresponda una cuota. El
heredero de cuota, si bien también puede ser copropietario de la cosa, es al mismo tiempo titular
del derecho real de herencia que se ejerce sobre todo el patrimonio hereditario del causante y
que da acción de petición de herencia y faculta al heredero para reivindicar en el caso del
artículo 1268. Así, el problema quedaría reducido al copropietario que no es heredero, quien no
puede invocar el artículo 1268, sino el artículo 892 y reivindicar su cuota solamente.
“Que, en este sentido se ha resuelto por nuestros tribunales de justicia, en causa Rol 1618-2000
doctrina, acerca de la necesaria titularidad para reivindicar de acuerdo a esta disposición legal,
cuando la cosa reivindicada forma parte de una universalidad jurídica, encontrándose también
sólo la acción reivindicatoria de cuota, aún cuando recaiga sobre un bien que es parte de una
reivindicar solamente su cuota. El autor don E.S.S. (Acciones, Actos y Contratos sobre Cuota,
Editorial Jurídica de Chile, Segunda Edición, pág. 161) se pregunta si puede un comunero
reivindicar la cosa común por el total, contra un tercero, y se responde que la respuesta debe ser
negativa, ya que no es esta acción la única manera que tiene el comunero para proteger su
cuota, pues la ley precisamente lo ha facultado para que pueda reivindicar su cuota determinada
proindiviso si la cosa común está en poder de un tercero” El profesor don D.P.A., señala que "se
ha planteado la duda de si puede un comunero, él solo, reivindicar toda la cosa, para todos los
existiría entre los comuneros, por aplicación de los artículos 2305, 2078 y 2132. Pero no aparece
66
aceptable, porque esos textos se refieren más bien a la ejecución de actos de administración, en
los que no aparece apropiado incluir a esta acción tan trascendental, como es la reivindicatoria,
la cual compete únicamente al dueño; lo natural es que cualquier comunero con iniciativa incite a
todos a actuar, y si no lo logra porque no puede conectarse con todos o porque otros no quieren
actuar, puede entonces reivindicar su cuota, como lo permite el artículo 892" (Los Bienes, La
Propiedad y otros Derechos Reales, Tercera Edición Actualizada, pág. 368). Así también se ha
resuelto, indicándose: "No es admisible que uno o más de los eventuales comuneros, puedan
intentar la reivindicación del total de la cosa común, pues carecen de personería respecto de los
que pueda interponer cualquiera de ellos (Corte Apelaciones Concepción, RDJ., Tomo LXXXIX,
S.. 2ª., pág.166; C.S., Semana Jurídica N° 75, semana del 15 al 21 de abril de 2002, pág. 13) 81
Por medio de esta acción se protege el derecho real de herencia, mediante la cual debe
obtenerse la entrega de todos los bienes corporales e incorporales que constituyen el patrimonio
del causante, aun aquellos “en que el difunto era mero tenedor, como depositario, comodatario,
demandante. Se puede definir como la acción que tiene el heredero contra el que se dé por tal
81CORTE DE APELACIONES DE CONCEPCION, Causa Rol 1618-2000, Caratulado Beatriz Arias Parra
con Soc. Forestal Cholguan S.A. 22 de abril de 2002
67
La expresión del artículo 1264 “el que probare su derecho a una herencia” da amplio
margen para sostener que uno de varios herederos puede reclamar su parte de la herencia
independientemente de los demás. La ley no dispone “el que probare su derecho a la totalidad
de una herencia”, pues no habría motivo alguno para negarle la acción al heredero de la mitad,
del tercio, del cuarto de una herencia cuyo desconoce el poseedor del patrimonio hereditario. 82
Esta causa revocó la sentencia pronunciada por el Juez del Primer Juzgado Civil de Rancagua y,
en su lugar, se declaró ha lugar a la acción de petición de herencia, deducida por don M.R.M.M.,
- Que la sentencia de primer grado yerra al privar al demandante de su filiación natural otorgada
por su madre, pretendiendo que éste, al no haberse dado cumplimiento a una formalidad
prescrita en una norma transitoria dictada décadas atrás, le correspondiera la calidad de hijo
simplemente ilegítimo, pues constituye un criterio que pugna con el actual texto y espíritu de la
legislación vigente, como con los principios que la informan, en cuya virtud se han eliminado las
de descendiente de doña Edulia de las M.M., quien le reconoció como hijo natural, hoy hijo de
de fojas 11 y 12. A mayor abundamiento, fue reconocido socialmente y tratado como tal, según
dan cuenta las fotografías de fojas 43 y 44, y los testimonios de fojas 51, 52, 54 y 55, lo que no
exigidos por el artículo 1264 del Código Civil, pues la acción de petición de herencia tiene como
82 Ibídem, p.166
68
primer objetivo que se reconozca la calidad de heredero, esto es, que se tiene la calidad de
asignatario a título universal, aquel que sucede al causante en todos sus bienes, derechos y
obligaciones transmisibles, entre los cuales, se ha establecido precisamente a los hijos del
difunto. Asimismo, se ha logrado acreditar el segundo supuesto de la acción, cual es que otras
personas –en este caso también herederos- están en posesión del derecho real de herencia que
igualdad de derechos con los demandados, por ende, le corresponde igual porción o cuota
hereditaria, según las reglas de la sucesión abintestato. Lo anterior no puede estar en duda
desde que la fecha del fallecimiento de la causante, 26 de diciembre de 2006, según certificado
las modificaciones introducidas por la Ley Nº 19.585, y no sólo por lo que dispone el artículo 5 de
la Ley de Efecto Retroactivo de la Leyes en cuanto quelas personas que bajo el imperio de una
ley hubiesen adquirido en conformidad a ella el estado de hijos naturales, cuyo es el caso,
gozarán de todas las ventajas y estarán sujetas a todas las obligaciones que les impusiera una
ley posterior, sino por lo que el propio texto legal en comento consagró en su artículo 1º
transitorio, esto es, que todos los que a la fecha de entrada en vigencia de la ley poseían el
estado de hijos naturales tendrán los derechos que en la nueva ley se establecen.
-Que así las cosas, no cabe sino reconocerle a don M.R.M.M. la calidad jurídica de heredero de
doña Edulia de las M.M. y, en consecuencia, conforme a los artículos 1264 y 1265 del Estatuto
los herederos y, por ende, se le deben restituir las cosas hereditarias, corporales e incorporales
causahabiente, como los aumentos que posteriormente haya tenido la herencia, en proporción a
su cuota hereditaria.83
83
CORTE DE APELACIONES DE RANCAGUA, Causa rol 482/2015, Caratulado MORALES
MORALES MARIO RENE CON AHUMADA MORALES CARLOS, 7 de agosto de 2015
69
5.4.- MANDATO TÁCITO Y RECÍPROCO
solamente por su cuota?, ¿le da su derecho en la cosa facultad para actuar en defensa de toda
la cosa común? Primero hay que señalar que todos los comuneros deben acordar los actos de
administración. Cada indivisario goza de jus prohibendi o derecho de veto para oponerse a los
actos que los demás pretenden realizar, pero ya en Roma se permitían casos en que un
Existen varias teorías que intentan explicar esta situación, pero entre ellas la más
importante es la del mandato tácito y recíproco, en la cual se sostiene que entre los comuneros
habrá que presumir un mandato tácito y reciproco, al igual que los socios, según el artículo 2081.
Esta teoría ha tenido en el país quienes afirman que si existe dicho mandato y otra parte de la
jurisprudencia que le niega la existencia, basados en la opinión de los autores franceses, pues
profesor Somarriva sobre el artículo 2037, en virtud del cual a las deudas contraídas en pro de la
comunidad solo es obligado el que las contrajo y no todos, como sucedería si el comunero fuere
francesa ha explicado ciertos actos de un comunero, cuando uno de ellos es incapaz como
casos de agencia oficiosa haciendo responsables a los demás solo cuando la gestión haya
resultado verdaderamente útil, pero el autor la crítica por qué sería muy fácil de vencer el jus
El profesor Silva señala que la verdadera doctrina sería la de Capitant, quien sostiene
que el comunero puede realizar todos los actos de administración que presenten el carácter de
medidas conservativas. Su realización constituye derechos para cada uno de los copartícipes,
por la simple razón de “que él tiene interés en conservar su derecho”. Este principio de limitación
al jus prohibendi encuentra su fundamento en la cuota indivisa que todo comunero tiene en el
bien común. Así, si el todo o alguna parte del bien o de los bienes indivisos está en peligro, la
70
cuota del comunero que se extiende a todos ellos y hasta sus partes más pequeñas, también los
estará. De modo que cualquier comunero tendrá interés en proteger la cosa indivisa; pero ante la
intervendrá en defensa de toda la cosa común, pues esa es la única manera de salvar y
Es decir, un comunero sin poder de los demás, puede accionar en favor de la comunidad cuando
esta materia:
denominada teoría del mandato tácito y recíproco que encontraría sustento en nuestra
Civil en relación con el precepto del inciso 1º del artículo 2081 del mismo Código,
que el de los socios. Sin embargo, en concepto del sentenciador tal mandato no existe entre los
mandato tácito y recíproco, pues éste no puede sino fincarse en las relaciones de confianza
mutua que hay entre los socios, las que naturalmente no supone la comunidad. Por lo demás, y
tal como bien lo sostiene don M.S.U. -acudiendo al elemento histórico de interpretación- “...el
alcance del art. 2305 no es referirse íntegramente al artículo 2081, sino sólo a sus números
84 Ibídem, p.157-158
71
segundo, tercero y cuarto”. (“Indivisión y Partición”, cuarta edición, 1987, Editorial Jurídica de
Chile, página 161). El mismo autor argumenta también que las dudas que pudieren existir se
disipan en virtud del artículo 2307 del Código Civil, por el cual se establece que a las deudas
contraídas en pro de la comunidad sólo es obligado el que las contrajo y no todos, como ocurriría
si el comunero fuere mandatario de los demás (obra citada, páginas 161 y 162).- Igualmente es
Derecho Civil Chileno y Comparado”, tomo VI, Nº 384, página 517), don E.S.S. (“Acciones, Actos
y Contratos sobre Cuota”, segunda edición, 1985, Editorial Jurídica de Chile, página 158). En
conclusión, un comunero no puede accionar de precario sin poder suficiente de los demás
Considerando Decimo “Que, por lo anterior, y dado que no existe otra prueba que permita
dominio de una comunidad, la cual puede no estar constituida sólo con los demandantes que
comparecen al juicio, lo que adquiere importancia toda vez que la acción reivindicatoria no tiene
que apunta a la recuperación de un inmueble en posesión de otro, razón por la cual no son
aplicables las normas que, respecto al mandato tácito regulan los artículos 2305, 2081 primera
Considerando Décimo Tercero: “Que, por otra parte, cabe advertir a los actores que, existiendo
hereditaria, deberían obrar todos los herederos de consuno si lo que pretenden los demandantes
es la restitución de la totalidad del inmueble, desde que el artículo 893 del Código Civil exige al
reivindicante ser titular del derecho de dominio; por esto, una acción reivindicatoria como la
ejercida en autos supone que el o los dueños la ejerzan de consuno, no pudiendo entenderse
72
que uno o algunos de los comuneros puedan ejercerla a nombre de todos los demás, ya que,
como se dijo en el considerando 11° anterior, esta facultad no está comprendida dentro del
llamado mandato tácito de que tratan los artículos 2305 y 2081 del tantas veces citado Código
Civil.86
Existe una forma del contrato de comodato o préstamo de uso, llamada comodato
precario, definido en el artículo 2194: “El comodato toma el título de precario si el comodante se
reserva la facultad de pedir la restitución en cualquier tiempo”. Hay dos situaciones de hecho que
la ley asimila al comodato precario en el inciso segundo del artículo 2195, al estatuir que
“constituye también precario”: a) La tenencia de una cosa ajena, sin previo contrato y por
ignorancia del dueño y b) la tenencia de una cosa ajena, sin previo contrato y por mera tolerancia
del dueño
Puede suceder que una persona tenga una cosa perteneciente a varios proindiviso por
demandante sea el dueño de la cosa reclamada, teniendo que concluir que uno de los
comuneros de una cosa común no puede deducir, sin poder de los otros, la acción de precario
cosa, sino codueño. Además, dicha acción no es indispensable para conservar o amparar su
cuota indivisa en la cosa común detentada por una persona extraña a la comunidad en forma
precaria, pues al comunero le queda a salvo accionar por su cuota (cosa ajena para el
comodatario) y exigir el uso y goce de la cuota a prorrata de su parte. No puede el dueño de una
cuota pretender más derechos que el comodatario sobre la cosa, porque este usa y goza de ella
también por mera tolerancia o ignorancia de los demás codueños. Esa tolerancia o ignorancia de
73
los dueños favorece al demandado y no al comunero que quiere poner fin a esa situación sólo
por su parte. Esta ventaja del demandado será más importante si los demás copropietarios se
niegan a accionar por sus cuotas o actuar en conjunto. Todo esto sin perjuicio de las demás
acciones del comunero, como la reivindicatoria, la de partición o simplemente las derivadas del
SÉPTIMO: “Que, por otra parte, tampoco estaría facultado para accionar el comunero
propio derecho, desde que, tal como acertadamente lo expone el profesor E.S.S. (obra citada,
página 166): “...dicha acción no es indispensable para conservar o amparar su cuota indivisa en
la cosa común detentada por una persona extraña a la comunidad en forma precaria, pues al
comunero le queda a salvo accionar por su cuota (cosa ajena para el comodatario) y exigir el uso
y goce de la cuota a prorrata de su parte, ...”. Y agrega: “No puede el dueño de una cuota
pretender más derechos que el comodatario sobre toda la cosa, porque éste usa y goza de ella
también por mera tolerancia o ignorancia de los demás condueños. Esa tolerancia o ignorancia
de los dueños favorece al demandado y no al comunero que quiere poner fin a esa situación sólo
por su parte. Esta ventaja del demandado será más importante si los demás copropietarios se
niegan a accionar por sus cuotas o a actuar en conjunto”. Y termina señalando: “Todo lo dicho
sin perjuicio las demás acciones del comunero, como, por ejemplo, la reivindicatoria, la de
partición o simplemente las derivadas del cuasicontrato de comunidad contra sus copartícipes
que se niegan a accionar”.- Que, así las cosas, y como para accionar de precario es necesario
que el demandante sea dueño de la cosa reclamada, resulta que uno de los comuneros no
puede deducir, sin poder de los otros, la predicha acción tendiente a obtener la restitución de
87Ibídem, p.165-166
74
toda la cosa indivisa en poder del tenedor, como quiera que él no es dueño de la cosa, sino que
toda la comunidad, no cabe sino concluir que el demandante no es titular de la acción que
que se examina, esto es, ser dueño del inmueble que reclama”. Se rechaza por no tener el actor
la titularidad de la acción de precario y por no cumplir con los requisitos necesarios para la
procedencia de dicha acción: a) Que el actor sea dueño de la cosa cuya restitución reclama; b)
Que la demandada tenga en su poder u ocupe dicha cosa; y c) Que esta tenencia sea sin previo
75
CONCLUSION
problema jurídico y practico de las acciones y derechos”, cuyo autor es Enrique Silva Segura, en
la cual tuvimos como principal objetivo analizar la jurisprudencia actual y compararla con los
temas desarrollados por el profesor en el texto antes señalado, y de esta forma, tener una
acabada visión respecto a cuan influyente han sido las teorías planteadas por él en las
decisiones jurídicas que han pronunciado nuestros tribunales desde la publicación del libro hasta
Los temas tratados son los más controversiales y contingentes de la realidad práctica,
desarrollando aquellos en que existe jurisprudencia analizable. Para esto examinamos treinta y
cinco sentencias, de las cuales, veintitrés provienen de la Excelentísima Corte Suprema, seis de
Como resultado hemos podido establecer que las tesis expuestas han tenido gran
acogida en los tribunales del país, siendo una de las principales fuentes jurídicas y doctrinarias
en las que se basan para fundamentar sus fallos. En estos es común leer extractos completos de
sus planteamientos, así como referencias puntuales a sus ideas, sin perjuicio de algunas
excepciones relativas a determinados puntos exhibidos en esta tesis, tales como acciones
entre comuneros en ningún caso, contraria a la opinión del profesor Silva que sostiene que sólo
las acciones posesorias propiamente tal, proceden. Estas son, la acción de amparo y la de
restitución.
De esta forma, podríamos decir que lo dicho por el profesor Enrique Silva en el año
1970, y en su segunda edición el año 1985, aún cuando sean temas de gran abstracción y
76
dificultad en su análisis, tienen hoy plena vigencia e importancia para resolver los problemas de
la vida jurídica.
77
BIBLIOGRAFÍA
SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuota. El problema jurídico y
PENAILILLO AREVALO, Daniel. Los bienes, la propiedad y otros derechos reales. 4ed. Editorial
Jurídica, 2006.
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