Teoremas de Tales de Mileto
Teoremas de Tales de Mileto
Teoremas de Tales de Mileto
Aplicación
Entre sus múltiples aplicaciones resalta una de particular
interés y tiene que ver con una de las maneras en que se
hacían mediciones de grandes estructuras en la Antigüedad,
tiempo en el que vivió Tales y en el que no se contaba con los
modernos aparatos de medición que existen ahora.
Se dice que fue así como Tales logró medir la más alta
pirámide de Egipto, Keops. Para ello, Tales supuso que los
reflejos de los rayos solares tocaban el suelo formando líneas
paralelas. Bajo esta suposición, clavó en el suelo una vara o
bastón de forma vertical.
Luego usó la semejanza de los dos triángulos resultantes, uno
formado por la longitud de la sombra de la pirámide (que se
puede calcular con facilidad) y la altura de la pirámide (la
desconocida), y el otro formado por las longitudes de la sombra
y la altura de la vara (que también se pueden calcular
fácilmente).
Usando la proporcionalidad entre estas longitudes, se puede
despejar y conocer la altura de la pirámide.
Solución
Aquí tenemos dos rectas cortadas por dos rectas paralelas. Por
el primer teorema de Tales se tiene que sus respectivos lados
son proporcionales. En particular:
Circunferencia circunscrita
Otra manera de ver el segundo teorema de Tales es a través
de una circunferencia circunscrita a un triángulo rectángulo.
En general, una circunferencia circunscrita a un polígono
consiste en la circunferencia que pasa por cada uno de sus
vértices, siempre que sea posible trazarla.
Usando el segundo teorema de Tales, dado un triángulo
rectángulo, siempre podemos construir una circunferencia
circunscrita a este, de radio igual a la mitad de la hipotenusa y
circuncentro (el centro de la circunferencia) igual al punto
medio de la hipotenusa.
Aplicación
Una aplicación muy importante del segundo teorema de Tales,
y quizás la más utilizada, consiste en hallar las rectas
tangentes a una circunferencia dada, por un punto P externo a
esta (conocido).
Observemos que dada una circunferencia (dibujada en azul en
la figura de abajo) y un punto exterior P, existen dos rectas
tangentes a la circunferencia que pasan por P. Sean T y T’ los
puntos de tangencia, r el radio de la circunferencia y O el
centro.
Es conocido que el segmento que va desde el centro de una
circunferencia a un punto de tangencia de la misma, es
perpendicular a esta recta tangente. Luego, el ángulo OTP es
recto.
Por lo que vimos anteriormente en el primer teorema de Tales
y sus diferentes versiones, vemos que es posible inscribir el
triángulo OTP en otra circunferencia (en color rojo).
Análogamente se obtiene que el triángulo OT’P se puede
inscribir dentro de la misma circunferencia anterior.
Por el segundo teorema de Tales obtenemos además que el
diámetro de esta nueva circunferencia es precisamente la
hipotenusa del triángulo OTP (que es igual a la hipotenusa del
triángulo OT’P), y el centro es el punto medio de esta
hipotenusa.
Para calcular el centro de la nueva circunferencia basta
entonces calcular el punto medio entre el centro —digamos
M— de la circunferencia inicial (que ya conocemos) y el punto
P (que también conocemos). Luego, el radio será la distancia
entre este punto M y P.
Con el radio y el centro de la circunferencia roja podemos hallar
su ecuación cartesiana, la cual recordemos que viene dada por
(x-h)2 + (y-k)2 = c2, donde c es el radio y el punto (h,k) es el
centro de la circunferencia.
Conociendo ahora las ecuaciones de ambas circunferencias,
podemos interceptarlas resolviendo el sistema de ecuaciones
formado por estas, y obteniendo así los puntos de tangencia T
y T’. Finalmente, para conocer las rectas tangentes deseadas,
basta hallar la ecuación de las rectas que pasan por T y P, y
por T’ y P.
Ejemplo
Considere una circunferencia de diámetro AC, centro O y radio
1 cm. Sea B un punto sobre la circunferencia tal que AB = AC.
¿Cuánto mide AB?
Solución
Por el segundo teorema de Tales tenemos que el triángulo
ABC es rectángulo y la hipotenusa corresponde con el
diámetro, que en este caso mide 2 cm (el radio es 1 cm).
Luego, por el teorema de Pitágoras tenemos que: