El Sindrome Agorafóbico
El Sindrome Agorafóbico
El Sindrome Agorafóbico
INTRODUCCIÓN
PATRONES DE APEGO
El patrón familiar de apego del niño que organiza su significado personal
fóbico se caracteriza siempre por un marcado bloqueo por parte de los
cuidadores de la actividad autónoma de exploración del mundo exterior
que el niño debe llevar progresivamente a cabo en el curso de su
desarrollo evolutivo. Los cuidadores limitan los comportamientos de
desapego del niño coartando toda actividad que aumente su autonomía;
la peculiaridad de este bloqueo es que es siempre indirecto, es decir que
el niño no tiene la posibilidad de verlo como una prohibición, como un
impedimento. Si fuera percibido así daría lugar a un niño rebelde y
agresivo.
"Vivíamos en una casa muy grande, como si fueran tres casas, con un
gran patio en el medio; allí vivían también mis abuelos y mis tíos;
nosotros jugábamos con mis primos en el patio y nunca íbamos a la
calle con otros chicos. Cuando éramos pequeños mi abuelo le dijo a mi
madre: "¿para qué tienen que ir al jardín de infantes?, aquí juegan entre
ellos y están más seguros". Tampoco fuimos nunca a un club, mi abuelo
decía: "vaya uno a saber lo que le puedan hacer a los niños en ese
lugar."
La mayoría de los casos a los que podemos referir esta segunda forma
de bloqueo son los de madres que viven un matrimonio infeliz y que
desde esta posición de víctimas enfermas logran controlar la situación.
Elena, una farmacéutica soltera de 45 años que paso su infancia
cuidando a su madre supuestamente afectada del corazón, mientras que
su padre, viajante de comercio, realizaba sus giras de negocios,
recordaba durante la reconstrucción de su historia de desarrollo -última
etapa del tratamiento- cómo su madre le reclamaba cuando por una u
otra causa ella se retrasaba al volver de la escuela: "Fijate, ya has
llegado tarde otra vez; he pasado unos momentos terribles y me he
sentido muy mal. Por quedarte jugando a las figuritas con tus amigas
podrías haberme encontrado muerta".
La percepción del mundo como peligroso hace que el fóbico esté en una
actitud de permanente control de los aspectos más concretos del mundo
externo así como también de sus propias emociones. En un mundo
percibido como peligroso sólo aquel que logre controlar la mayor
cantidad posible de variables y que, además, se muestre poco sensible
emocionalmente -lo cual implica ser una persona fuerte - tiene chances
para subsistir como individuo.
A veces, este control sobre sus propias emociones lleva al sujeto a una
verdadera "ceguera" respecto de sus experiencias emotivas que son así
experimentados como hechos externos a él mismo, o como experiencia
sensorial de orden corporal: ahogos, dolores en el pecho, contracturas
musculares, mareos, taquicardias.
Es por esto que generalmente tiene serias dificultades para elaborar una
integración satisfactoria de todos los complejos aspectos emotivos
relacionados con la formación, mantenimiento y ruptura de sus
relaciones afectivas.
Nacimiento de un hijo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Biblos.
Press.
Barcelona, Salvat.
EL SINDROME AGORAFOBICO
DESDE LA PERSPECTIVA
POSRACIONALISTA
POSRACIONALISTA
Juan Balbi
INTRODUCCION
PATRONES DE APEGO
El patrón familiar de apego del niño que organiza su significado personal
fóbico se caracteriza siempre por un marcado bloqueo por parte de los
cuidadores de la actividad autónoma de exploración del mundo exterior
que el niño debe llevar progresivamente a cabo en el curso de su
desarrollo evolutivo. Los cuidadores limitan los comportamientos de
desapego del niño coartando toda actividad que aumente su autonomía;
la peculiaridad de este bloqueo es que es siempre indirecto, es decir que
el niño no tiene la posibilidad de verlo como una prohibición, como un
impedimento. Si fuera percibido así daría lugar a un niño rebelde y
agresivo.
"Vivíamos en una casa muy grande, como si fueran tres casas, con un
gran patio en el medio; allí vivían también mis abuelos y mis tíos;
nosotros jugábamos con mis primos en el patio y nunca íbamos a la
calle con otros chicos. Cuando éramos pequeños mi abuelo le dijo a mi
madre: "¿para qué tienen que ir al jardín de infantes?, aquí juegan entre
ellos y están más seguros". Tampoco fuimos nunca a un club, mi abuelo
decía: "vaya uno a saber lo que le puedan hacer a los niños en ese
lugar."
La mayoría de los casos a los que podemos referir esta segunda forma
de bloqueo son los de madres que viven un matrimonio infeliz y que
desde esta posición de víctimas enfermas logran controlar la situación.
Elena, una farmacéutica soltera de 45 años que paso su infancia
cuidando a su madre supuestamente afectada del corazón, mientras que
su padre, viajante de comercio, realizaba sus giras de negocios,
recordaba durante la reconstrucción de su historia de desarrollo -última
etapa del tratamiento- cómo su madre le reclamaba cuando por una u
otra causa ella se retrasaba al volver de la escuela: "Fijate, ya has
llegado tarde otra vez; he pasado unos momentos terribles y me he
sentido muy mal. Por quedarte jugando a las figuritas con tus amigas
podrías haberme encontrado muerta".
La percepción del mundo como peligroso hace que el fóbico esté en una
actitud de permanente control de los aspectos más concretos del mundo
externo así como también de sus propias emociones. En un mundo
percibido como peligroso sólo aquel que logre controlar la mayor
cantidad posible de variables y que, además, se muestre poco sensible
emocionalmente -lo cual implica ser una persona fuerte - tiene chances
para subsistir como individuo.
A veces, este control sobre sus propias emociones lleva al sujeto a una
verdadera "ceguera" respecto de sus experiencias emotivas que son así
experimentados como hechos externos a él mismo, o como experiencia
sensorial de orden corporal: ahogos, dolores en el pecho, contracturas
musculares, mareos, taquicardias.
Es por esto que generalmente tiene serias dificultades para elaborar una
integración satisfactoria de todos los complejos aspectos emotivos
relacionados con la formación, mantenimiento y ruptura de sus
relaciones afectivas.
Nacimiento de un hijo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Biblos.
Press.
Barcelona, Salvat.